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UNIVERSIDAD CENTRAL DEL ECUADOR

FACULTAD DE CIENCIAS QUÍMICAS


BIOQUÍMICA Y FARMACIA
PARASITOLOGÍA

Integrantes:

• Byron Eduardo Aleman Urquizo


• Joselyn Pauleth Caicedo López
• Edison Esteban Revelo Jácome
• Doménica Stefanía Vélez Mora

Curso: BF2-002

Fecha: 4/03/2021

Tarea 2: Estudio de Géneros de Protozoarios sanguíneos y tisulares.

Caso Clínico

Toxoplasmosis ocular

Se trata de recién nacido (RN) masculino a término, pequeño para la edad de


gestación, se plantea diagnóstico de TORCHS, por hallazgos al examen físico:
hepatoesplenomegalia, presencia de petequias en tórax posterior y palidez cutáneo-
mucosa moderada. Se solicitan pruebas serológicas pertinentes. Al quinto día de vida
se evidencian equimosis en zonas de venopunción, eritema palmo-plantar, ictericia,
anemia, leucopenia, trombo-citopenia y proteína C reactiva positiva. Estudios
imaginológicos cerebrales (radiológicos, ecosonográficos y TAC) ponen en evidencia
la presencia de calcificaciones intracraneales, en disposición periventriculares y
frontoparieto temporales bilaterales e intraparenquimatosas. Ecografía abdominal,
reporta calcificaciones intrahepáticas. Ecocardiograma: corazón normal. Evaluación
oftalmológica reporta: uveítis posterior bilateral. Hemocultivos reportaron negativos.
La serología del recién nacido, resultó positiva para toxoplasmosis (IgM +), se inicia
tratamiento con clindamicina, pirimetamina, ácido polínico, solumedrol (1mg x kg x
día, cada 12 horas), sophipren y ciclogyl oftálmico. Posterior a tres semanas de
haberse iniciado tratamiento médico se evidencia mejoría clínica y paraclínica de la
condición del recién nacido y la reevaluación oftalmológica reporta mejoría de las
lesiones oculares. Egresa en buenas condiciones generales a los 29 días de vida, con
controles sucesivos en nuestra institución.
Discusión

La coriorretinitis por toxoplasmosis es la causa más común e identificable de uveítis


en varias regiones del mundo, la toxoplasmosis ocular por infección congénita puede
presentarse al nacer o como una lesión en la retina activa o como cicatrices retino-
coroidales, esta infección puede parecer de no necesitar intervención clínica por
meses o incluso años, estos casos se observan en un 92% como lo describe (MJ.,
1951)

Los estudios de enfermedades infecciosas en muchos países han demostrado que el


8,3% de los pacientes con gonorrea por Toxoplasma gondii, que no tuvieron
desprendimiento de retina durante la infancia, desarrollan la lesión a una edad
temprana de 7 años; En nuestra paciente es posible hacer el diagnóstico durante la
infancia y así aplicar el tratamiento en el momento adecuado, y así evitar futuras
complicaciones. Hay indicios de que es posible que los quistes en la
retina comenzaran desde el momento de la infección inicial.

Una variedad de estudios muestran que la necrosis retiniana relacionada con la lesión
primaria y la recurrencia debido al cálculo de la toxoplasmosis se atribuye al aumento
de parásitos, de manera similar, la reacción de la hipersensibilidad a los antígenos
toxoplasmáticos es que estos tipos son responsables de sus reacciones inflamatorias
y complicaciones. Involucrar. Por lo tanto, la combinación de fármacos antivirales
con corticosteroides se utiliza en el caso de procesos inflamatorios intraplamadores
graves, como le sucedió a nuestros pacientes.
Si se sospecha la enfermedad de la toxoplasmosis del embarazo, se recomienda usar
el espíritu a lo largo del embarazo, aunque no se trata en el feto, reduce el paso de
los parásitos en la placenta y reduce el nacimiento infectado, en TC, aunque RN no
tiene síntomas, se indica un tratamiento temprano porque reduce la incidencia de
corretina; Se recomienda pirimesteamina (1 mg x kg x días en 2 meses), más la boca
de sulfadiazina (100 mg x kg x días) más ácido fólico ( ,5 mg al día); El ácido fólico
debe usarse porque la pirimetamina es un inhibidor de ácido fólico y puede causar
trombocitopenia, neutropenia y anemia megaloblástica. Los pacientes con
enfermedad de la temperatura deben controlarse cada 15 días, mientras que se
mantiene el tratamiento.

Con respecto al tratamiento con clindamicina, debe recomendarse en caso de


afectación ocular, así como tratamiento de esteroides, utilizado por el paciente, con
mejoramiento clínico y paraclínico. En el caso del recién nacido, el cual cursó con un
cuadro florido de la toxoplasmosis, con afectación cerebral: calcificaciones, ocular:
uveítis, hepáticas: calcificaciones intrahepáticas, con el incremento de las enzimas
hepáticas, las cuales desaparecieron y disminuyeron a las cuatro semanas del inicio
del tratamiento, así como manifestaciones sistémicas, las cuales, mejoraron con el
tratamiento específico contra el parásito observando, incluso una clara y rápida
resolución de las lesiones oculares. La importancia de esto es un diagnóstico
temprano con tratamiento temprano, para evitar complicaciones inmediatas,
mediatas y tardías, que pueden presentarse por este parásito.

Bibliografía

➢ Hogan MJ, Ocular Toxoplasmosis. Nueva York: Columbia University Press.


1951.

➢ Barrios, t. (2008). Revista de obstetricia. Uveítis posterior por toxoplasma


gondii. http://ve.scielo.org/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0048-
77322008000100012

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