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Implementación de la educación financiera en las instituciones educativas

En los últimos años se ha venido destacando el valor de la educación financiera como

elemento importante para facilitar el proceso de inclusión financiera responsable de la

población. En este sentido, diferentes iniciativas de educación financiera han surgido como

respuesta a la creciente complejidad de los productos y servicios ofrecidos por el sistema

financiero; y, ante las crisis financieras que generaron mayores niveles de desconfianza en el

sistema. Los esfuerzos para educar a los consumidores acerca del manejo de sus finanzas

personales, del sistema financiero, su funcionamiento y los productos y servicios ofrecidos

por las entidades financieras, tienen como objetivo no solo brindar conocimiento, sino

también generar capacidades y actitudes en la población a fin de que esta pueda tomar

mejores decisiones financieras.Tener un buen nivel de educación financiera es fundamental

para tomar decisiones informadas y poder acceder a mejores oportunidades. Sin embargo, a

pesar de su importancia, en muchos países siguen faltando programas educativos e iniciativas

que lleven estos conocimientos a los más jóvenes.

La irrupción de la pandemia global ha puesto de manifiesto la necesidad de contar con un

buen nivel de conocimientos financieros para afrontar las crisis La educación financiera en el

currículo académico en el nivel secundario, colegio, escuela, secundario, educación media o

cualquier otra denominación que tenga en los diferentes países, es todavía un deseo de

muchos y un aspecto desconocido por otros La Cooperación Andina de Fomento (2013)

indica que según los lineamientos que plantea la INFE/OCDE “La educación financiera debe

ser integrada en los currículos escolares como parte de una estrategia nacional coordinada

más amplia que involucre a la comunidad, debe tener como audiencia objetivo a todos los

niños y niñas dentro de su jurisdicción y debe estar precedida por un estudio del estado y el

nivel de la alfabetización financiera de los jóvenes. También recomiendan involucrar al

Ministerio de Educación y a las entidades educativas interesadas. Asimismo, los lineamientos


sugieren el uso de modalidades flexibles, que puedan adaptarse a las circunstancias

nacionales y locales. El concepto correcto para la educación financiera en un currículo

académico de formación pre universitaria sería “inclusión”, de esta manera estamos hablando

entonces de “inclusión financiera”, es que se considera a la educación financiera como una

rama de las finanzas y la administración como una ciencia difícil de estudiar en poco tiempo.

En ese sentido, es preciso definir la palabra “inclusión”, que según la Real Academia

Española significa lo siguiente:

• Acción y efecto de incluir.

• Conexión o amistad de alguien con otra persona

Tal como se ve en estas definiciones, la educación financiera debe ser una manera de

inclusión para aquellas personas que se encuentran en un periodo de formación crucial,

previo a la educación pre gradual, además de significar un boleto a la evasión de distintos

aspectos de fraude o simplemente aspectos cotidianos tales como:

• Estafas en venta de terrenos.

• Estafas en venta de productos o servicios.

• Selección de instrumentos financieros.

• Selección de bancos para la apertura de cuentas bancarias.

• Inversiones por internet.

• Estafas en internet.

• Compras por internet.

• Utilización de la tarjeta de débito y de crédito.

• Ahorro.

• Compras compulsivas.
El punto es que la inclusión financiera para estudiantes de colegio que se encuentren en el

nivel de formación secundario debería contener los siguientes aspectos en opinión de

académicos del área.

• El consumo

• El ahorro

• La inversión

• Presupuesto personal

• Presupuesto familiar

• Dinero en efectivo

• Dinero virtual

• Bancos

• Cuentas bancarias

• Tarjetas de débito

• Tarjetas de crédito

• Compras por internet

• Seguridad de los datos personales

• Estafas piramidales

Para esto debe existir una planificación presupuestaria en el ámbito de la educación y sobre

todo una planificación organizacional, aspecto en el cual deberían participar las grandes

instituciones financieras de cada país y obviamente el ministerio de educación y las grandes

entidades públicas decisionales.

La implementación de este concepto bajo modalidad de materia curricular representaría al

estado costos adicionales por los siguientes factores:

Contratación de docentes/facilitadores
Incremento de horas académicas para los estudiantes Modificación y/o planificación del

presupuesto destinado a la educación en cada país.

Otro aspecto a mencionar es que la educación financiera no es un punto que pasa

desapercibido para los jóvenes que cursan dicho nivel, es decir jóvenes de entre 13 a 17 años

aproximadamente dependiendo de los países y su estructura de la educación secundaria.

Considerando que los jóvenes son completamente despiertos a temas de carácter actual y

tecnológico es preciso afirmar que la formación en aspectos de carácter financiero no será en

vano para ellos, siempre tratarán de poner en práctica sus conocimientos. Si bien la relación

con el sistema financiero se inicia y continúa fundamentalmente en la vida adulta, la

educación financiera no sólo debe brindarse durante esta etapa, sino que debe iniciarse en el

colegio (OECD, 2005; OECD-INFE, 2009). En esta etapa, los estudiantes están en la mejor

edad para absorber conocimientos, ya que se encuentran en un espacio destinado a aprender

(Banco Mundial, 2013). Asimismo, diversos estudios han demostrado que la educación

financiera, desde edades tempranas, está relacionada con mejores niveles de ahorro en el

retiro o mejor manejo del crédito en la etapa adulta (Miller, 2013). Es por ello, que en el año

2007, la Superintendencia de Banca, Seguros y AFP (SBS) creó el Programa de Asesoría a

Docentes, hoy denominado “Finanzas en el Cole”, en el marco de un convenio con el

Ministerio de Educación (MINEDU). El programa “Finanzas en el Cole”1/ de la SBS ha

beneficiado a más de 13 mil docentes en temas de educación financiera en las 24 regiones del

Perú, convirtiéndolos en agentes de cambio en la vida económica y financiera de sus

alumnos, desarrollando competencias financieras en aproximadamente un millón de

estudiantes2/ y sus familias. Esto con la finalidad de que tomen conciencia de la importancia

de gestionar adecuadamente sus recursos; así como de la importancia de tomar decisiones

financieras informadas que permitan en el futuro tener una calidad de vida satisfactoria. En el

marco de la Estrategia Nacional de Inclusión Financiera (ENIF) del año 2015, se buscó la
articulación de las acciones de educación financiera en las escuelas con el objetivo de

beneficiar a la mayor cantidad de población. En este sentido, desde ese año, la SBS empezó a

trabajar de manera conjunta con el MINEDU, el Centro de Estudios Financieros (CEFI) de la

Asociación de Bancos (ASBANC) y, desde el año 2017, con la Asociación Peruana de

Empresas de Seguros (APESEG), a fin de desarrollar el proyecto piloto “Finanzas en mi

Colegio”, que tomó como base la experiencia y lecciones aprendidas del programa de la SBS.

Como parte de la ejecución de este proyecto piloto se desarrollaron recursos pedagógicos

para docentes y estudiantes, así como una estrategia metodológica para ser implementada por

el MINEDU en todas las escuelas del Perú, en cumplimiento de la competencia 19 “Gestiona

responsablemente los recursos económicos” del Currículo Escolar Nacional. Así, en el marco

del proyecto piloto, entre los años 2015 y 2016, se entregaron textos escolares a más de 36

mil estudiantes de 3°, 4° y 5° de secundaria en 150 colegios de Jornada Escolar Completa

(JEC) y se capacitó a más de 500 docentes en las regiones San Martín, Arequipa, Piura, Puno,

Junín y Lima3/. Estas actividades fueron complementadas con un sistema de monitoreo y

acompañamiento para los docentes, a cargo del MINEDU, el CEFI y la SBS, con el objetivo

de verificar el avance de las sesiones desarrolladas en aula, conocer la percepción sobre la

idoneidad de los materiales utilizados, la facilidad de sus contenidos y su impacto en los

estudiantes. Con la finalidad de medir la efectividad de la intervención, el Banco

Interamericano de Desarrollo (BID) realizó una evaluación de impacto del proyecto piloto.

Dicha evaluación partió de una línea base de aproximadamente 60 mil estudiantes de 300

instituciones educativas (150 de control y 150 de tratamiento), a quienes se aplicaron pruebas

de conocimientos para evidenciar el impacto del programa en los docentes y sus estudiantes.

La evaluación evidenció resultados positivos y significativos del proyecto piloto “Finanzas en

mi Colegio”, siendo mayores a otros programas similares desarrollados a nivel internacional.

En promedio, el conocimiento financiero de los estudiantes se incrementó en casi un 5.0% en


relación con el nivel inicial de desempeño; mientras que en los docentes, las mejoras en

conocimiento financiero fueron de 8.2% con relación al grupo de control. El proyecto

también obtuvo mejoras significativas en las habilidades de autocontrol y efectos positivos en

los hábitos de compra y la autonomía financiera de los estudiantes. Asimismo, se redujo la

proporción del gasto destinado a bienes de consumo superfluo. Además, tuvo un impacto

positivo sobre el comportamiento financiero de los docentes, particularmente, sobre sus

hábitos de ahorro. La evaluación arrojó que la proporción de los docentes que ahorró se

incrementó en 9 puntos porcentuales y la proporción de aquellos que ahorraron formalmente

subió en 14 puntos porcentuales. Uno de los grandes aportes de la evaluación de “Finanzas en

mi Colegio” ha sido el esfuerzo que se realizó para estimar los costos de implementación,

información que resultó vital para la toma de decisiones de políticas y el escalamiento de

intervenciones exitosas. En promedio, la intervención tuvo un costo de US$ 6.6 por alumno

en las 150 escuelas intervenidas. Actualmente, el proyecto continúa y este año, con el ingreso

de un nuevo socio, la APESEG, se pudo desarrollar textos escolares para todo el nivel

secundaria. En julio, se impartió un curso virtual, a cargo de CEFI; y, en setiembre se

culminó con las capacitaciones presenciales, a cargo de la SBS, habiéndose llegado a

aproximadamente 300 docentes. Finalmente, los resultados de la evaluación del programa de

educación financiera en las escuelas, muestra la importancia de generar competencias

financieras en los estudiantes, permitiendo el desarrollo de actitudes saludables con relación

al manejo de las finanzas personales y familiares. Asimismo, el proyecto piloto ha permitido

mostrar las bondades del trabajo articulado de las entidades del sector público y privado, en

beneficio de la comunidad.
Ventajas y desventajas

A fin que las intervenciones de educación financiera permitirán promover mayores niveles de

confianza de la población en los mercados financieros, y mayor penetración y utilización

responsable de los servicios financieros formales, 10 la ENIF indica que los programas de

educación financiera en el Perú aún tienen retos importantes vinculados a los siguientes

aspectos: lograr que los programas de educación financiera se desarrollen bajo un esquema de

implementación coordinada, contar con mecanismos que permitan la identificación y

validación de iniciativas de educación financiera, y promover el diseño de intervenciones

según las características de los diferentes grupos objetivos y momentos específicos. De igual

manera, en el año 2013, el Banco Mundial indicó que en el Perú las actividades de educación

financiera se encontraban fragmentadas en varias instituciones públicas y privadas. Esto crea

el riesgo de que existan necesidades insatisfechas en la población e ineficacia en la

asignación de los recursos 11 . Por consiguiente, en este contexto, es fundamental fortalecer

la educación financiera de la población, lo cual demandará que las intervenciones tengan en

consideración las características particulares de los públicos objetivos a los que se dirigen 12

. En consecuencia, se necesita un enfoque más estratégico que garantice que los esfuerzos se

realicen de manera eficiente, viable, escalable y sostenible en el tiempo, con un alcance

considerable y que cuenten con impactos positivos en la conducta de las personas.La labor de

coordinación entre los actores participantes en las acciones propuestas es compleja debido a

que, en el Perú, la educación financiera incorpora a un amplio grupo de actores

implementadores con distintos perfiles. En respuesta a ello, el PLANEF plantea una

estructura de coordinación (sección 4) y un sistema de monitoreo y evaluación (sección 5),

ambos alineados a la ENIF, para asegurar la optimización de recursos de los actores

implementadores en beneficio de los consumidores. Se espera que un PLANEF,

correctamente implementado, requerirá de un trabajo coordinado y colaborativo que refuerce


la capacidad de la población de administrar sus finanzas personales de manera efectiva,

facilitar la movilización de recursos de manera sostenida por parte de los actores

implementadores y evitar los problemas actuales de duplicidad de esfuerzos e ineficacia en la

provisión de recursos. Cabe señalar que la educación financiera no podrá cumplir sus

objetivos si no va acompañada de un marco sólido de protección al consumidor y el

desarrollo de productos y servicios financieros adecuados para la población 15 . Es preciso

destacar que la educación financiera requiere un enfoque colaborativo, en el cual muchas

instituciones aúnan esfuerzos por voluntad propia para un objetivo común. En este sentido, se

diferencia de otras líneas de acción como la protección al consumidor financiero, que

presentan un enfoque más normativo 16 Según la Comisión Europea:

“La educación financiera puede ayudar a los niños a

comprender el valor del dinero y enseñarles a

presupuestar y a ahorrar. Asimismo, puede dar a los

estudiantes y a los jóvenes en general una

preparación importante para vivir de manera

independiente, por ejemplo, a la hora de gestionar y

devolver préstamos para estudios, y también puede

ayudar a los adultos a planificar acontecimientos

importantes, como la compra de una vivienda o la

decisión de ser padres. Además, puede ayudar a los

ciudadanos a hacer las provisiones necesarias para

hacer frente a situaciones imprevistas, a invertir

juiciosamente y a ahorrar para la jubilación. Por otra

parte, puede ayudar a evitar que sean víctimas de

fraude al hacer sus pagos. Los que comprenden los

problemas financieros eligen los servicios financieros

que mejor se adaptan a sus necesidades particulares


y están más predispuestos a hacer caso de los avisos

de riesgos emitidos por las autoridades reguladoras.

También es menos probable que adquieran productos

que no necesitan, queden vinculados por productos

que no comprenden o asuman riesgos que podrían

crearles dificultades financieras.”

La educación financiera se enfoca en la capacidad de administrar los asuntos


de finanzas personales de manera eficiente, e incluye el conocimiento para
tomar decisiones apropiadas sobre las finanzas personales, como
inversiones, seguros, bienes raíces, pago de la universidad, presupuestos,
jubilación y planificación fiscal. Aquellos que entienden el tema deben poder
responder varias preguntas sobre compras, como si un artículo es obligatorio,
si es asequible y si es un activo o un pasivo. La educación en alfabetización
financiera también debe incluir habilidades organizativas, atención al detalle,
derechos del consumidor, tecnología y economía global porque el estado de la
economía global afecta en gran medida la economía de los individuos en sus
vidas cotidianas.

Este campo demuestra los comportamientos y actitudes que posee una


persona sobre el dinero que se aplica a su vida diaria. El conocimiento
financiero muestra cómo un individuo toma decisiones financieras. Esta
habilidad puede ayudar a una persona a desarrollar una hoja de ruta financiera
para identificar lo que gana, lo que gasta y lo que debe. Este tema también
afecta a los propietarios de pequeñas empresas o PYMEs, que contribuyen en
gran medida al crecimiento económico y la estabilidad.

El analfabetismo financiero afecta a todas las edades y todos los niveles


socioeconómicos. El analfabetismo financiero hace que muchas personas se
conviertan en víctimas de préstamos abusivos, hipotecas de alto riesgo como
las que antecedieron a la crisis financiera de 2008, fraude y altas tasas de
interés, lo que puede resultar en un mal crédito, quiebra o ejecución
hipotecaria.

La falta de conocimientos financieros puede llevar a tener grandes cantidades


de deuda y tomar malas decisiones financieras. Por ejemplo, las ventajas o
desventajas de las tasas de interés fijas y variables son conceptos que son
más fáciles de entender y comprenderlos le puede ayudar a las personas a
tomar decisiones informadas de acuerdo a su situación financiera particular,
buscando el mejor resultado posible. Según datos de investigación de la
Autoridad Reguladora de la Industria Financiera, el 66% de los
estadounidenses son analfabetos financieros. Esto significa que carecen de
las habilidades básicas para conciliar sus cuentas bancarias, pagar sus
facturas a tiempo, pagar deudas y planificar el futuro

¿Por qué la formación financiera es clave para mejorar


el estado de la economía?
Echemos un vistazo a esta impactante estadística. Según una encuesta de
S&P, más del 75% de los adultos de la India no comprenden adecuadamente
los conceptos financieros básicos. Es incluso peor cuando se trata de
mujeres. Más del 80% de las mujeres son analfabetas financieras.

¿Por qué es importante educarse financieramente? Para responder a esta


pregunta debes saber lo que es y lo que significa. Como lo expusimos
anteriormente la educación financiera es la capacidad de comprender cómo
funciona el dinero. Es el arte de invertir y administrar dinero y la capacidad de
tomar decisiones financieras acertadas. Millones de indios no pueden tomar
decisiones financieras sólidas y las consecuencias son terribles de imaginar.
Podemos inferir que lo mismo sucede en muchas otras naciones, incluidas las
economías desarrolladas.

La importancia de la educación financiera de los


jóvenes
La educación financiera es una habilidad vital fundamental para participar en
la sociedad moderna, de acuerdo a la OCDE. Los niños están creciendo en un
mundo cada vez más complejo en el que eventualmente necesitarán hacerse
cargo de su propio futuro financiero.

Las encuestas nacionales de principio de siglo XXI muestran que los adultos
jóvenes tienen los niveles más bajos de educación financiera. Esto se refleja
en su incapacidad general para elegir los productos financieros adecuados y,
a menudo, en su falta de interés en emprender una planificación financiera
sólida. Incluso desde una edad temprana, los niños necesitan desarrollar las
habilidades para ayudar a elegir entre diferentes opciones de carrera y
educación y administrar los fondos discrecionales que puedan tener, ya sea
de subsidios o trabajos a tiempo parcial. Estos fondos pueden implicar el uso
de cuentas de ahorro o tarjetas bancarias.

Los Principios y Buenas Prácticas para la Educación y Conciencia Financiera


de la OCDE recomiendan que la educación financiera comience lo antes
posible y se enseñe en las escuelas. Incluir la educación financiera como
parte del plan de estudios escolar es una herramienta política justa y eficiente.
La formación financiera es un proceso a largo plazo. Integrarlo en los planes
de estudio desde una edad temprana permite a los niños adquirir los
conocimientos y las habilidades para desarrollar un comportamiento
financiero responsable en cada etapa de su educación. Esto es especialmente
importante ya que los padres pueden estar mal equipados para enseñar a sus
hijos sobre el dinero y los niveles de educación financiera son generalmente
bajos en todo el mundo. (Fuente: OCDE)

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