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Instituto para el Fomento Científico de Monterrey

MAESTRÍA EN PSICOLOGÍA EDUCATIVA

Materia: ESCUELA, FORMACIÓN Y PROYECTOS EDUCATIVOS EN MÉXICO


Alumna: Gabriela Arenas Esquivel
Maestro: Salvador Ramírez Ramírez

Sesión: 2 RESUMEN
Lectura: Revista PRELAC. (2005). Protagonismo Docente en el Cambio Educativo.
Páginas. 7 a 24.

Domingo 16 de mayo del 2021


Tema: LA FORMACIÓN DE LOS DOCENTES DE EDUCACIÓN BÁSICA EN MÉXICO

¿ACTOR O PROTAGONISTA?

DILEMAS Y RESPONSABILIDADES SOCIALES DE LA PROFESIÓN DOCENTE

Centralidad del tema en el escenario educativo

Es cierto que se han producido avances importantes en la última década, especialmente en aspectos

como: ampliación de cobertura, incremento y mejoramiento de construcciones escolares,

producción de materiales de apoyo (libros de texto, guías y recursos didácticos), inclusión en el

currículo prescrito de temas transversales, instalación de mecanismos de medición de logros y

evaluaciones cualitativas, nuevas formas de organización y administración de los sistemas

educativos, entre otros.

nuevos escenarios y contenidos del trabajo docente

La afirmación del papel determinante de la educación en el desarrollo social y económico de las

naciones no ha sido acompañado de los cambios necesarios para que este rol pueda ser ejercido

plenamente, pese a que todos los días aumentan las demandas de la sociedad sobre los sistemas

educativos, los cuales, a su vez, las trasladan a la escuela y a los docentes.

Enfoques suspendidos en el tiempo…

Los docentes aún son pensados, únicamente, dentro de los límites que marca el aula, ocupados de

las tareas didácticas, responsables de la “implementación” del currículo bajo las orientaciones

metodológicas que la “capacitación” les ofrece, moviéndose entre relaciones jerárquicas,

reaccionando de acuerdo a la normativa y el control vigentes; actuando dentro de una gestión y una

cultura del sistema y la escuela que, en muchos lugares, todavía están suspendidos en el tiempo.
Abordar el rol y desempeño docente, exclusivamente en relación a la tarea pedagógica-educativa,

dentro o fuera del aula, inclusive bajo criterios innovadores, deja al docente en una situación pasiva

respecto a la gestión y a la política educativas.

La idea del docente individual encerrado en el aula, al margen de la responsabilidad social de la

educación y la escuela frente a las familias y las comunidades, está en crisis, como lo está también

la clásica división entre los que piensan y los que hacen, entre los que planifican y los que ejecutan.

Esta perspectiva ha orientado el papel que las reformas educativas le han asignado al docente y la

manera cómo se ha intentado mejorar la calidad de su trabajo.

Tensión entre rol tradicional y nuevos desafíos

La mayoría de reformas y cambios propuestos por los países reconocen el papel fundamental de los

docentes 10. Esta afirmación en sí misma representa un avance, a diferencia de épocas anteriores,

en que el énfasis estuvo en los currículos, la administración, la normativa, la infraestructura, los

textos, etc.

Una mirada amplia al desempeño y los roles

El desempeño docente, desde una visión renovada e integral, puede entenderse como “el proceso

de movilización de sus capacidades profesionales, su disposición personal y su responsabilidad

social para: articular relaciones significativas entre los componentes que impactan la formación de

los alumnos; participar en la gestión educativa; fortalecer una cultura institucional democrática, e

intervenir en el diseño, implementación y evaluación de políticas educativas locales y nacionales,

para promover en los estudiantes aprendizajes y desarrollo de competencias y habilidades para la

vida”.
La misma lógica del rol docente tradicional ha conducido a considerar a la capacitación como el

único o el más importante factor del desempeño profesional.

Dimensión de los aprendizajes: es fundamental. La misión, la razón de ser los docentes es facilitar

el aprendizaje de sus estudiantes; no se puede entender su trabajo al margen de lo que sus alumnos

aprenden.

Dimensión de la gestión educativa: bajo los nuevos conceptos de participación, pertenencia, toma

de decisiones y liderazgo compartido en las escuelas, alude a docentes que hacen suya la realidad

de la escuela y de la comunidad donde se ubica, que traducen las demandas de su entorno y las

políticas educativas en el proyecto estratégico para su escuela, al mismo tiempo que lo hacen en su

práctica pedagógica.

Dimensión de las políticas educativas: refiere a la participación de los docentes en su formulación,

ejecución y evaluación. Los sistemas educativos, típicamente, han operado con equipos de

“planificadores” que definen desde su conocimiento académico lo que la sociedad, las comunidades

y las escuelas necesitan.

FORMACIÓN INICIAL: columna vertebral del desempeño

La formación de docentes es un nudo crítico en la mayoría de sistemas educativos en Latinoamérica

y el Caribe. “Hay demasiadas coincidencias que las propuestas tradicionales relativas a su formación

y su carrera ya no alcanzan. Pero hay también fuertes evidencias de que no es simple determinar

cuáles son los cambios adecuados y mucho menos ponerlos en práctica”. Por esta razón, varios son

los temas e interrogantes significativos que se colocan sobre la mesa de discusión.

DE LA FORMACIÓN FRAGMENTADA al desarrollo profesional


La capacitación entendida como la suma de eventos ha tenido poco o ningún impacto en las

prácticas escolares y en los resultados de aprendizaje de los estudiantes. No hay cambios

significativos en las escuelas si las acciones de formación en servicio no se acompañan de apoyo

técnico, asesoría en terreno, procesos de reflexión, monitoreo, evaluación y retroalimentación.

CENTRO EDUCATIVO: espacio para el aprendizaje docente

Los procesos de permanente aprendizaje docente adquieren sentido y realidad al interior de las

escuelas y de las redes escolares bajo un liderazgo renovado y no desde el maestro en solitario; sólo

en este contexto las transformaciones tienen motivaciones y fuerzas impulsoras internas. La visión

tradicional y fragmentada de la superación de los profesores está siendo reemplazada por el

concepto ampliado de desarrollo profesional entendido como el aprendizaje de los docentes a lo

largo de toda la vida y que articula la formación inicial, la formación en servicio (como programas

formales dirigidos desde los responsables de estos campos) y la autoformación de los docentes.

Carrera docente y desarrollo profesional

La carrera profesional, entendida como el sistema que regula la trayectoria de los docentes desde

su ingreso hasta su jubilación, ha tenido pocos cambios en la mayoría de países. Los requisitos de

ingreso, condiciones y mecanismos de contratación, el desarrollo profesional, el escalafón, las

regulaciones salariales, los incentivos, la evaluación y el retiro, además de tener débiles conexiones

entre sí, han tenido escasas modificaciones.

Un conjunto de factores conspira contra la modernización de la carrera. Se destacan cuatro: la

concepción tradicional del rol de los maestros; el peso que tienen los salarios docentes en la

distribución de recursos para la educación pública (en promedio corresponden el 90% de los

presupuestos nacionales de educación); la complicada trama en la cual tienen que ocurrir cambios

en la legislación educativa, y los encontrados intereses corporativos de los sectores involucrados.


Evaluación docente para la superación profesional

La supervisión escolar ha sido el mecanismo tradicional de evaluación a los profesores y en muchos

casos se ha reducido a examinar evidencias de cumplimiento administrativo: libros de planificación

actualizados, registros completos, formularios llenos y, eventualmente, observación en las aulas de

clases.

La mayoría de docentes consideran que la evaluación del desempeño es necesaria, pero disienten

con los mecanismos. Es importante resaltar que, en general, hay una opinión favorable de los

profesores para que se establezcan procesos de evaluación, la polémica surge de la orientación y

los mecanismos de implementación.

La incógnita sobre condiciones de trabajo y salud docente

Se entiende por condiciones de trabajo al conjunto de aspectos que configuran el escenario en el

cual ocurre la labor de los profesores: espacios físicos, infraestructura, equipamiento, clima

institucional, características del entorno, naturaleza de las relaciones con los distintos interlocutores

(autoridades, directores, colegas, estudiantes, padres, comunidad), actividades recreativas y

culturales, entre las más importantes.

La naturaleza de estas condiciones puede convertir al trabajo en una fuente de crecimiento para los

docentes, de bienestar personal y profesional, o puede convertirlo en una fuente de frustraciones y

afecciones a su salud. A esto se ha denominado el “polo positivo” y el “polo negativo” del trabajo.

Estrés, enfermedades psicosomáticas (gastritis, úlceras, presión arterial alta), depresión, afonía,

várices, problemas respiratorios, están entre las patologías ocupacionales más frecuentes de los

profesores. Llama la atención que una gran parte de las afecciones recurrentes caen en el campo de

la salud mental.
Conflictividad y situación docente

Siendo el conflicto una ruptura, no necesariamente tiene connotaciones negativas; dependiendo de

su naturaleza, pueden ser fuente de crecimiento y desarrollo. Sin embargo, en el campo de la

educación se aprecian desencuentros y confrontaciones entre gobiernos y docentes (generalmente

canalizados por sus organizaciones) debido a la insatisfacción con sus condiciones de trabajo y de

vida, enfrentamientos que tienen repercusión directa en la gestión de los sistemas educativos y las

escuelas y en el aprendizaje de los estudiantes.

INTEGRALIDAD y multisectorialidad en las políticas

Es preciso abordar el tema docente desde una perspectiva de integralidad, la cual lleva, además, a

promover procesos de intervención intersectorial en el marco de políticas educativas que atiendan

el corto, el mediano y el largo plazo.

Del apostolado al rigor profesional

Hay dos fuerzas impulsoras de los cambios docentes: una es intrínseca, y proviene del interior de la

comunidad de los educadores y la otra es externa al sistema, proviene principalmente de los

“evaluadores” de la educación. La primera de estas fuerzas encuentra expresión en un intento por

concebir al maestro, tratarlo y formarlo como a un profesional. La segunda busca promover la

responsabilidad por los resultados, el desarrollo de estándares cuantitativos y la medición del

desempeño y la formación del maestro en función de esos estándares.

Este nuevo sentido de la profesión implica avanzar desde la concepción de los docentes como

“apóstoles”, o “mártires” animados por la “vocación” y la “capacitación” hacia una concepción de

los docentes-profesionales con un capital cultural y social, que ocupan su lugar en los espacios

donde se toman decisiones en su escuela etc.


Conclusión personal:

Para finalizar puedo concluir que con el análisis de este tema la formación de los docentes de

educación básica en México es muy importante ya que al estar actualmente tanto activo como

docente frente al grupo puedo confrontar varios puntos que se abordaron en la sesión como por

ejemplo la evaluación por parte de la supervisión escolar ya que ha sido un caso constante en mi

centro de trabajo y también considero por ser de nuevo ingreso el estar persistentemente en

evaluación por este hecho y aunque llega a ser un poco tedioso o llega a dar nerviosismo por

suponer que te ira mal o tendrás una mala evaluación, también tengo que pensar que siempre y

cuanto realices tu trabajo correctamente nunca habrá por que tener alguna negativa a tu evaluación

y que siempre será para tu enriquecimiento a tu trabajo. Y por último también al estar actualmente

cursando la maestría eso quiere decir que quieres superarte y tener un aprovechamiento tanto

académico como laboral y seguir aprendiendo.

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