Está en la página 1de 4

ROMANTICISMO EN LA ARGENTINA

Facundo Godoy
LA GENERACIÓN DEL 37
Se denomina generación del 37 a un movimiento intelectual
argentino romántico, que trataba de derrotar a una monarquía
argentina para que sea una democracia argentina. Los
románticos que formaban la generación del 37 son: Bernardo
Rivadavia, Esteban Echeverria, Vicente Fidel López, Juan María
Gutiérrez, Miguel Cané, José Mármol, Félix Frías, Carlos Tejedor,
Luis Domínguez, Marco Avellaneda, Antonino Aberastain, Marcos
Paz y Juan Bautista Alberdi.

EL FACUNDO O CIVILIZACIÓN Y BARBARIE


El Facundo fue escrito por Domingo Faustino Sarmiento durante
su segundo exilio en Chile, siendo éste un romántico tal cómo
Esteban Echeverría. Sarmiento mantenía ese mismo sentimiento
de odio y ofensa hacia Rosas y su gobierno. Se podría
proclamarlo parte de la Generación del 37, aunque este no
estaba en la Argentina en ese momento. En esta obra, Sarmiento
critica al gobierno de Rosas, hace una biografía no autorizada de
Facundo Quiroga, y explica la diferencia entre civilización y
barbarie.
Sarmiento quería ser sumamente explícito en este último tema.
Tenías por un lado a los civilizados, un grupo de gente que tenía
educación y conocimiento, alguien que podría ser parte de la
llamada civilización. Por otro lado, a los bárbaros, que, según
Sarmiento, eran gente de campo, sucia, indígena, no eficaz ni
inteligente para ser parte de una civilización, sino que eran parte
de la Barbarie. Utilizó como ejemplo para diferenciar los
civilizados con los bárbaros, a los escoceses y alemanes.
Mientras que uno era alguien limpio, otro era alguien sucio. Los
civilizados eran gente honesta que vive dónde se encuentra el
progreso y la organización, y los bárbaros eran gente que vivía
feliz en medio de la pobreza, de la falta de inteligencia, valores y
orden. Sarmiento tomaba a Rosas cómo parte de la barbarie,
cómo un gaucho.
Facundo es una obra llena de la idealización del conquistador
europeo, el colonialismo. Sarmiento tenía este ideal y lo
desarrollo en el libro, mantenía la necesidad de pensar que el
progreso se desarrollaba solamente por los civilizados, la gente
que tenía educación, la gente pulcra, la civilización.
Mucha gente proclama que Sarmiento sólo escribió este libro
para hundir a Rosas, más que tratar de contar sobre Facundo
Quiroga. Una pieza para armar polémica y criticar al gobierno,
una pieza bárbara e ignorante del arte de la armonía literaria.
Aún así, es llamada una obra importante en la literatura e
historia argentina. Sarmiento lineaba en Facundo, que se
necesitaba una argentina con progreso, y que en un futuro ya se
podría tener un estado armónico y civilizado. Un porvenir del
gobierno de unitarios.

ESTEBAN ECHEVERRIA
Nació en 2 de Septiembre del 1805, por lo cual no pudo
participar en la independencia del país, aún así, Echeverria era
muy patriota y no se sentía para nada un español, era un
argentino de corazón. A sus 20 años, en 1825, viaja hacia Francia
(exactamente en París) dónde se estaba en plena ebullición del
romanticismo, dónde habían ideas liberales, artísticas y más. Esto
ayuda a la consolidación del estado argentino, dado a la
literatura de la generación del 37, dónde participaba Echeverría.
En 1830, 5 años de residir en Francia, vuelve a Buenos Aires.
Volviendo con todos los ideales románticos. Años más tarde,
otro personaje manejaba el poder del gobierno de Buenos Aires,
era Juan Manuel de Rosas, un tipo que en sus ideales era todo lo
contrario al romanticismo europeo. Acá en este momento,
Esteban comienza a divulgar todos sus conocimientos e ideales
captados en Francia sobre el romanticismo, en modo de ofensa
hacia Rosas, siendo el primer romántico argentino.
En 1832 se escribe el primer poemario de Esteban, Elvira o la
novia del Plata, que no era muy buena, pero tiene el honor de
ser la primera obra romántica hispanoamericana. Ya en 1837 se
escribe La Cautiva, el verdadero auge de Echeverría, no solo pasa
eso en este año. Sino que también, se comienzan a reunirse un
grupo de románticos y liberales como Esteban, “La Generación
del 37”. Este grupo era liderado por el propio Esteban, pero no
era el único destacado, sino que más nombres importantes eran
parte. Gracias a este grupo y sus ideales, Esteban comienza a
hacerse conocido no solo en la literatura sino por la generación.
En el 1838 Rosas se entera de este grupo, por lo cual, los
románticos se exilian debido a que están en un peligro.
Echeverría se exilia en Montevideo, dónde no regresaría nunca
más a Buenos Aires y luego de esto, Rosas es derrotado y
exiliado.
EL MATADERO
“´Porque han de saber los lectores, que en aquel tiempo la
Federación estaba en todas partes, hasta entre las inmundicias
del matadero y no había fiesta sin Restaurador como no hay
sermón sin Agustín” -Narrador, pág. 13
El libro de Esteban Echeverría se basaba en una Argentina donde
se hallaba el conflicto de unitarios y federales. Una Argentina en
que los federales eran un dios omnipresente, el máximo poder.
Dónde luego de una inundación, todo se halla perdido, animales,
casas y hasta cultivos. Se centra también que en el matadero
están todos esperando la carne y viendo como asesinaban al
animal a ser comido. El carnicero que estaba acá y el más temido
por los animales, era Matasiete, un tipo con valentía y sin pudor.
Un toro se encontró loco y salía del matadero corriendo y
atacando a la gente, dónde lastimo a muchos y fue decapitado
un joven. Matasiete arremata ante el toro y lo destroza, siendo
este aclamado por el público. Tras este hecho, llega un joven y
todos lo llaman unitario, por lo cual, es odiado por el público y
llevado a un juicio dónde termina siendo violado y matado por
los federales. Se utiliza un lenguaje muy español como el que era
utilizado en esa época y vulgar. En la obra se halla una fuerte y
explícita vista a la realidad de la actualidad de esa época en la
Argentina. Donde había crueldad y barbarie, dónde si se veía un
unitario, sin pudor ni duda era asesinado.
“Llamaban ellos salvaje unitario, conforme a la jerga inventada
por el Restaurador, patrón de la cofradía, a todo el que no era
degollador, carnicero, ni salvaje, ni ladrón; a todo hombre
decente y de corazón bien puesto, a todo patriota ilustrado
amigo de las luces y de la libertad”. -Narrador, pág. 21

También podría gustarte