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Valiant Acapulco

1 en 3,

Reloj colgado en el 9 la mesa en el cuadro de Micaela en7, Sonia en, el cuadro de


Marta está en el piso, no se ve.

Hay 1 vela apagada en el 1 con Sonia

Micaela siempre detrás de su cuadro, Don Jovi en la parte de atrás, no se ve.

(Se oye música tenue, es la canción de Los Panchos, Contigo.)

1.- Se fue la luz

Todo está en completa oscuridad, Martha y Sonia entran con una vela encendida y
unos cerrilos, Marta tendrá que tener guardada una linterna en su vestuario. están
en el departamento de Sonia. Sonia toma los cerillos y enciende el primero frente
a su cara, se ilumina su rostro enciende una vela.

MARTHA: ¿Es neta?

SONIA: ¿Qué, wey?

MARTHA: Pues que aún tienes velas en tu casa, ¿no tienes una lámpara de
emergencia o algo así? Eso de las velas es tan siglo XX ¡y peligroso!
No inventes, puedes quemar las cortinas, puedes quemar a alguien,
es más, puedes incendiar el edificio, o peor aún, ¡puedes atraer un
mal espíritu!

SONIA: ¿Es neta?

MARTHA: ¿Qué, wey?

SONIA: Las velas son súper esenciales, las uso para mis terapias de
relajación y masaje, además, babosa, yo si quemo a alguien con una
vela, es porque está desnudo y me lo pidió.

MARTHA: Estúuuupidaaaa

SONIA: Bueno no siempre me lo piden pero ingueasu, si no dice nada pues


aquí tampoco es buzón de quejas y sugerencias

MARTHA: Esas velas con olor, ¿De dónde las traes?

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SONIA: De la tiendita de Doña Trini, es un estuche de monerías la señora, ni
te imaginas todo lo que puedes encontrar ahí, lo único malo es que
es bien lenta para atender.

MARTHA: No sabía que todavía existía esa tiendita, ni Doña Trini, siempre me
dio como asquito entrar ahí. Es como una acumulación de todo y
huele a polvo, ya dentro de poco olerá a panteón, que asco.

SONIA: No seas ojeis

MARTHA: Yo por eso todo lo compro con mis aplicaciones, Mercado libre, uber
eats, wish. El mundo tecnológico es maravilloso, todo a la puerta de
casa y sin necesidad de aguantar el tráfico, las jetas de las cajeras,
lo lentium de los viejitos cerillos, que si ya te llegó el limpiaparabrisas,
te agarró en la pendeja y no traes un quinto, y por último intentar
meter tu freaking coche al estacionamiento con la carcacha esa mal
estacionada y luego batallar con el endemoniado ahuehuete ese, que
cada vez echa más raíz y no te deja pasar.

SONIA: Yo no podría con tanta tecnología, siento que se pierde lo orgánico


de la vida.

MARTHA: Hay que actualizarse o morirse

SONIA: (Sin convencerse) Lo que sí está de la fregada es ese pinche árbol,


tú sabes que yo soy proambientalista pero wey, en el espacio en el
que está ese arbolote podríamos poner hasta una casa de
huéspedes, es más, caben 3 árboles de esos que les pones forma de
dinosaurio y así o sea, no se afectaría al medio ambiente para nada.

MARTHA: ¡Exacto!

(Se escucha que abren la puerta del departamento de a lado, sigue sin luz el
edificio, hay ruidos normales de alguien que va entrando a su
departamento)

(Ahora la luz de la luna ilumina a Micaela)

Marta con su linterna ilumina a Micaela en toda su escena.

Micaela: 1, 2, 3, 4, 5, 6, 7, 8, 9, 10.

SONIA: Ya llegó doña histerias. Esa niña necesita que le limpie el aura o le
alinee los chacras ur-gen-te-men-te. o ya de perdis un manicure y
paticure.

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MARTHA: ¿A poco también haces manicure y pedicure?

SONIA: Obvio, me gradué de la escuela de belleza, lo de la limpieza de aura


y los chacras es mi hobbie.

(Micaela comienza a tener un juego con a mesa)

MARTHA: ¿Neta está barriendo? Wey, ¿Cómo hace para barrer a esta hora y
sin luz? Cada día me sorprende más con sus manías.

(A partir de este momento Micaela alumbra a Sonia según lo requiera la escena


con una lampara de mano, )

Micaela: 1, 2, 3, 4.

SONIA: Ya somos dos. No ha de tener nada que hacer, igual y ni velitas


tiene.

(SONIA Y MARTHA CONTINÚAN EN CONVERSACIÓN)

Micaela: 1, 2, 3, 4, 5, 6. Comencé a contar mis pasos hace 10 años, hace


poco más de diez años vivo aquí.

Del portón de la entrada a la grieta del ahuehuete son 15 pasos,


pasas la abertura en el piso (Micaela comienza a deslizar su pie
simulando la grieta), justo cuando la inclinación de la grieta termina
comienzas a contar y llegas a la puerta del edificio en veinte pasos
más, diez pasos a las escaleras, siete escalones para el primer
descanso, respiras para agarrar aire, te das cuenta de que el espacio
mide dos pasos cuadrados pero si hay plantas que adornen queda
menos espacio, otros ocho escalones y llegaste al primer piso,
repites el proceso. Dos pasos al frente y cuatro a la izquierda, la
manija a la altura del codo, la llave más fría. Si te das cuenta, todo
está como lo dejaste cuando te saliste. Caminas por el pasillo diez
pasos, la sala siempre me gustó simétrica; cinco pasos cuadrados y
la rodeaste completa. Dos pasos detrás del loveseat hay un espejo
con marco estilo barroco, me gusta mucho tocarlo, bordear cada
espacio y voluptuosidad, sentir el polvo acumulado en sus pliegues,
pasarle el trapo, que quede pulcro a diario.

Al fondo de la sala tengo un secreter ahí suelo sentarme a leer,


escuchar música, contemplar algo. Del pasillo de la entrada al
secreter son 20 pasos, 21 si quieres acercarte a la ventana de a un
lado. La ventana llega al piso, 2.20 de alto por 1 m de ancho, abres y

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tienes un balcón de adorno donde ni una silla de un paso por cada
lado puede caber bien, pondría plantas pero atraen a los insectos.

SONIA: Como hace unos días, me invitó esta amiga mía de la última vez,
(MARTHA HACE CARA DE NO SABER QUIEN) la brasileña,
(Martha sigue sin saber y se acentúa su interrogante), a la que le doy
masajes cada ocho días, con la que vengo cuando llego del yoga
(Martha ahora recuerda quien es), bueno me invitó al cine fue algo
súper vergonzoso.

MARTHA: ¿Qué hiciste, ahora?

SONIA: Pues figúrate que después de varios meses de verla una vez a la
semana y de haber tenido ciertas pláticas más profundas pues pensé
que ya había más confianza entre nosotras, ¿entendés?

MARTHA: Ay no lo puedo creer, ¿te le declaraste? Pero si tu ni lesbiana eres, ni


bisexual que yo sepa

SONIA: ¡No, boluda! Fue algo peor, entramos juntas al baño…

MARTHA: ¡La besaste! Ay noooo, que angustia, te dio una cachetada y ahora
estás sin empleo. Ay noooo, te tendré que alimentar otra vez hasta
que encuentres nueva víctima.

SONIA: ¿Te podes controlar?

MARTHA: Es que eres muy lenta para contar las cosas, sintetiza mamacita,
sintetiza…

SONIA: Bueno, el caso es que entramos al baño y decidí hacerle una broma.
Claramente vi que se metió al baño y yo ventajosamente me metí al
de a un lado. Cuando creí que ya había bajado los pantalones, me
asomé por abajo con cara de horror para asustarla y no sabes…

MARTHA: Tenía peludo el chocho…

SONIA: ¡Asco, no!

MARTHA: ¿Entonces?

SONIA: Mana, la asustada fui yo que cuando voy viendo era una Doña, con
el chochillo así arrugado bien pachichi, boluda del susto casi hace
fuera de la taza. Como pude salí del baño y mi amiga ya estaba
fuera. Boluda a último momento se cambió de baño y el resto ya te la

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sabes, no dejo de ser su burla. Dice que salí con la cara amarilla y
luego roja de vergüenza.

MARTHA: Fuchi el chocho pachichi. Te has imaginado ¿cómo vas a tener la


cola cuando seas viejita?

SONIA: Me sorprende tu manera de pensar.

MARTHA: En el momento en que vea que se me cuelgan las jetillas, yo ME


OPERO. Una cana ahí y aplico el JUST FOR MEN.

SONIA: Asco… yo ni me preocupo, que me falta mucho para llegar a eso.

MARTHA: Ay no, yo prefiero morirme joven antes de convertirme en una vieja,


arrugada, siempre oliendo como a madera con polvo

SONIA: Como Don Jovito

MARTHA: Exacto, Como Don Jovito.

SONIA: Tan lindo Don Jovito y tan amargado…

MARTHA: Bueno, volviendo a lo del árbol, deberíamos de convocar una


reunión para quitar el árbol y remodelar toda esa zona.

SONIA: Ay sí, en verdad que este edificio necesita una remodelación,


necesita una renovación, algo nuevo, algo fresco. Yo te apoyo,
amiga.

MARTHA: Perfecto, me voy a mi casa para empezar a escribir la convocatoria a


la junta y empezar a preparar argumentos.

SONIA: Ok, yo voy diseñando el proyecto para nada más llegar a amarrar los
votos, no creo que se vayan a poner tan en contra.

MARTHA: ¿Sabes diseñar?

SONIA: Wey, soy paisajista. Tome un diplomado de modelación y paisajismo


urbano.

(Martha la mira extrañada)

MARTHA: Como sea, lo importante es mover el ahuehuete y lo demás es


ganancia. Nos vemos en mi casa mañana para seguir con esto

SONIA: Ni en drogas, tu depa es un desmadre, no se puede ni caminar. Nos


vemos aquí, mejor.

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MARTHA: Ya estás.

SONIA: Por cierto, cuando quieras te doy una asesoría de FENG SHUI para
tu casa

MARTHA: ¿También tienes diplomado en eso?

SONIA: Sí pero ese lo tomé en línea.

(HAY MÚSICA ANTIGUA DE FONDO, es el bolero de Betty Missiego SOMOS,


ENTRA EL VIEJITO Y CRUZA EL ESCENARIO, TRAE CONSIGO
EL MANDIL Y ALGUNAS HERRAMIENTA, SU ANDAR ES LENTO,
Micaela alumbra con una lampara de mano al viejito, Don Jovi solo
pasa…)

Escena 2 en 6

2.- Ella es Martha

Con control remoto Micaela enciende primer triangulo, transición de escena uno a
dos, Sonia en su tarea escénica guarda las velas en un cajón,
mientras acomoda cajones como escalones, le ayuda Micaela.

Micaela en su tarea escénica como actriz apaga triangulo y enciende la tira de


luces.) Hay reacción de sonia y marta de Micaela no.)

(Martha sale del depa de Sonia y entusiasmada va hacia su depa, Baja escalones
(cajones) con ayuda de las otras actrices, llega al 2 y coloca el
cuadro, la taza esta tirada, la junta y la coloca en el cuadro. Ella es
muy desordenada.) Mientras esta el texto de Marta, Sonia y Micaela
acomodan los cajones en la mesa la llevan a la parte de atrás.

MARTHA: Me encantan los días que viene la Doñita, entro a mi casa y hasta
siento que estoy entrando a la casa de alguien más - Lo malo es que
no dura un día entero así el lugar. Junior… junior… yo creo que ese
perro es el culpable de que nunca esté en orden la casa. Junior,
junior… puta se me olvidó ir por junior a la veterinaria, ¿habrá una
aplicación para que me lo traigan?...

(Martha se coloca detrás del cuadro comienza acción escénica del personaje)

¿Dónde dejé la pijama?

(Pelea con las cosas que tiene a su alrededor, pelea con su propia existencia)

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Sonia y Micaela se ponen pijama, mientras esta el texto de Marta

Es increíble que la pijama no esté en su lugar. A ver, dónde fue la


última vez que la usaste, no han pasado ni 14 horas de que la
usaste. Recapitulemos, Junior y yo nos despertamos, fuimos al pipis
room, lo llevé al pipis room –Junior no orina en otro lugar que no sea
el fastidioso ahuehuete ese-, regresamos y entre a la cocina, en la
cocina no hay nada, me haré un té mientras sigo buscando, en la
sala tampoco está. ¿Por qué no está en el cesto de la ropa sucia?,
en el baño ya cheque, debajo de la almohada tampoco…

Mira, me encontré 500 pesos, a buena hora se aparecen. No metí


ropa a lavar hoy, aún tengo detergente, voy a lavar de una vez y
mañana temprano cuelgo la ropa para que se seque. Encontré el
libro que buscaba ayer, ¿qué hacía en la ropa sucia? Pinche junior,
como hace para tener tanto reguero.

Chinches, el agua del té se me olvidó, otra vez se me quemó el agua.


Chale así nunca me podré casar. Ay no, ni Dios lo permita.

Tendré que sacar otra pijama.

Sonia y Marta ya con Pijama y con la pijama de Marta que sacaron de uno de los
cajones se van hasta el número 4, departamento de Marta.

(Martha se pone la pijama que tiene uno de las otras actrices y se introduce a su
cama, las otras actrices toman la tabla y una sabana simulando la
cama, la sostienen, las dos actrices tienen sus lámparas de mano)

Hora de dormir. Una de las actrices apaga la tira de focos, mientras


que otra la ilumina con su lampara, la otra actriz regresa y la ayuda a
sostenerla.

Ah ya me acordé donde está la pijama, me la quité en la madrugada


porque me dio calor, se quedó aquí todo el tiempo…

¿Entonces cómo bajé al pipis room? Demonios, espero que no


hayamos bajado encuerados.

Cuando algunos ven en el insomnio un enemigo, yo siempre me he


sentido cómoda con él. Es en estas horas de la madrugada cuando
salen de mí, mis mejores ideas y aunque al día siguiente me esté
muriendo en el trabajo… o en el tráfico… o con el mal del puerco que
me ataca a la séptima potencia… o mientras me siento en mi

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cubículo … o mientras estoy sentada en la taza del baño… o
mientras espero en la fila del microondas para calentar mi comida…
o mientras espero a que la doñita del aseo del trabajo me traiga la
botana de la tienda…o mientras estoy en junta y a alguien se le
ocurre hablar de las necesidades especiales de la oficina para que la
gente fluya mejor en el trabajo.

Lo difícil del insomnio para mí, no es ocuparse durante esas largas


noches, lo difícil es explicarle a todos los de la oficina que estás
muriendo de sueño porque te pusiste a planear la junta vecinal para
modernizar el lugar donde vives. Ellos creen que somos todos
iguales, perdón, pero yo no me dormí a las 4 am por mi incapacidad
de ponerle pausa a la serie de Casa de papel o Game of thrones.
Nooooo, señores, nooooo. Debo admitir que eso de las series nunca
me han gustado, no me gusta vivir con la inquietud de lo que pasará
en el siguiente capítulo, ¿y si no me gusta el final?

Eso de estar pendiente de la tele no es lo de hoy. Déjenle eso a sus


abuelos, a los veladores, a personas como mi vecino, viejo grosero
que sólo saluda cuando está de buenas pero cuando está de malas
nada más gruñe. ¡Qué horror vivir así!, sin controlar esfínteres,
olvidando todo, causando lástima en todos lados, no hay cosa más
pinche que tener que lidiar con la vejez de otros.

Escena 3 en 9, transición

Sonia con control remoto enciende el siguiente triangulo, Micaela mueve su


cuadro al 3, las otras se quedan igual. Cada una en su cuadro.
Siguen con Pijama.

3.- MICAELA

(Comienza música, es el bolero de Los Panchos “Sin ti”. Pasa Don Jovito con otra
pieza metálica, su andar es un poco más urgente que el anterior)

(En el departamento de Micaela. La música no ha dejado de sonar)

MICAELA: Desde que vivo aquí no uso el despertador, sé que son las 7 de la
mañana cuando empiezan los boleros, casi siempre el mismo pero
cuando Don Jovito está melancólico, pareciera que el cielo amanece
nublado y son más frías las mañanas, el olor a guardado se acentúa

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conforme pasa la mañana, pareciera que Don Jovito desempolva sus
cosas y las saca a orearse.

(La música ha cesado) Mientras Micaela dice texto las otras se cambian de ropa,
la pijama queda guardada en el cuadro de cada una.

Tres pasos de la cama al baño, con agua caliente cayendo y


empañando el espejo, aún escucho esos boleros tristes y lo único
que provoca es regresar a la cama, arrullarse en las cobijas como si
alguien te abrazara cálidamente y te estuviera cantando.

Salgo del baño y dos pasos a la izquierda empiezo a escoger mi


ropa, actualmente siempre uso los mismos colores solo que con
diferentes estilos, blusas blancas y pantalones o faldas azules, los
zapatos café, el cinturón café, la bolsa café, el cabello sólo agarrado
con una pinza.

(Sale de la habitación), catorce pasos bordeando el pasillo, desayuno


ligero, 350 gr de algunos vegetales selectos combinados con
proteína, nada de lácteos, nada de harinas excepto tortilla.

El olor a guardado se ha ido, agudizo el oído y escucho que ya está


atendiendo su tiempo con otros quehaceres, te das cuenta que con la
vejez, algunos placeres ya no se pueden obtener pero la naturaleza
sabiamente quita el deseo de tenerlos y nos brinda otros vínculos
con este mundo. Don Jovito hoy trabaja más con sus herramientas
que con cualquier otra cosa.

80 cm de ancho por 2.20 de alto (bordea la puerta con su mano).


Espero llegar al trabajo, el trabajo me espera, hay gente que me
espera y yo espero a la gente, hay espera que alienta la esperanza y
hay esperanza que ni la más larga de las esperas puede apagar.
(Sale de su casa).

El día es corto, o largo, o corto, como lo quieras ver. Necesito


regresar pronto, las muchachas esperan que hagamos una práctica

Escena 4 en 3, transición Marta enciende el siguiente triangulo con

control remoto, sonia mueve su cuadro al 4.

4.- El Ritual

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(De fondo se escucha la canción de Sabor a mí de Álvaro Carrillo. Don Jovito
presiente que es un día especial, el actor entra con los vasitos y la botella en el
mandil (saca de su mandi) en la mano trae la pieza de un coche, la misma alacena
que tiene desde hace 40 años o más, él ya no se acuerda desde cuando tiene esa
alacena, desde lo más oscuro de ella, allá donde casi no alcanzan los dedos tiene
escondida una botella de coñac, un coñac viejo que guarda desde no sé cuándo
para ocasiones especiales. Saca dos vasos pequeños, sirve uno, sirve el otro,
antes de tapar la botella, se acerca a ella y la huele delicadamente. Su semblante
ha cambiado, siente paz. Él sabe que es un día especial pero en realidad no sabe
por qué. Guarda la botella, en su mandil. Toma su vasito, golpea el otro como si
brindara con alguien pero no recibe respuesta, después de esperar unos
segundos, se encoje en brazos, sonríe y se acerca el vasito de coñac a los labios,
y lo bebe delicadamente como si lo besara, para este momento la canción cesó,
se nota el gozo en su ser, respira y expira paz. Va a poner música pero se da
cuenta de que esta vez quiere solo disfrutar el silencio)

Mientras don Jovi sale, Micaela y Marta acomodan la mesa en el cuadro de Sonia,
y sacan las velas y los serillos, dejan sus tazas en la mesa

Sonia tiene el té y su taza.

SONIA: Para qué me dijeron que era esta hierba, no me acuerdo… Le


pondré un tantito de hojitas, huelen bonito…

(Micaela, Martha y Sonia mientras tanto prenden las velas que colocaron en un
circulo, hay un círculo de velas, la luz es muy tenue, las tres están sentadas dentro
del círculo y atentas a las instrucciones de Sonia

Sonia, en su papel de instructora, más seria directa en sus instrucciones les habla
y guía el ritual)

SONIA: Como les había mencionado, esto no es un ritual de magia negra, ni


santería, ni brujería, ni nada por el estilo. Es una reunión meramente
con fines educativos y de investigación para mi escuela.

MICAELA: Ya wey, siempre nos agarras de conejillos de indias para todas tus
“nuevas técnicas”

MARTHA: Con que no sea como aquella vez que querías que nos
masajeáramos el primer y segundo chakra…

MICAELA: O cuando quería practicar el depilado brasileño

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MARTHA: ¿También depilas el fullullu? Creí que lo del pelo sólo se resumía en
que ponías pestañas postizas.

SONIA: ¡¡Ay sí, también!! Pero ya concéntrense, por favor…

Les he preparado un té que nos ayudará a entrar en relajación.

Les da sus tazas

MARTHA: Tienen mota, porque si tienen mota yo no puedo, luego me hacen


antidoping sorpresa en la oficina

SONIA: ¡¡¡Obvio no!!! Lo bebemos, lentamente…

(Sonia lo prueba y se da cuenta de que sabe horrible y lo deja de beber, las


demás lo toman al hilo de tan feo que sabe)

Tomémonos de las manos, derecha arriba, izquierda abajo.


Inhalamos en uno, exhalamos en dos. Inhalamos en uno, exhalamos
en dos. Uno, dos, uno, dos.

Ahora que nuestra respiración se ha hecho una, solicito permiso de


los guardianes del lugar donde nos encontramos para realizar el
ritual.

MARTHA: (dirigiéndose a Micaela) Dijo que esto no era ritual ni nada por el
estilo

MICAELA: Yo pensé que era una clase de yoga

SONIA: Shhhh concéntrense, chingao.

Invoco a los elementales del Aire, de la Tierra, del Agua y del Fuego.

Presento nuestro respeto a los seres que habitan en los cuatro


Puntos Cardinales y en las ocho direcciones que rigen el Universo.

Solicito la presencia y la ayuda de los Arcángeles, especialmente del


Arcángel Metatrón.

Solicito la presencia y la ayuda de nuestros guías espirituales. Que


nuestros guías espirituales formen otro círculo alrededor del que
nosotros hemos creado para ayudaros a armonizar las energías que
están compartiendo.

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(Esperan unos segundos hasta que todas estas energías se
manifiesten y armonicen el círculo, Sonia comienza a hacer sonidos
de meditación y las demás la siguen. Los sonidos de Micaela son
más pronunciados).

Cerramos los ojos e inspiramos profundamente tres veces. Deja que


tu respiración te libere de tensiones y preocupaciones. Cada vez que
expulsas el aire alejas de ti todo lo que te incomoda o te inquieta.
Inspira una vez más y siente la paz que ya fluye en ti.

Hoy, para enraizarte, vas a imaginar que te conviertes en un árbol.


Poco a poco empiezas a imaginar que aparece ante ti el árbol que te
gustaría ser. No dudes del inmenso poder de tu imaginación. La
imaginación es una de las capacidades más hermosas con que fue
dotado el ser humano. Puede llevarte a cualquier lugar. Permite que
tu imaginación te muestre el árbol más hermoso del mundo, el más
fuerte, el más frondoso; o, simplemente, el árbol que a ti te gustaría
ser, llegado el caso.

Tu cuerpo y el cuerpo del árbol se convierten en uno. Siéntelo en ti.


Toma la forma de tu árbol.

(Micaela no ha dejado de hacer los ruidos de meditación, AUMMMM,


sus ruidos de pronto desconcentran a Sonia. MARTHA, se tomas las
palabras de Sonia literal y rompe el círculo. Se pone de pie y
comienza a posicionarse en forma de árbol)

Disfruta de lo que tu árbol hoy te enseña. Él crece, se nutre del sol,


de la tierra y de la lluvia. Él permite que las estaciones pasen y le
impriman su huella. ¿Qué descubres al ser un árbol?

(Martha comienza a tener una especie de convulsión, las demás se


asustan y tratan de acercarse a ella, Martha reacciona cuando ellas
la tocan)

MICAELA: Martha, ¿estás bien? No juegues Sonia, ya se le metió un demonio,


de por sí ya parece que trae uno…

MARTHA: No chingues, claramente sentí como una ardilla se metía en mí para


hacer su nido y yo le 2tengo miedo a las ardillas, ¡Tienen rabia!

SONIA: Chingado, dejemos el tema de los árboles atrás.

MICAELA: ¿Falta mucho?

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SONIA: (Sonia la ve con cara de odio) Nos tomamos de las manos de nuevo,
respiramos.

Ven, Espíritu de vida, ven por medio de la poderosa intercesión de la


madre naturaleza. Oh Espírito de vida, que me guía, me fortalece y
me consuela. Dime lo que debo hacer y ordéname que lo haga.
Prometo someterme a todo lo que me pidas y aceptar todo lo que me
permitas que me suceda a mí y las que me acompañan. Muéstranos
cuál es tu voluntad.

( Se escucha un trueno fuerte. Todas reaccionan.)

MICAELA: Es que ya se huele a lluvia y no metí mi trapos del balcón

(Sonia voltea los ojos en blanco, la mira con cara de desesperación y vuelve a lo
suyo)

SONIA: Espíritu de vida, ¿estás ahí?

(Se escucha un trueno aún más fuerte que el anterior. Todas se espantan)

MARTHA: Ay no, que miedo

SONIA: Si eres tú, espíritu de vida, manifiéstate.

(Se escucha un tercer relámpago fuerte igual que el anterior. Todas salen de sí,
las velas se apagan. Repentinamente se va la luz. Tocan la puerta en
repetidas ocasiones, como si tocaran en forma de un palpitar de
corazón que se va esfumando mientras pasan los segundos)

SONIA: Parece que hay tormenta eléctrica.

¿Quién es?

VECINO 1: Vecina, se tronó el transformador con la tormenta eléctrica, voy a ver


cómo está el show para que vengan los de la luz a repararlo (Sólo en
voz, no aparece en escena el vecino)

Se quitan estos textos

MARTHA: ¿Vendes moringa?

SONIA: Obvio, tú me llevaste al curso de herbolaria…

MICAELA: Bueno aprovechando que llegó el joven, me despido muchachas.


Nos vemos pronto.

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MARTHA: Yo también me voy. Pero, ¿Oye de casualidad manejas el alga
espirulina? Se quita este texto.

SONIA: ¡No manchen, aún no terminamos!

MARTHA: Bueno, avísame, estamos en contacto…

(Despavoridas salen cada una hacia su departamento una con su lámpara de


celular alumbrando el espacio y la otra como siempre, contando sus
pasos. Sonia ahora recuerda de qué era las hojas que le puso)

SONIA: Mierda, les puse belladona. Bueno, al menos dormirán como tronco
caído.

(Ahora todas en su departamento, se colocan la luz en el corazoón cada una


empieza a caer en sueño con el efecto del té)

MICAELA: En otro momento los truenos no me hubieran dejado dormir.


(Termina el texto y cae rendida.)

Martha por su parte se quita los zapatos, esquiva algunas cosas y se tira a la
cama sin saber qué. La tormenta eléctrica se agrava. Se enciende
Bobina

Escena 5 en 6, transición, ya apagada la bobina, Marta enciende el siguiente


triangulo. Micaela se mueve al 8 y Sonia se mueve al 5.

5.- Sin despertador

(Cada una en su departamento. Se escucha la campana del de la basura.)

MICAELA: ¿Qué? Nunca había escuchado la campana del de la basura. ¿Qué


hora es? ¿Es verdad que no escuche el bolero de esta mañana?
Pinche ritual de Sonia, seguro me robó toda mi energía. No me va a
dar tiempo de bañarme. Tenía cita preoperatoria, qué pena llegar
tarde, me caga llegar tarde. Da mala imagen.

MARTHA: ¿Qué es ese ruido? Fuck… Siento que me taladran el cerebro, peor
que la cruda de la posada de la empresa. ¿Qué hora es? (mira el
reloj y reacciona sorprendida por la hora) Me quedé súper jetona,
qué vergüenza, yo siempre burlándome de todos los impuntuales y
hoy tendré que poner los tamales y el atole por el retardo y hoy se
junta el departamento ñoñísimo de control de calidad

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(Sonia ni se inmuta con las campanadas, Martha y Micaela bajan de su
departamento para darse cuenta que el ahuehuete tiene varias
ramas rotas, nadie notó que el último rayo que cayó partió las ramas
más gruesas del árbol, mismas que estorban la salida del coche de
Martha, Micaela continúa contando sus pasos, sólo que ahora
arrastra más los pies para no tropezarse, y aún así lo hace y cae al
suelo)

MARTHA: Si no fuera por el pinche coraje que traigo, me hubiera cagado de


risa de verte caer. ¿Estás bien? Bueno me reí un poco para dentro,
bueno un mucho pero te prometo que no lo vuelvo a hacer

(Martha ayuda a Micaela a sobreponerse, las dos se dirigen rumbo a la salida


peatonal, Martha saca el celular de su bolso y lo mira obsesionada, y
sin dejar de mirarlo escucha a Micaela)

MICAELA: Sí, es que me sorprendí tanto por lo que vi que olvidé mirar donde
piso. Siento que me duele el pecho, este árbol era la adoración de
Don Jovito, ¿cómo estará?

MARTHA: Seguro está que se lo carga la chingada pero no tanto como yo,
hasta uber tendré que pedir.

(Martha mira su celular y se encabrona más)

Chingados, ni la aplicación tengo instalada

MICAELA: Te puedo acercar a tu trabajo, ya llegó por mí el chofer.

(Martha y Micaela salen de cuadro, el vecino está con el personal de protección


civil quitando el árbol, se escuchan las sierras a lo lejos. Sonia
comienza a despertar, se limpia las lagañas, se estira, se tira un
pedo, y se ríe de sí misma, lo huele y se asquea, se levanta, se saca
el calzón de la nalga, se rasca la otra nalga, conforme va tomando
conciencia se va enrareciendo)

SONIA: (Mira por su ventana y se da cuenta lo que ocurrió con el árbol)

¡El ahuehuete se ha ido! bueno al menos nos ahorraremos la junta


sobre quitar el árbol y todo el drama.

Aunque si me preguntan no estaba preparada aún para dejar ir al


ahuehuete.

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(Sonia empieza a preparar sus cosas, está decidida a ver a Don Jovito y
procurarle, en el inter, ha llegado un camión de carga y una sierra, el
árbol está siendo retirado por el Vecino 1 y la gente de protección
civil, Sonia se da cuenta de lo que acontece en el estacionamiento
pero su mente está en otra órbita, terminar de quitar el árbol es lo de
menos, termina de preparar sus cosas y mira por la ventana el
trabajo para quitar el árbol)

SONIA: Vecino, ¿les falta mucho?

VECINO 1: Máximo una hora, me comentan que quitarán lo más que puedan del
árbol porque es peligroso dejarlo como está pero sí comentan que
las raíces se van a quedar igual.

(Nuevamente el vecino no se ve. Sonia se imagina lo peor, las piernas le flaquean)

SONIA: Ah, es que hay mucho ruido y ya mero me toca mi hora de yoga.

VECINO 1: Ahorita los apuro.

(Sonia baja las escaleras y se dirige hacia el departamento de Don Jovito, intenta
tocar pero antes de ello el vecino la interrumpe)

No le van a abrir vecina. Ya no hay nadie

SONIA: ¿Ya se salió Don Jovito?

(El vecino niega con la cabeza)

No me digas que se murió Don Jovito

VECINO 1: Le dio un paro cardiaco

SONIA: ¿Qué?

VECINO 1: Sí, anoche durante la tormenta

SONIA: Pero, en qué momento, no se oyó la ambulancia. ¡Ay no, si se murió!

VECINO 1: Doña Trini se lo llevó, no he podido hablar con ella ni sé si están en


algún hospital, con eso de que no tienen celular, pues están
ilocalizables

SONIA: Gracias vecino, si sabes algo más, ¿me avisas?

VECINO 1: Seguro que sí, Sonia

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(Sonia se queda fuera de sí, no sabe qué hacer, no sabe qué decir, toma sus
cosas y regresa a su departamento a esperar.

Martha y Micaela llegan juntas del trabajo)

MARTHA: A huevo, ya no hay árbol, y no sé si eso es bueno o es malo pero


parece ser más malo que bueno.

MICAELA: Huele distinto, como a carpintería, se siente oscuro el ambiente,


nadie sabe lo que voy a extrañar este árbol.

SONIA: Por fin llegaron.

MARTHA: ¿qué traes, tú?, pareciera que viste al anciano ese desnudo

SONIA: El anciano, perdón, Don Jovito sufrió un paro cardiaco, no sabemos


dónde está o si está vivo.

MICAELA: ¿Estás segura de lo que dices?

SONIA: Segurísima, Mateo me dijo que anoche durante la tormenta se puso


mal y Doña Trini se lo llevó

MICAELA: Debió haberlo llevado al hospital más cercano, deja hablo con mis
compañeros para ver si está ahí.

MARTHA: Sí, checa, y nos vemos en un ratito en casa de Sonia

MICAELA Y SONIA: perfecto, listo.

Escena 6 en 9, transición, Sonia mueve su cuadro al 6.

6. Recordando a Don Jovito

(Ya están las tres en el departamento de Sonia, las caras de preocupación son
evidentes, se siente la tención)

MARTHA: Supongo que fumaste todos esos cigarros

SONIA: No, tarada, vienen prefumados de caja

MICAELA: No pude localizarlo

MARTHA: ¿Tú no fuiste a averiguar con tu tía la de la tienda? (dirigiéndose a


Sonia)

SONIA: No es mi tía y no, no abrió hoy la tienda

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MICALEA: No empecemos niñas, hay que concentrar nuestras energías en
saber de Don Jovito

SONIA: Ya prendí varias velas en su nombre.

MARTHA: Velas (en tono de burla), para indicarle el camino o qué, osea que
asumes que ya colgó los tenis…

SONIA: No seas payasa, Martha

MICAELA: Sólo nos queda esperar

MARTHA: ¿Esperar? Hay que hacernos a la idea de que el señor ya se murió,


no creo que haya aguantado un infarto a su edad, si no aguantaba
subir las escaleras. Deberíamos hablar a la SEMEFO

SONIA: En verdad estás pasada.

MARTHA: Y honestamente se los digo, no hay mejor cosas que morir


fulminantemente. Sería lo mejor que le pudiera pasar.

MICAELA: A veces eres despreciable, Martha.

(Hay un silencio profundo, se escucha el suspiro de Martha, y la preocupación de


las otras 2)

MARTHA: Es que hay que ser realistas, sería muy estúpido pensar que el señor
es un roble, vean, ni el ahuehuete aguanta los estragos de la vida,
que podrá ser del viejo.

SONIA: Pues habrá que ser realistas pero siempre hay algo de esperanza
que cultivar

MICAELA: Tal vez Martha tenga razón, todos siempre llegamos a tener un fin…

Y pensar que ninguna de las tres tenía una relación cercana con Don
Jovito

SONIA: Yo siempre le aplicaba sus inyecciones y de vez en cuando lo


acompañaba al doctor

MARTHA: Pensé que ibas a decir que tú le suministrabas los medicamentos y le


dabas consulta. A lo mejor también tienes diplomado en eso…

SONIA: A veces le recomendaba algo, sí. Pero… ay qué pesada eres Martha

MICAELA: Yo los fines de semana trataba de tomarme un té con él.

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(Sonia y Micaela miran a Martha esperando que diga algo)

MARTHA: Pues la verdad, yo siempre quería que aprendiera a hacerse


tecnológico, el ruco. Una vez le regalé un celular que me gané en el
trabajo por aquello de los intercambios Godínez. Siempre trajo el
celular consigo pero siempre sin pila porque olvidaba cargarlo y
luego cuando recordaba cargarlo, olvidaba prenderlo.

Era bien cagado verlo con el celular colgando en el cuello, apagado


la mayoría de las veces pero eso sí, con un tape pegado atrás con su
número porque nunca se lo pudo aprender. (Martha se da cuenta de
que se está ablandando y cambie de tono). Ridículo el viejo
queriendo aprender y más ridícula yo creyendo que aprendería, todo
en él tenía un aire de ridiculez, su boina, su peinado.

SONIA: Ay sí, se veía bien bonito cuando se peinaba el pelo del lado derecho
hacia el lado izquierdo para cubrirse la pelona

MICAELA: Cuando se ponía esa loción amaderada para ir a ver a Doña Trini,
era una combinación entre VelRosita, jabón ZERTS y la loción.

MARTHA: Asco, jabón barato, suavizante barato y loción avinagrada.

SONIA: Como que todos los viejitos son igual, ¿no? Mi abue también se
súper arreglaba para ir a la delegación a bailar con su novio que por
cierto era más joven que ella. Nadie aprobaba esa relación. Cuantos
años habrá tenido Don Jovito cuando se clavó con Doña Trini

MICAELA: El día que conocí a Don Jovito, su boina y su loción, también conocí
a Doña Trini, con su aroma a agua de rosas. Mi primera impresión
fue que eran pareja, después me enteré que no, que “sólo eran
amigos”

SONIA: No inventes yo llegué mucho después y se sigue diciendo que “sólo


son amigos”

MICAELA: Parece que le seguía guardando luto a su esposa

MARTHA: ¿Después de 20 años?

MICAELA: Cómo sabes que fueron 20 años

MARTHA: Porque él me lo dijo, ¿no son demasiados 20 años de luto?

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MICAELA: En algunos casos, el amor no caduca, tampoco tiene cura pero es la
cura para todas las cosas

SONIA: Awww, eso sonó muy romántico. Don Jovito me contó que cuando su
esposa empezó a empeorar, él tomó el papel de cuidarla a tiempo
completo

MICAELA: Su vida se volvió una rutina alrededor de su esposa

MARTHA: Por las mañanas se saludaban ya estando en la regadera, él tomaba


con delicadeza sus hilos de plata y los lavaba con champú risitos de
oro, era el favorito de su esposa.

MICAELA: El desayuno comenzó a traducirse en papillas de todos los sabores y


cilindros con popote.

SONIA: Para digerir el desayuno un paseo matinal por el mercado para


comprar los alimentos del día siguiente.

MARTHA: Otra papilla para la comida y dos pañales cambiados. La hora de la


lectura por lo regular la hacemos en el parque, si hay buen clima
hasta maíz para las aves llevamos.

MICAELA: A ella no le gusta mucho eso porque las palomas son abusivas y la
agarran de estatua, al rato, regresando a la casa nos damos cuenta
de que viene igual de cagada que la catedral.

SONIA: No me gusta burlarme de ella pero he aprendido a reírme hasta de


mis propias tragedias

MARTHA: No hay cena, sólo café. Otro pañal, la televisión en el canal 11, la
pijama de ella ya no es de blusa y pantalón, es muy complicado
ponérsela, ahora es un camisón que le llega a los talones.

MICAELA: Nunca tuvimos hijos pero supongo que esto es lo que siente tener un
bebe.

SONIA: Lo único que mantenía sus destellos de sonrisas eran los boleros,
amanecíamos con algunos y terminábamos el día con otros, yo
bailaba con ella y había veces que hasta la andadera tomaba para
seguirme el paso.

MARTHA: No pudo haber tenido un final más bonito

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MICAELA: Cuando la conocí, yo manejaba un coche convertible rojo con
asientos de piel, bien a toda máquina, cualquiera en aquella época lo
hubiera envidiado

SONIA: Creo que ahí fue donde perdí la mayor parte de mi cabello, el viento
hace estragos en uno, no el tiempo, el tiempo te da sabiduría,
experiencia, cautela, paciencia, amor, amistades verdaderas,
anécdotas, entendimiento, valoración, contemplación pero sobre todo
vida.

(Sonia hace un rompimiento)

SONIA: ¿Cómo el tiempo te da vida, no te la quita?

MARTHA: Exacto, el tiempo te vuelve obsoleto, anticuado, viejo, antiguo,


vetusto, arcaico, anejo

MICAELA: Ser viejo no significa lo mismo que vivir la vejez, hay jóvenes con
almas viejas, hay personas con almas jóvenes y que nunca pierden
el sentido de la curiosidad o de experimentar cosas nuevas

(Ni Martha ni Sonia saben de lo que está hablando Micaela)

(Martha ha decidido poner en su celular un bolero, es el de INOLVIDABLE de los


PANCHOS, las tres se quedan dormidas juntas y el bolero termina
sin que el volumen de la canción cambie.)

Escena 7 en 3, Transición, se enciende el triángulo.

7. Los corazones

(Esta mañana se despiertan con el sonido de una sirena de ambulancia)

MICAELA: ¡El de la basura!

(Micaela intenta ir al baño y se tropieza con todo, se pega, está totalmente


desubicada)

MARTHA: ¿No es una ambulancia?, la basura no pasa hoy

SONIA: ¿No sacaste tu basura?

MICAELA: No, bruta, ya se me hizo tarde de nuevo para ir al trabajo

MARTHA: ¡Es sábado, hoy no hay trabajo!

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(Martha y Micaela comienzan a recoger sus cosas, Micaela no está en su territorio,
comienza a enojarse cada vez más, su andar es muy torpe las
demás lo notan)

SONIA: Ay nunca me habías hablado así. Seguro siguen así por el efecto de
la belladona

MARTHA: ¿Nos drogaste?

SONIA: Les juro que no sabía que era esa hierba, olía súper rico

MICAELA: Es que no mames Sonia, parece que nunca piensas lo que dices, no
tienes masa gris en esa cabeza, es evidente por qué te dedicas a
cortar uñas y quitar pelos.

SONIA: Prefiero mil veces cortar uñas y sacar pelos a ser una pinche vieja
amargada, doble moral y con aliento a alcohólica.

MARTHA: Mica, es alcohólica, con razón siempre se anda tropezando. ¿Te


sientes cruda hoy? o ¿soñaste que te engañaban o algo? Pero si ni
quien te chifle tienes. Ah, y sí, mejor quitar pelos con gamborimbos
que otra cosa (Martha ríe burlándose de las dos)

SONIA: Seguramente Martha si tiene quien le chifle por eso lo dice. Perdón
pero a ti ni tu familia te quiere, hasta te abandonaron con tu abuela
desde bebé. Entonces ¿quién es la que se va a quedar sola?

MARTHA: Tú cállate pinche mantenida, neta sí no piensas lo que dices. Al


menos a mí no me mantienen mis papis a mis treinta y no sé qué
años.

MICAELA: A veces no me sorprende que sus vidas sean un desmadre, con ese
cerebro lleno de mamadas. Y no soy alcohólica, son los chochos
homeopáticos par de pendejas.

(Micaela sale del departamento encabronada)

(Sonia y Martha le gritan ya las siguientes líneas)

SONIA: Al menos el mío sí está lleno de mamadas y no de estrés. Tanto


pinche estrés les va a paralizar a la jeta…

MARTHA: (hacia Micaela) Tu vida seguramente es la vida soñada de todos,


pinche frígida, amargada, por eso te vas a quedar desieeerta, ni tú
misma te aguantas.

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(Ya Sonia en voz baja como para sí misma y olvidándose de que Martha sigue
ahí)

SONIA: Exacto, a parte mi vida no es un desmadre, sólo está llena de


alternativas. Y la tuya…

(MARTHA interrumpe a Sonia con un ademán)

MARTHA: No mames sí estás bien pendeja

(Sonia no sabe ya qué decir, Martha sale del departamento)

SONIA: ¡Pues la tuya!

(Ya cada quien en su departamento Martha, Micaela y Sonia, todas traen el coraje
enraizado, respiran profundo al mismo tiempo)

MICAELA: En la especialidad de cardiología te repiten que el corazón pesa


entre 200 y 300 gramos, (Micaela cierra el puño para visualizar más
o menos el tamaño de su corazón). Al final de una larga vida, pudo
haber latido más de 3 mil 500 millones de veces.

MARTHA: El corazón es el más literario de los órganos de nuestro cuerpo, tener


corazón es tener valentía, es tener amor, confianza y capacidad de
entrega, el corazón es la generosidad de un espíritu dispuesto a
amarlo todo pero sobre todo asimismo.

SONIA: Anahata, es el cuarto chakra, está situado cerca del corazón, justo en
el medio del ciclo septenario de los chakras. Y posee una relación
directa con la capacidad de amor, de felicidad, de sensibilidad
artística y de paz en el ser humano.

MICAELA: Te repiten también que sus cuatro cámaras propulsan sangre


oxigenada en los pulmones hacia todos los órganos del cuerpo.

MARTHA: El Corazón siempre fue fundamental para nuestra imaginación. Y es


que hay mucho más de lo que podría decirse de este músculo que
todas sus referencias en la literatura a lo largo de la historia son
mínimas, hay tantas páginas por llenar.

SONIA: Tiene una relación planetaria con Venus, el planeta del amor, las
relaciones sentimentales, la concepción del amor y el placer. El
despertar de Anahata permite estar en equilibrio con las
circunstancias y con uno mismo.

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MICAELA: Aprendes sobre tantas cosas, fallas, deficiencias, anormalidades,
diferencias y más.

MARTHA: Y la mayoría de esas páginas se llenarán de cursilerías todos te


hablan sobre el amor ¿pero sobre el desamor? ¿Dónde están los
manuales para sanar un corazón roto? ¿No hay expertos en ese
tema? Ahora resulta que la vida de todos es color rosa

SONIA: Anahata da la capacidad de balancear las diferentes situaciones y de


conseguir lo que poseen los árboles para soportar la fuerza del
viento: un punto medio entre la dureza y la flexibilidad.

MICAELA: Las fallas al corazón son la causa de muerte número uno en el


mundo. Lo curioso es que no aprendes cómo actuar ante este tipo de
enfermedades.

MARTHA: En el corazón no están las emociones pero se relaciona con ello,


sientes que están ahí, que todo pasa y se desarrolla ahí, tu corazón
está mal y está sufriendo y tú no tienes la capacidad de acariciarlo,
de consolarlo, de abrazarlo, de amarlo, de amarte a ti mismo.

SONIA: Al presentarse un desequilibrio en el chakra en cuestión, se


desestabilizan también la intensidad y vibración de la energía, su
influencia sutil creará una disfunción en el cuerpo físico, un síntoma,
somatización o enfermedad

MICAELA: Después de una cirugía de corazón, no vuelves a ser el mismo

MARTHA: Después de un corazón roto no vuelves a ser la mismo

SONIA: Después de un desequilibrio energético todo se comienza a venir


abajo.

MICAELA: A veces creo que la cardiología no es lo mío, me hubiera gustado


más, ser como Sonia, siempre huele a esencias de todos tipos, la
chavita es tan despreocupada del mundo, su existencia es tan
liviana, sin preocupaciones, sin apegos, como dice ella, con una vida
llena de alternativas y no con la arrogancia de tener un camino
trazado para tu vida.

MARTHA: Se rompió y no se puede reparar, aquí no hay oro para unir las
piezas rotas de porcelana y no hay japoneses que reconcilien esa
parte tampoco… Y yo, yo no soy esa vasija antigua que todo el
mundo desearía tener. No sé, veo a Micaela y ella está tan realizada,

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con una carrera ya hecha, económicamente estable, tan apacible con
su soledad, tan llena de paz y equilibrio.

SONIA: Siempre hay formas de rehabilitar todo mal, siempre hay


alternativas. Martha siempre dice eso, si un código no te funciona
buscas otro, hasta que quede el programa, ella tan centrada siempre,
tan objetiva, siempre sabe de dónde parten sus procesos y a dónde
quiere llegar.

MICAELA: Mi vida me está cobrando facturas que no sabía que debía, y aquí ya
no hay cuestiones de fe, solo la cuestión del tiempo. El tiempo que se
convierte en nuestro peor enemigo. Aún recuerdo cuando tenía la
edad de Sonia, la vida era más vida.

MARTHA: Siempre estamos enfrentando diferentes adversidades, y hay


circunstancias que te matan por dentro, que te secan, que te dejan
hueco, como un árbol muerto, carcomido por termitas como un hueso
desenterrado carcomido por el tiempo. ¿Qué dificultades podría tener
Micaela o Sonia? No hay forma de pensar que algo horrible pueda
pasar en sus vidas, nada de fisuras en sus vidas, nada de huecos o
troncos viejos y rotos.

SONIA: Martha es como el ahuehuete que cayó, encontró su punto de


equilibrio, qué podría derribar a una mujer como ella, en verdad, la
veo y no veo un ahuehuete, veo un pinche roble

MICAELA: Cuando se es joven no se piensa en la vejez, siempre alejamos ese


pensamiento de nosotros mismos, nos creemos ajenos al tema. Y
pensar que hay muchas circunstancias por las que esta sociedad te
desintegra, te inadapta, te impide crecer, te mata.

MARTHA: Huesos rotos pueden sanar con terapia, yeso y medicina incluso con
rehabilitación pero hay huesos que no se pueden reconstruir quedan
fisuras, deformidades cicatrices, el hueso como el corazón, aún con
tubo, placas o aparatos, siempre se sabrá que estuvo roto.

SONIA: ¿Qué se sentirá ser un ahuehuete?, saber que nada te puede tumbar
y saber qué hacer con tu vida. Micaela también tiene un propósito en
la vida, supieron lo que querían desde pequeñas, una doctora y la
otra programadora nerd de súper compañías.

MICAELA: Siempre supe que sería grande, que sería jefa del departamento de
cardiología y un día me encontré operando en los mejores hospitales

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cobrando lo que quería, reconocimientos, conferencias, congresos, y
otro día me encontré contando mis pasos siendo meticulosa con las
medidas de los espacios del hogar y donde te desarrollas porque te
dicen que tienes una enfermedad degenerativa y vas a perder la
vista. ¡Te vas a quedar ciega, Micaela!

MARTHA: Mi corazón es como el ahuehuete que la tormenta derribó, se rompió


y no hay poder alguno que logre reconstruirlo, no se puede pegar, no
se puede coser, simplemente no se puede.

SONIA: Yo no quiero despertar a mis cincuentas y no saber qué he hecho de


mi vida, no quiero llegar a más vieja y pensar que ya no tengo para
qué vivir, estancarme en una rutina que ya me impide pensar.

MICAELA: A ti, ni las operaciones te van a salvar. Ya no hay más cirugías y al


igual que un viejo, te van a desechar, te quitarán tu trabajo, te
jubilarán por incapacidad, te inutilizarán. ¿Qué pretenden que haga
ahora? ¿Sentarme en la ventana a no ver nada y esperar a que el
tiempo haga lo suyo? Ciega como las personas que describió
Saramago, ciega como las personas que algún día ayudaste a cruzar
la calle, ciega como todas las personas con las que te relacionas y
no han notado que te estás quedando ciega. Ciega como un topo,
como lombriz, como un tetra de caverna.

MARTHA: Lo único que puedes hacer es volver a plantar otro árbol pero
cambiándolo o reemplazándolo, nunca va a ser el mismo, crecerá
distinto de otro color, de otro olor, diferentes formas y diferentes
ramas inclusive diferentes raíces, lo curioso es que siempre
quedarán vestigios del árbol pasado, siempre quedarán sus raíces.

SONIA: Tampoco quiero ser de esos jóvenes cuyo sueño es tener un coche
antiguo y súper cuidarlo y arreglarlo, y que tengan a sus viejos
olvidados sin llamarlos una sola vez por semana. No quiero
preocuparme por tener cosas vintage o de época en mi casa y no
recordar una sola anécdota de mis abuelos.

MICAELA: Me alejé de mi familia para no ser una carga, fue una decisión
personal, saber valerme por mi misma, aún no camino con bastón y
aunque sé que algún día lo haré, prefiero ello antes de condenar a
alguien a ser mi Lazarillo.

MARTHA: Raíces que no puedes negar, como no puedes negar de dónde


vienes, tus orígenes, tu sangre pero eres joven y estás dispuesto a

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comerte el mundo, cambiar para ser aceptado, para obtener ese
trabajo tan soñado, para sentirte incluido pero es la incomprensión
del propio ser, el no aceptarte a ti mismo y tu propio rechazo el que
te tiene así, con el corazón roto. Rota por darles lo mejor de ti a los
demás menos a ti, rota por ser lo que todos quieren que seas menos
lo tú quieres ser, rota por caminar al paso que te marcan y no por
poder marcar tu propio paso, rota porque todos te aceptan menos tú,
rota porque todos te quieren y te aman pero te ves en el espejo y ves
una desconocida, no la conoces, no te reconoces, no te amas.

SONIA: Ellos son mis orígenes, no un coche viejo que ni se manejar y que
contamina más que los micros de indios verdes, no el teléfono de
adorno que ni sirve ya. No me imagino yo de vieja, olvidada por mis
nietos como yo olvido a mis abuelos. Necesito saber el rumbo de mi
vida, necesito aterrizar, necesito un propósito para vivir, hacer de
todo y no hacer nada es indignante, saber que se burlan de mí por
ello y no tener argumentos para defenderme es doloroso y penoso.
Mi historia tiene que ser trascendental, yo también quiero ser raíz y
no hoja de árbol caído, quiero llegar a viejita y que la gente se nutra
de mí.

MICAELA: Cuando entras en la edad en la que la vejez ya no se siente tan


lejana, te preocupas y comienzas a seguir rutinas, hábitos para poder
llegar a esa edad, a esa etapa donde todo el mundo te compadece.
Pero llegas a esa etapa y no sabes qué hacer con ella, no sabes qué
hacer con tu vejez, no sabes qué hacer con el viejo cuerpo que
cargas.

MARTHA: Dicen que el tiempo cura todo pero el tiempo no cura los recuerdos,
las memorias, no cura el olvido, no cura que te olvides de tus raíces y
las niegues.

SONIA: Un viejo nunca va a pasar de moda y sus historias no siempre


estarán en los best sellers de las librerías. Ellos son nuestras más
fehacientes enciclopedias, nuestras más grandes referencias,
nuestros mejores ejemplos de vida. La vejez no es un tema de
pérdidas, es un tema de ganancias.

(Don Jovito cruza el escenario con otra pieza metálica, no se sabe qué es; el
andar del Señor es relajado, hace un pasito de esos de conga, disfruta su caminar
y baila, su estilo es jovial, nunca se le había visto de esa forma. Se acaba la
música).

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Escena 8 en 6, Transición, se enciende el triángulo, cuadros se mueven un
número.

8. Renacer de Don Jovito

(Después de un silencio profundo en el espacio, se oye a volumen alto la canción


de rock Born to be wild. Martha, Micaela y Sonia están en su
departamento y al igual que las últimas ocasiones se despiertan
espantadas, no saben qué pasa. Se escucha el escape de un
automóvil viejo que traga gasolina a lo wey, de pronto se ahoga y se
apaga. Con el volumen aún alto se miran)

MARTHA: ¡El viejito está vivo!

(Sonia y Micaela están muy alegres, reaccionan aliviadas, lo festejan desde sus
espacios. Martha sonríe secamente).

(Transcurren los días y se mira Don Jovito trabajando en diversas cosas, a veces
arregla algo con las piezas metálicas, a veces repara otra cosa, se le
ve doblando ropa, preparando una maleta. Se escuchan diferentes
canciones ya no sólo boleros de antaño, a veces alguna cumbia, a
veces algo de huapangos, a veces algo de rock and roll viejito)

(Se ve a Don Jovito saliendo con Doña Trini, la toma de la mano, camina con ella,
lleva rosas, ya no trae la boina, baila con ella, le da un beso, es
reluciente)

(Se ve a Sonia en alguna de sus actividades, ya sea depilación, yoga o alguno de


sus rituales. Martha juega con Junior o se muestra en la compu
desarrollando algo. Micaela contempla el estacionamiento y saca por
fin un bastón para ciegos. Sonia, Martha y Micaela se empiezan a
reconciliar poco a poco)

(Don Jovito juega dominó con otras personas, se echa un alcoholito, ríe, se enoja
porque pierde, ríe de nuevo)

(Don Jovito en clases de baile, no se mide en protagonismo y movimientos, se le


ve torcido de la espalda, sobándose el pie porque lo pisaron,
bailando a desritmo fuera de tiempo)

(Toma un reloj de cuerda, se mira como ajusta el tiempo, le gira la perilla para
hacerlo, adelanta el reloj, lo atrasa, el reloj no funciona bien. En el
inter, Martha, Sonia y Micaela están en sus rutinas físicamente las

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realizan de acuerdo a los movimientos del reloj de Don Jovito. A
veces rápido, a veces lento, a veces en reversa)

(Toda esta escena va sin texto, sólo trabajo corporal)

Escena 9 en 9, transición se prende triangulo, los cuadros se quedan igual.

9. Tiempo

(Nuevamente en los pasillos, se oye un bolero y pasa Don Jovito con una pieza
metálica, no se sabe qué es)

SONIA: Estoy preocupada por Don Jovito

MICAELA: Yo también, anda muy aceleradito

MARTHA: Yo no, ya platiqué con él. Está en la flor de su juventud.

SONIA: ¿A sus ochenta y tantos años?

MARTHA: Claro

Don Jovito: Ay Marthita, te voy a decir una cosa y espero ser muy claro: Nunca
es tarde para dejar de hacer desfiguros, para deschongarse. Cuando
era chaval era, como tú dices, un ñoño, un Godínez bien ñoño. Yo no
sé por qué ahora piensan que los Godínez son gente mediocre y sin
aspiraciones. Yo siendo el más matado del colegio lo seguí haciendo
en el trabajo, sí, le caía mal a mis compañeros más flojitos pero la
verdad es que me valía porque trabajar y aprender era lo que me
hacía más feliz. Ay pero ya me desvié, el caso es que siempre fui
bien ñoño y muchas veces me faltó valor para hacer cosas estúpidas.
Hoy no, no señor, no me voy a sentir mal por mi jefe que
seguramente ya se murió, viejo y amargado o por el qué dirán. Ya
nadie me conoce casi, qué podrán decir: Viejo loco, ya tiene
demencia senil

(Sonia y Micaela ven a Martha súper interesadas en el tema y riendo o sonriendo)

MICAELA: Le pregunté cómo le había ido con todo el proceso médico, soy
cardióloga quería saber todo sobre su corazón y lo único que pude
saber fue que…

Don Jovito: Mira Mica, me metieron a un tubo muy grande y me dieron unos
tapones para los oídos, yo pensé que eran para música pero no, eran

29
para no oír nada, me dijeron que no esto, no aquello, no se mueva no
respire, tranquilo y no se cuanta cosa, el caso es que me quedé
dormido y no sé en qué momento me fueron a despertar que porque
el ronquido y ya tuvieron que repetir, luego que si estornudé y otra
vez, luego que si me eche un gas y noombre, oye, me dejan en
calzones y con la comida horrible del hospital pues que esperaban.
Te voy a decir que yo no me acuerdo de lo del gas pero igualito no
hay purrum como decíamos antes, a esta edad se nos excusan
muchas cosas, ya no hay pedo o no te acuerdas pero de lo que si te
acuerdas siempre es de beber en la comida, nunca me llevaron un
aperitivo o digestivo mientras estuve en el hospital.

SONIA: Bueno, para ser sincera luego luego de que me di cuenta que había
llegado el Don fui a recibirlo con un baño de cuarzos y una alineación
de Chakras. También le di una pasadita con las yerbas del amor y
esas cosas pero bueno, el caso es que me dijo al así como…

Don Jovito: Estoy cansado de esta vida que llevo, la misma rutina siempre, las
dietas sanas para vivir más y mejor, la ropa apropiada, el lenguaje
apropiado, nunca dije una sola pinche grosería frente a una dama,
con el perdón de usted señorita pero se siente bien suave que se te
escape una de vez en cuando. No quiero verme en las clases de
yoga sin poder mover ciertas partes de mi cuerpo. Mira, ¿te puedo
tutear? Hace mucho que no me tuteo con nadie, me hace sentir más
joven. En qué me quede, ah sí, el caso es que quiero vivir más, hacer
cosas nuevas, reírme, burlarme, ser pelado, alivianado, vale madre,
así como tú

MARTHA: No saben la cara que puse cuando el viejito me dijo…

Don Jovito: Me voy de excursión con Doña Trini, cómo me gusta esa señora,
desde hace añoooos le ando que le llevo una flor y me gana la pena.
Ayer fui decido a hacerlo, estaba tan nervioso que se me olvido
cerrar la llave del agua y se inundó el departamento pero eso sí, no
se me olvido echarme un chinguerito para agarrar valor y lanzarme.
Qué crees, que llego y ahí estaba la viejita, con su peineta de
siempre agarrándose los tres pelos que tiene, se veía bien chula, y
de pronto que le empiezo a cantar

MARTHA: ¿Le cantó un bolero?

Don Jovito: nooombre, que le canto la de Do you love me? Dar serenata es algo
que nunca va a ser anticuado y obsoleto

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No quiero que las charlas con mis amigos sean sobre medicamentos
o que el otro ya se rompió la cápula

MICAELA: Dirá usted la escápula.

Don Jovito: Eso mismo, aún quiero seguir escuchando sus historias y que ellos
escuchen las mías, ¿te conté que la otra vez que salí con Doña Trini
se puso bien borracha? Nos fuimos a bailar al Salón California, y bien
suave, todo iba de maravilla, y que de pronto se le cruzan los cables
y se puso una guarapeta que qué bárbara

MICAELA: Pero Don Jovito, en el Salón California no venden alcohol

Don Jovito: Precisamente, andaba Pericles sin una sola gota de alcohol, como
que se regresó varios años atrás y mírala, ella feliz haciendo el
ridículo, y en un momento dado pensé que quiero ser así, hacer las
cosas sin pensar en mi edad, en que me dirán, en nada, simplemente
actuar como si no tuviera nada que perder

SONIA: ¿Quién fuera usted Don Jovito? Tiene un arsenal de historias y


vivencias

Don Jovito: He cumplido muchos de mis sueños, muchas de mis metas, de mis
objetivos y también he cumplido sueños de otros y les he ayudado a
cumplir sus metas, hoy ya sólo me queda un sueño y quiero trabajar
por él, ahora sí que hasta que me lo permita el cuerpo. Total, no
vamos a morir, ni antes ni después. Cuando Dios diga cuando nos
toque.

MICAELA: Creí que el tema del ahuehuete lo iba a poner más triste, pensé que
ya a esa edad el apego a las cosas es infinito y no, me sorprendió
cuando me dijo…

Don Jovito: A lo mejor no me crees lo que te voy a decir pero ese ahuehuete era
yo, yo lo planté, lo cuidé, lo podé, lo alimenté como a mi propio
cuerpo y ese rayo…

Ese rayo lo llamé yo. Sólo que no esperé que llegara así, cayó justo
donde tenía que caer, cayó en el viejo ahuehuete para que pudiera
surgir nuevas cosas sobre él, ¿sabes cuál es la parte interesante de
esto?

(Micaela niega con la cabeza)

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El ahuehuete aún vive, pero va crecer diferente, las mismas raíces
pero con ramas apuntando a otros lado, así de inteligentes son las
plantas, aprenden de su entorno. Y de igual forma yo, el mismo Don
Estuardo Jovito Vicente del Lago Borbolla pero con otra dirección.

(Sonia Martha y Micaela se reponen de las historias)

MARTHA: Don Jovito lo que menos necesita es alguien que lo ponga en paz

(Sonia y Micaela asienten)

MICAELA: Deberíamos invitarlo a salir más o de perdis irlo a ver más seguido,
sacarlo a pasear o ya de perdis que él nos saque a pasear.

MARTHA: ¿Irlo a ver?

SONIA: Cierto chama, ¿entonces la ceguera en tu familia es recurrente?

(Hay un silencio muy incómodo y Martha le da un codazo a Sonia por imprudente)

MICAELA: ¿Desde cuándo saben que me estoy quedando ciega?

SONIA: Ay mana, desde hace un chorro. A mí me lo dijo Don Jovito. Ya vez


que ni se les da a los viejitos eso de andar de comunicativos

MARTHA: A mí me lo dijo Sonia. Ya vez que a ella tampoco se le da eso.

(Sonia quitada de la pena hacia Martha)

SONIA: Boluda, pues si también soy estilista, tengo que soltar algo para
poder escuchar a alguien más, mi capacidad de almacenamiento no
viene en RAMS como tus computadoras

MICAELA: Bueno, ya no importa, la verdad es que si me siento un poquito más


aliviada con eso.

MARTHA: Micaela, ¿te puedo hacer una pregunta?

(Micaela asiente)

¿Es neta que llevas años operando así con lo cegatona que andas,
nunca dejaste una gasa o unas pinzas dentro de alguien?

MICAELA: No estoy ciega sólo he perdido visión y la seguiré perdiendo. Llevo


meses sin operar y ya no lo haré más.

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SONIA: No te preocupes, Mica. Nosotras te vamos a echar la mano en lo que
necesites.

MARTHA: Yo te puedo abrir tu cuenta de Tinder.

SONIA: No mames, Martha.

(Las tres ríen, comienza a sonar la canción de rock de una chica alborotada)

Ahora que lo pienso, al paso que vamos las tres igual y nos
quedamos como Don Jovito, solas, viejas y amargadas

MARTHA: Seguro amargadas no, solas pues tampoco aquí vamos a estar las
tres y viejas pues eso ni remedio, ¿verdad? Prefiero el chocho
arrugado y blanco a que me quede como la cara de Lynn May.

MICAELA: Si son bobas.

MARTHA: Nunca creí llegar a ver este momento.

SONIA: Chama, yo pensé que eso que estaba cubierto era basura
acumulada.

MARTHA: Yo pensé que el viejito ya no iba a poder hacer nada en su vida y


mira…

SONIA: ¡Qué perra, wey! Está bien que pues ya no sea lo mismo los 3
mosqueteros que 30 años después – ay siempre quise decir ese
dicho y nunca supe donde aplicarlo – El caso es que siempre
inutilizamos a los viejitos. Los viejitos se hacen viejitos, no se hacen
niños, no tendríamos que invertir los roles, cuidarlos como lo que
son, dignificar su existencia

MARTHA: Ahora que lo pienso, también deberías de hacer un diplomado para


escribir, hija, a veces eres bien poética.

MICAELA: Ya perdiste muchos aspectos físicos de tu vida, tu velocidad ya no es


la misma, tu sonrisa tampoco, tu cabello tampoco, ni tus arrugas de
hace algunos años y no hablo de la vejez, hablo de mi condición. Y
es que ahora soy más como la generación de Don Jovito que como
mi generación. Ahora solo tienes tu memoria, tu sabiduría, tu
experiencia y tu capacidad para hablar y ser escuchado.

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SONIA: Como decía Cicerón, no se administran los asuntos graves con la
fuerza del cuerpo, sino con autoridad y consejo: prendas que no se
pierden en la vejez, sino que suelen aumentarse

MARTHA: Envejecer es un privilegio negado a muchos

SONIA: Para quienes no tienen ningún recurso interior con el que vivir bien y
felizmente, cualquier edad es pesada

MICAELA: Al fin y al cabo, nuestros viejos como nuestros árboles, aunque los
podes siempre persistirán su naturaleza y por mucho que intentes
quitar ese árbol, siempre quedará un remanente de sus raíces. Algo
que seguirá alimentando la tierra, te seguirá alimentando a ti.

(Martha se aparta de Sonia y comienza a hacer una llamada)

MARTHA: ¿Abue?, ¿Me escucha abue? Ay no, otra vez olvido ponerle volumen
a su aparato, ¿de qué le sirve el vibrador en el celular, pueees?

(Sonia hace gestos de despedida)

SONIA: Voy a ver a Doña Trini, hace tiempo que no la visito, a ver que trae
de nuevo en su tiendita, nos vemos después…

MICAELA: Y entonces Don Jovito reinicia su vida y nosotras con él.

DON JOVITO: Este Valiant lo compré cuando aún tenía cabello, y si a él no


le duele nada y puede correr aún, ¿por qué yo no? Mi escasez de
cabello no significa escasez de energía, de creatividad, de ser
aventurero. El bastón es un simple apoyo pero quién no usa apoyos
en esta vida.

Yo, al igual que mi coche, no somos un algo viejo, somos todo un clásico, el
clásico que cualquiera quisiera tener.

(Cerramos con el día a día y de respirar su vida. Escuchan la canción de Don


Jovito, COMIENZA A SONAR EL MOTOR DE UN COCHE VIEJO
QUE LAS SACA DE SÍ NUEVAMENTE.)

(CERRAMOS CON EL BOLERO RELOJ DE LOS GUACAMAYOS)

FIN.

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