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Carmen: Violeta mujer de Ricardo, trabaja con Mari Y Paqui haciendo animaciones.
Entrada de un edificio con portería en la derecha del escenario, un mostrador y una planta y
en la izquierda una mesita de recibidor y un silloncito, en el centro está el ascensor.
Hay tres luces 1: ilumina la portería y boca escenario 2: ilumina descansillo y boca escenario.
3: Ascensor
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ESCENA I
Entran las dos hermanas MARISOL Y ÁNGELES (Antonia y Fina) y suben al ascensor. Se
enciende la luz marcando el ascensor y se baja el resto.
MARISOL: Espérate a que lleguemos.
ÁNGELES: Ya estamos en casa.
MARISOL: Estamos en el ascensor.
ÁNGELES: Que es la antesala de nuestra casa.
MARISOL: El ascensor es público y la casa es privada, hay una diferencia.
ÁNGELES: Vamos solas.
MARISOL: Allá tú. No sé qué tendrán esas pastillas, te las recetaron por el dolor en el tobillo
y aunque ya andas garbosa te las sigues tomando.
ÁNGELES: Son formidables, dan firmeza al esqueleto y flexibilizan los músculos.
MARISOL: ¿Y no producen euforia?
ÁNGELES: Un poco.
MARISOL: Te estás drogando Ángela.
ÁNGELES: De todo te quejas, me tomo unas pastillas para sentirme mejor y me llamas
drogadicta.
MARISOL: Llamo a las cosas por su nombre.
ÁNGELES: Por supuesto que son drogas, todas las medicinas lo son.
MARISOL: Esto es diferente, tienes ansia…te las tomas cuando ya has terminado el
tratamiento.
ÁNGELES: Hay que prolongarlo para que sea efectivo.
MARISOL: ¿Y los efectos secundarios?
ÁNGELES: Tienen menos que un caramelo.
MARISOL: Sí tienen y se notan, bizqueas cuando me mientes.
ÁNGELES: No (bizquea y se va poniendo más nerviosa)
Se para el ascensor y salen, se ilumina la parte izda. Del rellano. Y ellas salen del
escenario mientras discuten.
MARISOL: ¿Ves? Ves como sí, lo has vuelto a hacer…
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Salen de escena.
ESCENA II
Entran a escena hablando, VIOLETA Y RICARDO (Carmen y Manuel) él con la caja con los
caracoles. Llaman al ascensor y mientras esperan.
RICARDO: Un momento Violeta, termino este ejercicio de relajación con ellos y estoy
contigo enseguida…(abre la tapa y les hace indicaciones de inspirar y expirar, y vuelve)
(Suben al ascensor se enciende la luz como si estuviesen dentro y se baja la luz de todo,
sonido del ascensor. Bajan)
VIOLETA: Ocurre que yo no puedo más…¿Tú sabes el tiempo que pierdo limpiando la baba
de caracol de todas partes?
RICARDO: ya lo sé... yo intento que vayan sólo por el carril de entrenamiento, pero están un
poco rebeldes... las ganas por competir les hace estar más nerviosos de lo normal.
VIOLETA: Pero ¿no te habían concedido un préstamo para construir una pista de
entrenamiento?
RICARDO: Bueno…(titubeando) el director del banco está decidiéndose, pero yo creo que
ya lo tengo convencido al 99,85 %
VIOLETA: Vamos... ¡Qué voy a estar limpiando baba de caracol hasta que me muera!
RICARDO: Mujer... espero que no, en unos meses espero tener la pista preparada.
VIOLETA: Pues vas a tener que pagarme un sueldo... porque así no puedo... no me da la vida
¿qué hago yo con tanta baba de caracol?
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(Salen del ascensor y de escena)
ESCENA III
Entran PEPE Y LUISA (Juan y Amparo), con maletas y bolsas llegan de viaje. Entran al
ascensor. Suben
PEPE: Se acabaron las vacaciones... ya estamos de nuevo en casita, solo deseo darme un
buen baño y quitarme hasta el último grano de arena de la playa.
LUISA: Espero que el agua te limpie, te purifique y te redima de todas tus maldades
veraniegas.
PEPE: ¿Y no supones bastante purificación convivir durante todas las vacaciones con tu
señora madre? ¿O que llegara tu hermano, para hacernos una visita de unas horas, y se
quedara diez días de gorroneo? ¿O que la niña apareciera cada día con un novio a cuál más
impresentable? ¿O que nuestro hijo se creyera que estaba en una fonda? ¿O que se me
murieran los periquitos...? ¿O es que alguien me los envenenó...? Sólo con la enumeración
tengo suficientes papeletas para la beatificación, San Pedro me lo tendrá en cuenta y me
premiará con título de beato canicular.
PEPE: ¿Todavía sigues con esa castaña? Tu mamaíta perdió la dentadura porque quiso
nadar a mariposa…..
LUISA: Por culpa del sopapo, el golpe tuvo la culpa de que se le escapara la prótesis.... no lo
niegues...
PEPE: Un empujón, un empujoncito de nada para que arrancara... Le advertí que era una
temeridad lanzarse a nadar a mariposa con noventa y seis años.
PEPE: Cierto, tengo tanta tendencia a exagerar como tu madre a cumplir años.
LUISA: ¿Y por qué no se la recuperaste con lo bien que buceas?
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PEPE: Por el gran respeto que sentía hacia esa dentadura.
LUISA: Carota...
PEPE: Imagínate que me hubiera mordido... De todas formas, tampoco es para ponerse así,
ella que ama tanto a los animales debería alegrarse, lo mismo le está dando el avío a un
pulpo.
LUISA: Canalla, canalla... Sólo un indeseable es capaz de ponerse a leer a voz en grito a la
hora de la siesta.
LUISA: De mala uva, porque lo más profundo que te has empapado en tu vida son las fotos
del Play Boy.
PEPE: Lo hago por imitar al inteligente de tu hermano... sabes que él está subscrito.
El ascensor se detiene.
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ESCENA IV
LUISA: morenita no, estoy negra con las vacaciones que me ha dado Pepe ¿qué tal por el
vecindario?
EUGENIA: Como siempre, aquí cada loco con su tema, que si una con las pastillas, el otro
con los caracoles, la Miss del 5º…y yo ¡hasta las narices de que pierda el Barça!
LUISA: ¿De que pierda el Barça? Chica no sabía que te gustara el futboll.
EUGENIA: ¿dígame?
EUGENIA: No, lo siento no quiero cambiarme de compañía. ¡Anda que no sois pesados!
(Se para el ascensor y sale, luces. Mientras sale de escena sigue hablando)
EUGENIA: Uy! Pues claro que sí, sólo tienes que ser tan buena vendiendo
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ESCENA V
Entra CELESTINA (Mari) muy nerviosa. Toca el interfono de casa de Ángela y Marisol,
contesta Ángela que baja por las escaleras
ÁNGELA: ¿Quién?
CELESTINA: Si es que no tenía otro remedio, me da igual haberme ido sin nada, pero es que
ya no lo podía soportar más, no podía soportarlo...El mocoso ese era insoportable, usaba
pañales todavía. Tomaba biberón. Lo único que me decía era ¡que yo no era su madre! Ay,
si lo hubiese sido…
Dormía con su padre y yo con el perro en otra habitación. De aquello… ni hablar. Estaba
totalmente abandonada. Vivía diciéndome que me cuidara, que estaba gorda, pero como
iba a cuidarme si solo atendía la casa y a ese niño y no recibía ningún aliciente para al
menos cuidarme. Si me tengo que hacer cargo de absolutamente todo: Lavo, plancho,
cocino, limpio la casa. ¡Hasta le corto las uñas de los pies! lo depilo, le corto el pelo, hago las
compras…y todo lo que se les pueda ocurrir que puede hacer un hombre y una mujer juntos
en una casa.
Así que ya está, me he rebelado, me quedo sin un duro, pero ¡me da igual!
¡abandono ese hogar que por años me tuvo atrapada cual sierva!
CELESTINA: ¿Chica por las escaleras bajas? ¿Pero no tienes mal la rodilla?
ÁNGELES: Bueno…me estoy tomando unas pastillas que me dejan estupenda. ¿Cuéntame?
CELESTINA: Yo ya no sé qué hacer.
ÁNGELES: ¿qué te pasa? Sabes que puedes contarme lo que sea.
CELESTINA: Pues que estoy con el agua al cuello.
(Salen de la escena hacia la calle)
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ESCENA VI
Entra en escena Marisol que está limpiando la escalera, va con un plumero, ve una revista
y se pone a leerla (improvisación). Se oye una puerta y Marisol se levanta rápidamente.
Entra Luisa que va directa al ascensor.
MARISOL: Bueno Luisa, ya han vuelto de las vacaciones ¿no? Que bien, claro ahora que ya
tienen dinerito…
LUISA: Pues sí ahora ya me puedo comprar todo lo que quiera y disfrutar, cuando puedas
vienes que a la casa le hace falta un repaso. ¡Hala! Me bajo a la peluquería que me peinen.
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ESCENA VII
MARISOL: Eugenia, no sabe de lo que me he enterado hoy en casa de los Márquez mientras
limpiaba.
MARISOL: No, no, esto es peor. Mi nuera será una cochina porque no limpia ni para atrás, y
aún quiere que mi Antonio llegue de trabajar, angelito mío, y se recoja su plato...
MARISOL: ¿Me quiere dejar hablar? Es que al final me voy sin contárselo.
EUGENIA: A ver...
MARISOL: Pues que resulta que el señorito Ángel Márquez, que se casó el mes pasado... es..
bueno…a ver...¿Cómo se lo digo yo sin que le dé un infarto? (Pensativa) Pues que resulta
que su fuente no daba agua porque la tenía cortada.
MARISOL: Noooo. Pues que no había manera de que cumpliera sus obligaciones con su
mujer.
EUGENIA: Que tenía gatillazos, vamos, como mi Paco cuando pierde el Barça.
MARISOL: Todos no, mi Anselmo no tuvo uno en la vida y seguro que mi Antonio salió a su
padre.
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EUGENIA: Bueno, ¿y has venido a contarme los gatillazos de la gente o a comprarme algo
de Avón?
MARISOL: Déjese de Avón. Que no me deja usted hablar. Parece ser, que su fuente no daba
agua porque la gastaba toda fuera.
MARISOL: ¿con otra?... con otra dice… así las tenía (haciendo gesto con la mano de que
han sido un montón)¡Qué disgusto tiene su padre! Claro que la hija también se acaba de
divorciar del hijo del frutero, si que resulta que el chiquito era un sin sangre y la muchacha,
pues ya muerta del aburrimiento, pues tiró mano del vecino del quinto. Si es que, al final, la
vida da muchas vueltas... Como lo que hablábamos, que un día tu marido te cumple como
un campeón, y luego, de repente, ¡zas! No hay manera de que suba el ascensor.
EUGENIA: Pues sí, la vida da muchas vueltas, como esta crema de cara (saca el botecito del
bolso) está ahora con descuento.
MARISOL: Desde luego que es pesada usted, solo le interesa vender y no hace más que
entretenerme intentando colocarme algo. Me voy que me va a hacer llegar tarde a misa.
Adiós. (Sale de escena, la deja con la palabra en la boca)
EUGENIA: Pero si ha venido usted...¡Adiós! (Sube al ascensor) Nada... que al final se ha ido
sin contarme el final de la historia...¡Hala pues aprovecho y llamo a alguna cliente!.
(coje el teléfono y se pone a llamar, al momento habla con alguien. Se para el ascensor)
EUGENIA: Si…Avón llama a su puerta, bueno más bien le llama por teléfono jajaja….
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ESCENA VIII
Entran desde la calle RICARDO Y LUISA (Manolo y Amparo). Entra ella deja el bolso en el
mostrador de la portería y se toca el pelo porque tiene algo, entra Ricardo.
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RICARDO: Es un gorriato, está como si en un último aliento de vida hubiera intentado
agarrarse a cualquier sitio.... y encontró su pelo... Poco a poco... (Mientras le va
desenredando el pelo) Bueno y ahora con tanto dinero de la bonoloto que van a hacer ¿se
van a comprar una mansión? ¿Sabe? Yo tengo un negocio en el que podría invertir, va a ser
muy rentable…(termina y saca el pajarito) Ya está..., aquí tiene el pájaro.
LUISA: Bueno... ¿y qué hago yo ahora con este animalito?
RICARDO: Tirarlo.
LUISA: Es tan poquita cosa..., si me hubiera caído una perdiz ya estaría pensando en alguna
receta suculenta... ¿Sabe? soy una estupenda cocinera, pero con este pajarín poco se
puede hacer..., la verdad es que soy incapaz de arrojarlo a la basura, lo siento como algo
mío...debería enterrarlo.
RICARDO: Dada la naturaleza del suceso no estaría nada mal. Si necesita de un monaguillo
en mi juventud ejercí esas labores y recuerdo el pater noster latino.
LUISA: Le tomo la palabra, lo enterraremos en la maceta. (Se acercan a la maceta y meten
al pajarillo).
RICARDO: Está usted afligida, se le nota que tiene un espíritu harto sensible... Pues mire le
voy a hablar de mis campeones (Le enseña la jaula de caracoles, ella pone mal gesto) Estos
caracoles son mis campeones, con ellos nos podemos hacer de oro, sólo necesito que usted
invierta en el negocio con …unos…500.000 €
LUISA: (Se va riendo al otro lado del escenario) Ja, ja... usted debe pensar que yo estoy
loca, o peor aún... Usted está tan loco como para pensar que estoy tan loca como para
entregarle semejante préstamo para esta locura que me propone. ¿estamos todos locos o
qué?
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LUISA: Mire Ricardo si ya me lo ha dicho, le he entendido perfectamente ¿Pero cómo quiere
que le preste dinero para crear unas pistas de carreras para que corra sus caracoles esto no
es serio, ¡por el amor de Dios! ¿Con quién se cree que está hablando?
RICARDO: Pues con mi vecina, no ¡mi querida vecina! ¡Que nos conocemos desde hace 40
años! Y ya que le tocó la bonoloto pues digo yo que…
RICARDO: Luisa que esto es una buena inversión. No son, simples caracoles (Pausa) Son
atletas. Verdaderos atletas de competición. ¡Pero si queremos estar en la élite mundial de
las carreras de caracoles necesitamos ayuda! ¡Su ayuda!
LUISA: Pero ¿cómo una élite mundial de caracoles? ¿qué caracoles? ¿qué elite mundial?
LUISA: Pero…
RICARDO: Mire, el campeonato del Mundo es dentro de 6 meses, con su patronazgo los
caracoles que hoy estoy empezando a entrenar llegarán a su plenitud física y psíquica para
esta fecha. Mire, ya lo estoy viendo…(ensoñando) Ya estoy viendo cómo cruzan la meta mis
caracoles, y no solo lo veré yo. Todo el mundo verá que los mejores caracoles del mundo
están patrocinados por usted (le guiña un ojo) porque llevarán su nombre en sus
conchitas…LUISA…y todos sabrán que ha sido usted la mujer que lo ha hecho posible.
(amplia sonrisa)
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LUISA: (Se dirige al ascensor) Eso está muy bien, sin duda, pero...
RICARDO: (él la coge al vuelo) ¿sabe que ocurre con los caracoles que son campeones?
LUISA: ¿Qué?
RICARDO: ¡calle! yo se lo diré. Los mejores restaurantes del mundo se pelean por ellos.
RICARDO: (Acercándose a ella como si fuera a contarle un secreto milenario en voz baja)
Los paladares más exquisitos del mundo no se gastan sus fortunas en ostras, ni en
langostas, ni en trufas, ni en caviar ¡Ni siquiera en jamón! El entrenamiento diario
desarrolla la musculatura del caracol de tal manera que le da un sabor indescriptible (Con
acento francés) Oh lá, lá ¡les escargotts!
LUISA: No me diga…
LUISA: A mí me encantan los caracoles... con sus especias…uhm… qué sabor. Es verdad que
son bastante caros… (Ambos asienten con mirada cómplice)
RICARDO: Le acompaño al banco, que mis caracoles nos van a hacer de oro.
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ESCENA IX
(Entra Pepe y sube al ascensor, al momento entra Paqui con una corona de MISS, toca el
ascensor y se para, sube con Pepe. Se saludan por el nombre)
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ESCENA X
(Entra VIOLETA, viene con bolsas de la frutería, se para en la portería a descansar y darse
aire y habla sola)
VIOLETA: ¡Vaya por Dios lo caro que está todo! Con estos precios no llegamos a fin de mes,
y con lo mal que tenemos el trabajo de la animación la Celestina y yo que es que ni para un
pinta-caras nos llaman…esto es la ruina…como no atraquemos un banco…
VIOLETA: (Coge del brazo a Celestina trayéndola hacia ella) Mira que bien Celestina
contigo quería hablar porque estoy fatal de dinero y tenemos que hacer publicidad o algo a
ver si conseguimos algún trabajo.
CELESTINA: Pues eso le estaba contando a Ángeles que estoy fatal de dinero (le coje una
manzana de la bolsa), si hasta el otro día entré a robar una manzana en una frutería y me
pillaron...(le da un bocado a la manzana)
VIOLETA: Es que para robar hay que valer y tu eres muy buena.
ÁNGELES: Pues no os preocupes por nada, que tengo una ayuda especial para vosotras...
CELESTINA: ¿me vas a dejar dinero? Ya sabía yo que eras buena amiga…
ÁNGELES: ¿dinero? si estoy más pelá que un pollo desplumao... nada de dinero…¡mira! Por
ahí viene la que puede ayudarnos.
CELESTINA: ¿Quién?
VIOLETA: ¡Pues a ver si es verdad y se nos aparece la virgen! porque yo también la llevo
clara y con estas ideas de mi marido y los dichosos caracoles.
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(MARISOL entra en escena, viene de la calle)
ÁNGELES: Mi hermana Marisol, una mujer con muchas cosas que contar.
MARISOL: Normalmente me llaman cotilla, pero eso de que tengo muchas cosas que contar
me gusta más.
MARISOL: Que corta rollos... bueno, eso, que la Luisa desde que le tocó la bonoloto no para
de comprar cosas, así que tiene en la casa llena de cosas carísimas, cuadros valiosísimos,
joyas, figuras de Lladró…
VIOLETA: ¿Y?
MARISOL: Pues eso la manera de entrar a su casa sin ser reconocidas. Esta tarde tiene
programada una fiesta de Reyes Magos para los nietos, que dice que cómo le tocó la loto
después de Navidad pues que quiere volver a celebrarlo por todo lo alto…
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ESCENA XI
PEPE: Luisa, ¿de verdad me estás diciendo que tu vecino el que ha pedido el préstamo para
los caracoles te ha despertado un trauma del pasado?
LUISA: Tú no sabes lo que es despertarte de una siesta toda cubierta de caracoles babosos y
asquerosos, hasta dentro de los calcetines tenía.
PEPE: Es que igual echarte a dormir una siesta en el jardín un día que había llovido, no era la
mejor idea.
LUISA: Pensaba que al apoyar a este hombre y a sus caracoles me iba a sentir mejor, pero
no paro de soñar con ellos.
PEPE: Igual tienes que buscar una forma de conectar con ellos.
LUISA: ¿Cómo voy a conectar con unos caracoles babosos y asquerosos, ¿me arrastro por el
barro?
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ESCENA XII
Entran al ascensor
RICARDO: Que guapa la veo…con esa corona ¿Qué viene de una fiesta?
PAQUI: No me quiero olvidar de mi vida de éxito cuando desfilaba en las pasarelas y hacía
anuncios, que no eran de “Emoal” como las pringadas principiantes, cuando me llamaban
las compañías de teatro y rodaba 2 películas al año… Así que no, no me la quito ¡yo soy
MISS UNIVERSO! ¡Qué lo sepa todo el mundo!
PAQUI: Si, claro…Si no fuera porque vengo del psicólogo para poder soportar mi vida de
mierda. He pasado de ser la más grande, a hacer animaciones con dos colgadas que no
valen ni para pintar caras…esto es una ruina (sollozando) ay…perdone que Violeta es su
mujer…estoy tan frustrada que ya no sé lo que digo.
RICARDO: No se preocupe, me hago cargo. Pero mire la vida da muchas vueltas y hoy me ha
favorecido, estoy deseando decirle a Violeta que ya no va a tener que limpiar más baba de
caracol, por fin me han dado el préstamo para mis caracoles y ya no pasaremos más
penurias.
PAQUI: ¡Vaya! pues si ya teníamos poco trabajo ahora ya sí que estoy en la ruina
total…(llora)
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ESCENA XIII
VIOLETA: ¿…Y Baltasar? ¿de dónde sacamos ahora un Baltasar? Estamos pilladas.
CELESTINA: Tranquilicémonos.
CELESTINA: Sosiégate.
VIOLETA: No podemos esperar más, fíjate el retraso que llevamos. Y los Reyes Magos son
tres. Si falta uno, aquí ni ilusión, ni fiesta, ni mandangas. ¿Qué le decimos a los niños?
(Suben al ascensor)
VIOLETA: Por ahí no tragan Baltasar tiene muchos admiradores entre la infancia.
CELESTINA: Teníamos una razón, el pringue que se daba, acuérdate de como dejaba la cara
a los niños después de cada beso. Olvidemos a la Paqui.
CELETINA: Subsahariano.
CELESTINA: Le vi la cara y pensé…chachi éste es el rey Baltasar. Le conté el asunto y dijo: Sí,
me gusta, vale.
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VIOLETA: ¿Pero qué garantías te daba?
CELESTINA: Hay que tener confianza en la gente. ¿Cómo podía suponer lo que iba a pasar?
VIOLETA: Si llego a saberlo…a buenas horas…Lo peor es que a ver que decimos ahora.
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ESCENA XIV
Salen corriendo las reyes magos VIOLETA Y CELESTINA de la casa con unos cuadros y otros
Luisa lo coge del brazo gritando que le han robado y le tira la caja de caracoles al suelo
Entra Pepe
PEPE: Menos mal que no se han llevado mi Rolex, pero Luisa ¿Qué te ha pasado?, relájate.
En eso entran las dos hermanas ÁNGELES Y MARISOL, ÁNGELES le ofrece una pastillita
para recuperarse del susto, y MARISOL disfrutando de todo el cotilleo que podrá contar.
FIN
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