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HERNIAS DE LA PARED ABDOMINAL.

TRATAMIENTO ACTUAL

Segunda edición, 2009


Hernias de la pared abdominal.
Tratamiento actual
Juan Carlos Mayagoitia González
Miembro de la American Hernia Society.
Miembro de la Asociación Mexicana de Cirugía General.
Miembro Fundador y Ex Presidente de la Asociación Mexicana de Hernia.
Miembro de la Academia Mexicana de Cirugía.
Centro Especializado en el Tratamiento de Hernias,
Hospital Médica Campestre, León, Gto., México.

Libro de texto de referencia de los cursos y diplomados de la Asociación Mexicana de Hernia, A.C.

Segunda edición, 2009

Editorial
Alfil
Hernias de la pared abdominal. Tratamiento actual
Todos los derechos reservados por:
E 2009 Editorial Alfil, S. A. de C. V.
Insurgentes Centro 51--A, Col. San Rafael
06470 México, D. F.
Tels. 55 66 96 76 / 57 05 48 45 / 55 46 93 57
e--mail: alfil@editalfil.com
www.editalfil.com

ISBN 978--607--7504--46--7

Segunda edición, 2009

Dirección editorial:
José Paiz Tejada

Editor:
Dr. Jorge Aldrete Velasco

Revisión editorial:
Irene Paiz, Berenice Flores

Diseño de portada:
Arturo Delgado

Dibujos:
Alejandro Rentería

Impreso por:
Impresiones Editoriales FT, S. A. de C. V.
Calle 15 Manz. 42 Lote 17, Col. José López Portillo
09920 México, D. F.
Agosto de 2009

Esta obra no puede ser reproducida total o parcialmente sin autorización por escrito de los editores.

Los autores y la Editorial de esta obra han tenido el cuidado de comprobar que las dosis y esquemas terapéuticos sean correctos y compatibles
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ción proporcionada es totalmente adecuada en todas las circunstancias. Se aconseja al lector consultar cuidadosamente el material de instruccio-
nes e información incluido en el inserto del empaque de cada agente o fármaco terapéutico antes de administrarlo. Es importante, en especial,
cuando se utilizan medicamentos nuevos o de uso poco frecuente. La Editorial no se responsabiliza por cualquier alteración, pérdida o daño que
pudiera ocurrir como consecuencia, directa o indirecta, por el uso y aplicación de cualquier parte del contenido de la presente obra.
Autor y colaboradores

AUTOR

Dr. Juan Carlos Mayagoitia González


Miembro de la American Hernia Society. Miembro de la Asociación Mexicana de Cirugía General. Miembro funda-
dor y Ex Presidente de la Asociación Mexicana de Hernia. Miembro de la Academia Mexicana de Cirugía. Centro
Especializado en el Tratamiento de Hernias, Hospital Médica Campestre, León, Gto.
Capítulos 3, 4, 13, 20, 31, 33, 35, 40, 42, 45, 46, 48, 55

COEDITOR

Dr. Héctor Armando Cisneros Muñoz


Miembro de la American Hernia Society. Subdirector médico de la Unidad Médica de Alta Especialidad del IMSS,
León, Gto. Fundador y Ex Presidente de la Asociación Mexicana de Hernias. Centro Especializado en el Tratamiento
de Hernias, Hospital Médica Campestre, León, Gto.
Capítulos 5, 6, 18, 24, 31

COLABORADORES

Dr. Alberto Acevedo Fagalde Dr. Manuel Aceves Ávalos


Profesor asociado de cirugía de la Facultad de Medi- Cirujano general. Miembro del American College of
cina de la Universidad de Chile. Jefe del Programa de Surgeons y de la International Society of Surgery. Ex
Cirugía Ambulatoria de las Hernias del Centro de Re- Presidente del Colegio de Especialistas en Cirugía
ferencia de Salud (CRS) Cordillera Oriente, MIN- General de Jalisco. Miembro del equipo del Hospital
SAL, Santiago de Chile. San Javier, Guadalajara.
Capítulo 36 Capítulo 6

V
VI Hernias de la pared abdominal. Tratamiento actual (Autor y colaboradores)

Dr. Óscar Álvarez Castillo Dr. Fernando Carbonell Tatay


Cirujano general y coloproctólogo. Miembro funda- Jefe de la Unidad de Cirugía de Pared Abdominal del
dor de la Asociación Mexicana de Hernia. Hospital Hospital Universitario La Fe, Valencia. Profesor aso-
ABC Sur. ciado de Cirugía de la Facultad de Medicina.
Capítulo 4 Capítulo 12, 52

Dr. Rigoberto Álvarez Quintero Dr. Jorge Cervantes


Cirujano general. Miembro de la American Hernia Profesor titular de Cirugía de la UNAM. Ex Presiden-
Society. Presidente de la Asociación Mexicana de te de la Asociación Mexicana de Cirugía General.
Hernia. Director de Professional Benefits de Mexico. Miembro de la Academia Mexicana de Cirugía. The
Capítulos 16, 37, 63 American British Cowdray Medical Center.
Capítulo 30
Dr. Parviz K. Amid Dr. Mariano Covarrubias Hidalgo
Lichtenstein Hernia Institute. Departamento de Ciru- Cirugía general y laparoscópica. Profesor de Cirugía
gía de la Harbor--UCLA y el Cedars--Sinai Medical Laparoscópica. Centro de Entrenamiento de Cirugía
Center, Los Ángeles. de Invasión Mínima H.G.R. No. 1 IMSS, Tijuana.
Capítulo 17 Capítulos 11, 32
Dr. Máximo Deysine
Dr. Roberto Anaya Prado
Profesor de cirugía SUNY de Stony Brook, Nueva
Cirugía y Nutrición Especializada, Guadalajara.
York. Departamento de Cirugía del Winthrop Univer-
Capítulo 51
sity Hospital, Nueva York.
Capítulo 7
Dr. Humberto Arenas Márquez
Ex Presidente de la Asociación Mexicana de Cirugía Dra. María del Carmen Fernández Quintana
General. Cirugía y Nutrición Especializada, Guadala- Especialista en Anestesiología, Hospital Universita-
jara. rio Comandante Manuel Fajardo, La Habana, Cuba.
Capítulo 51 Capítulo 9
Dra. Clotilde Fuentes Orozco
Dr. Juan Carlos Arenas Reyes Especialista en Cirugía General. Miembro de la Aso-
Cirujano general. Miembro de la Asociación Mexica- ciación Mexicana de Cirugía General. Investigadora
na de Hernia. Hospital No. 21 IMSS, León. asociada B, Unidad de Investigación en Epidemiolo-
Capítulo 60 gía Clínica, Hospital de Especialidades del IMSS, Jal.
Miembro del Sistema Nacional de Investigadores Ni-
Dr. Luis Manuel Barrera Zepeda vel Candidata.
Cirugía y Nutrición Especializada, Guadalajara. Capítulo 6
Capítulo 51
Dr. Jorge García Andreu
Anestesiólogo y algiólogo. Servicio de Anestesiolo-
Dr. Robert Bendavid gía, Hospital Ángeles de Querétaro.
Laniado General Hospital, Israel. Capítulo 15
Capítulo 38
Dr. Luis García Sancho
Dr. Roberto Bernal Gómez Médico adjunto. Servicio de Cirugía General y del
Miembro del American College of Surgenos. Ex Pre- Aparato Digestivo del Hospital Universitario Prínci-
sidente de la Asociación Mexicana de Cirugía Gene- pe de Asturias, Madrid.
ral, Sanatorio Español, Torreón. Capítulos 58, 59
Capítulos 26, 27 Dr. Gerardo Gil Galindo
Miembro de la Asociación Mexicna de Hernia. Ciru-
Dr. Santiago Bonafé Diana jano adscrito al Departamento de Cirugía General del
Médico adjunto de la Unidad de Cirugía de Pared Ab- Hospital Metropoliotano. Profesor titular del Curso
dominal del Hospital Universitario La Fe, Valencia. de Cirugía de Pregrado de la Universidad de Monte-
Capítulo 52 rrey. Profesor adjunto del Curso de Cirugía de Posgra-
Autor y colaboradores VII

do, UANL. Miembro de la Asociación de Especialis- Dr. Raúl Guzmán Muñoz


tas en Cirugía General del Estado de Nuevo León. Miembro de la Asociación Mexicana de Hernia. Pro-
Capítulo 43 fesor titular de la materia de Anatomía Humana de la
Facultad de Medicina de la UAC. Catedrático de pre-
Dr. Arthur I. Gilbert grado y postgrado de la Facultad de Medicina de la
Hernia Institute of Florida, Miami. UAC en. Coordinador de la Residencia Médica en Ci-
Capítulo 20 rugía del Hospital Universitario de la UAC. Cirujano
adscrito al servicio de Cirugía del Hospital Universi-
Dr. José Miguel Goderich Lalán tario, Torreón.
Especialista de segundo grado en cirugía general. Capítulo 29
Profesor titular, Hospital General “Santiago de Cu-
Dra. Pilar Hernández Juara
ba”, Cuba.
Adjunta de Cirugía. Servicio de Cirugía del Hospital
Capítulos 1, 10, 57, 64
Príncipe de Asturias, Madrid.
Capítulos 58, 59
Dr. Ernesto Manuel Góngora Gómez
Cirujano general. Miembro de la Asociación Mexica- Dra. Adriana Hernández López
na de Cirugía General y de la Asociación Mexicana de Cirugía general y laparoscópica; endoscopia gas-
Cirugía Endoscópica. trointestinal. Clínica de Hernias del Hospital General
Capítulo 28 “Dr. Manuel Gea González”. Hospital ABC.
Capítulo 50
Dra. Beatriz González Meli
Adjunta de cirugía plástica del Hospital del Niño Je- Dr. León Herszage
sús, Madrid. Jefe de Cirugía de Paredes Abdominales del Hospital
Capítulos 58, 59 Ignacio Pirovano, Buenos Aires.
Capítulo 49
Dr. Alejandro González Ojeda Dr. Eduardo Javier Jaramillo de la Torre
Especialista en Cirugía General. Miembro de la Aso- Cirugía general y laparoscópica. Profesor de Cirugía
ciación Mexicana de Cirugía General. Investigador ti- Laparoscópica. Centro de Entrenamiento de Cirugía
tular A, Unidad de Investigación en Epidemiología de Invasión Mínima H.G.R. No. 1 IMSS, Tijuana.
Clínica, Hospital de Especialidades del IMSS, Jal. Capítulos 11, 32
Miembro del Sistema Nacional de Investigadores Ni-
vel I. Académico Numerario de la Academia Nacio- Dr. Robert D. Kugel
nal de Medicina de México. Académico titular de la Hernia Treatment Center, Olympia.
Academia Mexicana de Cirugía. Miembro del Ameri- Capítulo 21
can College of Surgeons. Dra. Elia Lara Lona
Capítulo 6 Médica epidemióloga. Hospital de Alta Especialidad
del Bajío, Secretaría de Salud.
Dr. Eduardo González Puente Capítulo 2
Jefatura de Cirugía del Hospital Universitario, Salti-
llo. Dra. Inmaculada Lasa Unzúe
Capítulo 26 Adjunta de Cirugía. Servicio de Cirugía del Hospital
Príncipe de Asturias, Madrid.
Dr. José Manuel Guillén Contreras Capítulos 58, 59
Cirujano general. Miembro de la Asociación Mexica-
Dr. Karl A. LeBlanc
na de Hernia, León.
Profesor asistente de cirugía de la Louisiana State
Capítulo 55
University School of Medicine, New Orleans. Surgi-
cal Specialty Group.
Dr. Fernando Guzmán Cordero Capítulo 47
Cirugía general y laparoscópica. Profesor de Cirugía
Laparoscópica. Centro de Entrenamiento de Cirugía Dr. Juan Antonio López Corvalá
de Invasión Mínima H.G.R. No. 1 IMSS, Tijuana. Cirugía general y laparoscópica. Ex Presidente de la
Capítulo 11, 32 Asociación Mexicana de Cirugía Endoscópica. Cen-
VIII Hernias de la pared abdominal. Tratamiento actual (Autor y colaboradores)

tro de Entrenamiento de Cirugía de Invasión Mínima red Abdominal. Miembro correspondiente de la


H.G.R. No. 1 IMSS, Tijuana. Sociedad Europea de Hernia y Pared Abdominal
Capítulos 11, 32 (GREPA) y de la Sociedad Americana de Hernia y Pa-
red Abdominal (AHS).
Dra. Adela López García Capítulo 9
Adjunta de cirugía. Servicio de Cirugía del Hospital
Príncipe de Asturias, Madrid. Dr. José Antonio Mora Huerta
Capítulos 58, 59 Cirujano general. Subdirector de Enseñanza e Inves-
tigación, Hospital Civil de Guadalajara “Fray Anto-
Rafael Lozano nio Alcalde”. Presidente del Colegio de Especialistas
Profesor visitante de la Universidad de Washington, en Cirugía General de Jalisco. Profesor de asignatura,
Institute for Health Metrics and Evaluation. Centro Universitario de Ciencias de la Salud, Univer-
Capítulo 2 sidad de Guadalajara. Director del Curso ATLS, Co-
Dr. Antonio Martín Duce legio Americano de Cirujanos.
Profesor Asociado de Cirugía, adjunto de Cirugía, Capítulo 6
Servicio de Cirugía General, Servicio de Cirugía Ge- Dr. Alfredo Moreno Egea
neral del Hospital Príncipe de Asturias, Alcalá de He- Servicio de Cirugía General del Hospital Universita-
nares, Madrid. rio J. Ma. Morales Meseguer, Murcia.
Capítulos 58, 59 Capítulos 53, 56
Dr. Ángel Martínez Munive Dr. David Munguía Torres
Miembro de la American Hernia Society. Departa- Cirugía y Nutrición Especializada, Guadalajara.
mento de Cirugía del Hospital American British Caw- Capítulo 51
dray. Fundador y vicepresidente de la Asociación Me-
xicana de Hernia. Dr. Enrico Nicolo
Capítulo 48 Profesor asistente de cirugía de la Universidad de Pit-
tsburg, Pensylvania.
Técnico Alberto Merino Ricardo Capítulo 34
Técnico en anestesiología, especializado en Medicina
Tradicional y Electroacupuntura Quirúrgica, Hospi- Dr. Fernando Noguerales Fraguas
tal Universitario Comandante Manuel Fajardo, La ha- Catedrático de cirugía. Jefe clínico de Cirugía, Servi-
bana, Cuba. cio de Cirugía General, Servicio de Cirugía General
Capítulo 9 del Hospital Príncipe de Asturias, Madrid.
Capítulos 58, 59
Dr. Renato Miranda de Melo
Cirujano general y doctor en medicina. Miembro titu- Dr. Óscar Olivares Ontiveros
lar del Colegio Brasileiro de Cirujanos y de la Ameri- Miembro de la Asociación Mexicana de Hernia. Jefe
can Hernia Society. Investigador de la Universidad de Cirugía Endoscópica del Hospital General, SSA,
Federal de Alfenas, Brasil. Profesor del Departamen- Torreón. Cirujano adscrito al Hospital General del IS-
to de Cirugía de la Facultad de Medicina y coorienta- SSTE, Torreón. Catedrático de la materia de Cirugía
dor del programa de posgrado en Ciencias Animales en la Facultad de Medicina de la UAC.
de la Escuela de Veterinaria de la Universidad Federal Capítulos 26, 29
de Goiás, Brasil.
Capítulos 39, 44 Dr. Antonio Orta Castillo
Especialista y Jefe del Servicio de Anestesiología,
Dr. Walter Erwin M. Mittelstaedt Hospital Universitario “Comandante Manuel Fajar-
Profesor de cirugía de la Universidad de São Paulo. do”, La Habana, Cuba.
Miembro del American College of Surgery. Capítulo 9
Capítulo 14
Dr. Manuel Rodrigo Prieto Aldape
Dr. Eduardo José Molina Fernández Cirujano general. Centro Universitario de Ciencias de
Especialista en cirugía general del Hospital Universi- la Salud, Universidad de Guadalajara. Secretario del
tario “Comandante Manuel Fajardo”, La Habana, Cu- Colegio de Especialistas en Cirugía General de Jalisco.
ba. Presidente de la Sociedad Cubana de Hernia y Pa- Capítulo 6
Autor y colaboradores IX

Dr. Emilio Prieto Díaz--Chávez Dra. Lucía Sagüi de la Fuente


Doctor en Ciencias Médicas. Miembro de la Asociación Hospital Universitario, Torreón.
Mexicana de Cirugía General. Asociación Mexicana Capítulo 27
de Gastroenterología. Miembro del American College
of Surgeons. American Society for Parenteral and En- Dr. Arnaldo F. Trabucco
teral Nutrition. American Hernia Society. Catedrático Trabucco Hernia Institute, Nueva York.
de Técnica Quirúrgica en la Facultad de Medicina de Capítulo 19
la Universidad de Colima. Instituto Mexicano del Se-
guro Social, Hospital General de Zona No. 1, Colima. Dr. Ricardo Zugaib Abdalla
Capítulo 55 Profesor de cirugía, Universidad de São Paulo, Brasil.
Cirujano General del Hospita, Sirio Libanes, São
Dr. Éctor Jaime Ramírez Barba Paulo, Brasil.
Miembro del American College of Surgeons. Acade- Capítulo 14
mia Mexicana de Cirugía. Ex Presidente de la Asocia-
ción Mexicana de Cirugía General. Presidencia de la Dr. Ermanno E. Trabucco
Comisión de Salud, Cámara de Diputados. Trabucco Hernia Institute, Nueva York.
Capítulos 2, 26 Capítulo 19
Dr. Luis Roberto Ramírez Mancillas Dr. Franz Ugahary
Miembro y Ex Presidente de la Asociación Mexicana Departamento de Cirugía del Rivierenland Hospital
de Hernias. Miembro de la Asociación Mexicana de Tiel, Holanda.
Cirugía General. Cirujano titular de la Clínica de Her- Capítulo 23
nias de la Pared Abdominal (CLIHPA) del Hospital
ISSSTE y de Hernia Qx, Centro Especializado en Dr. Humberto Fernando Vargas Nakashima
Hernias, Ciudad Victoria. Profesor del curso de Ciru- Cirujano asistente del Hospital de Apoyo María Auxi-
gía de pregrado. Escuela de Medicina de la UVB/ liadora, Lima. Miembro de la Sociedad de Cirujanos
UVM. Generales del Perú y de la American Hernia Society.
Capítulos 41, 61, 62 Capítulo 22
Dr. Hugo Enrique Reyes Devesa Dr. Arturo Vázquez Mellado Díaz
Cirujano general del Hospital de Especialidades Cen- Cirujano general. Miembro de la American Hernia
tro Médico Nacional Veracruz “Adolfo Ruiz Corti- Society. Hospital Ángeles de Querétaro. Laboratorio
nes”, IMSS. Miembro de la Asociación Mexicana de de Cirugía Experimental de la Universidad del Valle
Cirugía General, de la Asociación Mexicana de Ciru- de México, Campus Querétaro.
gía Laparoscópica y de la American Hernia Society. Prólogo a la segunda edición, capítulos 8, 15
Miembro Fundador de la American Hernia Society,
Capítulo México. Dr. Luis Alberto Fernando Vázquez Mellado
Capítulo 25 Residente de Cirugía General. Universidad Autóno-
ma de Querétaro.
Dr. Nelson Rodríguez Huerta
Capítulo 15
Cirugía general y laparoscópica. Profesor de Cirugía
Laparoscópica. Centro de Entrenamiento de Cirugía Dr. Isaac Zaga Minian
de Invasión Mínima H.G.R. No. 1 IMSS, Tijuana. Cirujano general. Departamento de Cirugía del Hos-
Capítulos 11, 32 pital Ángeles de Las Lomas. Asociación Mexicana de
Dr. Guillermo A. Rojas Cirugía General. Asociación Mexicana de Cirugía
Profesor adjunto de Cirugía de la UNAM. Cátedra de Endoscópica. Asociación Mexicana de Hernia. Ame-
Cirugía “Carlos Peralta”. The American British Cow- rican Hernia Society
dray Medical Center. Capítulo 54
Capítulo 30
Dr. Ricardo Zugaib Abdalla
Dr. Ira M. Rutkow Profesor de cirugía de la Universidad de São Paulo.
Director quirúrgico de The Hernia Center, New Jer- Cirujano general del Hospita Sirio Libanes, São Pau-
sey. lo.
Prólogo a la primera edición Capítulo 14
X Hernias de la pared abdominal. Tratamiento actual (Autor y colaboradores)
Contenido

Autor y colaboradores . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . V
Prólogo a la primera edición . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . V
Ira M. Rutkow
Prólogo a la segunda edición . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . VII
Arturo Vázquez Mellado Díaz
Introducción a la primera edición . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . IX
Juan Carlos Mayagoitia González
Introducción a la segunda edición . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . XI
Juan Carlos Mayagoitia González

SECCIÓN I. GENERALIDADES

Capítulo 1. Evolución histórica . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 3


José Miguel Goderich Lalán
Capítulo 2. Epidemiología de las hernias de la pared abdominal . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 9
Éctor Jaime Ramírez Barba, Rafael Lozano, Elia Lara Lona
Capítulo 3. Hernioplastia sin tensión . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 21
Juan Carlos Mayagoitia González
Capítulo 4. Materiales protésicos en hernioplastias . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 31
Juan Carlos Mayagoitia González, Óscar Álvarez Castillo
Capítulo 5. Reparación de hernias de la pared abdominal con malla reesterilizada . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 49
Héctor Armando Cisneros Muñoz
Capítulo 6. Metabolismo de la colágena y la formación de las hernias de pared (herniosis) . . . . . . . . . . . . . . . 53
Manuel Rodrigo Prieto Aldape, Alejandro González Ojeda, Clotilde Fuentes Orozco,
Manuel Aceves Ávalos, José Antonio Mora Huerta, Héctor Armando Cisneros Muñoz
Capítulo 7. Fisiología, patología, biología molecular y tratamiento de las infecciones posteriores
a la hernioplastia . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 61
Máximo Deysine
Capítulo 8. Adherencias intestinales a los materiales protésicos en las reparaciones herniarias . . . . . . . . . . . 69
Arturo Vázquez Mellado Díaz

V
VI Hernias de la pared abdominal. Tratamiento actual (Contenido)

Capítulo 9. Anestesia en hernioplastias . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 77


Eduardo José Molina Fernández, Antonio Orta Castillo,
María del Carmen Fernández Quintana, Alberto Merino Ricardo

SECCIÓN II. HERNIAS INGUINALES


Capítulo 10. Anatomía funcional de la región inguinal . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 85
José Miguel Goderich Lalán
Capítulo 11. Anatomía posterior de la región inguinal . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 97
Juan Antonio López Corvalá, Eduardo Javier Jaramillo de la Torre,
Nelson Rodríguez Huerta, Fernando Guzmán Cordero, Mariano Covarrubias Hidalgo
Capítulo 12. Exploración física de la región inguinal y crural . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 101
Fernando Carbonell Tatay
Capítulo 13. Clasificación de las hernias inguinales . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 105
Juan Carlos Mayagoitia González
Capítulo 14. Etiopatogenia de las hernias inguinales . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 113
Ricardo Zugaib Abdalla, Walter Erwin M. Mittelstaedt
Capítulo 15. Anestesia local en las hernias inguinales . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 121
Arturo Vázquez Mellado Díaz, Jorge García Andreu,
Luis Alberto Fernando Vázquez Mellado
Capítulo 16. Técnica preperitoneal de Stoppa para hernia inguinal . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 129
Rigoberto Álvarez Quintero
Capítulo 17. Técnica de hernioplastia libre de tensión Lichtenstein . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 133
Parviz K. Amid
Capítulo 18. Reparación de hernia inguinal con la técnica mesh plug . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 141
Héctor Armando Cisneros Muñoz
Capítulo 19. Técnica de Trabucco para hernia inguinal . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 151
Ermanno E. Trabucco, Arnaldo F. Trabucco
Capítulo 20. Hernioplastia inguinal con técnica de Gilbert (PHS y UHS) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 157
Arthur I. Gilbert, Juan Carlos Mayagoitia González
Capítulo 21. Reparación de Kugel para hernia inguinal . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 165
Robert D. Kugel
Capítulo 22. Hernioplastia inguinal con malla por abordaje preperitoneal posterior. Técnica de Vargas . . . . 173
Humberto Fernando Vargas Nakashima
Capítulo 23. Hernioplastia inguinal grid iron por abordaje preperitoneal posterior lateral.
Técnica de Ugahary . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 181
Franz Ugahary
Capítulo 24. Reparación de hernia inguinal con la técnica Cisneros . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 191
Héctor Armando Cisneros Muñoz
Capítulo 25. Hernioplastia inguinofemoral con técnica de HERD . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 201
Hugo Enrique Reyes Devesa
Capítulo 26. Reparación de la hernia inguinal con técnica transabdominal preperitoneal (TAPP) . . . . . . . . . . 209
Roberto Bernal Gómez, Óscar Olivares Ontiveros, Eduardo González Puente,
Éctor Jaime Ramírez Barba
Capítulo 27. Reparación de la hernia inguinal con técnica totalmente extraperitoneal (TEP) . . . . . . . . . . . . . . 217
Roberto Bernal Gómez, Lucía Sagüi de la Fuente
Capítulo 28. Hernia inguinal estrangulada . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 223
Ernesto Manuel Góngora Gómez
Contenido VII

Capítulo 29. Complicaciones posoperatorias de la hernioplastia inguinal abierta . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 235


Óscar Olivares Ontiveros, Raúl Guzmán Muñoz
Capítulo 30. Complicaciones de la hernioplastia inguinal por laparoscopia . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 247
Jorge Cervantes, Guillermo A. Rojas
Capítulo 31. Hernias inguinales recurrentes o recidivantes . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 255
Juan Carlos Mayagoitia González, Héctor Armando Cisneros Muñoz
Capítulo 32. Abordaje laparoscópico de las hernias inguinales complejas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 269
Juan Antonio López Corvalá, Eduardo Javier Jaramillo de la Torre,
Nelson Rodríguez Huerta, Fernando Guzmán Cordero, Mariano Covarrubias Hidalgo
Capítulo 33. Hernioplastia inguinal en pacientes seniles . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 275
Juan Carlos Mayagoitia González
Capítulo 34. Hernia inguinofemoral y embarazo . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 279
Enrico Nicolo
Capítulo 35. Elección de la técnica ideal en hernioplastia inguinal . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 283
Juan Carlos Mayagoitia González
Capítulo 36. Síndrome de dolor inguinal crónico preoperatorio . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 287
Alberto Acevedo Fagalde
Capítulo 37. Dolor inguinal crónico posoperatorio o inguinodinia . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 293
Rigoberto Álvarez Quintero

SECCIÓN III. HERNIOPLASTIAS INGUINALES CON TENSIÓN


Capítulo 38. Técnica Shouldice . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 303
Robert Bendavid
Capítulo 39. Técnica de Shouldice modificada en tres capas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 313
Renato Miranda de Melo

SECCIÓN IV. HERNIAS VENTRALES E INCISIONALES


Capítulo 40. Clasificación de las hernias ventrales e incisionales . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 323
Juan Carlos Mayagoitia González
Capítulo 41. Anestesia local en hernias ventrales e incisionales . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 327
Luis Roberto Ramírez Mancillas
Capítulo 42. Hernia umbilical . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 337
Juan Carlos Mayagoitia González
Capítulo 43. Hernias epigástricas y diástasis de rectos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 351
Gerardo Gil Galindo
Capítulo 44. Cierre en masa de la pared abdominal . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 359
Renato Miranda de Melo
Capítulo 45. Técnica de Rives para hernia ventral e incisional . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 365
Juan Carlos Mayagoitia González
Capítulo 46. Hernioplastia de pared abdominal con técnica intraperitoneal . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 379
Juan Carlos Mayagoitia González
Capítulo 47. Técnica laparoscópica para hernioplastias incisionales y ventrales . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 383
Karl A. LeBlanc
Capítulo 48. Neumoperitoneo progresivo preoperatorio para el manejo de hernias con pérdida de dominio . 395
Juan Carlos Mayagoitia González, Ángel Martínez Munive
VIII Hernias de la pared abdominal. Tratamiento actual (Contenido)

Capítulo 49. Abordaje de las eventraciones de pared . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 409


León Herszage
Capítulo 50. Escenarios catastróficos en el manejo de las hernias ventrales e incisionales . . . . . . . . . . . . . . . . . 421
Adriana Hernández López
Capítulo 51. Abdomen abierto. Estrategias de manejo . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 429
Humberto Arenas Márquez, Roberto Anaya Prado, Luis Manuel Barrera Zepeda,
David Munguía Torres
Capítulo 52. Separación anatómica de componentes (SAC) con prótesis y nuevas inserciones musculares:
método para operar la eventración compleja . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 443
Fernando Carbonell Tatay, Santiago Bonafé Diana

SECCIÓN V. HERNIAS POCO COMUNES

Capítulo 53. Hernia femoral . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 457


D. Alfredo Moreno Egea
Capítulo 54. Hernia de Spiegel . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 469
Isaac Zaga Minian
Capítulo 55. Hernias lumbares de la pared abdominal . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 475
Juan Carlos Mayagoitia González, José Manuel Guillén Contreras,
Emilio Prieto Díaz--Chávez
Capítulo 56. Tratamiento laparoscópico de las hernias lumbares. Presente y perspectivas a futuro . . . . . . . . . 487
D. Alfredo Moreno Egea
Capítulo 57. Hernia incisional suprapúbica . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 499
José Miguel Goderich Lalán
Capítulo 58. Hernia subcostal . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 503
Antonio Martín Duce, Fernando Noguerales Fraguas, Adela López García,
Pilar Hernández Juara, Luis García Sancho, Inmaculada Lasa Unzúe,
Beatriz González Meli
Capítulo 59. Hernias paraestomales . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 507
Antonio Martín Duce, Fernando Noguerales Fraguas, Adela López García,
Pilar Hernández Juara, Luis García Sancho, Inmaculada Lasa Unzúe,
Beatriz González Meli
Capítulo 60. Hernias de puertos laparoscópicos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 511
Juan Carlos Arenas Reyes

SECCIÓN VI. CENTROS ESPECIALIZADOS EN HERNIAS


Capítulo 61. Concepto de centro especializado en el tratamiento de hernias . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 519
Luis Roberto Ramírez Mancillas
Capítulo 62. Concepto de cirugía ambulatoria integral en cirugía de hernias . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 525
Luis Roberto Ramírez Mancillas
Capítulo 63. Aspectos económicos y sociales en los procedimientos de reparación de los defectos de
la pared abdominal . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 531
Rigoberto Álvarez Quintero
Capítulo 64. Ética y deontología en la cirugía herniaria moderna. Cuestión epistemológica aplicada a
las hernias . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 35
José Miguel Goderich Lalán
Índice alfabético . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 539
Prólogo a la primera edición
Ira M. Rutkow

Es del conocimiento común entre los cirujanos, que para Aun cuando la cirugía herniaria se hace más comple-
evaluar rápidamente la habilidad mental y técnica de un ja, fue hasta las últimas dos décadas que el tratamiento
colega sólo hay que hablarle de las hernias y al mismo de las hernias --invariable desde l890-- comenzó a des-
tiempo observar al cirujano mientras repara un hernia in- arrollar unas drásticas evolución y revolución. Como re-
guinal. Ahora, más que nunca, esta aseveración es evi- sultado de esta transformación científica consistente pri-
dente por sí misma, debido a que llevar a cabo una her- mordialmente en el cambio de reparaciones tensionantes
nioplastia inguinal simple o una complicada hernia por reparaciones libres de tensión, las complicaciones
incisional, no sólo se trata de una sutura común y co- comúnmente aceptadas, como la retención urinaria, la
rriente en el cuerpo. Las operaciones modernas de hernia orquitis isquémica, la trombosis de la vena femoral y los
de hoy en día requieren del cirujano un total entendi- granulomas por sutura, por mencionar sólo algunas, han
miento de la anatomía funcional y de la fisiopatología de empezado a desaparecer. Ahora, las complicaciones aso-
la pared abdominal, la región inguinal y femoral. Más ciadas con las reparaciones herniarias con sutura están
importante aún, el herniólogo deberá estar familiarizado siendo remplazadas por nuevas preguntas e inquietudes
con el manejo de los materiales protésicos y deberá saber relacionadas con las neuralgias inducidas por la malla,
cómo reconocer y tratar cualquier tipo de complicacio- contratiempos por lesiones gastrointestinales durante
nes, como lo sería una infección relacionada con la malla una hernioplastía laparoscópica y el impacto socioeco-
o una neuralgia inducida aparentemente por el uso de es- nómico que tiene la ejecución de una reparación hernia-
tos materiales. Existen un sinfín de técnicas quirúrgicas ria. Estos cambios han logrado que se abandonen mu-
que el cirujano debe tener presente, que incluyen desde chos mitos ancestrales relacionados con las hernias, por
la más tradicional reparación con suturas (Bassini, Hast- ejemplo, ¿la causa de la retención urinaria posoperatoria
led, McVay y Shouldice) hasta una hernioplastia con el es una próstata hipertrofiada o tan sólo es efecto del do-
uso de material protésico (Lichtenstein, plugs, laparos- lor de la cirugía?, ¿se debe reevaluar el concepto antiguo
copia, etc.), así como también tener un amplio rango de de individualización de la reparación herniaria, donde se
consideraciones técnicas para los defectos herniarios usaban diferentes tipos de reparación para corregir dis-
menos comunes (hernias de Spiegel, lumbares, obtura- tintos tipos de hernias?, en esta nueva era de plastias sin
trices, etc.). Como si todo esto no fuera suficiente, la her- tensión, ¿el cirujano deberá estandarizar su cirugía de
niología actual requiere que el cirujano sea un experto en hernia, efectuando únicamente uno o dos métodos de re-
el uso de diferentes tipos de estadísticas para evaluar los paración, para obtener una adecuada experiencia técnica
diversos tipos de terapias y comprenda los resultados en lugar de realizar un sinfín de procedimientos sin lle-
analíticos de las mismas. Finalmente, el cirujano debe gar a dominar un método en particular?
reconocer el sofisticado mundo que lo envuelve y estar Debido a la complejidad de la cirugía de hernia y al
alerta de los aspectos económicos, sociales y culturales hecho de que la reparación de hernias inguinales conti-
en relación con su impacto en la práctica de la medicina núa siendo el procedimiento quirúrgico más realizado
moderna, en especial en la cirugía de las hernias. por el cirujano general, el libro Hernias de la pared ab-

V
VI Hernias de la pared abdominal. Tratamiento actual (Prólogo a la primera edición)

dominal. Tratamiento actual es bienvenido como un con la cirugía de hernia en todo el mundo y de la forma-
complemento de la literatura quirúrgica. A través de sus ción de la American Hernia Society así como de la Euro-
páginas bien escritas y con un texto comprensivo encon- pean Hernia Society, será obvio para cualquier observa-
traremos la respuesta a muchas de las interrogantes que dor que la cirugía herniaria está incrementando su
han surgido en el cambiante mundo de la herniología. importancia en el mundo de la medicina moderna.
Efectivo en su diseño y con un contenido temático com- Felicito a cada uno de los autores de los capítulos de
pleto, los editores deben ser felicitados por concebir este este libro por su contribución. Los editores deberán estar
maravilloso texto. Es por medio de esfuerzos como el de orgullosos de un libro bien organizado y completo en su
esta obra que quedan pocas dudas sobre el tema y se con- presentación. Los lectores tienen en sus manos el libro
tinúa atrayendo el interés en la cirugía de hernia entre los de hernias más actualizado y comprensivo. ¡Aprendan
cirujanos de México, Centroamérica y Sudamérica. Gra- de sus páginas y apliquen los conocimientos del excitan-
cias al número creciente de conferencias relacionadas te y cambiante mundo de la cirugía herniaria!
Prólogo a la segunda edición
Arturo Vázquez Mellado Díaz

Tiene usted en sus manos la segunda edición de Hernias contramos que las hernias, a pesar de que constituyen
de la pared abdominal. Tratamiento actual, donde nue- una patología prevalente en todos los hospitales genera-
vamente el doctor Juan Carlos Mayagoitia, luego de una les, suelen ser relegadas a un plano secundario. El resi-
ardua labor editorial, logró concentrar en el presente vo- dente es educado hacia una actitud reverencial por cier-
lumen el estado del arte en la atención de la patología tas técnicas quirúrgicas y las reparaciones de las hernias
herniaria. El texto es un exitoso reflejo del cuidado y la de la pared abdominal no suelen ser unas de ellas. Tam-
dedicación especial por el estudio y atención de las her- bién es común considerar que el cierre de las incisiones
nias abdominales. Estoy seguro de que tanto el médico abdominales y sus complicaciones son asuntos más bien
residente como el cirujano experimentado disfrutarán el para el residente de menor jerarquía y crecemos con una
recorrido de sus páginas. La presente edición busca ser falsa idea acerca de la atención de la patología de la pared
lo más comprehensiva posible, abarcar los aspectos fun- abdominal. En contraste, en esta época de enorme refina-
damentales como la anatomía y la fisiopatología de las miento científico en la cirugía, debe llamarnos la aten-
hernias, detallar las técnicas de reparación convenciona- ción que la recurrencia de la hernia inguinal en manos
les y laparoscópicas y abundar en detalles complementa- del cirujano convencional en cualquier país del mundo
rios de suma importancia como la anestesia local y las es de 30%. La incidencia de hernia incisional luego de
novedades en los materiales protésicos. Asimismo, en cualquier laparotomía va de 13 a 30%, y la recurrencia
esta edición se agregaron algunos capítulos pertinentes, de un cierre suturado de dicha hernia posoperatoria es de
como la plastía inguinal en los pacientes seniles, las her- hasta 50%. Si consideramos el número de laparotomías
nias de puertos laparoscópicos, los escenarios catastrófi- realizadas diariamente en cualquier hospital general y si
cos en el manejo de las hernias ventrales e incisionales tomamos en cuenta que al menos 1 de cada 10 varones
y las estrategias de manejo del abdomen abierto, entre padecerá una hernia inguinal en su vida, entonces nos
otros. daremos cuenta de dos hechos indiscutibles: primero,
Desde que se hizo la primera edición, en 2003, han los cirujanos generales no somos tan exitosos manejan-
surgido muchas innovaciones, que incluyen el marco do las hernias como otras patologías comunes en nuestra
conceptual general de la herniosis, sus bases molecula- práctica quirúrgica, como la apendicitis o la colelitiasis;
res y genéticas, la aceptación universal de las técnicas li- segundo, las hernias de la pared abdominal son un verda-
bres de tensión con reforzamiento protésico y, sobre to- dero problema de salud pública.
do, la necesidad de un abordaje más experimentado de Las hernias de la pared abdominal no son sólo una, si-
la patología de la pared abdominal, para abatir exitosa- no muchas entidades nosológicas, cuyo abordaje requie-
mente la recurrencia y otras complicaciones. re conocimientos fundamentales de su histología, anato-
Pocas áreas de las ciencias médicas son tan ricas en mía, fisiopatología, evaluación clínica y abordaje
aspectos históricos, anatómicos y de técnica quirúrgica quirúrgico. Asimismo, con el advenimiento de las técni-
como las hernias abdominales. No obstante, durante cas libres de tensión, ha ocurrido un desarrollo explosivo
nuestro entrenamiento quirúrgico como residentes en- de los materiales protésicos de avanzado diseño comer-

VII
VIII Hernias de la pared abdominal. Tratamiento actual (Prólogo)

cialmente disponibles, con cuyas características debe- hecho posible este libro forma parte de una gran tenden-
mos familiarizarnos. Por lo tanto, no es casualidad que cia contemporánea hacia una mejor cultura médica en el
en los congresos, los cursos y los talleres sobre hernia es- campo de la patología de la pared abdominal. El doctor
te tema sea siempre de los más solicitados. A esta necesi- Juan Carlos Mayagoitia logró compilar los trabajos más
dad obedece la segunda edición de Hernias de la pared representativos, escritos por expertos en cada tema. Es-
abdominal. Tratamiento actual, que busca no sólo pro- toy seguro de que no sólo el lector encontrará respuestas
porcionar los conocimientos necesarios para la práctica en sus páginas, sino que el libro alcanzará el mayor de
cotidiana, sino que intenta despertar el interés por un ma- sus propósitos: profesionalizar el tratamiento de las her-
nejo más profesionalizado de las hernias abdominales en nias abdominales dondequiera que sea leído.
los cirujanos de todo el país. El esfuerzo editorial que ha
Introducción a la primera edición
Juan Carlos Mayagoitia González

Son incuestionables los avances que la cirugía ha tenido sión de las hernias de la pared abdominal, se dio de nueva
en las ultimas tres décadas. Prácticamente ningún campo cuenta la importancia que requiere la adecuada opera-
de las diferentes áreas quirúrgicas se ha visto excluido ción de un paciente con hernia, para eliminar casi por
del torbellino de cambios en los conceptos fisiopatológi- completo las posibilidades de recurrencia y lograr una
cos de las enfermedades, nuevas formas de atacarlas, di- rápida reintegración a sus actividades habituales, con la
seños de procedimientos quirúrgicos más sencillos y consecuente mejoría de su calidad de vida posterior. Al
efectivos, y la aparición de apoyo tecnológico inimagi- mismo tiempo se han creado en todo el mundo centros
nable e increíble. especializados en el tratamiento de las hernias, asocia-
Dos de los cambios más significativos en la cirugía ciones dedicadas exclusivamente a la difusión y estudio
general están representados por el advenimiento de la ci- de las hernias y su reparación quirúrgica, entre las que
rugía laparoscópica y por la creación de nuevas técnicas destacan la American Hernia Society (AHS) y la Euro-
quirúrgicas en el manejo de las hernias de la pared abdo- pean Hernia Society (EHS). Finalmente, y quizás lo más
minal, tema al que dirigimos nuestra atención en este li- importante, el cirujano ha hecho conciencia de que debe
bro. enseñar y supervisar minuciosamente estos procedi-
La hernia inguinal representa la segunda causa de ci- mientos a sus residentes.
rugía en los servicios de cirugía general y la plastia de El objetivo principal de esta obra es dar a conocer los
hernia incisional ocupa la séptima. Si se toma en cuenta conceptos básicos y las diferentes técnicas libres de ten-
que aproximadamente 15% de la población padecerá de sión que se manejan en la actualidad para la reparación
alguna hernia en el transcurso de su vida, se comprende- de los defectos de la pared abdominal, con la valiosa co-
rá que es de vital importancia reducir los índices de recu- laboración de expertos internacionales en este campo es-
rrencia al incorporar en la práctica de la cirugía los nue- pecífico de la cirugía, de los cuales la mayoría son miem-
vos métodos de reparación herniaria que les permitan a bros de la AHS y la EHS. Los cirujanos ya formados y
los cirujanos obtener mejores resultados, a las institucio- los residentes quirúrgicos encontrarán este libro como
nes de salud disminuir los costos derivados de reopera- una útil referencia para iniciarse o profundizar en este
ciones por recidivas y al paciente obtener una satisfac- apasionante campo de la cirugía.
ción total en el servicio que se le ofrecen. Agradezco el esfuerzo individual de cada uno de los
Es interesante constatar que desde los esfuerzos ini- colaboradores que desinteresadamente y sin egoísmos
ciales de los doctores Lichtenstein, Rives y Stoppa al in- vertieron sus conocimientos y años de experiencia para
troducir sus técnicas y conceptos de reparación sin ten- la consecución de este proyecto.

IX
X Hernias de la pared abdominal. Tratamiento actual (Capítulo 4)
Introducción a la segunda edición
Juan Carlos Mayagoitia González

La cirugía herniaria, como parte integral de la ciru- pitantes (Herniosis), que son los retos a vencer en
gía general, pasó de su estancamiento incomprensi- las siguientes décadas.
ble a convertirse en la actualidad en un área con gran Con el desarrollo actual de mejores materiales pro-
desarrollo en investigación clínica y tecnológica tésicos como las mallas ligeras parcialmente absorbi-
por parte de cirujanos interesados en el tema, así co- bles, del entendimiento del concepto de “herniosis”,
mo de las casas comerciales fabricantes de prótesis culpable de un alto porcentaje de recidivas, y de la
y dispositivos para cirugía abierta y laparoscópica. mejora apreciada en muchas instituciones formado-
Sin embargo, a más de medio siglo del descubri- ras de residentes quirúrgicos donde se le da importan-
miento del polipropileno y a más de tres décadas de cia al campo de las hernias de la pared abdominal,
su uso sistematizado en la reparación de hernias, se- mediante la supervisión de la enseñanza de las técni-
guimos teniendo dudas e incertidumbres al respec- cas, esperamos mejorar y estandarizar paulatinamen-
to. Creímos haber alcanzado y sobrepasado el sueño te los resultados de la cirugía herniaria practicada por
de Billroth (1888) de descubrir un tejido de las mis- la totalidad de los grupos quirúrgicos, aun en los que
mas características y fuerza que los tejidos norma- no están interesados específicamente en este tipo de
les del organismo para la cura radical de la hernia (el cirugía. Parece que la lucha estéril entre laparosco-
polipropileno tiene una fuerza tensil de 80 a 100 Ng/ pistas y herniólogos por tratar de demostrar que sus
cm contra los 16 Ng/cm de la pared abdominal), pe- técnicas son mejores que las otras llegará a su fin y se
ro hoy nos encontramos con los desconcertantes da- incorporarán ambas como opciones buenas e indis-
tos de que el porcentaje de hernias inguinales pensables que se complementan en el tratamiento
recidivantes que operamos sigue siendo alto (14% personalizado de cada paciente.
para Bendavid y 11.7% en nuestro centro de her- Desde que salió a la venta la primera edición de
nias; Congreso AHS, Miami, 2007), lo cual también este libro comprendimos que debíamos mejorar,
ocurre en el terreno de las hernias incisionales, don- completar y actualizar su contenido para seguir te-
de 52% de nuestros pacientes han tenido al menos niendo vigencia, pues los cambios constantes tanto
un intento previo de reparación. Lo anterior nos lle- en el aspecto quirúrgico como tecnológico surgen a
va a concluir que aún se aplican y se indican en for- velocidades sorprendentes y vuelven caducos algu-
ma incorrecta las técnicas quirúrgicas, que se elige nos conceptos anteriores, sin que esto quiera decir
mal el material protésico para cada caso en específi- que no tuvieran su momento de “verdad”, por lo que
co y que aún hay factores que carecen de control, co- conviene recordar el enunciado del doctor Alcindo
mo las deficiencias de colágena y sus factores preci- Lázaro da Silva (prestigiado herniólogo brasileño):

XI
XII Hernias de la pared abdominal. Tratamiento actual (Introducción)

“Las verdades de hoy no son medias verdades; sólo mas de interés son el síndrome de ingle dolorosa
son transitorias.” preoperatorio, que puede asociarse con hernia o no
En esta nueva edición actualizada incluimos una y dificulta el manejo y las expectativas del paciente,
técnica de reparación sin malla, como lo es la técni- así como el capítulo de dolor crónico posoperatorio
ca de Shouldice, ante la necesidad de tener una op- o inguinodinia, que si bien no ha aumentado su fre-
ción en nuestro armamento de conocimientos para cuencia de aparición con el advenimiento de las téc-
reparar una ingle en caso de no contar con material nicas libres de tensión, ahora tenemos la posibilidad
protésico o de que por algún motivo especial se de- de reconocerla y tratarla adecuadamente.
cida no aplicarlo. Al mismo tiempo abordamos te- Finalmente, presentamos algunos capítulos in-
mas que se relacionan con la producción de las her- teresentes que abordan los escenarios catastróficos
nias de pared abdominal, como el correcto cierre de y complejos en hernias, manejados por accesos
la pared durante una laparotomía, el manejo del ab- abiertos o laparoscópicos, que podrían hacernos
domen abierto que muchas veces termina en una pensar que deben ser manejados por expertos, pero
hernia ventral, etc. Hay capítulos sobre áreas donde que en la práctica habitual se nos presentan con rela-
antes no se proponía el empleo de prótesis, como en tiva frecuencia y nos vemos envueltos en alguna
la hernia epigástrica, umbilical o de Spiegel, pero etapa de su resolución.
ahora su uso es rutinario para mejorar los resulta- De nuevo hago un reconocimiento especial a
dos. Asimismo, agregamos capítulos que sospecha- nuestro amplio grupo de colaboradores que aun con
mos que cada vez serán más comunes en nuestra sus diferencias geográficas, tecnológicas, ideológi-
práctica, como las hernias de puertos laparoscópi- cas, etc., nos presentan un pensamiento y panorama
cos, que en la actualidad tienen una frecuencia de 3 muy similares en el aspecto teórico--práctico de la
a 6% de todas las cirugías con acceso laparoscópico reparación herniaria. Todos tenemos fe en lograr el
y se espera que este porcentaje aumente a la par de objetivo del presente texto: que sea de utilidad en la
los procedimientos de mínimo acceso. Otros dos te- práctica diaria del cirujano general.
Con cariño para,
Juddit, Paola, Cinthya y Danna.
Sección I
Generalidades

Sección I. Generalidades
Capítulo 1
Evolución histórica
José Miguel Goderich Lalán

INTRODUCCIÓN MEDIO ORIENTE

La hernia inguinal (del griego hernios, que significa La Biblia contiene escasas referencias acerca de las her-
“vástago” o “yema”), que aparece como un bulto en la nias, aunque se sabe que los antiguos hebreos las trata-
ingle, fue representada en mármol por los antiguos grie- ban con aceites, vinos, vendajes y ligaduras. En el Tal-
gos y referida en un papiro egipcio en el año 1500 a.C. mud aparecen algunas referencias que plantean la
La hernia es uno de los tributos que el hombre pagó relación de los testículos con la fertilidad y la relación
a cambio de la bipedestación, por lo que es tan antigua de ésta con las hernias y la criptorquidia.
como él mismo. En el museo de la Universidad de Pennsylvania exis-
El tratamiento prehistórico de esta afección se basa- ten unas tablillas asirias que refieren “las enfermedades
ba en exorcismos, encantamientos, vendajes, ungüentos en la región de los genitales y su tratamiento”, donde se
y sinapismos, entre otros, y es probable que no se inten- menciona que las hernias eran tratadas con maniobras
tara ningún tratamiento quirúrgico de las hernias no y ungüentos.
complicadas.
La primera documentación histórica acerca de esta
entidad se encuentra en Egipto, en la necrópolis de Saq- ASIA
qarah, donde existe un mural con jeroglíficos que repre-
sentan la hernia y la circuncisión.
Las referencias iniciales sobre su tratamiento apare- En China se empleaba la acupuntura y la moxibustión,
cen en el Papiro de Ebers (1500 a.C.) (Eb864, VIII di- que consistía en quemar un pequeño cono de combusti-
nastía), que relata las hernias no complicadas y las com- ble en la piel para provocar una escara que sirviera de
E Editorial Alfil. Fotocopiar sin autorización es un delito.

plicadas. El tratamiento consistía en baños, oraciones, “derivativo”; dicho cono se preparaba fundamental-
maniobras manuales de reducción, ungüentos, etc., e in- mente con artemisa.
cluso la cauterización. Los chinos carecían de conocimientos de anatomía y
La momia de Mecepthen (Izisane) no mostraba es- no permitían la disección en seres humanos; sin embar-
croto, aunque conservaba el pene, y es probable que un go, practicaban cirugías menores y cauterizaciones,
antiguo cinosculador egipcio haya llevado a cabo una entre otras, y trataban las hernias mediante castración.
operación con el fin de curar una hernia. En la India Susruta practicaba cauterizaciones y ma-
Cuando se descubrió, la momia de Ramsés V (1157 ceración en las hernias estranguladas, aunque las consi-
a.C.) presentaba un gran saco escrotal que había sido deraba incurables; no obstante, ofreció una correcta
empujado hacia atrás a través del perineo, lo cual indica apreciación del fenómeno, definido de esta manera: “el
que quizá padeció una gran hernia y tal vez hidrocele. intestino delgado es apresado en la región inguinal”.

3
4 Hernias de la pared abdominal. Tratamiento actual (Capítulo 1)

GRECIA aguda. Es posible que Celso haya descrito la primera in-


tervención quirúrgica efectiva para el tratamiento de las
hernias inguinales, que consistía en una incisión para di-
secar el saco (de interiore membrane abdominis ruta);
Del periodo helénico se cuenta con estatuas de terracota luego se ligaba el saco y se preservaban el cordón y el
que representaban hernias inguinales (figura 1--1). Hi- testículo; en las hernias muy grandes se empleaba el
pócrates (460 a.C.), considerado un descendiente direc- cauterio y se suturaba la herida.
to de Esculapio, fue quizá el más grande exponente de Sin duda, ésta es la primera descripción histórica de
la medicina griega. Describió la hernia y sus variedades, una herniorrafia, considerada por Kooutz como una in-
a las que denominó “permulceo” y “laxo”, y señaló al- tervención muy osada para aquella época, por lo que no
gunas de sus causas. Asimismo, disertó sobre las her- le da mucha credibilidad. También hay que destacar que
nias estranguladas y su desenlace fatal. Sin embargo, en se hacían ligaduras por transfixión de los sacos umbili-
el Corpus Hippocraticum omitió el tratamiento de las cales y se practicaba la taxis antes de operar.
hernias, por lo que los historiadores suponen que esa Celso describió la anatomía de la región con base en
parte de la obra se perdió. No obstante, es evidente la ac- los tratados griegos y en sus propios estudios, y es por
tividad quirúrgica de los griegos, puesto que en sus obras ello que quizá es el primer herniólogo verdadero de la
se describen múltiples operaciones e instrumentos. historia; se considera que “después de Celso no existió
más progreso quirúrgico en el tratamiento de las hernias
en los 1500 años posteriores”.
ROMA Galeno (130 a 200 d.C.), médico y cirujano de los
gladiadores, hizo una descripción correcta de los mús-
culos anchos del abdomen y consideró las hernias pro-
vocadas por una deficiencia de los dos músculos más
Los romanos importaron una gran cantidad de conoci- externos. Señaló que siempre existían adherencias epi-
mientos helenísticos; se considera que el médico roma- ploicas y que el peritoneo se rompía, y trataba las her-
no que más aportó al conocimiento y tratamiento de las nias por reducción, ligadura y cauterización. Sus teorías
hernias fue Aurelius Cornelius Celsus (Celso) (siglo I fueron respetadas hasta los tiempos de Haller (1708 a
d.C.), quien resumió los conocimientos médicos grie- 1777).
gos en una obra de ocho volúmenes, De res medica, Heliodoro (100 d.C.) describió una operación similar
donde se refieren los signos cardinales de la inflamación a la de Celso, pero detalló el tratamiento posoperatorio
y sus complicaciones.
Caelios Aurelianus (600 d.C.) realizó estudios acerca
de las hernias, para las cuales aconsejaba el tratamiento
quirúrgico en caso de estrangulamiento y de falta de res-
puesta a la taxis.
Pablo de Aegina (700 d.C.) trató con lucidez el tema
de las hernias y describió una operación que incluía la
mutilación del testículo, la cual se practicó casi 1 000
años después. También diferenció el bubonocele de la
hernia inguinoescrotal.

EDAD MEDIA

Durante este periodo oscuro del conocimiento y el desa-


rrollo humano dominaron en Europa el cristianismo y
el oscurantismo; sin embargo, floreció la cultura árabe.
A pesar del desarrollo de las artes y ciencias árabes
Figura 1--1. Terracota de la antigua Grecia que ilustra una y de que en el área de la medicina surgieron los signos
hernia femoral (900 a.C.). de Avicena y Albucasis (siglo XI), en esta época las her-
Evolución histórica 5

nias se trataban con métodos bárbaros. Era una práctica Guillermo de Salicet--Lombardy (siglo XIII), des-
habitual exponer quirúrgicamente el saco herniario para pués de Celso, fue el primer cirujano que se rehusó a sa-
cauterizarlo. En su tratado titulado Altrasrif, Abu’l--Qa- crificar el testículo, aunque este importante avance no
sim Khalaf ibn Abbas al--Zahrawi (Albucasis) preconi- se universalizó de inmediato y se siguió con la escuela
zó la cauterización, previa reducción manual de la her- galénica.
nia (figura 1--2), y distinguió los distintos tipos de Laugtrans (Lanfranco), alumno de Guillermo de Sa-
hernias inguinales. licet, propuso el uso de vendajes y métodos paliativos,
En Europa la cirugía fue separada de la medicina y el ya que la mortalidad ocasionada por los otros métodos
Edicto de Tours (1163) restringía su práctica a los barbe- era muy alta. En su Cirugía magna describió las even-
ros y charlatanes incultos. No obstante, entre ellos des- traciones y, por supuesto, las hernias inguinales.
tacaron algunas figuras importantes e incluso escuelas. Guy de Chauliac (siglo XIV) escribió con profusión
En general, las hernias se trataban con braguero y acerca de las hernias, pero no realizó contribuciones im-
métodos quirúrgicos, como la “operación real” o “pun- portantes. Sus métodos eran agresivos y practicaba la
tada real”, en la que se ligaba el saco con un hilo de oro disección, la ligadura y la cauterización del saco hernia-
a nivel del cuello, sin sacrificar el riego testicular. Reci- rio con resección del testículo, considerando que sin
bía estos nombres porque servía para preservar a los fu- castración la técnica no era satisfactoria. No obstante,
turos súbditos del rey. diferenció las hernias inguinales de las crurales y descri-
Los métodos para el tratamiento a veces eran brutales bió métodos de reducción herniaria. En su obra cumbre
e incluían la castración y la cauterización. La mortali- dedicó un tratado completo a las hernias (libro sexto de
dad operatoria era muy elevada y la agravaba el desco- Inventorium sidecolectorium artis chirurgicalis).
nocimiento de métodos anestésicos y antisépticos. Durante esta época se popularizaron algunos méto-
dos de dudosa utilidad, como la práctica de colgar a los
pacientes con hernias atascadas y estranguladas, o de
ESCUELA DE SALERNO cubrirlos con pieles de animales.

RENACIMIENTO (1453 A 1600)


Un miembro destacado fue Ruggero de Salerno (Practi-
ca chirurgicae), con la preconización de métodos con-
servadores. Sin embargo, en esta época estaban más en
boga las operaciones radicales en las que se sacrificaba Durante este periodo, cuando el feudalismo dio paso al
el testículo y se empleaba el cauterio. capitalismo, el hombre se liberó de múltiples trabas, a
pesar del freno de la Inquisición, y las artes y las cien-
cias experimentaron un importante desarrollo.
Andrés Vesalio (1514--1564), autor de De humanis
corpori fabrica, y Gabriel Falopio (1523 a 1562), crea-
ron una anatomía científica y verdadera, que tan necesa-
ria resultaba para el desarrollo de la cirugía.
En esta etapa la figura más relevante fue, sin lugar a
E Editorial Alfil. Fotocopiar sin autorización es un delito.

dudas, Ambrosio Paré (1510 a 1590), un eminente ciru-


jano militar y real. Basó su trabajo quirúrgico en la prác-
tica anatómica de Vesalio y elevó de nuevo la cirugía al
rango de las ciencias. Hizo numerosas aportaciones téc-
nicas y creó múltiples instrumentos. En cuanto al trata-
miento de las hernias, tenía tendencias más bien conser-
vadoras, pero modificó la “puntada de oro” y creó
varios tipos de bragueros (figura 1--3); asimismo, reali-
zó taxis y ligaduras del saco, y describió las hernias dia-
fragmáticas.
Pierre Franco (1553) fue un gran cirujano francés del
Figura 1--2. Cauterización de una hernia (Códice Series siglo XVI que publicó un importante tratado sobre las
Nova, siglo XII). hernias y detalló instrumentos para su tratamiento (figu-
6 Hernias de la pared abdominal. Tratamiento actual (Capítulo 1)

Figura 1--3. Braguero para hernias de Ambrosio Paré (siglo Figura 1--5. Incisión inicial y control del sangrado. Tomada
XVI). de: Caspar Stromayr: Die Handschrift des Schinitt--und Au-
genarztes, 1559.

ra 1--4). Fue un cirujano (“cortador”) itinerante (figura


1--5) y describió hasta ocho tipos diferentes de hernias SIGLO XVIII: DEL BARROCO
de la región inguinal (1561). Hasta entonces, el pronós- A LA ILUSTRACIÓN
tico de las hernias estranguladas era mortal, pero él des-
cribió la quelotomía de urgencia, con la cual salvó la
vida de muchos pacientes; sin embargo, fue Moupasios
Pierre Dionis (1718) organizó un curso práctico de ciru-
quién llevó a cabo la primera quelotomía de urgencia
gía en los jardines reales de París, donde se hicieron de-
(figura 1--6).
mostraciones de anatomía y cirugía. Dionis creó un sin-
Joannes Sculetus (1596 a 1645) ganó fama en su épo-
número de instrumentos, pero criticaba a Celso y
ca y describió una técnica que consistía en la introduc-
defendía la “puntada de oro” y la castración, las cuales
ción del testículo dentro del canal inguinal, después de
estuvieron en boga en París hasta 1796.
la taxis reductora (figura 1--7).
Por otro lado, Alexis Littré (1658 a 1726) describió
la hernia que contiene el divertículo de Meckel en 1699

Figura 1--4. Cirujanos de hernia e instrumentos. Tomada Figura 1--6. Vendaje de la incisión. Tomada de: Caspar
de: Caspar Stromayr: Die Handschrift des Schinitt--und Au- Stromayr: Die Handschrift des Schinitt--und Augenarztes,
genarztes, 1559. 1559.
Evolución histórica 7

la castración, el punto dorado, la sutura real (Dionis)


—que es similar a la sutura, pero preserva el cordón—,
la incisión de todos los planos, la introducción del testí-
culo en el anillo inguinal, la cauterización, la escarifica-
ción, etc., constituían aspectos de interés histórico.
Más adelante se llevaron a cabo los siguientes proce-
dimientos:

S La autoplastia (Tamesen), que consistía en la colo-


cación de un colgajo de piel en el anillo inguinal.
S La invaginación (Gerdy, Wutzer, Vallette, Egea,
etc.), donde se procedía a invaginar el saco y la
Figura 1--7. “Después de la operación”. Tomada de Caspar piel del escroto, para sostenerlos con puntos de su-
Stromayr: Die Handschrift des Schinitt--und Augenarztes, tura o dispositivos impactados en el conducto in-
1559. guinal.
S El sedal (Mosver), donde se colocaba un hilo a lo
largo del conducto inguinal durante 18 o 20 días
y Antonio Gimbernat (1742 a 1790), profesor de cirugía para crear fibrosis (se complementaba con un ven-
en Barcelona y cirujano de Carlos III, describió el liga- daje). Se recomendaba en las hernias pequeñas y
mento que lleva su nombre y una técnica para la repara- de reciente aparición.
ción de hernias crurales. S El enrollamiento del saco (Vidal de Cosis) en dos
También durante este periodo destacaron John Hun- alambres de plata, que se aplicaba cuando estaba
ter, Scarpa y Richter, entre otros, y se describieron con relacionado con varicocele.
minuciosidad los tipos herniarios y sus manifestaciones S Las inyecciones esclerosantes; fueron introduci-
clínicas. das y popularizadas por el Dr. Heaten en EUA, e
Percival Pott (1714 a 1788) fue otro brillante cirujano incluso se anunciaban en la prensa de la época.
militar que dio a conocer el origen congénito de las her-
nias y los instrumentos y técnicas que llevan su nombre. Por último, Lister (1827 a 1912) describió los métodos
de cirugía antiséptica y propagó el “listerismo” unido a
los trabajos microbiológicos de Pasteur, dando origen a
SIGLO XIX: ROMANTICISMO una profunda revolución en la cirugía que, unida a los
avances anestésicos, mejoró el pronóstico de los proce-
dimientos operatorios.

A principios del siglo XIX llegó a su grado más elevado


el conocimiento de la anatomía de la región inguinal, ETAPA POSLISTERIANA
gracias a los trabajos de Antonio Scarpa (1747 a 1832),
Hessellbach y Astley Cooper (1768 a 1841).
En este siglo ocurrieron acontecimientos de impor-
E Editorial Alfil. Fotocopiar sin autorización es un delito.

tancia para el desarrollo quirúrgico en general, entre los Las publicaciones de Marcy acerca de la importancia
que figuran el descubrimiento de la anestesia, por parte del anillo inguinal profundo y su método de reparación
de Wells, y los trabajos sobre antisepsia, llevados a cabo se consideran básicas. En un artículo publicado en la re-
por Lister. vista JAMA (28 de mayo de 1887) este notable cirujano
En 1870 Nelaton publicó el Programa del tratamien- estadounidense describió una técnica para la reparación
to quirúrgico de las hernias inguinales, cuyo tomo V in- del anillo inguinal profundo —que recibe su nombre y
cluye los tratamientos paliativo y curativo. aún se practica en la actualidad—, recalcó la importan-
El tratamiento paliativo se refiere a la taxis simple, cia del anillo profundo y preconizó la ligadura alta del
con la posterior colocación de vendajes o bragueros ra- saco y la sutura de la fascia transversalis.
dicales terapéuticos. Nelaton apuntó que la reducción Los trabajos de Bassini (1844 a 1924) revoluciona-
mantenida por braguero (con bajo porcentaje de cura- ron la cirugía de la hernia cuando llevó a cabo la repara-
ciones) provocaba un proceso inflamatorio crónico (ya ción de la pared posterior del conducto inguinal, con su-
que se colocaba durante años). Asimismo, destacó que tura del tendón en conjunto con el arco de Poupart. Este
8 Hernias de la pared abdominal. Tratamiento actual (Capítulo 1)

cirujano italiano (profesor de cirugía en la Universidad vada a cabo con mallas que no aproximan el tendón con-
de Padua) presentó sus trabajos en 1888 y su método junto. Las hernias crurales se tratan mediante la colocación
aún permanece vigente. Su técnica es fisiológica e in- de un cilindro de material sintético en el orificio herniario.
cluye la reconstrucción de los dos anillos y sutura inde- Durante los últimos años se han popularizado otras
pendiente de las paredes anterior y posterior. vías de abordaje, como son la vía preperitoneal y la vía
Halsted y Ferguson describieron un procedimiento laparoscópica.
similar, pero con escasos buenos resultados. Sin embar- Nyhus, Condon, Harkins y McVay son los precurso-
go, cabe señalar la contribución de Berge Paul La Ro- res y principales impulsores de la vía preperitoneal, con
que, quien en 1919 dio a conocer un original y genial mé- el uso de prótesis o sin él.
todo de reparación de las hernias deslizadas del colon. En 1982 Ger inició el abordaje por vía laparoscópica
Asimismo, es necesario subrayar los trabajos ya clásicos y en 1989 Bogjavalenski propuso la utilización intrape-
y modernos de Chester McVay, Leo Zimmerman, Lich- ritoneal de una malla de polipropileno.
tenstein, Shouldice, Nyhus y Condon, entre otros. Otro aspecto muy importante en el tratamiento actual
Una de las principales novedades del siglo XXI fue de las hernias inguinales consiste en la introducción del
el uso de prótesis de material autólogo o heterólogo para concepto “costo--beneficio”. Los conceptos “costo por
la corrección herniaria. En la actualidad se están obte- proceso”, “cirugía de mínima invasión”, “cirugía de
niendo resultados óptimos con el uso de materiales sin- corta estancia” o “cirugía mayor ambulatoria” tienen
téticos del tipo MarlexR, DacronR, polipropileno y po- una aplicación principal en la cirugía de las hernias, es-
litetrafluoroetileno expandido. tán modificando, en parte, los procedimientos quirúrgi-
A partir de los trabajos de Lichtenstein, en 1986, se cos y anestésicos, y a juzgar por los resultados son con-
introdujo el concepto de “hernioplastia sin tensión”, lle- ceptos plenamente aceptables.

REFERENCIAS
1. Porrero JL: Cirugía de la pared abdominal. Barcelona, 6. Read R: Marcy’s priority in the development of inguinal her-
Masson, 1997. niorrhaphy. Surg 1980;88(5):682--685.
2. Premuda LS: The history of inguinal herniorrhaphy. Int 7. Read R: The centenary of Bassin’s contribution to inguinal
Surg 1986;71:138--140. herniorrhaphy. Am J Surg 1987;153:322--323.
3. Premuda LS: L’ernia inguinale prima di Bassini: concezioni 8. Read R: Evolución de la hemiorrafia en la historia. Clin Quir
e tecniche. Arch Soc Ital Cir 1985:7--17. N Am 1984;2:177--189.
4. Premuda LS: Edoardo Bassini (1844--1924): L’uomo, il 9. Read R: Preperitoneal herniorrhaphy: a historical review.
chirurgo, il maestro. Italia, Universitá di Padova, 19896;1--8. World J Surg 1989;13:532--540.
5. Ravitch MM: Repair of hernias. Chicago, Medic Pub Book,
1977:14--84.
Capítulo 2
Epidemiología de las hernias
de la pared abdominal
Éctor Jaime Ramírez Barba, Rafael Lozano, Elia Lara Lona

INVESTIGACIÓN BIBLIOGRÁFICA Una manera consistente de recuperar información


A TRAVÉS DE PUBMED que puede utilizar diferente terminología para los mis-
mos conceptos consiste en usar el vocabulario controla-
do y elaborado por la NLM, llamado MeSH (Medical
Subject Headings). Los descriptores utilizados aquí sir-
Los Institutos Nacionales de Salud de Estados Unidos ven para indexar los artículos en la base de datos de
(www.nih.gov), a través de la National Library of Medi- Medline, puesto que conocer los términos relacionados
cine (NLM) (www.nlm.nih.gov) y el National Center for con las hernias constituye una competencia a cumplir
Biotechnology Information (NCBI) (www.ncbi.nlm.nih. por los cirujanos y hernistas. Se describe a continuación,
gov), desarrollaron un proyecto de sistema de búsqueda y en el cuadro 2--2 se muestra el número de artículos
conocido como PubMed (www.pubmed.gov), que con- existentes con dicho descriptor hasta el 2 de julio de
siste en un archivo de la literatura de las ciencias biomé- 2008.
dicas y las ciencias de la vida que permite el acceso a
más de 18 millones de citas provenientes de bases de da-
tos bibliográficas compiladas por la NLM, como Medli- HERNIA
ne, que es la más importante y abarca, entre muchos
otros, los campos de la medicina y la salud pública, y
contiene artículos (algunos datan de 1950, pero la mayo-
ría son de 1966 a la fecha) de más de 4 500 revistas y li- Este concepto es utilizado en los artículos de los años
gas a artículos completos y otros recursos relacionados. 1966 a 2004. Una hernia se define como la protrusión
En 1996 se creó PreMedline, una base de datos que de un tejido, estructura o parte de un órgano a través del
suministra datos básicos y resúmenes antes de que se tejido muscular o membrana en los cuales es contenida
añadan todos los campos en los registros completos y normalmente. La hernia puede involucrar tejidos como
E Editorial Alfil. Fotocopiar sin autorización es un delito.

sean incorporados a Medline. Diariamente se introdu- la pared abdominal o el diafragma respiratorio. Las her-
cen nuevos registros, cada uno de los cuales contiene nias pueden ser internas, externas, congénitas o adquiri-
varios criterios de indexación (cuadro 2--1). das. Los términos de búsqueda pueden ser hernias y en-
Para los cirujanos generales y para los especializados terocele. La sintaxis de búsqueda en PubMed es: hernia
en curar hernias, definidos como “hernistas” según el (MH).
Diccionario de la Real Academia Española, es impor-
tante saber cómo identificar en la literatura los artículos
relacionados con su área de especialización, para leerlos Hernia ventral
críticamente y en su caso incorporarlos en la práctica
cotidiana con la metodología propuesta por la medicina Término utilizado entre 1965 y 2004, que consiste en
basada en evidencias. una hernia causada por debilidad de la pared abdominal

9
10 Hernias de la pared abdominal. Tratamiento actual (Capítulo 2)

Cuadro 2--1. Campos o etiquetas de indexación de PubMed más utilizados por los cirujanos y clínicos
Abreviatura Nombre del campo
AD, AFFL Affiliation; dirección y filiación institucional del primer autor, y número de ayuda económica
ALL All Fields; todos los campos de búsqueda de PubMed
AU, AUTH Author Name; nombre de los autores. Hasta 1995 incluía los primeros 25 autores seguidos de la abreviatura et
al., pero a partir del año 2000 no hay límite para el número de autores
FAU Full Author Name; apellido y nombre completo del autor
FIR Full Investigator; apellido y nombre completo del investigador
IP, ISSUE Issue; número del volumen de la revista donde está publicado el artículo
TA, JOUR Journal Name; abreviatura del título de la revista, título completo o número ISSN (p. ej., Hernia: The Journal of
Hernias and Abdominal Wall Surgery 1265--4906 (print), 1248--9204 (electronic)
JT Full Journal Title; nombre completo de la revista procedente de la NLM
LA, LANG Languaje; idioma en que está publicado el artículo
MAJR MeSH Major Topic; término MeSH (Medical Subject Headings) que cubre los aspectos más relevantes de un
artículo
MH, MESH MeSH Terms; términos MeSH, vocabulario controlado de la NLM sobre los términos biomédicos que se usan
para describir cada artículo de una revista científica en Medline
SH SubHeading; subencabezado utilizado para calificar de forma más precisa la búsqueda con términos MeSH
PL Place of Publication; país de publicación de la revista
PT, PTYP Publication Type; tipo de publicación, descripción del tipo de material que el artículo representa; por ejemplo,
Review (revisión), Clinical Trials (ensayos clínicos), Randomized Controlled Trial (ensayos clínicos controla-
dos), Systematic Review (revisión sistemática) y Meta--Analysis (metaanálisis).
NM, SUBS Substance Name; nombre de la sustancia química tratada en el artículo
TW, WORD Text Word; palabras del texto. Todas las palabras de los campos del título, resumen (AB), términos MeSH, sub-
encabezamientos, nombres de sustancias químicas, etc.
TI, TITL Title Words; palabras que forman parte del título de un artículo
PMID, UI PubMed Identifier; número de identificación único para cada registro PubMed o Medline

anterior debida a defectos de la línea media, incisiones Gastrosquisis


previas o incremento de la presión intraabdominal. Las
hernias ventrales incluyen la hernia umbilical y las her- Término introducido en 1999, descrito como un defecto
nias incisional, epigástrica y de Spiegel. El término se congénito con una fisura mayor en la pared abdominal
introdujo en 1980. lateral, pero no en el ombligo, que resulta en la extrusión
Los términos de búsqueda pueden ser: hernias; ven- de vísceras. A diferencia del onfalocele, las estructuras
tral; ventral hernias y ventral hernia, seguidas de herniadas en la gastrosquisis no están cubiertas por un
(MH). saco o peritoneo. Entre 1966 y 1998 los artículos fueron
indexados con los términos: abdominal muscles/abnor-
malities. Un término de búsqueda adicional puede ser
gastroschises (MH).
Hernia abdominal

Término introducido en 2005. La hernia abdominal es


Cuadro 2--2. Artículos indexados en PubMed
una protrusión de estructuras abdominales a través de la hasta el 2 de julio de 2008, utilizando términos
pared abdominal continente. del MeSH (Medical Subject Headings)
Involucra dos partes: una apertura en la pared abdo-
Número Descriptor utilizado para la búsqueda
minal y un saco herniario consistente de peritoneo y
contenido abdominal. 34 517 “Hernia” (MH)
Las hernias abdominales incluyen las hernias de la 6 112 “Hernia, ventral” (MH)
ingle (hernia femoral, hernia inguinal) y la hernia ven- 16 602 “Hernia, abdominal” (MH)
tral. 446 “Gastroschisis” (MH)
Los términos de búsqueda pueden ser abdominal 1 074 “Hernia, femoral” (MH)
hernia; abdominal hernias; y hernias, abdominal, se- 9 088 “Hernia, inguinal” (MH)
guidas de (MH) (figura 2--1). 2 685 “Hernia, umbilical” (MH)
Epidemiología de las hernias de la pared abdominal 11

Figura 2--1. Vista de la pantalla de búsqueda en PubMed del término MeSH (Medical Subject Headings) “Hernia, abdominal”.

Hernia femoral Hernia umbilical

Término introducido en 1980. Definida como una her- Término introducido en 1980. Esta hernia es debida a un
nia inguinal que ocurre inferior al ligamento inguinal y cierre imperfecto o debilidad del anillo umbilical. Apa-
medial a la vena y arteria femoral. El saco de la hernia rece como una protrusión cubierta de piel en el ombligo
femoral tiene un cuello pequeño pero puede crecer con- durante el llanto, la tos o el esfuerzo. La hernia general-
siderablemente cuando entra en el tejido subcutáneo del mente consiste de omento o intestino delgado. La mayo-
muslo. Es causada por defectos en la pared abdominal. ría de las hernias umbilicales son congénitas, pero pue-
Los términos de búsqueda pueden ser también: femoral den ser adquiridas, debido a una distensión abdominal
hernia; femoral hernias; y hernias, femoral; seguidas intensa. Los términos de búsqueda pueden ser: exomp-
de (MH). halos; umbilical hernia; hernias, umbilical; umbilical
hernias; omphalocele; y omphaloceles; seguidas de
(MH).
Se le recomienda al lector revisar las guías comple-
Hernia inguinal tas, pues le ayudarán a realizar búsquedas exitosas en
PubMed, tanto en inglés como vínculos en español en
Concepto introducido en 1980. La hernia inguinal con- la siguiente dirección electrónica: http://www.nlm.nih.
siste en una hernia abdominal con una tumoración ex- gov/bsd/disted/pubmed.html.
terna en la región inguinal. Se puede clasificar según su
localización.
Las hernias inguinales indirectas ocurren a través del Búsqueda de hernias de la pared
anillo inguinal interno, mientras que las hernias ingui- abdominal según la Clasificación
E Editorial Alfil. Fotocopiar sin autorización es un delito.

nales directas ocurren a través de defectos en la pared Internacional de Enfermedades, 10ª ed.
abdominal (fascia transversalis), en el triángulo de Hes-
selbach. Las primeras son comunes en los niños y los La Organización Mundial de la Salud (www.who.org)
adultos jóvenes, mientras que las últimas son más fre- ha publicado de manera convencional, junto con los Es-
cuentes en los adultos más grandes. Los términos de tados miembros, la Clasificación Internacional de En-
búsqueda pueden ser: hernias, inguinal; inguinal her- fermedades (CIE--10), con el propósito de conocer el
nias; inguinal hernia; inguinal hernia, indirect; hernia, comportamiento de las enfermedades y las defunciones
indirect inguinal; hernias, indirect inguinal; indirect de manera estandarizada en todo el mundo. El capítulo
inguinal hernia; indirect inguinal hernias; inguinal XI de la CIE--10 se titula “Enfermedades del aparato di-
hernias, indirect; inguinal hernia, direct; direct ingui- gestivo” y contiene la clasificación de las “Hernias de
nal hernia; direct inguinal hernias; hernia, direct ingui- la pared abdominal”. La taxonomía de las hernias de la
nal; hernias, direct inguinal; inguinal hernias, direct; pared abdominal tiene siete categorías (códigos K40--
seguidas de (MH). K46) (cuadro 2--3):
12 Hernias de la pared abdominal. Tratamiento actual (Capítulo 2)

Cuadro 2--3. Clasificación de las hernias de la pared abdominal, según la CIE--10*


Código Literal
K40 Hernia inguinal
K40.0 Hernia inguinal bilateral con obstrucción, sin gangrena
K40.1 Hernia inguinal bilateral, con gangrena
K40.2 Hernia inguinal bilateral, sin obstrucción ni gangrena
K40.3 Hernia inguinal unilateral o no especificada, con obstrucción, sin gangrena
K40.4 Hernia inguinal unilateral o no especificada, con gangrena
K40.9 Hernia inguinal unilateral o no especificada, sin obstrucción ni gangrena
K41 Hernia femoral
K41.0 Hernia femoral bilateral, con obstrucción, sin gangrena
K41.1 Hernia femoral bilateral, con gangrena
K41.2 Hernia femoral bilateral, sin obstrucción ni gangrena
K41.3 Hernia femoral unilateral o no especificada, con obstrucción, sin gangrena
K41.4 Hernia femoral unilateral o no especificada, con gangrena
K41.9 Hernia femoral unilateral o no especificada, sin obstrucción ni gangrena
K42 Hernia umbilical
K42.0 Hernia umbilical con obstrucción, sin gangrena
K42.1 Hernia umbilical con gangrena
K42.9 Hernia umbilical sin obstrucción ni gangrena
K43 Hernia ventral
K43.0 Hernia ventral con obstrucción, sin gangrena
K43.1 Hernia ventral con gangrena
K43.9 Hernia ventral sin obstrucción ni gangrena
K44 Hernia diafragmática
K44.0 Hernia diafragmática con obstrucción, sin gangrena
K44.1 Hernia diafragmática con gangrena
K44.9 Hernia diafragmática sin obstrucción ni gangrena
K45 Otras hernias de la cavidad abdominal
K45.0 Otras hernias de la cavidad abdominal especificadas, con obstrucción, sin gangrena
K45.1 Otras hernias de la cavidad abdominal especificadas, con gangrena
K45.8 Otras hernias de la cavidad abdominal especificadas, sin obstrucción ni gangrena
K46 Hernia no especificada de la cavidad abdominal
K46.0 Hernia abdominal no especificada, con obstrucción, sin gangrena
K46.1 Hernia abdominal no especificada, con gangrena
K46.9 Hernia abdominal no especificada, sin obstrucción ni gangrena
* WHO: Clasificación Estadística Internacional de Enfermedades y Problemas Relacionados con la Salud. 10ª ed. Washington, Organización Mun-
dial de la Salud, 2003. http://www.who.int/whosis/icd10.

1. Hernia inguinal. y de la Salud, y la Clasificación de Procedimientos en


2. Hernia femoral. Medicina. El CEMECE está adscrito a la Secretaría de
3. Hernia umbilical. Salud y es un órgano colegiado que contribuye al mejo-
4. Hernia ventral. ramiento de la calidad de las estadísticas de morbili-
5. Hernia diafragmática. dad, mortalidad y procedimientos en medicina en el país.
6. Otras hernias de la cavidad abdominal. En el CEMECE participan miembros representantes de
7. Hernias no especificadas de la cavidad abdomi- las instituciones que conforman el Sistema Nacional de
nal.1 Salud y el Instituto Nacional de Estadística, Geografía
e Informática (INEGI--www.inegi.gob.mx) para inte-
En México el Centro Colaborador de la Organización grar el Sistema Nacional de Información en Salud (SI-
Mundial de la Salud (OMS), Centro Mexicano para la NAIS), que puede ser consultado en www.sinais.salud.
Clasificación de Enfermedades (CEMECE: www.ce- gob.mx.2 También existen el Comité Técnico Sectorial
mece.salud.gob.mx), es el organismo encargado de pro- de Estadística y de Información Geográfica del Sector
mover y vigilar el uso correcto de las Clasificaciones In- Salud (CTSEIGSS: www.ctseigss.salud.gob.mx) y el
ternacionales de la OMS, entre las que destacan la CIE, Grupo Interinstitucional de Información en Salud (GIIS:
la Clasificación del funcionamiento de la Discapacidad www.ctseigss.salud.gob.mx/giis), en respuesta a la Ley de
Epidemiología de las hernias de la pared abdominal 13

Cuadro 2--4. Clasificación de los procedimientos quirúrgicos en las hernias de la pared abdominal,
según la Clasificación Internacional de Enfermedades, 9ª ed*
Código Procedimiento
53 Reparación de hernia
530 Reparación unilateral de hernia inguinal
5300 Reparación unilateral de hernia inguinal, no especificada de otra manera
5301 Reparación de hernia inguinal directa
5302 Reparación de hernia inguinal indirecta
5303 Reparación de hernia inguinal directa con injerto o prótesis
5304 Reparación de hernia inguinal indirecta con injerto o prótesis
5305 Reparación de hernia inguinal con injerto o prótesis no especificado de otra manera
531 Reparación bilateral de hernia inguinal
5310 Reparación bilateral de hernia inguinal, no especificada de otra manera
5311 Reparación bilateral de hernia directa
5312 Reparación bilateral de hernia inguinal indirecta
5313 Reparación bilateral de hernia inguinal, una directa y otra indirecta
5314 Reparación bilateral de hernia inguinal directa con injerto o prótesis
5315 Reparación bilateral de hernia inguinal indirecta con injerto o prótesis
5316 Reparación bilateral de hernia inguinal, una directa y una indirecta, con injerto o prótesis
5317 Reparación bilateral de hernia inguinal con injerto o prótesis, no especificada de otra manera
532 Reparación unilateral de hernia crural (femoral)
5321 Reparación unilateral de hernia crural con injerto o prótesis
5329 Otra herniorrafia de hernia crural unilateral
533 Reparación bilateral de hernia crural
5331 Reparación bilateral de hernia crural con injerto o prótesis
5339 Otra herniorrafia crural bilateral
534 Reparación de hernia umbilical
5341 Reparación de hernia umbilical con prótesis
5349 Otra herniorrafia umbilical
535 Reparación de otra hernia de la pared abdominal anterior (sin injerto ni prótesis)
5351 Reparación de hernia incisional (eventración)
5359 Reparación de otra hernia de la pared abdominal anterior
536 Reparación de otra hernia de la pared abdominal anterior con injerto o prótesis
5361 Reparación de hernia incisional (eventración) con prótesis
5369 Reparación de otra hernia de la pared abdominal anterior con prótesis
* CDC: Coordination and Maintenance Committee. ICD--9--CM. Hyattsville, National Center for Health Statistics. Centers for Disease Control and
Prevention, 2007. http://www.cdc.gov/nchs/about/otheract/icd9/maint/maint.htm.

Información Estadística y Geográfica que establece que es “enfermedades que afectan transitoriamente a muchas
de interés público la integración de los Sistemas Naciona- personas en un sitio determinado”. Existen otras acep-
les Estadístico y de Información Geográfica. ciones de la epidemiología, como “el estudio de la distri-
E Editorial Alfil. Fotocopiar sin autorización es un delito.

Otra fuente para la búsqueda de información relativa bución y determinantes de enfermedades en poblaciones
a las estadísticas de las hernias de la pared abdominal la humanas” (http://es.wikipedia.org/wiki/epidemiologia).
constituye el Código de Procedimientos de la Clasifica- En este capítulo también se considera como “una disci-
ción Internacional de Enfermedades, 9ª ed., desarrolla- plina médica cuyo sujeto de estudio es un grupo de indi-
do por el Centro de Control de Enfermedades de EUA y la viduos que comparten una característica que los reúne: la
OMS (www.cdc.gov/nchs/about/otheract/icd9/maint/ hernia”, definida la hernia como la protrusión o salida de
maint.htm) (cuadro 2--4).3 parte de un órgano, como el intestino, de la estructura
anatómica que normalmente la fija.
La epidemiología se utiliza en las enfermedades hu-
Importancia del concepto de “caso” manas para conocer la distribución de la enfermedad,
los factores que las causan, y los atributos de la enferme-
La epidemiología es el tratado de las epidemias, según la dad en poblaciones definidas, incluyendo su incidencia,
Real Academia Española de la Lengua; es decir, de las frecuencia, prevalencia, brotes endémicos o epidémi-
14 Hernias de la pared abdominal. Tratamiento actual (Capítulo 2)

Cuadro 2--5. Egresos hospitalarios del Sistema Nacional de Salud


por hernias de la pared abdominal (2004 a 2006)
CIE--10: afección principal 2004 2005 2006 Total
K40: hernia inguinal 50 274 52 872 53 557 156 703
K41: hernia femoral 1 044 1 082 1 158 3 284
K42: hernia umbilical 21 328 22 989 23 999 68 316
K43: hernia ventral 12 506 12 958 13 126 38 590
K44: hernia diafragmática 4 984 4 894 5 000 14 878
K45: otras hernias de la cavidad abdominal 326 354 277 957
K46: hernia no especificada de la cavidad abdominal 3 103 3 426 3 657 10 186
Total 93 565 98 575 100 774 292 914
Fuente: Sistema Nacional de Información en Salud.

cos, y también estudia y estima la morbilidad en áreas rujanos y hernistas se familiaricen con las clasificacio-
geográficas y en grupos específicos. nes citadas anteriormente, a fin de que su adecuado
En este sentido, es importante utilizar las “definicio- reporte mejore las estadísticas y la métrica en salud.4
nes de caso” (p. ej., hernia inguinal indirecta), ya que
permiten estandarizar los criterios con los cuales serán
clasificados los “casos”. Toda definición de caso debe Egresos hospitalarios
incluir las tres dimensiones clásicas de las variables epi- por hernias abdominales
demiológicas: tiempo, lugar y persona.4
Es de vital importancia precisar lo que será definido Entre los principales motivos de egreso hospitalario,
como caso, a fin de monitorear adecuadamente las ten- ocupación de los especialistas en cirugía general o her-
dencias de los padecimientos y la ocurrencia de enfer- nistas, el segundo lugar lo ocupan las hernias de la pared
medades inusuales, y evaluar la efectividad de cada in- abdominal en los hombres, después de la apendicitis. La
tervención realizada. Así, la utilidad de los datos para la primera causa de egreso en las mujeres lo constituyen
vigilancia en salud depende de su uniformidad, simple- la colelitiasis y la colecistitis, seguidas de la apendicitis
za y oportunidad. y de las hernias, que se ubican en tercer lugar.
Un “caso” lo constituye una persona identificada en El Sistema Nacional de Información en Salud regis-
la población o en un grupo de estudio, que tiene una en- tró entre 2004 y 2006 un total de 292 914 egresos de los
fermedad, una alteración en el estado de salud o una hospitales públicos debidos a cirugías por hernias de la
condición bajo investigación. Para identificar casos pared abdominal. Como se aprecia en el cuadro 2--5,
puede utilizarse una gran variedad de procedimientos, más de la mitad corresponde a casos de hernia inguinal
como diagnósticos médicos individuales, registros y (53%), seguidos de hernia umbilical (23%), hernia ven-
notificaciones, resúmenes de expedientes clínicos, en- tral (13%), hernia diafragmática (5%), hernias no espe-
cuestas y tamizaje en la población. Es importante men- cificadas de la cavidad abdominal (3%), hernia femoral
cionar que, desde el punto de vista epidemiológico, la (1%) y otras hernias de la cavidad abdominal (0.4%).
definición de un “caso” no necesariamente es la defini- El Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS)
ción clínica común, por lo que es importante que los ci- egresó 39.6% de los casos (cuadro 2--6), seguido por la

Cuadro 2--6. Egresos hospitalarios del Sistema Nacional de Salud por hernias
de la pared abdominal según la institución de salud (2004 a 2006)
Institución 2004 2005 2006 Total
IMSS 38 372 39 277 38 360 116 009
Secretaría de Salud 34 760 39 083 41 509 115 352
ISSSTE 10 510 10 630 10 673 31 813
IMSS--Oportunidades 6 003 5 598 5 624 17 225
SEDENA 1 958 2 154 2 369 6 481
PEMEX 1 570 1 558 1 726 4 854
Secretaría de Marina 392 275 513 1 180
Total 93 565 98 575 100 774 292 914
Fuente: Sistema Nacional de Información en Salud.
Epidemiología de las hernias de la pared abdominal 15

Cuadro 2--7. Egresos hospitalarios por hernias de la pared abdominal en la Secretaría de Salud
y organismos públicos descentralizados estatales (2000 a 2007)
CIE--10: afección principal 2000 2001 2002 2003 2004 2005 2006 2007 Total
K40: hernia inguinal 16 669 17 743 18 266 19 314 20 545 22 941 23 825 25 804 165 107
K41: hernia femoral 470 476 459 451 509 519 584 598 4 066
K42: hernia umbilical 6 831 7 139 7 266 7 577 8 098 9 494 10 515 11 595 68 515
K43: hernia ventral 2 939 3 028 3 173 3 493 3 518 3 965 4 269 4 496 28 881
K44: hernia diafragmática 633 625 714 728 945 933 1 043 1 245 6 866
K45: otras hernias 70 102 98 123 211 202 132 135 1 073
K46: hernia no especificada 719 818 790 857 933 1 027 1 141 1 312 7 597
Total 28 331 29 931 30 766 32 543 34 759 39 081 41 509 45 185 282 105
Fuente: Sistema Nacional de Información en Salud.

Secretaría de Salud (39.4%), el Instituto de Seguridad entre los 30 y los 59 años de edad tienen una frecuencia
y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (IS- significativamente más alta que los hombres, mientras
SSTE) (10.9%), el IMSS--Oportunidades (5.9%), la Se- que en los hombres la frecuencia es más marcada en
cretaría de la Defensa Nacional (SEDENA) (2.2%), Pe- otros grupos etarios.
tróleos Mexicanos (PEMEX) (1.7%) y la Secretaría de La distribución del género según el tipo de afección
Marina (0.4%). principal se muestra en el cuadro 2--8, donde se observa
Las tendencias acerca del número de egresos hospita- una frecuencia de hernia inguinal de 7:3 con predomi-
larios por tipo de hernia de la pared abdominal de la Se- nio masculino y una proporción inversa en el resto de las
cretaría de Salud y los organismos públicos descentrali- hernias, que se presentan más en el género femenino,
zados estatales de salud se han mantenido constantes en con excepción de la hernia diafragmática, donde la pro-
los últimos ocho años (cuadro 2--7). De 282 105 casos, porción es casi 1:1.
53% de las hernias ocurrieron en hombres y 47% en mu-
jeres. Según el grupo etario, 9% ocurrieron en el grupo
de 0 a 4 años de edad; 9% en el de 5 a 14 años de edad; Mortalidad por hernias
12% en el de 15 a 29 años de edad; 23% en el de 30 a de la pared abdominal
49 años; 17% en el de 60 a 74 años y 7% en los pacientes
de 75 años de edad o más. La figura 2--2 muestra la dife- El lector de este capítulo debe identificar que los padeci-
rencia según el género, donde se aprecia que las mujeres mientos aparentemente “comunes” y “sencillos” son

30

25

20
E Editorial Alfil. Fotocopiar sin autorización es un delito.

Hombres
15
Mujeres
10

0
0a4 5 a 14 15 a 29 30 a 44 45 a 59 60 a 74 75 >

Figura 2--2. Distribución en porcentaje, por género y edad en quinquenios de 282 105 egresos por hernia de la pared abdominal
de la Secretaría de Salud y Organismos Públicos Descentralizados Estatales de Salud (2000 a 2007). Fuente: Sistema Nacional
de Información en Salud.
16 Hernias de la pared abdominal. Tratamiento actual (Capítulo 2)

Cuadro 2--8. Distribución por género y tipo de afección principal en población atendida por la Secretaría
de Salud Federal y organismos públicos descentralizados estatales entre 2000 y 2007
CIE--10: afección principal Hombres (%) Mujeres (%) Total
K40: hernia inguinal 114 854 70 50 237 30 165 091
K41: hernia femoral 850 21 3 216 79 4 066
K42: hernia umbilical 20 088 29 48 421 71 68 509
K43: hernia ventral 7 707 27 21 173 73 28 880
K44: hernia diafragmática 3 136 46 3 727 54 6 863
K45: otras hernias de la cavidad abdominal 283 26 790 74 1 073
K46: hernia no especificada de la cavidad abdominal 2 313 30 5 283 70 7 596
Total 149 231 53 132 847 47 282 078
Fuente: Sistema Nacional de Información en Salud.

causa de mortalidad prematura en el Sistema Nacional inguinal. Asimismo, la mortalidad por hernias de la pa-
de Salud, y que las evidencias muestran además que hay red abdominal es dos veces mayor en los hospitales de
áreas de oportunidad para mejorar la calidad de la aten- la Secretaría de Salud.
ción de las hernias de la pared abdominal. En los últimos ocho años murieron 1 143 mexicanos
A partir de 1976 la mortalidad por hernias de la pared por hernias de la pared abdominal. En el cuadro 2--10 se
abdominal en México mostró una tendencia decreciente aprecia que 42% de los casos fallecieron por hernia in-
en ambos géneros; sin embargo, el riesgo de muerte es guinal, 7% por hernia femoral, 19% por hernia umbili-
mayor en las mujeres, y esta brecha tiene una tendencia cal, 13% por hernia ventral y 5% por hernia diafragmá-
ascendente (figuras 2--3 y 2--4). tica.
La disminución en la mortalidad observada es válida Es importante que el lector sepa que, además de ha-
en todos los grupos etarios, aunque la principal contri- ber una mayor mortalidad por hernias de la pared abdo-
bución proviene de los adultos de ambos géneros de 20 minal, existe una importante variación entre las diferen-
a 59 años de edad (figuras 2--5 y 2--6). tes entidades federativas.
La tasa de mortalidad por cada 1 000 egresos hospi- El riesgo de que una mujer que radique en el estado
talarios en el Sistema Nacional de Salud entre 2004 y de Zacatecas muera a causa de una hernia abdominal es
2006 se muestra en el cuadro 2--9, donde se observa que nueve veces mayor que el de una mujer que vive en
la hernia femoral es ocho veces más mortal que la hernia Quintana Roo (figura 2--7).

1.8
Hombres
1.6
Mujeres
1.4
Lineal (hombres)
1.2 Lineal (mujeres)

1.0

0.8

0.6

0.4

0.2

0.0
1979 1982 1985 1988 1991 1994 1997 2000 2003 2006
Figura 2--3. Tasa de mortalidad por hernias de la pared abdominal por cada 100 000 habitantes de 1979 a 2006. Fuente: Sistema
Nacional de Información en Salud. INEGI, CONAPO.
Epidemiología de las hernias de la pared abdominal 17

1.60

1.50

1.40

1.30

1.20

1.10

1.00
1979 1982 1985 1988 1991 1994 1997 2000 2003 2006
Figura 2--4. Tasa de mortalidad por hernias de la pared abdominal por cada 100 000 mujeres de 1979 a 2006. Fuente: Sistema
Nacional de Información en Salud. INEGI, CONAPO.

Casos esperados por La prevalencia de hernia inguinal es de 11 casos por


hernias de la pared abdominal cada 1 000 nacidos vivos. Un bebé que nace antes de
término tiene una probabilidad de 17 a 37% de desarro-
llar una hernia inguinal en los siguientes ocho años si
La práctica profesional del cirujano general o hernista pesa menos de 1 kg, de 11 a 19% si pesa menos de 2 kg
puede llevarse a cabo en los sectores público, social y y de hasta 31% si tiene parálisis cerebral infantil. La her-
privado, y puede tener bajo su responsabilidad un por- nia inguinal predomina en el género masculino (91%)
centaje de población. Por ello se anotan a continuación y puede estar en el lado derecho (de 57 a 89%) o ser bila-
algunas cifras que pueden ser útiles para el diseño de su teral (de 4 a 17%). Hasta 8% de los niños desarrollan
práctica. hernia o hidrocele contralateral en los siguientes 5 a 15
El Sistema de Protección Social, o Seguro Popular, años.
que inició operaciones el 1 de enero de 2004, tiene los Si una niña se somete a reparación de la hernia ingui-
siguientes indicadores por cada 10 000 usuarios: inci- nal y se le realiza una exploración contralateral, habrá
dencia de 6.93 casos de hernioplastia inguinal, 0.18 ca- persistencia del proceso vaginal en 39% de los casos al
sos de hernioplastia crural, 2.82 casos de hernioplastia año de edad, la cual disminuye progresivamente hasta
umbilical y 1.18 de hernioplastia ventral.5 17% después de dos años y a 0% después de cinco años.

100.0
1980--84
E Editorial Alfil. Fotocopiar sin autorización es un delito.

1985--89
10.0 1990--94
1995--99
2000--06
1.0

0.1

0.01
0 1 5 10 15 20 25 30 35 40 45 50 55 60 65 70 75 80 85
Figura 2--5. Tendencia de mortalidad en tasa por hernias abdominales por cada 100 000 hombres de 1979 a 2006. Fuente: Siste-
ma Nacional de Información en Salud, INEGI, CONAPO.
18 Hernias de la pared abdominal. Tratamiento actual (Capítulo 2)

100.0
1980--84
10.0 1985--89
1990--94
1995--99
1.0 2000--06

0.1

0.01

0.001

Figura 2--6. Tendencia de mortalidad en tasa por hernias abdominales por cada 100 000 mujeres de 1979 a 2006. Fuente: Sistema
Nacional de Información en Salud, INEGI, CONAPO.

Es muy probable que un niño con criptorquidia pa- sos y hasta en 20% de los productos pretérmino, por lo
dezca hernia inguinal concurrente, la cual está encarce- que el principio de reparación temprana de la hernia in-
lada en 95% de los casos y requiere una intervención guinal o femoral continúa vigente.
quirúrgica a la brevedad, dado que, si hay incarceración, Por otro lado, un tercio de los adultos mayores refie-
las complicaciones se presentan hasta en 10% de los ca- ren la aparición de la hernia un año o más antes de acudir

Zacatecas
San Luis Potosí
Veracruz
Distrito Federal
Yucatán
Jalisco
Coahuila
Puebla
Morelos
Nayarit
Aguascalientes
Hidalgo
Guanajuato
R. Mexicana
Nuevo León
Tlaxcala
Oaxaca
Durango
Baja California Sur
Campeche
Tabasco
Chihuahua
Tamaulipas
Michoacán
Querétaro
Sinaloa
Colima
México
Chiapas
Baja California
Sonora
Guerrero
Quintana Roo
0.0 0.5 1.0 1.5 2.0

Figura 2--7. Tasa de mortalidad por hernias abdominales por cada 100 000 mujeres, según la entidad federativa. Fuente: Sistema
Nacional de Información en Salud, INEGI, CONAPO.
Epidemiología de las hernias de la pared abdominal 19

Cuadro 2--9. Tasa de mortalidad por cada 1 000 egresos según el tipo de hernia de
la pared abdominal y la institución del Sistema Nacional de Salud (2004 a 2006)
Criterio Egresos Tasa
CIE--10: afección principal
K40: hernia inguinal 156 703 1.7
K41: hernia femoral 3 284 14.0
K42: hernia umbilical 68 316 2.1
K43: hernia ventral 38 590 2.4
K44: hernia diafragmática 14 878 2.8
K45: otras hernias de la cavidad abdominal 957 12.5
K46: hernia no especificada de la cavidad abdominal 10 186 10.0
Institución
IMSS 116 009 1.7
Secretaría de Salud 115 352 3.6
ISSSTE 31 813 1.6
IMSS--Oportunidades 17 225 1.5
SEDENA 6 481 --
PEMEX 4 854 1.6
Secretaría de Marina 1 180 --
Fuente: Sistema Nacional de Información en Salud.

al médico. La hernia inguinal tiene una recurrencia de 22% de los pacientes de 70 a 79 años de edad, en 53%
11 a 20% y se presenta irreducible entre 7 y 30% de los de los casos de 80 a 89 años de edad y en 89% de los pa-
casos. Un paciente con cirrosis y obstrucción de la sali- cientes mayores de 90 años de edad.
da vesical por hiperplasia prostática tiene mayor proba- La mortalidad es alta en esta población, por lo que la
bilidad de desarrollar una hernia inguinal. La hernia in- hernia de pared abdominal debe repararse en cuanto sea
guinal como causa de cirugía de urgencia se presenta en detectada.

Cuadro 2--10. Mortalidad por género y tipo de afección principal en la población atendida por la
Secretaría de Salud Federal y Organismos Públicos Descentralizados Estatales entre 2000 y 2007)
CIE--10: afección principal Hombres (%) Mujeres (%) Total
K40: hernia inguinal 269 55 216 45 485
K41: hernia femoral 19 23 62 77 81
K42: hernia umbilical 46 21 172 79 218
K43: hernia ventral 38 26 106 74 144
K44: hernia diafragmática 41 66 21 34 62
K45: otras hernias de la cavidad abdominal 3 38 5 63 8
K46: hernia no especificada de la cavidad abdominal 44 30 101 70 145
Total 460 40 683 60 1 143
E Editorial Alfil. Fotocopiar sin autorización es un delito.

Fuente: SINAIS.

REFERENCIAS
1. WHO: Clasificación Estadística Internacional de Enferme- 4. PAHO. Normas y Estándares en Epidemiología: definiciones
dades y Problemas Relacionados con la Salud. 10ª ed. 2003. de caso. Organización Panamericana de la Salud. 2004. http:
http://www.who.int/whosis/icd10. //www.paho.org/Spanish/SHA/bs991norms.htm. Bol Epide-
2. CEMECE. Centro Mexicano para la Clasificación de Enfer- miol 1999;20(1):1--2.
medades. Secretaría de Salud. 2004. http://www.salud.gob. 5. CNPSS, Catálogo de Servicios Esenciales en Salud. Comi-
mx/apps/htdocs/cemece/principal.html. sión Nacional de Protección Social en Salud. Dirección Ge-
3. CDC. ICD-9-CM. Coordination and Maintenance Committee. neral de Gestión en Servicios de Salud. México, 2004:1--51.
http://www.cdc.gov/nchs/about/otheract/icd9/maint/maint.htm.
20 Hernias de la pared abdominal. Tratamiento actual (Capítulo 2)
Capítulo 3
Hernioplastia sin tensión
Juan Carlos Mayagoitia González

INTRODUCCIÓN una zona de tensión. Los buenos resultados de estas re-


paraciones dependían de la resistencia de las suturas
aplicadas, así como de que los tejidos del paciente fue-
ran de buena calidad y sin deficiencia de colágena. Por
Hasta hace unas dos décadas estaba bien establecido este motivo, en la actualidad estas técnicas se conocen
que la era moderna de la cirugía de hernia inguinal se como tensionantes o técnicas con tensión.
inició a partir de las descripciones de la reparación in- Debe recordarse que la frecuencia de hernias ingui-
guinal hechas por Henry Marcy (EUA) en 1870 y por nales en la población general es de alrededor de 15%,
Edoardo Bassini (Italia) en 1890, quien fue el primero mientras que la de hernias umbilicales es de 5%, y entre
en realizar un procedimiento plástico o de reforzamien- 12 y 15% de las cirugías abdominales donde se incide
to del piso inguinal con tejidos adyacentes, los cuales aponeurosis tendrán la posibilidad de desarrollar una
revolucionaron el concepto de hernioplastia que existía hernia incisional. Otros tipos de hernias, como las epi-
hasta entonces. Después vinieron los excelentes traba- gástricas, las de Spiegel y las lumbares, entre otras, se
jos de Shouldice en 1945, de McVay en 1948 y de Zim- presentan en 3% de la población,1 lo cual indica que re-
merman en 1952, quienes idearon sus propias técnicas presentan un padecimiento sumamente frecuente. En
de reparación inguinal, las cuales se utilizaron en todo las instituciones públicas representa la segunda causa
el mundo y continúan formando parte del arsenal técni- de intervención quirúrgica, después de la cirugía de tu-
co de muchos cirujanos generales que operan hernias in- mores benignos de piel (lipomas, quistes, etc.), y en las
guinales. Por su parte, las hernias de pared siempre se instituciones particulares constituye la cuarta causa de
consideraron candidatas al cierre primario y se hicieron cirugía, después de las colecistectomías, las funduplica-
pocas variaciones para mejorar los resultados medio- turas y las apendicectomías. Por otro lado, los cirujanos
cres que se tenían, en especial las de tipo incisional, generales señalan índices mundiales de recurrencia me-
cuyo porcentaje de recidivas era muy alto. diante técnicas con tensión de 15 a 20% de hernias in-
guinales primarias1--3 y entre 25 y 30% en cirugías de re-
E Editorial Alfil. Fotocopiar sin autorización es un delito.

El cirujano general contaba con un número aceptable


de procedimientos de hernioplastia inguinal abierta, en- cidivas de hernias inguinales.1,2 De acuerdo con nuevos
tre los que se cuentan las técnicas de Bassini, Marcy, estudios de seguimiento bien sistematizados, para las
McVay, Shouldice, Zimmerman y el abordaje preperito- hernias umbilicales se maneja un sorprendente índice de
neal de Nyhus. Las hernias de pared sólo se reparaban recurrencia de 20 a 30%, sobre todo cuando se lleva a
con cierres directos, a excepción de las umbilicales, cabo el procedimiento de Mayo. El problema más impor-
donde se llevaba a cabo el procedimiento de Mayo, aun- tante se encuentra con las hernias incisionales, que alcan-
que cada vez con menor frecuencia. Dichas técnicas se zan cifras prohibitivas de 40 a 50% de recurrencia con la
basan en el mismo principio: el cierre del defecto her- ejecución de técnicas tensionales.4--6 Cuando se analiza la
niario mediante tejido autólogo circundante al anillo frecuencia de presentación de una hernia y se relaciona
herniario del paciente por medio de suturas, para crear con los índices de recidiva, se concluye que un núme-

21
22 Hernias de la pared abdominal. Tratamiento actual (Capítulo 3)

Cuadro 3--1. Comparativo de recidivas Cuadro 3--3. Objetivos generales


entre herniólogos y cirujanos generales ideales de las hernioplastias
Autor Año Casos % S Procedimiento sencillo de realizar
No herniólogos S Curva de aprendizaje corta
S Aplicable en cualquier hospital
USA Dept. of Health 1979 550 000 10
S Poca morbilidad posoperatoria
Herniólogos
S Bajo índice de recurrencias
Lichtenstein 1987 6 321 0.9
S Resultados reproducibles
Palumbo/Sharpe 1971 5 500 1
Berlwer 1983 1 084 1.2
Alexander 1987 150 000 1
Rutledge 1988 1 142 2
necesario crear primero centros especializados en el tra-
Deysine 1991 2 534 1.5
tamiento de hernias de pared y hacer que los cirujanos
se dedicaran exclusivamente al manejo de este tipo de
padecimientos.7,8
Con la aparición de los materiales protésicos, que al
ro muy alto de pacientes presentarán recidiva después principio básicamente tenían aplicación en las hernias
de su primera cirugía, lo cual repercute en incapacidad incisionales o inguinales recidivantes, mejoró un poco
laboral, pérdidas económicas tanto para el paciente que la frecuencia de recidivas,9 aunque a cambio de múlti-
trabaja de manera independiente y tendrá que invertir ples problemas relacionados con las mallas utilizadas,
nuevamente en otra cirugía así como para las institucio- en especial por la falta de conocimiento de ellas, por uti-
nes de salud que tienen que hacer los pagos de incapaci- lización de materiales no adecuados y por el desconoci-
dad y de un nuevo procedimiento quirúrgico. miento de la mejor manera de colocarlas y fijarlas. Fue
Algunos autores, entre los que destaca Deysine (New por esto que el uso de dichas prótesis pasó a convertirse
York, EUA), encuentran una incongruencia entre los resul- en el último recurso en los pacientes que habían sido
tados obtenidos por cirujanos generales con práctica qui- operados en múltiples ocasiones.
rúrgica variada (vías biliares, cuello, vascular, pared abdo- Se entiende que todo en la vida tiende a evolucionar
minal, etc.) y los resultados de los cirujanos que se dedican hacia la mejoría, y la cirugía de las hernias no ha sido la
exclusivamente al tratamiento de las hernias de pared (her- excepción. A principios de la década de 1970 se gestó
niólogos), en especial de las hernias inguinales. Los últi- un cambio en la apreciación de lo que significaba una
mos presentaban consistentemente reportes con sólo 1 a hernia, sus causas predisponentes y la forma de mane-
2% de recurrencias y frecuencia de complicaciones tem- jarlas. Hasta ese momento no se cumplía con los objeti-
pranas de 1.6% en promedio, contra 8 a 10% de complica- vos de las hernioplastias en algunos de sus aspectos
ciones tempranas y de 11 a 20% de recidivas entre los ciru- (cuadro 3--3), pues las técnicas tenían una curva de
janos generales (cuadros 3--1 y 3--2). 7,8 Esto causaba aprendizaje larga y no eran sencillas, ya que requerían
frustración entre los cirujanos no herniólogos, porque no habilidad especial —sobre todo una de ellas—, sus re-
podían reproducir los mismos resultados, a pesar de ela- sultados no eran reproducibles, se menospreció la ciru-
borar una técnica quirúrgica lo más parecida a la descrita gía de las hernias y, en consecuencia, los índices de re-
por cada uno de los creadores de estos métodos. Durante currencia seguían siendo altos. Varios investigadores en
varios años Deysine sostuvo la tesis, congruente de este campo, en especial Jean Rives y René Stoppa en
acuerdo con estas observaciones, de que para obtener Francia,10 e Irving Lichtenstein y su grupo (Parviz
mejores resultados en cualquier tipo de hernioplastia era Amid y Shulman)11 en EUA, iniciaron el cambio al
abordar las hernias no sólo como defectos anatómicos
simples de la pared abdominal. Estos autores iniciaron
sus trabajos con pacientes con hernias inguinales e inci-
Cuadro 3--2. Diferencia de las complicaciones
tempranas entre herniólogos
sionales recidivantes, que nadie deseaba operar, me-
y cirujanos generales diante el uso de material protésico (DacrónR en Francia
y polipropileno en EUA) con excelentes resultados y las
Complicaciones Herniólogos Cirujanos siguientes conclusiones.
generales
El problema de las recurrencias al usar técnicas ten-
Infección de herida 0.45% 5.90% sionantes es la gran tracción que se ejerce en los tejidos
Orquitis isquémica 0.70% 0.50% para ocluir el defecto herniario con tejido circundante,
Complicaciones sistémicas 0.45% 2.05% sea muscular, aponeurótico o tejido cicatricial con sutu-
Hernioplastia sin tensión 23

Cierre del anillo herniario y/o plastia PRINCIPIOS DE LA HERNIOPLASTIA


SIN TENSIÓN
Tensión en los tejidos

Necrosis y desgarro de tejidos Rives, Stoppa y Lichtenstein concluyeron y publicaron


sus resultados a principios de la década de 1980, propor-
cionando los lineamientos para realizar el nuevo con-
Recidiva cepto de hernioplastias libres de tensión (el término de
“libre de tensión”, o tensión--free, fue acuñado por I.
Figura 3--1. Mecanismo de producción de recidiva posterior
a una hernioplastia con tensión.
Lichtenstein),11 que resumen los siguientes pasos:

1. Reforzamiento con “tejido fuerte” (la malla).


ras que deben ser anudadas con fuerza excesiva. Esto 2. Producción del efecto de “tapón” y no de “parche”
produce, además de la tensión obvia en los tejidos, is- con la malla.
quemia y necrosis en ellos. A partir del momento en que 3. Endurecimiento del peritoneo.
el paciente inicia la movilización y deambulación des- 4. Redistribución de la presión intraabdominal (prin-
pués de la cirugía comienzan a gestarse las recurrencias, cipio de Pascal).
ya que los tejidos traccionados e hipóxicos tienden a 5. No efectuar el cierre del defecto herniario.
desgarrarse y a dejar descubierto el defecto herniario
(figura 3--1). En la actualidad es difícil culpar a la falta
de resistencia de las suturas de una recurrencia, ya que Reforzamiento con “tejido fuerte”
la tecnología usada en la fabricación de los nuevos
materiales obliga a una tracción importante para que Como no es conveniente utilizar tejidos del paciente
sean fragmentadas. para ocluir y reforzar los defectos herniarios, es necesa-
El principal problema de las hernias es la protrusión rio contar con un “tejido” o material especial que haga
visceral a través del anillo herniario y el crecimiento esta función. El material protésico, o malla, suple los te-
paulatino de dicho anillo. Al protruir el contenido abdo- jidos deficientes del paciente. Siempre que se hable de
minal por el defecto herniario se produce un efecto me- hernioplastias sin tensión se dará por hecho el uso de
cánico de dilatación y crecimiento del anillo. Además, este tipo de material.
este proceso de entrada y salida de epiplón o intestinos Una malla debe tener ciertas características especia-
por un anillo estrecho produce una inflamación de estas les, como la de poder integrarse a los tejidos del pacien-
vísceras, que continuamente rozan los bordes del defec- te; es decir, que tenga la posibilidad de ser infiltrada por
to, y se generan adherencias entre el saco, los intestinos, los fibroblastos y estructuras vasculares de neoforma-
el epiplón y el borde del anillo herniario. Cuando los ción para que quede fija de manera permanente al área
anillos herniarios crecen en forma importante, además donde es aplicada y no forme espacios muertos ni pueda
de ocasionar un defecto anatómico, se producen altera- moverse en un futuro, incluso con los movimientos
ciones en la fisiología de la cavidad y la pared abdomi- musculares. La permanencia de esta malla debe ser
nal. Todo lo anterior ocurre debido a que el peritoneo es constante y no debe absorberse ni fragmentarse, incluso
E Editorial Alfil. Fotocopiar sin autorización es un delito.

distensible. Si no lo fuera, simplemente no se formaría con la degradación que algunos materiales sufren por
un saco herniario y no habría protrusión herniaria ni cre- los líquidos orgánicos. Las malas experiencias que se
cimiento del anillo. tuvieron en el pasado con el uso de mallas fueron oca-
Por otro lado, se debe considerar que estos pacientes sionadas por el uso de materiales que no tenían la pro-
no sólo son portadores de un defecto anatómico simple, piedad de integración a los tejidos y por el desconoci-
sino que conllevan un problema con componente meta- miento de la técnica adecuada de manejo y fijación.
bólico que afecta la estructura normal de los tejidos y su
forma de cicatrizar. Por lo tanto, su manejo no debe ser
confiado únicamente a los propios tejidos del paciente, Efecto de tapón
sino que deben reforzarse con algún material que supla
la deficiencia de ellos. Los pacientes con hernia deben La mayor parte de los fracasos con el uso de mallas en
ser considerados como enfermos crónicos, en especial hernioplastias se debía a que éstas se colocaban en el es-
los que presentan hernias incisionales. pacio inadecuado, lo cual producía un efecto de parche,
24 Hernias de la pared abdominal. Tratamiento actual (Capítulo 3)

Efecto de parche Endurecimiento del peritoneo


Aponeurosis
Aponeurosis
Malla

Malla
Peritoneo
Peritoneo

Cavidad abdominal Cavidad abdominal

Figura 3--2. La presión intraabdominal actúa contra la malla Figura 3--4. Al contacto de la malla con el peritoneo, éste se
colocada a manera de parche, desprendiéndola y produ- “endurece” como efecto de la fibroplasia y pierde sus propie-
ciendo la recidiva herniaria. dades de distensibilidad.

ya que la malla quedaba siempre por encima del defec- cias, por lo que este tipo específico de mallas sólo se po-
to, es decir, arriba de la pared aponeurótica (técnica drán colocar en el espacio intraperitoneal.
onlay). Esto hacía que la presión intraabdominal actua-
ra en contra del parche, tendiendo a desprenderla de la
pared abdominal (figura 3--2). Endurecimiento del peritoneo
Si este material se coloca en la parte interna de la apo-
neurosis o el espacio preperitoneal o intraabdominal Se sabe que la propiedad del peritoneo para distenderse
(técnica sublay), la presión actuará a favor de la malla ocasiona que protruyan las asas intestinales y el epiplón,
y la presionará y mantendrá fija a la pared abdominal sin y que se forme un saco herniario que irá dilatando paula-
desprenderla, haciendo lo que se conoce como “efecto tinamente el defecto herniario. Es obvio que si se endu-
de tapón” (figura 3--3). rece el peritoneo se evitará tal protrusión. Este endureci-
Lo anterior se entiende mejor con el clásico ejemplo miento se logra gracias a la reacción fibroplástica e
del neumático que necesita ser reparado después de una inflamatoria que produce la malla en contacto con los
pinchadura. Resultaría absurdo pensar que se colocará tejidos. Para esto, la malla debe estar en contacto con el
un parche en la parte externa de la llanta, ya que la pre- peritoneo al colocarla en el espacio preperitoneal o in-
sión del aire la expulsaría; si se coloca en la parte inter- traperitoneal, cuando la malla sea adecuada para ello
na, la presión del aire evitará que se desprenda. (figura 3--4). En parte, éste es el motivo por el que no es
Debido a que la mayoría de las mallas hacen adheren- forzoso el cierre del defecto herniario.
cias y fistulizaciones al contacto con las asas intestina-
les, el mejor espacio para su colocación es el preperito-
neal y el retromuscular, para que el peritoneo quede Redistribución de la
como una capa aislante. En la actualidad se cuenta con presión intraabdominal
varios materiales protésicos que no producen adheren-
Si se toma el ejemplo del neumático, se podrá notar que
el parche colocado es exageradamente grande en rela-
Efecto de tapón ción con las dimensiones del orificio. A esto se le llama
redistribución de la presión, es decir, se aplica con toda
intención el principio físico de Pascal, el cual reza: “A
Malla menor área, mayor presión por unidad de área. A mayor
Aponeurosis área, menor presión por unidad de área”. Si una persona
de 80 kg toma un clavo puntiagudo y recarga todo su
peso sobre la espalda de otra persona, el clavo se intro-
Cavidad abdominal ducirá en la piel de la persona, ya que los 80 kg de pre-
Figura 3--3. Al colocar la malla en el espacio preperitoneal
sión estarán concentrados en la finísima punta del clavo;
o retromuscular se logra que la presión intraabdominal ac- si en lugar del clavo se utiliza la punta del dedo, es posi-
túe a favor de la misma, adhiriéndola a la pared musculoa- ble que la otra persona sienta dolor y gran molestia, pero
poneurótica, sin tendencia a desprenderla. no se introducirá, ya que los 80 kg estarán distribuidos
Hernioplastia sin tensión 25

Principio de Pascal Desvía fuerza de presión

Cono o tapón Aponeurosis

10 kg 10 kg 10 kg

“A mayor área, menor presión por unidad de área.


A menor área, mayor presión por unidad de área” Cavidad abdominal

Figura 3--5. Principio de Pascal de la redistribución de la Figura 3--6. Redistribución de la presión intraabdominal al
presión. colocar un tapón o plug en el tratamiento de un defecto her-
niario.

en una superficie un poco más grande. Si se utiliza un


libro, la presión se redistribuirá aún más y sólo se sentirá pacientes con grandes defectos herniarios, favorecien-
presión sin dolor. Cuanto más grande (más área) sea el do que dichos tejidos se desgarren en un corto plazo o
objeto sobre el que se aplica la presión a la otra persona, produzcan insuficiencia respiratoria en el posoperatorio
menor molestia sentirá (figura 3--5). inmediato. Cuando los bordes de la aponeurosis se pue-
Stoppa12 fue el primero en comprender este fenómeno den unir sin causar tensión se puede intentar el cierre,
y lo aplicó a sus pacientes con hernias inguinales recidi- más con la idea de no dejar mucha superficie de la malla
vantes e incisionales, exagerando al principio el tamaño de en contacto con el tejido celular subcutáneo (lo cual dis-
las mismas, pero logrando excelentes resultados al desviar minuye la frecuencia en la presentación de algunas
parte de la presión intraabdominal del área del defecto her- complicaciones posoperatorias, como seromas, hema-
niario. Los primeros intentos de hernioplastia laparoscó- tomas e infecciones) que como requisito para evitar re-
pica fracasaron por completo, debido a la ignorancia de cidivas
este principio, ya que sólo se aplicaban segmentos de ma- Lo anterior dio inicio a una “nueva era en el manejo
lla del tamaño del anillo, con la consiguiente expulsión en de las hernioplastias”: la era de las plastias libres de ten-
el posoperatorio y la recidiva subsecuente. sión. Desde entonces se han ideado varios métodos de
Cabe agregar que cuando se usa la técnica de repara- reparación inguinal e incisional sin tensión mediante
ción inguinal con el empleo de cono o plug se utiliza abordajes abiertos y laparoscópicos.
otro principio físico para la redistribución de la presión.
Las estructuras cónicas o en forma de arco desvían la
presión ejercida sobre ellas hacia la base. Con el uso de HERNIAS INGUINALES
un cono o plug la presión del contenido intraabdominal
se desvía hacia las zonas de la base amplia del cono in-
troducido en el espacio preperitoneal y detenido en su
Entre las técnicas abiertas más conocidas para plastia
sitio por la fascia transversalis normal, por lo que en el
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inguinal se pueden mencionar, en orden de antigüedad,


área del defecto habrá una presión mínima (figura 3--6).
las siguientes:

S Técnica de Stoppa (1973). Se llevó a cabo princi-


No efectuar el cierre del defecto herniario palmente en Francia y en algunas otras partes de
Europa. Su uso fue esporádico en América y se re-
Una vez que se aplican los cuatro principios previos, se servó para reparar hernias recurrentes en varias
comprende que resulta innecesario hacer el cierre del ocasiones y algunas hernias bilaterales primarias.
defecto herniario. En las hernias inguinales jamás se in- Se basa en un abordaje a través de la línea media
tenta el cierre del defecto por grande que éste sea. En las hasta el espacio preperitoneal, lo cual permite
hernias incisionales el cierre de aponeurosis y afronta- efectuarla en forma unilateral o bilateral, según se
miento de músculos se hace con el fin teórico de restituir requiera. La disección del saco se hace por vía pre-
una “fisiología abdominal normal”, lo cual es difícil en peritoneal y en este espacio se coloca el segmento
26 Hernias de la pared abdominal. Tratamiento actual (Capítulo 3)

de malla (Stoppa prefiere el DacrónR), el cual cu- suturas a los bordes del defecto para prevenir su
bre un área grande y ocluye todo el orificio mio- movilización o migración. Se completa con un re-
pectíneo). Cuando es bilateral se puede colocar un forzamiento del piso inguinal con el parche de ma-
solo segmento grande de malla que cubra ambas lla u onlay patch colocado sobre la fascia trans-
regiones o dos segmentos independientes, uno en versalis sin suturas. Se puede decir que ocupa el
cada región inguinal. segundo lugar en popularidad después de la técni-
S Técnica de Lichtenstein (1984). Es la técnica ca de Lichtenstein.
más versátil, utilizada y difundida en todo el mun- S Técnica de Trabucco (1989). La diseñó Ermanno
do. Su abordaje requiere una incisión inguinal tra- Trabucco; tiene dos componentes: un segmento
dicional por vía anterior. La malla en forma de par- plano preperitoneal en forma circular (que Tra-
che no se coloca en el espacio preperitoneal, sino bucco llama “un plug plano”), que queda anclado
sobre la fascia transversalis para reforzar el piso entre el cordón espermático y hace la función de
inguinal, suturada al ligamento inguinal y al ten- una malla de Stoppa, y un onlay patch sobre la fas-
dón conjunto, para luego crear un neoanillo con cia transversalis, sin suturas y un poco más grande
ella al entrecruzar la parte superior de la malla. Al que en la técnica del Mesh--Plug, que fue diseñado
principio Lichtenstein colocaba antes un tapón o tomando en cuenta las dimensiones promedio del
plug en forma de cigarrillo dentro del defecto her- espacio del piso inguinal, para que éste quedara
niario, el cual fijaba con suturas, y posteriormente “justo” y no tuviera posibilidades de moverse.
el parche. Con el paso del tiempo, y anticipando S Técnica de Kugel (1994). La diseñó Robert Ku-
que estos plugs pudieran ocasionar algunos pro- gel; requiere un abordaje de tipo preperitoneal de
blemas, en especial de erosión a tejidos vecinos, Nyhus en el que se utiliza, después de disecar el
se abandonó esta práctica y se limitó sólo al parche saco herniario y reducirlo, un dispositivo autoex-
(onlay patch). pandible de polipropileno que queda fijo sin sutu-
S Técnica sin suturas o sombrilla de Gilbert ras en el espacio preperitoneal y cubre el área del
(1985). Arthur Gilbert retomó las ideas originales orificio miopectíneo.
de Lichtenstein acerca del parche u onlay patch y S Técnica de grid- iron (1995). La diseñó Franz Hu-
el tapón o plug en forma de cigarrillo. Tiene la va- gahary; utiliza el mismo abordaje preperitoneal de
riante de que no utiliza suturas para fijar la malla. Nyhus, pero —a diferencia del procedimiento de
Se introduce un segmento rectangular de malla, Kugel— se coloca un segmento de malla plana en
doblado a manera de cono o “cucurucho”, dentro el mismo espacio preperitoneal para cubrir el área
del defecto herniario, en el espacio preperitoneal, del orificio miopectíneo. Esta malla se fija con pun-
con la idea de que se expanda a manera de sombri- tos para evitar su movilización.
lla y quede como una malla plana en el preperito- S Técnica de Gilbert con PHS y UHS (1997). La
neo, con la misma función que en la técnica de ideó Gilbert cuando abandonó su técnica inicial sin
Stoppa para ocluir el defecto. Se agrega un parche suturas. Se basa en un método que reúne las carac-
sobre la fascia transversalis para reforzar el piso terísticas de tres de las principales técnicas (Stoppa,
sin fijarla con puntos, con la idea de que el cierre Lichtenstein y Mesh--Plug) en un solo dispositivo
de la aponeurosis del oblicuo mayor impida su de malla prefabricada, con la idea de que actúen de
movimiento. Esta técnica ya no se usa en la actua- manera sinérgica. Se introduce el segmento circu-
lidad, e incluso su autor sólo realizó 412 cirugías lar del dispositivo (sublay patch) por el defecto her-
antes de abandonarla, pero tiene relevancia por- niario, en el espacio preperitoneal, para que el seg-
que fue la primera descripción de un método sin mento ovalado del dispositivo (onlay patch) quede
suturas para una hernioplastia y porque es la pre- sobre la fascia transversalis y el cilindro (plug) que
cursora de la técnica del cono o plug. une ambos segmentos quede entre el defecto her-
S Técnica del mesh- plug (1989). Fue ideada por niario e impida la movilización del mismo. El seg-
Ira Rutkow y Alan Robbins con base en los con- mento superior se fija con puntos.
ceptos de la hernioplastia de Lichtenstein con plug
de cigarrillo y la técnica sin suturas de Gilbert. En Estas técnicas conllevan el más bajo índice de recidivas:
lugar de un cono expandible a manera de sombri- entre 0.2 y 0.5% para hernias primarias y aproximada-
lla, estos autores prefabricaron un cono que con- mente el doble para las recurrentes. Las complicaciones
serva su forma y es introducido en el defecto her- tempranas reportadas ascienden a 5% e incluyen sero-
niario, en el espacio preperitoneal, y fijado con mas, hematomas e infecciones de la herida.13 Entre las
Hernioplastia sin tensión 27

técnicas laparoscópicas para el tratamiento de la hernia S Técnica de Rives (1973). Esta técnica se debe a
inguinal se incluyen: Jean Rives; constituye el prototipo de plastia sin
tensión, que abarca todas las características men-
S Técnica transabdominal preperitoneal (TAPP) cionadas anteriormente. Se lleva acabo una inci-
(1991). La describió por primera vez Maurice sión sobre el defecto herniario, con el fin de levan-
Arregui. Se utiliza un abordaje transabdominal tar colgajos de piel y tejido celular subcutáneo que
clásico para alcanzar la cavidad abdominal y abrir dejen descubierta una porción de aponeurosis
el peritoneo en la región inguinal herniada, para sana. Se realiza la disección del saco en la base,
disecar el espacio preperitoneal y el saco herniario para delimitar el anillo, y del espacio preperito-
por vía posterior; después se coloca una malla pla- neal, entre 6 y 8 cm de los bordes del anillo en to-
na con los principios de la técnica de Stoppa y se das sus direcciones. Este espacio no siempre pue-
fija con grapas a diferentes estructuras de la pared de ser disecado, debido a adherencias de cirugías
abdominal. previas, pero sí se puede disecar el espacio retro-
S Técnica totalmente extraperitoneal (TEP) muscular, con lo cual se logra igual efectividad.
(1993). La describieron McKernan y Laws, y en No debe haber contacto directo de la malla con las
ella no hay invasión de la cavidad abdominal, lo asas intestinales y debe colocarse un segmento de
cual evita complicaciones y lesiones intestinales al malla que ocupe todo el espacio preperitoneal di-
usar un acceso preperitoneal infraumbilical. Se secado; dicho segmento se fija con grapas al mús-
diseca el espacio preperitoneal con un balón infla- culo o aponeurosis, con puntos en “U” o transcutá-
ble; la disección del saco y la colocación de la malla neos desde la piel hasta la malla, mediante una
se llevan a cabo igual que en la técnica TAPP. aguja de Reverdin o similar, con pequeñas incisio-
S Técnica intraperitoneal onlay mesh (IPOM) nes en la piel, que dejarán una “marca o secuela”
(1993). Robert Fitzgibbons y Morris Franklin dise- en la piel, conocida como “abdomen en carátula de
ñaron esta técnica, que utiliza un abordaje transab- reloj”. En la actualidad también se utilizan pega-
dominal. No se disecan el espacio preperitoneal ni mentos sintéticos o selladores de fibrina para ha-
el saco herniario, sólo se localiza el defecto hernia- cer la fijación.
rio, se coloca una malla intraperitoneal que no pro- S Técnica intraperitoneal (IPOM). No es producto
duce adherencias intestinales y se fija con grapas. del diseño de un autor específico, sino que esta téc-
nica surgió de la necesidad de contar con un méto-
De acuerdo con diferentes series, estas técnicas tienen do que pudiera suplir al de Rives en los casos difí-
un promedio de recidivas ligeramente más alto, que os- ciles donde definitivamente no se pueden disecar
cila entre 0.6 y 1%. el espacio preperitoneal ni el retromuscular —de-
Las complicaciones tempranas van de 9 a 11% y son bido a fibrosis y adherencias de múltiples cirugías
ligeramente más altas (y más graves) que en los aborda- previas—, lo cual impide aislar con peritoneo las
jes abiertos. Esto se relaciona con el uso de anestesia ge- asas intestinales del contacto directo con la malla.
neral, invasión de la cavidad abdominal con agujas, tro- Para ello se necesita una malla que no haga adhe-
cares e instrumental que de alguna manera incrementan rencias intestinales o una malla compuesta. Se
el riesgo de lesión intestinal o vascular, íleo posoperato- procede a disecar el saco herniario sin levantar
rio y adherencias intestinales. Las principales compli- colgajos de piel y colgajos celulares subcutáneos
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caciones también incluyen los seromas y hematomas; tan grandes como en la técnica anterior. Se reseca
sin embargo, el índice de infecciones de herida es míni- el saco herniario a nivel del anillo y la malla se
mo.14,15 coloca intraperitonealmente sobrepasando 3 cm
de sus bordes. Después se fija con puntos en “U”
de aponeurosis a malla, puntos transcutáneos o
grapas intraabdominales.
HERNIAS DE PARED
Las técnicas abiertas en hernias incisionales han logra-
do un índice de recidivas de 3 a 5% y complicaciones
tempranas de 20 a 25%, especialmente seromas, hema-
Las técnicas abiertas de hernioplastia para hernias de tomas e infección de la herida, que están en relación di-
pared e incisionales sólo incluyen dos: la preperitoneal recta con la cantidad de tejido disecado, los colgajos de
y la intraperitoneal: piel con tejido celular subcutáneo y el espacio preperi-
28 Hernias de la pared abdominal. Tratamiento actual (Capítulo 3)

toneal.4,6 Como en la técnica intraperitoneal no se re- frecuencia de complicaciones tempranas, sus resultados
quiere disecar tanto los colgajos de piel, la cantidad de son reproducibles por cualquier cirujano (siempre y
complicaciones disminuye. cuando se apliquen tal como sus autores los describen),
Sólo se dispone de dos técnicas laparoscópicas para hay menor dolor posoperatorio y la reintegración a las
hernias incisionales: actividades habituales es de la mitad del tiempo, en
comparación con las técnicas con tensión. En las técni-
S Técnica laparoscópica (IPOM) (1993). Karl cas laparoscópicas sin tensión las desventajas consisten
LeBlank fue el primero en describir un método en una curva de aprendizaje más larga, se requiere más
efectivo de reparación laparoscópica para este habilidad por parte del cirujano y se necesita mayor tec-
tipo de hernias, que consiste en un abordaje intra- nología (aparato, instrumental y accesorios), lo cual no
abdominal por fuera de la zona herniada, para libe- es posible en algunos centros hospitalarios pequeños.
rar adherencias e introducir una malla que no for- Ante las evidencias de que el índice de recidivas de
ma adherencias intestinales por uno de los trocares las hernias inguinales ha disminuido de 10 a 0.4% y el
(casi siempre malla de PTFEe o mallas compues- de las hernias incisionales de 45 a 3 o 5% utilizando téc-
tas) y ocluir el defecto, sobrepasando al menos 3 nicas sin tensión, cabría suponer que los cirujanos aban-
cm en toda su circunferencia para después fijarla donen las técnicas tradicionales con uso de tensión y
en forma doble con puntos en “U” desde la piel a apliquen únicamente plastias libres de tensión en todos
la malla; se refuerza con grapas en toda la circun- sus pacientes. Sin embargo, la realidad es otra hasta el
ferencia del parche. momento. Aun después de casi 30 años de que se descri-
S Técnica preperitoneal laparoscópica (2001). Es bió la primera técnica sin tensión con uso de prótesis, en
una técnica descrita por Sergio Roll. A diferencia de la actualidad muchos cirujanos de muchas partes del
la anterior, después de liberar el anillo herniario de mundo siguen utilizando técnicas tensionantes, lo cual
las adherencias intestinales y de epiplón se abre el pone en entredicho la lógica científica.
peritoneo parietal para disecar el espacio preperito- Se piensa que lo anterior se debe a que, igual que ocu-
neal y el saco herniario a una distancia de 6 a 8 cm rrió con la cirugía laparoscópica, se produjo una “resis-
de los bordes del anillo, donde se coloca una malla tencia al cambio” importante, más notoria en los ciruja-
de polipropileno. Se cierran el peritoneo y cada uno nos con más años de práctica quirúrgica, quienes
de los orificios o desgarros que se hayan producido. adujeron el hecho de que se efectuaron las técnicas con
La malla queda colocada en el espacio preperitoneal, tensión la mayor parte del tiempo y de que sus recidivas
de igual manera que en la técnica de Rives. Este pro- eran bajas (aun sin tener forma de comprobarlo con base
cedimiento requiere mucha habilidad y paciencia en el seguimiento de sus pacientes). Existe desconoci-
por parte del cirujano. Al parecer fue diseñado, de miento por parte de estos cirujanos de las técnicas y de
acuerdo con lo que comentó el autor, debido a la cómo y dónde efectuar un adiestramiento que les permi-
imposibilidad de conseguir mallas de material anti- ta aplicarlas. Hay un temor originado en las malas expe-
adherente en algunas regiones geográficas con un riencias obtenidas con el uso de material protésico en el
bajo nivel socio--económico (el precio comercial pasado, en especial los llamados “rechazos a las ma-
de una malla de material antiadherente es cuatro llas”, que hoy se sabe que prácticamente no existen,
veces mayor que el de una de polipropileno). pues sólo se trataba de infecciones de la herida, del des-
conocimiento de las características de los materiales
Estas técnicas logran índices de recurrencia iguales a los protésicos y una selección inadecuada de los mismos.
de las técnicas abiertas, que van de 5 a 6%. La gran dife- Finalmente, otro factor contribuyente a la falta de acep-
rencia se observa en las complicaciones tempranas al tación de estas técnicas es el tradicional menosprecio
disminuir la frecuencia de seromas, hematomas e infec- que algunos cirujanos han hecho de la cirugía de las her-
ciones de la piel (15%), puesto que no hay herida quirúr- nias, puesto que continúan pensando que se trata de una
gica grande ni levantamiento de colgajos de piel.16--17 cirugía poco atractiva que se debe dejar en manos de los
También se reporta una más rápida rehabilitación del residentes sin ningún tipo de supervisión.
paciente en sus actividades habituales. El objetivo de los cirujanos interesados en la cirugía
Como se sabe, los resultados en las hernioplastias de las hernias y con conocimiento y experiencia en el
cambiaron a partir del advenimiento de las técnicas sin uso de técnicas sin tensión debe ser el de convertirse en
tensión. Son procedimientos que tienen una curva de verdaderos guías del resto de los cirujanos y residentes,
aprendizaje corta, se aplican en casi cualquier centro adiestrándolos adecuadamente en el aspecto técnico y
hospitalario, tienen bajo índice de recidivas y menor en la selección correcta de los materiales protésicos, así
Hernioplastia sin tensión 29

como en la individualización de la técnica de acuerdo soluta de las ventajas de usar técnicas sin tensión. En un
con las características de cada paciente y en el uso de estudio de metaanálisis y medicina basada en eviden-
protocolos de manejo, seguimiento y publicación de los cias el grupo EU Hernia Trialists Collaboration, publi-
resultados, tanto individuales como institucionales, con cado en la Cochrane Library en 2002, estableció que las
el uso de estas plastias. Una vez que los cirujanos escép- plastias sin tensión son capaces de reducir entre 50 y
ticos ejecutan estas técnicas por primera vez bajo super- 75% el riesgo de recidiva. La frase de Parviz Amid a
visión, un gran porcentaje de ellos continúan llevándo- este respecto indica:
las a cabo.
El interés por la cirugía de hernia renació en los últi-
mos 15 años debido a la utilización de técnicas sin ten- “En la actualidad hay suficiente evidencia bio-
sión. En los congresos internacionales dedicados al química de alteración de los tejidos en la génesis
tema de las hernias y su reparación ya no se cuestiona de las hernias. El uso de estos tejidos defectuosos,
si es ético o no el seguir realizando plastias con tensión especialmente en plastias con tensión, es una vio-
o si resulta conveniente seguir realizando estudios com- lación a los más básicos principios de la ciru-
parativos entre estas dos técnicas, ante la evidencia ab- gía.”18

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Plastie des hernies de l’aine. L’interposition sans fixation de
30 Hernias de la pared abdominal. Tratamiento actual (Capítulo 3)
Capítulo 4
Materiales protésicos en hernioplastias
Juan Carlos Mayagoitia González, Óscar Álvarez Castillo

INTRODUCCIÓN fascia, pero dichas reparaciones fueron desechadas por


la marcada tendencia de la prótesis a la distensión y su
alto índice de infección.23
A partir de 1909 aparecieron reportes de uso de piel
En la actualidad no se concibe una hernioplastia con téc- total como material de refuerzo, pero se empezaron a
nica sin tensión sin el uso de biomateriales protésicos. observar complicaciones, como la aparición de quistes
Por ello es necesario el conocer las características y el epidérmicos de inclusión.24 En 1949 Gossec ya había
modo de aplicación de los diferentes tipos de mallas dis- modificado los parches de piel, eliminando los elemen-
ponibles en el mercado para lograr eficacia y máximos tos cutáneos de la dermis para evitar los quistes de inclu-
beneficios para el paciente que se somete a una hernio- sión; en la literatura médica de hoy en día hay reportes
plastia. del uso de duramadre liofilizada como bioprótesis.25
El material protésico, o malla, es utilizado, entre En 1918 Handley planteó el uso de una malla de seda,
otras cosas, para reemplazar la pérdida de tejido ocasio- la cual demostró tener una tasa de infección más alta que
nada por trauma o infecciones. Su principal uso en la ac- los metales y tejidos autólogos, además de que se degra-
tualidad es para remplazar tejido propio debilitado o daba por acción de los macrófagos y favorecía la forma-
simplemente reforzarlo, como es el caso de las hernio- ción de granulomas, por lo que dejó de usarse.
plastias. En 1928 Goeper diseñó una malla de acero inoxida-
Los primeros implantes de bioprótesis para reparar la ble que generaba una mínima respuesta inflamatoria,
pared abdominal se remontan a 1832, con los trabajos pero su extrema rigidez, difícil manipulación y alto cos-
de Belams, quien usó vejigas natatorias de peces para to pronto la hicieron caer en desuso.26
cerrar con éxito el defecto de la pared en tres pacientes En 1948 Koontz publicó su experiencia inicial con
con hernia inguinal. Este autor es el primero en la histo- una malla de tantalio, pero él mismo encontró que sufrió
ria que empezó a hablar del efecto benéfico de la retrac- fragmentaciones a los 11 meses de implantada en su se-
ción y la fibrosis que se produce a raíz de la inflamación gundo paciente y pronto aparecieron reportes de fístulas
E Editorial Alfil. Fotocopiar sin autorización es un delito.

de los tejidos desencadenada por el material protésico.21 intestinales y migración de fragmentos de malla hacia
En 1889 Witzel22 usó por primera vez para la repara- la piel, por lo que a partir de 1960 ya no se encontraron
ción de defectos de la pared abdominal un tejido en for- más artículos con este material.27
ma de malla, confeccionado con hilos de plata. Este ma- La historia de la evolución de los materiales protési-
terial producía una gran reacción inflamatoria que en cos a partir de este punto evolucionó rápidamente, pero
algunos casos obligaba al retiro de la prótesis. Se intentó puede decirse que la historia moderna de estos materia-
el uso de otros metales considerados “inertes”, como el les inició en 1958, cuando Usher utilizó polietileno
oro. como material para reforzar el tejido en las hernioplas-
MacArthur publicó en 1901 sus primeros trabajos de tias, el cual desplazó a los metales utilizados hasta en-
reparaciones con tejidos autólogos, como los injertos de tonces. En 1960 descubrió el polipropileno, un material

31
32 Hernias de la pared abdominal. Tratamiento actual (Capítulo 4)

que indiscutiblemente revolucionó la evolución de las Efecto de parche


plastias. En 1985 Wool utilizó por primera vez el polite- A
Aponeurosis
trafluoroetileno expandido (PTFEe), un material que ha Malla
permitido que la laparoscopia incursione en la repara-
ción de hernias incisionales.1

Peritoneo

MECANISMO DE ACCIÓN
Cavidad abdominal

B Efecto de tapón
La primera pregunta que se plantea el cirujano que se ini-
cia en la utilización de técnicas de hernioplastia sin ten-
sión es: ¿cuál es el mecanismo por medio del cual una
Malla
simple malla refuerce adecuadamente las hernioplas- Aponeurosis
tias, se haga innecesario el cierre del defecto (anillo)
herniario y se obtengan bajos índices de recurrencia?
La respuesta a lo anterior la dieron Stoppa y Rives, Cavidad abdominal
en Francia, y Lichtenstein, en EUA.2,3 Ambos llegaron
a la conclusión de que el principal problema en las her-
nias era el crecimiento del anillo herniario, ya que el pe- C Endurecimiento del peritoneo
ritoneo, que es distensible, protruye por el defecto y Aponeurosis
ejerce un efecto mecánico de dilatación sobre el anillo,
lo cual obliga a actuar en dicha zona. También se requie-
re la comprensión y el manejo de los principios básicos
Malla
de física para que la malla actúe a favor y entender por Peritoneo
qué el antiguo uso de mallas se relacionaba con fracasos
y complicaciones frecuentes.
Los lineamientos básicos de las plastias libres de ten-
sión (cuadro 4--1) se basan, primero, en el reforzamien- Cavidad abdominal
to de tejidos debilitados con tejido “fuerte” (en este caso Figura 4--1. Mecanismos de acción de la malla. A. El efecto
con la malla), ayudado por la reacción fibroplástica que de parche es vencido por la presión intraabdominal. B. Con
ocasiona, con lo que también se endurece el peritoneo, el efecto de tapón la presión intraabdominal actúa a favor de
pierde su capacidad de distensibilidad y deja de protruir. la malla. C. Endurece el peritoneo y evita su distensibilidad.
Esto sólo se consigue si la malla se coloca en el espacio
preperitoneal, con lo que al mismo tiempo se logra un
efecto de “tapón”, en vez del efecto de “parche” que principio de Pascal (figura 4--2) al redistribuir la presión
se utilizaba en el pasado y que no era eficaz en la con- abdominal en un área más grande. Lo anterior propor-
tención de las vísceras abdominales (figura 4--1). Fi- ciona la opción de cerrar el defecto herniario, cuando no
nalmente se debe colocar un segmento de malla mucho origine tensión sobre su línea de sutura.
más grande que el defecto herniario, para que se ejerza el
CLASIFICACIÓN

Cuadro 4--1. Objetivos


A pesar de los grandes avances en los aspectos de la fa-
de las plastias sin tensión
bricación de mejores mallas, continúa la búsqueda del
S Endurecer el peritoneo material protésico ideal para las hernioplastias. A raíz
S Brindar un efecto de tapón (no de parche) de la proliferación de nuevos materiales y los problemas
S Redistribuir la presión intraabdominal encontrados con su uso, en 1952 Cumberland y Scales
S Reforzar con tejido fuerte (malla) plantearon los ocho criterios con que debe cumplir el
S No cerrar el defecto biomaterial ideal:
Materiales protésicos en hernioplastias 33

Principio de Pascal Cuadro 4--2. Material protésico ideal


A (criterios de Cumberland)
1. Inerte
2. Monofilamento
10 kg 10 kg 10 kg
3. Poros > 75 de diámetro
4. Resistente a la infección
5. Estimulante de la fibroplasia
6. Fijación con rapidez
7. Tejido de integración a la malla de patrón “normal”
8. Permanencia constante en la pared abdominal
“A mayor área, menor presión por unidad de área. 9. Fácilmente moldeable y que pueda cortarse sin que
A menor área, mayor presión por unidad de área” se deshaga
10. Adaptabilidad a la anatomía de la región
B Desvía fuerza de presión 11. No ser modificado por los líquidos orgánicos
12. No ser alergénico ni carcinógeno
Cono o tapón Aponeurosis 13. No producir adherencias intestinales
14. Barato

Los biomateriales protésicos se dividen en dos gran-


des grupos: los no sintéticos o biológicos, como los
autólogos de fascia y matriz acelular de algunas estruc-
turas como la de submucosa intestinal porcina, la de piel
de cadáver humano o porcino (los injertos de pericardio
Cavidad abdominal bovino, duramadre de cadáver, etc., han sido abandona-
dos por su tendencia a ser modificados por los líquidos
Figura 4--2. A. Principio de Pascal. B. Redistribución de la
presión en las estructuras cónicas. orgánicos, calcificándolos y fragmentándolos a corto
plazo), y los sintéticos, que pueden ser absorbibles y no
absorbibles. Las ventajas de estos últimos incluyen que
1. Ser físicamente inalterable por los fluidos tisula- el material sintético es permanente y efectivo, su dispo-
res. nibilidad es casi ilimitada y se cuenta con una variedad
2. Ser químicamente inerte. de opciones en cuanto a formas y tamaños.
3. Generar poca reacción como cuerpo extraño y Existen dos clasificaciones de los materiales protési-
leve respuesta inflamatoria. cos sintéticos, una relacionada con el tamaño de los
4. No ser carcinogénico. poros y otra basada en el peso de la malla.
5. No producir reacciones de alergia o hipersensibili-
dad.
6. Tener alta resistencia mecánica. Tamaño de los poros
7. Poder ser fabricado y moldeado en las presenta-
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ciones y formas requeridas. La propuesta de Parviz Amid4 se basa en el tamaño de


8. Ser esterilizable (y reesterilizable). los poros de la malla (cuadro 4--3), los cuales revisten
una importancia capital en la elección de la prótesis.
Estos criterios permanecen vigentes después de más de Hay que recordar que el diámetro promedio de las bac-
50 años de su planteamiento,28 y diversos autores han terias es de 1 y el de los macrófagos es de 10 . Cuando
elaborado listas de las características que debe tener el se utiliza una malla microporo las bacterias pueden ani-
material ideal, enriqueciendo con ellas los iniciales cri- darse en dichos poros sin que puedan infiltrarse los
terios de Cumberland y Scales (cuadro 4--2), aunque en macrófagos a combatirlas, con el consecuente riesgo de
la actualidad no se ha logrado un material óptimo. Quizá una posible infección temprana o tardía de la malla.
el más utópico de todos los requerimientos sea el refe- También debe considerarse que los fibroblastos necesa-
rente al bajo costo, ya que, cuanto mejor sea la calidad rios para el crecimiento de tejido entre los poros miden
del material y sus características, más se encarecerá el cerca de 75 . Los poros menores de este tamaño no per-
producto. miten la integración de la malla al tejido al que se aplicó,
34 Hernias de la pared abdominal. Tratamiento actual (Capítulo 4)

Cuadro 4--3. Clasificación de Parviz Amid Peso de la malla


de acuerdo con el tamaño del poro
De acuerdo con su peso, las mallas pueden ser pesadas
Tipo I, macroporo (poros > de 75 ): polipropileno monofi-
lamento
(cuando pesan entre 46 y 100 g/m2), ligeras (cuando su
peso es de 29 a 45 g/m2) y ultraligeras cuando su peso
Tipo II, microporo (poros < de 75 ): PTFEe
Tipo III, macroporo y microporo: TeflónR
es de 28 g/m2 o menos.6
Polipropileno multifilamento
Poliéster Prótesis pesadas
Tipo IV, poros submicrones: no utilizables para hernio-
plastias Las mallas tradicionales tienen un peso estructural que
SilasticR ronda los 100 g de polipropileno por metro cuadrado
(por ejemplo, la malla ProleneR, de Ethicon, tiene un
peso estructural de 108 g/m2).
Un trenzado cuadriculado “convencional” de una
porque no permiten la formación de fibras de colágeno malla de polipropileno con hilos de aproximadamente
entre la malla y el tejido, y tampoco es posible la neo- 0.8 mm de diámetro espaciados alrededor de 0.8 mm
vascularización del mismo, lo cual favorece la creación tiene entre 64 y 81 “entrecruzamientos” por centímetro
de espacios muertos, seromas, hematomas y recidivas cuadrado. Dichos entrecruzamientos son denominados
(figura 4--3).4,5 Estos dos factores eran responsables de usualmente como “poros”. Ahora bien, el trenzado
las infecciones frecuentes del uso de mallas inadecua- usual de las mallas de polipropileno no está confeccio-
das y durante muchos años se catalogaron como “recha- nado con cruces o cuadrados, sino con un “tejido de
zos al material protésico”. punto”, como el de los bordados, que aunque tiene el
Si bien con mallas de poro grande se disminuye la po- mismo número de poros y más o menos el mismo grosor
sibilidad de infecciones, cuanto mayor es el tamaño de de fibras, tiene más metros lineales de polipropileno,
los poros más aumentan su dureza, se hacen menos mol- con un peso promedio de 108.5 g/m2. Las mallas con
deables y resulta más anormal el proceso de cicatriza- este tipo de trenzado se denominan “mallas pesadas”.
ción de los tejidos donde son aplicadas (fibrosis y adhe-
rencias). Otro de los problemas de las mallas de poro Prótesis ligeras
grande es su tendencia al encogimiento o contracción
pasiva, que en el caso del polipropileno alcanza hasta Puesto que el polipropileno genera una gran respuesta
30% de su tamaño original. Esta contracción pasiva se inflamatoria con depósito de polimorfonucleares, fibro-
origina porque el tejido que infiltra la malla, como todo blastos y macrófagos, y esta respuesta se mantiene du-
tejido cicatrizal, tiende a contraerse y arrastrar en este rante largos periodos de tiempo se consideró que la can-
proceso a la malla, reduciendo el tamaño de sus poros y tidad excesiva de polipropileno en las mallas tiene una
las dimensiones de la malla. Cuando se retira la malla de relación directa con los efectos secundarios reportados,
un paciente y se elimina todo el tejido humano que con- por lo que surgieron mallas con 50% o menos contenido
tiene el artefacto vuelve a sus dimensiones originales. de polipropileno que las mallas “convencionales”. El

A B C

Figura 4--3. Vista microscópica de diferentes materiales de acuerdo con el tamaño de su poro. A. Polipropileno macroporo monofi-
lamento. B. Dacrón macroporo y microporo multifilamento. C. Politetrafluoroetileno expandido microporo.
Materiales protésicos en hernioplastias 35

primer método para reducir la cantidad de polipropileno


por metro cuadrado de tejido consistió en cambiar la
estructura del trenzado; la confección de mallas con po-
ros más grandes logró reducir la densidad de polipropi-
leno por metro cuadrado. Los nuevos trenzados tienen
poros de 3 a 5 mm de diámetro, por lo que se logró redu-
cir el índice de encogimiento de 13 a 10%. El límite en
la reducción del peso de polipropileno por este método
es de 50 g/m2, ya que una malla con un trenzado más
espaciado tiene una maleabilidad inaceptable.
El otro método utilizado para lograr una disminución
aún mayor de la concentración de polipropileno consis-
te en trenzar el polipropileno con un material biodegra-
dable que le proporcione soporte estructural a la malla.
Una alternativa reciente para lograr una reducción im- Figura 4--4. Polipropileno; es un material ampliamente
portante en la concentración de polipropileno sin perder usado, que tiene diferentes características de trenzado de
maleabilidad y sin adicionar materiales biodegradables acuerdo con el fabricante.
en la estructura de la malla consiste en la incorporación
de metales altamente biocompatibles en la estructura
las mallas de nailon en el tercer mundo y recientemente
molecular del polipropileno.
se publicaron varios estudios con el uso de mallas “case-
A continuación se describen las características de los
ras” de poliamida, donde se demuestran resultados clí-
materiales protésicos con los que se cuenta en la actuali-
nicos similares a los obtenidos con las mallas comercia-
dad para la reparación de hernias de la pared abiertas o
les hechas de otros materiales.16--18
laparoscópicas.
Polipropileno monofilamento
Sintéticos no absorbibles Este material es el más usado, quizá porque es el que se
acerca al ideal y en el que más avances se han logrado (fi-
Nailon gura 4--4). Paul Hogan y Robert Banks inventaron este
material en 1951, pero hasta 1959 Francis Usher reportó
El nailon, que es el nombre comercial de la poliamida los primeros casos de reparaciones exitosas de defectos
6--6, fue la primera fibra puramente sintética; la creó de la pared con una malla de polipropileno, la cual fue
Carothers en la década de 1930 y su producción comer- comercializada inicialmente con el nombre de MarlexR.
cial empezó en 1939. Su primera aplicación médica fue Este polímero vinílico se deriva del polietileno, tiene
como material de sutura para sustituir a la seda y en un bajo costo de producción, es muy maleable y posee
1944 Aquaviva y Bounet presentaron los primeros re- una gran resistencia mecánica, lo cual permite que sea
portes de hernioplastias con mallas de nailon. El nailon trabajado como lámina y como fibra. Se puede prefor-
produce una menor reacción inflamatoria que el poli- mar al calor y, aunque se deforma al llegar a los 100 _C,
propileno, pero suficiente para lograr un proceso de ci- no se funde por debajo de los 160 _C, lo cual permite
E Editorial Alfil. Fotocopiar sin autorización es un delito.

catrización adecuado. La degradación de la poliamida repetir su esterilización.32 En su presentación monofila-


en el cuerpo humano se ha estudiado ampliamente en mento, que es la de mayor uso, se elabora con fibras
los dispositivos intrauterinos y se ha encontrado que el monofilamento y trenzado macroporo (poros mayores
nailon que los conforma es degradado por la tripsina y de 75 ), moderadamente moldeable, que puede cortar-
la quimiotripsina, y pierde sus propiedades elásticas se sin que se deshebre. No se modifica con los líquidos
hasta en 67% de los casos en un lapso mayor de dos orgánicos, por lo que no pierde su fuerza tensil. Tiene
años. En 1987 Hudson y Crugnola encontraron en estu- el “efecto velcro” cuando se pone en contacto con las
dios in vitro que es degradado por la papaína y las ligni- superficies húmedas (autoadherencia). Existen dos va-
nas de hongos. La aparición de otros materiales sintéti- riedades de este tipo de malla: la de polipropileno pesa-
cos y permanentes, así como los intereses comerciales do y la de polipropileno reducido o ligero. El polipropi-
de las compañías que producen las bioprótesis, conduje- leno pesado se usó durante muchos años (MarlexR,
ron al desuso del nailon como malla. El alto costo de las ProleneR, Atrium, etc.) y sus características incluyen
mallas convencionales ha llevado a un resurgimiento de un peso de 80 a 100 g/m2, un diámetro de sus fibras de
36 Hernias de la pared abdominal. Tratamiento actual (Capítulo 4)

0.6 mm y una fuerza tensil (resistencia a la ruptura) en- intestinales. Si no hay tejido celular subcutáneo y queda
tre 40 a 100 N (Newtons)/cm, lo cual excede con mucho en contacto con la dermis, fistuliza la piel y es difícil la
la fuerza tensil normal del abdomen, que es de 2 a 26 granulación del defecto. Su uso se recomienda para la
N/cm (promedio de 16) y de 10 N/cm en la región ingui- mayor parte de las hernioplastias abiertas y las inguina-
nal. La cantidad de polipropileno en un segmento de 10 les laparoscópicas, donde no existe contacto directo en-
x 11 cm contiene 75 m lineales de material y un segmen- tre los intestinos y la malla.1,4--7 No es lo ideal, pero se
to de 20 x 30 contiene 300 m lineales de fibra de polipro- puede reesterilizar en gas, siempre y cuando no se haya
pileno. Sus desventajas incluyen la tendencia a no per- contaminado con sangre (la reesterilización con resi-
manecer completamente plana, sobre todo cuando es duos sanguíneos hace frágiles los filamentos). El uso
empaquetada con dobleces (memoria), y el inconve- clínico de mallas reesterilizadas no se ha relacionado
niente de moverse de su sitio original, arrugarse y enro- hasta el momento con un aumento de riesgo de pérdida
llarse cuando no se fija, debido a los movimientos mus- significativa de la fuerza tensil del polipropileno (de 100
culares de la región. La elasticidad de la malla es N/cm disminuye a 58 a 66 N/cm),18 con aumento de recu-
mínima en sólo un sentido de la misma, lo cual ocasiona rrencias ni de infecciones de herida, como lo corroboran
restricción en la movilidad, distensibilidad o “adaptabi- los resultados de Cisneros19 y Cingi.18
lidad” abdominal. Se encoge hasta 30% en un transcur- El desarrollo del polipropileno monofilamento lige-
so de cinco años, por la contracción normal de la cicatriz ro o reducido (light) representa uno de los avances más
(contracción pasiva de la malla). Dependiendo de la ca- importantes de la tecnología aplicada a las mallas para
lidad de la malla, algunos autores han encontrado que reparación herniaria (Ethicon: Prolene SoftR, BardR
las de baja calidad se contraen hasta 50% de su tamaño; Soft Mesh). Su peso es de sólo 29 g/m2 con un diámetro
otros autores, como Trabuco, reportan sólo 2% de enco- de sus fibras de 0.5 mm. La fuerza tensil de esta malla
gimiento gracias a un tratamiento de horneado y estira- es de 20 N/cm, lo cual la acerca más a la fuerza normal
miento de la malla, que logra al mismo tiempo una ma- del abdomen. Los poros son más amplios que los del po-
yor rigidez. Al final de la contracción de este tipo de lipropileno pesado, por lo que se transparentan las es-
material se calcula que quedan espacios de aproximada- tructuras anatómicas al colocarla en el sitio implantado,
mente 0.8 mm entre cada fibra de polipropileno. Como permitiendo la seguridad de no lesionar nervios o vasos
no es un material totalmente inerte, produce una reac- sanguíneos al fijar la malla con suturas o grapas. Presen-
ción a cuerpo extraño con presencia crónica de macrófa- ta una contracción pasiva de 13% en relación con su ver-
gos y polimorfonucleares. Esta reacción es la causante de sión pesada, por lo que al final de ésta quedan poros de
lo que Schumpelick16 llama chronic wound o “inflama- 5 mm, que aunado a su amplia elasticidad en todos los
ción crónica persistente”, que en determinado momento sentidos (figura 4--5) proporciona una disminución no-
puede favorecer las infecciones tardías, el aumento de table a la restricción posoperatoria de la distensibilidad
grosor en las paredes de los deferentes con disminución o la adaptabilidad abdominal (figura 4--6). La cantidad
de su luz y la posibilidad de aparición de neoplasias de polipropileno de 60 a 70% menor que la de tipo pesa-
(sarcomas) a largo plazo. El principal problema del po- do, por lo que un segmento de 10 x 11 cm contiene 26.3
lipropileno está en las adherencias firmes y fistulizacio- m lineales de polipropileno y uno de 20 x 30 contiene
nes que produce al estar en contacto directo con las asas sólo 105 m. De acuerdo con la clínica, se ha apreciado

Figura 4--5. El polipropileno ligero tiene entre sus propiedades una mayor elasticidad en todas direcciones en comparación con
el polipropileno pesado; su adaptabilidad a la anatomía de la región es útil en la cirugía. Cortesía de Ethicon.
Materiales protésicos en hernioplastias 37

Espacio posfibrosis

Polipropileno (Heavyweight) 0.8 mm

Tamaño del poro 0.8 mm

Prolene reducido (Lightweight) 0.5 mm

Tamaño del poro 0.5 mm Figura 4--7. Polipropileno multifilamento; no es muy reco-
mendable para la reparación herniaria, debido a que es
Figura 4--6. Diámetro de la fibra de polipropileno pesado
macroporo y microporo.
(arriba) y ligero o reducido (abajo), así como el espacio entre
las fibras que quedará después de que se ha producido la
contracción pasiva de la malla. Cortesía de Ethicon.
propiedades y desventajas, así como sus indicaciones,
son las mismas que las del monofilamento; sin embar-
una menor respuesta inflamatoria posoperatoria en los go, su uso es poco frecuente (figura 4--7).1,4,7
pacientes con implante de material protésico ligero,
Poliéster (Mersilene, ParietexR)
aunque los estudios experimentales en animales son
controversiales, pues algunos no presentan significan- Es un polímero sintético derivado del tereftalato del po-
cia estadística en la respuesta inflamatoria en la citolo- lietileno creado en 1938 (figura 4--8) y desarrollado por
gía de las biopsias tomadas con ambos polipropilenos. Whinfield y Dickson en 1941, en el Reino Unido, como
Igual que ocurre con el polipropileno pesado, no puede material de sutura; fue comercializado hasta 1946 con
quedar en contacto con las vísceras ni con la piel despro- el nombre de Mersilene y en 1956 Wolstenholme pre-
tegida de tejido celular subcutáneo, debido a que oca- sentó la primera publicación de su empleo en 19 pacien-
siona erosión y fistulizaciones.
Uno de los problemas que se enfrentan al usar este
tipo de mallas ligeras de polipropileno es la reducción
del porcentaje de material, que hace que la prótesis sea
muy flexible y carezca de firmeza, lo cual dificulta un
poco su manejo cuando se utiliza en cirugías abiertas y
mucho cuando se utiliza por vía laparoscópica. Esta des-
ventaja se ha corregido al agregarle a la malla materiales
no absorbibles (titanio) o absorbibles (poliglactina, poli-
glecaprone o polidioxanona), que le dan firmeza para un
adecuado manejo transoperatorio y al reabsorberse sólo
dejan el polipropileno. Una ventaja adicional de estas
mallas compuestas (que no se conocía cuando fueron
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ideadas) es que, al agregarle al polipropileno un material


reabsorbible mediante hidrólisis, como los tres mencio-
nados (los materiales de sutura absorbibles se degradan
a través de dos mecanismos: por degradación enzimática
y por hidrólisis), disminuye la respuesta inflamatoria ce-
lular local sin llegar a inhibirla, mejora la evolución clí-
nica y favoreciendo la integración de la malla.

Polipropileno multifilamento (SurgiproR)

Es multifilamento y, por lo tanto, macroporo y micropo- Figura 4--8. Poliéster. Material macroporo y microporo utili-
ro con mayor tendencia a la infección. El resto de las zado ampliamente en Europa para la reparación herniaria.
38 Hernias de la pared abdominal. Tratamiento actual (Capítulo 4)

tes. En sus primeros ensayos clínicos resultó mucho está en contacto directo con los intestinos y no se encoge
más manejable y con menos rechazo que las mallas me- con el tiempo. Sus desventajas incluyen su predisposi-
tálicas usadas hasta ese momento, además de que era ción a las infecciones, por ser microporo, y que tiene que
mucho más económica.33 retirarse al presentar infección. Los fibroblastos prácti-
Está elaborado con multifilamentos, por lo que se camente no crecen entre la malla por lo pequeño de sus
considera macroporo y microporo, y es fácilmente mol- poros, así como no se puede producir neovascularización
deable y adaptable a la anatomía de la región; es posible entre sus poros. Todo lo anterior impide que se fije ade-
cortarlo sin que se deshebre y se reesteriliza con los mis- cuadamente a la pared abdominal, lo cual predispone a la
mos cuidados que con el polipropileno. Con la introduc- creación de espacios muertos, seromas, hematomas e
ción del poliéster para suturas y mallas se pensó que por infecciones tardías. Los fabricantes de esta malla trataron
fin se tenía el material ideal para la reparación de her- de solucionar los inconvenientes mediante la modifica-
nias, pero pronto aparecieron reportes por todo el mun- ción de su diseño inicial (Gore--TexR) e hicieron una de
do de ruptura, formación de seromas y fístulas; además, sus superficies rugosa y con poros de 17 a 22 , para que
al realizar pruebas de laboratorio en animales se descu- estuviera en contacto con la pared abdominal y su inte-
brió que el poliéster sufría degradación por hidrólisis, gración a ella fuera más fácil; la otra cara se conservó lisa
que el trenzado podía ser fácilmente colonizado por (poros de 3 ) para que continuara en contacto con los
bacterias y que su desnaturalización se aceleraba ante la intestinos (Dual MeshR) (figura 4--9).
presencia de infección. Aun en el mejor de los casos su Algunos modelos contienen un antiséptico (con un
resistencia disminuía hasta 70% a 10 años. Es uno de los agente de carbonato de plata y diacetato de clorhexi-
materiales protésicos más económicos y de amplio uso dina) para que resista la colonización bacteriana durante
en Europa, gracias a los trabajos de Rives, Stoppa y Che- un periodo de cerca de 10 días (Dual MeshR Plus) (fi-
vrel. Su principal desventaja es que presenta una fre- gura 4--10); otros modelos incluyen algunos orificios en
cuencia más alta de infecciones por ser microporo y debe su superficie para disminuir la posibilidad de formación
procederse a retirarla. Por otro lado, debido a que es mi- de seromas, aunque no se ha logrado por completo
croporo, no se produce una integración firme a los tejidos (Dual MeshR con orificios y Dual MeshR Plus con ori-
como con el polipropileno. Al estar en contacto directo ficios).
con los intestinos crea adherencias firmes y fistulizacio- Su principal inconveniente es su elevado costo. Se
nes, además de que produce fistulización a la piel cuando recomienda usarlo en plastias incisionales abiertas,
no hay protección de tejido celular subcutáneo entre am- donde es imposible preservar peritoneo para evitar el
bos. Su uso se limita a plastias abiertas de la pared. Su contacto de intestinos con la malla, y en las plastias la-
manejo y colocación laparoscópica son difíciles, debido paroscópicas con técnica de IPOM (intraperitoneal on-
a su exagerada suavidad.1,4,7 lay mesh), donde la malla queda en contacto con los in-
testinos.1,7

Politetrafluoroetileno expandido PTFEe


(Gore--TexR, DualmeshR, Bard ReconixR)

El politetrafluoroetileno expandido es un producto polí-


mero derivado del TeflónR, que fue descubierto acci-
dentalmente por Roy Plunkett en 1938 y denominado
por Du Pont como TeflónR. La compañía Gore lo intro-
dujo en el mercado de las bioprótesis en 1950 en forma
de prótesis vasculares y a partir de finales del decenio de
1990 como malla para hernioplastia con el nombre de
Gore--TexR.
Es una malla multifilamento y microporo (tiene poros
< 10 , aunque el promedio de sus poros es de 20 a 25 ).
Es moderadamente moldeable, se corta sin deshebrarse
y se puede reesterilizar con los cuidados ya mencionados
para todas las mallas. No se modifica con los líquidos Figura 4--9. Malla de politetrafluoroetileno expandido Dual
orgánicos, en realidad no produce adherencias cuando MeshR con una capa lisa y otra de superficie rugosa.
Materiales protésicos en hernioplastias 39

Trenzado

Figura 4--10. Malla de dos superficies (lisa y rugosa) con ori-


ficios que evitan la acumulación de seromas y antiséptico Horneado
(carbonato de plata y diacetato de clorhexidina), para preve-
nir la colonización bacteriana.
Figura 4--11. Malla de poliglactina (VicrylR, Ethicon) para
cierres temporales o para separar asas intestinales de otro
material, como el polipropileno, y evitar así la adherencia
Sintéticos absorbibles intestinal.

Poliglactina (VicrylR, DexonR)


Polipropileno más politetrafluoroetileno
Se absorbe por completo a los 90 días; el tamaño prome- expandido (ComposixR, Composix E/XR)
dio de sus poros (13 ) no es un impedimento para utili-
zarlo en un área quirúrgica contaminada. Permite la for- Tiene una cara con una capa exageradamente delgada
mación de peritoneo por debajo de la malla desde el de PTFEe que puede quedar en contacto con los intesti-
momento de su implante, que alcanza su totalidad a los nos y evitar adherencias, y otra de polipropileno, que
48 días. En teoría, no presenta adherencias al contacto siempre debe quedar hacia la pared abdominal para fa-
directo con los intestinos, pero algunos autores han en- vorecer la integración. Es ideal para plastias incisiona-
contrado adherencias no muy firmes. Su desventaja es les abiertas con técnica intraperitoneal. Su manejo es di-
que no debe ser utilizado como único material, ya que de- fícil durante la laparoscopia, debido a que su rigidez y
saparece de su sitio de implantación. Se utiliza como ma- grosor dificultan su introducción por los trocares (figura
terial temporal en alguna plastia donde existe contamina- 4--12). Debe usarse sin cortarse, pues si se hace queda-
ción bacteriana (no infección franca) para contener las rán descubiertas las fibras de polipropileno en su perife-
vísceras abdominales. Su mayor utilidad es como parche
cuando se tiene un segmento de saco herniario sin poder
cerrar el peritoneo y servir para aislar la malla de poli-
propileno de las asas intestinales, al colocarla entre am-
bas.8,9 Está disponible en malla trenzada o en malla hor-
neada (VicrylR) (figura 4--11).
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Sintéticos compuestos

Existen materiales protésicos que se utilizan en conjun-


to en una sola malla, que por un lado ofrece una malla
con determinadas características y por el otro una malla
diferente en cuanto a material y características. Algunas
tienen tres o cuatro capas diferentes, pero todas tienen la
finalidad de darle mayor firmeza a malla y permitir la
fácil integración a la pared abdominal por uno de sus la-
dos y a que no se integre a las vísceras o intestinos por Figura 4--12. Malla ComposixR, de Bard, con una capa de
el otro. Las más usadas se mencionan a continuación. polipropileno pesado y una muy delgada de PTFEe.
40 Hernias de la pared abdominal. Tratamiento actual (Capítulo 4)

Figura 4--13. La nueva malla ComposixR E/X (Bard) mejora


la flexibilidad y se compone de una capa de polipropileno
pesado y otra de PTFEe; puede utilizarse en cirugías lapa-
roscópicas. Figura 4--14. Malla compuesta Sofradim Aprietes, con una
capa de poliéster microporo y macroporo, y otra de colá-
gena hidrofílica.
ria, ocasionando adherencias intestinales. Un inconve-
niente de esta malla es que puede “arrugarse” con
relativa facilidad con el paso del tiempo, debido a la di-
Polipropileno reducido más poliglactina
ferencia en el porcentaje y velocidad de contracción de
(VyproR y VyproR II)
cada uno de sus dos componentes. Se reportó una alta
frecuencia de infección y colonización de la capa de Esta malla no es bicapa, sino que más bien se trata de
PTFEe y adherencias intestinales a la misma, debido a una malla de polipropileno ligero o reducido entrelaza-
lo delgado de su capa, por lo que los fabricantes lanza- do con fibras de poliglactina (VicrylR). Tiene 70% me-
ron una nueva versión, llamada Composix E/XR (figu- nos cantidad de polipropileno que una malla de polipro-
ra 4--13), dotada de una capa de polipropileno más del- pileno normal y su tejido es más separado y elástico en
gada y una de PTFEe más gruesa, unidas por varias todas direcciones, por lo que brinda una menor restric-
líneas de sutura, que lograron una malla con buena fir- ción al movimiento de la pared abdominal durante el
meza y suficiente flexibilidad para usarla en laparosco- posoperatorio. Como el polipropileno ligero es muy
pia e introducirla a través de los trocares en hernias ven- delgado y flexible se le agregó en su primera versión
trales, incisionales o inguinales, donde no es posible (VyproR poliglactina en la misma proporción (50% de
sellar por completo el peritoneo. polipropileno y 50% de poliglactina); el resultado fue
una malla más manejable pero aun flexible, por lo que
Poliéster más colágena hidrofílica se produjo una segunda versión a la que se le agregó
(SofradimR, ParietexR) 75% de poliglactina y 25% de polipropileno ligero, con
lo cual se logró una mayor firmeza (figura 4--16). Esta
Igual que la malla de polipropileno más politetrafluoro- prótesis presenta una transparencia mejor de los tejidos
etileno expandido, esta malla está compuesta de dos ele- a la hora de ser colocada en comparación con el polipro-
mentos: el poliéster, que se pone en contacto con la pa- pileno pesado, lo cual evita poner suturas o grapas de fi-
red abdominal, y la colágena, que se pone en contacto jación en estructuras nerviosas o vasculares. La poli-
hacia la cavidad sin el riesgo de adherencias intestina- glactina desaparece poco a poco y su absorción se
les. Este último material se absorbe en su totalidad a los completa en un lapso de 90 días mediante un proceso de
28 días, que es cuando se forma peritoneo por debajo de hidrólisis, lo cual disminuye en gran medida la respuesta
ella. Se debe evitar cortarla para que no se expongan las
fibras de poliéster. Su empleo puede ser útil en cirugías
incisionales abiertas o laparoscópicas (figura 4--14).10,11

Polipropileno más celulosa en


ácido hialurónico (SeprameshR)

El polipropileno se coloca hacia la pared abdominal y


la celulosa hacia las asas intestinales, la cual se absorbe
por completo a los 28 días y permite la formación de pe-
ritoneo por debajo de ella. Debe humedecerse antes de
aplicarla y no debe cortarse. Se ha usado en plastias inci- Figura 4--15. Malla compuesta SeprameshR con una capa
sionales abiertas y laparoscópicas (figura 4--15).12 de polipropileno pesado y otra de ácido hialurónico.
Materiales protésicos en hernioplastias 41

Figura 4--16. Mallas de polipropileno pesado y VicrylR en


diferentes concentraciones; VyproR (arriba) y VyproR II Figura 4--17. Malla UltraproR (Ethicon) de polipropileno li-
(abajo), ambas de Ethicon. gero y poliglecaprone (monocryl) trenzado.

inflamatoria en la región implantada. Finalmente sólo peritoneal en contacto con los intestinos, sea por vía
queda el material ligero con las ventajas antes citadas de abierta o laparoscópica, ya que combina tres diferentes
estos materiales. Su uso se recomienda sólo para hernio- materiales en cuatro capas: una de polipropileno reduci-
plastias donde la malla no quede en contacto con los intes- do con una capa superior y otra inferior de polidioxano-
tinos. La VyproR (que viene en segmentos de todas las na (PDS). En una de las capas de polidioxanona se agre-
medidas) puede usarse en hernias ventrales abiertas y en ga otra de celulosa oxidada y regenerada, que puede
hernias inguinales. Su manejo laparoscópico no es fácil. estar en contacto con las vísceras, evita la aparición de
La VyproR II se recomienda para hernias inguinales abier- adherencias y desaparece entre 15 y 21 días. Las dos
tas o laparoscópicas y ventrales abiertas no muy grandes capas de polidioxanona le proporcionan firmeza a la
(el tamaño más grande es de 15 x 15 cm). Desde el punto malla y reducen la respuesta inflamatoria al hidrolizar-
de vista clínico, los pacientes con un implante de este tipo se. Tiene las ventajas de una malla de polipropileno re-
de material presentan una menor reacción inflamatoria ducido, que es la que queda de manera permanente. Su
periincisional, menos dolor y menos restricción a la movi- uso se recomienda en la reparación de hernias ventrales
lidad y distensibilidad abdominal en el posoperatorio. abiertas intraperitoneales o laparoscópicas (figuras 4--18
y 4--19).
Polipropileno reducido más
poliglecaprone (UltraproR)
Polipropileno reducido más titanio (T--Mesh)
Material protésico parecido al VyproR, donde al Prole- Malla de polipropileno con fibras recubiertas por una
neR ligero se le entretejen bandas de fibras de poligle- capa de metal de titanio altamente biocompatible en la
caprone (monocryl en proporción 50:50%) para darle la estructura molecular del polipropileno. Es una alternati-
firmeza necesaria para un buen manejo abierto y lapa- va reciente para lograr una reducción importante en la
roscópico. Tiene las mismas ventajas que los VyproR
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concentración de polipropileno sin perder maleabilidad


en cuanto a manejo, elasticidad, transparencia e hidróli- y sin adicionar materiales biodegradables en la estructu-
sis del poliglecaprone. Su uso se recomienda para her- ra de la malla. Hay una malla “ligera”, con un peso de
nias inguinales abiertas o laparoscópicas y para hernias 35 g/m2, y una “extraligera”, con un peso de 16 g/m2. Es
ventrales por vía abierta. No puede estar en contacto con la malla con mayor transparencia a los tejidos, lo cual
los intestinos (figura 4--17). evita lesiones nerviosas y vasculares al momento de fi-
jarla. La capa de titanio tiene presencia permanente y
Polipropileno reducido más polidioxanona evita que se le adhieran los intestinos cuando estos están
más celulosa oxidada y regenerada en contacto con la prótesis. Su respuesta inflamatoria,
(ProceedR) igual que las mallas ligeras, es menor y brinda una dis-
tensibilidad adecuada de la pared abdominal. Se usa en
Es uno de los materiales más versátiles para las cirugías hernias inguinales y ventrales, tanto abiertas como lapa-
donde se requiere que la malla quede en el espacio intra- roscópicas (figura 4--20).
42 Hernias de la pared abdominal. Tratamiento actual (Capítulo 4)

Figura 4--18. Malla compuesta ProceedR (Ethicon) con una


capa de polipropileno ligero, envuelto en dos capas de poli-
dioxanona (PDS) y con celulosa oxidada y regenerada en
una de sus caras (superficie blanca opaca).

Biomaterial no sintético Figura 4--20. Malla T--Mesh ultraligera con una transparen-
cia mayor en relación con el polipropileno.

La evolución tecnológica en el manejo y manipulación


de diferentes tejidos ha permitido que en la actualidad
se cuente con materiales biológicos con mejores carac- se implanta en los tejidos no produce reacción antíge-
terísticas que los usados en el pasado (pericardio bo- no--anticuerpo, pero sí permite la integración de la mis-
vino, duramadre de cadáver, etc.). En la actualidad exis- ma al poder ser infiltrada por fibroblastos y angioblas-
ten tres materiales base para la elaboración de mallas: tos para la neovascularización. Esta matriz, cualquiera
la submucosa intestinal porcina, la dermis porcina y la que sea su origen, se reabsorberá en un plazo de 18 me-
dermis humana de cadáver. Mediante diferentes proce- ses. Puede colocarse en áreas contaminadas (no infecta-
sos industriales, a estos materiales se le retiran todos los das) y tiene una resistencia importante a la infección.
elementos celulares, para dejar al final una matriz colá- Entre las desventajas de este tipo de biomateriales es-
gena acelular. Esta matriz colágena es acelular y cuando tán su disponibilidad, que es limitada, que es muy cara

A B C D

Figura 4--19. A. Malla de ProceedR colocada intraperitonealmente. B. Inicia la desintegración de la celulosa oxidada y regenerada
y aparecen células mesoteliales por debajo de ella para iniciar la reperitonización. C. Las dos capas de polidioxanona casi se han
reabsorbido y hay franca reperitonización debajo de ellas. D. Ha quedado sólo la capa de polipropileno ligero y la capa de peritoneo
evita su contacto con las asas intestinales.
Materiales protésicos en hernioplastias 43

Figura 4--21. Material biológico SurgisisR, elaborado con submucosa intestinal porcina.

y, lo principal, que aún no se tiene el suficiente segui- niente es que sólo se presenta en segmentos de 4 x 11
miento a largo plazo que aclare las dudas que se tienen cm, lo cual obliga a “zurcir o hilvanar” varios segmen-
de la reabsorción de la matriz colágena acelular. No se tos para cubrir defectos herniarios moderados y grandes
sabe si habrá un porcentaje mayor de recidivas cuando (figura 4--23).
desaparezca la “malla” y sólo quede el tejido cicatricial
del paciente, que puede tener deficiencia de colágena y
predisponer a una reaparición tardía de la hernia. PRESENTACIONES COMERCIALES

Submucosa intestinal porcina (SurgisisR)


Todas las mallas a que nos hemos referido se presentan
Está elaborada con la unión de seis a ocho capas de ma- en paquetes estériles como piezas planas de diferentes
triz colágena acelular de submucosa intestinal, compac- tamaños, con el fin de elegir el tamaño más adecuado
tadas y deshidratadas (figura 4--21). Desaparece a los 18 durante la cirugía y abrir el paquete al momento de su
meses de colocada, quedando sólo el tejido del paciente. uso para evitar demasiado tiempo de exposición al me-
Puede aplicarse en contacto con las asas intestinales. Se
ha utilizado en superficies contaminadas, porque es un
tejido biológico y no favorece las infecciones. Se usa en
hernias incisionales e inguinales, sea por vía abierta o
laparoscópica, y en áreas donde exista un campo conta-
minado. También se ha popularizado su uso como malla
de refuerzo de los pilares diafragmáticos en las fundu-
plicaturas hiatales. Requiere hidratación previa a su uti-
lización, puesto que tiende a reducir sus dimensiones
cuando está en contacto con una superficie húmeda. Se
presenta en diferentes dimensiones, incluso para una
hernia ventral grande.

Dermis porcina (PermacolR)


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Matriz colágena acelular proveniente de la dermis de


cerdo. Tiene las mismas características y desventajas
que la anterior. La superficie en contacto con los intesti-
nos es indistinta (figura 4--22).

Dermis humana cadavérica (AlloDermR)

Tiene las mismas características que los dos materiales


anteriores. Los fabricantes advierten que no se debe po-
ner la parte interna, o dermis, en contacto con los intesti- Figura 4--22. Material biológico PermacolR, elaborado con
nos, sino la cara de la epidermis. Su principal inconve- dermis porcina.
44 Hernias de la pared abdominal. Tratamiento actual (Capítulo 4)

incisionales o ventrales pequeñas a medianas.12 Existe


otro dispositivo de polipropileno, conocido como par-
che de Kugel, que es autoexpandible y se utiliza para
hernias inguinales (técnica de Kugel con abordaje
abierto preperitoneal), y también los hay más grandes
para hernias incisionales con las mismas características.
Se han diseñado algunos dispositivos específicos de po-
lipropileno para plastias laparoscópicas, o abordajes
abiertos preperitoneales (técnica de Gridiron), donde la
pieza de malla tiene una convexidad que se adapta a la
anatomía de la región donde se coloca (Bard 3DMaxR
y Parietex AnatomicalR). También se pueden conse-
guir algunos tipos de malla como el Dual MeshR Plus
(PTFEe), que tiene una cubierta de antibiótico que mini-
Figura 4--23. Material biológico AlloDermR, elaborado con miza el riesgo de infección.
dermis humana cadavérica.

COMPLICACIONES DE LAS MALLAS


dio ambiente y su potencial contaminación. Aunque no
se recomienda su reesterilización, ésta puede llevarse a
cabo con los cuidados mencionados.
Existen algunos dispositivos prefabricados, de los El uso de materiales protésicos es la clave del éxito de
cuales la mayoría son de polipropileno, que no son pla- las nuevas plastias, pero es innegable que existen ciertas
nos y se comercializan como piezas individuales. Entre complicaciones relacionadas con su uso que, si bien se
los más utilizados está los dispositivos de plug and presentan con una baja incidencia, su presencia en oca-
patch (cono con parche de polipropileno) para hernias siones es difícil de manejar y algunas veces comprome-
inguinales, como el PerFix--PlugR, de Bard; el Atrium ten la vida del paciente.
Self--forming; el 3D Patch, de Ethicon; el Proloop y los Rutkow opina al respecto que “el uso apropiado del
hernia mesh T2 y T3. El Prolene Hernia System y el Ul- plug nos conduce a buenos resultados y su uso inapro-
traproR Hernia System, de Ethicon, son dispositivos piado casi siempre nos lleva a complicaciones”. Esto
con tres componentes de polipropileno para hernias in- puede extrapolarse a cualquier tipo de malla o dispositi-
guinales y de polipropileno ligero con poliglecaprone, vo. Cuando se cuidan los principios de la técnica de cada
respectivamente, para hernias inguinales, umbilicales e procedimiento, se vigila la asepsia y se elige adecuada-
mente el tipo de prótesis, se tienen menos posibilidades
de sufrir alguna complicación.14--16
Las principales complicaciones observadas relacio-
nadas directamente con la aplicación de prótesis son:

1. Infecciones tempranas y tardías (hasta un año des-


pués de la cirugía) (figura 4--26).
2. Adherencias intestinales (figura 4--27).
3. Fistulización a intestinos o piel (figura 4--28).
4. Dolor crónico.
5. Seromas y hematomas (figura 4--29).
6. Seromas quísticos (figura 4--30).
7. Disminución de la distensibilidad abdominal.
8. Erosión de la malla a estructuras viscerales o vascu-
lares.
9. Migración de la malla (figura 4--31).
10. Recidivas tempranas o tardías (figura 4--32).4,13--16
Figura 4--24. Diferentes tipos de “cono y parche” diseñados
a partir del PerFixR Plug (Bard), original del Dr. Rutkow La alteración en la fertilidad se ha relacionado con el en-
(arriba a la izquierda). grosamiento de la pared de los conductos deferentes,
Materiales protésicos en hernioplastias 45

A B C D

Figura 4--25. Dispositivos para diferentes utilidades. A. PHS; y B. UHS (Ethicon) para hernias inguinales abiertas. C. Parche de
Kugel (Bard) para cirugía inguinal e incisional abierta o laparoscópica. D. 3D Mesh (Bards) para cirugía inguinal laparoscópica.

con la consecuente disminución de la luz en ellos y difi- Los angiólogos han encontrado que cuando estas mallas
cultad para que circulen los espermatozoides.20 Esto es son colocadas en el espacio preperitoneal es difícil dise-
originado por la presencia o el contacto directo de la ma- car la arteria iliacofemoral para procedimientos de
lla contra los deferentes y la inflamación crónica que bypass por fibrosis intensa del espacio de Bogros.
producen. No se ha detectado ningún efecto directo en Por su parte, los urólogos reportan que es imposible
la espermatogénesis si la malla no está en contacto con efectuar la resección radical de próstata en pacientes
el testículo.20 con neoplasias, debido a la fibrosis del espacio de Ret-
A partir de 2001 los urólogos y los angiólogos han zius, sobre todo en los pacientes que fueron sometidos
observado los primeros inconvenientes de la colocación a un procedimiento de plastia inguinal laparoscópica o
de mallas a nivel inguinal en el espacio preperitoneal.17

A
A
E Editorial Alfil. Fotocopiar sin autorización es un delito.

B
B
Figura 4--27. A. Adherencias intestinales a la malla produ-
Figura 4--26. A. Infección aguda profunda de la herida con cidas experimentalmente en un animal de laboratorio (cor-
exposición de la malla de polipropileno, que en general no tesía del Dr. Vázquez Mellado). B. Paciente con adheren-
requiere retirarse. B. Colonización crónica de una malla de cia severa del yeyuno a la malla de polipropileno. En ambas
polipropileno expuesta que necesitará ser removida para su se aprecia la similitud en la producción de adherencias.
resolución.
46 Hernias de la pared abdominal. Tratamiento actual (Capítulo 4)

Figura 4--28. Fistulización intestinal después de haber dejado una malla de polipropileno en forma intraperitoneal sin proteger
el epiplón. Se aprecia el orificio fistuloso en la parte inferior de la herida. La fistulografía muestra el paso de contraste a una porción
de intestino delgado; finalmente, en la cirugía se comprueba la adherencia con fistulización de un asa de yeyuno.

al procedimiento abierto de Stoppa para hernias ingui- estudios en humanos que han demostrado incremento
nales. del infiltrado inflamatorio, aumento del tejido conec-
tivo, disminución de HSP70, marcadores Ki67 positi-
vos y la presencia de células TÚNEL en los sitios de
implantación de mallas, los cuales se cree que son cam-
CONSIDERACIONES ACERCA DE bios que pudieran resultar carcinogénicos después de 30
LA RESPUESTA INFLAMATORIA años de la implantación. Contrario a estas proyecciones,
no hay reportes en humanos sobre la formación de sar-
comas o alguna otra forma de cáncer asociada con el uso

La respuesta inflamatoria es benéfica e importante para


la integración de las mallas a los tejidos, pero una res-
puesta inflamatoria exagerada puede tener efectos inde-
seables. Por ejemplo, a nivel experimental en perros con
mallas de polipropileno (que es el material más usado
en la actualidad), sin estudios prospectivos definitivos
a la fecha de esta revisión, ha demostrado la formación
de granulomas en los sitios de implantación y que el
contacto de las mallas con los conductos deferentes y en
algunos casos produjo erosiones y necrosis.36--38
En otros experimentos en animales se ha demostrado
la presencia de células proliferativas con DNA dañado,
células TÚNEL y PCNA positivo alrededor de las fibras
de polipropileno. Esto significa que la respuesta infla-
matoria generó las condiciones adecuadas para un pro-
ceso de carcinogénesis.
Hay reportes de animales con sarcomas relacionados
con implantes de materiales protésicos hasta en 30% de
Figura 4--29. Paciente con 15 días de operado de hernia in-
los casos, dependiendo del material usado, la especie cisional suprapúbica, que desarrolló un hematoma compro-
animal y el tiempo de seguimiento.39 bado por imagen de ultrasonido (arriba). Paciente operado
Algunos autores europeos40 han cuestionado el uso de hernia incisional de ocho días de evolución, que desarro-
rutinario de mallas en personas jóvenes, puesto que hay lló un seroma comprobado por TAC (abajo).
Materiales protésicos en hernioplastias 47

Figura 4--30. Paciente con tres meses de operada que desarrolla una tumoración de crecimiento rápido. Por TAC se aprecia una
tumoración con una pared bien constituida. Momento de la cirugía en que se abre la pared del quiste; se muestra la aponeurosis
intacta y la pieza extirpada (paredes del quiste).

de mallas para hernias, prótesis ortopédicas o injertos Sin embargo, la respuesta vendrá con el tiempo, dado
vasculares, por lo que se han estado usando de manera que hay cada vez más reportes de colocación de prótesis
rutinaria desde hace más de 100 años.42--45,48 en pacientes de menor edad e incluso en niños por reci-
El gran reto para los investigadores es saber lo que divas múltiples.
pasará a más largo plazo (de 60 a 70 años) con los pa- Los problemas que deben resolver las compañías
cientes con implante de prótesis a una edad temprana. productoras de estos materiales incluyen la disminución
de sus costos, para hacerlos más accesibles a todos los

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B
Figura 4--31. Erosión de la malla a la piel por contacto de
ésta sin la suficiente cantidad de tejido celular subcutáneo. Figura 4--32. Recidiva, a pesar del uso previo de prótesis,
Estas zonas son difíciles de cicatrizar espontáneamente. de hernia inguinal (A) y de hernia epigástrica (B).
48 Hernias de la pared abdominal. Tratamiento actual (Capítulo 4)

tipos de economías, y la optimización del tipo y las ca- túa un uso racional de ellos, el cual incluye el conoci-
racterísticas de sus materiales, para evitar las complica- miento cabal de los diferentes artefactos y técnicas de
ciones mencionadas. reparación, la elección adecuada, la individualización
El papel del cirujano ante esto no debe ser de temor, del tipo de hernioplastia empleado y el análisis de cos-
puesto que la experiencia ha probado la efectividad y to--beneficio para ofrecerles los mejores resultados a
bondades de los materiales protésicos cuando se efec- los pacientes.

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Capítulo 5
Reparación de hernias de la pared
abdominal con malla reesterilizada
Héctor Armando Cisneros Muñoz

INTRODUCCIÓN tán evidentemente alterados. Sin embargo, en el pasado,


e incluso hoy en día, se le restó importancia al aspecto
socioeconómico de este tipo de cirugías.7 En México la
incidencia y prevalencia de las hernias en todas sus mo-
La práctica de reesterilizar mallas de polipropileno o dalidades aún no está bien definida, pero se calcula que
fragmentos de la misma para la reparación de hernias in- hasta 20% de la población mundial desarrollará algún
guinales y de la pared abdominal se ha convertido en defecto herniario en algún momento de su vida. Para
una costumbre de uso corriente en muchos países, moti- calcular el costo del tratamiento de las hernias a corto
vada por la necesidad de optimizar recursos financieros, y largo plazos es necesario tomar en cuenta numerosos
principalmente en las instituciones de salud pública. Di- factores; sin embargo, actualmente el factor principal es
cha actividad, aunque desvirtuada y no recomendada el método utilizado para la reparación, es decir, el em-
por los fabricantes de mallas, se ha extendido amplia- pleo de los métodos convencionales con suturas y ten-
mente, ha utilizado diversos métodos de reesteriliza- sión sobre las estructuras musculoaponeuróticas o el em-
ción del material protésico1,2 y ha empleado diferentes pleo de técnicas sin tensión mediante implantes de
variedades de prótesis, que van desde el polipropileno material protésico.
pesado convencional y las mallas parcialmente absorbi- Se sabe que la tensión sobre las líneas de sutura, su-
bles, como la de polipropileno--VicrylR (VyproR y Vy- mada a los desórdenes metabólicos del tejido colágeno
proR II), hasta material plástico como mosquitero.3 tanto en su producción como en su degradación,8 son los
La reparación de hernias de la pared abdominal y de factores principales que originan los altos índices de re-
la región inguinal ocupa uno de los primeros lugares de cidivas, los altos costos hospitalarios, los tiempos pro-
la cirugía electiva en todo el mundo, y la mayoría de las longados de incapacidad y el incremento en el riesgo de
veces es ejecutada por cirujanos generales. complicaciones por reoperar en zonas anatómicas de-
Hay que tomar en cuenta que la enfermedad herniaria formadas por la fibrosis ocasionada por una interven-
es una patología sistémica que afecta no sólo la pared ción quirúrgica previa.
E Editorial Alfil. Fotocopiar sin autorización es un delito.

abdominal y la región inguinal, sino toda la economía La solución a estos problemas llegó con el adveni-
corporal, debido a defectos del tejido conectivo, princi- miento de los materiales protésicos9 y con el empleo de
palmente del colágeno, que es una de las proteínas más las hernioplastias libres de tensión,10,11 lo cual logró aba-
abundantes del cuerpo y puede estar alterado por diver- tir las tasas de recurrencia y el costo de hospitalización
sos factores de tipo genético, bioquímico, metabólico y al manejar a los pacientes como ambulatorios; asimis-
ambiental, así como por el estilo de vida de los pacientes mo, se redujo en gran medida el tiempo de incapacidad
(herniosis).4--6 Es por ello que siempre deben utilizarse laboral y se mejoró notablemente el costo--beneficio--
injertos protésicos de malla para su reparación y evitar efectividad y la calidad de vida de los pacientes.
así la alta incidencia de recidivas al utilizar los tejidos En México el material protésico más utilizado en la
propios del paciente, cuya composición y fisiología es- práctica institucional y privada es la malla de polipropi-

49
50 Hernias de la pared abdominal. Tratamiento actual (Capítulo 5)

leno pesado, macroporo y monofilamento (tipo I de la monetarios, la malla de polipropileno de 30 x 30 cm se


clasificación de Amid),12 pues ha demostrado una ma- fracciona en segmentos, que se emplean para reparar
yor resistencia a la infección. El actual uso de mallas y entre cuatro y ocho hernias inguinales. De esta manera,
procedimientos libres de tensión ha adquirido una gran el costo total de la malla se divide entre los pacientes,
aceptación para la reparación de las diferentes varieda- logrando una inversión menor, pues existen mallas de
des de hernias; sin embargo, un buen porcentaje de repa- polipropileno cuyos costos varían desde los 44 hasta los
raciones herniarias aún se realizan con técnicas conven- 440 dólares.
cionales suturadas, tensionadas y sin material protésico, Con base en lo anterior se han realizado estudios clí-
pues se aduce como principal motivo la falta de recursos nicos comparativos que han demostrado que no existe
financieros para adquirir la malla. Es por eso que las ins- una diferencia estadísticamente significativa en cuanto
tituciones gubernamentales de atención médica se han a las tasas de infección, recurrencia o inguinodinia con
esforzado en conseguir material protésico; no obstante, el uso de mallas nuevas o mallas reesterilizadas,1,13 y
la presentación habitual de compra para el sector insti- que la malla de polipropileno de 30 x 30 cm puede ser
tucional es la malla plana de polipropileno de 30 x 30 utilizada con seguridad al ser fraccionada en segmentos,
cm, de la cual se consume sólo una parte en la repara- empaquetada y reesterilizada por diferentes métodos
ción de una hernia inguinal, independientemente de la sin sufrir alteraciones de consideración en sus propieda-
técnica empleada (figura 5--1). Desde hace tiempo se des físicas. De esta manera se puede operar entre cuatro
comenzó a optimizar el elemento de la malla de polipro- y ocho pacientes (según la técnica empleada), reducir
pileno pesado, mediante el uso de los fragmentos so- los costos a corto y largo plazos, tener periodos cortos
brantes de las mallas nuevas sometidos a diferentes pro- de incapacidad laboral y brindar una mayor calidad de
cesos de reesterilización, a pesar de que esto se vida a los pacientes.
contrapone a las recomendaciones primordiales de los Existen diversos métodos de esterilización para las
fabricantes, que consisten en no utilizar la malla una vez mallas de polipropileno, como el empleo de óxido de
roto el empaque original, no someterla a reesteriliza- etileno a 100%, las radiaciones gamma, la solución de
ción, usarla una vez y desechar la sobrante. Ante la im- glutaraldehído a 2%, el agua electrolizada ionizada su-
posibilidad de algunos pacientes para adquirir la próte- peroxidada (MicrocynR), el autoclave de vapor, etc. El
sis y con el afán de fomentar el ahorro y la economía de método más recomendado por el autor de este capítulo
las instituciones y de los pacientes de escasos recursos es el uso del autoclave de gas con óxido de etileno a
100%. Los segmentos de malla que se van a reesterilizar
deben ser manejados bajo estrictas medidas de precau-
ción, para evitar que se contaminen con algún tipo de se-
creción o fluido corporal durante el proceso de segmen-
tación a partir de la malla nueva. La malla recién sacada
de su empaque original debe cortarse con instrumental
limpio y estéril, y con cambio de guantes en caso de es-
tar en el transcurso de una cirugía. Los fragmentos se
deben empacar en doble bolsa y someterlos al proceso
de reesterilización en autoclave de gas, con los siguien-
tes tiempos: una hora de acondicionamiento, tres horas
de exposición al gas (óxido de etileno a 100%) a 37 _C,
tres horas de ventilación dentro del mismo autoclave y
cinco horas de ventilación en una cámara con extractor,
lo cual suma en total 12 h. Cuando el proceso de exposi-
ción al gas se realiza a 55 _C basta con dejar el material
sólo una hora. Mediante este proceso el tiempo de vi-
gencia para el uso de la malla reesterilizada en condicio-
nes estériles es de cuatro a seis meses.
En Cuba se dispone de un método denominado “tra-
Figura 5--1. La malla se puede cortar durante el procedi-
bajo de banco para el diseño de las bioprótesis para her-
miento quirúrgico con la precaución de cambiarse los guan-
tes. Debe utilizarse instrumental que no esté contaminado nioplastia” (figura 5--2), que consiste en implementar
con sangre; una vez obtenido el segmento requerido, el resto una mesa de Mayo, donde se coloca un campo estéril,
se guardará en su empaque para reesterilización. la malla plana de polipropileno o poliéster que se va a
Reparación de hernias de la pared abdominal con malla reesterilizada 51

Figura 5--2. Mesa de trabajo estéril donde se puede fraccio-


nar una malla de 30 x 30 cm para optimizar la malla completa
y reesterilizar los segmentos obtenidos para las diferentes
técnicas.

Figura 5--3. De un segmento de malla de 30 x 30 cm es posi-


fraccionar, tijera y guantes; los fragmentos se cortan con
ble obtener entre cuatro y ocho fragmentos para hernioplas-
extremas medidas de seguridad y esterilidad, se utiliza tias inguinales, según la técnica que se emplee (Lichtenstein
lo necesario y el sobrante se coloca en una envoltura o tapón y parche).
nueva, se rotula y se reesteriliza por los medios mencio-
nados. La observación macroscópica de las mallas rees-
terilizadas en cuanto a sus dimensiones, textura, elasti-
cidad, presencia de deshilachamiento, fragmentación estas medidas anatómicas, es posible que de una malla
de los filamentos y apreciación subjetiva realizada ma- de 30 x 30 cm se obtengan ocho segmentos con dimen-
nualmente por el cirujano a través de maniobras de esti- siones de 7.5 x 12.5 cm, suficientes para realizar con
ramiento no muestra ninguna diferencia en relación con uno de ellos una plastia inguinal tipo Lichtenstein
la malla nueva. La observación con el microscopio con- (figura 5--3).
vencional de luz también corrobora la ausencia de des- Este tipo de prótesis también pueden emplearse en la
hilachamiento o fragmentación de los filamentos de po- reparación de otros tipos de hernia, como las umbilica-
lipropileno. les, las ventrales, las incisionales, las lumbares, las peri-
neales, las paraostomales, las de Spiegel, etc., y para
reparar alteraciones de la estática del piso abdominopél-
E Editorial Alfil. Fotocopiar sin autorización es un delito.

vico, razón por la que los beneficios de su uso se multi-


DISCUSIÓN plican.
Es importante saber que la fuerza tensil normal de la
pared abdominal es de 16 N/cm2 (N = Newtons) y la de
la región inguinal es de 10 N/cm2. La fuerza tensil del
Hay que recordar que las dimensiones promedio del ca- polipropileno pesado es de 90 a 100 N/cm2 y la del poli-
nal inguinal son de 12 cm de la espina iliaca anterosupe- propileno ligero es de 20 N/cm2, lo cual excede las
rior al tubérculo púbico, de 7 cm de la espina iliaca ante- demandas de resistencia para la fuerza de la pared abdo-
rosuperior al anillo inguinal profundo, de 5 cm del anillo minal y de la región inguinal.15
inguinal profundo al tubérculo púbico y de 5 cm de la Si al utilizar un método de reesterilización —óxido
inserción del oblicuo mayor en el borde lateral del mús- de etileno a 100%, radiaciones gamma, glutaraldehído
culo recto al borde libre del ligamento inguinal14 (esto a 2%, sal electrolizada o autoclave de vapor— la próte-
varía según la anatomía de cada individuo). Con base en sis sufriera alguna modificación en sus propiedades físi-
52 Hernias de la pared abdominal. Tratamiento actual (Capítulo 5)

cas (fuerza tensil), aún así conservaría resistencia sufi- den sufrir daño grave al unirse algunas moléculas de
ciente y sobrada para contener y soportar la fuerza de la ácidos grasos, colesterol y sus ésteres con los filamentos
pared abdominal y los aumentos de la presión intraab- de polipropileno, lo cual modifica sus propiedades físi-
dominal. Se han realizado pruebas de reesterilización cas y mecánicas,6 pero sin equivalente clínico de infec-
repetida hasta por seis sesiones de 30 min en autoclave ción o recurrencia.
de vapor a 121 _C sin observarse cambios subjetivos
ostensibles en las propiedades físicas y mecánicas de la
malla de polipropileno. En los medios donde no se CONCLUSIONES
cuenta con autoclaves de gas o vapor se han hecho prue-
bas de reesterilización con sustancias como el glutaral-
dehído, el MicrocynR y las soluciones clorinadas, las
cuales tienen efectos bactericidas, virucidas, esporici- La malla de polipropileno, macroporo o monofilamento
das y fungicidas con aparentes buenos resultados. Exis- fraccionada, empaquetada en doble bolsa y reesteriliza-
te un estudio de reesterilización de mallas de polipropi- da con óxido de etileno a 100% o algún otro método al-
leno con óxido de etileno a 100% que incluye análisis terno puede utilizarse de manera segura, ya que no au-
de microscopia electrónica y espectroscopia infrarroja menta la incidencia de complicaciones o recurrencias ni
para demostrar que después de que las mallas implanta- se observan diferencias en comparación con la aplica-
das en seres humanos se incorporan en los tejidos pue- ción de mallas nuevas.

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Capítulo 6
Metabolismo de la colágena y la formación
de las hernias de pared (herniosis)
Manuel Rodrigo Prieto Aldape, Alejandro González Ojeda, Clotilde Fuentes Orozco,
Manuel Aceves Ávalos, José Antonio Mora Huerta, Héctor Armando Cisneros Muñoz

INTRODUCCIÓN hernias como sólo un defecto anatómico, sino como una


enfermedad multifactorial, donde se involucran altera-
ciones genéticas y alteraciones sistémicas en el metabo-
lismo de la matriz extracelular.
Desde el punto de vista etimológico el origen del térmi- Durante siglos la cirugía de hernias se ha enfocado
no “hernia” es poco certero. La raíz griega de la palabra básicamente en el aspecto técnico, de lo cual se deriva
significa “protruido hacia delante”. Durante la época la- un sinfín de técnicas quirúrgicas. En las últimas tres dé-
tina este término adquirió un significado etimológico cadas la cirugía herniaria ha evolucionado de manera
más eficaz, señalándose como laceración, ruptura o ce- espectacular, pasando de las tradicionales reparaciones
sión de una estructura.1 con “tensión” a las nuevas técnicas “libres de tensión”
La hernia inguinal es el precio que el hombre paga con la introducción de nuevos materiales protésicos.
por adoptar la bipedestación, por lo que esta patología Sin embargo, los estudios demuestran que, a pesar de
es tan antigua como el hombre mismo. Esta enfermedad los avances técnicos y tecnológicos en las últimas déca-
tiene un gran impacto en la sociedad, pues 15% de la po- das en materia de cirugía de hernias, no existe una clara
blación padecerá alguna hernia en el transcurso de su reducción en la recurrencia.4,5 Los números señalan que
vida;2 más aún, entre 12 y 15% de las operaciones abdo- la recurrencia actual de una hernia inguinal primaria va-
minales en las que se abre la aponeurosis existe la posi- ría de 10 a 15%, mientras que la recurrencia de las her-
bilidad de desarrollar una hernia incisional.3 En México nias recidivantes oscila entre 25 y 40%.6,7
es la segunda causa de intervención quirúrgica en los Es importante señalar que el impacto de la cirugía de
servicios de cirugía general, después de la resección de hernia y su recurrencia es enorme y se traduce en pérdi-
tumores benignos de la piel.2 das millonarias para la sociedad, cambios en el estilo de
Desde su primera descripción —hace más de 4 000 vida de las personas, ocupación hospitalaria y mala uti-
años por los babilonios y los egipcios— esta enferme- lización de recursos.
dad ha sido catalogada como consecuencia de un defec- El hecho de que las recurrencias aparezcan en un
E Editorial Alfil. Fotocopiar sin autorización es un delito.

to anatómico secundario a un desgarro o lesiones de la tiempo prolongado —la mayoría de las veces después
pared abdominal, al hecho de cargar objetos pesados o de años—, la aparente persistencia de la recurrencia a
al aumento de la presión intraabdominal; por lo tanto, pesar de reforzamientos con materiales protésicos, la
el tratamiento de esta enfermedad tradicionalmente ha predisposición herniaria del género masculino y el por-
consistido en “cerrar el defecto” o “tapar el agujero”; sin centaje de recidivas a pesar de las nuevas técnicas y ma-
embargo, desde principios del siglo XX algunos anato- teriales han sugerido que los aspectos técnicos, como el
mistas cuestionaron esta visión simplista. En el decenio tipo de cirugía y los materiales utilizados en la repara-
de 1960 varias investigaciones apuntaron hacia una ción de las hernias, tienen una importancia limitada.8
“colágena débil”. Las investigaciones han crecido y la Por lo tanto, ¿qué sucede con la patología herniaria?
evidencia ha demostrado que ya no se puede ver a las Está claro que no se está ganando la batalla. Esto ha lle-

53
54 Hernias de la pared abdominal. Tratamiento actual (Capítulo 6)

vado a los investigadores a buscar más a fondo, a través es de tipo fibrilar, y comprende cuatro tipos principales
de un camino que los ha llevado a las bases moleculares (I, II, III y V). Estos tipos de colágena corresponden a
de la formación de las hernias, de las cuales derivan teo- la mayor parte de colágena en el hueso, los tendones, la
rías que indican factores genéticos de predisposición a piel y el músculo.
la formación de hernias primarias y recurrentes. El en- La colágena fibrilar es la principal fuente de fuerza
foque del problema herniario dejó de ser simplemente tensil y determina la figura y forma de los tejidos y los
anatómico para convertirse en un problema complejo órganos. Provee el marco o entretejido para soportar las
que involucra trastornos en aspectos mecánicos como la fibras musculares, que son esenciales para la transmi-
señalización celular y la mecanotransducción, y aspec- sión de la fuerza a través de los tendones y ligamentos.9
tos biológicos, como el metabolismo de la colágena y su El entendimiento a profundidad sobre el metabolis-
regulación por parte de la matriz extracelular. mo de la colágena en la salud y en la enfermedad es limi-
Las estadísticas indican que 1 de cada 1 000 mexica- tado, pero las investigaciones avanzan con rapidez. An-
nos padecerá una hernia de la pared abdominal. Cada tes se pensaba que la colágena era relativamente inerte
año se realizan aproximadamente 100 000 cirugías de en su metabolismo; sin embargo, el descubrimiento de
hernias, de las cuales se calcula que entre 25 y 30% pre- muchos isotipos de colágena, las modificaciones a la
sentarán recurrencia. Esta situación es un problema de molécula y las enzimas proteolíticas involucradas en el
salud difícil de controlar, que representa gastos de miles proceso de formación y degradación indican que el me-
de millones de pesos con un grave impacto en la socie- tabolismo de la colágena es muy activo y mucho más
dad. Es de vital importancia reducir los índices de recu- complejo de lo que se suponía.
rrencia mediante una mejor comprensión de los factores El metabolismo de la colágena se divide en dos gru-
implicados y la incorporación en la práctica de la cirugía pos: monómeros de procolágena, que es una colágena
de los nuevos métodos de reparación herniaria que per- de recambio rápido (colágena soluble o inmadura), y
mitan obtener mejores resultados y disminuir los costos colágena fibrilar madura (insoluble) de recambio lento
derivados de las reintervenciones por recidivas.2 e independiente de la primera. Es importante señalar que
La investigación ha encontrado que los primeros res- la relación entre colágena madura e inmadura depende
ponsables de la frustración ancestral del cirujano ante del tipo de tejido, la edad, si el individuo se encuentra
las hernias son la matriz extracelular y la colágena. en etapa de crecimiento y del estado nutricional.10
En su metabolismo, la molécula de colágena puede
pasar por un proceso de maduración que incluye la for-
mación de enlaces cruzados y la formación de fibrillas.
GENERALIDADES Para algunos tipos de colágena (III, IV y V) esto incluye
la formación de puentes de bisulfato, mientras que para
los tipos I y II el paso clave es la oxidación de los resi-
duos de hidroxilisina bajo la acción de la lisil--oxidasa,
¿Qué es la colágena? que permite la formación de puentes cruzados covalen-
tes de piridinolona y desoxipiridinolona.11
Es la proteína más abundante del cuerpo humano y hasta Las aponeurosis y los tendones están compuestos por
el momento se han identificado 28 tipos. La síntesis de colágena tipo I (madura) y tipo III (inmadura), que co-
la colágena sucede dentro de la célula. Esta molécula se rresponde a cerca de 80% de la masa total del tejido. Es-
caracteriza por contar con repeticiones de la secuencia tos dos tipos de colágena (I y III) guardan una relación
Gly--X--Y, donde X suele ser prolina, y Y a menudo es constante de 4:1, que le confiere a la aponeurosis y a los
hidroxiprolina. La molécula pasa por ocho fases pos- tendones propiedades específicas, que determinan la re-
translacionales hasta que la triple hélice es secretada en sistencia a la tensión.12
forma de procolágena a la matriz extracelular, donde los
finales de propéptidos son divididos por la procolá- Cicatrización normal
geno--C--proteinasa y por la procolágeno--N--proteina-
sa. Este proceso de división es el responsable directo de En términos generales, la cicatrización normal puede
la solubilidad de la molécula. Posteriormente inicia el dividirse en tres fases que se traslapan:
proceso de formación de fibrillas. La composición rela-
tiva de la molécula determina su estructura (fibrilar o re- 1. Hemostasia e inflamación.
ticular) y, por lo tanto, su función. La mayoría de la colá- 2. Proliferación.
gena que se encuentra en la matriz extracelular (MEC) 3. Maduración y remodelación.
Metabolismo de la colágena y la formación de las hernias de pared (herniosis) 55

Se ha descrito que la falla o la prolongación de alguna de colágena tipo III. La síntesis de colágena requiere la
de estas fases resulta en una cicatrización inadecuada o hidroxilación de residuos de lisina y prolina. Durante
falta de cierre de la herida. esta fase proliferativa, la colágena de la herida pasa por
lisis y síntesis, predominando la última en la cicatriza-
ción normal. La colágena tipo I confiere predominante-
Hemostasia e inflamación
mente fuerza tensil, mientras que la colágena tipo III
consiste en fibras más delgadas, las cuales son utiliza-
Se caracteriza por la agregación plaquetaria en los vasos das como una matriz temporal durante la remodelación
lesionados y la activación de la cascada de la coagula-
tisular. Por lo tanto, el cambio de la proporción de colá-
ción. El contacto entre la colágena y las plaquetas, así
gena a favor de la “inmadura” tipo III puede resultar en
como la presencia de trombina, fibronectina y sus frag-
una pérdida de la fuerza tensil. El adecuado balance en-
mentos, resulta en la liberación de citocinas y diversos
tre la síntesis y la degradación de la colágena está dado
factores de crecimiento, como el factor de crecimiento
por las metaloproteinasas de la matriz extracelular
derivado de plaquetas (FCDP), el factor de crecimiento
(MPME), una familia de proteasas zinc--dependientes
transformador beta (FCT-- ), el factor activador de pla- que son secretadas como proenzimas latentes a la matriz
quetas (FAP), la fibronectina y la serotonina. El coágulo extracelular (ME).14
formado localmente sirve como andamiaje para las cé-
lulas que responden al llamado de la lesión, como son
los neutrófilos, los monocitos, los fibroblastos y las cé- Remodelación (maduración)
lulas endoteliales. Los neutrófilos son las primeras célu-
las en llegar a la herida, lo cual está facilitado por el au- Con el tiempo, el nuevo tejido de granulación pasa a un
mento de la permeabilidad vascular y la liberación de proceso de remodelación y la densidad de macrófagos
prostaglandinas y sustancias quimiotácticas.13 y fibroblastos se reduce. Las fibras de colágena delga-
Después de la quimiotaxis de las células a la herida, das se tornan más gruesas y el porcentaje de colágena
éstas son activadas, con lo cual se modifican sus propie- tipo III disminuye a 20%, con lo cual la relación de colá-
dades fenotípicas, bioquímicas y funcionales a través de gena tipo I y tipo III se restablece. La contracción de la
mediadores locales, con el fin de llevar a cabo el resta- herida sucede cuando los fibroblastos empacan haces
blecimiento de la homeostasis. La activación de los ma- gruesos de colágena en unidades de contracción.
crófagos es fundamental para la desbridación, la síntesis
de la matriz extracelular, la fibroplasia y la angiogéne-
sis. Una respuesta inflamatoria reducida afecta de mane- FACTORES IMPLICADOS EN
ra importante la cicatrización, como se ha demostrado LA GÉNESIS DE LAS HERNIAS
clínicamente en los pacientes con diabetes (quimiotaxis
disminuida) y en los que están bajo tratamiento con es-
teroides (disminución en la migración celular, prolifera-
ción y angiogénesis). Hernias primarias

Proliferación Una hernia se define como un área de debilidad o com-


pleta disrupción de los tejidos fibromusculares de la pa-
E Editorial Alfil. Fotocopiar sin autorización es un delito.

Los principales actores de esta fase son los fibroblastos red abdominal. Las estructuras contenidas en la cavidad
y las células endoteliales. Estas últimas proliferan de las abdominal pueden pasar a través de dicho defecto. Las
vénulas que se encuentran en la cercanía de la herida y causas mediante las cuales se produce una hernia ingui-
forman nuevos capilares a través de la angiogénesis. nal primaria pueden atribuirse a múltiples factores.
Los fibroblastos migran desde los tejidos circundantes Existen varias teorías para explicar el origen de las her-
hacia la herida, convirtiéndose en la célula predominan- nias.
te al cuarto día después de la lesión; reemplazan la ma-
triz provisional (establecida en la fase de inflamación) Teoría anatómica y teoría congénita
con tejido de granulación rico en colágena. La dermis
intacta, la fascia y la aponeurosis están compuestas pre- Hay que recordar que todas las hernias de la región in-
dominantemente por colágena tipo I (80 a 90%) y colá- guinocrural emergen a través del orificio miopectíneo
gena tipo III (10 a 20%). En contraste, el tejido de gra- de Fruchaud, que es el espacio comprendido entre el
nulación de una herida aguda contiene entre 30 y 40% arco del transverso y la línea pectínea de la rama púbica.
56 Hernias de la pared abdominal. Tratamiento actual (Capítulo 6)

Desde hace 200 años los cirujanos suponen que las medad de la matriz extracelular,4 con el colágeno como
hernias son el resultado de un “debilitamiento” de esta actor principal.9
región. En 1804 sir Astley Cooper señaló que “la causa En 1924 el Dr. Keith, un anatomista, cuestionó por
de la hernia es la disparidad mecánica entre la presión primera vez los dogmas existentes y estableció que las
visceral y la resistencia de la musculatura abdominal”. hernias eran una enfermedad del tejido conectivo: “Es-
En la posición de bipedestación, la fascia transversa- tamos muy acostumbrados a mirar a los tendones, fas-
lis recibe la presión intraabdominal sin apoyo de ningún cias, aponeurosis y al tejido conectivo como estructuras
tejido muscular o aponeurosis. En la hernia directa la pasivas. Estas estructuras ciertamente están vivas y el
presión y el debilitamiento de la fascia transversalis hecho de que las hernias frecuentemente son múltiples
pueden progresar como un divertículo peritoneal que va en personas de edad media y edad avanzada nos lleva a
distendiendo un pequeño orificio hasta la formación de sospechar que existe un cambio patológico en el tejido
una hernia. En cuanto a las hernias femorales, se supone conectivo de la pared abdominal y que hace particular-
que existe una distensión del anillo por la protrusión de mente susceptibles a algunos individuos a desarrollar
sacos peritoneales. Con respecto a las hernias inguina- hernias”.20 Recientemente se identificó que algunos
les indirectas, en ellas se involucran factores congéni- trastornos del metabolismo en el tejido conectivo se
tos, como la persistencia del conducto peritoneo--vagi- asocian con la formación de hernias, en especial el sín-
nal (proceso vaginalis) en el hombre o el conducto de drome de Ehlers--Danlos,21 el síndrome de Marfán, el
Nuck en la mujer. El proceso vaginalis es el saco perito- síndrome de Hunter (mucopolisacaridosis tipo II), el
neal que se forma alrededor del testículo mientras éste síndrome de Hurler o gargolismo (mucopolisacaridosis
desciende por el anillo inguinal interno a través del ca- tipo I) y la enfermedad aneurismática de los grandes va-
nal inguinal hacia el escroto durante la vigésima octava sos.22
semana de gestación. Se supone que el saco herniario de También existen pruebas de que la deficiencia de vi-
las hernias inguinales indirectas corresponde a la persis- tamina C (escorbuto), el latirismo y el tabaquismo se
tencia del proceso vaginalis que no se obliteró y que, por asocian con trastornos en el tejido conectivo y la forma-
lo tanto, los órganos de la cavidad peritoneal en algún ción de hernias.
momento encuentran salida a través del anillo inguinal Varios estudios han analizado los cambios en la sínte-
interno. A pesar de esta explicación, los datos demues- sis y el metabolismo de la colágena en piezas de tejido
tran que no todas las personas con un proceso vaginalis de pacientes con hernias. En los pacientes con hernias
patente desarrollan una hernia inguinal en algún mo- inguinales directas se ha identificado que la aponeurosis
mento de su vida y que otros factores son los que deben del músculo recto del abdomen es más delgada y de-
contribuir a la génesis de la hernia inguinal indirecta. Se muestra un patrón de fibras de colágena alteradas, se-
ha planteado que los aumentos repetidos o sostenidos de cundario a una hidroxilación inadecuada de la coláge-
la presión intraabdominal, como en el embarazo, la en- na.23 Con respecto a la fascia transversalis, en estos
fermedad pulmonar obstructiva crónica, la ascitis, los pacientes se ha identificado una alteración en la compo-
pacientes en diálisis peritoneal, los pacientes con estre- sición de la colágena que predispone a la elasticidad del
ñimiento y las personas que hacen esfuerzos repetidos tejido.4 En pacientes con hernia inguinal primaria se ha
con el abdomen predisponen a la herniación en los teji- identificado un aumento de isoformas de colágena in-
dos debilitados.16--18 Sin embargo, ¿qué es un tejido de- madura (colágena tipo III) y una disminución en la rela-
bilitado?, ¿por qué se debilitó este tejido?, ¿se debe a la ción de las colágenas tipos I y III.24 Mas aún, se ha docu-
edad o a la ruptura de las fibras, o es una enfermedad que mentado una sobreexpresión de metaloproteinasas de la
no conocemos? Estas teorías por sí solas no han sido ca- matriz extracelular, en especial de tipos 1, 225 y 13 en pa-
paces de explicar adecuadamente la génesis de las her- cientes con hernia inguinal primaria.26
nias inguinales. La estabilidad de la pared abdominal depende de la
integridad de sus músculos y aponeurosis. Las propie-
dades mecánicas de la aponeurosis dependen básica-
Teoría biológica mente de la colágena y su tejido conectivo. Existen
pruebas sólidas de que la patología herniaria es una en-
A pesar de que la mayoría de los cirujanos siguen pen- fermedad secundaria a una alteración en la regulación
sando que tanto la etiología como el tratamiento de las de la matriz extracelular y el metabolismo de la coláge-
hernias se basan en aspectos meramente mecánicos, na. Más aún, se sugiere que el metabolismo alterado de
como unir, suturar, parchar, reforzar, etc., las investiga- la colágena puede ser atribuido a un trastorno con base
ciones señalan la patología herniaria como una enfer- genética.24
Metabolismo de la colágena y la formación de las hernias de pared (herniosis) 57

HERNIAS SECUNDARIAS pared abdominal. Después de incidirla (lesionarla) se


(INCISIONALES Y RECURRENTES) establece el proceso de cicatrización. El cirujano pone
su parte aproximando los tejidos por medio de suturas;
el cuerpo pone el resto. Durante las primeras dos sema-
nas la resistencia mecánica de la herida depende casi por
Una hernia incisional aparece cuando la estructura y la completo del material y la técnica empleada para el cie-
función de los tejidos de la pared abdominal fallan; pue- rre. En el transcurso de la cicatrización de la aponeuro-
de ser consecuencia de cualquier incisión de la pared ab- sis pueden existir pequeños defectos, los cuales pueden
dominal y resulta de una inadecuada cicatrización de los progresar rápidamente a un gran defecto y provocar una
tejidos de sostén (aponeurosis, músculo y tendón). A eventración o, por el contrario, pasar inadvertidos y con
medida que los bordes de las aponeurosis se van sepa- el tiempo hacerse notar como una hernia incisional.
rando con el tiempo, éstas dejan salir los intestinos y el Aunque su nombre sea “pared” abdominal, no debe
omento cubiertos de un saco peritoneal. Los estudios conceptuarse como una estructura rígida “sin movi-
prospectivos han revelado que la frecuencia real de la miento”, sino todo lo contrario, y entender que el tejido
falla en la cicatrización de la HQ después de laparotomía aproximado es sometido constantemente a cambios de
oscila alrededor de 11%, contrastando con los reportes presión y a fuerzas de compresión y distracción, a dife-
previos que registraban una frecuencia de 0.1%. Estas rencia de la cicatrización en otros tejidos, como el óseo.
fallas en la cicatrización de la herida quirúrgica con el Se ha propuesto que la “mecanotransducción” es un
paso de los años (entre 2 y 4) se muestran como hernias factor de importancia relevante en la reparación de los
incisionales.27 Por tanto, existe gran número de dehis- tejidos de sostén. Esto se explica por la presencia de re-
cencias ocultas en las cuales intervienen varios factores ceptores en las células estructurales que responden a las
para su formación, tanto técnicos como biológicos. señales mecánicas, que de manera adecuada resultan en
la proliferación de fibroblastos.30,31 Cuando no existen
las señales adecuadas, se crean pequeños defectos tem-
Factores técnicos pranos, los cuales provocan un trastorno de señalización
y, en consecuencia, un trastorno en el proceso normal de
proliferación de fibroblastos y de formación de coláge-
Tipo de incisión
na, que conlleva a una falla en la cicatrización.4
El proceso de cicatrización normalmente se lleva a
Se ha descrito que las heridas transversas en la pared ab-
cabo por un fino balance, dentro del cual existe la crea-
dominal presentan menor frecuencia de hernia incisional
ción, la remodelación y la destrucción de la colágena
que las longitudinales. Es importante señalar que las he-
formada por los fibroblastos.
ridas paramedianas, pararrectales y transrectales provo-
Se ha encontrado una relación entre el desarrollo de
can lesión nerviosa y, por tanto, denervación, lo cual re-
hernia incisional después de una laparotomía y la pre-
sulta en la formación de hernias de tipo parético.28
sencia o desarrollo aneurisma aórtico.32 La incidencia
de hernia incisional después de una laparotomía media
Tipo de cierre en pacientes con aneurisma abdominal llega a ser de
31%.33,34 Hay pruebas de que el problema en estos pa-
Por lo general el cierre debe respetar las reglas básicas, cientes se debe a un trastorno en el metabolismo de la
como la relación 4:1 de Jenkins,29 con la cual se asegura
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colágena, secundario a una expresión inadecuada de las


tomar suficiente tejido en cada punto y que la fuerza ten- enzimas reguladoras de los componentes de la matriz
sil se distribuya de manera uniforme en toda la herida. extracelular —las metaloproteinasas (MMPs). La evi-
Los cierres muy “ajustados” o “apretados” provocan is- dencia apunta a una actividad proteolítica aumentada
quemia en los bordes de la herida y, por consiguiente, por la elevación de MMPs 2 y 13 en hernias inguinales
necrosis, debilitamiento y ruptura del tejido, que resulta y hernias incisionales.4
en dehiscencia y herniación. La infección de una herida prolonga el estado de in-
flamación y, por consiguiente, la actividad de las protea-
sas, en especial la actividad de la colagenasa; asimismo,
Factores biológicos se reducen los niveles circulantes de los inhibidores de
la colagenasa35 Además, existe una rápida degradación
La aponeurosis es la estructura responsable de “conte- de los factores de crecimiento, retrasando así el depósito
ner” o “detener” la salida de los órganos a través de la de colágena.36,37
58 Hernias de la pared abdominal. Tratamiento actual (Capítulo 6)

Una proteólisis aumentada resulta en una relación una inflamación crónica con remodelación destructiva
inadecuada de colágena tipo I y tipo III.38 El hecho de de la matriz extracelular de la pared de la aorta. Se ha
que se encuentren estas alteraciones tanto en el tejido identificado que las metaloproteinasas de la matriz ex-
herniario como en el tejido “sano” a distancia de la her- tracelular son las responsables de este proceso. En esta
nia plantea una base genética de la patología herniaria enfermedad se supone una predisposición genética y se
más que un defecto local adquirido.39--41 Asimismo, ha vinculado con la presencia de hernias de la pared ab-
existen evidencias de historia familiar en hernias inci- dominal.22,45
sionales.8,42
Los datos epidemiológicos apuntan a que la penetra-
ción del fenotipo de hernia es el resultado de una inter- Otros factores
acción compleja entre el medio ambiente y múltiples
Existen muchos otros factores asociados con la forma-
genes, apuntando principalmente a la colágena tipo I y
ción de hernias incisionales de la pared abdominal, pero
tipo III y las metaloproteinasas.4
entre los más destacados están el tabaquismo, la anemia,
Las deficiencias nutricionales causan problemas en
la presencia de ascitis, la edad avanzada, la diabetes me-
la cicatrización demostrándose un riesgo aumentado de
llitus, la obesidad, la ictericia y el consumo de esteroi-
dehiscencia aguda de la herida y la consiguiente forma-
des.
ción de hernia incisional, sobre todo en pacientes con
Con toda la información anterior, podemos formular
hipoalbuminemia. Por otro lado, algunos nutrientes,
la siguiente pregunta: ¿pueden las mallas contrarrestar
como la arginina y los ácidos grasos esenciales, han de-
una enfermedad de la matriz extracelular?
mostrado que mejoran la cicatrización en el cierre de la
De acuerdo con los metaanálisis, la colocación de
pared abdominal.43 El escorbuto —o deficiencia de vi-
una malla reduce la probabilidad de recurrencia entre 20
tamina C— es una enfermedad que afecta de manera di-
y 50%.46 Sin embargo, un análisis cuidadoso revela que
recta la cicatrización. La síntesis normal de la colágena
las reparaciones con malla, más que prevenir la recu-
depende de la hidroxilación correcta de la lisina y la pro-
rrencia, retrasan su aparición.5 Zheng y col. encontraron
lina; dicha hidroxilación la llevan a cabo la lisil hidroxi-
una disminución en la relación de colágena tipo I y tipo
lasa y la prolil hidroxilasa, que son enzimas que requie-
III en los pacientes con hernias recurrentes con respecto
ren el ácido ascórbico como coenzima. Esta deficiencia
al control, lo cual se atribuye a un aumento en la síntesis
impide la correcta hidroxilación, por lo que se obtienen
de colágena tipo III, así como a un aumento significa-
cadenas de procolágeno defectuosas.
tivo en las MMPs tipo 1 y tipo 13 en pacientes con her-
Los sangrados transquirúrgicos mayores de 1 000
nias recurrentes con respecto a los controles: por lo
mL, según Lord y col., aumentan tres veces el riesgo de
tanto, la colocación de un material protésico aumenta la
que el paciente desarrolle una hernia incisional.44
cicatrización en cantidad, mas no en calidad, pues la co-
Por último, las alteraciones patológicas del tejido co-
lágena tipo III es más elástica y mecánicamente menos
nectivo asociadas con hernias fueron descritas desde
estable. Por lo que no contribuye significativamente a
1924 por Keith;20 sin embargo, recientemente se docu-
la fuerza tensil del tejido.39 Es necesario trabajar sobre
mentó un aumento en la incidencia de patología hernia-
la reparación del piso inguinal partiendo de la recons-
ria en asociación con varios trastornos del tejido conec-
trucción del balance en el metabolismo de la colágena,
tivo, como la osteogénesis imperfecta (OI), el trastorno
por ello es importante que el cirujano entienda que al re-
congénito de fragilidad ósea —causado por mutaciones
parar una hernia no está uniendo un material roto (apo-
en los genes que codifican para la colágena tipo I
neurosis) ni reforzándolo con un material más fuerte
(COL1A1 y COL1A2)— y el síndrome de Ehler--Dan-
(malla), sino que se está enfrentando a un tejido (vivo)
los —un grupo de trastornos hereditarios que afectan el
enfermo y lesionado que se remodela a sí mismo de una
tejido conectivo, particularmente la piel, las articulacio-
manera inadecuada y que la base para lograr una ade-
nes y las paredes de los vasos sanguíneos, caracterizado
cuada reparación empieza con la sanación de ese tejido.
por mutaciones genéticas que alteran la producción de
colágena, sobre todo en las modificaciones postransla-
cionales en la síntesis de colágena, dando como resulta-
CONCLUSIONES
do una inadecuada cicatrización. Un estudio realizado
en Alemania en 1996 demostró una relación entre el sín-
drome de Ehler--Danlos y un riesgo aumentado de pade-
cer hernia inguinal.21 Los aneurismas aórticos abdomi- Es muy posible que las hernias primarias sean el resul-
nales representan una condición degenerativa debida a tado de una predisposición genética y que las hernias in-
Metabolismo de la colágena y la formación de las hernias de pared (herniosis) 59

cisionales y recurrentes resulten de una combinación protésico previene la reaparición del defecto herniario
entre una inadecuada mecanotransducción (tensión en o simplemente lo retrasa. Queda la puerta abierta a in-
equilibrio/tensión adecuada) y falla temprana de la heri- vestigaciones para el desarrollo de nuevos abordajes
da, asociada con factores de riesgo y alteraciones gené- diagnósticos, a fin de identificar a los sujetos en riesgo
ticas predisponentes. de desarrollar hernias o de sufrir una recurrencia, lo cual
En la actualidad, la mayoría de los cirujanos están de dará paso a nuevas clasificaciones y, por ende, nuevas
acuerdo en que la mayor parte de las hernias deben ser técnicas quirúrgicas en las cuales seguramente se invo-
tratadas con material protésico, pues se entiende que la lucrarán materiales con propiedades farmacológicas
colágena en ese tejido no es adecuada para mantener ce- para modificar el metabolismo de la matriz extracelular,
rrada la pared, aunque hay que prestar atención a algunos crear colágena de mejor calidad y lograr así el fin de
estudios que ponen en juicio si realmente este material todo cirujano con su paciente: curar la enfermedad.

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Capítulo 7
Fisiología, patología, biología molecular
y tratamiento de las infecciones
posteriores a la hernioplastia
Máximo Deysine

INTRODUCCIÓN Relaciones físicas entre


la bacteria y la malla

Los mecanismos asociados con la adherencia de las bac-


terias a las mallas son motivo de un intenso estudio, de-
Escenario inicial
bido a la cantidad de productos y aparatos que se inser-
tan en los seres humanos con el fin de reemplazar
Desde los comienzos de la cirugía de las hernias los ci- órganos o parte de ellos y de las mallas que se emplean
rujanos dirigieron su atención al problema de las recu- para la reparación de las hernias. Estos estudios están
rrencias, pero últimamente se han dado cuenta de que generando mucha información de importancia, y cuan-
las infecciones son mucho más difíciles de tratar, sobre do se incorporen finalmente en la práctica de la cirugía
todo en presencia de una prótesis. van a facilitar en gran medida el desarrollo de nuevas
La actual tasa de infección posterior a una herniorra- técnicas quirúrgicas.
fia inguinal en EUA es de 2 a 4%, de manera que cada El hecho fundamental es que las bacterias tienen un
año cerca de 20 000 pacientes operados de hernia pade- profundo y bien establecido poder de sobrevivencia, y
cen infecciones. necesitan sustancias nutritivas para poder sobrevivir y
Esta cifra, ya grande, se magnifica, dado que la ma- reproducirse, por lo que encuentran en la herida, bañada
yoría de las hernias se reparan con malla y esto multipli- en proteínas, azúcares y grasas, un elemento ideal para
ca la complejidad de su tratamiento.1 su crecimiento. Por lo tanto, es fundamental que el ciru-
Los cirujanos ortopédicos (que insertan grandes pró- jano se coloque en el lugar de la bacteria y siga mental-
tesis metálicas desde 1960) se encontraron con serias mente sus pasos, lo cual incluye desde su llegada a la he-
complicaciones infecciosas y establecieron medidas rida hasta el establecimiento de una colonia.
preventivas y terapéuticas para solucionarlas.2--6 Asi- La literatura está repleta de información que detalla
E Editorial Alfil. Fotocopiar sin autorización es un delito.

mismo, los ingenieros bioquímicas estudiaron y eluci- y comprueba que las bacterias entran en las heridas a
daron el mecanismo bajo el cual las bacterias se adhie- partir del aire del quirófano y de las personas del equipo
ren a los tejidos y a las prótesis.7 Posteriormente, el quirúrgico, así como por errores de preparación de la
investigador Gristina difundió en el ambiente quirúrgi- piel, manejo de los campos operatorios, los instrumen-
co los descubrimientos bacteriológicos, dando lugar a tos, etc. Una vez que la bacteria entra en contacto con
que los ortopedistas mejoraran las condiciones operato- los tejidos establece una relación a nivel atómico, adhi-
rias.8--10 riéndose a ellos por medio de un adhesivo molecular
La aclaración de esos mecanismos de acción permi- que se encuentra en su superficie y que está programado
tió entender la biología bacteriana en relación con las para reconocer las sustancias nutritivas (MSCRAMM:
prótesis y se pudo empezar a prevenir y tratar las infec- microbial surface componentes recognizing adhesive
ciones de una manera más racional y científica. matrix molecules), además de que constituye mucílagos

61
62 Hernias de la pared abdominal. Tratamiento actual (Capítulo 7)

biológicos de alta adhesividad que permiten la adheren-


cia bacteriana. Al mismo tiempo, la nutrición de las bac- La batalla
terias se establece a través de esas moléculas, que fun- 400 Å Célula
cionan como resinas de intercambio iónico y protegen bacteriana
a las bacterias contra el efecto local y sistémico de los
Polímero
antibióticos.7--10 exopolisacárido

Adhesinas Adhesinas

BIOLOGÍA DEL PROCESO DE


Tejido
CONTACTO ENTRE LA BACTERIA, LOS Prótesis
muerto
TEJIDOS CRUENTOS Y LA PRÓTESIS

Figura 7--1. Diagrama de la adhesión de las bacterias a los


polímeros o a los tejidos. Las dimensiones están indicadas
El contacto entre la bacteria y la superficie de la malla en nanómetros.
depende de las condiciones físicas del lugar y el mo-
mento. Por ejemplo, el proceso de adherencia de una
bacteria a una malla se relaciona con el movimiento físi- muy resistente a cualquier material antimicrobiano y
co del medio en el que la bacteria se encuentre y su rela- sobre todo a las irrigaciones.
ción con la superficie que va a colonizar. En ausencia de En las superficies orgánicas intactas y sanas (tejido
movimiento, el traslado bacteriano ocurre por gravedad subcutáneo, fascia, músculo, endotelios, etc.) las bacte-
o por difusión browniana. En ocasiones la bacteria pue- rias tienen dificultades para adherirse y formar colo-
de movilizarse por sí misma, como lo hacen las flagela- nias, pero si esas superficies sufrieron un trauma quirúr-
das, que se mueven con más facilidad. En el caso del gico se transforman en focos de adhesión para los
movimiento de líquido laminar, el transporte de células microbios. Sin embargo, a nivel molecular existen zo-
bacterianas en una interfase líquida está regido por la nas receptoras bacterianas a las que ellas se adhieren,
ley de Fick, que se aplica para la difusión de líquidos. como los sulfatos de heparina, el fibrinógeno y la fibro-
En presencia de flujo turbulento, la caída de bacterias nectina. Poco tiempo después de su inserción las próte-
sobre las superficies está determinada por la concentra- sis quedan bañadas en líquidos vitales, como la sangre,
ción, el tamaño, la densidad y la apariencia física de las el plasma y la linfa, lo cual las hace susceptibles a la
bacterias. Las bacterias grandes caen a través del líqui- adhesión bacteriana.
do más despacio que las pequeñas. Asimismo, la topo- En algunas bacterias, como el Staphylococcus au-
grafía de la superficie que se va a colonizar desempeña reus y el Streptococcus dysgalactiae, los receptores de
un papel importante en la cantidad de bacterias que pue- adhesinas externos pueden estar listos para recibir va-
den afianzarse a la malla: cuanto más rugosa es la super- rios elementos al mismo tiempo, lo cual las hace más vi-
ficie, un mayor número de bacterias pueden colonizar. rulentas y difíciles de erradicar (figura 7--1).7
Por esta razón, las características físicas moleculares
y atómicas de la superficie de la malla son tan importan-
tes en la capacidad que tienen las bacterias de aferrarse Contraataque de los
a ella. Si la superficie atómica de la malla está cubierta mecanismos de defensa
por líquidos nutritivos, la malla será colonizada con más
facilidad, de modo que el rechazo hidrofóbico del PTFEe Una vez adheridas las prótesis a los tejidos, las bacterias
lo hará menos susceptible a la adhesión bacteriana. comienzan a alimentarse. En presencia de una irrupción
La adhesión inicial de las bacterias a una superficie bacteriana, el sistema de inmunidad celular y humoral
puede ser reversible en otras circunstancias, como en el desencadena una serie de eventos dirigidos a la conten-
caso de las que tienen movimiento browniano y por esta ción de la infección. La cascada inflamatoria de los leu-
razón no pueden adherirse con facilidad; sin embargo, cocitos produce explosivamente radicales de oxígeno,
cuando las bacterias se adhieren, el proceso es aparente- que junto con las toxinas bacterianas proteolíticas tien-
mente irreversible, e incluso las fuerzas tangenciales den a dañar a los tejidos ya lastimados por el acto quirúr-
moderadas no las pueden dislocar. Este hecho es de vital gico, lo cual lleva a una descarga de productos tisulares
importancia porque, una vez adherida, la bacteria es que facilitan la adhesión y la colonización de las bacte-
Fisiología, patología, biología molecular y tratamiento de las infecciones posteriores a la hernioplastia 63

rias. Se debe tener en cuenta que los glóbulos blancos Elección entre:
pierden parte de su capacidad para matar bacterias cuan-
do están en contacto con nailon o PTFE, porque su des-
carga explosiva de oxígeno ocurre precozmente.
Lo que sigue es una reacción inflamatoria típica y Fibroblasto Bacteria
bien descrita. La mezcla de leucocitos, fluidos, proteí-
nas y bacterias en forma de pus queda rodeada de tejido
de granulación, y forma un absceso clásico dentro del
que se encuentran la prótesis, las suturas y los tejidos su- Prótesis
Colágeno Prótesis
turados. El cirujano debe tratar este proceso mediante el Colágeno
empleo de los conocimientos y la metodología clási- Líquido
cos.1 extracelular

Figura 7--2. El cirujano puede prevenir la colonización bacte-


riana de la prótesis.
ESTRATEGIAS PARA REDUCIR
LA TASA DE INFECCIONES
cutada en salas de operaciones, donde la circulación de
aire es controlada y éste se purifica con filtros de
PTFEe. Dentro de la literatura ortopédica se ha demos-
Metodología para restringir trado que estos elementos pueden disminuir sustancial-
la masa de bacterias entrantes mente el número de infecciones:

1. La piel del paciente debe ser rasurada inmediata-


En general se acepta el hecho de que, a pesar de los me-
mente antes de la operación.
jores esfuerzos del equipo quirúrgico, las bacterias van
2. El lavado de manos y la colocación de la bata y los
a entrar en la herida, por lo que el cirujano debe redo-
guantes debe efectuarse con mucho cuidado, para
blarlos y lograr que ese número de bacterias sea lo más
evitar la contaminación. Es imprescindible que to-
pequeño posible, pero sobre todo debe erradicarlas an-
dos los elementos del grupo operatorio observen
tes de que puedan adherirse, establecer una colonia y
todas estas maniobras para detectar cualquier
provocar una infección.
error de ejecución que pueda llevar a la contami-
El autor de este capítulo considera que el grupo qui-
nación.
rúrgico en su totalidad —cirujano, asistentes, instru-
3. La preparación antiséptica con soluciones yoda-
mentista y enfermeras circulantes— es responsable de
das debe ser amplia y meticulosa, y abarcar una
establecer las medidas necesarias para que la cantidad
zona mucho más grande que la que va a estar limi-
de bacterias sea reducida a su mínima expresión (figura
tada por los campos operatorios.
7--2). Es importante recalcar que todo el grupo, y no sólo
4. La colocación de los campos operatorios debe ser
el cirujano, son responsables de la aplicación de los
una tarea meticulosa, para evitar la contaminación
principios esenciales de asepsia y antisepsia ya estable-
por error de aplicación.
cidos, los cuales constituyen un verdadero rito operato-
5. El cirujano jefe del grupo debe recalcar a todos los
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rio. El quebrantamiento de esas leyes produce un au-


miembros que evitar la contaminación bacteriana
mento bacteriano que lleva a la infección. El equipo
es deber de todos y que todos deben involucrarse
quirúrgico debe estar alerta de que se va introducir un
en su prevención.
cuerpo extraño en la herida y de que esa maniobra, de
por sí, va a inducir un aumento de las posibilidades de
infección.1 Disminución de la cantidad de
También se debe entender que, si la infección ocu- material inerte o muerto en la herida
rriera en presencia de una prótesis, el tratamiento del pa-
ciente se complicará exponencialmente y el resultado Se sabe que las bacterias necesitan material nutritivo
de la operación y la vida del paciente estarían en peligro, para sobrevivir, de modo que es deber del cirujano tratar
por lo que en términos generales se recomienda cambiar de disminuir la cantidad de tejido inerte presente en la
el encuadre frente a estas operaciones. Por ejemplo, la herida. A continuación se enumeran las técnicas para
inserción de mallas de cualquier tamaño deberá ser eje- evitarlo.
64 Hernias de la pared abdominal. Tratamiento actual (Capítulo 7)

1. Las maniobras clásicas de incisión, retracción, he- film, lo cual permitiría el manejo de las infecciones sin
mostasia, sutura y utilización del electrocauterio el uso de antibióticos.
tienen como resultado final la producción de teji- Recientemente se descubrió que las bacterias se co-
do maltratado, que se convierte en alimento bacte- munican entre sí mediante un mecanismo llamado quo-
riano. rum sensing, que ocurre en algunas bacterias a través de
2. El electrocauterio es un elemento fundamental de varias maneras. Es entonces que las bacterias “avisan”
la cirugía moderna porque permite la hemostasia hacia dónde tienen que movilizarse para encontrar una
rápida, aunque también produce una quemadura mejor nutrición y protegerse de los antibióticos. Este
de tercer grado, cuya resolución requiere infiltra- tipo de “inteligencia” las convierte en un formidable ad-
ción leucocitaria, para poder remover el tejido versario, que ha estimulado a los científicos y a la indus-
muerto. Esto ocasiona una reacción inflamatoria tria a producir productos nuevos y métodos que puedan
que facilita la colonización bacteriana. El electro- interrumpir ese mecanismo de comunicación.
cauterio debe ser utilizado sólo para hemostasia y Se ha incorporado el uso de sales de plata, vancomi-
no para cortar tejidos.11,12 cina, gentamicina, ciproflaxina, etc., y se ha intentado
3. El cirujano en jefe tiene que procurar que todas las inhibir las fibras extracelulares bacterianas (pilli) que le
maniobras físicas que constituyen la disección de permiten sobrevivir; asimismo, se han modificado las
la herida se realicen con máxima delicadeza, sin superficies de los polímeros y se han incorporado anti-
olvidar que todas ellas originan residuos de tejido cuerpos con capacidad monoclonal para inhibir la proli-
muerto. feración bacteriana. Otros investigadores están trabajando
4. La cantidad de material de sutura debe ser la míni- en la creación de sustancias que bloqueen directamente
ma necesaria para cumplir su función, puesto que la adhesión de bacterias y en la invención de vacunas
dicho material constituye un sitio ideal para la co- que creen anticuerpos capaces de bloquear la adhesión.
lonización bacteriana. Asimismo, la sutura de los En otras palabras, se está tratando de responder a la
tejidos debe realizarse con la fuerza mínima re- enorme cantidad de infecciones que ocurren en los arte-
querida para coaptar los bordes sin estrangularlos, factos que se introducen en los pacientes, como catéte-
ya que los tejidos estrangulados mueren y pasan a res urinarios, marcapasos, líneas endovenosas, corazo-
ser alimento bacteriano. nes artificiales, mallas, articulaciones artificiales, etc.
5. Es muy importante desbridar al final de la opera-
ción todos los tejidos que parezcan desvitalizados
o con poca circulación, porque si mueren crearán Medidas locales
un cultivo excelente para las bacterias.
Aceptando el hecho de que la penetración bacteriana es
irrevocable, desde 1982 el autor de este capítulo y su
grupo irrigan los tejidos operatorios con una solución de
MEDIDAS PARA PREVENIR 80 mg de sulfato de gentamicina disuelto en 250 mL de
LA ADHESIÓN BACTERIANA solución fisiológica.
La gentamicina ha sido utilizada con gran éxito por
cirujano ortopédicos y neuroquirúrgicos para prevenir,
controlar y tratar infecciones.13--18 Las irrigaciones de-
Los ataques tradicionales paran mitigar la infección de ben comenzarse al inicio de la operación y continuarse
mallas poliméricas consistieron en crear superficies no a medida que el procedimiento avanza, bajo la premisa
adhesivas, incorporar antibióticos en la molécula del de que están destinadas a matar las bacterias antes de
polímero, utilizar antibióticos locales o sistémicos e in- que puedan adherirse a la herida o a la malla. Asimismo,
cluso utilizar campos eléctricos para inhibir la adhesión durante la operación de hernias ventrales se empapan
bacteriana. compresas quirúrgicas con dicha solución, para mante-
Es muy interesante recalcar que durante los últimos nerlas en contacto constante con la herida e impedir el
20 años la atención de los microbiólogos se ha dirigido crecimiento bacteriano.
no tanto hacia la bacteria, sino al film que ellas segregan Desde que el autor de este capítulo y su equipo utili-
para sobrevivir, alimentarse, formar colonias y reprodu- zan solución irrigadora no han observado infecciones
cirse. Es así como se ha acumulado un gran volumen de en más de 4 000 herniorrafias inguinales y 400 hernio-
información científica relacionada con la metodología rrafias ventrales. A pesar de la alta concentración local
para inhibir, neutralizar o eliminar la producción de del antibiótico, no se han presentado niveles detectables
Fisiología, patología, biología molecular y tratamiento de las infecciones posteriores a la hernioplastia 65

o significativos de gentamicina en el suero de pacientes profundos y alcanzar, en los casos más graves, la malla.
recién operados y en quienes se utilizó la solución. Es- En este caso se requiere un tratamiento más complejo y
tos resultados coinciden con los obtenidos por los ciru- muchas veces prolongado.
janos ortopédicos.

Tratamiento de la malla infectada


Prevención sistémica
Cuando la malla es de polipropileno se puede actuar de
A pesar de que la literatura no es muy clara al respecto, manera conservadora, con el fin de que los antibióticos
cada vez hay más pruebas de que la irrigación local más y las frecuentes irrigaciones permitan una curación a
las medidas mencionadas y el uso de un antibiótico en- largo plazo. Se debe irrigar la herida con solución fisio-
dovenoso reducen la incidencia de las infecciones.19--22 lógica varias veces al día, puesto que en algunos casos
Además, el autor de este capítulo administra una inyec- esto permite que el tejido de granulación crezca entre
ción endovenosa de 1 g de una cefalosporina de segunda los intersticios de la malla y finalmente la cubra. La he-
generación, como la cefazolina (AncefR), una hora an- rida tiende a cerrarse en forma secundaria. Este trata-
tes de la operación, siempre y cuando el paciente no sea miento constituye la primera elección en las hernias
alérgico a la penicilina. Si el paciente es alérgico a la pe- ventrales, sobre todo si la malla es de polipropileno. El
nicilina utiliza una dosis única de linezolid, que es una cirujano debe irrigar la herida con frecuencia, con la es-
nueva oxazolidina tan efectiva como la oxacilina (diclo- peranza de que el tejido de granulación crezca a través
xicina) para el tratamiento de las infecciones de los teji- de los poros de la malla y finalmente produzca una su-
dos blandos. Durante los últimos 20 años el autor ha eje- perficie granulada que permita que el epitelio crezca so-
cutado este régimen y no ha observado reacciones bre ella. Si la superficie de granulación es muy grande,
alérgicas al antibiótico. se puede cubrir con un injerto de piel estirada por cortes
tangenciales múltiples.
Por desgracia, en algunos pacientes el tratamiento
conservador no brinda los resultados esperados y la he-
TRATAMIENTO CLÍNICO rida no se cierra por completo, manifestando síntomas
DE LA INFECCIÓN de infección crónica en forma de fístulas o porciones que
permanecen abiertas y permiten ver parte de la malla.
Es muy difícil salvar la malla que es de PTFEe, dado
que las bacterias encuentran nido en los múltiples y muy
Sintomatología pequeños poros de este material, el cual, por otra parte,
rechaza las moléculas de agua (es impermeable) e impi-
Las heridas operatorias inguinales suelen ocasionar do- de el contacto con la solución de antibióticos. Las ma-
lor durante cerca de 48 h, el cual disminuye en los días llas de PTFEe infectadas deben ser extirpadas lo antes
subsecuentes. Las heridas de las hernias ventrales son posible, para acelerar el proceso curativo y esperar la
un poco más dolorosas. Si el paciente se queja de dolor eventual reinserción de otra prótesis, dado que en esas
en aumento y presenta fiebre y cambios locales en la he- circunstancias las hernias siempre recurren.
rida, como pulsaciones y secreciones, se debe conside- En el caso de las hernias inguinales, la malla está si-
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rar la posibilidad de una infección. El autor aconseja la tuada profundamente y es muy difícil controlar la infec-
rápida administración oral de un antibiótico de espectro ción.23,24
amplio en su máxima dosis durante un periodo de 48 a
72 h. Si los síntomas mejoran rápidamente, entonces no
hay necesidad de hacer nada más; sin embargo, si el do- Técnica quirúrgica para el retiro
lor aumenta o hay indicios externos de que el tejido sub- de prótesis ventrales e inguinales
cutáneo está infectado (eritema, secreciones, etc.), la
piel y el tejido subcutáneo deben abrirse en su totalidad El retiro de una prótesis ventral es relativamente simple,
y la superficie cruenta debe ser tratada con paños moja- siempre que la incisión sea amplia. Las de PTFEe se
dos en solución fisiológica hasta que la herida se cierre. extirpan con facilidad porque se adhieren poco a los teji-
En términos generales, un buen número de infecciones dos. Las de polipropileno requieren mucho más trabajo,
se resuelven de esta manera. Sin embargo, y por desgra- porque se encuentran firmemente adheridas a los tejidos
cia, la infección puede estar localizada a niveles más y demandan mucha actividad quirúrgica cruenta. Su
66 Hernias de la pared abdominal. Tratamiento actual (Capítulo 7)

eventual adherencia a los intestinos presenta un gran una operación aséptica, el cirujano se lave y vista asépti-
problema, que puede resultar en enterostomías y fistuli- camente, y prepare la piel del paciente con un antisépti-
zación subsecuente. Estas operaciones requieren una co, así como los campos operatorios. Se debe efectuar
disección sumamente difícil y delicada, y en ocasiones una punción en el área quirúrgica y aspirar la herida con
se debe realizar una resección intestinal para evitar más una jeringa, cuyo contenido se envía a laboratorio para
daño. La hernia resultante debe ser reparada con suturas análisis microbiológico. Si se encuentran bacterias, se
reabsorbibles o con nuevas prótesis compuestas de debe administrar un antibiótico específico y diferir la ci-
colágeno proveniente de intestino porcino o de piel hu- rugía. Después de tres semanas se repiten las punciones
mana cadavérica. De todas maneras, la herida está in- diagnósticas; si son negativas se puede operar, pero si
fectada y nunca se debe insertar en ella una nueva próte- continúan positivas se recomienda abrir la herida de
sis de PTFEe o de polipropileno. La reparación final nuevo, para debridarla y drenarla. La herida debe ce-
puede requerir varias operaciones. rrarse de manera secundaria. Unas semanas después se
La escisión de una malla infectada en la ingle es difí- repite el proceso, hasta que se tenga un cierto margen de
cil, prolongada y peligrosa para la vitalidad del testícu- seguridad de que la herida es aséptica. Sólo entonces se
lo. Este procedimiento requiere una apertura amplia de puede reinsertar una nueva malla.1
la piel y de los tejidos subcutáneos, y debe ser ejecutada
con anestesia general o raquídea, dado que es muy difí-
cil obtener una buena anestesia local. La disección debe Relación médico--paciente durante
progresar lentamente sin olvidar que la malla va a estar el periodo de tratamiento
adherida íntimamente a los elementos del pedículo del
testículo. Cuando se llega al pedículo, la disección debe El tratamiento de una hernia infectada que requiere el
progresar aún más lentamente y quizá con la ayuda de reemplazo de una malla impone al cirujano y al paciente
anteojos de aumento, para evitar dañar los elementos un régimen frustrante y agotador. El paciente que entró
del cordón. La disección de las arterias testiculares no originalmente con la esperanza de ser sometido a una
es crucial, ya el testículo tiene una abundante circula- operación que curara la hernia se enfrenta entonces a
ción arterial, pero las venas del plexo pampiniforme son una variedad de procedimientos cruentos e inesperados.
pocas, delicadas y esenciales para la sobrevivencia del Está expuesto a operaciones repetidas, con los peligros
testículo, de manera que deben ser protegidas con todo que conllevan la anestesia general y las complicaciones
rigor.23,24 locales secundarias a esos procedimientos. En general,
El cirujano debe remover toda la malla y todas las su- su ánimo se deteriora y a menudo escucha opiniones di-
turas infectadas, puesto que constituyen nidos de infec- versas que no siempre coinciden con las de su cirujano,
ción. Cuando quedan porciones de malla muchas veces lo cual acentúa su ansiedad y le ocasiona resentimiento.
hay que volver a operar al paciente para removerlas. Se Por otra parte, el cirujano, que emprende su tarea con
puede intentar cerrar el defecto herniario con suturas re- entusiasmo puede desanimarse por los repetidos fraca-
absorbibles, que en general son exitosas, pero la mayo- sos quirúrgicos, tornarse impaciente y afectarse psico-
ría de las veces la hernia reincide. La herida queda abier- lógicamente, lo cual lo lleva a evadir preguntas o a emi-
ta y se requieren frecuentes curaciones hasta que la piel tir respuestas sin precisión. La familia del paciente
cierre. también se cansa y se vuelve antagonista y contrincante.
Todo este escenario no conduce a una buena relación
entre el médico y el paciente, y puede culminar en el re-
Maniobras para insertar una nueva querimiento de otro cirujano o en recursos legales para
satisfacer la frustración.
malla en una zona ya cicatrizada,
Se recomienda que el cirujano tenga frecuentes en-
pero previamente infectada cuentros en su consultorio con el paciente y sus familia-
res durante todo el proceso, y que mantenga una rela-
A pesar de que la herida está cerrada y no muestra indi- ción constante, profesional y sincera, para tenerlos al
cios aparentes de infección, es posible que en el fondo tanto de sus planes, de los posibles obstáculos y de cómo
de ella se encuentren zonas de tejido de granulación piensa salvarlos. Durante el proceso curativo de la heri-
donde residen bacterias, lo cual contraindica la inser- da se recomiendan frecuentes visitas al consultorio, de
ción de una nueva malla. Por esta razón, se recomienda manera que el paciente se sienta atendido y respetado.
llevar al paciente a la sala de operaciones en el periodo Si el cirujano se encuentra con una situación extremada-
preoperatorio y que, bajo condiciones idénticas a las de mente difícil, se aconseja una interconsulta con otro
Fisiología, patología, biología molecular y tratamiento de las infecciones posteriores a la hernioplastia 67

cirujano, para demostrarle a la familia que no existe un 2. La cantidad de bacterias puede ser disminuida o
falso orgullo y que tiene la suficiente humildad para eliminada mediante maniobras bien descritas en la
aceptar sus fallas y el fracaso de un procedimiento, así literatura médica.
como una mentalidad abierta para aceptar otras técnicas 3. El equipo quirúrgico debe implementar las medi-
u otras modalidades. das existentes.
4. Está en manos de los médicos eliminar las infec-
ciones posteriores a una herniorrafia.
5. Los cirujanos que están a cargo de colocar cuerpos
CONCLUSIONES FINALES físicamente extraños en los pacientes deben man-
tenerse al tanto del trabajo que los microbiólogos
bioquímicos y farmacéuticos están realizando
para la creación de métodos inhibidores de la
1. Las infecciones posteriores a una herniorrafia son adhesión bacteriana, y aplicarlos rápidamente en
producidas por bacterias que entran en la herida el conjunto de esfuerzos por disminuir las infec-
durante la operación. ciones posteriores a una herniorrafia.

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68 Hernias de la pared abdominal. Tratamiento actual (Capítulo 7)
Capítulo 8
Adherencias intestinales a los materiales
protésicos en las reparaciones herniarias
Arturo Vázquez Mellado Díaz

INTRODUCCIÓN 1986 hasta un uso extendido y casi sistemático en la úl-


tima década, este fenómeno ha sido más producto de la
moda y la presión comercial que una decisión basada en
la evidencia científica disponible. El cirujano de hernias
En 1894 Phelps utilizó hilo de plata para el cierre de un abdominales debe conocer el comportamiento bioló-
defecto herniario y Witzel1 y Goepel, en Alemania, uti- gico de los materiales protésicos que pretende utilizar,
lizaron filigrana de plata para aplicar “mallas” en la re- para obtener el mayor beneficio de ellos y evitar los ries-
gión inguinal. A partir de 1900 diferentes cirujanos apli- gos inherentes. A continuación se describen brevemen-
caron filigranas de oro o plata en las reparaciones de te algunas características relevantes de cada uno de los
hernias recurrentes o las que se consideraban difíciles. tres materiales mencionados, de acuerdo con su poten-
Antes de 1940, casi 20% de las plastias inguinales se cial adhesividad intraperitoneal.
realizaron con estas técnicas, aunque el método cayó en
desuso debido a las complicaciones derivadas, como la
infección, los seromas, la fibrosis excesiva, el dolor o la ADHERENCIAS HACIA
incomodidad permanentes por la sensación de un cuer- LOS MATERIALES PROTÉSICOS
po extraño, y la falta de elasticidad de las mallas metáli-
cas. Sin embargo, estos intentos muestran la noción que
existía en los cirujanos de aquel tiempo de que en algu-
nas hernias los tejidos del paciente no eran suficientes Poliéster (DacrónR y MersileneR)
para una reparación duradera.2
La etapa moderna del desarrollo de las prótesis para El polímero del etilenglicol y el ácido tereftálico fueron
las reparaciones herniarias comenzó en la década de creados en 1939, y Ethicon los introdujo en el mercado
1950, cuando Usher y otros comenzaron a ensayar ex- con el nombre comercial de MersileneR.3 El poliéster
E Editorial Alfil. Fotocopiar sin autorización es un delito.

perimentalmente con materiales sintéticos, como el nai- (también conocido como DacrónR) constituye el pri-
lon, el poliéster y el polivinilo. A partir de esas expe- mer tejido sintético que ha logrado superar la prueba del
riencias se desarrolló el marco teórico actual para la tiempo. Existen numerosas experiencias clínicas repor-
clínica y la tecnología de las prótesis en las reparaciones tadas desde 1956 acerca de su uso en hernias inguinales
herniarias. Tres de esos materiales han tolerado con cre- y ventrales. Entre sus ventajas destacan su precio acce-
ces la prueba del tiempo y poseen un uso clínico con- sible, su disponibilidad (aunque ha sido mucho más uti-
vencional en la actualidad: el poliéster (comercialmente lizado en Europa que en Estados Unidos), su fácil manejo
conocido como MersileneR), el polipropileno (Prole- y la integración adecuada al tejido del huésped mediante
neR, SurgileneR, etc.) y el politetrafluoroetileno ex- un mecanismo conocido como fibroplasia, donde la
pandido (PTFEe) (Gore--TexR y Soft Tissue Patch, o presencia del poliéster desencadena una reacción al
STP). Desde una cautelosa utilización entre 1960 y cuerpo extraño con la migración de fibroblastos hacia

69
70 Hernias de la pared abdominal. Tratamiento actual (Capítulo 8)

los poros de la malla y el depósito abundante de material nailon o el DacrónR. Desde entonces comenzó a consi-
fibroso, esencialmente colágena. En cerca de tres meses derarse como el producto más cercano a la prótesis
se desarrolla una matriz cicatrizal que sigue al tejido de ideal, por lo que comenzó a aplicarse en la clínica en
la prótesis cubriendo sus dos caras y los poros de la mis- 196010 en la reparación de hernias ventrales e inguina-
ma. Esto se comprueba cuando se reinterviene el abdo- les. La prótesis de MarlexR se colocaba en hernias difí-
men de pacientes que fueron sometidos a la colocación ciles y con grandes defectos y posibilidades de recurren-
de una malla de MersileneR años atrás. Por lo tanto, el cia. En 240 casos se presentó una recurrencia de 10% en
MersileneR, como todos los materiales sintéticos poro- hernias incisionales y de 5.9% en hernias inguinales. En
sos, no es un compuesto del todo inerte, por lo que se seis casos la malla tuvo que ser retirada debido a que
debe considerar más bien como un agente generador de causó infección.11 A raíz de estos y otros reportes, la ma-
una fibroplasia “ordenada” y predecible, la cual el ciru- lla de polipropileno se convirtió en el material protésico
jano siempre deberá tener en mente y manipular a su fa- más utilizado en EUA. En 1977 se demostró que al colo-
vor. Stoppa utilizó este material en su ya clásica descrip- car la malla de MarlexR en la vecindad de los intestinos
ción del reforzamiento preperitoneal del abdomen.4 se favorecía el desarrollo de tejido cicatrizal que adhiere
Aunque los reportes son contradictorios con respecto a la malla a las asas, pero no logró demostrarse la apari-
su tolerabilidad en presencia de infecciones, su tejido ción de complicaciones, como fístula u oclusión intesti-
corresponde a un material microporoso y macroporoso. nal, relacionadas con este fenómeno.12,23 A partir de
En presencia de infección reciente de la herida no debe l980 comenzó a proponerse la aplicación de mallas de
ser removido. Por el contrario, existe un consenso en MarlexR en todas las reparaciones de hernias incisiona-
cuanto a la necesidad de retirarlo en caso de una infec- les y no sólo en las hernias consideradas difíciles o recu-
ción profunda. Este hecho es quizá el único inconve- rrentes. Al parecer, el temor a la infección fue la princi-
niente del poliéster frente al polipropileno. A pesar de las pal limitación para que las mallas de polipropileno
modas, la malla de poliéster (DacrónR o MersileneR) fueran extensamente usadas antes de la década de 1990.
sigue siendo un material útil, con resultados probados Nyhus y Lichtenstein reportaron en 1988 y en 1989,
a corto y mediano plazos tanto en hernias ventrales respectivamente, los excelentes resultados que obtuvie-
como inguinales. Sin embargo, la fibroplasia que origi- ron cada uno con su correspondiente técnica y el empleo
na en el huésped lo hace potencialmente riesgoso al co- de malla de MarlexR en hernias inguinales. Sus traba-
locarlo en la vecindad de las asas intestinales, debido a jos culminaron la consagración del polipropileno como
la posibilidad de que forme adherencias, lo cual ha limi- el material de elección en las reparaciones herniarias.
tado su aplicación en las nuevas técnicas laparoscópicas En 1989 Peacock concluyó que “Las bases biológicas
para hernias ventrales.5,6 modernas para la reparación de las hernias inguinales
adquiridas en la vida adulta consisten en la aplicación
de un parche protésico, evitando la tensión, más el uso
de anestesia local, que permitirá la evaluación intraope-
Polipropileno ratoria de los resultados”.13 En el mismo año, Jones y
Jurkovich intentaron aplicar estos principios al cerrar la
Giulio Natta, uno de los pioneros de la polimerización pared con malla de polipropileno, sin tensión en casos
estereoespecífica, logró en 1954 la primera producción de sepsis abdominal. Alrededor de 80% de los pacientes
industrial de hilo de polipropileno, al que definió como desarrollaron fístulas intestinales, que requirieron el re-
un polímero cristalino, termoplástico e isotáctico.7 En tiro de la prótesis. La tendencia a la aplicación del prin-
1958 Usher publicó las primeras pruebas experimenta- cipio de Pascal en las reparaciones de hernias ventrales
les acerca de una nueva malla elaborada a base de polie- favoreció la implantación intraperitoneal de las mallas.
tileno,8 pero en 1963 sustituyó el polietileno por un te- Las complicaciones relacionadas con el contacto del
jido de un nuevo material de sutura, conocido como polipropileno con las asas intestinales han sido adverti-
polipropileno, para mejorar sus características de flexi- das por varios autores (figura 8--1).14,15 El principio de
bilidad y resistencia.9 En estudios siguientes se confir- Pascal menciona que la presión ejercida sobre las pare-
mó que el polipropileno, cuyo nombre comercial es des de una esfera es directamente proporcional al radio
MarlexR, mostraba una mayor fuerza tensil que el Da- de la misma. Por lo tanto, la reparación con la malla co-
crónR y el nailon, además de ser inabsorbible, más elás- locada en sentido posterior al defecto herniario sufrirá
tico y con una menor reacción a cuerpo extraño que menor tensión y, por lo tanto, menor riesgo de recurren-
todos los materiales antes utilizados. Asimismo, Usher cia. Por otra parte, la reparación laparoscópica de una
demostró una mayor resistencia a la infección que el hernia ventral requerirá por fuerza la colocación de la
Adherencias intestinales a los materiales protésicos en las reparaciones herniarias 71

su resistencia a la ruptura es más o menos similar a la del


polipropileno y no genera la respuesta inflamatoria y de
fibroplasia característica del MersileneR o el ProleneR.
El STP desarrolla una integración tisular más ordenada,
más discreta y menos inflamatoria, con menor depósito
de colágena. Incluso se ha demostrado la regeneración
del mesotelio peritoneal cuatro semanas después.18 Por
esta razón es el material ideal en casos donde la malla
queda en la vecindad de las asas intestinales, como en
las hernias ventrales y diafragmáticas. Sin embargo, de-
bido a su escasa adhesividad, el margen de prótesis que
debe sobrepasar el diámetro del defecto herniario debe
ser considerablemente mayor cuando se usa PTFEe, en
comparación con el uso de polipropileno,19,20 y su fija-
ción a la pared debe ser mucho más cuidadosa para evi-
Figura 8--1. Adherencias intestinales a la malla de polipropi- tar movilización y recurrencias. Por otro lado, cuando
leno en la rata omentectomizada luego de un mes de poso-
peratorio.
este material se ha colocado por fuera de la cavidad peri-
toneal, quizá debido a la escasa reacción tisular que evo-
ca, no ha demostrado superioridad frente a las mallas
usadas de manera convencional, por lo que no es supe-
prótesis dentro de la cavidad peritoneal, detrás del de-
rior en estas circunstancias, pero sí más costoso. Por
fecto. La técnica laparoscópica para hernias ventrales,
este motivo no ha ganado popularidad en la reparación
con todas sus ventajas, implica el contacto de la prótesis
de hernias inguinales. La evidencia experimental, que
con las asas intestinales, con los riesgos mencionados.
indica un comportamiento cuestionable en presencia de
Parece ser que hasta ahora ésta es la mayor limitación
infección, en comparación con el polipropileno, es aún
de la malla de polipropileno. Los reportes anecdóticos
controversial.21 El PTFEe fue introducido clínicamente
del empleo de MersileneR o MarlexR dentro de la cavi-
en 1983 y su mayor utilidad fue demostrada en 1992, en
dad peritoneal sin complicaciones, hablan de lo incons-
la reparación laparoscópica de hernias ventrales (ver
tante de este fenómeno. Sin embargo, varios autores han
más adelante).
recopilado pruebas impresas de las complicaciones re-
portadas con los materiales usados dentro de la cavidad
peritoneal en las hernias ventrales.24,25
PRÓTESIS “SEPARADORAS DE TEJIDO”

Politetrafluoroetileno expandido
La reparación laparoscópica de las hernias posincisio-
nales implica la obliteración del defecto herniario me-
En 1963 se obtuvo en Japón una forma de teflón radial- diante la colocación de una prótesis intraperitoneal.
mente expandida con una estructura fibroporosa suma- Esta innovadora técnica ha sido adoptada progresiva-
mente uniforme, que mejoraba las características físicas mente en todo el mundo desde su aparición en 1993.
E Editorial Alfil. Fotocopiar sin autorización es un delito.

del teflón original; se le llamó politetrafluoroetileno ex- Como el tipo de prótesis empleada en esta técnica tam-
pandido (PTFEe). Gore y asociados perfeccionaron la bién debe ser capaz de generar la fibroplasia hacia la
técnica y lograron un material microporoso a base de es- pared abdominal sin involucrar en este fenómeno a las
tructuras fibrilares conectadas por nodos, que le confe- asas intestinales, se crearon las llamadas prótesis sepa-
rían una resistencia uniforme y durable en cualquier di- radoras de tejido, duales o doble capa. Varias casas co-
rección, incluso mayor que la del polipropileno y el merciales han lanzado su versión; a continuación se
poliéster. Estas características lo convirtieron en el ma- mencionan algunas de ellas.
terial protésico más inerte de todos.16,17 Las láminas de
PTFEe se conocen comercialmente como Gore--TexR,
soft tissue patch o simplemente STP. Hoy en día existen Dual MeshR
numerosos estudios que, desde el punto de vista clínico
y experimental, evalúan el comportamiento biológico Es un producto de Gore elaborado a base de PTFEe, que
del STP, sobre todo en las hernias ventrales. Por un lado, cuenta con dos capas: una visceral de PTFEe laminar y
72 Hernias de la pared abdominal. Tratamiento actual (Capítulo 8)

microporo de 3 m, que debe ser colocado hacia la cavi- sis se mantenga durante más de tres semanas. Las venta-
dad peritoneal por sus cualidades de tejido inerte que no jas del SeprameshR son equivalentes a las de Compo-
genera fibroplasia alguna, y una de PTFEe texturizado sixR y el Dual MeshR.
con poros de 22 m, cuya finalidad es generar cierta
reacción tisular inflamatoria que favorezca su integra- Parietex compositeR
ción por fibroplasia. La prótesis de Dual MeshR fue la
primera que se utilizó para la reparación intraperitoneal Es una malla constituida por una doble capa; por un lado
de las hernias ventrales por vía laparoscópica. Dadas tiene un poliéster multifibra tridimensional, con estruc-
sus cualidades de tejido inerte, requiere una fijación tura hexagonal de 1.5 mm de espesor y un tamaño del
puntual a la pared abdominal con sutura para evitar re- poro mayor de 700 m, y por el otro una membrana anti-
currencias y disminuir la incidencia de seromas posope- adherente hidrofílica y reabsorbible de colágeno. Este
ratorios. Otro inconveniente de este material es su inca- film transparente contiene una mezcla de atelocolágeno
pacidad para tolerar la infección, dada su naturaleza oxidado tipo I, polietilenglicol y glicerol, y tiene la fun-
microporosa. Por estos motivos, Gore lanzó una versión ción de proteger las vísceras del contacto directo con la
con una capa antimicrobiana consistente en clorhexidi- malla durante su proceso de integración. La composición
na y plata, conocida como Dual MeshR plus.22 bilaminar debe favorecer una integración total y precoz
por el lado parietal e impedir la adhesión y erosión visceral
por la cara intraabdominal (Parietex compositeR, Sofra-
ComposixR dim, Francia). Los estudios de este material han demostra-
do al menos resultados comparables con Dual MeshR.25
Es una prótesis de Davol elaborada con PTFEe más una
ProceedR
capa parietal de polipropileno, cuyo uso data de 1999.23
Las dos capas están unidas mediante una sutura monofi- Este material pertenece a un grupo de novedosos pro-
lamento de PTFEe y cuenta con una buena experiencia ductos de Ethicon y tiene la característica fundamental
clínica. Su barrera antiadherente de teflón ha demostra- de combinar el polipropileno ligero con materiales ab-
do su utilidad y su capa de polipropileno facilita la me- sorbibles. Luego de 90 días del implante habrá en el pa-
jor integración de la prótesis a la pared abdominal, por ciente 60% o menos de material remanente. Esto tiene
lo que su fijación debe ser menos obsesiva que la de la finalidad de dejar la mínima cantidad de material pro-
Dual MeshR y puede ser realizada mediante tackers o tésico necesaria, para promover una integración que fa-
sutura transmural o una combinación de ambos. Su ma- vorezca más la fibroplasia entre las fibras protésicas que
yor inconveniente radica en que quizá la combinación los granulomas alrededor de las mismas. UltraproR y
de dos materiales la convierte en una prótesis muy densa VyproR II son dos materiales que comparten estas fa-
para ser introducida con facilidad a través de un trócar cultades. Por su parte, ProceedR está elaborada con po-
de 10 mm. El componente de teflón contraindica su uso lipropileno de peso medio (45 g/m2) y polidioxanona
en campos contaminados. (PDS), un material de lenta absorción. Contiene tam-
bién una capa separadora de tejido a base de celulosa
oxidada y regenerada. La celulosa se absorbe 14 días
SeprameshR después de la operación y el PDS permanece por un
periodo no mayor de 90 días. El resultado es un material
En 199923 Franconi probó con éxito la prevención de antiadherente con el remanente mínimo de prótesis a
adherencias al cubrir polipropileno con una capa de áci- largo plazo y con el índice de fibroplasia/granulomato-
do hialurónico; posteriormente, la empresa Genzyme sis más óptimo de todos los materiales duales.
introdujo la prótesis de SeprameshR, constituida con
una capa antiadherente de material absorbible a base de COMPARACIÓN ENTRE LOS
carboximetilcelulosa y ácido hialurónico. La capa pa- DIFERENTES MATERIALES
rietal es de polipropileno. La razón para el uso de mate-
rial absorbible se deriva del hecho de que se ha demostra-
do que las adherencias intestinales hacia los materiales Prevención de adherencias
implantados ocurren en 90% de los casos durante los
primeros 14 días posteriores a la operación,24 por lo que La prevención de adherencias constituye el objetivo pri-
no hay razón para que la capa antiadherente de la próte- mordial de todas las prótesis separadoras de tejido dis-
Adherencias intestinales a los materiales protésicos en las reparaciones herniarias 73

ponibles en el mercado. Todas las mallas mencionadas


tienen un comportamiento similar al respecto. Varios es-
tudios experimentales han mostrado que Dual MeshR,
ComposixR, SeprameshR y ParietexR muestran una
tendencia hacia la formación de adherencias sin varia-
ciones significativas (de 0 a 14%, medida como el área
de la prótesis cubierta por adherencias luego de 90 días
de la operación). ProceedR ha mostrado una capacidad
formadora de adherencias intermedia (40%), pero el
polipropileno convencional muestra el peor resultado
en cuanto a adherencias se refiere (80%) y su colocación
dentro de la cavidad peritoneal está contraindicada.25--28
Por otra parte, no existen pruebas clínicas, si acaso A
anecdóticas, de complicaciones como fístulas u oclu-
sión por adherencias con el uso de las prótesis separado-
ras de tejido. Deben destacarse otras características,
como el comportamiento histopatológico, la afectación
en la adaptabilidad de la pared abdominal, el encogi-
miento de la prótesis y la infección potencial, al mo-
mento de elegir uno de estos materiales. Las prótesis se-
paradoras de tejido evaluadas por el autor de este
capítulo y su grupo demuestran la formación de una
capa neomesotelial en la cara visceral de la prótesis, que
previene la formación de adherencias (figuras 8--2 y
8--3).

B
Comportamiento histopatológico Figura 8--2. A. Una rata cuatro semanas después de la colo-
y análisis textil a largo plazo cación de una malla de polipropileno/ePTFE (Bard Compo-
sixR). B. Rata con prótesis de polipropileno con una capa
absorbible de carboximetilcelulosa y hialuronato de sodio
Todos los materiales producen una reacción inflamato- (SeprameshR, Genzyme). En ambos casos se observa la
ria, aguda y granulomatosa, y las prótesis porosas origi- ausencia de adherencias intestinales y la formación de una
nan la formación de tejido fibroso entre las fibras proté- capa de aspecto mesotelial que cubre la totalidad de la malla.
sicas. Finalmente, es esta fibroplasia la que garantiza la
adhesión del material al tejido del huésped. Lo ideal es
encontrar una mayor fibroplasia hacia la pared abdomi-
nal, pues a mayor reacción inflamatoria aguda y granu- Dual MeshR tiene la menor capacidad de generación
lomatosa habrá mayor hipersensibilidad y rigidez en el de fibroplasia y la mayor propensión a generar inflama-
E Editorial Alfil. Fotocopiar sin autorización es un delito.

sitio de la aplicación para el paciente. La prótesis debe ción aguda, con una granulomatosis casi nula. Esto ex-
generar mínimas granulomatosis e inflamación aguda y plica el elevado número de recurrencias cuando esta
una fibroplasia razonable que adhiera la prótesis al te- prótesis no se fija a conciencia.
jido, obliterando el defecto herniario (el llamado índice El PTFEe es tan inerte que no genera fibroplasia, por
de granulomatosis/fibroplasia). Por otro lado, una vez lo que la prótesis no se adhiere al tejido mas allá de lo
reparada, interesa saber cuáles serán los cambios físicos que el cirujano lo haga. Por otro lado, a pesar de que es
de la pared abdominal en cuanto a resistencia a la pre- el material más inerte, tiene una mayor tendencia a la
sión, adaptabilidad, grado de integración tisular de la contracción de todos los materiales estudiados hasta el
prótesis y encogimiento eventual de la misma. Los re- momento.
cientes estudios experimentales del autor de este capítu- La mejor característica del PTFEe, además de ser la
lo y otros investigadores28,29 han probado varias próte- menor formadora de adherencias, es que junto con Pro-
sis separadoras de tejido al explantarlas luego de cuatro ceedR es la que mejor simula la adaptabilidad de la pa-
meses de la operación. red abdominal normal.
74 Hernias de la pared abdominal. Tratamiento actual (Capítulo 8)

Figura 8--3. Microfotografía 40x: prótesis de polipropileno/ Figura 8--5. Microfotografía 10x: prótesis separadora de
PTFEe (ComposixR, Bard). Puede notarse el recubrimiento tejido parcialmente absorbible, ligera y de polipropileno/
de células mesoteliales sobre la capa de PTFEe (color gris PDS/celulosa (ProceedR, Ethicon) a los 90 días de la opera-
oscuro en la parte inferior). ción. Reacción de fibroplasia profusa y granulomatosis
escasa alrededor del polipropileno. Ausencia del resto del
material implantado.
Las prótesis duales a base de poliéster (Parietex com-
positeR) o polipropileno pesado (ComposixR, Sepra-
meshR) tienen un comportamiento equivalente en cuanto a su integración tisular y el índice de granuloma-
tosis/fibroplasia, por lo que son las mayores generado-
ras de inflamación granulomatosa. Esto explica su gran
integración a la pared abdominal a expensas de una ma-
yor rigidez y disminución de la adaptabilidad de la pa-
PTFEe red abdominal. Su tendencia a la contracción es escasa.
Finalmente, la prótesis ligera parcialmente absorbible
—ProceedR— es la de más reciente aparición. Dado su
diseño absorbible, muestra una menor cantidad de ma-
terial residual a largo plazo, lo cual afecta muy poco la
adaptabilidad de la pared abdominal, no sufre mayor en-
cogimiento y su índice de fibroplasia/granulomatosis es
Granulomas
el más óptimo, desarrollando menos granulomas y una
Fibroplasia mayor cantidad de tejido fibroso entre los poros de la
prótesis. Su integración tisular ocurre de manera más
Figura 8--4. Microfotografia 10x: prótesis de polipropileno/ fisiológica; sin embargo, todos estos hallazgos en el es-
PTFEe (ComposixR, Bard). Granulomatosis profusa alrede- cenario clínico aún están por demostrarse (figuras 8--4
dor del polipropileno e indicios de fibroplasia. y 8--5).

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76 Hernias de la pared abdominal. Tratamiento actual (Capítulo 8)
Capítulo 9
Anestesia en hernioplastias
Eduardo José Molina Fernández, Antonio Orta Castillo, María del Carmen Fernández Quintana,
Alberto Merino Ricardo

INTRODUCCIÓN VARIANTES ANESTÉSICAS


PARA HERNIORRAFIAS

Desde tiempos remotos el hombre ha tenido que comba- En general, la inducción de la anestesia pertenece a dos
tir contra el dolor, que en cualquiera de sus variantes o categorías: la general y la regional, las cuales se diferen-
modalidades constituye una de las experiencias huma- cian por el estado de conciencia del paciente.
nas más severas y apremiantes, por lo que representa la Por su parte, la anestesia regional se subdivide en
primera causa de consulta médica. El dolor es un con- anestesia de conducción mayor y bloqueo nervioso ma-
cepto abstracto, subjetivo e individual, que está influido yor. Para la elección de la técnica anestésica más ade-
y modificado por múltiples aspectos, como la edad, el cuada es imprescindible tener en cuenta los siguientes
género, la raza, el nivel cultural y económico, etc. El de- parámetros.
sarrollo alcanzado por la cirugía en los últimos 100 años
ha dependido en gran medida de dicha batalla. 1. Estado general del paciente, edad y género.
Han sido muchas las teorías invocadas para explicar 2. Enfermedades relacionadas.
el dolor y van desde los conceptos de Aristóteles, los 3. Localización y tamaño de la hernia.
cuales dominaron gran parte de la Antigüedad, hasta las 4. Implicación de vísceras abdominales.
ideas actuales, donde se acepta que el dolor tiene dos 5. Carácter de la intervención, que puede ser urgente
componentes: uno fisiológico o periférico, y otro cen- o programada.
tral, el cual a su vez presenta tres dimensiones psicoló-
gicas principales: Las posibilidades anestésicas son:

1. Anestesia general.
1. Discriminación sensorial. 2. Anestesia regional.
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2. Motivación afectiva. 3. Bloqueo nervioso central.


3. Cognoscitiva valorativa. S Epidural.
S Intradural.
En este capítulo se pretende abordar algunos aspectos S Caudal.
referentes a las variantes anestésicas usadas en cirugías S Paravertebral.
de hernias de la pared abdominal, incluida la analgesia 4. Bloqueo nervioso periférico.
quirúrgica acupuntural, la cual introdujeron los autores S Anestesia local por infiltración.
de este capítulo desde hace 10 años en su práctica médi- 5. Analgesia quirúrgica acupuntural.
ca, pero desde hace cinco años se ha estandarizado su
uso bajo determinados parámetros que se analizarán a El mundo de la cirugía de las hernias hoy en día se en-
continuación. cuentra en importantes debates, provenientes de tiem-

77
78 Hernias de la pared abdominal. Tratamiento actual (Capítulo 9)

pos inmemoriales, acerca de la elección de la técnica ANESTESIA LOCAL


ideal.
El tipo de anestesia también desempeña un papel im-
portante en los resultados, los costos y la seguridad.
Se analizarán brevemente las técnicas anestésicas En 1898 Harvey Cushing hizo el primer reporte de una
más utilizadas en las reparaciones herniarias y se hará herniorrafia con anestesia local y publicó un famoso artí-
énfasis en la analgesia quirúrgica acupuntural, con la culo intitulado “Anestesia de cocaína en el tratamiento
cual se tiene una experiencia de cerca de 10 años. de ciertos casos de hernias y operaciones de tumores del
Es importante señalar que de las variantes anestési- tiroides”, el cual figura en los boletines del Hospital
cas mencionadas para su probable uso en cirugía hernia- Johns Hopkins de la época. A pesar de este reporte, fue
ria las más utilizadas son la anestesia regional y la anes- hasta 1970 cuando comenzó a utilizarse en EUA la anes-
tesia local, aunque la última ha cobrado un gran impulso tesia local en este tipo de cirugía. Este procedimiento se
en la actualidad. utilizó comúnmente en el Hospital Shouldice (Toronto,
Canadá), donde sigue empleándose como método de
elección en 98% de las herniorrafias inguinales, debido
a su gran seguridad y su baja morbilidad (cuadro 9--1).
ANESTESIA GENERAL

Pasos para la anestesia local

Esta técnica debe reservarse para la cirugía de las hernias 1. Colocación de habones intradérmicos en los ex-
inguinales, ventrales e incisionales, para ciertas urgen- tremos de la línea de incisión prevista.
cias y para el abordaje por vía laparoscópica, en los méto- 2. Infiltración del tejido celular subcutáneo a lo largo
dos intraperitoneal y transabdominal preperitoneal. Este de la línea de incisión. En el momento, se le puede
simple hecho ha originado que la cirugía de mínima añadir al anestésico local una pequeña cantidad de
invasión en hernias tenga muchos detractores, además de bicarbonato sódico, para disminuir el dolor de la
excluir a una porción importante de pacientes portadores infiltración.
de enfermedades cardiovasculares, quienes se beneficia- 3. Infiltración de la aponeurosis del oblicuo mayor.
rán más con el uso de otro tipo de anestesia si se quiere 4. Infiltración del nervio abdominogenital mayor y
reducir la morbilidad. su rama inguinal.
Algunos estudios señalan diferentes porcentajes de
morbilidad cardiovascular: Como se sabe, el método de anestesia local ha cobrado
muchos adeptos entre los cirujanos dedicados a las her-
1. Pacientes con anticoagulación: 13%. nias inguinales; sin embargo, vale la pena señalar que,
2. Pacientes con cardiopatías isquémicas: 30%. igual que todos los procedimientos, no es 100% inocuo
3. Pacientes con insuficiencia cardiaca congestiva: y puede ocasionar intoxicación por los agentes anestési-
17%. cos, debido a sobredosis relativa o absoluta del fármaco,
4. Pacientes con hipertensión arterial: 20%. a inyección intravascular inadvertida o a absorción in-
5. Pacientes con arritmias cardiacas: 50%. travascular excesiva en el sitio de inyección.

Cuadro 9--1. Anestésicos locales


Agente Infiltración local (%) Bloqueo nervioso Dosis máxima Niveles tóxicos en
periférico (mg/kg) sangre ( g/mL)
Procaína 0.5 1 8 a 12 20
Cloroprocaína 0.5 1 10 a 15 20
Lidocaína 0.5 1 5a7 5 a 10
Mepivacaína 0.5 1 5a7 5 a 10
Prilocaína 0.5 1 6 a 10 5 a 10
Bupivacaína 0.125-- 0.25 2 a 2.5 1.5 a 4
Etidocaína --0.25 0.5 3a5 1.5 a 4
Tetracaína 0.1 0.2 1 a 1.5 1.5 a 4
Nota: la dosis máxima depende de que se añada o no se añada adrenalina.
Anestesia en hernioplastias 79

Los autores de este capítulo han utilizado la anestesia ral y síntomas neurológicos transitorios), así como
local con excelentes resultados en un poco más de 500 lograr una anestesia quirúrgica de rápida instalación y
hernioplastias en los últimos seis años, lo cual se ha de- adecuada analgesia transoperatoria, que permita dar de
bido en gran medida a que se han seguido los cuidados alta al paciente lo más pronto posible.2,3
que permiten evitar esta complicación, que incluyen: El paso previo para aplicar este protocolo consiste en
una adecuada evaluación anestesicoquirúrgica, donde
1. Pedirle al paciente que informe acerca de cual- se excluye a los pacientes con hernias inguinales quirúr-
quier síntoma de obnubilación e insensibilidad pe- gicamente complejas, los clasificados con ASA III o
ribucal al fraccionar la dosis. más, o los que presentan alguna contraindicación para
2. Aspirar siempre en busca de sangre. la administración de anestesia espinal.
3. Colocar con todo cuidado la aguja a la hora de in- Los pacientes aprobados para este protocolo reciben
filtrar. entre 15 y 20 min antes de la ejecución de la técnica una
4. No sobrepasar las dosis de anestésicos locales. prehidratación de 10 mL/kg de solución salina fisiológi-
ca a 0.9%, con el objetivo principal de disminuir la hipo-
A pesar de la seguridad y baja morbilidad mencionadas, tensión arterial transoperatoria derivada del bloqueo
este tipo de anestesia siempre debe realizarse en un me- simpático.4--6
dio hospitalario perfectamente dotado para resolver los En la actualidad se estudia el uso de coloides, en lu-
problemas de hipersensibilidad y repercusión cardio- gar de cristaloides, y se han obtenido buenos resultados.
rrespiratoria que pudiera presentar el paciente, por lo Hasta el momento, los pacientes han tenido muy baja in-
que es importante contar con un anestesiólogo. cidencia de hipotensión arterial y una necesidad muy re-
ducida del uso de efedrina transoperatoria. Sin embar-
go, es necesario ampliar la casuística, para llegar a
conclusiones más sólidas.
ANESTESIA ESPINAL A pesar de la alta incidencia de síntomas neurológi-
cos transitorios reportados por algunos médicos, los au-
tores de este capítulo prefieren usar lidocaína subarac-
noidea para la cirugía ambulatoria de la hernia inguinal.
Contrario a lo que ha ocurrido a nivel internacional, des- Aunque no se cuenta con datos estadísticos al respecto,
de que el Dr. Enrique Núñez instauró en Cuba este mé- en la práctica diaria los pacientes han referido “poca”
todo anestésico el 6 de diciembre de 1900, durante 108 incidencia de síntomas neurológicos transitorios. Por
años la anestesia espinal se ha mantenido en el quehacer otra parte, la lidocaína subaracnoidea permite una ins-
diario de los anestesiólogos.1 tauración rápida del bloqueo anestésico y una breve du-
En el Hospital Universitario “Comandante Manuel ración del mismo, lo cual permite una pronta recupera-
Fajardo”, de la ciudad de La Habana, Cuba, se realizan ción del paciente y le confiere una gran utilidad en la
anualmente un promedio de 1 000 anestesias espinales cirugía ambulatoria de hernia inguinal.6--8
y en la cirugía de hernias inguinales constituye el méto- De acuerdo con la tendencia actual, los autores utili-
do anestésico más utilizado. zan lidocaína en bajas concentraciones (1%) en dosis
Salvo en los casos donde el cirujano prevé la posibili- también muy bajas de 30 mg diluidos en dextrosa a 5%,
dad de un tiempo quirúrgico prolongado o se prefiere la cual la hace ligeramente hiperbárica y permite un me-
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administrar un anestésico de mayor duración, como la jor control del bloqueo anestésico.
bupivacaína o la tetracaína, la mayor parte de las hernio- El uso de estas pequeñas dosis puede conllevar a un
rrafias inguinales se realizan en un tiempo quirúrgico bloqueo demasiado bajo, lo cual se evita si no se realiza
menor de 60 min y se operan en régimen ambulatorio. el bloqueo en posición sedente y se aplica una inyección
Por estas razones, y basados en conocimientos, ten- rápida de 0.5 mL/seg. El nivel promedio de anestésico
dencias actuales y experiencias previas, los autores de alcanzado es de T10, suficiente para la realización ade-
este capítulo han protocolizado una metodología de tra- cuada de este tipo de cirugía.
bajo para estandarizar el procedimiento al aplicar la El nivel mínimo indispensable de bloqueo derivado
anestesia espinal para la cirugía de la hernia inguinal en de las bajas dosis de lidocaína permite un bloqueo anes-
pacientes ambulatorios. Con este método se pretende tésico más selectivo y una incidencia baja de hipoten-
disminuir las complicaciones, como principales facto- sión arterial posoperatoria, lo cual se refleja en 6% de
res limitantes en la aplicación de la anestesia espinal (hi- los casos, que han requerido la administración de efedri-
potensión arterial, cefaleas posteriores a la punción du- na IV en el periodo transoperatorio.
80 Hernias de la pared abdominal. Tratamiento actual (Capítulo 9)

Por otra parte, cuando a la lidocaína se le añaden do- Cuadro 9--2. Anestesia espinal
sis bajas de fentanilo se puede mejorar la calidad y la du- en el paciente ambulatorio
ración de la anestesia espinal. Li y col. observaron un Preoperatorio
efecto analgésico prolongado sin afectación del blo- Premedicación Midazolam en dosis de 0.05 mg/kg IV
queo motor ni de la recuperación anestésica cuando Atropina en dosis de 0.5 mg IV
combinaron ambos fármacos. Una dosis de 10 a 25 g Prehidratación 10 mg/kg de solución salina fisiológica
de fentanilo subaracnoideo para anestesia de cirugía Transoperatorio
ambulatoria produce un incremento de 25% en la dura- Método anestésico
ción de la anestesia quirúrgica y aumenta 33% el éxito S Posición: decúbito lateral
de la misma con pequeñas dosis de anestésico local.9--11 S Nivel de punción: L3--L4 o L4--L5
Con la técnica aplicada se logró que la repercusión S Tipo de aguja espinal: calibre 25 a 27 con punta
hemodinámica fuese mínima desde el transoperatorio, de lápiz
por lo que 100% de los pacientes presentaron estabili- S Anestésico espinal: 3 mL de lidocaína hiperbárica
dad hemodinámica en el periodo posoperatorio con au- a 1% con fentanilo en dosis de 5 g/mL
sencia total de hipotensión ortostática. Posoperatorio
Criterios de alta
Por otra parte, la mayoría de los pacientes son capa-
S Estabilidad hemodinámica
ces de movilizar las piernas al llegar a la sala de recupe-
S Deambulación adecuada sin asistencia
ración, lo cual permite una rápida movilización y una
S Ausencia de efectos adversos (náuseas, vómitos,
deambulación adecuada sin asistencia. prurito intenso, sangrado, dolor moderado o inten-
El tercer criterio de alta es la ausencia de efectos ad- so)
versos, como la aparición de pruritos producidos por la S Complicaciones y efectos secundarios en 200 pa-
adición de fentanilo al anestésico subaracnoideo, el cual cientes protocolizados
se puede tratar fácilmente con naloxona o difenhidrami- Duración de la analgesia
na, pero puede alcanzar una incidencia de 60%.12 S Cefalea posterior a la punción: 3
No obstante, los pacientes sólo presentaron 15% de S Náuseas: 2
intensidad ligera, la cual desapareció sin necesidad de S Vómitos: 5
tratamiento, debido quizá a las bajas dosis utilizadas. S Prurito: 15
En ningún caso los pacientes han presentado otros S Excitación: ninguno
posibles efectos adversos relacionados con el uso de S Retención urinaria: 3
fentanilo subaracnoideo. S Depresión respiratoria: ninguno
Otro criterio importante de alta hospitalaria lo consti- S Hipotensión arterial: 4
tuye el dolor posoperatorio. A pesar de las bajas dosis S Bradicardia: ninguno
de fentanilo utilizado, éste produce una analgesia resi- S Dolor de espalda: 5
Duración de la analgesia
dual adecuada que facilita a los pacientes el traslado a
S 100 pacientes con un tiempo de recuperación de
casa sin dolor. Sólo 22% de los casos requieren el uso
30 min
de analgésicos posoperatorios antes del alta.
S 65 pacientes con un tiempo de recuperación de 35
En un pequeño estudio se analizó a 20 pacientes so- min
metidos a herniorrafia inguinal, a quienes se les infiltra- S 35 pacientes con un tiempo de recuperación de 40
ron previamente en el sitio de la incisión quirúrgica 15 min
mL de bupivacaína a 0.5% más 2 mL de morfina. Se ob-
tuvieron muy buenos resultados y sólo se utilizó en pa-
cientes hospitalizados, por lo que se valoró la posibili- Por otra parte, existen estudios que indican que los
dad de incorporar esta técnica al protocolo de anestesia pacientes sometidos a cirugía no pélvica o sin historia
espinal para pacientes ambulatorios, con el fin de mejo- de retención urinaria no necesitan evacuar la vejiga an-
rar la analgesia en el periodo posoperatorio inmediato. tes de ser dados de alta.13
Otro criterio común de alta es la capacidad del pa- Con la aplicación del anterior protocolo se ha logrado
ciente para orinar espontáneamente, pero esto puede de- reducir a 42 min el tiempo de estadía posoperatoria.
morar el alta después de la anestesia espinal. Los autores Como se sabe, dos de los factores que se han plantea-
no aplican este criterio porque, de acuerdo con su expe- do como limitantes para la aplicación de la anestesia es-
riencia práctica, la retención urinaria no constituye un pinal son la aparición de síntomas neurológicos transi-
problema cuando se utiliza anestesia raquídea en este torios y las cefaleas posteriores a la punción dural. La
tipo de cirugía. primera, aunque no ha sido motivo de estudio por parte
Anestesia en hernioplastias 81

de los autores, no parece tener una incidencia significa- rugía a realizar. La combinación de pequeñas dosis de
tiva en la práctica si se utilizan bajas dosis de lidocaína lidocaína más fentanilo puede lograr una adecuada
subaracnoidea. La cefalea posterior a la punción dural analgesia quirúrgica en la cirugía de la hernia inguinal,
ha tenido una incidencia de sólo 1.5% en la casuística con poco bloqueo simpático y la consecuente poca re-
de los autores. Estos resultados pueden estar relaciona- percusión cardiovascular, así como una rápida recupe-
dos con el uso de agujas de calibres finos con punta de ración y un alta temprana de los pacientes ambulatorios.
lápiz (cuadro 9--2). Aunque en la actualidad existe controversia en cuan-
to al uso de la lidocaína espinal y la aparición de sínto-
mas neurológicos transitorios, parecer ser que las bajas
CONCLUSIONES dosis de este agente están relacionadas con una menor
incidencia de éstos; sin embargo, se requieren más estu-
dios al respecto.
Por último, es un hecho que la cefalea posterior a la
La anestesia espinal es una técnica simple y eficaz que punción dural, uno de los mayores frenos tradicionales
puede emplearse con éxito en la cirugía ambulatoria. La al uso de la anestesia final, ha mostrado una disminu-
elección de un agente anestésico, la dosis y el uso de ad- ción de su morbilidad, gracias al uso de agujas de cali-
juntos pueden lograr una mejor adaptación al tipo de ci- bres finos y diseños con puntas de lápiz.

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Sección II
Hernias inguinales

Sección II. Hernias inguinales


Capítulo 10
Anatomía funcional de la región inguinal
José Miguel Goderich Lalán

CONSIDERACIONES Los músculos abdominales pertenecen exclusivamente


ANATOMOFUNCIONALES a la musculatura propia ventral de esa región; están iner-
DE LA REGIÓN INGUINAL vados por los nervios intercostales (del V al XII) y por
los ramos superiores del plexo lumbar. Estos músculos
estrechan la cavidad abdominal y presionan las vísceras
contenidas en la misma, de manera que constituyen en
Se entiende que el cirujano actúa sobre un ser viviente, conjunto la denominada prensa abdominal, cuya acción
específicamente en la herniorrafia inguinal, que involu- se manifiesta al expulsar al exterior el contenido de di-
cra una región de gran actividad contráctil en todas las chos órganos mediante la defecación, la micción, el acto
actividades del organismo, que van desde la simple po- del parto, la tos y el vómito.
sición bípeda hasta los intensos aumentos de la presión El músculo recto y los dos oblicuos del abdomen ac-
intraabdominal por diversas causas. túan juntos en todos los movimientos de flexión vigoro-
Desde el punto de vista anatómico, la región inguino- sa del tronco y durante las actividades en posición ergui-
abdominal bilateral se comporta funcionalmente como da se encuentran en contracción permanente.
una sola, pues es imposible concebir que una región ac-
túe independientemente de la otra. El conocimiento de
los músculos individuales resulta a veces esencial en el CONDUCTO INGUINAL
campo de la cirugía, pero para el análisis general de los
movimientos, incluidos los aspectos no médicos de la
mecánica del cuerpo, los músculos deben ser estudiados Anatomía del adulto
en grupos.
Los músculos abdominales ocupan el espacio com- El conducto inguinal en el adulto es una estructura tubu-
prendido entre la parte inferior del tórax y la pelvis, en- lar oblicua que mide en promedio 4 cm de longitud; está
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vuelven la cavidad abdominal y forman sus paredes. situado entre 2 y 4 cm por arriba del arco crural, entre
los orificios del anillo interno o profundo y el anillo ex-
1. Músculos laterales: están constituidos por el mús- terno o superficial. El conducto contiene el cordón es-
culo oblicuo externo del abdomen o mayor (obli- permático o el ligamento redondo del útero.
quus externas abdominis), por el oblicuo interno El anillo inguinal superficial o externo es un orificio
del abdomen o menor (obliquus internus abdomi- triangular de la aponeurosis del oblicuo mayor que está
nis) y por el transverso del abdomen (transversus por fuera y arriba del pubis. El orificio se forma por los
abdominis) (figuras 10--1 y 10--2). pilares interno y externo.
2. Músculos anteriores: están constituidos por los El anillo inguinal profundo o interno es una abertura
músculos rectos del abdomen (rectus abdominis) de la fascia transversalis que corresponde al punto me-
y piramidal (pyramidalis). dio del arco crural.

85
86 Hernias de la pared abdominal. Tratamiento actual (Capítulo 10)

Lig. inguinal
M. oblicuo menor Aponeurosis
de oblicuo mayor
N. ilioinguinal
M. cremaster Fascia transversalis

Cordón espermático

Figura 10--1. Capas musculares de la pared abdominal. Modificado de L. John Skandalakis. Atlanta, Georgia.

La pared anterior del conducto inguinal está formada rúrgicas, y está formada fundamentalmente por la fu-
por la aponeurosis del músculo oblicuo mayor y en sen- sión de la aponeurosis del transverso del abdomen y la
tido externo participa el oblicuo menor (el músculo fascia transversalis en 75% de las personas, y sólo por
oblicuo menor en el área inguinal es muscular y no apo- la fascia transversalis en el 25% restante.
neurótico). El canal inguinal está representado por una hendidu-
La pared superior o “techo” la forman el oblicuo me- ra o trayecto oblicuo, situado en la parte inferior de la
nor y el transverso del abdomen y sus aponeurosis, pared abdominal anterior, a uno y otro lado del plano
mientras la pared inferior o suelo está constituida por el medio, inmediatamente por encima del ligamento in-
arco crural y el ligamento de Gimbernat. guinal, que se dirige hacia abajo y en sentido medial, de
La pared posterior es el elemento más importante del atrás hacia adelante, en una longitud de alrededor de 4
conducto inguinal, debido a razones anatómicas y qui- cm. En su formación existen importantes aspectos de in-
terés quirúrgico, que se detallan a continuación.
En los dos tercios laterales del canal constituido por
el ligamento inguinal se fijan los músculos oblicuo in-
M. oblicuo mayor terno y transverso, mientras que en el tercio medial no
se inserta nada y pasan libremente por encima el cordón
N. iliohipogástrico
espermático o el ligamento redondo del útero. Así, entre
el borde inferior de los músculos oblicuos interno y
N. ilioinguinal transverso por arriba, y la parte medial del ligamento in-
Arco muscular del guinal por debajo, se forma una hendidura triangular u
oblicuo menor oval, que es el canal inguinal.
Lig. inguinal Del borde inferior de los músculos oblicuo interno y
M. cremaster transverso, situados sobre el cordón espermático, se
desprende hacia este último un fascículo de fibras mus-
culares —el músculo cremáster—, que acompaña al
cordón hasta el escroto.
La hendidura del canal inguinal está cerrada por de-
lante por la aponeurosis del músculo oblicuo mayor, que
prácticamente no tiene valor alguno como estructura
Figura 10--2. Capas profundas del abdomen. Modificado de fundamental para la reparación herniaria inguinal, sino
L. John Skandalakis. Atlanta, Georgia.
Anatomía funcional de la región inguinal 87

que sólo garantiza la reconstrucción del conducto y La placa fascioaponeurótica o fasciotendinosa está
mantiene su oblicuidad. formada por la unión de la fascia transversalis con las
La cara interna, dirigida hacia la cavidad abdominal, dos hojas fasciales del transverso. Se extiende desde el
del músculo transverso del abdomen, está cubierta por arco aponeurótico del transverso hasta el lugar donde la
la fascia del transverso, que constituye una parte de la cintilla iliopúbica se inserta en la cresta pectínea y for-
fascia común subperitoneal. Esta última tapiza toda la ma uno de los elementos del ligamento de Cooper. Po-
cara interna de las paredes abdominales y cambia de de- see un gran valor para la reparación quirúrgica. En los
nominación según la región donde se encuentre situada. trabajos de McVay, Nyhus y Madden, entre otros, se de-
muestra la continuidad anatómica de la placa fascioapo-
neurótica.
Fascias transversalis, iliaca y pelviana En 1971 Madden definió como seno piriforme al “es-
pacio que se crea por la reflexión de la fascia en su cam-
En 1950, con una posterior ratificación en 1960, se ad- bio de dirección hacia abajo y atrás”, dada su similitud
mitió el uso de varios términos de la región, unos mejo- con los senos piriformes de la región de la laringe.
res que otros, pero sin excluir su uso diario, como es el Después, continuando su trayecto descendente, esta
caso de tendón conjunto, área conjunta y triángulo de fascia encuentra los dos vasos femorales, alrededor de
Hesselbach, entre otros (figura 10--3). los cuales se fija y con los que contrae, en especial con
La fascia transversalis ocupa toda la extensión de la la vena, adherencias íntimas. Por el lado interno de la
región inguinal por delante del peritoneo y es la lámina vena femoral, la fascia transversalis deja el arco crural
aponeurótica que cubre la cara profunda del músculo y llega delante del espacio libre citado anteriormente,
transverso. Sale por arriba de la región costoiliaca, se di- que está reservado a los linfáticos, lo cierra y va a inser-
rige verticalmente hacia abajo para terminar en el espa- tarse en la cresta pectínea. A esta porción de la fascia
cio angular que limitan la pared abdominal anterior y los transversalis, que a la manera de un diafragma cierra
órganos contenidos en la fosa iliaca interna. Se inserta toda la pared del anillo crural que no está ocupado, se
en la fascia iliaca, inmediatamente por detrás de la línea le da el nombre de septum crural.
de unión de esta fascia iliaca con el arco crural. En diversos lugares de la bolsa constituida por la fas-
A nivel del anillo inguinal profundo se introduce la cia intraabdominal aparecen engrosamientos o conden-
aponeurosis infundibuliforme en este conducto para saciones de dicha fascia, llamadas equivalentes o análo-
formar parte de las envolturas del cordón. En sentido un gas de la fascia transversalis, que suelen formarse en los
poco más distal, en el anillo crural, la fascia transversa- puntos de inserción de diferentes grupos musculares o
lis se une primeramente con el borde posterior del arco puntos de fijación de otras aponeurosis en la bolsa apo-
crural, que está incurvado hacia atrás y forma con él un neurótica.
verdadero canal de concavidad superior, por el cual Nyhus considera que hay cuatro importantes análo-
transita el cordón. gos de este tipo: el ligamento aponeurótico del transver-
so, el arco aponeurótico del transverso del abdomen, el
ligamento iliopúbico y el ligamento iliopectíneo; sin
embargo, Testut incluye el ligamento de Henle y el liga-
Triángulo de Triángulo de mento interfoveolar o de Hesselbach.
Hesselbach 1814 Hesselbach hoy El ligamento aponeurótico transverso refuerza el
Arteria
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epigástrica Lig. inguinal borde interno del anillo inguinal profundo, por donde
profunda sale de la cavidad el cordón espermático. El anillo se en-
M. iliopsoas cuentra a media distancia entre la espina iliaca anterosu-
A. femoral perior y la espina del pubis y a 2 cm por encima del liga-
mento inguinal.
V. femoral Cuando el cordón sale por el anillo, gira inmediata-
Lig. de Cooper mente hacia a dentro y hacia abajo, y recorre el conducto
Lig. lacunar inguinal. En vista del brusco cambio de dirección men-
cionado, esta proyección tubular de la aponeurosis se
dobla también hacia adentro y hacia abajo, y constituye
Figura 10--3. Triángulo de Hesselbach como se describía
un pliegue a nivel de su borde inferointerno. Este plie-
en 1814 (a la izquierda) y los límites actuales del mismo. Mo- gue, que ha sido comparado con la capucha de un mon-
dificado de L. John Skandalakis. Atlanta, Georgia. je, crea una condensación en forma de gancho en la fas-
88 Hernias de la pared abdominal. Tratamiento actual (Capítulo 10)

cia transversalis, en el borde inferior e interno del M. recto


abdominal
anillo.
El arco aponeurótico del transverso del abdomen for-
ma el borde superior del piso del conducto inguinal y se 1
debe a la unión de la aponeurosis del transverso con la M. piramidal 2
fascia transversalis. Algo fuera de la vaina del recto, las 2
fibras musculares del músculo transverso se transfor- Lig. inguinal
man en aponeurosis tendinosa, la cual se une con la apo-
3
neurosis del oblicuo menor para integrar la vaina del Pared posterior
recto. de piso inguinal
(fascia
El borde inferior libre del músculo transverso origi- transversalis 4
na, junto con el oblicuo menor, un arco a nivel de la in-
serción externa de dicho músculo, sobre el anillo ingui- Sínfisis del 5
púbis
nal profundo, que forma un borde libre sobre tal anillo
y por encima del piso del conducto, entre el anillo y la
línea media. El arco aponeurótico del transverso del ab- Figura 10--4. Pared abdominal, desprovista de los múscu-
los oblicuos y transverso. 1. Aponeurosis del transverso ab-
domen puede unirse con el arco aponeurótico del obli- dominal. 2. Fibras interiores de la aponeurosis del músculo
cuo menor y dar lugar a un “tendón conjunto” entre 5 y oblicuo menor. 3. Borde lateral de vaina del recto. 4. Refle-
10% de los casos. Lo habitual es que la aponeurosis del xión del ligamento inguinal. 5. Ligamento de Henle. Modifi-
transverso se una con la del oblicuo menor, a nivel de la cado del Dr. L. John Skandalakis. Atlanta, Georgia.
vaina del recto. El arco es en sí un componente funda-
mental para la corrección quirúrgica de cualquier tipo
de hernia inguinal, mientras que el tendón conjunto, por ligamento de Gimbernat, que se inserta en la porción
su poca frecuencia, no es un elemento que se considere interna de la cresta pectínea.
como parte de la terapéutica operatoria. El ligamento de Cooper o ligamento iliopectíneo es
El ligamento iliopúbico es otra condensación de un la condensación fascial que se encuentra en la cara pos-
pequeño paquete de fibras transversales, que se extien- terior de la rama superior del pubis en dirección postero-
de de la región del pubis a la espina iliaca anterosupe- lateral, a lo largo del borde de la pelvis menor; está for-
rior. Nace del ligamento iliopectíneo, una condensación mado por la fusión de la condensación fascial, el
fibrosa de la aponeurosis intraabdominal y envuelve al periostio, las fibras más inferiores de la aponeurosis del
cordón. Mediante este ligamento se inserta en la espina músculo oblicuo mayor y del ligamento iliopúbico y la
iliaca anterosuperior y en el labio interno del ala del fascia iliopectínea. Este ligamento es fuerte, constante
ilion. En 98% de las personas esta inserción se extiende y de gran resistencia.
hacia abajo y adentro, por arriba del ligamento inguinal El ligamento de Hesselbach, o ligamento interfoveo-
y ligeramente por detrás de él (figura 10--4). lar, es una pequeña lámina fibrosa en dirección vertical,
La cintilla iliopúbica tiene una dimensión muy varia- que se sitúa sobre el borde interno del orificio profundo
ble, que mide en promedio entre 4 y 5 mm de altura y del conducto inguinal, entre dicho orificio y la arteria
es mucho más ancha en sus dos extremidades que en su epigástrica. Se localiza por delante de los vasos epigás-
parte media; sigue con gran exactitud, pero en un plano tricos, a manera de una telaraña. Cuando está bien desa-
algo posterior, el mismo trayecto que el arco crural. Este rrollado da la impresión de que es solamente una con-
arco es una cinta fuertemente tensa de tejido aponeuró- densación lateral del ligamento de Henle, aunque no es
tico que nace cerca de la espina iliaca anterosuperior y un ligamento verdadero. Es triangular y se fija por aba-
se dirige en sentido oblicuo hacia abajo y adentro, si- jo, por su base, a la parte correspondiente del arco crural
guiendo el pliegue de la ingle. Al pasar por encima de o bien a la cintilla o ligamento iliopúbico. Su vértice, di-
la fascia iliaca, la aponeurosis de inserción del músculo rigido hacia arriba, se pierde insensiblemente en la fas-
oblicuo mayor da cierto número de fascículos, que se fi- cia transversalis y remonta a veces hasta el ángulo ex-
jan íntimamente a esta aponeurosis; los otros continúan terno del arco de Douglas, por lo que recibe el nombre
su trayecto y pasan en primer lugar, a modo de puente, de pilar externo del arco de Douglas. Este ligamento re-
por encima de los vasos femorales para reflejarse de de- fuerza el borde interno del anillo inguinal profundo y es
lante hacia atrás y de abajo hacia arriba, al mismo tiem- importante reconocer, lo cual ha sido comprobado en
po que se ensanchan en forma de abanico, van a termi- múltiples disecciones en cadáveres frescos y en formol,
nar en la cresta pectínea. Esta porción reflejada es el que constituye en la fascia transversalis un pliegue en
Anatomía funcional de la región inguinal 89

su borde inferior que determina una condensación simi- Oblicuo Transverso


lar a un gancho y abajo forma el anillo inguinal profun- mayor abdominal
do o fascial, en tanto que hacia arriba continúa hasta el Fascia
arco de Douglas. transversalis
En anatomía clásica, se designa triángulo de Hessel-
bach a la zona limitada por el borde lateral del músculo Oblicuo
recto hacia el lado interno; por los vasos epigástricos menor Anillo
por arriba, y por el tracto iliopúbico por abajo. Se com- interno
prende que el nombre es poco afortunado, pues ninguno
de los tres lados del triángulo se encuentra en el mismo Canal
plano de la cavidad abdominal. El ligamento inguinal es inguinal
más superficial que el tendón conjunto u hoz inguinal,
como lo llaman Zimmerman y Lason (cuando existe), Tracto
y ambos son más superficiales que los vasos epigástri- iliopúbico
cos. Este término no es correcto si se habla desde el Ligamento
punto de vista quirúrgico, y es preferible describir los de Poupart
límites del piso del conducto inguinal mediante el Figura 10--5. Relaciones del ligamento inguinal, tracto ilio-
empleo de estructuras situadas a nivel del propio plano. púbico y anillo inguinal interno. Modificado del Dr. Llody Ny-
Hoy se define como triángulo de Hesselbach, según hus. Chicago, Illinois.
Skandalakis, al área limitada por los vasos epigástricos
en su borde superior, el borde externo del músculo recto
por su borde interno y el ligamento inguinal por su bor- el orificio se estrecha; en el segundo caso, las fibras es-
de inferoexterno; por lo tanto, se trata de un área más pe- tán relajadas y el orificio se dilata. Hoy no se le atribuye
queña respecto de la descripción original. ningún valor a este anillo en el momento del diagnósti-
En resumen, el triángulo de Hesselbach tiene los si- co, prevención o tratamiento de la hernia inguinal, pues
guientes límites: los vasos epigástricos profundos en su no desempeña ninguna función determinante en su ana-
borde superior o lateral, la vaina de los rectos como bor- tomía funcional, salvo la que se deriva de garantizar el
de interno o medial y el arco crural como borde lateroin- trayecto oblicuo del cordón.
ferior. En esta área se exteriorizan muchas de las hernias El anillo inguinal profundo corresponde a la parte me-
inguinales supravesicales directas y externas; sin em- dia del arco crural. Está situado un poco por dentro de
bargo, el borde interno o medial es la única estructura la mitad de este arco —entre 15 y 18 mm por encima de
adecuada para la herniorrafia. él—, a 5 cm por fuera de la espina del pubis y a 7 cm de
la línea blanca.
Este orificio parece más bien una hendidura vertical
Anillos del conducto inguinal que un anillo y tiene un diámetro mayor, calculado de
arriba abajo, de 10 a 15 mm. Es un túnel dispuesto en la
El anillo superficial o externo está situado sobre el pu- fascia del músculo transverso (figura 10--5).
bis, inmediatamente por dentro de la espina, y está for- Una condensación de la fascia en forma de herradura
mado por la aponeurosis de inserción del oblicuo ma- abierta hacia arriba y afuera lo refuerza hacia abajo y
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yor, cuando ésta se fija en el pubis. Se observan dos hacia los lados, pero no hacia arriba, mientras que la fas-
haces tendinosos: uno se inserta en la espina del pubis cia, entre ambos refuerzos laterales, es más tenue y, por
y forma el pilar externo, y otro, que es interno, se inserta lo tanto, más débil.
en la sínfisis púbica. Para Madden el anillo inguinal profundo en forma de
Estos dos pilares están cerrados por arriba, por fibras “U” es un cabestrillo que forman la fascia transversalis
arciformes, y por detrás, por el pilar posterior o liga- engrosada y dos pilares insertados firmemente por arri-
mento de Colles, procedente de la aponeurosis del obli- ba de la cara posterior de la aponeurosis del músculo
cuo mayor del lado opuesto. Mide entre 26 y 28 mm de transverso, cuyas fibras se distribuyen en forma oblicua
altura por 10 a 12 mm de anchura, y admite de ordinario en la región inguinal.
el pulpejo del dedo índice. Estas dimensiones varían de En las disecciones en cadáveres se ha comprobado
acuerdo con el sujeto y si la pared abdominal está con- que el anillo inguinal profundo siempre está cubierto
traída o está relajada; en el primer caso, las fibras tendi- por la parte más inferior y externa de los músculos obli-
nosas que circunscriben al anillo se encuentran tensas y cuo menor y transverso.
90 Hernias de la pared abdominal. Tratamiento actual (Capítulo 10)

La fisiología del anillo interno es fundamentalmente quedaría una disposición distinta en la configuración
protectora, ya que durante la tos o el ejercicio muscular del mal denominado triángulo de Hesselbach, mediante
intenso se contraen los músculos de la pared abdominal la rectificación de sus arcos, que sin duda añade una po-
anterior. Si durante la contracción hay un intento de pro- tente capa muscular a la placa fascioaponeurótica y sirve
trusión de vísceras abdominales por el anillo, los pilares de oposición a los aumentos desmedidos de la presión
se estiran. Esta tensión se transmite a las fibras del mús- hidrostática intraabdominal. El autor de este capítulo y
culo transverso, lo cual aumenta en gran medida su con- su grupo están de acuerdo con este criterio, ya que lo han
tracción. Las fibras del músculo se distribuyen en sen- comprobado en disecciones de cadáveres frescos con
tido oblicuo en la región inguinal y llevan al anillo hacia hernias y sin ellas, aunque no se oponen a las considera-
arriba y hacia fuera, para cerrar la salida del cordón es- ciones de McVay en cuanto a que la disposición muscular
permático. Esta acción, descrita por Moore en 1945, es sólo produce cambios en la dirección del saco herniario.
un ejemplo del reflejo de estiramiento de Liddell y She- Otro aspecto que ofrece el mecanismo diafragmático
rrington, quienes demostraron que la contracción de un musculoaponeurótico es la pérdida de la capacidad con-
músculo se incrementa notablemente al aplicarle una tráctil de los músculos, como ocurre cuando se lesionan
fuerza de estiramiento. los nervios motores de sus fibras; por ejemplo, el abdo-
El autor de este capítulo coincide plenamente con los minogenital mayor durante la práctica de la incisión de
criterios de Moore y lo ha demostrado al operar hernias McBurney.
inguinales con anestesia local, pues se entiende que uno Por otra parte, el mecanismo antagonista del músculo
de los problemas fundamentales para lograr el éxito de recto anterior del abdomen tiene un gran importancia,
una herniorrafia inguinal se basa en el cierre correcto como señala McVay, quien estima que su contracción
del anillo, a fin de garantizar su biomecánica. Al aumen- tensa la fascia y tira de la misma en dirección contraria
tar la presión intraabdominal dicho anillo se mueve ha- a los músculos anchos; por ello es relevante no interpre-
cia arriba y hacia afuera, cubierto por los músculos obli- tar de manera errónea el borde de este músculo como un
cuo menor y transverso. Zimmerman ha llamado la tendón conjunto en las reparaciones de la pared poste-
atención sobre variaciones estructurales de la pared en rior.
distintos individuos y en los que presentan hernias in- Recientemente surgieron términos que no diferen-
guinales. De ello se deduce que los movimientos del cian sustancialmente los conceptos anatomofunciona-
anillo profundo están apreciablemente disminuidos en les de la región, como el caso del “mesenterio del cor-
los sujetos con hipoplasia del transverso y que puede dón espermático”, como denomina Condon a la fascia
llegarse al punto donde la fuerza de contracción no sea cremastérica que se forma por la fijación laxa del cor-
suficiente para compensar el fallo parietal, debido a la dón a la pared posterior del conducto.
dilatación o debilidad del anillo. En esta circunstancia Otro de los elementos anatómicos se basa en la pre-
no se reducen sus dimensiones normales, por lo que el sencia de las fositas inguinales, sólo visibles por su cara
anillo es, en efecto, funcionalmente inerte. posterior, las cuales son:
La debilidad del músculo oblicuo menor invalida aún
más la función del anillo, puesto que decrece la resisten- 1. La fosita inguinal externa, situada por fuera de la
cia que ofrece este músculo. Por lo tanto, debe recalcar- arteria epigástrica, donde se encuentra el anillo in-
se que en un anillo dilatado, particularmente si se asocia guinal profundo, que es el sitio por donde protru-
con una debilidad estructural, hay poca o ninguna acti- yen las hernias indirectas u oblicuas externas.
vidad funcional de la musculatura. 2. La fosita inguinal interna, ubicada entre la arteria
Otro elemento fisiológico a considerar en los meca- epigástrica y la arteria umbilical obliterada, tam-
nismos defensivos de la región inguinal está dado por la bién conocida como fosita inguinal media de Ti-
función del músculo cremáster y el cordón; su acción no llaux. Corresponde a la pared posterior del con-
es muy potente, pero al producirse la contracción de la ducto inguinal y especialmente al punto débil de
pared anterolateral, como sus fibras dependen del obli- esta pared, puesto que entre la fosita inguinal in-
cuo menor, se contrae fuertemente y se acorta en diáme- terna y el conducto inguinal sólo se interpone la
tro y longitud, por lo que actúa como un tapón en el ori- fascia transversalis o, desde el punto de vista ana-
ficio inguinal profundo. Zimmerman llama anillo tómico, la placa fascioaponeurótica; sin embargo,
inguinal medio o muscular al cremáster y al oblicuo me- no es constante, pues a veces la arteria epigástrica
nor, lo cual se considera innecesario. se encuentra tan cerca de la arteria umbilical que
Este último autor le da valor a la forma y al lugar de no queda espacio entre las dos. Cuando existe, se
la inserción de los músculos en la arcada crural, pues encuentra frente al orificio externo del conducto
Anatomía funcional de la región inguinal 91

inguinal y es por ella por donde protruyen las her- vez está cubierto en la porción inferointerna de la región
nias directas. inguinal. En esta región, el oblicuo menor siempre es
3. La fosita vesicopúbica o suprapúbica, llamada por muscular, en tanto que el transverso del abdomen es
Tillaux fosita inguinal interna, se sitúa entre el aponeurótico.
cordón de la arteria umbilical y el uraco, y corres- El ligamento de Henle es la estructura que original-
ponde al espacio comprendido entre el ángulo del mente fue denominada falx inguinalis. El famoso anato-
pubis y la espina. Se halla enfrente, o algo más mista Friedrich Gustav Jacob Henle (1809 a 1885),
adentro, del orificio interno del conducto inguinal cuyo libro Miasmas y contagios (1840) inspiró a Koch
superficial o aponeurótico, por donde protruye para comenzar sus estudios extraordinarios, fue el prime-
una variedad de hernia inguinal denominada obli- ro en describir el ligamento que lleva su nombre, por lo
cua interna. que se prefiere el primer término, debido a que ha habi-
do confusión del término falx con el de tendón conjunto.
El ligamento de Henle es la expansión lateral del ten-
Tendón conjunto dón del recto anterior del abdomen o una expansión de
la vaina de dicho músculo que se inserta en la cresta pec-
El tendón conjunto es la fusión de las fibras inferiores tínea del pubis. El ligamento en cuestión está presente
de la aponeurosis del oblicuo menor con fibras semejan- entre 30 y 50% de los pacientes, y se fusiona con la fas-
tes de la aponeurosis del transverso del abdomen en el cia transversalis. Como resultado, dicho ligamento se
punto donde se insertan en la espina del pubis y la rama identifica a veces en el campo quirúrgico y la aguja pue-
superior de este hueso. Sin embargo, dicha configura- de penetrarlo una o dos veces durante una herniorrafia.
ción anatómica es rara. Hollinshead considera que exis- De acuerdo con la experiencia del autor de este capí-
te en sólo 5% de las personas; Condon señala que se pre- tulo, puede señalarse que:
senta en 3% de los individuos y McVay piensa que es
sólo un artefacto de disección. 1. El tendón conjunto rara vez está presente.
A pesar de lo comentado, los cirujanos siguen com- 2. La diferenciación entre el ligamento de Henle y el
portándose como si dicha estructura estuviera siempre tendón conjunto es una cuestión de “nitidez anató-
presente. La hernia inguinal se repara por aprovecha- mica” y de poca importancia práctica, a condición
miento de la aponeurosis del transverso del abdomen, la de que se reconozca tal diferencia.
fascia transversalis y el borde externo o lateral de la 3. El término “área conjunta” puede ser valido en la
vaina de los rectos anteriores del abdomen. En la repara- región que contiene el ligamento de Henle, la apo-
ción a veces pueden utilizarse el músculo oblicuo menor neurosis del transverso del abdomen, las fibras in-
y su aponeurosis, así como el ligamento de Henle, el li- ferointernas del oblicuo menor (músculo o apo-
gamento de Hesselbach o la porción refleja del arco cru- neurosis), la porción refleja del arco crural y el
ral. A pesar de que ninguna de estas estructuras están borde lateral o externo del tendón, y la vaina de los
juntas, algunos cirujanos muestran la tendencia a utili- rectos.
zar el término “tendón conjunto” para señalar cualquier
masa de fascia o aponeurosis proveniente del oblicuo
menor o del transverso del abdomen. Espacio de Bogros
Ante las diversas estructuras yuxtapuestas en esta área
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y la amplitud con que se ha utilizado este término, se pro- Este espacio preperitoneal se descubre al reflejar el pe-
pone que el concepto de área del tendón conjunto sea sus- ritoneo parietal hacia la fosa iliaca antes de que llegue
tituido por el término “área conjunta”. Un cirujano inex- al pubis. Según R. Stoppa (comunicación personal,
perto puede identificar fácilmente dicha área si entiende 1992), Bogros fue un anatomista y cirujano francés que
que a veces es tendinosa. En otras palabras, ésta es el área en 1823 escribió un trabajo sobre la anatomía quirúrgica
en que estaría el tendón conjunto si realmente existiera. de la región iliaca. Asimismo, describió un espacio
La proposición anterior quizá sirva para que entren en triangular limitado por fuera por la fascia iliaca, por de-
contacto el mito y la realidad. lante por la fascia transversalis y en sentido interno por
Conforme el arco del transverso del abdomen se el peritoneo parietal.
acerca a la vaina de los rectos, se vuelve menos muscu- Stoppa (1992) afirmó juiciosamente que este espacio
lar y más aponeurótico (aponeurosis del transverso). interparietoperitoneal desplegable podría considerarse
Cerca del anillo interno está cubierto por el arco del como una prolongación inferior del gran espacio parau-
oblicuo menor, que es mucho más muscular, pero rara rinario posterior. Después de estudios radiográficos y
92 Hernias de la pared abdominal. Tratamiento actual (Capítulo 10)

anatómicos de esta zona, Hureau y col. consideraron trayecto al escroto, puede estar en un plano profundo,
que el área urinaria posterior estaba limitada en sentido debajo de la fascia de Scarpa y Colles.
anterior por la grasa de la fascia perirrenal (de Gerota)
y en sentido posterior por un espacio celular, que proba-
blemente incorpora el espacio de Bogros en la fosa ilia- Arterias
ca interna.
El espacio de Bogros, según Bendavid, es una exten- La arteria espermática interna o testicular nace de la aor-
sión lateral del espacio retropúbico de Retzius, que pu- ta, la arteria del conducto deferente proviene de la arte-
diera explorarse al seccionar la fascia transversalis des- ria vesicular inferior y la arteria espermática externa o
de el anillo interno hasta la cresta del pubis. Señaló cremasteriana tiene su origen en la arteria epigástrica.
también que es muy probable que una red venosa esté Se observan anastomosis adecuadas entre las arterias
situada en la porción inferior y anterior del espacio de gonadales y las del conducto deferente en todos los pa-
Bogros con fijación de la red a la pared anterior. cientes. En 66% de los sujetos se producen algunas
El “círculo venoso” de Bendavid, situado en el espa- anastomosis entre dichos vasos y las arterias cremaste-
cio subinguinal de Bogros, es una red formada por las rianas. Al cortar el cordón espermático, la circulación
venas epigástrica, iliopúbica, de los rectos anteriores colateral basta para impedir la gangrena en 93% de los
del abdomen, retropúbica, la que comunica las venas de pacientes y se producirá atrofia en 30% de los casos. Si
los rectos y la epigástrica, que forman una red circular se secciona el cordón, se recomienda que el testículo
variable, según Bendavid. Es por ello que se recomien- quede en el escroto y no llevarlo al campo quirúrgico y
da que los cirujanos conozcan con detalle este círculo descubrirlo. Si se tiene esta precaución, quizá se formen
venoso, en particular los que utilizan material protésico. vasos colaterales satisfactorios.
La bifurcación de la arteria espermática interna o tes-
ticular se produce entre los tercios superior y medio del
testículo, al dividirse la testicular propiamente dicha y
Bolsa perineal superficial la epididimaria.
Fong y Wantz destacaron la posibilidad de complica-
ciones, como orquitis isquémica y atrofia testicular, en
Para cualquier fin, la bolsa en cuestión corresponde al
una serie de 6 454 herniorrafias inguinales, por lo que
escroto o los labios mayores, y se localiza entre la fascia
recomendaron la disección limitada de la porción distal
de Scarpa y el diafragma urogenital.
del cordón espermático y el uso de prótesis para reparar
hernias recurrentes.

Cordón espermático
Venas

Es una matriz de tejido conectivo que se continúa en El plexo pampiniforme se forma gracias a la reunión de
sentido proximal con el tejido conectivo preperitoneal. 10 a 12 venas en el cordón espermático, las cuales se di-
Contiene el conducto deferente, tres arterias, tres venas, viden en grupos anterior y posterior.
el plexo pampiniforme y dos nervios recubiertos con- Cada grupo es drenado por tres o cuatro venas que se
céntricamente por tres capas de tejido. Otro nervio, el unen para formar dos en sentido proximal al anillo in-
ilioinguinal, está exactamente en sentido lateral a las guinal interno. Las venas mencionadas transcurren en el
principales capas del cordón. espacio extraperitoneal en uno y otro lados de la arteria
Los elementos del cordón espermático guardan una testicular. La vena derecha desemboca en la cava infe-
relación mutua de la siguiente manera: rior y la izquierda en la vena renal de ese lado. La vena
cremasteriana desemboca en las venas epigástricas y la
1. Por delante se encuentra el plexo pampiniforme. del conducto deferente en el plexo pélvico.
2. Por detrás figura el conducto deferente y el resto
del conducto peritoneovaginal de Nück, o el saco Nervios
herniario en las hernias indirectas.
La rama genital del nervio genitocrural (L1, L2) penetra
Estos y otros elementos anatómicos están cubiertos por en el conducto inguinal a través del anillo interno y se
las fascias espermáticas. El cordón espermático, en su distribuye en el músculo del cremáster.
Anatomía funcional de la región inguinal 93

El nervio ilioinguinal (L1) emerge entre los oblicuos escroto. El ligamento redondo del útero ocupa el con-
mayor y menor, cerca de la espina iliaca anterosuperior, ducto y es el homólogo del gubernaculum del testículo
para ingresar en el conducto inguinal y salir por el anillo no descendido y no del cordón espermático del testículo
externo. En este punto el nervio se distribuye en la piel descendido. Si es necesario, puede seccionarse el liga-
de la base del pene y la porción superior del escroto. Las mento redondo sin producir efectos adversos.
arterias del cordón espermático y el conducto deferente
reciben fibras simpáticas que nacen de la porción pros-
tática del plexo pélvico. Otras estructuras

La túnica vaginalis es la serosa del peritoneo.


Los testículos tienen libre desplazamiento y sólo la
Fascias
piel y la túnica dartos están fijas dentro de las ocho capas
del escroto.
El conducto deferente y los vasos del cordón espermáti- Las arterias pudendas externa e interna (superficial
co que lo acompañan están rodeados de tres capas de y profunda) y las ramillas de las arterias testicular y cre-
fascia dispuestas de la siguiente manera: masteriana son las encargadas de llevar sangre al escro-
to y los labios mayores. Las ramas terminales de los
1. Fascia espermática externa. Es la capa más exter- vasos hacia la piel del escroto siguen un trayecto trans-
na y es una continuación de la fascia del oblicuo verso, por lo que la exploración del escroto debe hacerse
mayor. a través de una incisión transversa, que conlleve a una
2. Fascia cremasteriana. Continúa más bien con el mínima hemorragia. El drenaje linfático que viene del
músculo y la fascia del oblicuo menor y quizá del escroto, los labios mayores y la piel de la región inguinal
transverso del abdomen. se dirigen a los ganglios superficiales de la ingle. El dre-
3. La fascia espermática interna es un anexo de la naje linfático proveniente del testículo se dirige hacia
fascia transversalis (figura 10--6). arriba, junto con los vasos gonadales, hasta llegar a los
ganglios renales.
La fascia superficial subcutánea en el escroto contiene
poco tejido adiposo y éste es sustituido por músculo liso
que forma la túnica dartos del escroto. La fijación de es- VASOS DE LA PORCIÓN INFERIOR
tas fibras musculares a la piel origina los pliegues del
DE LA PARED ABDOMINAL
Y DE LA REGIÓN INGUINAL

Son muy abundantes las arterias que se distribuyen en


Oblicuo
mayor la zona inguinal; para fines descriptivos pueden dividir-
se en una porción superficial para la grasa subcutánea
Oblicuo y otra profunda para los componentes musculoaponeu-
menor róticos.
Tres ramas superficiales de la arteria femoral se dis-
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Transverso tribuyen en la pared abdominal por debajo del ombligo


del abdomen
y emiten ramillas que ascienden en el tejido conectivo
subcutáneo.
Fascia De fuera hacia dentro constituyen la arteria iliaca cir-
espermática cunfleja superficial (cerca de la cresta iliaca); la arteria
interna
epigástrica superficial (en el punto medio de la ingle en
M. cremáster
un sentido superovertical) y la arteria pudenda externa
seccionado superficial (debajo del arco crural en la fosa oval).
La arteria epigástrica superficial forma anastomosis
con la arteria contralateral, y todas se anastomosan con
Figura 10--6. Músculo transverso abdominal y fascia esper- las arterias profundas.
mática a través del corte del músculo cremáster. Modificado Las arterias profundas están entre el oblicuo menor
del Dr. L. John Skandalakis. Atlanta, Georgia. y el transverso del abdomen, y las forman las arterias in-
94 Hernias de la pared abdominal. Tratamiento actual (Capítulo 10)

tercostales posteriores décima y undécima, la rama an- ELEMENTOS ÓSEOS


terior de la arteria subcostal, las ramas anteriores de las
cuatro arterias lumbares y la arteria iliaca circunfleja
profunda.
La sangre para regar la vaina de los rectos proviene La línea iliopectínea, la espina del pubis y la sínfisis son
de las epigástricas superior e inferior, que a menudo for- las partes de la pelvis y del estrecho pélvico superior que
man anastomosis. La arteria epigástrica penetra en la guardan relación con las partes blandas del área ingui-
vaina de los rectos a nivel de la línea semilunar o por nofemoral.
arriba de ella, entre el músculo recto y la lámina poste- La línea terminal va desde el promontorio sacro hasta
rior de la vaina. la sínfisis del pubis; está compuesta, en la porción pos-
La red arterial profunda está compuesta por la arteria terior, por la línea arqueada del iliaco y, en la porción an-
epigástrica y la iliaca circunfleja profunda, que nacen de terior, por la línea iliopectínea del pubis y la cresta púbi-
la porción distal de la arteria iliaca externa. ca. Esta última línea es de gran importancia en la
La arteria epigástrica tiene dos ramas: la espermática anatomía de las hernias, porque las fibras tendinosas del
externa o cremasteriana, que forma parte del cordón es- pectíneo se unen a la línea iliopectínea in toto y porque
permático, y la púbica, que cruza el ligamento de Coo- el ligamento pectíneo de Cooper está unido a la porción
per y se anastomosa con la arteria del obturador, para interna o medial de la línea, donde se inserta la cintilla
transformarse en ocasiones en la arteria obturadora abe- iliopúbica.
rrante. En el extremo medial de la línea iliopectínea está la
La arteria iliaca circunfleja profunda está por fuera espina del pubis. Cuando están presentes las porciones
del espacio preperitoneal, cerca del arco iliopectíneo. mediales del ligamento de Gimbernat y el “tendón con-
Sus ramas están entre los músculos transverso y oblicuo junto”, se insertan en la espina del pubis.
menor.
Las venas siguen el trayecto de las arterias; las arte-
rias epigástricas, que son dos por cada arteria, desembo- CONDUCTO CRURAL
can en la vena iliaca externa.

Entre el arco crural y la línea iliopectínea, que es la parte


NERVIOS DE LA PARED ANTERIOR DEL del estrecho pélvico superior que va desde el ala del sa-
ABDOMEN Y DE LA REGIÓN INGUINAL cro hasta la espina del pubis, se advierte un espacio
organizado en tres compartimientos. El más externo es
el neuromuscular, que contiene el psoas iliaco, el nervio
crural y el nervio femorocutáneo. Dentro de ellos, el
La pared lateral o externa del abdomen y los rectos ante- compartimiento vascular contiene la arteria y la vena fe-
riores reciben ramas anteriores de los nervios torácicos morales, y todavía más hacia adentro está el comparti-
VII a XII y el primer nervio lumbar. Cada rama tiene miento del conducto crural.
otra ramilla lateral que perfora el transverso del abdo- El conducto mencionado, que es una extensión de la
men y el oblicuo menor para inervar el oblicuo mayor fascia transversalis del abdomen, rodea la arteria y la
y formar el nervio cutáneo posterior. vena femorales y el conducto que les es propio. El con-
Las ramas anteriores de los nervios torácicos VII a ducto crural es el compartimento más interno de los tres
XII penetran en la vaina de los rectos, los inervan y per- de esta “vaina” y el sitio donde puede producirse la her-
foran la lámina anterior de la vaina para formar los ner- nia crural. El conducto es cónico y tiene entre 1.25 y 2
vios cutáneos anteriores. cm de longitud. En su vértice está la fosa oval, que es el
El nervio subcostal (T12) se distribuye en el músculo orificio para la vena safena interna. Es así como una her-
piriforme. El primer nervio lumbar forma nervios cutá- nia crural puede asumir la forma de una protuberancia
neos anteriores (abdominogenitales mayor y menor), en la piel sobre la fosa oval.
sin penetrar en la vaina de los rectos. Existe poca comu- El anillo crural es inflexible; tiene un diámetro trans-
nicación (si la hay) entre los nervios segmentarios al verso de 8 a 27 mm y un diámetro anteroposterior de 9
músculo recto, por lo que el corte de más de un nervio a 19 mm; sin embargo, en 70% de los enfermos los diá-
ocasiona parálisis de los rectos con debilidad de la pared metros mencionados son de 10 a 14 mm y de 12 a 16
abdominal. mm, respectivamente.
Anatomía funcional de la región inguinal 95

Los límites del anillo crural son los siguientes: bica. La configuración resultante es la de un cabestrillo
en “U” invertida. El cabestrillo cierra el anillo interno
1. Hacia fuera están la vena femoral y tejido conec- bajo el borde muscular del oblicuo menor, por contrac-
tivo. ción del transverso del abdomen.
2. Hacia atrás se encuentra el ligamento pectíneo de
Cooper.
3. Hacia delante se localizan la cintilla iliopúbica o Acción “oclusiva”
el arco crural, o ambos.
Al contraerse conjuntamente el transverso del abdomen
4. Hacia adentro están la fascia transversalis, la in-
y el oblicuo menor, el arco formado por la aponeurosis
serción aponeurótica del transverso del abdomen
del transverso se desplaza hacia afuera en sentido de la
y el ligamento de Gimbernat.
cintilla iliopúbica y el arco crural, reforzando la pared
posterior del conducto. Si el arco no llega al área del
McVay localizó el ligamento de Gimbernat en el borde
conducto crural, existe la posibilidad de que se forme
interno del anillo crural sólo en 8 de 362 enfermos, e
una hernia de cualquier parte del área inguinal o crural.
indicó que el límite corriente es la aponeurosis del trans-
verso del abdomen. Por su lado, Condon piensa que el
límite interno puede ser la aponeurosis o la cintilla ilio-
CONDUCTO DEFICIENTE
púbica curva.
Cabría preguntarse cuál es el sitio de obstrucción en
una hernia crural incarcerada o estrangulada: el anillo
crural o un punto a 1.5 cm por debajo de él. Lyttie piensa La pared posterior deficiente, que se identifica entre 23
en la segunda posibilidad y recomienda el corte parcial y 25% de los pacientes, carece del apoyo de la aponeu-
del ligamento de Gimbernat. El autor de este capítulo y rosis del transverso del abdomen, por lo que la fascia
su grupo prefieren el corte parcial del arco crural para transversalis es la única región anatómica que contri-
no lesionar la arteria obturadora aberrante que pasa por buye a la continuidad del suelo del conducto. Puede sur-
dentro del saco herniario y porque es más fácil cortar gir debilidad estructural cuando el arco está en posición
parcialmente el arco crural. alta o cuando hay poca participación de él en la pared
posterior y el suelo. En unos cuantos pacientes, los pila-
res de la fascia transversalis pueden ser difíciles de lo-
calizar debido a su deficiente desarrollo. Sin datos esta-
FISIOLOGÍA DEL CONDUCTO INGUINAL dísticos, lo único que puede suponerse es que esto se
debe a un defecto o una variación congénitos.
En 1972 Wagh y Read estudiaron la relación de la
síntesis de colágena y la hernia inguinal. En dos publi-
La integridad del conducto normal depende de los si-
caciones ulteriores, Peacock expuso la biología quirúr-
guientes factores:
gica local de sujetos con hernia y destacó las anormali-
dades metabólicas del tejido conectivo. Afirmó que la
1. La acción esfinteriana del transverso del abdomen hernia es el resultado de un desequilibrio entre la sínte-
y del oblicuo menor en el anillo interno. sis normal de colágena y la degradación de esta sustan-
2. La acción “oclusiva” de la aponeurosis del trans-
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cia.
verso del abdomen que forma el arco homónimo. Berliner practicó biopsias de la fascia transversalis
cerca del anillo interno en el sitio de las hernias directas
y de la aponeurosis normal del transverso del abdomen,
Acción esfinteriana por arriba de la masa de una hernia directa. Concluyó
que la cicatrización de una herida requiere una respuesta
La fascia transversalis forma un anillo incompleto a fibroblástica y un aporte adecuado de oxígeno para ini-
manera de cabestrillo, alrededor del anillo interno. En ciar un “equilibrio” constante entre la síntesis de coláge-
realidad es un engrosamiento que forma dos pilares: na y la lisis enzimática. Se necesita una incisión en la pa-
uno largo anterior y otro corto posterior. El pilar anterior red posterior del conducto inguinal que sea cerrada sin
está fijado en sentido superior al transverso del abdo- tensión, para estimular la fibroplastia y lograr resulta-
men o su aponeurosis, y en sentido interno al anillo in- dos útiles. Las suturas a tensión estimulan una respuesta
terno. El pilar posterior está unido a la cintilla iliopú- inadecuada de fibroblastos.
96 Hernias de la pared abdominal. Tratamiento actual (Capítulo 10)

REFERENCIAS
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Capítulo 11
Anatomía posterior de la región inguinal
Juan Antonio López Corvalá, Eduardo Javier Jaramillo de la Torre, Nelson Rodríguez Huerta,
Fernando Guzmán Cordero, Mariano Covarrubias Hidalgo

INTRODUCCIÓN ESPACIOS DE LA REGIÓN


INGUINAL POSTERIOR

Uno de los aspectos más importantes para el éxito de la La exploración de la región inguinal a partir del interior
plastia inguinal, sea con abordaje abierto o laparoscópi- de la cavidad abdominal revela pliegues peritoneales,
co, es el dominio de la anatomía. La región inguinal que constituyen referencias anatómicas importantes. El
constituye un área difícil de comprender, debido al nú- ligamento umbilical mediano se encuentra en la línea
mero y la complejidad de las estructuras anatómicas que media, se extiende desde el fondo vesical hasta la cica-
en ella se encuentran. triz umbilical y no siempre se observa como un pliegue
Se requiere una curva de aprendizaje larga que con- peritoneal prominente. Este ligamento corresponde al
duzca al dominio de la plastia inguinal abierta y sobre remanente del uraco obliterado.
todo al abordaje por vía laparoscópica. El ligamento umbilical lateral es un pliegue perito-
La plastia inguinal con abordaje posterior por vía neal que cubre los vasos epigástricos inferiores. Entre
abierta ha demostrado buenos resultados, pero se realiza los ligamentos umbilical mediano y umbilical lateral se
con poca frecuencia debido al escaso conocimiento de encuentra el ligamento umbilical medial, que consiste
la región. en un pliegue peritoneal que cubre la arteria umbilical
En el caso de la cirugía laparoscópica, la única op- obliterada. En sentido lateral a los vasos epigástricos se
ción es el abordaje posterior, aunque se practica con encuentra el orificio inguinal interno o profundo, el cual
poca frecuencia. En EUA se considera que sólo 14% de se marca por la convergencia del conducto deferente (en
los cirujanos realizan la plastia inguinal por vía laparos- sentido medial) y los vasos espermáticos (en dirección
cópica. lateral) cuando penetran en la fascia transversalis.
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En México no se tienen datos precisos, pero se estima Los vasos sanguíneos que irrigan el peritoneo y el es-
que menos de 1% de los cirujanos la llevan a cabo. La pacio preperitoneal se originan en la pelvis a partir de
razón de esta situación se debe a la larga curva de apren- las arterias vesicales que provienen de la arteria iliaca
dizaje, asentada en reportes que indican que se requie- interna y corren en dirección a la cicatriz umbilical.
ren hasta 300 procedimientos para dominarla. Los ligamentos umbilicales delimitan dos espacios o
El éxito de la plastia inguinal se mide por los resulta- fosas que son de importancia durante la exploración la-
dos, es decir, por las complicaciones y recurrencias que paroscópica. La fosa medial es el espacio entre el liga-
se presentan. mento umbilical medial y el ligamento umbilical late-
Los cirujanos que deseen realizar este procedimiento ral, y es el sitio donde se originan las hernias inguinales
con éxito deben primero dominar la anatomía posterior directas. La fosa lateral es externa al ligamento umbili-
de la ingle. cal lateral (vasos epigástricos inferiores) y es el sitio

97
98 Hernias de la pared abdominal. Tratamiento actual (Capítulo 11)

donde las hernias inguinales indirectas pasan a través ción inferomedial. El tracto iliopúbico es una condensa-
del orificio inguinal profundo. La fosa supravesical se ción de las fibras transversales de la fascia, y corre de
encuentra entre el ligamento umbilical medial y el liga- la espina iliaca anterosuperior a la espina del pubis.
mento umbilical mediano, y es donde se originan las
hernias supravesicales. Para fines prácticos, una hernia
a través de la fosa supravesical y la fosa medial es una ESTRUCTURAS VASCULARES
hernia inguinal directa.
En 1814 Hesselbach describió el triángulo que lleva
su nombre de manera similar a la forma en que se deli-
Las estructuras vasculares en el espacio preperitoneal
mita actualmente por laparoscopia: los vasos epigástri-
son susceptibles de sufrir lesiones durante la disección
cos se encuentran en sentido superolateral, el borde ex-
de las estructuras anatómicas o durante la colocación de
terno de la vaina del músculo recto abdominal se
suturas o grapas, por lo que es necesario comprender su
localiza en dirección medial y el ligamento de Cooper
localización.
se encuentra en sentido inferior. Este triángulo es un
Los vasos iliacos externos se convierten en vasos fe-
área de debilidad de la región inguinal.
morales al pasar por detrás del ligamento inguinal. An-
En el tercio inferior de la cara posterior del músculo
tes de convertirse en vasos femorales los vasos iliacos
recto anterior del abdomen existe una estructura conoci-
externos dan origen a los vasos epigástricos inferiores,
da como línea arcuata o arco de Douglas, la cual consti-
los cuales van en dirección superomedial hacia la vaina
tuye el límite inferior de la vaina posterior del músculo
del recto, dando lugar al margen medial del orificio in-
recto. A partir de este arco sólo hay peritoneo recubrien-
guinal profundo o interno (vasos epigástricos). Dichos
do las estructuras de la región inguinal posterior, lo cual
vasos sanguíneos pueden lesionarse durante la coloca-
permite distender y crear un espacio de trabajo preperi-
ción de trocares, por lo que se recomienda transiluminar
toneal.
la pared abdominal con el laparoscopio antes de colo-
Es necesario delimitar el orificio miopectíneo de
carlos. La arteria epigástrica inferior da origen, a su vez,
Fruchaud, ya que es un área de la pared abdominal infe-
a la arteria espermática externa o cremasteriana y a la ar-
rior que sólo tiene la fascia transversalis como capa
teria accesoria o rama púbica, la cual se anastomosa con
musculofascial mayor, en contraste con el resto de la pa-
la arteria obturatriz para formar la corona mortis o coro-
red abdominal, que tiene varias capas de músculo y apo-
na de la muerte, llamada así debido al sangrado que se
neurosis recubriéndola. Esto le confiere debilidad al
puede generar al colocar grapas o suturas en el ligamen-
orificio miopectíneo, que es donde potencialmente se
to de Cooper.
pueden originar todos los defectos herniarios de la re-
Los vasos iliacos se localizan en el llamado “triángu-
gión inguinal. Debido a esto, dicho orificio debe ser cu-
lo de la muerte” o “de las desgracias” (triángulo de
bierto en su totalidad por material protésico durante la
doom). Este triángulo está formado por los vasos esper-
reparación preperitoneal laparoscópica. El orificio mio-
máticos en la región lateral, por el conducto deferente
pectíneo está limitado medialmente por el músculo recto
en la parte medial y por el borde inferior del peritoneo
abdominal, por los músculos oblicuo interno y transver-
disecado en la zona inferior, siendo su vértice el orificio
so del abdomen en dirección superior, por el músculo
inguinal profundo. En medio de este triángulo se locali-
psoas iliaco en sentido lateral y por el ligamento de Coo-
zan la arteria y la vena iliacas externas, la vena iliaca cir-
per y la sínfisis del pubis en la región inferior.
cunfleja profunda, el nervio femoral y la rama genital
Además de los espacios descritos, en la región ingui-
del nervio genitofemoral, por lo que se recomienda que
nal posterior se localizan los espacios de Retzius y de
las grapas para fijar el material protésico se coloquen en
Bogros. Una vez disecado el espacio preperitoneal, se
dirección medial al conducto deferente y nunca por den-
localiza la sínfisis del pubis en la línea media, se diseca
tro del triángulo de la muerte, debido a que puede origi-
inferiormente la vejiga y se expone el espacio de Ret-
narse un gran sangrado.
zius, también llamado retropúbico o prevesical, y en
sentido más lateral se diseca el espacio de Bogros o es-
pacio retroinguinal.
ESTRUCTURAS NERVIOSAS
El conducto deferente, en los hombres, y el ligamen-
to redondo, en las mujeres, son otras estructuras anató-
micas importantes que se localizan en la región inguinal
posterior y a través de una laparoscopia se observa que Los nervios que se encuentran en el área de disección
corren a partir del orificio inguinal profundo en direc- durante una plastia inguinal laparoscópica son el geni-
Anatonía posterior de la región inguinal 99

tofemoral, el femoral y el femorocutáneo lateral. Estos el nervio femorocutáneo intermedio o anterior, y el ner-
nervios se localizan en el llamado “triángulo del dolor”, vio femorocutáneo medial, los cuales dan sensibilidad a
el cual está limitado por los vasos espermáticos en la la cara anterior y medial del muslo, respectivamente.
parte media, por el tracto iliopúbico en la parte superior El nervio femorocutáneo lateral emerge de la cara la-
y por la pared pélvica en la región lateral, con su vértice teral del músculo psoas en su porción media y corre a
constituido por el orificio inguinal profundo. El triángu- través del iliaco hacia la espina iliaca anterosuperior,
lo del dolor se localiza a un lado del triángulo de la pasando debajo de la porción lateral del tracto iliopúbi-
muerte, y contiene los nervios mencionados en el si- co. Este nervio le brinda sensibilidad a la cara lateral del
guiente orden: de adentro hacia afuera están el nervio muslo y si llegara a lesionarse, produciría el síndrome
femoral, la rama femoral del nervio genitofemoral, el de meralgia parestésica.
nervio femorocutáneo anterior y el nervio femorocutá- Tener presente los triángulos de la muerte y del dolor
neo lateral. es muy importante para evitar lesiones vasculares y ner-
El nervio genitofemoral se origina de las raíces ner- viosas. Por lo tanto, por regla general nunca se coloca-
viosas L1 y L2, corre por el músculo psoas y se divide rán grapas, no se darán puntos y no se utilizará cauterio
en las ramas genital y femoral antes de llegar al orificio por debajo del tracto iliopúbico. Si es necesario colocar
inguinal profundo. La rama genital continúa a lo largo una grapa o dar un punto de fijación, se tendrá que hacer
del músculo psoas, penetra en el tracto iliopúbico y se por arriba del tracto iliopúbico, es decir, sobre el múscu-
une al cordón espermático a nivel del orificio inguinal lo transverso del abdomen. La lesión de estructuras ner-
profundo. Esta rama genital proporciona inervación viosas en el triángulo del dolor puede ocasionar pare-
sensitiva a la piel del escroto y a la cara medial del mus- sias, parestesias o neuralgias posoperatorias, que en
lo, y le brinda inervación motora al músculo cremáster. ocasiones son causa de incapacidad.
La rama femoral del nervio genitofemoral sigue al mús- Otros nervios importantes de la región inguinal son
culo psoas más lateralmente y corre por debajo del trac- el nervio ilioinguinal y el nervio iliohipogástrico. Estos
to iliopúbico, brindando sensibilidad a la cara anterior nervios salen de la cavidad abdominal, arriba de la cres-
proximal del muslo. ta iliaca, y se pueden lesionar durante una plastia lapa-
El nervio femoral corre entre el músculo psoas y el roscópica al momento de colocar profundamente las
iliaco, en dirección lateral y profunda a la arteria iliaca grapas o tackers para fijar la malla, especialmente si se
externa, pasando por debajo del tracto iliopúbico. Al lle- realiza una maniobra bimanual vigorosa durante el en-
gar a la parte superior del muslo se divide en dos ramas: grapado.

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E Editorial Alfil. Fotocopiar sin autorización es un delito.
100 Hernias de la pared abdominal. Tratamiento actual (Capítulo 11)
Capítulo 12
Exploración física de la región
inguinal y crural
Fernando Carbonell Tatay

Los buenos o malos hechos hacen la buena o mala fortuna.


Así lo sintieron los antiguos sabios.
En España decimos que la buena diligencia
es madre de la buena ventura.
Quevedo

¿CÓMO SE DIAGNOSTICA UNA HERNIA? das de hernia inguinoescrotal, la transiluminación de la


región con una linterna potente es positiva para el pri-
mero, pero la hernia no traspasa la luz, aunque algunas
veces los dos procesos coexistan.
La hernia inguinocrural continúa siendo, incluso a co-
mienzos del siglo XXI, una patología que puede diagnosti-
carse simplemente con la exploración clínica, que consti- SITUACIONES QUE
tuye el examen directo del paciente. Muchos dolores
PUEDEN ENFRENTARSE
inespecíficos en esa región, o incluso más alta, se deben al
inicio de la aparición posterior de una hernia, por lo que es
muy importante explorar bien los orificios de la ingle. Esto
representa el primer indicio que le indica a un cirujano que Una hernia reductible es la que permite que su saco o su
está ante un cuadro de oclusión intestinal y muchos de esos contenido puedan devolverse a la cavidad abdominal; la
dolores en mujeres obesas son debidos a una “traicionera” hernia puede entrar y salir, y casi siempre sale con la hi-
hernia crural desconocida y estrangulada. perpresión del abdomen. Una hernia irreductible o in-
carcerada no puede devolverse al interior de la cavidad,
pero no hay inflamación del saco o su contenido ni difi-
DIAGNÓSTICO DIFERENCIAL cultad en su riego sanguíneo; generalmente está “siem-
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pre fuera” y sólo causa molestia por el bulto que aparece


en la región, porque no hay compromiso del tránsito in-
testinal y su evolución es larga. Una hernia estrangulada
Una buena exploración permite diferenciar otras pato- es una hernia irreductible que suele presentarse de for-
logías de la región, como la presencia de ganglios linfá- ma aguda y causar dolor por la falta de riego sanguíneo;
ticos aumentados de tamaño que pueden aparecer en es el dolor agudo de la isquemia que puede acompañarse
afecciones hematológicas graves, enfermedad de Hodg- de oclusión intestinal si compromete un asa, lo cual crea
kin, metástasis, algunas enfermedades venéreas y reac- una situación de urgencia quirúrgica a resolver de inme-
ciones a infecciones de la piel o heridas tórpidas del diato. La hernia de Richter es una hernia estrangulada
miembro inferior. Si existe sospecha de hidrocele y du- donde el anillo constrictor atrapa una parte de la pared

101
102 Hernias de la pared abdominal. Tratamiento actual (Capítulo 12)

4
5 2
3
7
6

Figura 12--2. Puntos anatómicos y de proyección hacia la


Figura 12--1. En la ingle derecha se observa una protube- piel de una hernia inguinal indirecta, directa y crural. 1. Espi-
rancia elíptica de una hernia inguinal indirecta que descien- na iliaca anterosuperior. 2. Hernia indirecta. 3. Hernia direc-
de al escroto. En la izquierda se observa una protrusión glo- ta. 4. Orificio inguinal interno. 5. Línea, ligamento inguinal.
bular que corresponde a una hernia inguinal directa. 6. Hernia crural. 7. Vasos femorales. 8. Pubis.

de un asa intestinal, que puede ocasionar gangrena sin puede hacerse en decúbito supino, se dirige a la parte
signos de obstrucción intestinal. El contenido del saco más baja del escroto y se invagina hacia el conducto in-
herniario puede sospecharse luego de hacer el examen guinal. Si se invagina lo suficiente, se puede palpar el
físico. El epiplón proporciona un tacto plástico y nodu- anillo interno a través del anillo inguinal externo, ha-
lar, y la presencia de un asa intestinal se sospecha al pal- ciendo que el paciente ejerza fuerza con el vientre (figu-
par el saco o al reducirse su contenido, debido al gas y ra 12--3); se notará cómo sobre la punta del dedo se pro-
al ruido peristáltico característico de la misma. pulsan el saco y su contenido en forma de una masa
alargada y elíptica si se trata de una hernia indirecta. La
hernia inguinal directa casi nunca desciende al escroto,
EXAMEN DEL CONDUCTO no se propulsa a través del orificio inguinal interno y la
INGUINAL EN EL HOMBRE sensación de choque con el dedo proviene de la pared

Muchas veces la simple inspección de la zona es sufi- 1


ciente para hacer el diagnóstico, gracias a los relieves en
la piel o asimetrías que aparecen cuando el paciente está
2
en reposo y cuando tose (figuras 12--1 y 12--2). Convie-
ne llevar a cabo la exploración con el paciente de pie.
3

Exploración del paciente y diferenciación


de una hernia inguinal directa de una
hernia indirecta

En primer lugar, hay que ocuparse del examen físico del


hombre, que con mayor frecuencia padece una hernia y
cuya exploración es más sencilla por la constitución
anatómica de la región. Esta maniobra resulta siempre
molesta para el paciente que se va a explorar, por lo que Figura 12--3. Técnica para invaginar el escroto y palpar el
debe hacerse con cuidado y delicadeza. El dedo del exa- conducto inguinal. 1. Espina iliaca anterosuperior. 2. Liga-
minador, de preferencia con el paciente de pie, aunque mento inguinal. 3. Anillo inguinal externo.
Exploración física de la región inguinal y crural 103

posterior. Si no se tiene demasiada experiencia, muchas la región, primero hay que delimitar el ligamento ingui-
veces es difícil diferenciar los dos tipos de hernia, y se nal e identificar la espina iliaca anterosuperior y la espi-
han descrito errores de apreciación en más de 50% de na del pubis. A medio camino, alrededor de estos dos
los cirujanos que las exploran (Ralphs, 1980). La reduc- puntos, se perciben las pulsaciones de la arteria femoral
tibilidad de una hernia debe comprobarse siempre con inmediatamente por debajo del ligamento. Si se coloca
el paciente en posición de decúbito. el dedo índice de la mano derecha encima de la arteria
femoral derecha del paciente, el dedo medio quedará
encima de la vena femoral y el anular a nivel del conduc-
EXPLORACIÓN DE LA REGIÓN CRURAL to crural, encima de la salida de la hernia. Debe distin-
guirse una posible varice de la vena safena, que aparece-
ría en la exploración por debajo del anillo crural, y
también una adenopatía crural (ganglio de Cloquet), en
La inspección de la región en los pacientes delgados ocasiones inflamado por procesos en el miembro infe-
puede orientar hacia el diagnóstico de hernia crural, de- rior o en la vecindad; estas dos situaciones se reconocen
bido al relieve que aparecerá en dicha zona tras hacer to- con facilidad y no deben confundirse con una hernia
ser al paciente. Las relaciones anatómicas y referencias crural.
de interés se muestran en la figura 12--4. La región cru-
ral no puede palparse tan bien como la inguinal. El ani-
llo externo del conducto crural difícilmente puede per- REGIÓN INGUINOCRURAL EN LA MUJER
cibirse por palpación en ausencia de hernia, pero debe
notarse la propulsión del saco en los dedos con la hiper-
presión abdominal provocada. Es más clara la situación
cuando se trata de hernias incarceradas o estranguladas, La posible hernia crural se puede explorar en la mujer
ya que se palpan con una mayor facilidad. La localiza- de la misma manera que en el hombre, no así la explora-
ción exacta se relaciona con la arteria femoral y el liga- ción de la región inguinal, porque no resulta posible in-
mento inguinal, por debajo de éste e inmediatamente vaginar los labios, aunque por palpación del ligamento
después de la arteria hacia el escroto, en el hombre, o ha- inguinal y del pubis puede localizarse exactamente el
cia los labios mayores, en la mujer. Para explorar bien orificio inguinal externo con el dedo índice. Cuando la
paciente tose y tiene una hernia, se puede percibir el
saco y a veces puede seguirse hacia dentro del conducto.
Las situaciones de incarceración o estrangulación no
deben ofrecer ninguna duda. En la mujer, una hernia in-
directa incipiente resulta muy difícil de descubrir, por lo
que a veces es útil colocar la mano abierta a nivel del
1 anillo interno; cuando tose la paciente se puede percibir
en la palma de la mano un impulso al descender el saco
herniario a través del extremo superior del conducto.
2
Esta maniobra resulta útil en el varón cuando un anillo
3
4 externo muy pequeño impide introducir el dedo en el
E Editorial Alfil. Fotocopiar sin autorización es un delito.

5 conducto.

HERNIAS PEQUEÑAS NO
DIAGNOSTICABLES POR
EXPLORACIÓN CLÍNICA

Figura 12--4. Palpación de la región crural. El conducto cru-


ral está situado a dos traveses de dedo por dentro de la arte-
ria femoral e inmediatamente por debajo del ligamento
Tanto en hombres como en mujeres, las hernias inguina-
inguinal. 1. Espina iliaca anterosuperior. 2. Arteria y vena les muy pequeñas o incipientes muchas veces no pueden
femoral. 3. Conducto crural. 4. Anillo inguinal externo. 5. percibirse como masas prominentes que aparecen al to-
Varice safena. ser. Por este motivo se lleva a cabo una herniografía, so-
104 Hernias de la pared abdominal. Tratamiento actual (Capítulo 12)

bre todo en EUA, que sirve para diagnosticarlas en pa- se trate de una hernia “que aparecerá”, por lo que se de-
cientes que presentan dolor persistente en la región. ben explorar muy bien los orificios herniarios, además
Hasta donde se sabe, con los medios con que cuentan los de solicitar pruebas radiológicas. En ocasiones los ciru-
cirujanos preocupados por las hernias, en España no es janos son requeridos por los traumatólogos para operar
habitual practicar una herniografía ante estas situacio- “osteopatías del pubis” en deportistas y futbolistas jóve-
nes. En la actualidad no se practican ni se habla de ellas nes, las cuales se resuelven con una “plastia de abducto-
en ningún foro, por lo que son sustituidas por explora- res”, que es en realidad una hernioplastia al estilo Mc-
ciones menos invasivas, como la resonancia magnética Vay. Durante la exploración en la intervención se han
nuclear, como se verá en el capítulo correspondiente. encontrado muchas veces pequeños sacos directos o de-
Ante un dolor persistente en la región inguinocrural sin bilidades de la pared posterior. El cuadro doloroso ingui-
otros hallazgos debe pensarse en la posibilidad de que nal de estos pacientes mejora después de la intervención.

REFERENCIAS
1. Bergmann, Mikulicz: Tratado de cirugía clínica y operato- 4. Ralphs DN, Brain AJ, Grundy DJ et al.: How accurately
ria. Tomo III. Barcelona, José Espasa, 1906. can direct and indirect inguinal hernias be distinguished? Br
2. Dunphy, Botsford: Manual de cirugía operatoria. Explora- Med J 1980;280:1039.
ción del paciente quirúrgico. México, Interamericana, 1956.
3. Nyhus M, Harkins N: Hernia. 1ª ed. Buenos Aires, Intermé-
dica, 1967.
Capítulo 13
Clasificación de las hernias inguinales
Juan Carlos Mayagoitia González

INTRODUCCIÓN Hay que reconocer que esta clasificación es acertada


y simple, e implica una ventaja para los cirujanos, pues
es fácil de recordar y definir claramente el sitio del de-
fecto herniario. Sin embargo, para fines de estandarizar
Durante muchos años la forma de identificar los dife- los resultados de las diferentes técnicas existentes se
rentes tipos de hernias que pueden presentarse en la in- tenía el problema de que era lo mismo una hernia indi-
gle no cambió ni se la consideró tan trascendente como recta con un saco herniario pequeño y anillo interno nor-
para dedicarle un capítulo de un libro o un artículo de mal o ligeramente dilatado, que una hernia indirecta en
una revista médica. la que el saco llega hasta el escroto con destrucción de
Cuando se clasifica cualquier situación o enferme- todo el piso inguinal. Se sabe que desde antes de las
dad en medicina hay que hacerse las siguientes pregun- plastias sin tensión había diferentes índices de recidivas
tas: ¿para qué debe hacerse una clasificación?, ¿la clasi- de acuerdo con el tipo de hernia y que el tratamiento de-
ficación tiene utilidad práctica?, ¿cuál clasificación debe bía ser individualizado con base en tal clasificación.
usarse? y la más importante: ¿modifica la clasificación Esto originó que, sin cambiar la esencia de la clasifica-
el plan terapéutico? En el presente capítulo se intentará ción tradicional que se sigue utilizando como referencia,
proporcionar respuesta a todas estas interrogantes. se propusieran varias clasificaciones para identificar el
El primer intento serio para clasificar las hernias se grado de afectación del orificio herniario y del tamaño
debe a Kaspar Stromayr, quien en 1559 escribió un atlas del saco, para hacer grupos más homogéneos a la hora
de cirugía herniaria y oftalmológica intitulado Práctica de efectuar un estudio comparativo.1
copiosa, el cual consta de 500 páginas y 186 ilustracio- Los intentos por mejorar la clasificación tradicional
nes que en la actualidad se consideran clásicas en la his- los iniciaron Harkins en 1958 (grado I: indirectas en in-
toria de la cirugía herniaria. Stromayr clasificó a las her- fantes, grado II: indirectas simples, grado III: interme-
nias de acuerdo con el sitio donde se originaba el dias directas o indirectas y grado IV: avanzadas femoral
defecto y, de acuerdo con su descripción, existen las y recurrentes) y Casten en 1967. Más tarde, en 1970
E Editorial Alfil. Fotocopiar sin autorización es un delito.

hernias indirectas, cuyo defecto se origina en el anillo Halverson y McVay intentaron efectuar una diferencia-
inguinal interno, hernias directas, donde el defecto se ción anatómica y funcional de los diferentes grados de
encuentra en el piso de la ingle, por una debilidad o laxi- afectación en cada una de las variedades de hernias in-
tud de la fascia transversalis. Un saco indirecto y un de- guinales1,2 (pequeña indirecta, mediana indirecta, gran-
fecto directo en la misma ingle constituyen una hernia de directa o indirecta, femoral y combinada); sin embar-
mixta o en pantalón. En las hernias femorales el saco go, no lograron la aceptación universal que los autores
herniario protruye por el anillo femoral y en las hernias esperaban. Lichtenstein propuso su propia clasificación
crurales el defecto herniario se localiza a través del liga- en 1987, pero también fue intrascendente (indirecta, di-
mento lacunar o de Gimbernat, en un sitio diferente al recta, piso completo, medio piso lateral, medio piso me-
anillo femoral. dial, diverticular, femoral, combinadas y otras).

105
106 Hernias de la pared abdominal. Tratamiento actual (Capítulo 13)

Puede mencionarse que la primera clasificación con- refería L para las hernias laterales o indirectas, M para
temporánea y trascendente de las hernias inguinales fue las mediales o directas, y F para las femorales. A cada
la propuesta en 1986 por Gilbert, quien estableció una una de ellas se le agrega un grado de acuerdo con el ta-
de las clasificaciones de más fácil aplicación con base maño del defecto herniario: grado I para las menores de
en los hallazgos transoperatorios del defecto herniario, 1.5 cm de diámetro, grado II para las de 1.5 a 3 cm y
la competencia del anillo interno y la integridad de la grado III para las mayores de 3 cm. Esta clasificación es
fascia transversalis. Mencionó cinco tipos, de los cua- simple, pero no hace mención al tamaño del saco her-
les tres eran de tipo indirecto y dos de tipo directo. niario ni de las hernias combinadas ni recurrentes, por
Como se sabe, es fácil de recordar, se guía por la anato- lo que prácticamente se utiliza muy poco.
mía y hace una diferenciación de acuerdo con el tamaño En 1998 el grupo europeo encabezado por Stoppa y
del defecto herniario. El defecto o desventaja de esta Chevrel propuso una clasificación basada en la ya exis-
clasificación consiste en que no incluye la clasificación tente de Nyhus, a la que se le agregan factores “agravan-
de las hernias mixtas, femorales y recidivantes.1--3 tes”. Las hernias de tipo 1 y 2 son indirectas, las de tipo
En 1991 Nyhus introdujo una clasificación con base en 3 son directas, femorales e indirectas con destrucción del
hallazgos transoperatorios, igual que Gilbert. Refirió cua- piso inguinal, y las de tipo 4 corresponden a las hernias
tro tipos: tipos I y II para hernias indirectas, tipo III para los recurrentes. Los factores agravantes corresponden a la
defectos del piso inguinal — subclasificados en a para las edad, la actividad, las deficiencias de colágena, el estre-
hernias directas, b para las indirectas grandes con destruc- ñimiento, la obesidad y la enfermedad prostática, pulmo-
ción del piso inguinal y c para las femorales— y tipo IV nar o vesical.3 Igual que ocurrió con las ventajas y des-
para todas las hernias recurrentes —subclasificadas en a, ventajas de la clasificación de Nyhus. Agregar dichos
b, c y d para las hernias directas, indirectas, femorales y factores de riesgo no demostró su aplicación práctica.
mixtas, respectivamente.1,3 Esta clasificación diferencia En 1999 Robert Zollinger Jr.4 presentó su “Clasifica-
bien entre los tipos de hernia, el tamaño del defecto hernia- ción unificada” ante la Sociedad Americana de Hernias
rio y las condiciones del piso inguinal. Su desventaja se (AHS) para su uso universal. Tiene siete tipos: I para in-
centra en el hecho de que es un poco compleja, porque in- directas pequeñas, II para indirectas grandes, III para di-
cluye subtipos y utiliza términos subjetivos como normal, rectas pequeñas, IV para directas grandes, V para com-
grande, pequeño, dilatado y desplazado, que cada ciru- binadas —a para las de predominio indirecto, b para las
jano interpreta de diferente manera y hacen que no sea de predominio similar en ambas y c para las de predomi-
totalmente similar en cada serie. nio directo—, VI para femorales y 0 para cualquier otro
En 1993 Rutkow y Robbins modificaron y mejoraron tipo. No obstante, hasta el momento no se ha logrado su
la clasificación de Gilbert al agregar el tipo VI para defi- uso y unificación.
nir las hernias mixtas o en pantalón, y el tipo VII para El último intento de clasificación se debe a la Socie-
las hernias femorales. Cuando se trata de hernias recu- dad Europea de Hernia (EHS)5 en 2007, donde los prin-
rrentes se utiliza la misma clasificación, pero se agrega cipales cirujanos dedicados al manejo de las hernias
el hecho de que es recurrente.2 Es fácil de recordar y ob- describieron la clasificación de la EHS para hernias in-
jetiva, aunque le faltaría hacer una diferenciación entre guinales, refiriéndola como simple y fácil de recordar.
los diferentes tipos de hernias recidivantes. Ésta y la de Se basa en tres variables: localización (L: lateral, M:
Nyhus son las de más aceptación en la actualidad. medial y F: femoral), cirugía previa (P: primarias y R:
En 1993 Bendavid propuso una clasificación de recurrentes) y el tamaño del defecto herniario tomando
acuerdo con tres criterios: tipo (type), etapa (staging) y como referencia el grosor de la punta de un dedo índice
dimensiones (dimension), o TSD. En ella refiere cinco (1.5 cm). Además por vía laparoscópica esta medida es
tipos, cada uno con tres etapas, y la dimensión del defec- la misma de las ramas de casi todos los graspers o pin-
to se expresa en centímetros. Pueden agregarse las letras zas laparoscópicas, que indica las veces que cabría
m, l, c o e si su localización es medial, lateral, central o dicho dedo índice en el defecto. Es una clasificación
si ocupa la totalidad de la región inguinal, respectiva- recién publicada y falta saber cuál será el grado de acep-
mente.3 Esta clasificación es muy completa en cuanto a tación y las desventajas que tendrá.
las diferentes modalidades y variedades de hernia ingui- Los intentos por tener una clasificación universal-
nal, pero es compleja, poco práctica, difícil de recordar mente aceptada se tornan difíciles debido en parte a los
y ha demostrado diferencias significativas en la aprecia- intereses de tipo personal y comercial. Los consensos
ción de cada cirujano al tratar de utilizarla. entre la Sociedad Americana de Hernias y la Sociedad
Schumpelick, en Alemania, y su grupo, en Aachen, Europea de Hernias (AHS y EHS) iniciados en Toronto,
propusieron la clasificación Aachen--Schumpelick, que Canadá, en el año 2000, aún no han conducido a la unifi-
Clasificación de las hernias inguinales 107

cación deseada y sólo han logrado confundir acerca del S IIIa: hernia inguinal directa pequeña o grande.
criterio que debe aplicarse. S IIIb: hernia indirecta con dilatación importante
Hasta ahora, la clasificación de Nyhus y la de Gilbert del anillo inguinal interno.
modificada por Rutkow y Robbins parecen ser las más S Pared posterior involucrada.
recomendadas, pero el autor de este capítulo prefiere la S Hernia inguinoescrotal y hernia en pantalón.
segunda, debido a su sencillez y objetividad. S IIIc: hernia femoral.
S Tipo IV: hernias recurrentes.
S IVa: hernia directa.
S IVb: hernia indirecta.
CORRIENTE DE ESTANDARIZACIÓN S IVc: hernia femoral.
E INDIVIDUALIZACIÓN S IVd: combinación de cualquiera de ellas.

Una vez que se entiende la utilidad de clasificación para CLASIFICACIÓN DE GILBERT


las hernias inguinales hay que enfrentarse a una contro- (FIGURA 13--1)
versia, entendible en cierta forma, creada por los dise-
ñadores de cada una de las técnicas de reparación de
hernias inguinales (encabezados por Rutkow, Gilbert, S Tipo I: indirecta, anillo interno apretado con saco
Kugel, etc.), quienes se apegan a la corriente de la estan- peritoneal de cualquier tamaño.
darización, que menciona que independientemente del S Tipo II: indirecta, anillo interno menor de 4 cm.
tipo de hernia que se presente el manejo será siempre S Tipo III: indirecta, anillo interno mayor de 4 cm,
con la misma técnica (Rutkow propone la técnica del saco peritoneal con componente de deslizamiento
mesh--plug para todas, sin importar el tipo, lo mismo o escrotal, desplazamiento de vasos epigástricos.
que Gilber el PHS, Amid la Lichtenstein, etc.) y que es- S Tipo IV: directa, defecto del piso inguinal.
tas clasificaciones sólo deben ser usadas para comparar S Tipo V: directa, defecto diverticular del piso no
los resultados de cada tipo de hernia con las diferentes mayor de 2 cm de diámetro.
técnicas.3
Por otro lado se encuentran los cirujanos o herniólo-
gos que no han diseñado ninguna técnica específica
(incluidos Nyhus, Bendavid y Stoppa), quienes reco- CLASIFICACIÓN DE GILBERT
miendan que las clasificaciones se utilicen para indivi- MODIFICADA POR RUTKOW
dualizar la técnica de reparación (corriente de indivi- Y ROBBINS (FIGURA 13--2)
dualización), de acuerdo con el tipo específico de hernia
que presente cada paciente,3 lo cual parece ser una con-
ducta más mesurada.
S Tipos I a V: sin modificaciones a la clasificación
A continuación se describen de manera detallada las
anterior.
principales clasificaciones de las hernias inguinales.
S Tipo VI: hernia mixta, directa e indirecta (en pan-
talón).
E Editorial Alfil. Fotocopiar sin autorización es un delito.

S Tipo VII: hernias femorales.


CLASIFICACIÓN DE NYHUS

CLASIFICACIÓN DE BENDAVID
(FIGURA 13--3)
S Tipo I: hernias inguinales indirectas, anillo ingui-
nal interno de diámetro normal, pared posterior
normal, saco herniario que alcanza la porción me-
dia del canal inguinal. S Tipo I: anterolaterales (indirectas).
S Tipo II: hernias inguinales indirectas, anillo ingui- S Etapa 1: se extiende desde el anillo inguinal
nal interno dilatado, pared posterior normal, vasos profundo hasta el anillo inguinal superficial.
epigástricos no desplazados. S Etapa 2: va más allá del anillo inguinal superfi-
S Tipo III: defectos de la pared posterior. cial, pero no hacia el escroto.
108 Hernias de la pared abdominal. Tratamiento actual (Capítulo 13)

Tipo 1
Tipo 2 Tipo 3

Tipo 4 Tipo 5

Figura 13--1. Clasificación de Gilbert.

Tipo 1 Tipo 2 Tipo 3

Tipo 4 Tipo 5

Tipo 6 Tipo 7

Figura 13--2. Clasificación de Gilbert modificada por Rutkow y Robbins.


Clasificación de las hernias inguinales 109

Tipo Etapa 1 Etapa 2 Etapa 3

Anterolateral

II

Anteromedial

III

Posteromedial

IV

Posterolateral

V
E Editorial Alfil. Fotocopiar sin autorización es un delito.

Anteroposterior

Figura 13--3. Clasificación de Bendavid.

S Etapa 3: alcanza el escroto. S Etapa 3: alcanza el escroto.


S Tipo II: anteromediales (directas). S Tipo III: posteromediales (femoral).
S Etapa 1: permanece dentro de los confines del S Etapa 1: ocupa una porción del trayecto que hay
conducto inguinal. entre la vena femoral y el ligamento lacunar.
S Etapa 2: va más allá del anillo inguinal superfi- S Etapa 2: corre en todo el trayecto que hay entre
cial pero no al escroto. la vena femoral y el ligamento lacunar.
110 Hernias de la pared abdominal. Tratamiento actual (Capítulo 13)

S Etapa 3: se extiende desde la vena femoral hasta II. Indirecta grande.


el tubérculo púbico (recurrencias, destrucción III. Directa pequeña.
del ligamento lacunar). IV. Directa grande.
S Tipo IV: posterolateral (prevascular). V. Combinada.
S Etapa 1: medial a la vena femoral (hernias de a. Predomina la indirecta.
Cloquet y Laugier). b. La directa y la indirecta son similares.
S Etapa 2: localizada a nivel de los vasos femora- c. Predomina la directa.
les (hernias de Velpeau y Serafín). VI: Femoral.
S Etapa 3: lateral a los vasos femorales (hernias de S Otras.
Hesselbach y Partridge).
S Tipo V: anteroposterior (inguinofemoral).
S Etapa 1: levanta o destruye una porción del liga-
mento inguinal, entre la cresta púbica y la vena CLASIFICACIÓN DE LA EUROPEAN
femoral. HERNIA SOCIETY (CUADRO 13--1)
S Etapa 2: levanta o destruye el ligamento ingui-
nal, desde la cresta púbica hasta la vena femoral.
S Etapa 3: destruye el ligamento inguinal, desde
la cresta púbica hasta un punto lateral a la vena L: lateral--indirecta.
femoral. M: medial--directa.
F: femorales.
Se agrega el diámetro (D) mayor del defecto en centí-
metros. Se agregas las letras m, l, c o e (S) de acuerdo P: primarias.
con su localización medial, lateral, central o toda la lon- R: recurrentes.
gitud de la pared posterior, respectivamente.
0. No cabe la punta del dedo índice o la rama del
grasper por el defecto herniario.
CLASIFICACIÓN DE 1. La punta del dedo índice o la rama del grasper
AACHEN--SCHUMPELICK caben una vez en el defecto.
2. La punta del dedo índice o la rama del grasper
caben dos veces en el defecto.
3. La punta del dedo índice o la rama del grasper
S L: lateral (indirecta). caben tres veces en el defecto.
S M: medial (directa).
S F: femoral.
S Grado I: anillo < 1.5 cm.
S Grado II: anillo entre 1.5 y 3 cm. Cuadro 13--1. Clasificación de hernias
S Grado III: anillo > 3 cm. inguinales de la European Hernia Society
(cortesía de la EHS)
Primaria Recurrente
CLASIFICACIÓN UNIFICADA DE 0 1 2 3 X
ZOLLINGER JR. (FIGURA 13--4)
L
M
F
I. Indirecta pequeña.
Clasificación de las hernias inguinales 111

II
Indirecta grande
I
Indirecta pequeña

III IV
Directa pequeña Directa grande

V
Combinada

A B C

O
Otras
VI Cualquiera no clasificada arriba por número
Femoral Femoral -- indirecta o directa
Femoral -- indirecta más directa
Masiva > 8 cm (4 dedos) de defecto inguinal
Prevascular

Figura 13--4. Clasificación de Robert Zollinger Jr.

REFERENCIAS
1. Rutkow IM, Robbins AW: Aspectos demográficos de clasi- sificación anatómica de las hernias inguinales. Cir Gral
ficación y socioeconómicos en la reparación de hernia en Es- 1998;1(Supl 1): 9--11.
E Editorial Alfil. Fotocopiar sin autorización es un delito.

tados Unidos. Clin Quir NA 1993;3:443--458. 4. Zollinger RM Jr: A unified classification for inguinal her-
2. Rutkow IM, Robbins AW: Sistema de clasificación y her- nia. Hernia 1999;3:195--200.
nias inguinales. Clin Quir NA 1998;6:1051--1060. 5. Mizerez M et al.: The European Hernia Society groin hernia
3. González OA, Lancaster JB, Robles PP, Álvarez QR: Cla- classification. Hernia 2007;11:113--116.
112 Hernias de la pared abdominal. Tratamiento actual (Capítulo 13)
Capítulo 14
Etiopatogenia de las hernias inguinales
Ricardo Zugaib Abdalla, Walter Erwin M. Mittelstaedt

INTRODUCCIÓN Por el trígono inguinal (Hessert) pasan todas las hernias


inguinales (figura 14--1).

La presencia de hernias inguinales primarias con persis- FISIOLOGÍA DE LOS TRÍGONOS


tencia del conducto peritoneovaginal y, por lo tanto, una DE HESSERT Y HESSELBACH
comunicación entre el abdomen y el perineo, es fácil de
entender y explicar.
Las hernias inguinales sin saco herniario peritoneal,
las presentes en las mujeres, las de contenido graso o li- En un individuo sano actúan dos mecanismos para pre-
pomatoso, las no reconocidas clínicamente y las de servar la integridad del canal inguinal y prevenir la pro-
comportamiento difícil tienen una etiología difícil de trusión o herniación del contenido abdominal a través
explicar y diagnosticar.
Los diversos niveles anatómicos de la pared abdomi-
nal, formada por varios y diferentes tejidos de distintas
estructuras anatómicas, muestran la complejidad de los
posibles factores envueltos en la falta de integridad de
la “caja” abdominal y de su capacidad para mantener su
contenido.
Los factores etiopatogénicos responsables de la apa-
rición de las hernias inguinales primarias, sean congéni-
tas o adquiridas, son de origen múltiple. Algunos auto-
res sugieren alteraciones bioquímicas (metabólicas) o
E Editorial Alfil. Fotocopiar sin autorización es un delito.

mecánicas en la región inguinal, que predisponen para


la aparición de este tipo de enfermedad. Hessert
La pared posterior del canal inguinal, de estructura
compleja y variable, posee actividades muy diversas
Hesselbach
desde su formación. La enfermedad o falla funcional de
una de sus capas es suplida por la capa inmediata, que
evita que surja una hernia.
En esta pared están las áreas de mayor incidencia de
hernias, descritas por Hesselbach y por Hessert, consti- Figura 14--1. Trígono inguinal de Hessert, por donde pasan
tuyen un trígono inguinal que resalta los aspectos anató- todas las hernias inguinales, y su relación con la descripción
micos propios, junto con la dinámica de sus acciones. del triángulo de Hesselbach.

113
114 Hernias de la pared abdominal. Tratamiento actual (Capítulo 14)

Hesselbach
Figura 14--3. Mecanismo de protección del piso y triángulo
de Hessert por la contracción de los músculos transverso y
oblicuo interno.

Hessert El segundo mecanismo de protección del canal in-


guinal es el mecanismo de cierre de los músculos trans-
verso y oblicuo interno (figura 14--3). Esta área, locali-
Figura 14--2. Mecanismo de protección del anillo inguinal
profundo mediante un “ligamento suspensorio del cordón”
zada en la ingle, fue descrita por Hessert en 1913 y está
(área de la flecha naranja). limitada por el borde libre de los músculos oblicuo in-
terno y transverso del abdomen (superior), el ligamento
inguinal (inferior) y el borde lateral del músculo recto
de su piso (Nyhus y col., 1991). El primero de ellos se del abdomen (medial y base del triángulo). Por lo tanto,
encuentra a nivel del anillo profundo y resulta de la ac- su ápice está incluido en el anillo inguinal interno. En
ción de dos músculos: el transverso abdominal y el obli- condiciones anatómicas normales, el borde inferior de
cuo interno. Gracias a una cinta de la fascia transversa- los músculos oblicuo menor y transverso en su inserción
lis, adherida alrededor de este anillo, existe un refuerzo en la vaina del músculo recto abdominal es baja y próxi-
de sus márgenes medial e inferior. Macleod (1945) des- ma al pubis. Cuando estos dos músculos se contraen,
cribió una capa doble de fascias alrededor del cordón, aproximan su borde inferior (libre) al ligamento ingui-
parecida a un suspensorio, a la que llamó “ligamento nal y al tracto iliopúbico (Thomson), cerrando el trígono
suspensorio del cordón inferior y medio” del anillo pro- de Hessert, o trígono inguinal. En 1923 Keith describió
fundo. Cuando el músculo transverso abdominal se este cierre como el de un diafragma de una cámara foto-
contrae, origina tracción en la fascia transversalis en gráfica. Como él, Zimmerman, Cherner, Anson y col.
sentido craneal y lateral, cerrando el anillo profundo al- defendieron ese efecto de barrera en la actividad de di-
rededor de los elementos del cordón, sustentado por el chas capas musculoaponeuróticas. Bassini también es-
músculo oblicuo interno (figura 14--2). Para que dicha cribió sobre la importancia que tiene el mecanismo de
acción tenga el efecto deseado, es necesario que la fas- válvula de los músculos formadores del anillo inguinal.
cia transversalis y sus estructuras estén libres y movi- A pesar de eso, cuando la inserción de los músculos
bles debajo de la musculatura del oblicuo interno y del es más “alta” y ocurre a una distancia variable del pubis,
transverso abdominal. el mecanismo de cierre puede ser incompleto (el área
En 1929 McGregor describió un esfínter muscular del trígono se hace más grande) e insuficiente para con-
completo alrededor del anillo profundo, compuesto por tener la presión de las vísceras.
fibras del músculo oblicuo interno, pero otros autores — En un estudio anatómico se midió y comparó el área
como Blunt, 1951— cuestionan la individualidad de esta del trígono inguinal (Hessert) en cadáveres frescos sin
estructura. Aun sobre el cierre del anillo profundo, este hernia (figura 14--4) con la misma región de pacientes
autor defiende que la función del músculo transverso sometidos a hernioplastia inguinal. Se examinaron 73
abdominal es más importante que la del oblicuo interno cadáveres sin preparación con formol y con menos de
porque, además de dislocarlo lateralmente, ejerce trac- 15 h post mortem, con un total de 132 áreas medidas. En
ción en toda la pared posterior del canal inguinal, gracias el otro grupo de 115 pacientes portadores de hernia in-
a las inserciones en su fascia. guinal se midió la misma región con un total de 130
Etiopatogenia de las hernias inguinales 115

causas más importantes de predisposición en todas las


hernias inguinales y en prácticamente la mayoría de las
hernias femorales era la existencia de una bolsa congé-
nita o preformada.
Con base en esto, el primer principio quirúrgico y
esencial para una cura radical de la hernia era la remo-
ción de dicha bolsa.
La persistencia del conducto peritoneovaginal (o
proceso vaginal) abierto puede observarse hasta en 80%
de los recién nacidos a término y puede permanecer así
en la mitad de los niños hasta el primer año de vida. Su
cierre espontáneo se completa en el segundo año de
vida, pero se mantiene abierto hasta en 20% de la pobla-
Figura 14--4. Región inguinal disecada de un cadáver para
realizar las mediciones del triángulo de Hessert. ción adulta, sin indicios de hernia inguinal. La hernia in-
directa en los adultos no puede relacionarse con la
“abertura” del proceso vaginal cuando presenta estruc-
mediciones. La media de edad fue de 33 años en los ca- turas musculoligamentosas de la región inguinal ínte-
dáveres y de 44 años en los pacientes con hernia. La me- gras y con buen funcionamiento.
dia de peso/talla fue de 70 kg/1.68 m en ambos grupos. En los niños, adolescentes y adultos jóvenes con el
El promedio del área correspondiente al trígono fue de conducto abierto puede entenderse que la comunicación
2.95 cm2 (1.37 cm2 a 5.92 cm2) en los cadáveres y de 8.97 entre la cavidad abdominal y la región inguinal facilita-
cm2 (2.28 cm2 a 29.62 cm2) en los pacientes, con una rá la protrusión de las vísceras cuando los mecanismos
diferencia estadísticamente significativa (p < 0.001). Eso de protección citados funcionan inadecuadamente, so-
comprueba que el área es tres veces mayor en los pa- bre todo durante la actividad física intensa.
cientes con enfermedad herniaria inguinal, sobre todo
directa (clasificación de Nyhus IIIa), lo cual proporcio-
na un factor de origen para el desarrollo de una hernia BIOLOGÍA DE LOS MECANISMOS DE
directa y para el avance de las hernias indirectas ya for- CONTENCIÓN A NIVEL DEL ANILLO
madas, cuyo inicio ocurre a nivel del anillo inguinal INGUINAL PROFUNDO
profundo. El alargamiento o la disfunción del anillo
profundo a partir de la ineficacia del mecanismo de cie-
rre de las fibras de los músculos oblicuo interno y trans-
verso que lo rodean puede constituir otro factor de pre- Los músculos oblicuo interno y transverso abdominal,
disposición para la formación de hernias indirectas. y sus aponeurosis y estructuras ligamentosas, incluido
Se concluyó que el tamaño del trígono inguinal, con- el ligamento interfoveolar (Hesselbach) adherido a la
forme a lo descrito por Hessert, es un factor importante fascia transversalis, ejercen en conjunto una acción de
en la etiología de las hernias inguinales. El triángulo, tal esfínter a nivel del anillo inguinal profundo, que impide
como lo describió Hessert, incluye en presencia de pato- la salida de vísceras o grasa preperitoneal (lipoma her-
logía a las hernias directas e indirectas, lo cual no ocurre niario).
E Editorial Alfil. Fotocopiar sin autorización es un delito.

en el triángulo descrito por Hesselbach un año después, Algunas veces la hernia indirecta está determinada
que sólo incluye las hernias directas. por la salida del lipoma herniario a nivel del anillo in-
guinal profundo.
Esta acción de esfínter puede volverse insuficiente
por las causas anatómicas mencionadas o por alteracio-
PERSISTENCIA DEL CONDUCTO nes estructurales en las fibras colágenas y elásticas, ce-
PERITONEO VAGINAL, O DUCTO diendo a las presiones, alargando el anillo profundo y
DE NUCK, EN EL GÉNERO FEMENINO dando inicio a una hernia indirecta. La simple presencia
de un cordón espermático atravesando esa región deter-
mina una mayor debilidad y un menor poder de conten-
ción. Esto explica por qué las hernias inguinales son
Hessert, apegado al pensamiento de Coley y otros auto- mucho más frecuentes en los hombres que en las muje-
res de su época, consideraba el hecho de que una de las res (Ponka et al.).
116 Hernias de la pared abdominal. Tratamiento actual (Capítulo 14)

Esto también explica la aparición de hernias inguina- ALTERACIONES MECÁNICAS


les indirectas en los ancianos, en quienes el conducto
peritoneovaginal se mantuvo abierto, aunque sin mani-
festarse como hernia en un periodo más temprano de la
vida. Peacock y Madden asocian la aparición de hernias Los esfuerzos físicos con aumentos repetidos de la pre-
indirectas en los ancianos con un defecto metabólico de sión intraabdominal sobre la región inguinal, casi siem-
la colágena y a dicha hernia la llaman adquirida, debido pre desencadenados por tos crónica, constipación intes-
a que es resultado de más de un factor de predisposición. tinal, obesidad, prostatismo o múltiples partos, pueden
A pesar de que se desconocen las causas, el resultado constituir factores desencadenantes de la enfermedad
final es la atenuación y hasta la ausencia de la fascia herniaria en personas con predisposición, en sujetos con
transversalis donde se encuentra el defecto herniario, una fascia transversalis débil o en individuos con un
que se limita al lado afectado. piso inguinal desprotegido.
Peacock hizo un llamado de atención acerca de la Al parecer, el estímulo crónico e intermitente sobre
inutilidad de aproximar las estructuras musculotendi- la musculatura inguinal ejerce una influencia significa-
nosas debilitadas y biológicamente alteradas, atacadas tiva para el desarrollo espontáneo de la hernia.
por la enfermedad herniaria. En eso residiría la causa Por otra parte, muchos pacientes relatan un episodio
principal de recidiva. específico de esfuerzo muscular repentino, durante el
Una alteración del colágeno, su degradación por la cual surge una incomodidad (dolor) en la ingle, que
acción descontrolada de proteasa y metaloproteasa, coincide con la aparición de señales y síntomas de la en-
constituye el factor más complicado en la etiología de fermedad.
la enfermedad herniaria y justifica la utilización de ma- Existe una asincronía entre la contracción de la mus-
terial protésico (mallas), colocado sin tensión, para res- culatura del abdomen, que aumenta la presión intraab-
guardar el trígono inguinal (de Hessert) mediante la téc- dominal al mismo tiempo que descienden tardíamente
nica de Lichtenstein. los músculos oblicuo interno y transverso en dirección
Rodrigues y col. demostraron que una hernia indirec- al ligamento inguinal, desprotegiendo momentánea-
ta está acompañada de un defecto adquirido en la sínte- mente el piso del canal, que queda contenido en la fascia
sis o en la degradación de colágeno y sobre todo de alte- transversalis.
raciones degenerativas en el sistema de fibras elásticas Por otro lado, la incidencia de hernia inguinal en las
de la fascia transversalis. personas que se dedican al fisicoculturismo no es mayor
En los adultos, la vaina del músculo recto abdominal, que en la población normal, ya que están condicionadas
próximo a la hernia, es más fina de lo normal, lo cual se físicamente para ejecutar dichos esfuerzos de manera
relaciona con la disminución de hidroxiprolina y, por lo progresiva (sincrónica). En estos casos, el aumento de
tanto, con el contenido del colágeno. la presión intraabdominal es secundario a la contracción
Los índices proliferativos de fibroblastos en esa vai- muscular, por lo que el piso inguinal queda protegido de
na están reducidos hasta 50% en los pacientes con her- manera adecuada.
nia. Por otro lado, cuando existe un aumento primario de
Todo esto indica que cualquier alteración en el tejido la presión intraabdominal, derivado de la elevación in-
conjuntivo, sobre todo en su contingente fibroso, que sidiosa de la presión hidrostática del líquido peritoneal,
termine con una síntesis disminuida o una destrucción como ocurre en las ascitis por cirrosis hepática, en la in-
aumentada, estará relacionada con el debilitamiento pa- suficiencia renal crónica y en los procedimientos dialíti-
rietal y creará una predisposición a la enfermedad her- cos (CAPD), dicha presión va a encontrar una pared ab-
niaria. dominal relajada y, en consecuencia, un piso inguinal
Las causas incluyen envejecimiento, tabaquismo desprotegido de musculatura.
(enfisema metastásico) deficiencias proteicas especí- Durante el embarazo también pueden aparecer her-
ficas (alfa1--antitripsina), deficiencias enzimáticas (li- nias; sin embargo, desaparecen después del parto. Aun-
sil oxidasa y lisil hidroxilasa) y colagenosis (Marfán, que el volumen uterino aumente, no habrá un aumento
Ehlers--Danlos, osteogénesis imperfecta y cutis laxa). proporcional de la presión intraabdominal, porque la
Lo anterior permite deducir que la patología hernia- pared abdominal acompaña al crecimiento uterino y se
ria inguinal en los adultos se comporta como una verda- amplía en todos sus diámetros, igual que los anillos
dera fibropatía y una enfermedad del tejido conjuntivo (umbilical, inguinal, etc.).
(colagenosis), o más bien de los fibroblastos, responsa- Con la reducción del volumen uterino y del abdomen
bles de la deficiencia de matriz en el tejido. esas grietas o defectos tienden a cerrarse nuevamente.
Etiopatogenia de las hernias inguinales 117

Por eso, la corrección de hernias durante la gravidez es- ANTROPOMETRÍA


taría indicada sólo en presencia de una obstrucción, lo
cual es poco frecuente, ya que el útero grávido se inter-
pone entre la pared abdominal y los intestinos, y cubre
los puntos vulnerables, evitando complicaciones. En un intento por definir una relación entre hernia ingui-
En resumen, es posible que la etiopatogenia mecáni- nal y medidas antropométricas, Harris y White (1937),
ca de la hernia inguinal, al menos en los adultos, pueda Robustello (1938), Piana (1947) y Radojevic (1958,
ejemplificarse con la siguiente ecuación: 1961 y 1962) llegaron a la conclusión de que existía una
correlación definitiva entre las medidas pélvicas y la
Hernia = presión/fibras aparición de hernias inguinales, mientras que Goffi,
Carvalho, Melo y Prates no encontraron ninguna corre-
lación entre estos parámetros antropométricos y las di-
Donde la presión significa la fuerza intraabdominal
ferentes hernias de la región inguinal.
(primaria o secundaria) y las fibras el sistema múltiple
Algunos autores, como Viola, Piana, Donati y Zisa,
de sustentación sin músculo formado por colágeno o fi-
relacionaron la presencia de hernia con las característi-
bras elásticas del tejido conjuntivo, o ambos. Las prime-
cas constitucionales de cada individuo; así, los portado-
ras se disponen en haces atados y mantenidos por las fi-
res de hernia eran personas longilíneas, con predomi-
bras elásticas, además de las propias fuerzas (puentes)
nancia del tórax sobre el abdomen. En 1937 Harris y
intermoleculares.
White concluyeron que la longitud del ligamento ingui-
nal tenía una clara relación con el tipo de hernia. En
1938 Robustello incluyó otras medidas de la pelvis; sin
embargo, no consiguió confirmar las conclusiones del
ALTERACIONES ANATÓMICAS trabajo de Harris y White. De cualquier forma, estable-
ció que los individuos con hernia tenían una estatura
más baja y una pelvis más alta y ancha que lo normal.
Piana (1947) estudió 500 casos con hernia inguinal
Según Askar, la ausencia de fibras aponeuróticas del en el Instituto Bassini de Milán, comparó diversas me-
músculo transverso abdominal en su porción lateral o en didas pélvicas de individuos de ambos géneros y dife-
todo el piso inguinal puede predisponer a la formación rentes tipos de hernias, y llegó a la conclusión de que
de hernias. existen estructuras mayores o menores de lo que se con-
En la parte medial del anillo inguinal profundo, el sidera un tamaño normal.
músculo recto abdominal tiene un importante papel de Las estructuras medidas son las que forman las pare-
contención, debido a su presencia constante y a la exis- des del canal inguinal y la variación de sus medidas pue-
tencia en 46% de las disecciones de Condon del liga- de significar una predisposición a la formación de her-
mento de Henle, que es una fascia que corre a lo largo nias. Piana llamó “dismorfismo pélvico” a lo que se
de la rama superior del pubis y lateral a la vaina del ten- aleja de los parámetros normales.
dón del recto abdominal. Andrews, Turck, Halstead, Ferguson, Hessert y Zim-
En 1953 Goffi y col. observaron una clara diferencia merman, entre muchos otros autores, también relacio-
entre los niveles de inserción de la porción más caudal naron el dismorfismo del trayecto inguinal con el desa-
E Editorial Alfil. Fotocopiar sin autorización es un delito.

de los músculos oblicuo interno y transverso del abdo- rrollo de la hernia, mientras que Radojevic (1958, 1961
men en la vaina del músculo recto —en individuos con y 1962) observó que la posición anatómica del tubércu-
hernia indirecta— y una inserción de nivel más alta en lo del pubis influye en la disposición de las fibras mus-
los individuos con hernia directa. culares de la región inguinal.
Al comparar sus resultados con algunos datos conte- En estudios realizados a partir de 1953 Goffi y col.
nidos en la literatura médica, verificaron que en los por- verificaron que no había diferencia en lo referente al
tadores de hernia inguinal el margen inferior del múscu- tipo morfológico (alto o bajo, gordo o delgado) entre los
lo oblicuo interno alcanza el borde del músculo recto individuos portadores de hernia indirecta, cuando se
abdominal en un nivel más alto que en los individuos compararon con los portadores de hernia directa. Del
sanos. mismo modo, los individuos sanos no tienen un tipo
Los autores concluyeron que ésta sería la causa de morfológico comparable al de los que padecen hernia
predisposición más importante para la formación de inguinal. La conformación del área pélvica y las demás
hernias inguinales. medidas no presentan diferencias entre los que padecen
118 Hernias de la pared abdominal. Tratamiento actual (Capítulo 14)

hernia inguinal y los que no la padecen. Estos resultados dores de hernia, ni a las modificaciones de la conforma-
no coinciden con los de Harris y White, ni con los de Ro- ción pélvica.
bustello y Piana, cuyos diámetros pélvicos fueron ma- Además de las comparaciones morfológicas entre los
yores entre los pacientes con hernias. portadores de hernia indirecta o directa, y los individuos
Goffi y col. demostraron que no hubo diferencias en- sin hernia, Carvalho y col. consideraron relaciones an-
tre las dimensiones del área pélvica con hernia inguinal tropométricas para comparar las medidas de la región
directa o indirecta, cuando se evaluaron los diámetros inguinal. Estos autores examinaron principalmente las
transverso, transverso máximo y conjugado externo, y medidas del triángulo de Hesselbach en adultos del gé-
la longitud del ligamento inguinal. nero masculino, para compararlas con 14 parámetros
Considerando estos datos, aparentemente no se le antropométricos —considerando los lados izquierdo y
pueden atribuir a las modificaciones de inserción de los derecho—, y llegaron a la conclusión de que no hay co-
haces inferiores del músculo oblicuo interno, en porta- rrelación de esas medidas entre sí.

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120 Hernias de la pared abdominal. Tratamiento actual (Capítulo 14)
Capítulo 15
Anestesia local en las hernias inguinales
Arturo Vázquez Mellado Díaz, Jorge García Andreu, Luis Alberto Fernando Vázquez Mellado

INTRODUCCIÓN aponeurosis del oblicuo externo entre en contacto


con el recto abdominal. La raíz subcostal inerva to-
das las estructuras musculares en la región ingui-
nal, además del recto abdominal y el músculo pira-
Las plastias inguinales y abdominales pueden realizarse midal. Sus ramos cutáneos recogen la sensibilidad
mediante la combinación de anestésicos locales y seda- del tercio superior de la ingle y la piel suprapúbica.
ción intravenosa. Esta técnica ha demostrado su supe- 2. Nervio iliohipogástrico: es el ramo superior de
rioridad frente a los métodos anestésicos convenciona- L1; discurre sobre el psoas y el cuadrado lumbar.
les, debido a que ocasiona menos dolor posoperatorio, A nivel de la cresta iliaca perfora el transverso ab-
menos efectos colaterales y costos, además de que es la dominal; se divide en una rama lateral que inerva
única que permite el alta casi inmediata del paciente
ambulatorio. Asimismo, de acuerdo con su fundamento
anatómico y farmacológico, puede ser altamente repro-
ducible en cualquier medio.1--6

BASES ANATÓMICAS NIH

NII

Las regiones inguinal y crural están inervadas por ramas


del plexo lumbar que incluyen componentes de T12, L1,
L2 y L3. El plexo lumbar se ubica entre el psoas y la grasa
E Editorial Alfil. Fotocopiar sin autorización es un delito.

preperitoneal. Las ramas del plexo lumbar que deben


tenerse en mente durante la aplicación de la anestesia local
para una plastia inguinal son las siguientes (figura 15--1):

1. Nervio subcostal (T12): se localiza en sentido


medial al oblicuo interno siguiendo un curso de
arriba hacia abajo y de atrás hacia adelante. En su
trayecto emite dos ramas cutáneas que atraviesan Figura 15--1. Ubicación de los nervios iliohipogástrico (NIH)
al oblicuo interno y la aponeurosis del oblicuo ex- e ilioinguinal (NII). La aguja muestra el punto de referencia
terno; una lateral emerge a nivel de la cresta iliaca para el bloqueo inguinal en relación con la espina iliaca ante-
y un ramo cutáneo medial emerge antes de que la rosuperior.

121
122 Hernias de la pared abdominal. Tratamiento actual (Capítulo 15)

la piel posterolateral de la nalga y en una rama cu- de la incisión planeada antes de la antisepsia, mediante
tánea anterior que atraviesa el oblicuo interno cerca una máquina de barbero o tijeras. Los autores de este ca-
de 2 cm por dentro de la espina iliaca anterosupe- pítulo prefieren no utilizar el rasurado con rastrillo, ya
rior, para ubicarse en la región inguinal, superome- que es innecesario y la foliculitis asociada con el uso de
dial al orificio inguinal profundo entre el oblicuo antisépticos y adhesivos llega a ser más molesta incluso
menor y la aponeurosis del oblicuo externo, perfo- que la misma herida quirúrgica. Como casi todas las
rando esta última por arriba del orificio inguinal plastias inguinales y abdominales requieren la aplica-
superficial. Inerva la piel púbica y tiene ramas ha- ción de una prótesis, ésta no deja de ser un cuerpo extra-
cia los nervios subcostal e ilioinguinal. Puede in- ño de tamaño considerable, por lo que no resulta oficio-
filtrarse durante el bloqueo de campo a través de so desaconsejar que el paciente se rasure en su casa un
la piel 3 cm mediales hacia la espina iliaca antero- día antes de la cirugía. Para entonces, cada folículo rasu-
superior, o en forma directa durante la disección rado constituirá un foco de infección.
inguinal, por lo que se identifica fácilmente al in-
cidir la aponeurosis del oblicuo externo.
3. Nervio ilioinguinal: es el ramo inferior de L1 y Sedación
tiene un curso paralelo al iliohipogástrico, aproxi-
madamente 3 cm por debajo de él. En la espina Las plastias abdominales e inguinales bajo anestesia lo-
iliaca perfora sucesivamente el transverso abdo- cal deben contar siempre con la presencia de un aneste-
minal y el oblicuo interno, para ubicarse en el ca- siólogo, cuya función es el monitoreo general y cardio-
nal inguinal sobre el cordón espermático, al cual rrespiratorio, así como la sedación del paciente. El frío
acompaña hasta su emergencia a través del orifi- ambiente del quirófano resulta intimidante para la ma-
cio inguinal superficial. Provee la inervación mo- yoría de los enfermos, por lo que la mejor de las aneste-
tora del oblicuo interno y la inervación sensitiva sias locales suele no bastar para evitar que el paciente se
de la cara medial del muslo, el tercio superior del torne hipersensible e incluso imposibilite el procedi-
escroto y el pubis, o el monte de Venus y los labios miento; por eso la sedación se torna imprescindible. Los
mayores. Puede infiltrarse de la misma manera autores acostumbran combinar midazolam y fentanilo
que el nervio iliohipogástrico. intravenosos. Las dosis la individualiza el anestesiólogo
4. Nervio genitofemoral: proviene de L2, emerge de acuerdo con las características de cada paciente, pero
medial al psoas a nivel de L4 y mantiene una direc- en términos generales se utilizan entre 30 y 50 g/kg de
ción caudal, para pasar detrás del uretero, cruzar midazolam y de 1 a 2 g/kg de fentanilo. El anestesió-
el psoas y dividirse en sus ramas genital y femoral. logo y el cirujano deben coordinarse para que el mayor
La rama genital acompaña la arteria iliaca externa efecto sedante coincida con la aplicación del bloqueo
y pasa a través del orificio inguinal profundo. Se inguinal y el menor efecto se ejerza cuando se le solicite
adosa a la cara posterolateral del cordón espermá- al paciente que puje para probar la reparación, casi al fi-
tico e inerva el músculo cremáster y la piel escro- nal de la plastia. El propofol es un fármaco útil en bolo
tal, el monte de Venus y los labios mayores. Puede y en infusión siempre y cuando se tenga el cuidado ne-
infiltrarse al retraer el cordón en sentido medial, cesario de no profundizar mucho el plano anestésico,
observándose como referencia una vena espermáti- para que el paciente pueda pujar. La vida media de este
ca posterolateral, la cual es un punto conocido medicamento es corta, carece de metabolitos activos y
como “línea azul”. Esta rama suele seccionarse du- tiene un efecto antiemético adicional, lo cual facilita el
rante la técnica de Shouldice, en las plastias ingui- egreso temprano del paciente.
nales en la mujer y en cualquier técnica que involu-
cre una esqueletización del cordón espermático.6--8
Bloqueo inguinal

Se considera que el bloqueo inguinal de campo es un


TÉCNICA complemento de la infiltración local. Si no se alcanza a
bloquear el nervio genitocrural, es insuficiente como
única técnica para lograr una adecuada anestesia, por lo
que se utilizan 20 mL de bupivacaína a 0.25% Debido
El paciente debe conocer la naturaleza del procedimien- a la latencia de la bupivacaína (de 5 a 20 min), el mejor
to anestésico local. Se realiza una tricotomía alrededor momento para su aplicación es justo antes del lavado
Anestesia local en las hernias inguinales 123

Infiltración local inguinal

Para algunos autores esta técnica es suficiente, aunque


por las razones descritas se considera adecuada su com-
binación con el bloqueo de campo.
La infiltración local se lleva a cabo antes de incidir
la piel, por lo que se requiere un anestésico de rápido ini-
cio, como la lidocaína a 1% (10 mL de lidocaína a 2%
en 10 mL de agua inyectable). Los autores de este capí-
tulo nunca han utilizado más de 30 mL de dicha dilu-
ción, que equivale a 300 mg de lidocaína, sino una dosis
máxima de 3 a 5 mg/kg (un adulto de 70 kg tolerará has-
ta 350 mg de lidocaína o 35 mL de la dilución a 1%)
(cuadro 15--1). Cuando las condiciones del paciente lo
Figura 15--2. Bloqueo de campo: aplicación de bupivacaína permiten, se utiliza lidocaína con epinefrina, para au-
para bloquear en sentido proximal los nervios iliohipogástri- mentar la dosis máxima a 7 mg/kg. Una ventaja adicional
co e ilioinguinal, tomando como referencia la espina iliaca
anterosuperior 2 cm por dentro y 2 cm por abajo.
de que el bloqueo de campo preceda a la infiltración local
consiste en que ésta requerirá una cantidad sustancial-
mente menor de lidocaína. La infiltración local sigue una
secuencia predeterminada de siete pasos conforme se va
progresando en el abordaje del canal inguinal. El apego
a estos puntos de infiltración y el manejo cuidadoso de
quirúrgico. Cuando el cirujano esté vestido y se encuen- los tejidos garantizan un mínimo malestar para el pa-
tre colocando los campos estériles sobre el paciente, ha- ciente.15
brán pasado los minutos necesarios para que el bloqueo
esté listo. El efecto de la bupivacaína es de 4 a 12 h, lo 1. Primera punción en coordinación con el mayor
cual le confiere una ventaja analgésica posoperatoria. efecto sedante IV.
El bloqueo se aplica tomando como referencia anatómi- 2. Infiltrar la dermis para marcar así la incisión.
ca para el paso de los nervios ilioinguinal e iliohipogás- 3. Tejido graso y fascias subcutáneas.
trico un través de dedo por dentro y un través de dedo 4. “Inundar” el canal inguinal con punción de la apo-
por debajo de la espina iliaca anterosuperior (figura neurosis del oblicuo externo.
15--2). Puede utilizarse una aguja de 21 o 22 G x 32 mm. 5. Infiltración directa de los nervios ilioinguinal e
El bloqueo se aplica con una punción única en el sitio iliohipogástrico.
referido dirigiendo la aguja en sentido perpendicular al 6. Infiltración del cremáster y el saco herniario.
paso de los nervios ilioinguinal e iliohipogástrico. 7. Infiltración directa del nervio genitocrural.
Mientras se infiltra la solución, se realizan movimientos
hacia atrás y hacia adelante con la punta de la aguja diri- Antes de hacer la infiltración se prueba la piel inguinal
gida hacia ambos lados, hacia arriba y hacia abajo, para con una pinza de disección, para saber si el bloqueo de
lograr una mejor difusión del anestésico y evitar su in- campo ya inició su efecto. Si no es así, se le debe pedir
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yección intravascular. al anestesiólogo que profundice momentáneamente la

Cuadro 15--1. Anestésicos locales comúnmente usados


en las plastias inguinales y abdominales
Lidocaína simple Lidocaína Bupivacaína simple Bupivacaína
con epinefrina con epinefrina
Concentración (%) 0.5 a 1% 0.5 a 1% 0.125 a 0.25% 0.125 a 0.25%
Concentración (mg/mL) 10 mg/mL (a 1%) 10 mg/mL (a 1%) 2.5 mg/mL (a 0.25%) 2.5 mg/mL (a 0.25%)
Dosis máxima 3 a 5 mg/kg 7 mg/kg 2 mg/kg 3 mg/kg
Inicio 1 a 5 min 1 a 5 min 5 a 20 min 5 a 20 min
Duración 90 min 120 min 4 a 12 h 4 a12 h
Usos Infiltración local Infiltración local/blo- Bloqueo de campo Bloqueo de campo
queo de campo
124 Hernias de la pared abdominal. Tratamiento actual (Capítulo 15)

Figura 15--3. Infiltración local de la piel en el sitio de la inci-


sión con lidocaína a 1%.
Figura 15--4. Punción de la aponeurosis del oblicuo externo
para “inundar” de lidocaína el canal inguinal.

sedación y en el momento indicado infiltrar de manera


muy superficial la dermis con una aguja calibre 21 o 22 ción más proximal posible, evitando siempre la inyec-
G, de tal modo que se marque la incisión que se va a rea- ción intraneural. Se infiltran entre 3 y 5 mL a nivel del
lizar. Sin retirar la aguja, se inclina su punta para infil- orificio inguinal profundo para anestesiar las fibras sen-
trar el plano subcutáneo (figura 15--3). En estos dos pa- sitivas del plexo espermático y el saco herniario (figura
sos se consumen entre 8 y 10 mL de anestésico. Se 15--5). Finalmente, se hace tracción en sentido medial
prueba nuevamente la sensibilidad cutánea y se incide y se lleva hacia arriba el cordón espermático, para ver
en la forma convencional hasta identificar la aponeuro- en su cara posteroexterna una pequeña vena espermáti-
sis del oblicuo externo. Hay que evitar en este paso el ca. Este punto es conocido como “línea azul” y constitu-
desgarro de las fascias subcutáneas mediante tracción ye la referencia anatómica donde corre el nervio genito-
con los separadores; este estímulo es demasiado agresi- crural. Entonces se aplican entre 1 y 2 mL de anestésico
vo como para que el paciente no lo perciba, además de local con cuidado de no puncionar ningún vaso (figura
que pueden desgarrarse las venas superficiales, que ha- 15--6). Esto suele ser suficiente para completar la plastia
bitualmente deben identificarse y seccionarse entre li- inguinal. Se puede hacer una infiltración adicional
gaduras, para evitar un hematoma posoperatorio. Antes cuando el paciente refiera dolor en algún momento de
de incidir la aponeurosis del oblicuo externo se puncio- la intervención, tomando en cuenta que aun combinan-
na a través de la misma y se procede a “inundar” el canal do el bloqueo inguinal y la infiltración local se está lejos
inguinal con la lidocaína. Se sabrá que se infiltró sufi-
ciente cantidad cuando se observe a través de la aponeu-
rosis que la solución anestésica baña por completo el
conducto (figura 15--4). Esto ocurre casi siempre con 5
o 7 mL. Se aconseja infiltrar con 1 o 2 mL los pilares del
orificio inguinal superficial, inervados habitualmente
por los últimos ramos del nervio subcostal. Se incide la
aponeurosis del oblicuo externo y se desarrollan los col-
gajos medial de ella hasta identificar el área conjunta, NII
y se corre en sentido lateral hasta identificar el ligamen-
to inguinal. Esto se puede realizar mediante una disec-
ción roma con una gasa húmeda. En este momento es
posible identificar los nervios iliohipogástrico e ilioin-
guinal, el primero sobre el oblicuo interno y el segundo
sobre el cordón espermático. Se infiltran entre 2 y 3 mL Figura 15--5. Infiltración alrededor del orificio inguinal pro-
de anestésico alrededor de cada uno de ellos en la ubica- fundo (NII = nervio ilioinguinal).
Anestesia local en las hernias inguinales 125

zona de hiperalgesia primaria en el posoperatorio, pero


esto es más evidente con los anestésicos de larga dura-
ción. Este fenómeno explica en parte por qué la plastia
inguinal bajo anestesia local es el procedimiento con
menos dolor posoperatorio.17,20,22
Cabe resaltar que, aunque la curva de aprendizaje
con la anestesia local es mínima, el mayor reto que se
observa consiste en lograr la necesaria coordinación en-
tre el cirujano y el anestesiólogo. La obligada delicade-
CE za en el manejo de los tejidos que impone la técnica con
anestesia local se considera más una ventaja que un de-
LA fecto del método.

VENTAJAS Y DESVENTAJAS DE LA
Figura 15--6. Retracción del cordón espermático (CE) para
infiltrar el nervio genitocrural en la línea azul (LA).
ANESTESIA LOCAL EN LAS PLASTIAS
INGUINALES Y ABDOMINALES

de alcanzar la dosis máxima de anestésico. Los autores


de este capítulo han utilizado esta técnica y las mismas
Desde hace más de 40 años se ha demostrado que la
dosis recomendadas en reparaciones inguinales bilate-
plastia inguinal bajo anestesia local es una técnica re-
rales sin haber alcanzado la dosis máxima recomendada.
producible a gran escala,11,23,24 que ofrece la gran venta-
ja de producir menos dolor posoperatorio.19,21,25,27 La
recuperación posanestésica es más rápida y con míni-
NUEVOS ANESTÉSICOS LOCALES mos efectos colaterales, como náusea o sedación, lo
cual permite el alta casi inmediata del paciente ambula-
torio. Asimismo, tiene la menor repercusión respiratoria
y el más bajo costo, y suele ser la técnica mejor aceptada
Además de la lidocaína y la bupivacaína se cuenta con por el paciente.14,16,18 Otras ventajas son su reproducti-
dos nuevos anestésicos locales. La ropivacaína es un bilidad en cualquier medio hospitalario, puesto que no
anestésico local de larga duración (similar a la bupiva- requiere equipo especial, y su facilidad de aplicación no
caína), pero con menos cardiotoxicidad y menor efecto suele ser un procedimiento que dependa del operador,
sobre el tono muscular. Se recomendaría su uso en pa- por lo que cuenta con una curva de aprendizaje mínima.
cientes con mayor riesgo de depresión cardiaca a una Se considera un beneficio adicional el hecho de que el
concentración de 2%. No requiere mezclarse con epine- paciente coopere durante el transoperatorio, ya que si no
frina, ya que posee un efecto vasoconstrictor per se. Con hay relajación muscular puede contraer el abdomen y
la levobupivacaína se persiguen los mismos objetivos mostrar una anatomía dinámica de la región inguinal
que con la ropivacaína, ya que la cardiotoxicidad de la antes y después de la reparación. Sus desventajas inclu-
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bupivacaína racémica está dada por la dextrobupivacaí- yen que es una técnica donde el tiempo disponible para
na, por lo que al utilizar sólo su levoisómero disminuye completar la plastia y la dosis de medicamento son limi-
la toxicidad y mantiene su eficacia. Cabe mencionar que tados y carece de analgesia visceral, por lo que no es
todos son aminoamidas y no ésteres, y están relaciona- aplicable cuando se requiere manipulación de los órga-
dos con la mayoría de las reacciones alérgicas a los nos intraabdominales. Para algunos cirujanos puede ser
anestésicos locales. En ocasiones se ha malinterpretado una desventaja el imperativo adicional de un manejo
como reacción alérgica el efecto del vasoconstrictor en más delicado de los tejidos, ya que las manipulaciones
procedimientos dentales, pero en realidad son extrema- vigorosas pueden resultar molestas para el paciente, aun
damente raras. bajo sedación. Por otro lado, suele consumir más tiem-
Existen pruebas de que infiltrar la zona quirúrgica po transoperatorio. El riesgo de toxicidad cardiovascu-
antes de la incisión tiene un efecto de analgesia anticipa- lar por los anestésicos locales no debe ser un inconve-
torio, ya que disminuye la sensibilización de las termi- niente si se acostumbra un cálculo cuidadoso de la dosis
nales nerviosas libres y a nivel central, disminuyendo la máxima para cada paciente. Además, la anestesia local
126 Hernias de la pared abdominal. Tratamiento actual (Capítulo 15)

modifica las funciones tradicionales del equipo quirúr- que la anestesia local muestra el mejor resultado final en
gico, ya que el cirujano adopta parte de la responsabili- los pacientes con hernia inguinal. De acuerdo con la ex-
dad del anestesiólogo y ambos deben coordinarse para periencia obtenida en México, Hernández Ibar demos-
que la sedación sea tan superficial o profunda como el tró que existe una mayor intensidad del dolor en los pa-
momento quirúrgico lo requiera. Sin embargo, la anes- cientes operados bajo anestesia regional (calificación de
tesia local ha demostrado ser un procedimiento útil en 6 en EVA) que en los pacientes operados bajo anestesia
cualquier medio y de gran aceptación por el paciente, local (calificación de 3 en EVA). Además, se ha observa-
por lo que debe ocupar su propio lugar dentro de las op- do una menor incidencia de complicaciones y menos
ciones de manejo actual de las plastias inguinales y ab- tiempo de utilización del quirófano y la sala de recupera-
dominales. Desde 1996 P. K. Amid, A. G. Shulman e I. ción. Esto demuestra que la plastia inguinal libre de ten-
L. Lichtenstein reportaron que el uso de anestesia local sión bajo anestesia local es una técnica que puede reali-
en las plastias libres de tensión se asocia con un periodo zarse en cualquier medio hospitalario con una menor
posoperatorio menos doloroso, que se podría comparar duración e intensidad del dolor posoperatorio, en com-
con la intensidad de dolor en la hernioplastia laparoscó- paración con la técnica de BPD que se usa de manera
pica; sin embargo, la plastia libre de tensión bajo aneste- tradicional. Asimismo, es la alternativa anestésica más
sia local es técnicamente menos demandante, más barata, compatible con el manejo ambulatorio, ya que no exis-
con menor estancia intrahospitalaria y menos morbili- ten el bloqueo motor y los efectos viscerales secunda-
dad. rios que se observan en el BPD.
En una encuesta realizada entre cirujanos galeses so- La plastia inguinal libre de tensión bajo AL es una
bre hernioplastia laparoscópica, P. Sanjay y A. Wood- técnica fácilmente reproducible y de uso creciente en la
ward reportaron en 2007 que el uso de anestesia local en Unión Europea y EUA. Sin embargo, aunque ya existen
las plastias inguinales aumenta la productividad quirúr- reportes publicados,28 esta técnica requiere una mayor
gica diaria en los pacientes ASA 3 y 4, y concluyeron difusión, debido a las ventajas mencionadas.

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E Editorial Alfil. Fotocopiar sin autorización es un delito.
128 Hernias de la pared abdominal. Tratamiento actual (Capítulo 15)
Capítulo 16
Técnica preperitoneal
de Stoppa para hernia inguinal
Rigoberto Álvarez Quintero

A través de los siglos la búsqueda de la técnica ideal excelente relajación que permita la manipulación y di-
para la reparación de los defectos de la pared abdominal sección del espacio preperitoneal. Este tipo de procedi-
ha sido tema de investigación, discusión y varias veces mientos demanda en ocasiones tiempos quirúrgicos que
de verdaderos altercados técnico--científicos. Sin em- pueden fluctuar entre 1 h 30 min y 3 o 4 h, lo cual deter-
bargo, pocas técnicas han sido tan contundentes en el mina que la opción anestésica dependerá de una adecua-
manejo de los “defectos masivos” y “difíciles” de la pa- da evaluación y planeación preoperatorias.
red abdominal, como las técnicas preperitoneales abier- Los beneficios del bloqueo peridural son principal-
tas o laparoscópicas. mente el costo y el manejo del dolor posoperatorio con
Una de las técnicas protagonistas de este tipo de bombas de infusión continua; esta técnica generalmente
abordaje y reparación es el procedimiento descrito por debe acompañarse de sedación y de la colocación del
el Dr. René E. Stoppa en 1965, el cual fue resultado de paciente sobre una superficie operatoria cómoda, pero
una serie de eventos en un tiempo dado, como fueron la sobre todo se debe contar con un anestesiólogo agrada-
disección y el abordaje del espacio preperitoneal por ble en su charla y con un gran repertorio de bromas en
parte de Cheatle, Rives9 y Nyhus,6 y la descripción del su haber.
orificio miopectíneo hecha por Fruchaud en la década La anestesia general con intubación deberá conside-
de 1950, pero sobre todo del advenimiento de los mate- rarse en los pacientes que requieren un tiempo operato-
riales protésicos de soporte, principalmente en Francia, rio prolongado, así como en los que se espera una libera-
desde finales de la década de 1940. ción extensa de adherencias y manipulación importante
El procedimiento de Stoppa sigue vigente y cumple del contenido abdominal, sobre todo si son portadores
con el objetivo de reparación integral de los defectos de de grandes hernias incisionales secundarias a cirugías
la pared abdominal al dar soporte a los tres triángulos de contaminadas o sépticas.
la región inguinal descritos por Gilbert5 a través de los
espacios de Retzius y Bogros.
Anatomía y disección
E Editorial Alfil. Fotocopiar sin autorización es un delito.

La región inguinal se caracteriza por demandar un gran


PROCEDIMIENTO
conocimiento anatómico de la región; sin embargo, ha-
blar de la región preperitoneal lleva a un margen de
error anatómico mayor, ya que no sólo existe un mayor
número de estructuras, sino que se está poco familiari-
Anestesia zado con ellas.
Además, los defectos herniarios por vía posterior3 re-
La técnica anestésica depende principalmente de las ca- quieren una disección y reparación completamente di-
racterísticas del paciente, debido a la necesidad de una ferentes a las del abordaje anterior tradicional.

129
130 Hernias de la pared abdominal. Tratamiento actual (Capítulo 16)

La lesión nerviosa, aunque menos frecuente por esta 1. Se verifica que no existen sacos herniarios a través
vía, debe tomarse en cuenta, puesto que la inguinodinia del orificio miopectíneo.
ha sustituido a la recurrencia como principal complica- 2. Se encuentre disecado el espacio de Retzius.
ción posterior a la hernioplastia.2 3. Se encuentren disecados por completo los dos es-
Desde el punto de vista anatómico, es necesario dise- pacios de Bogros.
car los espacios de Bogros y Retzius, y avanzar hasta la 4. Se tenga una visualización completa de las venas
cicatriz umbilical en forma preperitoneal de manera iliacas externas.
amplia a través de una incisión media infraumbilical1 o 5. Se haya disecado el conducto deferente de ambos
abordaje de Cheattle. Hay que extender la disección has- lados (dirección medial).
ta las crestas iliacas anterosuperiores en sentido lateral. 6. Se hayan disecado ambas arterias espermáticas
La disección preperitoneal no es difícil técnicamente (dirección lateral).
hablando; sin embargo, debe considerarse que la mayo- 7. Se localicen y se disequen por completo ambos li-
ría de los pacientes candidatos para este procedimiento gamentos de Cooper a partir de 1 cm por debajo de
son portadores de grandes defectos herniarios recurren- la vena iliaca hasta la tuberosidad anterior del pu-
tes que no pocas veces han sido sometidos a procedi- bis.
mientos a este nivel, y la fibrosis7 constituye el principal 8. Se haya hecho una disección abdominal preperito-
enemigo del cirujano en este campo de batalla. neal lateral hasta la cresta iliaca anterosuperior.
Es importante disecar perfectamente a lo largo del li- 9. Se haya hecho una disección superior hasta la ci-
gamento de Cooper e identificar los vasos iliacos exter- catriz umbilical, siguiendo en sentido lateral el
nos; hay que tener en cuenta que los sacos herniarios arco de Douglas.
con componente indirecto (Nyhus I, II o IIIb) protruyen
en sentido medial, por lo que es necesario disecarlos y
reducirlos tratando de evitar ligarlos. Confección protésica
Muchas veces se encuentran grandes sacos escrota-
Aunque originalmente se utilizó DacrónR (poliéster),10
les que es necesario cortar circunferencialmente con
en la actualidad los estudios de biodisponibilidad apo-
cuidado de no lesionar elementos del cordón espermá-
yan el uso de material macroporo y monofilamento,1,2
tico, pero sobre todo de no involucrar estructuras ner-
lo cual conduce a que la utilización de polipropileno sea
viosas; la rama genital del nervio genitocrural es la de
factible sin faltar a los principios básicos de la técnica.
mayor riesgo, seguida por el nervio ilioinguinal, que se
El empleo de otros materiales, como VicrylR o Surgi-
encuentra en la emergencia del anillo inguinal profundo
sisR,4 tiene una justificación específica.
en su parte medial.
La confección de la prótesis de contención tiene
En estos casos, la separación de las estructuras del
forma de “barras militares” y las dimensiones varían de
cordón espermático del saco herniario en presencia de
acuerdo con el tamaño del paciente; sin embargo, la pro-
fibrosis constituye el principal reto, puesto que de ello
porción transversal/longitudinal es de 3:2 con un pro-
depende evitar las complicaciones inherentes a la rein-
medio de 26 cm de anchura por 15 cm de longitud, lo
tervención quirúrgica, como son atrofia testicular, he-
cual se obtiene si se cuenta con una prótesis de 30 x 30
matomas e inguinodinia.
cm (12” x 12”) (figura 16--2).
En los casos de hernia directa (Nyhus IIIa) general-
Es importante limitar el manejo del material proté-
mente se observan sacos pequeños adheridos a la fascia
sico tratando de no exponerlo y manipularlo una vez he-
transversalis, por lo que deben disecase con cuidado pa-
cha la disección y preparada la región quirúrgica.
ra no lesionar la vejiga, ya que se tratará con defectos
Dada la gran disección requerida, la hemostasia es
mediales del orificio de Fruchaud. Es por esto que siem-
primordial para evitar en lo posible la formación de he-
pre se justifica la colocación de una sonda vesical en
matomas y seromas, que son causa de molestia posope-
todo paciente sometido a un abordaje preperitoneal (fi-
ratoria, aumentan el riesgo de infección y, sobre todo,
gura 16--1).
participan directamente en el retardo o falta de integra-
La disección de los vasos iliacos debe ser completa,
ción del material protésico.
sin olvidar que las hernias crurales (Nyhus IIIc) a este
nivel protruyen medialmente y desplazan el ligamento
lacunar o de Gimbernat, por lo que es importante la lo- Colocación de la malla
calización de este ligamento y verificar que no existan
elementos de transición entre él y la vena iliaca. Se con- Una vez que está preparado el campo quirúrgico, con-
sidera que una disección está completa cuando: feccionada la malla y el paciente se encuentra en posi-
Técnica preperitoneal de Stoppa para hernia inguinal 131

A B

CU

AD

IMI

OMP

Malla

C D SP

Figura 16--1. A. Incisión en línea media infraumbilical (IMI) para tratamiento de hernia inguinal bilateral. B. Disección del espacio
de Bogros y del cordón espermático. C. Disección y retracción del saco herniario. D. Colocación de la malla con cobertura de la
incisión (IMI) y ambos orificios miopectíneos (OMP), y sobrepasando la sínfisis púbica (SP) por debajo y a nivel del arco de Dou-
glas (AD) por arriba. Modificado del Dr. Stoppa. Amiens, Francia.

ción de Trendelenburg, se procede a introducir el vértice Cooper en toda su extensión, sin dejar de verificar que
lateral con pinzas de Rochester hasta rebasar los vasos la línea media protésica corresponda con la línea media
iliacos en dirección inferolateral. Se procede a hacer lo abdominal retropúbica.
mismo del lado contralateral, para colocar el borde infe- Para evitar la retracción de la prótesis durante la ma-
rior de la malla 1 o 2 cm por debajo del ligamento de nipulación, se recomienda dejar las pinzas de referencia
y retirarlas posteriormente.
Se continúa con la colocación preperitoneal de la ma-
lla en forma lateral y se verifica que quede colocada a
26 cm
una distancia no mayor de 1 cm de la cresta iliaca ante-
E Editorial Alfil. Fotocopiar sin autorización es un delito.

rosuperior, entonces se dirige hacia la línea media supe-


rior para colocar el vértice medio de la “barra militar”10
y en este sitio fijarla a la fascia umbilical con un solo
punto de material absorbible.
Se retiran todas las pinzas de sujeción y se inspeccio-
na cuidadosamente que la malla no se haya enrollado o
15 cm retraído y que todos los potenciales orificios queden
cubiertos (figura 16--3). Para evitar la lesión nerviosa o
visceral es importante obviar el uso de más puntos de
sujeción, sean suturas o tackers.
Figura 16--2. El diseño de la malla protésica guarda la forma
Dada la gran disección implícita en el procedimiento,
de “barras militares” y se coloca preperitonealmente en la será importante colocar drenajes cerrados y valorar su re-
forma presentada. tiro de acuerdo con el gasto y evolución de cada paciente.
132 Hernias de la pared abdominal. Tratamiento actual (Capítulo 16)

Figura 16--3. Vista posterior de la colocación de la malla,


que cubre los orificios miopectíneos, la incisión en la línea
media y la diástasis de rectos si ésta existiera. Modificado Figura 16--4. Paciente con hernia inguinal bilateral operado
del Dr. Stoppa. Amiens, Francia. en dos ocasiones por vía anterior. Hernia incisional por
apendicectomía con un intento de plastia previa. Candidato
Respecto al uso de antibióticos, se acepta que los cri- ideal para la técnica de Stoppa.
terios para su administración se justifican en los casos
intervenidos en hospitales con un índice de infecciones
mayor de 4% y que no sigan manuales de procedimien- CONCLUSIONES
tos en forma rigurosa, o en los pacientes de alto riesgo,
como los que padecen diabetes mellitus o estados de in-
munocompromiso.
Los abordajes preperitoneales casi siempre son una ex-
celente opción para el tratamiento de los defectos masi-
vos o difíciles de la pared abdominal (figura 16--4). Sin
CONTROL POSOPERATORIO embargo, requieren experiencia quirúrgica para la ade-
cuada disección y colocación del material de conten-
ción, pero sobre todo para evitar las potenciales compli-
caciones inherentes a una gran disección en una zona
La colocación de un catéter peridural permite un mejor poco conocida y con muchas estructuras.
control posoperatorio del dolor con la aplicación de Se requiere experiencia o asesoría, en caso de carecer
analgésicos mediante bomba de infusión continua; si se de ella, cuando se piense en realizar este tipo de procedi-
agrega una sonda vesical durante las primeras 12 h, se mientos. Se está a la espera de estudios complementarios
evitara la retención urinaria que suele acompañar a este que aborden las complicaciones tardías relacionadas con
tipo de procedimientos. No existe otra recomendación la colocación preperitoneal de material protésico, como
que no sea la deambulación temprana, para cubrir los son la cirugía prostática y los abordajes quirúrgicos para
cuidados básicos posquirúrgicos. padecimientos vasculares, en especial iliacos.

REFERENCIAS
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toneal hernia repair for all types of hernia of the groin. Am J hus LM, Baker RJ (eds.): Mastery o surgery. 2ª ed. Boston
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tions. WJS 1989;13:541. thetic mesh for the repair of groin hernias. Postgrad Med J
3. Petit J, Stoppa R: Evaluation expérimentale des reactions 1992;4:150.
tissulaires autour des prostheses de la paroi abdominale en 7. Condon RE: Incisional hernias. En: Nyhus LM, Condon RE:
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5. Stoppa RE, Warlaumont CR: The midline preperitoneal cal Press, 1994:107--114.
Capítulo 17
Técnica de hernioplastia libre
de tensión Lichtenstein
Parviz K. Amid

INTRODUCCIÓN tacto, sino que se refuerza la totalidad del piso inguinal


con la colocación de una hoja de malla. La prótesis se
coloca entre el piso inguinal y la aponeurosis del obli-
cuo mayor, extendiéndose más allá del triángulo de
Desde hace más de un siglo el éxito de una reparación Hesselbach, para proveer un adecuado recubrimiento
de hernia se ha medido por su índice de recidivas. En de malla sobre las estructuras de la ingle. A causa del au-
1966 Lichtenstein atrajo por primera vez la atención de mento de presión intraabdominal originado por el es-
los cirujanos sobre la importancia del periodo de inca- fuerzo, la contracción del oblicuo mayor aplica una con-
pacidad después de una hernioplastia. Con el objetivo de trapresión sobre la malla, que se utiliza a favor de la
disminuir el dolor posoperatorio, el periodo de recupera- reparación. El procedimiento es terapéutico y profilác-
ción y los índices de recurrencias, en junio de 1984 se tico, pues protege por completo las zonas susceptibles
creó, en el Instituto Lichtenstein, el proyecto de hernio- de herniación en la ingle de futuros efectos adversos
plastia libre de tensión. En EUA y Europa la hernioplas- metabólicos y mecánicos. Se prefiere la anestesia local
tia libre de tensión es sinónimo de plastia de Lichtens- para las hernias inguinales reductibles en adultos.1 Es
tein, por lo que en este capítulo el término se usa simple, segura, efectiva, económica y sin efectos secun-
indistintamente para referirse a la misma plastia. El con- darios, como náuseas, vómitos o retención urinaria.
cepto se basa en el origen degenerativo de las hernias in- Además, la anestesia local administrada antes de hacer
guinales, el cual resulta en destrucción del piso inguinal la incisión produce un efecto analgésico prolongado por
y en el hecho de que las reparaciones tradicionales con vía de la inhibición en la formación de moléculas noci-
tejidos propios se relacionan con una excesiva tensión en ceptivas locales.1 Actualmente se encuentran disponi-
la línea de sutura. bles varios agentes anestésicos. Sin embargo, el autor de
En la actualidad la comprensión de la función del de- este capítulo y su grupo eligen una mezcla de 50:50%
sequilibrio de la proteasa--antiproteasa en la patogénesis de lidocaína (XylocainaR) a 1% y bupivacaína (Mar-
de las hernias inguinales conduce a un nuevo concepto en
E Editorial Alfil. Fotocopiar sin autorización es un delito.

cainaR) a 0.5% con epinefrina a 1/200 000.


la patología de las hernias de la región inguinal y las cau-
sas de los fracasos en su tratamiento quirúrgico.17
El uso de tejidos deficientes, especialmente bajo ten- TÉCNICA ANESTÉSICA
sión, es una violación a los más básicos principios de la
cirugía. Incluso la aproximación del tendón conjunto a
estructuras como el ligamento inguinal o el tracto iliopú-
bico resultan en un ensanchamiento del anillo femoral y Casi siempre es suficiente un promedio de 45 mL de
en el desarrollo de una hernia femoral iatrogénica. mezcla anestésica de lidocaína y bupivacaína para una
En la hernioplastia libre de tensión no se suturan es- hernioplastia unilateral, la cual se administra de la si-
tructuras anatómicas que normalmente no están en con- guiente manera.

133
134 Hernias de la pared abdominal. Tratamiento actual (Capítulo 17)

Infiltración subdérmica inguinal antes de cerrar la aponeurosis del oblicuo ma-


yor y con otra infiltración del espacio subcutáneo antes
Se infiltran aproximadamente 5 mL de la mezcla a lo de cerrar la piel.6
largo de la línea de incisión con una aguja del No. 25 de La anestesia epidural se prefiere para la reparación de
5 cm de longitud, insertada dentro del tejido subdérmico hernias inguinales irreductibles. Los medicamentos ad-
y paralela a la superficie de la piel. La infiltración conti- ministrados por el cirujano o por el anestesiólogo, como
núa conforme la aguja avanza. El movimiento de la agu- “sedación consciente” de acción rápida intravenosa,
ja mientras se infiltra reduce la probabilidad de inyec- agentes ansiolíticos y agentes amnésicos, como el pro-
ción intravascular del medicamento, porque incluso si pofol (DiprivanR), reducen la ansiedad del paciente.
la aguja penetrara en un vaso sanguíneo, la punta no per- Esto disminuye también la cantidad del agente anestési-
manece suficiente tiempo como para pasar una conside- co local requerido, sobre todo en la reparación de her-
rable cantidad de anestésico. Este paso bloquea las ter- nias inguinales bilaterales.
minaciones nerviosas subdérmicas y reduce la molestia
de la infiltración intradérmica, lo cual constituye el paso
más molesto en la anestesia local. TÉCNICA DE LA OPERACIÓN

Infiltración intradérmica Se hace una incisión de 5 cm a partir del tubérculo púbi-


co y se extiende lateralmente sobre una línea de Lan-
La aguja colocada en el espacio subdérmico es retirada gers, para proporcionar una excelente exposición del
lentamente hasta que la punta alcanza el nivel intradér- tubérculo púbico y del anillo interno. Después de la in-
mico. Sin extraer la aguja por completo se infiltra la der- cisión en la piel, la aponeurosis del oblicuo mayor se
mis, inyectando lentamente cerca de 3 mL de la mezcla abre y su hoja inferior se libera del cordón espermático.
a lo largo de la línea de incisión. Entonces, la hoja superior del oblicuo mayor es liberada
del músculo oblicuo menor subyacente hasta que se
aprecia su aponeurosis color plata.
Infiltración subcutánea profunda El espacio de disección entre estas dos capas es avas-
cular y su liberación puede hacerse rápidamente sin oca-
Un total de 10 mL de la mezcla se inyecta profundamen- sionar trauma. La separación alta de estas capas tiene un
te en el tejido adiposo subcutáneo a través de la aguja doble beneficio, pues mejora la visualización del nervio
insertada verticalmente (perpendicular a la superficie iliohipogástrico (figuras 17--1 y 17--2) y crea un amplio
de la piel). Se continúa con la infiltración mientras la espacio para la inserción de una gran hoja de malla que
aguja se mantiene en movimiento para reducir la proba-
bilidad de infiltración intravascular.

Nervio iliohipogástrico
Infiltración subaponeurótica Aponeurosis del
oblicuo mayor
Alrededor de 10 mL de la mezcla del anestésico se infil-
tran inmediatamente debajo de la aponeurosis del obli-
cuo mayor a través de una ventana creada en el tejido Nervio
subcutáneo en la esquina lateral de la incisión. Esta ilioinguinal
infiltración expande el cerrado canal inguinal y aneste-
Rama genital
sia los tres nervios mayores de la región mientras el te- del nervio
jido subcutáneo se termina de incidir. Aponeurosis y genitofemoral
A veces es necesario infiltrar algunos mililitros de músculo oblicuo
menor Vasos espermáticos externos
anestésico en el tubérculo púbico, alrededor del cuello
de la hernia y dentro de los sacos indirectos, para lograr Figura 17--1. El cordón espermático y su cubierta cremasté-
una anestesia local completa. rica, el nervio inguinal, los vasos espermáticos externos y el
La anestesia local se puede prolongar con la irriga- nervio genital se levantan, y las fibras cremastéricas se se-
ción de 10 mL de la mezcla anestésica dentro del canal paran longitudinalmente hasta el nivel del anillo interno.
Técnica de hernioplastia libre de tensión Lichtenstein 135

que, si no se liga un saco herniario indirecto, no se incre-


menta el riesgo de recidivas.18 Con el fin de minimizar
el riesgo de orquitis isquémica, los sacos herniarios es-
crotales no deslizantes se resecan en un punto medio del
canal inguinal, dejando in situ la porción distal del mis-
mo. Sin embargo, hay que incidir la pared anterior del
saco distal para prevenir la formación de hidrocele pos-
operatorio.
En caso de que las hernias directas sean grandes, se
debe invertir el saco con una sutura absorbible. Se re-
quiere una exploración de la ingle para descartar la coe-
xistencia de hernias intraparietales (intersticiales), her-
nias bajas de Spiegel o hernias femorales. El anillo
femoral se evalúa rutinariamente a través del anillo in-
Figura 17--2. La esquina medial del parche sobrepasa el tu- guinal profundo al espacio de Bogros. Se usa un seg-
bérculo púbico entre 1 y 1.5 cm.
mento de malla de 7.5 X 15 cm. El autor prefiere las
mallas de polipropileno monofilamento, porque la tex-
tura de su superficie promueve la fibroplasia y su estruc-
pueda sobrepasar el oblicuo menor arriba del piso ingui- tura monofilamentosa no alberga o perpetúa las infec-
nal. El cordón y su cubierta de cremáster son separados ciones.3 La parte medial de la malla se corta de acuerdo
del piso del canal inguinal y del hueso púbico a una dis- con la forma de la esquina medial del canal inguinal.
tancia de hasta 2 cm distales al tubérculo púbico. Con el cordón separado medialmente, se sutura la esqui-
El plano anatómico entre el tejido cremastérico adhe- na redondeada con un material de sutura monofilamen-
rido al hueso del pubis es avascular, por lo que no hay to no absorbible al tejido aponeurótico sobre el hueso
riesgo de dañar el flujo sanguíneo testicular. Durante la púbico, sobrepasando la vaina del recto anterior 1 o 1.5
disección del cordón debe tenerse cuidado de incluir el cm (figura 17--2). Este paso es crucial en la reparación,
nervio ilioinguinal, los vasos espermáticos externos y el ya que, si se omite cubrir este hueso con la malla, es muy
nervio genital, con el fin de asegurar que se preserve este probable que se presenten recurrencias. Se debe evitar
último, el cual siempre está en yuxtaposición a los vasos tomar el periostio del hueso. La sutura es continua (con
espermáticos externos (figura 17--1). El autor ha encon- no más de cuatro pasos) y fija el borde inferior de la ma-
trado que este método para preservar el nervio genital lla al ligamento inguinal hasta un punto exactamente la-
es simple y seguro, en comparación con el método de di- teral al anillo interno. Suturar la malla más allá de este
sección del “cordón menor” (método en el cual el nervio punto es innecesario y podría dañar el nervio femoral.
genital y los vasos espermáticos externos son separados Si se encuentra una hernia femoral concurrente, se debe
del cordón en forma conjunta y llamándole “el cordón agregar una extensión triangular a la malla y fijarla al li-
menor” y es pasado a través de una abertura entre la lí- gamento de Cooper 1 o 2 cm debajo de la línea de sutura
nea de sutura de la malla al ligamento inguinal). El ner- con el ligamento inguinal, a fin de cerrar el anillo femo-
vio iliohipogástrico también debe preservarse. ral (figura 17--3).
Para poder explorar el anillo interno en los sacos hernia- Se hace un corte en la parte lateral de la malla y se
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rios indirectos se incide la vaina cremastérica longitudinal- crean dos colas: una amplia (dos tercios) arriba y otra
mente hasta el anillo profundo. La disección completa con angosta (un tercio) abajo.
el corte de todas las fibras cremastéricas alrededor del cue- La cola amplia superior se toma con una pinza he-
llo del saco herniario es innecesaria y puede lesionar los mostática y se pasa hacia la cabeza del paciente debajo
nervios, los pequeños vasos sanguíneos y el conducto de- del cordón espermático, para colocar el cordón entre las
ferente; además, puede ocasionar que el testículo descien- dos colas de la malla (figura 17--4).
da más y quede colgante en el escroto. La cola amplia es cruzada y colocada sobre la cola
Los sacos herniarios indirectos son liberados del cor- angosta, y ambas se detienen con la pinza hemostática
dón más allá del cuello del saco e invertidos dentro del (figura 17--5). Con el cordón retraído hacia abajo y la
abdomen sin ligarlos. Debido a la presión mecánica y a hoja superior del oblicuo mayor retraída hacia arriba, el
los cambios isquémicos, se ha indicado que la ligadura borde superior del parche es suturado en su lugar con
de un saco peritoneal altamente inervado es una causa dos suturas simples: una en la vaina del recto y otra en
importante de dolor posoperatorio.18 Está demostrado la aponeurosis del oblicuo menor, a nivel del anillo in-
136 Hernias de la pared abdominal. Tratamiento actual (Capítulo 17)

CE
M D

LI OM
OMe
TA
PM FT
ER Pe
LC

P M
Figura 17--5. Cruzamiento de las dos colas.
PM

Figura 17--3. OM: aponeurosis del oblicuo mayor; OMe: muy importante, puesto que produce una apropiada la-
músculo oblicuo menor; TA: aponeurosis del transverso; FT: xitud (configuración de domo) en el parche de malla
fascia transversalis; Pe: peritoneo; ER: espacio de Retzius; cuando dicha tracción es suspendida. La laxitud asegura
LC: ligamento de Cooper; P: pubis; LI: ligamento inguinal;
una verdadera reparación libre de tensión y se ocupa
CE: cordón espermático; M: malla; PM: pestaña triangular de
la malla (en caso de hernia femoral); D: abultamiento en for- cuando al paciente se le hace pujar o toser durante la
ma de domo de la malla (en línea punteada). operación, o asume la posición erecta. Algo más impor-
tante es que esta laxitud compensa el encogimiento o
contracción futura de la malla, que es de aproximada-
terno. En ocasiones el nervio iliohipogástrico tiene un mente 20%, según estudios clínicos y de laboratorio.3
curso anormal y se sitúa contra el borde superior de la Con una sutura monofilamento no absorbible se fijan
malla, por lo que una apertura en la malla acomodará los bordes inferiores de cada una de las dos colas al liga-
adecuadamente el nervio. Es importante evitar suturas mento inguinal justo en seguida del nudo dejado por la
del borde superior de la malla al borde interno del obli- sutura continua de la malla al ligamento inguinal. El
cuo menor (arco del transverso), debido a que el nervio cruzamiento de las dos colas forma una configuración
iliohipogástrico puede cruzar de manera intramuscular similar a la del cabestrillo normal de la fascia transver-
y ser lesionado por la aguja o atrapado por la sutura.20 salis, responsable de la integridad normal del anillo in-
La retracción hacia arriba de la hoja superior de la apo- terno. Además, este cruzamiento crea el abombamiento
neurosis del oblicuo mayor durante la reparación es o domo de la malla que asegura una reparación libre de
tensión en el área del anillo interno.
El exceso de malla en la parte lateral se corta y se de-
jan al menos 5 cm más allá del anillo interno. Esta parte
se introduce debajo de la aponeurosis del oblicuo mayor
Nervio ilioinguinal (figura 17--6), que entonces se cierra sobre el cordón
con sutura absorbible. La fijación de estas colas de la
Vasos espermáticos malla al músculo oblicuo menor y al anillo interno en di-
externos rección lateral es innecesaria y podría resultar en atrapa-
miento del nervio ilioinguinal con el punto de sutura.

EVALUACIÓN DE RESULTADOS

De acuerdo con lo reportado por más de 200 autores de


Figura 17--4. El cordón espermático se sitúa entre las dos Europa y EUA, los resultados de la hernioplastia libre
colas de la malla. de tensión (técnica de Lichtenstein) son los siguientes.
Técnica de hernioplastia libre de tensión Lichtenstein 137

actividades laborales después de una hernioplastia libre


de tensión (independientemente de su abordaje) es de 2
a 14 días, dependiendo de la ocupación del paciente.
Como se ha publicado en diferentes series, el retorno a
las actividades laborales después de una reparación
abierta libre de tensión en hernias inguinales bilaterales
es de máximo dos días más que la reparación unilate-
ral.13,19 Esto es igualmente comparable con el retorno al
trabajo después de la reparación laparoscópica de her-
nias inguinales bilaterales.

Índice de recurrencias
Figura 17--6. Los bordes inferiores de las dos colas son
suturados al ligamento inguinal para crear un nuevo anillo
interno hecho de malla. El índice de recurrencias reportado para este procedi-
miento es menor de 1%. Durante el desarrollo de la her-
nioplastia libre de tensión (Lichtenstein) muchos pacien-
tes del Lichtenstein Hernia Institute tuvieron recidivas
Dolor posoperatorio como resultado de algunos errores técnicos. Tres her-
nias recurrieron a nivel del tubérculo púbico, porque no
Sin importar que el abordaje sea abierto o laparoscópico, se cubrió con la malla una porción más allá del tubércu-
la reparación libre de tensión produce un mínimo dolor lo púbico. Otra fue consecuencia de la disrupción total
posoperatorio y requiere la administración de una mode- de la malla al ligamento inguinal, ya que la malla era
rada cantidad de analgésicos durante un periodo de uno muy angosta. Las lecciones aprendidas de estas recu-
a cuatro días. Muchos estudios aleatorizados, incluidos rrencias condujeron a dejar un excedente de malla que
los de Horeyseck11 y Filipi,10 no muestran diferencias sobrepasara el tubérculo púbico, a incrementar la ampli-
estadísticas en el dolor posoperatorio después de una tud de la malla a cerca de 7.5 cm y a mantener la malla
operación libre de tensión, en comparación con la técnica ligeramente arrugada (abombada) en el piso inguinal.
laparoscópica libre de tensión. De hecho, en un estudio Estos refinamientos, adoptados por dicho autor a finales
de Kawji14 con cinco muestras se compararon las repara- de la década de 1980, sirvieron para disminuir el dolor
ciones de Lichtenstein bajo anestesia local, la de Lich- posoperatorio y compensar el encogimiento futuro de la
tenstein bajo anestesia general, la laparoscópica, la de malla, con el fin de evitar recurrencias.2,3
Shouldice y la reparación con abordaje preperitoneal, y
se demostró que el dolor posoperatorio y los requeri-
mientos de analgésicos fueron menores después de las Complicaciones
reparaciones de Lichtenstein efectuadas con anestesia
local, seguidas por las de Lichtenstein bajo anestesia Las infecciones, los hematomas y los seromas ocurren
general, la reparación laparoscópica, el procedimiento de en aproximadamente 1% de los casos. Las más graves
Shouldice y la reparación preperitoneal. Esto no signi- complicaciones asociadas con la técnica son la neural-
E Editorial Alfil. Fotocopiar sin autorización es un delito.

fica que un procedimiento sea menos doloroso que otro, gia crónica y la atrofia testicular, que ocurren en un por-
sino que únicamente concluye que las reparaciones libres centaje menor de 1%.
de tensión (independientemente del abordaje) se asocian
con una mínima molestia posoperatoria y con una rápida
recuperación y regreso a las actividades habituales. CONSIDERACIONES TÉCNICAS

Retorno a las actividades laborales


Como su nombre lo indica, la principal meta de la her-
El retorno al trabajo después de una operación de hernia nioplastia libre de tensión es conseguir una reparación
constituye un tema socioeconómico complejo que de- libre de tensión, no únicamente en la mesa de operacio-
pende en gran medida de la educación posoperatoria del nes donde el paciente está acostado, sino también en el
paciente y su motivación. En general, el retorno a sus posoperatorio, a pesar de los efectos adversos, como son
138 Hernias de la pared abdominal. Tratamiento actual (Capítulo 17)

el gradiente de presión intraabdominal y la contracción Nervio iliohipogástrico


de la malla.

Gradiente de presión intraabdominal

El estudio de Drye acerca de la presión intraabdominal Nervio


demostró una presión media de 8 cmH2O con el pacien- genital
te acostado. Cuando éste estuvo de pie, la presión intra-
abdominal en el área pélvica se incrementó a 11 cmH2O.
Las diferentes actividades, como el esfuerzo y el vómi- Vasos espermáticos
Nervio ilioinguinal externos
to, incrementan la presión a más de 80 cmH2O. El au-
mento de la presión intraabdominal ocasiona una pro- Figura 17--7. Extensión de la malla más allá de los límites
trusión hacia delante de la pared abdominal inferior, del piso inguinal, como se aprecia en la línea punteada.
sobre todo en la fascia transversalis. Cuando la repara- Abultamiento preformado, en forma de domo de la malla.
ción es libre de tensión, la protrusión de la fascia trans-
versalis queda protegida.
3. Asegurar la malla con dos suturas interrumpidas
en su borde superior y una sutura continua con no
Contracción de la malla más de cuatro pasadas en el borde inferior de la
malla (figura 17--7). La fijación de la malla previe-
ne movimientos y dobleces que pueden originar
La contracción o encogimiento de la malla también se recurrencia.
considera durante la reparación libre de tensión. De 4. Dejar la malla con una pequeña laxitud en forma
acuerdo con estudios clínicos y de laboratorio que el de domo (figuras 17--3 y 17--7), para contrarrestar
autor de este capítulo y su grupo reportaron en 1996, el la protrusión frontal de la fascia transversalis
encogimiento de la malla es de 20% en ambas direccio- cuando el paciente se pone de pie y, aún más im-
nes después de ser implantada, lo cual confirmaron portante, para compensar la contracción de la ma-
Klinge y col. en 1998 y Ureña y col. en el año 2000. Sin lla. El excedente de malla que forma el domo tiene
embargo, esta pérdida es secundaria a la escarificación dos funciones:
del tejido del receptor, la cual ocasiona que la malla se a. Antes de que la malla sea infiltrada por los teji-
contraiga conforme se desarrolla tejido cicatrizal. En dos del paciente, la presión intraabdominal es
los inicios de las operaciones de hernioplastias libres de aplicada únicamente en la línea de sutura ma-
tensión se encontraron muchas recurrencias. A finales lla--tejido. Durante esta fase del curso posope-
del decenio de 1980 estos fracasos, junto con la conside- ratorio la malla extra del domo protege la repa-
ración del gradiente de presión intraabdominal y la con- ración y contrarresta la presión frontal de la
tracción de la malla, llevaron al establecimiento de los fascia transversalis causada por el incremento
siguientes principios:2 de la presión intraabdominal.
b. Alrededor de un mes después de la cirugía,
1. Usar un segmento de malla grande que se extienda cuando los tejidos infiltran la malla y ésta se
2 cm mediales al tubérculo púbico, entre 3 y 4 cm contrae por efecto del proceso de cicatrización,
arriba del triángulo de Hesselbach y entre 5 y 6 cm el excedente de malla del domo compensa este
en sentido lateral al anillo interno (figura 17--7). encogimiento.
Se sugiere usar una hoja de malla de 7.5 x 15 cm 5. Identificar y proteger los nervios ilioinguinal, ilio-
para facilitar el manejo y entonces cortar 3 o 4 cm hipogástrico y genital. El nervio iliohipogástrico
de su lado lateral. puede ser identificado fácilmente cuando se inicia
2. Cruzar las colas de la malla detrás del cordón es- la separación de la aponeurosis del oblicuo mayor
permático para evitar recurrencia lateral en el anillo para hacer el espacio adecuado donde se alojará la
interno (figura 17--7). Suturar las colas juntas en malla de 7.5 cm de anchura (figura 17--1). La sepa-
posición paralela, sin cruzarlas, es una causa cono- ración de estas dos capas es fácil, rápida y avascu-
cida de recurrencia en el área del anillo interno. lar, porque normalmente hay un plano de clivaje
Técnica de hernioplastia libre de tensión Lichtenstein 139

entre las capas del oblicuo mayor y el menor. El Las series publicadas por varias universidades euro-
nervio genital se protege con la preservación de la peas demuestran que la hernioplastia libre de tensión
fácilmente visible vena espermática externa azul Lichtenstein puede ejecutarse con seguridad bajo anes-
(“línea azul”) y del cordón espermático, mientras tesia local y permite la inmediata movilización del pa-
es disecado del piso inguinal (figura 17--1). La ciente, menores costos y molestias, que son mínimas.
preservación de la vena espermática externa pro- Además, los índices de recurrencia publicados son uni-
tege el nervio genital, que siempre va junto a la formemente bajos (1% o menos) cuando se efectúa la
“línea azul”. plastia de Lichtenstein. Muchos metaanálisis de estudios
aleatorizados bien controlados de plastias inguinales
Recientemente se desarrolló un dispositivo de malla laparoscópicas contra reparaciones abiertas no demues-
(Davol, Cranston, Rl) con las mismas forma y dimen- tran diferencias cuando la reparación laparoscópica es
siones del área del piso inguinal que deberá ser cubierto comparada con la plastia Lichtenstein libre de ten-
y tiene un segmento en forma de domo (figura 17--7) sión.8,9 De manera similar, los estudios prospectivos
que llena todos los principios de la reparación abierta li- aleatorizados analizaron la reparación de Lichtenstein
bre de tensión, facilita el procedimiento y ayuda a evitar con malla detrás de la fascia transversalis e indicaron
recurrencias. que no hay diferencia en los índices de recurrencia.7 Es-
Dado que ya tiene elaborado un domo con la laxitud tos estudios también concluyeron que la reparación de
requerida, no hay necesidad de suturar las colas de la Lichtenstein fue más fácil de efectuar, de enseñar y de
malla al ligamento inguinal (como debe hacerse cuando aprender.
se usa una malla plana normal). En lugar de esto, las dos Más de 20 años después de iniciada la hernioplastia
colas simplemente se suturan juntas al traslaparlas de libre de tensión, en 1984, y 10 años después de la publi-
0.5 a 1 cm, lo cual simplifica la operación. cación de la primera serie de hernioplastia abierta libre
de tensión, en 1989, la operación ha sido evaluada en
grandes series y ha ganado aceptación entre los ciruja-
CONCLUSIONES nos de todo el mundo. En efecto, una encuesta reciente
en Inglaterra mostró que 70% de los cirujanos británi-
cos están empleando la técnica de Lichtenstein como
Desde la introducción de la hernioplastia libre de ten- método de hernioplastia inguinal.16 Asimismo, el Ame-
sión (Lichtenstein) en 1984, una gran cantidad de estu- rican College of Surgeons ha seleccionado el procedi-
dios han evaluado y comparado esta técnica con otros miento como la “regla de oro” en la reparación herniaria
tipos de reparación herniaria en relación con el dolor inguinal.
posoperatorio, el tiempo de incapacidad posoperatoria, Las grandes series y estudios aleatorizados indican
las complicaciones, los costos y los índices de recurren- que los excelentes resultados de la operación abierta
cia. Los estudios comparativos de diferentes institucio- libre de tensión dependen en menor medida de la expe-
nes evaluaron las mismas hernioplastias convencionales riencia del cirujano que los resultados de las reparacio-
(con tensión) y se caracterizan por tener considerables nes convencionales con tensión y las reparaciones lapa-
variaciones en los resultados entre una institución y roscópicas, lo cual avala la simplicidad de la operación
otra, mientras que los estudios de la hernioplastia abier- y su corta curva de aprendizaje.11,16 La misma técnica
ta libre de tensión reportan una constante uniformidad puede ser aplicada con seguridad en todas las hernias in-
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en sus resultados, lo cual incrementa la validación de los guinales, indirectas, directas y femorales, así como en
estudios individuales. las hernias recurrentes.

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Capítulo 18
Reparación de hernia inguinal
con la técnica mesh plug
Héctor Armando Cisneros Muñoz

INTRODUCCIÓN arrollara adherencias que contribuyeran a cerrar el de-


fecto herniario en la ingle.2 Estos métodos de invagina-
ción eran externos, pero cerca de 1870 se iniciaron los
métodos de reparación mediante abordajes abiertos; el
La hernioplastia inguinal constituye una de las interven- primero en intentar contener una hernia mediante un ta-
ciones quirúrgicas más frecuentes en el mundo, dado pón confeccionado con múltiples pliegues del saco de
que la hernia inguinal se considera un problema de salud la hernia fue Macewen (1848--1924), en Glasgow,3 que
pública. La reparación de la hernia inguinal es uno de aseguró el tapón con puntos de sutura circunferenciales
los procedimientos más antiguos y de mayor uso dentro en el anillo interno.
del arsenal de técnicas quirúrgicas del cirujano general. Con el advenimiento de la era Bassini--Halsted, en
Por ello es obligado el conocimiento amplio de la anato- 1890, y la reconstrucción formal del piso del canal in-
mía y fisiología de la región inguinal, así como el domi- guinal y del anillo profundo, el taponamiento cayó en
nio de una o varias técnicas quirúrgicas de reparación desuso y posteriormente dejó de aplicarse. A Theodore
que brinden un tratamiento óptimo para todos los tipos Billroth se le atribuye el crédito de pronosticar que el
de hernia inguinal, con lo que se obtendrán los mejores problema de la hernia inguinal no sería exitosamente re-
resultados en cuanto al índice de recidivas, dolor poso- suelto hasta que fuera posible el reemplazo artificial de
peratorio, lapso de incapacidad laboral y calidad de los tejidos dañados o debilitados. Expresó Billroth en-
vida. Hoy en día se calcula que 90% de las reparaciones tonces: “Si pudiéramos producir artificialmente tejidos
de hernia inguinal se hacen con la interposición de una con la densidad y resistencia de la fascia y el tendón, se
prótesis de malla. Entre las múltiples reparaciones li- descubriría el secreto de la curación radical de la her-
bres de tensión con prótesis de malla de polipropileno nia”.
destaca la mesh plug (tapón de malla), la cual se ha con- A partir del ingreso de la cirugía herniaria en la era
vertido en la preferida de un gran sector de los cirujanos “moderna”, hace unos 110 años, todas las herniorrafias
generales, pues ha tenido una rápida aceptación y creci- inguinales basadas en la reconstrucción con tejidos pro-
E Editorial Alfil. Fotocopiar sin autorización es un delito.

miento internacionales, ya que es de ejecución sencilla pios del paciente han tenido como defecto común la
con buenos resultados y de costo accesible. aplicación de tensión sobre las líneas de sutura,4 sin im-
Desde la perspectiva histórica, el uso de tapones para portar cuáles sean las estructuras musculoaponeuróti-
la reparación de hernia inguinal se remonta a 1830 con cas que se aproximan, o cuál sea el nombre concedido
Nicholas Gerdy (1797 a 1856), en París, que utilizó un a dichas técnicas (Bassini, Halsted, Marcy, McVay,
pliegue invertido con la piel del escroto mantenido en Shouldice, etc.). Todas estas técnicas son complejas y
su sitio con suturas para ocluir un defecto herniario en emplean colgajos o injertos de tejidos, transposición de
el conducto inguinal.1 Posteriormente se utilizaron di- varias capas de estos tejidos y diversidad de incisiones
versos materiales extraños al cuerpo, como trozos de relajantes, sin lograr una disminución de la tensión en
madera, para inducir una reacción inflamatoria que des- las líneas de sutura, lo cual resulta finalmente en males-

141
142 Hernias de la pared abdominal. Tratamiento actual (Capítulo 18)

tar e incomodidad para el paciente, incapacidad laboral moldeada con forma de cono o sombrilla.9,11 Gilbert ob-
y rehabilitación prolongada, con tasas de recurrencia servó que dicha configuración desplegada se adhería y
muy altas, inguinodinia crónica y mala calidad de vida. fijaba por sí misma al lado profundo de la pared abdomi-
Además de la tensión soportada en las líneas de sutura, nal en una superficie circunferencial mayor que la del
están los desórdenes genéticos, bioquímicos, metabóli- tapón enrollado como cigarrillo.12--14
cos y ambientales del tejido colágeno, que exacerban Para una mejor comprensión del desarrollo constante
los índices de fracaso.5 Las técnicas compartían el prin- de los tapones de malla y del concepto de herniorrafia
cipio común de que las reparaciones de una hernia in- “sin tensión” es necesario conocer la clasificación de las
guinal deberían efectuarse con estructuras fuertes que hernias inguinales descrita inicialmente por Gilbert y
garantizaran una resistencia adecuada. Posteriormente ampliada por Rutkow y Robbins.15,16 Este sistema está
aparecieron otras técnicas con el mismo fundamento, sustentado en el estado del piso inguinal, en la compe-
pero que además consideraban la fisiología de la región tencia del anillo inguinal interno y en la integridad de la
inguinal, como la técnica de Nyhus, de Condon, de fascia del transverso del abdomen. Los tipos 1, 2 y 3
Shouldice, etc. corresponden a hernias indirectas, mientras que los
Uno de los avances históricos más importantes en el tipos 4 y 5 se refieren a hernias directas. En el tipo 1 el
camino para eliminar la tensión sobre las líneas de sutura anillo interno permanece normal o apretado (no dila-
se le atribuye a Francis Usher, que en 1956 publicó el uso tado), y cuando el saco herniario se reduce e invagina,
de una malla protésica de polipropileno (MarlexR) para aquél permanece en su sitio. El tipo 2 tiene un anillo
la reparación de hernias inguinales e incisionales. interno moderadamente aumentado de tamaño en su
Con la disponibilidad de material protésico seguro y diámetro, pero no rebasa los 4 cm. El tipo 3 posee el ani-
fácil de emplear, Irving Lichtenstein retomó en 1968 el llo interno dilatado con un diámetro de más de 4 cm y
término de “taponamiento” y empezó a utilizar un tapón pérdida de la función de obturador o cabestrillo. El tipo
de malla cilíndrico, enrollado a manera de cigarrillo, para 4 es una hernia directa con un defecto fusiforme en el
tratar las hernias femorales e inguinales recurrentes, cuya piso del canal inguinal. El tipo 5 es un defecto diverticu-
eficacia publicó en 1974.6 Dicho tapón se inserta en el lar en situación suprapúbica que emerge a través del
defecto femoral o en el defecto inguinal recurrente con piso del canal inguinal. El tipo 6 comprende las hernias
puntos de sutura separados para fijarlo. Después de casi con doble defecto, uno indirecto y otro directo, también
tres décadas de evaluación y seguimiento de resultados, llamadas en pantalón. El tipo 7 se aplica a todas las her-
este procedimiento ha demostrado una fehaciente efica- nias femorales.
cia.7--11 El doctor Lichtenstein y col. explicaron las razo- La referencia de los resultados obtenidos por Gilbert
nes para preferir un tapón en lugar de un parche: ocluye con los tapones en forma de cono o sombrilla y la mane-
por completo un defecto sin tensión y su ligera extensión ra como satisfacían los criterios de una herniorrafia sin
en el espacio preperitoneal impide la protrusión de epi- tensión de acuerdo con lo descrito por Lichtenstein y
plón o intestino a través del anillo, además de que un ta- Shulman,17 motivaron a los doctores Rutkow y Robbins
pón ofrece una barrera más firme que redistribuye las a utilizar en 1989 tapones de malla cónicos, fabricados
presiones y puede fijarse a un borde pequeño de tejido ci- manualmente y aplicados al principio en defectos indi-
catrizal. Por el contrario, una adecuada colocación del rectos tipos 1 y 2; más adelante, al observar los magnífi-
parche requiere una disección más amplia de los tejidos, cos resultados con los tipos 1 y 2, ampliaron el espectro
lo cual incrementa la morbilidad. En junio de 1984 Lich- de reparaciones para las hernias tipo 3, coincidiendo en
tenstein acuñó el concepto “hernioplastia libre de ten- que la única diferencia en la reparación entre los tipos
sión”, con base en los siguientes aspectos: 1, 2 y 3 radicaba en la necesidad de fijar de manera más
adecuada el tapón de malla a los márgenes del anillo in-
a. El origen degenerativo de las hernias inguinales, terno debilitado con puntos de sutura circunferenciales
cuyo resultado es la destrucción del piso inguinal. separados para mantener la prótesis en su lugar.
b. Las reparaciones convencionales con tejidos pro- A medida que aumentaron la experiencia y la con-
pios están relacionadas con una excesiva tensión fianza de Rutkow y Robbins con los tapones de tipo có-
sobre las líneas de sutura. nico, extendieron su campo de acción para incluir el tra-
tamiento de todos los tipos de hernias inguinales
Un nuevo paso en la evolución de los tapones con malla primarias y recurrentes.
a finales de la década de 1980 lo constituye el trabajo de A finales de 1991 Rutkow y Robbins utilizaban tapo-
Arthur Gilbert, quien mejoró el diseño del dispositivo nes de malla para tratar todos los tipos de hernias ingui-
a partir de una pieza de malla plana de polipropileno nales, y a mediados de 1993 publicaron los resultados
Reparación de hernia inguinal con la técnica mesh plug 143

Figura 18--1. Cono y parche manufacturados a partir de una malla plana.

de 1 700 herniorrafias con tapones de malla fabricados colocación del cordón espermático, en los hombres, y
manualmente (figura 18--1). del ligamento redondo, en las mujeres.
A finales del mismo año, auspiciados por una casa
comercial, Rutkow y Robbins contribuyeron al desarro-
llo de un tapón preformado para hernia inguinal en for- TÉCNICA QUIRÚRGICA MESH PLUG
ma de cono fabricado con malla de polipropileno (fi-
gura 18--2). Este dispositivo constaba de una capa
externa plegada y un manojo interno de ocho “pétalos”, Procedimiento preoperatorio
era más sencillo de colocar y reducía los tiempos quirúr-
gicos empleados en relación con el modelo hecho a En todos los pacientes menores de 40 años de edad y sin
mano en la sala de operaciones. En 1998 resultó eviden- antecedentes de problemas médicos no se requieren
te la gran aceptación mundial de este dispositivo, así exámenes preoperatorios. En los individuos mayores de
como el término “libre de tensión”. Al mismo tiempo se 40 años se solicitan electrocardiograma, pruebas de
creó una segunda pieza de malla plana, llamada onlay coagulación, biometría hemática completa, pruebas de
patch, como complemento del tapón, la cual se emplea coagulación y tipificación sanguínea. En los casos que
como refuerzo del piso inguinal en todas las herniorra- presentan alteraciones cardiacas, pulmonares o metabó-
fias primarias; esta pieza se aplica libremente sin ningu- licas los pacientes se remiten al médico internista para
na sutura de fijación y posee una muesca que permite la su control y aprobación para realizar el procedimiento
de manera ambulatoria. También se envían al servicio
de anestesiología para una entrevista previa a la cirugía
donde se determina el riesgo anestésico quirúrgico.
Otra de las ventajas de esta técnica es que se puede
E Editorial Alfil. Fotocopiar sin autorización es un delito.

ejecutar prácticamente con cualquier método anestési-


co, sea anestesia local asociada con sedación intraveno-
sa, anestesia regional (epidural) o anestesia general. El
autor de este capítulo prefiere la anestesia epidural, ya
que permite que el paciente realice esfuerzos que incre-
menten la presión intraabdominal, como toser o pujar,
cuando se le indica, para ayudar a probar la eficacia de
la reparación con tapón; además, en los casos de hernias
grandes, incarceradas o deslizantes permite realizar
otros procedimientos quirúrgicos. La contraindicación
para la anestesia epidural es una operación previa de es-
Figura 18--2. Cono y parche de malla prefabricados tipo palda baja o raquimedular y los casos que impidan la
PerFix plug (BardR). colocación del paciente para el bloqueo espinal.
144 Hernias de la pared abdominal. Tratamiento actual (Capítulo 18)

Justo antes de ingresar en la sala de operaciones se


afeita el vello púbico y se realiza la asepsia y antisepsia
con espuma de yodopovidona; en ocasiones se puede
colocar un protector adhesivo transparente en el sitio
quirúrgico seguido por la habitual colocación de cam-
pos. No se administran antibióticos en forma rutinaria
ni se impregna el tapón de solución antibiótica.

Técnica de la herniorrafia

Se puede abordar con una incisión oblicua o transversal


de 4 a 6 cm de longitud, siguiendo las líneas de Langers,
sobre el anillo inguinal interno, y tomando como refe-
rencias anatómicas la cresta iliaca anterosuperior y la Figura 18--3. Colocación de un tapón de malla en el anillo
espina del pubis. Se continúa con la disección por pla- interno. Modificado del Dr. Rutkow. Freehold, New Jersey.
nos anatómicos con electrocauterio, para permitir una
adecuada hemostasia y prevenir en gran medida la for-
mación de hematomas o seromas posquirúrgicos, ade- la base del saco indirecto. Tras liberar en su totalidad el
más de reducir al máximo el sangrado total, que llega a saco, no se abre ni se liga, simplemente se invagina, em-
ser menor de 10 mL. La aponeurosis del oblicuo externo pujándolo hacia atrás a través del anillo interno hacia la
se abre siguiendo la dirección del canal inguinal y hacia cavidad abdominal. Se inserta entonces el cono o tapón
el anillo inguinal externo, que se secciona sobre el plano de malla en el anillo interno, con su vértice o porción
avascular. Entre los oblicuos mayor y menor se crea por más angosta hacia el saco invaginado, y se coloca en su
disección roma un espacio cuyos límites son el ligamento posición justo por detrás del anillo interno (figura
inguinal y el borde lateral del recto abdominal, que ser- 18--3). En las hernias de tipo 1 el tapón se mantiene en
virá para la colocación ulterior de las colas del onlay su sitio gracias al “efecto velcro” del polipropileno y a
patch. Se coloca un separador automático de Adson-- que el anillo interno no está dilatado, aunque es conve-
Beckmann si se dispone de él, para proporcionar una niente fijarlo mediante una o dos suturas de poliglactina
adecuada exposición del canal inguinal desde la espina 910 calibre tres ceros, las cuales pasarán a través de la
del pubis hasta por arriba del anillo interno. Los ramos capa externa plegada de la prótesis y de los bordes del
nerviosos ilioinguinal, iliohipogástrico y genitocrural se anillo interno. No tiene importancia el calibre de la su-
preservan cuidadosamente. El paso siguiente consiste en tura ni el grosor de los tejidos tomados, puesto que dicha
la movilización completa del cordón espermático a nivel sutura no soportará ninguna resistencia. En las hernias
del tubérculo púbico (incluida la rama genital del nervio indirectas más grandes de tipo 2 y 3, el tapón deberá ser
genitocrural), rodeándolo con un tubo blando de Penrose fijado a los márgenes del anillo interno mediante puntos
para ejercer tracción sobre las estructuras del cordón y separados, para mantenerlo en su posición y evitar la
permitir su separación del saco herniario. migración o deslizamiento (expulsión). Es preciso tener
En las hernias indirectas, incluidas las hernias ingui- cuidado de no incluir la rama genital del nervio genito-
noescrotales grandes, debe realizarse el abordaje del crural en la fijación del tapón a los márgenes del anillo
saco herniario a través de una incisión en la vaina cre- profundo. Si se considera que el tamaño del tapón es ex-
mastérica con separación longitudinal de las fibras del cesivo en relación con el defecto herniario y existe la
músculo cremáster hasta el anillo inguinal profundo. La posibilidad de que el paciente lo perciba en el posopera-
separación longitudinal de las fibras cremastéricas evita torio, especialmente los pacientes muy delgados, se
la destrucción del reflejo cremastérico. Se continúa con pueden retirar algunos de los pétalos internos del tapón
la identificación del saco herniario y los elementos del para evitar esta situación.
cordón espermático, y se separan ambas estructuras me- En los casos de hernias directas fusiformes y sacula-
diante disección roma y cortante; una vez aislado el saco res o diverticulares, el tejido de la fascia transversalis
herniario, el detalle más importante de esta técnica es la debilitado que forma el saco herniario se eleva mediante
disección alta y no la ligadura y el corte del saco. Se con- una pinza, se libera de las fibras adyacentes y se realiza
sidera una disección alta completa una vez que es visua- una incisión circunferencial en la porción media del
lizada la grasa preperitoneal a nivel del anillo interno en saco, mediante electrocauterio, hasta observar la pro-
Reparación de hernia inguinal con la técnica mesh plug 145

Figura 18--4. Corte de la fascia transversalis en saco herniario directo (modificado del Dr. Rutkow. Freehold, New Jersey). La foto-
grafía de la derecha muestra la forma de seccionar la fascia transversalis con el uso del electrocauterio hasta exponer la grasa
preperitoneal (cortesía del Dr. Mayagoitia).

trusión de la grasa preperitoneal (figura 18--4). Esto crea táneos se suturan en bloque con puntos invertidos de su-
un espacio en el plano preperitoneal donde se colocará tura absorbible, y finalmente se cierra la incisión de la
el tapón de malla una vez que éste ha sido invaginado. piel con sutura intradérmica.
Cuando se coloca el tapón con su vértice hacia el espa- La reparación mesh plug también se aplica en hernias
cio preperitoneal debe fijarse mediante suturas múlti- femorales. Mediante un abordaje infrainguinal puede
ples de poliglactina 910, calibre tres ceros, en forma cir-
cunferencial en los tejidos indemnes (figura 18--5).
En una hernia mixta en pantalón, con dos defectos se-
parados y distintos, es apropiada la colocación de dos o
más tapones en cada uno de los defectos.
Todas las herniorrafias primarias directas e indirec-
tas son reforzadas con una segunda pieza de malla de
polipropileno plana (figura 18--6). Este parche de re-
fuerzo se coloca sin ninguna sutura sobre el piso del ca-
nal inguinal desde el tubérculo púbico hasta por arriba
del anillo interno, pasando por la muesca de la malla al
cordón espermático o al ligamento redondo, los cuales
quedan “abrazados”; se coloca una sola sutura para fijar
el parche alrededor del cordón espermático o del liga-
mento redondo, se cierra la abertura de la muesca y se
crea un neoanillo protésico.
E Editorial Alfil. Fotocopiar sin autorización es un delito.

Este parche de recubrimiento sirve sólo como refuer-


zo profiláctico del piso inguinal, en el caso de una repa-
ración de hernia indirecta, y para crear un nuevo anillo
protésico, en el caso de la reparación de defectos direc-
tos. No es parte integral de la reparación habitual, sino
que previene nuevos defectos mediante la reacción in-
flamatoria, la fibroplasia y la fibrosis resultantes.
Las estructuras del cordón se colocan sobre la super-
ficie anterior del onlay patch de recubrimiento. La apo-
neurosis del oblicuo mayor se sutura de nueva cuenta Figura 18--5. Colocación de un tapón de malla en el defecto
sobre las estructuras del cordón mediante sutura absor- directo, que amerita más puntos de fijación que los defectos
bible continua. La fascia de Scarpa y los tejidos subcu- indirectos. Modificado del Dr. Rutkow. Freehold, New Jersey.
146 Hernias de la pared abdominal. Tratamiento actual (Capítulo 18)

Figura 18--6. Recubrimiento del piso inguinal con parche de malla libre onlay patch. Cortesía del Dr. Rutkow. Freehold, New Jersey.

observarse la “cabeza” de la hernia femoral que protru- rrentes el procedimiento es el mismo, excepto que se
ye a través del orificio femoral y que se liberan las adhe- realiza en el anillo interno. El saco se invagina sin cortes
rencias entre el saco herniario y los tejidos adyacentes. ni ligaduras, se inserta el tapón en el defecto y se colocan
Si la abertura femoral es muy pequeña y el saco dema- suturas de sujeción en los bordes vecinos de tejido cica-
siado voluminoso para reducirse adecuadamente, se in- trizal en la forma descrita. Cuando hay espacio suficiente
tenta ampliar la abertura sobre el ligamento lacunar se puede aplicar el parche de recubrimiento de refuerzo.
(Gimbernat) en su parte medial para invaginarlo o bien
cortarlo, ligarlo y reducirlo desde afuera en el canal fe-
moral. Al tapón se le retiran todos sus pétalos interiores, PROCEDIMIENTO POSOPERATORIO
se coloca únicamente su capa plegada externa, se ocluye
el orificio femoral y se asegura con suturas interrumpi-
das a los tejidos circundantes. No se requiere parche de
recubrimiento. En general los pacientes son dados de alta entre 2 y 4 h
Las hernias recurrentes reparadas mediante la técni- después de concluir el acto quirúrgico. Se sugiere la ad-
ca con tapón merecen una atención especial, ya que esta ministración de una dosis única de analgésico, como el
técnica puede aplicarse en casi todas ellas. Al operar ketorolaco, dentro de la sala de recuperación. Para el
estos defectos se recomienda disecar lo mínimo posible, egreso se prescribe la administración de un analgésico
sin realizar intentos de rutina para identificar planos en caso de dolor. Debe incitarse al paciente a permane-
anatómicos distorsionados o inexistentes por el tejido cer activo, deambular y levantar objetos de hasta 10 kg
cicatrizal del procedimiento previo. En contraste con si así lo desea, si bien se sugiere no conducir automóvil
las reparaciones de hernias primarias, en las hernias re- durante 48 h, para evitar accidentes secundarios a la li-
currentes el cordón espermático no se moviliza en forma mitación natural de los arcos de movilidad. A todos los
habitual, ya que ello implica daño potencial a un cordón pacientes se les indica reanudar sus actividades cotidia-
espermático manipulado previamente, lo cual causaría nas, como preparar alimentos, caminar o hacer ejercicio
sangrado, desvascularización innecesaria, alta probabi- ligero desde el día siguiente, si no se sienten incómodos.
lidad de orquitis isquémica y posteriormente atrofia tes- La reincorporación a la vida laboral es decisión perso-
ticular. nal. El trabajo pesado y otras actividades intensas, como
En los casos de hernias recurrentes, que en su mayo- trotar, andar en bicicleta o jugar tenis, pueden reanudar-
ría son defectos directos, se aconseja disecar el saco hasta se en un lapso aproximado de dos semanas. Cualquier
su base en el piso inguinal. Aunque en muchas ocasiones actividad razonable puede permitirse con cierta pruden-
pueden identificarse estructuras del cordón espermático cia después de dos o tres semanas de la operación.
adheridas al saco herniario, todo lo que se requiere es se- El control posoperatorio varía en cuanto al tiempo
parar dichas estructuras del saco. Se circunscribe enton- entre una revisión y otra. El autor de este capítulo cita
ces la base del saco para facilitar la liberación de las a sus pacientes una semana después para retirar la sutura
cicatrices circundantes. En las hernias indirectas recu- de la piel y posteriormente a los 15 y 30 días, y a los 3,
Reparación de hernia inguinal con la técnica mesh plug 147

6 y 12 meses. A largo plazo se establecen citas anuales ambulatorio, con un tiempo promedio de estancia hos-
hasta completar un mínimo de cinco años. pitalaria de cuatro horas, y el resto de ellos requirieron
un día de hospitalización por diferentes motivos. No
hubo complicaciones transoperatorias ni mortalidad
RESULTADOS operatoria. A siete sujetos se les efectuó de manera si-
multánea hidrocelectomía y tres se sometieron también
a circuncisión, sin problemas adicionales. No se docu-
mentó ningún caso de retención aguda de orina luego de
De noviembre de 1996 a noviembre de 2007 el autor de la anestesia epidural y se requirieron dosis bajas de anal-
este capítulo y su grupo llevaron a cabo 879 herniorra- gésicos; el retorno a las actividades cotidianas fue a los
fias inguinales con la técnica de mesh plug. Las hernias tres días y el retorno al trabajo ocurrió a los 14 días en
eran primarias en 92% (809) de los casos y en 8% (70) promedio. Las complicaciones registradas (cuadro
eran recurrentes (cuadro 18--1). El tiempo quirúrgico 18--2) incluyeron hematomas en siete casos (0.8%),
promedio fue de 35 min para herniorrafia primaria y de edema de cordón espermático en nueve casos (1.06%),
30 min para las hernias recurrentes. seroma en 18 (2.2%), infección superficial en seis casos
La edad de los individuos varió de los 16 a los 90 (0.8%) —resueltas en forma conservadora sin la extrac-
años, con una relación hombre--mujer de 5:1. El tiempo ción del tapón o el parche—, migración del tapón no fi-
de evolución de la hernia en 80% de los casos era menor jado en un caso (0.1%) e infección profunda del mate-
de cinco años y en 20% de más de cinco años. La hernia rial protésico y reacción granulomatosa en tres casos
se identificó en el lado derecho en 642 casos (68%) y en (0.40%), que sí requirieron la remoción del tapón y el
el lado izquierdo en 237 (23%); 30 (6.84%) eran bilate- parche. En un caso (0.13%) se presentó orquitis isqué-
rales y 19 (2.16%) eran femorales. mica seguida de atrofia testicular. Las secuelas observa-
La vigilancia se llevó a cabo en 100% de los casos la das a largo plazo incluyeron induración de la herida qui-
primera semana, en 98% en el primer año, en 86% a los rúrgica en 40 casos (4.55%) y disestesia cutánea en la
dos y tres años, en 72% a los cuatro años y en 65% a los cara anterointerna del muslo y la raíz del pene en 12 ca-
cinco años. Los tipos II, III y IV de la clasificación de sos (1.3%); 45 pacientes (5.1%) presentaron algún gra-
Gilbert--Rutkow--Robbins constituyeron la mayoría de do de dolor crónico en la ingle, ocasional y no incapaci-
los defectos. A 97% de los pacientes se les dio un trato tante. Las recurrencias documentadas hasta el momento

Cuadro 18--1. Localización anatómica y clasificación física de 879 herniorrafìas reparadas


con tapón de malla (de noviembre de 1996 a noviembre de 2007)
Primaria n = 782 Recurrente n = 97
Núm. (%) Núm. (%)
Localización
Indirecta derecha 436 55.75 11 11.30
Directa derecha 76 9.71 49 50.51
Femoral derecha 13 1.66 1 1.03
E Editorial Alfil. Fotocopiar sin autorización es un delito.

En pantalón derecha 31 3.96 12 12.37


Indirecta izquierda 179 22.89 7 7.21
Directa izquierda 29 3.70 12 12.37
Femoral izquierda 6 0.76 0 0.00
En pantalón izquierda 12 1.53 5 5.15
Clasificación
Tipo 1 19 2.43 3 3.09
Tipo 2 424 54.21 13 13.40
Tipo 3 167 21.35 2 2.06
Tipo 4 105 13.42 53 54.63
Tipo 5 5 0.63 8 8.24
Tipo 6 43 5.49 17 17.52
Tipo 7 19 2.42 1 1.03
148 Hernias de la pared abdominal. Tratamiento actual (Capítulo 18)

Cuadro 18--2. Complicaciones posoperatorias blastos, lo cual conserva la fuerza del tapón de manera
indefinida.
Complicaciones Casos
La malla no está sujeta a deterioro o rechazo, aunque
Hematoma 12 1.30% se han reportado algunos casos de encogimiento o con-
Edema de cordón 7 0.79% tracción del material (polipropileno) hasta 20% en cin-
Disestesia cutánea co años. De acuerdo con la experiencia del autor y con
Infección superficial 7 0.80% los reportes del Free Hold Center de New Jersey, cuan-
Infección profunda 3 0.34%
do el tapón se coloca adecuadamente los pacientes no lo
Seroma 17 1.93%
perciben, sin importar cuál sea su constitución física.
Orquitis isquémica + atrofia testicular 3 0.34%
Tal como sucede con cualquier tipo de material protési-
Migración 1 0.11%
co implantado, la presencia de un cuerpo extraño crea
Recurrencias 2 0.22%
preocupaciones con respecto a su destino a largo plazo
Rerrecurrencias 0 0.00%
Mortalidad
y a los efectos secundarios de la malla. Sin embargo, a
diferencia de la mayoría de los otros injertos protésicos,
el polipropileno ha estado vigente durante más de 40
años, no ha mostrado efectos adversos de consideración
del corte de variables fueron siete (0.79%). El tiempo de y ha presentado una excelente compatibilidad biológica.
seguimiento de estos casos fue de 132 meses con una Existen pocas publicaciones relacionadas con tapones
media de 76. Tomando en cuenta que las recurrencias de que han erosionado estructuras viscerales o vasculares,
hernia inguinal con esta técnica se presentan en 67% de aunque hay que tenerlas en cuenta como complicacio-
los casos durante el primer año, en 26% en el segundo nes potenciales.
año y en 7% después del tercer año,18 en este estudio fue Lo más destacable de la hernioplastia con tapón es
posible inferir por la media de seguimiento que al menos que ayuda a reducir la morbilidad y el malestar posope-
93% de los pacientes tuvieron una mínima posibilidad de ratorio a corto y a largo plazos. Dado que la característi-
recurrir en el futuro. A diferencia de lo que sucede en las ca más importante e indispensable es la mínima disec-
reparaciones con tejidos propios del paciente, donde las ción, los cirujanos ya no deben trabajar bajo el concepto
recurrencias ocurren en más de la mitad de los casos des- erróneo de que cada estructura anatómica del conducto
pués de los cinco años, en la técnica con tapón de malla inguinal debe ser disecada arbitrariamente, toda vez que
y parche las recurrencias suelen presentarse en su mayor dicho traumatismo innecesario conduce a incrementar
parte durante los tres primeros años. las complicaciones, el dolor y la incomodidad del pa-
ciente.
Aunque en fechas recientes se le ha concedido gran
CONCLUSIONES importancia a las neuralgias ilioinguinal y genitocrural
(inguinodinia) secundarias a la herniorrafia inguinal, la
técnica del tapón minimiza las posibilidades de atrapar
o lesionar ramas nerviosas; además, el autor del presen-
La experiencia de 13 años del autor de este capítulo con te capítulo sugiere el uso de material absorbible para la
879 pacientes operados en el centro especializado en el fijación del tapón, puesto que al terminar su hidrólisis
tratamiento de hernias, así como un número creciente de —después de algunos meses— la estructura nerviosa
artículos en la bibliografía mundial, sirven como marco que llegase a quedar atrapada en la sutura puede liberar-
de referencia para subrayar la eficacia y las ventajas se, haciendo que desaparezcan los síntomas de neuritis.
desde el punto de vista económico, en particular el cos- Entre las complicaciones posoperatorias más temibles
to--beneficio de la hernioplastia con tapón de malla.4,9 se encuentra la orquitis isquémica con atrofia testicular
De acuerdo con sus aspectos técnicos, esta interven- secundaria. La incidencia de este problema aumenta
ción quirúrgica es sencilla, se ha estandarizado y puede cuando se intenta reparar una hernia escrotal grande o
ser aplicada para reparar prácticamente cualquier tipo recurrente, en la cual el saco está firmemente adherido
de hernia inguinal. Al contrario de la aplicación de par- a las estructuras del cordón espermático y rodeado por
che, la colocación de un tapón es mucho más simple y tejido inflamatorio o fibroso. En estos casos se reco-
más fácil de asegurar a los tejidos próximos. Su práctico mienda prescindir de la disección e identificación de
diseño de cono favorece su manejo y provee una oclu- planos anatómicos irreconocibles. Basta con aislar el
sión completa del defecto herniario. Los poros y espa- saco herniario sin movilización del cordón. En las her-
cios del tapón de malla se infiltran totalmente con fibro- nias escrotales difíciles de disecar, el saco se secciona
Reparación de hernia inguinal con la técnica mesh plug 149

en su porción media, se liga el segmento proximal y se inguinales con tapón de malla ha originado una tasa de
completa la disección alta. El segmento distal se deja en recurrencias muy baja, una gran disminución de las com-
su sitio después de extenderlo y abrirlo con electrocau- plicaciones posoperatorias y menores requerimientos de
terio, para prevenir la formación de hidrocele. insumos y equipos costosos o complejos. El procedi-
Es preciso ser cautos en los casos de enfermos con miento puede reproducirse con facilidad en cualquier
múltiples recidivas o pacientes con herniosis o enferme- centro hospitalario en virtud de su sencillez técnica y de
dades del tejido colágeno,19 y colocarles un tapón de la rápida rehabilitación que brinda, pues permite un re-
malla, puesto que la tasa de recurrencia en esta situación torno temprano a las labores y tiene grandes ventajas en
aumentaría hasta 9%; en estos casos es prudente evaluar su relación costo--beneficio.
otro método alternativo, sea una reparación laparoscó- La simplicidad de la técnica con tapón de malla, sus-
pica preperitoneal o un abordaje preperitoneal con re- tentada en su seguridad, ha permitido cambiar el am-
forzamiento protésico, mediante las técnicas de Nyhus, biente hostil de un quirófano por la tranquilidad de una
Stoppa, Wantz, etc. La creciente experiencia nacional e sala de cirugía ambulatoria, más reconfortante y menos
internacional en la reparación de casi todas las hernias onerosa para el paciente.

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E Editorial Alfil. Fotocopiar sin autorización es un delito.
150 Hernias de la pared abdominal. Tratamiento actual (Capítulo 18)
Capítulo 19
Técnica de Trabucco para hernia inguinal
Ermanno E. Trabucco, Arnaldo F. Trabucco

INTRODUCCIÓN yor —un espacio subaponeurótico—, al cual se ha


preferido llamarlo “caja inguinal” (figura 19--1).8
Se ha observado que el tamaño y la forma de este
espacio tiene mínimas variaciones de un indivi-
A través de los años se han utilizado varias técnicas qui- duo a otro.
rúrgicas, con el uso de prótesis o sin él, en las reparacio- 2. Es posible diseñar y utilizar una malla prediseñada
nes de las hernias de inguinales. en toda reparación inguinal primaria. En otras pa-
Después de que Lichtenstein introdujo el concepto labras, y desde el punto de vista virtual, una malla
de hernioplastia libre de tensión en 1986,2 ésta se con- prefabricada de tamaño universal puede ser utili-
virtió en el procedimiento de elección. Los autores de zada y acomodarse dentro del espacio subaponeu-
este capítulo empezaron a usar la reparación libre de rótico (caja inguinal) de cualquier individuo (figu-
tensión con una malla preformada a partir de 1989. ra 19--2).7,8
Entre 1989 y 1997 en el Instituto de Hernia Trabucco 3. Para que una malla preformada sea efectiva debe
se realizaron 3 422 procedimientos de hernioplastia pri- tener una consistencia rígida y poseer una memo-
marias con la técnica mencionada.7 Se utilizó una malla ria controlada (que tienda a permanecer plana, sin
preformada sola o en conjunto con un cono tridimensio- enrollarse o arrugarse).6
nal o plug, formado al doblar una malla circular a la que
se le dio forma de “dardo” y se insertó en el anillo ingui-
nal profundo de las hernias inguinales indirectas des-
pués de reducir el saco herniario.
De 1997 a 1999 se realizaron 275 hernioplastias sin
el uso del cono tridimensional. En su lugar se usó una
hoja de malla circular plana con apertura para acomodar
las estructuras del cordón en el espacio preperitoneal8 y
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en presencia de una hernia indirecta con anillo no muy


amplio se colocó una sutura para estrechar dicho anillo.
De manera rutinaria, en ambos grupos se colocó un par-
che de malla preformada (onlay patch) sin suturas de fi-
jación. Los principios de esta hernioplastia con malla
preformada sin suturas se basan en las siguientes obser-
vaciones:

1. Existe un espacio anatómico cerrado en el canal


inguinal debajo de la aponeurosis del oblicuo ma- Figura 19--1. “Caja inguinal” abierta.

151
152 Hernias de la pared abdominal. Tratamiento actual (Capítulo 19)

MALLA PREFORMADA HERTRAMESH


USADA COMO PARCHE EN EL PISO
INGUINAL (ONLAY PATCH)

Está elaborada de polipropileno monofilamento hor-


neado dentro de la estructura de la malla. La malla es
tratada, entonces, con una combinación de calor y trac-
ción a fin de apretar el tejido y aplanarla. Este proceso
permite que la malla pierda parte de su memoria (me-
moria controlada)6--7 y adquiera una forma plana, sin
tendencia a enrollarse o arrugarse. Las dimensiones de
la malla preformada están basadas en la forma y el tama-
ño promedio del espacio subaponeurótico inguinal, que
es de 10 4.5 cm. La malla tiene una apertura circular
de 1.2 cm de diámetro para la salida del cordón esper-
mático. Esta apertura se localiza a 6 cm del borde supe-
rior y a 4 cm de la base de la malla.

Figura 19--2. La malla preformada sin suturas no puede mo- RIGIDEZ DE LA MALLA
verse en el espacio anatómico cerrado (caja inguinal).

ESPACIO SUBAPONEURÓTICO Las mallas suaves colocadas en el piso inguinal sin sutu-
INGUINAL ras tienden a enrollarse y arrugarse, incrementando así
el potencial de formación de espacios muertos y recu-
rrencias.6 Las mallas duras, como la MarlexR (C. R.
Bard, Murria Hill, EUA) y el ProleneR (Ethicon, So-
Su límite superior lo forma la inserción de la aponeuro- merville, NJ, EUA), no pueden colocarse sin suturas. La
sis del oblicuo mayor sobre la vaina del recto anterior. forma en que tienden a enrollarse puede ser resultado de
Su límite inferior termina en la concavidad del borde in- la forma en que son empaquetadas. Si la malla se empa-
clinado del ligamento de Poupart. ca doblada, es obvio que tenderá a no permanecer plana.
El límite medial está formado por el tubérculo púbico Todas las mallas de polipropileno tienen memoria, in-
y el límite lateral está dado por la disección roma del es- cluso después de que se les aplican suturas de fijación.
pacio subaponeurótico, que usualmente termina a 3.5 En una técnica sin suturas la malla debe estar plana
cm mediales a la espina iliaca anterosuperior. cuando se coloque y permanecer plana durante la infil-
La parte profunda de este espacio es el piso de la ingle tración fibroblástica de sus poros, para fijarla en su lu-
(fascia transversalis) y la parte superior está formada gar.
por la cara interna de la aponeurosis del oblicuo mayor. Una malla rígida prefabricada con memoria contro-
Este espacio anatómico cerrado fue medido al practi- lada no necesita suturas cuando se coloca en un espacio
car 800 hernioplastias;4--7 las dimensiones promedio in- cerrado. Si se implanta correctamente, siempre perma-
cluyen 12 cm de la espina iliaca anterosuperior al tubér- necerá plana sin moverse y sin crear espacio muerto. Di-
culo púbico, 7 cm de la espina iliaca anterosuperior al cha malla ahorra tiempo y es fácil de colocar. Las moles-
anillo inguinal interno, 5 cm del anillo inguinal interno tias posoperatorias son mínimas y las lesiones nerviosas
al tubérculo púbico y 5 cm de la inserción de la aponeu- raras. El parche no debe hacerse a mano durante la ciru-
rosis del oblicuo mayor en la vaina del recto hacia el gía ni ser fijado con suturas.
borde inclinado del ligamento de Poupart. La contaminación del fragmento de malla ocasiona-
La malla preformada se diseñó con estas medidas da por la manipulación y el corte se evita de esta forma,
para lograr su mejor acomodo en dicho espacio subapo- así como el trauma del tejido debido a la colocación de
neurótico cerrado. suturas. Lo más importante es que una prótesis sin sutu-
Técnica de Trabucco para hernia inguinal 153

ras siempre esté libre de tensión y sin tensión a lo largo 4. Rigidez.


de la línea de sutura. Nunca se observará una malla rígi- 5. Ausencia de memoria.
da arrugada o enrollada. 6. Tendencia a permanecer planas después de su co-
locación.

La elección final fue difícil. Nueve mallas se desecha-


PRÓTESIS SIN SUTURAS ron por su tendencia a enrollarse al colocarse sin sutu-
ras. El peso promedio fue de 90 a 168 g/m2. La malla de
240 g/m2 se eliminó por su gran grosor y baja porosidad.
Dos de las 12 mallas resultaron ser “ideales”: la Hertra--
La primera malla prefabricada de MarlexR se usó en R (rígida) de 223 g/m2 y la Hertra--s (semirrígida) de
1988 y tiempo después fue encontrada enrollada y arru- 177 g/m2. La malla prefabricada Hertra7 siempre per-
gada debajo de la fascia, debido a su consistencia suave manece plana en el piso inguinal y no se encontró arru-
y a la presencia de memoria. El uso de una malla prefa- gada después de su colocación.3 Se ha reportado que
bricada de doble capa, que es una prótesis más rígida, otras mallas de polipropileno pueden encogerse hasta
se propuso en 1990,4 y se elaboró al colocar dos capas 20% y, si una de estas mallas no suturadas se encoge,
simples de MarlexR,7 una encima de la otra, y cortarlas puede incrementarse el riesgo de recurrencia. La Her-
con una soldadora eléctrica. Esta malla doble tenía la ri- tra--s fue usada en personas de peso normal y la Hertra--
gidez deseada y se hizo popular en Italia. El problema R en personas obesas.
fue que este tipo de malla no se encontraba disponible
en el mercado. Los cirujanos se vieron obligados a fa-
bricarla ellos mismos y a usar formas de esterilización MALLA CIRCULAR PARA
“ilegal”, que le restaron control de calidad. La Food and EL ESPACIO PREPERITONEAL
Drug Administration y la Comunidad Europea sólo per-
miten la esterilización de artículos médicos en plantas
industriales de esterilización aprobadas por ellos, con
reglas de control de calidad muy estrictas. Las hernias inguinales primarias son defectos planos de la
En la búsqueda de una malla de una sola capa con la delgada fascia transversalis y no tienen una profundidad
rigidez y características ideales, se fabricaron 12 nuevas real, por lo que se preferirá usar una malla plana en lugar
prótesis de polipropileno de capa sencilla, que fueron de un cono tridimensional, o plug T2, que se indica única-
implantadas en 36 pacientes sometidos a hernioplastia mente en la reparación de defectos herniarios tunelizados,
inguinal entre 1995 y 1996. como en la hernia femoral o las inguinales recurrentes.5 La
Las mallas se elaboraron con polipropileno monofila- malla plana circular es una prótesis preperitoneal que se
mento de 180 de diámetro (el diámetro del monofila- coloca alrededor del cordón espermático. Su uso debe
mento usado en las mallas suaves de MarlexR y Prole- combinarse con el parche preformado subaponeurótico en
neR es de 160 ). Cada una de las mallas tenía diferente la reparación de hernias indirectas de moderadas a grandes
estructura de trenzado, lo cual ocasionó diferencias en el (T4) o de hernias directas grandes con destrucción del piso
peso, el espesor y la porosidad, por lo que se sometieron de la ingle (pared posterior) (T5).
a calor y tracción para lograr una “memoria controlada”.
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El peso de cada prótesis se calculó en gramos por me-


tro cuadrado. El peso promedio abarcó de 90 a 240 g/m2. MALLAS (HERNIAMESH) T4 Y T5
Cuanto mayor peso tenga una malla, contará con mayor
espesor y rigidez, pero con menos porosidad. Todas las
mallas fueron evaluadas durante la cirugía en cuanto a
su capacidad para permanecer planas sin arrugarse o en- La malla circular preformada T4 tiene 5 cm de diámetro
rollarse. y un orificio excéntrico de 1 cm. Se coloca alrededor del
La prótesis ideal se eligió con base en los siguientes cordón espermático en el espacio preperitoneal con el
aspectos: orificio excéntrico hacia los vasos iliacos, donde el es-
pacio libre es limitado. El anillo profundo ensanchado
1. Menor peso. se cierra parcialmente con una sutura sobre la malla T4
2. Espesor más delgado. colocada. La contención mecánica de esta malla se ex-
3. Mayor porosidad. tiende más allá de los márgenes del defecto herniario,
154 Hernias de la pared abdominal. Tratamiento actual (Capítulo 19)

contrariamente a la contención efectuada por un cono


tridimensional, la cual se limita en el área del defecto.
Esta malla no necesita sutura, porque permanece entre
el espacio cerrado de la pared posterior (fascia transver-
salis) y los elementos del cordón espermático que se
separan por debajo de ella.
La malla T5 es una malla preformada de 5 cm de an-
chura y 10 cm de longitud, con un orificio de 1 cm para el
paso del cordón espermático. Se usa como malla preperi-
toneal y se ancla a la malla Hertramesh. La parte curva su-
perior de la malla T5 alcanza el arco aponeurótico del
músculo transverso y su borde inferior sigue el ligamento
de Cooper. La distancia entre el orificio para la salida del
cordón espermático y su parte medial es de 8 cm.

HERNIOPLASTIA INGUINAL
PRIMARIA SIN SUTURAS

Figura 19--3. Una sonda de Foley facilita la introducción de


la malla T4 alrededor del cordón espermático en el espacio
A causa de su simplicidad, las hernias indirectas se cla-
preperitoneal. La T4 se coloca alrededor del cordón y la
sifican en pequeñas, medianas o grandes. Las hernias sonda. La abertura se cierra y la T4 se coloca sobre el balón
directas se clasifican según la parte que abarcan: parte de la sonda. El anillo interno se estrecha con sutura sobre
de la pared posterior, toda la pared o destrucción de la la T4 y la sonda es retirada.
pared posterior.
Las hernias indirectas pequeñas se reparan con disec-
ción y reducción del saco dentro del anillo interno, el inguinal y permite una mejor colocación de la malla pre-
cual se estrecha con suturas; se coloca una malla prefor- formada Hertramesh.
mada Hertramesh en el piso inguinal y la aponeurosis Las hernias directas con destrucción de la pared se re-
del oblicuo mayor se cierra sobre la malla, debajo del paran mediante dos prótesis ancladas: una T5 y la Her-
cordón espermático. tramesh. Se abre la fascia transversalis y la grasa prepe-
Las hernias indirectas medianas y grandes se reparan ritoneal se diseca y retrae. Con una aguja de Reverdin
con disección y reducción del saco dentro del anillo in- se pasa el material de sutura cerca del tubérculo púbico,
terno, seguidas por la colocación de una malla T4 alre- directamente hacia el espacio preperitoneal disecado
dedor del cordón espermático en el espacio preperito- cerca del ligamento lacunar. Se toma la parte inferior de
neal. En ocasiones se usa una sonda de Foley para que la malla T5 a 2 cm de su parte medial (figura 19--4), se
con su globo inflado se facilite la creación de espacio en regresa a través de la fascia transversalis y ambos cabos
el área preperitoneal y se pueda colocar la malla. La de la sutura se anclan a la malla preformada Hertra-
sonda se introduce en el anillo interno y se infla con mesh. Se coloca otra sutura cerca de ambas aperturas
aproximadamente 30 cm3 de aire. Con esto también se para el cordón espermático de ambas mallas: la T5 y la
expone un segmento preperitoneal del cordón espermá- Hertramesh. La fascia transversalis se cierra sin tensión
tico, facilitando la introducción de la malla T4. La sonda sobre la malla T5 y las dos suturas colocadas para fijar
de Foley se desinfla y se retira. El defecto herniario de las mallas se atan con el fin de controlar la tensión entre
la pared posterior (anillo herniario) se cierra con sutura las dos mallas ancladas (figura 19--5). La distancia del
sobre la malla T4. La malla Hertramesh preformada se orificio de la malla al borde medial es de 6 cm en la ma-
coloca sobre la fascia transversalis en el piso de la ingle lla Hertramesh y de 8 cm en la malla T5, con lo que esta
(figura 19--3). última alcanza el espacio de Retzius.
Las hernias directas que toman de manera parcial o La aguja de sutura de Reverdin es un antiguo y útil
total la pared se reparan mediante reducción del saco instrumento para la colocación y control de suturas en
con una sutura continua invaginante, que aplana el piso sitios difíciles. Se consigue fácilmente en Europa, pero
Técnica de Trabucco para hernia inguinal 155

Figura 19--4. La aguja de Reverdin facilita la colocación de


Figura 19--6. La aponeurosis del oblicuo mayor se cierra
la malla T5 en el espacio preperitoneal si se le pasan dos
sobre la malla, debajo del cordón espermático.
puntos de sutura.

La aponeurosis del oblicuo mayor siempre se cierra


es difícil conseguirla en EUA. Esta herramienta combi-
sobre la malla por debajo del cordón, con el fin de que
na la aguja y un sujetador, está disponible en diferentes
éste quede entre el tejido celular subcutáneo (figura
tamaños y curvaturas y tiene un botón que controla la
19--6). La pérdida de la oblicuidad del canal inguinal,
apertura y el cierre del ojo de la aguja, de manera similar
importante en las hernioplastias con tensión, no desem-
a como lo hacen las agujas de las máquinas de coser. La
peña ningún papel en la reparación con malla. Este cierre
sutura colocada en esta aguja puede jalarse fácilmente
permite la formación de una triple capa entre el anillo
o empujarse a través de los tejidos.
interno y el tubérculo púbico, sitios que son propensos
a las recurrencias. Esas tres capas son la fascia transver-
salis abajo, la aponeurosis del oblicuo mayor arriba y la
malla preformada en medio (figura 19--7).

RESULTADOS

Entre 1989 y 1997 se llevaron a cabo un total de 3 422


hernioplastias, y entre 1997 y 1999 se realizaron 275
procedimientos. En el primer grupo se usó malla Hertra-
mesh con cono tridimensional colocado en el anillo pro-
fundo de toda hernia inguinal indirecta o sin él. En el se-
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gundo grupo se usaron 130 prótesis T4 para defectos


herniarios indirectos medianos y grandes. Sólo se estre-
chó el anillo interno con suturas en 45 casos de defectos
herniarios pequeños. La malla T5 se usó en seis casos
de hernias directas con destrucción del piso inguinal. La
malla Hertramesh se colocó sola en el resto de las her-
nias directas.
Los resultados del primer grupo ya se publicaron y,
aunque los del segundo grupo aún no, los resultados
fueron similares. Las conclusiones de 3 697 hernioplas-
Figura 19--5. La pared posterior fue cerrada sobre la malla tias se pueden resumir de la siguiente manera.
T5. Los dos puntos de sutura insertados en la malla se anu- A 97% de los pacientes se les administró anestesia
dan, para controlar su tensión. local. El tiempo promedio de estancia en el centro qui-
156 Hernias de la pared abdominal. Tratamiento actual (Capítulo 19)

cientes con dolor neurálgico persistente, pero fueron


tratados satisfactoriamente con neurectomía y en todos
ellos se usó malla suave. Se removieron dos prótesis por
drenaje persistente, ocasionado por mallas suaves que
se arrugaron. No hubo mortalidad y las complicaciones
que se presentaron fueron leves. Se observó una mínima
molestia posoperatoria, especialmente en los pacientes
que deambularon en forma temprana.

CONCLUSIONES

Los conos tridimensionales se han usado con malla o sin


Figura 19--7. Si el cordón espermático se deja debajo de la
ella en la reparación de hernias inguinales y fue la pri-
aponeurosis del oblicuo mayor, el piso de la ingle queda pro-
tegido únicamente por la fascia transversalis y la malla. Si mera vez que se usó una malla plana para sustituir el
el cordón espermático queda en el tejido celular subcutá- cono tridimensional en una reparación sin suturas. Las
neo, se forma una triple capa (fascia transversalis, malla y suturas se usaron únicamente en seis casos de hernias
aponeurosis de oblicuo mayor), la cual constituye una fuerte directas grandes con destrucción del piso inguinal (ya se
protección contra las recurrencias en las áreas propensas sabe la importancia de la rigidez de la malla preformada
a ellas.
sin suturas).
Los resultados demuestran que esta técnica es simple
y fácil de aprender. En comparación con otras técnicas
rúrgico fue de 150 min y todos los pacientes fueron ins- libres de tensión, se presentan pocas complicaciones y
truidos para caminar 3 km diarios después de la cirugía. recurrencias, así como escaso daño tisular. La técnica
Un total de 2 995 reparaciones (80%) tuvieron un se- con malla preformada ahorra tiempo quirúrgico y pre-
guimiento a largo plazo y fueron examinadas por un ci- viene la posible contaminación que resulta del manejo
rujano. Se presentaron cuatro recurrencias después de de las prótesis que tienen que ser configuradas a mano
un seguimiento de 1 a 10 años. Se presentaron seis pa- en el momento de la cirugía.

REFERENCIAS
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Capítulo 20
Hernioplastia inguinal con técnica
de Gilbert (PHS y UHS)
Arthur I. Gilbert, Juan Carlos Mayagoitia González

INTRODUCCIÓN tíneo (OMP). Aquí se describen el OMP y algunas téc-


nicas con malla de las más populares y que pueden pro-
mover el desarrollo de hernias adicionales.7 Asimismo,
se incluyen los resultados de un dispositivo doble, dise-
El interés mostrado por los cirujanos en la reparación de ñado específicamente para hernias inguinales primarias
hernias de la pared abdominal se ha extendido al máxi- o recurrentes, que protege permanentemente la totali-
mo durante la última década. Debido a las numerosas dad del OMP y evita la aparición de alguna hernia, in-
conferencias al respecto y a la aparición de mallas pla- cluidas las femorales. Se ha observado que los cirujanos
nas estériles, dispositivos protésicos individuales y téc- que limitan su campo de acción al de las hernias obtie-
nicas laparoscópicas, se ha elevado el nivel de los proce- nen mejores resultados que los cirujanos generales,
dimientos y se ha contribuido a mejorar los resultados. cuyo trabajo es más variado, por lo que es conveniente
La reparación de una hernia inguinal primaria, tradicio- mencionar que este dispositivo doble tiene característi-
nalmente considerada como un procedimiento de inicio cas que pretenden elevar los resultados de la cirugía de
para el residente quirúrgico de primer año, constituye hernia hecha por cualquier cirujano general y acercarlos
ahora uno de los procedimientos más exigentes. En la a los niveles obtenidos por los cirujanos especializados
actualidad lo realizan cada vez más cirujanos experi- en el área de las hernias.
mentados. El respeto hacia los detalles de la hernioplas-
tia por parte de todos los cirujanos predice sus buenos
resultados. La mayoría de los cirujanos generales han ORIFICIO MIOPECTÍNEO
cambiado sus reparaciones clásicas con tejidos propios,
cuyos resultados son menores a los ideales, por plastias
anteriores libres de tensión con materiales protésicos.1
Los accesos anteriores incluyen varias técnicas de En 1978 Condon comentó que “La anatomía de la re-
E Editorial Alfil. Fotocopiar sin autorización es un delito.

cono (plug) y parches (onlay). Las técnicas de cono fi- gión inguinal es malentendida por casi todos los ciruja-
jan un plug enrollado o uno ya prefabricado, como un nos con cualquier nivel de experiencia”.8 Antes de la
corcho, dentro del anillo inguinal interno o del defecto aparición de la laparoscopia, la mayoría de los cirujanos
herniario.2 Las técnicas de parche anterior fijan una ma- pensaban en la anatomía inguinal a partir de este punto
lla plana como una cubierta, anterior al defecto hernia- de vista. La magnificación de los elementos de la ingle
rio.3 Los accesos posteriores, incluida la laparoscopia, por vía posterior obtenida con la laparoscopia ha incre-
emplean un parche de malla plana entre el contenido mentado el entendimiento y los detalles de esta zona
herniario y el defecto de la pared abdominal.4--6 Cada anatómica. En Francia Fruchaud acuñó el término de
una de estas técnicas tiene su mérito, pero sólo los acce- “orificio miopectíneo”, mientras que Stoppa y Rives,
sos posteriores dan la oportunidad de establecer una también en Francia, y Wants, en EUA, enfatizaron su
protección duradera de la totalidad del orificio miopec- importancia (figura 20--1).

157
158 Hernias de la pared abdominal. Tratamiento actual (Capítulo 20)

A E
C D

Figura 20--2. Hernias femorales. A. Intramuscular. B. Pre-


vascular. C. Retrovascular. D. Intercrural. E. Interligamen-
tosa.

la sección inferior se condensa para formar el periostio


de la rama superior del pubis, donde toma el nombre de
Figura 20--1. Orificio miopectíneo. ligamento iliopectíneo o ligamento de Cooper. También
origina el tracto iliopúbico que divide al OMP posterior-
mente y se convierte en la porción anterior de la vaina
El OMP es una abertura plana en forma oval a cada femoral, donde los vasos femorales atraviesan el muslo.
lado de la pared anterior en su unión con la pelvis. Está
limitado en la parte inferior por el periostio de la rama su-
perior del pubis, en la parte superior por los músculos IMPORTANCIA CLÍNICA
oblicuo menor y transverso del abdomen, en la parte me-
dial por el músculo recto y en la región lateral por el mús-
culo iliopsoas. Lo dividen el ligamento inguinal en sen-
tido anterior y el tracto iliopúbico en dirección posterior En la reparación de una hernia inguinal es esencial que
en dos secciones: la superior y la inferior. La sección su- el cirujano considere el efecto deformante en los tejidos
perior es atravesada por el cordón espermático (CE), el vulnerables alrededor de su reparación. Esto es muy im-
cual pasa por el anillo inguinal interno (AII); la porción portante cuando se usa algún material protésico. Por
medial al cordón se conoce como triángulo de Hessel- ejemplo, el problema creado por la reparación con plug
bach. La sección inferior es atravesada lateralmente por en hernias primarias consiste en que el resto del piso in-
los vasos femorales y protegida medialmente por el liga- guinal no queda protegido en sentidos medial ni lateral
mento lacunar o de Gimbernat. Los defectos en esta sec- al anillo interno, lo cual conlleva un gran riesgo de her-
ción se presentan como hernias femorales en varias posi- niación en esta región. Los autores de este capítulo han
ciones en relación con los vasos femorales (figura 20--2). observado que la recurrencias laterales casi siempre son
La fascia endoabdominal, conocida en la pelvis intersticiales y la mayoría aparecen unos años después
como fascia endopélvica y en la región inguinal como de la última reparación. Dichas recurrencias usualmen-
fascia transversalis (FT), es la precursora de muchas es- te no son el resultado de un desgarro de los tejidos sutu-
tructuras anatómicas dentro del OMP o cercanas a él. La rados ni de la ruptura del injerto de malla, sino que se
fascia transversalis puede constituir dos capas que for- desarrollan porque las áreas desprotegidas adyacentes
man una lámina a través de la cual pasan los vasos epi- de la pared posterior se debilitan de manera progresiva,
gástricos profundos.7 Dentro de la sección superior, esta hasta que la hernia se hace clínicamente evidente. Los
doble lámina de fascia transversalis forma los pilares parches anteriores, fijados con suficiente espacio en
anterior y posterior del AII y es responsable del meca- sentido lateral y sobre el tubérculo púbico en sentido
nismo de cabestrillo del anillo. Asimismo, forma el li- medial, previenen las recurrencias a través de la sección
gamento interfoveolar, que es medial al margen del AII, superior del OMP. Se han reportado recidivas cuando
y cubre el cordón espermático como fascia espermática las colas de la malla que se acomodan entre el cordón
interna, después de que el testículo pasa a través de la espermático se dejaron demasiado cortas o no fueron
pared abdominal en su viaje hacia el escroto. Dentro de entrecruzadas, permitiendo así que la pared posterior
Hernioplastia inguinal con técnica de Gilbert (PHS y UHS) 159

de malla. Queda claro que un parche anterior actúa


como una lámina y no como una retención. Ni los conos
ni los parches ofrecen protección contra las hernias fe-
morales a través de la sección inferior del OMP.
Los requerimientos para la reparación ideal se han en-
contrado estratégicamente en un dispositivo doble de po-
lipropileno, conocido como Prolene Hernia System
(PHS), fabricado de polipropileno pesado y disponible
en tres tamaños, y una versión más reciente, el Ultrapro
A Prolene System (UHS), que cuenta con las mismas ca-
racterísticas de construcción, pero está elaborado con
una nueva generación de materiales, como el polipropile-
no ligero o reducido, más poliglecaprone (MonocrylR),
que brinda diferentes ventajas. Está construido como un
modelo de 3 en 1 (dispositivo con tres componentes y
tres mecanismos de acción)9 (figura 20--4). Su compo-
nente interno (underlay) está diseñado para proteger la
pared posterior del piso inguinal por la parte trasera. En
la parte inferior llega más allá del ligamento de Cooper;
en la parte superior sobrepasa el arco del transverso, en
sentido medial llega detrás del músculo recto y en senti-
do lateral sobrepasa el anillo interno. Esta sola capa cu-
B bre la totalidad del OMP dentro de la cavidad abdominal,
semejando una reparación de Stoppa, y es colocada a
Figura 20--3. Áreas vulnerables entre las colas del parche más profundidad que los vasos epigástricos, los cuales
(A) y la región lateral de las colas (B). quedan intactos, a menos que exista una hernia en panta-
lón. El conector tiene un diámetro de 2 cm y se sitúa entre
descubierta protruya entre ellas (figura 20--3). También el defecto herniario; es plano, carece de puntas —como
se han citado casos de recurrencias de hernias indirectas muchos dispositivos de cono (plug)—, está unido a la
después de colocar un parche (onlay), donde se ha en- mitad del componente interno (underlay), ocupa el espa-
contrado el saco peritoneal protruyendo a través del ani- cio del defecto herniario y se conecta con el componente
llo inguinal interno, entre la pared posterior y el parche externo (onlay). El componente externo es lo suficiente-
E Editorial Alfil. Fotocopiar sin autorización es un delito.

A B

Figura 20--4. Dispositivo doble, Prolene (polipropileno) Hernia System. A. Tamaño grande: el componente interno tiene 10 cm
de diámetro y el externo 10 x 5.8 cm. B. Tamaño del PHS en relación con la zona inguinal.
160 Hernias de la pared abdominal. Tratamiento actual (Capítulo 20)

Figura 20--5. Dispositivo doble suturado en la pared abdominal.

mente amplio y largo para cubrir a lo ancho y a lo largo exista una hernia en pantalón, en la cual se preservan si
la totalidad del piso inguinal; se fija con algunas suturas se pueden disecar los sacos directo e indirecto por deba-
a la pared posterior, semejando la protección que brinda jo de ellos, o se seccionan y ligan para convertirlos en
la técnica de Lichtenstein (figura 20--5). un solo defecto cuando el procedimiento de disección
no sea posible. Los intentos por crear el espacio preperi-
toneal con el dispositivo o con el dedo del cirujano pue-
TÉCNICA den ser frustrantes e ineficaces, a la vez que pueden pro-
ducir sangrados en el espacio preperitoneal al lesionar
algunos plexos venosos de dicho espacio. En todos los
casos, directos o indirectos, se usará la técnica de la gasa
Casi siempre se administra anestesia local (ocasional- para crear el espacio y al mismo tiempo efectuar hemos-
mente con anestesia regional y rara vez con anestesia tasia por compresión de cualquier pequeño vaso que se
general) y se hace una incisión transversal de 5 cm sobre pueda desgarrar con las maniobras (figura 20--6).10 Esto
la ingle. La aponeurosis del oblicuo mayor (AOM) es constituye un elemento clave para la facilidad y el éxito
abierta. El primer espacio importante se crea con una di- de la operación. Una gasa ejerce suficiente tracción para
sección debajo de los colgajos lateral y medial de la desplazar la grasa preperitoneal y ha probado ser una
AOM, que se amplía hasta donde el ligamento inguinal buena herramienta. Posteriormente se efectúa la manio-
se une con el tubérculo púbico. Este espacio alojará el bra de inserción del dispositivo con un dedo dentro del
componente externo (onlay) del dispositivo. En las her- anillo herniario en las hernias directas o dentro del ani-
nias indirectas se usa disección roma para separar el llo interno en las hernias indirectas (el latido de la arteria
saco herniario del cordón y de las fibras del fascia trans- iliaca puede percibirse con facilidad).11 El dispositivo
versalis en el cuello del mismo. Para crear un espacio puede ser introducido por completo a través del lado
preperitoneal adecuado que aloje el componente interno medial de dicho dedo, hasta el espacio preperitoneal, to-
redondo del dispositivo, el peritoneo es liberado de sus mándolo con una pinza de anillos por su parte externa
adherencias a la pared posterior de la fascia transversa- u ovalada cerca del conector, como lo muestra la figura
lis en las hernias de tipo indirecto mediante la inserción 20--7, lo cual le confiere a la parte interna la forma de un
de una gasa húmeda de 10 x 10 cm a través del anillo in- “sombrero de cowboy”. Un detalle técnico importante
terno. Para las hernias de tipo directo se abre la fascia en el momento de la introducción consiste en verificar
transversalis en el triángulo de Hesselbach y se diseca que la dirección del componente externo ovalado lleve
el peritoneo de igual forma con una gasa de las mismas la dirección del piso de la ingle, de lo contrario será difí-
características para crear el espacio preperitoneal ade- cil su movilización o giro debido al “efecto velcro” del
cuado. El ligamento de Cooper y los vasos epigástricos polipropileno, y será necesario extraerlo y reposicionar-
pueden visualizarse a través de la disección efectuada. lo en el espacio preperitoneal en la dirección correcta.
Los vasos epigástricos no son movilizados, a menos que Las dos hojas del componente externo (onlay) se ex-
Hernioplastia inguinal con técnica de Gilbert (PHS y UHS) 161

Figura 20--6. Disección del espacio posterior con gasa.

traen al colocar un dedo dentro del conector en los pri- del procedimiento. La parte medial del componente ex-
meros procedimientos, para evitar que se salga el com- terno es aplanada contra el arco del transverso y su parte
ponente interno (underlay) de su sitio preperitoneal. final o medial debe sobrepasar 2 cm del tubérculo pú-
Después de que se extrae el componente externo se veri- bico.
fica la posición del componente interno. Es irreal pensar El componente interno es empujado y fijado contra
que este componente interno permanezca completa- la pared abdominal mediante la presión intraabdominal
mente plano. A diferencia del abordaje laparoscópico, del paciente. La efectividad de dicho componente sólo
donde la malla se coloca plana contra la parte interna de puede ser evaluada si se le pide al paciente que tosa y
la pared abdominal, el PHS se coloca en un espacio que efectúe una maniobra de Valsalva antes de colocar las
contiene grasa. El objetivo técnico de desplazar hacia suturas en el componente externo. Se recomienda sutu-
abajo el componente interno del dispositivo es expan- rar el componente externo sobre el tubérculo púbico sin
dirlo circunferencialmente al máximo del conector. El llegar a tomar el periostio ni el hueso, para evitar ingui-
conector permanece en el anillo interno o el orificio her- nodinia posoperatoria. En la línea media del arco del
niario. Enseguida se expande el componente externo transverso se fija con otro punto la parte medial de la
sobre el piso de la ingle, debajo de la aponeurosis del malla y a la mitad del ligamento inguinal se hace la últi-
oblicuo mayor, para mantenerlo plano y facilitar el resto ma fijación. Para acomodar el cordón espermático a tra-
E Editorial Alfil. Fotocopiar sin autorización es un delito.

Figura 20--7. Forma de tomar el dispositivo para facilitar su introducción y la extracción segura del componente externo ovalado
que quedará sobre el piso de la ingle.
162 Hernias de la pared abdominal. Tratamiento actual (Capítulo 20)

Figura 20--8. Nuevo dispositivo Ultrapro Prolene System (UHS) fabricado con polipropileno ligero, poliglecaprone (monocryl)
entrelazado y una capa o lámina de poliglecaprone en la parte inferior del dispositivo interno, que facilita su expansión al disminuir
el “efecto velcro” normal de polipropileno.

vés del componente externo se crea una abertura en la el peritoneo) se agregó una fina capa o lámina del mis-
malla por donde se pasa el cordón y se cierra con una su- mo poliglecaprone, que evita el “efecto velcro” del poli-
tura, traslapando sus bordes para evitar una recurrencia propileno y permite que la parte redondeada pueda ex-
inadvertida por dicha abertura. Se ponen al menos tres pandirse en el espacio preperitoneal con más facilidad
puntos de sutura en las hernias indirectas y cuatro en las que lo que se lograba con el PHS. Esta capa o lámina se
hernias directas. Se puede colocar una sutura adicional reabsorbe en un periodo de 4 a 8 h (figura 20--8). Hay
donde se necesite. Cualquier exceso de malla del com- diferentes tamaños tanto de su parte interna, que no
ponente externo en su parte lateral hacia el ligamento siempre es redonda sino también ovalada, como de su
inguinal deberá ser cortado antes de cerrar la aponeuro- parte externa, que es rectangular, lo cual le confiere ver-
sis del oblicuo mayor. La fijación de este componente satilidad para ser colocada en hernias inguinales, umbi-
asegura la inmovilidad de todo el dispositivo. Antes de licales e incisionales o ventrales con defectos herniarios
cerrar la pared, el cordón y los nervios deben colocarse no muy grandes.
sobre el componente externo; las hojas de la aponeuro-
sis del oblicuo mayor son aproximadas. El tejido celular
subcutáneo se aproxima y la piel se cierra con una sutura RESULTADOS PRELIMINARES
subdérmica absorbible y adhesivo cutáneo.
Este PHS no ha escapado a la tendencia natural de
mejorar los materiales protésicos, por lo que en la actua-
lidad se dispone de un nuevo dispositivo denominado De abril de 1998 a diciembre de 2002 se usaron 4 453
Ultrapro Prolene System (UHS), el cual no cambia la es- dispositivos para procedimientos inguinales, de los cua-
tructura básica y el mecanismo del dispositivo original, les 551 (12.4%) fueron plastias para hernias recurrentes.
sino que cuenta con las ventajas de las mallas parcial- Se repararon 557 hernias bilaterales primarias mediante
mente absorbibles y de los materiales ligeros o reduci- dispositivos independientes en incisiones separadas.
dos. El UHS es de polipropileno ligero y sus caracterís- Otros pacientes presentaron hernias bilaterales, pero fue-
ticas de menor contenido de material, mayor grado de ron reparadas en diferentes ocasiones cada una, entre dos
elasticidad, etc., se comentan en otros capítulos de este y seis semanas después. El cirujano les dio seguimiento
libro. Al igual que la malla Ultrapro plana, es de fibras una semana y un mes después a los pacientes que vivían
monofilamentosas de poliglecaprone entretejidas que le cerca; para el resto usó la entrevista telefónica. Hasta el
dan firmeza a la malla y son reabsorbidas mediante un momento sólo se han presentado tres recurrencias debi-
proceso de hidrólisis (que produce menor respuesta in- das a defectos técnicos bien reconocidos al momento de
flamatoria); al final sólo queda el polipropileno ligero. aplicar el dispositivo. Se han presentado complicaciones
Como innovación adicional, en la cara externa del com- menores, como seromas, infección y hematomas en
ponente interno redondeado (que queda en contacto con 2.7% de los casos casos. Un paciente de 17 años desarro-
Hernioplastia inguinal con técnica de Gilbert (PHS y UHS) 163

lló enfisema subcutáneo después de 14 h de la cirugía, con técnica libre de tensión y aplicación de malla, re-
por lo que se pensó en una infección grave por anaero- quiere un cirujano con una gran apreciación del con-
bios y la malla se retiró inmediatamente. El paciente se cepto de “plasticidad” de la totalidad de las zonas vul-
sometió a un procedimiento de Shouldice y la herida se nerables de la ingle.
dejó abierta y empaquetada. El paciente tuvo una recupe- Es inevitable crear áreas de trauma quirúrgico en las
ración satisfactoria con un cierre completo de la herida regiones aledañas y laterales del anillo interno cuando
en 17 días. Curiosamente, el cultivo de la herida fue esté- se localizan hernias indirectas durante la cirugía. Estas
ril. En todos los demás casos de infección o hematoma áreas tienen que reforzarse para protegerlas de recurren-
las heridas se abrieron para irrigarlas, pero las mallas se cias laterales. La completa protección del orificio mio-
dejaron en su lugar. Todas las heridas sanaron sin proble- pectíneo puede brindar resistencia y evitar la deforma-
mas. Hasta ahora no se ha reportado dolor posoperatorio ción de la pared posterior, previniendo la recurrencia de
importante. La mayoría de las molestias posoperatorias hernias inguinales, intersticiales y femorales.
se controlaron fácilmente con dosis pequeñas de aceta- El nuevo dispositivo doble es la respuesta para estas
minofén o dextropropoxifeno. Unos cuantos pacientes necesidades y se ha usado con éxito. Es fácil de aplicar
experimentaron dolor testicular, que desapareció gra- con anestesia local y en forma ambulatoria. Las activi-
dualmente en el transcurso de tres a ocho semanas. No se dades posoperatorias, incluidos los esfuerzos exte-
ha presentado ningún caso de atrofia testicular. nuantes, no son limitadas. Las molestias posoperato-
rias han sido mínimas.
Las ventajas del dispositivo y sus resultados alenta-
DISCUSIÓN dores en su uso clínico parecen indicar que las fallas
pueden ser raras. El cuidado de los pasos técnicos pro-
puestos por el autor del presente escrito minimizarán
el tiempo de aprendizaje de los cirujanos que usen el
Una hernioplastia inguinal duradera, especialmente Prolene Hernia System.

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164 Hernias de la pared abdominal. Tratamiento actual (Capítulo 20)
Capítulo 21
Reparación de Kugel para hernia inguinal
Robert D. Kugel

INTRODUCCIÓN minal y de la importante fuerza hidrostática de los


tejidos para fijar o asegurar el parche en su posición.5--7
El resultado es un uniforme sistema de reparación que
puede ser aplicado de una manera similar en las hernias
Veinte años atrás la principal preocupación en la cirugía inguinales y ventrales.
de la hernia era la recurrencia. Sin embargo, en los últi-
mos 15 años se han viso más avances que en los últimos
150 años.1,2 En la actualidad hay varias técnicas nuevas PARCHE
que han demostrado un bajo riesgo de recurrencia her-
niaria cuando son bien hechas. Por lo tanto, es tiempo
de enfocar los objetivos en otros aspectos relacionados
con la cirugía de la hernia inguinal. Uno de ellos es el El parche está compuesto de dos capas superpuestas de
tiempo de recuperación.3 Siempre fue común pedirle al un material de malla trenzada de polipropileno (figura
paciente que se abstuviera de cualquier esfuerzo pesado 21--1). Las dos capas están unidas por una delgada sol-
u otra actividad extenuante durante seis semanas des- dadura ultrasónica a 1 cm de los bordes externos del par-
pués de la cirugía de hernia inguinal. En la actualidad che. Esto deja un delantal de 1 cm dentro del cual hay
esto no sólo es innecesario, sino que es inaceptable. múltiples aperturas radiales. La propiedad de este man-
El parche de KugelR (Davol) se desarrolló en un pe- dil exterior para inclinarse y doblarse permite que el
riodo de varios meses.4 Inició como una pieza simple de borde del parche se adapte a las superficies irregulares
malla, hasta llegar al actual parche compuesto de dos (como los vasos iliacos) y llene mejor el espacio prepe-
capas con un anillo exterior de refuerzo. El parche ac- ritoneal disecado.
tual fue desarrollado para facilitar la elaboración de re- Entre las dos capas de malla está insertada una fibra
paraciones inguinales sin la utilización de suturas, las simple de poliéster monofilamento, que actúa a manera
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cuales se ejecutan en una forma completamente libre de de un resorte que ayuda a mantener el parche abierto en
tensión. Este parche fue utilizado después con grandes todas sus dimensiones. Justo por dentro de esta fibra las
ventajas para la reparación de hernias ventrales. Los dos capas de malla están unidas por una segunda y del-
principales propósitos y ventajas de esta técnica consis- gada soldadura interna. La fibra de poliéster se mantie-
ten en permitir una recuperación más rápida con un bajo ne en su lugar entre las dos líneas de soldadura sin estar
riesgo de recurrencia. sujeta por sí misma a ninguna de las capas de la malla.
Tanto en las hernias inguinales como en las hernias Por dentro de la soldadura interna hay múltiples orifi-
ventrales el parche se coloca en posición preperitoneal cios pequeños que se extienden a través de ambas capas
(o retromuscular). Al colocar el parche detrás del defec- del parche y permiten la aposición de tejido entre las dos
to herniario en una forma esencialmente libre de sutu- capas del parche, para incrementar la fricción y resisten-
ras, la reparación toma ventaja de la presión intraabdo- cia al movimiento una vez que el parche está en su posi-

165
166 Hernias de la pared abdominal. Tratamiento actual (Capítulo 21)

B C A

Figura 21--1. Vista del parche de malla abierto. A. Corte Figura 21--2. Parche de malla. A. Soldadura interna y exter-
transversal. B. Mandil exterior. C. Orificio de aposición de te- na. B. Corte transversal. C. Mandil exterior. D. Orificio de
jido y corte en forma de “V”. D. Anillo monofilamento (repro- aposición de tejido y corte en forma de “V” (reproducido con
ducido con permiso de Davol). permiso de Davol).

ción. Adicionalmente se hacen unos pequeños cortes en no le permite al cirujano probar la reparación al final del
forma de “V” en cada uno de los orificios de la capa su- procedimiento. La anestesia espinal puede ser muy
perior del parche. Dichos cortes crean una pieza de ma- efectiva aunque no permite la aplicación de una nueva
lla en forma de “V” que se angula y sirve como mecanis- dosis anestésica y la parálisis muscular también limita
mo de anclaje sin suturas para ayudar a asegurar el al cirujano para probar la reparación al final del procedi-
parche en su lugar. miento. La anestesia epidural puede ser más útil, ya que
En la porción media de la capa superior del parche se puede ser de corta acción y permite dejar un catéter epi-
hace un corte simple y transversal, que permite el dural, para que el paciente pueda ser redosificado du-
acceso al espacio o bolsa entre las dos capas de malla rante los procedimientos más prolongados; no obstante,
con los dedos o con un instrumento para colocar el par- tiende a ser más laboriosa para el anestesiólogo, que
che en su lugar (figura 21--2). puede rehusar su utilización.
La profilaxis con antibióticos, aunque controversial,
no se administra de manera rutinaria, excepto en pacien-
tes de alto riesgo como los que presentan enfermedad
REPARACIÓN cardiaca valvular y pacientes con prótesis articula-
res.10--12
El área operatoria se prepara con un rasurado limita-
do justo antes de la cirugía. El lavado quirúrgico, que in-
Preparación preoperatoria cluye el abdomen inferior y la ingle (con el escroto),
permite probar la reparación bajo condiciones estériles
Este procedimiento puede llevarse a cabo con la aneste- después de completar el procedimiento.
sia preferida del cirujano; sin embargo, existen ciertas
ventajas y desventajas entre las diferentes opciones.8 La
anestesia local con sedación puede ser muy efectiva, Técnica operativa
pero ofrece dificultades en los pacientes con hernias bi-
laterales o con obesidad significativa;9 también tiende Se hace una incisión oblicua en un punto estimado,
a ser mal tolerada por los pacientes muy jóvenes. La aproximadamente entre 2 y 3 cm arriba del anillo inter-
anestesia general tiene la ventaja de su simplicidad y no (figura 21--3). La localización de esta incisión se
puede ser útil en pacientes con poca habilidad para coo- identifica con la marcación de un punto a la mitad entre
perar con el cirujano, aunque tiene la desventaja de que la espina iliaca anterosuperior y el tubérculo púbico. Se
Reparación de Kugel para hernia inguinal 167

red lateral del peritoneo, las estructuras del cordón apa-


recerán lateralmente en la herida. La tracción sostenida
del peritoneo en las hernias indirectas jalará el saco her-
niario a través del anillo interno hacia la herida. Los
sacos muy grandes deben ser seccionados. Los sacos
EIAS indirectos grandes que no se reducen fácilmente se sec-
cionan cerca del anillo interno y el defecto proximal del
peritoneo se cierra con sutura absorbible, pero se deja
abierto el extremo distal.
TP Las estructuras del cordón deben ser disecadas de la
pared posterolateral del peritoneo y del saco herniario
a una distancia de al menos 3 cm, posterior y superior
al anillo interno y por detrás de los vasos iliacos (figura
21--4). Este plano de disección continúa a lo largo del
plano lateral del peritoneo hasta un punto de 2 a 3 cm
Figura 21--3. Relación de la incisión (elipse) con otras es- superiores al borde de la incisión hecha en la fascia
tructuras anatómicas, aproximadamente a la mitad del ca- transversalis, para entrar en este espacio y crear la bolsa
mino entre la espina iliaca anterosuperior (EIAS) y el tubér- preperitoneal anterior y medial. La parte superior y late-
culo púbico (TP), por arriba del nivel del anillo interno (repro- ral de la disección algunas veces es difícil y pone en ries-
ducido con permiso de Davol).
go la reparación. En general, la disección consiste en
crear una ventana con forma oval sobre el peritoneo,
que es donde se colocará el parche.
marca una línea oblicua sobre este punto, un tercio late- Una vez completada la disección del espacio en esta
ral y dos tercios mediales de esta línea imaginaria entre área, la atención debe dirigirse hacia el hueso púbico.
la espina iliaca anterosuperior y el tubérculo púbico. La En este punto debe tenerse especial cuidado de estar de-
incisión se hace exactamente arriba de dicha línea. Es bajo (posterior) de los vasos epigástricos inferiores. Se
importante estar por arriba del anillo interno, por lo que usa el dedo como disector y se trabaja bruscamente a lo
será mejor hacer la incisión muy alta y no muy baja. largo del ligamento de Cooper como guía, para limpiar
La entrada al espacio preperitoneal se completa con de arriba abajo y abrir bien ese espacio. Si existe una
la técnica de corte muscular. La aponeurosis del oblicuo hernia directa, habrá que reducirla en este momento.
mayor se abre a corta distancia, paralela a sus fibras y Las hernias directas casi siempre se pueden reducir con
nunca a través del anillo externo. El músculo oblicuo
menor subyacente se separa en forma roma, para expo-
ner la fascia transversalis en su profundidad. El múscu-
lo debe cortarse cerca de 10 mm en un punto lateral a la
fascia del recto, con cuidado de no lesionar los nervios
A
iliohipogástrico e ilioinguinal. Puede existir músculo
transverso abdominal entre el oblicuo menor y la fascia
transversalis. Si está presente, se debe dividir con cui-
E Editorial Alfil. Fotocopiar sin autorización es un delito.

dado mediante el uso del electrocauterio.


La fascia transversalis se abre verticalmente (más o
menos paralela a los vasos epigástricos inferiores), para
poder entrar al espacio preperitoneal. La apariencia ca- B
racterística de la grasa preperitoneal indica que se está
en el espacio correcto. En este punto es importante iden-
tificar el peritoneo. Los vasos epigástricos inferiores
son retraídos medial y anteriormente. El plano de disec-
ción será por detrás (posterior) y por arriba de los vasos
epigástricos inferiores (superior al sitio del que provie- Figura 21--4. A. Se mantiene una tracción persistente sobre
nen los vasos iliacos). Con una pinza roma se hace una el peritoneo y el saco herniario mientras se disecan las es-
suave tracción en el peritoneo. Con una tracción conti- tructuras del cordón lejos del peritoneo (B) (reproducido con
nua del peritoneo y la disección roma a lo largo de la pa- permiso de Davol).
168 Hernias de la pared abdominal. Tratamiento actual (Capítulo 21)

A
B
C
D
E
F

Figura 21--5. Vista preperitoneal de la ingle y las estructuras Figura 21--6. Contorno del área preperitoneal disecada y su
pélvicas. A. Vasos epigástricos inferiores. B. Posición de la relación con estructuras anatómicas importantes (reprodu-
incisión en la fascia transversalis, para entrar al espacio pre- cido con permiso de Davol).
peritoneal. C. Anillo interno. D. Arteria y vena testicular. E.
Ligamento inguinal. F. Sínfisis del pubis. G. Deferente. H.
Arteria y vena iliacas externas (reproducido con permiso de
Casi siempre es adecuado un parche oval de 8 x 12
Davol).
cm, aunque en algunos casos se prefiera uno más grande
(11 x 14 cm). El parche se inserta al pasar el dedo índice
manipulación digital gentil, aunque en ocasiones se re- (dedo derecho para una hernia del lado izquierdo y dedo
quiere una disección cortante (únicamente bajo visión izquierdo para una hernia del lado derecho) a través del
directa). Es importante que este espacio se visualice con corte transversal de la capa anterior del parche (figura
claridad, ya que éste no es un procedimiento a ciegas y 21--7). Ambos lados del parche deben doblarse sobre la
hacer el procedimiento sin visualizar el área incremen- punta de la superficie palmar del dedo índice, para crear
tará el riesgo de recurrencia, por lo que el uso de una luz una terminación adelgazada que permita su inserción.
frontal es de gran ayuda. El seudosaco formado por la La introducción de un separador maleable delgado den-
fascia transversalis atenuada en una hernia directa debe tro de la herida antes de la inserción del parche ayuda a
separarse del peritoneo y de la grasa preperitoneal por mantener el peritoneo retraído fuera del campo y sirve
completo, para permitir una adecuada colocación del
parche. El ligamento de Cooper debe localizarse con
claridad y limpiar su borde inferior de cualquier mem-
brana fibrosa adherida que le impida al parche cubrir
por completo el ligamento. Nadie puede hacer bien esto
si no lo ve (figura 21--5).
La bolsa preperitoneal ahora tiene la amplitud sufi-
ciente para alojar el parche, por lo que es preferible no
excederse en el tamaño. La meta es una bolsa de forma
oval ligeramente más grande que el parche (figura
21--6). Esta bolsa de forma oval debe extenderse en sen-
tido medial e inferior a lo largo del ligamento de Cooper
sobre la sínfisis y en sentido lateral y superior a un punto
de cerca de 3 cm más allá de la incisión de la fascia
transversalis usada para entrar en este espacio. Esto
permitirá que el parche pueda instalarse debajo de la in-
cisión y proteger contra una hernia incisional. La bolsa Figura 21--7. Al final del parche ambos lados son doblados
quedará paralela al ligamento inguinal, entre el perito- sobre el dedo índice para la inserción dentro de la bolsa pre-
neo y el piso inguinal, extendiéndose sobre los vasos peritoneal. La dirección de la inserción es hacia la sínfisis
iliacos a corta distancia. del pubis (reproducido con permiso de Davol).
Reparación de Kugel para hernia inguinal 169

Figura 21--8. La inserción del parche se simplifica con el uso


del retractor maleable (reproducido con permiso de Davol). Figura 21--10. Vista preperitoneal que muestra la coloca-
ción adecuada del parche (reproducido con permiso de
Davol).
también como superficie deslizante (a manera de calza-
dor) sobre la cual se inserta el parche (figura 21--8). Con
el ayudante que separa los vasos epigástricos inferiores
El parche permanece completamente “abierto” siem-
en sentido anterior se inserta el parche con el dedo índi-
pre y cuando se coloque de manera adecuada (figura
ce con la superficie palmar hacia arriba. La punta del
21--10). Tres quintas partes del parche quedarán en di-
dedo se dirige hacia el hueso púbico y lo desliza gentil-
rección paralela sobre el nivel del ligamento inguinal y
mente a lo largo del ligamento de Cooper. Primero se re-
cerca de dos quintas partes quedarán debajo del nivel
tira el dedo y enseguida el retractor maleable, que puede
del ligamento inguinal. El borde posterior del parche
usarse dentro del parche para completar la inserción si
descansará sobre los vasos iliacos El borde medial se
fuera necesario (figura 21--9). Los bordes externos del
extenderá sobre la sínfisis del pubis y el borde lateral y
parche se pueden doblar dentro de la zona disecada.
superior se extenderá 2 o 3 cm más allá de la incisión de
la fascia transversalis. No debe haber angulaciones o
torceduras en el anillo rígido, ya que esto indica que la
bolsa disecada es demasiado pequeña. Cuando el parche
está en su posición, descansa entre el peritoneo y las es-
tructuras del cordón (o el ligamento redondo) a modo de
barrera, y cubre por completo el área del piso inguinal,
el anillo interno y el canal femoral.
Antes de cerrar la fascia transversalis se recomienda
irrigar un anestésico dentro del espacio preperitoneal y
E Editorial Alfil. Fotocopiar sin autorización es un delito.

entonces colocar puntos simples, uno de los cuales será


usado para sujetar la capa anterior del parche. No se re-
comiendan los puntos adicionales sobre el parche, ya
que interfieren con la fuerza hidrostática de los tejidos,
la cual ayuda a mantener el parche en su lugar. En her-
nias directas grandes se puede optar por uno o dos pun-
tos entre el ligamento de Cooper y el parche, en lugar de
hacerlo en la fascia transversalis, aunque en estos casos
quizá sea más prudente utilizar un parche más grande
(11 x 14 cm).
Figura 21--9. Inserción completa del parche mediante el La aponeurosis del oblicuo mayor se cierra con un
retractor maleable plano dentro del dispositivo (reproducido surgete continuo de material absorbible. En este mo-
con permiso de Davol). mento se puede infiltrar un anestésico local de larga ac-
170 Hernias de la pared abdominal. Tratamiento actual (Capítulo 21)

ción en el espacio subaponeurótico, en el tejido subcutá- La principal razón del uso de esta técnica, además de
neo y en el área subdérmica. La fascia de Scarpa se sus múltiples ventajas, es la rápida recuperación del pa-
cierra con puntos simples y los bordes de la piel se apro- ciente. La experiencia del autor de este capítulo y la de
ximan con un surgete subdérmico, ambos de material cientos de cirujanos indica que los pacientes se recupe-
absorbible. ran con mayor rapidez. Esta evaluación es subjetiva,
pero se tiene la seguridad de que es cierta.

Manejo posoperatorio Discusión

Al finalizar el procedimiento se le pide al paciente que El uso del parche preperitoneal le permite al cirujano el
tosa, para probar la reparación. En general se da de alta acceso a las hernias ventrales e inguinales mediante una
al paciente en un lapso de 1 a 2 h, dependiendo de la técnica y principios similares. El parche y su colocación
anestesia administrada. El control del dolor posoperato- están libres de tensión y se usa como ayuda la presión in-
rio se logra con el suministro de narcóticos leves más traabdominal ejercida sobre los tejidos para mantenerlo
acetaminofén o acetaminofén solo. El paciente no tiene en su posición y evitar la necesidad de suturas de anclaje.
restricciones específicas para llevar a cabo sus activida- Esto conduce a una colocación fácil (particularmente en
des después de la cirugía, salvo que algunas molestias hernias ventrales) y a disminuir el dolor del paciente.
se lo impidan. Los pacientes pueden regresar a sus acti- Esta reparación es similar a la técnica laparoscópica,
vidades rutinarias entre tres y siete días posteriores a la la cual repara y protege contra hernias inguinales y fe-
operación, incluidas las que impliquen trabajo pesado. morales.13 Asimismo, evita el tejido cicatrizal que pue-
La evaluación posoperatoria se lleva a cabo una o dos da encontrarse en una hernia recurrente reparada por ac-
semanas después. ceso anterior. Es menos costosa y quizá más segura que
el procedimiento laparoscópico, aunque ofrece muchas
de las ventajas de éste, como la rápida recuperación del
RESULTADOS paciente.14,15
Los resultados hasta ahora han sido muy alentadores
y queda claro que el éxito de una operación de hernia
será medido por algo más que el índice de recurrencias.
Entre enero de 1994 y julio de 2002 se efectuaron 1 410 Es importante que cualquiera que sea la reparación ele-
reparaciones de hernia inguinal mediante la colocación gida le permita al paciente recuperarse lo más pronto
de parche preperitoneal. Durante este periodo única- posible con un bajo riesgo y un mayor costo/beneficio.
mente se identificaron seis recurrencias y sólo una en Entre los factores que deben considerarse al elegir un
los últimos cuatro años (índice de recurrencias de procedimiento de hernioplastia se cuentan las numero-
0.42%). Todas las recidivas ocurrieron en pacientes con sas ventajas, las cuales hacen de esta técnica un procedi-
hernias primarias y no se presentó ninguna recurrencia miento de gran utilidad en el arsenal quirúrgico del ciru-
en los pacientes con hernias recurrentes. jano.

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E Editorial Alfil. Fotocopiar sin autorización es un delito.
172 Hernias de la pared abdominal. Tratamiento actual (Capítulo 21)
Capítulo 22
Hernioplastia inguinal con malla por
abordaje preperitoneal posterior.
Técnica de Vargas
Humberto Fernando Vargas Nakashima

La simplicidad indica estabilidad y fuerza, mientras que la complejidad tiene la tendencia


hacia la inestabilidad y el desmoronamiento, para dar lugar
a manifestaciones más simples y estables.
Reuben R. Isaac.

INTRODUCCIÓN pado por la estructura tridimensional lipofascial, que a


su vez la transmite a la única estructura fuerte del área
inguinal: la aponeurosis del oblicuo mayor. Así, el me-
canismo que origina la hernia inguinal en el adulto es el
Si se quiere encontrar la mejor solución a un problema, deslizamiento de un cojín de grasa preperitoneal (llama-
primero hay que entender su origen. Es así que la litera- do lipoma preherniario), que ejerce una tracción progre-
tura reciente cuenta con los estudios de los doctores M. siva en el peritoneo parietal.
Kux y H. Fritsch, de Austria, que corroboran el origen
extraperitoneal de la hernia inguinal; ellos indican que
la hernia es consecuencia del gradiente de presión intra-
peritoneal y la presión atmosférica del medio ambiente.
La fascia transversalis siempre se consideró como la
pared laminar más importante que separa la presión de Espacio
las dos cámaras (la cavidad abdominal intraperitoneal retroperitoneal
y la atmósfera exterior), de modo que la zona de debili-
dad en la fascia transversalis se inflaría como un dedo
de guante por efecto del gradiente de presiones. Sin em-
bargo, en este punto señalan que se ha estado excluyen-
do incluso de los atlas de anatomía humana un elemento
E Editorial Alfil. Fotocopiar sin autorización es un delito.

estructural muy importante: la grasa extraperitoneal, un Espacio


elemento primordial de soporte de los espacios retrope- preperitoneal
ritoneal, subperitoneal y preperitoneal (figura 22--1),
que se divide en lóbulos por tabiques de tejido conecti-
Espacio
vo, a modo de cojines amortiguadores. Por otro lado, subperitoneal
hay que recordar que el conducto peritoneovaginal no
se origina por un gradiente de presión, sino por un pro-
ceso de tracción del peritoneo desde el compartimiento
extraperitoneal (figura 22--2). Figura 22--1. Espacios retroperitoneal, subperitoneal y pre-
La presión intraabdominal no se ejerce sobre la fascia peritoneal. Modificado del Dr. M. Kux. St. Joseph Hospital,
transversalis, sino contra el espacio preperitoneal ocu- Viena, Austria.

173
174 Hernias de la pared abdominal. Tratamiento actual (Capítulo 22)

ción de una prótesis de malla Marlex preperitoneal por


vía anterior, fijada al tendón conjunto y al ligamento
iliopúbico “libre de tensión”; más tarde, hacia 1962, in-
trodujo la malla de polipropileno monofilamento, que
es la que se usa en la actualidad.
A partir de 1960 el Dr. Lloyd Nyhus, en EUA, enca-
bezó el abordaje preperitoneal posterior para el trata-
miento de hernias inguinales, y en 1962 Mahorner y
Goss introdujeron el concepto de colocar una malla en
el espacio preperitoneal, para cubrir el orificio miopec-
tíneo sin intentar cerrar el anillo herniario.
En 1975 el Dr. René Stoppa, en Europa, se basó en los
trabajos de Fruchaud para iniciar el concepto del trata-
miento de las hernias inguinales con el reforzamiento
del saco visceral mediante una amplia prótesis no absor-
Figura 22--2. Formación del conducto peritoneovaginal. Mo-
dificado del Dr. M. Kux. St. Joseph Hospital, Viena, Austria. bible que cubriese los agujeros miopectíneos, la cual era
mantenida en su lugar por la presión intraabdominal y
por el crecimiento del tejido conectivo. Al mismo tiem-
po, en 1989 el estadounidense George Wantz enfocó la
Si se analiza la patología relacionada con la hernia solución en el reforzamiento del saco visceral con una
inguinal, a saber la obesidad, la constipación crónica, la prótesis amplia sin ninguna fijación. Sin embargo,
hipertrofia prostática y la tos crónica, podrá verse que como en las hernias unilaterales el desplazamiento de la
ésta representa una compresión continua contra el espa- malla es una causa conocida de recurrencia, Nyhus y
cio preperitoneal, con la consecuente divulsión y ero- Lowham reportaron en 1993 y 1997, respectivamente,
sión del tejido conectivo, en especial si la calidad de éste la conveniencia de fijar la malla con unos cuantos pun-
se encuentra alterada por el tipo de colágeno que lo tos para prevenir su desplazamiento.
constituye, como lo demuestran los estudios de U. Klin- En 1996 el Dr. Robert Kugel, de Olimpia, Washing-
ge, quien determinó que existe un incremento del colá- ton, le agregó al abordaje preperitoneal posterior el uso
geno tipo III sobre el colágeno tipo I en los pacientes con de un parche autoexpandible de doble membrana de po-
enfermedad herniaria. lipropileno monofilamento (Kugel patch). Durante el
A la luz de estos hechos, la meta de la reparación se mismo año Liem publicó la técnica laparoscópica total-
debe orientar a reforzar la pared abdominal posterior, mente extraperitoneal (TEP) para colocar la malla, con
delante del compartimiento graso preperitoneal, me- muy buenos resultados. Luego, en 1998, el Dr. Franz
diante técnicas preperitoneales con colocación de próte- Ugahary describió la técnica grid iron (preperitoneal
sis (mallas), las cuales han demostrado ser muy efecti- posterior) como alternativa para colocar una malla de
vas para prevenir recurrencias; sin embargo, cuando 15 x 10 cm.
ocurren no se presentan a través de la prótesis sino fuera
de sus márgenes.
TÉCNICA

HISTORIA El procedimiento es útil para tratar hernias inguinales


primarias y recurrentes, incluidas las hernias femorales,
supravesicales y del agujero obturador.
Se recomienda el uso de antibióticos profilácticos,
El abordaje preperitoneal para la reparación de las her- como la cefuroxima en dosis de 1.5 g antes de la opera-
nias inguinales fue introducido por Cheatle en 1921 y ción y después de ella.
posteriormente popularizado por Henry en 1936. En
1957 el Dr. Francis C. Usher mandó fabricar una próte- Anestesia
sis de malla Marlex que usó en forma experimental en
animales, pero entre 1958 y 1960 reportó la reparación El procedimiento se lleva acabo con anestesia local y
de hernias inguinales e incisionales mediante la coloca- sedación, porque es inocua, simple, efectiva y econó-
Hernioplastia inguinal con malla por abordaje preperitoneal posterior. Técnica de Vargas 175

Incisión
Músculo
recto Para ubicar la incisión se toman los puntos de referencia
de F. Ugahary cuando describe la técnica grid--iron, a
Nervio
saber: se traza una línea imaginaria entre la espina iliaca
iliohipogástrico anterosuperior y el tubérculo púbico, se localiza el bor-
de externo del músculo recto anterior, se ubica el pulso
Músculo
femoral y se traza una perpendicular a la primera línea
oblicuo imaginaria dirigida hacia el recto anterior; esta perpen-
menor dicular indica el recorrido de los vasos epigástricos pro-
Área de fundos, el ángulo recto superior muestra la ubicación
sensación del anillo inguinal interno y, a un través de un dedo por
encima, se ubica la incisión transversa de aproximada-
mente 4 cm de longitud (figura 22--5). Luego se coloca
al paciente en posición de Trendelenburg, girado hacia
el lado opuesto de la hernia.
Figura 22--3. Localización de ramas nerviosas. Modificada
de Surgical anatomy and technique: a pocket manual. Sprin-
ger--Verlag, 1995.
Procedimiento

Se incide la aponeurosis del oblicuo mayor, se divulsio-


nan los músculos oblicuo menor y transverso, y la fascia
mica, y no presenta los efectos colaterales y peligros de
transversalis para llegar al espacio de Bogros. En el
la anestesia general o regional (epidural o raquídea),
caso de hernias mayores de 4 cm se prefiere abrir el estu-
además de que ofrece un efecto analgésico posoperato-
che de los rectos, retraer el recto anterior sin cortarlo, di-
rio prolongado por la infiltración. En caso de hernias in-
vulsionar la fascia transversalis y abordar el espacio de
guinales bilaterales, hernias no reductibles, recurren-
Bogros (figura 22--6).
cias mayores de 8 cm y pacientes obesos se prefiere la
A continuación se diseca la grasa preperitoneal y se
anestesia epidural.
retrae con una valva maleable; se identifican los vasos
La sedación se obtiene con midazolam, fentanilo o
epigástricos profundos que, al cruzar el tracto iliopúbi-
propofol antes y al inicio de la infiltración de la aneste-
co inmediatamente por fuera, indican la situación del
sia local, la cual puede ser con 40 mL de xilocaína a 2%
anillo inguinal interno, donde puede ubicarse el cordón
sin epinefrina y sin preservantes, o con 20 mL de xilo-
espermático o el ligamento redondo; después se diseca
caína a 2% sin epinefrina, sin preservantes y 20 mL de
bupivacaína a 0.5%.
Primero se infiltra el tejido celular subcutáneo con 6 Aponeurosis
mL de anestésico, para evitar la incomodidad al infiltrar N. iliohipogástrico oblicua externa
la dermis para formar el habón en el trayecto determi-
nado para la incisión (usando 4 mL de solución); des-
pués se infiltran a 1.5 cm por dentro de la espina iliaca Aponeurosis
Espina iliaca del recto
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anterosuperior y por debajo de la aponeurosis del obli- anterosuperior


cuo mayor cerca de 8 mL de la solución anestésica en
forma radiada para bloquear el nervio iliohipogástrico;
inmediatamente se localiza el tubérculo púbico y a 1 cm
por fuera de éste, debajo de la aponeurosis del oblicuo N. femorocu-
táneo lateral
mayor, se infiltran 4 mL de solución para bloquear el
nervio ilioinguinal; finalmente se introducen 8 mL de
N. ilioinguinal
anestésico en los planos musculares que se van divulsio- Ligamento inguinal
nando hacia el espacio de Bogros y se identifica el cor-
dón espermático o el ligamento redondo a nivel del ani- Cordón espermático
llo inguinal interno para inyectar 5 mL de solución que
bloqueen la rama genital del nervio genitofemoral (fi- Figura 22--4. Sitios para el bloqueo de las ramas nerviosas.
guras 22--3 y 22--4). Modificado del Dr. J. Skandalakis. Atlanta, Georgia.
176 Hernias de la pared abdominal. Tratamiento actual (Capítulo 22)

Crura anterior
Tracto
iliopúbico

Directa Indirecta

Crura
Femoral posterior

Psoas
Ligamento
de Cooper

Figura 22--5. La incisión y sus relaciones. Modificado del Dr.


F. Ugahary. Amsterdam, Holanda. Figura 22--7. Vista posterior de la región inguinal. Modifica-
do del Dr. Lloyd Nyhus. Northfield, Illinois.

el saco herniario indirecto y se extirpa el lipoma preher-


niario; por dentro de ellos es posible evaluar la debilidad en cuyo caso deberán ser reducidas (figuras 22--7 a
de la pared posterior en caso de hernias directas. El saco 22--9). Así, al retraer el contenido preperitoneal se ob-
directo es traccionado automáticamente al retraer la servará la sínfisis del pubis, el ligamento de Cooper, el
grasa preperitoneal, lo cual permite ubicar el ligamento ligamento iliopúbico, el arco del transverso, los vasos
de Cooper, el ligamento lacunar y los vasos femorales epigástricos profundos, los vasos femorales, el anillo
en busca de hernias femorales; se termina la disección inguinal interno (con el cordón espermático o el liga-
hasta 2 cm por fuera del tubérculo púbico en el plano mento redondo disecados) y el músculo psoas.
medial y en el plano lateral se diseca hasta identificar el La prótesis que se utiliza es una malla de polipropi-
músculo psoas, para cubrir el triángulo lateral de Gilbert leno monofilamento de 15 x 10 cm o de 15 x 15 cm
al colocar la malla. En la actualidad se tiende a invaginar (MarlexR, ProleneR, AtriumR, etc.) —es mejor si es
los sacos herniarios sin incidirlos, lo que, según P. liviana (ProliteR o Prolene SoftR)— inmersa en 250
Amid, desde el punto de vista estadístico, disminuye el mL de suero fisiológico con 80 mg de gentamicina,
dolor posoperatorio. como lo recomienda el Dr. M. Deysine.
Al terminar la disección preperitoneal se debe verifi- Antes de colocar la malla se deben redondear sus es-
car que ninguna estructura preperitoneal o peritoneal se quinas para maniobrar sin dificultad al posicionarla. Se
encuentre entrampada en la pared abdominal posterior, coloca un punto de VicrylR 2/0 como marca central de

Tejido
subcutáneo
Fascia
transversalis
Peritoneo

Hueso
púbico

Figura 22--6. Abordaje del espacio de Bogros. Modificado del Dr. Lloyd Nyhus. Northfield, Illinois.
Hernioplastia inguinal con malla por abordaje preperitoneal posterior. Técnica de Vargas 177

sutura intradérmica o DermabondR (2--octil--cianoa-


crilato), o ambos. El tiempo operatorio con esta técnica
ha variado entre 20 y 50 min.

MANEJO POSOPERATORIO

El paciente puede ser dado de alta dos horas después de


la intervención, con la indicación de que tome dos table-
tas de paracetamol (1 g) hasta tres veces por día si el do-
lor es muy molesto. Los únicos pacientes hospitalizados
fueron los que presentaron factores de riesgo no relacio-
Figura 22--8. Disección del saco herniario. Modificada de: nados con la cirugía (2%); casi 30% de los pacientes no
Fölscher D: Totally extrafascial endoscopic preperitoneal requirieron analgésicos, 96% iniciaron la deambula-
hernia repair. Hernia 2000;4:223--227.
ción dentro de las 24 h posteriores al acto quirúrgico,
60% se reincorporaron a su vida laboral dos o cinco días
la malla, luego se pasa un punto de VicrylR 0 en el liga- después de la operación y 80% se reincorporaron al tra-
mento de Cooper, en el ángulo interno del canal crural, bajo entre el segundo y el séptimo días posoperatorios;
y se fija en un punto a 2 cm por debajo de la mitad hori- se observó que el tiempo límite de reincorporación la-
zontal de la malla y a 4 cm del borde interno; se anuda boral fue de 10 días posteriores a la intervención.
y se baja la malla, extendiéndola por la pared abdominal
posterior para cubrir el agujero miopectíneo, y parietali-
zando el cordón espermático o seccionando el ligamen- COMPLICACIONES
to redondo, según sea el caso, hasta llegar al psoas; en
seguida se retira poco a poco la valva maleable y se le
da la curva a la malla para que se acomode detrás del
recto anterior y el transverso, donde se fija con dos pun- Pueden presentarse hematomas superficiales en 10% de
tos suaves de VicrylR 2-0 (figura 22--10). los casos y seromas en alrededor de 8% de los pacientes,
Se cierra la aponeurosis del oblicuo mayor o el estu- los cuales pueden drenarse por punción percutánea en
che del recto anterior con una sutura continua de VicrylR caso de que sean muy molestos; en pocos casos se pre-
3-0, se une el tejido celular subcutáneo y la piel con una
E Editorial Alfil. Fotocopiar sin autorización es un delito.

Figura 22--9. Disección del saco herniario. Modificada de:


Fölscher D: Totally extrafascial endoscopic preperitoneal Figura 22--10. Fijación de la malla. Modificado del Dr. Ma-
hernia repair. Hernia 2000;4:223--227. lazgirt. Ondokus Mayis University, Turquía.
178 Hernias de la pared abdominal. Tratamiento actual (Capítulo 22)

sentó orquitis leve o moderada y cedió espontáneamen- COMENTARIOS


te. A 15% de los pacientes que continuaron con dolor
inguinal leve durante más de 14 días se les prescribió un
antiinflamatorio no esteroideo, como diclofenaco en El dominio de la reparación preperitoneal le otorga mu-
dosis de 100 mg/día, hasta lograr la comodidad (en chas ventajas al cirujano general, ya que los casos de
aproximadamente cinco días de tratamiento). No se han hernias incarceradas o estranguladas complicadas pue-
presentado infecciones de la herida operatoria, rechazo den resolverse en un solo acto quirúrgico mediante el
de la malla ni complicaciones pulmonares o cardiacas; abordaje inicial de la cavidad abdominal para evaluar el
asimismo, hasta ahora se ha registrado una tasa de recu- estado de las vísceras implicadas y, si es el caso, realizar
rrencia de 0.8%, correspondiente a una paciente en la las resecciones y suturas reparadoras de dichos órganos;
que no se colocó fijación de la malla a la pared posterior luego se reduce el saco herniario, se cierra el peritoneo,
y se presentó una recurrencia en el borde interno supra- se termina la disección del espacio preperitoneal com-
vesical, fuera de los límites de la malla. prometido y se coloca la malla de polipropileno monofi-
Respecto a la incidencia de seromas después de la re- lamento según lo descrito en este capítulo, acompañada
paración laparoscópica de hernias incisionales, se hace de un sistema de drenaje cerrado a presión negativa, tipo
referencia a un reporte del Dr. I. Charuzi, donde se en- Hemovac, para drenar el espacio preperitoneal por de-
contró que 35% de los seromas eran clínicos y 100% lante de la malla; finalmente se sutura la aponeurosis an-
fueron diagnosticados por ecografía hasta el nonagési- terior, y el cierre del tejido celular subcutáneo y de la
mo día posoperatorio, por lo que se concluye que los se- piel se reserva para una segunda intención.
romas formarían parte del hallazgo rutinario de las téc- El conocimiento quirúrgico del espacio preperito-
nicas libres de tensión por abordaje posterior, debido al neal es de gran importancia en los casos de traumatismo
vacío dejado en el tejido celular subcutáneo luego de re- pélvico en un paciente hemodinámicamente inestable,
ducir el saco herniario, y su manejo depende de la evolu- donde puede realizarse el empaquetamiento de dicho
ción clínica de cada paciente. espacio como medida salvadora.

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180 Hernias de la pared abdominal. Tratamiento actual (Capítulo 22)
Capítulo 23
Hernioplastia inguinal grid iron por
abordaje preperitoneal posterior lateral.
Técnica de Ugahary
Franz Ugahary

Si las hernias se presentan a causa de la incapacidad de la fascia transversalis


para soportar la presión a la que está sujeta, el método quirúrgico natural
de corrección parecería ser la reparación y el refuerzo de dicha fascia.
P. W. Harrison, Archives of Surgery, 1922.

La habilidad y la experiencia del cirujano son más importantes


que el tipo de reparación.
George Wantz, Hernia, 1994.

INTRODUCCIÓN En 1968 Stoppa describió una nueva técnica para la


cura radical de las hernias de la ingle.16,18,19 Él usaba una
prótesis gigante de malla de poliéster a través de una
ruta preperitoneal en la línea media, para reforzar el
La reparación ideal de una hernia debe ser lo más anató- saco visceral (GPRVS: giant prostheses for the reinfor-
mica y simple que se pueda. La hernioplastia grid iron cement of the visceral sac). Este abordaje tiene la venta-
es una técnica de mínima invasión no laparoscópica, di- ja de que cubre el defecto herniario y el tejido normal
señada para la reparación de hernias de la ingle. adyacente más allá de los límites de dicho defecto, no
con la utilización de tejidos, sino con una malla sobre el
sitio de la hernia que se fija de una manera eficaz con la
presión intraabdominal y el crecimiento fibroso entre la
ASPECTOS HISTÓRICOS misma. En EUA Wantz introdujo en 1989 el abordaje
unilateral GPRVS a través de una incisión supraingui-
nal horizontal con anestesia local y en forma ambulato-
ria.24,25
E Editorial Alfil. Fotocopiar sin autorización es un delito.

El abordaje preperitoneal para la reparación de las her- En la última década del siglo XX los cirujanos lapa-
nias inguinales permite la exposición directa de las capas roscopistas introdujeron modificaciones en el tratamien-
internas de la pared de la ingle sin lesionar su estructura to de las hernias de la ingle,6 que constituyen la técnica
y su función fisiológica. Este método de reparación, total extraperitoneal (TEP) adoptada por la mayoría de
descrito por Cheatly, Henry, Mahorner y Goss, y conti- los cirujanos laparoscopistas.4,5,20,21 A pesar de sus bue-
nuado por Rives y Stoppa, fue posteriormente populari- nos resultados en relación con su corta estadía hospita-
zado por Nyhus (1960) y ganó una gran aceptación por laria y reintegración a sus actividades, la disección del
su particular conveniencia en el manejo de hernias com- espacio extraperitoneal era aún difícil y consumía de-
plejas, en especial con el advenimiento de las mallas masiado tiempo, además de que la mayoría de las veces
sintéticas.3,10--15 se usaba en pacientes candidatos al uso de anestesia ge-

181
182 Hernias de la pared abdominal. Tratamiento actual (Capítulo 23)

Figura 23--1. Inserción de la malla vía grid iron. En 1965 el autor pensaba en cómo efectuar la operación de Stoppa--Wants en
forma unilateral con una mínima incisión y un abordaje no invasivo, en lugar del acceso laparoscópico total extraperitoneal.

neral.8 Por otro lado, la disección del peritoneo se hace acceso laparoscópico total extraperitoneal, y entonces
a distancia, con instrumental laparoscópico largo en un recordó a su abuela reparando una chaqueta estropeada.
abdomen paralizado por la anestesia general. Ella quitó una o dos puntadas de la costura de la axila
La hernioplastia grid iron para el tratamiento de las para insertar un pedazo de tela enrollada alrededor de un
hernias de la ingle es una variante actual de la operación par de agujas de coser. Con las mismas agujas desplegó
unilateral tipo GPRVS.22,23,25 Con un buen conocimien- y colocó “la malla” para reforzar la zona débil de la cha-
to de la región anatómica y habilidad quirúrgica, la ope- queta. Modificando instrumentos quirúrgicos simples y
ración es simple, segura y rápida. Después de entrar en usando una incisión tipo grid iron de 2.5 a 3 cm en la re-
el espacio preperitoneal a través de una miniincisión se gión afectada, el autor usó la misma técnica para refor-
obtiene una vista lateral completa de la pared abdominal zar la capa debilitada de la pared abdominal.23
posterior y con instrumentos quirúrgicos simples se co-
loca una malla grande, para cubrir el orificio miopectí-
neo de Fruchaud (OMP). La malla se enrolla e inserta Principios de la reparación
en el espacio preperitoneal disecado con una pinza y se
extiende con un retractor o espéculo largo y delgado. Los principios de la reparación en la hernioplastia de
Las complicaciones perioperatorias pueden resolverse Ugahary consisten en la combinación de una técnica
a través de la misma incisión y el promedio de duración simple de colocación abierta de una malla preperitoneal
del procedimiento es de 20 a 25 min. La hernioplastia abierta, con los principios válidos de la operación de
grid iron es ahora el tratamiento estándar para hernias Stoppa (abordaje preperitoneal, fácil disección preperi-
primarias y recurrentes en pacientes adultos, y puede toneal y reforzamiento del defecto de la fascia transver-
llevarse a cabo con anestesia local o regional en forma salis con la malla, sobrepasando el orificio miopectíneo
ambulatoria. La satisfacción del paciente fue buena en de Fruchaud en todas sus direcciones) y la aplicación
una serie llevada a cabo por el autor de este capítulo con del principio hidrostático de Pascal y el de la hernioplas-
más de 1 000 hernias inguinales (figura 23--1). tia libre de tensión y sin suturas (figura 23--2).

TÉCNICA DE INSERCIÓN DE LA MALLA Instrumental


PARA EL ABORDAJE GRID IRON
Además de los instrumentos básicos para una hernio-
plastia estándar, se requieren:

En 1965 el autor pensaba en la manera de efectuar la S Dos retractores largos de 18 x 140 mm con base
operación de Stoppa--Wants en forma unilateral con una curva y terminaciones lisas. Pueden usarse como
mínima incisión y un abordaje no invasivo en lugar del instrumentos de disección y para expandir la
Hernioplastia inguinal grid iron por abordaje preperitoneal posterior lateral. Técnica de Ugahary 183

polipropileno monofilamento (ProleneR), debido a su


resistencia a la infección y buenas tolerabilidad e incor-
poración a los tejidos, por lo que su empleo ha sido exi-
toso (figura 23--3).2 La malla ideal para esta operación
debe ser ligera, flexible, blanda, no absorbible y con
cierta memoria plástica. En la operación de grid iron la
malla debe ser fácilmente enrollada para su colocación
y fácilmente desenrollada para adaptarse a las curvas de
Figura 23--2. Instrumentos para la ejecución de la técnica. la pared abdominal. La presión intraabdominal y la su-
perficie áspera de la malla la mantendrán en su lugar,
por lo que no se necesitan puntos de fijación o grapas.
malla. La base curva permite una amplia visibili-
dad a través de la aparentemente pequeña incisión.
S Un retractor de Langenbeck de 10 x 50 mm, para
Anestesia
proteger los vasos epigástricos inferiores durante La operación puede llevarse a cabo con cualquier tipo
la disección del espacio preperitoneal y la inser- de anestesia. La mayoría de los pacientes son sometidos
ción de la malla. a bloqueo espinal, con el paciente consciente. El blo-
S Una pinza anatómica de al menos 250 mm de longi- queo debe extenderse al menos a nivel de T10 (ombli-
tud, que permita tomar la malla en toda su longitud. go). El bloqueo simpático produce una vasodilatación
S Un depresor (una cuchara como instrumento) para de los miembros inferiores con una vasoconstricción
corregir la malla cuando ésta no se pueda expandir. compensatoria de la región pélvica, proporcionando un
S Una fuente de luz extra. Puede ser un retractor con campo operatorio seco con excelentes condiciones ope-
una fuente de luz o una fuente de luz frontal para ratorias incluso en posición plana.9 Durante la cirugía
proporcionar más iluminación. El lente de un la- ambulatoria surgen problemas cuando el bloqueo motor
paroscopio se puede usar con fines educativos es prolongado; sin embargo, los nuevos agentes de ac-
para mostrar la anatomía de la región preperito- ción corta han superado esta dificultad.
neal (figura 23--3). Se ha demostrado a la perfección que el uso de anes-
tesia local o regional elimina virtualmente la incidencia
Elección del material protésico de retención urinaria, reduce los requerimientos de
analgesia posoperatoria, permitiendo la rápida movili-
Los materiales protésicos recientes, como el polipropi- zación, y disminuye la necesidad de hospitalización. La
leno, el poliéster y ePTFE, han mostrado seguridad y anestesia local puede complementarse con sedación in-
confiabilidad.1,3,7 Desde 1962 se ha extendido el uso del travenosa. Durante la operación con cualquiera de estos
dos tipos de anestesia es posible verificar la integridad
de la reparación y corregirla en caso necesario.

Preparación y colocación del paciente


La mayoría de los pacientes son sometidos a cirugía de
E Editorial Alfil. Fotocopiar sin autorización es un delito.

corta estancia, por lo que se internan el mismo día de la


operación. El paciente debe vaciar la vejiga antes de la
intervención y en algunos se utilizan sondas urinarias.
El abdomen inferior del lado afectado se rasura y se pro-
cede a marcarlo. Se hace una canalización intravenosa
y se lleva a cabo un monitoreo con pulsooxímetro, bau-
manómetro automático y cardioscopio. Sólo se admi-
nistran antibióticos profilácticos cuando hay posibilida-
des de que el paciente sea susceptible a una infección.
Figura 23--3. Durante la operación de grid iron se requiere
La posición para este abordaje es la supina. Se reco-
que la malla se enrolle fácilmente para su colocación y se mienda que antes de la operación se dibuje la anatomía
desenrolle igual, para que pueda adaptarse a las curvas de de la zona y la incisión con un marcador de piel (figura
la pared abdominal. 23--4).
184 Hernias de la pared abdominal. Tratamiento actual (Capítulo 23)

Figura 23--4. La incisión de la piel se localiza en la parte


blanda del abdomen inferior afectado.

Figura 23--5. Acceso preperitoneal lateral del orificio miopec-


tíneo; inserción vía lateral (grid iron) de una malla grande.
Localización de la incisión en la piel

La incisión de la piel se localiza en la parte blanda del


abdomen inferior del lado afectado. Las marcas de la su- Técnica de la operación
perficie anatómica incluyen:
Después de la incisión en la piel el tejido subcutáneo se
1. Ligamento inguinal. divide con unas tijeras. La aponeurosis del oblicuo ma-
2. Arteria femoral. yor es seccionada en dirección de sus fibras para expo-
3. Borde lateral del músculo recto. ner el oblicuo menor. Durante la operación debe tenerse
4. Línea perpendicular del ligamento inguinal a la ar- cuidado con el nervio ilioinguinal, que habitualmente
teria femoral antes de convertirse en la arteria ilia- cruza por el lado caudal de la incisión. El oblicuo menor
ca (indica la superficie de proyección de los vasos y el músculo transverso son abiertos también a la manera
epigástricos inferiores). de grid iron, separándolos y retrayéndolos, exponiendo
5. Anillo interno. de esta forma a la fascia transversalis. La fascia trans-
6. El lugar de la incisión en la piel es de aproximada- versalis se abre transversalmente, teniendo cuidado de
mente dos dedos en sentido laterocraneal al anillo no abrir el peritoneo. Ahora el espacio preperitoneal
interno (figura 23--5). está expuesto. Para facilitar el plano de disección del es-
pacio preperitoneal y que el contenido de la cavidad ab-
dominal se alejen del campo la mesa de operaciones
Abordaje lateral preperitoneal debe colocarse en posición de Trendelenburg y ligera-
del orificio miopectíneo mente lateralizada hacia el lado contralateral a la hernia.
La disección subaponeurótica debe continuar por la
La posición de la incisión de la piel en la técnica de grid pared abdominal anterior. En lugar de usar gasas monta-
iron es crucial. Para la colocación de la malla en esta das, que algunas veces son muy voluminosas e interfie-
operación la incisión debe ser lateral al orificio miopec- ren con la visión, el autor de este capítulo prefiere usar
tíneo. A partir de esta posición lateral se inserta, centra los retractores largos en la creación del espacio preperi-
y expande la malla enrollada, en una posición posterior toneal. Los dos retractores se usan como una extensión
al orificio miopectíneo. de los dedos, como si excavaran un hoyo a mano limpia.
Para una adecuada colocación, la incisión debe ser 2 Cuando los retractores están limpios reflejan la luz y
cm lateral y 3 cm superior a la localización del anillo in- brindan una mejor iluminación del peritoneo. Primero
guinal interno, precisamente en la parte más blanda del deben identificarse los vasos epigástricos inferiores,
lado afectado del abdomen. En los pacientes promedio para usarlos como punto de referencia. Posteriormente
se empieza con una incisión de 3 a 4 cm, paralela a las se protegen los vasos con un retractor de Langenbecks
líneas de Langers. y el plano de disección preperitoneal se continúa me-
Hernioplastia inguinal grid iron por abordaje preperitoneal posterior lateral. Técnica de Ugahary 185

dialmente, abajo del espacio de Retzius y Bogros. Esto se puede cortar con un mínimo daño a los nervios y al
es sorprendentemente fácil y exangüe. El ligamento de flujo sanguíneo. Si se requiere resecar el intestino ne-
Cooper, una estructura blanca y brillante, es claramente crótico, debe abrirse el peritoneo para efectuar una re-
visible y palpable. Se debe tener cuidado de no dañar la sección apropiada. Puede requerirse una incisión extra,
vejiga, especialmente cuando está distendida. Todas las como en los accesos anteriores. El peritoneo se abre
hernias mediales son reducidas durante esta disección para inspeccionar el contenido abdominal. Cuando la
medial con una leve tracción. Después se hace una ins- reducción es difícil, el anillo herniario tiene que ser inci-
pección en dirección dorsal para buscar hernias femora- dido con cuidado para no dañar los vasos epigástricos.
les u obturatrices, aunque éstas son más raras. Cuando Para una mejor exploración y tratamiento en ocasiones
el nervio obturador, identificado como una estructura se necesita una amplia exposición (prolongando la heri-
acordonada blanca, es tomado entre unas pinzas, se pue- da). En presencia de peritonitis difusa u otras patologías
de notar la contracción del músculo aductor. La prepara- intraabdominales se requiere por fuerza una laparoto-
ción inicia lateralmente a nivel de la herida hasta el mús- mía.
culo psoas (psoas e iliopsoas) y los vasos iliacos. Los Algunas veces el saco indirecto se acompaña de un
elementos del cordón, los cuales están aún adheridos al lipoma. Los lipomas del cordón deben extirparse, ya
peritoneo, son claramente identificados si se empuja el que si se dejan in situ pueden dar la impresión de una
saco peritoneal medialmente. Entonces se diseca el pe- hernia y el paciente pensará que aún la tiene.
dículo del saco adherido al cordón. El cordón se separa
del saco peritoneal al menos entre 7 y 10 cm del anillo
Preparación y colocación de la prótesis
herniario para facilitar la parietalización de las estructu-
ras del cordón. El cordón liberado cae contra la pared Una malla estándar de 5 x 10 cm o de 12 x 16 cm, si el
pélvica. Después de que todo el contenido de la hernia paciente es muy grande, será suficiente para cubrir el
es reducido y se inspeccionan los sitios potenciales de orificio miopectíneo y evitar herniaciones. La prótesis se
otras hernias, se prepara la malla. mantendrá en posición por la presión abdominal y el pe-
Si se encuentra un saco indirecto, deberá reducirse ritoneo la retendrá. El centro de la malla se marca con una
por tracción. En caso de dificultad el saco será secciona- sutura. Los vasos epigástricos inferiores se usan como
do para prevenir una disección innecesaria del cordón punto de referencia para que la malla se coloque en el es-
en la región inguinal, sangrado o formación de seromas. pacio preperitoneal, en sentido medial a ellos. Con esto,
La abertura peritoneal se cierra con sutura absorbible. la prótesis queda sobrecubriendo el orificio miopectíneo
La fijación del saco remanente a la pared abdominal o tanto en sentido medial como lateral (figura 23--6).
la colocación de un drenaje previenen la colección de lí-
quido. S Paso 1. Con una pinza anatómica de 30 cm se en-
Cuando una hernia escrotal no es reductible se hace rolla la malla, de manera que el lado visceral de la
una incisión pequeña adicional en la base del escroto malla quede por dentro del rollo y el futuro margen
para facilitar la reducción de un contenido herniario caudal de la malla en la punta de la pinza. La capa
irreductible, liberando las adherencias al escroto. La externa de la malla enrollada se abre en dirección
hernia por deslizamiento, que es una frecuente causa de craneal, ya que esta parte debe de ser la primera en
preocupación, se reconoce fácilmente y se maneja de in- hacerlo. (Para la reparación de una hernia en la in-
mediato. gle derecha la malla se enrolla en sentido de las
E Editorial Alfil. Fotocopiar sin autorización es un delito.

Una fascia transversalis redundante en un gran saco manecillas del reloj; para la reparación de una her-
directo puede ser suturada a la pared abdominal a nivel nia inguinal izquierda la malla se enrolla en direc-
de la incisión, en sentido dorsal a los vasos epigástricos ción opuesta a las manecillas del reloj.)
inferiores, con cuidado de protegerlos, para prevenir un S Paso 2. El espacio retroinguinal disecado se man-
seroma en el espacio muerto. Cuando la hernia es bilate- tiene abierto con dos retractores largos y delgados,
ral se lleva a cabo la disección completa de ambos sitios y un retractor de Langenbeck, para exponer el área
antes de colocar la malla. De otra forma, durante la di- posterior de la ingle. Los retractores mantienen
sección medial puede moverse la malla del lado contra- también el saco peritoneal hacia atrás en dirección
lateral. Después de colocar la malla de un lado, con un posterocefálica. El retractor de Langenbeck prote-
depresor (cuchara) se detiene la primera malla contra el ge los vasos epigástricos inferiores por detrás y
pubis mientras se inserta la segunda. debe mantenerse en posición caudomedial.
En las hernias estranguladas se abre el saco para ha- S Paso 3. La malla enrollada se introduce dentro del
cer una inspección intraperitoneal. El anillo constrictor espacio preperitoneal, centrada por detrás del ori-
186 Hernias de la pared abdominal. Tratamiento actual (Capítulo 23)

Figura 23--6. Introducción de la malla a través de la incisión con ayuda de los retractores.

ficio miopectíneo. La parte distal de la malla debe superior de la malla. Usando la parte curva del re-
estar detrás del pubis, con el centro marcado, me- tractor de una manera rotatoria suave y gentil, el
dial a los vasos epigástricos inferiores, y la parte cirujano debe desenrollar la malla entre el saco
lateral en la superficie de la incisión (figura 23--7). preperitoneal y la pared abdominal anterior (la
S Paso 4. Se toma la malla con una pinza de disec- maniobra del segundo retractor puede repetirse
ción en el borde anterolateral mientras se retira el mientras el primer retractor mantiene la malla
retractor. Se introduce un retractor en el centro del contra el pubis).
rollo de malla de tal forma que la malla pueda em- S Paso 5. Con la parte superior del retractor empu-
pujarse contra la rama superior del pubis. El segun- jando la malla contra la pared abdominal cerca del
do retractor se coloca fácilmente en dirección ce- pubis, se coloca la parte caudal de la malla con el
fálica, paralelo al primero, debajo de la capa retractor inferior. Siguiendo el contorno de la fosa
superior de la malla y no en el centro del rollo. Du- iliaca, la malla se alisa con la parte distal del re-
rante la cuidadosa inserción de este segundo re- tractor y se coloca en lo profundo del espacio de
tractor la parte superior de la malla se abrirá par- Retzius, entre el pubis y la vejiga, para después po-
cialmente. En este momento el retractor se dirige nerla sobre el foramen obturador y los vasos ilia-
en sentido craneal y lateral extendiendo la parte cos; finalmente, se coloca lateralmente con el fin

Figura 23--7. Maniobras de expansión completa de la malla.


Hernioplastia inguinal grid iron por abordaje preperitoneal posterior lateral. Técnica de Ugahary 187

bajo anestesia local o regional, se le puede pedir


al paciente que tosa o puje para verificar la repara-
ción. El saco peritoneal comprime la malla contra
la pared abdominal. No debe haber abultamientos
en el sitio original de la hernia (figura 23--9).
S Paso 7. Finalmente, los músculos transverso ab-
dominal y oblicuo menor se cierran con uno o dos
puntos de sutura absorbible, uno de los cuales fija
la parte anterolateral de la malla a la pared abdo-
minal; el nervio ilioinguinal debe cuidarse en todo
momento para evitar que quede atrapado entre las
suturas. La aponeurosis del oblicuo mayor se cie-
rra con suturas absorbibles y la piel se cierra con
Figura 23--8. Malla totalmente expandida y retiro de los re- sutura subdérmica o vendoletes.
tractores de pared abdominal.

de que parietalice el conducto deferente y los va-


sos testiculares sobre el músculo iliopsoas. Con la DISCUSIÓN
parte craneal de la malla contra la pared abdomi-
nal pueden repetirse los movimientos con el re-
tractor caudal. La malla se mantiene desenrollada
contra la pared abdominal con los dos retractores
y se usa el depresor como un tercer retractor, para En las hernias inguinales hay que subrayar la importan-
ver la malla desenrollada en el espacio preperito- cia de la reparación de la fascia transversalis, mediante
neal. Los segmentos aún doblados pueden corre- una reparación que tome en cuenta la preferencia y las
girse fácilmente al deslizar el depresor por la ma- expectativas del paciente, así como la habilidad y expe-
lla, al tiempo que se suelta el peritoneo. Es muy riencia del cirujano.
importante que la malla llene por completo el es- En una reparación anatómica de una hernia inguinal,
pacio peritoneal para permitir que la presión intra- el espacio preperitoneal es el único sitio adecuado para
abdominal la mantenga contra la pared abdomi- colocar la prótesis.
nal. La pared abdominal no se libera mientras se El acceso posterior no hace distinción entre los dife-
expande la malla, pues si cae originará que la ma- rentes tipos de hernia, lo cual facilita la colocación de
lla se doble al retirar los retractores (figura 23--8). una malla grande.
S Paso 6. Cuando no se desenrolla en su totalidad la Se ha dicho con frecuencia que el tratamiento de la
parte lateral de la malla puede usarse una pinza hernia y la prevención de sus recurrencias debe ser lo
anatómica para que vuelva a la posición adecuada. más simple y anatómico posible. Con un par de instru-
Puesto que la mayoría de las operaciones se hacen mentos modificados (retractores delgados y largos)
como disectores del espacio preperitoneal se puede co-
locar la malla en su lugar.
E Editorial Alfil. Fotocopiar sin autorización es un delito.

La técnica grid iron proporciona suficiente visualiza-


ción y control del campo quirúrgico y permite verificar
la reparación si se le pide al paciente que haga esfuerzo.
La interrelación entre malla, pared abdominal y perito-
neo a través de la incisión grid iron es muy clara. Este
procedimiento proporciona un control adecuado de los
triángulos del dolor y vascular, igual que el abordaje la-
paroscópico, los cuales están en sentido posterior a la
incisión grid iron.
La disección preperitoneal es directa y mucho más
fácil. Las complicaciones durante la operación se pue-
Figura 23--9. Inicio de la sutura de los músculos transverso den manejar por la herida sin necesidad de la conversión
y oblicuo menor, tomando con un punto el borde de la malla. a otro acceso.
188 Hernias de la pared abdominal. Tratamiento actual (Capítulo 23)

COMPLICACIONES Y RECURRENCIAS protrusiones peritoneales. La colocación inadecuada de


DESPUÉS DE LA HERNIOPLASTIA la malla puede corregirse inmediatamente. Las compli-
GRID IRON caciones durante la operación pueden manejarse por la
misma incisión, aunque puede agrandarse ligeramente.

La recurrencia de las hernias después de esta operación RESULTADOS


se debe principalmente a errores técnicos, por lo que el
éxito se logra con el buen conocimiento de la anatomía
de la región y el cuidadoso estudio del procedimiento,
paso por paso. Haciendo esto, el proceso de aprendizaje El autor de este capítulo y su grupo usaron la hernioplas-
será corto y se evitarán fallas. La disección del espacio tia grid iron para el manejo de 1 000 hernias inguinales
preperitoneal retroinguinal debe ser adecuada. El tama- con un promedio de recurrencias de 1.2% durante el pe-
ño de la malla debe ser lo suficientemente grande para riodo comprendido entre 1995 y 2002. Esta operación
cubrir el orificio miopectíneo y retener el peritoneo. ha constituido la regla de oro en el manejo de hernias
Las fallas técnicas incluyen disección incompleta o primarias y complejas. Debido a la posición geográfica
equivocada de la región retroinguinal, dejando una her- del hospital donde ellos ejercen, 100% de los pacientes
nia indirecta inadvertidamente, y mala disección de las cooperaron para su seguimiento. La mayoría de las re-
estructuras del cordón, impidiendo que la malla quede currencias ocurrieron en el periodo de desarrollo de la
plana. La mala colocación de la malla enfrente de los va- técnica y durante la curva de aprendizaje del cirujano.
sos epigástricos inferiores o en el canal inguinal causa Las fallas iniciales se debieron al desplazamiento de la
una expansión incompleta de la prótesis, con la posibili- malla, que era muy pequeña (6 x 8 cm con una abertura).
dad de desgarre de los vasos epigástricos durante la La parte posterior del pubis que la malla no cubrió por
maniobra para desenrollar. La mayoría de las recurren- completo ocasionó las recurrencias mediales. Se encon-
cias en las series llevadas a cabo por el autor de este ca- traron mallas desplazadas en forma anterior a los vasos
pítulo se debieron a que la malla era pequeña y a que el epigástricos inferiores o al canal inguinal. Después de
cordón no se liberó por completo del saco herniario. Si 1996 se incrementó el tamaño de la malla (de 6 x 8 a 10
no se cubre bien el orificio miopectíneo, se originan x 15 cm sin la abertura para acomodar el cordón), se pa-
recurrencias mediales. La mayoría de las recurrencias rietalizó el cordón y el cirujano se adaptó al uso de la
después de esta operación se manejaron con un acceso técnica; sólo se presentaron dos recurrencias en las si-
anterior. No hubo complicaciones serias ni infecciones. guientes 400 reparaciones. El tiempo promedio de dura-
Los seromas y los hematomas son las complicaciones ción del procedimiento fue de 20 a 25 min para hernias
más frecuentes en esta operación. Los drenajes se dejan primarias o recurrentes. Cualquier complicación trans-
sólo en caso de grandes hernias escrotales o donde la he- operatoria pudo manejarse fácilmente por la misma in-
mostasia fue de difícil control. En un paciente el hema- cisión sin necesidad de conversión. Para el manejo de
toma se infectó y formó un absceso y fistulización pos- hernias complejas, algunas veces se amplió ligeramente
terior, lo cual obligó a retirar la malla; después de esto la herida o se combinó con una incisión escrotal alta, en
la herida sanó adecuadamente. Se vieron dos pacientes el caso de hernia escrotal no reductible. La operación se
con orquiepididimitis reactiva que fueron tratados satis- puede hacer con cualquier tipo de anestesia, aunque la
factoriamente con antibióticos. En tres pacientes que ya mayoría de los pacientes se sometieron a bloqueo raquí-
habían sido sometidos a cirugías abdominales con deo. Con el bloqueo raquídeo no se interrumpe el ritmo
acceso al espacio preperitoneal se perforó la vejiga, dos de la cirugía ni se altera la anatomía local, como ocurre
de ellas durante la disección de las adherencias y una con la anestesia local. La mayoría de las intervenciones
durante la inserción de la malla con la pinza, porque la se manejaron como cirugía de corta estancia y la satis-
vejiga estaba distendida. Todos fueron manejados con facción de los pacientes fue buena.
sutura en dos capas con sutura absorbible, sonda vesical En un estudio aleatorizado efectuado por Simmer-
y antibióticos posoperatorios. La lesión de los vasos macher y col. entre 1998 y 199917 se compararon las ca-
epigástricos inferiores se manejó en dos casos con la racterísticas preoperatorias del acceso de grid iron con
ligadura de los vasos lesionados. Durante la operación la técnica TEP asistida por laparoscopia. Los resultados
el paciente está despierto y es posible que coopere acti- mostraron que el acceso grid iron para la reparación de
vamente para incrementar la presión abdominal, sea las hernias inguinales primarias fue significativamente
con tos o con la maniobra de Valsalva, para identificar más rápido y que las complicaciones perioperatorias
Hernioplastia inguinal grid iron por abordaje preperitoneal posterior lateral. Técnica de Ugahary 189

son manejadas fácilmente a través de la misma incisión.


Puesto que los cirujanos participantes estaban bien en-
trenados en ambas técnicas, esta diferencia no puede
atribuirse a la curva de aprendizaje (figura 23--10).

CONCLUSIÓN

En manos entrenadas la hernioplastia grid iron es sim-


ple, segura y rápida en el tratamiento de las hernias de
la ingle. La operación puede ser de corta estancia y lle-
varse a cabo bajo anestesia espinal o local sin la necesi-
dad de instrumentos complejos. Las recurrencias des- Figura 23--10. Posición final de la prótesis en la hernioplas-
pués de esta operación se deben principalmente a errores tia grid iron. Debe quedar medial a los vasos epigástricos
técnicos, como un plano de disección equivocado con inferiores (centro de la malla), con un pequeño punto a nivel
de la incisión; la prótesis siempre retiene al peritoneo.
el consiguiente desplazamiento de la malla. Estos erro-
res pueden evitarse con el adecuado conocimiento de la
anatomía de la región y un cuidadoso estudio de los pa-
sos de esta operación. Detrás del orificio miopectíneo la plastia grid iron es una operación para hernias primarias
malla siempre detendrá el saco peritoneal y se manten- y recurrentes, después de un acceso anterior. Su correcta
drá en su posición por la presión abdominal. La hernio- ejecución no da paso a las recurrencias.

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Capítulo 24
Reparación de hernia inguinal
con la técnica Cisneros
Héctor Armando Cisneros Muñoz

INTRODUCCIÓN Dichos índices de recurrencia no sólo son escandalo-


sos en la actualidad, sino que resultan inaceptables.
A partir de 1974, cuando el Dr. Irving Lichtenstein
introdujo el concepto de hernioplastia libre de tensión
La reparación de la hernia inguinal aún representa uno e inició el uso de material protésico (polipropileno)
de los mayores desafíos para los cirujanos, pues exige como sustituto de los tejidos debilitados, se abrió una
un amplio conocimiento de las estructuras anatómicas brecha histórica que dejó una huella indeleble, por sus
de la región inguinal y de la aplicación y ejecución co- excelentes resultados con respecto a la recurrencia.
rrecta de las diferentes técnicas quirúrgicas para brindar Así, el motor que impulsa con más ímpetu la innova-
un tratamiento óptimo y obtener los mejores resultados ción y modificación de las múltiples técnicas quirúrgi-
en cuanto al índice de recurrencias, con las mínimas cas para la reparación de hernia inguinal es el temor a
molestias posquirúrgicas y la mayor sensación de bie- la recurrencia, que también se coloca como parámetro
nestar para el paciente.1 para medir el éxito o el fracaso de una hernioplastia in-
Desde la aparición de las técnicas quirúrgicas más guinal.
antiguas para la reparación de la hernia inguinal, hace A la par de la creación del concepto “libre de tensión”
más de 120 años, con los doctores Marcy (1871) y Bas- aparecieron múltiples estudios acerca del origen de la
sini (1884), basadas en la sutura de estructuras musculo- hernia y las causas de la recurrencia; las principales
aponeuróticas,2,3 hasta las actuales técnicas modernas incluyen la tensión sobre las líneas de sutura y el uso de
denominadas “libres de tensión”, los más sobresalientes los tejidos debilitados propios del paciente para reparar
cirujanos se dieron a la tarea de luchar denodadamente el defecto anatómico y la herniosis, que incluye trastor-
contra el evento más desagradable e indeseado después nos anatómicos, genéticos, bioquímicos, metabólicos y
de una reparación de hernia: la recurrencia. Sin embar- ambientales del tejido colágeno, así como el estilo de vi-
go, ésta aún constituye la “complicación” más temida a da del paciente.4--6
corto y largo plazo, por encima de otras como el dolor Con el advenimiento de las reparaciones libres de
E Editorial Alfil. Fotocopiar sin autorización es un delito.

o la incapacidad posoperatoria. La principal preocupa- tensión y el empleo de materiales protésicos7,8 cada vez
ción del cirujano y del paciente continúa siendo el temor más depurados en cuanto a resistencia y nula capacidad
de que la hernia reaparezca, lo cual implica un nuevo de originar rechazo en el huésped, en los últimos 20 años
evento quirúrgico obligado. se desarrolló una gran variedad de técnicas sustentadas
Las diferentes series publicadas por diversos autores en el mismo principio, entre las que pueden mencionarse
que aplicaban las técnicas convencionales, con sutura los parches de Kugel, Trabucco, grid iron, Stoppa, Wantz,
de estructuras anatómicas y tensión sobre las líneas de Prolene Hernia System (PHS), mesh plug (tapón y par-
sutura, muestran índices de recidivas que varían de 2%, che de malla), Lichtenstein, etc.7,9.11 Las dos últimas son
en el mejor de los casos, a 23%, en los casos menos afor- las más representativas y de mayor aceptación en todo
tunados. el mundo, y constituyen la regla de oro para la repara-

191
192 Hernias de la pared abdominal. Tratamiento actual (Capítulo 24)

ción de la hernia inguinal. En todas las técnicas la aten- Cuadro 24--1. Zonas vulnerables
ción se centra en evitar la recurrencia, disminuir el dolor de la técnica mesh plug
posoperatorio inmediato, impedir la inguinodinia cró- Lugar Causa
nica y reducir al mínimo el tiempo de incapacidad poso-
peratoria. Anillo inguinal pro-
Tapón pequeño en relación con el
fundo defecto herniario
Los resultados obtenidos con estas técnicas son los
Falta de fijación del tapón
mejores en la historia de las reparaciones de hernia in- Encogimiento, migración o expulsión
guinal en cuanto a recurrencias, que se sitúan entre 0.2 del tapón
y 1%.7,9--11 Sin embargo, el problema de la recurrencia, No se colocó el parche en el piso
aunque muy mermado, continúa vigente y motiva la del canal inguinal
búsqueda de un procedimiento que elimine por comple- Parche mal colocado o de menor ta-
to este inconveniente. El doctor Ira Rutkow, cuya visión maño que el piso inguinal
era futurista, expresó: “El futuro de las hernioplastias Piso inguinal No se colocó el parche en el piso in-
guinal
inguinales libres de tensión está en la hibridación de téc-
No se cubrió adecuadamente el piso
nicas quirúrgicas”.12 inguinal
Con base en la combinación de las técnicas de Lich- Parche arrugado, encogido, movido
tenstein7 y mesh plug,8,9 en 1998 los doctores Cisneros, o enrollado
Mayagoitia y Suárez crearon una técnica híbrida libre Ligamento inguinal Parche de dimensiones menores
de tensión, que elimina virtualmente todas las zonas que las del piso inguinal
vulnerables o de riesgo identificadas en las otras plas-
tias. Se denomina técnica de Cisneros, y pretende erra-
dicar de manera definitiva y total las recurrencias, sin cias, tanto en los procedimientos de Lichtenstein como
incrementar la morbilidad, con una curva de aprendiza- en los mesh plug, denominados zonas vulnerables o de
je corta y reproducible que asegura mínimas molestias riesgo, y en la detección de las causas que originan la re-
posoperatorias y la pronta reintegración del paciente a currencia en dichas zonas vulnerables.
sus actividades laborales. También le proporciona co- Las zonas vulnerables detectadas en la técnica de
modidad al paciente y una sensación de seguridad al mesh plug son tres: el anillo inguinal interno, el piso del
cirujano que la ejecuta.13 canal inguinal y el ligamento inguinal, cada una con sus
Es importante conocer los componentes protésicos respectivas causas (cuadro 24--1 y figura 24--1). Las zo-
de cada una de las técnicas implicadas en la creación de nas vulnerables identificadas en la técnica de Lichtens-
esta técnica híbrida. La técnica de mesh plug tiene dos tein también son tres: el ligamento inguinal, el tubérculo
componentes: el tapón, también llamado cono o plug, y púbico y el anillo inguinal interno,14,15 cada una con sus
el onlay patch o parche sobrepuesto sin ninguna sutura propias causas (cuadro 24--2 y figura 24--1).
o medio de fijación al piso del canal inguinal. Por el con- Las causas más frecuentes de recurrencia informadas
trario, la técnica de Lichtenstein sólo incluye una pieza por varios autores con la técnica mesh plug se relacio-
de malla plana suturada y fijada al ligamento inguinal nan con el tapón, que puede ser pequeño en relación con
desde el arco del transverso, que sobrepasa 2 cm me- el defecto herniario, no estar fijado a los márgenes del
dialmente al tubérculo púbico y cefálicamente por defecto y sufrir contracción, migración o expulsión. Si
encima del anillo inguinal profundo, cubriendo el trián- el parche (onlay patch) no se instala, se ocasionará que
gulo lateral de la ingle. queden áreas débiles sin cubrir en la pared posterior del
La técnica híbrida de Cisneros incluye los siguientes canal y no se cree un nuevo anillo inguinal interno pro-
componentes: el tapón o cono (polipropileno o bioab- tésico con las colas de la malla; lo mismo ocurre si el
sorbible), un parche de malla plana (polipropileno pesa- parche tiene un tamaño menor que el piso del canal in-
do, parcialmente absorbible o polipropileno ligero) y una guinal y si no se fija, porque se arruga, se dobla, se mue-
sutura de polipropileno o poliglecaprone (monocryl) ca- ve o se contrae (cuadro 24--1).
libre dos ceros para fijar el tapón y el parche al liga- Los motivos de fracaso en las zonas vulnerables de
mento inguinal y al piso del canal inguinal. En fechas la técnica Lichtenstein son la disrupción de la sutura de
recientes se ha ensayado la fijación del parche mediante la malla al ligamento inguinal y la sutura insuficiente en
adhesivos, como el metacrilato o el sello de fibrina, con su inicio y término (medial al tubérculo púbico y hasta
el fin de reducir el dolor neuropático posoperatorio. nivel de los vasos epigástricos). También ocurren fraca-
Esta técnica híbrida se diseñó con base en la observa- sos cuando las colas de la malla no se entrecruzan de
ción de los sitios en los que se presentan las recurren- manera adecuada y no se fijan al ligamento inguinal, lo
Reparación de hernia inguinal con la técnica Cisneros 193

5
5
3 3

2 CE 1 TC 2 CE 1 TC

4 4

Figura 24--1. Zonas vulnerables en la hernioplastia y su relación con los triángulos de la ingle. 1. Piso inguinal. 2. Ligamento ingui-
nal. 3. Anillo inguinal interno. 4. Tubérculo púbico. 5. Triángulo lateral. CE: cordón espermático. TC: tendón conjunto.

cual origina que no se cree un nuevo anillo profundo con Esta técnica puede aplicarse con éxito para la repara-
la prótesis, por carecer de oclusión en el anillo interno, ción de todos los tipos de hernias inguinales: indirectas,
y que el saco herniario se deslice bajo el parche para dar directas, mixtas y femorales, tanto primarias como
lugar a una hernia subprotésica; asimismo, cuando las recurrentes. Sin embargo, en las hernias recurrentes
dimensiones de la malla hacia el segmento medial no existe el inconveniente de la disección sobre tejidos
son suficientes para sobrepasar el tubérculo púbico y deformados por la fibrosis y cicatrización previa, lo cual
compensar el encogimiento natural que la malla experi- predispone a mayor morbilidad, como lesión nerviosa,
menta con el tiempo (cuadro 24--2). formación de hematomas, seromas y desvasculariza-
La combinación de ambas técnicas con todos sus ción de estructuras como el cordón espermático, que
componentes y su modificación da como resultado la ocasiona edema o atrofia testicular.
técnica híbrida de Cisneros, que teóricamente cubre to- Su ejecución es posible con diferentes métodos anes-
dos los puntos de falla de ambos procedimientos y pre- tésicos —local y sedación, epidural o general—, pero
viene las recidivas. ello depende de la preferencia del cirujano y de las con-
diciones del paciente.

Cuadro 24--2. Zonas vulnerables


de la técnica Lichtenstein
ANESTESIA
Lugar Causa
Ligamento inguinal Parche con menores dimensiones
que las del piso inguinal El autor de este capítulo prefiere la anestesia epidural,
Disrupción de la sutura puesto que la mayoría de los pacientes la toleran bien y
Sutura de límites inadecuados permite un mejor manejo de las estructuras viscerales o
E Editorial Alfil. Fotocopiar sin autorización es un delito.

No se fijaron o no cruzaron las colas del peritoneo al manipular el saco herniario, sobre todo
de la malla en las hernias inguinales incarceradas o de difícil reduc-
Tubérculo púbico No se dejó excedente de malla so- ción, en las hernias bilaterales y en los individuos muy
bre el pubis obesos o con ansiedad extrema. Otra ventaja de la anes-
Inicio de la sutura en un sitio inade-
tesia epidural es que permite colocar el catéter y redosi-
cuado
Encogimiento del parche
ficar al paciente durante los procedimientos prolonga-
No se cerraron o cruzaron adecua-
dos. Este tipo de anestesia también permite que el
damente las colas paciente tosa o haga esfuerzos para probar la reparación
Anillo inguinal pro- No se fijaron las colas al ligamento una vez terminada.
fundo inguinal La excepción para su uso la constituyen los pacientes
No se creó un neoanillo protésico con discrasias sanguíneas o patologías de columna y ca-
Se creó muesca extra para el cor- nal raquídeo; en estas circunstancias se aplica la aneste-
dón espermático sia local y sedación, o la anestesia general. El autor no
194 Hernias de la pared abdominal. Tratamiento actual (Capítulo 24)

ha observado retención aguda de orina después de la Los nervios ilioinguinal e iliohipogástrico se preser-
anestesia. van y cuidan para evitar su lesión.
El cordón espermático o el ligamento redondo se mo-
vilizan a nivel del tubérculo púbico y se coloca un tubo
de Penrose o una cinta umbilical para ejercer tracción
PREPARACIÓN PREOPERATORIA sobre él. Cabe mencionar que el cordón espermático
debe movilizarse por completo desde el piso del canal
inguinal incluyendo el nervio ilioinguinal, los vasos es-
permáticos externos (“línea azul”) y la rama genital del
Para realizar el procedimiento quirúrgico se solicitan
nervio genitocrural.
exámenes preoperatorios, que incluyen biometría he-
Para las hernias indirectas,17 sin importar su tamaño
mática, pruebas de coagulación (TP y TPT) y grupo san-
y clasificación, el abordaje del saco herniario en la etapa
guíneo. En los pacientes mayores de 45 años de edad se
inicial debe hacerse mediante la separación longitudinal
solicita también electrocardiograma y valoración car-
de las fibras del músculo cremáster a lo largo del cordón
diológica y de riesgo anestésico. Los pacientes ingresan espermático, para no dañar las ramas nerviosas ni el re-
al hospital tres horas antes de la intervención quirúrgica
flejo cremastérico. Se abre la fascia espermática y se
con ayuno de ocho horas. Antes de pasar al quirófano se
identifican el saco herniario y sus límites con respecto
lleva acabo la tricotomía del vello púbico y la asepsia y
al cordón espermático; se separan uno del otro mediante
antisepsia del abdomen bajo, de la región inguinal y del
disección roma hasta aislarlos, con cuidado de no lesio-
escroto con yodopovidona en espuma. La profilaxis con
nar los elementos del cordón. Es muy importante la di-
antibióticos no se instituye de manera rutinaria, excepto
sección alta hasta la base del saco herniario a nivel del
en los pacientes con factores de alto riesgo de infección. anillo inguinal interno o hasta que se visualice el cojín
Por lo general tampoco se sumerge la malla en solución
de grasa preperitoneal, sin abrirlo ni ligarlo. El saco se
con antibióticos.
invagina con sólo empujarlo hacia atrás y se introduce
el dedo índice para explorar el orificio miopectíneo en
su totalidad. Se inserta un tapón o cono de malla de poli-
TÉCNICA QUIRÚRGICA propileno o bioabsorbible (opcional) a través del anillo
inguinal interno con el vértice del cono dirigido hacia la
cavidad abdominal, mientras que la superficie circunfe-
rencial y sus pétalos quedan justo por detrás de las es-
La plastia de Cisneros inicia con una incisión transver- tructuras musculares que conforman el anillo interno.
sal de 5 cm de longitud, situada 2 cm por arriba del borde Luego de situar el tapón se colocan cuatro puntos de su-
del pubis, tomando como referencia vertical el cordón tura cardinales separados de VicrylR, monocryl o poli-
espermático, o ligamento redondo en la mujer, y se inci- propileno tres ceros (figura 24--2 A), que incluyen el
de 2 cm a cada lado. Con este abordaje se obtiene una músculo y los pétalos del cono (sin incluir la rama geni-
adecuada exposición del canal inguinal desde el tubér- tal en su emergencia por el anillo profundo), los cuales
culo del pubis hasta el anillo inguinal interno. El tejido no soportarán ningún tipo de tensión o resistencia, pues-
subcutáneo se diseca con electrocauterio, para lograr to que sólo sirven para mantener el cono en su sitio y
una buena hemostasia y prevenir en buena medida la evitar su migración o expulsión.
formación de seromas y hematomas posoperatorios. Cuando el saco herniario es muy grande y alcanza el
Se exponen la aponeurosis del músculo oblicuo ma- escroto se prefiere dividir el saco en un punto medio del
yor y el anillo inguinal externo: la aponeurosis se abre canal inguinal y conservar en su sitio la porción distal
y el anillo inguinal externo se secciona sin dejar de vi- del saco para evitar hemorragias, daño vascular del cor-
sualizar y proteger el nervio ilioinguinal; se disecan dos dón y orquitis isquémica.
colgajos de aponeurosis: uno medial, hasta que se visua- El siguiente paso de la técnica de Cisneros consiste
lice el tendón conjunto, y otro lateral, hasta que se apre- en colocar una pieza de malla plana de polipropileno
cie el ligamento inguinal. monofilamento de 7 x 15 cm, o parcialmente absorbible
En la porción cefálica se disecan entre 2 y 3 cm (hasta (polipropileno--VicrylR), ideal porque promueve la fi-
5 cm en los pacientes con herniosis, para evitar hernias broplasia y tiene menos problema de hospedar bacte-
intersticiales),16 para crear un espacio que permita la rias. La parte que se dirige hacia el pubis se moldea a la
colocación ulterior de las colas del parche sobre el trián- esquina medial del canal inguinal (redondeada). Se
gulo lateral de la ingle. ejerce tracción del cordón espermático o del ligamento
Reparación de hernia inguinal con la técnica Cisneros 195

A B
Figura 24--2. Técnica de Cisneros. A. Paso 1: colocación del plug en el defecto herniario. B. Paso 2: colocación del flap suturado,
entrecruzando las colas de la malla.

redondo hacia la línea media para exponer en su totali- las: la superior o medial amplia (dos tercios), y la infe-
dad el piso del canal inguinal y se inicia la sutura de la rior o lateral angosta (un tercio), que abrazarán el cor-
punta redondeada con ProleneR o monocryl dos ceros dón espermático (o ligamento redondo en la mujer),
en el tejido aponeurótico del arco del transverso sobre para que quede entre ellas. Se colocan dos puntos adi-
el pubis (sin incluir periostio), donde se unen la vaina cionales de fijación del borde superior o medial del
del recto anterior con el transverso (medial al tubérculo parche para extenderlo y dejarlo en su lugar: uno sobre
púbico); en este sitio se deja un excedente de malla (de la vaina del recto anterior y otro en el músculo oblicuo
1 a 1.5 cm) que sobrepase el pubis y la vaina del recto menor o su aponeurosis (zona plateada) a nivel del ani-
anterior, para compensar el encogimiento que el poli- llo interno (se recomienda material absorbible y nudos
propileno sufre de manera invariable con el tiempo.8 La flojos para evitar un atrapamiento nervioso); lo ante-
sutura es continua, con un máximo de cinco pases de la rior evita que el parche se arrugue, doble o mueva de
aguja, para fijar el borde inferior de la malla al ligamen- su sitio. En ambos casos debe tenerse cuidado de no in-
to inguinal hasta un punto límite justo al lado del orificio cluir en la sutura ramas nerviosas (iliohipogástrico),
inguinal interno (figura 24--2 B) o por debajo de los va- porque ello ocasionaría dolor neurítico, que en muchos
sos epigástricos, ya que sobrepasar este límite resulta casos puede causar incapacidad. A continuación se to-
innecesario y podría lesionarse el nervio femoral. man las colas de la malla y la cola amplia se cruza y co-
El paso siguiente consiste en efectuar un corte en la loca sobre la cola angosta, se hacen coincidir los bor-
porción lateral del parche de malla para formar dos co- des externos de ambas, que se sujetan con una pinza
E Editorial Alfil. Fotocopiar sin autorización es un delito.

Figura 24--3. Colocación del tapón en el defecto herniario Figura 24--4. Colocación de sutura del parche en el piso de
y fijación con puntos cardinales. la ingle con el método de Lichtenstein.
196 Hernias de la pared abdominal. Tratamiento actual (Capítulo 24)

luego se cierra la aponeurosis del oblicuo mayor con


una sutura absorbible (poliglactina tres ceros) sobre el
cordón espermático o ligamento redondo. La fascia de
Scarpa y los tejidos subcutáneos se suturan en bloque
y los bordes de la piel se coaptan mediante una sutura
intradérmica continua.
En las hernias directas17 el procedimiento es esen-
cialmente igual en cuanto a su abordaje; tras exponer el
piso del canal se elevan con una pinza el tejido debilita-
do (fascia transversalis) y el saco herniario; éste se li-
bera de restos de fibras musculares y se “circuncida”
con electrocauterio hasta que emerja la grasa preperito-
neal; con ello se crea un hueco en el espacio preperito-
Figura 24--5. Parche suturado al ligamento inguinal, colas neal donde se colocará el tapón o cono de malla. El ta-
cruzadas y puntos de fijación al tendón conjunto. pón se asegura en su posición mediante múltiples
puntos separados sobre los márgenes del defecto y sobre
tejido sano. En el caso de defectos muy grandes, hernias
hemostática, y se coloca un punto de sutura no absorbi-
mixtas (en pantalón) o dos defectos distintos se pueden
ble para cerrar las dos colas y crear el neoanillo ingui-
colocar de la misma manera dos o más tapones. En estos
nal interno protésico.8 Con la misma sutura se fijan las
casos los tapones quedan doblemente asegurados en su
colas entrecruzadas en el ligamento inguinal al lado del
sitio, puesto que se localizan debajo de la pieza de malla
nudo de la sutura continua. La omisión de este paso
plana. La secuencia ulterior para colocar el parche sobre
conlleva el riesgo de recurrencia a través de un defecto
el piso inguinal en estas hernias directas es igual a la
conocido como “hoyo de cerradura”.14 El exceso de ma-
descrita para las hernias indirectas.
lla en la parte lateral (colas de la malla) se corta hasta
La técnica de Cisneros también puede aplicarse en
que quede un mínimo de 6 cm más allá del anillo inter-
las hernias femorales mediante el abordaje descrito. Se
no, los cuales se introducen en el hueco creado debajo
llega hasta el orificio femoral a través de la apertura del
de la aponeurosis del oblicuo mayor sin puntos de su-
piso del canal inguinal (fascia transversalis), para redu-
tura. Es importante tener en mente que el parche debe
cir o inguinalizar el saco herniario, liberarlo de adheren-
presentar la suficiente laxitud para crear el efecto de
cias e invaginarlo, y colocar un tapón pequeño que se
cúpula o domo que garantice la ausencia de tensión en
fija mediante puntos separados en sus márgenes; cuan-
la reparación y asegure una cobertura total del piso del
do el orificio es muy pequeño se puede ampliar median-
canal inguinal cuando ocurra la retracción del polipro-
te la sección del ligamento de Gimbernat hacia su parte
pileno (figura 24--6). Se libera el cordón espermático
medial; después se coloca el parche de recubrimiento
(o el ligamento redondo) de la tracción y se coloca so-
sobre el piso del canal inguinal de la manera descrita
bre la superficie anterior del parche de recubrimiento;
para los defectos indirectos y directos.
Aunque esta técnica también puede ejecutarse en los
casos de hernias recurrentes, el hecho de disecar tejidos
deformados por la fibrosis y cicatrices implica hemorra-
gias innecesarias, lesión de estructuras vasculares y ner-
viosas, cuyas secuelas pueden ser la formación de
hematomas, seromas u orquitis isquémica con atrofia
testicular e inguinodinia posoperatoria. Por ello se pre-
fiere la colocación única del tapón en el defecto en los
casos donde la anatomía está alterada por completo.

PROCESO POSOPERATORIO

Los pacientes suelen ser dados de alta entre 2 y 4 h des-


Figura 24--6. Plastia concluida. Vista final. pués de la operación y de que se recuperaron por com-
Reparación de hernia inguinal con la técnica Cisneros 197

pleto del efecto anestésico epidural. Se egresan cami- Cuadro 24--3. Tipo de hernias reparadas
nando con la administración de una sola dosis intravenosa
Primarias Recurrentes
de algún analgésico (metamizol de 2 g) antes de retirar
la solución parenteral en la sala de recuperación. Se Tipo Casos Casos
prescriben 500 mg de paracetamol por vía oral cada seis I 32 --
horas. Se les motiva para permanecer activos durante el II 423 4
posoperatorio inmediato y se les indica un baño corpo-
III 228 4
ral cada 24 h con cambio de gasa en la herida quirúrgica.
No hay restricciones para el levantamiento de objetos, IV 97 19
pero la conducción de automóviles se pospone 72 h, V 1 --
para evitar la presencia de dolor inguinal causado por los VI 45 5
movimientos imprevistos. Los pacientes pueden reanu-
VII 6 --
dar sus actividades cotidianas, como atarse los zapatos,
vestirse, etc., el día posterior a la operación, a menos Total 832 22
que perciban dolor. Las labores de escritorio, adminis-
trativas, ejecutivas o de supervisión pueden reasumirse
en tres días sin problema alguno. El resto de las labores aguda de orina por atonía vesical secundaria a la aneste-
pueden reanudarse entre 10 y 14 días después de la in- sia epidural.
tervención quirúrgica. Algunos pacientes tenían trastornos concomitantes
El control de los pacientes se lleva a cabo mediante como hiperplasia benigna de próstata (3), hidrocele (2)
cita y revisión personal en 72 h horas, para detectar pro- y obesidad mórbida (1).
bables complicaciones tempranas (hematomas y sero-
mas), observar el tipo de marcha o posiciones antálgicas
y analizar la libertad de movimientos y restricciones. La Dolor posoperatorio
siguiente cita es a los ocho días para revisar la herida
quirúrgica (infección y hematomas) e identificar la pre- Sin considerar el tipo de reparación, en tanto se trate de
sencia de edema testicular o de cordón espermático, y las llamadas reparaciones libres de tensión, está plena-
de dolor neurítico, así como para retirar la sutura de la mente demostrado que producen mínimo dolor posope-
piel. El seguimiento se efectúa al mes, a los 3, 6 y 12 me- ratorio y requieren dosis muy bajas de analgésicos
ses; posteriormente se hace una entrevista vía telefónica durante un periodo de dos a cuatro días, según los reque-
cada año hasta completar los cinco años. rimientos del enfermo.
En estos pacientes se utilizó una escala análoga nu-
mérica del 0 al 10 para cuantificar el dolor, que se aplicó
a las 72 h y mostró un comportamiento que varió de 1
EVALUACIÓN DE RESULTADOS a 4. A una semana de la intervención 95% de los pacien-
tes refirieron dolor entre 1 y 2, de acuerdo con la escala.
En lo referente al dolor a largo plazo, hasta 20% de los
pacientes manifestaron dolor tipo punzante ocasional,
leve y de duración fugaz, transitorio y no incapacitante.
E Editorial Alfil. Fotocopiar sin autorización es un delito.

De julio de 1998 a noviembre de 2007 el autor de este En la actualidad se investigan modificaciones de las téc-
texto y su grupo han reparado 854 hernias inguinales en nicas libres de tensión tendientes a disminuir o eliminar
769 pacientes con la técnica abierta libre de tensión de el dolor neuropático crónico, tales como el uso y combi-
Cisneros; de ellas, 96.2% (822) correspondieron a her- nación de materiales ligeros (parcialmente absorbibles,
nias primarias y 3.74% (32) a hernias recurrentes; 85 como la malla de polipropileno y VicrylR Vypro II), el
pacientes presentaron hernia bilateral (cuadro 24--3). El empleo de tapones bioabsorbibles, las suturas absorbi-
tiempo quirúrgico promedio fue de 40 min a partir de la bles, el uso de adhesivos como sustitutos de las suturas,
incisión en la piel y hasta el cierre de la misma para las etc.; asimismo, se investiga la combinación de sus com-
hernias primarias; este tiempo se incrementó un prome- ponentes, como parche de malla de polipropileno y
dio de 15 min en las hernias recurrentes. El tiempo de VicrylR combinada con tapón bioabsorbible, que no
estancia hospitalaria promedio fue de cuatro horas en deja de lado el principio esencial de evitar la tensión y
98.5% de los casos y 1.5% (12) requirieron un día de cumple los objetivos de la misma: menos dolor y menos
hospitalización. No se observaron casos de retención complicaciones.
198 Hernias de la pared abdominal. Tratamiento actual (Capítulo 24)

Regreso a las actividades laborales de seguimiento fue de 69.8 meses en un rango de 1 a 110
meses), lo cual se determinó mediante exploración físi-
El retorno de los pacientes a su trabajo después de la ca en 98% de los casos y llamada telefónica en 2% de
operación varió de acuerdo con el tipo de empleo y el ellos, en especial cuando los primeros pacientes opera-
otorgamiento de incapacidad, cuando la intervención se dos rebasaron el cuarto año.
hizo en hospitales de seguridad social. En general, el re- Es posible que aún no se documente ninguna recu-
torno a la actividad laboral ocurrió entre los 3 y los 14 rrencia porque, como se mencionó, esta técnica está en-
días (promedio 10), de acuerdo con los intereses del pa- caminada a eliminar, por lo menos en teoría, todas las
ciente. zonas vulnerables de la región inguinal y está basada en
las experiencias y observaciones de otros cirujanos res-
pecto a los sitios de recurrencia en los procedimientos
Complicaciones tempranas y tardías libres de tensión.

Las complicaciones tempranas observadas con esta téc-


nica no son diferentes ni mayores que las de otras técni- CONSIDERACIONES TÉCNICAS
cas libres de tensión. En esta serie ocurrió una infección
profunda de la malla que requirió drenaje, curaciones y
lavados enérgicos, así como el uso de antibióticos; sin
embargo, no fue necesario retirarla. Se presentaron un Con base en la evolución y mejora de los materiales pro-
seroma (resuelto en forma conservadora), un caso de tésicos, en la actualidad se han ensayado modificaciones
edema de cordón espermático y testículo (ambos en her- a las técnicas libres de tensión tendientes a disminuir o
nias recurrentes) y una sección de rama del nervio ilio- eliminar el dolor neuropático crónico y la reacción in-
inguinal. En relación con las complicaciones tardías flamatoria excesiva, tales como el uso de materiales li-
(último corte de variables a 110 meses), se observaron geros y parcialmente absorbibles, como la malla de po-
tres pacientes con disestesia cutánea en la cara anteroin- lipropileno y VicrylR (Vypro II), polipropileno ligero
terna del muslo y uno con atrofia isquémica de testículo (PremileneR), tapones bioabsorbibles o biodegradables
(hernia recurrente) (cuadro 24--4). En ningún caso se (GoreR), suturas absorbibles (monocryl), adhesivos
identificó dolor neuropático crónico incapacitante, mi- como sustitutos de las suturas (sello de fibrina),20 meta-
gración de los tapones o erosión de estructuras vascula- crilato, etc., y la combinación de componentes como el
res o viscerales adyacentes. parche de malla de polipropileno y VicrylR combinado
con un tapón bioabsorbible y fijada con adhesivo de fi-
brina. Todos estos nuevos materiales son compatibles
para realizar la técnica Cisneros, que, sin perder el con-
Recurrencias
cepto de ser libre de tensión, redunda en una menor mor-
bilidad, menor dolor posoperatorio y una mejor calidad
Si se toman en cuenta los informes de otros autores, que de vida.21
señalan que 64% de las recurrencias ocurren durante el Se han sugerido algunas modificaciones a la técnica
primer año, 29% durante el segundo y sólo 7% en el ter- quirúrgica para evitar el dolor crónico por atrapamiento
cer año o más,18 hasta el momento ninguno de los pa- nervioso; una de ellas consiste en utilizar material
cientes del autor ha presentado recurrencia (la media absorbible y dejar los nudos flojos (nudos al viento o
flotantes) al fijar el parche de malla sobre el tendón con-
junto y el oblicuo menor, ya que su situación anatómica
Cuadro 24--4. Complicaciones posoperatorias es muy variable, o bien fijar la malla con un punto en la
cara inferior de la aponeurosis del oblicuo mayor.
Complicaciones Casos
Si el tapón es manufacturado en el quirófano, se su-
Infección profunda 1 0.11% giere hacerlo cónico y hueco (sin pétalos expandidos en
Edema de cordón (transitorio) 1 0.11% su interior); también puede usarse un tapón biodegrada-
Seroma 1 0.11% ble, el cual desaparece en un lapso de aproximadamente
Orquitis isquémica 1 0.11% seis meses.
Recurrencias 0 0% Finalmente, está el uso de adhesivos como sustitutos
Mortalidad 0 0% de las suturas para fijar el parche y evitar daño nervioso
Total 0.46% y dolor neuropático crónico e incapacitante.
Reparación de hernia inguinal con la técnica Cisneros 199

CONCLUSIONES sencilla y brinda la sensación de comodidad19 y ausen-


cia de dolor al paciente, además de que le proporciona
al cirujano la satisfacción de que llevó a cabo una repa-
ración óptima.
La experiencia adquirida a través del tiempo por los Los alcances de esta técnica se encuentran en proceso
autores de las dos técnicas libres de tensión que en la de superar la prueba del tiempo y de análisis de sus re-
actualidad constituyen la regla de oro —mesh plug y sultados a largo plazo, así como de realizar un estudio
Lichtenstein (Rutkow y Robbins, y Amid, respectiva- comparativo con otras técnicas y una prueba clínica
mente)— colocó los índices de recurrencia en niveles controlada para compararlas en todas sus variables, con
históricamente mínimos, dio a conocer las causas y si- el fin de demostrar si la técnica de Cisneros es superior,
tios de recurrencias en sus respectivos procedimientos, igual o peor que otras. Sin embargo, los resultados obte-
y motivó el desarrollo de esta técnica híbrida sustentada nidos hasta la fecha indican una tendencia favorable
en la combinación de ambos procedimientos sin perder que, de comprobarse, podría constituir un hito histórico
ni modificar su esencia. La técnica de Cisneros ofrece en la búsqueda de la técnica ideal para reparar hernias
la posibilidad de erradicar las recurrencias, conservan- inguinales.
do todas las ventajas que ofrece: dolor posoperatorio Por todo lo anterior, ya no es aplicable la máxima de
mínimo, pocas complicaciones a corto y largo plazos, que “la mejor técnica para reparar hernias inguinales es
estancia hospitalaria corta, mínima medicación analgési- la que el cirujano domina”, sino que el cirujano debe do-
ca, reproductibilidad en cualquier tipo de unidad médica, minar una gran variedad de técnicas libres de tensión y
curva de aprendizaje corta, fácil de enseñar, periodos de aplicar la que ofrezca los mejores resultados al menor
incapacidad laboral cortos con pronta reintegración a las costo y con la mejor calidad de vida. La técnica de Cis-
labores, bajo costo y alta eficacia, no requiere instru- neros será la que en el futuro posea todas las bondades
mental o insumos sofisticados, es aplicable a cualquier de la “técnica ideal”, que seguramente consistirá en un
tipo de hernia inguinal y, sobre todo, es técnicamente procedimiento híbrido.

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200 Hernias de la pared abdominal. Tratamiento actual (Capítulo 24)
Capítulo 25
Hernioplastia inguinofemoral
con técnica de HERD
Hugo Enrique Reyes Devesa

INTRODUCCIÓN cirujano vea pacientes con hernias con una evolución de


20 a 30 años.

Antecedentes históricos
La hernia inguinal es el padecimiento quirúrgico más fre-
cuente en el mundo. Aunque en México no se cuenta con La mayor contribución a la cirugía de la hernia inguinal
datos estadísticos que confirmen esta aseveración, se ha fue la del cirujano italiano Edoardo Bassini, quien reali-
estimado que se presentan entre 300 000 y 500 000 zó su primera operación en 1884 y publicó en sus resul-
casos cada año.1 La herniorrafia inguinal está entre las tados en 1894 sólo 8 recidivas en 206 operaciones, lo
operaciones más antiguas y más frecuentes del arsenal cual le valió el título de “Padre de la herniorrafia mo-
técnico del cirujano. En EUA se realizan entre 700 000 derna”.5
y 750 000 hernioplastias al año y, por desgracia, la repa- La operación de Bassini resume los pasos esenciales
ración primaria de hernia inguinal tiene una tasa de para una reparación ideal con tejido: apertura de la apo-
recurrencia de 10 a 15%, con un porcentaje incluso más neurosis del oblicuo mayor a través del anillo externo;
alto después de la reparación de hernia inguinal recu- resección de la fascia cremastérica para exponer el cor-
rrente,2 por lo que puede considerarse como un pro- dón espermático; división de la pared posterior del canal
blema de salud pública. inguinal para exponer el espacio preperitoneal; disec-
Se estima que la incidencia de hernia en la población ción y ligadura del saco peritoneal en sentido proximal
general es de 3%3 y que entre 10 y 15% de los casos se en el espacio preperitoneal; reconstrucción de la pared
presentan en los adultos, sobre todo hombres.4 posterior con suturas separadas y suturas del oblicuo me-
A pesar de la gran evolución ininterrumpida de las nor y el transverso junto con la hoja superior de la fascia
técnicas quirúrgicas en el tratamiento de las hernias in- transversalis en un plano a la hoja inferior de la fascia
guinales, así como del manejo anestésico y de la fabri- transversalis y al ligamento inguinal; y cierre de la apo-
E Editorial Alfil. Fotocopiar sin autorización es un delito.

cación de nuevos materiales protésicos, el promedio de neurosis del oblicuo mayor por delante del cordón.6
los resultados operatorios sigue viéndose afectado por Durante los siguientes 100 años la mayoría de las
un periodo de malestar con incapacidad resultante, ya hernias inguinales fueron reparadas con el método de
que aún se les indica de manera sistemática a los pacien- Bassini o sus variaciones, de las cuales se mencionan
tes de hernioplastias que no vuelvan al trabajo y que se Marcy, McVay, Halsted y Shouldice; sin embargo, tu-
abstengan de levantar objetos pesados durante uno o dos vieron la desventaja de que presentaron tensión sobre la
meses. La falta del conocimiento y de información mé- línea de sutura y que las incisiones relajantes no pudie-
dica que se observa en Latinoamérica ha creado en el ron lograr el alivio de dicha tensión.7
público en general un gran temor a las operaciones de El avance más importante en la cirugía de la hernia
hernias, a juzgar por el considerable número de perso- inguinal ha sido el desarrollo de técnicas quirúrgicas
nas con hernia que no se han tratado. No es raro que el mediante materiales protésicos (mallas) denominadas

201
202 Hernias de la pared abdominal. Tratamiento actual (Capítulo 25)

“libres de tensión”. En 1958 Usher describió la repara- mayor parte de los pacientes se encuentran en edad pro-
ción de hernia con el uso de una malla de MarlexR4,8,9 ductiva.
y en 1984 Irving Lichtenstein publicó en EUA su téc- Motivado hacia la reparación de la hernia inguinal
nica “hernioplastia libre de tensión” con material proté- mediante la técnica libre de tensión descrita por Lich-
sico.10,11--19 También se dieron a conocer los trabajos pu- tenstein y col., y estimulado por los informes sobre los
blicados por Jean Rives y René Stoppa en la reparación resultados que ofrecía, su sencillez y su facilidad para
de hernias inguinales e incisionales libres de tensión con reproducirla, la actitud del autor hacia el tratamiento de
material protésico en el espacio preperitoneal.4,18,20 la hernia inguinal se vio modificada, pues dejó de em-
Posteriormente aparecieron numerosas técnicas libres plear técnicas con tensión que había realizado durante
de tensión mediante el empleo de materiales protésicos, años para poner a prueba la técnica libre de tensión. A
entre las que se mencionan el parche de Kugel;21 la téc- mediados del decenio de 1990 se encontró con el primer
nica de hernioplastia inguinal sin sutura o con “sombri- obstáculo para realizar la técnica de Lichtenstein, que
lla de Gilbert”,4,18,22,23 la cual después fue modificada consistió en la falta de la malla que los autores propo-
por Ira Rutkow y Alan Robbins, y patentada bajo el nían en sus artículos, donde mencionaban que el mate-
nombre de técnica del PerFix plug;7,24--26 el sistema de rial biosintético ideal para la reparación de las hernias
hernia de ProleneR (Prolene Hernia System de Ethi- debía tener cuatro características esenciales: ser inerte;
con); y la técnica recientemente popularizada por el Dr. ser de monofilamento (muy resistente a la infección) y
Arthur Gilbert.27,28 no contener poros menores de 10 de diámetro; estimu-
Todas estas técnicas están diseñadas para el trata- lar la fibroplasia (crecimiento de fibroblastos a través de
miento quirúrgico de la hernia inguinal (primaria, recu- los intersticios de la malla), para permitir el depósito de
rrente, indirecta y directa) y algunas sólo para la hernia una capa muy fuerte de colágena; y fijarse con rapidez
femoral, pero en la literatura médica se reporta que to- en su sitio por la acción del “pegamento” de fibrina del
das han demostrado un índice de morbilidad y recurren- huésped. Sólo las mallas de polipropileno, como las de
cia menor de 1%.7,11,12,18,26,27 las marcas ProleneR o MarlexR, reunían todos estos re-
querimientos.34 Sin embargo, lejos de declinar el cam-
bio, en un inicio se utilizaba la única malla disponible,
TRATAMIENTO DE LAS HERNIAS la de MersileneR, la cual no es de monofilamento y no
INGUINALES Y FEMORALES estimula la fibroplasia intensa a través de sus intersti-
MEDIANTE LA TÉCNICA DE HERD cios.34
Animado por el interés, el autor de este capítulo pro-
cedió sistemáticamente a reparar las hernias inguinales
Durante mucho tiempo el tratamiento de la hernia ingui- primarias con sacos herniarios pequeños o medianos,
nal se basó en las reparaciones con tejido mediante las llamadas “no complicadas” o de tipo I, II, III o tipo IV,
técnicas de Bassini y McVay, y en algunos casos con la según la clasificación de Gilbert--Rutkow--Robbins, o
técnica de Shouldice, así como con sus modificaciones las tipo 1, 2, 3a, y algunas de tipo 3b, según la clasifica-
(técnica de McVay--Bassini). Actualmente en varias ción de Nyhus, mediante la técnica de Lichtenstein.
instituciones gubernamentales se siguen empleando Observó que, en efecto, era un procedimiento fácil de
estas técnicas con resultados desfavorables, ya que el realizar, que el dolor posoperatorio era mínimo en com-
índice de recurrencia aún es muy alto. Otro factor paración con las técnicas convencionales y que la recu-
importante consiste en que las operaciones de hernias peración posoperatoria y el retorno a las actividades fí-
las ejecutaban los residentes de primero o segundo año, sicas normales se conseguía en un tiempo más corto,
ya que esta cirugía es una de las más comunes en los ser- pero el punto más importante fue que los índices de re-
vicios de cirugía general y hasta cierto punto no se le currencia disminuyeron.
daba la importancia debida. El otro obstáculo consistió en querer llevar a cabo la
Con el advenimiento de los materiales protésicos y técnica de Lichtenstein en las hernias inguinales recu-
las técnicas libres de tensión, independientemente de la rrentes, las hernias primarias directas con sacos hernia-
ruta empleada (anterior, posterior o por vía laparoscópi- rios muy grandes o las tipo IV, y las hernias mixtas tipo
ca), se ha logrado reducir el índice de recurrencia poso- VI, donde muchas veces se observaba el ligamento in-
peratoria y los costos que representa su manejo por con- guinal débil o destruido como para ser empleado como
cepto de hospitalización e incapacidades, ya que la medio de fijación, o simplemente no se encontraba, lo
Hernioplastia inguinofemoral con técnica de HERD 203

cual es muy común en las hernias recurrentes. En estos D


casos, la malla se fijaba al ligamento de Cooper.
Estos hallazgos le hicieron recodar el nacimiento de
la técnica de la hernioplastia con ligamento de Cooper. C
B
En mayo de 1897 el Dr. Georg Lotheissen iba a operar
a una mujer de 45 años con una hernia inguinal que ha- A
bía recurrido dos veces y proyectaba hacer una opera-
ción de Bassini, pero al escindir la cicatriz también es-
cindió parte del ligamento inguinal. En consecuencia,
suturó los músculos con el ligamento de Cooper y ob-
servó que esta técnica era útil para el tratamiento de la
hernia femoral.29 En 1942 McVay y Anson27 revivieron
la operación de Lothiessen, que actualmente se conoce
como técnica de McVay y está indicada en el tratamien-
to de las hernias inguinales directas, indirectas grandes
y femorales.
Figura 25--1. Abordaje del espacio preperitoneal: A. Cordón
En la literatura ya se describía una técnica con mate- espermático. B. Vaina femoral anterior. C. Fascia transver-
rial protésico (malla de MarlexR), que se suturaba con salis. D. Ligamento de Cooper.
el ligamento de Cooper y la vaina femoral anterior, esco-
tando la malla para dar salida al cordón espermático, para
el tratamiento de hernias indirectas recurrentes. En 1958 cubrir esta zona y evitar una recurrencia a este nivel. Se
Usher describió la reparación de una hernia mediante una identifica el origen de la hernia.
malla de MarlexR, que eliminó la tensión; actualmente En la hernia inguinal indirecta se identifica el saco
se conoce como técnica libre de tensión.8 También se herniario y se moviliza lateralmente para exponer el án-
mencionó un método alternativo, que consistía en la apli- gulo donde convergen los vasos espermáticos y el con-
cación preperitoneal de una malla de MarlexR, descrita ducto deferente; se secciona para inspeccionar su conte-
por Read. Otra técnica que utiliza material protésico su- nido y posteriormente se liga a nivel del cuello y se
turado al ligamento de Cooper es la descrita por Ponka, invagina.
que sirve para reparar las recurrencias combinadas de las En la hernia inguinal directa pequeña el saco hernia-
hernias indirectas, directas y crurales.29 rio se invagina; en los sacos grandes se puede seccionar
Con toda esta revisión de la literatura y los hallazgos e inspeccionar su contenido y posteriormente cerrar e
transoperatorios observados en estos tipos de hernias, invaginar.
además de incluir el manejo o la prevención de las her- Se secciona la fascia transversalis (pared inguinal
nias femorales en un solo procedimiento, el autor de este posterior) para el abordaje del espacio preperitoneal y la
capítulo decidió modificar la técnica de Lichtenstein, que identificación del saco herniario (hernia directa) o la pre-
actualmente estaba realizando, y la llamó hernioplastia sencia de una hernia femoral preexistente; el peritoneo y
inguinofemoral libre de tensión, técnica de HERD (por las vísceras intraperitoneales se separan hacia arriba para
las iniciales de Hugo Enrique Reyes Devesa) para el tra- exponer el ligamento de Cooper (figura 25--1).
tamiento de la hernia inguinal y femoral.
E Editorial Alfil. Fotocopiar sin autorización es un delito.

Colocación de la malla
Se utiliza una malla de polipropileno (ProleneR, Ethi-
DESCRIPCIÓN DE LA TÉCNICA DE HERD con) de 15 x 15 cm con la forma de la anatomía de la re-
gión inguinal del paciente.
Los bordes inferior y medial de la malla se modifican
de acuerdo con la pared posterior del canal inguinal y el
Se realiza una incisión oblicua de 7 a 8 cm en la región área femoral, creando una extensión de malla en forma
inguinal, se expone y se divide la aponeurosis del mús- triangular que está destinada a cubrir toda el área femo-
culo oblicuo mayor con identificación de los nervios ral, la cual será fijada al ligamento de Cooper (figura
iliohipogástrico e ilioinguinal. Se libera el cordón es- 25--2).
permático del piso inguinal y se diseca del área del tu- El primer punto de anclaje fija el borde inferior de la
bérculo púbico 2 cm, de tal manera que la malla pueda malla a la vaina aponeurótica anterior del músculo rec-
204 Hernias de la pared abdominal. Tratamiento actual (Capítulo 25)

Malla de polipropileno Vaina femoral anterior


Ligamento de Cooper

Área femoral

Ligamento inguinal Área femoral


B
A Figura 25--4. Cierre de la fascia transversalis con fijación de
la malla en el ligamento inguinal para crear un doble sistema
Figura 25--2. Malla de polipropileno. Extensión triangular de fijación y proteger el área femoral.
que cubre el área femoral. A. Borde medial inferior que se
fija al ligamento de Cooper. B. Borde inferior externo que se
fija al ligamento inguinal.
malla, esto es, a 2 cm por arriba del borde inferior de la
malla, la cual se encuentra fijada al ligamento de Coo-
to, cerca de su inserción en el pubis. El borde inferior de per, creando así un doble sistema de fijación de la malla
la malla se fija con tres puntos separados de ProleneR que previene su deslizamiento, la recurrencia de una
dos ceros a lo largo del ligamento de Cooper. El punto hernia inguinal directa, una hernia femoral preexistente
más lateral se realiza pasando por el borde inferior de la y una hernia femoral primaria (figura 25--4).
malla, el ligamento de Cooper y la pared medial de la El segmento superior de la malla se hace pasar por
vaina femoral anterior, que constituyen el punto de debajo del cordón espermático y se ejerce tracción en
“transición”. dirección cefálica del paciente. Se procede a realizar un
Posteriormente, la continuación del borde inferior de corte en la parte lateral externa de la malla con la crea-
la malla se fija en el tercio medio y lateral externo del ción de dos segmentos, con el cordón entre ellos; poste-
ligamento inguinal y se extiende 5 cm más allá del borde riormente se fija el borde superior de la malla en sentido
lateral del anillo inguinal (figura 25--3). medial al borde externo de la aponeurosis del músculo
En seguida se procede a cerrar el defecto creado en recto, en la parte superior, a lo largo del tendón con-
la fascia transversalis (pared inguinal posterior), apli- junto, y se extiende lateralmente a 5 cm del anillo ingui-
cando tres puntos separados de ProleneR dos ceros del nal para fijarla por debajo de la aponeurosis del oblicuo
borde libre superior de la fascia transversalis a la por- mayor (figura 25--5).
ción lateral interna del ligamento inguinal a través de la

Hendidura en la malla

C
Cordón espermático

Figura 25--3. A. El borde inferior de la malla se fija al liga-


mento de Cooper. B. Parte externa del ligamento inguinal. Figura 25--5. Creación de dos segmentos con la colocación
C. La vaina femoral anterior representa el “punto de transi- del cordón espermático entre el segmento superior y el infe-
ción”. rior.
Hernioplastia inguinofemoral con técnica de HERD 205

El segmento superior de la malla se pasa sobre el seg-


mento inferior para formar una “corbata” al cordón es-
permático y sobre el anillo inguinal, con precaución de
no estrangularlo.
El borde inferior del segmento superior de la malla
se fija al ligamento inguinal y se aplican dos o tres pun-
tos que van del borde superior del segmento inferior de
la malla al segmento superior (sitio de entrecruzamiento
de los dos segmentos), para prevenir así la recurrencia
de una hernia indirecta (figura 25--6).
Es importante tener en cuenta que se debe dejar cierta
relajación (abombamiento) de la malla al momento de
A B C
fijarla en la porción superior, ya que se ha reportado una
reducción de hasta 20% de su tamaño,29,35 así como Figura 25--7. A. Corte sagital de la región inguinal. B. Hernia
compensar el incremento de la presión intraabdominal femoral. C. La posición de la malla en la técnica de HERD,
al cambiar al paciente de la posición en decúbito a la la cual abarca un plano superficial, como en la técnica de
Lichtenstein, y el segmento que cubre el área femoral en el
erecta. espacio preperitoneal.
En la mayoría de las cirugías, una vez que el autor fija
la malla, antes de proceder con el cierre de la aponeuro-
sis del oblicuo mayor, le pide al paciente que ejerza cier- dos, procede a recortar el sobrante de la malla para
ta presión abdominal y que tosa, al principio en forma posteriormente iniciar el cierre de la aponeurosis del
discreta y posteriormente en forma más brusca; la otra oblicuo mayor, previa valoración de la hemostasia de la
prueba que realiza en el transoperatorio consiste en pe- región trabajada, afrontamiento del tejido subcutáneo y
dirle al paciente que eleve el pecho o que trate de levan- cierre de la piel, sea con puntos separados o con sutura
tarse de la mesa de operación, para observar la compla- intradérmica (figura 25--7).
cencia de la malla y la presión que ejercen la pared
inguinal posterior y el área conjunta sobre la malla. Si
considera que la malla produce tensión sobre los tejidos,
procede a fijarla de nuevo, dejando un poco más de rela- ANÁLISIS Y RESULTADOS
jación de la malla. Una vez que se comprueba la com- DE LA SERIE ACTUAL
placencia de la malla y que no existe tensión en los teji-

Segmento inferior De enero de 1998 a octubre de 2001 el autor de este capí-


tulo inició un estudio prospectivo, longitudinal y sin
Tendón grupo control de los pacientes asignados a cirugía pro-
conjunto
gramada con el diagnóstico de hernia inguinal. Realizó
130 hernioplastias mediante la técnica de HERD con
B
malla de polipropileno (ProleneR, Ethicon) en 126 pa-
E Editorial Alfil. Fotocopiar sin autorización es un delito.

cientes, de los cuales 105 eran hombres y 21 mujeres.


A La hernia estaba del lado derecho en 79 casos, del lado
izquierdo en 40, bilateral en cinco pacientes y femoral
en dos. Era primaria en 116 y recurrente en 10. En el
Ligamento cuadro 25--1 se indica la distribución de los pacientes de
inguinal acuerdo con su edad. En los cuadros 25--2 y 25--3 se indi-
Segmento superior
can las clasificaciones de las hernias reparadas de acuer-
do con Gilbert--Rutkow--Robbins y Nyhus.
Entre las complicaciones transoperatorias se obser-
Figura 25--6. El segmento superior de la malla se fija sobre
el tendón conjunto. A. Se forma el nuevo anillo cruzando el varon dos secciones del conducto deferente producidas
segmento superior de la malla sobre el segmento inferior, el al reparar hernias recurrentes: una en la segunda cirugía
cual se fija al ligamento inguinal. B. Se dan tres puntos de y la otra en la tercera recurrencia. En el cuadro 25--4 se
reforzamiento en el cruce de los dos segmentos. mencionan las complicaciones del procedimiento, don-
206 Hernias de la pared abdominal. Tratamiento actual (Capítulo 25)

Cuadro 25--1. Distribución de los pacientes Cuadro 25--3. Clasificación


tratados mediante la técnica de HERD de de las hernias de Nyhus
acuerdo con la edad
Tipo No. de casos Porcentaje
Edad (años) No. de casos Porcentaje 1 8 6.1%
16 a 20 1 0.7% 2 81 62.3%
21 a 30 9 7.0% 3a 9 7.0%
31 a 40 15 11.9% 3b 20 15.4%
41 a 50 37 29.3% 3c 2 1.5%
51 a 60 26 20.6% 4 10 7.7%
61 a 70 26 20.6% Total 130 100.0%
71 a 80 8 6.3%
81 a 90 3 2.3%
> 91 1 0.7% general, y ha demostrado ser eficaz para el trata-
Total 126 100.0% miento de las hernias indirectas grandes, directas
y femorales. De acuerdo con este mismo princi-
pio, la utilización del ligamento de Cooper como
medio de fijación, sin crear tensión con la utiliza-
de se observaron porcentajes similares a los descritos en ción de una malla, cumple el mismo objetivo en el
la literatura médica. Estas complicaciones no están aso- tratamiento de dichas hernias, incluida la hernia
ciadas con la modificación en la técnica de Lichtenstein. femoral.
La vigilancia promedio de 70% de los pacientes fue ma- 2. Examina en forma directa el área femoral. La
yor de dos años y hasta el momento no se ha presentado apertura de la pared posterior del canal inguinal,
ninguna recurrencia. como se describe en la técnica de McVay, da ac-
ceso al espacio preperitoneal, permite la exposi-
ción del ligamento de Cooper y un manejo adecua-
COMENTARIO do del saco herniario en una hernia directa, y la
visualización e inspección directa del área femo-
ral. En el caso de una hernia femoral permite su
La técnica de HERD se basa en los siguientes aspectos identificación y tratamiento oportunos.
importantes. 3. Cierre de la pared posterior. Se considera que el
cierre del defecto creado al incidir la pared poste-
1. Utilización del ligamento de Cooper como medio rior del canal inguinal para el abordaje del espacio
de fijación. La operación de McVay es una de las preperitoneal, con el objeto de identificar una her-
técnicas que con más frecuencia se enseñan y se nia femoral, es importante realizarlo, ya que si no
pone en práctica durante la residencia de cirugía es así, el defecto permitiría que el epiplón o un seg-
mento de intestino queden atrapados entre la malla
y la porción intacta de la pared posterior del canal
inguinal, originando una complicación grave (re-
Cuadro 25--2. Clasificación de las hernias currencia “intersticial”) oculta por debajo de la
de Gilbert--Rutkow--Robbins malla.31,32
Tipo No. de casos Porcentaje
I 8 6.1% Cuadro 25--4. Complicaciones del procedimiento
II 65 50.0%
Tipo No. de casos Porcentaje
III 43 33.0%
Edema del cordón 3 2.3%
IV 9 6.9% Seroma 3 2.3%
V 0 0.0% Infección de la herida qui- 1 0.7%
VI 3 2.3% rúrgica
Hipersensibilidad cutánea 3 2.3%
VII 2 1.5% (leve)
Total 130* Recidivas 0 0.0%
* Se incluyen las bilaterales y las recurrentes. Total 10 7.6%
Hernioplastia inguinofemoral con técnica de HERD 207

El objetivo primordial de la técnica de HERD es cubrir ca con antibióticos.33 En esta serie sólo se utilizó profi-
las tres áreas más comunes de la hernia: el anillo interno, laxis antimicrobiana en siete pacientes diabéticos de
el piso inguinal y el área femoral, por lo que esta técnica más de 70 años de edad. Sólo se reportó una infección
es terapéutica y profiláctica. La técnica de HERD con de herida quirúrgica en una mujer de 45 años no diabéti-
malla de polipropileno es simple y su forma estandari- ca que fue manejada con drenaje, lavados de la herida
zada se puede utilizar para reparar, de hecho, cualquier y antibioticoterapia, sin necesidad de retirar la malla.
hernia inguinal, incluida la hernia femoral. Debido a la experiencia obtenida en esta serie de 126
Desde un punto de vista más estricto, se considera pacientes con 130 procedimientos (que continúa inclu-
que el uso de la técnica de HERD puede reservarse para yendo más pacientes con los mismos resultados), se
el tratamiento de las hernias indirectas y directas gran- considera que la reparación de todas las hernias inguina-
des, recurrentes y femorales, o sea las tipos III, IV, V, VI les y femorales con la técnica de HERD ha dado por re-
y VII, ya que las hernias indirectas pequeñas con un ani- sultado una disminución de la tasa de recurrencias y del
llo interno ligeramente dilatado (< 4 cm), pared poste- número de complicaciones.
rior íntegra (tipos I y II) y sin evidencia de hernia femo- Este sencillo método tiene los mismos beneficios re-
ral pueden ser manejadas con la técnica de Lichtenstein portados en los diferentes métodos de plastia inguinal
o la descrita por Ira Rutkow y Alan Robbins, patentada con la utilización de mallas y técnicas libres de tensión,
bajo el nombre de técnica del PerFix plug.7,24--26 mayor bienestar del paciente, aplicabilidad universal,
La técnica de HERD no requiere anestesia general, retorno al trabajo con rapidez y, lo más importante, re-
ya que todos los pacientes de la serie mencionada fueron ducción de los costos para los sistemas de asistencia pú-
manejados con anestesia regional. Se ha indicado la ne- blica de salud, como se ha demostrado en la literatura
cesidad de efectuar profilaxis perioperatoria sistemáti- médica mundial.

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Capítulo 26
Reparación de la hernia inguinal con
técnica transabdominal preperitoneal (TAPP)
Roberto Bernal Gómez, Óscar Olivares Ontiveros,
Eduardo González Puente, Éctor Jaime Ramírez Barba

INTRODUCCIÓN 2. Pacientes con hernia recurrente posterior a una re-


paración anterior.
3. Pacientes con hernias bilaterales o con una hernia
unilateral en los que se sospeche la presencia de
Desde la primera descripción del Dr. Ger,1 en 1990, la una hernia contralateral.
hernioplastia inguinal laparoscópica ha mostrado ser 4. Reparación de una hernia inguinal en concurren-
una promesa quirúrgica; sin embargo, el desarrollo pa- cia con algún otro procedimiento laparoscópico
ralelo de la plastia inguinal abierta libre de tensión a par- adicional.
tir de 19872 no le ha permitido destacar, ya que el proce-
dimiento endoscópico amerita anestesia general, es más CONTRAINDICACIONES
caro y no existe una diferencia ostensible en la recupera-
ción y la recurrencia.2
El adiestramiento del cirujano es esencial, ya que no
está familiarizado con la visión de la anatomía inguinal Entre las contraindicaciones publicadas o más impor-
intraperitoneal, lo cual hace que las complicaciones tantes se encuentran:
sean altas durante el proceso inicial de adiestramiento. 1. Pacientes con hernias estranguladas.
Arregui,3 pionero de la hernioplastia laparoscópica 2. Pacientes con alto riesgo anestésico.
libre de tensión, propuso la técnica transabdominal pre- 3. Infecciones intraabdominales o peritonitis.
peritoneal (TAPP) con la aplicación de mallas para re- 4. Ascitis de difícil control.
parar hernias inguinales. 5. Coagulopatías no corregidas.
6. Niños o jóvenes con hernias indirectas, donde la
reparación de la pared y del canal posterior es in-
SELECCIÓN DE PACIENTES PARA necesaria.
E Editorial Alfil. Fotocopiar sin autorización es un delito.

LA PLASTIA LAPAROSCÓPICA
CONTRAINDICACIONES RELATIVAS
Cualquier paciente adulto que tolere anestesia general
puede ser candidato para la reparación laparoscópica; se
Entre las contraindicaciones relativas más frecuentes se
incluyen:
encuentran:
1. Pacientes con hernia unilateral primaria que sean 1. Cirugía abdominal baja previa y cirugía previa en
trabajadores manuales o atletas, o pacientes que el espacio retropúbico de Retzius, como la cirugía
deseen un rápido regreso a las actividades físicas. prostática.

209
210 Hernias de la pared abdominal. Tratamiento actual (Capítulo 26)

2. Hernias incarceradas. ANATOMÍA


3. Pacientes que han sido sometidos a radiación en el
abdomen bajo.
4. Falta de adiestramiento en plastia inguinal lapa-
Las primeras estructuras a identificar en la técnica
roscópica.
transabdominal preperitoneal (TAPP) son el ligamento
5. Equipo laparoscópico deficiente.
umbilical medial y lateral, los vasos epigástricos, el cor-
dón espermático o ligamento redondo, los vasos iliacos
externos, el anillo inguinal interno, el ligamento ingui-
DISTRIBUCIÓN EN LA SALA nal y el ligamento de Cooper (figura 26--1).
DE OPERACIONES Primero debe identificarse el ligamento umbilical
medial, que se encuentra lateral a la línea media y repre-
senta la arteria umbilical obliterada que se extiende de
la arteria iliaca interna hacia el ombligo. El ligamento
El paciente debe colocarse en posición supina con los umbilical lateral se extiende del orificio inguinal inter-
dos brazos fijados en los costados del cuerpo y debida- no al ombligo.
mente ajustado a la mesa de operaciones; la asepsia Los vasos epigástricos corren a través del ligamento
debe hacerse en todo el abdomen, los genitales y los umbilical lateral y ramas de los vasos iliacos externos,
muslos, pues la manipulación de la hernia es frecuente los cuales constituyen el límite medial para las hernias
durante la operación. Una vez que el laparoscopio se indirectas que se encuentran por fuera de los vasos epi-
introduce, el paciente es puesto en posición de Trende- gástricos y emergen a través del orificio inguinal pro-
lenburg y rotación contralateral del lado de la hernia a fundo. El espacio entre el ligamento umbilical medial y
reparar, con el objeto de que las vísceras caigan y dejen el lateral corresponde al triángulo de Hesselbach, el si-
espacio para la reparación. Debe colocarse un monitor tio de origen de las hernias directas.
(único) en los pies del paciente. El cordón espermático o ligamento redondo entra en
El cirujano trabaja en el lado contralateral del defecto el orificio inguinal interno a partir de un trayecto medial
herniario, el asistente enfrente (aunque también puede e inferior, y se une a los vasos gonadales (espermáticos)
trabajar al lado del cirujano y en la cabecera del pa- para ingresar en forma conjunta al anillo inguinal pro-
ciente) y la enfermera en el lado del cirujano. Debe con- fundo. Los vasos iliacos tienen como límite el tracto
tarse con una versatilidad suficiente de movimientos y iliopúbico en su cara superior y son el límite lateral del
cambio de posición con respecto al paciente, con el ob- espacio de las hernias femorales.
jeto de tener una mejor visualización y ángulo, y traba-
jar con las dos manos; en caso de hernia bilateral, el ci-
rujano deberá estar posicionado en el lado opuesto a la
hernia que se va a reparar, igual que el equipo quirúr-
gico.

V. epigástricos
Tracto iliopúbico
EQUIPO

Orificio inguinal interno

Se requiere un telescopio de visión lateral de 30 o 45_,


Deferente
disponible en medidas de 10, 5 y 3 mm.
El equipo básico de instrumentos incluye pinzas de
Vasos espermáticos
agarre, pinzas disectoras, tijeras curvas y electrocaute- Cooper
rio, aunque algunos cirujanos utilizan el disector de Triángulo de doom
gancho, el portaagujas, el bajanudos y en ocasiones el
dispositivo para irrigar y succionar. Además, se debe
contar con engrapadora de tacker o lineal, las cuales es-
tán disponibles en 5 y 10 mm. También puede incluirse
algún tipo de pegamento. Figura 26--1. Anatomía posterior de la ingle.
Reparación de la hernia inguinal con técnica transabdominal preperitoneal (TAPP) 211

Por el anillo interno protruyen las hernias indirectas


y está formado en su borde inferior por el tracto iliopú-
bico, en su cara inferomedial por los vasos gonadales y
el deferente, y su borde lateral por el músculo trans-
verso.
El ligamento de Cooper es una estructura nacarada
que se dirige a la sínfisis del pubis; por arriba de él se
encuentra el tracto iliopúbico.
Las estructuras mencionadas son los soportes bási-
cos del área inguinal. El óvalo limita por abajo la rama
superior del pubis o ligamento de Cooper, por abajo y
lateralmente la fascia iliopectínea, por delante y lateral-
mente el músculo transverso, por arriba la aponeurosis
del músculo transverso del abdomen y en dirección me-
dial el recto abdominal, y se denomina área de Fru- Figura 26--2. Hernia indirecta con peritoneo intacto.
chaud. Esta área deberá reforzarse con la malla en el
procedimiento laparoscópico, ya que cubrirá el defecto
ral, inspeccionando ambas regiones inguinales (figura
y los sitios potenciales de nuevas hernias.
26--2); después se colocan dos trocares de 5 mm en sen-
Un punto crítico del área en la que se debe trabajar en
tido lateral al músculo recto a nivel de la cicatriz umbili-
la cirugía inguinal laparoscópica es el llamado “triángu-
cal.
lo de la muerte” o “de doom”, que está limitado por el
conducto deferente en la parte interna y los vasos esper-
máticos en sentido lateral, donde se encuentran los va- Identificación de las marcas
sos iliacos y el nervio crural (orificio femoral). Otra área anatómicas esenciales
que requiere mucha atención es el “trapezoide del desas-
tre”, el cual contiene los nervios genitofemoral, ilioin- Existen cinco elementos anatómicos que requieren una
guinal, iliohipogástrico y lateral cutáneo del muslo, que forzosa identificación (figura 26--3): los vasos espermá-
inervan el cordón espermático, el testículo, el escroto y ticos, la arteria umbilical obliterada (ligamento umbili-
la parte superior o lateral del muslo, respectivamente. cal medial), los vasos epigástricos inferiores, el liga-
Son importantes el conocimiento detallado de su curso mento umbilical lateral y los vasos iliacos externos, que
anatómico y un cuidado esencial para no lesionarlos. deberán identificarse a cada lado. Una hernia indirecta
se identifica con facilidad por la presencia de un orificio
en la unión del deferente con los vasos testiculares. La
TÉCNICA TRANSABDOMINAL identificación de una hernia directa puede ser más difí-
PREPERITONEAL cil, ya que algunas veces aparece como un círculo o un
orificio, y otras puede estar oculta con la grasa preperi-

Técnica quirúrgica
E Editorial Alfil. Fotocopiar sin autorización es un delito.

Hay que asegurarse de que el paciente orine antes de la


cirugía y prescindir de la sonda de Foley. Al principio
los pacientes eran sometidos a anestesia general, pero
en la actualidad se administran sedación y bloqueo peri-
dural en la mayoría de los procedimientos.
El neumoperitoneo se establece a través de la cicatriz
abdominal mediante una aguja de Veress o bien a través
del abordaje abierto de Hasson. Se realiza neumoperito-
neo hasta 12 mmHg, previa aplicación de una dilución
de anestesia local de marcaína con lidocaína a 50%; se
coloca el primer trocar de 10 mm a nivel de la cicatriz
umbilical y se introduce el laparoscopio de visión late- Figura 26--3. Identificación de la anatomía esencial.
212 Hernias de la pared abdominal. Tratamiento actual (Capítulo 26)

toneal, la vejiga o el ligamento umbilical; su visualiza- cordón, por lo que puede lesionarse el deferente o poner
ción puede ser particularmente complicada en los pa- en riesgo la vascularidad del testículo. En estas circuns-
cientes obesos y muchas veces se requiere que el tancias se aconseja dividir el saco distalmente al anillo
peritoneo sea abierto, para realizar un colgajo perito- inguinal interno, dejando la parte distal in situ, y liberar
neal que permita su adecuada definición. Las hernias di- el saco proximal de las estructuras del cordón; la divi-
rectas están situadas en dirección medial al ligamento sión del saco se realiza más fácilmente en el lado opues-
umbilical ipsilateral y algunas veces es necesaria la re- to a las estructuras del cordón.
tracción o división de la estructura. Las hernias femora- El lipoma del cordón espermático, usualmente en si-
les se encuentran entre la cintilla iliopectínea y el liga- tuación posterolateral, deberá disecarse del cordón con
mento de Cooper. el colgajo peritoneal.

Creación del colgajo peritoneal Identificación y exposición


de estructuras
Con las tijeras curvas o el gancho se realiza una incisión
Una vez que se remueve el peritoneo junto con el saco
transversa a lo largo del peritoneo, empezando por en-
herniario es muy importante identificar las estructuras
cima del borde superior del anillo interno, y se extiende
anatómicas y planear la aplicación y fijación de la
medialmente por encima del tubérculo púbico y lateral-
malla. Muchas veces es más fácil sentir el tubérculo pú-
mente unos 2 cm más allá del orifico inguinal interno.
bico que verlo. El ligamento de Cooper se encuentra en
Debe tenerse cuidado de no dañar los vasos epigástricos
la parte inferior interna a nivel de la prominencia pectí-
inferiores, pero si esto ocurre hay que manejarlos con
nea del ramo púbico superior, el cual se puede limpiar
cauterio o con aplicación de clips. Algunas veces debe
de grasa e identificar como una estructura nacarada, con
dividirse el ligamento umbilical medial; esto puede rea-
cuidado de no lesionar una arteria obturatriz aberrante;
lizarse sin secuelas negativas, pero debe considerarse
el tracto iliopúbico se localiza en el margen inferior del
que en ocasiones la arteria umbilical supuestamente
anillo inguinal interno con el cordón espermático por
obliterada puede estar permeable, por lo que requerirá
encima. Al separar el colgajo peritoneal de los elemen-
alguna forma de control. El sangrado es mínimo cuando
tos del cordón se aprecian los vasos espermáticos y el
se entra en el espacio preperitoneal adecuado, el perito-
conducto deferente. Asimismo, se localizan los vasos
neo se incide, se despega inferiormente de la grasa pre-
iliacos externos que están en el triángulo de doom, las
peritoneal y se diseca con disección roma y cortante.
ramas genital y femoral del nervio genitofemoral, y la
Entonces se crea un pequeño colgajo superior, para ex-
rama lateral del nervio femorocutáneo, que emergen por
poner la parte posterior del músculo recto y el arco del
debajo del tracto iliopúbico.
abdomen.

Aplicación de la malla
Disección del saco herniario
Un segmento de malla de 13 x 15 cm se envuelve en
El saco herniario se remueve del triángulo de Hessel- forma de cigarrillo, se introduce por el puerto de 10 mm
bach cuando se trata de una hernia directa. El saco y la y se extiende sobre la superficie disecada (figura 26--4),
grasa preperitoneal se reducen del orificio herniario y se cubriendo el piso inguinal, el espacio de las hernias di-
separan de la fascia transversalis que cubre el saco. Los rectas, el triángulo de Hesselbach, el espacio indirecto
autores de este capítulo, igual que otros autores, tratan y las áreas femorales. Algunos autores seccionan la ma-
el seudosaco residual de la hernia, el cual deberá evertir- lla para albergar el cordón espermático; sin embargo,
se y fijarse al músculo transverso para evitar la forma- esto puede ser un factor de recurrencia. Una alternativa
ción de seromas. En las hernias indirectas existen dos consiste en dividir la malla a nivel del cordón y aplicar
opciones: en las hernias pequeñas se ejerce tracción y una segunda malla sobre ésta para cubrir la primera por
contratracción, disección roma y cortante hasta lograr completo, mediante el “efecto velcro”. Aun cuando mu-
la eversión, reducción del saco de las estructuras del chos cirujanos no fijan la malla,4 se considera que esto
cordón y reducción a la cavidad abdominal; el saco pue- es importante para prevenir la migración, fijándola a ni-
de ser difícil de movilizar en las hernias grandes debido vel del ligamento de Cooper (figura 26--5), por encima
a fuertes adherencias entre el saco y las estructuras del del tubérculo púbico lateralmente a lo largo de la parte
Reparación de la hernia inguinal con técnica transabdominal preperitoneal (TAPP) 213

Figura 26--4. Aplicación de la malla. Figura 26--6. Cierre del peritoneo con sutura.

posterior del músculo recto anterior y de la fascia del


transverso abdominal y su arco. Las grapas arriba del MANEJO POSOPERATORIO
orificio inguinal interno deben estar por encima del
tracto iliopúbico. El cirujano puede palpar la punta de
la engrapadora a través de la pared abdominal, para faci-
litar la posición adecuada de las grapas. El borde infe- El paciente es vigilado hasta que pueda deambular sin
rior y el ángulo inferoexterno no se fijan, para evitar le- asistencia y sea capaz de orinar; es importante tener en
sión de los nervios lateral cutáneo y genitofemoral. cuenta que la micción puede retrasarse en los pacientes
En las hernias bilaterales se prefiere hacer dos inci- ancianos o en los que se utilizó atropina durante la anes-
siones peritoneales y dos pedazos de malla en lugar de tesia. Asimismo, se da de alta con una actividad física
una, ya que así es más fácil de manipular. restringida en grandes esfuerzos, aunque puede ser
El colgajo peritoneal se cierra con una sutura conti- compatible con una vida casi normal. Se le permite ca-
nua, que puede ser de VicrylR o Monocryl dos ceros, o minar y manejar automóvil, se le prescriben analgési-
con algunas grapas. cos, como el ketorolaco, a demanda, y acude a cita siete
Se cierra la incisión del puerto mayor y finalmente se días después de la operación. En caso de que el paciente
cierra la piel con VicrylR plástico subcutáneo de cuatro viva solo, tenga vómitos importantes y el efecto anestésico
ceros (figura 26--6). persista, deberá permanecer una noche en el hospital.

DESVENTAJAS
E Editorial Alfil. Fotocopiar sin autorización es un delito.

La principal desventaja es la necesidad de administrar


anestesia general; sin embargo, algunos estudios han
demostrado que la anestesia regional o local no es por
fuerza más segura que la anestesia general.5--7
Aun cuando la mayoría de los reportes refieren que
el costo de las reparaciones laparoscópicas es mayor
que el de las reparaciones abiertas,7--9 el tiempo operato-
rio puede disminuir con el incremento en la curva de
aprendizaje y los instrumentos desechables pueden ser
sustituidos por unos que pueden volver a usarse. Un es-
tudio aleatorizado indica que los costos totales de las re-
Figura 26--5. Aplicación de grapas (tackers). paraciones laparoscópicas fueron menores que los de
214 Hernias de la pared abdominal. Tratamiento actual (Capítulo 26)

las reparaciones de Lichtenstein cuando se tomaron en de los trocares, las cuales se evitan si siempre se cierran
cuenta los días de trabajo perdidos.10 las incisiones de 1 cm o mayores.11,12
Los vasos epigástricos inferiores pueden sufrir lesión
durante la fijación de la malla o durante la disección del
peritoneo, y pueden ser seccionados y controlados sin
COMPLICACIONES EN GENERAL mayor problema con ligaduras o grapas, no así los vasos
de mayor calibre, que deben repararse en el momento de
la cirugía.
Las lesiones viscerales llegan a ocurrir entre 0.05 y
La recurrencia herniaria con la técnica laparoscópica se 0.4% de los casos y tienen una mortalidad de 5%.13 La
debe a defectos herniarios no detectados, al uso de una lesión vesical que se detecta en el transoperatorio debe
malla pequeña, a la migración de la prótesis, a la con- repararse inmediatamente. Muchas lesiones leves pue-
tracción de la malla, a la inadecuada fijación y a los de- den manejarse con drenaje vesical.14 Las complicaciones
fectos a través de la malla cuando se realizan orificios comunes del área urinaria son la hematuria, la retención
o cortes para que pasen los vasos iliacos y espermáticos, urinaria y la infección urinaria, las cuales responden a
o hernias recurrentes en el sitio del cordón, aunque no medidas conservadoras, como la administración de an-
se utilice un orificio para que pase éste. tibióticos y de líquidos parenterales para incrementar la
Se recomienda utilizar mallas que no sean menores orina y el sondeo vesical cuando no se colocó sonda uri-
de 10 x 13 cm; la dificultad para colocar la malla en el naria antes de la cirugía. Esto puede ocurrir entre 1.5 y
espacio creado es signo inequívoco de que la disección 3% de los pacientes.38
fue insuficiente. Las complicaciones de la malla incluyen infección,
La contracción de la malla es más importante en las migración, formación de adherencias, erosión, obstruc-
mallas pesadas, donde se han reportado contracciones ción y fístulas, y algunas de ellas pueden presentarse
de 30 a 50%. La alternativa es utilizar prótesis de bajo tardíamente.
peso, de polipropileno cubierto con celulosa o de poliés- La infección de la malla responde casi siempre a me-
ter, ya que éste es más hidrofílico e induce una menor didas conservadoras, antibióticos y drenaje. En raras
reacción inflamatoria que las mallas de mayor peso y su ocasiones tiene que ser removida y la remoción no siem-
contracción pasiva es de sólo 10%.32,33 pre ocasiona hernia recurrente por la formación de fi-
Las consecuencias de la fijación de las mallas (dolor) brosis.11,15
han llevado al empleo de grapas, pegamentos y prótesis La disección excesiva del cordón y del cremáster
tridimensionales, con el fin de disminuir el dolor en el para remover el saco herniario daña el plexo venoso y
posquirúrgico. En la actualidad se están creando tackers el flujo arterial, precipitando una orquitis isquémica y
biodegradables y mallas de biomateriales absorbibles atrofia testicular. La división del saco sin remover su ex-
para disminuir los procesos de fibrosis de las mallas, así tremo distal disminuye la incidencia de estas dos afec-
como los riesgos de lesión nerviosa que conllevan estos ciones. Menos de 50% de los pacientes que presentan
materiales. orquitis isquémica presentarán atrofia testicular, lo cual
El prolongado periodo de adiestramiento de los indica que el flujo colateral es importante.16,17
cirujanos en las plastias laparoscópicas (curva de La mayoría de las complicaciones de orquitis y epidi-
aprendizaje) ha desencadenado un rechazo de este pro- dimitis son autolimitantes y 1% de los pacientes presen-
cedimiento, contrario a lo que aconteció en el desarro- tan atrofia testicular, similar a lo que ocurre en las her-
llo de la cirugía vesicular laparoscópica, donde los cur- nioplastias abiertas. No hay tratamiento específico para
sos de dos días eran suficientes para entrenarse a la esto.17
perfección. La transección de los vasos deferentes o del conducto
Existen estudios que indican que deben llevarse a deferente ocurre cuando el saco es movilizado en el cor-
cabo entre 50 y 250 procedimientos para superar la cur- dón o a la hora de extender el colgajo peritoneal en sen-
va de aprendizaje.34,35 tido inferior. El riesgo de lesión parece ser el mismo que
Existen varios riesgos potenciales relacionados con en las reparaciones abiertas y su tratamiento consiste en
este tipo de reparaciones, como las complicaciones en anastomosis terminoterminal.18
el acceso a la cavidad peritoneal y las lesiones intestina- Entre las complicaciones nerviosas se cuentan varias
les, vesicales y vasculares, sobre todo durante la inser- neuralgias, que pueden desarrollarse por la incorpora-
ción del trocar inicial. Aunque son poco frecuentes, se ción de un nervio durante la aplicación de grapas (tac-
han referido hernias incisionales en el sitio de inserción kers), por compresión de la malla o por atrapamiento del
Reparación de la hernia inguinal con técnica transabdominal preperitoneal (TAPP) 215

nervio en una cicatriz fibrosa. Los nervios involucrados les. Un número importante de estudios prospectivos
son el ilioinguinal, el iliohipogástrico, la rama genital, aleatorizados y controlados favorecen el uso de la lapa-
la rama femoral del genitofemoral y la rama cutánea la- roscopia en hernias no complicadas.21--30
teral del muslo.19 Los dos primeros son susceptibles de Catorce de esos estudios mostraron ventajas signifi-
lesión durante una técnica vigorosa de engrapado bima- cativas de la técnica laparoscópica sobre las técnicas
nual y el último sufre daño cuando se aplican grapas por abiertas, con tensión o sin ella, en uno o varios de los pa-
debajo del tracto iliopúbico y lateral a los vasos esper- rámetros estudiados, y mostraron disminución de anal-
máticos internos. Un error técnico importante puede gésicos en el posoperatorio inmediato, regreso tempra-
conducir a la lesión del nervio femoral. no a las actividades normales y mejoría en la calidad de
El paciente que se queja de dolor intenso después del vida.37
procedimiento deberá ser reexplorado inmediatamente. La pregunta cardinal es: ¿estos beneficios se justifi-
En el caso de molestias leves y posoperatorias tardías se can ante un incremento en el riesgo y en el costo?20
recomienda la administración de antiinflamatorios y Algunos estudios están en la tarea de responder esta pre-
bloqueos nerviosos locales, que conlleva la resolución gunta.31 En cuanto a la comparación de la diferencia en-
espontánea de la mayoría de los casos. Debido a la pro- tre las complicaciones y la recurrencia antes y después
ximidad de los nervios, muchas veces es difícil diagnos- del entrenamiento básico de la técnica, algunos autores
ticar el nervio dañado, por lo que se evita la reexplora- han indicado que estos procedimientos deberán reali-
ción hasta en seis meses, con el fin de permitir la zarse en centros especializados en hernias o por ciruja-
resolución espontánea. En caso de que la sintomatolo- nos que cubran el número de procedimientos necesarios
gía afecte la calidad de vida, deberá realizarse una neu- para capacitarse en técnicas laparoscópicas de repara-
rectomía y una escisión del neuroma cuando éste sea lo- ción herniaria.29
calizado.13,36 En un estudio donde se compara la técnica La cirugía de la hernia inguinal exige un conocimien-
TAPP contra la abierta se encontró 9.8% de incidencia to preciso de la anatomía de la región. Los años de eje-
de neuralgia u otro dolor después de dos años de la ope- cución de la plastia laparoscópica han llevado al recono-
ración contra 14.3% en las plastias abiertas libres de cimiento de estructuras anatómicas que el cirujano no
tensión.38 Las osteítis de pubis se evitan si no se engrapa estaba acostumbrado a manejar, lo cual originó nuevas
o sutura a nivel del periostio. complicaciones, debidas sobre todo a la falta de conoci-
La mayoría de los seromas y hematomas del escroto miento en anatomía. Por otro lado, la mejoría de las des-
se resuelven espontáneamente en el transcurso de pocas trezas quirúrgicas, el conocimiento de las diferentes
semanas, por lo que no es necesario apresurarse a dre- mallas utilizadas, la colocación de grapas en sitios que
narlos con punciones repetidas o mediante incisiones, no son de riesgo, la inserción de mallas de tamaño ade-
debido al riesgo de ocasionar infecciones por manipula- cuado y el hecho de cubrir los sitios potenciales de reci-
ción. diva repercutirán en los mejores resultados posquirúrgi-
El hecho de no reducir el lipoma del cordón puede cos para los pacientes.
predisponer al paciente a presentar un aumento del vo- Las indicaciones precisas para las técnicas laparos-
lumen de la región inguinal e inconformidad hacia el ci- cópicas incluyen la reparación de una hernia recurrente
rujano, porque cree que la hernia inguinal sigue ahí, por por cirugía abierta y de hernias primarias bilaterales.
lo que se deberá tener cuidado de evitar dicha omisión Una vez que se domina la técnica, las ventajas de la
durante la cirugía. hernioplastia laparoscópica en relación con las técnicas
E Editorial Alfil. Fotocopiar sin autorización es un delito.

La discusión se centra en el uso de la hernioplastia la- abiertas son menos dolor, menos tiempo quirúrgico, rá-
paroscópica en pacientes con hernia unilateral no com- pida reintegración a las actividades habituales y labora-
plicada. Los riesgos potenciales de la anestesia general, les, y mejor calidad de vida un mes después de la ciru-
la penetración en la cavidad abdominal y el costo incre- gía; asimismo, se reconocen con mayor facilidad las
mentado han cuestionado la indicación de la laparosco- hernias femorales y se mejora la recurrencia en la medi-
pia en el tratamiento de las hernias inguinales unilatera- da en que la curva de aprendizaje se incrementa.

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Nyhus hernia. 5ª ed. Filadelfia, Lippincott, 2002:317--324. J Med 2004;350:1819--23.
Capítulo 27
Reparación de la hernia inguinal con
técnica totalmente extraperitoneal (TEP)
Roberto Bernal Gómez, Lucía Sagüi de la Fuente

INTRODUCCIÓN PREPARACIÓN PREOPERATORIA

La técnica totalmente extraperitoneal (TEP) se define Al paciente se le administran antibióticos profilácticos.


como la reparación del defecto herniario realizada en el Se recomienda utilizar al inicio de la curva de aprendi-
espacio preperitoneal, sin penetrar a la cavidad abdomi- zaje una sonda de Foley, sobre todo si la reparación es
nal, mediante cánulas e instrumentos laparoscópicos.1,2 bilateral. El paciente es asegurado a la mesa quirúrgica
Fue descrita por primera vez por Ferzli y col. en 1992, para poder efectuar los movimientos necesarios sin que
y en 1994 McKernan y Law publicaron impresionantes se deslice, con los brazos asegurados a cada lado del
resultados con su aplicación.3,4 tronco. El procedimiento puede realizarse con anestesia
El éxito en las reparaciones laparoscópicas depende general o bloqueo peridural más sedación. El monitor se
del conocimiento preciso de la anatomía de la región in- coloca a los pies del paciente, el cirujano se coloca al
guinal desde la perspectiva endoscópica, como se men- lado contralateral de la hernia y el ayudante se coloca
ciona con detalle en el capítulo de la técnica transabdo- enfrente, o bien a un lado del cirujano en la cabecera del
minal preperitoneal (TAPP). Las estructuras esenciales paciente. El equipo y el instrumental que se utilizan son
que el cirujano necesita tener en mente son el ligamento iguales a los que se mencionan en el capítulo 25, salvo
de Cooper, los vasos epigástricos inferiores, la arteria y que en esta técnica se agrega un trocar con balón disec-
la vena iliacas externas, y el tracto iliopúbico, además tor del espacio preperitoneal.
de la orientación en un espacio limitado de trabajo,
como es el espacio preperitoneal.
Las indicaciones y contraindicaciones para realizar TÉCNICA
este tipo de plastia laparoscópica son similares a las de
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la TAPP. Las contraindicaciones relativas que se añadi-


rían en este tipo de abordaje son la colocación previa de
la malla en el espacio preperitoneal, sea por técnica Se realiza una incisión de 1.5 a 2 cm en la región infra-
abierta o laparoscópica previa; la presencia de una her- umbilical del lado de la hernia; se profundiza la herida,
nia estrangulada; los casos que impidan su realización se incide la aponeurosis del recto anterior y se identifica
debido a hernias muy grandes, cuya dificultad técnica el músculo recto, el cual se retrae lateralmente. Después
impida la TEP, así como los casos que antes fueron so- se introduce el dedo cubierto con vaselina con el objeto
metidos a una cirugía abdominal baja o preperitoneal de de crear un túnel por detrás del recto, entre el músculo
cualquier tipo, que impide crear un espacio adecuado, recto y la aponeurosis posterior por arriba del arco de
y los pacientes que requieren una exploración de la cavi- Douglas y del peritoneo por debajo de este arco, hasta
dad abdominal por alguna otra causa. llegar al pubis. El espacio inicial se ubica por atrás del

217
218 Hernias de la pared abdominal. Tratamiento actual (Capítulo 27)

M. recto anterior
Pubis
Peritoneo Espacio preperitoneal

Figura 27--1. Disección del espacio preperitoneal.

músculo recto y por delante del peritoneo (figura 27--1).


Posteriormente se introduce el trocar y se inicia la insu- Figura 27--3. Colocación de puertos en la técnica TEP.
flación del espacio preperitoneal con una presión máxi-
ma de 10 mmHg (para prevenir la disrupción perito-
peritoneal y se identifican el pubis, el ligamento de Coo-
neal) para deprimir el peritoneo y crear dicho espacio
per y los vasos epigástricos. Si se encuentra una hernia
bajo visión directa.
directa, el saco y su contenido preperitoneal se disecan
La técnica se facilita con la aplicación de un trocar
del defecto; el peritoneo se diseca en la zona cefálica
con balón (Origin Medysistems, Menlo Park, Califor-
para exponer el anillo interno y algún saco indirecto.
nia) (figura 27--2), el cual se infla en su punta para crear
Los sacos indirectos pequeños se disecan y se reducen
un espacio preperitoneal que separe el peritoneo de la
del cordón espermático; también puede amputarse un
pared abdominal de manera atraumática; el acceso de
saco indirecto grande si se cierra su extremo proximal
éste se hace mediante la técnica de Hasson, donde el
y se mantiene el distal in situ, sin ligarlo nunca.
balón se infla bajo visión directa y se mantiene inflado
Si se dificulta la reducción de la hernia, el espacio es
durante tres minutos, para lograr la hemostasia de los
pequeño para trabajar con libertad o no se puede realizar
pequeños vasos que puedan sangrar; después se retira
el procedimiento, la técnica deberá convertirse a TAPP.
el trocar de balón y se introduce otro para evitar fugas
Es conveniente reducir el seudosaco de la fascia trans-
de aire. Enseguida se introducen dos trocares de 5 mm
versalis en las hernias directas y fijarlo al ligamento de
bajo visión directa: uno a 2 cm del lado contralateral
Cooper o a la pared posterior del músculo transverso. Es
del saco herniario a una distancia media entre el ombli-
muy importante liberar por completo el orificio miopec-
go y la sínfisis de pubis, y otro en la línea media a unos
tíneo e identificar la presencia de hernias asociadas; el
2 o 3 cm por encima de la sínfisis del pubis (figura
peritoneo debe disecarse posteriormente de la parte de
27--3).
Se introduce un telescopio de visión lateral para faci-
litar la exposición y visualización de la región (figura
27--4). Se realiza una disección amplia del espacio pre-

M. recto anterior

Pubis

Peritoneo

Figura 27--2. Insuflación del balón en el espacio preperito- Figura 27--4. Visualización a través del telescopio del extra-
neal e introducción del lente de laparoscopia. neumoperitoneo en la técnica TEP.
Reparación de la hernia inguinal con técnica totalmente extraperitoneal (TEP) 219

arriba, a nivel de la cicatriz umbilical, y retraerlo por 6. Adecuada desde el punto de vista cosmético.
abajo hasta los músculos psoas, la sínfisis del pubis y a 7. Ideal para hernias bilaterales o recurrentes.7
nivel de la espina iliaca anterior y superior, de tal forma
que la malla quede completamente plana, adherida y no
exista posibilidad de que el peritoneo se deslice por Desventajas
debajo de ella. A través del trocar de 10 mm se introduce
un rectángulo de malla de polipropileno de 13 x 15 cm,
1. Requiere anestesia general.
cuyo diámetro mayor se extiende transversalmente y se
2. Es técnicamente más difícil.
aplica de tal forma que cubra los espacios directo, indi-
3. Es más costosa (controversial).
recto y femoral. A nivel del ligamento de Cooper se fija
4. Requiere mayor tiempo quirúrgico.
con tackers en la superficie posterior del músculo recto
5. Necesita el uso de equipo especial.
anterior y lateralmente por encima del tracto iliopúbico.
6. Tiene una curva de aprendizaje larga.8
La malla debe cubrir más allá de la línea media para ta-
par todos los potenciales sitios de hernia. Es muy impor-
tante revisar el lado contralateral para identificar alguna Las diferencias, las ventajas y las desventajas entre la
hernia y repararla en caso positivo. técnica TAPP y la técnica TEP se describen en el cuadro
En caso de que la hernia sea bilateral se debe contar 27--1.
con dos mallas de polipropileno en imagen de espejo,
para extenderlas bilateralmente y fijarlas de preferencia
en la parte central con tackers y evitar así evitar la pro- COSTOS
trusión de la malla a través de los defectos, sobre todo
cuando es directa y de gran tamaño. Se corrobora la he-
mostasia en los orificios de punción de los trocares y el
área de disección. Los costos de las reparaciones laparoscópicas son ma-
El espacio se desinfla lentamente, con cuidado de yores que los de los procedimientos abiertos, debido al
que el borde inferior de la malla no se enrolle sobre sí mayor tiempo quirúrgico, la anestesia y la instrumen-
mismo; los trocares se retiran bajo visión directa y se tación; sin embargo, ha sido controversial el hecho de
cierran la incisión umbilical con VicrylR de dos ceros que este costo pueda compensarse con el periodo de re-
y las heridas de piel con VicrylR plástico de cuatro ce- cuperación más corto y el regreso temprano a las acti-
ros en suturas subcuticulares.5,6 vidades.
En un estudio se reportó que los costos operatorios
MANEJO POSOPERATORIO basados en la cuenta hospitalaria del paciente fueron
591 dólares más altos en el grupo unilateral laparoscó-
pico y 385 dólares más altos en el bilateral, en compara-
ción con el grupo sometido a procedimiento abierto.
El manejo y el seguimiento de los pacientes operados Cuando se utilizó equipo reusable la reparación TEP
con la técnica total extraperitoneal son esencialmente resultó ser 279 dólares menos costosa que la abierta
similares a los comentados en el capítulo referente a la unilateral y 485 dólares menos que la bilateral, con
técnica transabdominal preperitoneal. ajuste de los cargos con la disminución del tiempo qui-
E Editorial Alfil. Fotocopiar sin autorización es un delito.

En la comparación de la técnica TEP con la cirugía rúrgico. Conforme los cirujanos adquirieron experien-
convencional abierta por vía anterior destacan tanto las cia, el ahorro con la técnica laparoscópica fue de 673
ventajas como las desventajas. dólares para las unilaterales y de 761 dólares para las
bilaterales.9
Ventajas

1. Menos dolor posoperatorio. INCAPACIDAD POSOPERATORIA


2. Menor periodo de recuperación.
3. Regreso temprano al trabajo.
4. Menos lesiones nerviosas.
5. Diagnóstico y tratamiento de hernias contralatera- Varios estudios estadounidenses de hernia inguinal re-
les. visaron 41 reportes con un total de 7 161 pacientes y en-
220 Hernias de la pared abdominal. Tratamiento actual (Capítulo 27)

Cuadro 27--1. Diferencias entre la técnica TAPP y la TEP


TAPP TEP
Ventajas Desventajas Ventajas Desventajas
Espacio grande Invade la cavidad No invade la cavidad Espacio pequeño
Anatomía clara Dificulta el uso de malla gran- Es fácil colocar una malla Poca iluminación
de grande
Diagnostica duda o bilaterali- Dificultad con el cierre del pe- No hay que cerrar el perito- Difícil manejo de la cámara
dad ritoneo neo
Permite diagnóstico y trata- Íleo posoperatorio Menor íleo posoperatorio Curva de aprendizaje lenta
miento concomitante
Para hernias incarceradas o Requiere más insumos
estranguladas

contraron que las reparaciones laparoscópicas TEP y pués de un año en 290 de 2 101 (14%) del grupo de her-
TAPP tuvieron un periodo de recuperación siete días nia inguinal operado por laparoscopia y en 459 de 2 399
menor que las reparaciones abiertas.10 (19%) del grupo sometido a cirugía abierta.14

ANÁLISIS DE COSTO SOCIAL HERNIA FEMORAL

Varios autores demostraron que los costos sociales fue- La hernia en la mujer tiene un mejor tratamiento cuando
ron menores para la reparación laparoscópica; si bien se emplean técnicas laparoscópicas, ya que las hernias
los costos directos por la reparación laparoscópica se in- femorales son más comunes en ellas y su recurrencia
crementaron 483 dólares, los ahorros en costos indirec- casi siempre se debe a que pasan inadvertidas. La repa-
tos, resultado de un rápido regreso al trabajo, fueron de ración laparoscópica constituye una forma ideal para el
1 364 dólares.11 diagnóstico y tratamiento de todos los defectos, en par-
ticular de la hernia femoral.9

RECURRENCIA
CONCLUSIONES

La recurrencia con las reparaciones abiertas y las lapa-


roscópicas TAPP y TEP en la mayoría de los reportes Los aspectos más importantes relacionados con la eje-
ofrecen excelentes y muy similares resultados, incluso cución de la plastia TEP son los siguientes:
menores de 2%.12
1. La reparación laparoscópica TEP ocasiona menos
dolor que las técnicas abiertas.
LESIÓN NERVIOSA E INGUINODINIA 2. Disminuye la incapacidad posoperatoria y la con-
valecencia.
3. Ideal para hernias recurrentes y bilaterales.
4. Ideal para hernias femorales.
El grupo de estudio de la hernia hizo un seguimiento de 5. No penetra en el espacio peritoneal, por lo que se
más de 800 pacientes operados de hernia inguinal a evitan algunas complicaciones de la técnica trans-
quienes vigilaron durante un año y encontraron dolor abdominal preperitoneal.
presente en 28.7% de los casos reparados con laparos- 6. Si el cirujano tiene experiencia, esta técnica debe-
copia y en 36% de los pacientes sometidos a cirugía rá ser la que elija para la reparación de la hernia in-
abierta.13 McCormack encontró dolor persistente des- guinal.
Reparación de la hernia inguinal con técnica totalmente extraperitoneal (TEP) 221

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E Editorial Alfil. Fotocopiar sin autorización es un delito.
222 Hernias de la pared abdominal. Tratamiento actual (Capítulo 27)
Capítulo 28
Hernia inguinal estrangulada
Ernesto Manuel Góngora Gómez

INTRODUCCIÓN truyen el tránsito intestinal. Estas hernias pueden llegar


a tener grandes dimensiones hasta convertirse en her-
nias con “pérdida de domicilio”.
Las hernias complicadas estranguladas difieren am-
La hernia inguinal estrangulada es un defecto o ruptura pliamente de las anteriores, pues son consecuencia de
de cualquier orificio natural de la ingle que ha permitido un evento agudo. El contenido intraabdominal queda
la protrusión y el atrapamiento del contenido intraabdo- atrapado de manera más o menos repentina fuera de la
minal ocasionando un compromiso vascular de mayor cavidad y provoca dolor local entre moderado e intenso.
o menor grado. Se identifica como una tumoración dura, tensa, de volu-
De acuerdo con este concepto, y para fines de com- men variable e irreductible, que provoca obstrucción
prensión, se propone una clasificación que identifique parcial o total del tránsito intestinal. Dicho atrapamien-
el tipo y el grado de complicación de las hernias ingui- to ocasiona trastornos venoarteriales que se acentúan
nales (en otro capítulo de este libro se detalla la historia conforme pasa el tiempo, determinando isquemia, ede-
de la clasificación de las hernias inguinales): ma, hemorragia, necrosis, gangrena y perforación (si se
trata de una asa intestinal), con la consecuente repercu-
1. Hernias no complicadas o deslizantes. sión sistémica secundaria a respuesta inflamatoria agu-
2. Hernias complicadas. da, progresiva e intensa. Estas hernias, consideradas
a. Encarceladas (incarceradas). como agudas, deben someterse a una cirugía inmediata,
b. Estranguladas (agudas). pues imponen una serie de situaciones anatomofisioló-
gicas que obligan a enfrentar no sólo el reto de la plastia,
Las hernias no complicadas o deslizantes tienen un saco sino también otros graves problemas, como la contami-
y contenido herniarios que “entran y salen” espontánea- nación o infección existente, la necesidad de resecar
mente a través del orificio herniario y son reductibles uno o más órganos afectados y la urgencia de resolver
mediante manipulación externa. No ocasionan dolor estos problemas de inmediato y en conjunto.
E Editorial Alfil. Fotocopiar sin autorización es un delito.

(aunque pudiera ser de mínima intensidad), no alteran Esta clasificación pretende definir un manejo quirúr-
la actividad rutinaria del individuo —y en ocasiones gico inmediato y oportuno en función de su grado de
éste está acostumbrado a “convivir” con ellas— y no in- complicación, así como evitar la ocasional confusión al
terfieren con el tránsito intestinal. interpretar en forma indistinta los términos “encarcela-
Las hernias complicadas encarceladas tienen un saco do” y “estrangulado”.
y contenido herniarios establecidos permanentemente Se estima que la hernia inguinal estrangulada (HIE)
en posición extraperitoneal y no se reintroducen en for- tiene una frecuencia de 3 a 15%.1--3 Se ha documentado
ma espontánea ni con la manipulación; no provocan do- que las hernias primarias y pequeñas se estrangulan más
lor (puede ser mínimo u ocasional), no interfieren en que las recurrentes y las grandes con una relación de
forma importante con las actividades rutinarias ni obs- 5:1.4 En relación con el tiempo de aparición de una her-

223
224 Hernias de la pared abdominal. Tratamiento actual (Capítulo 28)

nia inguinal, el riesgo de estrangulamiento es mayor du- porción de 20:1), aunados a dolor local, tumoración
rante los primeros tres meses.5 El promedio de edad de inguinal, taquicardia temprana y síndrome oclusivo in-
aparición es a los 69 años, con una relación de género de testinal con vómitos, distensión, timpanismo, peristal-
1:1. El lado derecho es el más afectado en una proporción tismo aumentado, ausencia de evacuaciones, cólicos
de 2:1. Las hernias indirectas se estrangulan más que las intestinales, resistencia muscular y deshidratación. La
directas, las femorales y las obturatrices; sin embargo, las elevación del número de leucocitos y las imágenes de
femorales son más frecuentes en las mujeres.1,4,6 rayos X muestran dilatación de las asas intestinales y
No se tienen reportes de la morbilidad de la HIE antes quizá algunos niveles hidroaéreos.
del uso de mallas, ya que en la cirugía de hernia inguinal Entre las 12 y las 24 h de evolución se acentúa la sin-
prácticamente no se realizaba seguimiento a corto y lar- tomatología: el dolor es más intenso en la hernia y se ge-
go plazos del manejo de estos casos. Por el contrario, sí neraliza en el resto del abdomen, la frecuencia cardiaca
se tienen informes sobre la mortalidad; en 1959 Rogers7 es mayor de 100 y los vómitos pueden ser yeyunoileales
reportó 26% de mortalidad, en 1960 Nyhus8 reportó o francamente fecaloides y abundantes. La distensión y
33%, en 1975 Read9 informó 25%, en 1994 Pans10 obser- el timpanismo son notables, y la peristalsis se presenta
vó 17%, en 1988 Steinke11 reportó 25% y en 2000 Ha- con probables “ruidos metálicos”. Pueden aparecer da-
rouna12 informó 40%. Después del advenimiento de las tos abdominales de resistencia y rebote, y se relacionan
mallas se redujo el índice de mortalidad hasta 1%. De oliguria y trastornos electrolíticos. Los leucocitos son
igual forma, la morbilidad también disminuyó, con una mayores de 12 000 y se acompañan de neutrofilia. Pue-
recurrencia de 0 a 4%, presencia de infección en la he- de haber una elevación de la amilasa sérica. Los rayos
rida quirúrgica de 5 a 21% y seromas de 3 a 15%.2,4,13,14 X muestran una gran dilatación intestinal y niveles hi-
droaéreos generalizados.
Después de 24 h es probable que exista una grave le-
sión isquémica del órgano atrapado, por lo que el sín-
CUADRO CLÍNICO drome oclusivo intestinal se observará muy florido y
francamente sugestivo de necrosis (el saco herniario
también suele sufrir necrosis y es más común observarlo
cuando el intestino está involucrado). Desde el punto de
La presencia repentina de una tumoración tensa y dolo- vista clínico, la distensión es mayor y la peristalsis es de
rosa en la región inguinal posterior o durante un esfuerzo lucha con intensos ruidos metálicos. Se incrementa la
mínimo o intenso, que no se reduce en reposo ni con ma- leucocitosis con bandemia. En las placas de rayos X se
niobras externas, debe alertar sobre la existencia de una observan “sufrimiento de las asas intestinales” y líquido
complicación aguda de una hernia previamente identifi- libre en la cavidad, y la amilasa puede elevarse aún más.
cada o de reciente aparición. La mayoría de las veces el Existe una gran dificultad para rehidratar al paciente y
saco protruido es pequeño, de tal forma que puede pasar su estado general se deteriora. En esos momentos debe
inadvertido durante la exploración, sobre todo en los pa- sospecharse que el órgano atrapado tiene un daño grave
cientes obesos. Algunas hernias femorales y principal- e irreversible. Después de 48 h la mayoría de los casos
mente las obturatrices son indolentes; se “atrapan” es- requieren resección, pues si pasa más tiempo la probabi-
porádicamente en forma crónica (en especial en las lidad de peritonitis regional y generalizada y sepsis sis-
mujeres) y provocan cuadros temporales y repetidos de témica es absoluta. Los trastornos hidroelectrolíticos
oclusión intestinal que ocasionan adelgazamiento. Se son notables con altos gastos por vómitos o a través de
han reportado casos de mujeres de la tercera edad con la sonda nasogástrica. Ya no hay peristalsis, los datos de
desnutrición y vómitos recurrentes, que son estudiadas irritación peritoneal son aparatosos, tiende a bajar el he-
por diversos especialistas para el tratamiento de aparen- matócrito y aparecen los datos de choque mixto.
tes enfermedades crónicas; sin embargo, sus problemas Entre 15 y 30% de los casos padecen atrapamiento:
se resuelven al identificar y manejar adecuadamente un el epiplón, el apéndice epiploico, el lipoma herniario, el
cuadro de obstrucción intestinal cíclica secundaria al apéndice cecal, la vejiga, etc. En estos pacientes no sue-
atrapamiento de estas raras hernias. le observarse el síndrome oclusivo intestinal (o aparece
El tiempo de evolución en la HIE marcará el tipo de tardíamente); sin embargo, sí se hacen evidentes los
complicaciones y manifestaciones clínicas en función trastornos asociados con afección isquémico--gangre-
del órgano atrapado. nosa del órgano comprometido: dolor local progresivo,
Entre 70 y 85% de los casos se presentan problemas taquicardia, leucocitosis e hiperamilasemia. La evolu-
del intestino (el delgado más que el grueso en una pro- ción es más larga y es común observar que la respuesta
Hernia inguinal estrangulada 225

inflamatoria sistémica es discreta o moderada, aun pa- 1. En 1995 Enquist15 propuso para la hernia femoral
sados tres días del estrangulamiento. estrangulada una incisión inguinal con extensión
Las hernias de Richter11 (de 5 a 10% de las hernias en “T” hacia la región pectínea, para resecar en
estranguladas con contenido intestinal) tienen también bloque el intestino afectado y hacer la reconstruc-
un comportamiento singular, ya que el pellizcamiento ción bajo tensión del piso inguinal.
antimesentérico no provoca un síndrome oclusivo típi- 2. Incisión inguinal, enterotomía por esta ruta y repa-
co temprano ni alarmante. Se identifican sólo en el ración herniaria bajo tensión.
transoperatorio y la mayoría de ellas presentan isque- 3. Incisión en la ingle, reducción del saco y su conte-
mia y necrosis “en moneda”, que exigen una reparación nido, plastia bajo tensión, segunda incisión en la
quirúrgica. El cuadro sindromático en estos pacientes se línea medioabdominal y enterotomía.
hace ostensible en mayor tiempo que cuando se atrapa 4. Incisión inguinal, reducción del saco y su conte-
toda la luz intestinal. nido, reparación protésica de la hernia, segunda
El edema, la tumefacción y los cambios violáceos y incisión medioabdominal y enterotomía (técnica
necróticos en los tejidos blandos del sitio de la hernia sugerida durante los consensos de cirugía de her-
sólo ratifican lo peligrosamente avanzado del proceso. nia de la AMCG en 1999).16
En ocasiones, sea por la manipulación externa, por el 5. Incisión transversa suprainguinal17 o incisión en la
uso de analgésicos y de anestésicos o por espontaneidad, línea media del abdomen, reparación fascial pre-
se reduce la hernia; en este caso es preciso evaluar ínte- peritoneal tipo Nyhus8,18,19 y resección intestinal
gramente el caso, pues dependiendo del tiempo de evolu- (operación de Cheatle--Henry).20,21
ción y de los hallazgos clínicos habrá que actuar de igual 6. Abordaje por la línea media, resección intestinal
manera que si la hernia no se hubiera reducido y sutura transperitoneal del orificio herniario.
Cada vez hay más trabajos publicados sobre la re-
paración TAPP o TEP con resección intestinal in-
TRATAMIENTO traperitoneal o asistida, y con anastomosis manual
o con engrapadoras.22--25
7. Skandalakis26 propuso la ejecución de su técnica
Se han propuesto diversas técnicas para el manejo de la para la hernia femoral estrangulada mediante dos
hernia inguinal estrangulada (HIE) que pueden ser con- incisiones: una en la región pectínea, directamente
troversiales en distintos aspectos, y es probable que la sobre la fosa oval, para reducir la hernia y reparar
mayoría de ellas hayan probado su aplicación y utilidad. el defecto por vía anterior, y otra sobre la línea me-
No obstante, al analizar la factibilidad de cualquiera de dia, para la enterotomía.
ellas, es obligado confirmar que proponen soluciones 8. Pans27 propuso el uso de prótesis de polipropileno
para la hernia y para sus complicaciones. Por lo tanto, (PPL) en la región preperitoneal y abordar el ab-
cualquier propuesta quirúrgica debe analizar los si- domen por línea media mediante la técnica de
guientes puntos: Cheatle--Henry.
Los cirujanos pueden elegir alguna de estas técnicas se-
a. Decidir la vía de abordaje (si se realiza una o dos gún sus ventajas y en función de su experiencia. No obs-
incisiones). tante, esta decisión debe supeditarse al análisis de los si-
b. Explorar ampliamente la cavidad abdominal para guientes aspectos relevantes:
E Editorial Alfil. Fotocopiar sin autorización es un delito.

evaluar los daños.


c. Elegir el sitio donde se va a realizar la enterotomía 1. La reparación herniaria con técnicas bajo tensión
y su anastomosis. tiene mayor probabilidad de recurrencias.
d. Seleccionar si la técnica de reparación herniaria 2. El abordaje por línea media del abdomen permite
será bajo tensión o con prótesis; si se usa ésta, hay la exploración amplia y completa de la cavidad.
que decidir por cuál vía aplicarla (puntualizando 3. Esta ruta (línea media) facilita la resección y anas-
que las técnicas con tensión tienen mayor índice tomosis intestinal (manual o mecánica), así como
de recurrencias). el lavado y el drenaje abdominal (la enterotomía
e. Elegir el material protésico idóneo que brinde so- a través del orificio herniario incrementa la conta-
porte y seguridad ante la infección y el rechazo. minación inguinal y compromete la plastia).
4. Una sola incisión sobre la línea media permite ex-
A continuación se enumeran algunas de las técnicas que plorar ambas regiones preperitoneales y permite
se han venido aplicando para este manejo: identificar y reparar hernias contralaterales no
226 Hernias de la pared abdominal. Tratamiento actual (Capítulo 28)

sospechadas, además de que facilita la aplicación 7. Puede aplicarse en los casos avanzados. Cuando la
de prótesis. distensión de las asas intestinales es acentuada,
5. Realizar dos incisiones en la pared abdominal in- también es mayor el efecto de estrangulamiento,
crementa la morbilidad. lo cual dificulta la reducción del saco y muchas ve-
6. Es inherente el riesgo de infección por el uso de ces exige la práctica de incisiones auxiliares rela-
material sintético que puede incrementarse al apli- jantes para ampliar el orificio y liberar el órgano
carlo en una zona potencialmente contaminada.28,29 atrapado.
7. La estructura de macroporo de la malla de polipro-
pileno (PPL) ha demostrado su fortaleza contra la El diagnóstico temprano, la evaluación global del esta-
infección, pero existen estudios que proponen que do del paciente y el tratamiento oportuno son clave en
la malla de politetrafluoroetileno (PTFE) y la ma- el pronóstico, por lo que son necesarios la reposición hi-
lla de material biológico (Surgisys) son más resis- droelectrolítica intensiva, la impregnación antibiótica
tentes a las infecciones.29,30--32 adecuada,28,34,35 la descompresión nasogástrica del tubo
8. Hasta ahora no hay informes de estudios compara- digestivo, el monitoreo nefrológico y la corrección de
tivos aleatorizados entre las diferentes técnicas tiempos de coagulación y de otras descompensaciones
que permitan afirmar cuál es la mejor técnica, si existentes por la multipatología de estos pacientes. Es-
bien siguen las investigaciones sobre el manejo de tos objetivos deberán conseguirse entre las primeras
la HIE. cuatro a ocho horas antes de decidir el momento quirúr-
gico de manera expedita.
Para el manejo actual de la HIE se propone la reparación
preperitoneal con malla y laparotomía (RPP con malla
y LAPE).4 Con esta técnica se logran los objetivos ana- DETALLES DE LA TÉCNICA
lizados anteriormente, y una sola incisión, que permite:

1. Acceso a ambas regiones preperitoneales median-


te la técnica de Cheatle--Henry. Se realiza una incisión media infraumbilical hasta abor-
2. Reducción del saco y su contenido. dar el espacio preperitoneal; se ejerce tracción en senti-
3. Aplicación del material protésico que se elija y el do ipsilateral sobre la pared muscular para exponer, me-
sistema de drenaje. diante una disección roma, la pared posterior de la ingle
4. El abordaje amplio de la cavidad abdominal para: afectada (el cirujano tiene la opción de explorar prime-
S Evaluar los daños, pudiendo identificar la exis- ramente la ingle contralateral en busca de hernias sospe-
tencia de hernias homolaterales y contralatera- chadas o no identificadas), y se localiza el sitio de es-
les no identificadas.33 trangulamiento herniario para reducirlo en forma
S Identificar el número y el grado de lesiones en manual con tracción y contratracción interna y externa,
los órganos internos. en forma gentil. Si no es posible tal reducción, deberán
S Facilitar la descompresión intestinal. realizarse incisiones relajantes que amplíen el cuello
S Realizar la enterotomía y anastomosis perti- herniario.
nentes o desfuncionalización intestinal si se re- En caso de hernia indirecta deben seccionarse y ligar-
quiere. se los vasos epigástricos; con esto, protegiendo el saco
S Lavar y drenar la cavidad en caso de fuga intes- y su contenido para no abrirlo, se realiza el corte en el
tinal y peritonitis generalizada. anillo interno entre las 11 y las 12 de acuerdo con las ma-
5. Una sola técnica de reparación para todo tipo de necillas del reloj en dirección oblicua superomedial,
hernias inguinales mediante la aplicación de un seccionando las fibras del ligamento de Hesselbach y
segmento suficiente de malla de PPL en el espacio del tendón conjunto (figura 28--1).
preperitoneal, lo cual permite corregir todos los En la hernia directa el corte se realiza entre las 10 y
defectos herniarios de la región inguinocrural, ob- las 11 de acuerdo con las manecillas del reloj y sobre la
viando la necesidad de aplicar una técnica diferen- fascia posterior de la unión de los músculos recto y
te para cada tipo de hernias. transverso (cara posterior del tendón conjunto o liga-
6. No requiere adiestramiento especializado, puesto mento de Henle) (figura 28--2).
que todo cirujano puede aplicarla. No implica el Si la hernia es femoral, el corte será oblicuo en el trac-
uso de instrumental sofisticado (como es el lapa- to iliopúbico al insertarse en el ligamento de Cooper (li-
roscópico) ni una larga curva de aprendizaje. gamento de Gimbernat), en dirección medial. Hay que
Hernia inguinal estrangulada 227

Orificio
interno

Incisión Orificio
relajante femoral
Incisión
relajante

Figura 28--3. Dirección del corte en sentido medial por el li-


Figura 28--1. En caso de hernia inguinal estrangulada indi-
gamento lacunar o de Gimbernat para reducir un saco es-
recta irreductible se efectuará un corte del anillo en direc-
trangulado de hernia femoral.
ción supero--medial (en el horario de las 11 o 12) para liberar
el saco y su contenido.

Una vez liberado el saco y su contenido, se retrae ha-


recordar que en sentido lateral externo se encuentran cia el abdomen sin abrirlo, para evitar la contaminación.
adyacentes los vasos femorales y en dirección laterosu- Si es imposible la reducción del saco (porque está ínti-
perior emergen los vasos epigástricos, por lo que las ma- mamente adherido), puede ligarse y seccionarse a nivel
niobras de exposición y corte deben realizarse con pre- del cuello, evitando en lo posible fuga del contenido al
cisión y gentileza (figura 28--3). espacio preperitoneal, para dejar alojado el remanente
Si se encuentra una hernia obturatriz, el corte deberá inguinoescrotal del saco, el cual se lavará exhaustiva-
hacerse en la fascia endopélvica, por abajo del ligamen-
to de Cooper en sentido medial e inferior, para evitar los
vasos y el nervio obturatrices (figura 28--4).
E Editorial Alfil. Fotocopiar sin autorización es un delito.

Espacio
Incisión directo
relajante

Incisión
relajante

Orificio
femoral

Figura 28--2. Corte medial (en dirección de las 10) sobre el


tendón conjunto y músculo recto para liberar un saco directo Figura 28--4. En presencia de hernia obturatriz irreductible
irreductible. el corte se efectúa en dirección inferomedial.
228 Hernias de la pared abdominal. Tratamiento actual (Capítulo 28)

mente y permitirá exteriorizar uno de los tubos de dre- tes. Hasta ahora no hay trabajos comparativos y aleato-
naje del sistema cerrado de succión (en caso de encon- rizados que confronten individualmente una técnica con
trar un saco perforado con evidente contaminación por las otras, si bien los resultados de las técnicas abiertas
la presencia de absceso y fuga intestinal no se aplicará que usan malla y las técnicas laparoscópicas informaron
malla y se procederá a la reparación fascial tipo Nyhus). una disminución de la morbimortalidad.
Deberá instalarse un fragmento de malla de PPL de En 1994 Henry36 propuso el uso de prótesis en emer-
aproximadamente 10 x 12 cm y parietalizarse el cordón gencias quirúrgicas. Aplicó 15 tapones de malla, 32 ma-
espermático, fijado con puntos de monofilamento inab- llas de MersileneR y siete de VicrylR, principalmente
sorbible al tubérculo púbico, ligamento de Cooper, fas- a través de abordaje inguinal. Realizó resección en cin-
cia del psoas iliaco y tendón conjunto. Después se ins- co casos e informó sólo un absceso de pared como com-
tala un drenaje cerrado, que se exterioriza por abajo y plicación.
por dentro de la espina iliaca anterosuperior (el cirujano En 1997 Pans27 publicó un trabajo retrospectivo don-
decide el sitio de salida según el caso). Este tipo de dre- de indicó el uso de prótesis preperitoneal en la HIE, me-
naje ha disminuido el número de serohematomas infor- diante el abordaje por línea medioabdominal. Presentó
mados en otros reportes. una serie de 35 casos, en los que realizó 13 resecciones,
Hasta este momento (no antes) se procede a abrir el y no precisó el grado de afectación vascular de los casos
peritoneo por la línea media, para completar el abordaje no resecados. Las complicaciones incluyeron dos infec-
mediante laparotomía. Por esta ruta se explora la cavi- ciones de herida quirúrgica que no requirieron retiro de
dad, para evaluar los daños y su reparación. Se realizará la malla, seis hematomas, un seroma, una recurrencia 46
la resección de los órganos afectados y la anastomosis meses después y una defunción no relacionada con la ci-
si el daño es intestinal. Esta exposición permitirá lavar rugía. No dejó drenajes y el seguimiento fue de 4.2 años.
la cavidad y drenarla si lo amerita. Algunos casos obli- En el año 2000 Mauch37 estudió a 44 pacientes: 32
gan a descomprimir la gran dilatación de las asas intesti- con hernia inguinal encarcelada y 12 con HIE. Propuso
nales, ya que no hacerlo impone un cierre a tensión de el abordaje posterior por línea media y la reparación con
la cavidad. El cirujano elegirá ejecutar esta acción de malla en todos los casos. Realizó resección en 12 casos
manera manual en sentido retrógrado o por aspiración y los resultados incluyeron ocho casos con infección de
a través de la enterotomía. El cierre de la pared debe herida, dos recidivas y ninguna muerte.
completarse con técnica aséptica. Asimismo, se dejarán Los primeros reportes del manejo laparoscópico
los bordes de piel y tejido celular abiertos a criterio del TAPP combinado con resección intestinal asistida fue-
cirujano. ron los de Tschudi38 y Scott39 en 1993 (informes de ca-
Se hace hincapié en los beneficios que se le suman al sos aislados). Desde entonces surgieron otros reportes,
procedimiento: el manejo cuidadoso de los tejidos, el como el de Leibl25 en 2001, que consistió en un estudio
uso juicioso del cauterio y los materiales de sutura, el retrospectivo de 194 casos de hernias inguinales incar-
acortamiento de los tiempos quirúrgicos, la eliminación ceradas. Este autor introdujo los términos “incarceradas
de tejido desvitalizado, el empleo de drenajes eficientes crónicas” e “incarceradas agudas”, realizó resecciones
y el cierre aséptico de la cavidad (algoritmo). La aneste- en sólo seis casos y reportó una morbilidad de 6.6%, sin
sia general balanceada es la técnica ideal para realizar muertes ni recurrencias en 26 meses de seguimiento.
la cirugía, ya que proporciona una adecuada relajación En 2004 Fersli24 propuso la TEP laparoscópica en un
transoperatoria. estudio retrospectivo de 16 pacientes, de los cuales cin-
co se manejaron mediante abordaje convencional ante-
rior (no se detalló la técnica) por datos de gangrena in-
REVISIÓN BIBLIOGRÁFICA testinal e inflamación de la pared inguinal. Once
pacientes iniciaron con TEP, tres se convirtieron y ocho
se completaron (a ellos se les realizó una omentectomía
Durante la última década se publicaron varios trabajos segmentaria por necrosis, a través del ombligo). Se re-
que utilizaron materiales protésicos para el manejo de portó una morbilidad de 25%, que incluyó una infección
la HIE, con resultados a corto y largo plazos; sin em- de malla resuelta con aseo local y una infección de heri-
bargo, algunos de ellos no distinguieron con exactitud da. Este autor introdujo el término “agudamente incar-
las hernias inguinales encarceladas de las estranguladas cerada”.
o agudas, y se manejaron ambos conceptos de manera En 2006 Rebuffat6 presentó un trabajo retrospectivo
indistinta. Algunos son reportes de casos individuales y con reparación laparoscópica de hernias estranguladas
otros informan sobre series más numerosas de pacien- en 43 emergencias herniarias. Quince se operaron con
Hernia inguinal estrangulada 229

técnicas convencionales por vía anterior (no se detalló Cuadro 28--2. Datos generales de los pacientes
el tipo de técnica), 28 se operaron mediante TAPP, tres
Grupo A Grupo B
se convirtieron, nueve se sometieron a resección intesti-
N = 20 N = 18
nal y 16 no tuvieron resección. La morbilidad presentó
un caso de hematoma de herida. Cabe resaltar que este Edad 68.9 73.5
autor detalló las contraindicaciones de TAPP para la Género Masculino 11 8
HIE: hernias escrotales, cirugía pélvica o extensiva, ciru- Femenino 9 10
Lado Derecho 15 12
gía abdominal, problemas cardiopulmonares severos,
Izquierdo 5 6
signos evidentes de gangrena intestinal, severa infección
Hernia Primaria 17 15
de la pared inguinal y una TAPP previa en forma electiva.
Recurrente 3 3
Existen otros reportes de manejo laparoscópico de
Tamaño del saco 6 a 8 cm 17 16
hernias femorales y obturatrices que proporcionan in-
> 9 cm 3 2
formación de casos aislados con buenos resulta-
dos.25,40--42
En 2005 Papaziogas43 realizó un estudio retrospec- Con base en la experiencia del autor de este capítulo
tivo donde comparó la reparación libre de tensión frente y su equipo se propone la reparación preperitoneal con
a la técnica de Bassini modificada (Andrews) en 75 malla de PPL y laparotomía, de acuerdo con un trabajo
casos (33 y 45, respectivamente). Realizó resección retrospectivo y comparativo publicado en 2005.4 En él
intestinal en 14 casos, distinguió los términos de hernia se presentaron 38 casos divididos en dos grupos: grupo
complicada que requiere resección y la que no la nece- A con 20 pacientes operados mediante cinco técnicas
sita. Concluyó que la presencia de HIE no contraindica convencionales por vía anterior y grupo B con 18 pa-
el uso de mallas. cientes operados con la técnica propuesta (cuadro
En 2006 Wysocki14 reportó en un trabajo retrospec- 28--1). Se excluyeron todos los casos de hernias por des-
tivo los resultados de comparar en 77 pacientes la técni- lizamiento o encarceladas sin compromiso vascular. La
ca de Lichtenstein con la de Bassini (56 y 21, respectiva- distribución por edad y género fue similar en ambos
mente). Realizó ocho resecciones en los pacientes grupos y fue más frecuente la hernia en el lado derecho.
sometidos al procedimiento de Lichtenstein y cinco en Las hernias primarias y las pequeñas son las que más se
los que se llevó a cabo la técnica de Bassini. No encon- estrangularon (cuadro 28--2). Las hernias indirectas y las
tró diferencias significativas entre estos dos procedi- femorales (8 de las 9 de ambos grupos se presentaron en
mientos y concluyó que el uso de malla de PPL para la mujeres) tuvieron un mayor índice de estrangulamiento.
HIE es seguro y el riesgo de infección local es bajo. En ambos grupos la mayoría de los pacientes cursa-
ron con síndrome oclusivo intestinal, leucocitosis y en-
fermedades intercurrentes. El tiempo de evolución difi-
rió poco (cuadro 28--3).
Cuadro 28--1. Procedimientos de acuerdo La mayoría de los pacientes requirieron resección
con el tipo y el número de pacientes intestinal, ya que sólo dos de cada grupo tuvieron una
Procedimientos quirúrgicos No. de recuperación del segmento atrapado (cuadro 28--4).
pacientes Tres pacientes presentaron peritonitis por fuga intes-
Grupo A tinal (los tres del grupo B). En la mayoría se usaron anti-
E Editorial Alfil. Fotocopiar sin autorización es un delito.

Incisión inguinal + RI + plastia McVay 4 bióticos con monoterapia o doble esquema. La estancia
Incisión inguinal + plastia McVay + 6 hospitalaria fue mayor en el grupo A y las complicacio-
incisión media + RI nes incluyeron dos casos de granuloma en el grupo A
Incisión media + plastia preperitoneal 5
Nyhus + RI
Incisión media + cierre transperito- 4
neal del orificio herniario + RI Cuadro 28--3. Datos de ambos grupos
Incisión inguinal + plastia de Lich- 1 Grupo A Grupo B
tenstein + incisión media + RI N = 20 N = 18
Total 20
Grupo B Oclusión intestinal 17 17
Reparación preperitoneal con malla y 18 Leucocitosis 13 12
laparotomía exploradora Enfermedades intercurrentes 16 15
RI: resección intestinal. Horas de estrangulamiento 50.8 43.6
230 Hernias de la pared abdominal. Tratamiento actual (Capítulo 28)

Cuadro 28--4. Hallazgos transoperatorios órganos gangrenados a la vez); cinco pacientes presen-
en ambos grupos taron recuperación vascular.
Grupo A Grupo B
No surgieron diferencias en los resultados de todas las
N = 20 N = 18
variables analizadas respecto al trabajo publicado en
2005 y los resultados finales hasta noviembre de 2007
Necrosis intestinal 15 12
incluyeron granuloma en un caso, seroma en cuatro, in-
Necrosis del epiplón 2 2
fección de herida en dos y hernia posincisional en un pa-
Necrosis del epiplón y el testículo 1 0
ciente; no hubo recurrencias ni mortalidad (figura 28--6).
Necrosis del saco y lipoma herniario 0 1
Necrosis del apéndice epiploico 0 1
Sin resección (recuperación 2 2
vascular)
ANÁLISIS

y uno en el grupo B; un caso de seroma en el grupo B; El manejo de la hernia inguinal complicada obliga, pri-
cinco pacientes con infección de herida en el grupo A mero, a realizar un diagnóstico preciso, por lo que es im-
y dos en el B (se resolvieron con lavados y no fue nece- portante definir el grado de afectación que sufre su con-
sario retirar la malla). tenido. Si se trata de una HIE, deben analizarse todos los
En el grupo A se presentaron cinco recidivas y tres factores agravantes que intervienen en ella. Aún resulta
defunciones. En el grupo B no ocurrieron recidivas ni controversial la elección de la técnica operatoria; sin
defunciones (figura 28--5). Se realizó un seguimiento a embargo, cada vez hay más pruebas de los beneficios
cada paciente a lo largo de 48 meses. que brinda la exploración de la cavidad abdominal en
forma amplia y la reparación de la hernia con prótesis
preperitoneal.1,4,6,27,37 Otro motivo de controversia lo
constituye la aplicación de prótesis en áreas potencial-
RESULTADOS mente contaminadas. No obstante, hay muchas pruebas
de que no se contraindica44 su ejecución y menos aún si
se instalan mallas de material biológico, que han
Esta misma técnica se aplicó a lo largo de ocho años demostrado una mayor resistencia a la infección.
hasta 2007, que fue cuando se incrementó a 30 el núme- La técnica laparoscópica TEP en la HIE obliga a su
ro de pacientes manejados de esta manera con un segui- conversión a TAPP para poder evaluar los daños intra-
miento durante el mismo periodo. Veinticinco casos re- abdominales y realizar la resección del órgano afectado
quirieron resección por gangrena, con compromiso del (enterotomía y anastomosis).
intestino en 18 casos, saco herniario en nueve, omento La técnica laparoscópica TAPP ofrece los mismos
en seis, testículo y apéndice epiploico en dos y apéndice beneficios que la reparación preperitoneal y la laparoto-
cecal en uno (algunos pacientes presentaron dos o más
Resultados

4
6
Grupo A
3.5
5
Grupo B
3
4
Número de pacientes

2.5

3 2

1.5
2
1

1 0.5

0
0 Seroma Granuloma Recurrencias
Seroma Granuloma Infección Recidiva Defunción Infección H. incisional Mortalidad

Figura 28--5. Complicaciones posoperatorias. Figura 28--6. Seguimiento actualizado (2007).


Hernia inguinal estrangulada 231

Algoritmo de la técnica operatoria

Incisión Exploración preperitoneal Presencia de hernia Prótesis unilateral


medioabdominal contralateral

Ausencia de hernia

Exploración preperitoneal
ingle patológica

Reducción del saco


no abrirlo

Saco perforado Saco íntegro Gran saco adherido


Absceso y fuga intestinal en Seccionarlo a nivel del
región inguinal. No aplicar malla cuello; evitar fugas
Aplicar malla PPL
Parietalizar cordón

Reparación fascial tipo Nyhus Instalación drenaje cerrado Dejar saco residual in situ

Abordar cavidad abdominal por


línea media, no antes

Exploración y evaluación
de daños

Resección y anastomosis
intestinal, técnica cerrada

Solución a otros daños


¿lavado/drenaje de cavidad?

Cierre de pared con técnica


aséptica

Figura 28--7. Planeación del manejo de pacientes con hernia estrangulada.


E Editorial Alfil. Fotocopiar sin autorización es un delito.

mía, salvo las contraindicaciones enumeradas, a las Postergar la plastia para un segundo tiempo quirúr-
cuales se añade la presencia de una gran dilatación de las gico, dándole prioridad a la resección, conlleva el riesgo
asas intestinales y la necesidad de realizar una ileosto- de un segundo estrangulamiento.
mía o una colostomía. Enfrentar la HIE mediante una
incisión inguinal, sin explorar la cavidad abdominal,
conlleva el grave riesgo de que pueden pasar inadverti- CONCLUSIONES
das hernias insospechadas y lesiones intraabdominales
no identificadas a través del limitado orificio herniario.
Esto dificulta la resección y anastomosis intestinal y
pone en riesgo la plastia, pues obliga a realizar una S La clasificación de las hernias en función del daño
segunda incisión en la línea medioabdominal. que sufra el contenido del saco (grado de compli-
232 Hernias de la pared abdominal. Tratamiento actual (Capítulo 28)

cación) tiene una gran utilidad terapéutica, por lo


que es de vital importancia la diferenciación de los S Proceder mediante RPP con malla y lape permitirá
términos “encarcelamiento” y “estrangulamiento resolver todos los casos de HIE sin importar las
herniario”. complicaciones que se presenten ni el tipo de her-
S Toda hernia inguinocrural atrapada repentina- nia existente, inclusive los casos más avanzados
mente durante ocho horas o más debe etiquetarse (figura 28--7).
como estrangulada y ser sometida a exploración S Es una técnica accesible para todo cirujano,
intraabdominal y a reparación herniaria (con apli- puesto que no requiere mayor tecnología que la
cación de prótesis en la región preperitoneal de existente en cualquier quirófano y ha logrado aba-
acuerdo con el criterio y la experiencia del ciru- tir los índices de morbimortalidad.
jano) de manera urgente. En casos seleccionados S No debe considerarse una contraindicación el uso
mediante TAPP, o bien para todos los casos, se de prótesis en áreas potencialmente contamina-
procede a la reparación preperitoneal (RPP) con das; sin embargo, debe continuarse la promete-
malla y LAPE. dora investigación respecto a las prótesis de mate-
S Es temerario y riesgoso reducir en la cama del rial biológico.
paciente una hernia “agudamente atrapada” con S Toda hernia inguinocrural complicada o no com-
más de ocho horas de evolución sin realizar una plicada debe someterse a una plastia sin tensión en
evaluación global y detallada, pues se corre el gra- el menor tiempo posible, sobre todo si se trata de
ve riesgo de reintroducir un órgano gangrenado. pacientes mayores de 60 años de edad.

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E Editorial Alfil. Fotocopiar sin autorización es un delito.
234 Hernias de la pared abdominal. Tratamiento actual (Capítulo 28)
Capítulo 29
Complicaciones posoperatorias
de la hernioplastia inguinal abierta
Óscar Olivares Ontiveros, Raúl Guzmán Muñoz

INTRODUCCIÓN COMPLICACIONES INTRAOPERATORIAS

Algunas complicaciones intraoperatorias son muy co-


Las técnicas descritas para la reparación de las hernias
nocidas, pero otras no tanto y ninguna de ellas se corre-
inguinales son muchas y su práctica puede ocasionar
laciona con una técnica quirúrgica específica. Es impor-
complicaciones que conlleven resultados no esperados,
tante mencionar los efectos indeseables derivados del
como una larga convalecencia, que ocasione la protesta
tipo de anestesia utilizada, como son las palpitaciones,
de los pacientes y los lleve a aducir negligencia médica
la elevación de la presión arterial y la sensación de opre-
y entablar un juicio legal.
sión retroesternal ocasionadas por el uso de adrenalina
Es imposible evitar un resultado no deseable; sin
en la anestesia local, las complicaciones urinarias y
embargo, el desarrollo de una técnica quirúrgica depu-
tromboembólicas derivadas de la anestesia raquídea y
rada y un conocimiento preciso de las estructuras anató-
las posibles complicaciones sistémicas derivadas de la
micas disminuirá al mínimo los resultados inesperados.
anestesia general. En el cuadro 29--1 se incluye la fre-
Por todo ello, y tratando de darle una debida atención a
cuencia de complicaciones específicas reportadas en
una patología base de la ciencia quirúrgica, se han crea-
grandes series en la literatura médica.
do grupos superespecializados en hernias (herniología),
integrantes de institutos que tratan exclusivamente la
cirugía de la hernia, lo cual ha disminuido considerable- Hemorragia
mente las complicaciones y recidivas en la reparación
de hernias. La hemorragia puede presentarse en cualquier tipo de
La tasa de recurrencia y el porcentaje de complica- intervención quirúrgica, por lo que las medidas de pre-
ciones son los dos criterios corrientemente utilizados vención son válidas para todas las intervenciones.
E Editorial Alfil. Fotocopiar sin autorización es un delito.

para valorar el éxito en la reparación de la hernia ingui-


nal.
A menudo el seguimiento es a corto plazo y los ciru-
Cuadro 29--1. Principales complicaciones
janos pierden contacto con muchos de los pacientes, ra-
intraoperatorias de acuerdo con la técnica1
zón por la cual no pueden ser incluidos en estudios a
largo plazo —mínimo cinco años— en busca de recu- Complicación Cirugía Reparación con Cirugía
abierta malla por laparos-
rrencias.
acceso anterior cópica
En este capítulo se analiza esta morbilidad con base
en la experiencia de más de 3 000 plastias inguinales Hemorragia (s) 0.5% 1%
llevadas a cabo por los autores de este capítulo y su Daño nervioso 0.5%
equipo. Daño a la vejiga 1%

235
236 Hernias de la pared abdominal. Tratamiento actual (Capítulo 29)

La hemorragia abundante durante el acto quirúrgico La sensibilidad del área genital depende de los ner-
puede derivarse de una lesión de vasos de diferente cali- vios iliohipogástrico e ilioinguinal derivados del primer
bre localizados dentro del área de reparación quirúrgica nervio raquídeo lumbar. Estos nervios son muy vulnera-
al disecar o colocar suturas profundas sin tener una ade- bles durante la apertura de la aponeurosis del oblicuo
cuada visibilidad de las estructuras anatómicas.2 externo y no es raro que se lesionen y se afecte la sensi-
A su paso por el anillo femoral los vasos iliacos exter- bilidad del pubis, de la raíz del pene y de la parte antero-
nos se transforman en vasos femorales,4 y su lesión pue- lateral del escroto.
de ocurrir durante las disecciones complejas, especial- La rama genital del nervio genitofemoral es la única
mente en los casos de hernia recurrente o cuando se hace rama motora del canal inguinal, y es responsable del re-
el anclaje de suturas o grapas muy laterales al ligamento flejo cremastérico, por lo que, al ser lesionada durante
pectíneo o de Cooper.3 la disección del cremáster, puede ocasionar en el poso-
Los vasos obturadores se sitúan en el canal subpúbi- peratorio paresias con descenso testicular por abolición
co, donde se desprende la rama púbica, que se desliza del reflejo cremastérico.
sobre la cresta pectínea para alcanzar los vasos epigás- El daño nervioso puede ocasionarse al aplicar coagu-
tricos inferiores, con los que se anastomosa.4 La posible lación, al instalar una ligadura durante la sutura parietal
lesión de la arteria obturatriz o de su rama púbica se ori- o fijar la malla, al seccionar el nervio durante una disec-
gina durante la disección de la fascia transversalis y del ción difícil o al momento en que el nervio queda atrapa-
ligamento iliopúbico. do o pinchado en la aplicación de la grapa.
Los vasos epigástricos son mediales al anillo ingui- Las complicaciones que afectan los nervios son un
nal profundo y pueden ser lesionados al seccionar el poco más frecuentes cuando se ejecutan técnicas tradi-
ligamento interfoveolar (borde medial del anillo ingui- cionales que cuando se llevan a cabo técnicas libres de
nal profundo) y la fascia transversalis sobre el ligamen- tensión con aplicación de malla: 4.4 vs. 1.4%.4
to iliopúbico. Las lesiones de los plexos nerviosos originan com-
La sección de estos vasos obliga a su ligadura, que plicaciones entre 0.4 y 3.4% de las hernias reparadas por
puede dificultarse debido al trayecto corto y a su proxi- vía laparoscópica: TEP y TAPP.5
midad con los vasos iliacos externos. Para disminuir al mínimo las posibilidades de una le-
Puede presentarse sangrado de baja intensidad du- sión nerviosa se recomienda efectuar una disección bajo
rante la disección del saco herniario al liberarlo del cre- vía visual, aplicar grapas sólo en zonas de seguridad y,
máster debido a una lesión de la arteria cremastérica, de ser posible, usar pegamentos para reemplazar las gra-
rama de la epigástrica inferior. Dicho sangrado puede pas (figura 29--1).
ser controlado por compresión o cauterización. Es necesario preservar todos los nervios, pero en
La lesión inadvertida de los vasos testiculares duran- caso de no poder evitar su sección es conveniente ligar-
te la colocación de puntos para reducir el anillo inguinal los para evitar el dolor posoperatorio y la formación de
profundo o en el espesor del cordón espermático duran-
te la disección del saco herniario no siempre provoca
necrosis testicular, debido a la circulación colateral del
testículo derivada de los vasos vesicales y prostáticos,
que son las fuentes básicas de irrigación del testículo.
Toda maniobra para controlar el sangrado se debe lle-
var a cabo bajo visión directa, sin recurrir al pinzamiento
a ciegas, para evitar problemas posteriores, como trom-
bosis, estenosis vasculares o fístulas arteriovenosas.

Lesiones nerviosas

Casi todos los pacientes presentan entumecimiento y pa-


restesias a nivel inguinal después de una plastia inguinal,
pero la mayoría de las veces se reducen a una pequeña
área triangular inferior e interna según la incisión. Por Figura 29--1. Grapa tipo tacker colocada por laparoscopia
suerte, estas manifestaciones son de carácter temporal y con atrapamiento del nervio ilioinguinal hasta la pared ante-
la mayoría de las veces desaparecen en pocas semanas. rior. Cortesía del Dr. Álvarez Quintero.
Complicaciones posoperatorias de la hernioplastia inguinal abierta 237

neuromas.6 La lesión de las ramas sensitivas no requiere


sutura y en unas pocas semanas se recupera la sensibili-
dad debido a la sustitución natural.
Un nervio atrapado en una sutura puede causar dolor
agudo persistente, el cual puede ser tratado con terapia
con antiinflamatorios no esteroideos y analgésicos. En
caso de dolor agudo debido a daño nervioso se debe reo-
perar de inmediato para remover la sutura, la grapa res-
ponsable o los nervios afectados, y para brindarle un ali-
vio inmediato al paciente.8
En caso de déficit motor el cirujano deberá reoperar
para liberar el nervio y reemplazar la sutura si es necesa-
rio. La ligadura del nervio femoral, situado en sentido
lateral a la cintilla iliopectínea y por fuera del anillo fe-
moral, afectará la función de extensión de la pierna y, en
Figura 29--2. Lesión por sección completa del deferente du-
consecuencia, la marcha.7 rante una hernioplastia “de rutina”.

Lesiones del cordón espermático fueron sometidos a cirugía inguinal durante la infancia
(figura 29--2).10
La lesión del cordón espermático involucra el conducto El trauma del conducto por pinzamiento o por un ex-
deferente y las estructuras vasculares genitales, y por lo ceso de manipulación genera fibrosis con la consecuente
general ocurre durante la disección de hernias recurren- obstrucción de su luz. El simple acodamiento del cor-
tes. La sección del cordón espermático de manera deli- dón dificulta el tránsito del esperma y provoca diseya-
berada es excepcional y rara, pero puede ocurrir al ce- culación por distensión brusca del deferente antes de la
rrar el anillo inguinal profundo, lo cual desvasculariza eyaculación o durante ella.15
en gran medida el testículo, por lo que se opta por una
orquiectomía para evitar una necrosis testicular.
El daño subpúbico de los vasos testiculares es más Lesiones de las vísceras
probable en una disección de hernia recurrente con
acceso anterior, lo cual conduce a necrosis o atrofia tes- Durante la reparación de una hernia es posible que se
ticular en 60% de los casos. El abordaje posterior, de presente una lesión en la vejiga, el uréter, las asas de in-
preferencia por vía laparoscópica, es el acceso reco- testino delgado o el colon. El reconocimiento de estas
mendado para las hernias recurrentes. lesiones y su adecuada reparación durante el mismo
La trombosis del abundante plexo venoso pampinifor- acto quirúrgico evitan complicaciones graves.
me causada por la disección de grandes sacos herniarios La vejiga o un divertículo en ella pueden formar parte
o por estenosis del anillo inguinal superficial durante su de la pared de una hernia inguinal directa y sufrir daño
sutura ocasiona orquitis, que al principio es inflamatoria, durante la disección o ligadura de grandes sacos hernia-
pero puede terminar en una atrofia testicular.9 rios, lo cual causará que pase inadvertida durante el acto
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La lesión del conducto deferente es más frecuente quirúrgico una fuga urinaria intraabdominal o inguinal
durante la disección del cordón espermático en el caso con la formación de un urinoma o una fístula urinaria.
de hernias recurrentes con acceso anterior. La sección Lo anterior puede evitarse si antes de la cirugía se vacía
del conducto obliga a su reparación, sobre todo en los la vejiga mediante una sonda urinaria, además de efec-
pacientes adultos jóvenes, a pesar de la integridad del tuar la inversión del saco herniario en vez de su ligadura
contralateral.3 La reconstrucción mediante microciru- alta y extirpación. La vejiga también puede sufrir lesio-
gía con sutura de polipropileno muy fina y un tutor in- nes durante la disección retromuscular en los procedi-
traluminal facilita hasta 90% la reconstrucción y la re- mientos abiertos (Stoppa) y en las disecciones laparos-
permeabilidad. El daño en uno de los conductos puede cópicas.1,11
reducir la fertilidad debido a problemas mecánicos y El tratamiento de una lesión vesical consiste en el
cambios inmunitarios (generación de anticuerpos con- cierre de la lesión con sutura sintética absorbible en dos
tra espermatozoides). Hasta 7% de los adultos que pre- planos combinada con un drenaje urinario con catéter
sentan azoospermia u oligospermia sin atrofia testicular uretral durante cinco a ocho días.
238 Hernias de la pared abdominal. Tratamiento actual (Capítulo 29)

Cuadro 29--2. Complicaciones posoperatorias Cuadro 29--3. Complicaciones posoperatorias


(de 0 a 8 semanas) de acuerdo con la técnica1,13 (después de un año) de acuerdo con la
Complicaciones Acceso Acceso an- Laparos- técnica1,14
conven- terior con copia Complicación Acceso Acceso an- Laparos-
cional prótesis conven- terior con copia
Hematoma 15.0% 15.0% 9.5% cional prótesis
Hidrocele y sero- 0.5% 4.5% 6.0% Dolor 10.0% 1.0% 2.5%
ma Hidrocele y seroma 2.8% -- 0.5 a 4.9%
Retención urinaria 1.5% 0.5% 2.0% Punción con el tro- -- 0.5% 0.5%
Infección urinaria 0.5% 0.5% 0.2 a 0.6% car
Infección de la he- 3.0% 0.5% 0.0% Infección superficial -- 0.5% 0.5%
rida Cicatrización retar- -- -- 0.5%
Infección profunda 0.5% -- -- dada
Dolor -- 0.5% 5.0% Embolia pulmonar 0.5% -- --
Edema mayor 0.5% -- 2.0%
(--) Frecuencia menor de 0.5%.
Hematuria -- -- 0.5%
Alergias -- -- 0.5%
Fiebre posopera- -- 0.5% 0.5%
toria
COMPLICACIONES POSOPERATORIAS
Fístula crónica -- 0.5% --
Flebitis -- 0.5% --
(--) Frecuencia menor de 0.5%.
Las complicaciones posoperatorias no son específicas
de una técnica y pueden presentarse en forma temprana
dentro de las primeras semanas, lo cual las distingue de
La lesión del uréter puede ocurrir durante la disec-
las tardías, que ocurren alrededor de un año después de
ción de las grandes hernias recurrentes y su reconoci-
la cirugía (cuadros 29--3 y 29--4).
miento obliga a su reparación con puntos separados con
catgut crómico y a instalar un catéter doble “J” para fe-
rulizarlo. Cuando la sección del uréter está cerca de la Hematomas y equimosis
vejiga lo mejor es reimplantarlo en la pared vesical.
Las lesiones intestinales se relacionan con la disec- Los hematomas o manchas equimóticas en la ingle o en el
ción de segmentos de intestino delgado y colon localiza- escroto se presentan después de amplias disecciones sobre
dos en el saco herniario, por lo general en las grandes hernias voluminosas, a pesar de haber hecho una hemosta-
hernias indirectas por deslizamiento. Las estructuras sia minuciosa; asimismo, se relacionan con la administra-
con mayor riesgo son el colon sigmoides, en el lado iz- ción de anticoagulantes (AspirinaR, cumarina, etc.) antes
quierdo, y el intestino delgado, en el lado derecho. Para de la cirugía, el empleo de adrenalina durante la anestesia
prevenir estas lesiones, el tracto digestivo debe ser in- local y el uso exagerado de electrocoagulación en los vasos
troducido junto con el saco peritoneal sin disecar la sangrantes que requieren ligadura.
adhesión visceral. La causa de la lesión se relaciona más La extravasación sanguínea se manifiesta por una
con la técnica quirúrgica que con la patología en sí.12 coloración púrpura oscura en la ingle con disección
Una lesión intestinal que no es identificada durante hacia el escroto. Esta mancha equimótica con hemato-
el transoperatorio puede causar una peritonitis posope- mas pequeños o sin ellos provoca inquietud en el pa-
ratoria y la tasa de mortalidad puede ser de 50%. La de- ciente por el aumento de volumen y los cambios de co-
tección de la lesión intestinal exige una inmediata repa- loración en la piel. Estas condiciones no alteran el pro-
ración, incluso con una conversión a laparotomía en
caso necesario. La lesión del intestino delgado se repara
con una sutura en dos planos, mientras que la del colon
Cuadro 29--4. Tasa de recurrencia observada
requiere también una colostomía proximal de protec-
en cirugía abierta sin colocación de malla4,33,39
ción.
Es raro encontrar un apéndice cecal normal en un Bassini 8.6 a 9.6%
saco herniario; sin embargo, en caso de que exista debe- McVay 8.8 a 11.5%
rá solicitarse el consentimiento del paciente o de un fa- Shouldice 2.7 a 6.6%
miliar para efectuar la apendicectomía. Inespecíficas 2.9 a 4.4%
Complicaciones posoperatorias de la hernioplastia inguinal abierta 239

A
Figura 29--3. Equimosis posoperatoria donde se aprecia
una gran zona de coloración roja violácea.

ceso de cicatrización y desaparecen sin secuelas en el


transcurso de unas semanas (figura 29--3). El uso de en-
zimas fibrinolíticas acorta el tiempo de resolución. Los
hematomas de gran tamaño o encapsulados pueden pro-
vocar alteraciones funcionales y recurrencias tempra-
nas, por lo que una vez diagnosticados debe instalarse
un drenaje a través de punción subcutánea o mediante
cirugía local.11 La punción evacuadora en hematomas
gigantes representa un riesgo de sepsis que altera el pro-
ceso de cicatrización y expone al paciente a una recu- B
rrencia temprana, por lo que se prefiere la cirugía eva-
cuadora en condiciones de asepsia más un esquema Figura 29--4. A. Paciente con aumento de volumen en la he-
profiláctico de antibimicrobianos.16 rida quirúrgica por presencia de hematoma posoperatorio.
B. Ultrasonido del paciente anterior donde se comprueba la
De acuerdo con Stoppa, no existen diferencias signi-
presencia y las características de la colección.
ficativas en la formación de hematomas con las técnicas
convencionales de hernioplastia, cuyos reportes son los
siguientes: Bassini 2.2%, McVay 2.8%, prótesis por vía problema se resuelve mediante una o dos punciones y
inguinal 4% y prótesis por vía preperitoneal 3.2% (figu- rara vez tiene que resecarse el saco herniario remanente
ra 29--4). (figuras 29--5 y 29--6).

Hidrocele y seromas
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Infección posoperatoria

El hidrocele ocurre sobre todo en la plastia de grandes Igual que ocurre en todas las intervenciones quirúrgi-
hernias indirectas en las que se deja la parte distal del cas, la infección posoperatoria en las hernioplastias es
saco herniario dentro del escroto, pero es más frecuente posible. El tiempo quirúrgico es un factor significativo,
en los abordajes laparoscópicos (4.9 vs. 2.8% en cirugía según los estudios de Simchen en 1990, que reportan
abierta).13 una tasa de 2.7% en intervenciones con una duración de
Los hidroceles son consecuencia de la absorción dis- 30 min y una tasa de 9.9% en la que tienen una duración
minuida de líquidos por la túnica vaginal y no el resulta- de 90 min. El estado nutricional del paciente, las enfer-
do de la producción aumentada de los mismos o de obs- medades concomitantes y el tipo y manejo de la malla
trucción linfática. Implican un problema funcional y en hernias estranguladas o incarceradas son otros facto-
estético, por lo que el paciente acude tempranamente al res que predisponen a infección posoperatoria. Las
médico con la idea de que puede recurrir la hernia. Este complicaciones infecciosas también se presentan en ca-
240 Hernias de la pared abdominal. Tratamiento actual (Capítulo 29)

Figura 29--5. Paciente con hidrocele agudo poshernioplas-


tia de un mes de evolución en la que se dejó el saco distal
in situ.

sos abordados por cirugía laparoscópica e incluyen in-


fección protésica y periostitis, como resultado del en-
grapado o la colocación de puntos en el periostio.17
De acuerdo con las series de casos reportados en her-
nioplastias protésicas, el riesgo de infección oscila entre B
0 y 6%. Las mallas de microporo con material trenzado
favorecen la infección, puesto que impiden la penetra- Figura 29--7. A. Paciente con infección profunda en la re-
ción de macrófagos a través del mallado, por lo que las gión inguinal. B. Paciente con recidiva de hernia inguinal se-
cundaria a un absceso profundo posoperatorio.

mallas macroporosas de monofilamento tienen ventajas


relativas sobre las mencionadas. El diagnóstico de una
infección protésica se manifiesta con un aumento de vo-
lumen por edema inflamatorio, calor, rubor y dolor pro-
longado atípico.
Puede ocurrir un drenaje espontáneo de material pu-
rulento y las pruebas de laboratorio pueden reportar leu-
cocitosis y la velocidad de sedimentación globular y
proteína C reactiva elevadas. El estudio ecosonográfico
puede confirmar el diagnóstico.
La presencia de infección predispone al paciente a
una recurrencia o a un drenaje crónico de material sero-
purulento a través de la herida, por lo que el material de
sutura puede ser expulsado (figura 29--7).
La infección superficial puede ser tratada con medidas
locales y desbridación más el empleo de antimicrobianos
sistémicos en caso de procesos sépticos profundos. Es
importante mencionar que el uso de antimicrobianos
Figura 29--6. Ultrasonido del paciente de la figura 29--5 que profilácticos no debe ser rutinario, puesto que Gilbert y
confirma la presencia de líquido seroso en escroto con algu- Felton demostraron en una serie de 2 493 pacientes que
nos tabicamientos y sin la presencia de asas intestinales. no había diferencia en la tasa de infección entre los que
Complicaciones posoperatorias de la hernioplastia inguinal abierta 241

recibieron antimicrobianos profilácticos (0.90%) y los grandes sacos herniarios o por la fibrosis que se genera
que no los recibieron (0.95%). en los puntos de fijación de la malla. Lo anterior ocasio-
na una angulación en el trayecto del conducto deferente
provocando zonas que dificultan el flujo seminal. La
Orquitis isquémica estasis y el reflujo causan un dolor urente intenso que
acompaña o sigue a la eyaculación. No hay tratamiento
La orquitis isquémica ocurre entre 1 y 10% de los ca- específico para mejorar la tortuosidad o angulación del
sos:20 es el resultado de la congestión venosa del testícu- conducto deferente y aliviar el dolor.15
lo, seguida de una trombosis venosa del cordón esper-
mático. Se manifiesta entre 24 y 72 h posteriores a la Obstrucción intestinal posoperatoria
cirugía con aumento de volumen, pérdida de elastici-
dad, aumento de la sensibilidad y fiebre. La intensidad Es el resultado de la protrusión de un asa intestinal por
del cuadro clínico y su duración son variables, y pueden un defecto peritoneal y constituye la complicación clá-
conducir a una recuperación total o a una atrofia testicu- sica de la plastia inguinal en 1 de cada 1 000 cirugías
lar. La mejor forma de prevenir esta complicación con- convencionales, según las estadísticas, por lo que no se
siste en evitar la movilización del cordón espermático relaciona con ningún abordaje específico. Su presencia
distal a la espina púbica y la extracción del testículo de debe sospecharse en caso de dolor espasmódico y vómi-
la bolsa escrotal (hernias inguinoescrotales), con el fin to posoperatorio intenso.16
de preservar la circulación colateral derivada de las ar- El asa intestinal puede ser atrapada o suturada duran-
terias vesicales, prostáticas y pudendas encargadas de te el cierre del saco herniario, y también es posible la
revascularizar el testículo. formación de una hernia deslizante por una dehiscencia
de la plastia en una técnica deficiente.
Ante cualquier manifestación clínica de obstrucción
Atrofia testicular intestinal se debe valorar la reintervención una vez des-
cartado el íleo funcional, con el fin de liberar el asa, des-
La atrofia testicular se presenta con una frecuencia de bridar el saco herniario y reconstruir la plastia.
0.46% en hernias recurrentes y de 0.03% en hernioplas-
tias primarias.21 El testículo se vuelve duro y disminuye
hasta un tercio de su tamaño original. A veces dicho pro- Dolor en el posoperatorio
ceso involucra un acortamiento del cordón espermático,
Es poco frecuente que el dolor persista después de la
lo cual genera una malposición testicular. El tratamien-
etapa de recuperación normal, pero cuando se presenta
to a base de analgésicos y antipiréticos puede ser sufi-
motiva una gran alarma en el paciente, que lo relaciona
ciente, pero el proceso puede evolucionar a una atrofia
con una posible recurrencia. En general, el dolor des-
indolora, aunque en caso de necrosis el dolor es intenso
aparece sin tratamiento médico.
y el testículo debe ser removido.
La etiología del dolor posterior a la plastia herniaria está
relacionada principalmente con distensión musculoapo-
neurótica abdominal (técnica de McVay y Shouldice),
Tumefacción testicular
ligadura del saco herniario,24 pellizcamiento de un nervio,
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formación de neuromas, periostitis de la espina púbica y


La tumefacción testicular ocurre cuando se cierra dema- tendinitis del músculo pectíneo o del aductor largo.
siado el orificio inguinal profundo sobre el cordón es- Es difícil determinar si la plastia herniaria causa el
permático, lo cual dificulta el retorno venoso y linfático. dolor, sobre todo cuando éste se presenta en forma tardía.
El edema cede con la aparición de vías colaterales de La presentación del dolor durante la actividad física in-
drenaje venoso y linfático. Para su manejo se recomien- dica que la distensión muscular puede ser la causa más
da el uso temporal de un suspensorio. probable. El dolor debe desaparecer al suspender tempo-
ralmente la actividad física. La persistencia del dolor
intenso e incapacitante durante meses o años derivado de
Diseyaculación la tendinitis del músculo pectíneo o del aductor largo, o
bien de una periostitis a nivel del tubérculo púbico, obli-
La diseyaculación puede presentarse después de una di- ga a tomar otras medidas, como la aplicación de anesté-
sección amplia del conducto deferente al liberar los sico local y esteroides en el sitio de mayor dolor.
242 Hernias de la pared abdominal. Tratamiento actual (Capítulo 29)

El dolor agudo de origen nervioso puede requerir una Tromboembolismo


reintervención para retirar la sutura o la grapa que lo le-
siona. Las complicaciones por tromboembolismo reportan un
Esto no forma parte de una regla general, ya que los porcentaje de mortalidad que oscila entre 0.5 y 1%. Lo
analgésicos y la neurolisis pueden aliviar el dolor. El pa- anterior obliga a utilizar profilácticamente la heparina
ciente debe conocer y asumir la presentación de secuelas, en todo paciente con factores de riesgo para esta patolo-
como son la disestesia y la hipoestesia posoperatoria. gía. El tromboembolismo puede tener su origen en la
trombosis de la vena femoral generada por compresión
de la malla en el ligamento pectíneo.

COMPLICACIONES GENERALES Mortalidad

La mortalidad relacionada con la hernioplastia es muy


baja. Un estudio multicéntrico con 4 005 pacientes re-
portó una mortalidad de 0%,4 mientras que en una serie
Las complicaciones relacionadas con la hernioplastia en un periodo de 23 años para hernias no complicadas,
son las mismas que se presentan en otros procedimien- llevada a cabo por la Clínica Shouldice, la mortalidad
tos de la misma complejidad. La hernioplastia tiene una fue de 0.19%, aunque se eleva en los grupos que involu-
morbilidad de 6.3%.7 Se han observado complicaciones cran cirugías de emergencia para hernias incarceradas
pulmonares (atelectasia), la tromboflebitis, la trombo- y estranguladas.7
embolia pulmonar, el infarto masivo del miocardio31 y
embolismo arterial.21
Recuperación

El análisis del tiempo necesario para retomar las activi-


Retención urinaria dades personales y laborales tras una hernioplastia debe
tomar en cuenta la evolución posoperatoria y el nivel so-
cioeconómico y cultural del país donde se lleve a cabo
Se manifiesta como la falta de micción entre las prime- el estudio. Es por ello que los resultados de los diferen-
ras 6 y 8 h posteriores a la cirugía. Es más frecuente en tes estudios no son comparables.
los pacientes seniles con problemas prostáticos y en los Un estudio en Francia mostró que más de 10% de los
que se sometieron a anestesia raquídea, medicamentos pacientes se negaban a dejar el hospital antes del se-
con acción atropínica o analgesia excesiva. En los pa- gundo día de estancia intrahospitalaria y que después de
cientes jóvenes se presenta como un espasmo reflejo la operación 20% de los pacientes prolongaron su estan-
asociado con el dolor de la herida. cia por razones personales y no médicas.32
Ante la falta de respuesta a las medidas generales, No obstante, en los países occidentales la cirugía am-
como la bipedestación, se debe recurrir al sondeo vesi- bulatoria se encuentra en auge y hay reportes que indi-
cal durante 24 h.23 can un periodo de 14 días en promedio para que el pa-
ciente se reintegre a sus actividades.

Complicaciones respiratorias Recurrencia

La recurrencia tras una hernioplastia se debe a múltiples


Los pacientes seniles con patologías pulmonares res- factores. La recidiva es la complicación más frecuente
trictivas están más expuestos a estas complicaciones, en la hernioplastia inguinal, aunque la evaluación de la
así como los pacientes con hernias grandes, que al rein- tasa de recurrencia depende de la calidad del seguimien-
troducirlas en la cavidad abdominal limitan la movili- to posoperatorio y hasta 50% de los pacientes no se dan
dad diafragmática, con la consecuente repercusión en la cuenta de una recurrencia. Es importante considerar el
mecánica respiratoria. Debe estudiarse a todo paciente hecho de que ningún cirujano puede tener resultados
que presente estas características, para prevenir las perfectos y siempre habrá una recidiva, sin importar el
complicaciones respiratorias durante el posoperatorio. método empleado.
Complicaciones posoperatorias de la hernioplastia inguinal abierta 243

Los pacientes con hernia bilateral sometidos a plastia S Fijación insuficiente de la malla.12,17
con tensión tienen más posibilidades de presentar recu- S Subestimación del tamaño de la malla.53
rrencias, sobre todo si se operan ambas en un mismo S Encogimiento de la malla.
tiempo quirúrgico. Las hernias directas reaparecen con
más frecuencia que las indirectas y existe la posibilidad
de que una hernia catalogada como recurrente en reali- Tasa de recurrencia observada en
dad sea una hernia que antes pasó inadvertida. Entre los cirugía abierta sin colocación de malla
factores que favorecen la recurrencia, el Dr. Read22 pro-
pone la teoría de la deficiencia de colágena (colagenosis La interpretación de los estudios es difícil por la falta de
o herniosis) como un factor de predisposición para la criterios para comparar una técnica con todos los tipos
recurrencia, donde la deficiencia de colágena tipos I y de cirugía abierta. En este caso, la tasa de recurrencia de
III es preponderante. Entre otros factores se menciona la cirugía abierta es mayor que la del abordaje laparos-
la necrosis tisular consecutiva a suturas demasiado cópico13 y la mayoría de los estudios controlados repor-
apretadas, las suturas próximas entre sí y la tensión a tan menos recurrencias con la técnica de Shouldice
que son sometidos los tejidos después de la plastia, ade- (cuadro 29--4).29,33,39
más de la experiencia del cirujano y su conocimiento de
la anatomía, y la corrupción de las técnicas empleadas,
Tasa de recurrencias en técnicas libres
que son modificadas y usadas en forma indiscriminada.
de tensión con colocación de malla
Deben tomarse en cuenta la integridad de los tejidos en
las plastias de hernias recurrentes y la insistencia en rea-
Hay muchos estudios que incluyen un número impor-
lizar técnicas por vía anterior cuando no se tiene un liga-
tante de pacientes. Uno de ellos consiste en el análisis
mento inguinal adecuado para una reparación óptima,
del uso del cono de malla con 2% de tasa de recurrencia
lo cual lleva a una recidiva. En estos casos es conve-
en la primera cirugía y 9% de recurrencia en caso de reo-
niente tener presentes otras técnicas, como las preperi-
peración.26,27 La técnica de Lichtenstein35 sólo ha sido
toneales abiertas o la vía laparoscópica.
comparada con la técnica de McVay,40 y parece tener
La evaluación de la tasa de recurrencia depende de la
menor tasa de recurrencia que las técnicas con tensión
calidad del seguimiento posoperatorio, tomando en
(5 vs. 15%),40 además de una tasa de recurrencia similar
cuenta la inexactitud de los estudios telefónicos y de los
a la reportada con la técnica de Shouldice (0 vs. 1%).29
periodos de tiempo reportados (entre 5 y 10 años).24 Se
No hay estudios controlados en la literatura médica
han recolectado datos de acuerdo con el principio de
que comparen estas técnicas con métodos que constitu-
parcialidad máxima.33 Todo paciente al que no se le pro-
yen la regla de oro. Existen algunos estudios que reportan
porciona seguimiento debe ser considerado como un
las ventajas de estas técnicas.41 Dos estudios compara-
caso de recurrencia.
ron la técnica de Stoppa con las técnicas laparoscópicas
Los mejores resultados los reportan los centros espe-
y demostraron que estas últimas disminuyen el dolor, la
cializados en hernias y los cirujanos expertos en técnicas
estancia intrahospitalaria y el tiempo de recuperación,
individuales,34,35 ya que indican 1% de recurrencias.
aunque incrementan en gran medida las complicaciones.
Estos resultados son excepcionales, considerando los
criterios de inclusión y la exclusividad de dichos centros.
Algunos estudios reportan 0% de recurrencia.36--38 Resultados basados en el tipo de hernia
E Editorial Alfil. Fotocopiar sin autorización es un delito.

La variabilidad en la tasa de recurrencia relacionada con


Factores de riesgo para recurrencia el tipo de hernia demuestra la dificultad para homoge-
neizar los resultados de acuerdo con los pacientes y la
No es posible valorar los factores de riesgo de una ma- técnica. Entre 7 y 25%33,34 de las hernioplastias corres-
nera metodológica, puesto que todos ellos implican lo ponden al tratamiento de hernias recurrentes. Es impo-
siguiente: sible evaluar el tipo de hernia más recurrente. El trata-
miento quirúrgico de la hernia recurrente constituye,
S Inexperiencia del cirujano.18--19 per se, un factor de recurrencia,44 y los cirujanos deben
S Errores durante la disección.30 estar familiarizados con todas las técnicas, para poder
S Obesidad.51 seleccionar la más indicada para cada paciente y poder
S Tos y carga pesada.21 atender lo relativo a la curva de aprendizaje y los costos
S Cirugía abdominal previa.52 (cuadros 29--5 y 29--6).42,43
244 Hernias de la pared abdominal. Tratamiento actual (Capítulo 29)

Cuadro 29--5. Tasa de recurrencia en técnicas Cuadro 29--6. Tasa de recurrencia en


libres de tensión con colocación de malla. técnicas laparoscópicas. Estudios25,45,48
Estudios4,26,27,35
IPOM 6.0%
Stoppa 1.00% TAPP 2.0%
Rives 10.00% TEP 2.6%
Lichtenstein 0.1 a 0.6%
Plug 2.00%
Inespecíficas 1.38%

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246 Hernias de la pared abdominal. Tratamiento actual (Capítulo 29)
Capítulo 30
Complicaciones de la hernioplastia
inguinal por laparoscopia
Jorge Cervantes, Guillermo A. Rojas

INTRODUCCIÓN y de gas en la cavidad abdominal, y la segunda se lleva


a cabo por vía extraperitoneal con el empleo de un balón
disector que, al crear un espacio extraperitoneal, facilita
la identificación de la pared inguinal posterior sin entrar
A finales de 1989 se desató en el mundo quirúrgico la en la cavidad abdominal.
avasalladora revolución de la cirugía laparoscópica de Las complicaciones pueden presentarse en los perio-
vesícula. El auge que alcanzó esta técnica de mínima dos transoperatorio y posoperatorio. Entre las primeras
invasión pronto se extendió a otras aplicaciones tera- destacan las ocasionadas por el acceso a la cavidad ab-
péuticas, incluidas la apendicectomía y la hernioplastia, dominal con la aguja de Veress o los trócares. La intro-
que hizo su aparición con el primer trabajo publicado en ducción ciega de la aguja de Veress para iniciar el neu-
1990. Durante los últimos 15 años se ha practicado la moperitoneo se ha asociado con lesiones viscerales en
corrección de hernia inguinal por laparoscopia en mu- 0.05% de los casos, con lesiones vasculares en 0.03% y
chos lugares, con numerosas publicaciones que resaltan con lesiones vesicales en 0.0058% de los pacientes, por
sus ventajas en la corrección de esta patología tan co- lo que debe destacarse la importancia de seguir todas las
mún, aunque poco se ha escrito sobre sus complicacio- maniobras de seguridad que se recomiendan para intro-
nes. ducir la aguja de Veress (figura 30--1).
El objetivo de este capítulo es analizar las complica-
ciones que ocurren como resultado de la aplicación de
las técnicas laparoscópicas en el tratamiento de la hernia
inguinal, que constituye una de las intervenciones más
frecuentes en la práctica del cirujano general. Las com-
plicaciones analizadas se ilustran con imágenes obser-
vadas en la práctica cotidiana.
E Editorial Alfil. Fotocopiar sin autorización es un delito.

COMPLICACIONES

Para la cirugía laparoscópica de la hernia inguinal se


utilizan dos técnicas: la transabdominal preperitoneal
(TAPP) y la totalmente extraperitoneal (TEP). La dife-
rencia entre ambas es que la primera utiliza el neumope- Figura 30--1. Mecanismo de introducción de la aguja de Ve-
ritoneo a través de la introducción de la aguja de Veress ress.

247
248 Hernias de la pared abdominal. Tratamiento actual (Capítulo 30)

Figura 30--4. Arteria iliaca interna dañada en sus caras an-


terior y posterior por un trócar de 10 mm.

Figura 30--2. Mecanismo de lesión de los vasos de la pared


abdominal con los trócares. Las lesiones vesicales han sido menos frecuentes y
muestran una tasa de 0.0058% de los casos reportados
en la literatura médica (figura 30--7). Las lesiones ner-
Una vez instalado el neumoperitoneo se introducen viosas debidas al uso de trócares o de la aguja de Veress
los trócares, que a su vez pueden ocasionar lesiones de son aún más raras.
los vasos de la pared abdominal (figura 30--2), del intes- Además de las lesiones producidas por la aguja de
tino delgado, del intestino grueso, de la vejiga y de los Veress o por los trócares, se han reportado numerosos
grandes vasos retroperitoneales, como la aorta, la vena casos de lesiones por daño térmico como consecuencia
cava y los vasos iliacos. La frecuencia de lesiones de los del uso de instrumentos que aplican corriente monopo-
vasos epigástricos es de 0.5% y la de los vasos retroperi- lar o bipolar, aunque con este último tipo de corriente
toneales es de 0.03% (figuras 30--3 a 30--5). eléctrica el daño es menor. El riesgo de estas lesiones es
Los trócares han producido lesiones severas en los grande, porque la mayoría de las veces el daño ocasio-
grandes vasos retroperitoneales y en los vasos pélvicos, nado por la corriente eléctrica en la pared intestinal no
en el llamado triángulo de la muerte (triángulo de doom) se reconoce durante el acto quirúrgico y con frecuencia
(figura 30--6), el cual debe ser reconocido por todo ciru- se manifiesta días más tarde con serias repercusiones,
jano que lleva a cabo este tipo de cirugía. como perforación con la consiguiente peritonitis o

Figura 30--5. Reconstrucción de la arteria iliaca dañada,


Figura 30--3. Mecanismo de lesión de los vasos retroperito- con resección de un segmento y reconstrucción con un in-
neales durante una hernioplastia laparoscópica. jerto de PTFE.
Complicaciones de la hemioplastia inguinal por laparoscopia 249

Triángulo de la muerte
Cánula Telescopio

Anillo inguinal
profundo

Borde
medial Borde lateral
vasos gonadales
Arteria Rama
iliaca genital, n.
genitofemoral
Vena
iliaca

Borde posterior

Figura 30--6. El triángulo de la muerte, con las estructuras Figura 30--8. Mecanismo de la lesión térmica del intestino
vasculares más importantes de la parte interna de la pelvis. durante una cirugía laparoscópica.

daños por fibrosis y estenosis de estructuras (figura Cuando se enseñan las técnicas de hernioplastia por
30--8). laparoscopia se hace mención de la importancia del
Se han presentado también lesiones nerviosas y vas- triángulo del dolor (figura 30--10), para que el cirujano
culares debidas a la aplicación de grapas o suturas em- conozca la localización de los nervios de la región y evi-
pleadas para fijar las mallas en su lugar. Una complica- te la colocación de grapas o suturas que puedan lesio-
ción insólita, observada por los autores de este capítulo, narlos y causar dolor inguinal crónico, también conoci-
fue la embolización de la arteria pulmonar por una grapa do como inguinodinia.
para fijar la malla en una reoperación laparoscópica de Las lesiones secundarias al empleo de las mallas casi
hernia inguinal (figura 30--9). siempre se presentan durante el periodo posoperatorio
y, aunque son poco frecuentes, casi siempre requieren
una intervención quirúrgica para retirarlas. Se ha repor-
tado migración de la malla, erosión de la malla al intes-
tino o la vejiga (figuras 30--11 y 30--12), y casos de obs-
trucción intestinal por la malla adherida al intestino o
E Editorial Alfil. Fotocopiar sin autorización es un delito.

Figura 30--7. Escape de medio de contraste de la vejiga de-


bido a una lesión por trócar durante una cirugía de hernia Figura 30--9. Radiografía de tórax que muestra una grapa
(flecha). en la arteria pulmonar izquierda.
250 Hernias de la pared abdominal. Tratamiento actual (Capítulo 30)

Triángulo del dolor


Vasos circunflejos Tracto iliopúbico Borde lateral

Nervio femoral
laterocutáneo

Nervio femoral
cutáneo
Rama femoral del
nervio genitofemoral
Borde superomedial
vasos gonadales
Nervio femoral
Figura 30--12. Malla que está erosionando el colon sigmoi-
des.
Figura 30--10. Dibujo del triángulo del dolor.

de los trócares, lo cual ha favorecido el atrapamiento de


por el intestino atrapado entre la malla y la pared abdo- asas de intestino en dichos orificios, con oclusión me-
minal (figura 30--15). diante el mecanismo de la hernia de Richter (figuras
En relación con las complicaciones tardías, la más 30--15 a 30--19).
frecuente es, sin duda, la recurrencia de la hernia y la
aparición de hernias en los orificios de los trócares (fi-
gura 30--14). DISCUSIÓN
La frecuencia de las recurrencias tiene cifras varia-
bles en la literatura, pero todos los autores coinciden en
que la recurrencia es mucho mayor en la cirugía laparos-
cópica que en la tradicional. Sin duda, la hernioplastia inguinal por laparoscopia re-
La aparición de hernias en los orificios de los trócares volucionó el campo de la cirugía tradicional, que duran-
no es exclusiva de la cirugía de la hernia, sino que ha te más de 120 años, desde que Bassini inició la era mo-
sido reportada en todo tipo de operaciones por laparos- derna de la cirugía para el tratamiento de la hernia
copia, como resultado de obviar el cierre de los orificios inguinal, se había practicado en todo el mundo con una

Figura 30--11. Radiografía de colon que revela una fístula colovesical como resultado de erosión de la malla al sigmoides.
Complicaciones de la hemioplastia inguinal por laparoscopia 251

Pared abdominal

Intestino
dilatado

Intestino
atrapado
entre malla
y pared

Figura 30--13. Espécimen resecado durante la reoperación,


que muestra el sigmoides firmemente adherido a la malla y Intestino
colapsado
a la vejiga urinaria.

variedad de técnicas abiertas; sin embargo, la modifica-


ción radical del abordaje propició la aparición de com- Malla utilizada para la hernioplastia
plicaciones nunca antes vistas en la corrección quirúrgica Figura 30--15. Obstrucción intestinal ocasionada por un asa
de esta patología tan común en la práctica del cirujano de intestino atrapada entre la malla y la pared abdominal.
general.
Es un hecho que las causas de las complicaciones se
deben a que las técnicas laparoscópicas requieren una tro, en lugar de hacerlo por vía anterior, como siempre
mayor destreza y capacidad del cirujano para visualizar se había acostumbrado. Además de la dificultad para
y entender la anatomía de la región inguinal desde aden- entender la anatomía desde otro punto de vista, la ense-
ñanza de la técnica es difícil y se ha demostrado que para
evitar las complicaciones antes descritas se requiere una
E Editorial Alfil. Fotocopiar sin autorización es un delito.

Figura 30--14. Radiografía de abdomen; se pueden obser- Figura 30--16. Placa de abdomen que muestra dilatación de
var la dilatación de las asas del intestino delgado y los múlti- las asas del intestino delgado con múltiples niveles hidroaé-
ples niveles hidroaéreos, típicos de obstrucción intestinal, reos en un paciente operado de hernia inguinal por laparos-
cuatro días después de una hernioplastia laparoscópica. copia.
252 Hernias de la pared abdominal. Tratamiento actual (Capítulo 30)

Figura 30--17. Procedimiento laparoscópico con el asa del


intestino atrapada en el orificio del trócar.
Figura 30--19. Mecanismo de obstrucción, tipo hernia de
Richter, al producirse herniación del asa intestinal en el orifi-
cio de un trócar de 10 mm.
curva de aprendizaje muy grande. En los centros de ex-
celencia, los expertos han indicado que son necesarios
entre 150 y 200 casos con tutoría para convertirse en ex-
pertos y lograr resultados comparables o aun mejores
que con la cirugía tradicional. al trabajo y una menor dimensión de las incisiones; sin
Nadie discute que la cirugía de mínimo acceso ofrece embargo, todos los estudios de medicina basada en evi-
indudables ventajas para el paciente, como se ha demos- dencias han demostrado que con la cirugía laparoscópi-
trado en numerosos estudios de medicina basada en evi- ca de la hernia inguinal hay más complicaciones visce-
dencias, que incluyen la disminución de dolor posope- rales y vasculares que pueden poner en peligro la vida,
ratorio, una rápida recuperación, un regreso más rápido así como un mayor índice de recurrencias y un costo
mucho más elevado.
En conclusión, puede decirse que la hernioplastia por
laparoscopia ejecutada por cirujanos con una gran expe-
riencia en cirugía laparoscópica avanzada y con domi-
nio de una larga curva de aprendizaje es una buena op-
ción, especialmente en casos de hernias bilaterales o
recurrentes, pero para el cirujano general típico, que no
tiene las destrezas de la cirugía laparoscópica avanzada
ni ha dominado la pronunciada curva de aprendizaje, la
mejor opción es la cirugía tradicional en sus distintas
variedades de procedimientos, sea con tensión o sin ten-
sión. Éste es el tratamiento que debe ofrecerle el médico
al paciente con hernia inguinal, ya que puede efectuarla
el cirujano general en cualquier quirófano, con los instru-
Figura 30--18. Tomografía computarizada de abdomen con mentos habituales, bajo anestesia regional o local, a costo
el asa del intestino atrapada en la pared abdominal de la reducido, con un bajo índice de complicaciones y, sobre
fosa iliaca izquierda (flecha). todo, con resultados comprobados a muy largo plazo.

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Capítulo 31
Hernias inguinales recurrentes
o recidivantes
Juan Carlos Mayagoitia González, Héctor Armando Cisneros Muñoz

INTRODUCCIÓN del piso y se considera como hernia directa, representa


una recidiva, pues el objetivo al hacer la primera cirugía
fue el de ocluir el defecto herniario (cierre del anillo o
defecto herniario con suturas en plastias con tensión o
Se dice que una hernia recurre o recidiva cuando apare- colocación de prótesis de malla ocluyendo el defecto
ce una nueva tumoración herniaria en el mismo lugar herniario en plastias sin tensión) y el de reforzar los po-
donde ya se operó una hernia. Existen diferentes sinóni- tenciales sitios de aparición de otras hernias (plastia de
mos para denominar las recidivas de acuerdo con el país refuerzo, como la de McVay, Bassini, etc., en las plastias
o región, como hernias repetidas, recurrentes, recidi- con tensión o colocación de la malla o prótesis en todo
vantes, reiteradas, reproducidas, secundarias o replica- el orificio miopectíneo en las plastias sin tensión). Tam-
das, pero siempre se refieren al mismo problema: la rea- bién se habla de recidiva de hernia incisional cuando
parición de una hernia que ya había sido operada.1,2 aparece un nuevo defecto a lo largo de la incisión previa
Existe ahora una corriente “purista” descrita por al- aunque no sea en el mismo sitio donde se encontraba la
gunos autores encabezados por Cisneros,2 que conside- hernia anterior. En ambos casos, inguinales e incisiona-
ra que una hernia sólo debe denominarse como recidi- les, debe entenderse que se fracasó en el intento por re-
vante cuando aparece en el mismo sitio anatómico donde solver definitivamente la posibilidad de una nueva her-
se encontraba anteriormente; es decir, si se trataba de nia en la totalidad de la región que se operó.
una hernia indirecta, el saco de la nueva hernia también A pesar de que la patología herniaria fue reportada en
tiene que ser indirecto para considerarlo como una her- el papiro Ebers desde el año 1550 a.C., el problema de
nia que recurre. Por el contrario, si fue una hernia indi- la recidiva sigue constituyendo el punto álgido y de
recta la inicial que salió por el anillo inguinal interno y referencia para decidir si una técnica determinada es útil
ahora es una directa que protruye por el piso inguinal, o no lo es. Con el advenimiento de las técnicas sin ten-
en términos meramente semánticos, no debe conside- sión, las recidivas tienden a disminuir en forma drástica
rarse como recidiva, sino como hernia de nueva apari- a cifras tan bajas (de 0.1 a 0.6%) que parece imposible
E Editorial Alfil. Fotocopiar sin autorización es un delito.

ción en una zona operada. Asimismo, dichos autores reducirlas aún más. Por lo tanto, en la actualidad se le
mencionan que en las hernias incisionales la aparición da más importancia a otras complicaciones posoperato-
de un defecto herniario en un sitio diferente de la inci- rias, como el dolor posoperatorio crónico, la disminu-
sión no debería denominarse como recidiva, sino como ción de la distensibilidad abdominal y los probables
hernia de nueva creación. Sin embargo, y en términos efectos carcinogénicos y de alteración en la fertilidad
prácticos, se habla de recidiva de hernia inguinal cuan- por inflamación continua del deferente, las cuales se re-
do aparece de nuevo un defecto herniario en la misma lacionan con el uso de mallas en la realización de las
ingle operada —independientemente del tipo de hernia hernioplastias.3
original—, lo cual quiere decir que si el paciente presen- La verdad es que, pese a todos los avances en las téc-
taba un defecto indirecto y ahora el saco parece provenir nicas de reparación, aún no se llega a la plastia ideal, o

255
256 Hernias de la pared abdominal. Tratamiento actual (Capítulo 31)

sea, a la que ofrezca una solución definitiva de 0% de Hablando de hernias ventrales o incisionales, los re-
posibilidades de recidiva. sultados de las plastias que se realizan con técnicas con
tensión y utilización del tejido cicatrizal del anillo her-
niario muestran resultados totalmente inaceptables de
recidivas entre 40 y 50% de los casos.3,7 A diferencia de
FACTORES QUE INTERVIENEN los pacientes operados de hernia inguinal, la mayor par-
EN LAS RECIDIVAS te de los pacientes operados de plastia ventral o incisio-
nal con tensión que tendrán una recidiva la presentan
dentro de los primeros tres meses del posoperatorio y el
resto en el transcurso del primer año de operados. Los
Las hernioplastias inguinales, cuando se utilizan técni- resultados con el uso de plastias libres de tensión con uso
cas con tensión, tienen un índice mundial promedio de de prótesis y acceso abierto se encuentran en rangos de
recidiva de 15 a 20%. Deysine4,5 ha publicado variacio- 3 a 5% cuando se efectúa la técnica de Rives (malla pre-
nes en los resultados obtenidos en series reportadas por peritoneal o sublay). La recidiva con la técnica laparos-
cirujanos generales con práctica diversa de procedi- cópica libre de tensión y aplicación de malla intraperito-
mientos quirúrgicos (cirujanos que operan vías biliares, neal (IPOM: intra peritoneal onlay mesh) se encuentra
colon, cuello, etc.), los cuales alcanzan los promedios en rangos de 5 a 11%, dependiendo de la experiencia del
antes referidos, y por cirujanos que sólo se dedican a tra- cirujano. Cuando se coloca la malla en forma supraapo-
tar y operar pacientes con hernias de la pared abdominal neurótica (onlay) o fija en los márgenes del defecto (in-
(herniólogos), y reportan frecuencias de recidivas de lay) se consiguen resultados no tan buenos, de 11 a 20%
tan sólo 1 a 2%. de recidivas.7 De acuerdo con la experiencia de los auto-
Los índices de recidivas que se obtienen al utilizar res de este capítulo, las recidivas posteriores al uso de
técnicas sin tensión, sean abiertas o laparoscópicas, en plastias libres de tensión aparecen en forma más tardía:
distintas series van de 0.1 a 1% cuando son realizadas alrededor del primero o segundo año de operados.
por cirujanos considerados expertos en hernias y de 0.6
a 3% cuando las realiza un cirujano que practica diver-
sos procedimientos. Esto confirma que, a pesar de que Mecanismos que influyen en la recidiva
la experiencia del cirujano sigue siendo un factor im-
portante en la reducción de las recurrencias, las técnicas Los factores que intervienen en la reaparición de una
sin tensión bien aplicadas ofrecen resultados casi simi- hernia después de su operación inicial pueden resumirse
lares a los herniólogos. de la siguiente manera:
De los pacientes que tendrán una recidiva de hernia
inguinal a 80% les ocurre dentro de los primeros cinco S Excesiva tensión en la línea de sutura.
años después de la operación, de los cuales 64% tendrán S Elevaciones repetidas o continuas de la presión in-
recidiva en el primer año, 29% en el segundo año y 7% traabdominal.
entre el tercero y el quinto año.1,6 Hasta 20% de los pa- S Defectos en el metabolismo de la colágena.
cientes la tendrán después de 15 años de la intervención S Alteraciones en la calidad de los tejidos.
original,1 lo cual da lugar a que algunos piensen que las S Enfermedades asociadas.
hernioplastias tienen una vida media de efectividad de S Factores locales.
15 a 20 años, aunque no existen pruebas reales de que S Errores en la técnica quirúrgica.
esto sea así. S Experiencia del cirujano.
En 2007 Robert Bendavid sorprendió a la comunidad
de herniólogos de la Asociación Americana de Hernia Excesiva tensión en la línea de sutura
al presentar los resultados obtenidos en diferentes series
a nivel mundial sin incluir a expertos o herniólogos y Al utilizar técnicas plásticas con refuerzo del piso ingui-
demostrar que, a pesar de todos los avances en la hernio- nal con tejidos propios, como en los métodos de McVay,
logía, las técnicas quirúrgicas, los materiales protésicos Bassini, Shouldice, etc., en los que se suturan entre sí es-
y los materiales de fijación, el índice de recurrencia de tructuras musculotendinosas de diferentes planos con el
hernia inguinal es de 14 a 17%, lo cual le indica que los objeto de obliterar y reforzar la zona del piso inguinal,
pacientes no han mejorado sus expectativas de curación se produce una excesiva tensión en la línea de sutura al
cuando son manejados en centros no especializados en utilizar estructuras dinámicas, las cuales tienden a re-
el tratamiento de hernia. gresar a su localización anatómica habitual al intentar
Hernias inguinales recurrentes o recidivantes 257

realizar su función normal de contracción. Lo mismo estructuras musculares dinámicas que al contraer-
sucede cuando se intenta reparar un defecto herniario se crean tensión por tracción, puesto que las ma-
ventral o incisional con el uso de suturas para aproximar llas tienen una elasticidad mínima y limitada.
los bordes. El resultado de este exceso de tensión se 2. Errores técnicos al tratar de dejar la malla total-
aprecia desde el momento en que se anudan los puntos mente “estirada” o plana, lo cual siempre crea ten-
de la plastia, al notar que existe dificultad en la aproxi- sión en los puntos de fijación. Como lo describe
mación de las estructuras suturadas; incluso en ocasio- Parviz Amid en su técnica de Lichtenstein, la ma-
nes pueden apreciarse desgarros pequeños o moderados lla debe tener siempre una laxitud a manera de
en las zonas musculoaponeuróticas al momento de anu- domo sobre la estructura que cubre para compen-
dar las suturas. Esta tensión produce de inmediato hipo- sar el aumento de presión abdominal al adoptar el
xia en los tejidos tomados con las suturas, con la subsi- paciente la posición en bipedestación.
guiente necrosis. Se considera que la recidiva de las 3. El encogimiento pasivo de algunas mallas, como
hernias reparadas de esta forma se gesta desde el mo- las de polipropileno (se llama pasivo porque en
mento en que el paciente inicia la movilización de la realidad la malla no se “encoge” por sí misma,
mesa de operaciones a la camilla o se incorpora para sino que la fibrosis reactiva entre los poros de la
deambular, puesto que se produce el desgarro de los teji- malla tiende a causar la retracción de dichos poros
dos aproximados y no tanto ruptura de los puntos (lo y una disminución relativa del tamaño de la malla,
cual en la actualidad es prácticamente imposible debido la cual vuelve a sus dimensiones normales al reti-
a la gran resistencia de las suturas nuevas). Las incisio- rarla del organismo y eliminar el tejido fibroso que
nes de “relajación” no sólo no eliminan por completo di- la infiltra), llega a ser de hasta 30% al término de
cha tensión, sino que pueden originar la aparición de los primeros cinco años, lo cual ejerce tracción en
hernias a través de ellas al crear un defecto aponeurótico los tejidos a los que fue fijada, creando tensión en
iatrogénico. forma tardía.
Un efecto secundario de las plastias inguinales con
tensión que utilizan el ligamento inguinal como ele- Al igual que en las plastias con tensión que utilizan el
mento de refuerzo del piso inguinal (como en la plastia ligamento inguinal, las técnicas sin tensión que utilizan
de Bassini y Shouldice) es la tracción medial de dicho el ligamento inguinal como área de fijación (técnica de
ligamento, que elonga el ligamento lacunar o de Gim- Lichtenstein) tienden a favorecer la aparición de una
bernat con el consecuente agrandamiento de las dimen- hernia femoral, aunque con mucha menor frecuencia,
siones del anillo femoral; esto condiciona una frecuen- porque es mínima la tracción mediante los mecanismos
cia elevada de que se desarrolle una hernia femoral, que mencionados.
si bien no debería considerarse como recidiva por no
originarse en el piso inguinal donde se encontraba el de- Elevaciones repetidas o continuas
fecto primario, lo es en términos prácticos porque apa- de la presión intraabdominal
rece en la misma región inguinal operada y es conse-
cuencia de la intervención original. Es difícil establecer, La presión intraabdominal se encuentra en constante va-
cuando se está ante una hernia femoral de nueva crea- riación de acuerdo con la posición y la actividad que des-
ción posterior a una plastia por un defecto directo o indi- arrolla un individuo, y se puede medir por medios directos
recto, si se trata de una hernia secundaria a una tracción o indirectos. Parviz Amid estableció los rangos de esta pre-
E Editorial Alfil. Fotocopiar sin autorización es un delito.

excesiva del ligamento inguinal o si se trata de una her- sión de acuerdo con tres situaciones habituales.
nia femoral simultánea a la hernia directa o indirecta pa-
sada por alto en la primera intervención (esto ocurre Presión en decúbito
sólo en 0.08% de los casos, aunque algunos autores re- De 0 a 8 cmH2O. Cuando el individuo está de pie la pre-
portan una frecuencia de hasta 11%).8 sión oscila entre 11 y 12 cmH2O y ante esfuerzos como
En teoría, las técnicas libres de tensión no originan toser, vomitar o cargar objetos pesados aumenta hasta
tanta tensión en las líneas de sutura al utilizar material 80 cmH2O, aunque esto ocurre en forma súbita y mo-
protésico para ocluir el anillo herniario y obviar el cierre mentánea. Esta presión se aplica sobre toda la superficie
de dicho defecto, pero pueden crear tensión mediante de la musculatura de la pared abdominal y tiende a crear
tres efectos: tensión sobre la línea de sutura cuando se lleva a cabo
la plastia con tensión o sobre las zonas donde se dieron
1. A pesar de no ejercer tracción en las estructuras, los puntos de fijación de la malla en las plastias libres
los puntos de fijación de las mallas son puestos en de tensión. El simple hecho de ponerse de pie después
258 Hernias de la pared abdominal. Tratamiento actual (Capítulo 31)

de haber sido operado eleva la presión abdominal y ori- una herida, y de algunas sustancias capaces de inhibir a
gina tensión en la zona operada. El resultado de mante- dichas proteasas —llamadas antiproteasas—, que for-
ner presiones intraabdominales elevadas en el posope- man el complejo sistema conocido como proteasa--anti-
ratorio de una hernioplastia —como en los pacientes proteasa, que desempeña un papel importante en el man-
que presentan distensión abdominal por íleo posopera- tenimiento de la fuerza de un tejido normal o cicatrizal.
torio, vómitos frecuentes, tos crónica, retención urina- Algunas colagenosis congénitas bien conocidas,
ria, prostatismo, constipación o realizan actividad física como las encontradas en la osteogénesis imperfecta, el
o laboral intensa en el periodo temprano de recupera- síndrome de Marfán, el síndrome de Ehlers--Danlos, la
ción— tenderá en gran medida a favorecer la aparición cutis laxa, el aneurisma disecante de aorta y la enferme-
de una recidiva herniaria. dad poliquística renal, tienen una elevada incidencia de
hernias inguinales y umbilicales espontáneas, y hernias
Defectos en el metabolismo de la colágena incisionales. Hay dos patologías con el porcentaje más
alto en la frecuencia de hernias incisionales después de
Los defectos en el metabolismo de la colágena, sean las cirugías abdominales que merecen una mención es-
congénitos, adquiridos, por deficiencia en su produc- pecial: el aneurisma disecante de aorta, donde el porcen-
ción o aceleración en su degradación, son bien conoci- taje es de hasta 31%,9 y en la enfermedad poliquística
dos en su génesis y en sus consecuencias en diferentes renal de tipo autosómico recesivo con 24%.10 Se ha do-
patologías. Sin embargo, hasta hace un par de décadas cumentado una mayor frecuencia de hernias umbilicales
se enfocó el papel tan importante que desempeña la co- e inguinales espontáneas en estos dos padecimientos.
lágena en la etiología de las hernias y en la producción Entre las deficiencias de colágena adquiridas están
de recidivas en determinados individuos. las causadas por disminución en la síntesis y las que ace-
Desde el punto de vista quirúrgico es necesario saber leran la degradación de esta sustancia. Un ejemplo de la
que la colágena es la encargada de proveer la firmeza, primera se observa en los pacientes de mayor edad,
la resistencia y la elasticidad de todos los tejidos del or- puesto que, cuanta más edad se tenga, menos será la ca-
ganismo. Además, en el proceso de cicatrización poste- pacidad de sintetizar colágena; los ancianos presentan
rior a cualquier herida producida, traumática o quirúrgi- debilidad de la fascia transversalis y de los músculos en
ca representa el sustrato mediante el cual los tejidos general, por lo que es más frecuente la aparición de her-
volverán a unirse con la fuerza suficiente para evitar su nias inguinales directas.
disrupción espontánea. El tabaquismo es el mejor ejemplo de la degradación
En los periodos tempranos de la cicatrización, los fi- acelerada de colágena por inhibición en la producción
broblastos son atraídos al área lesionada para formar de antiproteasa y desequilibrio del sistema proteasa--an-
una sustancia inicial llamada procolágeno extracelular, tiproteasa. La gente que fuma tiende a una mayor fre-
la cual formará por acción de algunas peptidasas las fi- cuencia de hernias inguinales, umbilicales e incisiona-
bras de colágena tipo III o tropocolágena integradas por les.
fibras burdas y mal organizadas de prolina y lisina en Durante muchos años se trató inútilmente de encon-
forma de hélices. La tropocolágena o colágena tipo III trar la causa de las hernias frecuentes con recidivas tem-
forma la cicatriz inicial y voluminosa en las heridas, es pranas en los pacientes sin colagenosis congénitas
poco resistente, tiene mínima elasticidad (constituye el conocidas, menores de 60 años y sin el hábito del taba-
abultamiento inicial de las heridas) y es dolorosa a la quismo. Gracias a los estudios de biopsias musculares
presión y al estiramiento muscular. Las fibras de lisina y de fascia transversalis de estos pacientes ahora se sabe
y prolina pasan después a un proceso de hidroxilación que tenían una disminución en la cantidad de colágena
en reacción conjunta con oxígeno, vitamina C y hierro, o en la relación de colágena I:III.
para transformarse en fibras más organizadas de hidro-
xilisina e hidroxiprolina, mejor conocidas como coláge- Alteraciones en la calidad de los tejidos
na tipo I. Esta colágena es menos voluminosa, pero más
resistente, y es la que finalmente le dará la fuerza y resis- Se sabe bien que las pacientes con antecedentes quirúr-
tencia final a la herida cicatrizada. gicos de cesárea tienen un mayor riesgo de padecer her-
Al mismo tiempo que se lleva a cabo el mecanismo de nias incisionales. Esto se debe, entre otros factores, a
formación de colágena se ejecutan otros procesos: la for- que los ginecoobstetras trabajan en tejidos distendidos
mación de algunas proteasas, que tienen la facultad de en exceso y muy adelgazados al efectuar el cierre de la
degradar a las fibras de colágena tipo I al reducir su canti- pared durante una cesárea. Este factor, aunado a los
dad y disminuir la resistencia a la tensión de un tejido o errores de técnica y elección equivocada del material de
Hernias inguinales recurrentes o recidivantes 259

sutura adecuado, trae consigo la aparición de defectos nales o en la aparición de una hernia incisional. Siempre
herniarios incisionales posteriores. se recomienda utilizar material no absorbible, que de
Otra causa de la alteración de la calidad y las caracte- preferencia sea monofilamento y no multifilamento, de-
rísticas de un tejido la constituye la reoperación de un bido a que los primeros tienen resistencia a las infeccio-
paciente una o más veces a través de la misma incisión. nes y los segundos tienen microporos que anidan bacte-
Con cada cirugía los tejidos son más una cicatriz fibró- rias difíciles de atacar por los macrófagos. Para el cierre
tica que una estructura aponeurótica bien definida. La de laparotomías también se recomienda usar dicha sutu-
posibilidad de una hernia recidivante es mayor en fun- ra en la capa aponeurótica, con puntos a manera de sur-
ción de las intervenciones que se hagan mediante la mis- gete continuo “en masa” (puntos que incluyen la capa
ma herida. muscular y la aponeurosis anterior y posterior, tomando
un margen no menor de 1 cm de distancia del borde de
Enfermedades relacionadas ellos para evitar la franja de inflamación y la colagenóli-
sis normal de cualquier borde que haya sufrido una heri-
Entre las enfermedades y estados asociados que pueden da), sin anclajes en ninguno de sus puntos. Siempre hay
favorecer la aparición de una recidiva herniaria se en- que recordar que las incisiones mayores de 18 cm y las
cuentran las cirugías urgentes, la anemia al momento de hechas con cauterio, y el hecho de dejar drenajes u osto-
la operación, la hipoproteinemia, la desnutrición, la ic- mías a través de la incisión, tendrán un mayor porcen-
tericia, la insuficiencia renal crónica, la enfermedad taje de dehiscencias o hernias incisionales posteriores.12
pulmonar obstructiva crónica, la diabetes mellitus, los Experiencia del cirujano
síndromes neoplásicos, el SIDA y la obesidad.11,12 Los
pacientes que reciben corticoterapia, radiaciones, in- Gracias a las pruebas de las series publicadas se sabe que
munosupresión o quimioterapia también son proclives al comparar las plastias inguinales e incisionales con las
a desarrollar hernias con mayor facilidad. técnicas tensionantes llevadas a cabo por cirujanos dedi-
cados exclusivamente al manejo de problemas herniarios
Factores locales y por los que tienen una práctica en cirugía general varia-
da, los resultados favorecen a los que sólo operan her-
Entre los factores locales que aumentan la frecuencia de nias, ya que las recidivas en hernia inguinal son de 1%
recidivas está la presencia de una infección en la repara- con los expertos y de 15 a 20% con los que no lo son.4,5
ción primaria. Dependiendo de la gravedad de la infec- La brecha parece disminuir al comparar los resultados de
ción, la colagenólisis originada por las bacterias causará plastias sin tensión entre uno y otro grupo. Sin embargo,
una destrucción en las capas musculoaponeuróticas, no hay estudios que comparen dichos resultados con el
que facilitará el desarrollo de una recidiva entre los de- análisis de hernias complejas. Quizá sea aquí donde des-
fectos tisulares residuales, tanto en la ingle como en una empeñe un papel importante el hecho de ser un operador
incisión previa.13 También constituye un factor predis- habitual de hernias para obtener mejores resultados.
ponente todo lo que tiende a disminuir la circulación Ante la aparición de subespecialidades no reconoci-
sanguínea a nivel local, como los puntos muy apretados das académicamente, pero aceptadas en la práctica coti-
con una gran cantidad de tejido entre ellos, la disección diana, surgió un debate en cuanto a la forma de llamar
excesiva con desvascularización de músculo, la apo- a los médicos, pues existen varios términos: herniólogo,
neurosis y el tejido celular subcutáneo. El abuso del uso cirujano experto en hernias y cirujano interesado en el
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del cauterio en áreas muy grandes de quemadura oca- problema de las hernias. Es indudable que el hecho de
siona detritus y áreas carbonizadas, y constituye un fac- efectuar rutinariamente cirugías de hernia hará que la
tor local que favorece la aparición de recidivas. habilidad para resolver una hernia simple o compleja se
incremente y se obtengan mejores resultados en cuanto
a complicaciones y recidivas se refiere.
Errores en la técnica quirúrgica

La falta de conocimiento de la anatomía y la técnica qui- ZONAS VULNERABLES


rúrgica en la elaboración de una reparación herniaria o DE LA REGIÓN INGUINAL
en el cierre de una laparotomía conduce invariablemen-
te a una recidiva, aun cuando se utilice material proté-
sico. La elección inadecuada del material de sutura y del Se denominan zonas vulnerables los sitios específicos
tipo de puntos incide en la aparición de recidivas ingui- donde puede desarrollarse o exteriorizarse un nuevo
260 Hernias de la pared abdominal. Tratamiento actual (Capítulo 31)

2 saco que provenga del anillo inguinal interno, del orificio


5
femoral o del piso de la ingle tenderá a buscar un sitio de
debilidad para exteriorizarse. Durante la fase inicial de la
evolución del nuevo saco, éste permanecerá durante un
A tiempo variable debajo de la plastia (cuando se utilizan te-
jidos propios) o de la malla (cuando se utiliza técnica sin
tensión), y poco a poco migrará hacia alguna de las zonas
4 vulnerables, para producir una disrupción de la zona y fi-
nalmente manifestarse.
La zona más factible de manifestación del saco her-
niario (casi 60% de las veces) es sobre el tubérculo pú-
bico, en el espacio donde se une al ligamento inguinal
en sentido lateral y la unión del arco del transverso con
3 B el pubis. Este pequeño espacio usualmente no se cubre
1
adecuadamente en las plastias con tensión, sea que se
fije el conjunto al ligamento de Cooper o al ligamento
Figura 31--1. Zonas vulnerables de la ingle por donde eme- inguinal. También en las plastias libres de tensión es en
gen las hernias recurrentes: piso inguinal (A), piso inguinal
y orificio femoral (B). Zonas por donde pueden manifestarse
esta zona donde se manifiestan los sacos recurrentes, in-
los sacos herniarios recidivantes: tubérculo púbico (1), dependientemente de la técnica utilizada. La siguiente
emergencia del cordón espermático (2), ligamento inguinal zona vulnerable es el sitio por donde emerge el cordón
(3), arco del transverso y tendón conjunto (4), y triángulo espermático, que es una estructura musculoaponeuróti-
lateral (5). ca en las plastias con tensión, o el “neoanillo” de malla
en las plastias libres de tensión. En el primer caso hay
que recordar que se une el tendón conjunto al ligamento
saco herniario en una ingle ya operada de hernioplastia.
inguinal o al ligamento de Cooper, dejando un espacio
Sin importar que la cirugía anterior haya sido con ten-
para que pase el cordón espermático, sin llegar a estran-
sión o sin tensión, los puntos o zonas vulnerables son
gularlo. Cuando la holgura de este cierre es ligeramente
(figura 31--1):
mayor de la necesaria, el saco proveniente del anillo in-
1. Sitios por donde se origina la recidiva: terno o del piso inguinal en una hernia directa se exterio-
S Piso inguinal. rizará por dicho defecto. Cuando en las plastias con
S Anillo inguinal interno. aplicación de malla, abiertas o laparoscópicas, se hacen
S Orificio femoral. un corte y un orificio circular para que pase el cordón,
2. Sitios por donde se exterioriza el saco herniario: los sacos tienden a protruir por dicho orificio, llamado
S Orificio femoral. defecto en agujero de cerradura (key--hole). El ligamen-
S Tubérculo púbico. to inguinal es el siguiente elemento a través del cual
S Emergencia del cordón espermático. puede exteriorizarse un saco herniario recidivante, in-
S Ligamento inguinal. dependientemente de su origen, ya que en las técnicas
S Triángulo lateral. que utilizan este ligamento como anclaje para la plastia
(tendón conjunto a ligamento inguinal) los puntos apli-
Es fácil entender que el anillo interno, el piso de la ingle y cados siempre son simples o interrumpidos, lo cual oca-
el orificio femoral sean los sitios por donde se originan los siona que cuando se colocan a mayor distancia de la
sacos herniarios (directos, indirectos y femorales) de las ideal se origine un espacio virtual no asegurado y emer-
hernias que recurrirán, aunque no por fuerza siempre se ja el saco herniario. Dicho ligamento puede desgarrarse
exteriorizarán por el mismo sitio que la hernia primaria. Lo por lesión al momento de la disección del piso inguinal
importantes es saber que, independientemente del sitio por o por una tensión excesiva.
donde resurjan, el lugar por donde se manifestará clínica- El triángulo lateral (triángulo de Hessert) es un área que
mente el saco es muy variable. El motivo de esto es la alte- según Gilbert15 y Abdalla16 se ha menospreciado, porque
ración de la anatomía por la aproximación de tejidos sobre no se ha tomado en cuenta para reforzarlo en las plastias
el piso inguinal en las plastias con tensión o por la coloca- con tensión o libres de tensión. Este triángulo es el más
ción de mallas, las cuales se endurecen sobre el piso ingui- superior y lateral de la ingle, y está delimitado en la parte
nal en las plastias libres de tensión. En ambos casos, el inferior por los vasos epigástricos y en la parte superior por
Hernias inguinales recurrentes o recidivantes 261

TL
TM

TF

Figura 31--2. A la izquierda se aprecia la posición del orificio miopectíneo (orificio de Fruchaud) en una región inguinal derecha.
A la derecha se aprecian los trazos para la formación de los triángulos de la ingle. TF: triángulo femoral; TM: triángulo medial; TL:
triángulo lateral.

el ligamento inguinal en sentido lateral y una línea que va tener relación con el fracaso de la cirugía previa. Todo
de la intersección de los epigástricos con el borde externo esto servirá para tratar de entender el mecanismo de la
del recto a la mitad del ligamento inguinal. Cuando se hace recidiva y tomar providencias para evitar los mismos
una plastia con tejidos, los puntos del tendón conjunto al errores en el procedimiento que se le va a ofrecer al pa-
ligamento de Cooper o ligamento inguinal sólo llegan a ciente.
nivel del anillo interno; asimismo, en las plastias libres de A diferencia del paciente que presenta una hernia in-
tensión la malla nunca se extiende lo suficiente para prote- guinal primaria, las hernias recidivantes ocasionan más
ger esta zona. Por lo general en esta área se exteriorizan molestias. El anillo o defecto herniario en las hernias
hernias recurrentes que tienen que viajar una distancia más primarias casi siempre es blando y distensible, y tiende
larga desde su sitio de origen y son conocidas como her- a crecer paulatinamente. En las recidivas el defecto her-
nias intersticiales (figura 31--2). niario es fibrótico, duro, poco distensible y crece con
Finalmente, se sabe que el orificio femoral es un sitio menor velocidad que en las hernias primarias. Lo ante-
potencial para que aparezca una hernia en una ingle ya rior hace que el intestino o epiplón que protruye por el
operada, cuando antes se llevó a cabo una plastia con el defecto lo haga con dificultad y ocasione una sensación
ligamento inguinal como anclaje de la malla o del ten- de molestia abdominal, al mismo tiempo que tiende a
dón conjunto, lo cual agranda las dimensiones de este quedar incarcerado con facilidad o su reducción manual
orificio y aumenta las posibilidades de que aparezca una es laboriosa y dolorosa. El continuo roce de las asas y
hernia femoral. del epiplón con este anillo fibroso ocasiona mayor infla-
mación de estas estructuras que en las hernias primarias,
originando adherencias mayores al saco herniario y al
ABORDAJE DE LAS propio defecto herniario.
RECIDIVAS INGUINALES El paciente que se presenta en el consultorio con una
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recidiva herniaria rara vez lo hace en fases tempranas de


la cirugía previa, ya que deja pasar meses o años antes
de buscar un nuevo manejo quirúrgico. Jamás se reco-
Ante un paciente con una recidiva de hernia inguinal de- mienda reoperar una recidiva en forma temprana, pues-
ben investigarse las posibles causas que intervinieron to que el proceso completo de cicatrización de las heri-
para el fracaso de la anterior cirugía herniaria. Es nece- das es de aproximadamente 180 días (seis meses) y lo
sario saber cuántas cirugías ha tenido dicha hernia, el ideal es operar de nuevo hasta después de 6 a 12 meses
tiempo que tardó en reaparecer, el cirujano que la operó, de la cirugía anterior, para que ya estén consolidadas to-
el abordaje que se empleó (abierto o laparoscópico), las das las fases cicatrizales, que van de la inflamatoria a la
técnicas que se utilizaron (tensionantes o libres de ten- remodelación. Si se presentó un cuadro infeccioso en la
sión), el tipo de malla colocado, el antecedente de infec- cirugía anterior, se recomienda esperar el mismo perio-
ción en las cirugías previas, etc. Asimismo, hay que do siempre y cuando no existan abscesos recidivantes,
analizar las patologías o estados agregados que puedan reacción al material de sutura o fistulizaciones de tejido
262 Hernias de la pared abdominal. Tratamiento actual (Capítulo 31)

celular subcutáneo hacia la piel, ya que esto obliga a so- disección de este espacio en un segundo intento. Lo
lucionar en forma definitiva el proceso infeccioso o gra- mismo puede decirse cuando la primera cirugía fue
nulomatoso para no correr el riesgo de una nueva infec- abierta anterior, pero se utilizó un dispositivo de malla
ción en la siguiente cirugía. con componente preperitoneal, como en el caso de una
plastia con cono, Prolene Hernia System (PHS), Tra-
bucco o Rives inguinal. La malla origina una intensa fi-
Tipo de plastia brosis, que imposibilitará la disección del espacio pre-
peritoneal donde se colocó.
Si la primera cirugía fue una laparoscopia transabdo-
No hay duda en la actualidad de que se debe utilizar una minal preperitoneal (TAPP) o total extraperitoneal
técnica libre de tensión en las plastias primarias en todos (TEP), debe recordarse que en ambas se invade el espa-
los pacientes con hernia, independientemente de su tipo cio preperitoneal y se coloca una malla que ocasiona
y tamaño.14 Con mayor razón deben utilizarse ante una una fibrosis importante. Querer entrar en el mismo es-
recidiva, sobre todo si no se encuentran factores agrega- pacio por vía laparoscópica es sumamente laborioso y
dos o técnicos que expliquen la falla de la cirugía previa. requiere una habilidad extrema. En general, el cirujano
Es necesario suponer en estos casos que el paciente ten- que hace accesos laparoscópicos tiende a operar la reci-
ga una deficiencia de colágena y los tejidos no sean ap- diva en una segunda ocasión por la misma vía. El acceso
tos para tolerar una nueva plastia con tensión, como lo por TAPP se prefiere en el caso de una segunda o una
subraya Parviz Amid: “En la actualidad hay suficiente tercera cirugía, ya que se tiene visibilidad y un espacio
evidencia bioquímica de alteración de los tejidos en la de trabajo más amplio que en la TEP.
génesis de las hernias. El uso de estos tejidos defectuo- Es indiscutible que la preferencia de cada cirujano es
sos, especialmente en las plastias con tensión, es una la que al final decide la técnica y la vía de acceso que se
violación a los más básicos principios de la cirugía”.14 utilizarán. Sin embargo, esta elección siempre debe sus-
Ante esto, cualquier cirugía de hernia recurrente debe tentarse en un buen adiestramiento en este tipo de repa-
efectuarse con alguna técnica libre de tensión y con el raciones y en la experiencia propia y referida en la lite-
consecuente uso de material protésico. ratura médica.

Vía de acceso Plastia previa

La lógica indica que, cuando falla una plastia operada Se hablará un poco de las características especiales de
por vía anterior, la opción para reparar la recidiva es una las plastias más usadas, como sus zonas vulnerables,
vía de acceso posterior o preperitoneal, sea abierta o la- aun cuando estén correctamente realizadas, y de las me-
paroscópica, y que cuando falla la vía laparoscópica o jores opciones para resolver las recidivas. Está por de-
preperitoneal abierta la recidiva debe resolverse con más decir que, si la técnica se efectúa con deficiencias,
una nueva plastia por vía anterior.17,18 No obstante, exis- las zonas vulnerables aumentarán y las posibilidades de
ten algunos problemas para poder cumplir este postu- recurrencia serán mayores.
lado.
No todos los cirujanos dominan por igual las técnicas Bassini
abiertas anteriores, abiertas preperitoneales y laparos-
cópicas. Los cirujanos prefieren realizar la segunda Incluye casi todas las zonas vulnerables mencionadas.
plastia, y en ocasiones la tercera, por la vía de acceso Sus recidivas pueden manifestarse en el tubérculo púbi-
que más dominan y con la que se sienten seguros, con co, la emergencia del cordón, el ligamento inguinal y el
lo cual se acepta intentar una segunda y hasta una terce- piso de la ingle, además de que aumenta la incidencia de
ra operación por la misma vía de acceso cuando se tiene hernias femorales por elongación del ligamento de Gim-
experiencia con ella. La vía abierta anterior es la que bernat, agrandando el orificio femoral. Es factible hacer
más se realiza. Pocos cirujanos dominan la vía abierta la reparación por vía anterior con la técnica de cono y
preperitoneal tipo Nyhus o Stoppa, pero representa la malla, ya que requiere una mínima disección de tejidos
mejor opción cuando no se domina ninguna técnica la- y disminuye la posibilidad de inflamación y atrofia testi-
paroscópica. Raras veces se podrá hacer una segunda o cular, aunque tiene el inconveniente de una mayor fre-
una tercera intervención por vía abierta preperitoneal si cuencia de recidivas que el resto de las plastias. La téc-
la primera fue de este tipo, pues la fibrosis dificultará la nica de Lichtenstein se dificulta, ya que se trabajó el
Hernias inguinales recurrentes o recidivantes 263

A A
B

C
B

Figura 31--4. Zonas vulnerables por donde se manifiestan


Figura 31--3. Zonas vulnerables por donde puede manifes- los sacos herniarios posteriores a una plastia tipo Lichtens-
tarse un saco herniario posterior a una plastia con tensión. tein. A. A través de la emergencia del cordón espermático
A. A través de la emergencia del cordón espermático. B. entre la malla. B. Por el espacio entre el tubérculo púbico y
Entre el ligamento inguinal y el tendón conjunto usado para el arco del transverso. C. Hernia intersticial saliendo del ani-
el reforzamiento del piso inguinal. C. A través del espacio llo interno o el piso de la ingle, que se manifiesta a través de
existente entre el tubérculo púbico y el arco del transverso. la parte superior de la malla por el triángulo lateral.

ligamento inguinal y requiere disección amplia para rea- se manifiestan hasta que el saco busca una salida, que
lizarla. Cuando el anillo herniario es muy amplio puede casi siempre es el tubérculo púbico o el triángulo lateral,
utilizarse la técnica Rives inguinal. Las técnicas laparos- lo cual las convierte en hernias intersticiales (figura
cópicas y preperitoneales abiertas deben ser las de más 31--4).19 Cuando la malla se deja muy tensa puede jalar
fácil acceso cuando se domina la técnica (figura 31--3). el ligamento inguinal y favorecer la aparición de una
hernia femoral. Es una de las plastias que no protegen
McVay el ligamento de Gimbernat, por lo que podrían presen-
tarse hernias femorales secundarias. Como no invade el
espacio preperitoneal, la reparación de la recidiva pue-
Las zonas vulnerables son el tubérculo púbico, la emer-
de realizarse con técnicas preperitoneales abiertas o la-
gencia del cordón y el piso de la ingle. La reparación se
paroscópicas. Si no se dominan las técnicas menciona-
planea igual que en la técnica de Bassini, con la ventaja
das, puede intentarse una nueva plastia Lichtenstein,
de que el ligamento inguinal debe encontrarse libre, lo
que no produce alteración en la anatomía, o la técnica
cual facilita la realización de la técnica de Lichtenstein.
del cono, siempre y cuando se trate de la primera recidi-
va. No se retira la malla si está bien integrada.
Shouldice
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Técnica del cono y parche (mesh plug)


Deforma el piso y la anatomía de la ingle. La mayoría
de las recidivas se presentan en la emergencia del cor- Presenta dos zonas vulnerables: el anillo herniario y el
dón y en menor proporción en el tubérculo púbico. La piso de la ingle. No protege el ligamento de Gimbernat
reparación es planeada, igual que en las dos técnicas an- y la reparación, cuando es la primera, puede llevarse a
teriores. cabo con la misma técnica de cono o Lichtenstein, reti-
rando el cono y dejando el parche libre. Las mejores op-
Lichtenstein ciones de reparación las constituyen las preperitoneales
abiertas o las laparoscópicas, con la salvedad de que el
Tiene varias zonas vulnerables cuando no se realiza co- cono invade el espacio preperitoneal y se dificulta la di-
rrectamente. Su punto débil es la zona que queda entre sección de este espacio; el retiro del cono es obligatorio,
el defecto herniario y la malla, y algunos autores refie- pero el parche libre permanece si está bien integrado
ren que con mucha frecuencia se presentan hernias que (figura 31--5).
264 Hernias de la pared abdominal. Tratamiento actual (Capítulo 31)

B
Figura 31--6. Las recidivas en las técnicas laparoscópicas
o preperitoneales abiertas siempre se manifestarán por el
defecto herniario original, pero se originan al introducirse y
Figura 31--5. La recidiva posterior a la plastia tipo cono de
deslizarse por el espacio superior (A) o inferior de la malla
malla se realiza siempre a través del defecto herniario pre-
(B). Si se realizó un corte para el paso del cordón espermá-
vio, entre el margen de éste y el cono. Puede exteriorizarse
tico, el saco herniario tenderá a introducirse por dicho corte
por cualquier lugar donde el parche de malla, u onlay patch,
hacia el defecto herniario (C). Modificada del Dr. René
esté menos integrado.
Stoppa; Amiens, Francia.

Técnica del Prolene Hernia System (PHS)


la anatomía de la ingle. Las zonas vulnerables se en-
Esta técnica utiliza un dispositivo que actúa mediante cuentran en la parte posterior, donde se coloca la malla,
tres mecanismos y dificulta la presencia de zonas vulne- e incluyen la zona superior o inferior de la malla, por
rables para la aparición de recidivas. Sin embargo, di- donde pueden deslizarse el peritoneo y las vísceras en
chas zonas surgen cuando se lleva a cabo en hernias con forma temprana, desplazar a la prótesis y dejar al descu-
defectos muy grandes y el dispositivo queda inestable, bierto el defecto herniario, con la consecuente recidiva.
por lo que la zona vulnerable es el propio defecto her- Cuando se realiza un corte de la malla para que pase el
niario previo. La reparación de una recidiva es comple- cordón espermático se ocasiona que un nuevo saco her-
ja, pues los tres mecanismos mencionados protegen el niario pueda pasar por dicho defecto creado, lo cual se
área inguinal, pero invaden a su vez los espacios ante- conoce como defecto en ojo de cerradura (key--hole)
rior y posterior, lo cual obliga a valorar la vía de acceso (figura 31--6). Sólo un cirujano laparoscopista de hernia
que se domine para efectuar la nueva plastia. La repara- experimentado puede volver a realizar un abordaje TEP
ción puede efectuarse con una nueva plastia abierta con para una recidiva por plastia laparoscópica. La técnica
la técnica de cono o la de Lichtenstein como comple- TAPP es la mejor vía para el que domina estas técnicas,
mento. Puede intentarse la nueva colocación de otro sin olvidar que la disección del peritoneo y del espacio
PHS, aunque el procedimiento será laborioso en cuanto preperitoneal es laboriosa. Igual que ocurre en las técni-
a la disección del espacio preperitoneal para la coloca- cas abiertas, no es necesario retirar la malla previa si
ción del segmento circular de la nueva malla, pues la ésta se encuentra bien integrada a los tejidos. Es un he-
malla anterior ocasionó una fibrosis importante en este cho que la mejor decisión sería optar por la vía anterior,
espacio. Las técnicas preperitoneales abiertas y las lapa- que todo mundo debe dominar, para acceder a una re-
roscópicas, como la TEP, tienen la misma dificultad gión no trabajada y que prácticamente da la impresión
para disecar en un espacio preperitoneal ya trabajado y de estar ante una plastia primaria (el único indicio de
con fibrosis. que el paciente fue operado es que no puede disecarse
el espacio retroperitoneal con el dedo a través del defec-
Técnicas laparoscópicas (TAPP y TEP) to herniario). La mejor opción es la plastia de Lichtens-
tein.
En estas técnicas el saco herniario de la recidiva siempre El cono y el PHS tienen la dificultad de que no permi-
se manifestará por el mismo sitio donde se encontraba ten disecar adecuadamente el espacio preperitoneal o de
inicialmente, puesto que no se altera la parte anterior de Bogros.
Hernias inguinales recurrentes o recidivantes 265

Técnicas preperitoneales abiertas (Stoppa, sección más traumática de la zona, que ocasionan ma-
Rives inguinal, Kugel, Ugahary y Nyhus) yor sangrado —especialmente el llamado “en capa”—,
mayor tendencia a desvascularizar o seccionar los ele-
Son parecidas a las laparoscópicas, debido al espacio mentos del cordón y a traumatizar o seccionar estructu-
que invaden y al sitio donde vuelve a protruir la hernia. ras musculoaponeuróticas o nerviosas al hacer diseccio-
Debe pensarse en las mismas opciones de reparación nes “a ciegas” en tejidos infiltrados por fibrosis, suturas,
por vía anterior abierta de la recidiva que en las técnicas grapas y mallas de cirugías anteriores.
laparoscópicas. Por ello es comprensible pensar que la mayoría de
estas reoperaciones no pueden hacerse de manera am-
bulatoria. Lo recomendable es un periodo de hospitali-
zación de 24 a 48 h en función del tamaño de la hernia,
FACTORES PRONÓSTICO DE RECIDIVA
de la dificultad de la disección, del sangrado transopera-
EN HERNIOPLASTIA INGUINAL torio y de la decisión de dejar drenajes en la zona ope-
rada.

Un estudio publicado por los autores de este capítulo y Equimosis y hematomas


su grupo20 intentó analizar los factores que pudieran es-
tar relacionados con la mayor incidencia de recidivas y
Cuantas más reintervenciones se hagan, mayor será la
complicaciones cuando se lleva a cabo una plastia in-
posibilidad de equimosis importantes y de formación de
guinal. Después de analizar retrospectivamente 551
hematomas. Al momento de la cirugía es importante
hernioplastias con técnica de Lichtenstein, cono de ma-
realizar en la medida de lo posible la disección y la he-
lla y PHS se apreció que el género, la edad, el tipo y la
mostasia con el cauterio, a fin de que al final de la ciru-
localización de la hernia, la cirugía urgente o electiva,
gía el sangrado residual sea menor. Ante la duda de un
el uso de antibióticos, la técnica utilizada y el cirujano
sangrado mayor del permisible al final de la interven-
que opera no constituyen una significancia estadística
ción, se recomienda la colocación de drenajes abiertos
en la aparición de complicaciones ni de recidivas.
o cerrados en el área operada y en la cavidad del escroto
Por otro lado, el hecho de contar con una patología
si el saco era muy grande, los cuales se podrán quitar de
agregada y hernia incarcerada, y que el paciente fuera
acuerdo con el sangrado que ocurra entre 24 y 72 h. Hay
hospitalizado en lugar de ser operado de manera ambula-
que recordar que los drenajes favorecen la aparición de
toria, constituyen factores pronóstico de aparición de
infecciones cuando no son cuidados adecuadamente.
complicaciones, con una significancia estadística p =
También se recomienda la aplicación de hielo local du-
0.02. Asimismo, se encontraron como factores pronós-
rante 24 a 48 h para disminuir la extensión de la equimo-
tico de recidivas las plastias previas en la misma región
sis. Si se forma un hematoma, se deberá tener precau-
operada, el defecto herniario mayor de 4.5 cm y las ca-
ción en la indicación de drenarlo. Es preferible dejarlo
nalizaciones dejadas en el área quirúrgica, con una sig-
in situ y esperar que se reabsorba cuando no es muy
nificancia estadística de p = 0.01. Lo anterior indica que
grande. En caso de que sea necesario el drenaje, deberá
los pacientes con hernias con defectos grandes y hernias
realizarse en la forma más aséptica posible, ante la posi-
recidivantes tendrán mayores posibilidades de recu-
bilidad de que se infecten la cavidad residual y la próte-
rrencia. El uso de drenajes significativamente estadís-
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sis utilizada. Durante el drenaje quirúrgico y después de


tico se traduce como el resultado de una cirugía difícil
él se recomienda lavar sólo con solución fisiológica más
con saco grande y sangrado importante, los cuales son
algún antibiótico aminoglucósido.
hallazgos comunes de las hernias recidivantes.

Infección de herida quirúrgica


CUIDADOS Y COMPLICACIONES
POSOPERATORIAS No hay evidencias de que una reintervención de hernia
inguinal aumente la incidencia de infecciones, pero en
todo caso se manejarán con denaje, igual que en las her-
nias primarias; hay que evitar el uso de IsodineR u otra
Ya se conocen las dificultades de la plastia para hernia sustancia irritante que favorezca la persistencia de la
recurrente. Son comunes un despegamiento y una di- infección. La malla macroporo deberá preservarse, pero
266 Hernias de la pared abdominal. Tratamiento actual (Capítulo 31)

es posible que la malla microporo tenga que retirarse pueda parecer nerviosa. La sección accidental de algún
para permitir el control del foco infeccioso y la granula- nervio deberá repararse con una ligadura, de preferen-
ción de la herida. cia con sutura absorbible mediante hidrólisis (poliglac-
tina, polidioxanona y poliglecaprone), y con la inser-
ción del cabo proximal en forma intramuscular para la
Orquitis y atrofia testicular prevención de neuromas dolorosos.21

Esta complicación se incrementa a medida que se reope- Nueva recidiva


ra un paciente en la misma región inguinal. La orquitis
posoperatoria puede ser inflamatoria o congestiva, y de- Es evidente que cada nueva cirugía aumenta el riesgo de
pende del traumatismo ocurrido en el cordón espermá- otra recurrencia, por lo que al enfrentarse a cualquier
tico y el testículo a la hora de separar el saco herniario paciente con hernia recidivante se debe elegir adecua-
del cordón y éste de las estructuras fibrosas del piso in- damente la técnica que se adapte mejor a las condicio-
guinal, así como de la cantidad de venas y linfáticos sec- nes del paciente y de la hernia, y que el médico domine
cionados y ligados en el transcurso de la hernioplastia. a la perfección. Se calcula que los índices de recidiva
Por el contrario, si los vasos seccionados y ligados son posoperatoria al efectuar plastias con tensión después
arteriales, puede desarrollarse una orquitis atrófica pau- de la primera recidiva van de 27 a 35%, lo cual resulta
latina, dependiendo del aporte arterial remanente. Para inaceptable. Cuando se usa una técnica libre de tensión
evitar lo anterior se recomienda no efectuar una disec- tras una primera recidiva la frecuencia varía de 1 a 3%,
ción innecesaria del cordón espermático, en especial sin importar la técnica utilizada, pero cuando el paciente
cuando se anticipa que ésta será laboriosa. Basta con di- ya tuvo dos o más recidivas la frecuencia puede alcanzar
secar el saco herniario hasta su base, dejando in situ los cifras de hasta 15%.
elementos del cordón, para después realizar la hernio- Para la recuperación de los pacientes operados de
plastia. Cuando existe mucha fibrosis y no se identifica hernioplastia inguinal primaria, además de su manejo
el cordón, la técnica ideal para la reparación del defecto ambulatorio cuando se ejecutan técnicas libres de ten-
herniario, una vez disecado el saco hasta su base, es la sión, se les permite libertad en las actividades cotidianas
del cono de malla, el cual ocluye adecuadamente el de- y laborales de “escritorio”, de acuerdo con lo que el do-
fecto cuando se puede colocar en el espacio preperito- lor en la región operada les permita realizar. Las activi-
neal; en forma opcional puede colocarse el parche libre dades de esfuerzo se recomiendan entre 10 y 14 días
a manera de refuerzo sobre lo que quede del piso, sin ne- después de la intervención. Un paciente operado de her-
cesidad de movilizar el cordón espermático. nia recurrente puede realizar las actividades cotidianas
sin limitaciones, aunque el esfuerzo físico importante y
el ejercicio se reservan durante al menos 21 días. La re-
Inguinodinia integración del paciente a sus actividades habituales
ante una complicación depende de la gravedad y evolu-
ción de la misma.
La inguinodinia es el dolor posoperatorio continuo que
persiste entre tres y seis meses después de una hernio-
plastia de origen somático o neuropático, y depende de
CONCLUSIONES
la causa que lo origine: atrapamiento por sutura o grapa
de un nervio de la región, formación de un neuroma por
sección inadvertida de un nervio y compromiso neural
(neuropática). Puede ocasionar incapacidad sin impor- Las recidivas herniarias inguinales son frecuentes en las
tar su origen. La frecuencia de la inguinodinia no neuro- plastias realizadas con técnicas tensionantes. Cuando
pática es de cerca de 5% en las plastias inguinales pri- una plastia inguinal con técnicas libres de tensión se rea-
marias manejadas con técnicas libres de tensión y de 7 liza adecuadamente, se disminuye en gran medida el
a 15% en las hernioplastias recidivantes.3 Por suerte, la riesgo de recidiva; sin embargo, no desaparece por com-
inguinodinia neuropática tiene una incidencia menor de pleto, puesto que existen factores de predisposición in-
1% en las plastias inguinales por recidiva. La única herentes al paciente y a las zonas vulnerables de cada
forma de evitar esta complicación durante las reinter- técnica específica.
venciones es la disección cuidadosa y evitar la coloca- El manejo de un paciente con recidiva de hernia in-
ción de puntos o grapas en cualquier estructura que guinal debe llevarse a cabo con base en el análisis de los
Hernias inguinales recurrentes o recidivantes 267

factores que contribuyeron a dicha recurrencia, de la Las evidencias hasta el momento indican que la eje-
técnica y del abordaje que mejor se adapte al paciente cución de plastias libres de tensión se asocia con una
y que mejor domine el cirujano. menor incidencia de recidivas.

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E Editorial Alfil. Fotocopiar sin autorización es un delito.
268 Hernias de la pared abdominal. Tratamiento actual (Capítulo 31)
Capítulo 32
Abordaje laparoscópico de
las hernias inguinales complejas
Juan Antonio López Corvalá, Eduardo Javier Jaramillo de la Torre, Nelson Rodríguez Huerta,
Fernando Guzmán Cordero, Mariano Covarrubias Hidalgo

INTRODUCCIÓN S Requiere anestesia general.


S Dificultad para el dominio de la anatomía de la re-
gión inguinal posterior.
S Curva de aprendizaje prolongada. Algunos auto-
res consideran que se necesitan entre 30 y 300 ca-
El abordaje laparoscópico es, sin duda, uno de los avan-
sos con tutoría para el dominio de esta técnica.7--9
ces más importantes de los últimos años en el campo de
la cirugía general, tanto que en algunos procedimientos Desde el punto de vista técnico--quirúrgico se justifica
quirúrgicos constituye el abordaje de elección o la regla el abordaje laparoscópico de la plastia inguinal cuando
de oro (colecistectomía, cirugía antirreflujo o cirugía el cirujano iguale los resultados de la plastia inguinal
bariátrica). En el caso de la plastia inguinal el abordaje abierta libre de tensión con respecto a:
laparoscópico no es un procedimiento realizado común-
mente a nivel mundial. Se estima que en EUA se ejecuta S El tiempo quirúrgico.
en sólo 14% de las plastias inguinales primarias,1 en In- S La morbilidad.
glaterra en 4% y en los países con menor desarrollo tec- S Las recurrencias.
nológico, como México, es mucho menor. S La obtención de las ventajas propias del abordaje
La plastia inguinal laparoscópica se empezó a reali- laparoscópico.
zar en la década de 1980, aunque se tuvieron grandes El abordaje laparoscópico de la plastia inguinal se indi-
fracasos en su primera etapa2 porque se trató de realizar ca en las hernias inguinales bilaterales y recidivantes de
una nueva cirugía sin tomar en cuenta el concepto bási- abordaje anterior, y en caso de duda diagnóstica y la
co del abordaje laparoscópico, que es imitar lo ya proba- existencia de patología intraabdominal concomitante.
do en el abordaje abierto. Fue hasta que McKernan, En estos casos se logra igualar o superar los resultados
Fitzgibbons y Ferzli3--5 realizaron el abordaje laparoscó- de la plastia inguinal convencional por vía anterior y se
pico transabdominal preperitoneal (TAPP) y el abordaje consiguen también las siguientes ventajas: menor dolor
E Editorial Alfil. Fotocopiar sin autorización es un delito.

totalmente extraperitoneal (TEP), imitando el concepto posquirúrgico, rápida reincorporación laboral, menor
del abordaje posterior de Stoppa, cuando se obtuvieron dolor crónico y mejores resultados cosméticos.10
buenos resultados.6 La plastia inguinal primaria unilateral con abordaje
Las razones por las cuales la plastia inguinal laparos- laparoscópico se recomienda cuando se va a llevar a
cópica no constituye una práctica común son: cabo en centros especializados en cirugía laparoscópica
por cirujanos expertos. Es por eso que el Instituto Na-
S Mayor costo hospitalario que con el abordaje cional para la Excelencia Clínica, en Inglaterra, estable-
abierto. ció que la plastia inguinal laparoscópica sólo debe reali-
S Complejidad del procedimiento, ya que se con- zarse en centros especializados de cirugía de mínima
sidera un procedimiento laparoscópico avanzado. invasión.11

269
270 Hernias de la pared abdominal. Tratamiento actual (Capítulo 32)

Las hernias inguinales complejas cuentan entre sus


características mayor dificultad técnica, demanda de
mayor habilidad quirúrgica y mayor morbilidad y mor-
talidad perioperatorias. Las hernias inguinales que reú-
nen estas características de complejidad son:

S Las hernias inguinales bilaterales.


S Las hernias inguinales gigantes.
S Las hernias inguinales recurrentes.
S Las hernias inguinales encarceladas o estrangula-
das.

Es de suponer que en este tipo de hernias el abordaje la-


paroscópico estará indicado cuando el cirujano sea ex-
perto en plastia inguinal laparoscópica y cumpla los re-
quisitos técnico--quirúrgicos del abordaje.

HERNIAS INGUINALES BILATERALES

Las plastias inguinales bilaterales se consideran comple-


jas cuando su reparación requiere mayor invasión, mayor
tiempo quirúrgico y la dificultad técnica se incrementa al
trabajar dos áreas con la misma posición de los puertos,
lo cual puede relacionarse con una mayor morbilidad. Figura 32--1. Hernia inguinal bilateral abordada por TEP.
La hernia inguinal bilateral es una de las mejores indi-
caciones para la plastia laparoscópica,10,11 ya que a través
de tres incisiones milimétricas se puede realizar el proce- cavidad abdominal y de no abrir el peritoneo en dos
dimiento bilateral, con reducción del tiempo quirúrgico áreas disminuye el tiempo quirúrgico, la formación de
(especialmente en hernias directas y femorales) y menor adherencias y el riesgo potencial de lesión visceral
invasión de las regiones inguinales, lo cual repercute en intraabdominal. La colocación del material protésico
menor dolor posoperatorio y mejores resultados cosmé- con técnica TEP es más sencilla, ya que se tiene una
ticos. Las complicaciones de heridas quirúrgicas (infec- amplia disección del espacio preperitoneal y la vejiga se
ción y sangrado) son menos frecuentes. La rápida recu- encuentra debajo del área de trabajo. Se sugiere utilizar
peración a las actividades diarias y laborales son muy dos mallas de 15 x 12 cm en cada lado y entrecruzarlas
superiores a las de la técnica anterior convencional. en la línea media; no es buena idea usar una sola malla
Las técnicas quirúrgicas laparoscópicas para este tipo para los dos orificios miopectíneos, ya que la manipula-
de hernias pueden ser la TAPP y la TEP. En ellas se ción de una malla más grande es técnicamente más difí-
coloca un trócar de 10 mm en la cicatriz umbilical para cil (figura 32--1).
la lente y dos trócares de 5 mm en la línea media entre la
sínfisis del pubis y la cicatriz umbilical, o dos trócares de
5 mm en cada uno de los cuadrantes inferiores del abdo- HERNIAS INGUINALES GIGANTES
men.
Se recomienda el abordaje TEP, debido a que se pue-
de disecar y preparar todo el espacio inguinal preperito-
neal bilateralmente a través de las mismas incisiones, Las hernias inguinales gigantes representan un reto es-
sin necesidad de abrir el peritoneo en las dos áreas pecial para cualquier cirujano, puesto que su cronicidad
inguinales por separado y posteriormente cerrarlas, origina que las estructuras anatómicas se encuentren
como lo requiere la TAPP. El hecho de no acceder a la distorsionadas y puede haber una pérdida de domicilio
Abordaje laparoscópico de las hernias inguinales complejas 271

HERNIAS INGUINALES RECURRENTES

La incidencia de las hernias recurrentes de plastias in-


guinales abiertas depende de la técnica utilizada; varía
de 1% en centros especializados a más de 20% en en-
cuestas generales. Las causas de recurrencia de las plas-
tias convencionales son la utilización de técnicas con
tensión, la mala técnica quirúrgica o la falta de reconoci-
miento del defecto u otros defectos herniarios en la
región inguinal.
Este tipo de hernias recurrentes por abordaje anterior
es una de las indicaciones actuales e indiscutibles para
el abordaje laparoscópico,10,11 ya que el procedimiento
Figura 32--2. Defecto herniario directo gigante.
se realiza en el espacio posterior, donde no existe altera-
ción anatómica que sea resultado de la cicatrización. El
abordaje por vía anterior convencional incrementa el
importante. La selección del paciente con hernias ingui- tiempo quirúrgico, la morbilidad y la recurrencia.7
nales gigantes es fundamental para el éxito del abordaje El abordaje laparoscópico de las hernias recurrentes
laparoscópico; algunos pacientes no son candidatos permite realizar una reparación posterior en un espacio
para este abordaje, debido al incremento del tiempo qui- con elementos anatómicos conservados que ayudan al
rúrgico y la morbilidad (figura 32--2). cirujano a reconocer estructuras sin dificultad, lo cual
Los casos seleccionados deben ser abordados me- disminuye el riesgo de complicaciones (lesiones vascu-
diante la técnica TAPP,7,13 que proporciona una mejor lares y nerviosas) y recurrencias. Diversos estudios con-
iluminación de la cavidad abdominal, mayor espacio de cluyen que la plastia inguinal laparoscópica en el mane-
trabajo y menor dificultad para identificar las estructu- jo de la hernia inguinal recurrente es superior a la plastia
ras anatómicas. Asimismo, esta técnica facilita la reduc- inguinal convencional.14
ción hacia la cavidad abdominal del contenido del saco Otra de las grandes ventajas del abordaje laparoscó-
herniario, como segmentos grandes de intestino o epi- pico en estos casos es que permite la colocación de una
plón. La disección y reducción de los sacos herniarios malla grande que cubra el orificio miopectíneo en su
grandes es difícil la mayoría de las veces, ya que la cro- totalidad, es decir, todos los espacios que propicien her-
nicidad de la patología condiciona que el saco esté adhe- nia en la región inguinal.
rido a los elementos del cordón espermático, lo cual di- La reparación laparoscópica de la hernia recurrente
ficulta su disección completa. puede hacerse con la técnica TAPP o con la técnica TEP,
En estos casos se recomienda cortar el saco herniario dependiendo de la experiencia y preferencia del ciru-
y dejar la parte distal, ya que la disección completa se jano.
asocia con una mayor morbilidad (lesión de estructuras Las recurrencias de plastias inguinales laparoscópi-
y seromas posquirúrgicos). Una vez preparado el espacio cas son de hasta 2.3%.15 Cuando se abordan pacientes
E Editorial Alfil. Fotocopiar sin autorización es un delito.

preperitoneal se coloca la malla extendida de manera ha- con este tipo de hernias recurrentes la técnica indicada
bitual y se procede a cerrar el peritoneo en su totalidad. es la TAPP, ya que la malla colocada en la plastia lapa-
En ocasiones se requieren mallas más grandes, con la roscópica previa se encuentra en el espacio preperito-
finalidad de cubrir en su totalidad el orificio miopectí- neal y genera un proceso de fibrosis importante, que di-
neo. Es importante cerrar la superficie peritoneal para ficulta la disección por medio de TEP y aumenta el
evitar el contacto de la malla con las vísceras intraabdo- riesgo de complicaciones (figura 32--3).
minales. En caso de que no sea posible afrontar el peri- Las causas de hernias recurrentes de plastias laparos-
toneo, se pueden utilizar mallas con superficie interna cópicas previas son causadas por una disección incom-
menos propensas a la formación de adherencias, como pleta y por migración o enrollamiento de la malla, que
son las mallas compuestas con polipropileno y polite- deja al descubierto los orificios de potencial aparición
trafluoroetileno extendido (PTFEe), o mallas puras de de hernia en la región inguinal.9 Para evitar esto es nece-
PTFEe con superficie interna lisa y superficie externa sario fijar la malla con dispositivos especiales. En el
rugosa. caso de la técnica TEP se podría omitir la fijación si se
272 Hernias de la pared abdominal. Tratamiento actual (Capítulo 32)

Figura 32--3. Hernia inguinal derecha recurrente de plastia


laparoscópica previa. Se observa el orificio inguinal profun- Figura 32--4. Hernia inguinal izquierda indirecta con un gran
do descubierto por la migración o encogimiento de la malla. segmento de epiplón encarcelado, abordaje TAPP y reduc-
ción de epiplón.

utilizan mallas más grandes que las convencionales,


de forma cuidadosa, puesto que en algunas ocasiones no
para imposibilitar la migración de la malla.16 En todos
es posible llevar a cabo el abordaje laparoscópico, sobre
los casos es necesario colocar la malla debidamente ex-
todo en el caso de hernias inguinales estranguladas, y
tendida y verificar que no quede doblada ninguna de sus
tendrá que optarse por una plastia inguinal convencio-
orillas.
nal.
En los casos de hernias inguinales recurrentes com-
El abordaje laparoscópico deberá ser con técnica
plejas, como son múltiples recurrencias o mallas pre-
TAPP, por la mayor facilidad de manejo del saco y su
vias infectadas, se han descrito las técnicas que combi-
contenido (figura 32--4). El trabajo en la cavidad abdo-
nan el abordaje abierto con el laparoscópico con
minal permite la revisión y reparación adecuada del
colocación de material protésico en dos planos.17 En es-
contenido del saco en caso de lesión (necrosis intestinal,
tos casos el abordaje laparoscópico inicial permite la re-
sangrado del epiplón y lesión de víscera abdominal).
ducción del contenido del saco herniario y la colocación
Posteriormente se realiza una plastia con colocación de
de una malla de PTFEe intraperitoneal, la cual se fija a
malla de forma rutinaria, a excepción de las situaciones
la porción posterior de la pared abdominal con engrapa-
donde se encuentra necrosis intestinal o perforación in-
dora laparoscópica. Posteriormente se procede a reali-
testinal, que exigen la colocación de mallas resistentes
zar la plastia inguinal abierta convencional con malla li-
a la contaminación.19
bre de tensión.

CONCLUSIÓN
HERNIAS INGUINALES COMPLICADAS
CON ENCARCELAMIENTO O
ESTRANGULACIÓN
El abordaje laparoscópico se recomienda para el trata-
miento de las hernias bilaterales y recurrentes, debido
a las ventajas que presenta, que incluyen menor dolor
La estrangulación de una hernia inguinal se presenta en- posoperatorio, rápida reincorporación a las actividades,
tre 1.3 y 3% de los casos. La probabilidad acumulativa menor dolor crónico y mejores resultados cosméticos.
de la estrangulación para la hernia inguinal se estima en En las hernias inguinoescrotales, encarceladas y estran-
2.8% después de los tres meses, con un aumento a 4.5% guladas deben seleccionarse los casos. El éxito de este
al final de los dos años.18 Igual que ocurre en los casos abordaje depende del conocimiento de la región anató-
de hernias inguinales gigantes, los pacientes a tratar con mica y de la experiencia y las habilidades técnicas y qui-
plastia inguinal laparoscópica deben ser seleccionados rúrgicas del cirujano.
Abordaje laparoscópico de las hernias inguinales complejas 273

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274 Hernias de la pared abdominal. Tratamiento actual (Capítulo 32)
Capítulo 33
Hernioplastia inguinal en pacientes seniles
Juan Carlos Mayagoitia González

INTRODUCCIÓN CAMBIOS FISIOLÓGICOS

Desde los inicios de la cirugía los conocimientos quirúr- El reto en el ámbito quirúrgico es importante por las
gicos han tenido una evolución sin precedentes con el condiciones descritas, por lo que debe conocerse el
desarrollo de nuevas y más eficaces técnicas quirúrgi- comportamiento biológico de los pacientes geriátricos
cas; y no sólo en esta área, sino en la relacionada con los en lo relacionado con la cirugía.
cuidados antes, durante y después de la operación con Los pacientes geriátricos responden de diferente ma-
nuevos medicamentos anestésicos, que han convertido nera al traumatismo. Hay cambios que determinan una
a la cirugía en la actualidad en un evento controlable y respuesta al traumatismo retardada y alterada, sobre
predecible. Todo esto ha propiciado un aumento en la todo si se compara con la que se observa en los pacientes
calidad y cantidad de vida, lo cual presupone que los pa- jóvenes.2 Debe recordarse que esta etapa de la vida plan-
cientes de mayor edad requieran intervenciones y mejo- tea consideraciones diferentes, ya que son bien conoci-
res estudios, dado que presentan nuevas condiciones fi- dos los cambios fisiológicos ocurridos después de los 60
siopatológicas. años de edad, que conllevan modificaciones importan-
Este aumento en la perspectiva de vida predice el sur- tes, sobre todo en la respuesta metabólica al trauma.
gimiento de muchas condiciones para atender a dichas Calvin3 reporta uno de esos cambios como una disminu-
personas, las cuales incluyen el sostenimiento económi- ción de la expansibilidad pulmonar que ocasiona una re-
co, el empleo del paciente de la tercera edad y la organi- ducción de la capacidad pulmonar residual y a su vez
zación social, que deberá adaptarse a las necesidades una menor posibilidad de respuesta en un aumento en la
propias de los pacientes en esta etapa de la vida, para demanda de oxígeno y deficiente calidad de la elastina,
brindarles calidad de vida durante los cambios fisiológi- lo cual resulta en una tos menos efectiva. Durante el pe-
E Editorial Alfil. Fotocopiar sin autorización es un delito.

cos y de estado mental, y sobre todo la aparición de nue- riodo posoperatorio esto adquiere una gran importan-
vas patologías, cuyas características son variables y exi- cia, en especial en la cirugía de abdomen alto y tórax,
gen atención para resolverlas de una manera eficaz. Se donde el tiempo de rehabilitación desempeña un papel
requiere una infraestructura médica1 que incluya prepa- primordial, ya que, cuanto menos tiempo esté el pacien-
ración del personal en todas las ramas de la medicina, te en decúbito, menor probabilidad tendrá de acumular
por lo que el conocimiento de las diferentes condiciones secreciones; esto, aunado a la disminución de la capaci-
y circunstancias cada día se vuelve más determinante. dad residual pulmonar, con reducción de la movilidad
El paciente senil debe ser estudiado en esta etapa de su ciliar, aumenta la probabilidad de generación de atelec-
vida para identificar las necesidades especiales a tratar no tasias, debido a que se incrementan los cortocircuitos o
sólo en el ámbito médico, sino en todo lo que se refiere shunts e infecciones pulmonares posoperatorias con la
a las condiciones de salud de este grupo de pacientes. hipoxemia concomitante y todas las consecuencias del

275
276 Hernias de la pared abdominal. Tratamiento actual (Capítulo 33)

bajo aporte de oxígeno a unos tejidos en reparación. De dad son pocos los reportes a nivel mundial que estudian
acuerdo con el punto de vista cardiológico, se presentan el comportamiento biológico de dichos procedimientos
cambios determinantes al momento de responder al entre los pacientes ancianos. En un estudio de pacientes
traumatismo, que de no tenerse en cuenta podrían propi- mayores de 90 años Rigberg11 encontró que la segunda
ciar complicaciones serias. Dichos cambios incluyen causa de intervención quirúrgica fue la hernioplastia
una disminución de la fracción de eyección y de la fre- complicada, con una mortalidad perioperatoria de
cuencia cardiaca, ondas Q patológicas, arritmias ven- 9.4%. En 1997 Gianetta E.10 estudió las técnicas con
triculares, una menor respuesta al frío e hipotensión or- tensión con resultados muy buenos, pero con el incon-
tostática hasta en 20% de la población, lo cual propicia veniente de que en estas técnicas las recidivas muestran
que al recuperarse el paciente le cueste más trabajo le- complicaciones moderadas, por lo que hay que conside-
vantarse, especialmente con el uso de bloqueos peridu- rar que este tipo de cirugía plantea consideraciones im-
rales. En la función renal existe una disminución de la portantes para su uso en los pacientes seniles.
filtración glomerular, con el consecuente retardo en la Adams12 refirió que el factor fundamental que dismi-
aclaración plasmática de medicamentos, por lo que este nuye en la vejez es la incapacidad para adaptarse al me-
grupo de pacientes requieren dosis específicas. Tam- dio ambiente, lo cual afecta todos los órganos de la eco-
bién se presentan alteraciones inmunitarias, con dismi- nomía, aunque lo más importante son las limitaciones
nución de la migración leucocitaria, lo cual propicia cardiorrespiratorias y alteraciones farmacodinámicas y
vulnerabilidad a las infecciones, que aunada a los cam- farmacocinéticas, a las cuales deben estar atentos los ci-
bios pulmonares, como disminución de la motilidad ci- rujanos y anestesiólogos. Arnetz13 realizó un estudio
liar, disminución de surfactante y menor sensibilidad al muy interesante para determinar si hay alguna diferen-
reflejo tusígeno,4 determinan una mayor incidencia de cia entre la respuesta metabólica al trauma de los pa-
neumonías posoperatorias. cientes jóvenes y los pacientes ancianos en la cirugía de
Debido a todas estas situaciones especiales durante hernia, y determinó que las hormonas como la prolacti-
la vejez surgió la necesidad de valorar mejor a los pa- na y el cortisol son necesarias en la respuesta metabóli-
cientes ancianos y tratar de determinar que, en efecto, ca; asimismo, concluyó que hay una relación inversa
la edad es un factor de mal pronóstico para la cirugía. entre la edad y la concentración de prolactina en plasma
Algunos autores señalan la facilidad con que se presen- durante la hernioplastia, lo cual presupone un retardo en
tan las complicaciones no sólo en el aparato cardiorres- la respuesta general de este grupo al traumatismo. Ro-
piratorio, sino en el tubo digestivo alto, como son san- dríguez Jr.14 demostró que en los pacientes de mayor
grados, mayor incidencia de gastritis y úlceras, que edad con hernia inguinal indirecta disminuyen las fibras
entorpecen la evolución posoperatoria.4 En México oxitalánicas (uno de los tres tipos de fibras colágenas)
existen reportes, como el del Dr. González Ojeda,5 don- y hay un incremento en la sustancia amorfa de las fibras
de se refiere que en este grupo etario se presenta con ma- elásticas, por lo que concluyó que estos cambios deter-
yor incidencia la multipatología, y concluyen que la minan una alteración en la resistencia de la fascia trans-
edad no es un factor prohibitivo para la cirugía electiva versalis, la cual se acentúa con la edad (figura 33--1).
en geriatría. En general, los pacientes están predispuestos a la
aparición de una hernia, sobre todo en las áreas de ma-
yor debilidad, debido al paso de los años o a un defecto
congénito, aunque una pregunta oportuna sería: ¿por
CIRUGÍA DE HERNIAS qué se desarrolla con la edad? En los pacientes ancianos
deben corroborarse cuatro puntos:

1. Problemas pulmonares que ocasionen tos crónica


Aunque la cirugía de la hernia ha tenido un gran avance con un aumento consecuente de la presión intraab-
durante los últimos años, el concepto de cirugía ambula- dominal.
toria revolucionó el tratamiento de las hernias y abrió un 2. Estilo de vida. Muchas veces se llevan a cabo tra-
campo nuevo en la investigación quirúrgica, pero el es- bajos pesados que predisponen al aumento de la
tudio y comportamiento de este tipo de hernioplastia en presión intraabdominal.
pacientes geriátricos se ha estudiado poco. Parvis 3. Malos hábitos intestinales y sedentarismo que
Amid9 reportó las ventajas de la cirugía con anestesia ocasionan constipación.
local y ambulatoria con mínimo riesgo quirúrgico, pero 4. Síntomas relacionados con hipertrofia prostática,
no hizo discriminación de grupos etarios. En la actuali- que en conjunto con la debilidad del piso inguinal
Hernioplastia inguinal en pacientes seniles 277

Figura 33--1. Distintos tipos de hernias que se presentan en los pacientes seniles.

predisponen a la aparición de hernias directas, por Todos los pacientes fueron sometidos a plastia sin
lo que además en la actualidad se sugiere que de- tensión, pero a 9 se les aplicó anestesia general (8 proce-
berá tratarse la patología prostática a la par que la dimientos laparoscópicos y 1 abierto), a 73 se les admi-
hernia inguinal. nistró bloqueo peridural y en 12 se empleó anestesia lo-
cal, la cual ha tendido a ser la de elección en lo sucesivo.
Sólo 10 pacientes permanecieron hospitalizados para
pasar la noche en piso; los ocho pacientes del procedi-
RESULTADOS miento laparoscópico y los dos sometidos a bloqueo
permanecieron hospitalizados por requerimientos de su
compañía aseguradora, lo cual contribuye a 86% de ma-
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nejo totalmente ambulatorio. No hubo casos de reten-


La experiencia del autor de este capítulo y su grupo de ción urinaria posoperatoria. En los pacientes con anes-
trabajo con pacientes mayores de 70 años de edad puede tesia general se presentó un seroma como complicación
definirse en un estudio de 94 pacientes, llevado a cabo temprana. En los de bloqueo peridural surgieron tres
de 1997 a 2007, sometidos a cirugía de hernia inguinal complicaciones tempranas: un seroma, un hematoma y
sin tensión. De acuerdo con las condiciones propias de una infección profunda, los cuales se manejaron con
este grupo etario se estudiaron variables como el géne- drenaje. No se presentó ninguna complicación en los
ro, el tiempo de evolución, las patologías agregadas, la pacientes con anestesia local. Hasta ahora no se ha do-
estancia hospitalaria, el tipo de hernia, el diámetro del cumentado ninguna recidiva.
anillo, la evolución posoperatoria, las recidivas y las Debido a las condiciones especiales que presenta este
complicaciones antes, durante y después de la opera- grupo etario, es de suma importancia determinar proce-
ción. Los pacientes acudieron a cita cada seis meses dimientos seguros con mínima morbilidad que brinden
para valorar su evolución tardía. la mejor opción para los pacientes que padecen hernia
278 Hernias de la pared abdominal. Tratamiento actual (Capítulo 33)

inguinal, por lo que el advenimiento de las nuevas técni- nan poca reacción secundaria y tienen buena analgesia
cas abre una gran posibilidad para que los pacientes se posquirúrgica.
sometan a una cirugía segura con buenos resultados. En
el mencionado estudio se corroboró que es una buena
opción utilizar la técnica sin tensión y que por alguna ra- CONCLUSIONES
zón la técnica más utilizada es la de Lichtenstein, cuyas
complicaciones transoperatorias y posoperatorias son
mínimas, seguida por las técnicas PHS, de mesh plug y La hernioplastia sin tensión en los pacientes geriátricos
laparoscópica. ofrece seguridad y mínimas complicaciones quirúrgi-
Contrario a lo que ocurre en los pacientes jóvenes an- cas, salvo las propias de los eventos quirúrgicos de ciru-
tes de la pubertad, entre los pacientes ancianos es suma- gía ambulatoria. Los cambios en la respuesta metabóli-
mente seguro utilizar materiales protésicos, ya que las ca al trauma son muy controlables y predecibles en las
complicaciones presentadas hasta ahora son inherentes plastias inguinales. Sin embargo, debe recordarse que
al procedimiento de la plastia propiamente dicho y no un manejo cuidadoso de los tejidos y las dosis óptimas
al uso de material protésico; además, no se ha requerido de medicamentos anestésicos y posquirúrgicos son ne-
el retiro de mallas. Por otro lado, los pacientes mayores cesarios para una buena evolución posoperatoria de los
son autosuficientes la mayoría de las veces, por lo que pacientes ancianos.
no hay problema para la movilidad propia a corto plazo Este procedimiento puede llevarse a cabo con aneste-
y para la reintegración a la vida diaria sin el miedo de sia regional, mediante una valoración preoperatoria y
presentar dolor; incluso pueden egresar a las pocas ho- estudios de rutina sin grandes complicaciones. El uso de
ras del evento quirúrgico sin temor de padecer hipoten- la anestesia local en este tipo de plastias se ha incremen-
sión y todo lo que ella conlleva. La analgesia puede darse tado y mostrado ventajas ostensibles, como disminu-
enseguida del evento quirúrgico con algún medicamen- ción del riesgo anestésico, además de que permite que
to que no cause alteraciones gastrointestinales o san- el paciente camine de la mesa de operaciones a la sala
grado, como los analgésicos no esteroideos, que ocasio- de recuperación sólo para vestirse e irse a su casa.

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369--371.
Capítulo 34
Hernia inguinofemoral y embarazo
Enrico Nicolo

INTRODUCCIÓN las complicaciones se presentan con cierta frecuencia.


A medida que el útero grávido aumenta de volumen,
ocupa todo el espacio pélvico a manera de escudo pro-
tector, colocando el epiplón y el intestino delgado en el
La mujer presenta hernia inguinofemoral con menos abdomen superior y el intestino grueso en sentido late-
frecuencia de la que se piensa (1:19) en relación con el ral y superior, manteniéndolos alejados de las zonas her-
hombre. A pesar de que las hernias inguinales son poco niarias.
frecuentes en el género femenino, la incidencia de her- Entre las observaciones reportadas por A. Cooper,
nias femorales es notoriamente más elevada en las mu- una hernia femoral se hace evidente durante la segunda
jeres que en los hombres. mitad del embarazo, por lo que debe repararse después
La hernia inguinal en la mujer casi siempre es indi- del parto.
recta y de origen congénito debido a la falta de oblitera- El útero grávido permanece en estrecha vecindad con
ción del proceso peritoneal, llamado canal de Nuck, que la parte herniaria, por lo que puede descender en el saco
es el homólogo del proceso vaginal testicular en el herniario inguinal o femoral, especialmente durante los
género masculino. primeros meses del embarazo.
En la mayoría de los casos la hernia inguinofemoral
de la mujer en estado de gravidez no debe ser operada.
HERNIA INGUINOFEMORAL Pero en los casos en los que el evento quirúrgico es ne-
EN EL EMBARAZO cesario por urgencia es muy importante contemplar va-
rios factores. Primero, decidir el tipo de anestesia que
debe usarse y los fármacos anestésicos que van a admi-
Una de cada 3 000 mujeres embarazadas puede padecer nistrarse para salvaguardar el bienestar de la madre y del
hernia inguinofemoral antes del embarazo y volverse niño.
asintomática durante el mismo, o puede aparecer (de Una mujer en edad fértil portadora de hernia inguinal
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novo) durante el transcurso del embarazo debido al au- o femoral debe ser sometida a una adecuada anamnesis o
mento de la presión intraabdominal ocasionada por el historia menstrual, e indicar la presencia de amenorrea
útero grávido. mediante una prueba de embarazo. Si los resultados son
En general, las complicaciones de la hernia son in- negativos, se procederá a la intervención quirúrgica con
carceración y estrangulamiento. La incidencia de estas la técnica de elección, antes de que pueda presentarse un
complicaciones en la hernia inguinal es de 2.8% a dos embarazo. Si la prueba de embarazo es positiva, la inter-
meses y de 4.5% a dos años. En el caso de la hernia vención quirúrgica deberá posponerse para después del
femoral el riesgo es 10 veces mayor. parto (si es que no hay complicaciones durante el trans-
Aunque las mujeres embarazadas portadoras de her- curso del embarazo). Si permanece sin síntomas duran-
nia inguinofemoral pueden permanecer sin síntomas, te el embarazo, se recomienda llevar a cabo el evento

279
280 Hernias de la pared abdominal. Tratamiento actual (Capítulo 34)

quirúrgico al menos entre seis y siete semanas después La hernia inguinal o femoral del útero grávido en gene-
del parto, cuando todos los parámetros vuelvan a su ta- ral causa síntomas a partir del cuarto mes y en el saco
maño normal y cuando el riesgo quirúrgico y anestésico herniario se reportan cambios en el útero, latidos cardia-
no sea tan alto. cos fetales, palpación de partes fetales y movimientos
Si por alguna razón la hernia inguinal o femoral debe del producto.
ser operada en condiciones semielectivas, deberá evitar- Es típico encontrar en estos casos que la hernia era re-
se a toda costa hacerlo en el primer trimestre del embara- ductible, hasta que el embarazo la transforma en irre-
zo y dejarlo para el segundo o tercer trimestres, en cuyo ductible.
caso la cirugía se hará con anestesia local o espinal. La hernia del útero grávido durante los primeros me-
La hernia inguinal o femoral durante el embarazo ses, cuando no se reduce espontáneamente, debe ser re-
puede complicarse con encarcelamiento o estrangula- ducida por taxis, con la aplicación de un vendaje o cintu-
miento, oclusión y posibilidad de gangrena intestinal. rón para prevenir el regreso del útero al saco. En este
En este caso la intervención quirúrgica debe ser urgente punto deben hacerse esfuerzos para llevar a término el
y sin demora. embarazo y diferir el evento quirúrgico para después del
Debe preferirse la anestesia espinal cuando las condi- parto.
ciones de la madre lo permitan y cuando las condiciones Si el diagnóstico de hernia inguinal o femoral del úte-
de urgencia lo justifiquen, ya que este tipo de anestesia ro grávido se hace por primera vez al término del emba-
es la mejor tolerada por el feto. Cuando se debe proceder razo y la hernia es irreductible, tendrá que hacerse una
a la laparotomía o a la laparoscopia por la posibilidad de histerotomía para extraer al niño y vaciar el saco hernia-
resección intestinal debe aplicarse anestesia general o rio (extraer el útero del saco). En caso de no poder redu-
regional, teniendo todas las precauciones para proteger cirlo se esperará hasta que el útero retorne a su tamaño
a la madre y al niño. normal y pueda reducirse a la cavidad abdominal. Sólo
hasta entonces la hernia podrá ser reparada.
En caso de hernia inguinal con incarceración de una
HERNIA DEL ÚTERO GRÁVIDO trompa uterina, embarazo y hemosalpinge se procederá
O HISTEROCELE GRAVÍDICO a reducir la trompa a la cavidad abdominal. Si hay un he-
matoma que diseque el ligamento ancho, se realizará
una salpingooforectomía y de inmediato la reparación
de la hernia. El patólogo confirmará el diagnóstico de
De los órganos genitales internos de la mujer, los que embarazo ectópico tubario.
pueden entrar en el saco de la hernia inguinal o femoral,
en orden de frecuencia, son el ovario y la trompa, el ova-
ANESTESIA DURANTE EL EMBARAZO
rio solo, la trompa sola, el útero no grávido y el útero
grávido durante el embarazo, aunque con menor fre-
cuencia. En 1610 Sennertus se convirtió en la primera
persona que reportó dos casos de hernia inguinal con el Es necesario tener conocimientos profundos de los
útero grávido como parte del contenido del saco. cambios fisiológicos de la mujer embarazada y de la fi-
La hernia del útero no grávido es casi siempre ingui- siología del desarrollo fetal para administrar eficaz-
nal, mientras que la del útero grávido puede ser inguinal mente los medicamentos anestésicos con mínimo riesgo
o femoral, y a veces umbilical o ventral. El útero puede para la madre y el feto.
descender en forma parcial o total. Lo hace de manera El objetivo es evitar agentes teratogénicos, prevenir
parcial cuando el cuerno uterino está presente en el saco y tratar un eventual trabajo prematuro de parto, mante-
y de manera total cuando todo el segmento superior del ner una adecuada circulación uteroplacentaria, evitar la
útero desciende dentro del saco, en cuyo caso la hernia asfixia fetal y salvaguardar la salud de la madre.
alcanza un volumen notable con el progreso del emba-
razo. En la etiopatogenia están implicados dos mecanis- Consideraciones maternas
mos principales:
Los cambios fisiológicos de los órganos y aparatos ma-
1. El útero herniado sufre embarazo posteriormente ternos que ocurren durante el embarazo deben conocer-
(mecanismo más común). se y tomarse en cuenta para la administración de fárma-
2. El útero embarazado (grávido) desciende al saco cos anestésicos, debido a las enormes implicaciones que
durante el primer mes de embarazo. tienen en la madre y el feto.
Hernia inguinofemoral y embarazo 281

Aparato cardiovascular nuye el tono del esfínter esofágico inferior. El útero


grávido rechaza en sentido craneal al estómago y es po-
El sistema cardiovascular de la mujer embarazada es hi- sible que se comprima el duodeno, con la posibilidad de
perdinámico. El índice cardiaco cambia y el volumen ocasionar obstrucción. Es por ello que la mujer embara-
circulatorio aumenta hasta 40%. Las resistencias perifé- zada que recibe anestesia tiene un alto riesgo de padecer
ricas disminuyen proporcionalmente, la frecuencia car- neumonía por reflujo. El mejor tratamiento para evitar
diaca aumenta 25% y la presión arterial permanece esta situación es la prevención. La anestesia general
invariable o en límites inferiores a los normales. El au- debe evitarse en la medida de lo posible, pero si es indis-
mento del índice cardiaco permite un mayor flujo san- pensable se deben adoptar precauciones, como admi-
guíneo directo al útero. El útero aumenta gradualmente nistrar antiácidos, inhibidores H2 y metoclopramida.
el volumen y ocupa casi por completo el espacio pélvi-
co. Durante la decimotercera semana puede comprimir Sistema renal
la vena cava inferior y la aorta, sobre todo en la posición
supina. El flujo sanguíneo renal aumenta 80% y el filtrado glo-
La compresión del útero grávido sobre la vena cava merular 50%. La azotemia y la creatinina disminuyen
inferior reduce el retorno venoso al corazón derecho, el 50% y la aclaración de creatinina aumenta, lo cual con-
índice cardiaco disminuye y se puede instaurar una hi- lleva una alteración de la farmacocinética, puesto que
potensión, que en caso de ser severa puede reducir el los anestésicos son excretados primariamente por vía
flujo sanguíneo uterino, ocasionando sufrimiento fetal. renal.
La compresión del útero grávido sobre la aorta no impli-
ca alteraciones hemodinámicas importantes, a menos Sistema hematológico
que dicha compresión sea ejercida en el origen de la ar-
teria uterina, ya que causaría disminución del flujo san- El volumen plasmático aumenta 40% y la masa de gló-
guíneo uterino con el consecuente sufrimiento fetal. bulos rojos 20%, por lo que el embarazo se acompaña
de una anemia fisiológica.
Aparato respiratorio El aumento del índice cardiaco compensa la anemia
relativa en la mujer embarazada, de modo que la libera-
ción de oxígeno a los tejidos periféricos permanece in-
La ventilación alveolar aumenta 70% y se incrementan
variable.
la frecuencia respiratoria y el volumen corriente, lo cual
Las plaquetas y los factores de coagulación I, VII, X
origina que los anestésicos inhalados se absorban rápi-
y XII aumentan, ocasionando un estado de hipercoagu-
damente y la inducción anestésica sea también más rá-
labilidad y un alto riesgo de enfermedad tromboembóli-
pida.
ca. La profilaxis con heparina es necesaria cuando la in-
La capacidad funcional residual disminuye 20%, por
tervención quirúrgica obliga a la paciente a permanecer
lo que un aumento del metabolismo basal y del consumo
en cama durante un largo tiempo.
de oxígeno puede ocasionar fácilmente hipoxia y acido-
La embarazada adquiere un estado de resistencia a la
sis.
insulina con aumento de la glucemia y tendencia a la ce-
Las mucosas de las vías respiratorias y de la glotis
tosis, por lo que puede estar en riesgo de padecer diabe-
son edematosas e hiperémicas, por lo que sangran con
tes gestacional, la cual se resuelve espontáneamente
facilidad durante la intubación, para la cual se aconseja
E Editorial Alfil. Fotocopiar sin autorización es un delito.

después del parto.


utilizar un tubo endotraqueal de 6 o 7 mm de diámetro.
Al aumentar el volumen del útero los músculos abdo-
minales pierden tono y el diafragma es empujado hacia
Flujo sanguíneo del útero
arriba, por lo que constituye en esos mementos el mús-
culo respiratorio principal.
El útero normal tiene un aporte sanguíneo de 100 mL/
min, mientras que en el útero grávido es de 700 mL/min,
Aparato gastrointestinal gracias a la dilatación de las arterias uterinas.
La reducción del flujo hemático uterino puede apare-
El aumento de la tasa de progesterona en la circulación cer en caso de hipotensión arterial sistémica de la madre
durante el embarazo conlleva a un aumento de la secre- o como resultado de una compresión local aortocaval
ción basal de gastrina, que estimula la secreción de áci- por parte del útero grávido, y produce hipoxia fetal. Si
do clorhídrico. El vaciamiento gástrico es lento y dismi- aparece durante el primer trimestre del embarazo origi-
282 Hernias de la pared abdominal. Tratamiento actual (Capítulo 34)

na un aborto espontáneo o teratogénesis. Más adelante S Prevenir y tratar un posible parto prematuro.
en la gestación pueden manifestarse desde anomalías S Mantener un adecuado flujo uteroplacentario.
neurológicas del feto hasta parálisis infantil, por lo que S Evitar la hipoxia fetal.
el monitoreo fetal es de extrema importancia. Todos los S Asegurar la salud de la madre y el niño.
factores precipitantes de sufrimiento fetal deben evitar-
se o tratarse, pero si el feto ya alcanzó la madurez pul-
monar, entonces se inducirá el parto. CONCLUSIONES

Consideraciones fetales
Es importante valorar los riesgos y beneficios asociados
El periodo de mayor susceptibilidad a los fármacos tera- con toda la técnica anestésica y quirúrgica para someter
togénicos comprende del día 15 al día 30 de la concep- a una mujer embarazada a intervención quirúrgica por
ción, o sea el periodo de la organogénesis. Existe una complicaciones de la hernia inguinal o femoral.
correlación directa entre el embarazo, el uso de algunos El manejo multidisciplinario es el más adecuado. El
fármacos y la aparición de defectos congénitos. cirujano, el anestesiólogo, el obstetra y el pediatra de-
En conclusión, los objetivos recomendados son: ben cooperar al unísono en la sala de operaciones y du-
rante el periodo perioperatorio para salvaguardar la sa-
S Evitar el empleo de fármacos teratogénicos. lud y el bienestar de la madre y el niño.

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Capítulo 35
Elección de la técnica ideal
en hernioplastia inguinal
Juan Carlos Mayagoitia González

INTRODUCCIÓN TÉCNICAS SIN TENSIÓN


VS. TÉCNICAS CON TENSIÓN

En la actualidad, con el uso de las técnicas libres de ten-


sión para la reparación de las hernias inguinales, se ha Existe casi una total uniformidad en cuanto a este crite-
logrado obtener los índices más bajos de recidiva en la rio, aunque Nyhus9 sigue recomendando las plastias con
historia de las reparaciones herniarias de la ingle: 0.4% tensión para las hernias inguinales con anillo herniario
en promedio para las hernias primarias y 3% en general pequeño y sin destrucción del piso inguinal; no obstan-
para las hernias recidivantes, dependiendo del número te, el resto de los herniólogos y los consensos estableci-
de plastias previas.1--8 Quizá será muy difícil mejorar es- dos por la American Hernia Society (AHS) y la Euro-
tos resultados, aunque se están haciendo esfuerzos por pean Hernia Society (EHS) alientan el uso de técnicas
encontrar un procedimiento que cubra todas las zonas sin tensión con material protésico para cualquier tipo de
vulnerables con que cuenta cada una de las plastias co- hernia inguinal, debido a su menor índice de recidivas
nocidas hasta el momento y lograr 0% de recidivas; sin (entre 50 y 75% menos de recurrencias con mallas que
embargo, esto parece casi imposible, debido a la diver- con las técnicas con tensión) y al efecto preventivo de
sidad de factores que intervienen en la génesis de las estas plastias en cuanto a la aparición de alguna otra her-
hernias en esta región. nia en las zonas vulnerables del piso inguinal, al ser pro-
Después de conocer y aplicar cada una de las técnicas tegido por los grandes segmentos de malla que se colo-
de reparación de hernia inguinal que se comentan en can.
este libro, pueden plantearse los siguientes cuestiona- También debe recordarse que las hernias con tensión
mientos: ¿sólo deben utilizarse técnicas sin tensión y que utilizan el ligamento inguinal para reforzar el piso,
abandonar los procedimientos anteriores?, ¿cuál técni- como serían los procedimientos de Bassini y Shouldice,
ca es la mejor?, ¿es posible utilizar una sola técnica para aumentan la frecuencia en la aparición de hernias femo-
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todos los tipos de hernia inguinal o tiene que individua- rales al incrementar el tamaño del anillo femoral por la
lizarse el procedimiento?, ¿existe relación entre el tipo tracción que sobre él se ejerce.10
de plastia usado y las complicaciones tempranas o tar- De la misma manera, algunos autores ponen en tela
días? y ¿cuántas técnicas debe saber aplicar el cirujano de juicio al cirujano que continúa realizando los proce-
para que se le considere capaz de resolver cualquier tipo dimientos con tensión y lo califican de poco ético, por-
de hernia inguinal que se le presente? que somete al paciente a un procedimiento que tendrá
Ahora tratarán de analizarse en lo posible algunos un índice de recidiva mayor al que se obtiene con las téc-
puntos de interés. nicas no tensionantes.

283
284 Hernias de la pared abdominal. Tratamiento actual (Capítulo 35)

ESTANDARIZACIÓN VS. efectuar una u otra técnica puede hacerse durante el pe-
INDIVIDUALIZACIÓN riodo transoperatorio, de acuerdo con los hallazgos.
Puede realizarse con anestesia regional (bloqueo peri-
dural) e incluso con anestesia local, cuando se domina
adecuadamente la técnica de infiltración. Los índices de
Es lógico y hasta comprensible que el diseñador de una complicaciones tempranas y recurrencias son más bajos
técnica de reparación inguinal sostenga la tesis de la es- que con el método laparoscópico. Además, el costo real,
tandarización del método de plastia inguinal, o sea que que es el que paga el paciente al abandonar el hospital,
se utilice siempre y sistemáticamente la misma técnica, es considerablemente menor que con las técnicas lapa-
sin importar las características del paciente y del tipo de roscópicas. El tiempo de retorno a las actividades coti-
hernia que presente. Así, cada uno de dichos diseñado- dianas en estos procedimientos es de 4 a 7 días y el inicio
res propone su propio método como la técnica estándar de actividades de mucho esfuerzo físico oscila entre 10
(Rutkow la técnica mesh plug, Amid la técnica Lich- y 14 días.
tenstein, Gilbert la técnica PHS, etc.). El principal pro- Los inconvenientes de las técnicas abiertas incluyen
motor de esta estandarización es Rutkow, quien men- el hecho de que requieren una incisión adicional en caso
cionó que ante los buenos resultados de cada una de las de que la hernia sea bilateral, no es posible revisar la in-
técnicas el hecho de clasificar las hernias sólo tiene in- gle contralateral en busca de hernias no detectadas clíni-
terés como parte de la metodología al hacer estudios camente y existe una inflamación regional en el posope-
comparativos entre dos o más técnicas en cuanto a sus ratorio inmediato que molesta al paciente al momento
resultados de complicaciones y recidivas, mas no para de movilizar la extremidad.
modificar o influir en el método de reparación.2 Las ventajas del método laparoscópico se reducen a
Por otro lado, Nyhus y la mayoría de los cirujanos la oportunidad que brinda de diagnosticar una hernia
que se dedican al manejo de las hernias inguinales pre- contralateral no sospechada durante el procedimiento y
fieren la individualización de cada paciente, de acuerdo poder hacer la reparación bilateral sin necesidad de una
con el tipo de hernia, la edad del paciente, el trabajo que nueva incisión. Las molestias posoperatorias son meno-
desempeña, las enfermedades concurrentes, las caracte- res y el tiempo de incapacidad para regresar a las activi-
rísticas del defecto herniario y del piso inguinal, etc. dades habituales, especialmente las relacionadas con
Este pensamiento parece ser el más razonable,11 ya esfuerzos importantes, oscila entre 7 y 10 días.
que nunca será lo mismo reparar una hernia con un ani- La reparación laparoscópica depende por completo
llo herniario pequeño y el piso inguinal íntegro, en la del operador, lo cual significa que los resultados están
que cualquier técnica dará buenos resultados, que en- claramente ligados a la habilidad manual de la persona
frentarse a la reparación de una hernia inguinal grande que opera. La curva de aprendizaje es más larga y los ín-
con un anillo herniario de más de 5 cm y piso inguinal dices de complicaciones tempranas son notoriamente
totalmente destruido, donde tendrá que utilizarse un mayores que en las técnicas abiertas. La frecuencia de
procedimiento que incluya un mejor reforzamiento de recurrencias es ligeramente mayor, aunque los resulta-
todo el piso inguinal. dos no son totalmente reproducibles en todos los centros
hospitalarios. El costo real de la cirugía es cerca de tres
veces mayor que con el método abierto, aunque existe
controversia en cuanto a que los días de incapacidad que
TÉCNICA ABIERTA VS. se ahorra el paciente (cuatro o cinco días) compensan
TÉCNICA LAPAROSCÓPICA los costos.

TIPO DE HERNIA
Sin tomar en cuenta los aspectos del costo--beneficio, de
lo cual se hablará en otro capítulo, puede comentarse
que las técnicas abiertas tienen más versatilidad en
cuanto a que pueden ser efectuadas en cualquier medio Uno de los principales criterios para elegir el método de
hospitalario, puesto que no requieren material sofistica- reparación de una hernia inguinal debe ser el tipo de her-
do para su ejecución y son más fáciles de aprender y de nia de que se trate.
enseñar (las curvas de aprendizaje y de obtención de re- En un estudio llevado a cabo por el autor de este capí-
sultados reproducibles son muy cortas); la decisión de tulo y su grupo se encontró que en los pacientes con her-
Elección de la técnica ideal en hernioplastia inguinal 285

nias tipo I a VI (clasificación de Gilbert--Rutkow) de TIPO DE ABORDAJE


tipo primario puede realizarse cualquier tipo de plastia PREVIO
libre de tensión y obtener buenos resultados.8 Sin em-
bargo, cuando el piso de la ingle se encuentra totalmente
destruido, los procedimientos abiertos que basan su me-
canismo de acción en un segmento de malla preperito- Parece fácil decir que una hernia abordada inicialmente
neal que deba estar sujetado por la fascia transversalis por vía anterior abierta debe ser reoperada en caso de re-
(mesh plug, Trabucco o PHS) no serán muy efectivos si cidiva con una técnica abierta preperitoneal o una lapa-
cuentan sólo con un segmento mínimo de fascia que los roscópica, y que si la recidiva es posterior a un método
sostenga o prescinden de él. Lo anterior favorece que el laparoscópico o abierto preperitoneal la elección debe
dispositivo protésico tienda a quedar inestable y que sea ser un abordaje abierto anterior.
expulsado el componente preperitoneal, con el conse- En general, se ha observado que la primera recidiva,
cuente riesgo de recidiva. e incluso la segunda, en la mayoría de los casos pueden
Las técnicas laparoscópicas que utilizan grandes seg- ser reparadas por la misma vía de abordaje cuando se
mentos de malla para ocluir todo el orificio miopectíneo tiene experiencia. En los pacientes con tres o más recidi-
y la técnica de Lichtenstein como método abierto son la vas se recomienda hacer el abordaje por una vía dife-
mejor opción en este tipo de pacientes.8 rente.
Las hernias femorales o las hernias tipo VII se repa- En este punto se tiene el inconveniente de que no to-
ran con mayor facilidad técnica si se usan el método del dos los cirujanos dominan las técnicas laparoscópicas y
mesh plug, la técnica HERD o el procedimiento de las técnicas abiertas preperitoneales tampoco son del
Lichtenstein modificada con pestaña. Es evidente que dominio de la totalidad de los cirujanos. Por lo tanto, la
las técnicas laparoscópicas bien realizadas cubren ade- vía de acceso y la técnica en caso de hernias multiopera-
cuadamente el orificio femoral. das dependerán de la experiencia del cirujano que en-
Las hernias recidivantes de cualquier tipo represen- frenta el problema.
tan siempre el reto de la fibrosis y pérdida de la relación
anatómica normal, ocasionada por las cirugías previas.
La forma menos traumática y más sencilla de realizar su
reparación es mediante la técnica de mesh plug (o cual- PREFERENCIAS DEL CIRUJANO
quier otra que utilice un plug), porque requiere una di-
sección mínima del área inguinal sólo a nivel del saco
y del defecto herniario.
Los métodos de reparación abierta preperitoneal Se cuenta en la actualidad con más de 20 diferentes téc-
(Kugel o grid iron) pueden utilizarse con relativa facili- nicas para la reparación de una hernia inguinal entre
dad si se domina el abordaje. Si se intenta hacer la repa- abordajes abiertos y laparoscópicos. Es indiscutible que
ración de una hernia recidivante con los métodos que la preferencia de cada cirujano es lo que al final decide
utilizan un parche (patch), habrá necesidad de efectuar la técnica que se va a utilizar. Sin embargo, esta elección
una disección amplia y adecuada del piso inguinal para siempre debe estar sustentada en un buen adiestra-
reconocer completamente las estructuras necesarias, miento en este tipo de reparaciones, así como en la expe-
como cordón espermático, ligamento inguinal, pubis y riencia propia y en la referida en la literatura médica.
E Editorial Alfil. Fotocopiar sin autorización es un delito.

arco del transverso, para poder fijar la malla. Al mismo En el mencionado estudio8 del autor se encontró que
tiempo, deben preservarse las ramas nerviosas del ilio- 83% de los cirujanos dominan una sola técnica de repa-
hipogástrico y del ilioinguinal, lo cual es difícil y en ración inguinal y que la utilizan de manera sistemática.
ocasiones imposible, porque se tienen más posibilida- El restante 17% saben efectuar dos o más técnicas y uti-
des de dañar las estructuras nerviosas y vasculares de la lizan el criterio de individualización en el manejo de los
región, con sus respectivas consecuencias en el periodo pacientes.
posoperatorio (neuralgias, disestesias, seromas, hema- Se ha polemizado mucho acerca de que la mejor téc-
tomas, atrofias testiculares, etc.). Las técnicas laparos- nica es la que el cirujano domina o de que la mejor técni-
cópicas también porporcionan una excelente exposi- ca es la que cada paciente necesita de acuerdo con las
ción si las cirugías previas se hicieron por vía anterior características especiales e individuales de cada hernia.
al entrar en un área poco trabajada, especialmente cuan- Puede concluirse que la mejor técnica es la que el ciru-
do en el procedimiento previo no se utilizó la malla en jano domina, de acuerdo con las necesidades de cada
el espacio preperitoneal. paciente.8,11
286 Hernias de la pared abdominal. Tratamiento actual (Capítulo 35)

REFERENCIAS
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Cir Gen 1998;20(Supl 1):17--20.
Capítulo 36
Síndrome de dolor inguinal
crónico preoperatorio
Alberto Acevedo Fagalde

INTRODUCCIÓN ANTECEDENTES

De acuerdo a la afirmación de M. Deysine en 2002:1 El síndrome de dolor inguinal fue descrito por Magee2
“Los pacientes con dolor inguinal, sin una hernia palpa- en 1942, refiriéndose al atrapamiento del nervio genito-
ble o que persiste después de una herniorrafia, se en- femoral en pacientes con apendicectomía o traumas se-
cuentran frente a un dilema diagnóstico y terapéutico. veros de la región inguinal o de la región del abdomen
Una exploración diagnóstica sin resultados agrega una inferior.
carga adicional a un paciente ya estresado”. Este autor El dolor inguinal, denominado en general inguinodi-
vino a iluminar en parte el dilema producido por la con- nia, se ha descrito en deportistas de alta competitividad;
currencia de un gran número de pacientes portadores de Morelli y col.3 hacen una detallada descripción de estas
dolor inguinal crónico al consultorio externo del Pro- lesiones, de sus manifestaciones clínicas y de su enfo-
grama de Cirugía Ambulatoria de las Hernias del Cen- que terapéutico.
tro de Referencia de Salud (CRS) Cordillera Oriente, Entre este grupo de lesiones descritas en atletas se
que atiende dos populosas comunas de la ciudad de San- mencionan las hernias del deportista (sport hernias),
tiago de Chile con 450 000 beneficiarios del Sistema que consisten en una neuralgia de los nervios ilioingui-
Estatal de Salud. nal o iliohipogástrico consecutiva al trauma del nervio
producido por una pared posterior del canal inguinal dé-
bil y protruyente.
DEFINICIÓN Esta afección es frecuente para algunos y excepcio-
nal para otros.4,5
Deysine1 fue el primero en destacar que el dolor in-
E Editorial Alfil. Fotocopiar sin autorización es un delito.

guinal crónico puede presentarse en la población general


El síndrome de dolor inguinal crónico (SDIC) constitu- sin la presencia de hernia, de antecedentes quirúrgicos
ye un cuadro clínico frecuente en la población general o de esfuerzos físicos desmedidos, deportivos o labora-
de ambos géneros, que se caracteriza por dolor neuropá- les.
tico de la región inguinofemoral con características que En el consultorio externo del Programa de Cirugía
permiten diferenciarlo claramente de una hernia ingui- Mayor Ambulatoria de las Hernias del CRS Cordillera
nal. Oriente de Santiago el síndrome de dolor inguinal cró-
Este cuadro puede coexistir con una hernia inguino- nico en sujetos sedentarios se presentó en 14% de las
femoral o hacerse presente en un paciente previamente consultas por síntomas referidos a la región inguinal, en
sometido a una herniorrafia inguinal. un periodo de 10 años.6

287
288 Hernias de la pared abdominal. Tratamiento actual (Capítulo 36)

T12 Nervio iliohipogástrico

L1
Iliohipogástrico

L2
Nervio ilioinguinal
Ilioinguinal
Plexo
L3 lumbar
Genitofemoral

L4 Nervio genitofemoral
Femoral cutáneo
lateral
Femoral
L5
Obturador Figura 36--2. Trayecto de los nervios del plexo lumbar en la
pared abdominal.
Obturador
accesorio Tronco lumbasacro

Figura 36--1. Plexo lumbar. abdominal o en el trayecto por el canal inguinal (figura
36--2 y cuadro 36--1).

ETIOPATOGENIA
CUADRO CLÍNICO

El SDIC es la consecuencia de una neuralgia de los ner-


vios que inervan la región inguinofemoral y genital, Los síntomas del SDIC se diferencian claramente de los
cuyo origen se encuentra en las raíces nerviosas entre de las hernias de la región inguinofemoral. En el cuadro
T12 y L2; dichos nervios son el ilioinguinal, el iliohipo- 36--2 se muestran los resultados de estudios efectuados
gástrico y el genitofemoral (figura 36--1). El compromi- en el Centro de Cirugía Ambulatoria de las Hernias.6,7
so de los nervios puede ser la consecuencia de una lesión El dolor nociceptivo es la consecuencia de la activa-
en cualquier punto de su trayecto, es decir, intramedu- ción de nociceptores mecánicos, químicos, térmicos,
lar, en la emergencia de la raíz nerviosa por el agujero etc., mientras que el dolor neuropático se debe a una le-
de conjunción, en el trayecto del nervio por la pared sión nerviosa central o periférica. El dolor neuropático
tiene un componente basal, urente, continuo, de intensi-
dad variable y exacerbaciones agudas, paroxísticas y
breves. Lo habitual es que la sensación urente, continua
Cuadro 36--1. Etiología más frecuente del SDIC y las sensaciones lancinantes coexistan asociadas con
A nivel del orificio de conjunción parestesias y disestesias.8,9
Artritis o artrosis interfacetarias El dolor neuropático presenta una considerable difi-
Hernia del núcleo pulposo cultad diagnóstica y requiere experiencia y dedicación
Espondilolistesis para conseguir una adecuada y exhaustiva caracteriza-
Osteofitos ción. Este dolor ayuda a diagnosticar la presencia de
Tumores otros estigmas de daño neurológico y síntomas de pato-
A nivel del nervio logía de la columna vertebral, como síndrome ciático,
Neuritis meralgia parestésica o claudicación intermitente del
Atrapamiento del nervio cuadríceps.
Neuroma El examen físico debe orientarse a descartar la presen-
Hernia inguinal cia de una hernia inguinal; sin embargo, una hernia ingui-
Otras (viral, diabetes mellitus, etc.) nal puede coexistir con un SDIC y es necesario que el
Síndrome de dolor inguinal crónico preoperatorio 289

Cuadro 36--2. Características que diferencian EXÁMENES COMPLEMENTARIOS


a las hernias inguinales del SDIC
Hernia SDIC
Relación hombre:mujer 7:1 3:2 Los pacientes acuden con frecuencia a consulta con el ci-
Edad 56.2 (de 15 43.4 (de 17 a rujano enviados por el médico general con una tomogra-
a 88 71 años) fía o ultrasonido de la región inguinal que la mayoría de
años) las veces muestra la presencia o ausencia de una hernia
Dolor Nociceptivo Neuropático inguinal o femoral pequeña, lo cual se entiende porque
Periodicidad Ausente Presente clínicamente estos pacientes no presentaron una hernia
Desaparece con el reposo Sí No (92%)
detectable de la región inguinofemoral durante el exa-
Dolor nocturno No Sí (89%)
men físico.
Posición antálgica No Sí (90%)
En 1997 y 1998 estos pacientes se sometieron a una
Meralgia parestésica Ausente Presente (72%)
intervención con la finalidad de explorar la región; sin
Patología de columna Ausente Presente (95%)
embargo, no se comprobaron alteraciones que explicaran
el cuadro doloroso, lo cual contribuyó a confirmar que
dichas personas padecían un nuevo síndrome.
Una vez planteado el diagnóstico de una afección neu-
cirujano distinga ambos cuadros y le informe esto al pa-
rológica radicular o de los nervios ilioinguinal, iliohipo-
ciente, puesto que si no lo hace arriesga que la persisten-
gástrico o genitofemoral en su trayecto por la pared ab-
cia del dolor en el posoperatorio se atribuya a la acción
dominal, se comprobó que los elementos disponibles
quirúrgica.
para el adecuado diagnóstico de estas lesiones son esca-
También debe destacarse que el canal inguinal puede
sos y poco específicos.
estar ocupado por un bulto o por una masa que se hace
Las radiografías simples de la columna dorsolumbar
evidente al comparar ambas regiones inguinales. Esta
y de la articulación coxofemoral ayudan en esta etapa del
circunstancia, que es infrecuente, se denomina canal in-
diagnóstico, pero son poco específicas.
guinal ocupado, y puede coexistir con un anillo inguinal
La interconsulta con un neurólogo puede ayudar para
superficial normal. Sin ser una hernia, pone en eviden-
diferenciar el dolor y entregar información sobre las alte-
cia una patología del canal inguinal que puede ser res-
raciones de la sensibilidad táctil.
ponsable del dolor inguinal. El cuadro 36--3 da cuenta
A sugerencia del Dr. Deysine se efectuó el bloqueo
de los hallazgos en 150 casos de SDIC diagnosticados
anestésico del nervio ilioinguinal a la altura de la espina
en nuestro Centro de Cirugía Ambulatoria de las Her-
iliaca anterosuperior, para descartar un atrapamiento o
nias.
traumatismo del nervio a nivel del canal inguinal, en
Deben examinarse la articulación coxofemoral y la
cuyo caso el dolor desaparece o disminuye de manera
columna vertebral. El autor de este capítulo y su grupo
consistente. Ante el bloqueo positivo se determinó la ex-
le dan una importancia especial a la percusión de los
ploración del canal inguinal, la cual tiene también un ob-
cuerpos vertebrales y de las masas musculares paraver-
jeto diagnóstico.
tebrales con un golpe de puño. El dolor que originó la
percusión a nivel de los cuerpos vertebrales T10 a T12
y L--1 estuvo presente en 70% de los pacientes con
DIAGNÓSTICO
E Editorial Alfil. Fotocopiar sin autorización es un delito.

SDIC.
La sensibilidad táctil en la región inguinal muchas
veces está alterada; sin embargo, proporciona informa-
ción subjetiva que con frecuencia es difícil de reprodu- Como se sabe, la sintomatología se diferencia bien de la
cir y requiere una gran concentración por parte del pa- de una hernia de la región inguinofemoral y el examen
ciente y del médico. Hoy en día esta acción se realiza físico permite descartar su presencia.
excepcionalmente. Es más o menos común que estos pacientes presenten
La palpación del pubis, de la sínfisis pubiana, del li- dolencia durante meses y años, y que tengan en su haber
gamento inguinal, de los pilares del anillo inguinal su- infructuosas consultas a médicos generales y a diversos
perficial y de la inserción de los músculos aductores del especialistas tanto del área médica como de la quirúrgi-
pubis casi siempre es dolorosa en los pacientes con ca sin encontrar una solución a su problema.
SDIC, de modo que una lesión osteotendinosa hace me- Una tomografía o ultrasonido llevados a cabo en un
nos probable el sedentarismo de estos pacientes. desesperado intento por encontrar una hernia inguinal
290 Hernias de la pared abdominal. Tratamiento actual (Capítulo 36)

Cuadro 36--3. Clasificación del SDIC Es necesario destacar la importancia que se le da al blo-
según sus características clínicas queo del nervio ilioinguinal y a la fisioterapia de la co-
SDIC Sin hernia inguinal o femoral sin ocupa- 117
lumna vertebral, los cuales son tratamientos que ad-
ción del canal inguinal quieren el carácter de pruebas diagnósticas, cuyo éxito
Con hernia inguinal o femoral o con 28 permite localizar el sitio de origen del daño neuroló-
canal inguinal ocupado gico.
Con herniorrafia previa, sin recidiva, 5
con recidiva

DIAGNÓSTICO DIFERENCIAL
casi siempre es el motivo por el cual el paciente es deri-
vado a la consulta del cirujano, quien debe hacerse
cargo de este síndrome desde la perspectiva de un espe- Una vez que se examinaron las regiones inguinal y fe-
cialista en pared abdominal. moral con el paciente de pie en posición de decúbito,
Pasará a ser una actividad principal del cirujano el y que se estudiaron el testículo y el cordón espermáti-
aclarar al paciente su situación de tal manera que acepte co, para descartar la presencia de una hernia y el engro-
que sus dolencias son consecuencia del daño de los ner- samiento del funículo o del testículo, la atención debe-
vios de la zona, y acepte el iniciar un itinerario diagnós- rá dirigirse a otras patologías capaces de producir dolor
tico y terapéutico complejo y frecuentemente costoso. inguinal crónico. Las contusiones graves y los procedi-
Se han distinguido tres formas de presentación del mientos quirúrgicos llevados a cabo en el hemiabdo-
SDIC (cuadro 36--3) y en un porcentaje no despreciable men inferior pueden ser responsables de la causalgia
(18%) se comprobó una hernia inguinal o la ocupación genitofemoral descrita por Magee,2 y su diagnóstico se
del canal inguinal por una masa palpable durante la cui- planteará después de descartar otras causas de dolor
dadosa comparación de ambas regiones inguinales. En inguinal.
estos casos es necesario informar al paciente que inclu- El dolor inguinal en los atletas se presenta en los de-
so con la intervención de la hernia existe la posibilidad portistas profesionales y de élite, y es más frecuente
de que el dolor inguinal persista y requiera una trata- entre los futbolistas, los tenistas y los jugadores de ba-
miento orientado a corregir la neuritis o la radiculopatía loncesto. El dolor resume un desorden musculosquelé-
subyacente. tico, producto de una acción muscular extrema.
Las figuras 36--3 a 36--5 muestran diagramas de flujo El síndrome de los aductores se refiere al compro-
con la conducta actual a seguir en cada uno de los casos. miso de estos músculos en su inserción en el pubis,

Éxito
alta
Medicina
Positivo física
Sin hernia Examen Fracaso
SDIC clínicamente neurológico
manifiesta y de columna
Negativo ECO

Canal
inguinal
alterado Canal
inguinal
sano
Exploración
quirúrgica

Interconsulta
Éxito Fracaso Neurólogo
Neurocirujano

Figura 36--3. Diagrama de flujo diagnóstico y terapéutico del SDIC en ausencia de una hernia.
Síndrome de dolor inguinal crónico preoperatorio 291

Éxito
Con hernia alta
inguinal o femoral Herniorrafia
SDIC o y
con canal inguinal neurólisis Persistencia
ocupado del dolor

Éxito AINE y Examen


alta medicina física Alterado neurológico y de
la columna

Interconsulta:
Persistencia Neurólogo Normal
del dolor Neurocirujano
Traumatólogo
Medicina del deporte

Figura 36--4. Diagrama de flujo del diagnóstico y el tratamiento del SDIC en presencia de una hernia inguinal o femoral.

pero también se han descrito entesitis (inflamación del TRATAMIENTO


tejido conectivo de las inserciones aponeuróticas o ten-
dinosas del hueso) de los pilares del anillo inguinal su-
perficial en el pubis, desgarros musculares y fracturas
por estrés o por avulsión, entre muchas otras lesiones. Pacientes portadores de hernias
La palpación y la compresión de las prominencias de la región inguinofemoral
óseas, así como el estudio dinámico de la extensión o o de canal inguinal ocupado
contracción musculares, ayudan al diagnóstico al mo-
mento de producir una exacerbación del dolor.3--5 El es- Se someten a una intervención de la hernia con disección
tudio radiológico y ecotomográfico contribuye a esta- de los nervios ilioinguinal e iliohipogástrico, y en ocasio-
blecer el sitio y las características de la lesión. No nes de la rama genital del genitofemoral. En la actualidad
siempre es posible determinar la etiología del dolor que se prefiere extirpar los nervios (trineurectomía) en el
aflige a los atletas. Gilmore10 presentó el concepto groin mismo procedimiento de la herniorrafia. El canal ingui-
disruption, que puede traducirse como desgarro o rup- nal ocupado merece una especial mención, pues repre-
tura inguinal, para entender el conjunto de alteraciones senta por lo general una hernia sacular en formación o
anatomopatológicas que se aprecian en la región. El au- una hernia lipomatosa. No es infrecuente encontrar que
tor es categórico al señalar que las lesiones que él ha en- el nervio está siendo rechazado por una hernia lipoma-
contrado en un gran número de pacientes no constituyen tosa o por la pared posterior, que es prominente.
una hernia inguinal. La mayoría de los pacientes se be- En caso de que persista el SDIC en el posoperatorio,
nefician con la corrección quirúrgica de los desgarros. el paciente deberá ser manejado como un paciente sin
hernia.
E Editorial Alfil. Fotocopiar sin autorización es un delito.

El estudio radiológico con herniografía en pacientes


con dolor inguinal ha permitido reconocer las llamadas
hernias ocultas, que se dan principalmente en las muje- Pacientes no portadores de hernia o
res obesas, y ha evidenciado principalmente las hernias que no tienen el canal inguinal ocupado
femorales y obturatrices. La sensibilidad y la especifici-
dad del método son bajas, con falsos negativos de 20% Cuando los pacientes no tienen una hernia inguinofe-
y falsos positivos de 10%.11 moral y el canal inguinal aparece normal se procede a
La herniografía dio origen también a la sport hernia,12 infiltrar con anestesia local el nervio ilioinguinal a la al-
para señalar las alteraciones de la pared posterior del ca- tura de la espina iliaca anterosuperior, como lo ha reco-
nal inguinal detectadas en los pacientes con dolor ingui- mendado Deysine. Esto es posible sólo si el paciente
nal. Estos hallazgos originaron el “síndrome de fosa pro- presenta dolor al momento de la consulta.
funda y amplia” (syndrome of broad and deep fossae), Cuando el bloqueo hace desaparecer el dolor se supo-
que se contrapone con los hallazgos de Gilmore. ne que se está frente a una neuralgia por un daño produ-
292 Hernias de la pared abdominal. Tratamiento actual (Capítulo 36)

Éxito
alta

Recidiva Herniorrafia
clínicamente y
manifiesta neurólisis

Herniorrafia Fracaso
SDIC previa
Sin recidiva No suprime
clínicamente el dolor
manifiesta

Anestesia del
nervio ilioinguinal
Interconsulta
Neurología
Neurocirugía
Traumatología
Suprime el Medicina del deporte
dolor
Exitosa Fracaso
alta

Neurólisis
del nervio
ilioinguinal

Figura 36--5. Diagrama de flujo diagnóstico y terapéutico del SDIC posquirúrgico.

cido en el trayecto del nervio en su trayecto inguinal, por vertebral. Esta terapia es muy efectiva en la mayoría de
lo que se procede a la intervención, donde se efectúa una los enfermos, pues ayuda a desaparecer o disminuir en
cuidadosa disección que se asocia con una trineurecto- gran medida los síntomas.
mía y reforzamiento de la pared posterior en caso nece- Sólo en ocasiones excepcionales, y ante el fracaso de
sario. la rehabilitación, los pacientes son enviados al neuroci-
Los demás pacientes se envían a consulta con el fisiatra rujano para un examen exhaustivo de la columna y su
(medicina física) para una rehabilitación de la columna corrección quirúrgica.

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Capítulo 37
Dolor inguinal crónico
posoperatorio o inguinodinia
Rigoberto Álvarez Quintero

INTRODUCCIÓN no acuñado por el Dr. P. Amid para describir la forma-


ción fibrogranulomatosa en el área quirúrgica, aunada
a la presencia de material protésico —generalmente po-
lipropileno— pesado, arrugado o enrollado que actúa
El dolor inguinal posoperatorio tomó importancia una como un cuerpo extraño, cuya presencia puede causar
vez que las técnicas libres de tensión ofrecieron la posi- molestia, principalmente en los pacientes delgados,
bilidad de reducir en forma considerable los índices de cuando involucran alguna estructura nerviosa o el con-
recidiva, lo cual enfocó la atención en este padecimien- ducto deferente, que fue esqueletizado, o cuando no se
to de infrecuente presentación, pero detectado en un incluye el músculo cremáster en el cordón espermático
grupo de pacientes operados de hernioplastia inguinal. y su inervación queda expuesta al contacto con la malla,
Dada la trascendencia en el aspecto laboral y la mala ocasionando una eyaculación dolorosa.
práctica (malpraxis), las complicaciones derivadas del Este dolor somático se localiza en la región inguinal,
dolor incapacitante posterior a la herniorrafia pasaron a pero no involucra directamente los troncos neurales y
ocupar el primer lugar de impacto laboral y legal en este en general desaparece entre 30 y 90 días; no ocurre lo
rubro.1 Los grupos, sobre todo los europeos, pusieron su mismo con el meshoma, que con frecuencia requiere la
atención en el estudio controlado y aleatorizado de gran- remoción del cuerpo extraño y del tejido granulomatoso
des series, con un índice de persistencia de hasta 12.3%2 circundante, lo cual constituye un procedimiento por
a los tres meses en pacientes sometidas a cesárea y de demás riesgoso cuando se trata de material colocado en
1.9%3 en los pacientes sometidos a herniorrafia abierta, el espacio de Bogros contiguo a los vasos iliacos. Este
donde los centros de enseñanza quirúrgica presentaron la tipo de dolor somático no tiene ninguna relación con el
mayor incidencia. Se reportan series de hasta 11% a largo tipo de técnica utilizada, con la colocación de mallas pe-
plazo,4 el cual puede interpretarse desde varias perspecti- sadas (> 80 g/m2) ni con el uso de técnicas lineales que
vas, según la escala de valoración aplicada. utilizan sólo sutura, pues su incidencia es prácticamente
La patología de la inguinodinia se presenta de dos la misma.5
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maneras principalmente. La primera es de origen somá- La segunda forma de presentación de dolor posope-
tico, y es la forma más común de presentación, secunda- ratorio en la ingle es el dolor neuropático que, al contra-
ria a la ruptura de tejidos y el proceso inflamatorio pro- rio del somático, se manifiesta generalmente desde el
pio de cualquier intervención quirúrgica, lo cual se posoperatorio inmediato en la mayoría de los casos e in-
manifiesta en los primeros días posoperatorios. La mo- volucra una lesión del nervio por sección (al cortar en
lestia es de tipo inespecífico y puede variar entre dolor, forma voluntaria o incidental el nervio) o por prensión
entumecimiento, malestar vago o un franco cuadro de (al quedar atrapado dentro de una sutura o grapa al mo-
inflamación y tumoración secundario a hematoma que mento de fijar la malla o al momento del cierre de la apo-
requiere atención quirúrgica inmediata; asimismo, pue- neurosis del músculo oblicuo mayor) de alguno de los
de presentar una masa denominada “meshoma”, térmi- troncos neurales del plexo lumbar con el consiguiente

293
294 Hernias de la pared abdominal. Tratamiento actual (Capítulo 37)

Tejido conectivo perineural


Fascículo nervioso

Axón

Hoja de mielina

Endoneuro

Epitelio perineural
Tronco nervioso Epineuro Fascículo nervioso

Figura 37--1. Tronco nervioso. Una vez lesionado y cortadas las diferentes capas del nervio, se exponene el epitelio epineural.

dolor localizado al dermatoma específico del nivel le- La respuesta inflamatoria crónica involucra la for-
sionado, con una incidencia de 3 a 5%. La sintomatolo- mación e integración de fibrina en su fase inicial, así
gía puede variar desde incomodidad por disestesia o como la transformación del colágeno como respuesta
anestesia hasta una verdadera incapacidad por hiperes- cicatrizal y la integración de los materiales de soporte
tesia resistente a la administración de analgésico orales y contención. En los casos que involucran uno o varios
y parenterales, lo cual puede llegar a frustrar al paciente troncos neurales durante la disección (sección) o al mo-
y al mismo cirujano, que no cuenta con un arsenal efec- mento de la fijación (prensión) se lesiona la capa epi-
tivo para el manejo conservador de estos eventos. neural, exponiendo el epitelio perineural, que es rico en
mielina (figura 37--1).
Una vez expuesta la mielina, se mezcla con los fibro-
blastos y éstos, al terminar su proceso de integración, con-
FISIOPATOLOGÍA forman una tumoración compuesta principalmente de fi-
broblastos y mielina, denominada neurofibroma, que tiene
la capacidad de producir neuropotenciales, que son inter-
pretados como dolor o disestesias a nivel central.
Los mecanismos de cicatrización involucran en su fase Una entidad frecuente en las pacientes con inguino-
aguda la producción de factores inflamatorios, como dinia posterior a una cesárea es el neuroendometrioma,9
TNF (factor de necrosis tumoral), interleucinas y citoci- el cual es el resultado de una incisión de tipo Pfanenstiel
nas, para establecer la respuesta histoquímica al trauma baja, que involucra la mayoría de las veces la sección o
quirúrgico. Los materiales de fijación (sutura o grapas) prensión de los nervios ilioinguinales y su inclusión en
y de soporte (malla) actúan como cuerpos extraños al la sutura de la pared muscular (figura 37--2).
ser colocados entre los tejidos, cuya gran masa repre-
senta un factor predominante que modifica toda la res-
puesta inflamatoria. Esto ha llevado a la creación de ma- ANATOMÍA
teriales ligeros y ultraligeros (de menos de 28 g/m2) con
una disminución de la respuesta inflamatoria aguda y
menor producción de seromas y de fibroplasia tardía, lo
cual ha conducido a una disminución en el desarrollo de Los nervios involucrados en la génesis del dolor ingui-
dolor crónico.6--8 Sin embargo, es la fase tardía de la res- nal crónico de origen neuropático corresponden al ple-
puesta inflamatoria, en lo que respecta a la integración xo lumbar (figura 37--3). Los nervios que se lesionan en
de los materiales de sostén, la que participa principal- la cirugía abierta, en orden de frecuencia, son el nervio
mente en la génesis de la inguinodinia o dolor inguinal ilioinguinal, el iliohipogástrico y la rama genital del
crónico de origen neuropático. nervio genitocrural, mientras que en los abordajes lapa-
Dolor inguinal crónico posoperatorio o inguinodinia 295

ma paralela al cordón espermático, a lo largo de toda su


extensión. El nervio iliohipogástrico emerge en el mis-
mo sitio que el nervio ilioinguinal, pero viaja intramus-
cularmente para emerger a 2 cm de la línea media y ter-
minar en dos o tres filetes nerviosos en el hipogastrio.
La rama genital del nervio genitocrural emerge a través
del orificio inguinal interno, acompaña al cordón esper-
mático en su cara externa y sigue la vena espermática ex-
terna o “línea azul”. Muchas veces se requieren lupas
para su adecuada identificación. El nervio femorocutá-
neo emerge a través del tercio lateral del ligamento
inguinal y rara vez es lesionado durante la cirugía
abierta; sin embargo, en su proyección interna o lapa-
roscópica viaja por el triángulo lateral a los vasos iliacos
o triángulo del dolor, los cuales casi siempre son lesio-
Figura 37--2. Paciente posoperada de cesárea con inclu- nados al fijar la malla con grapas o tackers en esta zona.
sión (prensión) del nervio ilioinguinal derecho por sutura de
polipropileno con inguinodinia secundaria a neuroendome-
trioma.
DIAGNÓSTICO

roscópicos10 los más frecuentes son las ramas del femo-


rocutáneo y el ilioinguinal.
El nervio ilioinguinal emerge a 1 cm medial a la cres- Los métodos diagnósticos para la determinación de dolor
ta iliaca y se dirige en forma medial sobre las fibras del inguinal posoperatorio crónico o inguinodinia son 100%
músculo oblicuo menor y transverso abdominal en for- clínicos. Los estudios de electromiografía o potenciales
evocados no muestran un nivel de sensibilidad o especi-
ficidad confiable y son de difícil valoración. La tomogra-
fía axial computarizada (TAC) y la imagenología por
T12 resonancia magnética (IMR) han demostrado su utilidad
en los casos de meshomas. El ultrasonido no tiene una
función relevante en el diagnóstico de esta patología.
L1 La valoración del dolor constituye el área donde más
Iliohipogástrico se ha trabajado; no obstante, las escalas de valoración
del dolor son subjetivas, de poca trascendencia diagnós-
L2 tica y nula utilidad terapéutica. Entre ellas está la escala
análoga del dolor o VAS, que valora la intensidad del
Ilioinguinal dolor del 1 al 100. Otra forma de valoración consiste en
Plexo
L3 lumbar el “coeficiente kappa”, que es el resultado de la mezcla
de evaluación con VAS y VRS (Verbal Rating Scale),
Genitofemoral
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cuyos resultados incluyen respuestas sin dolor, dolor


L4 leve, dolor moderado y dolor severo.11 Otros métodos
Femoral cutáneo para valorar el dolor crónico son la escala de SF--MPQ
lateral
(Formato Corto del Cuestionario para dolor de McGill),
Femoral que le permite al paciente describir en forma cualitativa
L5
Obturador las características de su dolor,12 y las escalas SF 3613 y
PDI (Pain Disability Index), las cuales valoran la cali-
Obturador
accesorio Tronco lumbasacro dad de vida en cuanto a la incapacidad laboral y su rela-
ción con el dolor.
Figura 37--3. Anatomía del plexo lumbar. Los nervios lesio-
nados con más frecuencia son el ilioinguinal, el iliohipogás-
Hay que recordar que la patología se manifiesta por
trico y la rama genital del genitocrural en la cirugía abierta; “dolor” y la presencia de este síntoma es más que sufi-
el femorocutáneo y el ilioinguinal se dañan más en el abor- ciente para llegar al diagnóstico de inguinodinia. Las
daje laparoscópico. múltiples escalas de valoración para el dolor crónico
296 Hernias de la pared abdominal. Tratamiento actual (Capítulo 37)

tienen un lugar limitado o nulo en la determinación ob-


jetiva del dolor. Hay que determinar si se trata de una
manifestación somática o neuropática, cuáles nervios
están involucrados, si se trata de hiperestesia o hipoeste-
sia, detectar pacientes simuladores y sobre todo valorar
la evolución clínica en los pacientes tratados de manera
conservadora (analgésicos y antiinflamatorios orales o
parenterales) y quirúrgica (triple neurectomía o resec-
ción de meshoma).
Se considera que una herramienta de gran valor para
la valoración “objetiva” de los pacientes con inguinodi-
nia es el mapeo por dermatomas. Esta técnica diagnósti-
ca permite valorar la intensidad del dolor, pero sobre
todo el tipo de disestesia presente (hiperestesia, hipoes-
tesia o isoestesia) y los ramos nerviosos involucrados. Figura 37--5. Manejo con infiltración local de betametasona
Dado que con frecuencia los pacientes recurren a la si- y lidocaína a 2%; se administran 2 cm3 a 1 cm medial a la
mulación para obtener cobertura de incapacidad en el cresta iliaca y el resto en el trigger point.
trabajo o buscar compensaciones por mala práctica mé-
dica, el mapeo permite evaluar al paciente sin depender
dos tercios proximales del pene o los labios mayores, la
de su influencia en el resultado, ya que él desconoce la
cara anterior del escroto y la cara interna del muslo, en
neuroanatomía del plexo lumbar.
sentido lateral. Los puntos de estimulación se realizan
a una distancia de 1 cm en forma comparativa contrala-
teral y en los casos de plastia inguinal bilateral se hace
MAPEO POR DERMATOMA en forma comparativa con la región periumbilical con-
tralateral. Para la impresión del mapeo se utilizan mar-
cadores indelebles colores rojo (+) para hiperestesia,
azul (--) para hipoestesia y negro (o) para isoestesia.
A los pacientes con inguinodinia persistente mayor de De la cresta iliaca anterosuperior a la línea media
tres meses se les somete a un mapeo por dermatomas, continúa radialmente hacia la parte inferior, hasta cubrir
mediante un estimulador romo. Para este propósito se los límites descritos. Una vez terminado el mapeo se
recurre al “marcador o indicador” de las agendas elec- procede a fotografiar la zona para dar seguimiento a su
trónicas de bolsillo tipo Palm (figura 37--4), el cual ofre- evolución con manejo conservador o a comparar el pos-
ce un grado de estimulación constante, independiente operatorio de los pacientes denervados mediante una
de la presión ejercida. Se demarca el área de estimula- triple neurectomía.
ción que va de la cresta iliaca anterosuperior a la línea
media y hacia abajo, hacia el pubis, extendiéndose a los

Figura 37--6. Triple neurectomía, resección completa del


Figura 37--4. Marcadores indelebles rojo (hiperestesia), nervio ilioinguinal, de los ramos del nervio iliohipogástrico y
azul (hipoestesia) y negro (isoestesia) y estimulador de der- de la rama genital del nervio genitocrural con control trans-
matoma con apuntador tipo Palm. operatorio.
Dolor inguinal crónico posoperatorio o inguinodinia 297

Figura 37--7. Triple neurectomía. A. Localización del nervio ilioinguinal con una sutura de ProleneR que lo atrapaba. B. Resección
de todo su trayecto y ligadura con ácido poliglicólico. C. Cabo proximal del nervio ligado. D. Inmersión del tronco neural ligado
con material absorbible en la masa muscular del músculo oblicuo menor para evitar su contacto con la malla.

TRATAMIENTO sintomatología, coadyuvando así con la administración


de analgésicos y antiinflamatorios orales.
Los casos secundarios a la presencia de un meshoma
casi siempre requieren remoción, teniendo en cuenta
Igual que ocurre en cualquier cirugía, la prevención que los casos secundarios a la colocación de conos son
siempre constituirá la piedra angular en el manejo del
dolor crónico posoperatorio, y en este rubro no hay
campo de mayor trascendencia que el conocimiento
anatómico de la región inguinal. De igual manera, se re-
quiere habilidad y conocimiento en el uso de los dife-
rentes tipos de materiales protésicos y su indicación de
acuerdo con la individualización de los casos, así como
la gama de posibilidades para su fijación con suturas ab-
sorbibles monofilamento, tackers absorbibles y adhesi-
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vos biológicos.16
Las técnicas quirúrgicas disponibles para la repara-
ción de los defectos herniarios pasan por un escrutinio
riguroso, de tal forma que la mayoría de los cirujanos
muchas veces las modifican de una u otra manera sin
una justificación lógica y mucho menos una con una
evidencia sustentada,15,17 lo cual incrementa el riesgo de
malos resultados y complicaciones.
Figura 37--8. Paciente posoperada de cesárea con dolor
El manejo del paciente con dolor inguinal crónico de- inguinal más intenso durante el periodo menstrual. Mapeo
pende principalmente de un diagnóstico adecuado. Los por dermatomas e inguinodinia neuropática del nervio ilioi-
casos de dolor de tipo somático en general tienden a guinal derecho con resultado histopatológico de neuroen-
evolucionar con el tiempo hacia la disminución de la dometrioma.
298 Hernias de la pared abdominal. Tratamiento actual (Capítulo 37)

A B
Figura 37--9. Paciente posoperado de plastia inguinal izquierda tipo Lichtenstein con dolor claudicante e incapacitante. A. La pri-
mera exploración por dermatomas muestra compromiso del nervio ilioinguinal y la rama genital izquierdos (marcas rojas de hipe-
restesia). B. La exploración posterior a la triple neurectomía muestra denervación de la zona con desaparición del dolor y presen-
cia de hipoestesia (marcas azules de hipoestesia).

los más difíciles de extirpar, puesto que quedan adosa- TRIPLE NEURECTOMÍA
dos a los vasos iliacos externos, con el consiguiente ries-
go al momento de su resección.
Cuando se trata de eventos neuropáticos, los analgé-
sicos y los antiinflamatorios orales tienen una función
importante, aunque casi siempre de manera temporal Este procedimiento18 se realiza con la reexploración de
(entre 30 y 60 días posoperatorios). la región inguinal afectada y la disección de los tres
Si el dolor persiste después de esto debe hacerse una principales troncos nerviosos involucrados: el nervio
infiltración de las ramas involucradas y los puntos hipe- ilioinguinal desde su emergencia a 1 o 2 cm de la cresta
rálgicos (trigger points) determinados en la exploración iliaca anterosuperior hasta su emergencia por al anillo
por dermatomas con lidocaína a 2% más un esteroide, inguinal superficial; los troncos del nervio iliohipogás-
como la betametasona de depósito (figura 37--5), cada trico, que generalmente son dos o tres ramos de aproxi-
dos semanas durante tres sesiones. madamente 0.5 cm cada uno y emergen en la porción
Estas infiltraciones pueden eliminar la sintomatolo- medial del tendón conjunto con su unión a los músculos
gía hasta en 30% de los casos, aunque después de los 90 rectos; y la rama genital del nervio genitocrural en toda
días la mayoría de los casos persisten y deben manejarse su longitud desde su emergencia por el anillo inguinal
con triple neurectomía, cuyo índice de éxito es de cerca profundo hasta la parte más distal, siguiendo el cordón
de 100% (figura 37--6) cuando los pacientes son valora- espermático.
dos adecuadamente. Una vez disecados se procede a pinzar los extremos
La valoración debe incluir una historia clínica com- y ligar con material absorbible, como poliglactina (Vi-
pleta, el tiempo transcurrido desde la intervención, los crylR) o poliglecaprone 25 (monocryl) (figura 37--7),
hallazgos, la técnica operatoria, el tipo de plastia usada, y cortar los nervios mediante control histopatológico
el material de fijación (suturas, tackers y fibrina) y de transoperatorio, para asegurarse de que se trata de mate-
sostén o contención (tipo de malla en la plastia libre de rial neural y no es material conectivo lo que se está rese-
tensión o tipo de sutura en los casos de plastias lineales), cando.
y sobre todo la exploración por dermatomas (figuras El muñón ligado se “entierra” en la masa muscular,
37--7 a 37--9), que incluya fotografías del primer día de para evitar que quede en contacto con el polipropileno
consulta, del momento previo a cada sesión de infiltra- y cause dolor posoperatorio, con el mismo material con
ción y del estado posterior a la neurectomía. que se realiza la ligadura.
Dolor inguinal crónico posoperatorio o inguinodinia 299

CONCLUSIONES de los tejidos y el uso y elección adecuados de los mate-


riales de contención y fijación. Las técnicas quirúrgicas
por aplicar deben contar con un valor de evidencia
óptimo, para lo cual se cuenta con información estadís-
El dolor inguinal crónico o inguinodinia constituye una tica suficiente como para que se sigan utilizando proce-
entidad nosopatológica bien definida en lo que respecta dimientos cuya única justificación sea la de “Es la que
a su presentación clínica; sin embargo, no existe un ar- mejor sé hacer”.
senal paraclínico para su diagnóstico preciso. Las pro- En la actualidad es imperativo establecer los criterios
puestas para su evaluación cualitativa son diversas y su de manejo de cualquier patología, sustentados en evi-
manejo varía desde el tratamiento empírico con analgé- dencias metodológicas; aunque esta cultura científica es
sicos, antiinflamatorios no esteroideos y esteroides, practicada por una minoría de los médicos en el ejerci-
hasta la denervación del plexo lumbar o extirpación de cio clínico quirúrgico. Se cuenta con grandes series19
material protésico y tejido fibrogranulomatoso. La pre- sujetas a metodología estadística rigurosa que pueden y
vención de su manifestación es la principal herramienta deben ser nuestra fuente de respaldo y sustento para la
para su tratamiento, y en este rubro el conocimiento determinación de los métodos diagnósticos, y sobre
anatómico de la región inguinal es la piedra angular, lo todo terapéuticos, sobre los cuales debe fundamentarse
cual se suma a una destreza técnica en la manipulación la práctica profesional.

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300 Hernias de la pared abdominal. Tratamiento actual (Capítulo 37)
Sección III
Hernioplastias inguinales
con tensión

Sección III. Hernioplastias inguinales con tensión


Capítulo 38
Técnica Shouldice
Robert Bendavid

INTRODUCCIÓN 2. La sutura continua en lugar de las suturas inte-


rrumpidas que Bassini aplicaba.
3. La exclusión del periostio de la primera sutura,
como lo sugería Bassini.
A pesar de los avances en la cirugía herniaria, hay prue-
bas1 de que el índice de recurrencias permanece fluc- Se ha dicho que el Hospital Shouldice es el heredero de
tuando en 14% en todo el mundo, con rangos de 10 a la técnica de Bassini, pues honra y respeta cada paso de
22%. Parece ser que en manos de cirujanos dedicados su legado, con un promedio de 7 000 operaciones al
a la cirugía de las hernias los resultados son mejores, año, las cuales son realizadas por un equipo de 10 a 12
pero la mayoría de las hernias son operadas por ciruja- cirujanos dedicados al manejo de las hernias. Cincuenta
nos que no sobrepasan los 50 casos al año.2 Las estadís- años antes Halsted y Cushing5 establecieron la anestesia
ticas del Hospital Shouldice apuntan al hecho de que local como práctica común.
65% de las hernioplastias fallidas son el resultado de La movilidad temprana se lleva a cabo en cuanto se
una inadecuada investigación del padecimiento o sim- termina la cirugía, haciendo que el paciente camine hacia
plemente a un inadecuado conocimiento de la anatomía el área de recuperación y deambule cuando los efectos de
gruesa de la región.3 la sedación hayan desaparecido. Esta tendencia surgió
cuando Earle Shouldice observó a un niño que no se pudo

HISTORIA

El Hospital Shouldice fue establecido en 1945 por Earle


E Editorial Alfil. Fotocopiar sin autorización es un delito.

Shouldice (figura 38--1),4 cuyos logros no son los de


haber diseñado una nueva técnica; simplemente siguió
fielmente los pasos de la técnica de Bassini, introduci-
dos por Ernie Ryan. Existen tres pasos que marcan la di-
ferencia con la técnica clásica de Bassini y son los que
se aplican hoy en el Hospital Shouldice:

1. El uso de alambre de acero inoxidable como mate-


rial de sutura en lugar de las suturas de algodón y
seda que estaban disponibles en la época de Bas-
sini. Figura 38--1. Dr. Earle Shouldice (de 1890 a 1965).

303
304 Hernias de la pared abdominal. Tratamiento actual (Capítulo 38)

mantener en cama después de la hernioplastia y su activi- Otra desafortunada confusión y deformación en la en-
dad temprana no tuvo repercusiones ni efectos colatera- señanza de la anatomía de la ingle es la definición de
les en la evolución. “fascia transversalis”. El problema se inició cuando As-
tley Cooper nombró el músculo transverso, cuya conti-
nuación inferior se transforma en aponeurosis transver-
ANATOMÍA salis o fascia transversalis, que debió haber sido
llamada “aponeurosis transversa” o “fascia transversa”,
y contribuye a la formación de la pared posterior del ca-
nal inguinal.
La ingle es un área de la anatomía humana que durante La verdadera fascia transversalis es la fascia endoab-
mucho tiempo se ha considerado de difícil estudio, debi- dominal, que continúa con la fascia endopélvica y el
do quizá a su anatomía en cuatro dimensiones que cam- resto de la cavidad abdominal. Es una capa muy delgada
bian oblicuamente de atrás hacia adelante y de la línea caracterizada por una profusa celularidad que la dife-
media a la lateral, por lo que es importante tener en cuen- rencia del tejido aponeurótico e intercambia celularidad
ta algunos conceptos para entender su complejidad. con la extensión inferior de los músculos transverso ab-
Sin duda, el estudio más completo de la anatomía de dominal y oblicuo interno.
la ingle lo hizo H. Fruchaud, cuyo libro, publicado en Estas últimas dos capas forman la verdadera pared
1956 en Francia, fue difícil de conseguir hasta que su posterior del canal inguinal.6
contenido se tradujo al inglés en 2006.6 Otra característica de la descripción de la región in-
Astley Cooper, Jules Cloquet y Fruchaud constitu- guinal de Fruchaud consiste en la eliminación del liga-
yen la piedra angular en el entendimiento de la anatomía mento inguinal, pues ¡no existe tal ligamento!. ya que
de la región inguinal. Una revisión del texto de Fru- simplemente es una continuación o una reflexión de la
chaud recuerda que la anatomía de la ingle debe ser refe- aponeurosis del oblicuo externo. Lo que Fruchaud refie-
rida siempre en la honrosa y tradicional posición verti- re como ligamento inguinal es el tracto iliopúbico (liga-
cal y no con el paciente en posición supina, como en la mento de Thomson), una estructura en la superficie pro-
camilla de la sala de disección de cadáveres, por lo que funda del canal inguinal que lo divide. Y no siempre es
el piso del canal inguinal es la rama púbica (con el pa- una estructura sólida, especialmente en su parte lateral.
ciente en la posición erecta) y no la llamada fascia trans- Por esta razón, la reflexión de la aponeurosis del oblicuo
versalis, la cual constituye la pared posterior del canal externo debe incluirse en las reparaciones de Bassini y
inguinal cuando el paciente está de pie y en la posición Shouldice.
supina.

Oblicuo externo

Ombligo Aponeurosis Músculo

Vasos epigástricos
Espina iliaca anterosuperior
Anillo inguinal interno
Ligamento inguinal
Anillo inguinal externo
Ligamento lacunar

Tubérculo púbico
Anillo inguinal interno
Cordón espermático Arteria Anillo inguinal externo
Vena femoral Tubérculo púbico

Figura 38--2. Línea propuesta de infiltración e incisión a lo largo de la línea que une el tubérculo púbico y la espina iliaca anterosu-
perior. De esta forma se tiene una exposición adecuada para la cirugía y una mínima tensión en la piel.
Técnica Shouldice 305

PRINCIPIOS GENERALES No hay duda de que la sedación adecuada en términos de


cantidad y tiempo puede ser efectiva y satisfactoria. Las
ventajas de este método permiten aplicarlo en la mayoría
de los pacientes, independientemente de la edad y las
condiciones de salud. El cuadro 38--1 muestra las esta-
Obesidad
dísticas establecidas en el Hospital Shouldice en relación
con las condiciones cardiológicas de su población.8
La obesidad siempre es un inconveniente en cualquier
cirugía. La evidencia, que es avasalladora como factor
de riesgo en las hernias incisionales, no debe dejar de PRINCIPIOS QUIRÚRGICOS
serlo en las hernias inguinales.7 El sobrepeso prolonga
las cirugías, que requieren más anestesia, y puede limi-
tar la deambulación posterior a la operación; asimismo,
puede ser un factor de riesgo para infección, aunque no Incisión
debe ser objeción para efectuar una reparación inguinal.
La mayoría de los libros de texto describen una incisión
inguinal de 2 a 3 cm por arriba de la línea que une el tu-
Sedación bérculo púbico con la cresta iliaca anterosuperior. La
experiencia dicta que la incisión debe hacerse sobre esa
línea y no arriba, a una distancia de 10 cm en sentido la-
Se aplica una sedación preoperatoria consistente en dia- teral al tubérculo púbico. Esta incisión expone por com-
zepam (de 10 a 25 mg) 90 min antes de la cirugía y me- pleto el área inguinal sin causar molestias por la separa-
peridina (de 25 a 100 mg) 45 min antes de hacer la inci- ción o tracción durante la cirugía. La tracción origina
sión. Estos fármacos pueden variar de acuerdo con las una gran molestia al operar con anestesia local en las
condiciones y características del paciente, y con la ex- áreas que no cubre.
periencia del equipo quirúrgico.

Anestesia local
Anestesia local
La infiltración de la piel se lleva a cabo mediante un ám-
pula de 3 a 4 cm a lo largo de la línea de incisión. Se con-
El Hospital Shouldice tiene una amplia experiencia con
sidera adecuado un volumen total de 60 a 90 cm3 de hi-
el uso de hidroclorato de procaína (novocaína), que es un
droclorato de procaína a 1%. Después de que se hace la
medicamento seguro, efectivo y barato. Se usa en con-
incisión inicial, se identifica la aponeurosis del oblicuo
centración de 1% con un volumen máximo de 200 cm3,
externo y se inyectan en su profundidad otros 20 cm3 del
aunque la elección del agente anestésico puede variar de
anestésico, para bañar todo el espacio subaponeurótico.
acuerdo con las costumbres del cirujano. La novocaína
La aponeurosis del oblicuo externo se incide desde el
nunca se ha relacionado con hipertermia maligna, aun-
anillo inguinal superficial, en sentido lateral a lo largo
que puede producir un temblor ligero (tremulación) que
de la dirección de sus fibras hasta 2 o 3 cm laterales al
puede ser controlado durante la sedación preoperatoria.
anillo inguinal profundo. Después de que se abre esta
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aponeurosis, todos los nervios de la región deben ser fá-


cilmente identificables e infiltrados individualmente.
Debe recordarse que existe una gran variabilidad en su
Cuadro 38--1. Condiciones cardiológicas
asociadas en pacientes mayores de 50 años distribución. La rama genital del nervio genitofemoral
de edad (52.1% de todos los pacientes) que emerge del anillo inguinal profundo muchas veces
aparece en sentido lateral al músculo cremastérico, den-
Arritmia cardiaca 50% tro del espesor de dicho músculo.
Hipertensión 20%
Tratamiento para insuficiencia cardiaca 17%
Historia de infarto del miocardio 15% Disección
Historia de angina 15%
Anticoagulación (AspirinaR, warfarina, sulfinpira- 12% Después de infiltrar los nervios de manera individual se
zona) inyectan 5 cm3 adicionales en el tejido areolar del cor-
306 Hernias de la pared abdominal. Tratamiento actual (Capítulo 38)

Aponeurosis
oblicua externa

Espina iliaca
anterosuperior
Nervio ilioinguinal
Tubérculo púbico
Fascia
cribiforme
Figura 38--3. Después de la exposición de la aponeurosis
del oblicuo externo se inyecta anestésico en forma profunda Figura 38--5. Al jalar la mitad lateral de la aponeurosis del
para crear una alberca que baña todos los nervios debajo de oblicuo externo en forma anterior quedará descubierta la
esta aponeurosis. La subsecuente exposición de los ner- fascia cribiforme, que será incidida en toda su longitud para
vios permite la infiltración individual de cada uno. exponer la vena femoral con una disección suave y detectar
si existe la presencia de una hernia femoral debajo del “liga-
mento inguinal”.
dón espermático, a nivel del anillo interno, para blo-
quear las ramas simpáticas que producen dolor dentro
del cordón. Los dos colgajos de la aponeurosis del obli- ción de todos los nervios (ilioinguinal, iliohipogástrico
cuo externo se separan en sentidos lo más medial y late- y la rama genital del genitofemoral) puede dividirse con
ral posible, respectivamente. Todos los nervios deben impunidad, según lo mencionó Fruchaud en 1956. La
respetarse y permanecer intactos en su sitio; sin embar- pérdida de sensibilidad en la piel ocurre en un área dis-
go, si están en un sitio que estorbe la disección o la re- coidal de 2 a 5 cm, cercana al tubérculo púbico. Con el
construcción, no debe dudarse en resecarlos. La disec- tiempo y el crecimiento de nuevas fibras nerviosas se re-
inerva esta área. La única excepción a la división de los
nervios ocurre en las mujeres, donde el nervio genital
debe respetarse, pues de lo contrario origina pérdida de
Tendón conjunto sensación en los labios mayores.
El músculo cremáster, que ahora es muy evidente, se
incide en sentido longitudinal en dirección de sus fibras
desde el tubérculo púbico hasta el nivel del anillo pro-
fundo. Después de separar sus fibras o colgajos se sec-
ciona; el colgajo medial casi siempre es tenue, pero a ni-
vel del anillo profundo su musculatura exhibe vasos
grandes (sin nombre) que deben ser ligados con todo
cuidado. El colgajo lateral se pinza por partida doble a
la mitad del camino, entre el tubérculo púbico y el anillo
profundo, se corta y se liga en forma doble en cada ex-
tremo; los extremos resultantes incluyen la rama genital
M. cremáster del nervio genitofemoral y los vasos cremastéricos.
Una vez que el cremáster se secciona y el resto del
cordón se retrae lateralmente puede apreciarse la pared
posterior del canal inguinal. En esta etapa se inicia la di-
Figura 38--4. La exposición de la aponeurosis del oblicuo
externo expone el cordón y el cremáster circundante. Este
visión de la pared posterior en el lado medial del anillo
último es incidido del anillo interno al tubérculo púbico bus- profundo, donde se incide la pared posterior, con cuida-
cando cuidadosamente un saco indirecto medial al cordón do de no lesionar los vasos epigástricos inferiores. Bajo
que inicie cerca del anillo inguinal profundo. constante visión directa la incisión se extiende hasta el
Técnica Shouldice 307

Vasos epigástricos inferiores

Fascia transversalis

Recto abdominal
Vena marginal

Fascia transversalis
Figura 38--7. Vista del espacio preperitoneal de Bogros. La
reconstrucción se inicia cerca del tubérculo púbico y se
toma el tracto iliopúbico (ligamento de Thomson), para lle-
varlo al borde lateral del músculo recto, la verdadera fascia
Figura 38--6. Un paso importante enfatizado por Bassini y transversalis, el transverso del abdomen (músculo o apo-
luego por Shouldice es la incisión de la pared posterior del neurosis) y el músculo oblicuo interno o su aponeurosis. El
canal inguinal, que permitirá la entrada al espacio preperito- punto se anuda y no se corta el extremo corto, para anudar
neal o de Bogros. Se efectúa una adecuada valoración para de él la sutura cuando retorne como segunda línea de sutu-
ver la calidad de los tejidos, la ausencia de hernia femoral ra. Al hacer la primera línea de sutura en su punto medio ya
y la posibilidad de una aproximación adecuada de los tejidos no se toma el borde del vertical del recto, pues se originaría
para la reconstrucción. La incisión inicia en el anillo interno mucha tensión.
en la parte superomedial con cuidado de no lesionar los
vasos epigástricos inferiores.
cluido en la reparación. Se deberá tener cuidado de no
lesionar una vena que se encuentra en la parte profunda
tubérculo púbico. Una hernia indirecta en el lado medial
del tracto iliopúbico, llamada vena iliopúbica.
del cordón espermático, en el anillo inguinal profundo,
debe ser disecada para que esté libre de cualquier tejido
circundante. El saco se reseca si es largo y redundante,
pero si es amplio y corto simplemente se libera y se re-
duce al espacio de Bogros. Un saco indirecto no necesita
ser resecado, a menos que sea estrecho y tenga tejido ci-
catrizal, o tenga la posibilidad de sufrir adherencias o
incarceración visceral. La pared posterior deberá abrir-
se en toda su longitud sin ninguna maniobra especial
cuando se identifique una hernia directa.
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Se está ahora en el espacio preperitoneal, particular-


mente en el espacio de Bogros. Uno de los colgajos re-
sultantes de la pared posterior está formado medialmen-
te por la triple capa descrita por Bassini, la verdadera
fascia transversalis, la aponeurosis del músculo trans-
verso y la aponeurosis del oblicuo interno, pero aun así
este colgajo es muy delgado. En dirección lateral el col-
gajo está formado por las mismas capas que el anterior,
pero su capa más profunda está formada por el tracto ilio-
púbico de Thomson, que a menudo es extremadamente
delgado e indistinguible, sobre todo en su tercio lateral. Figura 38--8. Continuación de la primera línea de sutura que
El tracto iliopúbico se engruesa conforme se aproxima toma el espesor de la pared posterior, pero deja un borde li-
al pubis, donde a menudo puede ser identificado e in- bre que servirá para la siguiente línea de sutura.
308 Hernias de la pared abdominal. Tratamiento actual (Capítulo 38)

Aponeurosis
oblicua externa

Muñón del
Tracto cremáster
iliopúbico
Figura 38--11. Se utiliza otra sutura para la tercera y cuarta
Figura 38--9. Al final de la primera línea de sutura se incluye
líneas de sutura. La tercera línea inicia cerca del anillo inter-
el muñón del cremáster y se lleva a profundidad dentro del
no, toma las tres capas como en la anterior y se une al en-
espacio preperitoneal. La aguja pasa por este muñón de su
grosamiento de la aponeurosis del oblicuo externo para
parte lateral a la medial para que quede en esa posición.
crear un nuevo “ligamento inguinal” artificial, paralelo al pre-
vio. El extremo anudado tampoco se corta, para anudarlo al
final de la siguiente línea de sutura.
En este momento se incide la superficie descubierta del
área inguinal, la fascia cribiforme, a partir de los vasos fe-
morales hacia el pubis. Esta maniobra permite la explora-
ción de la superficie baja del canal femoral y elimina la Reconstrucción
posibilidad de una hernia femoral simultánea. Esta explo-
ración se lleva a cabo digitalmente y con visión directa del La reparación quirúrgica debe ser aprendida de algún
anillo femoral desde el espacio de Bogros. experto. Esta posibilidad se le ofrece a cualquiera que

Aponeurosis oblicua externa

Tracto iliopúbico

Ligamento
inguinal Tendón
conjunto

Figura 38--12. La cuarta línea de sutura se hace al regresar


Figura 38--10. Al final de la segunda línea de sutura se anu- al tubérculo púbico tomando el tendón conjunto y luego la
da con el extremo que se dejó al inicio de la primera línea. parte interna de la hoja lateral del oblicuo externo; esta apo-
Si hay excesiva tensión, en este momento debe efectuarse neurosis se usa para cubrir el tercio medio de la pared poste-
una incisión relajante para tener una reconstrucción libre de rior del canal inguinal. Al final se anuda con el cabo que se
tensión. dejó al inicio.
Técnica Shouldice 309

contacte al Hospital Shouldice y solicite este privilegio, Aponeurosis oblicua externa


pues no se ha sabido de alguien a quien se le haya nega-
do esta petición.
El objetivo de la reconstrucción es hacer una repara-
ción sólida de la pared posterior del canal inguinal en to-
dos los casos. La reparación se inicia cerca del tubérculo
púbico al aproximar el tracto iliopúbico lateralmente a
la posición medial de la triple capa mencionada: la ver-
dadera fascia transversalis, el músculo transverso ab-
dominal y la aponeurosis del oblicuo interno, así como
el borde lateral del músculo recto, el cual no forma parte Figura 38--13. El cordón espermático es recolocado en su
espacio habitual y los bordes de la aponeurosis del oblicuo
de la triple capa. Por supuesto que en esta zona, espe- externo son aproximados con sutura absorbible.
cialmente en los casos de hernia inguinal directa, la
musculatura será marcadamente ausente con un ligero
abultamiento hecho de las delgadas y degeneradas ca- Una segunda sutura creará otras dos líneas de sutura
pas de la aponeurosis del transverso y del oblicuo inter- e iniciará cerca del anillo interno donde, medial a dicho
no. El hecho de que los tejidos involucrados en la repa- anillo, la aguja se dirige del oblicuo interno y del trans-
ración de una hernia directa no puedan ser identificados verso abdominal hacia la parte interna de la hoja lateral
constituye una situación ideal para el uso de una prótesis del oblicuo externo, justo arriba y en sentido paralelo a
con un segmento plano de malla. De otra forma la repa- la línea anterior de sutura (segunda línea de sutura). Esta
ración quedará bajo mucha tensión con tejidos inade- tercera línea de sutura llega hacia el tubérculo púbico y
cuados, pues para conseguir tejido sustancial se deberá regresa hacia el anillo interno (cuarta línea de sutura),
tomar la triple capa cerca de la línea media, lo cual pro- para anudarse en el extremo donde se inició la tercera
vocaría una reparación “no fisiológica” debido a la ex- línea. Esto completa la cuarta línea de sutura. En los di-
trema tensión. La sutura debe continuar hacia el anillo bujos puede observarse que la aponeurosis del oblicuo
interno y cerca de la mitad del camino, donde el borde externo se usa para cubrir y proteger el aspecto medial
lateral del recto que se encuentra casi vertical y, por lo de la pared posterior del canal inguinal. Esta maniobra
tanto, no paralelo al “ligamento inguinal”, se hace más desplaza lateralmente el anillo superficial 2 o 3 cm. Esta
distante para su inclusión en la línea de sutura. Al llegar porción medial del canal inguinal es el área común de
al anillo interno se toma con la sutura el extremo proxi- las recurrencias directas en manos inexpertas. El cabo
mal o lateral del cremáster ligado, por su parte medial medial o distal del cremáster ligado es anclado cerca del
a la lateral, para llevarlo en dirección medial hacia la tubérculo púbico, para prevenir una caída del testículo
verdadera fascia transversalis, el músculo transverso y y del escroto. Esta caída constituye una complicación
el oblicuo interno. De esta forma se crea un nuevo anillo menor; sin embargo, causa inquietud en muchos pacien-
interno. Ahora la sutura se dirige en reversa, hacia el tu- tes. En este momento el cordón se localiza detrás en su
bérculo púbico. Esta segunda línea aproxima los bordes posición anatómica normal y la aponeurosis del oblicuo
del músculo transverso y del oblicuo interno al borde en externo se cierra sobre él con una sutura absorbible con-
declive del “ligamento inguinal” o más exactamente del tinua. El tejido celular subcutáneo también es aproxi-
engrosamiento de la aponeurosis del oblicuo externo, mado de la misma manera. La piel se cierra con grapas
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paralela a la primera línea de sutura, para crear un se- de Michel, de las cuales la mitad son retiradas en 24 h
gundo “ligamento inguinal” artificial. La sutura termina y el resto en otras 24 h.
cerca del tubérculo púbico y se anuda. La primera sutura
creó dos líneas de reparación y el cirujano puede reali-
zar una incisión de relajación si considera que la repara- PERIODO POSOPERATORIO
ción se encuentra bajo mucha tensión. Esta incisión
relajante debe ser extendida generosamente desde el pu-
bis hasta el nivel del anillo inguinal interno. El defecto
resultante de la incisión relajante se cubre una semana Al final de la cirugía el paciente se levanta por sí mismo
después con una nueva capa aponeurótica, como lo con- de la mesa de operaciones y camina a una silla de ruedas
firmó Amos Koontz, profesor de cirugía del Johns Hop- para ser llevado a su cuarto, donde deberá dormir entre
kins, en su libro Hernia (Appleton, Century, Crofts, 4 y 6 h mientras pasa el efecto de los sedantes, después
1963). de lo cual se le anima a permanecer de pie. La primera
310 Hernias de la pared abdominal. Tratamiento actual (Capítulo 38)

Cuadro 38--2. COMPLICACIONES


Autor No. de Seguimiento Recu-
casos % Años rrencias
Shear- 550 100 13 0.2
burn Infección
Volpe 415 50 3 0.2
Bocchi 1 640 84 5 0.6 La infección es una complicación insignificante en el
Devlin 350 -- 6 0.8 Hospital Shouldice, debido a que el hospital se limita a
Flament 134 -- 6 0.9
hacer una simple operación. Esto significa que en el
Wantz 3 454 -- 1 a 20 1.0
Moran 121 -- 6 2.0
hospital no se lleva a cabo ningún otro procedimiento.
Berliner* 591 -- 2a5 2.7 Si alguno de los pacientes presenta sepsis, por mínima
que sea (infección de oído o furúnculos, infección uri-
* Berliner usa dos líneas de sutura en lugar de las cuatro usuales.
naria, etc.), se le reprograma la cirugía para otra fecha.
No existen las infecciones nosocomiales y la mayor par-
te de las cirugías toman menos de una hora en efectuar-
comida la hará en el cuarto y posteriormente deberá acu- se. Se han visto infecciones superficiales y abscesos
dir al comedor para tomar los alimentos. subcutáneos, pero nunca una infección profunda que re-
Al comienzo del siguiente día deberá hacer ejercicios quiera el desmantelamiento de la reparación para un
ligeros junto con un grupo de pacientes. Esto se repite apropiado drenaje. El índice de infección en base anual
todos los días durante dos o tres días hasta que el pacien- es menor de 0.5%.
te es dado de alta a su domicilio entre 48 y 72 h después
de la cirugía.
Hematomas

RESULTADOS Y DATOS Constituyen una complicación inusual que invariable-


mente se origina de los muñones cremastéricos. La inci-
DE SEGUIMIENTO
dencia en una serie personal de cerca de 6 000 casos es
de sólo 0.3%. Se recomienda regresar al paciente a la
sala de operaciones dentro de las primeras horas del he-
matoma, para evitar que alcance dimensiones enormes
Recientemente se han reportado series sobre la técnica
y requiera varios meses para su completa reabsorción.
de Shouldice, en comparación con lo que se contaba
hace 10 años. La razón de esta aberración es la inexora-
ble promoción y empuje de las compañías que manufac-
turan mallas hacia el uso de dispositivos de malla, pues
Hidroceles
ninguna financia en la actualidad técnicas de reparación
sin malla, por cuestiones obvias. La única ganancia de N. Obney10 reportó una incidencia de 0.7% de hidroce-
los hospitales sería el abandono de las técnicas laparos- les, por lo que sugiere minimizar las suturas anudadas
cópicas y con malla. Sin embargo, no se piensa que la a lo largo del cordón espermático, así como asegurar la
solución sea no usar mallas, pero su empleo debe ser jui- reconstrucción de los anillos superficial y profundo.
cioso y razonable, y no estandarizado para todos los pa-
cientes. La última revisión de la técnica Shouldice fue
presentada por el mismo Dr. Byrnes Shouldice (Inter- Atrofia testicular
national Hernia Congress, Boston, EUA, junio 7 a 11
de 2007) y trató sobre el porcentaje de recurrencias de Ninguna técnica de reparación herniaria está libre de
menos de 1% en todas las plastias y de 0.5% en las plas- esta complicación, sea con tejidos propios, libre de ten-
tias primarias. Sin embargo, otros cirujanos reportaron sión o laparoscópica. Una serie de 59 752 hernioplastias
resultados comparables (cuadro 38--2)9 en las series de en el Hospital Shouldice entre 1986 y 1993 mostró 19
los últimos 20 años. casos después de 52 583 reparaciones primarias (0.036%)
A pesar de su éxito, es extraño ver que muchos auto- y 33 casos después de 7 169 reparaciones recurrentes
res se han inclinado por el uso de mallas en la mayoría (0.46%). El paciente debe conocer que la posibilidad de
de las reparaciones. esta complicación no es causada por negligencia o im-
Técnica Shouldice 311

pericia médicas, con el fin de evitar alguna demanda ración de un año o más y que no está relacionado con un
legal. síndrome, como el de estiramiento del aductor, del pec-
tíneo y del recto, que puede echar a perder el posopera-
torio por una falta de balance muscular y continuar du-
Diseyaculación rante semanas o meses después de la cirugía. La nota
operatoria de los 100 casos mencionados indica que en
Es una complicación rara que causa preocupación en los 90% de los pacientes se preservaron los nervios, pero en
pacientes.12 Este síndrome no debe confundirse con el el otro 10% fueron resecados todos los nervios. Esto jus-
dolor inguinal que ocurre durante el acto sexual y se re- tifica la práctica de dividir los nervios cuando así se pre-
laciona con el esfuerzo excesivo, jaloneo, empuje y tor- venga una adecuada disección al momento de la cirugía.
cedura de los músculos de la región inguinal durante
esta actividad. La diseyaculación se caracteriza por una
sensación quemante o ardorosa antes, durante o después Complicaciones mayores
de la eyaculación durante el acto sexual. Se ha visto que
sucede incluso con la estimulación, antes de la eyacula-
Esta clase de complicaciones no son nada comunes, ya
ción, cuando el acto sexual no ha iniciado aún. Se ha es-
que la cirugía se lleva a cabo bajo anestesia local y la si-
timado que tiene una incidencia de 1 en 2 500 casos. Por
gue una deambulación precoz. De otra manera, estas
suerte, esta complicación sólo requiere paciencia, pues
complicaciones no son más frecuentes de lo que serían
no hace falta ninguna intervención quirúrgica. El meca-
en cualquier individuo de la misma edad y condiciones
nismo aludido en esta afección es la obstrucción del de-
generales con cualquier cirugía ambulatoria.
ferente por la formación de fibrosis después de una
reparación inguinal, que le confiere una apariencia tor-
tuosa y anillada. La sensación de calor se debe a la dis-
tensión de este órgano hueco, mediado por nervios del CONCLUSIÓN
sistema autonómico cuyas fibras viajan a lo largo de los
nervios clásicos de la ingle.

La reparación con tejidos propios, como en la técnica de


Dolor crónico posoperatorio Shouldice (y la de Bassini por extensión, ya que la de
(inguinodinia) Shouldice deriva todos sus pasos de ella), puede ofrecer
excelentes y duraderos resultados. La clave consiste en
Se ha dicho y escrito mucho hasta ahora del dolor ingui- realizar el procedimiento exactamente como fue descri-
nal posoperatorio. Algunos han reportado que la ingui- to por el autor original de esta técnica. Este método sólo
nodinia posoperatoria ha superado a las recurrencias demanda un imperativo estricto: el conocimiento preci-
como complicación posterior a una hernioplastia. La so de la anatomía de la región inguinal. Cualquiera que
incidencia de inguinodinia ha sido de hasta 50%. Otro sea la técnica que se realice de manera rutinaria, siem-
hecho es que aparecen cifras apocalípticas cuando hace pre hay que recordar que la reparación con tejidos pro-
el análisis un estadístico que no es miembro del equipo pios es una más del armamentario del cirujano, porque
quirúrgico. Sin embargo, el autor de este capítulo y el llegará el día en que no se necesite nada, excepto los teji-
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Hospital Shouldice no reflejan esta preocupación, ya dos propios, acompañados de una detallada y clara ana-
que en una serie personal de 100 casos la incidencia fue tomía para salvar el día ante casos, por ejemplo, de in-
de sólo 1% en 1995. Por dolor crónico se define cual- fección en la región inguinal o recurrencia por una
quier dolor seguido de una cirugía de hernia con una du- reparación laparoscópica.

REFERENCIAS
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312 Hernias de la pared abdominal. Tratamiento actual (Capítulo 38)

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General Surg 1995;12(1):105--109. principles and management. Cap. 117. Nueva York, Springer
9. Bendavid R: The Shouldice method of inguinal herniorrha- Verlag, 2001:757.
Capítulo 39
Técnica de Shouldice
modificada en tres capas
Renato Miranda de Melo

INTRODUCCIÓN ETIOPATOGENIA

El 24 de diciembre del año 1884 Edoardo Bassini realizó El canal inguinal es una abertura localizada en la ingle
en Italia por primera vez una reparación inguinal con que tiene un trayecto oblicuo mediocaudal. En el hom-
base en su etiopatogenia, es decir, reconstruyó la pared bre este trayecto es ocupado por el funículo espermático
posterior del canal inguinal después de abrirlo por com- y acompaña al testículo en su descenso hacia el escroto;
pleto. en la mujer es ocupado por el ligamento redondo del
A partir de esa experiencia piloto operó a 262 pacien- útero, que va a insertarse subcutáneamente en los labios
tes y obtuvo 2.8% de recidivas en 4.5 años de segui- mayores. Los nervios ilioinguinal e iliohipogástrico, la
miento. rama genital del nervio genitofemoral, el músculo cre-
Con ello se inauguró una nueva era en el tratamiento máster y los vasos cremastéricos también se encuentran
de la hernia inguinal y se estableció un modelo sobre el en este sitio. Anteriormente se encuentra la aponeurosis
cual 70 años después, en el año 1953, el canadiense Er- del músculo oblicuo mayor, donde hay una abertura jun-
nest Ryan trabajó el método italiano, con resultados aún to al tubérculo púbico (anillo inguinal externo); medial-
mejores. mente está el borde inferior de los músculos oblicuo me-
Sin hacer prácticamente ninguna modificación, esta nor y transverso, y el borde lateral del músculo recto del
técnica se ejecuta hoy en día en el Hospital Shouldice, abdomen (esta zona se conoce como área conjunta,
que acabó por darle su nombre a dicha técnica. puesto que rara vez existe un verdadero tendón con-
Este procedimiento consiste en una reparación con junto); en sentido lateral se localiza el ligamento ingui-
tejidos, sin tensión, con posibilidad de realizarla con nal y posteriormente la fascia transversalis, donde está
anestesia local y bajo el régimen ambulatorio, con me- otra abertura o anillo inguinal interno en un punto medio
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nor repercusión sistémica. entre la espina iliaca anterosuperior y el tubérculo


Hay que enfatizar que este procedimiento exige un púbico. Los vasos epigástricos inferiores están inmer-
solo tiempo, conocimiento anatómico y habilidad, pre- sos en la grasa preperitoneal de la ingle (espacio de
rrogativas imprescindibles de un cirujano que desea tra- Bogros) y demarcan el borde medial del anillo.
tar adecuadamente las hernias inguinales. La fascia transversalis es una capa que recubre inter-
La propuesta del presente capítulo consiste en pre- namente la musculatura profunda de la pared abdominal
sentar la experiencia acumulada con la práctica de este y es su estructura menos resistente. Presenta algunos en-
método de forma simplificada y con resultados seme- grosamientos que refuerzan la ingle: el primero coinci-
jantes a los de la técnica original, una vez entendidos los de con el borde inferior del músculo transverso, cuyas
principios técnicos que garanticen su efectividad, su fibras aponeuróticas se incorporan a la fascia para for-
eficiencia y un amplio alcance social. mar el arco del transverso. El segundo engrosamiento es

313
314 Hernias de la pared abdominal. Tratamiento actual (Capítulo 39)

el tracto iliopúbico (ligamento de Thomson), paralelo al individuos vayan a presentar una hernia, reafirmando
ligamento inguinal y fácilmente destacable del primero. así los aspectos multifactoriales de su etiopatogenia.
El tercer engrosamiento rodea el borde medial e inferior Hay algunos factores de riesgo para la recidiva de la
del anillo inguinal interno, constituyendo su pilar verti- hernia inguinal que justifican el uso sistemático de pró-
cal y horizontal, que semeja a un tipo de letra “V”. tesis (mallas) en el abordaje inicial de los pacientes que
Durante la actividad muscular se aproximan estos presentan dos o más de los siguientes factores de riesgo:
dos pilares, provocando la oclusión o dislocación cra-
neal y lateral del anillo inguinal interno. El borde infe- S Edad mayor de 50 años.
rior (libre) de los músculos oblicuo menor y transverso S Dos parientes directos con hernia inguinal.
se disloca simultáneamente en dirección al ligamento S Tabaquismo.
inguinal, reforzando casi toda la pared posterior. Estos S Hernia recurrente.
dos mecanismos protegen las fosetas lateral y medial de
herniaciones, especialmente cuando se eleva la presión Si se considera la enfermedad herniaria como una cola-
intraabdominal, secundaria a cada contracción de la pa- genosis, a pesar del dimorfismo anatomofuncional pre-
red. sente, se está ante una enfermedad del fibroblasto, que
Esta protección no puede obtenerse por completo es el elemento responsable de la integridad del tejido
cuando la inserción de los músculos oblicuo interno y conjuntivo y que en estos casos está impedido para res-
transverso en la vaina del recto abdominal es más cra- ponder a la demanda adaptativa. En tanto no se dispon-
neal. Así el área del trígono inguinal está ampliada, lo ga de prótesis bioactivas —absorbibles e impregnadas
cual se verifica en los portadores de hernia inguinal. La con factores de crecimiento celular (fibroblastos) o con
fascia transversalis y sus engrosamientos se transfor- inoculación directa de esos factores en los tejidos con
man en la única barrera para contener las elevaciones de enfermedad herniaria—, estará justificada cualquier
la presión intraabdominal, lo cual le confiere una impor- forma de reconstrucción anatómica de la pared poste-
tancia fundamental a su integridad anatómica. Por el rior del canal inguinal, con el uso de prótesis o sin él.
contrario, la pared posterior estará desprotegida y debi- La reparación inguinal debe planearse para anticipar
litada. Por otro lado, la elevación de la presión intraab- complicaciones, como la incarceración o el estrangula-
dominal, sin que haya contracción muscular correspon- miento. En este último caso no debe intentarse una ma-
diente, como en la ascitis, también contribuye al niobra de reducción cerrada, sino que debe imponerse
surgimiento de hernias de la ingle y de otras partes del una cirugía de urgencia. El uso de fajas merece aten-
abdomen. ción, puesto que no previenen las complicaciones y sí
El factor familiar también influye en la aparición de ejercen presión continua sobre los tejidos, provocando
hernias, lo cual apunta a factores de orden genético, es- isquemia, inflamación crónica y fibrosis que dificultan
pecialmente en los portadores de colagenosis (síndro- la disección al momento de la cirugía y la difusión de los
mes de Ehlers--Danlos y de Marfán). A nivel bioquími- anestésicos cuando se opera con anestesia local.
co se observa una proporción menor de colágeno tipo I
(más resistente) en relación con el tipo III (menos resis-
tente) en las aponeurosis de algunos portadores de her- TÉCNICA
nias. Por lo tanto, la debilidad aponeuroticofascial pue-
de ser congénita o adquirida (enfisema metastásico de
los fumadores). Los ancianos también tienen modifica-
ciones semejantes en el tejido conjuntivo, que provocan La técnica de Shouldice se indica para tratar las hernias
una debilidad de los tejidos de sustentación de la ingle. inguinales primarias del adulto joven (clasificación de
El esfuerzo físico repetido, como toser, dificultad Nyhus IIIa y IIIb) sin evidencias anatómicas o epide-
para la micción, constipación crónica y trabajo pesado, miológicas de que las tasas de recurrencia sean elevadas
también considerado “habitual” para el paciente, puede en estos pacientes.
desencadenar la progresión de una hernia, en caso de Un abordaje previo del espacio preperitoneal cerca-
que exista uno o más de los factores de predisposición no a la ingle (en general una prostatectomía retropúbica
citados. Por otro lado, los individuos sedentarios tam- y revascularizaciones con by--pass de miembros infe-
bién están sujetos a la aparición de hernias, ya que su riores) puede dificultar la disección y la identificación
pared está desprotegida por atrofia muscular. Estas con- de la pared posterior del canal inguinal, por lo que cons-
diciones en grados variables alertan sobre la vulnerabi- tituye una contraindicación relativa para el procedi-
lidad de la ingle, pero no implican por fuerza que dichos miento.
Técnica de Shouldice modificada en tres capas 315

En este método las propias estructuras de la ingle son satisfactorio y analgesia prolongada, promueve la hidrodi-
utilizadas para la reparación, por lo que deben observar- sección de los tejidos, facilitando el aislamiento de las es-
se algunos aspectos importantes para lograr mejores re- tructuras del canal inguinal, y permite que el paciente haga
sultados: esfuerzo para probar la plastia y la deambulación precoz
(el paciente puede descender de la mesa de operaciones y
1. Investigar sistemáticamente hernias asociadas. caminar hasta la sala de recuperación); asimismo, el anes-
2. Abrir siempre la pared posterior, pues la fibropla- tésico infiltrado tiene una acción bactericida que reduce el
sia es más importante cuando los tejidos son inci- riesgo de infección en el sitio quirúrgico, expone al pacien-
didos y después aproximados. te a un menor riesgo de complicaciones sistémicas, como
3. Identificar los elementos anatómicos de importan- inestabilidad hemodinámica, retención urinaria, náuseas y
cia para la reparación. vómitos, y los costos son menores.
4. Usar suturas no absorbibles monofilamento y no Se inicia la infiltración subcutánea y posteriormente la
necesariamente acero. subdérmica con 5 a 10 mL de solución anestésica en el
5. Hacer suturas continuas no isquemiantes. trayecto de la incisión, que parte de un punto medio del
6. Estimular la marcha precoz e irrestricta. pliegue inguinal en dirección al pubis y sigue las líneas
7. Verificar la integridad de las suturas con una prue- de menor tensión de la piel (figura 39--1). La herida se
ba de esfuerzo preoperatorio. profundiza hasta encontrar la aponeurosis del oblicuo ex-
terno, a través del cual se inyectan 5 mL de solución
Se desea que el paciente no tenga sobrepeso, aunque esto anestésica en el canal inguinal para inundar los nervios
no siempre es posible. Antes de la operación deben indi- ilioinguinal e iliohipogástrico (figura 39--2). La hemos-
carse medidas dietéticas y actividad física supervisada tasia se obtiene con electrocoagulación o con la ligadura
siempre que sea posible. La suspensión del tabaquismo de los vasos más gruesos con material absorbible.
dos meses antes de la operación es útil para evitar tos ex- La aponeurosis del músculo oblicuo externo se abre
cesiva en el posoperatorio y la posibilidad de una recidi- en sentido de sus fibras para descubrir el anillo inguinal
va. La consulta preanestésica debe ser obligatoria, aun superficial. Los nervios ilioinguinal e iliohipogástrico
cuando se administre anestesia local; el anestesiólogo ahora pueden ser identificados, aislados y protegidos.
siempre debe estar presente durante la operación, pues Se infiltra más solución anestésica de acuerdo con las
sus responsabilidades incluyen el monitoreo, la sedación necesidades, sobre todo en torno del anillo inguinal pro-
y el alta del paciente de la sala de recuperación. fundo (alcanzando la rama genital del nervio genitofe-
La medicación preanestésica se obtiene con ansiolíticos moral), dentro del saco herniario, en la raíz del lipoma
de corta acción y efecto amnésico satisfactorio (como el y junto al arco del transverso después de la apertura de
midazolam). El acceso venoso debe constituir una garantía la fascia transversalis.
durante todo el procedimiento. La región debe rasurarse en La sedación con medicamentos de corta acción,
la sala de operación para después aplicar una solución anti- como el fentanilo (asociado con droperidol) y el propo-
séptica. Los casos de hernias irreductibles o los pacientes
con riesgo de infección del sitio quirúrgico (diabéticos e
inmunosuprimidos) recibirán de manera profiláctica una
cefazolina (de 1 a 2 g IV) en dosis única preoperatoria. El
paciente debe permanecer en decúbito dorsal horizontal,
E Editorial Alfil. Fotocopiar sin autorización es un delito.

pero si es necesario durante la cirugía se adoptará la posi-


ción de Trendelenburg.

Anestesia e incisión

El uso de anestesia local en este procedimiento se reco-


mienda en los pacientes sin sobrepeso y con hernias pri-
marias, reductibles y no muy voluminosas.
En los demás casos es mejor emplear el bloqueo peri-
dural o raquídeo. Figura 39--1. Infiltración de 10 mL de anestesia local en el
La técnica de infiltración incluye una solución de bupi- trayecto de la incisión (línea punteada). Fotografía del Dr.
vacaína a 0.25%, que proporciona un efecto anestésico Raphael Korn--Adler; Alfenas, Brasil.
316 Hernias de la pared abdominal. Tratamiento actual (Capítulo 39)

Figura 39--2. Abertura de la capa celular subcutánea en el Figura 39--3. Infiltración en torno a la rama genital del nervio
canto lateral de la herida para la inyección del anestésico genitofemoral (1 mL). Fotografía del Dr. Raphael Korn--
dentro del canal inguinal a través de la aponeurosis del mús- Adler; Alfenas, Brasil.
culo oblicuo externo (5 mL). Fotografía del Dr. Raphael
Korn--Adler; Alfenas, Brasil.
las líneas de sutura durante la reconstrucción de la pared
posterior y causar dolor crónico posoperatorio.
fol, puede administrarse por vía endovenosa durante la El músculo cremáster se secciona, mientras que los
operación a criterio del anestesiólogo y del cirujano. cabos proximal y distal se ligan y se refieren (figura
39--4). El cabo proximal se utilizará en la reconstruc-
ción del anillo inguinal profundo, para su calibración
activa, y el cabo distal será nuevamente fijado al rehacer
Identificación de las estructuras el anillo superficial, para evitar la ptosis testicular. Esto
del canal inguinal también facilita el descubrimiento de un saco indirecto
y de un lipoma preherniario (tipo IIIb de Nyhus), así
El cordón espermático se aísla de los planos vecinos como la identificación de puntos de debilidad o de una
mediante una disección con tijeras y se refiere con un hernia directa (IIIa) durante la inspección de la pared
Penrose para poder movilizarlo. En el caso de las muje- posterior (figura 39--5).
res se secciona el ligamento redondo del útero junto al
pubis y se liga.
Enseguida se identifican el ligamento inguinal, el tu-
bérculo púbico y el borde inferior del músculo oblicuo
interno, que separado hacia arriba permite ver la pared
posterior del canal inguinal, constituida por la fascia
transversalis y por algunas fibras provenientes de la
aponeurosis del músculo transverso.
El anillo inguinal profundo es equidistante a la espina
iliaca anterosuperior al tubérculo púbico, y por él emerge
el cordón o el ligamento redondo. Aquí la fascia trans-
versalis se proyecta, envolviendo dichas estructuras por
todo su trayecto, dentro y fuera del canal inguinal, para
constituir la fascia espermática interna. Los vasos epi-
gástricos inferiores se encuentran subyacentes al borde
medial de este anillo, entre las dos hojas de la fascia
transversalis e inmersos en la grasa preperitoneal.
Cerca del tracto iliopúbico se identifican los vasos
cremastéricos y la rama genital del nervio genitofemo- Figura 39--4. Sección del músculo cremáster y ligadura de
ral (figura 39--3). Estas estructuras pueden ser ligadas y sus cabos proximal y distal. Fotografía del Dr. Raphael
seccionadas ante la posibilidad de quedar atrapadas en Korn--Adler; Alfenas, Brasil.
Técnica de Shouldice modificada en tres capas 317

Figura 39--5. Inspección de la foseta media en busca de


Figura 39--6. Apertura de la fascia transversalis desde el
puntos de debilidad o de una hernia directa. Fotografía del
anillo inguinal profundo hasta el pubis. Fotografía del Dr.
Dr. Raphael Korn--Adler; Alfenas, Brasil.
Raphael Korn--Adler; Alfenas, Brasil.

En las mujeres en edad fértil se desinserta el ligamen-


to redondo del útero y se diseca (junto con el saco indi- bérculo púbico, con cuidado de no lesionar los vasos
recto si existe) hasta el espacio preperitoneal, para des- epigástricos inferiores (figura 39--6).
pués suturarlo a la cara profunda del músculo transverso El colgajo medial se separa en sentido medial y se li-
(maniobra de Barker). De cualquier manera, en las mu- bera de la grasa preperitoneal al músculo recto del abdo-
jeres debe cerrarse por completo el anillo inguinal pro- men y el arco del transverso. Después se moviliza el col-
fundo, para disminuir las posibilidades de una recurren- gajo lateral bajo visión directa y digital del canal
cia a través de él. femoral. En caso de una hernia femoral se procede a re-
ducir su contenido y a cerrar su orificio con dos o tres
puntos de sutura inabsorbible o la introducción de un
pequeño rollo de malla (tapón o plug) para obliterarlo
Tratamiento del saco herniario
por completo, como en la técnica original de Lichtens-
tein.
El saco herniario, constituido por el peritoneo parietal La pared posterior se reconstruye mediante una sutu-
y la fascia transversalis, y fibras y células de tejido con- ra continua simple, sin tensión excesiva y en todos los
juntivo, representa una consecuencia de las alteraciones planos, con un único hilo de polipropileno monofila-
de la ingle, así como de los lipomas originados en la gra- mento 2--0 en una aguja atraumática de medio círculo.
sa preperitoneal. Después de que se aísla de las estructu-
ras adyacentes puede ser tratado por simple inversión o
S Primer plano o línea de sutura. Se inicia próxi-
apertura, reducción, resección del contenido herniado y
mo al tubérculo púbico en dirección al anillo in-
ligadura del cuello, con la remoción completa de la par-
guinal profundo, aproximando el borde sobre el
te distal, que si es muy larga puede cortarse longitudi-
colgajo lateral de la fascia transversalis a la cara
nalmente para que quede ampliamente abierto.
E Editorial Alfil. Fotocopiar sin autorización es un delito.

posterior del colgajo medial, para englobar el bor-


El saco herniario directo es tratado mediante la sec-
de lateral del músculo recto del abdomen. En se-
ción linear o elíptica de la fascia transversalis en su con-
guida la sutura envuelve el arco del transverso
torno.
hasta la neoformación del anillo profundo. El cabo
proximal del músculo cremáster se incorpora al fi-
nal de esta sutura para proteger en sentido inferior
Reconstrucción de la pared y medial el cordón espermático, a manera de un
posterior del canal inguinal pequeño gancho o cabestrillo para calibrar este
anillo. La finalidad de este tiempo es recomponer
El tiempo operatorio que requiere esta acción es el más el compartimiento preperitoneal y tratar una her-
importante, porque se corrige la etiopatogenia de las nia indirecta (IIIb) o prevenir la recidiva en la fosa
hernias inguinales del adulto. La fascia transversalis es lateral (IVb), a través del anillo inguinal profundo
seccionada desde el anillo inguinal profundo hasta el tu- neoformado (figura 39--7 A y B).
318 Hernias de la pared abdominal. Tratamiento actual (Capítulo 39)

A B

Figura 39--7. A. Primer plano de sutura que une el borde libre del colgajo lateral de la fascia transversalis con la cara profunda
del colgajo medial. B. Primer plano de sutura completo y detalle de la calibración del anillo inguinal profundo por parte del cabo
proximal del músculo cremáster. Fotografías del Dr. Raphael Korn--Adler, Alfenas, Brasil.

S Segundo plano o línea de sutura. El mismo hilo, profundo para suturar el músculo oblicuo interno
sin anudarlo, se regresa al tubérculo púbico, apro- a la cara profunda (interna) del colgajo lateral de
ximando el borde inferior de los músculos oblicuo la aponeurosis del músculo oblicuo externo, adya-
interno y transverso más el colgajo medial de la fas- cente al ligamento inguinal. Siempre que sea posi-
cia transversalis seccionada (estrato triple) al liga- ble debe cubrirse el músculo oblicuo interno con
mento inguinal, envolviendo o no el tracto iliopúbi- la hoja libre de la aponeurosis cercana al pubis,
co (figura 39--8). Con estas dos líneas de sutura, la para reforzar el principal sitio de recidiva (figura
pared posterior del canal inguinal es recompuesta 39--9 A y B). El objetivo de este último plano con-
y reforzada por la interposición definitiva de mus- siste en reforzar la fijación del estrato triple al liga-
culatura. Aquí se tratan las hernias directas (IIIa) y mento inguinal, lo cual acentúa su forma de cana-
se previenen las recidivas locales (IVa). leta o canal. Así, los mecanismos fisiológicos de
S Tercer plano o línea de sutura. Con el mismo protección de la ingle son accionados de manera
hilo de sutura se regresa hacia el anillo inguinal permanente.

Revisión y cierre de la herida

Cuando se completa el tercer plano se le solicita al pa-


ciente que tosa o flexione el cuello sobre el tronco para
validar la integridad de las suturas. El cordón espermáti-
co, los nervios ilioinguinal e iliohipogástrico y la rama
genital se recolocan en su posición original. La aponeu-
rosis del músculo oblicuo externo se reconstruye, con la
incorporación del cabo distal del cremáster junto al ani-
llo inguinal superficial (figura 39--10).
Se procede al cierre de la piel mediante una sutura
continua intradérmica con hilo absorbible, de preferen-
cia. La herida se cubre con una tela adhesiva permeable
y se aplica sobre ella una gasa absorbente que deberá ser
Figura 39--8. Segundo plano de sutura que une el borde mantenida durante las primeras 24 h. Pueden surgir
libre del estrato triple con el ligamento inguinal. Fotografía equimosis, las cuales son resultado de las punciones de
del Dr. Raphael Korn--Adler, Alfenas, Brasil. la anestesia local y desaparecen de manera espontánea
Técnica de Shouldice modificada en tres capas 319

A B
Figura 39--9. A. Tercer plano de sutura con el detalle de la cobertura completa de la porción medial del músculo oblicuo interno
por parte del colgajo aponeurótico del músculo oblicuo externo. B. Tercer plano de sutura que fija el músculo oblicuo interno a
la aponeurosis del músculo oblicuo externo, adyacente al ligamento inguinal. Fotografías del Dr. Raphael Korn--Adler; Alfenas,
Brasil.

en unos días. La presencia de seromas o hematomas bituales en una a dos semanas, que es el lapso durante
conduce a la adopción de una conducta expectante, por- el cual el dolor posoperatorio no limita o desaparece. No
que pueden ser reabsorbidos durante las primeras sema- existen pruebas en la literatura médica que indiquen que
nas del posoperatorio. En caso contrario, cuando ya el reposo o cualquier limitación física favorezcan los re-
estén coagulados, deberán ser evacuados en forma asép- sultados.
tica por punción aspiradora o drenaje abierto. El paciente debe retornar al consultorio una semana
La analgesia posoperatoria tiene un modelo multi- después de la operación, para evaluar las condiciones de la
modal: un antiinflamatorio no esteroideo (diclofenaco) herida o las complicaciones, como infección, y después de
asociado con un analgésico (dipirona) durante tres o un mes, para investigar la presencia de dolor crónico.
cinco días. Los opiáceos se reservan como medicación Se programan reevaluaciones periódicas en los cinco
de rescate (tramadol). años subsiguientes, para la investigación de recidivas.
Se le indica al paciente que deambule sin restriccio- En estas visitas atendidas por el cirujano, el paciente de-
nes, suba y baje escaleras, y retorne a sus actividades ha- be realizar una maniobra de Valsalva estando de pie.

TENSIÓN EN LA LÍNEA DE
SUTURA Y ACTIVIDAD FÍSICA
E Editorial Alfil. Fotocopiar sin autorización es un delito.

Se considera que la tensión en la línea de sutura, atribui-


da a las técnicas de reparación con tejidos sin prótesis,
constituye la principal causa de dolor y recurrencia, de-
bido a la necrosis isquémica que produce. En este caso
se retrasaría el retorno a las actividades, con las conse-
cuentes repercusiones socioeconómicas negativas. Quien
afirma que la técnica de Shouldice produce tensión no
la ha medido; quien la ha medido no afirma esto.
Figura 39--10. Cierre de la aponeurosis del músculo oblicuo
Hace 25 años Taylor y Dewar (1983) demostraron
externo con incorporación del cabo distal del músculo cre- que el retorno a las actividades plenas no aumentó los
máster al reconstruir el anillo inguinal superficial. Fotografía índices de recurrencia. Después de medir la fuerza re-
del Dr. Raphael Korn--Adler; Alfenas, Brasil. sultante en la segunda línea de sutura, Peiper y col.
320 Hernias de la pared abdominal. Tratamiento actual (Capítulo 39)

(1998 y 2001) concluyeron que era 50% menor que la que durante la contracción del oblicuo interno y del
que se consigue con la maniobra de Valsalva (8 N), con- transverso, el vector resultante de la fuerza apunta hacia
siderada como el esfuerzo máximo. En 2002 Junge y el ligamento inguinal, lo cual relaja la línea de tensión
col. determinaron que el dolor y la recidiva no están re- del segundo plano o línea de sutura en la técnica de
lacionados con la tensión resultante de la aproximación Shouldice, que constituye una base fisiológica de pro-
de los tejidos, por lo que recomendaron el retorno inme- tección de la ingle en esas circunstancias.
diato e irrestricto a las actividades habituales. En 2003 En resumen, la técnica de Shouldice puede tomarse
los mismos autores se encontraban estudiando cadáve- en cuenta en los procedimientos “sin tensión” para el
res frescos, después de realizar los dos primeros planos tratamiento de la hernia inguinal, una vez que los índi-
de la técnica de Shouldice, y constataron que dicha fuer- ces de dolor y recidiva no se relacionen con la tensión
za era apenas 6.5% de la necesaria para romper la pared generada en la primera y segunda líneas de sutura en
posterior del canal inguinal (54 N) y que la ruptura ocu- esta técnica. Los pacientes deben permitirse una activi-
rre fuera de la zona operada (línea de sutura) en todos dad física irrestricta conforme se sientan seguros de
los casos. Finalmente, Peiper y col. (2004) demostraron efectuarla.

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Sección IV
Hernias ventrales
e incisionales

Sección IV. Hernias ventrales e incisionales


Capítulo 40
Clasificación de las hernias
ventrales e incisionales
Juan Carlos Mayagoitia González

INTRODUCCIÓN b. Hernias ventrolaterales: línea semilunar; hernia


de Spiegel.

Para tratar el tema de la clasificación de las hernias in-


guinales se cuenta con una amplia variedad en cuanto a
la época en que fueron propuestas, los diferentes autores
de ellas y las diferentes clasificaciones anatómicas, fun-
cionales, por estadios de evolución, etc., y es contras-
tante el hecho de que al parecer a pocos les llama la aten-
ción contar con un punto de referencia para clasificar las
hernias ventrales e incisionales, por lo que no existe un
consenso universal en cuanto a la nomenclatura o clasi-
ficación del tamaño de las hernias.
Durante siglos no se mostró interés en clasificar las
hernias ventrales e incisionales ni un intento por diferen-
ciarlas o para establecer criterios objetivos a la hora de
hacer estudios comparativos, debido quizá a la amplia
variedad de localizaciones de dichas hernias (figura
40--1). Las clasificaciones conocidas hoy en día datan
de dos o tres décadas atrás.
Sin que se tenga certeza de quién o cuándo comenzó
la clasificación, las hernias de la pared abdominal se
clasifican con bases topográficas, por lo que se habla de
E Editorial Alfil. Fotocopiar sin autorización es un delito.

hernias inguinales, ventrales e incisionales.

Hernias ventrales
Son las hernias primarias de la pared abdominal, inde-
Figura 40--1. Las posibilidades de localización de una her-
pendientes de las inguinales, y se clasifican en: nia ventral e incisional son múltiples, lo cual dificulta una cla-
sificación simple y práctica. Tomada de Greensville Dowell: A
a. Hernias de la pared anterior: línea media; umbili- treatise on hernia with a new process for its radical cure.
cales y epigástricas. 1876.

323
324 Hernias de la pared abdominal. Tratamiento actual (Capítulo 40)

c. Hernias de la pared lateral: Esta clasificación es sencilla, fácil de recordar y tam-


S Congénitas: Petit y Grynfeltt. bién es objetiva, pero tiene la desventaja de que no hace
S Espontáneas: hernias lumbares. referencia a la localización ni a las dimensiones del saco
herniario.

Hernias incisionales

CLASIFICACIÓN CON BASE EN


Incluyen cualquier hernia que surja a través de una inci-
sión previa que en general involucre aponeurosis y mús-
LA LOCALIZACIÓN DEL DEFECTO
culo, por lo que sus posibilidades de localización son in- HERNIARIO Y SU TAMAÑO
finitas; las más frecuentes son:

a. Hernias de la línea media:


S Supraumbilicales. Chevrel2 propuso en el año 2000 una clasificación de
S Infraumbilicales. hernias ventrales e incisionales tomando en cuenta su
S Subxifoideas. localización. De acuerdo con esto, las hernias pueden
S Suprapúbicas. ser mediales (M) o laterales (L), y se les agrega un nú-
b. Ventrolaterales: mero según la localización exacta y la recurrencia (R0
S Subcostales. para hernias primarias y R más el número de recurren-
S De las fosas iliacas. cia), así como el tamaño del defecto herniario, sin que
c. Laterales: lumbares. este dato desempeñe una función muy importante; así,
d. De puertos laparoscópicos. la clasificación incluye la amplitud (width):
Medial:
La literatura médica contiene propuestas actuales de M1: hernia supraumbilical.
clasificación basadas en: M2: hernia yuxtaumbilical.
M3: hernia subumbilical.
M4: hernia xifopúbica.
1. El tamaño del defecto herniario.
2. La localización del defecto y su tamaño.
Lateral:
3. La relación entre el defecto herniario y la pared ab-
L1: hernia subcostal.
dominal.
L2: hernia transversa.
4. El tamaño del saco herniario en relación con la ca-
L3: hernia iliaca.
pacidad de la cavidad abdominal.
L4: hernia lumbar.

Amplitud (width):
CLASIFICACIÓN CON BASE EN EL W1: menor de 5 cm.
TAMAÑO DEL DEFECTO HERNIARIO W2: de 5 a 10 cm.
W3: de 10 a 15 cm.
W4: mayor de 15 cm.
Herszage1 clasifica las hernias ventrales e incisionales de
Recurrencia:
acuerdo con el diámetro mayor del defecto herniario en:
R0: sin recurrencia.
R1: primera recurrencia.
S Pequeñas: hasta de 3 cm de diámetro. R2: segunda recurrencia.
S Moderadas: de 3 a 6 cm de diámetro. R3: tercera recurrencia, y así sucesivamente.
S Grandes: de 6 a 10 cm de diámetro.
S Gigantes: de 10 a 20 cm de diámetro.
S Monstruosas: mayores de 20 cm de diámetro. Como puede verse, esta clasificación sigue siendo fácil
de recordar y orienta mejor en cuanto a la localización
Cuando se encuentran dos o más defectos se suman las y el tamaño del defecto, pero tampoco hace referencia
dimensiones de cada uno de ellos. al tamaño del saco herniario y su contenido.
Clasificación de las hernias ventrales e incisionales 325

CLASIFICACIÓN CON BASE EN LA A/2 x L/2 x = cm2


RELACIÓN ENTRE EL DEFECTO Ancho 8 cm
Largo 8 cm
HERNIARIO Y LA PARED ABDOMINAL
8/2 x 8/2 x 3.14 = 50.24 cm2

En 2005 Ammaturo3 destacó la importancia que tiene el


conocer la relación entre el tamaño o área del anillo her- Ancho 7 cm
niario en relación con el área abdominal total, puesto Largo 18 cm
que un defecto de 6 o 7 cm puede comportarse como un 7/2 x 18/2 x 3.14 = 98.9 cm
defecto pequeño en pacientes con un área de pared
abdominal grande (complexión robusta o de estatura
alta) y puede comportarse como un defecto enorme en
los pacientes con un área de pared abdominal pequeña Figura 40--2. Fórmula propuesta por Jean Paul Chevrel
para calcular el área del defecto herniario con más preci-
(paciente de complexión delgada o baja estatura). Aun-
sión. Se aplica la misma fórmula para el segmento de malla
que el trabajo original de este autor se centró en la pre- aplicado.
dicción de los pacientes que tendrán un aumento de la
presión intraabdominal con la reparación cuando el
índice es menor de 15, puede tomarse como referencia Cuando el tamaño y el contenido del saco herniario
para complementar cualquiera de las clasificaciones, exceden la capacidad de la cavidad abdominal para reci-
tipificar la hernia y hacer un plan de manejo adecuado bir de nuevo a las asas intestinales herniadas se convier-
para evitar un síndrome compartimental posoperatorio. te en una hernia con “pérdida de dominio” o “pérdida
del derecho a domicilio”. Hasta el momento esta clasifi-
cación menciona de manera subjetiva si la hernia tiene
pérdida de dominio o no la tiene. Algunos autores, como
CLASIFICACIÓN CON BASE EN Aldo Junqueira,4 han intentado medir y objetivar dicha
EL TAMAÑO Y EL CONTENIDO medición con metodología de acceso un tanto difícil
DEL SACO HERNIARIO (tomografía axial computarizada), que se introduce en
un software de uso en el área de arquitectura para calcu-
lar exactamente el área total de la cavidad abdominal y
del saco herniario (hay que recordar que la cavidad ab-
Independientemente del tamaño del defecto herniario, dominal y el saco herniario tienen dimensiones irregu-
el tamaño del saco herniario tiene una función impor- lares y difíciles de calcular) y predecir si se excede el vo-
tante, tanto para clasificar las diferentes hernias como lumen de la cavidad abdominal.
para planear el tratamiento adecuado. Un defecto her- Finalmente existe una propuesta de Jean Paul Che-
niario de determinado tamaño puede coexistir con un vrel (figura 40--2) para el cálculo del área del defecto y
saco herniario pequeño con poca capacidad o convertir- de la malla que se aplica, la cual se ha adoptado de ma-
se en un saco de grandes dimensiones, capaz de albergar nera universal en la mayoría de los artículos bibliográfi-
una gran parte de asas intestinales. cos para fines comparativos estandarizados.2
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REFERENCIAS
1. Herszage L: Abordaje de las eventraciones de pared. En: 3. Ammaturo C, Bassi G: The ratio between anterior abdomi-
Mayagoitia GJC: Hernias de la pared abdominal. Trata- nal wall surface/wall defect surface: a new parameter to clas-
miento actual. 1ª ed. México, McGraw--Hill, 2003. sify abdominal incisional hernias. Hernia 2005;9:316--321.
2. Chevrel JP, Rath AM: Classification of incisional hernias
of the abdominal wall. Hernia 2000;4:7--11.
326 Hernias de la pared abdominal. Tratamiento actual (Capítulo 40)
Capítulo 41
Anestesia local en hernias
ventrales e incisionales
Luis Roberto Ramírez Mancillas

INTRODUCCIÓN ampliado su campo de aplicación en la mayor parte de


los procedimientos, especialmente de la pared abdomi-
nal, en todo tipo de pacientes.
El procedimiento, con sedación o sin ella, se utilizó
El objetivo de este capítulo no es hablar de la cirugía, originalmente en pacientes de alto riesgo. Sin embargo,
sino de una técnica anestésica eficaz, segura y económi- debido a sus excelentes resultados, comenzó a utilizarse
ca para llevar a cabo cirugías ambulatorias de hernias en pacientes convencionales y en la actualidad constitu-
ventrales o incisionales de la pared abdominal mediante ye la modalidad anestésica de elección.
el bloqueo nervioso periférico, que permite efectuar Lo mejor de esta técnica es que su uso no está restrin-
procedimientos quirúrgicos que habitualmente requie- gido, sino que puede ser utilizado en cualquier hospital,
ren bloqueo peridural o subaracnoideo y muchas veces desde uno ubicado en el medio rural hasta uno de tercer
anestesia general. nivel.
La hernioplastia de pared abdominal siempre se ha Pero el cirujano no es anestesiólogo, por lo que resul-
llevado a cabo con anestesia regional o general.1 La ta obligada la presencia de este especialista durante el
anestesia local se empleó a partir de principios del siglo proceso de bloqueo y el acto quirúrgico, a fin de que le
pasado2 en la reparación de hernias inguinales y umbili- proporcione seguridad al paciente y tranquilidad al ciru-
cales,3 pero rara vez, al menos en México, se ha utiliza- jano. Además, al margen de las razones señaladas, que
do para el tratamiento de hernias incisionales, umbilica- debieran ser suficientes, la participación del anestesió-
les grandes y otras menos comunes, debido a que las logo en todos los procedimientos de este tipo tiene un
otras modalidades anestésicas parecen ser suficientes obvio fundamento legal, que no debe olvidarse.
en la mayor parte de los casos. Por otro lado, si se va a ofrecer calidad, se considera
Los anestesiólogos manejan el bloqueo de los ner- que no hay nada mejor que evitar que el paciente sufra
vios periféricos casi siempre en los miembros y no en o recuerde dolor alguno entre la molesta infiltración del
anestésico y el final de la intervención, a la vez que pue-
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el abdomen, pues para ello cuentan con el bloqueo peri-


dural o el subaracnoideo.4--6 Sin embargo, cada vez se da estar lo suficientemente lúcido como para deambular
someten a cirugía más pacientes de mayor edad y riesgo y tomar alimentos en el posoperatorio inmediato. Todo
quirúrgico elevado por patología concomitante, por lo esto sólo es posible mediante la coordinación entre am-
que se han buscado y desarrollado técnicas anestésicas bas especialidades, pues el manejo de los medicamentos
más seguras que permitan hacer frente a estos retos.7--8 que permiten estos resultados es del dominio exclusivo
Durante años se han depurado y simplificado las téc- del anestesiólogo, como lo es el de las potenciales com-
nicas de bloqueo periférico,9--12 para que pueda reprodu- plicaciones que los anestésicos locales pueden llegar a
cirlas todo cirujano interesado (asistido por anestesiolo- ocasionar.14
gía) en cualquier medio hospitalario, aun con escasos Es fundamental evitar el dolor en todo momento,
recursos.13 Gracias a esto, en los últimos años se ha puesto que una vez que el paciente lo experimenta du-

327
328 Hernias de la pared abdominal. Tratamiento actual (Capítulo 41)

Cuadro 41--1. Cuadro 41--3.


Solución anestésica Composición En la práctica: hasta 160 cm3 de la solución
Lidocaína a 2% con epinefrina 25% 40 cm3 de lidocaína a 2% con epinefrina
Bupivacaína a 5% 25% 40 cm3 de bupivacaína a 5%
Agua 50% 80 cm3 de agua

rante la intervención quirúrgica se crea un estado de ten- men debajo del margen costal y en la pared se ubican
sión, donde él tiene temor a un nuevo episodio y el ciru- entre el músculo transverso y el oblicuo menor, por lo
jano pierde la confianza para seguir operando con co- que son susceptibles de ser bloqueados en su emergencia
modidad. Ésta es la principal causa del rechazo a la por debajo del reborde costal y en el espacio entre la undé-
técnica. Por eso se dice que la anestesia local es el méto- cima costilla y la espina iliaca anterosuperior (EIAS).15
do menos invasor y satisfactorio, pero puede convertir- Es importante tener en cuenta estos detalles para lo-
se en la peor experiencia para el paciente y para el ciru- grar un bloqueo completo. El territorio afectado por este
jano.6 bloqueo abarca la pared, desde el apéndice xifoides has-
La solución de este problema es la prevención y la ta el pubis, el espacio comprendido entre las líneas axi-
base, como en todo, es la preparación. El conocimiento lares anteriores en todo su espesor y la piel al peritoneo
neuroanatómico de la región es fundamental. El sistema parietal, por lo que permite operar la mayor parte de las
nervioso periférico es un auténtico cableado que tiene hernias de la pared abdominal.
una distribución somática muy constante, donde el cur- No hay que olvidar que las estructuras involucradas
so de los nervios en el espesor de la pared abdominal se en una hernia comprenden también elementos viscera-
asemeja a lo que ocurre en cualquier sistema eléctrico: les y de inervación vagal, como el epiplón (lo más fre-
sigue trayectos lógicos determinados por el origen em- cuente) y a veces las asas intestinales mantenidas dentro
briológico de éstos y las capas musculoaponeuróticas. del saco por adherencias a él o al margen del anillo her-
Su distribución cutánea final tiene también un patrón niario, que deben ser liberadas y reducidas mediante la
predecible, conocido como dermatoma. irrigación del contenido y sedación complementaria,
La mezcla anestésica está compuesta por bupivacaí- pero, sobre todo, con delicadeza en el manejo de los teji-
na a 5%, lidocaína a 2% y agua, donde la mitad corres- dos, pues incluso la anestesia regional por bloqueo peri-
ponde a los anestésicos a partes iguales y la otra a agua, dural o subaracnoideo puede ser insuficiente ante un
respetando las dosis máximas recomendadas (cuadros trato brusco.
41--1 a 41--3).

TÉCNICA DEL BLOQUEO


DE NERVIOS PERIFÉRICOS
NEUROANATOMÍA BÁSICA
DE LA PARED ABDOMINAL
DE LA PARED ABDOMINAL

Para el efecto, hay varios abordajes. Los más conocidos


La pared abdominal es una estructura dinámica com- son el bloqueo a nivel del ángulo costal, en el dorso, y
puesta por varias capas, que se encuentra inervada por el que utiliza la línea media axilar. Ambos están bien
ramas de los nervios T7 a T12 y el nervio L1. El nervio descritos y se han usado con éxito durante muchos
T12 se anastomosa con el L1 para formar los nervios años.16 Sin embargo, requieren un especial cuidado por
iliohipogástrico e ilioinguinal. el riesgo de producir neumotórax, además de que deben
Todos los nervios torácicos emiten una rama cutánea aplicarse en una posición diferente a la que se utilizará
a nivel de la línea axilar media, después pasan al abdo- para la cirugía (figura 41--1).

Cuadro 41--2. Dosis tóxicas


Anestésico local Sin adrenalina Con adrenalina
Lidocaína 200 mg (3 a 4 mg/kg) 500 mg (6 a 7 mg/kg)
Bupivacaína 150 mg (2 mg/kg) 200 mg (2.5 mg/kg)
Anestesia local en hernias ventrales y incisionales 329

PROCEDIMIENTO ANESTÉSICO
EN ÁREAS ESPECÍFICAS

Hernia epigástrica e incisional


del hemiabdomen superior

1. Localización del extremo anterior de la undécima


costilla y del margen costal en ambos lados (figura
41--2).
2. Introducción de la aguja por debajo de estas es-
tructuras en sentido craneal en un ángulo de 45_
Figura 41--1. Bloqueo intercostal por abordaje posterior. sin puncionarlas (para evitar condritis), infiltran-
do entre 3 y 5 mL de la solución en cada punto, en
la proyección anterior de cada espacio intercostal
Al principio se emplearon estos métodos con resulta- (aproximadamente cada 3 cm) a partir de la undé-
dos satisfactorios; no obstante, considerando el curso de cima costilla hacia el apéndice xifoides, en plano
los nervios bajo el reborde costal, se cambió el bloqueo subaponeurótico (figura 41--3). En cada uno de
a nivel subcostal y se agregó infiltración subcutánea ellos se administran entre 1 y 2 mL más durante el
(para incluir los ramos cutáneos), a lo cual se le llamó retiro de la aguja para bloquear los ramos cutáneos
bloqueo de nervios periféricos (BNP) de la pared abdo- de cada intercostal (que no son bloqueados porque
minal.17 transcurren en plano subcutáneo tras emerger en la
Se observó que el resultado era el mismo, pero sin el línea medioclavicular) (figura 41--4A).
riesgo de neumotórax y con la ventaja adicional de que 3. Se infiltran entre 3 y 5 mL a cada lado, a 5 cm por
puede efectuarse con el paciente en posición de decúbi- fuera del límite palpable del anillo herniario
to dorsal, lo cual le facilita al anestesiólogo la sedación (cuando se identifica) para dejar anestésico en la
y la oxigenación en caso necesario. A partir de entonces, vaina de los rectos o en el plano subaponeurótico
constituye el abordaje de elección para el manejo de las vecino a la hernia (en las que no son de línea me-
hernias de la pared abdominal no inguinales, el que se dia). Éste es un paso complementario cuyo fin es
detalla a continuación. Los puntos de referencia impor- asegurar el bloqueo completo (figuras 41--4 A y
tantes son (figura 41--2): 41--5).
4. Infiltración de la línea de incisión proyectada.
S El extremo anterior de la undécima costilla. 5. Una vez hecha la incisión se infiltra la base del
S El margen costal. saco, que se diseca y reduce, de ser posible sin
S La espina iliaca anterosuperior (EIAS). abrirlo, y se aborda el espacio preperitoneal o re-
tromuscular para iniciar la reconstrucción.
6. En este punto, cuando el saco no se reduce con fa-
cilidad porque contiene el epiplón u otra víscera,
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se recomienda solicitar que el anestesiólogo pro-


porcione sedación para evitar que la maniobra re-
sulte molesta o se despierte un reflejo vagal.
7. Se efectúa la plastia de pared con la técnica que el
cirujano haya elegido, de preferencia una técnica
sin tensión.

La razón de bloquear todos los nervios del hemiabdo-


men superior en las hernias incisionales y epigástricas
consiste en que, para que una reparación de estas últi-
mas se considere satisfactoria, debe incluirse la inspec-
ción (al menos digital) de toda la línea media supraum-
Figura 41--2. Referencias y puntos de infiltración en BNP. bilical.
330 Hernias de la pared abdominal. Tratamiento actual (Capítulo 41)

Oblicuo mayor
Oblicuo menor

Transverso

A B

Figura 41--3. A. Infiltración subcostal de los nervios intercostales. B. Infiltración subcutánea de los nervios intercostales.

Hernia umbilical grande catriz umbilical y el margen del anillo herniario)


(figuras 41--4 y 41--5).
4. Infiltración de la línea de incisión planeada y del
saco herniario si está vacío.
1. Localización del extremo anterior de la undécima 5. Una vez hecha la incisión se infiltran la base del
costilla y del margen costal a ambos lados (figura saco y el espacio preperitoneal.
41--2). 6. Disección y reducción del saco, de preferencia sin
2. Infiltración de 3 a 5 mL debajo de cada uno de es- abrirlo, y reconstrucción mediante la técnica que
tos puntos en la proyección anterior de los inter- el cirujano elija, de preferencia sin tensión.
costales 9, 10 y 11 a ambos lados y entre 2 y 3 mL
más al retirarla (figuras 41--3 y 41--6).
3. Infiltración de 5 mL en sentido perpendicular a la Hernia umbilical pequeña
piel a 5 cm en dirección lateral y 1 cm arriba de la
línea de la cicatriz umbilical en plano subaponeu- 1. Es suficiente seguir los pasos 3 a 6 de las instruc-
rótico (localizable al medir la profundidad de la ci- ciones anteriores.

Ramos cutáneos de n. intercostales


Vaina de los rectos

N. intercostal
Recto anterior
M. oblicuo mayor
M. oblicuo menor
M. transverso
A B

Figura 41--4. A. Infiltración de la vaina de los rectos. B. Infiltración subcutánea.


Anestesia local en hernias ventrales y incisionales 331

Saco herniario

Contenido

Anillo herniario

A B

Figura 41--5. A. Infiltración del anillo herniario. B. Infiltración del espacio preperitoneal.

Hernias del hemiabdomen inferior de gabinete preoperatorios, y una valoración por parte
de medicina interna o cardiología cuando es necesario.
1. Localización del extremo anterior de la undécima Se le explica al paciente el procedimiento anestésico y
costilla, del margen costal y de la EIAS a ambos el plan de cirugía ambulatoria con egreso inmediato. Se
lados (figura 41--2). documentan los datos de identificación, tamaño y loca-
2. Infiltración subcostal del décimo nervio intercos- lización de la hernia, así como su carácter de primaria
tal según la descripción previa. o recurrente, si es reductible y la presencia de enferme-
3. Estimación de la profundidad de la undécima cos- dades generales crónicas.
tilla y la EIAS como referencia para bloquear los En el programa se aceptan todos los pacientes con
nervios T12, L1 y sus ramos iliohipogástrico e hernias umbilicales, epigástricas, incisionales y otras
ilioinguinal, que se localizan en el espacio entre menos frecuentes, como las de Spiegel, incluso a los que
éstas y la vecindad de la EIAS (figura 41--6 A). tienen riesgo anestésico quirúrgico elevado (ASA III--
4. Infiltración de 3 a 5 mL de solución anestésica IV), como los que padecen cardiopatía, neumopatía e
cada 3 cm en sentido perpendicular a la piel al al- insuficiencia renal en diálisis peritoneal ambulatoria18
canzar la capa muscular a la profundidad calcula- (en el programa se reparan de manera rutinaria las her-
da (y avanzar con la aguja 2 a 3 cm en el espesor nias en los pacientes que son sometidos a instalación de
del músculo, en abanico) y entre 2 y 3 mL más al catéter tipo Tenckhoff en el mismo tiempo quirúrgico si
retirar la aguja (figura 41--6). sus condiciones lo permiten, ya que la diálisis es un fac-
5. El resto del procedimiento se lleva a cabo con los tor de incremento del tamaño de la hernia), y los ancia-
mismos pasos que para las hernias del hemiabdo- nos sin límite de edad.19
men superior. Casi siempre se excluyen los pacientes menores de
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10 años de edad y los que padecen una obesidad impor-


Es importante señalar que en las hernias que afectan un tante (a juicio del cirujano) o un estado mental alterado,
solo lado o un cuadrante del abdomen (subcostales, pa- que representen riesgo de convertir el procedimiento a
ramedias, de McBurney, etc.) se recomienda bloquear anestesia general, ya que uno de los factores de mayor
ambos lados, pues es frecuente que la plastia rebase la importancia en el éxito de esta modalidad anestésica es
línea media. precisamente la selección adecuada de los pacientes; no
hay que olvidar que ninguna técnica (anestésica o qui-
rúrgica) es aplicable a todos los casos.
MANEJO PREOPERATORIO El paciente ingresa y egresa caminando por el área de
admisión la mayoría de las veces. La venoclisis y la tri-
cotomía se hacen en el quirófano, en el preoperatorio in-
Los pacientes se valoran inicialmente en la consulta ex- mediato, donde el paciente se somete a un monitoreo y
terna. Se realizan estudios paraclínicos de laboratorio y a una entrevista por parte del anestesiólogo, quien deter-
332 Hernias de la pared abdominal. Tratamiento actual (Capítulo 41)

Margen costal

T10
B

11a. costilla

T11 N. iliohipogástrico

T12 N. ilioinguinal

L1

A C

Figura 41--6. A. Esquema de la técnica de infiltración de los nervios intercostales T10, T11, T12 y lumbares. B y C. Técnica de
infiltración de los nervios intercostales T10, T11, T12 y lumbares.

mina la conveniencia y el tipo de medicación preanesté- En todos los casos la anestesia local la administra el
sica. Todos los pacientes reciben algún tipo de analgesia cirujano. Cada vez se emplea más la sedación comple-
preoperatoria. mentaria; de hecho, salvo en ancianos y otros pacientes
a juicio del anestesiólogo, se recomienda una inducción
anestésica general de muy breve acción (midazolam
EXPERIENCIA más propofol) a fin de proporcionarles una agradable
obnubilación y amnesia durante el proceso de infiltra-
ción.
Esto es muy importante cuando se operan hernias que
Más de 90% de los pacientes del autor de este capítulo requieren múltiples punciones, como es el caso de las
son operados bajo anestesia local o locorregional, y en posincisionales.
todos los casos se cuenta con monitoreo EKG y de sig- El paciente está consciente durante todo el procedi-
nos vitales, oximetría y asistencia de anestesiología. miento (con excepción de los ocasionales periodos de
En el transoperatorio se administra sedación a solici- sedación mencionados) y coopera con las maniobras de
tud del cirujano antes de efectuar maniobras que pudie- Valsalva a solicitud del cirujano al final de la operación.
ran ocasionar molestias y reflejo vagal. La técnica anes- Posteriormente, se le ayuda al paciente a incorporarse
tésica empleada fue descrita en detalle y las técnicas y a deambular hasta el área de recuperación.
quirúrgicas para la hernioplastia son las habituales, sean Hasta el momento de escribir estas líneas no se han
con malla o sin ella. El tiempo máximo de aplicación de presentado complicaciones transoperatorias de impor-
la anestesia es de10 min y el tiempo quirúrgico puede tancia relacionadas con el método anestésico ni ha sido
variar entre 15 min y 3 h. Todos los pacientes han sido necesario realizar conversiones a algún otro tipo de
operados por un solo cirujano. anestesia.
Anestesia local en hernias ventrales y incisionales 333

MANEJO POSOPERATORIO Los procedimientos descritos se han empleado con


buenos resultados y de manera progresiva desde hace
más de 15 años, por lo que la técnica se ha depurado con-
forme se ha avanzado de casos simples a casos más
La estancia posoperatoria es mínima. Más de 95% de complejos. En los últimos siete años se sistematizó la
los pacientes abandonan las instalaciones en menos de técnica y hoy se usa de manera rutinaria en la práctica
dos horas, pero 75% de ellos lo hacen en los primeros diaria.
30 min. Todos los pacientes fueron informados acerca del
Las complicaciones posoperatorias son las habitua- método y estuvieron de acuerdo en someterse a él, por
les e incluyen seromas y hematomas en menos de 5% de lo que no se ha tenido un solo caso de negativa una vez
los casos, y la tasa de infecciones se ha mantenido en aceptado. Tampoco se han presentado efectos secunda-
menos de 1%. rios serios provocados por los anestésicos y los pocos
Los analgésicos empleados con más frecuencia son casos de sintomatología vagal se han resuelto sin com-
el dexketoprofeno (StadiumR) y la mezcla de tramadol plicaciones que ameritaran hospitalización.
más ketorolaco (SinergixR). El dolor posoperatorio Una pregunta frecuente es: ¿por qué es el cirujano y
aparece en promedio ocho horas después. El consumo no el anestesiólogo quien administra este tipo de aneste-
de analgésicos es variable y la evaluación según la esca- sia? La respuesta es: porque está familiarizado con la
la visual análoga19 (0 a 10) a las 24 h y al séptimo día anatomía y porque el procedimiento es secuencial (el
posteriores a la operación ha sido de 3 a 4 y de 1 a 2 para anestesiólogo difícilmente podría ir infiltrando mien-
las plastias pequeñas (umbilical y epigástrica), y de 4 a tras se desarrolla la intervención, a menos que se convir-
5 y de 2 a 3 para las plastias mayores, como las incisio- tiera en ayudante quirúrgico).
nales, que requieren una disección amplia. El cirujano es el mejor preparado en cuanto a aneste-
Debido a la subjetividad con que se mira la técnica, sia local. Debe recordarse que las primeras anestesias
se recurrió a encuestar la aceptación del método me- locales fueron administradas por cirujanos,2 y las actua-
diante una pregunta: de ser necesaria otra cirugía simi- les también. Por lo tanto, lo práctico es que el anestesió-
lar, ¿elegiría usted éste u otro tipo de anestesia? casi logo permanezca vigilante a la cabecera de la mesa,
95% de los pacientes eligieron la anestesia local. Cabe pues esta acción representa el verdadero valor del tra-
hacer notar que la pregunta se plantea durante la con- bajo en equipo, que se traduce en una mejor calidad de
sulta posoperatoria cuatro semanas después, a fin de atención.
evitar un condicionamiento en la respuesta de cualquier Otra interrogante es: ¿debería usarse la anestesia lo-
índole. Un dato interesante al respecto es que en las po- cal o locorregional como método de elección en la ciru-
cas recidivas, reoperadas mediante el mismo programa, gía de hernias de la pared abdominal? La respuesta es no
la anestesia utilizada ha sido la misma. por el momento, debido a que, aunque ofrece grandes
El tiempo de retorno a las actividades habituales es ventajas, es difícil que ocupe el lugar que por tanto tiempo
variable (de tres días a cuatro semanas), dependiendo de han ocupado los métodos tradicionales en el quehacer
la magnitud del procedimiento quirúrgico, pero sobre diario del cirujano y con los cuales se siente suficiente-
todo del tipo de paciente, aunque es sensiblemente me- mente cómodo. Sin embargo, todos han enfrentado el
nor en el sector privado que en el institucional, como al problema del paciente con cardiopatía, neumopatía, in-
parecer ocurre en casi todo el mundo. suficiencia renal, etc., que tiene una hernia sintomática
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que ocasiona incapacidad y amerita una solución qui-


rúrgica, pero que no es operado debido al alto riesgo y
al ocasional bloqueo fallido que será convertido a anes-
DISCUSIÓN tesia general.
En estos casos la técnica descrita tiene un lugar im-
portante y, si se aprovecha, es posible que despierte la
inquietud de utilizarla en casos comunes, como ocurrió
Se presentó la descripción de una técnica anestésica que en la experiencia del autor y su grupo.
no es totalmente nueva, pero la vía de abordaje es más Sin duda, todo indica que la cirugía ambulatoria bajo
simple y segura, por lo que se ha convertido en el mé- anestesia local y locorregional tendrá una importancia
todo de elección en más de 90% de las plastias de pared cada vez mayor en el futuro,21 debido a su mínimo ries-
abdominal en la práctica institucional y privada del au- go y obvias ventajas en cuanto a costo--efectividad y
tor de este capítulo.17 costo--beneficio,22,23 pues no hay duda de que represen-
334 Hernias de la pared abdominal. Tratamiento actual (Capítulo 41)

ta un gran ahorro económico (en algunos casos de más y debido a su bajo riesgo puede ser administrada por el
de 50%) al mismo tiempo que optimiza la utilización de propio cirujano ante la presencia y asistencia médica del
las cada vez más escasas camas de hospital, tanto en el anestesiólogo.
medio privado como en el institucional. Debe recordarse que ningún método anestésico (ni
Pero no todo es color de rosa, también hay desventa- quirúrgico) es aplicable a todos los casos y éste no es la
jas, pues la técnica requiere una curva de aprendizaje y excepción. Cada cirujano, de acuerdo con su criterio,
un cambio en el ambiente quirúrgico que al principio no podrá darle el lugar que le corresponda en su arsenal de
son fáciles. Además, obliga a un manejo cuidadoso de recursos: desde emplearla sólo en casos especiales hasta
los tejidos y no permite actuar con brusquedad al manio- convertirla en su técnica de elección. La aceptación de
brar el contenido visceral.24 No obstante, estos aparen- los pacientes y sus familiares es buena y excelente. El
tes inconvenientes resultan finalmente en ventajas, pues retorno a las actividades habituales es variable depen-
esta conducta se traduce en mejores resultados, no sólo diendo de la ocupación, las circunstancias personales
en este tipo de cirugía, sino en todas las que llevan a del paciente y la magnitud del procedimiento, pero en
cabo el autor de este capítulo y su grupo de trabajo.3 la mayoría de los casos es sensiblemente menor en los
pacientes del medio privado que de los institucionales.
Finalmente, es necesario enfatizar que el enfoque en
CONCLUSIONES la prestación de los servicios ha cambiado. Hoy la ciru-
gía se encuentra en una etapa en la que ya no es sufi-
ciente resolver los problemas, sino que se espera que se
cuente con la capacidad para mejorar la calidad de vida
La hernioplastia ambulatoria de la pared abdominal de los pacientes a un nivel nunca antes visto. Ahora,
bajo anestesia local y locorregional es un procedimiento como debió ser siempre, debe ponerse especial atención
seguro, accesible y económico, que tiene especial utili- en los detalles, como el mínimo riesgo, el control ópti-
dad en los pacientes con riesgo quirúrgico elevado, pero mo del dolor, la pronta reintegración del paciente a su
que es aplicable a la mayoría de los casos en la práctica vida cotidiana y el aspecto estético, entre otros. Y todo
quirúrgica diaria, siempre y cuando sean adecuadamen- esto es responsabilidad del cirujano. Éste es el reto que
te seleccionados. está en las manos del cirujano lograr y tomar como un
En general, puede considerarse una alternativa en los placer y un privilegio. La hernioplastia de pared abdo-
pacientes de alto riesgo, en caso de falla del bloqueo pe- minal ambulatoria bajo anestesia local y locorregional
ridural y como excelente método de analgesia posope- es un método que satisface adecuadamente estas expec-
ratoria (sin importar el procedimiento anestésico em- tativas, por lo que, si se analiza con cuidado, puede ser
pleado), para lo cual es conveniente aplicarla antes de considerado desde casi cualquier punto de vista (del
iniciar la intervención. Gracias a que es económica tiene anestésico--quirúrgico al socioeconómico) como la ver-
la ventaja de que puede efectuarse en cualquier hospital, dadera “cirugía de mínima invasión”.

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E Editorial Alfil. Fotocopiar sin autorización es un delito.
336 Hernias de la pared abdominal. Tratamiento actual (Capítulo 41)
Capítulo 42
Hernia umbilical
Juan Carlos Mayagoitia González

INTRODUCCIÓN talón” (borde superior o chaleco sobre el borde in-


ferior o pantalón) con puntos en “U” o de colcho-
nero.
La hernia umbilical constituye entre 4 y 13% de las her-
En la actualidad se desecharon tres de estos pasos y sólo
nias de la pared abdominal, y es una patología muy co-
se realiza la imbricación de la aponeurosis; además, esta
mún a partir de la quinta década de la vida. Puede pre-
técnica se encuentra en desuso por su alta incidencia de
sentarse como un problema al nacer, pero la mayoría
recurrencias, que va de 13 a 54% en las diferentes series
(90%) se presentan en la vida adulta de manera adquiri-
publicadas.
da (a partir de un cierre defectuoso de la cicatriz umbili-
cal desde los primeros días del nacimiento) y son más
comunes en las mujeres.
CLASIFICACIÓN

HISTORIA
Hay un acuerdo general para la clasificación de las her-
nias umbilicales. Por su origen se clasifican en congéni-
tas y adquiridas, y por su localización se dividen en um-
Estas hernias son reconocidas desde los tiempos de Cel- bilicales, cuando surgen por el anillo umbilical, y en
so, en el siglo I d.C., y siempre se manejaron con ligadu- paraumbilicales, cuando surgen en la periferia cercana al
ras elásticas. En 1740 William Cheselden describió por anillo umbilical, con excepción de la línea alba supraum-
primera vez un tratamiento de hernia umbilical estran- bilical, donde adquieren el nombre de hernias epigástri-
gulada. cas.
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A William J. Mayo se debe la descripción clásica de Las hernias congénitas son las que aparecen desde el
la técnica de reparación de las hernias umbilicales con nacimiento; las padecen entre 30 y 40% de los recién na-
sus cuatro pasos importantes que hizo en 1901 (figura cidos, aunque aumenta su frecuencia en los bebés de
42--1): bajo peso al nacer (hasta 84% de los bebés prematuros
las presentan) y pueden tender al cierre espontáneo en
1. Resección del saco herniario. los primeros dos a cuatro años de vida; sin embargo, el
2. Cierre del peritoneo. cierre puede ser deficiente y manifestarse posterior-
3. Aproximación de los bordes del músculo recto ha- mente en la vida adulta como una hernia adquirida del
cia la línea media. adulto, pues, de acuerdo con Jakson y Mawera, sólo
4. Cierre del defecto herniario mediante imbricación 10% de las hernias del adulto refieren haberla tenido
de la aponeurosis en forma de “chaleco sobre pan- desde la niñez. A los dos años de edad la frecuencia de

337
338 Hernias de la pared abdominal. Tratamiento actual (Capítulo 42)

A C

B D
Figura 42--1. Procedimiento de Mayo. A. Cierre del peritoneo después de resecar el saco. B. Aproximación de los músculos rectos
a la línea media. C y D. Imbricación del borde superior del defecto sobre el borde inferior. Modificado del Dr. John Skandalakis.

hernias umbilicales es de 15 a 30% y a los tres años es edad, que es cuando puede haber un cierre espontáneo
de sólo 10%. De lo anterior se desprende la decisión de o al menos una disminución en el diámetro del anillo (fi-
no operar hernias umbilicales antes de los dos años de gura 42--2).

A B
Figura 42--2. A. Hernia umbilical en un recién nacido. B. Hernia umbilical en la etapa adulta.
Hernia umbilical 339

ETIOPATOGENIA CUADRO CLÍNICO

Los bordes del orificio umbilical se forman durante la En los niños que padecen hernia umbilical congénita el
tercera semana de la vida fetal y el cordón umbilical saco herniario se hace muy aparente ante la carencia de
toma su forma alrededor de la quinta semana. Al nacer, tejido celular subcutáneo y no hay dificultad para hacer
la obliteración del conducto determina su cicatrización el diagnóstico. Las hernias umbilicales adquiridas en la
y contracción entre los tres y los seis días de edad, pero vida adulta se manifiestan únicamente como la apari-
si esto no ocurre entonces se determina que el recién na- ción de una tumoración reductible a nivel de la cicatriz
cido puede presentar una hernia umbilical, denominada umbilical; la mayor parte de las veces es asintomática
congénita. Las variaciones anatomoembriológicas dan y más o menos visible desde su inicio, dependiendo de
origen a una debilidad en la zona orificial aparentemen- la complexión del paciente.
te bien cicatrizada, ocasionando la aparición, a veces En la mujer su aparición es común durante el trans-
tardía, de la patología herniaria umbilical en el adulto, curso de un embarazo. Cuando los orificios son peque-
relacionada con deficiencias del entrecruzamiento de ños puede existir malestar más que dolor a nivel del saco
fibras, un fenómeno bien descrito por Askar en 1978. cada vez que protruye su contenido, que cede al reducir-
Las variaciones en el entrecruzamiento de fibras en se espontánea o digitalmente.
la línea alba más la aparición de algunos factores condi- El crecimiento de esta hernia tiene una velocidad va-
cionantes, como distensión abdominal importante debi- riable y al hacerlo ceden las molestias descritas hasta
da a obesidad, embarazos y diálisis peritoneal por insu- que, por el aumento de su tamaño, se alojan asas intesti-
ficiencia renal o cirrosis, determinarán que el cierre de nales que se adhieren al anillo y al saco, produciendo
la cicatriz umbilical deficiente se manifieste como una molestias posprandiales en el menor de los casos y cua-
hernia umbilical del adulto o “adquirida”. dros seudooclusivos cuando el contenido visceral es
Otro factor que se invoca en la aparición de hernia abundante. Por lo común en las mujeres el anillo y el
umbilical es la alteración en la disposición de la fascia saco herniario alcanzan tamaños mayores, pero en el
umbilical, como lo describió Chevrel en 1996. hombre el anillo y el saco casi siempre son menores y
La hernia umbilical está presente en 25% de los pa- dan la apariencia de permanecer con esas dimensiones
cientes cirróticos, en los que también intervienen como durante años.
factores condicionantes la recanalización de la vena Cuando las hernias umbilicales crecen, tienden a dis-
umbilical por inversión del flujo, la distensión, el au- tender la piel del ombligo y causar atrofia de la piel con
mento de la presión abdominal por ascitis y el estado de ulceraciones con mayor frecuencia que en las de otra
malnutrición secundaria. parte de la pared abdominal, debido a que esta zona no
Las deficiencias de colágena, cualquiera que sea su cuenta con una gran cantidad de tejido celular subcutá-
tipo, además de ser un factor condicionante de esta apa- neo que retarde este evento. En los pacientes con cirro-
rición, determinan la velocidad de crecimiento de dicho sis puede presentarse un estallamiento de la delgada piel
anillo herniario, entre otros factores. de la cicatriz umbilical y surgir una fuga de líquido ascí-
Un paciente con hernia umbilical y deficiencia de co- tico. El mayor tamaño de la hernia y el tiempo de evolu-
lágena tiene un riesgo de 42% de desarrollar otra hernia ción se asocian con deterioro de la pared abdominal, por
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en algún sitio de la pared abdominal y 5% de padecer lo que es frecuente encontrar hernias umbilicales
múltiples hernias, de acuerdo con lo publicado por Mit- implantadas en abdómenes flácidos y con diástasis de
telstaedt en 1988. rectos que dificultan la reparación integral de la pared
En 1969 Bryant hizo una asociación curiosa de pa- (figura 42--3).
cientes multíparas con colelitiasis y hernia umbilical, Por la rigidez, el diámetro pequeño y el contenido de
donde al parecer la multiparidad constituyó un factor estas hernias, que casi siempre es epiplón, entre 17 y
desencadenante de otras dos entidades: colestasis y dis- 40% de ellas se encuentran incarceradas (13% de las
tensión y adelgazamiento de las estructuras de la pared hernias catalogadas como incarceradas son umbilica-
abdominal. les). Sin embargo, tanto el intestino delgado como el
En 75% de los pacientes la hernia umbilical tiene un grueso pueden formar parte del contenido herniado, lo
diámetro menor de 3 cm y el diámetro horizontal siem- cual obliga en 20% de los casos a una cirugía de urgen-
pre es ligeramente mayor que el vertical, lo cual le con- cia y una resección intestinal; en 80% de los casos sólo
fiere un aspecto oval. se encuentra un epiplón hemorrágico o con necrosis.
340 Hernias de la pared abdominal. Tratamiento actual (Capítulo 42)

Figura 42--4. Las hernias umbilicales en los menores de dos


años de edad tienen un manejo expectante y no se recurre
a los dispositivos para contener la protrusión del saco her-
niario.

Figura 42--3. Gran hernia umbilical primaria con 20 años de TRATAMIENTO


evolución. El saco y el anillo herniario crecieron en gran me-
dida y dificultaron la reparación sobre una pared abdominal
en malas condiciones.
Ante una hernia umbilical de tipo congénito, el manejo
es expectante durante los dos primeros años de vida; no
se recomienda la intervención quirúrgica porque el índi-
AUXILIARES DE DIAGNÓSTICO ce de recidivas al manejar tejidos muy delgados a esta
edad es alto y porque en algunos pacientes existe la ten-
dencia a un cierre espontáneo, o cuando menos a que el
diámetro del anillo disminuya sus dimensiones (figura
Por su localización anatómica, la mayoría de las hernias 42--4).
umbilicales son diagnosticadas mediante examen clí- La recomendación para la madre sólo incluye vigi-
nico, por lo que el ultrasonido y la tomografía se reser- lancia, sin ningún procedimiento de contención del saco
van para pacientes con obesidad mórbida o con hernias umbilical. Por desgracia, en los infantes pesan más las
umbilicales recurrentes asociadas con obesidad, donde tradiciones y costumbres ancestrales que sólo lastiman
los tejidos cicatricial y celular subcutáneo pueden difi- la piel umbilical (colocación de tela adhesiva con adita-
cultar la palpación adecuada. mentos como algodón, canicas o monedas para conten-
Hernia umbilical 341

A B

Figura 42--5. A. Cicatriz umbilical redundante después de una plastia umbilical con saco grande con acceso transumbilical. B.
Abordaje subumbilical con resultados estéticos inadecuados.

ción del saco, bragueros, vendajes abdominales, fajas de la piel redundante por una hernia umbilical de saco
para hernias, etc.) y producen dolor, aunque no se ha grande en pacientes muy delgados, en quienes siempre
probado que alteren para bien o para mal la evolución quedaba una cicatriz umbilical con mucha piel gruesa y
natural de la contracción del anillo umbilical. Cuando se mal aspecto (especialmente en niños), por lo que en 2004
utilizan aditamentos que presionan fuertemente la re- El--Dessouki propuso una incisión transumbilical con
gión, como el uso de fajas “especiales para hernias”, resección de la piel redundante en forma de doble medio
puede surgir inflamación crónica del saco, del anillo y cono para obtener resultados estéticos satisfactorios sin
del contenido herniario, dando paso a que se desarrolle alterar los resultados de la plastia (figura 42--5). Es im-
una complicación por incarceración o estrangulamiento. portante señalar que, a cambio de mejorar los aspectos
En general, en una hernia umbilical que no se cerró estéticos, el abordaje y el campo operatorio se han res-
al pasar los dos años de edad debe considerarse la inter- tringido, tornando más laboriosa la plastia para el ciru-
vención quirúrgica, ya ante la presencia de tejidos más jano.
firmes de la pared abdominal. No se indican las técnicas De igual forma, la dirección del cierre del defecto
con material protésico, debido a las consideraciones de umbilical despertó algunas controversias y considera-
contracción de los materiales, el crecimiento del niño y ciones. El cierre horizontal parece lograr menor tensión
el desconocimiento del comportamiento de dichos ma- en la línea de sutura, aunque hay estudios controversia-
teriales a muy largo plazo. Las técnicas deben ser con les, incluidos los de Askar en 1984, que indican el cierre
tensión y se cuenta con varias opciones que se detallan oblicuo de los defectos, porque parece más “fisiológi-
a continuación, además de que pueden ser útiles para el co” porque la línea de sutura semeja la dirección que lle-
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manejo de adultos que no desean material protésico o en van las fibras que se entrecruzan en la línea alba, además
los que exista algún impedimento para su uso. de que crea menor tensión que el cierre horizontal.
La incisión de la piel para el abordaje abierto ha sido
objeto de controversia en distintos trabajos publicados,
Técnicas con tensión
y aplica igual para las técnicas abiertas sin tensión. La
incisión clásica de media luna o transversa supraumbili- Se utiliza anestesia local más sedación o bloqueo peri-
cal o infraumbilical se usó durante muchos años sin dural de acuerdo con las características del paciente. En
importar el aspecto estético. En 1981 Criado propuso un función del tamaño del defecto y de la presión que debe-
abordaje transumbilical vertical con el fin de que la inci- rá soportar se repara el orificio con material no absorbi-
sión quedara dentro de la cicatriz umbilical y se lograran ble (ProleneR 2--0 a 2--1), según la edad del paciente.
resultados estéticos satisfactorios. Más tarde Smith
Behn indicó que la incisión horizontal mejora aún más 1. Técnica de borde a borde o cierre simple. Cons-
el resultado. Del mismo modo, se retomó el problema tituye la mejor opción y tiene menores índices de
342 Hernias de la pared abdominal. Tratamiento actual (Capítulo 42)

recurrencia. Se prefiere que este cierre se haga con y epigástricas, y se descubrió que al efectuar seguimien-
surgete continuo, ya que aplica la menor tensión tos sistematizados las recidivas con técnicas tensionan-
a todo lo largo del defecto, más que con puntos se- tes para la reparación de la hernia umbilical se encuen-
parados o en cruz, los cuales ocasionan un aumen- tran en rangos de 10 a 30% en todas las series e incluso
to de la tensión en cada sitio del defecto donde se hay algunas con 54% de recidivas en grupos de pacien-
aplican. tes adultos. Para mayor sorpresa de los cirujanos, la téc-
2. Técnica de Morestin. Se utiliza doble línea de su- nica de Mayo fue la que aportó el mayor índice de recu-
tura para el cierre. Se da un primer plano inicial y rrencias. Lo anterior obligó a introducir las técnicas sin
posteriormente un plano imbricante que protege la tensión con prótesis, como si se tratara de una hernia in-
primera línea de sutura. Si se advierte mucha ten- cisional o ventral grande.
sión en los tejidos, pueden agregarse incisiones de
descarga paraumbilicales verticales a 2 cm del ori-
ficio, sobre la vaina del recto en sentido bilateral, Técnicas libres de tensión
sobrepasando con amplitud la longitud del defecto.
3. Técnica de Rothschild. Se tallan dos colgajos No hay un registro del inicio del manejo de las hernias
cuadrangulares de las vainas del recto y se super- umbilicales con prótesis, pero es obvio que cambió el
ponen para cubrir el orificio, mediante suturas en concepto antiguo de que los anillos herniarios menores
la línea media. Esta técnica sólo se indica en adul- de 3 cm pueden ser tratados con plastias tensionantes,
tos, pues en los niños pocas veces se tiene un orifi- puesto que 75% de las hernias umbilicales tienen un ani-
cio difícil de cerrar. llo menor que estas dimensiones. Tampoco hay una idea
4. Técnica de Mayo. Técnica de reparación con el clara del número de técnicas que se han propuesto para
denominado “chaleco sobre pantalón”; es decir, se resolver esta patología, por lo que aquí se mencionarán
superpone con suturas el colgajo superior sobre el las más usuales. En la actualidad se sugiere la coloca-
inferior en unos 2 cm. Hay que destacar que al anu- ción de prótesis de malla en todas las hernias umbilica-
dar el primer plano quedan espacios que permiten les en pacientes adultos.
el reingreso de contenido abdominal entre las dos El abordaje de la incisión en las técnicas abiertas
solapas formadas, condicionando una pronta reci- debe cumplir con los criterios mencionados, que inclu-
diva. Para evitarlos se puede cerrar minuciosa- yen la seguridad y el aspecto estético, y puede efectuar-
mente el ángulo formado con una sutura continua se con anestesia local más sedación o bloqueo peridural.
que ocluye totalmente la cavidad y luego suturar
la solapa sobre la cara anterior de la aponeurosis. Técnica de Rives umbilical
Está técnica es la que tiene un mayor porcentaje de
recidivas. Algunos cirujanos la denominan “mini Rives”. Tiene
5. Técnica de Zeno. Incluye las técnicas de Mayo los mismos fundamentos y principios técnicos que un
invertida, “pantalón sobre chaleco” o borde infe- procedimiento de Rives para hernia incisional grande.
rior del defecto sobre el borde superior, y se utiliza Se efectúa la disección del saco herniario y posterior-
cuando hay vísceras pegadas a este colgajo supe- mente la disección del espacio preperitoneal, lo cual
rior; se lleva a cabo con las mismas precauciones resulta sencillo en las hernias primarias, pero difícil en
en los ángulos, para disminuir en la mayor medida las recurrencias. La disección de este espacio debería
posible las recidivas tempranas. ser de al menos 6 cm, pero los autores de diferentes
series recomiendan una disección menor, al parecer con
buenos resultados. El autor de este capítulo no está de
Resultados acuerdo con este concepto, aunque se piensa que con el
uso de mallas ligeras es suficiente una disección de 3 cm
Durante mucho tiempo se pensó erróneamente que las más allá de los bordes del defecto.
recidivas de una herniorrafia umbilical eran mínimas y La disección del espacio preperitoneal y la fijación
no se les daba seguimiento ni se publicaba mucho al res- de la malla para realizar una técnica de Rives en orifi-
pecto, incluso en el inicio de la era de las plastias libres cios menores de 3 cm son extremadamente complejas,
de tensión, dando por hecho que las recurrencias se pre- debido a lo limitado del campo. Cuando no es posible
sentaban de manera esporádica. Al consolidarse los tra- el paso de un dedo disector, la disección se puede facili-
tamientos con prótesis en hernias inguinales e incisio- tar mediante la maniobra de disección con gasa húmeda,
nales se desvió la mirada hacia las hernias umbilicales como se recomienda en la técnica del PHS para hernia
Hernia umbilical 343

Figura 42--6. Segmento circular de malla de acuerdo con el tamaño del defecto herniario. Colocación de cuatro puntos cardinales
mediante la técnica del “paracaídas”, donde se jalan y anudan los hilos. Esquema de la técnica de Rives umbilical o mini Rives,
donde la malla de polipropileno ligero sobrepasa 3 cm del borde del defecto.

inguinal, donde se inserta paulatinamente la gasa y se que la fijación de la cicatriz umbilical quede alejada del
complementa con una disección roma con la pinza de contacto con la malla de polipropileno, ya que puede
disección y tijera. La malla debe colocarse mediante la ocasionar erosión y fistulización. Se fijará de preferen-
técnica del “paracaídas” o de la sutura de las válvulas cia en el borde inferior del defecto, sobre la aponeurosis,
cardiacas, donde se dan los puntos a la aponeurosis para un mejor efecto estético, en lugar de fijarla en el
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mientras el ayudante detiene exteriormente la malla, borde superior.


regresando el punto en “U” en cada uno de los cuadran-
tes. Al tener los cuatro puntos cardinales se estiran y se Técnica del PHS y UHS umbilical
introduce la malla, anudando cada uno de los puntos al
mismo tiempo que se verifica que la malla entre cada Un método de reparación versátil para hernias con de-
punto quede totalmente expandida. fectos que van de pequeños a moderados consiste en el
Una vez fijada la malla, no se requieren más puntos empleo de un dispositivo de Prolene Hernia System
(figura 42--6). El cierre del defecto es electivo, pero si (PHS) o de un Ultrapro Hernia System (UHS), que es
se hace debe usarse un surgete continuo con material ab- de polipropileno ligero. La disección del saco y del es-
sorbible o no absorbible. Cerrar el defecto tiene la ven- pacio preperitoneal se hace igual que en la técnica de Ri-
taja de que se podrá fijar la cicatriz umbilical con un ves. Se toma el dispositivo y se secciona el flap externo,
punto en la forma tradicional. Si se decide no hacerlo dejando sólo una ceja de 1 cm para poder fijarla a los
por cuestiones de tensión, deberá tenerse cuidado de bordes del defecto. Se introduce el flap u hoja interna en
344 Hernias de la pared abdominal. Tratamiento actual (Capítulo 42)

Figura 42--7. Reparación con técnica del PHS o UHS para hernia umbilical. Disección del saco herniario. Se corta la hoja externa
del PHS o UHS dejando una ceja de 1 cm para fijación. Se inserta la hoja circular o interna en el espacio preperitoneal y la ceja
se fija a la aponeurosis con puntos simples.

el espacio preperitoneal y se corta, para reducir su diá- bajo visión directa es difícil. Esta técnica tiene su ante-
metro si es necesario; posteriormente se expande con el cedente en el tapón o cono de malla usado en la técnica
dedo o con la pinza de disección en todas direcciones. de Lichtenstein inicial en hernias femorales. A diferen-
Al principio el flap se fijaba con cuatro puntos, igual que cia del cono, el tapón se elabora con una malla rectangu-
en la técnica de Rives, pero la experiencia ha demostra- lar de 4 x 13 cm de malla de polipropileno de material
do que la presencia del conector en medio del defecto ligero. Se enrolla y se le aplica una sutura circunferen-
herniario hace innecesario este paso, pues dicho conec- cial de material no absorbible (polipropileno) en la parte
tor impide la movilización de la hoja de malla. La ceja central, para darle una especie de forma de reloj de
del flap externo se fija a la aponeurosis anterior del recto arena, con una base amplia que se fije a los bordes del
con 4 a 8 puntos de material reabsorbible monofilamen- anillo. Se diseca el espacio preperitoneal en la mayor
to (poliglecaprone monocryl) (figura 42--7). No se cie- medida posible, pero si esto es imposible por lo pequeño
rra el defecto y la cicatriz umbilical se ancla sobre el bor- del defecto simplemente se invagina el saco y se inserta
de inferior del defecto herniario sin que quede en el tapón para que la sutura circunferencial de dicho
contacto con la malla, para evitar fistulizaciones a la piel. tapón quede justo en el defecto. El tapón se fija a los bor-
des del defecto con 4 o 6 puntos simples de material no
absorbible 3/0 (figura 42--8). También se fija la cicatriz
Técnica del tapón de malla umbilical protegiendo antes el tapón con tejido celular
subcutáneo, para evitar que toque la piel de la cicatriz
Se recomienda para los defectos herniarios de 1.5 cm o umbilical (ambas maniobras son laboriosas, ya que so-
menores, donde la disección del espacio preperitoneal bresalen hasta 2 cm del tapón).
Hernia umbilical 345

Figura 42--8. Técnica del tapón para hernia umbilical. Cortesía del Dr. Ángel Celdrán, Madrid, España.

Técnica del mesh plug Técnica en “H” (técnica de Celdrán)


(técnica de Munich)
La describió Angel Celdrán en 1994 para el tratamiento
Esta técnica es muy similar a la de tapón más la ventaja de hernias umbilicales o epigástricas con defectos de
de que todo el cono o plug queda dentro del espacio pre- 1.5 a 5 cm. El saco herniario y el espacio preperitoneal
peritoneal y se fija al anillo herniario con 4 o 6 puntos se disecan de la misma manera que en la técnica de Ri-
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de sutura absorbible o no absorbible y no estorbando a ves umbilical. Se toma un segmento de malla de poli-
la fijación de la cicatriz umbilical. propileno ligero (pesado en su técnica original) de 9 x
Debe efectuarse con conos de malla fabricados a par- 13 cm y se corta para formar un dispositivo, como se
tir de una malla plana si se trata de un defecto muy pe- muestra en la figura 42--9, donde la banda central debe
queño (menor de 1.5 cm). Si el defecto mide entre 2 y tener una anchura igual o ligeramente superior al diá-
4 cm puede utilizarse el cono prefabricado (PerfixR metro transversal del defecto herniario y los puentes
Plug), pero si son mayores de 4 cm no se recomienda su que unen a dicha banda deben tener aproximadamente
uso, porque el cono quedaría inestable ante un defecto 1 cm, para que cada banda tenga una longitud de 6 cm.
tan grande. En seguida las bandas centrales se introducen en el es-
Su inconveniente se ha centrado en la punta del cono pacio preperitoneal por el defecto herniario, se extien-
de aspecto puntiagudo que apunta a la cavidad perito- den y se fijan con puntos en “U”, que pueden soportarse
neal, en especial en los pacientes delgados, donde pu- sobre un segmento de malla adicional si así se desea (fi-
diera ocasionar erosión intestinal posterior. gura 42--9). El resto de la malla queda supraaponeuró-
346 Hernias de la pared abdominal. Tratamiento actual (Capítulo 42)

A B

C D

Figura 42--9. Técnica en “H”. A y B. Confección de la malla. C. Malla colocada y fijada. D. Bandas centrales fijadas con apoyo
de un segmento cuadrado de malla del mismo material. Modificado del Dr. Ángel Celdrán, Madrid, España.

tica y se fija con puntos simples a la aponeurosis del pacientes con hernias primarias y de 3 a 7% en hernias
recto. Esta técnica tiene el inconveniente de que las ban- umbilicales recurrentes (que deben ser catalogadas
das centrales en el espacio preperitoneal crean el efecto como hernias incisionales).
de tapón, pero dejan descubiertas las partes laterales que
sólo se cubren con la malla a manera de parche (onlay),
lo cual origina que las hernias recurran como hernias in- Técnica laparoscópica
tersticiales a través de dichos espacios. Además, la ma-
yor parte de la malla quedará en contacto con el tejido La decisión de operar una hernia umbilical por acceso
celular subcutáneo. laparoscópico sigue siendo polémica, no así en lo rela-
cionado con la reparación con malla, que debe usarse en
todos los casos.
Resultados A sabiendas de que la cirugía laparoscópica es una
cirugía de mínimo acceso, pero de gran invasión, la con-
Los reportes de series con las distintas técnicas libres de troversia es la siguiente: ¿cuál es el tamaño adecuado
tensión dan cuenta de índices de recidivas de 0 a 2% en del anillo herniario para que justifique el uso de una mo-
Hernia umbilical 347

dalidad técnica que ocasione una mayor invasión que la Técnica de Rives laparoscópica
cirugía abierta?
Se sabe que sólo 25% de los pacientes con hernia um- Dado que las hernias umbilicales primarias tienen un
bilical tienen un defecto mayor de 3 cm, por lo que po- orificio pequeño y el espacio preperitoneal práctica-
cos pacientes tendrían una hernia con un anillo mayor mente está virgen, se puede intentar la ejecución de este
de 5 cm, lo cual justificaría este tipo de acceso (no existe método. Se levanta un colgajo peritoneal que incluya el
un acuerdo al respecto). saco herniario, la colocación de una malla de polipropi-
leno ligero y la fijación con grapas y puntos transcutá-
neos. Se cierra el colgajo peritoneal con sutura o grapas
Técnica IPOM (Intra Peritoneal Onlay Mesh) de modo que cubra la malla, para que no quede en con-
tacto con las vísceras. Tiene las ventajas de que puede
Es la técnica habitual para la reparación laparoscópica utilizarse una malla menos costosa que las que tienen
de las hernias ventrales e incisionales. Se aplican los protección antiadherente y origina una menor forma-
mismos principios de liberación del contenido y adhe- ción de seromas al extirpar el saco herniario; por el con-
rencias, se emplean mallas bicapa o tricapa que no se ad- trario, tiene la desventaja de que es un procedimiento
hieran a las vísceras y la fijación con puntos transcutá- más laborioso. La disección del colgajo peritoneal es
neos y grapas. más difícil en las hernias recurrentes (figura 42--10).
Las ventajas consisten en la posibilidad de reparar o
reforzar la línea media cuando también existe diástasis
de rectos con una malla de mayor tamaño; la recupera- Resultados
ción más rápida permite una reincorporación a las acti-
vidades habituales y laborales, y tiene una menor inci- Los resultados de ambas técnicas no varían mucho en
dencia de infección de herida; sin embargo, tiene una relación con lo reportado en las técnicas abiertas sin ten-
incidencia mayor de seromas. Su inconveniente es la in- sión (entre 0 y 3%). Prácticamente no hay infecciones
vasión de la cavidad abdominal, el uso casi obligado de de heridas de puertos y la incidencia de seromas es de
anestesia general y los costos mayores. 5 a 7%.
E Editorial Alfil. Fotocopiar sin autorización es un delito.

Figura 42--10. A y B. Imagen laparoscópica de un defecto umbilical de 3 cm de diámetro. C. Reducción del saco herniario. D.
Levantamiento de un colgajo peritoneal para acceder al espacio retroperitoneal a través de la cavidad. E. Colocación de malla
de polipropileno y fijación con grapas. F. Cierre del colgajo peritoneal para proteger las vísceras del contacto directo con la malla
y completar el Rives laparoscópico.
348 Hernias de la pared abdominal. Tratamiento actual (Capítulo 42)

CONSIDERACIONES ESPECIALES los tejidos son delgados, y se terminará colocando ma-


llas más grandes de lo que se hubiera podido hacer si se
hubiera diferido la cirugía. Se recomienda reparar la
hernia después de tres meses del parto o cesárea.
Debe tenerse un especial cuidado si la hernia umbilical
se asocia con las siguientes condiciones: Cirrosis
Los pacientes con cirrosis deben contar con un buen
Embarazo control metabólico y no presentar ascitis; con esto se lo-
gran los mejores resultados y se evitan complicaciones,
como la fuga de líquido ascítico cuando se abre el peri-
En general, no hay reportes de estrangulación durante toneo, que en ocasiones evoluciona a infección de heri-
la etapa del embarazo, ya que la misma distensión agran- da o de cavidad o a la formación de fístulas crónicas de
da el orificio y durante el último trimestre el útero pro- ascitis, ya que la malla actúa como un cuerpo extraño y
tege al defecto herniario, interponiéndose entre la pared dificulta el cierre de dichas fístulas. En ocasiones se pre-
y las vísceras, por lo que rara vez tiene contenido el sentan hernias estranguladas que no permiten una pre-
saco. Estas hernias tienden a disminuir de tamaño y en paración adecuada. En estos casos es necesario infor-
ocasiones la protrusión se manifiesta hasta un nuevo marles al paciente y sus familiares las posibilidades de
embarazo. Por tal motivo, rara vez se recomienda o se sufrir las complicaciones mencionadas.
requiere una plastia electiva o de urgencia durante el
transcurso de la gestación. De igual forma, es criticable
que los ginecólogos traten de hacer el cierre del defecto Insuficiencia renal
en el transcurso de la cesárea por vía intraabdominal.
Hay que recordar que el defecto es más grande en esos Cuando existe la necesidad de colocar un catéter para
momentos de lo que será en unas semanas, los tejidos diálisis peritoneal y se presenta una hernia umbilical (o
son muy delgados y difícilmente se toman los adecua- de cualquier otro tipo), se debe llevar a cabo la repara-
dos bordes del defecto para hacer un cierre con suturas, ción con técnicas sin tensión y con el uso de prótesis de
por lo que no deja de ser una plastia con tensión realiza- malla (pacientes desnutridos y con una escasa respuesta
da a ciegas. Un error más consiste en intentar una repa- cicatricial) dentro del mismo acto quirúrgico, aunque
ración inmediatamente después del parto o durante el debe diferirse el inicio de las diálisis entre 36 y 48 h para
transcurso de la cesárea por vía de otra incisión infraum- dar tiempo a que selle el peritoneo y no exista fuga pos-
bilical. De nuevo, el orificio está muy distendido, hay terior del líquido de diálisis. Cuando no se reparan di-
dificultad para localizar los bordes del defecto, porque chas hernias, la distensión causada por el líquido dialíti-

Figura 42--11. Hernia umbilical de gran tamaño con estrangulamiento clínico; aspecto violáceo y hemorrágico de la piel, e hiper-
sensibilidad a la palpación. Se muestra el asa de intestino delgado atrapado con recuperación de la coloración y la vascularidad,
por lo que no amerita resección intestinal.
Hernia umbilical 349

co agranda con rapidez dichos defectos, dificultando su caso de compromiso de intestino (necrosis, perforación
reparación posterior. Por el contrario, si un paciente con o abdomen agudo previo) se prefiere una laparotomía
un catéter de diálisis presenta una hernia incisional a tra- que atraviese el defecto herniario (figura 42--11). Se
vés del sitio de inserción, se procurará reparar dicha her- repara el intestino afectado y se decide un cierre simple
nia a la brevedad posible, antes de que aumente significa- de la herida de laparotomía o la colocación de una malla
tivamente de tamaño. Lo ideal es reparar el defecto sin si el defecto continúa siendo grande (con los cuidados
movilizar el catéter (algo parecido a lo realizado en las mencionados en el capítulo de mallas en áreas contami-
hernias paraostomales), puesto que si se retira y recoloca nadas y cirugía intestinal concomitante). La morbilidad,
el catéter se tienen muchas posibilidades de que surja una especialmente la relacionada con infecciones, aumenta
nueva hernia por el sitio de nueva inserción. sus porcentajes, y la mortalidad de 0.2 a 3% de la plastia
umbilical electiva se eleva a cifras de hasta 25%.

Hernia umbilical estrangulada

Entre 3 y 5% de las hernias umbilicales incarceradas pue- CONCLUSIONES


den evolucionar a una estrangulación con riesgo vascular
para el epiplón y las asas intestinales. El estado general
del paciente se maneja preoperatoriamente con hidrata-
ción y control de la sepsis. La antibioticoterapia parente- La hernia umbilical es un padecimiento frecuente a
ral profiláctica se recomienda en caso de que no existan cualquier edad, que hasta hace algunos años menospre-
datos de sepsis; debe valorarse su retiro o continuación ciaron aun los cirujanos dedicados al manejo de las her-
en el posoperatorio. El abordaje de este problema se nias, por lo que su índice de recurrencias se mantiene
hace de preferencia por vía abierta, con disección del alto. En la actualidad se recomienda realizar la plastia
saco y exploración de su contenido. Si el contenido sólo en cuanto se diagnostique la hernia y emplear de manera
incluye epiplón, éste puede resecarse a través del defecto sistemática materiales protésicos en los pacientes ma-
y continuar con una plastia umbilical con malla. En el yores de 16 años de edad.

REFERENCIAS
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ward A: Retrospective comparison of mesh and sutured re- term follow--up after umbilical hernia repair: are there risk
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prosthetic umbilical hernia repair bound to replace primary 5. Celdrán UA: La hernioplastia en las hernias ventrales. 1ª
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3. Velasco M, García UMA, Hidalgo M, Vega V, Carnerol 6. Skandalakis LJ: Modern hernia repair. 2ª ed. Inglaterra,
FJ: Current concepts on adult umbilical hernia. Hernia 1999; Parthenon Publishing Group, 1996.
4:233--239.
E Editorial Alfil. Fotocopiar sin autorización es un delito.
350 Hernias de la pared abdominal. Tratamiento actual (Capítulo 42)
Capítulo 43
Hernias epigástricas y diástasis de rectos
Gerardo Gil Galindo

INTRODUCCIÓN ANATOMÍA

La línea alba, también denominada línea blanca, se ex-


Una hernia epigástrica es la protrusión de grasa preperi- tiende desde el apéndice xifoides hasta la sínfisis del pu-
toneal a través de un defecto localizado en la línea alba, bis. Es un rafe medio conformado por la unión de las ho-
en la porción que se comprende entre el apéndice xifoi- jas aponeuróticas de los músculos anterolaterales del
des y el ombligo. abdomen después de haber rodeado los músculos rectos
Aunque usualmente contienen sólo grasa preperito- anteriores del abdomen de cada lado y conformar la vai-
neal, en casos menos comunes puede encontrarse un saco na del recto; sin embargo, estas hojas aponeuróticas no
peritoneal e incluso contenido visceral. se detienen en la línea media, sino que se decusan con
las del lado opuesto para formar dicho rafe medio o lí-
nea alba. Esta línea no es igual en toda su longitud: abajo
del ombligo es muy delgada y durante un procedimiento
INCIDENCIA quirúrgico se aborda a un lado u otro de ella, pero con-
forme va ascendiendo se va ensanchando y llega a ser
de hasta 2.5 cm cuando está cerca del apéndice xifoides,
por lo que puede identificarse fácilmente (figura 43--1).
En la porción supraumbilical de la línea alba las fibras
La incidencia de las hernias epigástricas entre la pobla- entrelazadas de las aponeurosis dejan pequeños orifi-
ción que padece hernias es de 3 a 5%; son más comunes cios elípticos a través de los cuales pasan los vasos y los
entre los varones, con una relación hombre--mujer de nervios.
3:1, y su mayor frecuencia es entre los 20 y los 50 años Hacia adelante de la línea alba sólo hay tejido celular
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de edad.1 subcutáneo y piel, pero hacia atrás, en la porción epigás-


En un estudio realizado por Herszage se reporta una trica, puede encontrarse de adelante hacia atrás la grasa
incidencia de 0.7%.2 preperitoneal del ligamento falciforme, el peritoneo y
De acuerdo con los registros de la unidad especiali- los órganos intraabdominales.
zada en el tratamiento de hernias, en el Hospital Metro- En cuanto a la estructura de la línea alba, debe hacer-
politano “Dr. Bernardo Sepúlveda” de Monterrey, N. L., se una referencia obligada a Askar, quien en 1977 llevó
las hernias epigástricas representaron 4.7% del total de a cabo un estudio anatómico de la pared anterior, con el
las cirugías de hernias realizadas durante 2007, con una fin de establecer una relación entre la estructura y la fun-
relación hombre--mujer de 3:2 y un promedio de edad ción de la aponeurosis. Este autor primero utilizó mues-
de 42 años. tras de cadáveres que después correlacionó con estudios

351
352 Hernias de la pared abdominal. Tratamiento actual (Capítulo 43)

Tipo A

Tipo B

Figura 43--1. Imagen laparoscópica de la línea alba de un


paciente sin patología de pared, que muestra en la parte Tipo C
inferior la zona cercana a la cicatriz umbilical con un espacio
entre ambos bordes del músculo recto estrecho, que se va
ensanchando conforme asciende al apéndice xifoides (par-
te superior de la imagen).

Figura 43--2. Tipos comunes de decusación y entrecruza-


in vivo en pacientes sometidos a una intervención qui- miento de las fibras en la línea alba de acuerdo con Askar.
rúrgica abdominal.3
Askar observó tres tipos morfológicos de línea alba,
de acuerdo con la forma de decusación de las fibras: Los tipos morfológicos de línea alba pueden resumirse
de la siguiente manera:
1. Tipo A. En 30% de los casos la parte anterior de
la línea alba estaba constituida por tres estratos. S Tipo A: decusación anterior y posterior simple o
Las dos primeras capas correspondían a dos estra- única (30%).
tos que forman las aponeurosis de los músculos S Tipo B: decusación anterior simple y posterior tri-
oblicuos externos, cuyas fibras seguían un patrón ple (10%).
de entrecruzamiento o decusación simple. La par- S Tipo C: decusación anterior y posterior triple
te posterior de la línea media estaba formada por (60%).
la lámina posterior de los músculos oblicuos inter-
nos y por las dos capas de la aponeurosis de los Askar concluyó que las hernias epigástricas ocurrían
músculos transversos, cuyas fibras también se- con menor frecuencia en los pacientes que tenían una
guían un patrón de entrecruzamiento simple. Por triple decusación de las fibras (tipo C) (figura 43--2).
lo tanto, las decusaciones de las distintas fibras
aponeuróticas que convergían en la línea alba eran
simples. FISIOPATOLOGÍA
2. Tipo B. En 10% de los individuos se observó un
patrón de decusación de la línea alba simple en la
cara anterior y triple en la cara posterior.
3. Tipo C. En la cara anterior de la línea media de En general, las hernias primarias se presentan a través de
60% de los casos, el patrón de entrecruzamiento orificios naturales de la pared abdominal que por una u
de las fibras de la aponeurosis de los músculos otra razón se dilatan y permiten el paso del contenido in-
oblicuos externos era triple. La vertiente posterior traabdominal; sin embargo, las hernias epigástricas apa-
de la línea media estaba constituida por la lámina recen a través de la línea alba, que es un tejido aponeuró-
posterior de la aponeurosis de los músculos obli- tico firme y resistente en la mayoría de las personas, por
cuos internos y las dos capas correspondientes a la lo que una herniación a través de ella es un evento raro,
aponeurosis de los músculos transversos, pero en que ha motivado a diversos autores a tratar de explicarla;
este caso el patrón de entrecruzamiento también sin embargo, aún no se llega a un consenso en lo relacio-
era triple. nado con su etiología. Como si esta condición no consti-
Hernias epigástricas y diástasis de rectos 353

tuyera ya una interrogante, no se describen hernias pri-


marias de la línea alba por debajo del ombligo.
Durante muchos años se consideró que estas hernias
eran congénitas; no obstante, ahora se sabe que son le-
siones adquiridas por ciertos factores anatómicos es-
tructurales aunados a la presión excesiva intraabdomi-
nal dada por diversos motivos, como la obesidad, los
esfuerzos, la tos crónica, el prostatismo, etc.
Moscowitz afirmó que la herniación ocurría a través
de los puntos de penetración de los vasos sanguíneos en
la línea alba, más los aumentos de presión intraabdomi-
nal propios de la vida adulta, como son la obesidad, el
embarazo y los trabajos forzados.4
Según los trabajos de Askar y su teoría sobre los tipos
de decusación, las hernias epigástricas ocurren con ma-
Figura 43--3. Hernia epigástrica en un paciente delgado.
yor frecuencia en las personas que presentan decusación
simple y son menos comunes en los pacientes que tienen
decusación triple. Sin embargo, los estudios europeos un “pellizcamiento” en la grasa preperitoneal, por lo
publicados en fechas recientes resultan interesantes en la que no es raro encontrar que son las hernias más peque-
teoría de la formación de las hernias epigástricas. ñas las que ocasionan más dolor cuando el contenido se
El equipo de Korenkov, de Alemania, realizó investi- encuentra irreductible.
gaciones histológicas en 93 cuerpos para verificar la Algunos pacientes pueden manifestar otros sínto-
teoría de Askar en el laboratorio. Observaron las fibras mas, que pueden ser variables e inespecíficos y no estar
aponeuróticas a través del microscopio, midieron su relacionados con la hernia en sí.6 Aunque es muy raro,
tensión y encontraron que existe una relación estrecha puede encontrarse un paciente que además del dolor
entre su grosor y su densidad y la fuerza de tensión, por manifieste náuseas, intolerancia a los alimentos, inco-
lo que propusieron una nueva clasificación, que consis- modidad abdominal y distensión.7
te en dividir la línea alba en tres tipos de acuerdo con el En los pacientes delgados no hay dificultad para
grosor: delgada, intermedia y compacta, de las cuales identificar la tumoración (figura 43--3), pero en los pa-
las delgadas tienen riesgo de desarrollar hernia.5 cientes obesos puede dificultarse mucho su localización
Aunada a estas teorías, debe considerarse la posibili- (figura 43--4).
dad de que determinados pacientes tengan un defecto en Como la mayoría de las veces la materia herniada es
la síntesis de colágena como factor de predisposición la grasa preperitoneal, es muy raro encontrar una hernia
agregado, aunque rara vez se estudia este aspecto. de este tipo estrangulada, pero cuando esto ocurre los
síntomas dependen del órgano que está en riesgo. En el
Hospital Metropolitano “Dr. Bernardo Sepúlveda” se
operó en 2007 a 13 pacientes con diagnóstico de hernia
CUADRO CLÍNICO epigástrica, de los cuales sólo uno tenía un verdadero
saco que contenía un asa de yeyuno.
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En general, una hernia epigástrica no ocasiona síntomas DIAGNÓSTICO


mayores que una tumoración situada en la línea media
supraumbilical, en cualquier punto entre el xifoides y el
ombligo. El autor de este capítulo nunca ha visto en per-
sona ni en la literatura médica una hernia de la línea me- En la mayoría de los casos de hernia epigástrica puede
dia primaria en situación infraumbilical. hacerse un diagnóstico clínico, sobre todo cuando la tu-
Esta tumoración puede manifestar un dolor que se moración es reductible y muestra protrusión con las ma-
exacerba con las maniobras de Valsalva y cede con el re- niobras de Valsalva, o se palpan los bordes del anillo,
poso en posición de decúbito; casi nunca es reductible, pero en los pacientes obesos esto es más difícil.
debido a que durante las maniobras de Valsalva la línea Desde el advenimiento de las imágenes radiológicas
alba se estrecha y cierra el anillo herniario, ocasionando por corte, como la ecografía y la tomografía computari-
354 Hernias de la pared abdominal. Tratamiento actual (Capítulo 43)

Figura 43--5. Imagen de ultrasonido que muestra un defecto


epigástrico pequeño de la línea alba con su saco herniario
(marcado con la letra D); comprueba la presencia de hernia
Figura 43--4. Hernia epigástrica en paciente obeso. Cuando en un paciente obeso y hernia de difícil diagnóstico clínico.
la hernia es pequeña puede dificultarse el diagnóstico.

zada (TAC), el diagnóstico de las lesiones de la pared DIAGNÓSTICO DIFERENCIAL


abdominal tiene una gran precisión anatómica. En los
casos de duda diagnóstica es válido hacer una ecografía
o una TAC, cuya información es de gran valor, porque
incluye la identificación de los orificios que pudiera te- En virtud de que muchas de las hernias epigástricas no
ner la línea alba. La ecografía de pared utiliza transduc- pueden reducirse al momento de acudir al cirujano, cual-
tores de alta frecuencia (de 5 a 10 Mhz) y tiene la ventaja quier tumoración localizada en el tejido blando debe ser
de que puede llevarse a cabo de manera dinámica, por- considerada en el diagnóstico de hernia epigástrica, so-
que se le puede pedir al paciente que haga esfuerzos du- bre todo si se encuentra en la línea media supraumbili-
rante la exploración con el transductor (figura 43--5) y cal.
permite demostrar una solución de continuidad en la Otras causas incluyen:
aponeurosis, para establecer el diagnóstico.
La tomografía tiene el inconveniente de que es mu- 1. Lipoma. Pueden palparse como una tumoración
cho más costosa y el defecto herniario puede pasar entre no reductible, blanda, indolora y bien limitada,
corte y corte, sobre todo si se hace con intervalos de cor- que puede confundirse con una hernia epigástrica.
te amplios. La diferencia está en que el lipoma no se encuentra
En el paciente con panículo adiposo abundante se re- fijo a la pared abdominal como lo hace la grasa que
comienda efectuar una exploración ecográfica de la lí- sale por el orificio de la aponeurosis de la línea
nea alba en busca de otros defectos en ella, debido a que alba.
pudieran estar presentes más defectos pequeños que pa- 2. Quistes de piel. Tumoración firme, bien limitada,
sen inadvertidos durante la exploración habitual. En inmóvil, no reductible y que puede ser dolorosa,
20% de los casos de hernia epigástrica existe más de un pero que habitualmente se delimita en la capa su-
defecto sobre la línea alba. perficial y no está fija a la pared aponeurótica.
Algunas de las presentaciones raras de las hernias 3. Desmoides. Tumoración neoplásica que depende
epigástricas incluyen úlceras gástricas perforadas por de los tejidos musculoaponeuróticos, cuya consis-
estrangulación,8 colecistitis acalculosas9 y estrangula- tencia durante la palpación clínica puede ayudar a
miento de hígado.10 diferenciarla de una hernia.
Hernias epigástricas y diástasis de rectos 355

Desde el punto de vista clínico, es difícil diferenciar es- puesto que la proximidad de las inserciones costales im-
tas entidades de una hernia epigástrica incarcerada cuan- pide un buen desplazamiento de los tejidos y el cierre
do se encuentran exactamente en la línea media y el úni- primario puede quedar tenso.
co dato clínico que pudiera ayudar a distinguir es que la Cuando se habla de una hernia epigástrica es impor-
tumoración sea reductible durante la exploración o en tante describirla de acuerdo con la tabla anterior, para
algún momento de su evolución que el paciente refiera. poder hacer el planteamiento quirúrgico más apropiado.

CLASIFICACIÓN TRATAMIENTO

Aun cuando las hernias epigástricas no tienen una clasi- Es raro que las hernias epigástricas sufran estrangula-
ficación bien definida, ésta es necesaria para la propues- miento, pero sí pueden ocasionar más dolor que otros ti-
ta de conductas terapéuticas de acuerdo con sus caracte- pos de hernia, que si bien no es incapacitante puede ser
rísticas y para la comparación de resultados. molesto, por lo que deben tratarse con cirugía para ce-
En 1980 Ponka propuso una clasificación de estas rrar el defecto aponeurótico en cuanto se diagnostican.
hernias considerando su contenido; sin embargo, no Esta intervención puede llevarse a cabo mediante una ci-
contempló el tamaño ni la localización. rugía convencional o una laparoscópica, con sus ventajas
Una buena descripción de las hernias epigástricas y desventajas, y defensores y detractores respectivos.
debe tomar en cuenta la ubicación, el tamaño del anillo
y el contenido del saco, independientemente de las com-
plicaciones, como estrangulamiento, puesto que estos Técnica abierta convencional
datos pueden modificar la conducta terapéutica, sobre
todo en las variables de ubicación y tamaño del anillo.
Se considera que la ubicación es importante, ya que Ventajas
las hernias que se encuentran en situación subxifoidea,
aun cuando sean muy pequeñas, requieren malla debido Puede efectuarse con anestesia local mediante un blo-
a que las inserciones costales tan próximas impiden un queo de los nervios intercostales, es más económica, tie-
libre desplazamiento de los tejidos y cualquier repara- ne una curva de aprendizaje corta y no hay invasión de
ción sin prótesis quedaría sujeta a tensión. Las determi- la cavidad peritoneal.
nadas dimensiones de un anillo, sin importar su ubica-
ción, pueden indicar si se requiere el uso de malla. Incisión
Tomado en cuenta estos aspectos, los protocolos de
manejo de la unidad de hernias del Hospital Metropoli- Puede hacerse una incisión transversa en la piel, exacta-
tano “Dr. Bernardo Sepúlveda” establecen para el trata- mente sobre el saco, para mejores resultados cosméti-
miento de las hernias epigástricas los lineamientos que cos, pero sólo se recomienda efectuarla cuando el defec-
se indican en el cuadro 43--1. to aponeurótico es pequeño y la exploración ecográfica
Ahora, con los nuevos materiales protésicos, es nece- previa indique que no existen más defectos en el resto
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saria una clasificación más precisa que tome en cuenta de la línea alba, ya que hasta 20% de los casos pueden
la ubicación y el diámetro de las hernias para considerar presentar defectos múltiples. Si no se cuenta con una
o descartar el uso de mallas en su tratamiento. ecografía previa o el defecto es mayor de 3 cm, se reco-
Se considera que las hernias de localización subxi- mienda efectuar una incisión media sobre el saco her-
foidea deben tratarse con malla, sin importar su tamaño, niario.

Cuadro 43--1. Clasificación usada en el Hospital Metropolitano “Dr. Bernardo Sepúlveda”


(Monterrey, N. L.) para determinar el manejo quirúrgico
Subxifoidea Tercio medio Supraumbilical
Pequeña: menor de 1.5 cm Malla Cierre primario Cierre primario
Mediana: entre 1.5 y 3 cm Malla Malla Malla
Grande: mayor de 3 cm Malla Malla Malla
356 Hernias de la pared abdominal. Tratamiento actual (Capítulo 43)

Cuando se aborda el saco se hace una disección hasta para esto hay que disecar todo el ligamento falciforme.
el borde aponeurótico y con el electrocauterio se circun- Sin embargo, los costos y la anestesia general son dos in-
cida dicho borde para acceder al espacio preperitoneal convenientes que merecen ser tomados en cuenta.
y reducir el saco; en ocasiones es más fácil extirpar la Se utiliza un puerto de 10 mm en la línea media in-
grasa preperitoneal que reducirla. Cuando no se cuenta fraumbilical a través del cual se introduce una lente de
con una ecografía previa debe ampliarse el anillo para 30_, que permite tener una visión completa de la pared
permitir el paso de un dedo y disecar el espacio preperi- anterior del abdomen. Se colocan también dos puertos de
toneal, y entonces llevar a cabo una exploración digital trabajo laterales de 5 mm de acuerdo con las preferencias
arriba y abajo de la línea media en busca de otros defec- de cada cirujano. Una vez en la cavidad, se hace una revi-
tos; en caso de que éstos existan habrá que unirlos en sión en ella y se reducen cuidadosamente las estructuras
uno solo si no hay mucha distancia entre ellos. que se encuentren prolapsadas. También debe realizarse
Cuando hay indicios de que algún órgano intraabdo- una división del ligamento falciforme, para permitir que
minal está comprometido, se abre el saco para explorar la malla quede en contacto directo con la pared abdomi-
la cavidad y cerciorarse de la viabilidad de los elemen- nal; una vez bien delimitado el anillo, se desinsufla el
tos atrapados en la hernia. abdomen y se mide entonces el anillo para colocar una
En los defectos menores de 1.5 cm se puede efectuar malla de al menos 5 cm mas allá del borde aponeurótico.
un cierre primario simple con sutura no absorbible cali- Es necesario utilizar en estos casos mallas separadoras de
bre 0 y tomar al menos 1.5 cm. de aponeurosis, de tal tejido, sean de politetrafluoroetileno expandido (PTFEe)
modo que la línea de sutura quede en forma transversal. (Composix, Dual--MeshR) o de polipropileno con cu-
En general no se recomienda la técnica de Mayo para el bierta de celulosa oxidada (ProceedR). Debe tenerse
cierre de estas hernias, ya que ocasiona demasiada ten- cuidado con la orientación de la malla, para evitar el con-
sión en el cierre, sobre todo en las porciones altas de la tacto con los órganos intraabdominales.
línea alba, debido a las inserciones costales.11 La malla se enrolla y se pasa a través del puerto de 10
Si bien no existe una medida estandarizada del anillo mm; una vez en la cavidad, se expande y se fija a la pa-
herniario para indicar o descartar el uso de malla, en de- red con cuatro puntos de material monofilamento absor-
fectos mayores de 1.5 cm se prefiere la colocación de bible que traspasan todas las capas mediante una aguja
una malla de polipropileno ligero o de bajo peso, debido pasahilos, cuyos nudos deben enterrarse en el tejido ce-
a que ocasiona una menor reacción inflamatoria en el lular subcutáneo mediante una incisión de 1 mm en piel
espacio preperitoneal y hay que fijarla con puntos de antes de anudarlos. Posteriormente se colocan dos cír-
material no absorbible a una distancia no menor de 3 cm culos de tackers para terminar de fijar la malla (figura
del borde del anillo. Siempre hay que asegurarse de que 43--6). No se recomienda que los puntos de sutura pasen
el saco no haya sido abierto; en caso contrario tendrá a través del diafragma o las costillas.11
que cerrarse antes de colocar la malla, para evitar el con- A pesar de que las hernias epigástricas poseen un de-
tacto de las asas intestinales con el polipropileno. Se fija fecto pequeño, sufren recurrencias debidas a falla en el
la malla en el espacio preperitoneal con puntos de poli- tratamiento adecuado de este defecto o a la presencia de
propileno 0 y luego se cierran los bordes del defecto con varios defectos no reconocidos, con una frecuencia que
el mismo material con un sutura continua de acuerdo varía de 3 a 10% (figura 43--7).
con los principios de un cierre primario de la aponeuro-
sis y tomando el tejido a 1.5 cm del borde; de esta forma,
la malla queda en el espacio preperitoneal, cubierta por
aponeurosis. El TCS y la piel se cierran de manera con-
vencional.

Técnica laparoscópica

Es muy adecuada para reparar defectos grandes que re-


quieren malla para evitar la tensión; otra ventaja de este
método consiste en que permite visualizar toda la línea Figura 43--6. Reparación de una hernia epigástrica por vía
alba por dentro en busca de otros defectos que pudieran laparoscópica con la misma técnica (IPOM) que en cual-
pasar inadvertidos en la cirugía convencional, aunque quier hernia ventral o incisional.
Hernias epigástricas y diástasis de rectos 357

Figura 43--7. Paciente con hernia epigástrica recurrente, Figura 43--8. Visión laparoscópica de un abdomen en su
ahora con un saco herniario mucho más voluminoso que la línea media supraumbilical con una diástasis o separación
primera vez. En realidad eran tres orificios herniarios (el de los bordes de los rectos de aproximadamente 3 a 4 cm
principal era grande y quizá los dos más superiores pasaron sin defecto herniario, que se manifiesta clínicamente como
inadvertidos en la primera cirugía). una protrusión abdominal.

DIÁSTASIS DE RECTOS
El diagnóstico es totalmente clínico, ya que durante
el esfuerzo aparece una protrusión a todo lo largo de la
línea alba supraumbilical (figura 43--9), sobre todo
Es un afección poco atendida en los distintos textos, que cuando el paciente se incorpora de una posición de de-
consiste en una separación excesiva de los músculos cúbito, que durante la palpación permite identificar la lí-
rectos del abdomen en su porción supraumbilical (figu- nea alba como un surco entre ambos músculos rectos.
ra 43--8). A veces es congénita, pero es más común su La separación entre los dos rectos puede llegar a ser
forma adquirida en personas que sufrieron una disten- mayor de 6 cm, como puede apreciarse en la figura
sión importante del abdomen por diversas causas, como 43--10. Aunque durante una maniobra de reincorpora-
el embarazo o un sobrepeso rápido y considerable. ción los músculos rectos anteriores tienden a cerrarse,
E Editorial Alfil. Fotocopiar sin autorización es un delito.

A B

Figura 43--9. A. Paciente joven con diástasis incipiente, pero notoria. B. Paciente adulto con una gran diástasis de rectos asociada
con hernia umbilical, que protruye al realizar esfuerzos.
358 Hernias de la pared abdominal. Tratamiento actual (Capítulo 43)

A B
Figura 43--10. A. Tomografía de un paciente con diástasis de rectos. Durante el reposo se aprecia una separación de 6 cm de ambos
rectos. B. Con la maniobra de Valsalva los músculos se acercan a la línea media y protruye la línea alba, semejando un saco herniario.

el contenido intraabdominal puede sobrepasar el plano trangulamiento, a menos que se acompañe de algún de-
de la aponeurosis, pero sin llegar a ocasionar un estran- fecto herniario en el ombligo o la línea alba.
gulamiento. La cirugía abierta para reparar el defecto, que incluye
malla preperitoneal con técnica de Rives, afrontamiento
de los músculos rectos y cierre de aponeurosis, conlleva
TRATAMIENTO la necesidad de una gran incisión en la línea media casi
desde el apéndice xifoides hasta la cicatriz umbilical, lo
cual le resta la estética aparentemente buscada. Hay dos
La corrección de cualquier hernia de la pared abdomi- alternativas laparoscópicas para la solución de este pro-
nal en forma electiva constituye una acción preventiva, blema. Una es la vía laparoscópica habitual de las her-
que evita que el paciente sufra las molestias y riesgos nias incisionales (IPOM), cuyo inconveniente es la in-
propios de una incarceración con obstrucción intesti- vasión de la cavidad peritoneal y sus consecuencias para
nal o estrangulamiento, que pone en peligro la vida; un problema meramente estético, aunque dejará sólo
por lo tanto, considerando que una diástasis de rectos unas tres o cuatro miniincisiones que lograrán el efecto
nunca tendrá este tipo de complicaciones, la cirugía de cosmético deseado. Otra es la cirugía endoscópica des-
corrección tiene indicaciones poco definidas y subjeti- crita por Champault13 como parietoscopia, que es un
vas, por lo que el cirujano debe considerar el entorno del abordaje preperitoneal realizado en 15 casos de diásta-
paciente y los aspectos laborales, sociales y estéticos. sis de rectos; es un procedimiento extremadamente
El tratamiento quirúrgico se indica más por razones complejo, pero ofrece la ventaja cosmética y al mismo
cosméticas que funcionales, ya que no hay riesgo de es- tiempo evita la invasión de la cavidad peritoneal.

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Capítulo 44
Cierre en masa de la pared abdominal
Renato Miranda de Melo

Las verdades de hoy no son medias verdades, derse desde el apéndice xifoides hasta el pubis, seccio-
sólo son transitorias. nando o circundando la cicatriz umbilical, para permitir
Alcino Lázaro da Silva
el abordaje de cualquier órgano o estructura intraabdo-
minal (incisión universal). La frecuencia con que ocu-
rren complicaciones pulmonares posoperatorias rela-
INTRODUCCIÓN cionadas con incisiones longitudinales no es mayor que
con las transversas. Su cierre puede ser también rápido
y seguro.
La línea alba, a diferencia de lo que se imagina, no es
La vía de acceso por laparotomía a la cavidad abdominal una zona débil. Por el contrario, puede resistir más las
es una acción rutinaria, sobre todo en los casos de cirugía fuerzas de ruptura que cualquier otro tipo de incisión ab-
de urgencia o trauma. La dehiscencia completa de estas dominal, en especial cuando la sutura sobrepasa sus lí-
heridas ocurre en cerca de 3% de los pacientes y la tasa mites laterales, tomando el músculo recto o su vaina.
de mortalidad puede alcanzar hasta 30%. Se han descrito Sin embargo, no obedece a la dirección de las líneas de
diversas técnicas de laparorrafia para tratar de disminuir fuerza, que en el abdomen son transversales. La rapidez
esta grave complicación, mediante sutura interrumpida para el acceso a lesiones intraabdominales, que muchas
en diferentes modalidades. Sin embargo, a pesar de que veces son graves y requieren un abordaje rápido, justifi-
son eficaces para la prevención de dehiscencias, antaño ca la laparotomía por la línea media. Esta opción tam-
eran antiestéticas, requerían mucho tiempo y consu- bién se indica en los casos donde hay necesidad de eva-
mían una gran cantidad de material de sutura. cuación y lavado de secreciones acumuladas en toda la
Cuando Abel y Hunt (1948)1 adoptaron el cierre de cavidad peritoneal, como en la peritonitis difusa, la pan-
las heridas abdominales con una gran cantidad de tejido creatitis grave y las perforaciones de vísceras huecas,
musculoaponeurótico en sutura continua, nació el con- sobre todo en fase tardía. También se indica en los casos
cepto de laparorrafia en masa, que revolucionó un tiempo
E Editorial Alfil. Fotocopiar sin autorización es un delito.

de poca certeza diagnóstica, especialmente cuando no


quirúrgico muy importante y la reconstrucción rápida, se dispone de personal y equipo para llevar a cabo una
anatómica, funcional y estética de la pared abdominal. laparoscopia.

CAUSAS DE DEHISCENCIA
LAPAROTOMÍA MEDIA

La dehiscencia (del latín dehiscere, “abrir”, “agrietar”)


Una incisión media es de fácil ejecución y rápida; no le- consiste en la ruptura de la herida abdominal, precedida
siona nervios ni vasos de gran calibre y puede exten- por una descarga serosanguinolenta a través de ella. En

359
360 Hernias de la pared abdominal. Tratamiento actual (Capítulo 44)

general, ocurre al final de la primera semana del poso- TÉCNICAS DE LAPARORRAFIA


peratorio en coincidencia con el apogeo de la fase infla-
matoria.
Puede ocurrir sólo en las capas musculoaponeuróti-
cas responsables directas de la contención parietal o in- El cierre de las incisiones abdominales se realiza de tres
volucrar todas las capas de la pared abdominal. maneras: sutura plano a plano, técnica de Smead--Jones
En el primer caso se desarrolla una hernia incisional, (puntos en “8”) o aplicación de puntos totales.
cuya reparación debe efectuarse dentro del primer año La sutura por planos, además de que es tardada, es más
del posoperatorio. susceptible de dehiscencia porque los puntos se hacen
En el segundo caso ocurre una eventración, cuya re- muy próximos a los bordes de la herida en cada capa de
paración debe ser inmediata, pues la mortalidad asocia- la pared. Además de esto, la reacción inflamatoria es más
da con una evisceración es elevada, sobre todo porque intensa, dada la gran cantidad de cuerpo extraño implan-
estos pacientes casi siempre presentan enfermedades tado en los tejidos, representado por el material de sutura.
asociadas debilitantes. Las principales desventajas del cierre con la técnica
Esta acción se exceptúa cuando el paciente presente de Smead--Jones (puntos en forma de “8” en la aponeu-
peritonitis grave, que se extiende a los tejidos de la pa- rosis) residen en el gran consumo de sutura y el mayor
red destruida y resulta en una laparostomía espontánea. gasto de tiempo en su ejecución, pues se trata de una su-
El proceso inflamatorio intenso que se establece con el tura interrumpida con puntos redundantes.
depósito de grandes cantidades de material fibrinoso Los puntos totales engloban todas las capas de la pa-
provoca fijación de las vísceras a la cavidad peritoneal. red, desde la piel hasta el peritoneo, y se indican en ca-
En estos casos debe hacerse una limpieza o lavado fre- sos de resutura por dehiscencia completa y eviscera-
cuente de la cavidad, con protección de las vísceras, y ción, por lo que deben permanecer entre 14 y 21 días. Se
el uso juicioso de antimicrobianos, además de las medi- colocan junto al borde lateral de los músculos rectos, a
das de soporte nutricional y general. cada lado, con un espacio de 5 cm entre ellos; se usa su-
La mayoría de las veces la dehiscencia ocurre porque tura no absorbible de grueso calibre o tubos de polietile-
la sutura “rasga” el tejido donde está implantada. Este no (tubo de venoclisis). Las lesiones causadas en la piel
hecho se explica por la formación de una zona de debili- por los puntos, a pesar de los artificios usados para pro-
dad de 1 cm de anchura a lo largo de todo el borde de la tegerla, aumentan la frecuencia de dolor e infección de
herida como una respuesta inflamatoria normal poste- la herida, además de las cicatrices antiestéticas en los si-
rior al trauma quirúrgico. tios de sutura.
Esta respuesta inflamatoria busca eliminar las célu-
las dañadas, los coágulos, las bacterias contaminantes
y los hilos de la sutura, considerados como cuerpos ex- LAPARORRAFIA EN MASA
traños.
El resultado de esta inevitable reacción al traumatis-
mo tisular y a la colagenólisis de los tejidos próximos El abdomen, o capa musculoaponeurótica, es el principal
a la herida alcanza su punto máximo una semana des- responsable de la contención parietal, además de que
pués de la operación. participa activamente en la dinámica postural, respira-
La presencia de infección amplifica la colagenólisis toria, digestiva y genitourinaria. El proceso de repara-
y prolonga este efecto mientras exista actividad bacte- ción de los tendones y las aponeurosis se retrasa, porque
riana. Por lo tanto, cualquier tensión en la línea de su- éstos están constituidos básicamente por fibras coláge-
tura, por menor que sea, puede provocar el rompimiento nas y elásticas organizadas (tejido conjuntivo denso
de los tejidos involucrados, una vez que el estroma de modelado), que tienen una gran resistencia a la tracción,
sustento está parcialmente destruido. aunque con poca vascularización.
En resumen, una herida puede sufrir disrupción El material de sutura usado en la laparorrafia debe
cuando la sutura toma poco tejido en cada margen (me- mantener su resistencia a la tracción entre cuatro y seis
nos de 1 cm) o cuando los puntos quedaron muy apreta- semanas como mínimo, puesto que es el tiempo que una
dos y ocasionan isquemia y necrosis tisular. También herida aponeurótica necesita para readquirir 50% de su
ocurre cuando la sutura sufre fragmentación, cuando es resistencia original (puede alcanzar un máximo de 80%
absorbida antes de que la herida tenga suficiente resis- al final de un año), según algunos experimentos con ani-
tencia para soportar la tracción abdominal normal o males, en tanto en seres humanos no se ha determinado
cuando se aflojan y sueltan los nudos de la sutura. el tiempo ni la cantidad de cicatriz necesaria para que
Cierre en masa de la pared abdominal 361

esas heridas puedan obtener el soporte adecuado. En sin aguja se unen a una aguja circular o atraumática
teoría, el intervalo de tiempo necesario para alcanzar curva (medio círculo) de 5 cm. Se inicia por uno de los
esa meta es más largo en los pacientes con cicatrización extremos de la herida; al pasar el hilo doble por ambos
deficiente secundaria a desnutrición proteica, neoplasia extremos de la aponeurosis, en lugar de anudarlos se an-
maligna avanzada, deficiencias de colágeno, descom- clan, pasando la aguja por el asa del otro extremo del
pensación diabética, uremia crónica, utilización de cor- hilo, para evitar la creación de un nudo inicial. El mismo
ticoides e inmunodeficiencia adquirida. El uso de un procedimiento se emplea en el otro extremo de la herida
material de sutura permanente (no absorbible) se indica con una sutura nueva. Se prosigue con una sutura simple
en estos casos, aunque no existen evidencias concluyen- continua con ambas suturas a cada lado de la herida has-
tes a este respecto, pues parece que una herida retarda ta encontrarse en la parte media de la herida. La última
las prioridades metabólicas del organismo aun en estas pasada de cada extremo sólo tomara un lado de la pared,
últimas circunstancias. para que al anudar ambas suturas el nudo quede “ente-
Las suturas monofilamentosas son las más recomen- rrado” hacia adentro en el espacio preperitoneal.
dadas para una laparorrafia en masa, en especial las de Si no se cuenta con agujas sueltas para el procedi-
absorción lenta (polidioxadona). Al contrario de los miento anterior, la sutura deberá realizarse con un solo
multifilamentos, las bacterias se fijan excesivamente a hilo y hacer el nudo de la manera habitual en cada extre-
los leucocitos en la superficie de la sutura, lo cual dismi- mo de la herida con el nudo hacia abajo. Se puede utili-
nuye las posibilidades de infección. El calibre puede va- zar sutura monofilamento no absorbible o absorbible de
riar de 1--0 a 2--0. y este último es el más indicado para degradación lenta, como la polidioxanona.
los pacientes jóvenes o delgados.
El cierre en masa de las heridas abdominales medias
Segundo plano
comprende dos planos:
Consiste en una sutura continua intradérmica de la piel
con hilo absorbible sintético de calibre 4--0 o 5--0, el
Primer plano cual le confiere un resultado estéticamente satisfactorio
(figuras 44--1 a 44--4).
Sutura continua simple de la capa musculoaponeurótica La elección de una sutura continua sobre la de puntos
con puntos de al menos 1 cm de los bordes y un espacia- interrumpidos se justifica no sólo por el menor tiempo
miento entre ellos de 1 cm, afrontando los bordes con que toma su ejecución, sino porque deja cuatro veces
una tensión necesaria apenas para mantenerlos unidos. menos material extraño en la herida y de la confección
De preferencia debe sobrepasar los límites laterales de nudos en cada punto, lo cual es muy importante cuan-
de la línea alba, abrazando la vaina de los músculos rec- do se utilizan suturas no absorbibles. Otra ventaja es que
tos. Para esto es necesario obedecer una proporción de
4:1, esto es, que la longitud de la sutura sea por lo menos
cuatro veces mayor que la herida, para que la sutura se
haga adecuadamente. Debe evitarse la inclusión del
peritoneo, ya que esto no contribuye a aumentar la resis-
tencia de la herida, además de que reduce la producción
de adherencias (bridas) y el dolor posoperatorio.
E Editorial Alfil. Fotocopiar sin autorización es un delito.

El uso de material no absorbible, como el nailon o el


polipropileno, obliga a confeccionar entre cuatro y seis
nudos al inicio y al final de la sutura para que no se des-
aten, en virtud del efecto de “memoria” que tienen los
hilos monofilamento. Lo anterior convierte al nudo en
una estructura multifilamentosa que puede propiciar la
acumulación de bacterias que se fijan y vuelven inacce-
sibles a los neutrófilos y macrófagos, con lo que puede
iniciarse una infección de la herida. Además, puede
causar molestia e incluso erosionar la piel de los indivi- Figura 44--1. Laparorrafia en masa; inicio de la sutura en
duos delgados. uno de los dos extremos de la herida, con el detalle del an-
Por lo tanto, se puede utilizar una sutura anclada, claje del hilo para la elaboración del nudo inicial. En el recua-
donde los dos extremos de una sutura monofilamento dro se aprecia la forma de confeccionar el nudo inicial.
362 Hernias de la pared abdominal. Tratamiento actual (Capítulo 44)

Figura 44--2. Laparorrafia en masa; inicio de la sutura del


otro extremo de la herida.

Figura 44--4. Laparorrafia en masa; aspecto final de la sutu-


la sutura continua causa menos isquemia que los puntos ra, con el nudo sepultado y el cierre de la piel.
interrumpidos y proporciona una distribución uniforme
de la tensión a lo largo de toda la herida. Como su ejecu-
ción es más rápida, se consume menos tiempo (canti- trabajos clínicos y también los diversos trabajos experi-
dad) de anestesia, de ocupación de la sala de operacio- mentales comprueban estas afirmaciones. De estos últi-
nes y de personal, lo cual se refleja en un menor costo mos existen los que se ocupan de mediciones directas de
global de la cirugía. la resistencia a la tracción de las heridas suturadas de
esta forma y de los que presentan teorías matemáticas
para explicar los buenos resultados obtenidos con el cie-
BASES TEÓRICAS rre en masa de las heridas. Merecen una mención espe-
cial dos estudios basados en la premisa de que en la ma-
yoría de los casos de dehiscencia el hilo rompe los
tejidos al ejercer una presión mayor que la resistencia de
El cierre en masa de las incisiones medias tiene a su fa- dichos tejidos.
vor dos prerrogativas básicas: rapidez y seguridad. Los Dudley publicó el primer concepto en 1979 y se basa
en la siguiente fórmula de presión:

Presión fuerza
área

Si se compara cada punto con una circunferencia, cuan-


ta más cantidad haya de tejido englobado en la sutura,
mayor será el radio de esa circunferencia y, por lo tanto,
mayor el área de tejido involucrado, lo cual reduce la
presión como un todo. En consecuencia, será menor la
posibilidad de que la sutura pueda romper ese tejido que
une, debido a que existe una mayor dispersión de las
fuerzas.
El segundo concepto, dado a conocer por Jenkins en
1976, hace constar que las heridas abdominales pueden
tener una elongación de hasta 30% de su longitud origi-
nal, debido a la distensión posoperatoria normal (conse-
Figura 44--3. Laparorrafia en masa; encuentro de las sutu- cuencia del íleo paralítico temporal) y demuestra que
ras en el punto medio de la herida y confección del nudo las suturas se aproximan a los bordes de la herida, alcan-
final. zando la zona de colagenólisis y desgarrando los tejidos,
Cierre en masa de la pared abdominal 363

También se demostró que en la reparación de estas he-


a ridas hechas en bloque, independientemente del modo en
que se cierren (con puntos totales, en masa o por pla-
nos), el resultado estructural es el mismo: la aproxima-
+ 30% ción de las diversas capas seccionadas (de la piel al peri-
c b
toneo) en un solo bloque cicatrizal.
En dos metaanálisis acerca del cierre en masa de la-
parotomías medias, recientemente publicadas (Rucins-
ki et al., 2001; van’t Riet et al., 2002), se evaluó la pre-
sencia de dolor, granulomas, infección, dehiscencia y
I hernia incisional. Se demostró que las suturas sintéticas
no absorbibles están asociadas con una menor inciden-
cia de dolor y granulomas, y que las absorbibles multifi-
ab2 = ac2 + bc2 II lamentosas se relacionan con una mayor incidencia de
hernia incisional. Estos estudios concluyeron que la téc-
nica de laparorrafia en masa con sutura sintética, monofi-
Figura 44--5. Laparorrafia en masa; explicación teórica de lamentosa y de preferencia de absorción y degradación
la aproximación de los puntos a los bordes de la herida al lentas, como la polidioxanona, es la más recomendada
completar la sutura (I), situación posterior a la elongación de
la herida por distensión del abdomen (II).
para el cierre de las incisiones abdominales medias. En
especial en lo relativo a la ocurrencia de hernia incisio-
nal, el cierre en masa disminuye su aparición sobre la ci-
catriz propiamente dicha, ya que cuando se utiliza mate-
de acuerdo con el teorema de Pitágoras. Suponiendo que rial no absorbible (nailon o polipropileno) puede surgir
la sutura traza la figura de un triángulo rectángulo (abc) una pequeña hernia paralela a la cicatriz principal, en los
cuando se realiza en forma continua, la distancia que orificios de transfixión dejado en la aponeurosis por el
exista entre dos puntos, de un lado al otro de la herida, hilo de la sutura, llamada hernia en “ojo de cerradura”.
será la hipotenusa de ese triángulo (ab), uno de los cate- Entre 1989 y 2004 en el servicio de la Clínica de Her-
tos corresponderá al espacio entre dos puntos de un mis- nia (Santa Casa de Alfenas, MG, Brasil) se realizaron
mo lado de la herida (ac) y el otro cateto corresponderá 1 017 laparotomías medias primarias (excluidos los ca-
a la suma de las distancias de cada punto al borde de la sos de reoperación) con localización supraumbilical e
herida (bc). La elasticidad de la sutura. que es menor infraumbilical, con carácter de electivo o de urgencia y
que la de los tejidos, implica que la hipotenusa ab es una sin distinción en cuanto a su potencial estado de conta-
constante. Con el alargamiento de la herida, los puntos minación. Para el cierre se utilizó nailon monofila-
de un mismo lado de la herida se alejan, o sea que el ca- mento 0 o 2--0, con sutura continua mediante cierre en
teto ac aumenta. Para que la anterior ecuación sea cierta, masa de la capa musculoaponeurótica, cuidando de no
el otro cateto bc por fuerza tiene que disminuir, lo cual incluir el peritoneo parietal. La piel fue suturada con
originará la aproximación de los puntos al borde de la hilo de poliglactina 4--0 o 5--0. Se identificaron 26 casos
herida. Cuanto más distantes de los bordes estén origi- de infección de herida (2.5%) y un solo caso de dehis-
nalmente las suturas (mayor de 1 cm) al ocurrir tal apro- cencia (0.1%). Estos datos confirman la eficacia de esta
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ximación, la sutura permanecerá fuera de la zona de técnica de cierre de las laparotomías medias, porque
debilidad (colagenólisis) y tendrá así una menor oportu- reúne las ventajas citadas y puede extrapolarse a todas
nidad de romper o desgarrar los tejidos (figura 44--5). las demás vías de acceso abdominal.

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Berlín, Springer--Verlag, 1999:246--252.
Capítulo 45
Técnica de Rives para hernia
ventral e incisional
Juan Carlos Mayagoitia González

INTRODUCCIÓN un proceso de cicatrización deficiente.1,8 Los pacientes


que se encuentran recibiendo corticoterapia, radiacio-
nes o quimioterapia también son proclives a desarrollar
hernias con mayor facilidad. Algunas enfermedades
Durante la etapa en la que se efectuaban exclusivamente con componente metabólico tienen un porcentaje más
hernioplastias con tejido autólogo, las hernias ventrales alto en la aparición de hernias incisionales después de
de pared muy grandes (umbilicales, lumbares, de Spie- una cirugía abdominal, como en los pacientes con aneu-
gel y epigástricas) y las hernias incisionales eran las que risma disecante de la aorta, en los cuales el porcentaje
obtenían los peores resultados, puesto que en la literatu- de aparición es de hasta 31%,6 o con enfermedad poli-
ra mundial se reporta un índice de recurrencias de 40 a quística renal de tipo autosómico recesivo, cuya fre-
50%,1--3 en comparación con los resultados moderada- cuencia es de 24%;7 también se ha documentado una
mente aceptables de las hernias inguinales con cierres mayor frecuencia de hernias umbilicales e inguinales
con tensión, cuyas recurrencias iban de 15 a 20%. espontáneas en estos dos padecimientos.
El riesgo de una evisceración posterior a una laparoto-
mía es de 0.24 a 5.8%1,3 y la frecuencia de hernias inci-
sionales se ha calculado entre 10 y 12% (rango de 3 a Factores locales
19%) de los pacientes que son sometidos a cirugía abdo-
minal en la cual se incide la aponeurosis.3--7 Hasta 80% Incluyen todo lo que abarca el área quirúrgica, como son
de estas hernias aparecen dentro del primer año de la ope- las incisiones mayores de 18 cm, las incisiones efectua-
ración.1 Entre las causas que predisponen a la aparición das con un uso excesivo (altos voltajes) del electrocau-
de una hernia posterior a una laparorrafia se encuentran terio, las infecciones de la herida, los drenajes u osto-
los factores sistémicos, los locales y los técnicos.1 mías a través de la incisión, la mala calidad de los tejidos
y el aumento de la presión intraabdominal (por tos, vó-
E Editorial Alfil. Fotocopiar sin autorización es un delito.

mitos o síndrome compartimental).1


Factores sistémicos

Pacientes con anemia, hipoproteinemia, desnutrición, Factores técnicos


ictericia, insuficiencia renal crónica, enfermedad pul-
monar obstructiva crónica, obesidad, edad avanzada y Son los relacionados con los defectos o fallas del ciruja-
cirugías urgentes por traumatismos o problemas sépti- no al realizar la incisión y su cierre, y se asocian con el
cos. Asimismo, los pacientes fumadores crónicos, pues- sitio y el tipo de incisión, la elección del material de su-
to que el tabaco altera el equilibrio proteasa--antipro- tura y la técnica empleada para el cierre de la herida.1,8
teasa y aumenta así la degradación de colágena con el En un intento por mejorar las recurrencias de 40 a
consecuente debilitamiento de músculos, aponeurosis y 50% mediante el cierre simple del anillo herniario se in-

365
366 Hernias de la pared abdominal. Tratamiento actual (Capítulo 45)

trodujeron variantes en la técnica, como la elongación


y el traslape de aponeurosis y del saco herniario, los in-
jertos autólogos de fascia lata y la rotación de colgajos
mioaponeuróticos, con una mínima disminución en los
índices de recurrencia.1--7 Se han usado diferentes mate- 4
riales biológicos a manera de refuerzo del defecto,
como el pericardio de bovino y la duramadre liofilizada
de cadáver humano, pero su aplicación se ha abandonado
debido a que se calcifican y fragmentan en un periodo 3
corto de tiempo, originando un alto porcentaje de recidi-
vas subsecuentes.9
Por parte de diferentes autores surgió un cambio en
el concepto del manejo de los pacientes con hernias ven- 2
trales e incisionales, al comprender que no sólo se en-
frentaba un defecto simple de pared, sino que se tenía un
defecto herniario en una pared abdominal patológica la
mayoría de las veces, por lo que debe considerarse a di- 1
chos pacientes como enfermos crónicos, con un compo-
nente sistémico que altera la formación de una colágena
de calidad o produce su rápida degradación.3--5 Con el
advenimiento de materiales protésicos (mallas) algunos Figura 45--2. Sitios en los que puede colocarse la malla para
autores lograron disminuir la frecuencia de recidivas el procedimiento de Rives. 1 y 2. Preperitoneal supraumbili-
hasta 11% en la mejor de las series al colocar un parche cal e infraumbilical. 3. Retromuscular. 4. Preomental. Modifi-
de malla supraaponeurótico sobre el defecto, con o sin cada del Dr. Stoppa; Amiens, Francia.
cierre del anillo, o anclarlo directamente al defecto her-
niario (técnicas llamadas onlay e inlay, respectivamen- los principios y lineamientos básicos de las plastias sin
te) (figura 45--1).10 tensión para las hernias de pared,11 con los cuales se lo-
En 1973 Jean Rives y René Stoppa, en Francia, y graron índices de recurrencia sorprendentemente bajos
Lichtenstein, Amid y Shulman, en EUA, describieron en hernias inguinales (< 1%) y en hernias incisionales
(de 2 a 5%). Estos principios se basan en la colocación
de grandes fragmentos de material protésico en el espa-
cio preperitoneal o retromuscular (sublay) (figura
1
45--2). Para lograr un efecto de “tapón” en lugar de un
simple “parche” se endurece el peritoneo, para que no
sea distensible, y con su gran tamaño se redistribuye la
presión abdominal sobre el anillo herniario (principio de
2 Pascal). Los nombres con que se conoce este método de
reparación son técnica de Stoppa, cuando se efectúa en
la región inguinal, y técnica de Rives, cuando se usa
para hernias incisionales o de pared.3,11--14 Esta última se
3
describe a continuación.

MANEJO PREOPERATORIO

4
En sus inicios se consideró que esta técnica debía apli-
Figura 45--1. Posición de la malla. 1. Supraaponeurótico
carse sólo a pacientes con defectos herniarios mayores
(onlay). 2. Bordes del defecto (inlay). 3. Retromuscular (sub- de 4 cm de diámetro ante algunas evidencias que indica-
lay). 4. Preperitoneal (sublay). Modificada del Dr. Stoppa; ban una similitud de resultados entre el cierre simple de
Amiens, Francia. defectos menores de 4 cm y los que se les colocaba un
Técnica de Rives para hernia ventral e incisional 367

segmento de malla.15 Sin embargo, ante la evidencia de sejar el uso de una dosis intravenosa de una cefalospo-
pacientes con defectos de la colágena que recurrieron rina de segunda o tercera generación previa al inicio de
con pequeñas hernias tratadas con cierre simple se pre- la cirugía en todos los pacientes sometidos a reparación
fiere el uso de material protésico en todo paciente con de hernia incisional o ventral, así como el uso de un anti-
defecto herniario de la pared abdominal, independiente- biótico local en la solución de irrigación de acuerdo con
mente del tamaño y de su localización (umbilical, inci- los criterios de Deysine19--21 (500 mg de gentamicina o
sional, inguinal, etc.), lo cual le ofrece a estos pacientes amikacina por cada 250 mL de solución de irrigación).
una seguridad de bajos índices de recidivas posteriores. En los pacientes con factores de riesgo (obesidad,
Los pacientes deben contar con una evaluación gene- alguna inmunodeficiencia, diabetes o desnutrición) se
ral, como en cualquier cirugía, que incluya los siguien- continúa la administración de antibiótico intravenoso
tes aspectos importantes: durante el periodo de internamiento hospitalario.
La mayoría de los procedimientos pueden llevarse a
1. Edad del paciente. cabo con facilidad mediante la administración de anes-
2. Hábitos de tabaquismo. tesia peridural, excepto en los casos de hernias de locali-
3. Sitio de la hernia. zación muy alta, en regiones subcostales y subxifoi-
4. Cirugías previas, incluidos los intentos previos de deas, donde la anestesia general evita las molestias
plastias. ocasionadas por la disección en los espacios costales y
5. Antecedentes de infección de herida en cualquiera retroesternal. Algunos grupos han iniciado el empleo de
de las cirugías previas. anestesia local y bloqueo intercostal para operar a los pa-
6. Tamaño del anillo herniario. cientes de alto riesgo con patología agregada que contra-
7. Cantidad de asas intestinales contenidas en el saco indique el uso de bloqueo peridural o de anestesia gene-
de la hernia. ral. Una vez anestesiado el paciente, se le puede colocar
8. Patología agregada. una sonda vesical cuando los defectos estén localizados
9. Presencia de restricciones ventilatorias preopera- en la región suprapúbica y se anticipe la disección del
torias o posibilidad de que se presenten en el poso- espacio retrovesical de Retzius, lo cual evitará una le-
peratorio, especialmente en presencia de hernias sión de la vejiga que ponga en riesgo el uso de material
gigantescas con pérdida de dominio de las asas in- protésico, puesto que el área quedaría potencialmente
testinales (“pérdida del derecho a domicilio”). Los contaminada.
pacientes con anillos grandes, un gran contenido de
asas intestinales y restricciones respiratorias se
benefician con sesiones de terapia ventilatoria TÉCNICA QUIRÚRGICA
(nebulizaciones, PPI, mucolíticos y broncodilata-
dores) durante una o dos semanas antes de la ciru-
gía. En caso de pérdida del dominio de las asas
intestinales, la aplicación de neumoperitoneo pre- Para la mayoría de las hernias el paciente se coloca en
operatorio descrito en otros capítulos será una decúbito supino, excepto para las hernias lumbares o en
condición imprescindible. las que se originan de orificios de canalizaciones, las
cuales casi siempre surgen en sitios muy laterales, por
Si no existe patología agregada, el paciente deberá in- lo que el paciente debe estar en posición de lumbotomía.
E Editorial Alfil. Fotocopiar sin autorización es un delito.

ternarse el mismo día de la cirugía. La tricotomía nece- La incisión se hace igual o ligeramente mayor al diá-
saria deberá hacerse antes de la intervención. Aunque metro del anillo o los anillos herniarios, resecando la ci-
no hay estudios de metaanálisis al respecto, algunas se- catriz anterior en caso necesario. El saco herniario se di-
ries muestran beneficios con el uso de antibióticos pro- seca con cuidado hasta llegar a la aponeurosis sana, la
filácticos;16,17 otros autores han encontrado que cuando cual se diseca a aproximadamente 1 o 2 cm de los bordes
el paciente padeció infección en alguna de las cirugías del anillo. Con bisturí o electrocauterio con baja intensi-
previas el porcentaje (42%) de posibilidades de infec- dad se inicia la disección del anillo herniario hasta la
ción en la nueva cirugía se eleva entre tres y cuatro transición a saco herniario. Se elige una zona que esté
veces. Un antibiótico profiláctico logra reducir los índi- poco “trabajada” por cirugías anteriores o que se intuya
ces de infección de herida a los niveles de la población que tendrá menor posibilidad de tener adherencias fir-
que nunca presentó un episodio de infección en cirugías mes del peritoneo a la aponeurosis. En este punto se in-
previas (de 12 a 14%).18 El criterio y la experiencia del cide con cuidado para entrar en el espacio preperitoneal
autor de este capítulo y su equipo los han llevado a acon- con disección roma o cortante de acuerdo con las carac-
368 Hernias de la pared abdominal. Tratamiento actual (Capítulo 45)

A B

C D

Figura 45--3. A. Corte inicial para acceder al espacio retroperitoneal con bisturí a nivel del anillo herniario. B. Disección del espacio
retromuscular y preperitoneal en forma roma con ayuda de una gasa húmeda. C. Disección de toda la vaina del recto en las hernias
de línea media. D. Medición para obtener un espacio de 6 a 8 cm del borde del defecto. Modificada del Dr. Stoppa, Amiens, Francia.

terísticas de esta área. Si se dificulta encontrar el espa- que puede manifestarse clínicamente o no hacerlo. Este
cio o penetrar en la cavidad abdominal, será mejor in- espacio, en el cual sólo se tiene una aponeurosis, con
tentarlo en otra zona. Esto a veces es laborioso y difícil, grasa preperitoneal y peritoneo debajo, ha sido denomi-
pero una vez que se está en el espacio adecuado la ciru- nado por Schumpelick22 como “triángulo graso”, en el
gía tiende a facilitarse. En los pacientes con múltiples cual se tiene que cortar la aponeurosis posterior a nivel
operaciones es imposible acceder al espacio preperito- de su inserción, para que continúe con dicho espacio y
neal y lo mejor es localizar el espacio retromuscular, colocar el material protésico en forma plana y sin cortes,
que casi siempre es mas fácil de disecar, con cuidado de lo cual aumentaría la posibilidad de recidivas. Esto se
no lesionar las ramas de la epigástrica o los nervios que hace en la aponeurosis de ambos lados tanto en la parte
penetran la aponeurosis a nivel de la parte más externa superior del defecto como en la parte inferior.
de la vaina del recto. Hay que recordar que por debajo Hay varias formas de continuar la disección del espa-
del arco de Douglas no se encuentra aponeurosis poste- cio preperitoneal, incluidas la forma roma, la manera di-
rior, por lo que el espacio retromuscular es el propio pre- gital o con ayuda de una gasa húmeda (figura 45--3); en
peritoneo. De igual forma, en las hernias de localización algunos sitios debe ser en forma cortante con tijera o
lateral (lumbares o pararrectales) no se encuentra fácil- cauterio. En los sitios donde el peritoneo es muy delga-
mente una aponeurosis posterior tan firme como la vai- do y no hay forma de despegarlo se tendrá que disecar
na posterior del recto. el espacio retromuscular, el cual en algunas zonas es
Un aspecto importante lo constituye la disección del mucho más sencillo de disecar. Es necesario completar
espacio preperitoneal a nivel de la línea media. En esta la disección hasta un mínimo de 6 a 8 cm de los bordes
zona existe la fusión de las hojas anterior y posterior de del anillo.14 Este margen se da por dos motivos: para
la vaina del recto que presentan variaciones anatómicas compensar la contracción o encogimiento pasivo de la
en todos los individuos. Muy rara vez las hojas de malla de polipropileno, y para obtener espacio sufi-
ambos lados se unen exactamente en la línea alba; por ciente para que la presión abdominal actúe sobre la
lo general lo hacen antes y dejan un espacio que varía malla fijando el excedente a la aponeurosis de la pared
entre 2 y 6 cm, lo cual constituye una diástasis de rectos abdominal, para que la presión se redistribuya lo sufi-
Técnica de Rives para hernia ventral e incisional 369

ciente (principio de Pascal) y no tienda a expulsarla al A/2 x L/2 x = cm 2


estar muy cerca del borde del anillo. Cuando existen dos Ancho 8 cm
o más anillos herniarios se pueden unir cortando el Largo 8 cm
puente de aponeurosis por uno de los extremos, lo cual
8/2 x 8/2 x 3.14 = 50.24 cm 2
agranda el espacio donde se trabajará y facilita la visua-
lización y las maniobras de disección. Al finalizar la
disección del área se tendrán unas zonas disecadas en el
espacio preperitoneal y otras en el retromuscular, sin
Ancho 7 cm
que esto represente un inconveniente. Largo 18 cm
Durante la disección no se recomienda resecar antici-
7/2 x 18/2 x 3.14 = 98.9 cm2
padamente parte del saco herniario, aunque tenga varias
aperturas, puesto que el excedente de saco puede servir
como colgajo en caso de tener un área grande con falta
de peritoneo. La disección del espacio preperitoneal se Figura 45--4. Cálculo del área del defecto herniario.
deja sin ningún manejo si no se hicieron perforaciones
en él. Se puede abrir el saco herniario para revisar las
asas intestinales y liberar adherencias de las mismas si exceso que a que falte malla al final de la fijación. El
el paciente tiene antecedentes de cuadros suboclusivos; autor de este capítulo prefiere el uso de una malla de
de no ser así, no se recomienda abrirlo. Los orificios ais- polipropileno ligero o reducido, gracias a sus ventajas
lados en el peritoneo deberán cerrarse de manera indivi- en cuanto a la disminución de la respuesta inflamatoria
dual con material absorbible 3--0. Si los orificios son y menor restricción a la movilidad, que utilizar polipro-
múltiples y el saco excedente no es necesario para cubrir pileno pesado, aunque en los trabajos de Rives y Stoppa
áreas sin peritoneo, puede resecarse con cuidado de de- la elección continúa siendo el poliéster, a pesar de los in-
jar suficiente peritoneo para que el cierre se efectúe sin convenientes bien conocidos de las mallas multifila-
tensión. mento.23
Cuando se deja una zona importante sin peritoneo y Existen cuatro modalidades de fijación de la malla
no se tiene suficiente excedente de saco herniario para una vez que se coloca en el espacio creado con la disec-
utilizarlo como colgajo o para resecarlo y aplicarlo ción.
como injerto libre, se cuenta con dos opciones: la prime-
ra consiste en suturar coronalmente el defecto del peri-
toneo al epiplón subyacente a manera de parche, con Original de Rives12
cuidado de no tomar la pared de algún asa intestinal,
para proteger las asas del contacto directo con la malla. Se colocan suturas en la periferia de la malla (no absor-
Si no existe epiplón o no es factible movilizarlo por ad- bibles, monofilamento 0 o 1) a una distancia que varía
herencias debidas a cirugías previas; la segunda opción de acuerdo con su tamaño (de 8 a 10 puntos en promedio
consiste en colocar un parche de malla de material ab- para hernias de mediano tamaño), se anudan y se dejan
sorbible en la zona donde falte el peritoneo (Poliglacti- los cabos largos antes de que se introduzca en el espacio
na) o utilizar para toda la reparación una malla com- preperitoneal. Se introduce la malla y a través de peque-
puesta con capa antiadherente del tamaño total del ñas heridas en la piel se pasa hacia el exterior, sea con
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defecto (PTFEe, ácido hialurónico, celulosa oxidada y una aguja de Reverdin o con algún otro dispositivo que
regenerada, poliglactina o ácido poliglicólico), con pre- sirva para pasar los cabos de las suturas (aditamentos
caución de colocar esta superficie en dirección a la cavi- para el cierre de puertos laparoscópicos o el pasahilos
dad abdominal, sobre el peritoneo, y la capa de polipro- utilizado en la cirugía laparoscópica para hernia incisio-
pileno o poliéster en contacto con la pared abdominal. nal). Cada cabo de una sutura se pasa de manera indivi-
La hemostasia se revisa minuciosamente para colo- dual por la misma incisión de piel y se deja un puente
car la malla. Se miden los diámetros mayor y menor del de aponeurosis al anudarlo. Se hace la misma maniobra
anillo herniario para calcular su área o superficie1 (figu- con todas las suturas que se colocan en la malla (figuras
ra 45--4). Posteriormente se miden los diámetros verti- 45--5 y 45--6).
cal y horizontal de la cavidad disecada con una regla o Las pequeñas incisiones se traccionan con una pinza
con una cinta umbilical, que es más versátil. Se recorta hemostática después de anudar los hilos, para que no
el segmento de malla de acuerdo con las dimensiones queden umbilicadas; no es necesario suturar dichas in-
del espacio creado, tendiendo a dejarla más hacia el cisiones (figura 45--7). Hacer la fijación en esta forma
370 Hernias de la pared abdominal. Tratamiento actual (Capítulo 45)

A B

Figura 45--5. Forma de realizar los puntos transcutáneos con ayuda de una aguja de Reverdin. A. En cada punto se pasa inicial-
mente uno de los cabos del hilo. B. El otro cabo del hilo se pasa por la misma incisión, pero dejando un puente de aponeurosis
de aproximadamente 0.5 cm para poder fijarlo a la aponeurosis al momento de anudarlo. C. Una vez pasados, los dos cabos de
cada punto se anudan. Modificada del Dr. Stoppa; Amiens, Francia.

deja el abdomen con cicatrices, a lo que se conoce como Fijación modificada en “U”24
“abdomen en carátula de reloj”10 (figura 45--8), que
algunos cirujanos evitan por pensar que es poco esté- Cuando no se cuenta con ningún dispositivo para pasar
tico, aunque se tiene la ventaja de fijar la malla sin nece- suturas es prácticamente imposible pasar una aguja cur-
sidad de disecar grandes colgajos de piel y tejido celular va o recta desde la piel hasta el espacio preperitoneal. Lo
subcutáneo, con lo cual se reduce la posibilidad de sero-
mas y hematomas. Por la misma razón, las molestias
posoperatorias ocasionadas por la movilización de col-
gajos son menores.

Figura 45--6. Esquema de la fijación de la malla con la téc- Figura 45--7. Colocación de los puntos de sujeción de la
nica de Rives y puntos transcutáneos. malla después de anudarlos y antes de cortarlos.
Técnica de Rives para hernia ventral e incisional 371

A B
Figura 45--8. Secuela conocida como abdomen en carátula de reloj, ocasionado por las incisiones para la fijación de la malla. A.
Un día después de la cirugía. B. Paciente con tres semanas de operado, cuyas cicatrices de los puntos transcutáneos son poco
notorias.

anterior obliga a modificar inicialmente la forma de fi- de Rives). La ventaja es que no se necesitan dispositivos
jación de la siguiente manera: deben levantarse colgajos especiales para pasar los hilos, que en ocasiones son
de piel y tejido celular subcutáneo a una distancia de 6 difíciles de conseguir, y no deja cicatrices “extra” en el
a 8 cm del borde del anillo herniario en todas sus direc- abdomen del paciente. Las desventajas obvias son que
ciones (misma distancia en que se disecó el espacio pre- tiene mayor frecuencia de seromas y hematomas con
peritoneal). Se introduce la malla extendiéndola por probabilidad de infección al levantar los colgajos de
completo y se pasa una sutura de material no absorbible piel y tejido celular subcutáneo a una distancia mayor,
0 o 1 con aguja grande curva de la aponeurosis al espa- y ocasiona mayor molestia abdominal y drenaje seroso
cio preperitoneal; se toma la malla en su borde y se por canalizaciones durante un mayor tiempo.
regresa la sutura en forma de punto en “U” al espacio su-
praaponeurótico dejando un pequeño puente de aponeu- Fijación modificada por Amid25
rosis para anudar el punto (figuras 45--9 y 45--10). Se
completa la maniobra en toda la periferia de la malla Consiste en realizar la disección originalmente pro-
(los mismos puntos que se dan con la fijación original puesta por Rives sin levantamiento extra de colgajos de
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A
B

6 a 8 cm.

C D
Figura 45--9. Modificación de la fijación de la malla preperitoneal. A. Disección del saco y del anillo herniario. B. Disección del
espacio preperitoneal o retromuscular de 6 a 8 cm de distancia. C. Colocación de puntos en “U” desde la aponeurosis hasta la
malla. D. Cierre de tejido celular subcutáneo y piel.
372 Hernias de la pared abdominal. Tratamiento actual (Capítulo 45)

Figura 45--10. Aspecto de los puntos en “U” anudados so-


bre la aponeurosis anterior.

piel y tejido celular subcutáneo yfijación de la malla con


grapas, lo cual abrevia el tiempo operatorio al colocar
con rapidez las grapas a la misma distancia que se ponen
los puntos. El dispositivo para colocar las grapas puede
ser variado (grapas convencionales, helicoidales o tac-
kers con grapadoras rectas o anguladas) (figura 45--11)
y se pasa por dentro del orificio herniario, tomando la
malla al mismo tiempo que se extiende y se fija a la parte
posterior de la pared abdominal (puede ser a una apo-
neurosis posterior si se trata del espacio preperitoneal o Figura 45--12. Modificación de Amid a la técnica de Rives.
al músculo directamente si se trata del espacio retro- La fijación se efectúa con grapas en la circunferencia de la
malla hacia la pared abdominal, recortando posteriormente
muscular) (figuras 45--12 y 45--13). Esta técnica tiene la el excedente de malla. Modificada del Dr. Parviz Amid, Insti-
ventaja de que no se hacen colgajos, con lo que no tuto Lichtenstein, Los Ángeles.
aumentan las complicaciones, como seroma o hema-
toma, y tampoco se dejan cicatrices “extra” en la piel del
paciente. La desventaja de la engrapadora en relación cuando las grapas no son del tamaño adecuado y sólo se
con las suturas es su costo varias veces superior y tam- anclan a segmentos musculares frágiles. Tanto el Dr.
bién el hecho de que varias publicaciones han reportado Amid como el autor de este capítulo han apreciado que
desprendimiento de algunos segmentos de la malla la malla mal anclada o fijada sufre desplazamiento oca-
sionado por las contracciones musculares, produciendo
enrollamiento (meshoma) de segmentos o de la malla
completa.

Figura 45--11. Grapadoras para fijar la malla. Grapas con-


vencionales (superior) y grapas helicoidales o tackers (infe- Figura 45--13. Colocación de la malla con las grapas por de-
rior). bajo de la aponeurosis.
Técnica de Rives para hernia ventral e incisional 373

Figura 45--14. Fijación con puntos simples sobre la aponeu-


rosis posterior del recto y el peritoneo.

Figura 45--15. Fijación coronal de los bordes del anillo a la


Fijación modificada por Schumpelick malla cuando no es posible cerrar la aponeurosis sin ten-
sión.
La fijación de la malla se hace con algunos puntos sim-
ples de la malla a la aponeurosis posterior o al peritoneo,
con la idea de que no se necesitan fijaciones más segu- al toser. El defecto o anillo herniario puede tratarse de
ras, ya que la presión intraabdominal comprimirá la ma- varias maneras. En una plastia libre de tensión no se
lla contra la pared posterior y evitará su desplazamiento intenta el cierre del anillo a menos que se haga sin forzar
(figura 45--14). el tejido o sólo en las áreas donde no haya tensión.
Su inconveniente es que la malla tiende a desplazarse Cuando no se cierra el anillo, lo cual se considera lo más
por los movimientos musculares cuando no está fijada apropiado para que no exista nada de tensión, sus bordes
a estructuras firmes. pueden fijarse lo más que se pueda hacia el centro del
defecto con puntos de material no absorbible monofila-
mento, a la malla con puntos separados. Lo anterior tie-
ne dos objetivos: evitar la retracción de dichos bordes
Fijación con adhesivos para que el defecto “crezca” un poco y dejar la mínima
cantidad de malla en contacto directo con el tejido celu-
En la actualidad se tiende a fijar la malla con pegamentos lar subcutáneo, puesto que cuanto mayor sea la cantidad
o adhesivos sintéticos (cianoacrilatos) o de derivados de malla tocando este tejido, mayor será la posibilidad de
naturales (sellos de fibrina), que se aplican con dispositi- seromas e infecciones (figura 45--15).
vos de jeringa por gotas o por aspersión, para cubrir una Aún existe la controversia creada por algunos grupos
mayor área de la malla. En teoría, los sellos de fibrina tie- de cirujanos de pared abdominal en cuanto al hecho de
nen la ventaja de que evitan fijaciones con grapas o sutu- sugerir que siempre se trate de restablecer la anatomía
ras que aumentan la posibilidad de incluir un nervio o “normal” de la pared abdominal, aproximando los mús-
tejido que produzca dolor crónico posoperatorio y favo- culos rectos a la línea media, y se cierre la aponeurosis de
E Editorial Alfil. Fotocopiar sin autorización es un delito.

recen un proceso de cicatrización casi parecido al nor- los defectos herniarios, aduciendo que al hacerlo se res-
mal. Su desventaja radica en el costo alto cuando se usan tablece la fisiología y funcionalidad del abdomen sin
sellos de fibrina. Los cianoacrilatos sintéticos son más dejar huecos de aponeurosis. Por otro lado, existen gru-
económicos, pero producen una reacción inflamatoria pos de cirujanos, incluidos los que reparan estos defectos
aumentada y, por ende, un proceso cicatricial más anor- por laparoscopia, que dudan que tales reconstrucciones
mal. El grupo de trabajo del autor de este capítulo inició puedan lograr una funcionalidad “normal” del abdo-
el uso de sellos de fibrina en hernias no muy grandes, con men, ya que habitualmente se suele hacerlo a tensión
resultados alentadores en hernias incisionales, aunque se sobre músculos que se desgarrarán en el posoperatorio.
requiere un mayor tiempo de seguimiento para estable- Los estudios de Ramshaw indican que, a pesar de no
cer su función real dentro del armamentario de fijación. hacer el cierre de aponeurosis del defecto herniario,
Una vez que se fija la malla por cualquiera de los mé- como en las reparaciones laparoscópicas, se produce un
todos descritos se “prueba” la plastia, pidiéndole al pa- crecimiento aponeurótico sobre la malla, con una dis-
ciente que aumente la presión abdominal, sea al pujar o minución paulatina del defecto con el paso del tiempo.
374 Hernias de la pared abdominal. Tratamiento actual (Capítulo 45)

Siempre se deja una canalización, a menos que se COMPLICACIONES


considere que existió un sangrado mínimo y que el de-
fecto no era muy grande. Lo habitual es que se drene una
cantidad considerable de material serohemático durante
Independientemente de las complicaciones generales
uno o dos días después de la operación. Se cierran el te-
inherentes al procedimiento anestésico o quirúrgico, se
jido celular subcutáneo y la piel con puntos separados.
pueden enumerar y describir brevemente las principales
Debe tenerse cuidado de no dejar piel con poco o nada
y más comunes complicaciones relacionadas con la téc-
de tejido celular subcutáneo en contacto directo con la
nica de Rives.
malla, debido al riesgo de fistulización de la malla a tra-
vés de la piel, lo cual resulta en una complicación de di-
fícil manejo. Se coloca un vendaje elástico abdominal Seroma
para prevenir al máximo la aparición de espacios muer-
tos con su seroma o hematoma consecutivo. Es la más frecuente de las complicaciones en el posope-
ratorio temprano. Algunos autores, como Susmallian,26
encuentran 100% de seromas cuando se hace una explo-
ración mediante ecosonografía a los pacientes operados
CUIDADOS POSOPERATORIOS de reparación herniaria con malla, aunque no todos se
manifiestan clínicamente. Se calcula que en promedio
tienen una frecuencia de aparición de 12%, aunque con
rangos muy amplios según las diferentes series, que van
de 5 a 20%. Es más factible su presencia cuando se le-
El paciente casi siempre requiere entre uno y tres días vantan grandes colgajos de piel y tejido celular subcutá-
de hospitalización, aunque se han manejado pacientes de neo (TCS). Cuanto mayor sea la disección, mayor será
manera ambulatoria. Todo depende del tamaño de la la posibilidad de aparición. El uso excesivo de cauterio
hernia y del área disecada. Se maneja la analgesia de con voltajes altos también eleva la frecuencia de sero-
acuerdo con los requerimientos del paciente y los anti- mas, pero no usar cauterio y hacer la hemostasia
bióticos parenterales pueden continuar hasta el alta del manualmente con sutura también aumenta la frecuencia
paciente, siempre que no haya factores de riesgo. La de seroma, por lo que se recomienda usarlo a voltajes
marcha se inicia dentro de las primeras horas del proce- bajos y sin excederse en la quemadura de tejidos. Otro
dimiento. Los drenajes se retiran antes del alta hospita- factor que contribuye a la aparición de seromas es la
laria y se recomienda continuar con vendaje elástico ab- cantidad de material protésico que se deja en contacto
dominal durante un periodo de aproximadamente un con el TCS; con esto se entiende que, cuando la superfi-
mes, que es el tiempo en que la malla se integra por com- cie expuesta es menor, habrá menos posibilidades de
pleto a los tejidos. que se originen seromas. No se ha encontrado que el uso
Las actividades que puede desarrollar el paciente de drenajes modifique la presencia de esta complica-
después del alta no tienen restricciones, a menos que se ción. La mayoría de las veces se diagnostica mediante
trate de trabajos o esfuerzos muy pesados, los cuales la exploración física. y el ultrasonido y la tomografía se
pueden llevarse a cabo entre los 30 y los 60 días. Al prin- reservan para los pacientes obesos, donde es compleja
cipio se restringían las actividades deportivas y de es- la palpación adecuada del abdomen. Ante la presencia
fuerzos importantes durante 90 días, pero al interrogar de seromas se aconseja un manejo conservador, siempre
a los pacientes durante el seguimiento se descubrió que y cuando no sea exagerado el tamaño de la colección. La
las personas económicamente activas y de las que de- mayoría tienden a desaparecer de manera espontánea en
penden otros miembros de la familia nunca seguían las el transcurso de los tres primeros meses. La punción es
indicaciones, debido a la necesidad de generar recursos poco recomendable, puesto que aumenta en gran medi-
para subsistir; sin embargo, no se documentó un aumen- da la posibilidad de una contaminación bacteriana con
to de complicaciones o recidivas por este motivo. El absceso posterior y en algunos pacientes el seroma
tiempo promedio en que los pacientes volvían al trabajo puede hacerse crónico y requerir desbridaciones múlti-
habitual era de 30 a 35 días, pero ahora se le permite al ples o drenaje amplio.27 Una variedad muy infrecuente
paciente decidir el tiempo de reintegración a sus activi- es la formación de una pared fibrosa que cubre el líquido
dades de acuerdo con su sensación de bienestar, sin que de exudación con tabicaciones interiores, denominado
esto repercuta en la buena evolución del procedimiento seroma quístico, el cual requiere la extirpación total del
ni en recidivas tempranas. quiste para su resolución.27
Técnica de Rives para hernia ventral e incisional 375

Hematoma y equimosis abdominal por el uso de segmentos muy grandes de


malla en la pared del abdomen. Se ha calculado una res-
Su frecuencia es baja, con rangos de 1 a 5%, y está rela- tricción de 30% cuando se repara la región inguinal sin
cionada con una hemostasia deficiente, grandes disec- que esto sea muy notorio para el paciente. Se calcula que
ciones de colgajos o trastornos hemorragíparos del pa- la restricción será hasta de 50% cuando se repara una
ciente, sobre todo los que toman AspirinaR de manera hernia ventral o incisional. El paciente sentirá que se le
rutinaria. Su diagnóstico es clínico, igual que el del se- estira en bloque todo el abdomen al hacer movimientos
roma, y se recomienda evitar el drenaje o la punción forzados del tronco, que en ocasiones causan dolor. No
cuando no es muy grande. Si es necesario, deberá colo- hay forma de mejorar esta sintomatología. Las mallas
carse un drenaje con todas las medidas de asepsia co- ligeras con mayor elasticidad, el menor porcentaje de
rrespondientes, para evitar colonización bacteriana. contracción pasiva y la formación de menos tejido fibró-
tico han disminuido el porcentaje de restricción de la
movilidad abdominal (distensibilidad abdominal) y pro-
Infección de herida quirúrgica porcionado una mejor calidad de vida para el paciente.

Al igual que en cualquier herida quirúrgica, puede pre- Erosión y fistulización de piel
sentarse entre 5 y 12 días después de la operación. Tiene
una frecuencia aceptada de 8 a 14% en la mayoría de las Su frecuencia es menor de 0.5%, pero representa un pro-
series publicadas. En su aparición intervienen como blema complejo de tratar. Se presenta cuando se deja la
factores de predisposición el antecedente de una infec- malla (usualmente de polipropileno) en contacto con un
ción previa en el área que se operará, disecciones am- colgajo de piel con poco o nada de TCS. La erosión de
plias de colgajos, tiempos quirúrgicos prolongados y los la piel crece de acuerdo con las condiciones de la piel,
conocidos factores inherentes al paciente. Ante un abs- dejando al descubierto un segmento de malla. Por lo
ceso es indispensable efectuar un drenaje amplio de la general hay una integración deficiente del segmento de
herida. La prótesis se revisa y, si tiene una adecuada fija- malla expuesto. La granulación de estos segmentos es
ción, no se retira; sólo se harán aseos con la frecuencia siempre lenta y en ocasiones nunca se produce. Es tenta-
que se requiera evitando el uso de antisépticos irritantes, dora la idea de resecar el segmento expuesto para que la
pues favorecen la perpetuación de la infección. El autor granulación ocurra, lo cual es cierto, pero si esto se hace
de este capítulo y su grupo de trabajo utilizan solución en la fase en que la malla aún se encuentra en su periodo
fisiológica para el aseo y han tenido buenos resultados. de encogimiento el defecto dejado por la resección cre-
Cuando en la reparación se utiliza macroporo, como el cerá y podrá originar una hernia en el mismo (figura
polipropileno, puede dejarse en su lugar la mayoría de 45--16).
las veces, pues presenta buen control de la infección y
granulación. Si la malla es multifilamento y no hay
buena integración de toda o algún segmento de la malla,
se considerará su retiro total o parcial, sin realizar nin-
gún intento de plastia, pues estará condenada al fracaso.
Si la infección se hace crónica o hay fistulización, debe
retirarse el material protésico, explicándole al paciente
E Editorial Alfil. Fotocopiar sin autorización es un delito.

que reaparecerá la hernia y deberá operarse en un tiem-


po razonable para la reparación definitiva.18--21 Como se
sabe, el uso de material protésico conlleva a la posibili-
dad de infecciones tardías, que se manejan de la misma
manera que las infecciones tempranas.

Restricción de la movilidad abdominal


Figura 45--16. Erosión de la piel por una malla de polipropi-
Si bien el uso de material protésico disminuye en forma leno en contacto con un colgajo de piel desprovista de sufi-
considerable las recidivas, el precio que hay que pagar ciente TCS de protección. La malla no está integrada y la
por esto es la restricción de los rangos de movilidad granulación será lenta o imposible.
376 Hernias de la pared abdominal. Tratamiento actual (Capítulo 45)

Figura 45--17. Fistulografía de un paciente operado de una gran hernia incisional con malla de polipropileno sin contacto aparente
con las asas intestinales al momento de la cirugía, que desarrolló una fístula intestinal a los seis meses de operado.

Fistulización intestinal 5.8% y un manejo conservador la mayoría de las veces


(sólo un caso ameritó drenaje). Se presentaron dos casos
Aunque la malla se encuentre colocada en el espacio con seroma quístico, que es una acumulación de plasma
retromuscular y preperitoneal se reporta una frecuencia y sangre de crecimiento rápido cubierta con una capa fi-
de 0.3 a 1.7%.28 Esto se debe a dos factores: a perfora- brosa a manera de cápsula, que da la impresión de ser
ciones del peritoneo no reconocidas durante el procedi- una recidiva; su etiología se relaciona con un exceso de
miento quirúrgico o a un cierre a tensión del peritoneo malla en contacto directo con el tejido celular subcutá-
o aponeurosis posterior que se abrirá cuando el paciente neo (situación que se corrigió en los siguientes casos) y
realice algún esfuerzo en el posoperatorio, dejando ex- su tratamiento consistió en la resección quirúrgica del
puesta la malla al contacto con las asas intestinales (fi- quiste, sin ninguna complicación posterior. El porcenta-
gura 45--17). El diagnóstico es sencillo cuando la fístula je de pacientes con antecedentes de infección previa en
se drena a través de la piel. Una fistulografía ayuda a de- algún evento quirúrgico de hernia fue alto (19.5%); sin
terminar el segmento afectado, y el tratamiento consiste embargo, sólo se presentaron 2.4% de infecciones pro-
en una resección intestinal simple o múltiple, depen- fundas con afectación de la malla; su manejo consistió
diendo de la cantidad de asas involucradas. en desbridación amplia y lavados una o dos veces al día
con solución fisiológica, sin el retiro de la malla. La gra-
nulación de la herida fue lenta, pero completa y sin evi-
RESULTADOS dencias de recidiva. El hematoma se presentó sólo en
1% de los casos.
En 3% de los casos (seis pacientes) se presentaron re-
currencias y su manejo consistió en una nueva plastia
En las últimas dos décadas se han reportado excelentes con el procedimiento de Rives, con buenos resultados
resultados, como los obtenidos por Rives, Wants, Amid y sin recidivas.
y otros, con el uso de la técnica de Rives. El autor de este
capítulo y su grupo han realizado durante los últimos 12
años más de 200 de estos procedimientos20 con resulta- CONCLUSIONES
dos alentadores, de los cuales 52% presentaban hernias
primarias ventrales o incisionales de primera aparición
y 48% tenían al menos una recidiva previa, con anillos
de tamaños variables entre 3.1 y 706 cm2 de superficie La técnica de Rives para el manejo de hernias ventrales
(promedio de 101.2 cm2). La casuística muestra un por- e incisionales es un procedimiento libre de tensión,
centaje de complicaciones tempranas de 15%, de las cuya realización técnica es laboriosa en los primeros
cuales la principal es el seroma, con una frecuencia de casos; sin embargo, con la experiencia se logra reducir
Técnica de Rives para hernia ventral e incisional 377

el tiempo quirúrgico y hacer más fácil la disección del recidivas de 45% a sólo 3 o 5% compensan y alientan
espacio preperitonel y retromuscular. Los buenos su empleo para el tratamiento de las hernias de la pared
resultados que se obtienen al bajar el porcentaje de abdominal.

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378 Hernias de la pared abdominal. Tratamiento actual (Capítulo 45)
Capítulo 46
Hernioplastia de pared abdominal
con técnica intraperitoneal
Juan Carlos Mayagoitia González

INTRODUCCIÓN 2. Necesidad de resecar segmentos grandes de peri-


toneo por adherencias al epiplón o a las asas intes-
tinales.
3. Falta de epiplón en la zona del defecto hernia-
El objetivo en la planeación de la hernioplastia abierta rio que pudiera ser utilizado como parche pro-
de pared abdominal por un defecto primario grande o tector.
una hernia incisional se centra en escoger, además de la 4. Ausencia de aponeurosis posterior para colocar la
técnica con menor índice de recidivas, un método que malla en forma retromuscular.
le genere al paciente las menores posibilidades de com-
plicaciones a corto y a largo plazos. En general, la suma de todos estos factores es lo que im-
A lo largo de los diferentes temas de este libro se ha pide la ejecución de la técnica de Rives.
comentado la necesidad de que al efectuar una técnica El desarrollo de nuevos materiales protésicos diseña-
libre de tensión el material protésico (en especial el poli- dos específicamente con antiadherentes ha permitido
propileno y el poliéster) no quede en contacto directo que se puedan colocar mallas para la reparación de her-
con las asas intestinales, debido a las complicaciones nias de la pared en el espacio intraperitoneal en contacto
que de esto se derivan, como son las adherencias firmes con las asas intestinales.1 Este tipo de material no se
de los intestinos con la malla, que tienen la posibilidad adhiere a los intestinos y tampoco tiene la capacidad de
de sufrir cuadros oclusivos secundarios y una fistuliza- adherirse en forma adecuada a la pared abdominal, por
ción intestinal posterior. Cuando ocurre lo anterior se lo que su uso como material único de reparación no es
genera dificultad en el manejo del paciente, puesto que muy confiable, dado que la falta de integración a los teji-
se tiene que efectuar una cirugía, o varias de ellas, para dos de la pared favorece la aparición de seromas, hema-
liberar las adherencias, hacer cierre de trayectos fistulo- tomas, abscesos y, por supuesto, recidivas tempranas y
sos y retirar el material protésico, con la posibilidad de tardías. Por este motivo, dichos materiales se usan en
E Editorial Alfil. Fotocopiar sin autorización es un delito.

que reaparezca la hernia original. combinación con prótesis convencionales, casi siempre
El procedimiento preperitoneal de Rives para la repara- de polipropileno o poliéster, para formar las llamadas
ción sin tensión de las hernias de pared en forma abierta mallas compuestas o combinadas.2--4 La única excep-
constituye el procedimiento de elección, pero en algunas ción a lo anterior son las mallas biológicas de submuco-
ocasiones no es posible efectuarlo, debido a que el saco sa o dermis porcina, la dermis de cadáver humano y el
peritoneal no puede preservarse por diferentes razones: politetrafluoroetileno expandido (PTFEe) en su forma
de Dual MeshR, el cual tiene una superficie lisa antiad-
1. Excesiva cantidad de perforaciones en el saco pe- herente que va hacia la cavidad abdominal en contacto
ritoneal y en el espacio entre 6 y 8 cm más allá del con las asas intestinales, pero en su otra superficie, que
anillo herniario que se tienen que disecar, lo cual se coloca hacia la pared abdominal, tiene un tratamiento
imposibilita el cierre. que le confiere un aspecto rugoso, que ofrece la posibili-

379
380 Hernias de la pared abdominal. Tratamiento actual (Capítulo 46)

dad de que proliferen los fibroblastos y formen, en cier- ción del área del anillo y del saco herniario se hace en
to grado, algo de adherencia a la pared abdominal, lo forma convencional, dejando expuesto sólo 1 cm de
cual evita las complicaciones derivadas de una malla aponeurosis sana más allá del cuello del saco herniario.
que no se integra a los tejidos del paciente. Una vez disecado el saco herniario, se reseca en su tota-
Los materiales con los que se cuenta en la actualidad lidad a nivel de todo el anillo herniario, o simplemente
para su uso en contacto con los intestinos son: se abre y se cierra posteriormente sobre la prótesis. Se
aconseja hacerlo con ayuda del electrocauterio, para
S Politetrafluoroetileno expandido o PTFEe (en su disminuir la posibilidad de sangrado y ahorrar tiempo.
variedad Dual--MeshR). Se liberan las adherencias de epiplón y asas intestina-
S Polipropileno más poliglactina (VyproR). les necesarias (interasas y asas a la pared abdominal). El
S Polipropileno más PTFEe (ComposixR). espacio que debe estar libre de adherencias en la perife-
S Polipropileno más celulosa en ácido hialurónico ria del anillo depende del material que se colocará en la
(SeprameshR). reparación. Si se usa polipropileno pesado solo o en
S Poliéster más colágena hidrofílica (SofradimR, cualquiera de sus combinaciones, deberá ser de 6 a 8 cm,
ParietexR). para compensar la contracción. Si se usa MersileneR
S Polipropileno ligero más polidioxanona más celu- combinado con otro componente, con polipropileno li-
losa oxidada y regenerada (ProceedR). gero o con PTFEe, se recomienda una distancia de 3 a
S Polipropileno ligero más ácidos omega 3 (C QUR 4 cm más allá de los límites del anillo herniario, para
EDGE) permitir una adecuada fijación.
S Submucosa intestinal porcina (SurgisisR). Se miden las dimensiones de los diámetros del defec-
S Dermis porcina (PermacolR). to y se prepara la malla elegida. Es importante que cuan-
S Dermis cadavérica humana (AllodermR). do se usen mallas compuestas que contengan polipropi-
leno o poliéster se elija el tamaño adecuado, para que no
En teoría, los materiales protésicos elaborados con poli- haga falta recortar la malla en ninguna de sus partes. Si
glactina, PTFEe, celulosa en ácido hialurónico, celulosa la malla llega a recortarse, quedarán expuestas las fibras
oxidada y regenerada, ácidos omega 3 y colágena hidro- del polipropileno o poliéster en los bordes donde ésta se
fílica son superficies antiadherentes y no forman adhe- recortó, lo cual posibilitará que las asas de intestino
rencias intestinales, pero la mayor parte de los estudios tiendan a adherirse a estos segmentos, complicando la
experimentales y la observación en humanos demuestran evolución posoperatoria con cuadros oclusivos y fistuli-
que siempre existen adherencias intestinales cuando no zaciones.
hay epiplón que proteja a las asas interponiéndose entre La malla puede fijarse con cualquiera de las tres mo-
ellas y el material protésico. Las adherencias que se pro- dalidades descritas para la técnica de Rives, esto es, con
ducen son, de cualquier forma, más laxas y menos nume-
rosas que las que se producen cuando se usa polipropi-
leno o poliéster en contacto directo con el intestino.
Algunos cirujanos eligen la técnica intraperitoneal
como la primera elección, sin hacer antes el intento de
disecar el espacio preperitoneal, basándose en los argu-
mentos de que proporciona más rapidez al procedimien-
to, al mismo tiempo que, al no disecar dicho espacio, las
posibilidades de seromas y hematomas son mínimas.

TÉCNICA QUIRÚRGICA

El protocolo de manejo preoperatorio es el mismo que Figura 46--1. Delimitación del anillo herniario con corte de
el recomendado para la técnica de Rives. todo el peritoneo del saco. Debe asegurarse la liberación de
La incisión se hace del tamaño del defecto herniario adherencias de epiplón y asas a la pared en un segmento
y se extiende sólo 1 cm más en cada extremo. La disec- de 3 a 8 cm, dependiendo del tipo de malla que se utilizará.
Hernioplastia de pared abdominal con técnica intraperitoneal 381

del defecto si no es con tensión, de lo contrario basta con


que se aproximen los bordes al centro del defecto para
que la superficie de la malla que quede en contacto con
el tejido celular subcutáneo sea la menor posible.
La cantidad de puntos colocados será mayor que en
la técnica de Rives, puesto que al no haber peritoneo en-
tre la malla y las asas intestinales se han reportado desli-
zamientos de las asas entre la malla y la pared, por los
sitios donde queda un poco holgada, originando una
hernia interna que puede producir un cuadro de oclusión
y estrangulamiento, y dejar en contacto al asa con el po-
lipropileno o el poliéster, con las consecuencias men-
cionadas en repetidas ocasiones.
La forma de cerrar la herida quirúrgica y de colocar
los drenajes es similar a la que se utiliza en la técnica de
Figura 46--2. Colocación de la malla intraperitoneal (de poli- Rives.
propileno + poliglactina —VyproR). Se tiene cuidado de colo-
car siempre al epiplón entre la malla y las asas intestinales.

RESULTADOS
puntos transcutáneos, puntos transaponeuróticos o gra-
pas. Las ventajas y desventajas que ofrece cada una de
estas formas de fijación son las mismas que en la técnica
preperitoneal. El único detalle que debe tomarse en Existen pocas series reportadas en la literatura médica
cuenta es el de no usar material de polipropileno o nai- en las que se manejen plastias incisionales con técnica
lon como sutura, sino que deberá utilizarse un hilo de intraperitoneal en forma abierta. Para algunos autores
poliglactina, polidioxanona, poliglecaprone o PTFEe, ésta es la técnica de reparación de elección en todos sus
para evitar en lo posible las adherencias intestinales al pacientes, como lo hacen Arnaud, Balique, Mathonnet,
segmento de sutura que queda colocado intraperitoneal- Drouard, Oussoultzoglou, González, A. Hernández y
mente. Al finalizar los puntos de fijación se cierra el pe- Gillion.5
ritoneo si éste se consevó y se hace un intento de cierre En el año 2000 Balique3 reportó un estudio multicén-
trico que reunió 80 pacientes tratados con un implante in-
traperitoneal de poliéster más colágena hidrofílica (Pa-
rietexR), mediante vía abierta (64%) y vía laparoscópica
(36%), a quienes se les efectuó un control preoperatorio
y posoperatorio con ultrasonido para identificar las adhe-
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Figura 46--3. Fijación coronal. En las hernias grandes, des-


pués de colocar los puntos de fijación en la malla de tipo
transcutáneo o transaponeurótico, los bordes del anillo her-
niario se fijan a la malla para evitar la retracción de los mis-
mos y lograr que la superficie de contacto de la malla con el Figura 46--4. Técnica intraperitoneal con malla compuesta
tejido celular subcutáneo sea la menor posible. (ProceedR).
382 Hernias de la pared abdominal. Tratamiento actual (Capítulo 46)

rencias. Los resultados en cuanto a complicaciones tem- var el peritoneo) y nueve con técnica intraperitoneal
pranas son similares a los de series donde se utiliza la téc- abierta con poliéster más colágena hidrofílica (por la
nica preperitoneal. A los dos meses los controles misma razón que el grupo anterior). Las complicacio-
ultrasonográficos mostraron que 80% de los pacientes nes posoperatorias fueron de 13, 4 y 0%, respectiva-
manejados por vía abierta y 88% de los casos manejados mente, aunque no se mencionaron los índices de recidi-
en forma laparoscópica se encontraban aparentemente vas a 24 meses de seguimiento.
libres de adherencias, lo cual contrasta con la cifra de La experiencia del autor y su grupo de trabajo ha sido
20% de pacientes libres de adherencias, en quienes se uti- más satisfactoria con el uso de malla de polipropileno
lizó polipropileno o poliéster en forma intraperitoneal. El ligero, polidioxanona y celulosa oxidada y regenerada
índice de recidivas fue de 2.5%. (ProceedR) (figura 46--4), puesto que conjuga las ven-
Deligiannidis6 reportó en 2002 una serie de 56 pa- tajas mencionadas en el capítulo de biomateriales proté-
cientes con hernias incisionales grandes, de los cuales sicos en relación con el polipropileno ligero, la capa an-
24 fueron operados con técnica preperitoneal de Rives tiadherente y el material absorbible, que disminuye la
y malla de polipropileno, 23 con técnica intraperitoneal respuesta inflamatoria local.
abierta con PTFEe (debido a la incapacidad para preser-

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pective clinical trial using an innovative composite mesh. 6:51--55.
Hernia 2000;4(Suppl 1):S10--S16.
Capítulo 47
Técnica laparoscópica para hernioplastias
incisionales y ventrales
Karl A. LeBlanc

INTRODUCCIÓN de todas las hernias incisionales o ventrales, excepto en


los casos de defectos herniarios pequeños.

La hernioplastia laparoscópica de hernias incisionales y EVALUACIÓN PREOPERATORIA


ventrales (HLIV) fue descrita por primera vez en 1993.1
Los conceptos de esta técnica constituyen el equiva-
lente de la reparación libre de tensión para las hernias
inguinales, que ha ganado popularidad en las últimas Como en cualquier otro procedimiento operatorio, el ciru-
dos décadas. La reparación abierta con tensión, con el jano debe evaluar las condiciones del paciente antes de
uso de tejidos propios, tiene un índice de recurrencias proceder a la reparación laparoscópica de una hernia inci-
de 25 a 52%. El uso de biomateriales protésicos en la re- sional. En general, si el paciente es un candidato apropiado
paración de estos defectos fasciales disminuye los índi- para una hernioplastia abierta, lo es también para el acceso
ces de recurrencia a cifras que van de 11 a 21%. El índi- laparoscópico. Es posible que los pacientes con cardio-
ce de recurrencias con el acceso laparoscópico va de 1 miopatía severa o enfermedades pulmonares no toleren la
a 9% de acuerdo con las series reportadas dentro de la presión de insuflación necesaria para cualquier procedi-
experiencia inicial.2--6 miento laparoscópico, por lo que deben evaluarse cuida-
La reparación de hernias incisionales y ventrales a dosamente antes de la operación. La hipertensión portal
través de este acceso debe considerarse como un avance casi siempre es una contraindicación.
en la técnica laparoscópica. Es conveniente tener la El tamaño del defecto no es un factor limitante, aun-
asistencia de un cirujano experimentado en la elabora- que el autor indica el uso del procedimiento laparoscó-
ción de este procedimiento al menos en las primeras 10 pico para hernias mayores de 3 cm en alguna de sus di-
o 15 ejecuciones. Para favorecer los resultados, la con- mensiones. La longitud de la incisión requerida en la
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versión de la técnica laparoscópica a un método abierto reparación abierta de hernias con defectos pequeños es
será llevada a cabo al menor indicio de dificultad. De similar a la suma de las incisiones requeridas para la in-
acuerdo con la experiencia del autor de este capítulo y serción de los trocares de trabajo laparoscópico. En la
su equipo de trabajo, esto es necesario en 3.5% de los realización de estos procedimientos sólo se utilizan tro-
pacientes (con 1% de dicho 3.5% ocasionado por lesio- cares de 5 mm.
nes intestinales).5 Algunos autores reportaron que esta Asimismo, los defectos muy pequeños pueden ser re-
eventualidad de conversión fue necesaria en 7% de los parados sin el uso de un material protésico. Esta última
casos, con 4% de incidencia de lesión intestinal.6 Final- recomendación se aplica únicamente en los pacientes
mente, una vez que se pasa la curva de aprendizaje, es delgados, puesto que las personas obesas tendrán un al-
óptima la participación de un ayudante experimentado tísimo riesgo de recidiva si no se usa prótesis, a causa de
en técnicas laparoscópicas avanzadas en la reparación la elevada presión intraabdominal que manejan.7 En los

383
384 Hernias de la pared abdominal. Tratamiento actual (Capítulo 47)

defectos de los pacientes obesos se usa de manera ruti- uno de otro no contraindican el uso de la laparoscopia.
naria la reparación laparoscópica, incluso de hernias La adecuada colocación del paciente y la apropiada in-
umbilicales primarias. Además, el paciente obeso que serción de los trocares permitirán un acceso correcto a
tiene una hernia recurrente debe ser reparado con esta la totalidad de la cavidad abdominal en la mayoría de los
técnica, aunque su tamaño sea menor de 3 cm, pues se casos. El uso de lentes de laparoscopia angulados facili-
ha demostrado que estos individuos requieren la coloca- ta también este tipo de reparaciones.
ción de material protésico. La reparación laparoscópica El tipo y el número de reparaciones abiertas previas
de las hernias ventrales e incisionales es el método más deciden la elección de la posición del paciente, el mé-
fácil para estos tipos de hernias. todo de acceso abdominal, la colocación de los trocares
En algunas ocasiones deberá reconsiderarse el acce- y la localización del monitor. Es menos frecuente que
so laparoscópico para los defectos aponeuróticos muy existan hernias o adherencias si los procedimientos pre-
grandes. El tiempo operatorio requerido para la repara- vios fueron laparoscópicos. La decisión de los anterio-
ción de un defecto que ocupa casi la totalidad de la pared res factores se planea en el preoperatorio, pero se com-
abdominal pone en entredicho los beneficios del méto- plementa de acuerdo con los hallazgos, cuando el
do laparoscópico. Los pacientes en estas circunstancias paciente está anestesiado en la mesa de operaciones.
tienden a presentar un íleo posoperatorio prolongado in- Hay una gran posibilidad de adherencias significativas
dependientemente del tipo de reparación empleada. El que requerirán lisis durante las fases iniciales de la ope-
cirujano podría llegar a pensar que el aumento del tiem- ración si el paciente ya ha sido sometido a procedimien-
po de cirugía y el riesgo operatorio no justifican el uso tos intraabdominales previos. Se espera que los pacien-
de la reparación laparoscópica. Sin embargo, actual- tes con prótesis de polipropileno colocadas en cirugías
mente no hay reglas “estrictas y rápidas” acerca de este anteriores tengan áreas con cicatrices densas, especial-
tópico. El autor de este capítulo prefiere iniciar la opera- mente en las zonas donde dicho material no fue cubierto
ción en forma laparoscópica y convertirla a una repara- con epiplón; sin embargo, esto no detendrá a un cirujano
ción abierta si esto parece ser la mejor alternativa, aun- experimentado para completar el procedimiento lapa-
que no es frecuente que ocurra. En los casos donde roscópico. Es importante anotar que la dificultad del
existe una evidente “pérdida de dominio” de las asas procedimiento se magnifica de acuerdo con la compleji-
intestinales es prácticamente imposible el acceso al ab- dad de la disección de las adherencias de epiplón y de
domen, debido a la ausencia total de musculatura abdo- las asas intestinales. El riesgo de perforación intestinal
minal. En estos pacientes la conversión a un procedi- es significativamente elevado en estos casos y a menudo
miento abierto ocurrirá más temprano que tarde si se es necesario dejar remanentes de malla sobre las asas in-
eligió el procedimiento laparoscópico como primera testinales, para evitar lesionarlas (figura 47--1).
opción. Si el paciente requiere neumoperitoneo preope- La hernioplastia incisional laparoscópica debe indi-
ratorio debido al tamaño de la hernia, no se recomienda vidualizarse en los pacientes portadores de ascitis, ya
intentar la reparación en forma laparoscópica.
La obesidad mórbida puede ser un factor limitante.
Los trocares pueden ser insuficientemente largos como
para mantener un adecuado acceso a la cavidad abdomi-
nal de un paciente obeso. Es factible que se requiera la
conversión a un procedimiento abierto, debido a que la
apertura del canal de trabajo es insuficiente o no puede
ser mantenida. La parte distal de los trocares se pierde
continuamente en el excesivo tejido celular subcutáneo,
lo cual elimina el canal de trabajo y se pierde la insufla-
ción en el tejido graso. La colocación de trocares nuevos
y más largos casi siempre resuelve este dilema.
Puesto que la mayoría de las incisiones abdominales
más comunes se localizan en la línea media, cerca de
90% de las hernias incisionales se presentan en esta re-
gión.5 En general, estas hernias se abordan con facilidad
mediante esta técnica una vez que se adquiere experien-
cia. La presencia de defectos fuera de esta línea media Figura 47--1. Intestino delgado con remanente de malla de
o los defectos múltiples que no se encuentran cercanos polipropileno.
Técnica laparoscópica para hernioplastias incisionales y ventrales 385

que es prácticamente imposible hacer un cierre herméti- Cuadro 47--1. Biomateriales


co en los sitios de inserción de los trocares que evite fu- antiadhesivos y sus fabricantes
gas de líquido ascítico. Además, estos pacientes muchas ComposixR and ComposixR E/X Mesh, C. R. Bard, Mu-
veces tienen problemas metabólicos (insuficiencia re- rray Hill, NJ, EUA
nal crónica o enfermedad hepática) que pueden ocasio- SeprameshR, Genzyme, Cambridge, MA, EUA
nar una mala cicatrización y predisposición al desarro- ParietexR Composite mesh, Sofradim International, Ville-
llo de hernias múltiples en los sitios de los trocares. Sin franche--sur--Saône, Francia
embargo, son estos problemas metabólicos los que inci- Dual MeshR y Dual MeshR con poros, W. L. Gore and
tan al uso del acceso laparoscópico para tratar a este tipo Associates, Flagstaff, AZ, EUA
de pacientes. El uso de trocares de 5 mm o de trocares Dual MeshR Plus y Dual MeshR Plus con poros, W. L.
autodilatables ha hecho menos problemático el manejo Gore and Associates, Flagstaff, AZ, EUA
de estos pacientes. Finalmente, se puede hacer el esfuer-
zo por cerrar los sitios de los trocares con los diferentes
dispositivos que se han diseñado para este fin. polipropileno, la mayoría de los cirujanos han decidido
Los pacientes que se someterán a una reparación la- usar biomateriales manufacturados para proteger la pa-
paroscópica de hernia ventral o incisional son ingresa- red intestinal de un contacto directo con la superficie del
dos al hospital el mismo día de la cirugía, puesto que se material, que permite la formación de tejido de neofor-
estima darlos de alta dentro de las primeras 24 h. De he- mación. En el cuadro 47--1 se incluyen los biomateriales
cho, 85% de los pacientes permanecen en el hospital 23 que refieren proveer este nivel de protección en el con-
h o menos.5 El tipo de hernia y la cantidad de disección tenido abdominal.
requerida determinarán si el paciente debe permanecer El objetivo de este capítulo no permite hacer un análi-
sólo esa noche en el hospital o un poco más. Muchos pa- sis extenso de las características y atributos de dichos
cientes son sometidos a reparación de hernias incisiona- biomateriales, pero es necesario hacer algunos comenta-
les en centros de cirugía laparoscópica ambulatoria y se rios importantes para que el lector esté familiarizado con
requiere poca preparación preoperatoria. Los estudios ellos. El biomaterial ComposixR tiene dos capas de poli-
preoperatorios adecuados son solicitados antes del in- propileno MarlexR, que están cubiertas en una de sus su-
greso en el hospital o el mismo día de la cirugía. En perficies por una delgada capa de politetrafluoroetileno
forma rutinaria se les administra un antibiótico preope- expandido (PTFEe). La capa de PTFEe está sellada sobre
ratorio, que por lo general es una cefalosporina de pri- el MarlexR y actúa como capa antiadhesiva. A causa de
mera generación. Sin embargo, si el biomaterial que la rigidez de este producto y de la falta de adherencia del
será implantado contiene agente antibacteriano (p. ej., PTFEe, se desarrolló la malla ComposixR EX, que sólo
Dual MeshR Plus), la profilaxis antibiótica no es obli- tiene una capa de polipropileno y una capa muy delgada
gatoria. de PTFEe (como la original) cosida a la malla.
La malla SeprameshR es una capa simple de polipro-
pileno con una capa espumosa de carboximetilcelulosa y
BIOMATERIALES PROTÉSICOS hialuronato en una de sus superficies que sirve para inhi-
bir la formación de adherencias. El ParietexR es un bio-
material compuesto de malla tridimensional de poliéster
En la actualidad existen muchos productos disponibles que incluye la incorporación de una capa de colágena hi-
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para la reparación de hernias incisionales. Hay algunos drofílica que sirve como barrera. En ambos productos el
reportes que indican el uso de polipropileno como el material agregado se absorbe dentro de los primeros 14
biomaterial protésico de elección para este tipo de ciru- días, dejando únicamente el material permanente. No
gía.2,8 Este material tiene la predisposición a formar hay estudios a largo plazo de ninguno de estos tres pro-
adherencias y a un alto riesgo de fistulización; sin em- ductos que verifiquen la efectividad que ofrecen las res-
bargo, algunos cirujanos eligen usarlo en contacto di- pectivas casas comerciales que los fabrican.
recto con los intestinos sin tener, al parecer, una alta fre- El producto usado con más frecuencia para esta ope-
cuencia de complicaciones. De hecho, en la serie de ración es la malla de politetrafluoroetileno expandido
Franklin con pacientes reoperados después de un proce- (PTFEe) Dual MeshR o Dual MeshR Plus (figura
dimiento de este tipo se encontró que un tercio de ellos 47--2). Ésta tiene unos cuantos milímetros de grosor, y
tenían adherencias “firmes”, mientras que únicamente también se dispone de mallas Dual MeshR y Dual MeshR
un tercio tenían “algunas” adherencias “laxas”.2 A cau- Plus con orificios (figura 47--3), los cuales le confieren
sa de las complicaciones a largo plazo con el uso del al material 1.5 mm de grosor. Todos estos materiales tie-
386 Hernias de la pared abdominal. Tratamiento actual (Capítulo 47)

Figura 47--2. Malla Dual MeshR Plus. Figura 47--4. Superficie lisa visceral de la malla Dual MeshR
Plus (la parte inferior muestra un corte transversal).

nen dos diferentes superficies en forma distintiva. La capa


“visceral” (lisa) tiene intersticios de 3 m, los cuales inhi- agentes dentro de la malla le proporciona una coloración
ben el desarrollo de adherencias dentro del abdomen (fi- café a la superficie visceral, lo cual le ayuda al cirujano
gura 47--4) y la capa “parietal” (rugosa) tiene intersticios a orientarse y diferenciar las superficies de la malla, una
más grandes y espacios de 1 500 m, lo cual le confiere a vez que se introducen en la cavidad abdominal. Además,
la superficie del producto la apariencia de un “tejido de el color oscuro disminuye el reflejo deslumbrante de la
pana” (figura 47--5). Este diseño permite un crecimiento malla durante su manipulación laparoscópica (figura
importante de fibroblastos y depósito de colágena, con un 47--6). La operación que a continuación se describe se
proceso de cicatrización que produce una fuerte fijación a ejecuta con el uso de prótesis Dual MeshR Plus (1 mm).
la musculatura de la pared abdominal sin cicatrices densas.
Algunos cirujanos previenen la colocación errónea inad-
vertida del parche blanco de malla durante la reparación, CONSIDERACIONES
marcando la superficie parietal con un lápiz marcador, pre- INTRAOPERATORIAS
vio a su inserción.
La única diferencia entre Dual MeshR y Dual MeshR
Plus (con o sin orificios) es el hecho de que la versión
plus está impregnada con un agente antimicrobiano de Preparación del paciente y su posición
plata y clorhexidina. Estos agentes son absorbidos alre-
dedor de siete días después de su implantación y sirven La hernioplastia laparoscópica de hernias incisionales
para disminuir el riesgo de infección. La adición de estos requiere el uso de anestesia general para lograr el grado

Figura 47--5. Superficie rugosa o superficie parietal de Dual


Figura 47--3. Malla Dual MeshR Plus con orificios. MeshR Plus.
Técnica laparoscópica para hernioplastias incisionales y ventrales 387

necesario de relajación y sedación. En la mayoría de los


casos no es necesario usar sonda nasogástrica ni sonda
urinaria, a menos que el área operatoria esté próxima al
estómago o a la vejiga, o que se anticipe que el procedi-
miento será prolongado. Generalmente, si se necesita
una sonda nasogástrica para descomprimir el estómago
intraoperativamente, el autor de este capítulo prefiere co-
locarla en forma orogástrica después de la inducción
anestésica y retirarla al terminar la operación.
La mayoría de los pacientes se colocan en posición
de decúbito supino. Las operaciones sobre defectos la- Figura 47--6. Vista laparoscópica del color de la superficie
visceral de Dual MeshR Plus.
terales de la pared abdominal, como en las subcostales
o en los flancos, se facilitan si se coloca al paciente en
una posición de semidecúbito o lateral total, la cual se
mantiene con el uso de una faja o banda. La capacidad disponible en tamaños de 5, 10 y 12 mm, mientras que
de inclinación de la mesa de operación (p. ej., posicio- el último sólo tiene una medida de 12 mm. Sin importar
nes de Trendelenburg o de Fowler) ayuda en la manipu- el método exacto en el cual se inserta cada uno de estos
lación del intestino durante la disección, pues lo dirige dispositivos, en ambos se usa el laparoscopio dentro del
en dirección contraria a la de la disección en el abdo- trocar para observar el momento en que se pasa por las
men. Los brazos del paciente se fijan al cuerpo para per- diferentes capas musculoaponeuróticas.
mitir suficiente espacio para movilizarse en torno a él. En casi todos los pacientes con hernia incisional la
Esto es de crucial importancia, sobre todo si la hernia se visión completa del abdomen es interferida por adhe-
localiza en el abdomen inferior; sin embargo, en ocasio- rencias. La principal meta del cirujano es la colocación
nes no es posible ejecutar esta acción debido a las di- de los trocares adicionales para que la operación pueda
mensiones del abdomen del paciente, aunque en general ejecutarse. A causa de las adherencias frecuentes, el ci-
se trata de hacerlo. rujano puede verse forzado a usar el laparoscopio para
disecarlas. Después de que cada nuevo trocar es intro-
ducido, el laparoscopio se coloca a través de uno de
Entrada al abdomen ellos para visualizar el abdomen desde un punto de vista
ventajoso e identificar el sitio óptimo para la colocación
Se entiende que el método de acceso al interior del abdo- de los otros trocares. Las diferentes vistas por los sitios
men siempre será lo más seguro posible. En el paciente de todos los trocares ayudan a asegurarse de que el intes-
con una hernia ventral primaria o un defecto simple pe- tino no está en riesgo con las maniobras quirúrgicas. En
queño se utiliza una aguja de Veress para insuflación an- otras palabras, la vista bidimensional que ofrece el pro-
tes de introducir el primer trocar. Un área “segura” para cedimiento laparoscópico puede impedir el reconoci-
la inserción de la aguja es el cuadrante superior derecho miento de que las estructuras intestinales pueden ser da-
o izquierdo, debido a que generalmente están libres de ñadas durante la disección de adherencias que se ven
adherencias intestinales o de epiplón, en especial en las “sencillas”. La visualización por diferentes trocares
hernias abdominales bajas. Se usa un sitio en la línea me- permite evitar lesiones intestinales inadvertidas.
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dia si puede ser colocado lo suficientemente lejos de la Muchas veces es necesario colocar y manipular ins-
hernia como para que no interfiera con la colocación del trumentos desde el lado opuesto al laparoscopio. Esto
biomaterial protésico, pues el segmento de malla que so- produce una imagen en espejo de cualquier manipula-
brepasa el defecto puede cubrir el trocar insertado. ción que se efectúe por este puerto. En este caso, un mo-
Se prefiere el uso de trocares “ópticos” si la entrada vimiento del instrumental laparoscópico a la izquierda
abierta (técnica de Hasson) no se intenta para el trocar se ve como un movimiento a la derecha y viceversa. La
inicial. El autor prefiere el uso del trocar sin cuchilla colocación del laparoscopio en la línea media previene
(Ethicon Endosurgery, Cincinnati, EUA); sin embargo, esta dificultad óptica. Otra opción consiste en insertar
existen otros dispositivos, como el VisiportR (US Sur- un trocar adicional en el lado ipsilateral del paciente,
gical/Tyco International, Norwalk, EUA). Estos troca- donde el cirujano está colocado, para que el laparosco-
res están diseñados para proveer la visualización de pio esté siempre del lado del cirujano. Este problema
cada una de las capas de la pared abdominal conforme técnico puede resolverse con el uso de trocares adicio-
el trocar pasa a través de ellas. El primero de ellos está nales, para asegurar una adecuada evaluación del conte-
388 Hernias de la pared abdominal. Tratamiento actual (Capítulo 47)

cas ocasiones. La mayor parte de los cirujanos prefieren


usar el laparoscopio de 30_, pero el autor de este capítu-
lo prefiere el instrumento de 0_. El ángulo o tamaño del
laparoscopio por sí mismo no es tan importante como la
obtención de la mejor vista posible. Los lentes pequeños
permiten el uso de trocares delgados, los cuales dismi-
nuyen el dolor posoperatorio y minimizan el riesgo de
herniaciones por los sitios de inserción. Si la óptica de
los lentes es óptima, el laparoscopio de 5 mm servirá tan
bien como el de 10 mm.
La parte más difícil y tediosa de la hernioplastia es la
disección de las adherencias del epiplón y los intestinos.
El método de disección es de crucial importancia a efecto
de minimizar el daño al intestino. Si las adherencias son
Figura 47--7. Localización esquemática de los puertos pocas y algo firmes, puede utilizarse tijeras conectadas al
(azul), la cicatriz umbilical (verde) y la hernia (negro) en po- electrocauterio. Esto se hace únicamente si se tiene la
sición media infraumbilical.
certeza absoluta de que no hay intestino adyacente al área
afectada, debido a la extensión de la quemadura que pro-
nido intraabdominal. Algunos cirujanos prefieren colo- duce el electrocauterio. La disección de adherencias se
car todos los trocares en el mismo lado del abdomen. completa en forma segura con el uso del bisturí armónico
Esto evita la imagen en espejo, pero no permite la visión (Ethicon Endosurgery, Cincinnati, EUA), que tiene unas
de las adherencias del lado opuesto del abdomen y difi- tijeras que parecen mandíbulas y disecan mediante ondas
culta la fijación de la malla (figuras 47--7 y 47--8). ultrasónicas. Con esta fuente de energía sólo hay una mí-
nima diseminación lateral de calor. Este factor incremen-
ta la seguridad en la disección del intestino. Sin embargo,
Instrumentos no hay que olvidar que el uso inapropiado de cualquiera
de estos dispositivos puede producir una lesión en los
intestinos. Una quemadura puede pasar inadvertida hasta
Existen muchas opciones de laparoscopios (0, 30 o 45_)
que la pared intestinal se necrosa varios días después del
disponibles para la reparación de hernias incisionales.
posoperatorio. Si se encuentra que el intestino está firme-
Los pacientes delgados con buen tono muscular no per-
mente adherido a la pared abdominal o al material de
miten mucha distensión con el neumoperitoneo, pero en
polipropileno de cirugías previas, se recomienda utilizar
los obesos con escaso tono muscular puede emplearse
tijeras (sin electrocauterio) para la disección.
un laparoscopio de 30_, que proporciona una mejor vi-
En algunas ocasiones el contenido de la hernia no
sión en estos casos. El laparoscopio de 45_ se usa en po-
puede ser reducido con disección y tracción, porque se
encuentra incarcerado. En tales casos se recomienda la
ampliación del defecto aponeurótico, que permite la re-
ducción del órgano afectado. Esto puede hacerse con ti-
jeras con electrocauterio o con bisturí armónico. En ge-
neral, se requiere una incisión de 2 a 3 cm en dicha
aponeurosis. El tamaño de esta incisión no es tan crítico
como el hecho de que el intestino no pueda ser reducido
con seguridad, ya que el defecto en su totalidad será cu-
bierto por la prótesis para reparar la hernia.

Adherenciólisis e identificación
del defecto aponeurótico

Figura 47--8. Localización esquemática de los puertos Antes de la inserción de la prótesis deben liberarse los
(azul), la cicatriz umbilical (verde) y la hernia (negro) en po- defectos aponeuróticos. Esto casi siempre requiere cor-
sición media supraumbilical. tar todas las adherencias dentro del abdomen, a menos
Técnica laparoscópica para hernioplastias incisionales y ventrales 389

Figura 47--9. Marcas en la piel de los límites del defecto her-


niario.

Figura 47--10. Malla de Dual MeshR Plus con sus marcas


y suturas iniciales.
que estén muy lejos del campo operatorio, como las de
la pelvis, donde la hernia se localiza en el abdomen su-
perior. Es importante disecar lejos de la cavidad abdo- dad abdominal. Para fijar la malla, la mayoría de los ci-
minal cualquier adherencia que pueda interferir con la rujanos utilizan suturas transfasciales más la fijación
colocación del material protésico. La prótesis debe estar con algún dispositivo de grapas, como las grapas de tita-
en contacto con la fascia sin interposición de tejido gra- nio, los tackers helicoidales de titanio o las grapas de
so, ya que interfiere con la integración de tejido dentro acero inoxidable. El número de suturas aplicadas en el
de la malla. No es necesario resecar el saco herniario ni biomaterial antes de su inserción en el abdomen de-
cerrar el defecto de la aponeurosis. pende de la preferencia del cirujano. Uno de los méto-
La forma más exacta para medir el defecto consiste en dos, que es el que prefiere el autor de este capítulo, con-
reducir la presión de la insuflación de trabajo de 14 a 16 siste en colocar dos suturas de PTFEe No. 0 en los
mmHg hasta casi 0 mm. La reducción de la presión pre- extremos de su diámetro más largo. Con un lápiz marca-
viene el error o artefacto de insuflación (distensión de la dor se colocan dos marcas a cada lado del diámetro me-
pared abdominal), que puede incrementar sustancial- nor del parche y se introduce en la cavidad abdominal
mente el aparente tamaño del defecto herniario. Esto (figura 47--10). Es importante que las marcas estén tanto
ocurre debido a que la medida se hace sobre la parte ex- en la cara visceral como en la parietal de la malla, ya que
terna de la pared abdominal en lugar de hacerlo sobre la al iniciar la fijación en la pared abdominal sólo se aprecia
superficie interior del defecto herniario. De esta forma, la superficie visceral de la prótesis. Todo esto asegura la
el defecto parecerá artificialmente más grande de lo que correcta orientación del parche a lo largo de la pared ab-
es en realidad. Después de quitar la insuflación, se dibuja dominal. Otros cirujanos prefieren colocar cuatro o más
el defecto sobre la piel con un lápiz marcador (figura suturas previas a la inserción de la malla en la cavidad.
47--9). La circunferencia total del defecto se identifica Se ha encontrado que lo anterior crea una maraña de ma-
para conocer sus dimensiones máximas. Para asegurar terial de sutura algo engorroso de trabajar en un espacio
E Editorial Alfil. Fotocopiar sin autorización es un delito.

una cobertura total del defecto herniario, muchos autores limitado dentro de la cavidad. La colocación de sólo dos
coinciden en que lo mejor es sobrepasarlo al menos 3 cm suturas iniciales asegura que el centro del defecto hernia-
de malla (en todas direcciones).3--5,9 En general, se re- rio se localice a la mitad del material protésico.
quiere cubrir la totalidad de la incisión original, aunque El parche de PTFEe, con sus suturas de anclaje, se
el defecto de la hernia actual se localice en un sitio corto dobla en mitades hasta que pueda introducirse en la ca-
de esa incisión. Esto permite una cobertura contra futuras vidad abdominal.10 Esto puede hacerse incluso cuando
hernias que pudieran desarrollarse en áreas de la incisión se usan trocares de 5 mm. Hasta 50% del volumen de
no cubiertas y evitará, por lo tanto, la aparición de una este material es aire, por lo que puede ser doblado como
“hernia recurrente”.5 En los individuos obesos o en los un delgado rollo, para reducir su volumen. En estos mo-
que tienen defectos muy grandes se recomienda un rema- mentos la incisión de la piel en el sitio de la inserción del
nente de malla que exceda los 3 cm. parche se amplía un poco si se utilizan trocares de 5 mm
Existen muchas variaciones de la técnica para fijar el (en general de 7 a 8 mm). Con una pinza o grasper fuerte
parche de malla una vez que se inserta dentro de la cavi- se pasa a través de otro trocar y se avanza hasta el trocar
390 Hernias de la pared abdominal. Tratamiento actual (Capítulo 47)

Figura 47--11. Vista laparoscópica de la inserción de la ma-


lla retorcida.

Figura 47--12. Suturas a través del abdomen.


por donde se introducirá la malla, exteriorizando su
punta. El trocar se retira para que la punta salga por la
piel, tomando el rollo de malla y jalándolo hacia la cavi-
dad abdominal (figura 47--11). El ayudante del cirujano locarse. Cuando se consigue una posición óptima se anu-
puede facilitar esta maniobra manteniendo enrollada y dan las suturas. Es importante cerciorarse de que éstas y
torcida la malla durante su introducción. La flexibilidad las suturas subsiguientes se anuden apretadas, jalándolas
de la musculatura de la pared abdominal se acomoda con firmeza. Cuando las suturas quedan anudadas se for-
para la inserción de parches de PTFEe tan grandes como ma una pequeña depresión en el sitio de la incisión de la
los disponibles de 26 x 34 cm. Esta maniobra puede lle- piel, puesto que el tejido celular subcutáneo es jalado ha-
varse a cabo con trocares más grandes. Una vez comple- cia abajo. Esta depresión puede corregirse si se usa una
tada la introducción del parche, se desenrolla y se deja pinza hemostática y se levanta el borde de piel, lo cual li-
lo más plano posible para facilitar su fijación a la pared bera al tejido del nudo.
abdominal. El siguiente paso consiste en confirmar la correcta
orientación a lo ancho del parche (en las partes laterales
de la hernia). Con el grasper se toma la malla en los pun-
tos previamente marcados a cada lado lateral, sobre la
Colocación de la prótesis posición deseada. El cirujano o su asistente usa el dispo-
sitivo pasasuturas para colocar las suturas en cada punto
Una vez completada la inserción de la prótesis el parche lateral marcado. Se anudan las suturas. El uso de algunos
debe ser desdoblado. El cirujano y su asistente deben tackers o grapas en este momento permiten retirarlas
ayudarse el uno al otro para manipular el biomaterial y fácilmente en caso de que se requiera reacomodar la ma-
dejarlo completamente desdoblado. Las dos suturas co- lla. Una nueva inspección mediante diferentes trocares
locadas inicialmente se jalan ahora a través de la pared con el laparoscopio ayudará a confirmar que el biomate-
abdominal mediante un instrumento pasasuturas, inser- rial se centró correctamente sobre el defecto herniario en
tado en pequeñas incisiones que se hacen en la piel (fi- todas sus direcciones. Después de esta inspección, las
gura 47--12). Al jalar las dos suturas iniciales a través de grapas se colocan de manera escalonada a lo largo de
la pared abdominal y observar el defecto herniario con toda la periferia de la prótesis con 1.5 cm de distancia
el laparoscopio se puede confirmar que el parche está (figura 47--13).
centrado sobre el defecto. Puede cambiarse el laparos- La fijación del parche en la posición correcta asegura
copio a otro puerto para que la anterior maniobra resulte que el intestino no migre entre la pared abdominal y la
más efectiva. Las suturas no se anudan en esta fase, sino prótesis una vez que el procedimiento se completa. El
que se jalan hacia arriba para mantener el parche fijo con- componente más importante de la fijación es el uso trans-
tra la pared del abdomen. Esta maniobra le permite al ci- fascial de suturas no absorbibles de PTFEe del No. 0.
rujano verificar que el parche sobrepasa al menos 3 cm Estas suturas se colocan a través de todas las capas de la
los bordes del defecto en todas sus direcciones y que el pared abdominal y se anudan arriba de la fascia de ma-
biomaterial estará tenso, una vez que se anuden las sutu- nera similar a como se hizo con las primeras dos suturas.
ras. Si no hay suficiente tensión, las suturas deben reco- Durante la inserción de todas las suturas es necesario evi-
Técnica laparoscópica para hernioplastias incisionales y ventrales 391

nia durante al menos 72 h ayuda a prevenir seromas pos-


operatorios en dicha región. Esto puede extenderse a 7 o
14 días en el caso de hernias muy grandes. Parece que la
faja también mejora el dolor posoperatorio.

CONSIDERACIONES POSOPERATORIAS

El paciente es llevado a la unidad de recuperación, don-


de habitualmente se le da una dosis única de ketorolaco
Figura 47--13. Espaciado correcto entre las grapas aplica- intravenoso. Una vez recuperado de la anestesia se
das en la periferia del parche.
transfiere al área de cirugía ambulatoria. La mayoría de
los pacientes son dados de alta el mismo día. El prome-
tar pinzarlas en cualquier punto que pueda quedar dentro dio de estancia hospitalaria es de un día. Los pacientes
del paciente, ya que esto debilitaría la sutura de manera pueden consumir la dieta de su preferencia el mismo día
permanente. Esta debilidad después puede seccionarse, de la cirugía, así como sus medicamentos habituales.
dejando un punto posible de falla de fijación y de posible Los analgésicos orales y parenterales se administran de
recurrencia de la hernia.5 Estas suturas se colocan alrede- acuerdo con los requerimientos del paciente.
dor de la malla con intervalos de no más de 4 a 5 cm a El dolor puede usarse como una guía para determinar
través de pequeñas incisiones en la piel en esos puntos. el momento en que el paciente puede retomar sus activi-
Cada sutura debe manejarse con el dispositivo pasasutu- dades normales. Se le permite bañarse al día siguiente
ras a través de las incisiones hechas en la piel. Una vez y volver a sus actividades diarias, incluido el trabajo, tan
que se colocan y anudan todas las suturas transfasciales, pronto como el dolor se lo permita. La mayoría de los
el parche obliterará todo el defecto herniario. Se hace una pacientes son capaces de conducir un automóvil a la pri-
revisión final de la prótesis, para asegurarse de que todas mera semana y volver a las actividades relacionadas con
las suturas estén apretadas y todos los bordes del parche su trabajo entre 7 y 14 días. El dolor constituye una guía
estén asegurados (figura 47--14). para la restricción de actividades.
En este momento se retiran todos los trocares bajo vi-
sión directa. Antes de retirar los trocares mayores de 5
mm debe cerrarse el sitio de inserción con el mismo dis- RESULTADOS
positivo pasasuturas con material absorbible. Las inci-
siones de la piel deben cerrarse, entonces, con o sin sutu-
ras subcutáneas y el uso de Steri--StripsR o adhesivo
DermabondR. El uso de una faja sobre el sitio de la her- Las complicaciones más comunes, reportadas en una
serie reciente de más de 100 casos, se incluyen en el cua-
dro 47--2. El número total de complicaciones varía entre
13 y 38%, lo cual se compara favorablemente con las
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técnicas abiertas. El índice de recurrencias es bajo. El


autor de este capítulo y su equipo de trabajo hicieron
una comparación de sus 100 casos iniciales con sus se-
gundos 100 casos5 y encontraron que el índice de recu-
rrencias disminuyó de 9.3% a 4% entre los dos grupos
(el índice combinado fue de 6.5%). Hubo diferentes
causas de recurrencias en ambos grupos, pero la fijación
inadecuada y el tamaño insuficiente de la prótesis fue-
ron las etiologías más frecuentes en las recurrencias del
primer grupo. Estos casos fueron operados de acuerdo
con la experiencia inicial y la técnica se modificó des-
pués de evaluar a esos pacientes y continuar su segui-
Figura 47--14. Reparación de la hernia terminada. miento. Por lo tanto, en el segundo grupo, la infección,
392 Hernias de la pared abdominal. Tratamiento actual (Capítulo 47)

Cuadro 47--2. Complicaciones de la reparación de hernias ventrales e incisionales en 909 pacientes


Complicación Ben--Haim6 Chowbey7 Heniford3 LeBlanc5
Total 24 (24) 77 (38) 53 (13) 47 (18)
Recurrencia 2 (2) 2 (1) 14 (3.4) 13 (6.5)
Íleo prolongado 4 (4) -- 9 (2.2) 16 (8)
Serosa > 6 semanas 11 (11) 65 (32) 8 (1.97) 15 (7.5)
Dolor en el sitio de sutura > 8 semanas -- -- 8 (1.97) 2 (1)
Lesión intestinal importante 7 (7) -- 5 (1.23) 2 (1)
Obstrucción intestinal 3 (3) -- -- 2 (1)
Celulitis en el sitio del trocar -- 5 (2.5) 5 (1.23) ----
Infección de la malla -- -- 4 (0.98) 4 (2)
Hematoma o sangrado 1 (1) 3 (1.5) 3 (0.74) 1 (0.5)
Retención urinaria -- 2 (1) 3 (0.74) ----
FUO -- 3 (0.74) ----
Insuficiencia respiratoria -- -- 2 (0.49) ----
Absceso residual -- -- 1 (0.25) ----
Hernia por el sitio del trocar -- -- 1 (0.25) 1 (0.5)
Conversión a cirugía abierta 7 (7) -- 8 (2) 7 (3.5)
Otros -- -- 3 (1.5)
Nota: el número entre paréntesis es el porcentaje. Quizá el total no se correlacione del todo, puesto que algunos pacientes tenían más de una
complicación.

la fractura de suturas y la recurrencia en un nuevo sitio te una laparotomía por la línea media. Si existe una
de la incisión original de la línea media fueron causantes lesión que perfore la pared intestinal, el uso de una malla
de recurrencias. Muchas otras series confirman el éxito de podría dificultar el manejo de una infección posterior.
este procedimiento. El autor y su grupo reportaron pre- Si esto ocurre, deberán repararse la lesión intestinal y la
viamente una recopilación de estos datos en cerca de mil hernia, pero sin el uso de prótesis. Si el defecto herniario
pacientes, donde se mostró que el índice de recurrencia no puede ser cerrado sin el uso de una malla, el procedi-
varía entre 0 y 1% en un seguimiento de 7 a 51 meses.4 miento debe terminarse y volver a operar algunos días
El íleo y el dolor son dos de los hallazgos más frecuen- después para completar la reparación de la hernia. Una
tes en esta operación. El íleo significativo que requiere opción de tratamiento para la reparación intestinal in-
sonda nasogástrica con succión se presenta en casi 8% de cluye el uso de una malla de material biológico, como
los casos. El dolor casi siempre se controla con analgé- las derivadas de tejido porcino o de cadáver, aunque no
sicos orales. El dolor de larga duración no es frecuente, se cuenta con reportes de esta acción.
pero es muy importante cuando se presenta y puede ma- La lesión intestinal no reconocida es una complica-
nejarse con la inyección de puntos de anestesia local o ción muy especial y puede ser muy difícil diferenciarla
cortando la sutura causante mediante laparoscopia. de un íleo severo en progreso. Además, la necrosis retra-
La frecuencia de seromas es difícil de determinar en sada de una quemadura en la pared intestinal por energía
las series reportadas en la literatura, ya que no se cuenta puede presentarse varios días después de la operación.
con definiciones estandarizadas de su significado en El retraso en el diagnóstico y el tratamiento conducen
cuanto al tamaño o la cantidad para ser considerado a la muerte la mayoría de las veces. Si se sospecha de la
como seroma. Un estudio encontró que los seromas se presencia de dichas lesiones, debe realizarse una tomo-
desarrollan en todos los pacientes.11 La mayoría de ellos grafía urgente para investigar la presencia de aire libre
se resuelven de manera espontánea dentro de los prime- o de ascitis. La laparoscopia o la laparotomía no deben
ros tres a seis meses. Debe evitarse la aspiración de sero- retrasarse si hay indicios de la presencia de alguna le-
mas, pero en caso de hacerlo deberá ser bajo las más sión intestinal, sobre todo si el paciente presenta un cua-
rigurosas medidas de esterilidad y siempre que el pa- dro abdominal agudo. En ocasiones la piel del abdomen
ciente experimente un dolor significativo que no se ali- que recubre la hernia sufre eritema entre cuatro y seis
vie con otro método. Los drenajes deben evitarse, debi- días después de la operación, casi siempre asociado con
do a su elevado riesgo de infección. una superficie firme, pero ligeramente hipersensible,
La más devastadora de las complicaciones es la le- sin presencia de fiebre, escalofríos o leucocitosis. Esta
sión intestinal. Una lesión reconocida debe ser reparada situación puede persistir durante varias semanas o algu-
en cuanto se identifique, sea por laparoscopia o median- nos meses; se piensa que es resultado de la reabsorción
Técnica laparoscópica para hernioplastias incisionales y ventrales 393

del tejido graso o del saco herniario que fue dejado en su nos que efectúan este avanzado procedimiento tienen
lugar durante la operación. Esto es común después de un total entendimiento de los factores específicos que
reparar hernias que tenían una cantidad mínima de tejido aseguran que el procedimiento está relacionado con una
entre la piel y el saco peritoneal, y una cantidad significa- evolución satisfactoria.
tiva de tejido incarcerado dentro. Como no hay infección La investigación continua y la experiencia cambian
no se procede a ningún tratamiento. constantemente algunos conceptos de esta operación y
Otras complicaciones de este procedimiento son las los nuevos biomateriales protésicos están encaminados
mismas que surgen con otro tipo de cirugías abdomina- al desarrollo del “material ideal”. Con toda seguridad,
les y se enlistan en el cuadro 47--2. La mayoría de ellas vendrán refinamientos técnicos en cuanto a los métodos
pueden ser prevenidas, aunque pueden ocurrir a pesar de con los que se cuenta en la actualidad para la fijación de
los mejores esfuerzos por evitarlas. El tratamiento es el la malla.
mismo que para cualquier paciente con dicho problema. La reparación laparoscópica de hernias incisionales
y ventrales puede convertirse en la regla de oro en el fu-
turo. Es necesario que los cirujanos adquieran las habili-
CONCLUSIÓN dades requeridas para la realización segura y efectiva de
este procedimiento.
Hasta que la mayoría de la población de cirujanos
La reparación laparoscópica de las hernias incisionales adopten esta metodología comenzarán a disminuir los
y ventrales continúa ganando popularidad. Los ciruja- índices de recurrencia asociados con este mal.

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E Editorial Alfil. Fotocopiar sin autorización es un delito.
394 Hernias de la pared abdominal. Tratamiento actual (Capítulo 47)
Capítulo 48
Neumoperitoneo progresivo
preoperatorio para el manejo
de hernias con pérdida de dominio
Juan Carlos Mayagoitia González, Ángel Martínez Munive

INTRODUCCIÓN hay una relación directa entre el tamaño del saco y el de-
fecto de la pared abdominal (figuras 48--1 y 48--2).
Para entender las características de estas hernias y
por qué se usa el neumoperitoneo progresivo preopera-
Cuando a un cirujano le interesa el área de las hernias torio como coadyuvante para su reparación, hay que ha-
de la pared abdominal y se dedica a ello, tarde o tem- cer algunas consideraciones importantes tanto de las
prano deberá enfrentarse a hernias con sacos herniarios hernias de sacos grandes como de las hernias con gran-
de dimensiones extraordinarias, catalogadas como her- des defectos herniarios.
nias con pérdida de dominio o con pérdida del derecho Ante hernias con un tamaño desproporcionado e inu-
a domicilio. sual aumenta el reto del cirujano, quien además de las
Una definición apropiada para la hernia con pérdida dificultades propias de una hernia convencional, sea in-
de dominio indica que se trata de una hernia donde el guinal o ventral, deberá contar con el conocimiento de
contenido del saco herniario excede la capacidad (volu- los cambios anatómicos y fisiológicos, sean sistémicos
men) de la cavidad abdominal, lo cual imposibilita la re- o a nivel local, que va desarrollando un paciente con de-
ducción espontánea de las vísceras. Es importante acla- fectos herniarios y sacos grandes, para resolverlos de la
rar que se está hablando del tamaño del saco herniario manera más adecuada y evitar complicaciones transo-
y no del tamaño del defecto herniario. Usualmente no peratorias y posoperatorias, que en estos casos se pre-
E Editorial Alfil. Fotocopiar sin autorización es un delito.

Figura 48--1. Mujer con hernia incisional con pérdida de dominio y operaciones previas, que acudió a consulta por un crecimiento
excesivo del saco herniario, que contiene la mayoría de las vísceras. Sería imposible operarla y reducir su contenido sin una prepa-
ración previa.

395
396 Hernias de la pared abdominal. Tratamiento actual (Capítulo 48)

Figura 48--2. Paciente masculino con hernia inguinal bilateral con pérdida de dominio y recurrencia en ambos lados (tiene cirugía
previa en ambas regiones). El cirujano que intente operarlo sin preparación previa tendrá muchas dificultades en el transoperatorio
al tratar de reducir las asas intestinales.

sentan con una frecuencia elevada comprometiendo in- S No se preocupe, use una faja y esto le evitara la ci-
cluso la vida del paciente. El éxito de una cirugía en rugía.
tales situaciones depende de la integración de una buena
metodología en el diagnóstico, el manejo preoperatorio, Es obvio que los puntos anteriores retrasan el manejo de
la técnica quirúrgica y los cuidados posoperatorios. una hernia, permitiendo que crezca y aumenten las posi-
Un primer aspecto que debe analizarse es el hecho de bilidades de complicaciones, como la incarceración o
preguntarse por qué se sigue atendiendo a pacientes que estrangulación, y finalmente obliguen al cirujano a uti-
dejan crecer sus hernias hasta dimensiones increíbles lizar todos sus conocimientos y habilidades para la reso-
antes de buscar atención médica. Sin duda, el primer lución adecuada de una hernia de grandes dimensiones.
factor lo constituye el nivel sociocultural de la pobla-
ción que se atiende. Cuanto menor es el nivel, mayor es
la tendencia a no mostrar interés por la salud y postergar CLASIFICACIÓN
la atención médica, sea por ignorancia, por negligencia
o por cuestiones económicas. Por otro lado, en la mayo-
ría de los países no existen medidas de información a la
población sobre este padecimiento y la manera en que Es interesante constatar que no existe un consenso uni-
deben tratarse. Un factor más lo constituyen los médi- versal en cuanto a la nomenclatura o clasificación del ta-
cos de atención primaria y, por desgracia, también algu- maño de las hernias, por lo que se cuenta con pocas refe-
nos cirujanos, quienes son responsables en muchas oca- rencias bibliográficas al respecto. Para tratar de hablar
siones del retraso en el envío a cirugía de los pacientes el mismo idioma en relación con el momento en que se
con una hernia, por falta de conocimiento acerca de la debe considerar que una hernia rebasa los límites de un
patología herniaria. crecimiento moderado para convertirse en una hernia
Los errores más frecuentes detectados en el transcur- gigante, con “pérdida de dominio” o “pérdida de dere-
so de la práctica quirúrgica y la enseñanza de la cirugía cho a domicilio”, es menester considerar dos factores:
herniaria pueden resumirse en los siguientes comenta-
rios que se le hacen al paciente: 1. El defecto o anillo herniario.
2. Las dimensiones y la cantidad del contenido del
saco herniario.
S Su hernia está muy pequeña, ¿para qué se la quiere
operar? Cuando se toma como referencia el tamaño del anillo o
S Si no le molesta espérese a que le duela y entonces defecto herniario. Herszage1 las clasifica de acuerdo con
que se la operen. el diámetro mayor del defecto herniario en:
S ¿Ya lo operaron y le volvió a salir...? Es mejor es-
perarse a que crezca para que valga la pena otra ci- S Pequeñas: de hasta 3 cm en su diámetro mayor.
rugía. S Moderadas: más de 3 hasta 6 cm.
Neumoperitoneo progresivo preoperatorio para el manejo de hernias con pérdida de dominio 397

S Grandes: más de 6 hasta 10 cm. nente más pequeño que el contenido). Cuando se intenta
S Gigantes: más de 10 hasta 20 cm. reintroducir “a la fuerza” las asas intestinales en una ca-
S Monstruosas: cuando el defecto es mayor de 20 cm. vidad pequeña existe la posibilidad de no lograrlo y al
mismo tiempo de que sea imposible realizar la plastia o
Por su parte, Chevrel2 propuso una clasificación de her- de que se lleve al paciente a desarrollar un síndrome
nias ventrales tomando en cuenta principalmente la lo- compartimental abdominal.
calización (mediales, “M”, o laterales, “L”), la recu- Rodríguez Jr. y col.,4 de São Paulo, hicieron un inten-
rrencia (R más el número de recurrencia) y el tamaño to por decidir cuándo se está ante la presencia de una
del defecto herniario, sin que éste desempeñara un papel hernia con pérdida del derecho a domicilio de forma no
muy importante; así las clasificó en: subjetiva, quienes con base en un programa de cómputo
usado para diseño y arquitectura colocaron la imagen
tomográfica del abdomen, el saco y el defecto herniario,
S W1: menores de 3 cm.
y calcularon si el contenido herniario podía ser devuelto
S W2: de 5 a 10 cm.
a la cavidad abdominal. Por falta de difusión de este mé-
S W3: de 10 a 15 cm.
todo, la denominación de una hernia como con pérdida
S W4: mayores de 15 cm.
de dominio sigue siendo totalmente subjetiva.
Como se observa, ninguna de las dos clasificaciones
mencionadas hace referencia al tamaño del saco hernia-
rio y su contenido. CAMBIOS SISTÉMICOS Y LOCALES
El problema es mayor al referirse a hernias inguina- EN HERNIAS GIGANTES
les, puesto que las clasificaciones de Gilbert y la modifi-
cación de Rutkow y Robbins sólo hacen referencia al ta-
maño del defecto herniario en las hernias indirectas:
Antes de enfocarse en las alteraciones anatomofisioló-
gicas que ocurren en los pacientes portadores de hernias
S Tipo 1: anillo interno competente o de diámetro voluminosas o gigantes hay que recordar algunos as-
normal. pectos básicos de la función de la pared abdominal.
S Tipo II: anillo dilatado hasta 4 cm. De acuerdo con la integridad y una anatomía normal
S Tipo III: cuando el anillo es mayor de 4 cm. de la pared del abdomen, sus funciones incluyen:

Sin embargo, no se considera la magnitud del contenido S Movimientos del tronco, puesto que su estabilidad
intestinal en el saco herniario o su volumen. Lo mismo y adecuado funcionamiento proveen y ayudan a
pasa con la clasificación de Nyhus. los movimientos de dicha región.
En cuanto al tamaño del saco herniario inguinal y su S Retención, porque simplemente es la barrera que
contenido, se aprecia que también existen pocos inten- mantiene dentro del espacio de la cavidad abdomi-
tos por estandarizar una clasificación; así, Sturniolo3 re- nal a las vísceras, a pesar de los cambios de presión
firió una clasificación de las hernias inguinales como abdominal y de los movimientos bruscos del cuer-
gigantes cuando el contenido herniario alcanza la mitad po.
del muslo del paciente o va más allá, sin que esto deje S Protección, porque por medio de la contracción
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de ser algo meramente subjetivo. muscular evita que los traumatismos leves o mo-
Es importante señalar que por lo general no existe derados repercutan en contusión directa a los in-
una correlación en cuanto al tamaño del anillo o defecto testinos y el resto de las vísceras abdominales.
herniario y el volumen del saco herniario. Así, pueden S Compresión, que ejerce al aumentar la presión in-
encontrarse defectos pequeños por los cuales protruye traabdominal por la contracción de la musculatura
un gran saco herniario con abundante cantidad de asas abdominal y al actuar sobre la vejiga y el recto.
intestinales y pueden verse defectos herniarios con ani- Esta compresión es indispensable para la micción
llos de gran diámetro con sacos herniarios pequeños en y defecación adecuadas.
cuanto a su volumen y contenido. En este caso se habla S Ventilación, porque al haber integridad de la pared
de hernias inguinales o ventrales con pérdida de domi- abdominal se mantiene un equilibrio entre las pre-
nio o pérdida del derecho a domicilio, que significa que siones intrapleural e intraabdominal, estabilizando
la cavidad abdominal es insuficientemente amplia para al diafragma en su forma semiesférica y propor-
recibir de nuevo el contenido del saco herniario (conti- cionando una movilidad diafragmática suficiente
398 Hernias de la pared abdominal. Tratamiento actual (Capítulo 48)

de cuidados intensivos y pueden ser tres: cateterización de


la vena cava, que es un método invasivo, de difícil reali-
zación y poco práctico; la cateterización del estómago
con una sonda nasogástrica para vaciar su contenido e
instilar 1 L de solución fisiológica por la sonda, la cual
Inspiración se conecta a una escala para medir la presión en cmH2O
(tiene la desventaja de que la sonda puede obstruirse to-
tal o parcialmente por moco y detritus gástricos, lo cual
altera la lectura de la presión); y la cateterización de la
vejiga con una sonda de Foley, que sigue el mismo pro-
cedimiento de vaciado e instilación de 1 L de solución
fisiológica, conectando posteriormente la sonda a una
escala de medición en cmH2O; éste es el método indi-
recto de elección, porque es más rápido y de menor in-
vasión, y las lecturas son las más cercanas a la realidad,
pues la orina no contiene detritus ni moco.
Espiración El método directo de medición de la presión intraab-
dominal consiste en colocar un catéter o una aguja, por
Figura 48--3. La presión intraabdominal adecuada y la pre- cualquier método, dentro de la cavidad abdominal para
sión intrapleural desempeñan una función importante en el su medición al conectarla directamente a un esfigmo-
mantenimiento del equilibrio, la estabilidad y el adecuado manómetro, a una escala de medición en centímetros de
movimiento de los hemidiafragmas durante los movimientos
de inspiración y espiración. Cualquier disminución de la pre-
agua (de los usados para medir PVC) o a un insuflador
sión intraabdominal, como en el caso de las hernias gran- con transductor de presión (de los usados en laparosco-
des, altera el equilibrio diafragmático y, en consecuencia, la pia), los cuales indican de manera más certera la presión
ventilación adecuada. que hay dentro de la cavidad en milímetros de mercurio
(1 mmHg = 1.2 cmH2O).

en la inspiración y la espiración para una función


ventilatoria adecuada (figura 48--3).
EFECTOS SISTÉMICOS

PRESIÓN INTRAABDOMINAL
Al crecer el saco herniario y albergar cantidades mayo-
res de asas y vísceras abdominales se presentan los si-
guientes trastornos sistémicos:
Para explicar esta función de ayuda a la ventilación hay
que recordar que la presión intraabdominal varía de
acuerdo con la actividad que esté desarrollando el indi- Disfunción ventilatoria
viduo.
Parviz Amid estableció los rangos de esta presión de Conforme las asas intestinales inician su migración a la
acuerdo con tres situaciones habituales. Primero está la cavidad formada por el saco herniario, la presión intra-
presión en decúbito, que es de 0 a 8 cmH2O; después, abdominal tiende a disminuir en relación directa con el
cuando el individuo está de pie dicha presión oscila en- volumen herniado; a mayor contenido en el saco, menor
tre 11 y 12 cmH2O; ante esfuerzos como toser, vomitar presión en la cavidad. Esto altera el equilibrio normal
o cargar objetos pesados, la presión aumenta hasta 80 entre las presiones intratorácica e intraabdominal, mo-
cmH2O; finalmente, al brincar en el mismo nivel o de dificando la forma normal del diafragma, el cual tiende
una altura moderada la presión aumenta hasta a más de al abatimiento y aplana su concavidad normal, lo cual
100 cmH2O; estas últimas situaciones ocurren de manera trae consigo una restricción inspiratoria, al no poder
súbita y momentánea. descender más, y una restricción espiratoria, al estar
La presión intraabdominal puede medirse por me- disminuida la capacidad para contraer el abdomen y au-
dios directos o indirectos. Los indirectos son los que mentar la presión que se ejerce en el diafragma para este
usualmente se emplean en los servicios de las unidades movimiento de elevación y compresión pulmonar. La
Neumoperitoneo progresivo preoperatorio para el manejo de hernias con pérdida de dominio 399

traabdominal y favorecer la acción de este músculo ve-


sical para efectuar la micción.

EFECTOS LOCALES

Los efectos locales de las hernias están circunscritos a


la musculatura de la pared abdominal, el intestino, el
mesenterio, el tejido celular subcutáneo y la piel, invo-
lucrada en el recubrimiento del saco herniario.

Volumen de la cavidad abdominal


Figura 48--4. Cuando se inicia una hernia incisional, el con- La cavidad abdominal disminuye paulatinamente su vo-
tenido visceral tiende a migrar al saco herniario con disminu-
ción de la presión intraabdominal de acuerdo con la cantidad
lumen mediante dos mecanismos:
de vísceras que contenga el saco. Poco a poco los hemidia-
fragmas tienden a aplanarse al alterarse el equilibrio de pre- 1. Al ir quedando vacía la cavidad abdominal, la mus-
siones con la zona intrapleural. culatura de la pared abdominal pierde el estímulo
de distensión ocasionado por las vísceras, que cho-
can constantemente con la pared abdominal, lo cual
ventilación en estos pacientes depende en gran medida mantiene el tono muscular normal y la elongación
de la capacidad de los músculos torácicos (figura 48--4). de los músculos abdominales. La presión intraab-
Por fortuna, estos cambios no son súbitos, sino paulati- dominal se va perdiendo conforme las asas intesti-
nos, y son fácilmente compensados por el paciente des- nales migran al saco herniario, lo cual origina que
de el punto de vista de la clínica, aunque detectables du- poco a poco los músculos de la pared abdominal
rante un estudio de espirometría. tiendan a contraerse de manera permanente, a sepa-
rarse de la parte anterior del abdomen en sentido
lateral a partir del defecto herniario y a sufrir dis-
Disfunción para la evacuación función, al no poder elevar la presión como lo
hacían antes con su contracción (figura 48--5).
2. Existe un efecto mecánico para la disminución del
Los pacientes con sacos herniarios de gran contenido des-
volumen abdominal. La protrusión de un saco
arrollan dificultad para evacuar mediante dos mecanis-
grande empuja y desplaza lateralmente los múscu-
mos: por la dificultad para elevar la presión intraabdomi-
los adyacentes en relación con el tamaño herniario
nal en presencia de unos músculos abdominales
y el tiempo de evolución de este problema (figura
desplazados de la línea media, acortados y con dificultad
48--6).
para contraerse; y por un efecto obstructivo, cuando las
asas intestinales se encuentran incluidas en el contenido
E Editorial Alfil. Fotocopiar sin autorización es un delito.

Estos dos mecanismos hacen que las dimensiones habi-


del saco herniario y producen una dificultad mecánica obs-
tuales de dicha cavidad abdominal disminuyan en rela-
tructiva del paso de material intestinal por el anillo hernia-
ción directa con el tiempo con que se mantenga herniado
rio que obstruye el flujo, junto con la compresión de las
su contenido.
vísceras contra sí mismas dentro del saco herniario.
Cuando el abdomen pierde su capacidad de reten-
ción, pierde también la capacidad de protección y las
vísceras contenidas en el saco herniario son vulnerables
Disfunción para la micción a traumatismos moderados o leves. La restauración del
tono y la distensibilidad de estos músculos vuelven a la
La vejiga rara vez está dentro de un saco herniario y cau- normalidad si la hernia se repara en forma temprana; por
sa disfunción obstructiva para orinar. La mayoría de las el contrario, en los casos de larga evolución es difícil la
ocasiones se debe a la disfunción del músculo detrusor reintroducción del contenido visceral y la realización de
de la vejiga ante la imposibilidad de elevar la presión in- la plastia abdominal.
400 Hernias de la pared abdominal. Tratamiento actual (Capítulo 48)

llo. Es necesario recordar que los bordes del anillo casi


siempre son blandos y distensibles en el caso de hernias
primarias (inguinales, umbilicales, de Spiegel, etc.) y fi-
brosos y rígidos en las hernias incisionales, por lo que
el efecto de inflamación mecánica es más importante en
estas últimas. El resultado de esta inflamación será la
aparición de depósitos de fibrina que condicionan la
formación de bridas o adherencias interasas, de asas, de
mesenterio y de epiplón al anillo y saco herniario. Igual
que en los efectos anteriores, cuanto mayor tiempo de
evolución, mayor será la cantidad y firmeza de dichas
adherencias. El segundo efecto se relaciona con otros
aspectos mecánicos:

1. La disminución del retorno venoso del flujo portal


y caval hacia el tórax por la disminución de la pre-
sión intraabdominal, lo cual congestiona todas las
Figura 48--5. Con el crecimiento del saco herniario, además vísceras abdominales.
de la migración de asas intestinales hacia el saco herniario, 2. La compresión de la circulación al retorno linfáti-
la disminución de la presión intraabdominal hace que los he- co y venoso por parte del anillo fibroso contra unas
midiafragmas se abatan con hipomovilidad y el consecuen- asas que cuelgan y cabalgan sobre el borde del ani-
te trastorno ventilatorio. Los músculos de la pared abdomi- llo y permanecen fuera de la cavidad.
nal tienden a contracturarse, disminuyendo su longitud y la
de la cavidad abdominal. El mayor peso en el saco herniario
3. El simple efecto de la gravedad sobre el retorno
tiende a compensarse con una hiperlordosis de la columna venoso y linfático, ante unas asas intestinales que
lumbar. cuelgan literalmente fuera del abdomen.

Estos efectos ocasionan edema y engrosamiento del in-


testino, el mesenterio y el epiplón por congestión venosa
Mesenterio y asas intestinales y linfática. Esto es más grave si el anillo o defecto her-
niario es pequeño y fibroso. Podría decirse que, en gene-
Existen dos efectos importantes en estas estructuras. El ral, en los pacientes con hernias que pierden el derecho
primero es la inflamación crónica del mesenterio y las de domicilio el tamaño del defecto herniario rara vez es
asas ocasionada por la irritación mecánica directa por el tan grande como el saco. Durante la plastia se encuentra
continuo roce de estas estructuras con el borde del ani- que las asas intestinales, el epiplón y el mesenterio están

Figura 48--6. Otro mecanismo que disminuye el volumen de la cavidad abdominal es el efecto mecánico del saco herniario. Cada
vez que éste protruye, empuja lateralmente los músculos, alejándolos de la línea media.
Neumoperitoneo progresivo preoperatorio para el manejo de hernias con pérdida de dominio 401

Figura 48--7. El edema de asas intestinales y su mesenterio más la manipulación quirúrgica de los mismos imposibilita la reintroduc-
ción del contenido herniario a través del defecto herniario en una hernia con pérdida de dominio y una cavidad abdominal pequeña.

edematosos y gruesos, lo cual dificulta su manejo y su normal y el saco herniario gigante, los cuales difícil-
reintroducción en la cavidad abdominal (figura 48--7). mente pueden asearse durante el baño, por lo que se
A menos de que se trate de un anillo o defecto hernia- mantienen continuamente húmedos y sucios, favore-
rio muy pequeño y fibroso, y que el contenido de asas ciendo la proliferación de dichas infecciones.
intestinales sea masivo, rara vez se produce una obs-
trucción arterial clínicamente significativa.
Estática de la columna vertebral

Se forma cuando crece el saco herniario y se origina un


Piel y tejido celular subcutáneo
“segundo abdomen”, que pesa más que el propio abdo-
men y tiende a hacer que el paciente se flexione hacia
Estas capas de la pared abdominal que envuelven el delante en dirección al peso del saco. Para compensar
saco herniario sufren alteraciones originadas por un esto, el paciente se obliga a efectuar una hiperlordosis
efecto mecánico de compresión. Al distenderse el saco de la columna lumbar con su consecuente síndrome do-
herniario el contenido comprime inicialmente el tejido loroso lumbar o lumbalgia.
celular subcutáneo y lo desplaza en sentido lateral, atro- Una vez entendidos los conceptos anteriores, se tiene
fiando el que queda adherido a la piel. Cuando la hernia que un paciente con una hernia que presenta pérdida de
tiene un mayor tiempo de evolución, las vísceras conte- dominio no sólo presenta el problema de su defecto her-
nidas en el saco herniario sólo contarán con la protec- niario, sino que hay un sinnúmero de trastornos agrega-
ción mínima de un saco peritoneal delgado y piel. dos que deben tomarse en cuenta para una reparación
Cuando persiste esta situación la piel corre con la misma efectiva y con el menor riesgo de complicaciones.
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suerte que el tejido celular subcutáneo, de modo que


poco a poco tiende a atrofiarse por compresión y disten-
sión severa, lo cual disminuye el aporte de la circulación CONSECUENCIAS DE LA PÉRDIDA
con su adelgazamiento consecutivo, ocasionando en DE DOMINIO PARA LA CIRUGÍA
casos crónicos la presencia de úlceras tróficas en una o
varias zonas de la cubierta cutánea que envuelve al saco
herniario, las cuales curan con dificultad por su circula-
ción disminuida y son sitios de crecimiento bacteriano Si no se lleva a cabo un manejo preoperatorio adecuado
o micótico que contamina el campo operatorio en caso en estos pacientes, pueden surgir las denominadas com-
de que se efectúe una hernioplastia si no cicatriza por plicaciones por falta de planeación tanto en el transope-
completo alguna de dichas úlceras. También pueden ratorio como en el posoperatorio.
aparecer infecciones, como intertrigo o micosis, en los Entre las posibles complicaciones por falta de pla-
pliegues cutáneos que quedan entre la piel del abdomen neación se encuentran:
402 Hernias de la pared abdominal. Tratamiento actual (Capítulo 48)

S Imposibilidad para realizar una plastia. mía abierta, se han encontrado promedios de presión in-
S Imposibilidad para reducir el contenido herniario. traabdominal de 6.5 2.1 mmHg, mientras que en una
S Realización de una plastia inadecuada. cirugía donde se involucra una resección multivisceral
S Reducción forzada del contenido herniario. se registra una presión promedio de 10.0 4 mmHg.
S Síndrome compartimental abdominal. Schumpelick describió un aumento de la presión de 3 a
10 mm sobre la media normal en los pacientes someti-
Cuando no se cuenta con la preparación adecuada y en dos a hernioplastia de una hernia incisional grande, lo
el transoperatorio se observa que las asas intestinales cual supone una presión final de 9 a 20 mmHg, que oca-
y el mesenterio están engrosados y en abundante canti- siona en el paciente una reducción de 58% de la circula-
dad, lo cual dificulta su manejo y reintroducción en la ción de la pared abdominal y compromete la circulación
cavidad abdominal pueden presentarse tres escena- esplácnica y renal, quedando a un paso de lo que puede
rios: clasificarse como síndrome compartimental abdomi-
nal.6
1. Imposibilidad para efectuar la plastia, que obliga Diversos estudios, entre los que destaca el de Mune-
a cerrar el saco herniario sin reducción de su con- gato y col.,5 muestran una similitud de la evolución clí-
tenido. Esta maniobra es difícil en ocasiones, debido nica entre los pacientes sometidos a una hernioplastia
a que casi siempre sufre edema el intestino más de lo ventral y reducción forzada de un gran contenido her-
que fue encontrado por el manejo operatorio de las niario, y los pacientes posoperados por un trauma abdo-
asas y a que en el transcurso de la liberación de adhe- minal severo, sepsis abdominal, oclusión vascular me-
rencias muchas veces hay pérdidas de segmentos de sentérica o múltiples operaciones en un lapso corto. En
saco peritoneal, lo cual complica aún más su cierre. todos los casos se incrementó la presión intraabdominal
Posteriormente debe cerrarse la piel sobre el saco o a más de 20 mmHg. Dichos autores encontraron que el
sobre las asas intestinales si no fue posible cerrar el comportamiento de ambos casos —hernioplastias con
peritoneo y planear una plastia diferida. reducción forzada y desarrollo de un síndrome compar-
2. Realización de una plastia inadecuada. Cuando la timental y el producido por otras causas— era similar
cantidad de asas que permanecen fuera de la cavi- después de una nueva operación para manejarlos con
dad aparentemente no es grande, el cirujano per- abdomen abierto (laparostomía), con lo que invariable-
manece con el temor de una plastia diferida, por lo mente evolucionaban hacia la mejoría de la falla orgáni-
que decide realizarla aun ante la falta de la reduc- ca múltiple.
ción completa y colocar mallas que cubren el con-
tenido herniario a manera de un “saco de malla”
protruido y fijarlas a la aponeurosis de manera su- NEUMOPERITONEO PROGRESIVO
praaponeurótica (onlay) o en el espacio preperito- PREOPERATORIO
neal (sublay), lo cual ocasiona una recidiva tem-
prana de la hernia y complica el procedimiento
para el cirujano que opere de nuevo.
3. La tercera y más grave posibilidad implica una re- Tratando de evitar las consecuencias anteriores, en
ducción total forzada del contenido intestinal a la 1940 Iván Goñi Moreno, cirujano argentino, decidió
cavidad abdominal pequeña. Aparentemente se utilizar el neumoperitoneo preoperatorio progresivo
lleva a cabo una plastia satisfactoria, pero el pa- para agrandar la cavidad abdominal en los pacientes con
ciente se enfrenta a la posibilidad de desarrollar en hernias y pérdida de dominio, y poder efectuar una
el posoperatorio inmediato un síndrome comparti- reducción adecuada del contenido herniario,6,7 utili-
mental abdominal, con sus complicaciones loca- zando como base las experiencias de Banyai, quien en
les y sistémicas, bien conocidas por los cirujanos 1931 usó el neumoperitoneo para producir un colapso
y los intensivistas. pulmonar indirecto en pacientes con grandes cavernas
tuberculosas,7 evitando así las complicaciones ocasio-
nadas por el neumotórax terapéutico.
Síndrome compartimental abdominal En su técnica original, Goñi Moreno colocó un caté-
ter intraperitoneal y pasó aire ambiente “lavado” con
La presión intraabdominal normal oscila entre 5 y 10 yodopovidona para reducir el riesgo de infecciones, con
mmHg o entre 6 y 12 cmH2O (1 mmHg = 1.2 cmH2O). un sistema de sifón de dos frascos (figura 48--8). Esta
Después de una cirugía electiva, como la colecistecto- introducción de aire se hace durante varios días hasta
Neumoperitoneo progresivo preoperatorio para el manejo de hernias con pérdida de dominio 403

Figura 48--8. Sistema original de neumoperitoneo con sifón


de dos frascos, uno con yodopovidona y otro con aire. Cor-
tesía del Dr. León Herszage, Buenos Aires, Argentina.

Figura 48--9. Al final del neumoperitoneo los hemidiafrag-


mas habrán regresado a su posición habitual, los músculos
conseguir los objetivos deseados.7 Sin duda, es un buen de la pared abdominal se encontrarán elongados de nuevo,
sistema, aunque muy laborioso. Desde 1940 a la fecha la cavidad abdominal aumentada de tamaño y volumen, y
se le han hecho innumerables cambios y modificaciones las vísceras tenderán a regresar a la cavidad, mejorando su
circulación venosa y linfática con reducción del edema cró-
a esta técnica de producción del neumoperitoneo, va- nico y lisis de las adherencias laxas.
riando la forma de la punción, el tipo de catéter o el gas
utilizado. A continuación se mencionan algunas de esas
modificaciones relevantes a través de la historia:
1. Elevar de nuevo la presión intraabdominal en for-
S 1940: Iván Goñi Moreno diseñó la técnica del neu- ma gradual.
moperitoneo preoperatorio progresivo. 2. Estabilizar la forma y la función diafragmática,
S 1954: Koontz y Graves introdujeron el procedi- con mejoría de la función ventilatoria.
miento en EUA. 3. Alargar los músculos de la pared abdominal y, por
S 1990: Caldironi realizó punciones diarias con ende, el volumen de la cavidad abdominal.
aguja de Veress y uso de CO2 (con los inconve- 4. Producción de lisis neumática de las adherencias
nientes de la punción diaria y la rápida absorción laxas.
del gas). 5. Mejorar la circulación portal, mesentérica e intes-
S 1996: Naslound usó un Port--a--CathR para el tinal una vez que regresan paulatinamente las vís-
neumoperitoneo. ceras a la cavidad.
S 1997: Bevawi usó un catéter de Tenckhoff para el 6. Producir irritación peritoneal y vasodilatación lo-
neumoperitoneo. cal reactiva con aumento de las células blancas
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S 2001 Martínez Munive usó un catéter subclavio de sanguíneas (macrófagos), lo cual mejora la cali-
doble lumen para el neumoperitoneo y aire am- dad de la respuesta cicatrizal.
biente sin filtros, sin ninguna complicación infec-
ciosa.6,8 El Dr. León Herszage, de Buenos Aires, quien después
de 30 años de realizarlo cuenta con la mayor serie de ca-
sos a nivel mundial manejados con neumoperitoneo
En la actualidad, el procedimiento del neumoperitoneo
preoperatorio, recomienda mantenerlo durante lapsos
preoperatorio parte de bases científicas pero, sin duda,
variables, de acuerdo con el objetivo:
aún tiene algo de bases empíricas y subjetivas, lo cual
ha impedido su uso generalizado entre los cirujanos.
Los objetivos que se esperaría alcanzar con el uso del a. De 1 a 7 días para desbridamiento de adherencias.
neumoperitoneo progresivo preoperatorio son (figura b. No menos de 15 días para mejorar la respuesta
48--9): inmunitaria del paciente.
404 Hernias de la pared abdominal. Tratamiento actual (Capítulo 48)

zación de incisiones previas y de posibles espacios sin


presencia de adherencias, de preferencia en la línea me-
dioclavicular izquierda, a nivel del hipocondrio izquier-
do, por debajo del reborde costal. En caso de incisiones
previas en dicho sitio se elige un sitio alejado de cicatri-
ces y del saco herniario con asas intestinales. Cuando se
cree que el paciente puede tener adherencias en exceso
por múltiples cirugías previas, se le solicita al radiólogo
que efectúe un ultrasonido abdominal para elegir el sitio
que esté libre de adherencias. El radiólogo debe tener
Figura 48--10. Equipo para la colocación de catéter subcla-
experiencia en este tipo de exploración, para proporcio-
vio usado para la inserción del catéter intraabdominal. nar resultados confiables.
Con el paciente en decúbito dorsal, bajo el protocolo
de asepsia y antisepsia, se aplica la anestesia local con
c. De 30 a 90 días, dependiendo del caso en particu- lidocaína simple a 1 o 2% en el sitio elegido para la pun-
lar, para lograr todos los objetivos y la distensión ción. Se realiza una pequeña incisión de 0.1 cm, para
franca de la pared y la cavidad abdominal.1,9 permitir la inserción de una aguja de Veress metálica re-
utilizable y desarmable. La introducción de la aguja es
similar a la realizada en cualquier procedimiento lapa-
Valoración preoperatoria roscópico. Se corrobora su inserción dentro de la cavi-
dad abdominal mediante la aspiración y el libre paso de
solución fisiológica hacia ésta. Se insufla aire ambiente
Desde 2003 se han modificado algunos aspectos de la por la aguja hacia la cavidad abdominal mediante una
punción y el mantenimiento del neumoperitoneo, que jeringa de 50 cm3 en cantidad de 100 cm3, para lograr
han brindado mayor seguridad al realizar el procedi- el despegamiento de cualquier tipo de adherencia o asa
miento. Para la punción se utiliza una aguja de Veress intestinal hacia la aguja de Veress durante su introduc-
(en lugar de la aguja sin protección que incluye el equi- ción. Se desensambla la parte interna de la aguja de Ve-
po subclavio), un catéter subclavio de doble o triple lu- ress, para lograr el paso de la guía metálica flexible que
men que permanecerá en la cavidad y una jeringa de vi- acompaña a los catéteres centrales (subclavios). Una
drio de 50 mm para insuflar con aire ambiente (figuras vez insertada la guía metálica dentro de la cavidad, se
48--10 y 48--11).
Después de seleccionar al paciente de manera subje-
tiva y confirmar que es candidato al neumoperitoneo, por
ser portador de un saco herniario y contenido mayor al
volumen de la cavidad abdominal, se le explica el proce-
dimiento y los días que se considera que es conveniente
que se le haga insuflación. Se solicita una valoración car-
diológica y neumológica preoperatoria con toma de ECG
a todos los pacientes y una espirometría a los que el área
de neumología considere pertinente de acuerdo con las
condiciones clínicas, así como estudios preoperatorios
de rutina. Los pacientes se presentan en el hospital con el
consentimiento informado firmado para el procedi-
miento de neumoperitoneo, aunque el procedimiento
será ambulatorio, excepto en los pacientes cuyas caracte-
rísticas clínicas ameriten un monitoreo estrecho.

Figura 48--11. La ventaja de usar una aguja de Veress en


Técnica de punción lugar de la original del equipo subclavio radica en la protec-
ción que tiene en su punta, la cual disminuye las posibilida-
des de lesión inadvertida de una víscera. Debe ser metálica,
Con el paciente en ayuno de al menos 6 h se decide el reusable y poder desensamblarse, para que pueda pasar la
punto para realizar la punción de acuerdo con la locali- guía metálica del catéter.
Neumoperitoneo progresivo preoperatorio para el manejo de hernias con pérdida de dominio 405

A B

C D
Figura 48--12. Pasos para la inserción del catéter. A. Introducción de la aguja de Veress metálica reusable. B. Se desensambla
la parte interna de la aguja. C. Se permite el paso de la guía metálica a través de la parte externa de la aguja de Veress aún en
la cavidad abdominal. D. Se retira la parte externa de la aguja de Veress y se pasa el catéter de doble o triple lumen completo
a la cavidad a través de la guía metálica. Al final se sujeta el catéter a la piel abdominal con dos o cuatro puntos.

retira por completo la aguja y se continúa con la inser- estar sólo en reposo. Se le prescribe antibioticoterapia
ción del catéter con la técnica habitual de Seldinger; se oral con una cefalosporina o quinolona de segunda o ter-
pasa un dilatador a través de la guía metálica, después cera generación, un procinético (metoclopramida en
se inserta el catéter subclavio hasta la bifurcación de sus dosis de 10 mg/8 h) y un analgésico en caso de dolor.
lúmenes y cuando esté dentro de la cavidad se fija a la
piel con dos a cuatro puntos (figura 48--12). En este mo-
mento se sienta al paciente, se prosigue con la coloca-
ción de una llave de tres vías en el lumen distal del caté-
ter y se inicia la insuflación de la cavidad con aire
ambiente en una cantidad de 1 000 cm3; se envía al pa-
ciente al departamento de radiología para corroborar la
presencia de neumoperitoneo adecuado (figura 48--13)
mediante la toma de una telerradiografía de tórax en po-
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sición sedente o bipedestación, con el fin de descartar la


introducción accidental en un asa intestinal. Si la radio-
grafía muestra aire libre en ambos hemidiafragmas, se
completa la insuflación de aire con el paciente sentado
hasta 2 000 a 4 000 cm3, dependiendo del momento en
el que el paciente refiera sensación de plenitud abdomi-
nal o dolor en los hombros; debe monitorearse con un
esfigmomanómetro conectado en el otro lumen del ca-
téter que la presión intraabdominal no exceda los 15 Figura 48--13. Telerradiografía de tórax que muestra aire li-
mmHg (figura 48--14). Una vez que se termina la insu- bre subdiafragmático bilateral (neumoperitoneo), lo cual in-
flación inicial se envía al paciente a su casa y se le reco- dica que el catéter se colocó adecuadamente y que puede
mienda realizar sus actividades habituales y que evite proseguirse con su mantenimiento.
406 Hernias de la pared abdominal. Tratamiento actual (Capítulo 48)

Figura 48--15. Paciente 15 días después del mantenimiento


del neumoperitoneo.
Figura 48--14. Se conecta uno de los lúmenes del catéter
subclavio a un esfigmomanómetro de mercurio (éste es el
único que mide presiones menores de 20 mm) y se monito- La técnica quirúrgica de reparación de la pared y el
rea la presión.
tipo de material protésico se establecen de acuerdo con
el criterio del cirujano.
La experiencia ha indicado que es mejor insuflar al
paciente cuando está en posición sedente, pues cuando
se realiza en decúbito al levantarlo siempre surge un do- COMPLICACIONES
lor intenso en ambos hombros con respuesta vasovagal
importante, que puede llegar al desmayo y crear descon-
fianza al momento de que el paciente se retire a su domi-
cilio. Otro aspecto interesante es que en la actualidad no Relacionadas con el
se monitorea la presión intraabdominal, puesto que procedimiento de punción
nunca se rebasan los 12 mmHg sin que el paciente pre-
sente molestias que obliguen a suspender la insuflación La principal complicación es la punción accidental de
de aire. una víscera hueca. Cuando se advierte la perforación
por aspiración de material intestinal o biliar (hay un
caso donde se puncionó un hidrocolecisto gigante asin-
Mantenimiento del neumoperitoneo tomático) se recomienda retirar de inmediato la aguja y
someter al paciente a una laparotomía para solucionar
El paciente recibe instrucciones para que acuda a revi- esta eventualidad, y dejar el procedimiento del neumo-
sión diaria. En ella se documentan las molestias del pa- peritoneo y la plastia para un tiempo posterior. Herszage
ciente con especial atención en cualquier dato de reac- reportó que en las punciones accidentales de intestino
ción peritoneal que indique infección o lesión visceral; debe retirarse la aguja e intentar su introducción en otro
asimismo, se palpa el abdomen para verificar la tensión sitio, sin que al parecer haya tenido fugas intestinales
(la reabsorción del aire ambiente es lenta, debido a su posteriores (esta conducta quizá puede explicarse por el
porcentaje de nitrógeno). diámetro menor de la aguja que se utiliza, en compara-
Se realizan insuflaciones de mantenimiento de 1 000 ción con el diámetro de la aguja de Veress). Si la pun-
a 2 000 cm3, de acuerdo con la tolerancia del paciente (no ción no se advierte, se corre el riesgo de que el catéter
se lleva a cabo la insuflación cuando se aprecia que la también se introduzca en sentido intraluminal, lo cual
cavidad abdominal está aún muy tensa, lo cual indica que hará que el aire insuflado produzca un dolor importante
por el momento no tolerará más aire). El tiempo estable- y se presente entallamiento visceral si no se tiene la pre-
cido para el mantenimiento del neumoperitoneo es de 9 caución de tomar una radiografía de tórax al haber insu-
a 15 días en las hernias inguinales y de 21 a 30 días en las flado los primeros 1 000 cm3, que pueden ser bien tole-
ventrales (figura 48--15). Al término de este periodo el rados en cualquier segmento intestinal. Si hubo punción
paciente se somete al evento quirúrgico planeado y antes visceral con la aguja pero el catéter quedó colocado
de iniciar se retira el catéter de neumoperitoneo. intraperitonealmente, podrá producirse un cuadro sép-
Neumoperitoneo progresivo preoperatorio para el manejo de hernias con pérdida de dominio 407

tico posterior con datos abdominales agudos. Ambas del tejido celular subcutáneo. El manejo consiste en dis-
situaciones requieren una laparotomía y la reparación minuir la frecuencia y la cantidad de aire insuflado.10,11
del asa intestinal afectada. El sangrado intracavitario Otra complicación frecuente es la que origina la lisis
por lesión de víscera maciza (hígado y rara vez el bazo) forzada de adherencias que pudieran causar sangrados;
o por traumatismo de algún vaso mesentérico o epi- en algunos casos raros se ha reportado1,9 disección neu-
ploico también puede llevar a la necesidad de una lapa- mática del lecho vesicular y ruptura esplénica por disten-
rotomía urgente, aunque no hay reportes al respecto. El sión de sus ligamentos y fijaciones causadas por el aire
manejo de esta última contingencia se relaciona con la intracavitario a presión. Ambas situaciones requieren in-
cantidad de sangrado producido. tervenciones quirúrgicas de urgencia. La infección del
Otra complicación común e inconveniente ocurre sitio de punción en la piel y TCS se manejarán en forma
cuando en los pacientes con múltiples operaciones se in- conservadora con medidas locales de aseo y desbrida-
troduce la aguja y no se logra crear un neumoperitoneo miento. Si estos pacientes tienen factores de riesgo como
total, es decir, debido a los tabicamientos creados por obesidad, diabetes mellitus, insuficiencia renal o alguna
adherencias firmes de epiplón y asas intestinales, sólo inmunodeficiencia, deberá valorarse el retiro del catéter
se consigue el neumoperitoneo parcial de un segmento aunque no haya indicios de infección peritoneal. Ante la
pequeño del abdomen, que no servirá para los objetivos presencia de datos que indican infección peritoneal debe
deseados de agrandar la totalidad de la cavidad. La con- iniciarse la antibioticoterapia parenteral y el interna-
ducta a seguir en estos casos consiste en intentar una miento del paciente sin descontinuar el procedimiento
nueva punción en un sitio diferente y esperar que se pro- hasta que haya un control clínico del cuadro. De lo con-
duzca el neumoperitoneo total de la cavidad. Por des- trario, el retiro del catéter es obligatorio, lo cual suspende
gracia, en los pacientes con varias operaciones previas el neumoperitoneo. Hay reportes esporádicos de otras
en los que el primer intento es fallido, pocas veces se ha complicaciones, como los quistes aéreos interasa, el gra-
tenido éxito en las punciones posteriores. Como norma nuloma peritoneal cicatricial por la presencia del catéter,
general se hacen hasta cuatro punciones en dichos pa- la embolia aérea y la muerte relacionada de manera di-
cientes, por lo que se abandona el intento de llevar a recta o indirecta con el procedimiento durante los días
cabo este procedimiento y se planea otro tipo de resolu- del mantenimiento del neumoperitoneo.1,9
ción de la hernia con pérdida de dominio.10,11

CONCLUSIONES
Relacionadas con el mantenimiento
del neumoperitoneo
Los cambios fisiopatológicos de las hernias con defec-
Algunas manifestaciones clínicas ocasionadas por la in- tos y sacos gigantes son complejos y responsables de
suflación de aire en la cavidad son normales en la mayo- que los resultados no sean óptimos si no se lleva a cabo
ría de los pacientes, como dolor continuo de hombros, una buena preparación preoperatoria en estos pacientes.
dolorimiento moderado de la pared abdominal ocasio- Los criterios antiguos de efectuar en estos pacientes
nado por la distensión, reflujo gastroesofágico inicial y omentectomías con resecciones intestinales extensas
plenitud posprandial precoz en los últimos días, así con el afán de poder reducir el contenido herniario de-
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como cierta dificultad ventilatoria cuando se llega a los ben ser cosa del pasado, ya que aumenta el riesgo de
días finales del procedimiento. morbilidad y mortalidad. Operar al paciente sin repara-
Una de las complicaciones más frecuentes es la pre- ción, hacer una reducción forzada y posteriormente pa-
sencia de enfisema subcutáneo en la pared abdominal, sarlo a terapia intensiva para que durante cuatro a seis
ocasionado por la fuga de aire a presión por el orificio días se conecte a un ventilador y obtenga relajación
del catéter en el peritoneo, la cual siempre es pequeña muscular total supera por mucho el riesgo que ofrece el
o moderada y no requiere manejo alguno. En ocasiones, neumoperitoneo. El uso del neumoperitoneo progresi-
sobre todo cuando el neumoperitoneo dura más de 15 vo preoperatorio es una herramienta útil en la prepara-
días, se presenta enfisema subcutáneo en el cuello y los ción de los pacientes con hernias gigantes con pérdida
hombros, lo cual se denomina cuello proconsular cuan- de dominio.11 Hay que recordar que este procedimiento
do es moderado o severo. Éste se produce por el paso de no debe utilizarse de manera indiscriminada y que se
aire al mediastino, al igual que ocurre durante algunas trata tan sólo de una medida adyuvante que tiene que
intervenciones laparoscópicas a través del diafragma y complementarse con un procedimiento quirúrgico ade-
408 Hernias de la pared abdominal. Tratamiento actual (Capítulo 48)

cuado, lo cual conlleva el uso de técnicas sin tensión con siones relajantes, las técnicas de separación de compo-
material protésico y en ocasiones con ayuda de algunos nentes, los colgajos cutáneos, etc., para complementar
otros procedimientos, como son las maniobras de inci- el manejo integral del paciente.

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nal. Tratamiento actual. 1ª ed. México, McGraw--Hill, 2003.
Capítulo 49
Abordaje de las eventraciones de pared
León Herszage

INTRODUCCIÓN las hernias aparecen en sitios de debilidad preexistentes


congénitos, mientras que las eventraciones lo hacen en
cualquier sitio previamente lesionado, y por su anato-
mopatología, puesto que el saco herniario siempre es
Las eventraciones o hernias incisionales son “defectos
peritoneo distendido y el de las eventraciones nunca es
de la pared del abdomen” que se producen después de
peritoneo sino cicatriz distendida con metaplasia de te-
lesiones parietales médicas, como infecciones, necrosis
jido pavimentoso parecido al peritoneo.1
tumorales, etc., o de lesiones traumáticas, como las qui-
En la sección especializada en patología de la pared
rúrgicas o las accidentales, a través de los cuales puede
del abdomen del Hospital I. Pirovano de la ciudad de
protruir parte del contenido abdominal. Su fisiopatoge-
Buenos Aires, Argentina, se operan cerca de 800 pa-
nia y evolución es semejante a la de cualquier hernia (fi-
cientes por año de esta patología, de los cuales 250
guras 49--1 a 49--3) dependiendo de varios factores,
corresponden a eventraciones.
como el tamaño del defecto, el tiempo de evolución, el
contenido del saco, el cuadro clínico del paciente, etc.
Se diferencian principalmente por su topografía, pues
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Figura 49--1. Hernia inguinal monstruosa. Figura 49--2. Hernia inguinal gigante.

409
410 Hernias de la pared abdominal. Tratamiento actual (Capítulo 49)

Figura 49--4. Eventración tumoral de gran tamaño y de de-


fecto parietal relativamente moderado.

vísceras intrasaculares, en relación con la tensión de la


pared abdominal y la presión del contenido de la cavi-
dad después de la reparación. Así, se tiene que las her-
nias pueden ser:
Figura 49--3. Eventración mediana infraumbilical monstruo-
sa. S Pequeñas: de hasta 3 cm de diámetro.
S Moderadas: de hasta 6 cm de diámetro.
S Grandes: de hasta 10 cm de diámetro.
En la etiología de la eventración participan factores S Gigantes: de hasta 20 cm de diámetro.
biológicos y técnicos, y los que dependen del paciente S Monstruosas: de más de 20 cm de diámetro.
y del cirujano.2 Los primeros se incluyen en el capítulo
de inmunidad en cirugía y se han desarrollado acelera- Se destaca el hecho de que a las eventraciones con múl-
damente de la mano de la biología molecular,3 donde tiples orificios se suman las dimensiones de cada defec-
destaca el papel fundamental del macrófago4 como cé- to8 (figura 49--6).
lula representante de la inmunidad innata de los organis- La ubicación topográfica también es importante, ya
mos vivos (válida también para invertebrados y plan- que las eventraciones grandes de localización umbili-
tas), sobre la del linfocito, que es una expresión de la
inmunidad adquirida (vertebrados).5 Desde 1982 se uti-
liza la sencilla prueba de la “ventana cutánea” modifica-
da de Rebuck para medir el índice de respuesta en infec-
ción y cicatrización de cada paciente a tratar, con 97%
de certeza.6 En cuanto a los factores técnicos, éstos
comprenden tanto la táctica (técnica elegida, uso de in-
cisiones de descarga o relajación, implantación de ma-
llas, uso de neumoperitoneo preoperatorio, etc.) como
los materiales utilizados; por ejemplo, los tipos de sutu-
ra, pues no es lo mismo usar materiales francamente an-
tigénicos, como lino, algodón o seda, que los que son
inertes, como el acero o el polipropileno. Los biólogos
no pueden dejar de lado el hecho de que se actúa sobre
organismos autopoyéticos que siempre van a determi-
nar una respuesta frente a lo que se hace, que es el funda-
mento del capítulo de la morbilidad posoperatoria.7
Las eventraciones se clasifican de acuerdo con el ta-
maño del defecto y con la envergadura del tumor hernia-
rio2 (figuras 49--4 y 49--5), pues son factores a conside- Figura 49--5. Eventración con gran saco, contenido y defec-
rar en cuanto al tipo de cierre y la reintroducción de las to parietal
Abordaje de las eventraciones de pared 411

A B

Figura 49--6. A. A los efectos de la reparación se suman las dimensiones y ubicación de los orificios. B. Caso clínico que corrobora
el esquema de la figura A.

cal, las cuales están rodeadas de tejidos musculoapo- una capa biológica del paciente, sea epiplón, peri-
neuróticos elásticos, son más sencillas de solucionar toneo o aponeurosis.
que las más pequeñas, pero con bordes rígidos óseos, S Se prefiere el uso de suturas continuas para dismi-
como las subcostales, las suprapúbicas, las lumbares, nuir la cantidad de material heterólogo, incremen-
etc. (figura 49--7). tado por los nudos; sin embargo, se deja claro que
es posible obtener los mismos logros con puntos
separados, independientemente de la técnica (in-
cisiones de relajación, rotación de colgajos e im-
CONSIDERACIONES TÁCTICAS
plantación de mallas, o una combinación de ellas).
Y TÉCNICAS S Se respeta la norma de pasar los puntos al menos
a 0.5 o 1 cm del borde del defecto, con una distan-
cia entre uno y otro de 0.7 a 1 cm; con esto resulta
efectiva la proporción aproximada de 4:1 entre la
S El cierre simple con sutura continua produce exce-
longitud de la sutura (4) y el defecto que se va a
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lentes resultados en las eventraciones pequeñas o


cerrar (1).9
moderadas.
S En las grandes eventraciones es indispensable
S Es mejor y biológicamente diferente (en cuanto a
considerar la aplicación de métodos auxiliares.
la colágena) suturar bordes cruentos que bordes
cicatrizados, considerando como borde cruento
tanto a lo seccionado o disecado como a lo provo- Métodos auxiliares
cado por el paso de la aguja. Por ello, desde el pun-
to de vista táctico, es distinto cerrar una laparoto- Tienen el objetivo de lograr dos condiciones: disminuir
mía que una eventración. la tensión de los músculos de la pared del abdomen al
S Se utilizan suturas de lenta reabsorción sólo en los cerrar el defecto (no el concepto “libre de tensión”, pues
planos que están en contacto con las vísceras. la buena cicatrización exige un cierto grado de tensión
S Los materiales no absorbibles se usan en todos los funcional) y aumentar la capacidad de la cavidad para
cierres de la pared separados de las vísceras por que al reintroducir las vísceras se eviten las complica-
412 Hernias de la pared abdominal. Tratamiento actual (Capítulo 49)

A B C

D E
Figura 49--7. A. Caso clínico de defecto suprapúbico. B. Defecto subcostal. C. Caso biotipológico especial, que obligó a variar
la táctica. D. Paciente de 91 años, operado con anestesia local en forma ambulatoria absoluta. E. Eventración lumbar gigante.

ciones, muchas veces mortales, del síndrome comparti- 15 a 30 días. Sin embargo, se ha utilizado en casos extre-
mental.10 Esta condición debe preverse para aplicar mos durante 24 h preoperatorias o hasta tres meses. El
medidas auxiliares en cierres de laparotomías en los autor de este capítulo y su equipo han ejecutado este
casos donde se anticipe una probable distensión mar- procedimiento desde hace más de 30 años. Las cantida-
cada y prolongada en el periodo posoperatorio inme- des de aire total inyectado varían de 10 a 105 L. Las for-
diato. Los métodos anteriores se clasifican en: mas de aplicación incluyen la administración fraccio-
nada y continua, y con el paciente internado o tratado de
a. Preoperatorios: neumoperitoneo de Goñi Moreno. manera ambulatoria (figuras 49--8 a 49--10); en aplica-
b. Intraoperatorios: ciones completas se producen cuatro efectos:
S Incisiones de relajación.
S Uso de mallas. 1. Disección neumática con separación de las adhe-
rencias viscerales, para facilitar el acto quirúrgico.
2. Distensión progresiva de las paredes del abdo-
men, que redimensiona la cavidad abdominal y
Neumoperitoneo11,12 evita el síndrome compartimental posquirúrgico.
3. Prestación de apoyo a la función del diafragma, re-
Consiste en la inyección de aire corriente dentro del ab- produciendo las condiciones de respiración que el
domen en forma creciente y progresiva en un lapso de paciente tendrá en el posoperatorio.
Abordaje de las eventraciones de pared 413

Figura 49--8. La forma más simple para aplicar el neumope-


ritoneo por punción consiste en medir el caudal de aire in-
yectado.

4. Irritación peritoneal y la consiguiente vasocon-


gestión provocada por la distensión y el aire, que
condiciona un aumento del número de elementos
blancos (macrófagos) intraperitoneales, en pro de
la respuesta cicatrizal.
Figura 49--10. Neumoperitoneo continuo por inversión de
frascos.
Como todo acto invasor, el neumoperitoneo puede lle-
gar a provocar una morbilidad importante. De 600 casos
controlados por el autor de este capítulo y su equipo, se lucionaron de manera favorable y sólo se observó un
presentó un caso de disección del lecho vesicular, uno caso de muerte en un paciente ambulatorio. Lo anterior,
de quistes aéreos interviscerales, tres de enfisema tem- aunado al costo socioeconómico por el tiempo de apli-
poral en el tejido celular subcutáneo con presencia de cación, no recomienda la aplicación de esta técnica en
“cuello proconsular” y un caso de hemorragia por des- forma indiscriminada, si bien en algunos casos de her-
capsulación del bazo. Todas estas complicaciones se so- nias monstruosas (figuras 49--1 a 49--3) su uso es im-
prescindible para solucionar casos que en el pasado se
consideraban imposibles de reparar.

Incisiones de relajación
Tienen el mismo objetivo que el neumoperitoneo, pero
se llevan a cabo en el periodo intraoperatorio. Pueden
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programarse tácticamente en eventraciones o ser impre-


vistas durante el cierre de una laparotomía, por lo que
el cirujano general siempre debe tenerlas en mente. Las
incisiones se utilizan para:
1. Aumentar el volumen de la cavidad abdominal.
2. Disminuir la tensión de la pared abdominal mante-
niendo su función.
3. Permitir reubicar los músculos en su posición ana-
tomofuncional.

Figura 49--9. Catéter intraabdominal para inyectar aire en Todo tipo de reconstrucción de un defecto parietoabdo-
forma fraccionada. minal que comience con una incisión en alguna de las
414 Hernias de la pared abdominal. Tratamiento actual (Capítulo 49)

de las eventraciones agudas, las evisceraciones o el sín-


drome compartimental es preferible hacer una incisión
de relajación de más y no una de menos.
Las tres condiciones que deben cumplirse para hacer
una incisión son las siguientes:

1. Debe preservarse la irrigación (figura 49--11) y la


inervación (figura 49--12) de los músculos compro-
metidos. Si esto se cumple, la seudohipotrofia pro-
vocada por su sección y parcial desinserción previa
será corregida con su reimplantación en condicio-
nes funcionales, lo cual llevará a la recuperación
de los sujetos normoérgicos.
2. Las técnicas al usar incisiones de relajación deben
ser planeadas de manera tal que la reparación ase-
gure la conformación de la cúpula abdominal con
dos o más planos superpuestos, siguiendo las lí-
Figura 49--11. Vascularización de la pared abdominal. Nó- neas de tensión de los músculos involucrados. Las
tese la independencia de cada hemiabdomen y la red circu- estructuras físicas de máxima seguridad (cúpulas
lar de cada lado con anastomosis de las epigástricas, las
lumbares, las intercostales y las mamarias, lo cual permite
de pilas atómicas y telas de máxima resistencia)
seccionar y ligar vasos sin consecuencias importantes. siempre se realizan con tres planos de fibras de di-
recciones cruzadas y superpuestas, tal como se
presentan en la pared abdominal.
capas musculoaponeuróticas de la pared debe conside- 3. El plano del transverso debe preservarse o recons-
rarse como una incisión de relajación, sin importar la truirse (mallas) siempre, dado que su integridad es
técnica que se va a seguir. Aun en eventraciones mode- garantía del cierre de la cavidad.
radas la incisión de una de las capas musculares, por lo
general la más superficial, permite transformar un ec- Las áreas de implantación de una incisión relajante son
tropión de los bordes en bordes planos con tensión nor- las siguientes:
mal y fáciles de suturar.2 El cirujano poco experimen-
tado debe aplicarlas cuando tenga que hacer un cierre Mediana
con una tensión exagerada en un paciente bajo anestesia
general y relajación. Bajo el punto de vista preventivo Sobre la hoja anterior de la vaina del músculo recto an-
terior del abdomen. La más conocida es la de Gibson (fi-
gura 49--13), publicada en 1920, que se hace sobre la
hoja anterior de la vaina del recto en la unión del tercio

Figura 49--12. Inervación. Los nervios intercostales trans- a


curren sobre el músculo transverso, penetran en el borde b
externo de la hoja posterior de la vaina del recto y en el tercio
medio del músculo recto, y emergen en el borde interno de la Figura 49--13. Esquema de incisiones verticales: a. Gibson.
hoja anterior. (Disección del Dr. Koch de S. M. de Tucumán). b. Oghi, Leiro y Barbarelli.
Abordaje de las eventraciones de pared 415

A B

Figura 49--14. A. Clotteau--Premont. Esquema. B. Clotteau--Premont. Caso clínico.

externo con los dos tercios internos desde el reborde cisión se realiza con la sección del oblicuo mayor,
costal hasta el pubis. 2 cm por dentro de la espina iliaca anterosuperior,
La más moderna es la de Clotteau--Premont (figura desde la región inguinal hasta el reborde costal, si-
49--14); consiste en una línea interrumpida por incisio- guiendo la dirección de sus fibras.
nes paralelas al anillo de la eventración y a 1 cm en di- b. En pacientes donde se prevén complicaciones
rección lateral, seguidas de otras más externas, realiza- agudas posoperatorias —como sepsis—, intraca-
das frente a los puentes aponeuróticos no incididos vitarias, pancreatitis agudas, etc., que fueron abor-
previamente. El resultado es una aponeurosis expandi- dadas por incisiones medianas xifopubianas. Esta
da con relajación de la tensión en los oblicuos mayor y incisión fue publicada por Levy y col., que corta-
menor. ron verticalmente la piel —con el oblicuo mayor
sin disección—, desde el reborde costal hasta el
Lateral pubis, por fuera, y en sentido lateral al músculo
recto anterior del abdomen.
c. En eventraciones subcostales. Esta incisión la pu-
Se hace sobre los músculos anchos, oblicuo mayor y
blicaron Zaidman y Alché, y consiste en incidir el
menor, y se utiliza en los siguientes casos:
oblicuo mayor en sentido paralelo al reborde cos-
tal, 3 cm por arriba de éste, desde el xifoides hasta
a. En eventraciones umbilicopubianas, publicadas la décima costilla (figura 49--16).
por Oghi, Leiro y Barbarelli (figura 49--15). La in-
E Editorial Alfil. Fotocopiar sin autorización es un delito.

Vaina de los
Oblicuo mayor rectos

Línea alba
xifoumbilical
Oblicuo menor

Bordes de la
incisión de
Espina iliaca descarga
anterosuperior

Figura 49--15. Esquema de incisión de Oghi, Leiro y Barbarelli.


416 Hernias de la pared abdominal. Tratamiento actual (Capítulo 49)

Colgajo musculo- Colgajo musculo-


aponeurótico aponeurótico
elevado

Anillo eventral

Sutura saco Sutura de


eventral Saco eventral anillo eventral
suturado

Figura 49--16. Descargas para eventraciones subcostales. Zaidman y Alche.

Sutura hojas posteriores Descarga en hoja anterior


de las vainas en la del oblicuo menor
línea media
Oblicuo mayor descolgado
con incisión de descarga

Músculo recto
Puntos en saco abierto
accidentalmente Hoja anterior de la vaina

Saco no abierto e
invaginado

Descarga en hoja anterior Sutura de las hojas


del oblicuo menor anteriores de las vainas

Reborde costal
Colgajo del oblicuo mayor
Oblicuo menor

Sutura de hojas posteriores


de las vainas Músculo recto

Sutura media de las hojas


anteriores

Reborde torácico

Sutura de oblicuo mayor


al labio lateral de la
descarga en el
oblicuo menor
Sutura de cara posterior de
oblicuo mayor al labio lateral
de la descarga en oblicuo mayor Oblicuo menor

Figura 49--17. Esquema de la técnica de Albanese.


Abordaje de las eventraciones de pared 417

Sección del oblicuo mayor Oblicuo mayor levantado


sobre inserciones costales y despegado
Eventración
Hoja anterior xifoumbilical Sección sobre hoja anterior
de la vaina del oblicuo menor
División del
oblicuo
menor
1º 2º
Hoja posterior de Rectos
la vaina

Oblicuo mayor levantado Sección en vertiente anterior


del diedro interno Hoja anterior
de la vaina
Hoja anterior del
oblicuo menor Recto

3º 4º
Hoja anterior del Mano decolando cara Sutura de láminas posteriores
oblicuo menor posterior del recto de vainas (y peritoneo) 1ª sutura

Oblicuo Rectos en Sutura del oblicuo mayor y del sector


Lámina anterior del mayor contacto Sutura de láminas residual del oblicuo menor (3ª sutura)
oblicuo menor anteriores de
(sector residual) vainas (2ª sutura) Sutura de
láminas
anteriores
Zona
deshabilitada Sutura de
láminas
6º posteriores
5º Rectos en contacto
Sutura de láminas posteriores
Figura 49--18. Esquema de la técnica de Albanese.

También son eficaces en este tipo de eventraciones las Combinadas


incisiones de Clotteau--Premont, pero transversas y pa-
ralelas al eje mayor del defecto, por encima y por debajo En el caso de las eventraciones medianas xifoumbilica-
de él. les y xifopubianas se cree que la técnica de Albanese (fi-
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A B

Figura 49--19. A. Paciente de siete años de edad con eventración por afección congénita. Nótese la ubicación de los rectos en
forma de paréntesis, inervados e irrigados, pero con dislocación congénita. Se propuso obturar con parche de Gore--TexR, pero
finalmente se reparó con técnica de Albanese. B. Caso anterior a una semana de operado. Normalización estético--funcional.
418 Hernias de la pared abdominal. Tratamiento actual (Capítulo 49)

guras 49--17 y 49--18) es el mejor ejemplo, puesto que DECÁLOGO DEL USO DE MALLAS
respeta las estructuras anatómicas y la función de la pa-
red del abdomen. Es útil en eventraciones de hasta 30
cm de anchura y presencia de insuficiencia respiratoria.
El resultado es la conformación de un escudo central 1. Asepsia integral.
musculoelástico y una zona lateral de expansión (vien- 2. Prótesis de calidad.
tre en batracio) con recuperación de la función respira- 3. Tamaño francamente mayor que el defecto her-
toria, y dos planos musculares superpuestos en toda la niario.
pared del abdomen durante los primeros 30 días del pos- 4. Sutura de fijación monofilamento inabsorbible
operatorio, que luego son reforzados por aponeurosis (o del mismo material que la malla).
colagenogénica cicatrizal. 5. Implantación profunda.
6. Protección visceral.
7. Anclaje a estructuras firmes.
8. Fijación a distancia del anillo.
Mallas 9. Tensión normal y funcional.
10. Ausencia de pliegues y arrugas.
La descripción de cada técnica de reparación con mallas
es tema de otros capítulos de este libro; aquí sólo se in-
cluyen las normas generales para su empleo. El autor de CONCLUSIONES
este capítulo y su equipo de trabajo recurren a ellas sólo
en 30% de los casos (de 70 a 80 casos por año) y prefie-
ren las de polipropileno tejidas con hilo monofilamento. En las pequeñas eventraciones las mayores complica-
Las reabsorbibles (VicrylR o DexonR) las reservan ciones, antes de su reparación, son la incarceración y la
para los casos de abdomen abierto y contenido en el cur- estrangulación visceral. En casos de gran envergadura
so de alguna laparotomía, o como refuerzo circunstan- se constituye un síndrome, excelentemente descrito
cial y provisorio. Igual que ocurre con cualquier técnica hace más de 25 años por la escuela francesa de Rives y
invasiva, en algunos pacientes elevan la morbilidad, Flament, que consiste en la enfermedad de eventración,
que incluye los seromas, los cuales se evacúan por pre- donde los principales problemas son la insuficiencia
sión o punción, con una excelente evolución en casos de respiratoria progresiva y sus consecuencias. La solu-
infección, donde se tiene que exponer y tratar con saca- ción inmediata implica la resolución del problema res-
rosa común. En los últimos 30 años el autor y su grupo piratorio mediante la oclusión del orificio herniario, lo
han respetado el decálogo siguiente y nunca han tenido cual puede conseguirse parcialmente con la cirugía la-
que retirar una malla implantada. paroscópica (es la única indicación, dado que ésta no es

A B

Figura 49--20. A. Paciente operada con anestesia peridural con catéter, respiración espontánea, despierta y deambulación seis horas
después. B. Paciente que fuma 80 cigarrillos al día y sólo dejó de fumar durante su estancia en el quirófano. Un año después de operado
tuvo excelente evolución.
Abordaje de las eventraciones de pared 419

de mínima invasión, sino de mínimo acceso). Además, nea, con el paciente despierto, para poder valorar la con-
para restituir la estética y la función sigue prefiriéndose dición del paciente al finalizar la reconstrucción parietal.
la cirugía a cielo abierto (figura 49--19). Pero el principal Así, el paciente vuelve a su cama de hospitalización sin
problema antes, durante y después de la operación sigue respiración asistida y con deambulación libre pocas ho-
siendo el respiratorio, su relación con las vísceras extrui- ras después de finalizada la cirugía. Con esta conducta y
das y la tensión de la pared, por lo que se prefiere operar considerando cada caso, el autor y su grupo han operado
con anestesia local, ambulatoria absoluta (no-day sur- exitosamente pacientes críticos (figura 49--20) y este
gery), sin ningún reposo posoperatorio. En los casos capítulo fue reseñado con base en su experiencia coti-
grandes, enormes o monstruosos se indica la anestesia diana, tratando de dejar de lado los comentarios históri-
peridural continuada con catéter y respiración espontá- co--académicos por razones de espacio y practicidad.

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E Editorial Alfil. Fotocopiar sin autorización es un delito.
420 Hernias de la pared abdominal. Tratamiento actual (Capítulo 49)
Capítulo 50
Escenarios catastróficos en el manejo
de las hernias ventrales e incisionales
Adriana Hernández López

INTRODUCCIÓN organizado y susceptible para la recidiva. Los resulta-


dos de un estudio multicéntrico aleatorizado demues-
tran que la recurrencia en hernias de 6 cm sin la
presencia de contaminación y con reparación primaria
La reparación de la pared por un defecto herniario es la es hasta de 43%, por lo que prácticamente se acepta que
cirugía mayor más ejecutada actualmente por el ciruja- las hernias recurrentes son complicaciones de repara-
no general. Se describe un riesgo de herniación de pared ciones subóptimas. Por ello, en la actualidad más de
de hasta 10% en la población general. 90% de las hernias incisionales son manejadas con ma-
En México es el padecimiento quirúrgico más fre- terial protésico, dado que la mayoría de los cirujanos
cuente. Se estima que de la población general entre 3 y aceptan que los defectos a partir de 4 cm de diámetro
5% padecen este problema. Siendo estrictos, se deben (son hernias gigantes las que miden de 10 cm o más) de-
presentar entre 300 000 y 500 000 casos cada año, por ben ser reparados con una técnica libre de tensión y el
lo que puede constituir un problema de salud pública; empleo de mallas, pues se reduce el riesgo de recurren-
sin embargo, no se cuenta con datos estadísticos que cia hasta 6% y el material sintético utilizado poco a poco
confirmen esta aseveración. será reemplazado por fibroplasia del huésped, lo cual
Generalmente al mencionar a las hernias de pared se resulta en una estructura aponeurótica estable.
hace referencia a aquellas relacionadas con defectos La mayoría de las hernias de la pared abdominal pue-
ventrales. De éstos, los más frecuentes son las hernias den repararse de manera programada y planeada. No
de la región inguinal, la hernia umbilical, la hernia epi- obstante, se ha descrito la presencia de escenarios catas-
gástrica y la incisional o eventración posquirúrgica. tróficos, como los casos con hernias complicadas que
La incidencia de la eventración posquirúrgica varía han perdido su naturaleza benigna, donde el tratamiento
entre 1 y 3% (se desarrolla en 2 a 20% de los pacientes no es simple e implica que el manejo esté a cargo de un
con antecedente de laparotomía), pero ocurre aun en pa- grupo experto.
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cientes sin riesgos conocidos para hernia, como enfer-


medad pulmonar obstructiva crónica, desnutrición,
cáncer y después de cirugía bariátrica; cuando el segui- ESCENARIO 1: HERNIA COMPLICADA,
miento es mayor de 10 años esta cifra se eleva hasta CON MANEJO URGENTE
15%. La presentación más frecuente ocurre dentro de
los tres primeros años después de la operación inicial.
Una vez que ocurre la herniación a través de la pared, En este espacio se describe la primera complicación
30% de los pacientes que se reparan sin material protési- conocida como encarcelación, que se refiere al estado
co tienen recurrencia (el cierre primario o anatómico re- donde la hernia no puede ser reducida al abdomen, por
sulta en un índice de recidiva de 30 a 60%), puesto que lo que implica un marcado riesgo de oclusión y estran-
la excesiva tensión condiciona un tejido cicatricial des- gulamiento. Su diagnóstico debe urgir al tratamiento.

421
422 Hernias de la pared abdominal. Tratamiento actual (Capítulo 50)

por sí la hernioplastia de urgencia se asocia con un


incremento en la morbilidad (50%) y la mortalidad (de
8 a 14%). Ante el hallazgo de una hernia encarcelada se
espera una morbilidad de 19.6% con una mortalidad de
2 a 10%; es un hecho que la mortalidad está relacionada
con la edad avanzada y las enfermedades coexistentes.
La incidencia de patología preoperatoria adicional
incrementa la morbilidad y es determinante en la evolu-
ción posoperatoria, y se sabe que sólo 5% de los ancia-
nos no tienen comorbilidad.
La segunda complicación es la hernia estrangulada,
donde el tratamiento quirúrgico debe ser inmediato sin
descuidar la atención de las condiciones generales del
paciente. El abordaje quirúrgico debe realizarse en for-
ma directa: se abre el saco herniario, se valora la viabili-
Figura 50--1. Prolapso de ileostomía más una hernia de dad del contenido y se reduce a la cavidad abdominal;
pared.
asimismo, debe hacerse una revisión resolutiva de la ca-
vidad y reparar la hernia con técnicas libres de tensión
Entre 5 y 13% de los pacientes con hernia encarcela- si no hay evidencia de franca contaminación. En casos
da son llevados a cirugía de urgencia, dado que esta extremos, como cuando hay necrosis de los tejidos, hay
complicación es la segunda causa de oclusión intestinal. que cerrar el anillo herniario y después realizar la repa-
Las hernias encarceladas son responsables de 20% de ración integral de la hernia.
las obstrucciones del intestino delgado. En 10 a 15% de
todas las hernias encarceladas existe intestino necróti-
co. Aun con la liberación del intestino dentro de las pri- ESCENARIO 2: HERNIA COMPLICADA,
meras 24 h, se efectúa la resección intestinal en 7% de CON INFECCIÓN DEL ÁREA
los casos, pero si el encarcelamiento persiste durante QUIRÚRGICA
más de 48 h la necesidad de resección de un segmento
de intestino se incrementa hasta 27%. Cerca de 30% de
las hernias encarceladas requieren resección intestinal. Si el hallazgo transoperatorio indica que la herida está
Es difícil diferenciar la viabilidad del contenido encar- infectada, de acuerdo con los criterios quirúrgicos tradi-
celado, aunque clínicamente puede definirse entre en- cionales, la reparación con prótesis deberá diferirse al
carcelamiento y estrangulamiento. menos seis meses después de que ésta se haya resuelto.
El retraso en la decisión resulta en complicaciones En estas condiciones no existe posibilidad alguna de co-
que llevan al paciente a cirugía en condiciones adversas locación de una malla, por la alta posibilidad de perpe-
con un incremento esperado de la morbimortalidad; de tuar la infección al introducir un cuerpo extraño. Se sabe
que la infección con material protésico está latente entre
0 y 5% de los casos.
La fisiopatología de la infección es la siguiente:

1. La bacteria entra en la herida quirúrgica y produce


una sustancia adhesiva (adhesina), designada
como componente de la superficie microbiana de
las moléculas adhesivas de la matriz, que recono-
ce y se adhiere a la fibronectina, el fibrinógeno y
la colágena presentes en los fluidos del huésped.
2. La superficie del material protésico posee sitios de
enlace con elementos vivos que forman una pelí-
cula glicoproteinácea disponible para la célula y la
bacteria.
3. La bacteria comienza a nutrirse de los fluidos y
Figura 50--2. Fístula enterocutánea con hernia de pared. forma una película polisacárida, la cual, en asocia-
Escenarios catastróficos en el manejo de las hernias ventrales e incisionales 423

Figura 50--5. Colostomía con hernia de pared.


Figura 50--3. Ileostomía con fístula enterocutánea y hernia
de pared.
tipo de pacientes es de 1.1 y 3.8%. Estos pacientes son
de alto riesgo, quizá por factores como los periodos
ción con detritus, la obliga a permanecer en con- alargados de diálisis antes del trasplante, la inmunosu-
tacto con el tejido huésped y la prótesis, produ- presión y la comorbilidad, como obesidad, diabetes,
ciendo así una capa alrededor de la bacteria a la enfermedad pulmonar obstructiva, cardiaca y complica-
cual los antibióticos no pueden acceder. ciones relacionadas con el trasplante. La hernia posinci-
sional se desarrolla en 70% de los casos dentro del pri-
La ecuación necesaria para producir infección requiere mer año posterior a la cirugía; aun así, se describe que
que la bacteria y una materia inerte o muerta provean el la corrección con material protésico en estos pacientes
sustrato donde los microorganismos puedan sobrevivir tiene un aceptable índice de recurrencia de 9.1%.
durante las primeras horas de la contaminación. Los A pesar de que el uso de material sintético se ha rela-
biomateriales y los tejidos desvitalizados son sustratos cionado con un incremento teórico en el riesgo de infec-
pasivos que pueden contribuir al desarrollo bacteriano. ción, no es necesaria la profilaxis en las plastias protési-
Hay que hacer referencia al manejo de las hernias cas y, por lo tanto, la administración de antibióticos en
incisionales infectadas en pacientes sometidos a tras- el manejo quirúrgico electivo de la hernia no es la regla;
plante renal. La incidencia de hernia incisional en este si acaso se decidiera, el antibiótico debe administrarse
dentro de 30 a 120 min previos a la cirugía.
Por otra parte, si se presenta esta complicación des-
pués de la decisión apropiada del uso de prótesis, rara
vez se requiere el retiro de la malla (si se trata de una ma-
lla macroporosa), ya que responde adecuadamente a la
administración de antibióticos y curaciones. La recu-
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rrencia de la hernia es muy factible después de la remo-


ción de una malla infectada.

ESCENARIO 3: HERNIA NO COMPLICADA,


ELECTIVA Y CON NECESIDAD DE
CIRUGÍA INTESTINAL CONCOMITANTE

Aquí se incluye el manejo de la hernia como cirugía


Figura 50--4. Fístula enterocutánea con hernia de pared. electiva, programada y planeada, pero con la coexisten-
424 Hernias de la pared abdominal. Tratamiento actual (Capítulo 50)

(de 20 a 70%). La hernia paraestomal se presenta entre


4 y 48% de las colostomías y entre 0 y 36% de las ileos-
tomías, por lo que son más comunes en la colostomía
que en la ileostomía. La mayoría de estas hernias ocu-
rren dentro de los dos primeros años de construcción del
estoma, pero el riesgo de herniación se extiende hasta
los 20 años. Aunque la mayoría de los pacientes no pre-
sentan síntomas y son manejados de manera conserva-
dora, casi 30% de ellos requieren intervención quirúr-
gica.
Hasta hace poco el manejo de esta afección era sujeto
de controversia. Stoppa mencionó que, dada la caracte-
rística inherente de contaminación de las hernias para-
estomales, debe evitarse el uso de malla protésica o con-
siderar el uso protésico sólo en caso de que se haga una
Figura 50--6. Fístula enterocutánea con hernia de pared. meticulosa preparación de colon.
Anteriormente sólo se efectuaba la recolocación del
estoma con la reparación in situ del defecto facial y ma-
cia de una hernia paraestomal o de una hernia de pared
terial de sutura no absorbible. Sin embargo, existía ten-
que cursa también con estoma y fístula intestinal.
sión en este cierre que llevaba a una inaceptable tasa de
Las hernias contaminadas muchas veces son el pro-
recurrencia. Incluso con la reparación local, las compli-
ducto de múltiples recurrencias, se relacionan con fístu-
caciones y las recurrencias van de 46 a 100% y en caso
las intestinales o tienen material protésico infectado que
de recolocación del estoma son de 76%. Por la contami-
debe ser removido, lo cual se relaciona con una alta
nación esperada durante el manejo para la recolocación
morbimortalidad, pues el manejo de la pared abdominal
del estoma, una prótesis no debía ni podía ser utilizada.
se dificulta por el drenaje continuo del contenido intes-
No obstante, se han descrito varias técnicas quirúrgicas,
tinal. El manejo de estas afecciones clínicas es difícil y
que van desde la reparación de la hernia paraestomal
conlleva un alto riesgo de infección.
con abordaje intraabdominal, usando dos hojas de poli-
En el caso de las hernias paraestomales, el manejo se
propileno que rodean el estoma sin necesidad de movili-
asocia con una alta morbilidad y niveles de recurrencia
zarlo, hasta lo descrito por Leslie, quien coloca una hoja
de polipropileno en una incisión por contraabertura y la
malla redundante rodea el intestino para estabilizarlo,
por lo que se evitan el prolapso y la retracción del estoma.
El primer reporte del manejo laparoscópico lo publicó
Porcheron en 1998, quien utilizó una malla de politetra-

Figura 50--7. Ileostomía con hernia de pared. Figura 50--8. Fístula enterocutánea con hernia de pared.
Escenarios catastróficos en el manejo de las hernias ventrales e incisionales 425

fluoroetileno (PTFE) con colocación preperitoneal des- Protocolo de manejo


pués del cierre primario del defecto herniario; también
describió la colocación intraperitoneal de una malla con La autora de este capítulo y su grupo tienen la experien-
lateralización del conducto intestinal sin orificio en la cia inicial del manejo simultáneo de estas dos afeccio-
malla y sutura transfacial a intervalos de 1 cm alrededor nes; aunque se trata de una casuística pequeña, con 35
del anillo herniario. casos, los resultados indican que en los pacientes bien
El manejo actual de la hernia paraestomal acepta el seleccionados es posible llevar a cabo con seguridad y
uso de material protésico para reforzar la reparación éxito la restitución intestinal y el cierre de pared con ma-
fascial. En el caso del manejo de una hernia que coexiste lla en un solo tiempo quirúrgico. Ellos creen que hay va-
con un estoma o fístula enterocutánea siempre se le ha rias justificaciones, pero hacen hincapié en el apego de
dado prioridad al manejo quirúrgico de la fístula y en la rutina quirúrgica, que al parecer tiene los mejores re-
ese tiempo quirúrgico el problema herniario se resuelve sultados, debido a lo siguiente:
provisionalmente con colgajos delgados de piel coloca-
dos sobre la herida, con una malla reabsorbible o con 1. Se trata siempre de una cirugía programada y
una bolsa de Bogotá; incluso se coloca una malla no ab- electiva.
sorbible temporal para evitar la evisceración. 2. Los parámetros nutricionales preoperatorios de-
Sin embargo, existen estudios en modelos experi- ben ser los óptimos.
mentales con lesión intestinal o contaminación, donde 3. Se indica el internamiento hospitalario con el
la administración de antibióticos se asocia con una bue- tiempo suficiente para la preparación formal in-
na evolución, incluso con colocación de una malla. testinal con antibioticos, lavados mecánicos y
Los biomateriales se han involucrado en la promo- enemas por estomas.
ción de sepsis de heridas quirúrgicas, pues al provocar 4. La disección y manipulación gentil de los tejidos
una incrementada reacción inflamatoria causan una ma- son obligadas durante la cirugía.
yor susceptibilidad a la infección. Sin embargo, no exis- 5. Se efectúan las anastomosis y los cierres intestina-
te una diferencia significativa de infección con el uso de les con las técnicas convencionales conocidas, en
mallas o sin él, ni con el uso de antibióticos perioperato- uno o dos planos, y si es posible se cierra el saco.
rios durante el manejo quirúrgico del defecto de la pared. 6. Se usa material protésico en el manejo del defec-
Existen publicaciones que demuestran que las mallas to de pared. En los primeros 28 casos se utilizó
proveen un adecuado cierre fascial aun en contamina- polipropileno, que es un material monofilamento
ción franca de la herida. También se describió la expe- con mínima elasticidad y capacidad de estira-
riencia con el uso de malla en los defectos de la pared miento, que origina una reacción desmoplásica
y la cirugía colónica en un solo tiempo, por lo que el aná- tisular acompañada de un exudado seroso que
lisis a corto plazo de la evolución de estos pacientes per- dará origen a una hoja de cicatriz que utiliza la
mite considerarla como una posibilidad quirúrgica. A malla como un esqueleto para su formación, por
pesar de toda esta información que puede justificar el lo que será incorporada en la cicatriz; sin embar-
uso de materiales protésicos en tiempos quirúrgicos con go, se ha documentado la presencia de complica-
la inclusión de heridas contaminadas, todavía el criterio ciones como erosión intraabdominal de órganos,
dominante actual consiste en diferir los procedimientos fístula intestinal y extrusión. Por otra parte, el po-
con programación en dos tiempos, para su resolución lipropileno tiene una alta tolerancia en presencia
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por separado; aun así, poco a poco está cambiando el de infección, pues se trata de un material macro-
tratamiento de los grandes defectos ventrales que se poroso (tipo I) con poros mayores de 75 que
acompañan de contaminación. permiten la permeación de macrófagos y fibro-
Se han reportado series de casos con hernias y cam- blastos, y la proliferación de vasos sanguíneos y
pos contaminados por fístulas enterocutáneas o resec- fibras de colágena, por lo que aun en caso de in-
ciones intestinales donde fue posible el manejo en un fección no es necesario retirarlo. Aunque con el
solo tiempo, con una baja recurrencia y una aceptable uso de este material se ha documentado la forma-
morbilidad. ción de fístulas y la intensa formación de adhe-
Los criterios quirúrgicos tradicionales han objetado rencias viscerales cuando se lo pone en contacto
siempre el manejo simultáneo de estomas y fístulas con con el intestino —situaciones que distan mucho
las reparaciones de pared con malla. La reparación en de considerarlo como el material ideal—, dos de
varias etapas puede llevarse a cabo en un lapso de seis sus más importantes características son su ma-
meses a un año. croporosidad y su textura, que favorecen la infil-
426 Hernias de la pared abdominal. Tratamiento actual (Capítulo 50)

Figura 50--9. Caso JP. Prolapso de colostomía más hernia de pared. Reconstrucción intestinal, colocación de malla supraaponeu-
rótica (onlay) y resultado final.

tración del tejido hacia la prótesis, lo cual condi- malla (un factor mecánico o las propiedades quí-
ciona una fuerte y segura reparación de la pared. micas intrínsecas de la malla causan esta irrita-
Sin embargo, un defecto indeseable de la macro- ción), por lo que debe procurarse el cierre del pe-
porosidad es la alta adherencia al intestino cuan- ritoneo. Si no es posible tener una cobertura de
do queda en contacto directo con él. No se sabe asas con el saco redundante, debe evitarse el uso
la causa real de las adherencias por debajo de la del polipropileno en contacto directo con el intes-

Figura 50--10. Caso JA. Colostomía más fístula intestinal y hernia de pared. Condición preoperatoria. Cierre intestinal. Cierre coló-
nico. Inicio del tiempo de la plastia de pared. Colocación de la malla de PTFEe. Resultado quirúrgico inmediato y final.
Escenarios catastróficos en el manejo de las hernias ventrales e incisionales 427

tino mediante la colocación de una interfase con jido subcutáneo que pudieran dar la protección
epiplón o peritoneo. Para ello está la técnica qui- suficiente contra la irritación del intestino, quizá
rúrgica que cubre la malla de polipropileno con por la más rápida infiltración de capilares y fibro-
dos capas de omento a manera de sandwich. La blastos, como sucede con la interposición omen-
colocación de omento entre la malla y el intestino tal. Se ha descrito en la literatura que cuando se
puede hacer la diferencia, aunque en el caso de decide que el tejido de granulación vaya cubrien-
abdomen séptico o con dehiscencia masiva fas- do la malla como cierre de segunda intención la
cial quizá no se encuentre el omento adecuado en probabilidad de fístula es de hasta 50%. Jones y
cuanto a calidad y cantidad, por lo que deberá uti- Jurkovich describieron que la incidencia de fístu-
lizarse material protésico tipo PTFEe o la bicapa las está influida por el tipo de cubierta sobre la
de polipropileno con celulosa oxidada regenera- malla. La cobertura directa con tejido de granula-
da, que puede estar en contacto con las asas intes- ción resulta en una tasa de fistulización de hasta
tinales; es la malla que la autora y su grupo utili- 45%, y si se deja el cierre para una segunda inten-
zaron a partir del trigésimo primer paciente. ción es de 14%, es decir, la propensión a la forma-
También es factible el uso de material biológico, ción de adherencias disminuye si se cubre la ma-
cuya naturaleza no sintética lo hace más resistente lla con un colgajo cutáneo de espesor total o un
a la infección. Los biomateriales más usados son flap muscular. En los casos con bicapa de poli-
SurgisisR, AlloDermR, PermacolR y pericar- propileno y celulosa oxidada siempre existe una
dio de bovino. El SurgisisR es una matriz colá- cobertura aponeurótica de la prótesis, lo cual im-
gena de submucosa intestinal porcina. el Allo- plica el manejo de incisiones relajantes, rotación
DermR es una matriz de colágena humana de colgajos aponeuróticos o uso del método de
acelular y el PermacolR es una matriz acelular de separación de componentes, lo cual aseguró la
colágena dérmica porcina formada de fibras de tensión requerida en el cierre de línea media
elastina. La mayor complicación con estos mate- (plastia dinámica).
riales es que pueden ser reabsorbidos y ello 9. Se utilizan drenajes si se hizo una disección ex-
implica el uso de dos capas. Aun así, el Permacol- tensa de piel y de tejido celular subcutáneo; exis-
R es el más resistente a la degradación enzimá- te una respuesta inflamatoria iniciada por la ma-
tica. Dado que estas mallas son acelulares, no hay lla que lleve a las condiciones favorables para el
reacciones inmunogénicas. Sin embargo, la desarrollo de un seroma sobre la prótesis. Este se-
mayoría de los artículos que refieren su uso en roma debe ser removido si se desea que la cura-
campos contaminados son reportes de casos o ción de la herida sea óptima, por lo que se aconse-
series muy pequeñas. ja dejar un drenaje de localización subcutánea o
7. El material protésico se coloca en forma extraperi- supraaponeurótica que debe ser retirado cuando
toneal si se trata de polipropileno como reforza- el gasto no sea mayor de 50 mL/día.
miento del cierre fascial o de manera intraperitoneal 10. Se continúa con la administración de antibióticos
si se trata de la bicapa de polipropileno y celulosa durante el periodo posoperatorio.
oxidada, para efectuar una plastia dinámica. Tam-
bién se ha propuesto una técnica en la que se coloca
la hoja de polipropileno entre dos capas de perito- Al utilizar esta técnica incluso los grandes defectos de
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neo del sobredistendido saco herniario, lo cual la pared con contaminación pueden ser manejados en un
impide el contacto directo con las vísceras abdomi- solo tiempo quirúrgico. En este grupo de pacientes la ci-
nales o los tejidos de la pared anterior. rugía fue posible y segura; se cree que en los casos selec-
8. En los casos iniciales se dio una cobertura cutá- cionados y con apego fiel a una rutina quirúrgica esta-
nea con colgajos de piel con un espesor total y te- blecida esta conducta puede ser una buena opción.

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Capítulo 51
Abdomen abierto. Estrategias de manejo
Humberto Arenas Márquez, Roberto Anaya Prado, Luis Manuel Barrera Zepeda,
David Munguía Torres

INTRODUCCIÓN realizan en un periodo variable de 48 a 72 h con cierre


temporal del abdomen, que culmina con el cierre de la
pared que afronta aponeurosis con aponeurosis.2 Desde
un punto de vista virtual, pueden utilizarse todos los ma-
El abdomen abierto representa una estrategia quirúrgica teriales que puedan ser suturados a los márgenes mioa-
que ha resultado del avance en el manejo operatorio del poneuróticos de la laparostomía. Éstos se aproximan
paciente con trauma, infección intraabdominal severa y gradualmente hasta afrontarlos uno a otro y, cuando el
algunas otras emergencias abdominales, ante lo cual se problema abdominal haya sido resuelto definitivamen-
han introducido diversas técnicas, de las cuales ninguna te, se cierra la pared abdominal. Esta técnica es una mo-
ha demostrado superioridad. Se sabe que la pérdida del dificación del Etappenlavage descrito por el Dr. Witt-
dominio de la pared abdominal y la contracción de los mann en 1990, que junto con sus colaboradores
tejidos imposibilitan muchas veces el cierre primario, comparó diversos mecanismos para el cierre temporal
por lo que no sólo deben conocerse las indicaciones para de la pared abdominal en 117 pacientes por peritonitis
dejar un abdomen abierto, sino contar con la mejor op- purulenta mediante suturas de retención, cierres sim-
ción técnica para contenerlo temporalmente y proteger ples (zipper), cierre con lámina plástica (slide fastener)
el contenido visceral, así como con el abordaje moderno y un análogo del VelcroR (Velcro USA Inc., Manches-
para su manejo y cierre definitivo. ter, NH), y concluyeron que este último es la opción más
Actualmente se reconocen cinco indicaciones para práctica, puesto que está libre de complicaciones atri-
dejar el abdomen abierto tras una laparotomía (cuadro buidas a su uso, con una mortalidad predicha de 47% y
51--1), y quizá las más comunes sean el manejo de la in- una tasa de mortalidad real de 25%.3
fección intraabdominal y el control de daños en la ciru- La infección intraabdominal es una indicación para
gía de trauma, cuyos objetivos primarios están encami- el manejo del abdomen abierto en el caso de que durante
nados al control de la hemostasia, las secreciones y las la cirugía no se pueda controlar la fuente de infección,
E Editorial Alfil. Fotocopiar sin autorización es un delito.

fugas intestinales, y a evitar la hipertensión intraabdomi- de tal manera que se permita el acceso repetido a la cavi-
nal (síndrome compartimental), que con frecuencia ocu- dad peritoneal y se facilite la remoción de bacterias, to-
rre por el edema de tejidos.1 Ello da la oportunidad de
estabilizar al paciente y facilitar el manejo del abdomen
Cuadro 51--1. Indicaciones para
abierto con procedimientos que incluyen una nueva lapa-
el manejo con abdomen abierto
rotomía programada, con el fin de monitorear las compli-
caciones abdominales y reparar las lesiones, así como la 1. Control de daños en trauma abdominal severo
reparación temprana o tardía de la pared abdominal. 2. Infección intraabdominal severa
La reparación por etapas de la pared abdominal es 3. Síndrome compartimental
una técnica que incluye operaciones seriadas que son 4. Isquemia mesentérica
planeadas antes o después de la primera cirugía y que se 5. Infección necrosante de la pared abdominal

429
430 Hernias de la pared abdominal. Tratamiento actual (Capítulo 51)

acuerdo con su gravedad. La hipertensión leve tiene un


aumento de la presión de 10 a 20 mmHg, que general-
mente es bien compensado y no se presentan cambios
clínicos significativos que requieran alguna terapia; la
hipertensión abdominal moderada alcanza una presión
de 21 a 35 mmHg y la hipertensión severa presenta pre-
siones mayores de 35 mmHg, que requieren descom-
presión abdominal quirúrgica.7,8 En el paciente con is-
quemia mesentérica la necesidad del abdomen abierto
tiene el fin de evaluar la viabilidad del intestino y la po-
sibilidad de resecar segmentos isquémicos adicionales.
Por último, los pacientes con infección necrosante de la
pared abdominal requieren mantener el abdomen abierto
a fin de controlar la fuente de la infección y evitar su
progresión e invasión a otros tejidos; sin embargo, esto
resulta muchas veces en grandes defectos de la pared,
dado que no pueden ser cerrados de manera primaria.9,10

MANEJO DEL ABDOMEN ABIERTO


(LAPAROSTOMÍA)
Figura 51--1. Laparostomía abierta.

Hoy en día se cuenta con diversas técnicas para el mane-


jo del abdomen abierto; la más antigua es la laparosto-
xinas, tejido no viable y colecciones, así como el ade- mía abierta, cuya variante más frecuente es la laparosto-
cuado drenaje para limitar el proceso inflamatorio; es- mía contenida, que consiste en dejar la cavidad
tos principios fueron propuestos por Kirschner en 1926 abdominal comunicada temporalmente hacia el exte-
y constituyen los principios básicos en el manejo de la rior. En 1928 el Dr. Faure, cirujano francés, modificó la
sepsis abdominal.1,4,5 Sin embargo, aunque existen po- técnica de Mikulicz para el tratamiento de los abscesos
cas evidencias de que el manejo del abdomen abierto pélvicos y la peritonitis en la mujer, mediante la coloca-
mejora los resultados en estos pacientes, como los re- ción de una especie de saco con un apósito dentro de la
portados por el Dr. Schein, quien encontró mayores com- pelvis, el cual se rellenó con otras gasas que se retiraron
plicaciones en los sujetos con un cierre demasiado tem- de manera progresiva hasta que el abdomen fue cerra-
prano, es bien reconocida la asociación entre la do.2,11 Por otro lado, el Dr. Mughal y col. dejaron la cavi-
infección abdominal severa y la hipertensión intraabdo- dad abdominal abierta y esperaron su cierre por granu-
minal como consecuencia del cierre temprano, en espe- lación en 18 pacientes con sepsis abdominal grave,
cial en peritonitis difusa, donde además del deterioro de aunque se reportó una mortalidad de 28%.12 Algo simi-
la función renal, hepática, cardiovascular y pulmonar lar hicieron Dic y Mackay,11 que utilizaron este método
existe hipoperfusión intestinal, de tal forma que, al con- en pacientes con pancreatitis y fijaron sólo los bordes de
juntar estos principios en el manejo de la infección la herida hacia el lecho pancreático; no se reportaron fís-
intraabdominal, se ha logrado una reducción drástica de tulas, pero todos los pacientes padecieron hernia ven-
la mortalidad en comparación con el manejo tradicional tral. Scripcariu y col. manejaron a 18 pacientes y 11 de
que se hacía en épocas pasadas.6 ellos desarrollaron fístulas, las cuales fueron reparadas
El síndrome compartimental abdominal es una con- una vez que se cicatrizó la laparostomía.13
dición en la que el aumento sostenido de la presión in- Como puede observarse, la laparostomía fue en sus
traabdominal afecta adversamente la función de todo el inicios la técnica de elección para el manejo del abdo-
tracto gastrointestinal, así como los órganos extraperi- men abierto; sin embargo, ahora representa un aumento
toneales que resultan de la hipoperfusión y la falla orgá- en el riesgo de la pérdida del dominio de la pared abdo-
nica múltiple en situaciones como trauma, quemaduras, minal, la formación de hernias ventrales que promue-
pancreatitis, sepsis abdominal y reanimación masiva ven la formación de fístulas y la prolongación de la
con líquidos, y puede dividirse en tres categorías de estancia intrahospitalaria (figura 51--1). Sleeman y col.,
Abdomen abierto. Estrategias de manejo 431

que estaban a favor de dicho procedimiento, puntualiza- partimental independientemente del sitio donde se colo-
ron que todos sus pacientes manejados con abdomen caron los clips, dada la poca capacidad de la cavidad ab-
abierto y cubiertos con apósitos sobre un lecho de tejido dominal para distenderse ante el edema o las secrecio-
de granulación desarrollaron fístulas enterocutáneas.14 nes constantes, por lo que con el tiempo se ha
abandonado la práctica de este procedimiento.
Actualmente es muy importante el uso de material
sintético en el abdomen abierto para prevenir la evisce-
MANEJO DEL ABDOMEN ración y las complicaciones asociadas ante la exposi-
ABIERTO CONTENIDO ción de asas. La bolsa de Bogotá, introducida por un
grupo de cirujanos de Colombia con experiencia en el
manejo del trauma abdominal penetrante, fue una de las
primeras alternativas utilizadas en este ámbito y aún
Hoy se cuenta con diversas opciones para contener constituye una herramienta útil. En la técnica se utilizan
temporalmente el abdomen abierto (cuadro 51--2). La bolsas estériles de polivinilo de soluciones salinas que
elección de alguna de ellas varía de acuerdo con las cir- pueden ser suturadas a la piel y a la fascia de la pared ab-
cunstancias clínicas y la preferencia personal de cada ci- dominal (figura 51--2 A). También se han utilizado bol-
rujano. En teoría, el cierre temporal abdominal debe sas de solución para irrigación genitourinaria o cubier-
cumplir con los siguientes principios, todos ellos enca- tas de los casetes del equipo de rayos X. Sus principales
minados a la protección del contenido abdominal: con- ventajas son su fácil disponibilidad y bajo costo; sin em-
tener las vísceras abdominales, proteger las vísceras de bargo, la desventaja es que no evitan la retracción de
lesiones mecánicas, mantener la humedad intestinal, fascias, no permiten un adecuado control de las secre-
prevenir la adhesión de las vísceras a los materiales uti- ciones y existe un mayor riesgo de fístulas y eviscera-
lizados para el cierre, prevenir la adherencia de las vís- ción (figura 51--2 B).2,16
ceras a la pared abdominal, minimizar el daño de tejidos Entre otros materiales que se han utilizado para el
y de la pared abdominal, prevenir la contaminación ex- manejo del abdomen abierto se incluyen las mallas de
terna de la cavidad peritoneal, controlar los egresos de polipropileno, los parches de politetrafluoroetileno, el
líquidos peritoneales, limitar el incremento de la pre- parche de Wittmann y las mallas absorbibles, incluido
sión intraabdominal y minimizar la pérdida del dominio el ácido poliglicólico y las mallas de poliglactina 910.
abdominal; asimismo, es de fácil aplicación, reproduci- Las mallas de polipropileno se utilizaron ampliamente
ble, tiene un costo accesible y es durable.1,15,24 en el pasado, pero hoy han perdido popularidad, debido
El cierre temporal de la piel es una opción para conte- al alto riesgo de desarrollo de fístulas enterocutáneas —
ner el abdomen; la técnica de cierre con pinzas de piel mejor denominadas fístulas enteroatmosféricas—, la
y campo (towel clip) fue utilizada ampliamente durante complejidad de su manejo y el considerable incremento
los inicios de la cirugía de control de daños como una de la morbimortalidad. Los doctores Jones y Jurkovich
forma rápida de culminar una laparotomía antes de la ci- analizaron 14 estudios reportados en la literatura y en-
rugía definitiva, con el fin de permitir la recuperación contraron una incidencia de 23% de fístulas entre 128
del sistema de coagulación, el estado de choque y la hi- pacientes que fueron manejados con mallas para el cie-
potermia en las unidades de terapia intensiva. Los clips rre temporal de la pared abdominal.17 Las mallas de
comenzaron a utilizarse en la fascia de la pared abdomi- MarlexR sólo deben utilizarse cuando se planee su
nal, pero posteriormente se modificó la técnica con la
E Editorial Alfil. Fotocopiar sin autorización es un delito.

retiro temprano, porque está demostrado que a largo


colocación de clips sobre la piel cada 1 o 2 cm; no obs- plazo erosionan el intestino (figura 51--3).
tante, muchos pacientes desarrollaron síndrome com- En 1983 el Dr. Kern y col. utilizaron una vaina corru-
gada de silicón como parte del cierre temporal de la pa-
red abdominal y lograron el cierre primario en 13 de los
17 pacientes que sobrevivieron.18 Posteriormente, el
Cuadro 51--2. Opciones de cierre uso de las mallas de politetrafluoroetileno (PTFE--Go-
temporal del abdomen abierto re--TexR) ofreció mejores alternativas en el cierre tem-
1. Afrontamiento de la piel poral de la pared, dado que este material es inerte, fuerte
2. Abdominoplastia (separación de componentes) y microporoso. Mizrahi utilizó este material para cubrir
3. Mallas absorbibles los cierres simples (zipper) fijados a la malla evitando
4. Mallas no absorbibles algunos de los problemas mecánicos y geométricos aso-
5. Vacuum ciados con su uso, como trauma a las vísceras contiguas
432 Hernias de la pared abdominal. Tratamiento actual (Capítulo 51)

A B
Figura 51--2. A. Bolsa de Bogotá en cierre temporal de la pared abdominal. B. Evisceración a través de la bolsa de Bogotá.

e incorporación al intestino subyacente. Sin embargo, la Cnotaa y asociados, y Alibadi--Wahle y col. realizaron
porosidad del PTFE permite la incorporación de bacte- estudios experimentales en animales con el desarrollo
rias que colonizan la malla.19 Bleichrodt y col. reporta- de nuevas combinaciones inertes en las que se exploran
ron que en tres pacientes con contaminación de la pared las propiedades del poliuretano cubierto en uno de sus
abdominal utilizaron este tipo de malla y tuvieron que lados con silicona de elastómera y las de la malla de po-
retirarlo en dos de ellos por la presencia de sepsis; los lipropileno cubierta con el mismo material de silicona
mismos autores obtuvieron estos resultados en un estu- de elastómera. Ambas se analizaron en condiciones con
dio experimental con animales.20 contaminación y sin ella, lo cual confirma la superiori-
En un intento por encontrar otras opciones, el Dr. dad de una sobre la otra.22
Amid y col. demostraron que cubriendo la cara visceral En la parte inicial del manejo del abdomen abierto se
de la malla con una capa no absorbible de cierto bioma- pretende aproximar gradualmente cualquier material
terial se eliminaba por completo la adhesión a los órga- sintético manteniendo la tensión sobre la línea media,
nos abdominales, lo cual dio lugar a una malla comer- con el fin de facilitar o acelerar el cierre secundario de
cial (ComposixR, Davol) elaborada de polipropileno la aponeurosis. Sin embargo, existe cierta controversia
con una cubierta interna de politetrafluoroetileno.21 respecto a si se debe suturar el material sintético a la piel

A B
Figura 51--3. A. Malla de polipropileno en el cierre temporal de la pared abdominal. B. Retiro temprano de malla una vez lograda
la granulación
Abdomen abierto. Estrategias de manejo 433

Cuadro 51--3. Ventajas del parche de Wittmann


Parche de Wittmann Bolsa Malla
Comentario Comentario Comentario
Riesgo de evisceración Mínimo, nulo Alto Mínimo
Riesgo de formación de fístula Mínimo, nulo Mediano Alto
Capaz de adaptarse al incremento de la PI Sí No No
Capaz de evitar retracciones de la fascia Sí No No
Adherencias a tejidos No No Sí
Cierre primario de la pared abdominal Sí No No
Menor incapacidad Sí No No
Tomado de: Losanoff JE: J Am Coll Surg 2002;195:105--115.

o a la aponeurosis. Los argumentos a favor de suturarlo


a la piel indican que se reduce el riesgo de perder la apo-
neurosis por el mal manejo y deterioro de la misma, y
que es un elemento fundamental en la reparación defini-
tiva de la pared. Por el contrario, cuando la fijación se
hace a la aponeurosis se reduce la tendencia a perder la
superficie o dominio de la pared abdominal, evitando la
retracción continua de la fascia, lo cual se realiza siem-
pre que es posible en busca de la aproximación gradual
de los bordes de la aponeurosis para facilitar el cierre
temprano, excepto en los casos donde la aponeurosis se
encuentra dañada por un inadecuado manejo del abdo- A
men abierto. El parche de Wittmann fue diseñado para
el manejo del abdomen abierto y facilitar el cierre gra-
dual de la pared abdominal, por lo que tiene algunas
ventajas sobre otras técnicas (cuadro 51--3). Este parche
consta de dos piezas que se aproximan entre sí en forma
de VelcroR, cada una de las cuales se fija a uno de los
lados de la pared abdominal y permite expandir la cavi-
dad al momento del cierre temporal, evitar el incremen-
to de la presión intraabdominal, facilitar la relaparoto-
mía programada y permitir en muchos de los casos un
cierre definitivo temprano (figura 51--4). Sobre el par- B
che ya cerrado se coloca un tubo para aspiración conti-
nua, el cual se cubre con un apósito y una cubierta plás-
tica que permite generar una atmósfera hipobárica bajo
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succión. No se colocan drenajes dentro de la cavidad. El


afrontamiento progresivo también puede llevarse a
cabo con otros materiales para el cierre temprano de la
pared abdominal. El Dr. Fabian, de la Universidad de
Tennessee, reportó que 22% de 166 pacientes han logra-
do el cierre secundario de la aponeurosis con el cierre
gradual de la pared mediante el empleo de malla de áci-
do poliglicólico.3,16
Una técnica alternativa con el uso de materiales sin- C
téticos es el uso del sistema vacuum, una técnica descri-
Figura 51--4. A. Parche de Wittmann en el cierre temporal
ta en 1995 por Brock y Barker23 (figura 51--5). Este sis- del abdomen abierto. B. Abordaje de la cavidad a través del
tema analizado consta de cuatro capas.24,25 La capa más parche de Wittmann. C. Cierre definitivo temprano una vez
profunda es una hoja perforada de polietileno que se co- retirado el parche de Wittmann.
434 Hernias de la pared abdominal. Tratamiento actual (Capítulo 51)

Sistema VAC
colocado
Limpieza y
granulación

Abdomen
Esponja abierto
colocada granulación
a 100%

Figura 51--5. Sistema vacuum. Tomado de: Robledo F: Cir Ciruj 2006;74:107--113.

loca sobre las vísceras peritoneales y por detrás del peri- una resección o reparación intestinal, los autores de esta
toneo de la pared abdominal a manera de barrera física técnica reportaron sólo 4.3% de fístulas en un segui-
entre el bloque visceral y la pared abdominal, previnien- miento de cuatro años, contrario a lo reportado por el Dr.
do las adherencias entre el intestino y la pared abdomi- Vries Reilingh, quien encontró una incidencia de fístu-
nal. Las perforaciones de esta capa permiten la salida de las de hasta 33% con el uso de este sistema.27
líquido peritoneal, que es evacuada a través del sistema
vacuum, que mantiene la herida seca. La segunda capa
consta de una esponja flexible de poliuretano o apósitos FÍSTULAS INTESTINALES EN EL
quirúrgicos que deben cubrir la extensión del defecto ABDOMEN ABIERTO: PRINCIPIO
abdominal, de tal manera que sus bordes queden entre DE MANEJO
la capa más profunda y por detrás del peritoneo parietal,
para evitar la salida del contenido abdominal. La tercera
capa consta de dos drenajes de silicón que se colocan
por arriba del apósito o esponjas quirúrgicas, y sirven La fístula enterocutánea es una comunicación entre el
para proporcionar una presión negativa y controlar los tubo digestivo y la piel; sin embargo, en presencia de un
egresos de las secreciones abdominales; la succión debe asa intestinal perforada en medio de un abdomen abier-
ser continua entre 100 y 150 mmHg. La capa superficial to se enfrenta una gran catástrofe, puesto que la fístula
es una cubierta de poliéster con adhesivo que se coloca queda expuesta. En general, bajo estas circunstancias,
encima de las capas previas y cubre la piel que delimita el tejido alrededor de la fístula no está bien vasculariza-
el defecto abdominal. Miller y col.26 hicieron uso de este do, lo cual limita la posibilidad del cierre espontáneo;
sistema y reportaron la posibilidad del cierre secundario además, si se considera el caso de un abdomen abierto
de la pared abdominal en 80% de los casos por arriba de en un medio con contaminación peritoneal, donde las
lo descrito por el Dr. Fabian con el uso de la malla de áci- asas presentan un importante edema, se predispone el
do poliglicólico. Sin embargo, aunque existe la incerti- desarrollo de nuevas fístulas, lo cual perpetua la infec-
dumbre respecto a si el uso del sistema vacuum puede ción intraabdominal y complica el manejo de la herida
promover la dehiscencia de la sutura intestinal en las con un alto riesgo de mortalidad.1 Por lo tanto, sin im-
anastomosis de los pacientes que fueron sometidos a portar el método seleccionado para el cierre temporal
Abdomen abierto. Estrategias de manejo 435

A B
Figura 51--6. A. Fístula enteroatmosférica de bajo gasto manejada con fibrina. B. Cubierta de la fístula con piel.

del abdomen, las asas expuestas deben ser meticulosa- neal, lo cual garantiza la ausencia de obstrucción distal
mente protegidas y manejadas por un equipo experto, y que la fístula sea cubierta por la piel, pero dejando un
dado que cuanto mayor sea el tiempo que un abdomen drenaje para el control y la cuantificación del gasto (fi-
abierto se deje sin una cubierta de las asas, mayor será gura 51--6).16,28 En el caso de las fístulas con alto gasto
la posibilidad de erosión del intestino. El mejor trata- de aparición temprana se recomienda volver a operar
miento para las fístulas en abdomen abierto es la pre- tempranamente dentro de los primeros 7 a 10 días, hasta
vención. aislar el asa comprometida como un estoma terminal y
Para tratar una fístula en abdomen abierto es esencial diferir su reparación a un segundo tiempo (figura 51--7).
controlar la fuente de infección y el foco de contamina- Puede esperarse la presencia de fístulas de alto gasto en
ción. En los pacientes seleccionados el uso de sellos de el abdomen que no fueron manejadas adecuadamente
fibrina humanos puede permitir el cierre de una fístula desde el principio hasta que la herida se granule y se for-
de bajo gasto en un abdomen abierto, donde el bloque me el epitelio para limitar el orificio fistuloso, el cual re-
visceral está completo y la fístula se desarrolla sobre un quiere un manejo multidisciplinario para su control y su
tejido de granulación que evita la contaminación perito- gasto (figura 51--8). La exteriorización de la fístula y su
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A B
Figura 51--7. A. Fístula enteroatmosférica de alto gasto. B. Reoperación temprana y conversión a estoma terminal.
436 Hernias de la pared abdominal. Tratamiento actual (Capítulo 51)

La intubación de una fístula en un abdomen abierto


o la colocación de puntos con la intención de lograr su
cierre resultan en un grave error, puesto que pueden
conducir a un orificio de mayor tamaño, donde no sería
posible controlar el drenaje (figura 51--7).30--32

CIERRE DEFINITIVO
DE LA PARED ABDOMINAL

En la reconstrucción definitiva de la pared abdominal la


hernia incisional es la causa más común de defectos ab-
dominales crónicos, con una incidencia de 11 a 20%
después de la laparotomía, por lo que el tiempo apropia-
do para la reconstrucción es de suma importancia y debe
restablecerse la integridad funcional y estética de la pa-
red abdominal libre de tensión.16,33 El cierre puede ha-
cerse de manera temprana, es decir, durante la misma
hospitalización para el manejo del abdomen abierto, o
bien en forma tardía, lo cual implica que habrá que espe-
B rar un tiempo considerable (entre tres y cuatro meses)
para realizar la reconstrucción de la pared abdominal.34

Cierre temprano

Actualmente existen diversas técnicas para el cierre tem-


prano de la pared abdominal, pero se recomienda hacerlo
al final de la última laparotomía, con la certeza de que la
patología que incitó el abdomen abierto está resuelta,
C aunque el gran desafío es la posible presencia de múlti-
ples adherencias que pongan en riesgo el manejo de la
Figura 51--8. A. Fístula enteroatmosférica limitada por teji-
do de granulación. B. Resección de fístula y cierre temporal cavidad y la posibilidad de dañar el intestino. Asimismo,
abdominal. C. Cierre definitivo. debe considerarse si el paciente requerirá alguna reinter-
vención, como en los casos con estomas temporales, ya
que en ellos se sugiere el cierre provisional de la piel,
difiriendo el cierre definitivo hasta el momento de reali-
diversión proximal representa otra opción, donde el “es- zar la reconexión del tubo digestivo, lo cual sucede
toma flotante” descrito por Subramanian29 es una solu- varios meses después. Cabe mencionar que el cierre
ción a este problema; consiste en suturar los bordes del directo de la aponeurosis sin tensión deberá llevarse a
orificio intestinal al silo plástico utilizado para el cierre cabo independientemente de que se cuente o no se cuente
temporal del abdomen, lo cual crea un estoma que per- con estomas, lo cual en muchas ocasiones es posible
mite controlar el proceso infeccioso mientras el proceso debido al uso de dispositivos para el manejo del abdomen
de granulación se completa y permite el cierre de la fís- abierto que evitan la retracción de la fascia y facilitan la
tula en un segundo tiempo. aproximación progresiva, como el parche de Wittmann.
Algunos reportes han mostrado éxito con el manejo El uso de tejido autólogo en la reconstrucción de
de la herida asistida con el vacuum o con el uso de bolsas grandes defectos abdominales minimiza el riesgo de
de ostomía para el control del gasto, para repararla una hernia y evita algunos problemas asociados con los ma-
vez que el paciente esté libre de infección en un término teriales sintéticos, debido a su menor tendencia a la in-
de tres o cuatro meses. fección, la erosión, la extrusión y el rechazo. Aunque
Abdomen abierto. Estrategias de manejo 437

Figura 51--9. Representación esquemática de la rotación


del colgajo de vaina anterior de los músculos rectos abdomi-
nales.

siempre se han utilizado injertos de piel aplicados direc-


tamente sobre el peritoneo y el intestino, esto no se reco-
mienda, dado que normalmente requieren varias inter-
venciones para la reconstrucción final, las cuales
repercuten al final en altos costos. Sin embargo, la mo-
vilización de colgajos puede ofrecer ventajas, pues dis- Figura 51--10. Movilización de colgajo de fascia de los rec-
minuye la morbilidad por la reconstrucción en una sola tos abdominales.
etapa, reduce los costos y aumenta el impacto social
ante una cicatrización rápida con resistencia a la infec-
ción.35,36 El Dr. Kushimoto y col.37 utilizaron la rotación siones los grandes defectos no pueden ser reparados y se
de la vaina anterior del recto abdominal en forma bilate- requieren implantes sintéticos adicionales. De Vries Rei-
ral para la reconstrucción de la pared abdominal (figu- lingh reportó hasta 32% de herniación recurrente en una
ras 51--9 y 51--10). En su serie de 29 casos se manejaron serie de 43 pacientes manejados con esta técnica.43
11 pacientes con esta técnica y no presentaron dehiscen-
cia de la fascia ni hernia durante el seguimiento de 65
meses. Kuo y col. reportaron la reconstrucción con col- S
gajo libre anterolateral y fascia lata en grandes defectos R R
abdominales y tuvieron éxito en la sobrevivencia, sin la A
E Editorial Alfil. Fotocopiar sin autorización es un delito.

presencia de hernia ventral posoperatoria.38 Kimata R R


también describió la reparación de defectos abdomina-
les mediante el uso de colgajos libres —pero sin el uso
de fascia lata— con resultados favorables.39 S R
La técnica de separación de componentes fue descrita
R A
por Ramírez y col. en 199040 (figura 51--11), pero ha su-
frido algunas modificaciones para la reconstrucción de la
pared.41--42 La técnica original incluía una descripción de
avance de colgajos miocutáneos después de incisiones R R
relajantes en la pared abdominal, para permitir la movili-
zación de 3 a 5 cm de cada lado. A pesar de sus claras A
ventajas, esta operación requiere una extensa disección Figura 51--11. Diagrama esquemático de la técnica de se-
que no siempre es suficiente, por lo que en muchas oca- paración de componentes.
438 Hernias de la pared abdominal. Tratamiento actual (Capítulo 51)

Con el creciente aumento de la experiencia con el uso


de tejidos biológicos se ha recurrido a otras alternativas,
como la duramadre,44--46 la mucosa porcina,47,48 la der-
mis porcina xenogénica,49--50 la membrana amniótica
humana,51 el pericardio xenogénico bovino49 y la matriz
dérmica acelular.53 Esta última se incorporó reciente-
mente y satisface la mayoría de los criterios de los mate-
riales sintéticos ideales para la reparación de la pared
abdominal, además de que puede obtenerse de bancos
cadavéricos o de dermis porcina, aunque ésta provoca
una respuesta inmunitaria significativa que resulta en
una cicatrización deficiente. Por ello, la matriz acelular
de humano es de baja antigenicidad, tiene capacidad de
rápida vascularización y amplia permeabilidad a flui-
dos, es plegable y no es carcinogénica. En un modelo
experimental que comparó las propiedades biomecáni-
cas de la matriz acelular con polipropileno en la recons-
trucción de la pared, el Dr. Zheng y col.54 demostraron
una menor respuesta inflamatoria, menos adherencias,
mayor depósito de colágena y mayor neovasculariza-
ción que el polipropileno, con una fuerza tensil compa-
rable de 90 días. Asimismo, el Dr. Gary An52 reportó
una reducción significativa en el cierre de heridas abdo-
minales en ratas en comparación con el uso de PTFE, in-
cluso en presencia de peritonitis.
Finalmente, entre las técnicas más utilizadas está la
plastia de pared con el uso de mallas, como las de poli-
Figura 51--12. Malla ProceedR en el cierre definitivo de la
propileno o PTFE, cuya ventaja principal es su accesibi- pared abdominal.
lidad y facilidad de aplicación al fijarlas entre 1 y 2 cm
del borde de la fascia, lo cual parece asegurar mejores
resultados. La principal desventaja de las mallas, como estética de la pared abdominal, siempre y cuando sea li-
se sabe, es el riesgo que tienen de formar fístulas, por lo bre de tensión. En la reconstrucción tardía la muscula-
que siempre que sea posible el epiplón debe ser coloca- tura de la pared abdominal tiende a contraerse y a perder
do como una barrera entre las asas y la malla; de lo con- el dominio de la pared, lo cual dificulta la movilización
trario, deberá hacerse uso de mallas especiales, como de los componentes de la pared y da lugar a un cierre
las de politetrafluoroetileno, que incluyen la Dual bajo tensión o con alta posibilidad de formación de her-
MeshR (W. L. Gore & Associates, Flagstaff, Arizona) nias. En el caso de los pacientes con estomas o fístulas,
o la ProceedR (Johnson & Johnson), las cuales cuentan en quienes se difirió el cierre definitivo de la pared, se
con una cara antiadherente que permite el contacto di- recomienda que al momento del cierre o reinstalación
recto con las asas, que reduce la formación de adheren- se maneje de nuevo el abdomen abierto contenido de
cias y fístulas (figura 51--12). No se recomienda su uso forma temporal durante un periodo aproximado de 8 a
en el cierre temprano, debido al alto riesgo de contami- 10 días y, si no existe fuga, cerrar la pared abdominal
nación, aunque es una excelente alternativa en el cierre con cualquiera de las técnicas descritas34--59 (figuras
tardío.16,33,34 51--8 y 51--13).

Cierre tardío CONCLUSIONES

Consiste en una plastia de la pared en todo paciente con


hernia ventral después del manejo del abdomen abierto, Sin duda, el manejo del abdomen abierto continúa sien-
con el objetivo de restablecer la integridad funcional y do un reto para el cirujano, puesto que requiere un
Abdomen abierto. Estrategias de manejo 439

Abdomen
abierto

Estomas No estomas

Fuente de Fuente de infección


Infección controlada

Cierre de piel No posible Cierre definitivo


temprano

Cierre definitivo
tardío 3 a 4 meses Cierre primario Rotación de
aponeurosis colgajos

Cierre de No estomas
estoma o fístula Separación de Mallas
componentes

Abdomen
abierto 8 a 10

No fugas Cierre definitivo

Figura 51--13. Algoritmo en el manejo del abdomen abierto.

manejo por parte de manos expertas. La decisión de ma- aun cuando esto no sea posible, se dejan defectos her-
nejar un paciente con abdomen abierto se debe tomar niarios de menor tamaño. El mejor tratamiento de las
durante la cirugía inicial. El abdomen abierto facilita la fístulas en abdomen abierto es la prevención y el cierre
práctica de otra laparotomía en forma programada, con definitivo siempre deberá ser libre de tensión.
la primera en un lapso no menor de 48 h. En los pacientes con estomas temporales, en quienes
Cuando se maneja a un paciente con abdomen abierto no es posible la aproximación de la aponeurosis sin ten-
debe considerarse que una vez controlada la patología sión, se recomienda realizar únicamente el cierre de la
deberá cerrarse la pared en forma temporal o definitiva, piel y diferir el cierre definitivo para el momento de la
lo cual puede facilitarse con el uso de dispositivos espe- reconexión. Cuando se decide poner una malla tradicio-
cialmente diseñados para propiciar la aproximación de nal para el cierre definitivo se debe colocar el epiplón
fascias y evitar su retracción, permitiendo en muchos como una barrera entre la malla y las asas intestinales,
casos el cierre directo de la aponeurosis; sin embargo, o utilizar mallas con superficie antiadherente.
E Editorial Alfil. Fotocopiar sin autorización es un delito.

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E Editorial Alfil. Fotocopiar sin autorización es un delito.
442 Hernias de la pared abdominal. Tratamiento actual (Capítulo 51)
Capítulo 52
Separación anatómica de componentes
(SAC) con prótesis y nuevas inserciones
musculares: método para operar la
eventración compleja
Fernando Carbonell Tatay, Santiago Bonafé Diana

Jamás se descubriría nada si nos considerásemos satisfechos con las cosas descubiertas.
Séneca (4 a.C. a 65 d.C.; Córdoba, España).

INTRODUCCIÓN Cuando la técnica que ahora se va a describir —que


en ocasiones se combina con neumoperitoneo previo—
está bien indicada y realizada puede ser una muy buena
solución a esta especial e importante patología de la pa-
En las reparaciones de eventraciones grandes, con de- red abdominal.
fectos mayores de 7 a 10 cm y otras de mayor tamaño Hay un factor común en la reparación de estas gran-
o recurrentes, que los autores de este capítulo y su grupo des eventraciones, sea que existan antecedentes clínicos
de trabajo definen como “catastróficas”, se han utiliza- de suboclusión previa o se carezca de ellos, que es la
do diversas técnicas quirúrgicas, que incluyen desde el apertura de la cavidad abdominal y, por lo tanto, del
cierre simple con suturas hasta la utilización de mio- saco o los sacos herniarios, y el cierre de ese defecto.
plastias, colgajos musculares o empleo de prótesis sin- Este cierre debe practicarse sin tensión en la línea de su-
téticas; sin embargo, no existe en la actualidad un con- tura, ya que desde trabajos como el de Lichtenstein se
senso entre los cirujanos ni evidencias científicas sabe la importancia de esta circunstancia en relación
suficientes, dada la imposibilidad de comparar grupos con la recidiva por el fallo isquémico a ese nivel, debido
de pacientes homogéneos, para elegir la técnica ade- a la tirantez que debe soportar.
cuada para cada proceso. Aun así, se sabe que las repa- Aunque fue Wolfer quien en 1892 utilizó una inci-
raciones con malla de sustitución o de refuerzo van a sión relajante en la aponeurosis para evitar tensión y que
condicionar un menor índice de recidiva, aunque esto ha llegara mejor el tendón conjunto al ligamento inguinal
sido discutido por algunos autores (da Silva, Ramírez, en la reparación de una hernia inguinal, y que muchos
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Herszage, Albanese, etc.). cirujanos han utilizado incisiones relajantes en las apo-
Existe un grupo especial en estas eventraciones ca- neurosis de la pared abdominal al reparar eventracio-
tastróficas, constituido por pacientes obesos o con hepa- nes, fue Ramírez quien en 1990 reportó en Plastic and
topatías, trasplantes de órganos, diabetes evolucionada, Reconstructive Surgery su método para el cierre de los
broncopatías y cardiopatías crónicas, etc., con varias re- defectos de la cavidad abdominal, que consistía en “la
cidivas de la eventración, trastornos tróficos de la piel separación anatómica de componentes”, y consiguió
y en muchas ocasiones pérdida del derecho a domicilio avances de 4 a 6 cm de cada lado de los bordes del defec-
del contenido del saco con eventración, que plantean un to de una eventración cerrando así con menor tensión,
verdadero reto para los cirujanos. aunque no utilizó prótesis en su reparación.

443
444 Hernias de la pared abdominal. Tratamiento actual (Capítulo 52)

Figura 52--1. Paciente varón de 60 años intervenido de urgencia por diverticulitis aguda con colostomía terminal sigmoidea (Hart-
mann), con una gran eventración media y una hernia a nivel de la colostomía. Se le practicó una anastomosis terminoterminal
del sigma al muñón rectal, con autosutura y una reparación con separación anatómica de componentes (SAC) más prótesis de
nivel II con doble malla. No presentó recurrencia después de tres años de la intervención.

Los conocedores de este ingenioso método, como los también han reinsertado los colgajos de los músculos
autores de este capítulo, distinguieron dos niveles en separados en una nueva línea semilunar bilateral más
este tipo de reparación: según los bordes del defecto y externa.
la menor o mayor separación entre ellos, que condiciona Hasta donde se sabe, se trata de un nuevo método
tensión al suturarlos; asimismo, han utilizado prótesis apoyado en el de Ramírez. Esta nueva técnica ha permi-
grandes (llegan a ser de 50 x 50 cm) de baja densidad de tido reparar no sólo los defectos grandes de la pared de
polipropileno con poros mayores de 70 Å en regiones la línea media, sino algunos laterales, además de even-
submusculares, intercaladas en los planos de la separa- traciones catastróficas y otras acompañadas de hernias
ción para conseguir mejores resultados y poder operar paraostomales antes y después de la reparación (figuras
así grandes defectos de la pared abdominal; por último, 52--1 a 52--7). Con ella se han obtenido resultados muy

Figura 52--2. Mujer de 74 años intervenida dos años atrás por una perforación de sigma por tumor; se encontraba libre de enferme-
dad, pero se remitió por una enorme eventración y una hernia a la altura de la colostomía. Se le practicó una anastomosis rectosig-
moidea con autosutura y reparación al mismo tiempo en nivel I con malla de 50 x 50. No presentó recidiva dos años después.
Separación anatómica de componentes (SAC) con prótesis y nuevas inserciones musculares: método... 445

Figura 52--3. Varón de 65 años con trasplante renal y una gran eventración pararrectal derecha. Se le practicó una reparación
SAC nivel I con desinserción muscular del lado izquierdo contralateral. Se usó prótesis de polipropileno de 30 x 30 y no presentó
recidiva un año después de la intervención.

satisfactorios tanto para el médico como para el 6. Eventraciones medias con hernias paraostomales
paciente operado; se ha estado practicando desde el año concomitantes (por íleo o colostomías temporales
2003, por lo que tras obtener una buena experiencia, con o definitivas).
casi 100 casos, los autores se animaron a darla a conocer
a los cirujanos interesados en la cirugía de la pared
abdominal.
PREPARACIÓN PREOPERATORIA,
ESTRATEGIA DE TRATAMIENTO
GLOBAL. COLABORACIÓN DE OTROS
INDICACIONES DE LA TÉCNICA. ESPECIALISTAS. ESTUDIO PREVIO
SELECCIÓN DE PACIENTES

En muchas ocasiones, cuando los pacientes que se van


a someter a una intervención presentan cuadros de obe-
Los autores y su grupo de trabajo elaboraron un proto-
sidad mórbida asociada, incluso si posteriormente fue-
colo para incluir en la reparación los siguientes supues-
ron intervenidos por vía laparotómica con técnicas de
tos:
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cirugía bariátrica y presentaron eventración y colgajos


de piel sobrante, trastornos crónicos tróficos isquémi-
1. Eventraciones de la línea media infraumbilical y cos de la piel (figuras 52--8 y 52--9), broncopatías evolu-
supraumbilical con un diámetro mayor de 10 cm. cionadas, etc., se necesita el concurso dentro de un trata-
2. Siempre que exista tensión en la línea de sutura de miento global de distintos especialistas que colaboran
una eventración primaria. en la unidad de cirugía de pared abdominal, responsable
3. Eventraciones recurrentes en línea media. del caso a tratar, además de la aplicación de técnicas que
4. Algunos casos de eventraciones laterales, con consigan más espacio en la cavidad abdominal a repa-
gran defecto y tensión de cierre, en las que en oca- rar, como puede ser el neumoperitoneo terapéutico pre-
siones se separan los componentes del hemiabdo- vio y la fisioterapia respiratoria contundente.
men contralateral. El conjunto de procedimientos puede resumirse en
5. Eventraciones con pérdida de derecho a domici- los siguientes procesos, que el lector interesado aplicará
lio. con el fundamento de su saber quirúrgico:
446 Hernias de la pared abdominal. Tratamiento actual (Capítulo 52)

Figura 52--4. Varón de 70 años con eventración recurrente en dos ocasiones y fallos supraumbilicales e infraumbilicales. Repara-
ción nivel I con malla de 30 x 30. No hubo recidiva a los seis meses de la intervención.

Fisioterapia respiratoria tiempo comiencen a atrofiarse, lo cual facilita la salida


del contenido abdominal hacia la segunda cavidad, que
no tiene capacidad de contención de las presiones que
Se necesita siempre la colaboración de neumólogos es- se ejercen durante los movimientos respiratorios, por lo
pecializados en fisioterapia respiratoria previa a la in- que la presión disminuye y el diafragma desciende a su
tervención, que luego continuará en el posoperatorio vez, atrofiándose también y pudiendo llegar a un seudo-
inmediato y durante algunos meses después de la inter- diafragma inestable parecido al que se puede producir
vención hasta conseguir una capacidad pulmonar den- en los traumas diafragmáticos y del tórax (figura
tro de los límites de normalidad. 52--10). En las grandes eventraciones se produce tam-
En las grandes eventraciones se produce una segunda bién una hiperlordosis, que debe corregirse con fisiote-
cavidad abdominal y los músculos anchos del abdomen rapia muscular. Es por todo esto que se requiere por
se retraen progresivamente, ocasionando que con el fuerza la protocolización —con la participación de los

Figura 52--5. Mujer de 71 años con hernia umbilical recurrente de varios años de evolución y pérdida del derecho a domicilio. Se
hizo neumoperitoneo previo y reparación nivel I con abdominoplastia. Los resultados fueron excelentes al año. Presentó una pe-
queña isquemia de piel en el tercio inferior de la cicatriz, que curó sin problemas.
Separación anatómica de componentes (SAC) con prótesis y nuevas inserciones musculares: método... 447

Figura 52--6. Mujer de 62 años intervenida por obesidad mórbida un año atrás, que presentó una eventración media de gran
tamaño. Es la paciente ideal para el nivel I de la SAC más prótesis de malla de 30 x 30.

fisioterapeutas respiratorios— de una gimnasia respira- Otras veces, según el caso, se necesita la colabora-
toria eficaz que el paciente ejecute diariamente durante ción del cirujano plástico, para que en el mismo acto
un periodo variable, pero nunca menor de un mes antes quirúrgico practique las resecciones de piel necesarias
de la intervención. La aceptación de la pauta y la colabo- y, si hace falta, prepare los colgajos para cubrir el defec-
ración del paciente en estos procedimientos de prepara- to o ayude en la abdominoplastia.
ción son absolutamente imprescindibles para una ope-
ración exitosa.
Unidad de dietética y nutrición. Ejercicios
aeróbicos. Fisioterapia muscular

Preparación y cuidados de la piel. Un gran número de los casos que se operan presentan
Cirujanos plásticos sobrepeso u obesidad, por lo que se requiere la pérdida
de peso antes de la intervención. Aquí se solicita la cola-
boración de un dietista endocrinólogo que controle el
Debido a la cronicidad de la eventración, los pacientes peso, con la respectiva reducción del índice de masa
con recidivas con cicatrices previas o con colgajos dér- corporal y el seguimiento periódico.
micos tras la cirugía bariátrica laparotómica necesitan Hay que tener en cuenta que muchos pacientes fue-
un tratamiento en la piel antes de ser intervenidos, ron rechazados por los cirujanos que practican técnicas
puesto que presentan ulceraciones por isquemia, infec- de cirugía bariátrica y acuden con el herniólogo con ín-
ciones por hongos de los pliegues, etc., además de que dices de masa corporal mayores de 50.
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algunos requieren una resección de piel y una abdomi- En ocasiones se ha tenido que ingresarlos en el hospi-
noplastia. tal para un control más directo y tratamientos estrictos
Las lesiones observadas deben tratarse con cremas con preparados farmacéuticos hipocalóricos con nu-
hidratantes o pomadas fungicidas tópicas. El día trientes necesarios para no disminuir la inmunidad ni al-
anterior a la intervención el enfermo debe ducharse terar el proceso de la cicatrización fisiológica, mante-
con jabón antiséptico y lavar concienzudamente la niendo una adecuada tasa de proteínas en sangre.
piel con un jabón del tipo povidona yodada, como los Se aconseja una reducción de 20% del peso corporal
que se utilizan para el lavado de manos del cirujano, de los pacientes obesos. Como se sabe, el complemento
que después se cubrirá con un paño estéril para bajar de las dietas con un ejercicio aeróbico, como la camina-
al quirófano. Esta acción ayudará a evitar infeccio- ta durante una hora diaria, es suficiente para poder adel-
nes; un gran inconveniente es el posoperatorio, gazar. Es muy importante que el enfermo tenga concien-
puesto que siempre se infecta la prótesis alojada en cia de este procedimiento, para que lo cumpla y acepte,
el plano inmediato. y se pueda fijar la fecha de intervención.
448 Hernias de la pared abdominal. Tratamiento actual (Capítulo 52)

Figura 52--7. Mujer de 56 años con una enorme eventración por hernia umbilical recurrente e importantes problemas cutáneos
con ulceraciones, con una evolución de varios años. Se le practicó un neumoperitoneo previo (30 L en un mes) y se reparó con
nivel I con una resección importante de piel. Se obtuvieron muy buenos resultados y no se presentó recidiva tres meses después.

Obtener un buen tono muscular en todo el cuerpo y Aplicación de neumoperitoneo previo


sobre todo en el abdomen mediante la ejecución de ejer-
cicios apropiados que se pueden practicar con una bue- De acuerdo con la experiencia de los autores de este ca-
na faja ortopédica es fundamental y aconsejable para un pítulo, en algunos casos se requiere el neumoperitoneo
mejor resultado posoperatorio. previo, tal y como lo describió en 1946 el cirujano ar-

Figura 52--8. Mujer de 53 años con eventración de múltiples recidivas y cardiópata. Se hizo una reparación nivel I con malla de
30 x 30 cm. Se obtuvieron buenos resultados sin recurrencia a los tres años. Posteriormente presentó un cuadro de colecistitis
y se intervino por incisión subcostal sin problemas, se seccionó la malla previa y se hizo cierre en bloque.
Separación anatómica de componentes (SAC) con prótesis y nuevas inserciones musculares: método... 449

Hay que mencionar que los enfermos soportaron muy


bien el aire inyectado a dosis de 1 000 mL diarios, por
lo que no se tuvo que suspender el método (figura 52--5).

Análisis, pruebas de imagen y otros

Además de los estudios estandarizados, que incluyen


análisis completos con pruebas de coagulación, ECG,
pruebas ventilatorias y radiografías de tórax, los autores
siempre agregan una tomografía computarizada (TAC)
de abdomen y pared para medir los diámetros de los bor-
des de la eventración (muy útil para ir hacia clasificacio-
nes homogéneas y fiables), además de que en caso de
neumoperitoneo es útil para el control y el cálculo teó-
Figura 52--9. Eventración con ulceraciones en piel y pérdida rico de espacios disponibles, puesto que permite ubicar
del derecho al domicilio.
los sólidos con los espacios aéreos conseguidos, propor-
cionando una idea de las posibilidades de cabida de los
gentino Goñi Moreno, con el fin de conseguir más espa- elementos contenidos en el saco. Es importante la ayuda
cio en la cavidad abdominal para realojar el contenido de un radiólogo interesado en esta patología durante las
del saco intestinal sin hacer resección. exploraciones.
Las ventajas del neumoperitoneo y el método para
ponerlo en práctica han sido descritos magistralmente
por los doctores Herszage y Mayagoitia en otros capítu- Profilaxis antibiótica y antitrombótica
los de esta obra, por lo que no se describirán en esta oca-
sión. Sólo se añadirá que a los autores de este capítulo Cuando el paciente está hospitalizado y sometido a neu-
les ha resultado altamente eficaz en los tres casos de moperitoneo hay que administrarle desde el principio,
eventraciones catastróficas en los que han utilizado el de acuerdo con su peso, una dosis eficaz de heparina de
neumoperitoneo, donde han inyectado hasta 30 L de bajo peso molecular como profilaxis del tromboembo-
aire, con un mes como máximo de tratamiento con el pa- lismo y continuar en el posoperatorio inmediato, y se-
ciente internado, más medición de la presión intraabdo- gún el caso alargarla 30 días más.
minal (PIA) y la práctica de oximetrías, gasometrías y En todos los demás casos hay que administrar profi-
controles electrocardiográficos de manera simultánea. laxis antibiótica y antitrombótica. El antibiótico reco-
mendado cuando el paciente no es alérgico consiste en
amoxicilina más ácido clavulánico; cuando el paciente
es alérgico se recomienda ciprofloxacino o levofloxaci-
no en dosis altas.

Colaboración preoperatoria
E Editorial Alfil. Fotocopiar sin autorización es un delito.

del anestesiólogo

Se requiere que el anestesiólogo le haga una visita preo-


peratoria al paciente, conozca el caso y maneje las me-
diciones de la PIA, generalmente con sonda uretral y co-
lumna de agua o con manómetro si hay catéter de
neumoperitoneo. La presión intraabdominal la mide el
A B
cirujano durante la intervención, con simulación de cie-
Figura 52--10. A. Se produce una segunda cavidad prote-
rre y cierre definitivo si está dentro de los límites norma-
gida sólo con la piel, flexible y sin fuerza muscular para so- les; es muy recomendable que el anestesiólogo se ocupe
portar presiones intraabdominales. B. Mecanismo de ines- de todo el proceso y que decida el ingreso del paciente
tabilidad abdominal en las grandes eventraciones. tras la intervención en la cama prevista en la unidad de
450 Hernias de la pared abdominal. Tratamiento actual (Capítulo 52)

vigilancia intensiva o reanimación durante las primeras Colgajo cutáneo Saco herniario
horas del despertar anestésico y si continuará en ella Aponeurosis de oblicuo
mayor desinsertada
hasta la estabilización total con la ayuda de fisioterapia
respiratoria activa.

NIVELES DE LA REPARACIÓN.
DESCRIPCIÓN DE LA TÉCNICA Aponeurosis de
Aponeurosis oblicuo menor
Músculo recto posterior del recto

Existen dos niveles de reparación y disección de los


componentes anatómicos de la cavidad abdominal:

S Nivel 1: defectos grandes de entre 10 y 15 cm,


Desinserción
donde la desinserción y la liberación de los mús- aponeurosis posterior del recto
culos oblicuos mayores de ambos lados es sufi- Refuerzo de
ciente para conseguir el cierre del defecto sin ten- malla
sión (figura 52--10).
S Nivel 2: defectos mayores de 15 cm, donde no
basta el avance conseguido con la primera libera-
ción del músculo oblicuo en ambos lados y se re-
quiere la liberación en la cara posterior de ambos
músculos rectos (figura 52--11).
Cierre de aponeurosis Peritoneo
en línea media
Se inicia la reparación con profilaxis antibiótica y anti-
Figura 52--11. Separación--desinserción de los dos colga-
trombótica previa, resecando las cicatrices anteriores y jos del oblicuo mayor y la colocación de una prótesis de poli-
los segmentos de piel afectados por úlceras isquémicas. propileno en el nivel I y una segunda alojada en el nivel II,
Se continúa hasta conseguir dos colgajos de piel y tejido después de soltar los músculos rectos de su aponeurosis
celular subcutáneo hasta el nivel de la línea axilar posterior, donde se ubica.
externa, dejando muy disecada la aponeurosis sana en
ambos lados. En este paso es importante conocer la vas-
cularización de la piel y el tejido celular subcutáneo (ver dejar en los colgajos de la piel un buen tejido celular
el capítulo del Dr. Herszage), procurando no ligar los subcutáneo, que asegure el “almohadillado” y la parca
vasos en el tronco para no producir isquemias posteriores vascularización que llega a la piel.
en la piel. Se hace muy bien alternando el corte y la coa- Con el campo quirúrgico limpio, la hemostasia ade-
gulación con el electrobisturí, que el cirujano desliza cuada y muchas veces pequeñas ligaduras o puntos
inmediatamente por encima de la aponeurosis mientras transfictivos, se procede a la apertura del saco herniario
los cirujanos ayudantes tiran de la piel en sentido perpen- en toda su extensión, donde se liberarán todas las adhe-
dicular a la herida central, tomándola con unas pinzas de rencias del mismo a las asas o de éstas al peritoneo, de-
Allis o con las manos y aplicando compresas en los bor- jando la cavidad libre y sin ninguna fuerza por fijación
des; esta maniobra es sencilla y facilita la disección. que impida el cierre. En seguida se comprueba que los
Las prótesis previas, puesto que se trata de una even- bordes carezcan de tensión para el cierre y, sólo en esas
tración recurrente, se tienen que extirpar con facilidad circunstancias, se reseca el saco a nivel de los bordes de
—incluso si son de polipropileno—, para dejar la apo- la apertura de la pared.
neurosis limpia. Una vez abierto y liberado el abdomen, con el epi-
Una vez descubierta la aponeurosis sana se inicia la plón mayor en su sitio, se toma con la mano izquierda
disección del saco hasta su cuello; es importante no el borde de la herida que se tiene enfrente, abarcado toda
abrirlo, dado que permite una mejor disección de las es- la pared muscular; el colgajo de piel y el tejido celular
tructuras y una limpieza de toda la aponeurosis anterior subcutáneo están elevados por el ayudante; con la mano
del recto y del músculo oblicuo mayor. Es importante derecha se tira de la pared hacia uno y con la izquierda
Separación anatómica de componentes (SAC) con prótesis y nuevas inserciones musculares: método... 451

Modo de colocar la malla Modo de colocar la malla


en el espacio creado en el espacio creado
Colgajo oblicuo Colgajo oblicuo
menor liberado menor liberado

Sutura primaria de
defecto herniario

Figura 52--12. Se cierra la cavidad abdominal, una vez resecado el saco y comprobada la presión intraabdominal (PIA) correcta,
con sutura continua de material reabsorbible. Los dos colgajos de los músculos oblicuos están disecados y la prótesis se coloca
por debajo de ellos, tal como los indica el dibujo, ajustándola, dándole forma, seccionando la sobrante y fijándola con puntos en
sus ángulos; las grapadoras automáticas pueden facilitar el acceso.

se palpa la línea de inserción del oblicuo mayor a la vai- entonces con una o dos suturas continuas con material
na del recto (se palpa muy bien si se practica esta manio- reabsorbible, de preferencia monofilamentosa.
bra de atracción al centro); cogiendo el bisturí eléctrico, En caso de que continúe existiendo tensión o PIA ele-
con la mano derecha tras soltar la presión, se marca la vada, se diseca la aponeurosis posterior de ambos múscu-
línea de sección. Cuando el sitio es el adecuado no se los rectos, soltándolos y consiguiendo así el nivel II del que
observan fibras musculares y puede introducirse el dedo se habló (figura 52--13). Si a pesar de ello existe hiperpre-
índice a través de esa pequeña incisión en un espacio sión abdominal, antes de seccionar el saco se plica sobre sí
avascular que se irá disecando con la misma punta del mismo, como si fuera un cierre tipo Mayo, es decir, cru-
índice de manera roma hacia arriba, hacia las costillas zándolo con dos líneas de sutura (como si fuera la abotona-
y hacia abajo en el pubis; la sección con el bisturí eléctri- dura de una chaqueta o un abrigo cruzado), para dejar una
co sobre el dorso del dedo es fácil y tiene que hacerse separación de los bordes y conseguir una PIA normal. Pos-
muy pegados a la inserción en la cara externa del múscu- teriormente se coloca una malla encima del peritoneo, alo-
lo recto. jada por debajo de los músculos rectos, y otra encima,
Así se diseca la línea semilunar en el punto donde se colocada por debajo de los dos colgajos de oblicuo mayor,
inserta el músculo oblicuo mayor a la aponeurosis del para lograr una reparación efectiva, sin tensión y sin sín-
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recto, incidiendo en ella y desinsertándolo, para conse- drome de hiperpresión abdominal posoperatorio. Este
guir un colgajo de dicho músculo desde las costillas has- último recurso es muy útil, pero por suerte esta situación se
ta la región inguinal y el pubis. Con esta maniobra, tal presenta muy pocas veces.
y como la describe Ramírez, se consigue un avance de Si se trata de un caso de nivel I, se recurre al recurso
los músculos rectos a la línea media de unos centíme- más corriente y más utilizado: una vez cerrada la cavi-
tros, que sumados a los contralaterales —haciendo la dad, con los dos colgajos musculares del oblicuo ma-
maniobra en las dos partes—, en la mayoría de los casos yor disecados, se mide el espacio y se coloca una malla,
se consigue cerrar la brecha abdominal sin tensión (fi- casi siempre de 30 x 30 cm (figura 52--12), a la que se
gura 52--12). le da forma elíptica o romboidal con los extremos en
En ese momento, con puntos provisionales o con pin- la apófisis xifoides y el pubis, y se fija con grapas heli-
zas de Kocher, se simula un cierre de la cavidad y el coidales o puntos transfictivos al ángulo interno de di-
anestesiólogo mide la PIA en condiciones basales y de chos colgajos, a los rebordes costales al pubis, con al-
inspiración anestésica forzada; si es adecuada, se cierra gún punto en la cara anterior de la pared, sin fijarla
452 Hernias de la pared abdominal. Tratamiento actual (Capítulo 52)

demasiado. La prótesis de polipropileno quedará alo- Músculo oblicuo mayor


jada por debajo de los colgajos musculares en sus ex-
tremos laterales y apoyada sobre el cierre aponeurótico
en su centro.
Es conveniente no dejarla muy ajustada, porque se
sabe —gracias a los trabajos de Amid— que después
de la cicatrización se retrae 20%, lo cual puede ocasio-
nar problemas.
Sólo queda reinsertar los músculos oblicuos mayo-
res, que tienen vascularización de dentro hacia fuera y
nunca se necrosarán, sobre la malla, el oblicuo menor y
el transverso con una sutura continua o puntos sueltos;
Malla PPL
esta nueva inserción se hace más hacia fuera o más late-
ral que en su posición original. Así se mantiene la fisio-
Figura 52--14. Sutura de los colgajos de los oblicuos mayo-
logía de la pared abdominal y el paciente mantiene la res, lo más externo que pueda hacerse con sutura continua
respiración abdominal con movimientos fisiológicos. de material reabsorbible (poliglicólico o monofilamento) de
La reparación está finalizada (figura 52--14). dos ceros y aguja cilíndrica. Estos puntos abarcan el col-
El último paso consiste en colocar drenajes de Redón gajo, la prótesis y la aponeurosis del oblicuo menor. Tam-
aspirativos y cerrar el tejido celular subcutáneo con pun- bién podemos dar sólo dos o tres puntos y aplicar pega-
mento de fibrina en spray. Conviene dejar la malla no muy
tos que incluyan la prótesis, para no dejar espacios muer- justa ni tirante.
tos; si se prefiere, puede rociarse previamente aerosol
con fibrina en toda la zona cruenta, para una mejor he-
mostasia con la cola biológica que pegará la prótesis a la nero, con material monofilamento y no colocar grapas,
aponeurosis y al tejido celular subcutáneo, evitando se- pues abarcan poco tejido (figura 52--15).
romas, hematomas y otras complicaciones infecciosas.
Se prefiere cerrar la piel con puntos sueltos, o de colcho-
CUIDADOS POSOPERATORIOS

El paciente ingresa en la unidad de vigilancia intensiva


Oblicuo externo según el criterio del anestesiólogo o las indicaciones del
protocolo de valoración previo.
La faja abdominal es imprescindible, por lo que los
pacientes salen del quirófano bien fajados y con los dre-
Tejido celular subcutáneo

Colgajo oblicuo
mayor liberado

Músculo recto

Figura 52--13. Se ve la disección de la pared abdominal, que Malla PPL


hemos abierto como un libro al que separamos las hojas, de
dentro hacia fuera, separación del peritoneo y la aponeurosis Figura 52--15. Modo de aplicar la fibrina, antes de cerrar los
posterior del músculo recto, el recto, colgajo del oblicuo colgajos musculares También la podemos aplicar directa-
mayor y colgajo del celular subcutáneo con la piel. mente sobre la prótesis, muy porosa, tras cerrarlos.
Separación anatómica de componentes (SAC) con prótesis y nuevas inserciones musculares: método... 453

najes aspirativos funcionantes. La venoclisis se retira al Se utilizó la técnica nivel I, es decir, con cierre prima-
día siguiente en presencia de peristaltismo abdominal. rio y sólo una prótesis en 85% de los casos, y también
Se continúa con fisioterapia respiratoria y el paciente se nivel II, con cierre de cavidad y dos prótesis: una por de-
incorpora precozmente. Si todo va bien, el vendaje bajo de los músculos rectos y otra por encima en 10%
compresivo se toca hasta el quinto día. La medición del de los casos; sólo en 5% se hizo plicatura del saco con
drenado es diaria y suele retirarse al quinto día. Se conti- la técnica Mayo.
núa con un tratamiento antibiótico hasta el alta hospita- El tiempo medio operatorio ha ido disminuyendo por
laria y la profilaxis antitrombótica se prolonga en el la curva de aprendizaje y por la utilización de fibrina en
domicilio. Se retiran los puntos en consulta externa 10 el último paso para fijar la prótesis, por lo que de 154
o 12 días después y se hacen controles ambulatorios al min ha disminuido a 120 min.
mes, a los seis meses y una vez al año durante cinco El índice de masa corporal medio de los operados era
años. Hasta ahora, los autores han tenido un control de de 32.13% y tras la intervención, tres meses después,
todos los pacientes a los que han intervenido. disminuyó a 30.61%.
Entre todos los casos se atendió a una paciente mayor
con patología crónica pulmonar previa, una gran even-
tración catastrófica con trastornos tróficos de la piel y
EXPERIENCIA Y RESULTADOS pérdida del derecho a domicilio, que falleció en la uni-
dad de reanimación por una sobreinfección pulmonar
con distrés respiratorio.
En seis pacientes con piel muy fina y trastornos trófi-
cos cutáneos previos se presentó infección de la herida
Durante enero de 2003 a diciembre de 2007 los autores operatoria, con ulceraciones que curaron bien durante
de este capítulo han operado a 83 pacientes, de los cua- los dos primeros meses, excepto en un caso que desarro-
les 37% fueron varones y 63% mujeres. La mayoría de lló una biopelícula (biofilm) que tardó tres meses en sa-
las eventraciones fueron medias, supraumbilicales e in- nar y requirió antibioticoterapia específica para gérme-
fraumbilicales, y mayores siempre de 10 cm de diáme- nes grampositivos. No hubo necesidad de retirar la
tro; seis de ellas fueron laterales por incisiones pararrec- prótesis en ningún caso. Se tuvo el caso de un hematoma
tales antiguas (tres por trasplante renal y el resto por de pared en la primera serie, el cual requirió punción y
peritonitis apendiculares) y cuatro medias con una her- transfusión de dos unidades de concentrados de hema-
nia paraostomal concomitante, dos por neoplasias de tíes.
colon (libres de enfermedad) y cuatro por diverticulitis, En tres casos se observaron molestias no definidas
con intervenciones de urgencia con la técnica de Hart- como dolor, sino como “pinchazos y tirones” a nivel de
mann, en las que repararon ambas hernias y se restable- los flancos y las costillas, que cedieron con el tiempo;
ció el tránsito intestinal en el mismo tiempo quirúrgico en uno de los casos se utilizó una infiltración con corti-
con autosuturas a través del ano. Las eventraciones me- costeroides de acción retardada y bupivacaína en la pa-
dias eran catastróficas (diámetros mayores de 15 cm) y rrilla costal, que curó sin más complicaciones.
14 de ellas mostraron trastornos de la piel, de las cuales En las revisiones se constató un índice de satisfac-
cuatro tuvieron pérdida del derecho a domicilio, y se ción muy bueno con una media de retorno al trabajo o
llevó a cabo un neumoperitoneo previo. a las actividades rutinarias de tres meses después de la
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En 50 de los casos se mostraron eventraciones prima- intervención.


rias, 22 recidivadas, de las cuales 17 tenían una malla Hasta el momento no se han observado recidivas en
supraaponeurótica, y 11 con más de una recidiva, todas los pacientes intervenidos, aunque hay que dejar pasar
ellas con prótesis supraaponeurótica. un tiempo de seguimiento de cinco años.
De las eventraciones operadas, 30% fueron de enfer- Es muy importante que los pacientes operados man-
mos intervenidos por laparotomía de obesidad mórbida, tengan un peso adecuado y practiquen ejercicio físico
25% correspondieron a intervenciones del colon, 20% aeróbico con regularidad. Se aconseja el uso de una faja
a intervenciones como apendicitis agudas, hernias um- abdominal suave y de presión regulable durante los tres
bilicales, gastrectomías, enfermedad de Crohn con re- primeros meses después de la intervención, que gra-
secciones intestinales, trasplantes renales, etc., y el 25% dualmente se irá aflojando hasta retirarla definitiva-
restante presentaron operaciones ginecológicas. mente.
454 Hernias de la pared abdominal. Tratamiento actual (Capítulo 52)

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Sección V
Hernias poco comunes

Sección V. Hernias poco comunes


Capítulo 53
Hernia femoral
D. Alfredo Moreno Egea

HISTORIA E IMPORTANCIA S Es una causa frecuente de abdomen agudo por


obstrucción intestinal, sobre todo en mujeres, obe-
sos y ancianos.
S Es una causa de morbimortalidad evitable.
S Mantiene una gran controversia respecto a su trata-
Apuntes históricos miento, pues no existe todavía un acuerdo en cuan-
to al mejor acceso quirúrgico y opción técnica.
Para el tratamiento quirúrgico de la hernia femoral se S Las recurrencias son muy altas, con 3.1 a 30% en
han descrito más de 79 operaciones distintas. Este dato series con un seguimiento de 75% de los pacientes
revela en cierto modo el grado de insatisfacción del a cinco años.
cirujano con respecto al uso de las técnicas clásicas, las
cuales generalmente implican una gran dificultad y
unos malos resultados. La introducción de las mallas le PRINCIPIOS ANATÓMICOS
ha dado un nuevo giro al esquema terapéutico de la her- Y FISIOLÓGICOS
nia femoral al posibilitar su corrección de una forma
más sencilla y eficaz. En 1974 Lichtenstein describió la
técnica de hernioplastia sin tensión mediante un tapón
de polipropileno que cerraba el canal femoral a través Anatomía aplicada
del orificio de salida, la cual en tan sólo unos años se ha
convertido en una técnica ampliamente utilizada por su La hernia femoral es una protrusión de grasa preperito-
gran sencillez, fácil aprendizaje y buenos resultados, in- neal o de vísceras intraperitoneales a través de una debi-
cluso se realiza de forma ambulatoria y con anestesia lidad de la fascia transversalis en el anillo crural a lo
local. largo del canal femoral. El canal femoral es un espacio
en forma de cono de 1.5 a 2 cm de longitud y cuyo vérti-
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ce se sitúa superficialmente en la fosa oval; presenta un


orificio de entrada o anillo femoral (profundo) y otro de
Importancia actual salida u orificio femoral (superficial) con un diámetro
anteroposterior de 10 a 14 mm y otro transverso de 12
La hernia femoral mantiene una gran importancia den- a 16 mm.
tro de la cirugía por los siguientes aspectos:
Anillo femoral o canal de entrada
S Representa cerca de 10% de toda la patología qui-
rúrgica de la pared abdominal. Es la abertura proximal al canal femoral y se sitúa a ni-
S Su diagnóstico preoperatorio puede ser difícil. vel del tracto iliopúbico. Tiene un diámetro de 1 a 3 cm

457
458 Hernias de la pared abdominal. Tratamiento actual (Capítulo 53)

y está formado por un anillo elástico revestido por un


anillo rígido. El primero es un círculo de fibras elásticas
cuyos límites son anterior y medial —el tracto iliopúbi-
co—, posterior —el músculo pectíneo y su fascia— y
lateral —la vaina femoral. El anillo rígido externo es un
círculo de fibras cuyos límites son medial —el ligamen-
to lacunar—, anterior —el ligamento inguinal—, poste-
rior —la rama superior del pubis— y lateral —la vaina
femoral. El lado compresible siempre es el borde lateral
(vaina femoral).

Orificio femoral o canal de salida

La parte final del canal femoral se encuentra a nivel del Figura 53--1. Paciente operada días antes con técnica de
ligamento inguinal y termina de forma ciega. Sólo se tracción del ligamento inguinal (Bassini) que desarrolló rápi-
produce un orificio verdadero cuando existe una hernia damente una hernia femoral izquierda.
femoral que protruye por fuera del canal.
Los límites del orificio de salida son anterior —el
cuerno superior de la fascia lata—, posterior —fascia cos, observaciones epidemiológicas, ideas de la cultura
pectínea—, lateral —la vaina femoral— y medial —el popular y teorías que aún falta confirmar.
tracto iliopúbico.
1. Aumentos de la presión intraabdominal. Es uno
de los factores etiológicos más conocidos. Todas
Canal femoral las causas que conlleven una mayor presión intra-
abdominal pueden predisponer a la herniación fe-
moral, ya que favorecen la protrusión de grasa pre-
Tiene unos 2 cm de longitud y forma cónica, y sus lími- peritoneal en el canal femoral presionando sus
tes y contenidos son: estructuras y separándolas (embarazo, enfermeda-
des pulmonares obstructivas, estreñimiento, etc.).
a. Límites 2. Causas iatrogénicas. Entre 15 y 45% de las her-
S Anterior: fascia lata (cuerno superior) y tracto nias femorales son consideradas iatrogénicas, es
iliopúbico. decir, son la consecuencia de la reparación de una
S Posterior: ligamento pectíneo de Cooper. hernia inguinal previa (figura 53--1). Se relacio-
S Medial: tracto iliopúbico y ligamento lacunar nan la mayoría de las veces con hernias directas y
(porción vertical). recurrentes que fueron reparadas con la aproxima-
S Lateral: cintilla iliopectínea y vaina femoral. ción del músculo transverso al ligamento inguinal
b. Contenido bajo tensión. La tracción del ligamento inguinal o
S Tejido conectivo areolar, la arteria femoral y, en del tracto iliopúbico cranealmente abre el anillo de
su cara ventral, la rama femoral del nervio geni- entrada al canal femoral y favorece la herniación.
tocrural, la vena femoral y el ganglio linfático 3. Causas anatómicas que determinen un aumento
de Cloquet o de Rosenmueller. del diámetro del anillo femoral, como una inser-
ción anormal del piso posterior o del tracto iliopú-
bico sobre el ligamento de Cooper. Aunque es una
ETIOPATOGENIA APLICADA teoría lógica, se contradice con el hecho de que al
operar por vía posterior se ha comprobado que
existen anillos femorales grandes sin la presencia
de hernia asociada.
Etiología 4. Envejecimiento. Se basa en los datos epidemioló-
gicos que apuntan a una mayor frecuencia de esta
Las causas por las cuales se produce una hernia femoral patología en la edad adulta. La teoría se funda-
son desconocidas, con una mezcla de factores etiológi- menta en la existencia de músculos gruesos adya-
Hernia femoral 459

centes al canal femoral. En condiciones normales S HF retrovascular de Serafini: cuando el saco se


los músculos iliopsoas y pectíneo rodean los lími- sitúa por debajo de la vena.
tes del canal femoral y actúan como una barrera al S HF externa o de Hesselbach: es la que se sitúa
desarrollo de la hernia. Cuando existe una atrofia superior y lateral a la arteria femoral.
muscular, como en la vejez, el volumen del mús- S HF de Laugier: es la que protruye por el liga-
culo circundante es menor y permite que la pre- mento lacunar.
sión intraabdominal favorezca la herniación. Esta S HF pectínea de Callisen--Cloquet: es la que per-
teoría explica la mayor incidencia de las hernias fora la aponeurosis pectínea y se aloja entre ésta
femorales en los viejos, independientemente del y su músculo.
género. Además, en la mujer, sea cual sea su edad, S HF multidiverticular de Heselbach: es la que
la masa muscular suele ser menor, lo cual puede atraviesa distintos orificios de la fascia cribifor-
explicar que ante cualquier condición que aumen- me con un saco con varias prolongaciones; la
te la presión intraabdominal se favorezca la apari- más simple es la de Astley Cooper con disposi-
ción de hernias (embarazo, obesidad, etc.). ción en alforja (una parte bajo la fascia cribifor-
me y otra bajo la piel).
b. En función del grado de penetrancia del saco en el
Patogenia de la hernia femoral canal femoral (Berliner) se divide en:
S Estadio 1 o precursor: incluye las hernias inter-
nas y asintomáticas (situadas dentro del canal fe-
El conducto femoral puede encontrarse cerrado por las
moral). No detectables por exploración física.
fibras reflejadas del ligamento iliopúbico que rodean la
S Estadio 2: incluye las hernias externas que pro-
vena iliaca externa antes de fijarse al ligamento de Coo-
truyen fuera del canal y son detectables clínica-
per. El saco herniario se introduce por el anillo femoral,
mente.
por fuera de la porción curva del ligamento iliopúbico,
pasando frente al ligamento de Cooper, en sentido pos- Si se acepta dicha clasificación, el diagnóstico de una
terior en relación con el saco, y por debajo del ligamento hernia tipo 1 sólo se puede realizar si se abre la pared
inguinal. Llega a la fosa oval, que es la solución de con- posterior y se exponen el ligamento de Cooper y el ani-
tinuidad de la fascia lata destinada al paso de la vena llo femoral.
safena interna. La fosa oval está cubierta por la aponeu-
rosis cribiforme, la prolongación de la fascia innomina-
da de la pared abdominal. Por lo tanto, cuando se desa- TRATAMIENTO QUIRÚRGICO
rrolla una hernia femoral se separa la vaina femoral de DE LA HERNIA FEMORAL
la porción vertical del ligamento lacunar, dando como
punto de constricción e incarceración el canal de salida.
Para poder completar la liberación del saco es preciso
seccionar el ligamento lacunar y la porción interna del Existen tres vías de abordaje para la hernia femoral:
tracto iliopúbico. En ocasiones la arteria aberrante del
obturador puede pasar en dirección medial al saco her- Acceso femoral
niario y hacer peligrosa esta maniobra.
Ventajas:
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S Precisa una disección mínima.


CLASIFICACIÓN DE
S Puede realizarse de forma rápida mediante aneste-
LA HERNIA FEMORAL sia local.
S Se asocia con un mínimo dolor posoperatorio.
S Es fácil de enseñar y aprender (tiene una mínima
curva de aprendizaje).
a. En función del trayecto y situación de la hernia es
posible determinar las siguientes variedades: Desventajas:
S HF típica: es la que protruye en sentido lateral
a la vena femoral. S Su ejecución con suturas puede crear una repara-
S HF prevascular de Teale: cuando el saco se si- ción con tensión sobre estructuras débiles (fascia
túa por encima de la vena femoral. pectínea) y asociarse con alta tasa de recurrencias.
460 Hernias de la pared abdominal. Tratamiento actual (Capítulo 53)

Opciones técnicas: S Permite mejor y más completa exposición local.


S La exploración y la reparación de las hernias bila-
S Técnicas clásicas o herniorrafias: terales pueden hacerse con una misma incisión.
S Operación de Bassini. S Tiene un menor riesgo de lesión vascular y vesical
S Operación de Bassini--Kirshner. (al visualizar directamente las estructuras y la po-
S Técnicas protésicas o hernioplastias: sible existencia de una arteria obturatriz anómala).
S Lichtenstein (tapón cilíndrico). S Puede corregir con comodidad otras hernias aso-
S Trabucco (dardo o saeta). ciadas (inguinal u obturatriz), complejas y recu-
S Bendavid (paraguas o sombrilla). rrentes.

Desventajas:
Acceso inguinal
S No puede ser realizada con anestesia local.
S Puede ser difícil la reducción del saco incarcerado.
Ventajas: S La disección es más incomoda y a veces difícil.
S Puede repararse bajo tensión si se utiliza una lí-
S Permite una mayor exposición local. nea de sutura entre estructuras distantes.
Permite un mejor control y reducción del conteni- S Tiene una curva de aprendizaje considerable.
do del saco herniario.
Opciones técnicas:
Desventajas:
S Técnicas clásicas:
S Precisa una mayor disección local con mayor trau- S Operación de Nyhus (con o sin refuerzo proté-
matismo y morbilidad. sico).
S Se asocia con mayor incomodidad y dolor posope- S Técnicas protésicas:
ratorio. S Operación de Trabucco.
S Puede dejar una reparación a tensión que favorez- S Laparoscopia extraperitoneal (TEP).
ca la creación de una hernia inguinal o la recidiva.
De los tres accesos anteriores es posible deducir las si-
Opciones técnicas: guientes conclusiones:

S Técnicas clásicas: 1. El inguinal no debe recomendarse nunca.


S Operación de Moschowitz (sutura del tracto 2. El femoral es el más utilizado por ser el más senci-
iliopúbico al ligamento de Cooper). llo y el que ofrece los mejores resultados globales
S Operación de Lotheissen--McVay (sutura del arco para la mayoría de los cirujanos.
muscular del ligamento transverso al de Cooper). 3. El preperitoneal debe ser conocido y aprendido
S Técnicas protésicas: por todos los cirujanos, porque ofrece una vía de
S Operación de Lichtenstein inguinal y femoral. abordaje muy útil en algunas situaciones concre-
S Hernioplastia combinada. tas. Cuando está bien indicado puede mejorar la
morbilidad y la tasa de recidivas de la vía femoral.
No se aconseja utilizar esta vía para el tratamiento de la
De las opciones técnicas anteriores es posible deducir
hernia femoral por sus mayores desventajas respecto al
las siguientes conclusiones:
acceso femoral. Se utiliza únicamente en los casos de
diagnóstico erróneo preoperatorio y confirmación intra- 1. Las intervenciones con sutura (herniorrafias) de-
operatoria tras disección inguinal. En la práctica la repa- ben evitarse casi siempre (excepto en niños, en de-
ración más utilizada es la de Lichtenstein con un parche fectos muy pequeños y por cirujanos con un buen
en la región inguinal y un tapón en el canal femoral. conocimiento anatómico regional).
2. La primera elección debe ser siempre una repara-
ción protésica y la técnica no debe ser considerada
Acceso preperitoneal o posterior estándar, sino que debe adaptarse al defecto existen-
te y a las características de los tejidos que se en-
Ventajas: cuentran adyacentes.
Hernia femoral 461

Figura 53--3. Disección del saco por acceso femoral, con


exposición del ligamento lacunar o de Gimbernat.

b. Las hernias incarceradas o complicadas precisan


apertura del saco, identificación del contenido y
Figura 53--2. Acceso femoral.
valoración de su viabilidad. Si el anillo no permite
movilizar el contenido se debe abrir el borde semi-
lunar lateral del ligamento de Gimbernat (figura
53--4). Si no existe alteración irreversible del con-
DESCRIPCIÓN DE LAS TÉCNICAS tenido, se reintroduce sin maniobras bruscas. Si
existe tejido no viable o hay dudas sobre su viabili-
dad, se debe proceder a resecarlo y reconstruirlo
(figura 53--5).
Aspectos comunes a todas las técnicas c. El saco se liga mediante un punto por transfixión,
se reseca la parte redundante y el muñón se rein-
troduce en la cavidad abdominal.
Incisión d. Se diseca el canal femoral de forma roma hasta
identificar el ligamento de Cooper.
Inguinal baja o supratumoral transversa de 2 a 5 cm. Ex- e. Se elige la técnica de reparación adecuada.
tensión de la apertura al tejido subcutáneo (figura
53--2). Cierre
Se cierra el tejido subcutáneo y la piel. No es preciso uti-
Disección lizar drenajes.

Se realiza la disección precisa para llevar a cabo correc- Herniorrafias


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tamente la reparación. Disección y liberación completa Suponen la reconstrucción del anillo femoral mediante
del tumor herniario hasta exponer el saco, identificación una sutura entre su borde superior o techo (ligamento in-
de las estructuras que conforman el orificio femoral ex- guinal) y el borde inferior o suelo, así como en su borde
terno y liberación de los tejidos adyacentes unos 5 mm externo (fascia pectínea) o en su borde interno (liga-
para fijar el tapón a la periferia del defecto (figura 53--3). mento de Cooper):

Tratamiento del saco 1. Bassini (sutura del ligamento inguinal a la fascia


pectínea) (figura 53--6 A).
2. Bassini--Kirshner (sutura del ligamento inguinal
No es precisa la apertura sistemática del saco herniario:
al ligamento de Cooper) (figura 53--6 B).
a. Si no existe incarceración, el saco simplemente se Ambas técnicas tienen en común la reparación median-
invagina. te una sutura que moviliza un elemento parcialmente
462 Hernias de la pared abdominal. Tratamiento actual (Capítulo 53)

Figura 53--4. Disección cortante o roma adecuada para visualizar el ligamento de Cooper.

inmóvil (el ligamento inguinal, fijo en sus extremos) y Hernioplastias


otro parcialmente inextensible (la fascia pectínea o el li-
gamento de Cooper). Cada uno de ellos tiene su incon- Técnica de Irving L. Lichtenstein
veniente: la fascia pectínea es más débil y el ligamento
de Cooper es rígido e inelástico, con una dirección y La técnica de hernioplastia sin tensión se basa en la co-
profundidad que determinan una mayor distancia res- locación de un tapón de malla como reparación sufi-
pecto del ligamento inguinal. La consecuencia final es ciente del defecto herniario.
que, a pesar de la adecuada preparación de los tejidos la
reparación del anillo femoral con sutura crea siempre Reconstrucción con tapón
una tensión local. S Malla. El tamaño adecuado para la malla suele ser
de 2 x 20 cm, o superior en función del tamaño del
defecto. Se configura al enrollarse la malla recor-
tada de forma cilíndrica para dar lugar a un tapón
sólido y firme (debe ser suficiente para obliterar
adecuadamente el canal femoral y los anillos de
entrada y salida).
S Fijación. El borde inferior del tapón se fija a la
fascia pectínea, el borde medial se fija al ligamen-
to lacunar y el borde superior se fija al ligamento
inguinal.

Se utilizan puntos sueltos de un monofilamento irreab-


sorbible y deben evitarse los puntos cerca del borde late-
ral para evitar lesiones en la vena femoral (figura 53--7
B).

Técnica de Ermanno E. Trabucco

Representa una hernioplastia anterior, similar en su eje-


cución a la técnica anterior, pero el tapón se realiza en
forma de flecha o dardo, obliterando de forma tridimen-
Figura 53--5. Resección del saco femoral para iniciar la re- sional el canal femoral. Para su autor, esta forma facilita
construcción. su colocación y posterior sutura.
Hernia femoral 463

A B
Figura 53--6. Dos tipos de reparación con tensión. A. Bassini (sutura del ligamento inguinal a la fascia pectínea). B. Bassini--Kirsh-
ner (sutura del ligamento inguinal al ligamento de Cooper).

Reconstrucción con tapón tipo 1 (T1) pón, para facilitar su correcta situación. Finalmen-
S Malla. El T1 se confecciona con un cuadrado de te, los puntos son anudados tras deslizar el tapón
malla en función del tamaño del defecto. Se da un a su lugar.
punto a cada uno de los ejes del cuadrado y se sutu-
ran. Si el defecto es grande, se anuda el tapón en Técnica de Robert Bendavid
forma de dardo a una base redondeada de 4 cm, lo
cual da lugar al tapón tipo 2 (T2). Representa un bloqueo completo del orificio femoral
S Fijación. Varias suturas se sitúan en los márgenes (no del canal) mediante la inserción de una malla prepe-
del defecto y sobre la malla, antes de colocar el ta- ritoneal colocada en forma de paraguas por vía anterior.
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A B

Figura 53--7. A. Tapón cilíndrico confeccionado con una malla rectangular de 20 x 2 cm enrollada a manera de cigarrillo utilizada
por Lichtenstein. B. Fijación con suturas a los bordes del defecto.
464 Hernias de la pared abdominal. Tratamiento actual (Capítulo 53)

Reconstrucción en paraguas c. Sección de la fascia transversalis y disección del


S Malla. La malla es recortada en forma de disco espacio preperitoneal.
con un diámetro de 8 cm. Se crea un pie o vástago
que se anuda en el centro del disco por un punto. Tratamiento del saco
El disco se cierra sobre el pie en forma de paraguas No es preciso ligar los vasos epigástricos inferiores de
plegado y ayudado por unas pinzas de Kelly se forma rutinaria.
introduce a través del defecto femoral.
S Fijación. Es posterior cuando el disco se fija con a. El orificio femoral interno y el canal femoral son
tres puntos con el ligamento de Cooper, es medial explorados. Se identifican y se reducen los lipo-
cuando se fija con un punto al ligamento lacunar mas y sacos herniarios.
y es anterior cuando el disco se sutura al ligamento b. Búsqueda meticulosa de otras hernias o áreas dé-
inguinal. biles.
c. Los elementos del cordón son separados del peri-
En sentido lateral el disco debe cubrir la vena femoral toneo desde las cercanías del anillo inguinal in-
entre 2 y 4 cm. Después de la fijación del disco, el vásta- terno. Los posibles sacos herniarios asociados (di-
go o pie que facilita el manejo de la sombrilla se corta rectos o indirectos) y lipomas deben ser disecados
y se desecha. y aislados.
De las tres técnicas descritas, la hernioplastia con ta-
pón para obliterar el canal completo es la más sencilla, Cierre
segura, eficaz y universal (facilidad para aprenderla y Antes del cierre de la herida se debe asegurar una co-
enseñarla), por lo que en la actualidad esta modalidad rrecta hemostasia y lavar adecuadamente el espacio pre-
es la primera opción elegida por la mayoría de los ciru- peritoneal con suero salino. No es necesario aproximar
janos. la fascia transversalis. En ocasiones se debe considerar
dejar un drenaje. Se suturan la vaina anterior del recto
y la aponeurosis lateral, y después el tejido subcutáneo y
la piel.
Acceso inguinal
Técnica de Lloyd M. Nyhus
No se describirán las opciones quirúrgicas por no ser
técnicas de primera elección para el tratamiento de la Representa una herniorrafia preperitoneal donde la ma-
hernia femoral (ver el capítulo relacionado con el trata- lla se utiliza en caso de necesidad sobre una reparación
miento de la hernia inguinal). previa con el tracto iliopúbico.

Reconstrucción
Reparación formal del defecto. Cierre mediante dos o
Acceso preperitoneal de Cheatle--Henry tres puntos aproximando el tracto iliopúbico al ligamen-
to de Cooper, desde el borde medial (pubis) hasta el bor-
Aspectos comunes a todas las técnicas de lateral (vasos iliacos). Si se considera necesario, puede
realizarse una incisión de relajación en el recto anterior
Incisión del abdomen.
Incisión abdominal transversa superior, a dos dedos por
S Malla. Se utiliza una malla de 10 x 4 cm.
encima del pubis y desde la sínfisis púbica hasta el ani-
S Fijación. El borde inferior se fija al ligamento de
llo inguinal interno.
Cooper y se extiende sobre la reparación facial,
mientras que el borde superior se fija a la pared in-
Disección guinal posterior. Finalmente, el resto de la malla
a. Exposición de la vaina anterior del músculo recto. es doblado y su extremo se sutura por debajo de la
Sección transversal de la fascia anterior del recto herida abdominal.
en un plano inmediatamente craneal al anillo in-
terno. Técnica de Ermanno Trabucco
b. Sección y separación de las fascias y músculos
oblicuo externo, interno y transverso hasta identi- Supone una hernioplastia preperitoneal, donde la hernia
ficar correctamente la fascia transversalis. femoral se corrige mediante un tapón de malla. Se elige
Hernia femoral 465

en los casos de hernias femorales de gran tamaño o reci- Fase 3: tratamiento de la hernia
divadas. S Paso 1: reducción.
A diferencia de la técnica de Nyhus, precisa menor S Es común reducir tras la creación del espacio
disección, es muy eficaz y se puede realizar de forma con el balón.
ambulatoria bajo anestesia local. S Si se encuentra incarcerada, debe reducirse con
todo cuidado.
Reconstrucción por tapón tipo 2 (T2) S Paso 2: exploración del cordón. Aunque haya her-
S Malla. El T2 se confecciona al suturar un T1 a una nia femoral evidente explorar siempre los elemen-
base redondeada de 4 cm. tos del cordón para descartar una posible hernia
S Fijación. Los márgenes del defecto son fijados a inguinal asociada y colocar con facilidad la malla.
la malla, preferentemente con helicosutura, y a la S Se identifica y se secciona la fascia preperito-
pared inguinofemoral posterior. neal que envuelve al cordón.
S Se separan los elementos del cordón.
Técnicas o acceso laparoscópico Fase 4: reconstrucción con prótesis
S Paso 1: preparación y extensión de la malla. Se
Fase 1: colocación de los trocares puede utilizar primero un pequeño tapón para
Los tres trocares se sitúan en la línea media. obliterar el canal femoral (T1). Se introduce des-
pués una malla referenciada de 6 x 8 cm y después
1. En el área infraumbilical se sitúa la óptica (10 se despliega hasta cubrir ampliamente la línea
mm), se incide la vaina anterior del recto y se se- media (pubis), el espacio de Hesselbach completo
para el músculo entrando en el espacio retromus- y el espacio femoral, dejando unos 2 cm por deba-
cular. jo del ligamento de Cooper.
Después se introduce el trocar balón de disten- S Paso 2: fijación. Se aplican dos o tres helicosutu-
sión hacia la espina del pubis. Cuando se nota el ras al ligamento de Cooper, al pubis o ligamento
contacto con el pubis se mantiene fijo y bajo visión de Cooper contralateral, al músculo recto (borde
se insufla unas 30 veces. medial) y al arco muscular del transverso.
Se deja dos minutos para favorecer la hemosta-
sia y se retira para colocar el trocar estructural de- Fase 5: cierre
finitivo. Se conecta el CO2 a una presión de 6 a 8 El neumo se vacía bajo visión para valorar la correcta
mmHg. situación y extensión de la malla. Se aproxima la piel
2. Sobre el pubis se sitúa el segundo trocar (5 mm) con una subcuticular.
y en el punto medio entre ambos se sitúa el tercero, La cirugía laparoscópica (TEP) permite realizar una
también de 5 mm. reparación igual a la de cualquier técnica preperitoneal,
pero además aporta muchas ventajas innegables: evita
Fase 2: disección la cicatriz, ocasiona menor traumatismo, brinda una
S Paso 1: identificación de estructuras. Se identifica mejor visión, tiene menor morbilidad, le proporciona
el pubis, el ligamento de Cooper, los vasos epigás- mayor comodidad al paciente y puede realizarse en uni-
tricos inferiores, el anillo inguinal interno y el cor- dades de CMA sin ingreso y con una menor baja laboral.
Por ello, en la actualidad se aconseja que en caso de ele-
E Editorial Alfil. Fotocopiar sin autorización es un delito.

dón espermático. Se valora el tipo de hernia exis-


tente. gir la vía preperitoneal se escoja la cirugía laparoscó-
S Paso 2: disección medial, lateral e inferior. pica extraperitoneal. Si no se tiene experiencia con la
S La disección medial debe liberar el ligamento técnica, la reparación anterior con prótesis de tapón
de Cooper, el triángulo de Hesselbach y el ani- debe ser la de primera elección.
llo femoral.
S La disección lateral se inicia por detrás de los
INDICACIONES (ACONSEJADAS
vasos epigástricos y por encima del tracto ilio-
púbico entrando en el espacio de Bogros y al-
SEGÚN EL AUTOR)
canzando en profundidad la espina iliaca ante-
rosuperior.
S La disección inferior debe visualizar el múscu- A tenor de la experiencia y resultados del autor de este
lo psoas y el iliaco. capítulo y su grupo de trabajo, se recomienda insistir en
466 Hernias de la pared abdominal. Tratamiento actual (Capítulo 53)

una detallada exploración física de la región inguino- drenaje de la zona afectada sin que se precise el retiro
crural (incluso apoyada en la ecografía si existen de la prótesis. Las recidivas son menores de 0.2%.
dudas).

CONCLUSIONES Y
Cirugía electiva
CONSEJOS DEL AUTOR
S Diagnóstico de seguridad: hernioplastia con tapón
vía femoral.
S Diagnóstico dudoso (¿inguinal o femoral?): lapa- La hernioplastia femoral con tapón tipo Lichtenstein su-
roscopia TEP. pone actualmente cerca de 70% de todas las interven-
S Hernia femoral bilateral u otra hernia asociada: la- ciones realizadas por hernia femoral. Cuando la cirugía
paroscopia TEP. es programada y el diagnóstico es fiable, constituye la
mejor opción quirúrgica. Si el defecto es pequeño puede
usarse un tapón cilíndrico adaptado a dicho defecto. Si
Cirugía de urgencias es grande (mayor de 2 cm) se prefiere un tapón en flecha
(tipo Gilbert o Trabucco) porque se adapta mejor al de-
S Sin signos de obstrucción intestinal: hernioplastia fecto y se coloca con mayor facilidad. Con este tipo de
con tapón vía femoral. tapón se evita la necesidad de dejar un gran cilindro de
S Con signos de obstrucción o inflamación local: malla que podría condicionar seromas, rechazos o lesio-
técnica preperitoneal abierta. nes de la vena femoral (fístulas o migraciones). En los
raros casos de defectos mayores de 3 cm, para evitar de-
jar grandes tapones, se prefiere usar la prótesis T2 de
Trabucco. Dado el gran contenido linfático de la región
INCIDENCIAS INTRAOPERATORIAS femoral son fundamentales la correcta hemostasia y el
Y POSOPERATORIAS cierre por planos (fascias de Scarpa y Camper) para evi-
tar la presencia de seromas y hematomas.
En las situaciones programadas donde el diagnóstico
es el de hernia inguinal se prefiere la vía laparoscópica
Las posibles complicaciones asociadas con la técnica de (TEP), porque facilita un mayor campo de trabajo para
Lichtenstein para el tratamiento de la hernia femoral todos los defectos de ambos lados (espacio preperito-
son insignificantes si se lleve a cabo una cirugía cuida- neal), pero sin la morbilidad e incomodidad de la cirugía
dosa, y casi siempre consisten en seromas o hematomas abierta. Si se confirma la presencia de una hernia femo-
locales. ral, el autor de este capítulo siempre coloca un tapón en
En ocasiones excepcionales se han descrito la movi- flecha fijado al ligamento de Cooper, que después cubre
lización del tapón por una deficiente fijación al canal, con un parche grande. Para facilitar los movimientos de
la migración al espacio preperitoneal, vejiga o cavidad la malla siempre se refieren los dos bordes superiores
intraabdominal, y la trombosis o lesión iatrógena de la con un punto de ProleneR con un cabo largo. De forma
vena femoral. sistemática se explora el anillo femoral contralateral
Las infecciones y el rechazo de la malla son otras po- para no pasar por alto el diagnóstico de una hernia. Esta
sibles complicaciones tardías que se resuelven con el acción no precisa una disección adicional.

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E Editorial Alfil. Fotocopiar sin autorización es un delito.
468 Hernias de la pared abdominal. Tratamiento actual (Capítulo 53)
Capítulo 54
Hernia de Spiegel
Isaac Zaga Minian

INTRODUCCIÓN Historia

Adrian van der Spiegel, anatomista belga (de 1578 a


1625), catedrático de cirugía y anatomía de la Universi-
Es de todos sabido que una hernia es la protrusión anor- dad de Padua, fue el primero que reconoció y analizó la
mal de tejido de un espacio anatómico a través de un ori- línea semilunar de la pared anterior del abdomen,3 pero
ficio natural dilatado o un defecto secundario a trauma o fue hasta 1764 cuando Klinklosch describió la hernia
cirugía. Este fenómeno es poco común entre especies como una entidad clínica y la llamó hernia de la línea
inferiores, pero entre los seres humanos las hernias de la spiegeliana.1--3
pared abdominal constituyen uno de los problemas qui-
rúrgicos más frecuentes, que producen una gran incapa-
cidad y son la causa de pérdida de tiempo laboral más ANATOMÍA
importante reportada en todas las instituciones de salud
tanto públicas como privadas, además de que en ocasio-
nes el problema puede tener consecuencias mortales.
El conocimiento de las hernias de la pared abdominal Este tipo de hernias son muy raras y constituyen entre
comunes y raras o infrecuentes, así como los padeci- 0.12 y 2% de todas las hernias de la pared abdominal.
mientos que producen otro tipo de protrusiones en el ab- Son hernias intersticiales donde el saco herniario pene-
domen que simulan ser hernias, exigen que los cirujanos tra a través de la aponeurosis del músculo transverso del
que se dedican a este tipo de patologías cuenten con el ar- abdomen y el músculo oblicuo interno, pero permanece
senal terapéutico adecuado y completo para poder resol- por detrás de la aponeurosis del músculo oblicuo ex-
ver estos problemas de una manera expedita y correcta. terno.4 La mayoría de las veces se sitúan por encima de
La hernia de Spiegel ocurre a través de la fascia a lo los vasos epigástricos y son defectos que penetran en la
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largo del borde lateral del músculo recto, entre la línea aponeurosis de Spiegel (figura 54--1).
semilunar y el borde lateral del músculo recto, y en la Estas alteraciones se definen como la protrusión de
porción inferior de la línea semilunar de Douglas, por grasa preperitoneal o del saco peritoneal con o sin la pre-
lo que la falta de fascia posterior del recto debajo de la sencia de un órgano intraabdominal a través de un de-
línea de Douglas contribuye a la debilidad de la zona. fecto en la línea semilunar inmediatamente por debajo de
Las hernias de Spiegel constituyen una afección clí- la línea arcuata.2,5 Pueden ser congénitas o adquiridas,
nica rara, de difícil diagnóstico debido a su localiza- pero la mayoría de ellas son adquiridas y las explicacio-
ción,1 por lo que el diagnóstico es básicamente clínico;2 nes acerca de su origen son numerosas.6
sin embargo, este tipo de hernias pasan inadvertidas Se ha enunciado la teoría de la estructura musculoa-
muchas veces, debido a su infrecuente presentación, poneurótica, que evidencia que por debajo de la cicatriz
sintomatología inespecífica y difícil exploración. umbilical las fibras musculares de los oblicuos interno

469
470 Hernias de la pared abdominal. Tratamiento actual (Capítulo 54)

I.

Lámina anterior
del músculo recto
Músculo recto
A Piel
II.
Tcs A1

Músculo oblicuo externo


Peritoneo
Músculo oblicuo interno
Músculo transverso Lámina posterior
abdominal del músculo recto

A2
Zona spiegeliana

Aponeurosis
oblicuo externo Músculo recto
Piel
B

Tcs
Músculo oblicuo interno
Músculo transverso Peritoneo
abdominal B1
Fascia
transversalis

Figura 54--1. Dibujo de la zona spiegeliana, donde puede ocurrir este tipo de hernia. A. Región superior al arco de Douglas. B.
Región inferior al arco de Douglas. A1: ruptura del transverso abdominal. A2: ruptura del transverso abdominal y el oblicuo interno.
B1: ruptura del transverso abdominal y oblicuo interno. Modificada del Dr. John Skandalakis.

y transverso corren paralelas, y poseen un número inde- El diámetro de este tipo de hernia es muy importante
finido de hendiduras, que suelen tener coincidencia, lo para su manejo y oscila entre los 0.5 y los 2 cm, pero se
cual provoca la producción de la hernia;7 asimismo, to- han reportado diámetros de 6 cm y de hasta 10 cm, lo
dos los probables sitios donde penetran las ramas de los cual ha tendido a denominarla hernia de Spiegel gigante
vasos epigástricos disminuyen la fortaleza de la pared y representa una patología extremadamente rara.1
y son sitios de probable producción de hernias, aunque
esta situación no está totalmente demostrada.
Hay muchos otros factores que pueden considerarse EPIDEMIOLOGÍA
para la producción de este tipo de hernia, como los pro-
cedimientos laparoscópicos, la obesidad, la enfermedad
pulmonar obstructiva crónica, los embarazos múltiples,
el crecimiento prostático y la pérdida ponderal rápida en Desde el punto de vista epidemiológico, se sabe que las
los pacientes obesos.1 hernias en EUA se presentan con gran frecuencia que
Su presentación ocurre con mayor frecuencia entre asciende a cifras cercanas a 1 250 000 casos al año, to-
los 60 y los 80 años de vida. mando en consideración las hernias inguinales, ventra-
Hernia de Spiegel 471

A B

Figura 54--2. A. Paciente con hernia de Spiegel del lado izquierdo. B. Paciente con hernia de Spiegel bilateral. Los defectos hernia-
rios se encuentran muy por encima de los orificios inguinales externos y difícilmente se pueden confundir con hernias inguinales.
Cortesía del Dr. Mayagoitia.

les e incisionales. De acuerdo con los diferentes repor- ectópico. En fechas recientes se presentó reporte de un
tes en la literatura médica, y con conocimiento de que caso con la presencia de fascitis necrosante de la pared
las hernias de Spiegel ocurren entre 0.12 y 2% de todas abdominal, secundaria a enfermedad diverticular sig-
las hernias,1--4 se considera que su presencia es de 1 500 moidea complicada con perforación dentro de una her-
a 25 000 casos cada año, con un promedio de 29 a 481 nia de Spiegel.10
pacientes al año por cada estado de la Unión Americana, Dado el incremento de individuos de edad avanzada,
lo cual manifiesta su rareza entre la patología herniaria. la incidencia de la enfermedad diverticular y sus com-
Si se hace un conteo similar de acuerdo con las cifras plicaciones van en aumento.11,12
estadísticas en México, el número sería considerable-
mente menor.
DIAGNÓSTICO

CUADRO CLÍNICO
En el área de la medicina, la sospecha inicial más impor-
tante es el diagnóstico clínico, que incluye la exploración
clínica completa y el historial con ficha técnica bien eje-
A diferencia del resto de las hernias, el síntoma cardinal cutada y llevada a cabo.
en las hernias de Spiegel es el dolor con masa palpable
o sin ella;4,8,9 no hay distinción de género y la relación
hombre--mujer es de 1.4:1 (figura 54--2). Auxiliares de diagnóstico
Al principio el cuadro doloroso es intermitente de ti-
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po pungitivo, pero se intensifica con las maniobras de El ultrasonido (US) de la región del abdomen donde se
Valsalva, su localización es totalmente imprecisa y de sospeche la presencia de la patología es de gran ayuda,
larga evolución. El tamaño del orificio es de vital puesto que el orificio herniario en la línea semilunar se
importancia, debido a que entre 20 y 30% de los casos observa como un defecto de la aponeurosis; cuando se
de pequeño diámetro del cuello se presentan con com- detecta el defecto puede observarse un área libre de
plicaciones (encarceladas) en los servicios de urgencia, ecos, que está ocupada por tejido conectivo, y se puede
y entre 14 y 21% sufren estrangulamiento.1,3 ver un eco fuerte si se encuentra el intestino en contacto
Ante la presencia de encarcelamiento se ha obser- con el orificio herniario. En otras ocasiones se han des-
vado en diferentes series que el epiplón es el elemento crito imágenes de dona3 o seudorriñón.
atrapado con mayor frecuencia, seguido de las asas En caso de presencia de adherencias, la aponeurosis
intestinales; sin embargo, hay descripciones de conte- de Spiegel y el tejido adherido tienen casi la misma
nido colónico, apéndice cecal, del estómago, divertí- intensidad ecográfica, lo cual impide una visualización
culo de Meckel, ovario,2,3,10 vejiga o algún testículo adecuada y podría llegar a confundirse con un defecto
472 Hernias de la pared abdominal. Tratamiento actual (Capítulo 54)

TRATAMIENTO

El tratamiento de la hernia de Spiegel casi siempre es


quirúrgico, excepto en los casos donde la cirugía se con-
traindica por patología concomitante y la hernia no está
ocasionando un peligro de vida inminente.
En general, las técnicas de reparación están sujetas a
los principios de no tensión en la línea de sutura y pue-
den ser abiertas o laparoscópicas.
Sin embargo, el orificio herniario en la mayoría de
los casos es menor de 2 cm (figura 54--4) y puede efec-
tuarse la reparación desde el punto de vista plástico,
mediante el empleo de los propios tejidos del paciente.
De acuerdo con el juicio del autor de este capítulo y su
Figura 54--3. TAC que muestra un defecto grande (círculo) equipo de trabajo, las mejores técnicas y tendencias de
por hernia de Spiegel derecha. Cortesía del Dr. Vázquez reparación de este tipo de padecimientos deben incluir la
Mellado Díaz. colocación de prótesis, puesto que en la actualidad se
cuenta con diferentes tipos de materiales, que son muy
bien tolerados, no producen rechazo y han proporciona-
do excelentes resultados en todas las series publicadas a
aponeurótico; también es posible encontrar defectos a pesar de que su número no es muy grande.3,4
nivel de la aponeurosis, aunque sin ninguna implicación Las técnicas que se usan con mayor frecuencia son la
clínica. de Rives, la de cono y parche (mesh plug) y la que emplea
La tomografía axial computarizada (TAC) permite el ProleneR Hernia System o UltraproR Hernia System
identificar los músculos que constituyen la pared abdo- (PHS y UHS), aunque se han obtenido los mejores resul-
minal anterior, para poder demostrar la hernia entre los tados con las técnicas de Rives y PHS/UHS (figuras 54--5
músculos recto anterior y transverso del abdomen, así y 54--6).
como el contenido del saco herniario, que a fin de cuen- La reparación laparoscópica permite hacer el proce-
tas es lo que se pretende demostrar (figura 54--3).1,3,4,13 dimiento diagnóstico en casos de difícil diagnóstico y
Otro método diagnóstico que puede utilizarse, aun- efectuar una reparación anatómica correcta con la técni-
que no es del todo efectivo y sólo en forma casual puede ca IPOM convencional para hernias ventrales, así como
establecer el diagnóstico de hernia de Spiegel izquierda,
es el colon por enema, en especial el de doble contraste;
sin embargo, la imagen debe ser confirmada en proyec-
ción oblicua anterior derecha, donde puede observarse
el colon sigmoides en el interior del saco herniario.3,14

DIAGNÓSTICO DIFERENCIAL

El diagnóstico diferencial en esta patología debe hacer-


se entre los procesos intraabdominales que se presentan
en forma aguda y los que involucran la pared abdomi-
nal, como los hematomas postraumáticos de los múscu- Figura 54--4. Visión laparoscópica de una hernia de Spiegel
los rectos.3 derecha sin contenido en su saco. Cortesía del Dr. Mayagoitia.
Hernia de Spiegel 473

Figura 54--5. Reparación de una hernia de Spiegel donde se aprecia el saco herniario ya disecado del anillo. Se coloca una malla
de polipropileno mediante la técnica de Rives. Cortesía del Dr. Mayagoitia.
E Editorial Alfil. Fotocopiar sin autorización es un delito.

Figura 54--6. Reparación de una hernia de Spiegel con un dispositivo de malla tipo PHS. Cortesía del Dr. Mayagoitia.
474 Hernias de la pared abdominal. Tratamiento actual (Capítulo 54)

Figura 54--7. Reparación laparoscópica de una hernia de Spiegel bilateral por medio de la colocación de mallas individuales (Com-
posixR E/X) en cada hernia, fijadas con puntos transcutáneos y grapas. Cortesía del Dr. Mayagoitia.

revisar la cavidad abdominal y resolver algún otro pro- gico, que evite las complicaciones propias inherentes al
blema presente sin necesidad de someter al paciente a material protésico.
dos procedimientos quirúrgicos. Una disyuntiva para la
ejecución del manejo laparoscópico de este padeci-
miento la constituyen la controversia de utilizar el pro- CONCLUSIONES
cedimiento para un defecto que en general es menor de
3 o 4 cm y los altos costos; no obstante, con el empleo
de materiales reusables dichos factores podrían dismi- Ante dolor intermitente y masa palpable en el abdomen
nuir hasta 50%. inferior debe considerarse la presencia de una hernia de
El tipo de prótesis a utilizar deberá contener una capa Spiegel y ejecutar los los procedimientos descritos para
antiadherente (figura 54--7) o algún otro material bioló- hacer el diagnóstico diferencial y llegar a su resolución.

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Capítulo 55
Hernias lumbares de la pared abdominal
Juan Carlos Mayagoitia González, José Manuel Guillén Contreras, Emilio Prieto Díaz--Chávez

INTRODUCCIÓN lada; sin embargo, le correspondió a E. Owen efectuar


en 1888 la primera plastia lumbar en forma electiva.3,4

Las hernias lumbares representan menos de 2% del total CLASIFICACIÓN


de las hernias ventrales,1 por lo que su presencia conti-
núa siendo un evento de relativa baja frecuencia para el
cirujano general; incluso Hafner2 reportó que la mayo-
ría de los cirujanos no dedicados exclusivamente al ma- Las hernias lumbares se clasifican en:
nejo de las hernias sólo atienden a un paciente de este
tipo durante toda su vida profesional activa. Aunque los a. Congénitas. De Grynfeltt cuando aparecen en el
reportes bibliográficos en la literatura médica dan cuen- triángulo superior de la región lumbar, y congéni-
ta en la actualidad de 300 casos reportados hasta 2004, tas de Petit, cuando surgen en el triángulo inferior.
se sabe que su frecuencia puede ser un poco mayor, aun- Estas hernias constituyen 10% de la totalidad de
que se tiende a no reportarlos, porque se trata de casos las mismas y pueden aparecer durante el naci-
aislados, series muy cortas y resultados desfavorables, miento o desarrollarse en la vida adulta.
entre otros factores. b. Traumáticas. Tienen una frecuencia de 25% y se
Los primeros reportes de una hernia lumbar datan del relacionan casi siempre con fracturas costales
siglo XVII (1672), cuando P. Barbette mencionó que múltiples donde puedan lesionarse los nervios in-
podrían desarrollarse hernias en dicha región. En 1731 tercostales 11 y 12, y con el traumatismo asociado
R. J. C. Garengeot fue el primero en descubrirlas casual- con el uso del cinturón de seguridad durante un
mente mientras hacía investigaciones en cadáveres. En accidente automovilístico.
1783 apareció la clásica descripción de Petit, que detalla c. Incisionales. Representan en la actualidad entre
E Editorial Alfil. Fotocopiar sin autorización es un delito.

un triángulo lumbar inferior como sitio de debilidad 50 y 60% de las hernias; casi siempre se asocian
anatómica natural, que lleva ahora su nombre, donde con cirugía urológica con lumbotomía y con ciru-
pueden presentarse hernias congénitas o ser adquiridas gía ortopédica en las que se toman grandes porcio-
con el paso de los años. Posteriormente, en 1866, nes de cresta iliaca para injerto óseo.
Grynfeltt describió también un triángulo de debilidad d. Espontáneas. Implican el porcentaje restante, se
localizado en la parte superior de la región con iguales relacionan con trastornos neurológicos de la re-
características al de Petit (conocido como triángulo o gión y ocasionan atrofia muscular de la región
rombo de Grynfeltt--Lesshaft). El primer intento de lumbar1--7 (figura 55--1).
reparación de una hernia lumbar corrió a cargo de H.
Ravaton en 1750 debido a la necesidad de operar a una Las hernias espontáneas y las ocasionadas por lesión de
paciente embarazada con una hernia lumbar estrangu- los nervios intercostales 11 y 12 que producen atrofia

475
476 Hernias de la pared abdominal. Tratamiento actual (Capítulo 55)

Figura 55--1. A. Hernia lumbar postraumática, secundaria a accidente automovilístico con fractura de toda la parrilla costal
izquierda. B. Hernia lumbar incisional. C. Hernia con desarrollo en la edad adulta tipo Grynfeltt. D. Hernia lumbar espontánea por
denervación muscular de origen indeterminado.

muscular son catalogadas como seudohernias, puesto casi siempre se inician como una pequeña protrusión
que en realidad no tienen anillo herniario real, sino que bien localizada, lo cual no ocurre en las espontáneas, las
la atrofia muscular hace que éste se distienda por com- postraumáticas o las posquirúrgicas sin anillo verda-
pleto y, en consecuencia, la región lumbar afectada, se- dero, donde el aumento de volumen o protrusión es di-
mejando un gran saco herniario. Sin embargo, en oca- fuso, amplio y de crecimiento más rápido. Las hernias
siones se han observado hernias incisionales con un con un defecto pequeño son más susceptibles de produ-
anillo herniario verdadero y se ha documentado por me- cir molestia, más que un dolor real en el sitio del saco
dio de electromiografía una lesión intercostal que oca- herniario. Asimismo, tienen predilección por la incar-
siona atrofia muscular concomitante y dificulta el ma- ceración y el paciente notará un aumento de las moles-
nejo de dicha hernia. tias en el sitio de la hernia sólo cuando exista un com-
promiso vascular intestinal por estrangulación; en este
caso el dolor va de moderado a intenso, previo a la apari-
ción de datos abdominales de obstrucción o de un franco
CUADRO CLÍNICO abdomen agudo.
El riesgo de incarceración de una hernia lumbar es de
25%, con compromiso de algún segmento de colon, in-
testino delgado y epiplón. El riesgo de estrangulamien-
Como todas las hernias, la mayoría son asintomáticas y to es de 8 a 18% en las hernias con un verdadero anillo
el paciente sólo notará un aumento progresivo de volu- herniario.1,6 Los altos porcentajes de incarceración y es-
men pequeño o grande en la región de alguno de los trangulamiento se observan sobre todo en las hernias de
flancos. Las hernias congénitas y las posincisionales Grynfeltt y Petit, que tienen orificios relativamente pe-
Hernias lumbares de la pared abdominal 477

queños, y en las hernias incisionales con múltiples ope- enfermedad con buenos resultados, dado que la grasa
raciones y anillos fibróticos poco distensibles. preperitoneal herniada se detecta fácilmente.9 Además
de que ambos estudios verifican la presencia de una her-
nia, pueden mostrar con exactitud los límites del de-
fecto, gracias a las mediciones casi exactas que hacen de
MÉTODOS DIAGNÓSTICOS
su diámetro. Asimismo, identifican las características
de la musculatura lateral del abdomen y localizan el ma-
terial protésico y de fijación que se haya utilizado en
plastias previas.
A pesar de que las hernias de la pared abdominal se
diagnostican clínicamente entre 97 y 98% de los casos,
es en las hernias lumbares donde estos métodos diag-
Electromiografía
nósticos desempeñan un papel preponderante no sólo en
el esclarecimiento del diagnóstico, lo cual acontece en
pacientes muy obesos y con sacos herniarios pequeños, Su uso debe ser rutinario en los casos de hernias lumba-
sino que complementan el estudio integral del paciente res espontáneas, postraumáticas y posincisionales, por-
herniado, establecen estrategias de tratamiento y ayu- que permite verificar si la musculatura lateral se en-
dan a prever la posible evolución de una hernia lumbar cuentra denervada y precisar los nervios que se
en el posoperatorio. encuentran involucrados. El pronóstico de la plastia
Los estudios más utilizados ante la presencia de una siempre es malo en presencia de lesión nerviosa asocia-
hernia lumbar son el ultrasonido abdominal dinámico da, por lo que el paciente debe saber que, a pesar del ma-
(en reposo y con maniobra de Valsalva), la tomografía nejo con prótesis de la hernia o seudohernia, la dilata-
axial computarizada dinámica (TAC), la resonancia ción paulatina posterior de los músculos denervados
magnética nuclear (RMN) (estas dos últimas con sus- deformará la región y la hará ver como una recidiva.
tracción y reconstrucción digital o sin ellas) y la electro-
miografía de la musculatura abdominal.
Abordaje terapéutico

Ultrasonido abdominal El índice de recurrencia después de una hernioplastia


lumbar abierta con tensión es de los más altos (de 50 a
65%), debido a las características especiales de la re-
Es de utilidad casi exclusivamente en los casos de duda gión. Sin embargo, los reportes de reparaciones con el
diagnóstica, porque demuestra en manos de radiólogos uso de mallas y técnicas libres de tensión muestran una
interesados en el estudio de la pared abdominal la pre- aparente e importante disminución de recidivas. Lo an-
sencia de anillos herniarios y hace patente la protrusión terior convirtió en “retos a vencer” en la reparación de
de un saco herniario cuando el paciente realiza una ma- las hernias lumbares las siguientes dificultades para lo-
niobra de Valsalva. Cuando se utilizan aparatos de alta grar un mejor resultado:
definición delimita perfectamente cada uno de los mús-
culos (oblicuos, transverso y rectos abdominales), lo 1. Límites laterales musculares en lugar de límites
cual permite analizar sus características. En los casos de aponeuróticos francos, lo cual provoca sobre todo
cirugías previas delimita la localización de la prótesis
E Editorial Alfil. Fotocopiar sin autorización es un delito.

que los puntos de afrontamiento con tensión tien-


previa y permite identificar adherencias y presencia de dan a desgarrar el tejido muscular.
asas dentro del saco herniario. 2. Límites superior e inferior con estructuras óseas
(costilla por arriba y cresta iliaca por debajo),1,7
que al afrontar los límites del defecto en forma
Tomografía axial computarizada vertical ocasionan siempre un defecto triangular
y resonancia magnética nuclear cercano al segmento óseo por donde recurrirá la
hernia.
La TAC la utilizó Baker8 por primera vez en 1987 para 3. Rango de movilidad de la región muy amplio en
observar una hernia lumbar y desde entonces se han ob- sentido vertical (de 0 a 1 cm en flexión del tronco,
tenido varias ventajas en comparación con otros méto- de 7 a 9 cm en reposo y hasta 20 cm en extensión
dos diagnósticos (figura 55--2). La resonancia magnéti- máxima) (figuras 55--3 y 55--4), que ocasiona en
ca también se ha usado en el diagnóstico de esta el cierre con suturas una importante tensión con
478 Hernias de la pared abdominal. Tratamiento actual (Capítulo 55)

Figura 55--2. Paciente con hernia lumbar incisional secundaria a la toma de injerto óseo. La tomografía axial computarizada ofrece
una perspectiva adecuada de los límites del defecto, su tamaño y su contenido.

tendencia a desgarrar las estructuras musculares;


la aplicación de mallas carentes de flexibilidad en
todos los sentidos, con un índice de retracción
grande o falta de integración a la pared, conduce
al fracaso del procedimiento quirúrgico.

EVOLUCIÓN DEL
PROCESO TERAPÉUTICO
Borde costal inferior
Zonas de conflicto
Es peculiar el fenómeno observado cuando la rareza de
una patología impide su conocimiento científico for-
mal. Durante años los cirujanos han tratado de entender
Área muscular
la dinámica, la frecuencia, el índice de complicaciones,
los factores de riesgo, la metodología diagnóstica y la
mejor opción de tratamiento de esta enfermedad, así
Borde superior de la cresta iliaca como la limitación del daño funcional en determinadas
Figura 55--3. Zonas de conflicto o de dificultad técnica en la
situaciones. El limitado número de casos ha impedido
reparación de las hernias lumbares. Bordes superior e infe- el desarrollo de investigaciones serias que muestren re-
rior de estructuras óseas. Bordes laterales musculares en comendaciones reproducibles en todos los ambientes.
lugar de aponeuróticos. A continuación se analizan varios trabajos que han in-
Hernias lumbares de la pared abdominal 479

Extensión
Reposo 14 a 20 cm
7 a 9 cm
Flexión
0 a 1 cm

Figura 55--4. Rangos promedio de movilidad de la distancia del reborde costal a la cresta iliaca, en reposo, flexión forzada y exten-
sión máxima. El amplio grado de variación en esta distancia dificulta los resultados satisfactorios en este tipo de plastias.

tentado contestar las preguntas, de acuerdo con su nivel mente se publicaron varios artículos aislados que des-
de evidencia. criben entre uno y cuatro casos, algunos de ellos con
presentaciones inusuales, como la obstrucción uretero-
piélica.11 En 2005 se describió un caso de hernia de Petit
resuelta exitosamente mediante laparoscopia.12 Carbo-
Reportes de casos y nell13 reportó una técnica de mínima tensión con mate-
descripción de técnicas rial protésico (polipropileno) y anclaje de la malla a ni-
vel de la cresta iliaca, lo cual resultó interesante, porque
La base de los conocimientos actuales sobre las hernias la hizo en 10 pacientes de manera estandarizada y sus
lumbares se sustenta en observaciones no analíticas, de resultados fueron prometedores; sin embargo, no se
acuerdo con el Center for Evidenced--Based Medicine comparó con ninguna otra técnica y se trató de un estu-
de Oxford, que corresponden a un nivel 4 de evidencia dio retrospectivo.
con un grado de recomendación “C” (favorable pero no En Guinea Ecuatorial se analizaron 11 casos, de los
concluyente), entre las que destacan los estudios de cuales tres tenían otro tipo de hernias en la pared abdo-
E Editorial Alfil. Fotocopiar sin autorización es un delito.

Watson,10 quien ha contribuido con más de la mitad de minal, por lo que se propuso un factor endémico que au-
los casos publicados con propuestas de la frecuencia y menta la incidencia de estas alteraciones, pero por des-
la presentación diagnósticas más comunes y válidas gracia no se hicieron conjeturas sobre el origen de este
hasta hoy. factor o la manera de encontrarlo mediante un diseño in-
Casi 50 años antes Dowd describió una técnica para telectual más desafiante.
la reparación de este defecto basada en el uso de un col- Un porcentaje considerable de las hernias lumbares
gajo de la aponeurosis del glúteo mayor. En 20011 los son traumáticas y Shuhaiber14 encontró en un análisis
autores de este capítulo publicaron una técnica dirigida que 30% de ellas se reparan mediante cierre primario,
al abordaje de casos de alta complejidad por IMC arriba 50% requieren material protésico y sólo 10% se abor-
de 35 y múltiples cirugías mediante un acceso anterior dan por vía laparoscópica, con un índice de complica-
pararrectal, que facilita el acceso y evita la fibrosis y los ciones y recidivas similar; lamentablemente tampoco
materiales de sutura y protésicos previos que dificultan en este caso se usó la estadística inferencial, por lo que
la cirugía a través del sitio del saco herniario. Reciente- su análisis no llegó a ser tan profundo.
480 Hernias de la pared abdominal. Tratamiento actual (Capítulo 55)

Artículos de revisión 2. Pacientes con recidiva de un intento previo por vía


laparoscópica.
En los tiempos modernos sólo existe una referencia de 3. Pacientes con hernias que involucren parálisis
este tipo, publicada por Moreno Egea en enero de 2007.4 muscular (sean traumáticas, posincisionales por
Técnicamente corresponde a un nivel de evidencia cirugía urológica, espontáneas, neuropáticas,
grado 4 por tratarse de una revisión de los casos reporta- etc.), ya que estos pacientes necesitan también la
dos de 1950 a 2004; no obstante, es un artículo proposi- colocación de la prótesis con tensión moderada,
tivo que provee al clínico información valiosa del com- un procedimiento de plicatura musculoaponeuró-
portamiento de la enfermedad y expone una tica que corrija al mismo tiempo el defecto estéti-
clasificación para sustentar el tipo de tratamiento (lapa- co de los músculos abombados.
roscópico o abierto). Esto se basa en su propio análisis 4. El paciente que rechace el procedimiento laparos-
y se trata en el siguiente capítulo. Por lo anterior, dicha cópico.
publicación está destinada a ser una cita de referencia en
el manejo actual de la hernia lumbar, al menos mientras El proceso de elección ante la presencia de una hernia
aparecen trabajos con un grado de evidencia 1. lumbar con defecto verdadero (sin compromiso nervio-
so o parálisis muscular) es la técnica de Rives tradicio-
nal con algunos detalles modificados para un mejor
Ensayos clínicos resultado, sea por acceso directo sobre el defecto her-
niario o por vía anterior. Además, la técnica del “sand-
wich” (malla doble) puede ser de utilidad en los casos
Como se comentó al inicio de este apartado, la produc- de defectos muy grandes. Esta misma técnica más una
ción científica con alto grado de recomendación es nula plicatura musculoaponeurótica por acceso directo sobre
y hasta el momento no se cumplen los criterios principa- el defecto herniario es la que debe elegirse en pacientes
les, como aleatorización, cegamiento y seguimiento. Al con lesiones nerviosas comprobadas y subsiguiente pa-
margen de lo anterior, existen intentos razonables por rálisis muscular.
utilizar diseños experimentales con la aplicación de la
estadística inferencial. Un buen ejemplo es el trabajo
publicado por Moreno Egea y col.,15 que consiste en un Técnica de Rives
estudio prospectivo no aleatorizado que compara dos ti-
pos de abordajes quirúrgicos (abierto vs. laparoscópico)
Los principios básicos de esta técnica son los mismos
en el tratamiento de la hernia lumbar.
que se comentan en el capítulo correspondiente, pero
Este estudio adolece de falta de aleatorización y
aquí se le agregan algunos cuidados especiales:
cuenta con una muestra pequeña; sin embargo, sienta
precedente para otros con un desarrollo metodológico
S Posición de lumbotomía para acceder sobre el de-
más completo.
fecto herniario (figura 55--5).
S La distancia de disección del espacio preperito-
neal debe ser de al menos 8 cm de los límites del
TÉCNICA ABIERTA PARA LA defecto herniario. En general no hay problema
REPARACIÓN DE LA HERNIA LUMBAR para realizarlo en todas las direcciones excepto a
nivel subcostal, donde es laboriosa la disección.
Este excedente compensa por un lado el rango am-
plio de movilidad vertical ya descrito y por otro la
En este capítulo se aborda sólo el manejo por vía abierta contracción normal de las mallas.
o anterior de la hernia lumbar. Puede decirse que los si- S En la actualidad la malla de polipropileno ligero
guientes casos son candidatos para la reparación abierta debe ser la única opción con cualquier combina-
(excluyendo el hecho de que no se dominen las técnicas ción de material absorbible (VyproR, UltraproR,
laparoscópicas o no se cuente con ese recurso en el área ProceedR). Estos materiales cuentan con un me-
de trabajo): nor porcentaje de contracción pasiva, mayor elas-
ticidad que el polipropileno pesado en todos los
1. Pacientes con hernias grandes con defectos her- sentidos y su reacción inflamatoria es menor.
niarios de más de 15 cm de diámetro que dificultan S La fijación de la malla de preferencia debe ser
la realización laparoscópica. mixta (suturas transcutáneas y grapas), porque
Hernias lumbares de la pared abdominal 481

Figura 55--5. Posición de lumbotomía para el acceso directo sobre el defecto herniario

ello facilita el procedimiento en algunos sitios. A que el excedente de malla quedaría libre y podría
nivel de las estructuras musculares (oblicuo ma- atrapar un intestino o adherirse a él.
yor o recto abdominal) es sencillo colocar los pun-
tos transcutáneos de material no absorbible 0 o 1
(polipropileno). A nivel de la cresta iliaca la mejor Técnica de Rives por acceso anterior
opción es el empleo de grapas de cualquier tipo (fi-
gura 55--6). Nuevamente el problema surge a nivel Este acceso por vía de una incisión pararrectal y disec-
subcostal, donde las costillas podrían impedir la ción preperitoneal desde este punto hasta su parte poste-
colocación segura de dichos puntos, con riesgo de rior fue descrito por los autores de este capítulo1 en el
aprisionar el paquete vascular y nervioso subcos- manejo de tres pacientes con varias operaciones con una
tal, por lo que el uso de grapas es de mucha utili- o varias clases de mallas en el sitio de la hernia, con el
dad. Otro riesgo es el de perforar el hemidiafrag- objetivo de evitar el abordaje directo por el sitio del saco
ma cuando los defectos se encuentran al ras de la herniario, con la dificultad ocasionada por la presencia
costilla y la disección sube mucho. En estos casos de las prótesis, el material de sutura, las grapas de ciru-
los puntos de fijación o grapas se colocan 3 o 4 cm gías previas y el tejido cicatricial. Este proceso facilita
antes del extremo distal de la malla, con la ventaja la resección del cuello del saco peritoneal para su cierre
de que el excedente quedará fijo con la presión in- posterior y para la revisión de las asas intestinales. Debe
traabdominal que se ejerce sobre el peritoneo y la efectuarse con los mismos lineamientos de límites am-
parrilla costal. Es posible que esta ventaja no pue- plios de disección, más allá del defecto herniario (8 cm),
de aplicarse en la cirugía laparoscópica, puesto material protésico ligero y suturas de fijación más gra-
E Editorial Alfil. Fotocopiar sin autorización es un delito.

A B C
Figura 55--6. A. Se aprecia la disección completa del espacio preperitoneal de al menos 8 cm de los bordes del defecto. B. Se
muestra el momento en el que se coloca un punto transcutáneo en la parte anterior de la pared. C. Se aprecia el aspecto final
de la malla colocada en forma preperitoneal con técnica de Rives.
482 Hernias de la pared abdominal. Tratamiento actual (Capítulo 55)

Incisión

Cavidad
abdominal
Hernia
lumbar Malla Peritoneo
Incisión
pararrectal

Saco
herniario

A B
Figura 55--7. Acceso anterior para la colocación de una malla preperitoneal tipo Rives. A. Incisión paramedia por donde se inicia
la disección (izquierda). B. Se muestra la colocación de la malla en el espacio preperitoneal de igual forma que se hace por el
acceso directo por el defecto herniario.

pas. Su desventaja radica en la laboriosidad de su reali- niario (abarca parte de la parrilla costal y por debajo la
zación, especialmente en los pacientes obesos. cara interior de la cresta iliaca). En sentido posterior la
disección llega habitualmente hasta los músculos para-
vertebrales.
Técnica del acceso anterior
En este momento, rechazando con separadores el pe-
ritoneo y su contenido, se coloca una hoja de malla de
Bajo anestesia general y con el paciente en decúbito su- dimensiones adecuadas, que abarque totalmente el es-
pino (puede lateralizarse la mesa de operación para de- pacio disecado sobre la pared abdominal con los márge-
jar ligeramente elevada la zona herniada, de acuerdo a nes ya señalados.
la obesidad del paciente) se efectúa una incisión para- Se colocan algunos puntos de fijación transcutáneos
rrectal vertical, abarcando el nivel del reborde de la duo- donde exista pared muscular con sutura de polipropi-
décima costilla y el borde superior de la cresta iliaca (fi- leno 2-0 y grapas de fijación en la cara interna de la
gura 55--7). cresta iliaca y detrás de la parrilla costal, en un sitio
Se incide la aponeurosis anterior del recto, se separa donde no se pueda perforar el diafragma, ni tomar costi-
medialmente el borde de éste y se incide la aponeurosis lla, para evitar la posibilidad del neumotórax y los sín-
posterior donde ésta exista, para llegar al plano preperi- dromes dolorosos, respectivamente, durante el posope-
toneal. ratorio.
Una vez en este plano, la disección es relativamente Se libera el peritoneo rechazado con suavidad y se
fácil hasta llegar al sitio del anillo y del saco herniarios, verifica que se adhiera a la pared abdominal sin defor-
donde la fibrosis dificulta la disección. mar la malla; después se inicia el cierre habitual de la he-
Se procura liberar en su totalidad el saco herniario rida del acceso abdominal.
con disección cortante; es habitual que se presenten Es conveniente dejar un drenaje abierto o cerrado, de
aperturas en él en los sitios más adheridos, lo cual no es acuerdo con las preferencias del cirujano, durante uno
motivo de preocupación, puesto que al completar la di- o dos días para evitar la formación de alguna colección
sección de todo el defecto el cierre de tales orificios en en el espacio preperitoneal y en la cavidad que dejará el
el peritoneo se efectúa con facilidad con sutura continúa sitio donde se localizaba el saco herniario, ya que en
VicrylR 3-0. ocasiones podría confundirse la colección con una reci-
La disección del espacio preperitoneal abarca por lo diva temprana (figuras 55--8 y 55--9).
menos un margen de 8 cm de los bordes del anillo her-
Hernias lumbares de la pared abdominal 483

Figura 55--8. Dos pacientes en el posoperatorio de hernia lumbar operados con un abordaje anterior pararrectal.

Técnica de “sandwich” El material debe ser de polipropileno ligero. La des-


ventaja de este procedimiento consiste en los inconve-
Esta técnica es la realización de la técnica de Rives por nientes del uso de una prótesis de polipropileno en con-
vía anterior sobre el defecto herniario y la adición poste- tacto amplio con el tejido celular subcutáneo, que puede
rior de otra malla supraaponeurótica (onlay sobre la ocasionar un aumento del índice de infecciones, sero-
aponeurosis del oblicuo mayor o técnica de Chevrel), mas, quistes serosos y erosiones de la malla hacia la
que tiene el objeto de reforzar más esta zona de difícil piel. El empleo de dos hojas de material protésico pro-
control. duce una mayor restricción al movimiento que cuando
se usa una sola.

Técnica intraperitoneal abierta

Las indicaciones para este acceso son las mismas que


las mencionadas en el capítulo de técnica intraperito-
Parrilla neal abierta para hernias ventrales e incisionales. Los
costal autores de este capítulo la eligen para los pacientes con
Defecto varias operaciones y sospecha de adherencias intestina-
herniario
les severas al material protésico previo con posibilidad
Malla de resección intestinal, ya que el acceso abierto por lí-
nea media facilita las resecciones y las anastomosis in-
Cresta testinales en caso de requerirlas.
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iliaca
El abordaje por laparoscopia debe estar sujeto a la ex-
periencia del cirujano en cuanto a la liberación de adhe-
rencias y el manejo de resecciones y anastomosis mecá-
nicas por laparoscopia.
Igual que ocurre en todas las técnicas, son imprescin-
dibles la preparación preoperatoria del colon, los anti-
Figura 55--9. Sea por acceso directo o por acceso anterior, bióticos profilácticos y, en esta técnica en especial, el
se muestra la colocación final de la malla, debiendo trasla- uso de materiales ligeros compuestos antiadherentes y
par al menos 8 cm de los bordes del defecto, incluida la cara con mayor resistencia a las áreas contaminadas (una
interna de la cresta iliaca y la parrilla costal, donde además
se dificulta la fijación adecuada de la malla con puntos fir-
malla de ProceedR es la mejor opción).
mes. Hacia la parte posterior se sugiere llegar hasta el mús- La fijación se hará con puntos transcutáneos y grapas
culo cuadrado lumbar y en la anterior hasta la vaina del con los mismos cuidados requeridos en las técnicas an-
recto. teriores.
484 Hernias de la pared abdominal. Tratamiento actual (Capítulo 55)

Figura 55--10. Paciente con hernia (o seudohernia) espontánea, cuyo origen no se pudo determinar y no existe orificio o defecto
herniario, como lo muestra la tomografía. La electromiografía demostró denervación muscular. La cirugía deberá incluir plicatura
muscular para que los resultados estéticos y a largo plazo sean mejores.

Técnica quirúrgica en seudohernias acortar la convexidad muscular (como la que realizan


o hernias con defecto verdadero los cirujanos plásticos en las abdominoplastias en senti-
más compromiso nervioso do vertical), y la adición de una hoja de malla supraapo-
neurótica (onlay o técnica de Chevrel), para lograr una
plastia tipo “sandwich” que brindará un mejor aspecto
Si no existe un consenso y experiencia acerca del trata- estético inicial y endurecerá la región lumbar por el uso
miento de las hernias lumbares, el problema se agranda de las dos hojas de material protésico.
cuando se enfrentan seudohernias (traumáticas, neuro- Aun así los resultados a largo plazo no han sido muy
lógicas o espontáneas) que involucran parálisis o pare- alentadores, pues la denervación muscular persiste y
sia de uno o los tres músculos de la pared (figura 55--10). poco a poco vuelve a protruir la región. Esto obliga a co-
Pero puede enfrentarse otro escenario, donde el pacien- mentar con el paciente y sus familiares todos los aspec-
te tiene un defecto herniario real y también parálisis tos relacionados con la técnica antes de tomar la decisión
muscular. Esto se debe a dos situaciones: la mayoría de de operar para evitar decepciones del efecto cosmético o
las veces los pacientes fueron sometidos a una cirugía demandas legales ante lo que el paciente considera que
urológica donde se lesionaron los nervios intercostales es una recidiva.
XI y XII, y también presentan hernia sobre la línea de
sutura (lo que ocasiona el anillo verdadero); la otra cau-
sa de que coexistan es cuando se opera sin conocimiento RESULTADOS
de la seudohernia (confundiéndola con una hernia ver-
dadera) y aparece una hernia incisional en la línea de su-
tura (recidiva) más la parálisis muscular ya existente.
Cuando se operan estos pacientes con técnicas conven- En los últimos nueve años los autores han detectado un
cionales (con técnicas de tensión, Rives, intraperitonea- total de 14 casos catalogados como hernias lumbares y
les abiertas o laparoscópicas) los resultados a corto pla- han perdido el seguimiento sólo en uno de los casos.
zo son malos, pues los músculos continúan aumentando Atendieron a dos pacientes con hernias postraumáticas
su flacidez y en unos meses o años el paciente notará un (ambos con antecedente de accidente automovilístico,
nuevo aumento en el volumen del costado, el cual refe- fractura de toda la parrilla costal ipsilateral a la hernia
rirá como una recidiva, aunque técnicamente no lo sea, y una plastia previa fallida con malla), a uno con hernia
porque no existe un nuevo anillo herniario. espontánea y a 11 con hernia de tipo incisional. Ninguna
En estos casos se requiere una técnica abierta sobre de tipo congénito. Sólo efectuaron electromiografía a
el defecto herniario, la colocación de una malla preperi- los pacientes con hernia espontánea y a las dos postrau-
toneal (tipo Rives), la realización de una plicatura mus- máticas, documentando lesión neurológica de las ramas
culoaponeurótica en sentido horizontal con un surgete T11 y T12 con denervación de la musculatura abdomi-
simple o doble de material no absorbible del No. 0, para nal correspondiente. La experiencia ahora indica que es
Hernias lumbares de la pared abdominal 485

Figura 55--11. Paciente con una hernia lumbar derecha operada en forma abierta y que recidivó en la región del triángulo superior
(dentro del círculo) a los cinco años de seguimiento.

necesario realizar este estudio de manera rutinaria en CONCLUSIONES


todos los pacientes, pues uno de los casos catalogados
como incisional puro evolucionó con flacidez muscular
posterior, con la consecuente apariencia de una reci- Las hernias lumbares tienen una baja frecuencia, pero
diva, la cual debió haberse detectado antes de la opera- el estudio preoperatorio con tomografía y electromio-
ción. grafía puede orientar hacia la mejor técnica operatoria
Los procedimientos realizados incluyeron nueve y proporcionar argumentos para anticipar su pronósti-
plastias abiertas tipo Rives con acceso directo sobre el co. Al efectuar el procedimiento quirúrgico es necesario
defecto, tres con técnica abierta de Rives con acceso an- un conocimiento de la anatomía de la región y de la téc-
terior, una técnica intraperitoneal abierta y una con téc- nica elegida.
nica de Rives más plicatura muscular (en la espontá- La vía de acceso laparoscópico poco a poco le gana
nea). Las complicaciones tempranas incluyeron dos terreno a la reparación de las hernias lumbares, debido
seromas (14%), un granuloma de herida (7%) y una pa- a que tiene algunas ventajas de las que se hablará en el
ciente operada varias veces antes con dolor crónico in- siguiente capítulo; sin embargo, la vía de acceso abierta
capacitante durante un año, cuya intensidad disminuyó constituye la elección cuando existe compromiso de la
posteriormente. inervación muscular y se tiene que agregar al procedi-
Un paciente presentó flacidez de la región en forma miento una plicatura muscular, la cual es imposible de
moderada, que no permitió un nuevo manejo quirúrgi- realizar por laparoscopia. Al mismo tiempo, cuando no
co, y dos recidivas (14%) hasta el momento, que tam- se dominan las técnicas endoscópicas o no se cuenta con
poco han permitido una nueva reparación (figura los recursos, la cirugía abierta sigue siendo una buena
55--11). opción para resolver el problema.
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Capítulo 56
Tratamiento laparoscópico de las hernias
lumbares. Presente y perspectivas a futuro
D. Alfredo Moreno Egea

INTRODUCCIÓN externo. El conocimiento de la composición de la pared


abdominal a este nivel es importante para una correcta
orientación durante la cirugía abierta y el desarrollo de
la vía laparoscópica. Los elementos que la integran des-
La hernia lumbar (HL) es un defecto de la pared abdo- de una visión posterior o intraabdominal son:
minal posterior relativamente raro que incluye en la lite-
ratura médica cerca de 300 casos. Es tan poco frecuente 1. Peritoneo.
que Hafner afirmaba que un cirujano general podría te- 2. Grasa preperitoneal.
ner la oportunidad de reparar un caso de este tipo de her- 3. Fascia transversalis.
nias durante toda su vida.1 La implantación de unidades 4. Capa muscular profunda que contiene el cuadrado
funcionales en algunos hospitales ha cambiado esta fal- lumbar y el psoas.
ta de experiencia, porque le ofrece a estos pacientes y a 5. Capa muscular media con el sacroespinal, oblicuo
los médicos o cirujanos la posibilidad de un tratamiento interno y serrato posteroinferior.
integral y de un seguimiento mejor controlado. Ade- 6. Fascia toracolumbar.
más, en la última década la cirugía de pared abdominal 7. Capa muscular superficial formada por el dorsal
se ha modificado drásticamente con la introducción de ancho y el oblicuo externo.
nuevas técnicas diagnósticas, el uso de materiales proté- 8. Fascia superficial.
sicos y el desarrollo del abordaje laparoscópico. Por 9. Piel.
todo ello, el manejo actual de las hernias lumbares debe
reflejar los cambios sociosanitarios y debe llevarse a En los últimos años el abordaje laparoscópico ha permi-
cabo en centros experimentados con profesionales dedi- tido conocer mejor estas estructuras y, sobre todo, ha
cados para poder ofrecerle al paciente un tratamiento in- ofrecido la posibilidad de completar los conocimientos
dividualizado y obtener para el hospital un producto de de una forma directa, en especial a nivel facial.
máxima calidad global.
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Fascia preperitoneal
ANATOMÍA QUIRÚRGICA APLICADA
Cuando se inicia un abordaje laparoscópico posterior
después de abrir el peritoneo se aprecia una delgada
capa violácea que se continúa sobre el espacio abdomi-
La región lumbar está limitada en sentido superior por la nal posterior hasta envolver al cordón espermático a ni-
duodécima costilla, en dirección medial por el músculo vel inguinal. Esta capa es equivalente a la lámina poste-
erector espinal, en sentido inferior por la cresta del hue- rior de la fascia transversalis y unifica todos los
so iliaco y en dirección lateral por el músculo oblicuo términos utilizados antes para su descripción según su

487
488 Hernias de la pared abdominal. Tratamiento actual (Capítulo 56)

localización (fascia urogenital, umbilicoprevesical, lo sacroespinal y el anterior por el músculo oblicuo


lumbar, sacrorrectogenital, etc.). Por lo tanto, el espacio interno, su techo lo forman el oblicuo externo y el dorsal
extraperitoneal está comprendido entre el peritoneo y ancho, y su suelo la fascia transversalis y la aponeurosis
dicha fascia, y el espacio de Bogros está comprendido del músculo transverso del abdomen. En este espacio es
a su vez entre ella y la fascia transversalis. En sentido posible encontrar tres puntos débiles: inmediatamente
medial a los vasos epigástricos la casi ausencia de grasa por debajo de la costilla, donde la fascia transversalis no
explica la íntima fusión de los planos fasciales sobre el está cubierta por el músculo oblicuo externo, en la zona
músculo recto. En sentido lateral a dichos vasos se faci- de penetración fascial del duodécimo pedículo neuro-
lita la disección por el mayor contenido de grasa, for- vascular intercostal dorsal y entre el borde inferior de la
mando un espacio bien reconocido por los laparoscopis- costilla y el ligamento de Henle. La predisposición a la
tas por su típica imagen “en cabello de ángel”. Este herniación en este espacio es muy variable y depende
espacio es avascular y puede disecarse sin complicacio- del tamaño y la forma del triángulo, la longitud y la an-
nes hemorrágicas. En la zona central se adopta un as- gulación de la costilla, el tamaño y la forma de los mús-
pecto de embudo hacia el anillo inguinal interno, que culos cuadrado lumbar y serrato posterior, la inserción
engloba los elementos del cordón y forma la fascia es- del dorsal ancho sobre las costillas 11 y 12, la unión de
permática interna. Parece que los elementos del cordón las fibras posteriores del dorsal ancho con el oblicuo ex-
tuvieran en esta fascia un meso propio.2--5 terno, la variable inserción de las fibras del oblicuo ex-
terno sobre la duodécima costilla y si el músculo obli-
cuo interno es muscular o aponeurótico en su inserción
Fascia transversalis sobre la duodécima costilla (una persona alta y delgada
con las últimas costillas anguladas tendrá un menor es-
pacio lumbar superior que un hombre bajo y obeso con
También se denomina parietalis en el resto de la cavi- costillas horizontalizadas).
dad abdominal; es la capa de tejido conectivo que cubre
toda la superficie interna de la musculatura profunda del
Triángulo lumbar inferior
abdomen. No debe ser entendida como una fascia ais-
lada, sino como una única entidad que se extiende de la
El triángulo de Petit es de menor tamaño y está limitado
última costilla a la pelvis y desde la fascia lumbar hasta
por la cresta del hueso iliaco como base, el músculo
la línea alba. Forma una gran endofascia con las propias
oblicuo externo como borde lateral y el músculo dorsal
de los músculos recto anterior del abdomen, cuadrado
ancho como borde medial; el suelo lo forma la fascia
lumbar, iliopsoas, diafragma, obturador y elevador del
lumbodorsal contigua a la aponeurosis de los músculos
ano, que envuelve completamente el peritoneo, del cual
oblicuo interno y transverso. En ocasiones los bordes
puede separarse por una delgada capa de tejido graso.
del dorsal ancho y del oblicuo externo pueden ser conti-
En la parte superior es delgada, pero en la parte inferior,
guos y cerrar el espacio. Los factores de predisposición
especialmente en la región inguinal, es gruesa y tiene
a la herniación en este espacio pueden ser las alteracio-
bandas especializadas y pliegues densos, lo cual la con-
nes en el origen del músculo oblicuo externo y una posi-
vierte en un elemento importante de contención de la
ción más medial del dorsal ancho, que origina una ma-
pared abdominal posterior. La porción lateral al recto e
yor base del triángulo (frecuente en mujeres con caderas
inferior al arco de Douglas es la más gruesa y sus fibras
anchas), así como los adelgazamientos del músculo
se insertan en la cresta pectínea y el ligamento inguinal
oblicuo interno o el hecho de que no sea completamente
para formar el pilar del arco de Douglas.6--11
tendinoso, y la presencia de la fisura de Hartmann en el
El espacio lumbar contiene dos zonas débiles bien
vértice del triángulo. A diferencia del espacio superior,
definidas:12
el inferior no está penetrado por nervios o vasos sanguí-
neos que debiliten su suelo, lo cual facilita una disec-
Triángulo lumbar superior ción laparoscópica poco traumática.

El triángulo de Grynfeltt es más grande y constante que


el inferior y es probable que represente el sitio más co- Hernias lumbares difusas
mún de localización de las hernias espontáneas. Tiene
forma invertida y está limitado en su base por la duodé- En ocasiones los defectos alcanzan tamaños considera-
cima costilla y el borde inferior del músculo serrato pos- bles y no se encuentran delimitados por los espacios
teroinferior; su lado posterior está formado por el múscu- descritos anteriormente. Suelen ser el resultado de inci-
Tratamiento laparoscópico de las hernias lumbares. Presente y perspectivas a futuro 489

siones quirúrgicas o traumatismos violentos, en espe- moclínica creciente (A, B, C o D) basada en seis crite-
cial accidentes de tránsito. En estos casos los espacios rios: tamaño, localización, contenido, origen, existen-
lumbares suelen ser incorporados al defecto cicatricial cia de atrofia muscular y recidiva previa (cuadro 56--1).
parietal y exceden los límites del espacio anatómico La presencia de dos criterios es suficiente para definir
lumbar, invadiendo el borde del músculo recto ante- el tipo de hernia y la vía de abordaje quirúrgico puede
rior.13 Son hernias difíciles de reparar por la pérdida de ser modificada de acuerdo con el tipo definido (figuras
tejidos asociada, por lo que el autor de este capítulo no 56--1 a 56--3).
aconseja el abordaje laparoscópico.

DIAGNÓSTICO
CLASIFICACIÓN

El intento por clasificar las hernias lumbares no es una Las hernias lumbares pueden presentarse de forma agu-
tarea sencilla dada su rareza, variable localización y di- da o crónica y su semiología dependerá del tamaño y
fícil diagnóstico. Las clasificaciones propuestas en la li- contenido de la hernia. No hay que olvidar que en oca-
teratura tienen un carácter epidemiológico unifactorial siones no causan síntomas y que no existe ninguno que
y no una orientación terapéutica definida: sea patognomónico de ellas:

1. Según la localización: S Tumoración posterolateral. La forma clínica


S Lumbar superior (Grynfeltt--Lesshaft, lumbo- más frecuente de presentación es la de una masa
costal o costoiliaca de Larrey). palpable que aumenta con la tos y los esfuerzos,
S Lumbar inferior (Petit, suprailiaca de Huguier que casi siempre puede reducirse y tiende a desa-
o lumboiliaca). parecer en decúbito supino. En ocasiones puede
S Difusa (posoperatoria, incisional costal o trau- alcanzar un gran tamaño y alterar la simetría del
mática). torso del paciente.14
2. Según el contenido: S Dolor de espalda o lumbago. El paciente puede
S Extraperitoneales (sin saco peritoneal). referir molestias abdominales inespecíficas, fati-
S Paraperitoneales (con peritoneo deslizado y ga o dolor de espalda referido a lo largo de la zona
adherido a las vísceras). de distribución del nervio ciático. Para Light es un
S Intraperitoneales (con un completo saco perito- diagnóstico a considerar entre las mujeres jóvenes
neal alrededor del contenido visceral). y deportistas con dolor de espalda.15
3. Según su etiología: congénitas o adquiridas, que S Obstrucción intestinal. Se manifiesta con náu-
a su vez se dividen en traumáticas, infecciosas y seas, vómitos, distensión abdominal y palpación
quirúrgicas. de una masa no reducible. La radiología puede de-
mostrar la presencia de niveles hidroaéreos. La es-
Con base en la experiencia de los últimos años, se pro- trangulación es rara pero puede darse por constric-
pone una clasificación con una finalidad terapéutica que ción del cuello del saco o por la volvulación de su
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distingue cuatro tipos de hernias de complejidad anato- contenido.16--18

Cuadro 56--1. Clasificación de las hernias lumbares en cuatro tipos de acuerdo con
cinco criterios. La presencia de al menos dos criterios es necesaria para definir un tipo
A B C D seudohernia
Tamaño < 5 cm 5 a 15 cm > 15 cm --
Localización Superior Inferior Difusas --
Contenido Grasa extraperitoneal Víscera hueca Víscera maciza --
Etiología Espontáneas Incisionales Traumáticas
Atrofia muscular No -- leve Moderada Severa Severa
Recidiva No Sí (abierta) Sí (laparoscopia) --
Vía abierta EP, laparoscopia TEP Laparoscopia IP Vía abierta (doble malla) Vía abierta (doble malla)
TEP = totalmente extraperitoneal; IP = transabdominal.
490 Hernias de la pared abdominal. Tratamiento actual (Capítulo 56)

A B C

D E F

Figura 56--1. Hernia lumbar tipo A. Hernia superior izquierda. Defecto de 3 a 5 cm sin contenido visceral (contenido renal preperito-
neal) en paciente sin cirugía previa. A. Imagen tomográfica. B. Reconstrucción tomográfica. C. Reconstrucción muscular posterior.
D. Técnica laparoscópica extraperitoneal. Reducción del lipoma graso. E. Campo extraperitoneal tras la reducción de la hernia.
Defecto aponeurótico, bordes musculares y elementos nerviosos. F. Reconstrucción con malla bilaminar en el espacio preperitoneal.

S Obstrucción urinaria. El contenido renal puede S Otras formas raras de presentación publicadas son
presentarse con síntomas urinarios como hematu- la masa pélvica y el absceso retroperitoneal y glú-
ria, oliguria y dolor cólico.19,20 teo.21--23

B D

A C E

Figura 56--2. Hernia lumbar tipo B. Hernia lumbar derecha. Defecto incisional de 8 cm en el espacio superior con contenido visce-
ral. A. Imagen tomográfica de un defecto derecho con contenido intestinal. B, C. D, E. Estudio tomográfico de un defecto lumbar
inferior postraumático cuyo contenido es ciego y colon derecho (obsérvese el hematoma calcificado).
Tratamiento laparoscópico de las hernias lumbares. Presente y perspectivas a futuro 491

A B C
Figura 56--3. Hernia lumbar tipo C. Hernia lumbar difusa de gran tamaño. Defecto superior a 20 cm con contenido visceral.
Paciente con recidiva tras cirugía con malla intraabdominal. A, B. Imagen tomográfica del defecto con contenido intestinal. Se
aprecia la sutura metálica sobre el oblicuo interno y el cuadrado lumbar. C. Reconstrucción tomográfica para valorar toda la fijación
de la cirugía previa y localizar correctamente el nivel de la recidiva.

En cuanto a la forma de presentación, cerca de 90% lo de un tumor reductible con sensación de contenido
hacen de forma no urgente y 10% de forma aguda, como intestinal y molestias locales que aumentan durante la
obstrucción intestinal. Por lo tanto, en la mayoría de los deambulación y el ejercicio físico.
casos no debe existir ningún impedimento clínico para En este sentido, la atrofia muscular se comporta fi-
poder completar un adecuado estudio preoperatorio. No siológicamente como una hernia y sólo el adecuado es-
hay que olvidar hacer el diagnóstico diferencial con tudio de imagen (tomografía) ayuda a confirmar el diag-
otros procesos mucho más frecuentes, como son los li- nóstico.
pomas (tumores blandos, móviles y no fijos a los planos Algunos autores han publicado intervenciones de
musculares), los fibromas (fijos a la fascia o músculo, hernias lumbares, que en realidad eran atrofia muscular
firmes, no reducibles ni dolorosos, que se mueven con y no hernias.24,25
la contracción del grupo muscular), los hematomas (se Es importante tener un diagnóstico lo más completo
sospechan por la presencia de un antecedente traumá- posible, establecer una buena relación médico--pacien-
tico, equimosis local, no son reducibles y son frecuentes te, con una adecuada información sobre la enfermedad,
en atletas o en tratamientos con anticoagulantes), los y obtener un adecuado consentimiento antes de decidir
abscesos (asocian dolor, edema, celulitis, fiebre y leu- un abordaje quirúrgico por vía endoscópica (hay que re-
cocitosis), los tumores renales (no son reducibles, su cordar que por esta vía no se realiza una reconstrucción
percusión es mate y no son dolorosos), la hernia muscu- musculoaponeurótica y poco puede aportar a la conten-
lar (son muy raras y desaparecen al relajarse el múscu- ción de grandes defectos con músculos muy adelgaza-
lo), la paniculitis (es una afección más extensa, que se dos y debilitados) (figura 56--4).
asocia con manifestaciones reumáticas y en ocasiones
historia de episodios repetidos de múltiples nódulos
subcutáneos pequeños no supurativos) y la hernia pani- Diagnóstico por imagen
cular lumbosacroiliaca (herniación de grasa subfascial
Desde que en 1987 Baker demostró la utilidad de la
que puede causar dolor lumbar y desaparecer mediante
tomografía en el diagnóstico de la hernia lumbar, otras
la infiltración regional de anestésicos locales). Hay que
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12 publicaciones específicas han apoyado su uso por


recordar que ninguno de estos procesos puede causar
cuanto valora fielmente las relaciones anatómicas del
síntomas de obstrucción intestinal.1,12
área lumbar, diferencia la atrofia muscular de la verda-
dera hernia, identifica su contenido y descarta la posibi-
lidad de un tumor, lo cual facilita una decisión terapéu-
Atrofia muscular o seudohernia (tipo D) tica más racional.26--30
Aunque el diagnóstico debe ser clínico con base en
La atrofia muscular de la pared abdominal posterolate- la historia, los síntomas y los signos físicos del paciente,
ral es una situación especial que puede plantear muchas hoy en día, excepto en los casos de presentación urgente
dudas para el cirujano. o en centros sin dotación radiológica adecuada o con pro-
Los pacientes con este problema acuden con un adel- blemas económicos, la realización de una tomografía
gazamiento parietal que puede conllevar una deformidad debe constituir una exploración rutinaria en la evalua-
indistinguible de una verdadera hernia, con la palpación ción preoperatoria de los pacientes con hernia lumbar.
492 Hernias de la pared abdominal. Tratamiento actual (Capítulo 56)

A B C
Figura 56--4. Hernia lumbar tipo D. Seudohernia o atrofia muscular importante en un paciente con gran debilidad del área lumbar.
A. Imagen tomográfica de una atrofia muscular lumbar con tumoración manifiesta. B. Reconstrucción tomográfica de una seudo-
hernia; se aprecia una clara deformidad y desplazamiento del contenido intestinal. C. Reconstrucción espacial de una falsa hernia
lumbar.

TRATAMIENTO de reparación de una hernia lumbar fue propuesto ini-


cialmente por Thorek en 1950 (tantalio) y Hafher en
1963 (MarlexR).1,31 Desde entonces, largo ha sido el
camino recorrido para disponer en los quirófanos de
Indicación de cirugía mallas que gozan de una gran seguridad y fiabilidad. En
1996 Burick publicó la primera reparación laparoscó-
La evolución natural de las hernias lumbares se dirige pica transabdominal retroperitoneal en un paciente con
al crecimiento progresivo de su tamaño, que las hace una hernia lumbar superior,32 y unos meses más tarde
cada vez más sintomáticas, llegando a deformar al pa- Bickel realizó el mismo abordaje para una hernia lum-
ciente e impedir una correcta deambulación; por ello, la bar de localización inferior.33 Ambos autores utilizaron
mayoría de los autores consideran que deben ser repara- en la reconstrucción parietal una prótesis de polipropi-
das, excepto en los pacientes de alto riesgo. Dado que leno con un solapamiento menor de 4 cm y fijación con
la corrección quirúrgica siempre es más difícil en los ca- grapas. Un año después Heniford describió el abordaje
sos evolucionados, la cirugía y el abordaje laparoscó- transabdominal intraperitoneal con una malla de polite-
pico deben indicarse lo antes posible. Bolkier llegó a trafluoroetileno, un solapamiento de 4 cm y fijación me-
justificar una posible indicación cosmética por la defor- diante suturas totales transabdominales.34
midad local en los casos de atrofia muscular mediante En 1999 Woodward publicó el primer caso de una
cirugía abierta anterior.25 Actualmente no existen datos hernia lumbar tratada por vía endoscópica extraperito-
fiables en la literatura que justifiquen o descarten dicha neal mediante el uso de un balón disector, con malla de
opción. En este caso, se piensa que debe ser una deci- polipropileno y fijación con grapas y suturas.35 Una téc-
sión conjunta en función del cirujano (experiencia), el nica de abordaje endoscópico igual, pero con fijación
paciente (edad, actividad laboral, enfermedades asocia- mecánica, fue publicada por Postema y Habib (cuadro
das, cirugías previas, riesgo anestésico, etc.) y el tipo de 56--2).36,37 En la actualidad existen unas 15 referencias
hernia. Cuando existan síntomas de incarceración o de sobre el abordaje laparoscópico de la hernia lumbar y
estrangulación la indicación quirúrgica debe ser urgente una serie de siete casos publicada por Arca.38--40 En 2002
y la vía laparoscópica no debe ser considerada como una el autor de este capítulo y su grupo publicaron la prime-
posibilidad. ra hernia lumbar operada por vía endoscópica como ci-
rugía sin ingreso hospitalario (en régimen ambulato-
rio)41 y en 2004 dieron a conocer el único estudio
Apuntes históricos publicado que compara los resultados de la cirugía clá-
sica con el abordaje laparoscópico, que demuestra que
Los dos pilares que han posibilitado el desarrollo de la esta última vía es una opción con menor morbilidad,
cirugía laparoscópica en la hernia lumbar consisten en menor estancia hospitalaria, menor consumo de analgé-
la introducción de mallas para uso intraabdominal y el sicos y un retorno precoz a la actividad laboral sin au-
desarrollo de la tecnología endoscópica aplicada al es- mento de los costes del proceso (p < 0.05).42 Asimismo,
pacio preperitoneal. El uso de una malla como elemento en 2006 publicaron una serie personal de 15 casos re-
Tratamiento laparoscópico de las hernias lumbares. Presente y perspectivas a futuro 493

Cuadro 56--2. Historia del tratamiento laparoscópico de las hernias lumbares


Año Autor Técnica Malla Solapamiento Fijación EH
1996 Burick TAPP PPL < 4 cm Grapas 2.0
1997 Bickel TAPP PPL < 4 cm Grapas 3.0
1997 Heniford Transabdominal PTFE 4 cm Suturas 2.0
1998 Arca Primera serie con 7 casos PTFE 4 cm Suturas 1.7
1999 Woodward TEP PPL ------ Combinada 2.0
2001 Shekarriz TAPP PPL < 4 cm Grapas 1.7
2002 Moreno Egea Transabdominal combinada Bilaminar > 5 cm Grapas CMA
2002 Postema TEP PPL Grapas
2003 Meinke TEP PTFE 4 cm Combinada 5.0
2003 Habib TEP PPL > 5 cm Grapas 2.0
2004 Moreno Egea Primer estudio comparativo Bilaminar > 5 cm Grapas 1.3
2006 Moreno Egea Serie personal de 15 casos Bilaminar > 5 cm Grapas 2.0
2007 Moreno Egea 17 casos con un seguimiento > 8 años Bilaminar > 5 cm Grapas 1.2
TEP = extraperitoneal; EH = estancia hospitalaria en días; PPL = polipropileno; PTFE = politetrafluoroetileno; CMA = cirugía mayor ambulatoria.

sueltos con abordaje endoscópico43 y en 2007 propusie- en la cavidad, ésta se extiende y se extraen las dos refe-
ron una clasificación terapéutica de las hernias lumba- rencias transabdominales mediante una aguja atrapasu-
res, con el fin de facilitar la indicación del abordaje lapa- turas y se cogen con una pinza de Péan. La malla se fija
roscópico con base en seis criterios.44 mediante sutura helicoidal irreabsorbible, tanto al mar-
gen como cerca del defecto. No se realiza ningún tipo
de cierre del peritoneo sobre la malla bilaminar. Los tro-
TÉCNICA QUIRÚRGICA DEL AUTOR cares se retiran siempre bajo visión directa, se cortan los
hilos de referencia sin anudar y se vacía el neumoperito-
neo, dando por finalizada la intervención.
El paciente, bajo anestesia general, es colocado en decú-
bito lateral con el riñón cotralateral elevado mediante el
pile de la mesa. Para crear el neumoperitoneo se usa una RESULTADOS DEL AUTOR
aguja de Veress a nivel subcostal en la línea medioclavi-
cular y se colocan tres trocares de 10 mm a lo largo de
la línea clavicular media, modificables según el tamaño
y la localización del defecto. La técnica es combinada, El cuadro 56--3 muestra los resultados de morbilidad de
puesto que la entrada es transabdominal intraperitoneal, una serie de 17 casos intervenidos mediante laparosco-
pero la necesidad de movilizar el colon para conseguir pia por hernia lumbar. De todos los casos, 88% constitu-
un margen de pared abdominal posteroinferior adecua- yeron hernias secundarias a cirugía y en dos casos se
do y un solapamiento máximo la convierten en parcial- presentaron hernias traumáticas debidas a accidentes de
mente retroperitoneal (técnica combinada). Una vez tránsito. Se observó un claro predominio de hernias de
movilizado el colon y deslizada la grasa preperitoneal localización derecha (70%) e inferior (53%), y el colon
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se visualizan el plano muscular posterior (psoas y cua- como el contenido más frecuente del saco herniario
drado lumbar) y su fascia. Se localizan los nervios abdo- (65%). Se tuvieron dos casos de hemorragia intraabdo-
minogenitales y el uréter si es preciso, para no lesionar- minal: uno por lesión del epiplón y otro de la arteria epi-
los durante la fijación de la malla. El tamaño del defecto gástrica inferior durante la aplicación de la sutura mecá-
se valora mediante agujas intramusculares y se dibuja nica. Nueve pacientes fueron tratados sin ingreso
en la piel añadiendo un margen de 6 cm en todo su perí- hospitalario (53%) y sólo uno precisó ingreso por dolor
metro. En ocasiones es necesario descolgar parcialmen- y hematoma de gran tamaño sin que se necesitara gesto
te el hígado para continuar el plano preperitoneal y su- quirúrgico alguno (hernia difusa con un defecto de
perponer la malla ampliamente en las hernias lumbares 176.63 cm2). Este paciente fue diagnosticado de recidi-
superiores. En la reparación se aconseja una malla bila- va a los seis meses y operado al año mediante abordaje
minar, que es referenciada con dos puntos de orienta- anterior. Un paciente requirió punción y drenaje en tres
ción en los vértices mediales (que se situarán cerca de ocasiones por un seroma recurrente. Mediante la valo-
los trocares, a nivel del plano muscular lateral). Una vez ración estética se consiguió una disminución significa-
494 Hernias de la pared abdominal. Tratamiento actual (Capítulo 56)

Cuadro 56--3. Morbilidad intraoperatoria y ofrece una excelente visión, para evitar posibles lesio-
y posoperatoria de los pacientes operados nes de estructuras vecinas (uréter, colon, nervios, etc.),
de hernia lumbar pero no permite la reconstrucción parietal ni consigue
Tiempo quirúrgico medio DS (minutos) 70 13.5 una plastia bajo una tensión controlada.32--40 En los ca-
Morbilidad intraoperatoria 2 (12) sos de atrofia muscular asociada o de gran deformidad
Hemorragia epiploica 1 se piensa que es necesaria una reparación bajo cierta
S Hemorragia parietal 1 tensión, que garantice un resultado estético y funcional
S Morbilidad posoperatoria 7 (41) adecuado, lo cual se puede lograr con una técnica de do-
S Hematoma en el trocar 1 ble reparación —malla preperitoneal más malla supraa-
S Hematoma parietal 2
poneurótica (tipo D).45 En los casos de hernias de pe-
S Seroma 2
S Neuralgia transitoria 2
queño tamaño y sin antecedentes quirúrgicos (hernias
S Dolor crónico 0 congénitas o traumáticas) puede ser factible35--37,40 el
Cirugía ambulatoria 9 (53) acceso extraperitoneal, pero las hernias lumbares casi
Estancia hospitalaria media DS (días) 2.5 1.3 siempre son grandes o tienen cirugía previa (secunda-
Reingreso hospitalario 1 (6) rias incisionales), por lo que la vía intraperitoneal puede
Tiempo de consumo de analgésicos DS 7 6.5 ser más la más aconsejable y segura.34,38 La técnica
(días) transabdominal consiste en un abordaje combinado por
Tiempo de retorno habitual DS (días) 14 6.3
la necesidad de movilizar el colon y abrir el peritoneo
Perímetro abdominal medio a los 6 meses 92 7.8*
DS (cm)
del margen posteroinferior, lo cual obliga a trabajar
Recidiva 1 (6) también en el espacio preperitoneal. La técnica transab-
Seudohernia sin recidiva (TC) 4 (24) dominal retroperitoneal precisa la disección de los bor-
DS = desviación estándar (porcentaje). * p = 0.028.
des superior y lateral del peritoneo para poder situar la
malla totalmente extraperitoneal; esta maniobra au-
menta la agresión quirúrgica y limita el solapamiento.
El trabajo desde la cavidad intraabdominal ha permitido
tiva del perímetro abdominal en 18% (20 cm de reduc- una relativa comodidad, desarrollar la técnica de una
ción media) (p < 0.05) de los casos, pero no se evitó la forma regulada, conseguir un solapamiento adecuado
progresiva debilidad y tumoración (sin recurrencia, con —siempre mayor de 5 cm—, fijar la malla con grapas
tomografía normal con atrofia muscular) en 24% de los sin necesidad de suturas adicionales y, al utilizar una
pacientes. malla bilaminar, evita la necesidad de cerrar el perito-
neo. El manejo de una malla de 30 cm dentro de la cavi-
dad puede ser muy complicado y el solapamiento limi-
ELECCIÓN RAZONADA tado, por lo que actualmente no se aconseja la vía
laparoscópica en hernias mayores de 15 cm y en las reci-
divas tras laparoscopia, donde aún se realiza el abordaje
anterior. Problemas frecuentes tras la cirugía de pared
Para elegir una técnica antes hay que contar con un diag- abdominal posterolateral son la debilidad muscular, la
nóstico completo (conocer el tamaño del defecto, su lo- atrofia y la deformidad del abdomen. No existen en la
calización y contenido), por lo que se aconseja contar literatura datos sobre la evolución cosmética de los pa-
con una tomografía para planear adecuadamente la ciru- cientes intervenidos por laparoscopia. La experiencia
gía. De acuerdo con las aportaciones de cada técnica, el del autor demuestra la continencia y solidez de la pared
autor y su grupo de trabajo piensan que su clasificación abdominal tras la hernioplastia laparoscópica mediante
es útil en la decisión de elegir un abordaje abierto clá- una disminución significativa del perímetro abdominal
sico o laparoscópico, que permitirá poder comparar fu- cercana a 10%, pero la debilidad no es evitable en más
turos estudios. El abordaje anterior es muy traumático de 20% de los pacientes, sobre todo en los casos mayo-
y requiere una gran disección para definir los planos da- res de 15 cm (cuadro 56--3).
ñados y localizar el defecto, pero tiene la ventaja de que En el tratamiento laparoscópico de la hernia lumbar
permite realizar una completa reconstrucción parietal. es especialmente importante obtener un adecuado con-
El abordaje laparoscópico tiene las ventajas de la ciru- sentimiento del paciente y asegurarse de las expectati-
gía de mínima invasión (menor dolor, estancia hospita- vas que se tienen con respecto a la intervención. El autor
laria y complicaciones de la herida), evita amplias di- aconseja una hernioplastia vía anterior o una laparosco-
secciones, permite una localización exacta de la lesión pia extraperitoneal en los pequeños defectos con conte-
Tratamiento laparoscópico de las hernias lumbares. Presente y perspectivas a futuro 495

Figura 56--5. Técnica laparoscópica en la hernia lumbar. 1. Paciente con hernia lumbar, visión anterior. 2. Visión posterolateral
del defecto. 3 y 4. Posición en la mesa de quirófano. Decúbito lateral con pile forzado. 5. Posición de los trocares a nivel abdominal.
6. Visión laparoscópica de un defecto con el ciego como contenido visceral. 7 y 8. Apertura de la fascia de Toldt para entrar en
el espacio preperitoneal y reducir el colon y la grasa extraperitoneal. 9. Visión de los límites del defecto lumbar inferior. Sobre el
músculo psoas se advierten los nervios iliohipogástricos que deben ser respetados. 10. Preparación de la malla bilaminar. 11.
Colocación correcta de la malla con los puntos de referencia. 12, 13 y 14. Fijación de la malla mediante sutura mecánica (grapas).
15. Visión de las referencias y de un cuarto trocar más medial para poder extender aún más la malla y asegurar su correcta fijación
muscular medial. 16. Resultado estético de la reparación laparoscópica seis meses después.
E Editorial Alfil. Fotocopiar sin autorización es un delito.

nido extraperitoneal (tipo A), la vía laparoscópica trans- Finalmente, los resultados del tratamiento de la her-
abdominal en los defectos moderados con hernias nia lumbar siguen siendo difíciles de analizar en fun-
paraperitoneales o intraperitoneales (tipo B), y una ción de la escasa experiencia de cada cirujano. Hancock
plastia anterior con doble malla (tipo C) en los casos de publicó el primer caso de recidiva en 1920.31 Posterior-
recidivas o de hernias difusas mayores de 15 cm. Ac- mente se reportaron recidivas con todos los abordajes
tualmente no se aconsejan las autoplastias ni el uso de posibles, tanto abiertos como laparoscópicos. Estos he-
mallas en forma de tapones, porque la calidad de los teji- chos deben servir de reflexión sobre la importancia de
dos afectados no puede ser valorada de forma fiable du- realizar una correcta evaluación de cada paciente, una
rante la cirugía. Siempre hay que realizar una plastia adecuada elección de la técnica quirúrgica y sobre todo
con malla extendida, buscar un solapamiento que sea de la necesidad de centralizar esta patología en centros
máximo en todo su perímetro (> 6 cm) y asegurar una con experiencia que ofrezcan los mejores resultados po-
adecuada fijación de la malla. sibles.
496 Hernias de la pared abdominal. Tratamiento actual (Capítulo 56)

CONSEJOS DEL AUTOR 2. La tomografía debe incluirse en el protocolo preo-


peratorio del paciente con hernia lumbar.
3. La vía laparoscópica en manos experimentadas es
la mejor opción para los defectos pequeños o mo-
1. El empleo de una clasificación completa es impor- derados.
tante para poder evaluar adecuadamente a los pa- 4. La cirugía abierta debe ser de elección en los gran-
cientes y mejorar nuestros conocimientos en un des defectos (traumáticos o difusos) y constituir el
futuro. rescate de los fracasos del abordaje laparoscópico.

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498 Hernias de la pared abdominal. Tratamiento actual (Capítulo 56)
Capítulo 57
Hernia incisional suprapúbica
José Miguel Goderich Lalán

CONCEPTO FRECUENCIA

La hernia incisional suprapúbica se localiza en la parte Este tipo de hernia no es frecuente y representa entre 2
anterior, media e inferior de la pared abdominal, en la y 4% de todas las hernias incisionales. En el centro de
cual una parte del anillo está formada por el reborde trabajo del autor ocupa tan sólo 2% de los pacientes que
óseo o fibroso de los huesos íleon y pubis. se operan de hernioplastia, lo cual corresponde a 39 ca-
sos de 3 871 plastias realizadas de 1966 a 1998; estos
datos coinciden con los de otros autores, como Duce y
Noguerales.6,9
ETIOLOGÍA
Debido a las características propias de las mujeres, la
frecuencia de esta hernia es mayor en ellas en una pro-
porción de 4 a 1.
Siempre se asocia con daño quirúrgico en la región, se-
cundario a operaciones como:
ANATOMÍA PATOLÓGICA
S Hernias inguinocrurales primarias y recurrentes.
S Incisiones que rompen la anatomía normal de la
región, como las que seccionan o disecan los mús-
culos rectos abdominales en operaciones radicales La sínfisis del pubis es un área compleja desde el punto
de los genitales internos femeninos. de vista anatómico, por el marcado entrecruzamiento de
S Operaciones de la próstata y el tracto urinario fibras aponeuróticas y tendinosas, entre las que destacan:
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bajo.
S Hernias incisionales recidivantes. S El ligamento interóseo.
S Los ligamentos anterior, superior e inferior del
De acuerdo con la experiencia del autor de este capítulo pubis.
y su grupo de trabajo, la principal causa de hernia inci- S El ligamento arcuato del pubis, que se encuentra
sional suprapúbica es la operación cesárea (85% de los en las caras posterior e inferior del pubis.
casos) en las mujeres y la prostatectomía en los hom- S El entrecruzamiento de las fibras aponeuróticas en
bres. En 36% de los casos encontraron antecedente de la línea media.
más de tres operaciones, con una marcada destrucción
de la región, lo cual ofrece cifras similares a las de los Los cambios histológicos son marcados en esta región,
autores europeos.10 puesto que presenta una gran concentración de tejido

499
500 Hernias de la pared abdominal. Tratamiento actual (Capítulo 57)

Figura 57--1. Paciente con hernia incisional suprapúbica.

colágeno denso, bajo nivel de irrigación y poca elastici- posibilidad a la utilización de trajes de baño y ropas de
dad, lo cual le confiere complejidad a la reparación her- moda. Todo esto tiene una repercusión importante en la
niaria. vida social y laboral.
Es necesario que durante la reducción o después de
ella se determine la localización del borde inferior del
CUADRO CLÍNICO anillo, donde se demostrará el arco óseo inferior y fibro-
so en la circunferencia restante (figura 57--1).

Los síntomas principales son el dolor y el tumor de re- VALORACIÓN PREOPERATORIA


ducción parcial o total, donde siempre aparece el ante-
cedente de operaciones anteriores en la región. Son fre-
cuentes los síntomas urinarios bajos y los trastornos Siempre que el paciente padezca sobrepeso se proce-
psicosomáticos en relación con la hernia, tales como fri- derá a la reducción de peso. En todos los pacientes se
gidez o impotencia sexual, rechazo a la intimidad, im- utilizará antibioticoterapia profiláctica y durante el
transoperatorio se colocará un catéter vesical.

Músculos rectos
abdominales

Defecto
Conducto
Pubis deferente

Malla

Vejiga

Ligamento
arcuato del
pubis
Ligamento de Cooper

Figura 57--2. Vista posterior esquemática de la región y el


defecto herniario. Modificado del Dr. Bendavid; Ontario, Ca- Figura 57--3. Estado final de la operación y posición de la
nadá. malla. Modificada del Dr. Bendavid; Ontario, Canadá.
Hernia incisional suprapúbica 501

A B

Figura 57--4. A. Disección convencional del espacio preperitoneal para hernia incisional. B. Extensión de la disección hacia el
espacio retropúbico y la vejiga. Se aprecia el borde del pubis, de aspecto nacarado, en el campo quirúrgico.

TÉCNICA QUIRÚRGICA S En caso de que exista tensión en el cierre de la apo-


neurosis, ésta se dejará abierta y la malla se cubrirá
con tejido fascial preaponeurótico.
S Utilización de drenaje subcutáneo.
En estos enfermos es necesario el implante de una biopró-
tesis, que puede ser de polipropileno o de MersileneR, En la mayoría de los casos se intenta una convalecencia
“bañada” previamente en solución antibiótica. El pro- hospitalaria de corta estancia.
cedimiento se basa en una combinación de los pasos de
la técnica de implante preperitoneal descrita por Jean
Rives y la publicada por Robert Bendavid en el artículo COMPLICACIONES
Incisional parapubic hernia (figuras 57--2 y 57--3).1 TRANSOPERATORIAS
Los pasos técnicos incluyen:

S Disección y aislamiento del saco herniario, funda-


mentalmente de todo el borde fibroso del anillo. La principal complicación en el transoperatorio se rela-
S El saco herniario debe ser resecado, liberado de ciona con la vejiga urinaria, la cual se encuentra desli-
sus adherencias viscerales y cerrado. zada a través del anillo herniario, en especial cuando
S Disección del espacio preperitoneal. éste tiene más de 10 cm de diámetro. La vejiga debe di-
S Disección del espacio retropúbico hasta la com- secarse con todo cuidado si es necesario, pero en caso
pleta visualización de ambos ligamentos de Coo-
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de que ocurra lesión deberá realizarse una sutura en dos


per (figura 57--4). planos y mantener el catéter vesical durante al menos 12
o 14 días.
La malla se coloca en los espacios preperitoneal y retro-
púbico, y se fija con suturas de ProleneR a las siguien-
tes estructuras: RESULTADOS
S Ligamento arcuato.
S Cara posterior del pubis.
S Ambos ligamentos de Cooper. El autor no observó complicaciones transoperatorias en
S Los músculos rectos lateralmente y sus aponeuro- sus pacientes.
sis con puntos en “U” sobre ellas, sin tensión en la Las complicaciones posoperatorias inmediatas in-
línea de sutura. cluyeron una infección superficial de la herida quirúr-
502 Hernias de la pared abdominal. Tratamiento actual (Capítulo 57)

Figura 57--5. Posoperatorio de hernia suprapúbica con la técnica descrita.

gica y un seroma pequeño (5.1%), las cuales pudieron CONCLUSIONES


ser resueltas con tratamiento médico, sin repercusión
ulterior.
Ningún paciente ha mostrado rechazo de la biopróte- Este tipo especial de hernia incisional requiere un trata-
sis y la mortalidad fue nula (figura 57--5). miento especializado basado en detallados conocimien-
Sólo se observaron dos recurrencias (5.1%) en pa- tos anatómicos y funcionales del área, con dominio de
cientes con un diámetro del anillo de 20 cm y más de dos la técnica quirúrgica y el uso obligatorio de prótesis, con
operaciones abdominales previas. la finalidad de obtener bajos índices de recurrencia.

REFERENCIAS
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Capítulo 58
Hernia subcostal
Antonio Martín Duce, Fernando Noguerales Fraguas, Adela López García,
Pilar Hernández Juara, Luis García Sancho, Inmaculada Lasa Unzúe, Beatriz González Meli

INTRODUCCIÓN ble puede estar situada en la eventración, pero son más


frecuentes el epiplón mayor, el intestino delgado y el án-
gulo hepático del colon, que generalmente presentan
adherencias entre sí y con el saco, capaces de condicio-
La herniación subcostal se produce, al igual que el resto nar cuadros suboclusivos u oclusivos.
de las hernias incisionales, por un defecto de la pared
abdominal anormalmente adelgazada por diversos fac-
tores (como el trauma y el abordaje quirúrgico), que ETIOPATOGENIA
permite la protrusión de las vísceras subyacentes. Gene-
ralmente aparece en el lado derecho (80%) y casi siem-
pre es secundaria a cirugía biliar (figura 58--1).1,2
Cualquier factor que impida, retarde o perturbe el pro-
ceso normal de cicatrización constituye un potencial fac-
ANATOMÍA PATOLÓGICA tor de herniación. Entre ellos figuran:

1. Alteraciones generales: obesidad, malnutrición,


enfermedad pulmonar, etc.
La pared anterolateral del abdomen está compuesta por 2. Alteraciones intraoperatorias, tipo de incisión y
los siguientes planos anatómicos: piel, tejido celular sub- anestesia deficiente.
cutáneo, plano musculoaponeurótico (músculos rectos 3. Alteraciones posoperatorias, como seroma, he-
abdominales, piramidales, oblicuo externo, oblicuo in- matoma, infección, evisceración contenida, etc.
terno y transverso del abdomen), fascia transversalis,
grasa preperitoneal y peritoneo. De todos ellos el factor que se asocia con más frecuencia
E Editorial Alfil. Fotocopiar sin autorización es un delito.

En la eventración se distinguen cubiertas externas, el con la aparición de eventración es la infección.4


saco herniario con su contenido y un orificio herniario.3
Muchas veces el reborde condrocostal forma el límite
craneal del orificio herniario y el resto se encuentra for- FISIOPATOLOGÍA
mado por una condensación del tejido fibroso cicatricial
y restos de la antigua cicatriz. Los elementos musculoa-
poneuróticos y grasos de la pared aparecen fundidos y
fibrosados, siendo la capa peritoneal la mejor individua- El desarrollo de una gran eventración provoca la apari-
lizada, continuando con el saco herniario. La cubierta ción de numerosos trastornos como consecuencia de la
externa la componen la piel y el tejido celular subcutá- ruptura del equilibrio normal entre las presiones toráci-
neo. En cuanto al contenido, cualquier víscera desplaza- cas y abdominales.5

503
504 Hernias de la pared abdominal. Tratamiento actual (Capítulo 58)

Figura 58--1. Hernia incisional subcostal posterior a una cirugía de las vías biliares. Cortesía del Dr. Mayagoitia.

Trastornos locales desgarro de los tejidos y con la frecuente epiploítis


acompañante7 (figura 58--2).
El diagnóstico de una eventración subcostal se logra
Se produce una pérdida de sustancia parietal que da lu-
mediante una adecuada inspección clínica en decúbito
gar a la retracción y la atrofia de las fibras musculares.
supino, decúbito lateral y bipedestación, para verificar
La piel se reduce a una dermis mal vascularizada, des-
la presencia de una tumoración subcostal, sus dimensio-
provista de su tejido subcutáneo de sostén, que a veces
nes y la posibilidad de que pueda reducirse. Los estu-
ocasiona úlceras tróficas en la región cutánea que recu-
dios de gabinete, como la tomografía axial computari-
bre el saco.
zada, siempre serán de ayuda para delimitar los límites
del defecto y las características de los músculos de la re-
gión (figura 58--3).
Trastornos generales

La pared abdominal participa en la mecánica ventilato- TRATAMIENTO


ria y, junto con el diafragma, desempeña un papel im-
portante en la circulación de retorno y en la estática tora-
coabdominal. La pérdida de sustancia parietal y la
protrusión de las vísceras provocan una disminución de La cirugía no sólo persigue el cierre del orificio hernia-
la presión abdominal, un descenso del diafragma y des- rio, sino además el restablecimiento de las funciones de
pués su atonía progresiva, dando lugar a desórdenes res- la pared abdominal, es decir, devolverle a la muscula-
piratorios importantes.6 tura su punto de apoyo anterior, mediante la recupera-
ción de la presión intraabdominal y el logro de una pa-
red sólida lo más estética posible.8

DIAGNÓSTICO
Sutura plano por plano

Se realiza a nivel de los músculos anchos, tras la resec-


Una proporción considerable de las eventraciones sub- ción del contorno fibroso del orificio. Si el orificio es
costales son asintomáticas, por lo que el paciente acude demasiado grande, la sutura puede quedar a tensión, lo
a atención médica por la aparición de una tumoración a cual requiere una o varias contraincisiones de descarga
nivel de una antigua cicatriz subcostal. Cuando se pre- sobre la aponeurosis del músculo oblicuo externo a ni-
senta, el síntoma principal es el dolor, cuya intensidad vel de su inserción en la cresta iliaca o en el ligamento
no guarda relación con el tamaño, sino más bien con el inguinal.
Hernia subcostal 505

Figura 58--2. Paciente con hernia incisional posterior a cirugía de vías biliares en el extremo lateral, con un gran saco herniario
que se extiende hacia el flanco derecho, operada en una ocasión previa con malla onlay supraaponeurótica y presentación inme-
diata de recidiva. Cortesía del Dr. Mayagoitia.

La sutura se debe realizar con puntos sueltos de mate- el plano superficial se sutura a continuación delante de
rial no absorbible. La frecuencia de recidiva es alta con la misma. Esta técnica no se puede realizar si el borde
esta técnica. craneal del orificio corresponde al reborde costal infe-
rior.

Sutura y prótesis en “sandwich”


Prótesis retromuscular prefascial y
Se indica cuando la pared muscular es débil y no se pue- prótesis premusculoaponeurótica (Rives)
den identificar los tres planos musculares. Siempre es
posible encontrar al menos dos planos musculares, entre Su empleo se indica cuando el borde superior del orifi-
los cuales se coloca una prótesis de material no absorbi- cio corresponde al reborde costal.
ble que sobrepase los orificios de la eventración al me- En las eventraciones de mayor tamaño con gran pér-
nos 4 o 5 cm. La prótesis se sutura al plano profundo y dida de sustancia y atrofia es preciso colocar una próte-
E Editorial Alfil. Fotocopiar sin autorización es un delito.

Figura 58--3. Tomografía que muestra una hernia subcostal derecha con un defecto pequeño, pero con un gran saco herniario
con contenido de asas de intestino delgado que rebasa los límites de la placa. Se aprecia que los músculos laterales (oblicuos
y transverso) están retraídos y prácticamente no hay estructura del músculo recto abdominal derecho. La cirugía inicial fue de
las vías biliares. Cortesía del Dr. Mayagoitia.
506 Hernias de la pared abdominal. Tratamiento actual (Capítulo 58)

sis de sustitución amplia que pueda estar en contacto los labios del orificio parietal delante del otro, de modo
con el contenido abdominal (PTFEe, ProceedR). que el primero cabalgue sobre el segundo.
El borde libre del colgajo profundo se fija a la cara
OTRAS TÉCNICAS profunda del colgajo superficial con puntos en “U”;
después el borde libre del colgajo superficial se pliega
sobre el colgajo profundo y se realiza la sutura con pun-
Procedimiento de Judd9 tos sueltos.
Esta técnica requiere una cubierta aponeurótica só-
Se realiza una sutura en dos planos deslizando uno de lida.

REFERENCIAS
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Capítulo 59
Hernias paraestomales
Antonio Martín Duce, Fernando Noguerales Fraguas, Adela López García, Pilar Hernández Juara,
Luis García Sancho, Inmaculada Lasa Unzúe, Beatriz González Meli

INTRODUCCIÓN ocasiones provoca graves molestias, así como dificul-


tad para la adecuada colocación de bolsas, con las con-
siguientes pérdidas de gas, heces, orina, problemas es-
téticos y una considerable disminución en la calidad de
La hernia paraestomal es una hernia incisional que apa- vida, además del riesgo de incarceración, estrangula-
rece en la vecindad de una ileostomía o colostomía, y miento u obstrucción intestinal, como en cualquier otra
es más frecuente la que surge en posición pericolostó- hernia.
mica. La avocación de un asa intestinal a la piel supone La incidencia de esta hernia es de casi 10%,1 aunque
la creación de una zona de debilidad en la pared abdo- existen grandes variaciones en la literatura médica debi-
minal. Los músculos abdominales crean un anillo alre- das quizá a las consideraciones de algunos autores que
dedor del estoma, pero cuando dichos músculos se se- sólo incluyen en sus series las hernias que presentan sín-
paran del borde estomal se produce el defecto de la tomas o las que finalmente requieren tratamiento qui-
pared (figura 59--1). Es una complicación muy fre- rúrgico.
cuente aunque rara vez produce dolor. Sin embargo, en De todos los pacientes con diagnóstico de hernia pa-
raestomal, 20% requieren reparación quirúrgica.1 La
formación de la hernia es un fenómeno gradual con un
debilitamiento progresivo de la zona muscular adyacen-
te al estoma, que ocurre con más frecuencia en los dos
primeros años y tiene un considerable incremento del
riesgo con el paso del tiempo (figura 59--2).
La sintomatología propia de esta hernia incisional es
muy variada, aunque la mayoría no producen síntomas.
En general surge en la zona adyacente al mesenterio del
E Editorial Alfil. Fotocopiar sin autorización es un delito.

estoma y puede alcanzar proporciones tan grandes que


la harán estéticamente inaceptable. Puede desaparecer
con la posición de decúbito y volver a aparecer durante
la bipedestación, con las consiguientes dificultades para
adaptar las bolsas y la producción de dermatitis peries-
tomal, en especial si se producen pérdidas de orina en
los conductos ileales o en las ileostomías. La intensidad
del dolor varía según los casos y es el síntoma más fre-
Figura 59--1. Gran hernia paracolostómica en una paciente cuente; incluso puede llegar a ser muy intenso en caso
intervenida por diverticulitis aguda, a la que se le realizó una de producirse una obstrucción por incarceración de la
intervención de Hartmann. hernia.

507
508 Hernias de la pared abdominal. Tratamiento actual (Capítulo 59)

prevención de la futura hernia. Lo ideal es que el pacien-


te sea evaluado antes de la intervención y durante la
consulta se elija el lugar de colocación del estoma, de
preferencia en bipedestación y en posición sedente, le-
jos de prominencias óseas, como la cresta iliaca o el re-
borde costal, y teniendo en cuenta las zonas de sujeción
de la ropa del paciente. La colocación del estoma en sen-
tido lateral al músculo recto del abdomen es un factor
que contribuye a la formación de hernias, debido a la
creación de una zona de debilidad en la pared abdominal
adyacente a la línea semilunar, por lo que su colocación
es más recomendable a través del músculo recto anterior
del abdomen.

INDICACIONES DE
TRATAMIENTO QUIRÚRGICO

Goligher asegura que un cierto grado de herniación al-


rededor de los estomas es una complicación práctica-
mente inevitable.2 La mayoría de las hernias no son de-
tectadas debido a su pequeño tamaño o no requieren
tratamiento, puesto que no producen síntomas. Las indi-
caciones fundamentales para someter a un paciente a
tratamiento quirúrgico incluyen las dificultades con el
cuidado y manejo del estoma, el tamaño de la hernia o
los episodios de subobstrucción intestinal. La incarce-
Figura 59--2. Hernia paraestomal con un gran saco hernia- ración es una indicación absoluta de reparación quirúr-
rio, debido al rápido crecimiento de la misma. La tomografía
gica. Antes de tomar una decisión quirúrgica es preciso
muestra el contenido de asas intestinales del intestino del-
gado y el colon. Cortesía del Dr. Mayagoitia. evaluar con detenimiento el estado del paciente e incluir
una valoración de la función cardiaca y pulmonar, y por
supuesto si no hay datos de recidiva de la enfermedad
inicial que motivó la realización del estoma.
ETIOPATOGENIA

TÉCNICAS QUIRÚRGICAS

Las causas que favorecen la aparición de hernias paraes-


tomales son múltiples e incluyen factores preoperato-
rios clásicos, como la edad, el género, la irradiación pre- Existen varias opciones posibles de tratamiento:
via, el estado nutricional, la diabetes, la presencia de
enfermedad maligna, la obesidad, los tratamientos con S Cierre fascial manteniendo el estoma en su posi-
corticosteroides, etc., así como factores posoperatorios ción original (reparación local).
de considerable importancia en el desarrollo de este tipo S Recolocación del estoma en otro lugar de la pared
de hernias, como las infecciones de la herida, las sepsis abdominal y cierre del defecto.
posoperatorias y todo lo que contribuye a un aumento S Reconstrucción del tránsito intestinal y cierre del
de la tensión intraabdominal. defecto.
Una apropiada técnica quirúrgica en la elección, pre- S Reparación laparoscópica con malla intraperito-
paración y colocación del estoma es fundamental en la neal.
Hernias paraestomales 509

Reparación local

Existen dos opciones para la reparación: con puntos o


con material protésico. En la primera opción la repara-
ción de la hernia se realiza mediante una incisión gene-
ralmente periostomal (figura 59--3), identificación y re-
ducción del saco herniario, y cierre del defecto de la
pared abdominal mediante sutura con puntos simples de
material no absorbible alrededor del estoma. Aunque
esta técnica es quizá la más simple y la menos agresiva
para el paciente no siempre es la más conveniente, pues-
to que la tasa de recurrencias demostrada en la literatura
es muy elevada: de hasta 50% según algunos autores.3
Además, muchas veces se requiere una extensa disec-
ción para liberar los bordes aponeuróticos con la consi- Figura 59--3. Incisión periostomal para reparación de her-
guiente formación de seromas periostomales y el riesgo nias paraestomales. Cortesía del Dr. Mayagoitia.
de infección que ello conlleva.
Esta técnica debería considerarse sólo en los pacien-
tes con múltiples laparotomías, donde puede ser difícil del estoma primitivo y una reparación del defecto apo-
encontrar un sitio adecuado en la pared abdominal para neurótico.
recolocar el estoma. Esta reparación puede realizarse con puntos de mate-
Existe otra variante de la reparación local en la que rial no absorbible o con la colocación de una malla de
se realiza una corrección del defecto mediante la colo- material sintético que refuerce la pared abdominal. Esta
cación subfascial o preaponeurótica de una prótesis que malla debe colocarse lo más profundamente posible
se coloca envolviendo el intestino por completo o de para reducir el riesgo de infección y rechazo, y siempre
manera parcial.4,5 en el espacio preperitoneal si se trata de mallas no absor-
Esta técnica ofrece las ventajas de una reparación lo- bibles, debido al riesgo de complicaciones intraabdomi-
cal porque emplea menos tiempo quirúrgico, no requie- nales, fístulas, adherencias intestinales, etc.
re la ejecución de nuevas laparotomías y la recuperación El nuevo estoma se exterioriza a través de una zona
del enfermo es más rápida, además de las ventajas que sana de la pared abdominal y de preferencia se refuerza
ofrece la utilización de mallas en cuanto a una menor con la colocación de una malla de polipropileno prepe-
tasa de recidivas a largo plazo.6 ritoneal con cuidado de que no quede en contacto con
En cualquier caso, hay que recordar que la hernia pa- el estoma.
raestomal es una hernia incisional, por lo que cuando se La frecuencia de hernia en la nueva ostomía es de
utilice una malla se debe tener en cuenta que no debe es- aproximadamente 40%, por lo que no debe olvidarse
tar en contacto con el intestino, que sobrepase al menos este refuerzo (figura 59--4).
5 cm la zona de debilidad y se ancle en tejido sano, que Existe otra aproximación sin laparotomía, donde se
su colocación sea lo más profunda posible y con cober- recoloca el estoma a través de una incisión paraesto-
tura del plano aponeurótico, y que quede lo suficiente- mal.8,9
E Editorial Alfil. Fotocopiar sin autorización es un delito.

mente fijada para evitar movimientos y extrusiones.7


Reconstrucción del tránsito
intestinal y cierre del defecto
Recolocación del estoma y
cierre del defecto aponeurótico En los pacientes seleccionados donde se resolvió satis-
factoriamente la enfermedad inicial o en los pacientes
La recolocación del estoma es la técnica que ofrece me- neoplásicos sin indicios de recidiva se puede indicar la
jores resultados a largo plazo y la más indicada en los reparación de la hernia acompañando a una reconstruc-
pacientes en los que el estoma inicial estaba colocado en ción del tránsito intestinal. Ello implica una laparoto-
un lugar inadecuado o la hernia tiene un gran tamaño. mía media y un mayor riesgo de morbilidad, pero en ge-
La vía de abordaje suele ser la primitiva laparotomía, neral conlleva un efecto muy benéfico, tanto físico
que se realiza tras la desinserción del intestino, un cierre como psíquico.
510 Hernias de la pared abdominal. Tratamiento actual (Capítulo 59)

Figura 59--4. Paciente con hernia paraostomal izquierda. Se operó con recolocación de la ostomía en el lado derecho sin reforza-
miento preventivo de malla. El defecto herniario se reparó con malla de polipropileno mediante la técnica de Rives. Un año después
desarrolló hernia en la colostomía reconstruida de crecimiento rápido. Cortesía del Dr. Mayagoitia.

Reparación laparoscópica nante ha sido una enfermedad inflamatoria o neoplási-


con malla intraperitoneal ca, en ocasiones con peritonitis, lo cual hace que la lapa-
roscopia no tenga cabida, salvo en casos excepcionales.
Igual que en el resto de las eventraciones, también se ha En resumen, debe utilizarse la técnica menos agre-
utilizado el acceso laparoscópico para la hernia paraes- siva para el paciente, pero con la premisa de que sea la
tomal.10 que le ofrezca un mejor resultado y calidad de vida. Se
El mayor inconveniente de esta técnica es la posible debe tener en cuenta que todas las técnicas conllevan
presencia de adherencias intraabdominales que dificul- una morbilidad significativa.
ten notablemente su realización. En la mayoría de los En todos los casos de hernias recurrentes se indica la
pacientes portadores de estomas el proceso desencade- reparación con malla.

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Capítulo 60
Hernias de puertos laparoscópicos
Juan Carlos Arenas Reyes

INTRODUCCIÓN DEFINICIÓN

Se definen como el desarrollo de una hernia en la zona


La adopción de los procedimientos por vía laparoscópi-
de inserción del trocar, de ahí el término de “hernias en
ca ha representado uno de los mayores avances en el
los orificios de trocares” o “hernias de puerto laparoscó-
campo de la cirugía en los últimos 20 años y, sin duda,
pico”, que es la terminología más difundida para esta
ha repercutido en una mejor evolución de los pacientes,
patología emergente.
una recuperación posquirúrgica más rápida y una pronta
reincorporación a las actividades laborales. En la última
década se incrementó notablemente el empleo de este CLASIFICACIÓN
tipo de procedimientos a partir de la primera colecistec-
tomía por laparoscopia reportada por Mouret.
Hoy en día el laparoscopio se usa en una gran canti- Se clasifican en tres tipos según el tiempo de desarrollo
dad de disciplinas quirúrgicas, por lo que los cirujanos y las estructuras anatómicas involucradas (cuadro
están cada vez más atentos acerca de las complicaciones 60--1):
relacionadas con este tipo de procedimiento. Sin embar-
go, a pesar de las innegables ventajas de las técnicas de S Aparición temprana. En periodos cortos des-
mínima invasión, han aparecido nuevas patologías in- pués de la cirugía; usualmente se presenta con
herentes a los procedimientos laparoscópicos, entre las cuadros de obstrucción intestinal.
cuales se incluye la aparición de hernias en los orificios S Aparición tardía. Indica la dehiscencia del plano
de los trocares utilizados durante los procedimientos, aponeurótico anterior y posterior, con la presencia
que puede ocasionar serias complicaciones, y la mayo- de un saco herniario constituido por peritoneo. Se
ría de las veces se requiere una nueva intervención qui- desarrolla varios meses después de la cirugía.
E Editorial Alfil. Fotocopiar sin autorización es un delito.

rúrgica para la resolución de dichas hernias. S Especiales. Implican la dehiscencia de toda la pa-
El primer reporte de la aparición de hernias en los red abdominal y la protrusión de asas intestinales
puertos laparoscópicos fue realizado por Fear,1 quien en u otro tipo de contenido intraabdominal (como el
los procedimientos de laparoscopia diagnóstica en gine- epiplón) a través del sitio donde se realizó la inser-
cología reconoció un gran espectro de posibilidades en ción de los trocares. No existe la presencia de un
la presentación clínica de las mismas. Se estima que su saco herniario.
incidencia va de 0.65 a 3%, y se relaciona más con el nú-
mero de punciones que con el número de pacientes, En los pacientes con comorbilidad asociada, como la
pues se estima que surge una por cada 32 punciones de obesidad, siempre debe tenerse en cuenta la posibilidad
trocares de 12 mm. de hernias de Richter, debido al engrosamiento que exis-

511
512 Hernias de la pared abdominal. Tratamiento actual (Capítulo 60)

Cuadro 60--1. Clasificación de las hernias de puerto laparoscópico


Tipo de hernia Intervalo de Manifestación clínica Relación con la
presentación principal hernia de Richter
Aparición temprana Días Obstrucción intestinal Frecuente
Aparición tardía Meses o años Defecto herniario sin evidencia de obstrucción intestinal Rara
Especiales Días Protrusión de asa intestinal o epiplón No se relaciona
OI = obstrucción intestinal.

te en el peritoneo y el espacio preperitoneal, a pesar del sobre la aponeurosis y los grupos musculares. En este
adecuado cierre aponeurótico. contexto se ha observado que los sistemas cónicos y
atraumáticos producen una menor área de lesión (de 10
a 12 mm2) que los de tipo piramidal y cortante (de 18 a
27 mm2).
PATOGENIA

Técnica del neumoperitoneo

Pueden dividirse en dos grandes grupos: las relaciona- El establecimiento del neumoperitoneo mediante aguja
das con los factores técnicos y las relacionadas con el de Veress (técnica cerrada) o la inserción del trocar tipo
paciente. Hasson (técnica abierta) tiene sus indicaciones, venta-
jas y desventajas, pero al parecer ninguno de los dos mé-
todos influye de manera determinante en el desarrollo
Factores técnicos de las hernias.

S Tamaño del trocar. Cierre aponeurótico


S Tipo de trocar.
S Cierre del abordaje. Está ampliamente difundido que debe llevarse a cabo el
S Técnica de neumoperitoneo. cierre de los puertos mayores de 5 mm, sin excluir por
S Ampliación del abordaje. completo a los de menor tamaño. El cierre debe ser com-
S Efectos del neumoperitoneo. pleto, en el todo el espesor de las capas de la pared abdo-
minal, ya que los cierres incompletos favorecen la apa-
Tamaño del trocar rición de hernias tipo Richter. Para este efecto se han
desarrollado varios métodos, como el descrito por
Se ha propuesto que los trocares mayores de 5 mm (10 Stringer (figura 60--1), y dispositivos para el cierre de
y 12 mm) se relacionan directamente con el riesgo de los abordajes —como EndocloseR y aguja de Des-
aparición de hernias. No debe descartarse que los pri- champs, entre otros. El cierre de puertos disminuye en
meros conlleven la presencia de hernias, sobre todo de gran medida la aparición de hernias.
Richter, en pacientes pediátricos o en procedimientos
de larga duración donde se utilizó un trocar de estas ca- Localización
racterísticas para la realización del procedimiento.
Los sitios más comunes de aparición de las hernias in-
Tipo de trocar cluyen la línea media y la umbilical, para lo que se han
formulado dos hipótesis: primera, a diferencia de la li-
El sistema de trocares se compone casi siempre de una nea media, las zonas laterales cuentan con diversos pla-
cánula externa o puerto y un obturador interno, que es nos musculares, y las asas de intestino delgado están en
el que comúnmente se refiere como trocar con puntas menor contacto con esta zona de la pared, lo cual, en teo-
romas o cortantes; existen diversos tipos, pero entre los ría, disminuye el riesgo de aparición de hernias en esta
más comunes se incluyen los de diseño piramidal de tres zona; segunda, existe una mayor tendencia a utilizar tro-
lados, los de tipo cónico y los de punta híbrida, lo cual cares de mayor tamaño en esta ubicación que en las
resulta en variaciones del tamaño y la lesión producida zonas laterales.
Hernias de puertos laparoscópicos 513

toneal, debido a un sustancial incremento en este espa-


cio, a la elevada presión intraabdominal y a que existe
una mayor tendencia a un cierre inadecuado de los abor-
dajes.

Nutrición

Igual que ocurre en diversas entidades, este factor se re-


laciona con la cicatrización de las heridas, aunque no
existen reportes que lo analicen estrechamente en rela-
ción con el desarrollo de las hernias.

Infección del sitio de la herida quirúrgica

La zona más frecuente de aparición es la umbilical y se


considera un factor de riesgo para el desarrollo de her-
nias, debido a la lesión tisular que se produce.

DIAGNÓSTICO
Figura 60--1. Técnica de Stringer para cierre de puertos
laparoscópicos. Modificada de Stringer et al.: New closure
technique for lateral operative laparoscopic trocar sites.
Surg Endosc 1995;9:838--840.
El diagnóstico debe contar con un alto índice de sospe-
cha, sobre todo el periodo posquirúrgico temprano. Hay
que tomar en cuenta que la falta de aumento de volumen
Ampliación de los abordajes en la zona del abordaje del puerto no excluye la presen-
cia del defecto herniario, sobre todo si éste es preperito-
Esto se produce normalmente para la extracción de la
neal, con el fin de evitar complicaciones tan graves
pieza quirúrgica, sobre todo si es de gran tamaño, lo cual
como las hernias estranguladas y el desarrollo de fasci-
resulta en una elongación de los planos aponeuróticos
tis necrosante, que pueden poner en riesgo la vida del
y musculares.
paciente (figura 60--2).
Igual que ocurre en el resto de las hernias, la mayoría
Efectos del neumoperitoneo se diagnostican clínicamente y sólo un porcentaje pe-
queño (de 1 a 3%) requieren estudios complementarios,
Al término del evento quirúrgico y de la extracción de como tomografía axial computarizada (figura 60--3), ul-
los trocares el CO2 se descontrola y favorece la protru- trasonido o resonancia magnética nuclear, para diag-
sión de elementos de la cavidad abdominal hacia la pa- nosticarlas o ver sus características.
red, que pueden quedar atrapados debido a la contrac-
ción muscular.
E Editorial Alfil. Fotocopiar sin autorización es un delito.

TRATAMIENTO
Factores del paciente

S Obesidad. El tratamiento quirúrgico es la única opción para la re-


S Nutrición. solución de las hernias de la pared abdominal. Uno de
S Infección del sitio de la herida quirúrgica. los datos más importantes para la decisión del trata-
miento urgente de esta patología es la aparición del cua-
Obesidad dro obstructivo, el cual se ha observado de manera más
temprana en presencia de hernias (ocho días) que de
Los pacientes con obesidad mórbida están en mayor adherencias (25 días). Esto implica que en la aparición
riesgo de desarrollar hernias, sobre todo de tipo preperi- temprana de cuadros obstructivos posterior a una ciru-
514 Hernias de la pared abdominal. Tratamiento actual (Capítulo 60)

A B

Figura 60--2. Pacientes con hernias de puertos laparoscópicos. A. Paciente femenina que desarrolló una hernia de puerto un año
después de una plastia incisional laparoscópica. B. Paciente masculino con hernia de puerto laparoscópico en la línea media pos-
terior a la funduplicatura laparoscópica en el puerto de la cámara.

gía laparoscópica debe sospecharse siempre la presen- PREVENCIÓN


cia de algún tipo de hernia de puerto laparoscópico.
La técnica quirúrgica para reparar estas hernias o
eventraciones es similar a la de cualquier hernia incisio-
nal. Debe utilizarse material protésico, puesto que la Entre las medidas de prevención que se recomiendan
aparición de una hernia de estas características indica la para evitar la formación de hernias de puerto laparoscó-
presencia de problemas asociados o deficiencias de co- pico se incluyen las siguientes:
lágena que harán que un cierre simple aumente la posi-
bilidad de recidivas. Se sugiere colocar una malla pre- 1. Cierre de todos los abordajes mayores de 5 mm,
peritoneal o un dispositivo ProleneR Hernia System independientemente de cuál sea su localización,
(PHS) o UltraproR Hernia System (UHS) (figura 60--4) en todo el espesor de la pared, incluyendo el peri-
si el orificio es de pequeño a moderado, o bien utilizar toneo.
un cono o plug, aunque esta última opción es la menos 2. En el paciente pediátrico debe intentarse el cierre
recomendable, debido a los problemas relacionados con de cualquier abordaje, independientemente de la
el cono en una zona diferente a la región inguinal. localización y del tamaño del trocar.

Figura 60--3. TAC que muestra una hernia de puerto laparoscópico posterior a la colecistectomía laparoscópica, con orificio
pequeño y un gran saco herniario incarcerado y estrangulado.
Hernias de puertos laparoscópicos 515

Figura 60--4. Paciente con hernia por puerto laparoscópico, subcostal izquierda, posterior a una funduplicatura laparoscópica.
A. El saco herniario y el anillo aún son pequeños. B y C. Se repara con la colocación de un ProleneR Hernia System. D. Paciente
con hernia de puerto reparado con un UltraproR Hernia System.

3. Extracción lenta de todo el CO2 contenido en la y no dependa del cirujano, se espera que sea con-
cavidad, antes de la extracción de los trocares, trolada y lo menos abrupta posible.
con el fin de evitar la protrusión de elementos de
la cavidad abdominal hacia los orificios de los Además de estas recomendaciones, se ha sugerido en los
trocares. pacientes con alto riesgo de producir una hernia de puerto
4. Realizar la extracción de los trocares bajo visión que se coloque en forma profiláctica una malla; ya existen
directa. dos o tres dispositivos que se introducen a través del trocar
5. Aunque la emergencia anestésica no sea un factor laparoscópico antes de ser retirado, lo cual, en teoría, evi-
intrínseco al evento quirúrgico propiamente dicho tará que el índice de estas hernias siga aumentando.
E Editorial Alfil. Fotocopiar sin autorización es un delito.

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516 Hernias de la pared abdominal. Tratamiento actual (Capítulo 60)

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Sección VI
Centros especializados
en hernias

Sección VI. Centros especializados en hernias


Capítulo 61
Concepto de centro especializado
en el tratamiento de hernias
Luis Roberto Ramírez Mancillas

INTRODUCCIÓN (CLIHPA). El Centro Especializado en el Tratamiento


de Hernias, en León, Gto., y Hernia Qx, Centro Especia-
lizado en Hernias, en Ciudad Victoria, Tam., son dos
ejemplos del sector privado mexicano.
El concepto de centros especializados en el tratamiento
de hernias tiene su origen en Canadá, en 1945, y se debió
a la escasez de cirujanos en la posguerra, ante la gran CONCEPTO
demanda de atención quirúrgica de esta patología tan
común. E. Earle Shouldice tenía una gran cantidad de
pacientes civiles con hernia, escasas camas de hospital
disponibles (en ese tiempo la estancia posoperatoria era El nombre centro especializado en hernias o clínica de
de tres semanas) y a la cirugía programada de hernia no hernias es un concepto y no una instalación, es decir, en
se le daba la debida importancia (por desgracia, en la ac- contra de lo que comúnmente se piensa, lo que determi-
tualidad tampoco, lo cual ha originado este y muchos na su carácter no es la infraestructura, sino el enfoque
otros escritos relacionados con el tema). Para atender a de dicha patología. Es una forma de enfocar, estudiar y
todos los pacientes, el Dr. Shouldice instaló en una casa tratar esta enfermedad, acumular un número elevado de
del centro de Toronto lo que se considera el primer cen- casos y, en consecuencia, adquirir mayor experiencia en
tro dedicado exclusivamente al tratamiento de pacientes este campo y mejorar significativamente el manejo de
con hernia.1 En los años siguientes aparecieron instala- esta patología.
ciones con este propósito en varias partes del mundo, Esta tendencia obedece a un problema fundamental,
especialmente en EUA. pues a pesar de que la hernioplastia es la primera o se-
Irving L. Lichtenstein, creador del concepto tension-- gunda intervención en el campo del cirujano general,
free, o “libre de tensión”, y fundador del Lichtenstein los resultados siempre han sido poco satisfactorios e in-
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Hernia Institute, de Los Ángeles, fue otro de los pione- consistentes, a pesar de las múltiples técnicas quirúrgi-
ros en el campo de la cirugía ambulatoria de las hernias cas creadas para resolverla. La recidiva, por ejemplo,
y el mayor promotor del retorno a la vida cotidiana sin constituye en algunas hasta 30% en los países del mun-
restricciones.2 do desarrollado y el dolor posoperatorio crónico se ha
A partir de la década de 1980 se crearon cada vez más convertido en una causa frecuente de queja.4 Esto ha lle-
centros de este tipo. En México, si bien en menor escala, vado a que algunos cirujanos, desde hace muchos años,
ha ocurrido algo similar, aunque más a nivel institucio- se hayan enfocado en este campo, movidos por el inte-
nal que privado. Así, el interés en este problema ha mo- rés de mejorar los resultados.
tivado la organización de programas dentro de los servi- El origen del problema radica, en gran medida, en la
cios de cirugía general de algunos hospitales, a los que etiología de la enfermedad, puesto que para la mayoría
se ha llamado Clínica de Hernias de la Pared Abdominal de los cirujanos se trata sólo de defectos de la pared que

519
520 Hernias de la pared abdominal. Tratamiento actual (Capítulo 61)

tienen que cerrarse, cuando debería verse como una en- en el estudio serio y el tratamiento adecuado de las her-
fermedad sistémica del tejido conectivo con manifesta- nias a crear centros especializados, los cuales constitu-
ciones locales.5,6 Además, hay un notable desconoci- yen una respuesta a este problema y no a un hecho for-
miento de la anatomía de la pared abdominal,7 lo cual tuito.
en muchas ocasiones constituye un elemento que hay
que eliminar para llegar al “verdadero” objetivo de la in-
tervención y “cerrar” de alguna manera una vez que “lo EL CENTRO Y LA CLÍNICA DE
importante” terminó (muchas veces realizado por el HERNIAS EN LA ACTUALIDAD
menos experimentado del equipo).
¿Quién no ha escuchado o dicho la famosa frase:
“Bueno, ya terminamos, ahí cierran...”? Y en cuanto a Este concepto es sólo parte del cambio que se ha tenido
la hernioplastia como procedimiento quirúrgico: ¿cuán en el mundo en este campo de la medicina. También se
familiar es aquello de: “Es una hernita, déjasela al resi- han fundado asociaciones que agrupan a los interesados
dente”? Siempre ha habido cirujanos interesados en este en el tema y ofrecen foros de discusión para mejorar el
tema pero, con más frecuencia de lo que quisiéramos ejercicio de la cirugía herniaria y para profundizar en el
aceptar, la enseñanza en cuanto a la pared abdominal ha conocimiento de esta patología. Algunos ejemplos son
pasado de residente a residente. la American Hernia Society, la European Hernia So-
Sin embargo, independientemente de la orientación ciety y, en México, la Asociación Mexicana de Hernia,
del cirujano, lo importante es la especialización del cen- A. C.
tro, que permite concentrar casos y sistematizar su aten- Igual que ha ocurrido en otros campos, como la ciru-
ción de una manera que difícilmente se conseguiría en gía de mano, los trasplantes, el pie diabético y otros, que
un hospital convencional.8 Se ha cuestionado el hecho no constituyen especialidades en sí, la patología hernia-
de que estos sitios disminuyen la frecuencia con la que ria ha alcanzado tal grado de complejidad y sofistica-
el cirujano general se enfrenta a estos casos, por lo que ción tecnológica (prótesis convencionales, mixtas y
su competencia en el campo será cada vez menor. En biológicas, abordaje laparoscópico, medios de fijación
realidad, la deficiencia viene desde el entrenamiento, ya mecánicos y adhesivos, etc.) que ya no es posible seguir
que la cirugía de hernias se ha considerado siempre viendo este campo como cirugía “de rutina” y mucho
poco importante,7 a tal grado que lo más común en los menos como cirugía “para el RI”.
programas de formación quirúrgica es que el residente Derivado de estos hechos, el concepto ha evolucio-
de primer año aprenda a operarlas del residente inme- nado de ser un sitio donde se operaban hernias a conver-
diato superior (quien aprendió de la misma forma el año tirse en un centro de tratamiento quirúrgico, investiga-
anterior). No ocurre así con la cirugía de otras áreas, ción y enseñanza de este tipo de problemas. Esto, si bien
como la biliar, la tiroidea, la gastrointestinal, la vascu- no se cumple en su totalidad en la mayoría de los esta-
lar, etc., cuyas técnicas habitualmente se aprenden vien- blecimientos, representa la tendencia actual en el mane-
do y ayudando a operar a los cirujanos adscritos y poste- jo de las hernias de la pared abdominal.10
riormente operando bajo su supervisión, ya que las Esto, en lo que se refiere al progreso en el campo que
potenciales complicaciones pueden ser catastróficas. nos ocupa, representa una ventaja importante, ya que el
En la cirugía de hernias, por el contrario, las complica- adiestramiento de los cirujanos puede mejorar si se hace
ciones más comunes son la recidiva y el dolor crónico,9 en estos centros. Una modalidad similar es la Clínica de
pasando por la infección de la herida quirúrgica y las Hernias de la Pared Abdominal, que puede ser fundada
colecciones (seromas y hematomas). Por desgracia, en todo hospital que cuente con el suficiente número de
todas ellas son consideradas, indebidamente, como hernias como para justificar su creación.11 Sólo hay que
complicaciones “menores”. revisar los resultados obtenidos por los cirujanos de es-
Las consecuencias son evidentes, aunque parece que tos centros en cuanto a la reducción del índice de recidi-
no son tomadas en cuenta, debido a que tanto la recidiva vas y otras complicaciones para constatar los beneficios
como el dolor crónico son “normales” o al menos poco de la sistematización en el manejo de esta patología.4
importantes, sobre todo porque para ambos problemas Estas clínicas o centros funcionan, igual que otros
el paciente recurre con frecuencia a otros cirujanos, con programas o unidades de cirugía ambulatoria, al tenor
lo que el seguimiento se pierde y las estadísticas se vuel- de cuatro modalidades (figura 61--1):
ven poco confiables.
Esta problemática y el reconocimiento de dichas de- 1. Integrados al hospital.
ficiencias han llevado a algunos cirujanos interesados 2. Autónomos, pero controlados por hospital.
Concepto de centro especializado en el tratamiento de hernias 521

A B
Figura 61--1. Centros especializados en hernias. A. Clínica independiente Hernia Qx, en Ciudad Victoria, Tam. B. Clinica satélite,
Centro Especializado en el Tratamiento de Hernias, en León, Gto.

3. Como satélites del hospital. quirúrgica a este campo. En México y en América La-
4. Independientes. tina la mayoría de los médicos dedicados a atender di-
chos centros son cirujanos generales con una especial
Todos funcionan con base en una cirugía programada y orientación a esta patología. Esto, que pudiera parecer
el horario de operaciones de 8:00 a 20:00 h, lo cual per- una desventaja, mantiene al cirujano en contacto con la
mite optimizar recursos y agilizar el manejo de pacien- cirugía en su totalidad y conserva su visión de conjunto,
tes. Los casos complejos y las urgencias se manejan en lo cual constituye una herramienta invaluable en los ca-
los hospitales, puesto que la mayoría de las veces re- sos muy complejos, donde se requiere competencia en
quieren internamiento durante varios días (como cuan- algunas áreas, como el tubo digestivo, la sepsis abdomi-
do se realiza el neumoperitoneo preoperatorio) y en nal, los estomas, la cirugía plástica y reconstructiva, la
ocasiones necesitan el apoyo de unidades de cuidados cirugía de tórax, etc. Lo primordial es que cada uno de
intermedios o intensivos (p. ej., las hernias estrangula- los cirujanos se preocupe por ser un buen cirujano de
das en pacientes con patología general asociada). hernias, como lo es de la patología biliar, de la digestiva,
de la tiroidea, etc.

EL CIRUJANO EL PROGRAMA
E Editorial Alfil. Fotocopiar sin autorización es un delito.

En el caso particular de los especialistas en hernias, se


Los centros y las clínicas de hernia son un elemento de cuenta con dos sedes, una institucional (CLIHPA) y una
mejora en el tratamiento integral de este problema, aun- privada (Hernia Qx).
que el cirujano interesado en hernias sigue siendo un ci-
rujano general. El cirujano debe tener una especial afi-
nidad y una verdadera pasión por la cirugía de la pared Clínica de Hernias de la Pared Abdominal
abdominal;7 se requiere alguien que se dedique exclusi-
vamente a las hernias, a quien se ha catalogado colo- CLIHPA es una unidad integrada al hospital del ISSSTE
quialmente como “herniófilo”, para diferenciarlo del (al servicio del Estado) en Ciudad Victoria, Tam., que
herniólogo. depende del servicio de cirugía general, utiliza las mis-
Es importante hacer notar que los cirujanos de algu- mas instalaciones del hospital, funciona una vez a la se-
nos de los más importantes hernia centers son verdade- mana, dispone de un día quirúrgico y es atendida por un
ros herniólogos, dado que han restringido su actividad solo cirujano.
522 Hernias de la pared abdominal. Tratamiento actual (Capítulo 61)

Hernia Qx profesional le brinda tranquilidad al paciente y con-


fianza a la familia.
Es una unidad independiente y privada que consta de un Los costos deben ser razonables y sensiblemente me-
consultorio, una sala de operaciones y un cuarto de pre- nores a los que se pagan en los hospitales tradicionales.
paración preoperatoria y recuperación, pero no cuenta El registro de todo lo que se hace garantiza la seriedad
con área de hospitalización. Funciona seis días a la se- de la labor médica y permite generar las bases de datos
mana y es atendida por un solo cirujano. Ambas funcio- confiables para comunicar los resultados con fines aca-
nan como centros de atención primaria, es decir, los démicos, para modificar las estrategias de salud en Mé-
pacientes obtienen consulta al solicitar una cita. Su ob- xico en el futuro. En este último punto, el resultado final
jetivo es proporcionar atención de calidad al paciente de depende de aspectos políticos (muy poco confiables),
hernia para reintegrarlo a su vida normal en el menor pero al menos no queda en los profesionales de la salud.
tiempo posible.
Admisión

PROCEDIMIENTOS Debe hacerse de preferencia por un área diferente a la


de los pacientes de otro tipo (esto es especialmente im-
portante en las CLIHPA integradas a hospital), para no
generar tensión adicional en el paciente. La preparación
Entrevista inicial preoperatoria es mínima y se hace en el área destinada
a este fin (entrevista preanestésica, venoclisis, tricoto-
Cada paciente es diferente, lo cual significa que cada mía, etc.).
uno tiene una hernia y requiere un trato adecuado a su
situación (ocupacional, edad, estado físico, etc.).
Quirófano

El ambiente en la sala de operaciones debe ser relajado,


Consentimiento informado
con música ambiental y temperatura agradable, consi-
derando que la mayoría de los pacientes están conscien-
La información es la base de la confianza, por lo que el tes durante casi toda la intervención (figura 61--2). La
paciente debe estar enterado de lo que el médico se pro- premedicación incluye la analgesia preventiva, la seda-
pone hacer, las expectativas y los riesgos. El trato ama- ción y la inducción anestésica en el caso de anestesia lo-
ble y la atención a los detalles son tan fundamentales cal. La anestesia es una elección generalmente compar-
como la agilidad en el proceso. La adecuada selección tida entre el cirujano y el anestesiólogo de acuerdo con
de los pacientes es muy importante, por lo que en caso de las condiciones particulares del paciente y la hernia.12
no hacerla se corre el riesgo de incluir pacientes inade-
cuados para el programa, con las consecuentes compli-
caciones potenciales.
La cirugía ambulatoria implica interactividad, es de-
cir, el paciente es parte importante de este concepto,
pues de él y su familia dependen el ayuno no supervisa-
do, la colaboración en el transoperatorio y el cuidado
posoperatorio en casa.
Hoy el paciente y familiares buscan seguridad, de
modo que los resultados deben ser predecibles. Las ins-
talaciones deben ser adecuadas, limpias, confortables y
dotadas de los elementos reglamentarios para la ejecu-
ción de los procedimientos que se ofrecen. La improvi-
sación es una invitación al desastre. El personal que in-
tegra el equipo quirúrgico debe estar adecuadamente
calificado para las funciones que va a desempeñar en
cada área a fin de asegurar que el centro funcione dentro
de las normas oficiales. La actitud cordial, amable y Figura 61--2. Quirófano de Hernia Qx.
Concepto de centro especializado en el tratamiento de hernias 523

La operación es la que el cirujano acostumbre hacer blema de salud pública. Ésta es la razón de existir
en cada caso, considerando una adecuación al formato de las clínicas y los centros de hernia.
ambulatorio propio de este concepto. La información se S La hernioplastia puede llevarse a cabo bajo anes-
proporciona al inicio de la operación, durante ella y al tesia local y plan ambulatorio, sin que llegue a
final. Esto es importante, porque mientras para el equi- considerarse como una “cirugía menor” ejecutada
po y el paciente “todo va bien”, para los familiares sin por “el RI”.
información el tiempo pasa con lentitud. El informe S La cirugía de hernias, en honor a la verdad, debería
transoperatorio a través de un miembro del equipo o del ser enseñada a los residentes por los cirujanos más
personal administrativo es el mejor tranquilizante.13 experimentados del equipo.
Al salir del quirófano, de ser posible, el paciente debe S Los pacientes buscan seguridad, atención amable,
hacerlo caminando con ayuda, lo cual genera confianza métodos más adecuados a sus necesidades actua-
en él y en su familia, puesto que tanto psicológica como les, respeto e información.
físicamente mejora la percepción acerca del procedi- S Los cirujanos de hoy son responsables de lo que
miento.14 suceda con la especialidad en el futuro.
S Los centros y clínicas de hernias son el resultado
de la visión de los pioneros en este campo, seguida
por las acciones entusiastas de cirujanos de todo el
Egreso mundo dispuestos a cambiar el orden establecido,
para brindarles a los pacientes una mejor calidad
El egreso ocurre casi siempre dos horas después, pero de vida.
en las hernioplastias “promedio” sucede en los primeros S Los principios básicos expresados por Irving
30 min.15 Se recomienda (en el centro privado es una ru- Lichtenstein2 hace casi cuatro décadas (controver-
tina) una llamada telefónica en las siguientes 24 h a fin siales y rechazados entonces) son la base de la
de verificar la buena evolución. Esto le da tranquilidad cirugía ambulatoria de hernias en la actualidad:
al cirujano y es un detalle que el paciente y la familia 1. La reparación de la hernia se puede efectuar con
agradecen, porque representa seguridad.16,17 seguridad y rapidez como procedimiento de un
La revisión en consulta se hace a la semana, al mes paciente externo.
y al año. Después, el seguimiento puede ser telefónico 2. Debe realizarla un cirujano experimentado y no
o en citas, pero el paciente debe saber que tiene cita se puede relegar a la categoría de una operación
abierta en cualquier época, porque aunque no hay técni- menor.
ca aún a prueba de recidivas, el cirujano sigue siendo 3. Además de las notables ventajas económicas, la
responsable de los resultados de la intervención a largo anestesia local evita las complicaciones ordina-
plazo. rias de las anestesias raquídea y general.
4. El malestar posoperatorio es mínimo y se ani-
ma al retorno a la actividad no restringida con
prontitud y la readopción rápida de los trabajos
manuales.
CONCLUSIONES

Pero, ¿qué debe hacerse? El autor opina que lo mejor es


E Editorial Alfil. Fotocopiar sin autorización es un delito.

continuar construyendo sobre los cimientos que legaron


S El concepto de centro especializado en el trata- los predecesores. Aún hay mucho por hacer en este
miento de hernias y el de clínica de hernias es apli- campo y muchos más centros y clínicas de hernias por
cable a cualquier servicio de cirugía general de crear.
cualquier hospital o puede ser independiente. Se requiere que el entrenamiento en cirugía de her-
S Las hernias de la pared abdominal constituyen una nias de las nuevas generaciones de cirujanos sea rigu-
patología muy común y con frecuencia mal trata- roso y responsable, y que se base en estos principios,
da, por lo que debe ser sujeta a estudio y manejo pero sobre todo en el respeto al ser humano y a la hono-
concienzudos. rable tradición quirúrgica de la que todos somos herede-
S Es una mejor manera de tratar esta patología y ros porque, aunque parece que ya se sabe todo, esto ape-
debe considerarse como una respuesta a un pro- nas está por comenzar.
524 Hernias de la pared abdominal. Tratamiento actual (Capítulo 61)

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Capítulo 62
Concepto de cirugía ambulatoria
integral en cirugía de hernias
Luis Roberto Ramírez Mancillas

INTRODUCCIÓN y la información que llega cada vez más rápida y precisa


al público en general, proporcionan elementos de juicio
acerca de las opciones con las que se cuenta en materia
de salud.
El cirujano actual no es diferente, en lo esencial, de sus Por otra parte, cada vez se tiene más en cuenta el va-
predecesores más antiguos, puesto que continúa siendo lor agregado que representan algunos aspectos intangi-
el mismo apasionado por la cirugía, aun cuando el sis- bles, como la comodidad y la estética. Todas estas razo-
tema de medicina institucional haya hecho todo lo posi- nes deben ser tomadas en cuenta al momento de elegir
ble por convertirlo en un burócrata. A pesar de que esto el método a utilizar para el tratamiento del problema
afecta a casi todos, la cirugía sigue siendo una maravi- quirúrgico en cuestión.
llosa actividad que fascina a propios y extraños.
Cada día hay nuevos avances científicos en esta y
otras disciplinas, por lo que la cirugía de hoy debe, de CIRUGÍA AMBULATORIA INTEGRAL
acuerdo con lo que se comenta, basarse en evidencias.
Sin embargo, estando tan llena de matices históricos, ro-
mánticos y anecdóticos, su práctica obedece muchas ve-
ces a la tradición, la cual dicta que las cosas deben ha- El concepto de “cirugía ambulatoria integral” es extra-
cerse de la misma manera en que se aprendieron. Hoy, ño para algunos, dado que por “cirugía ambulatoria” se
como ayer, la resistencia al cambio persiste. entiende que el paciente no se hospitaliza y por “inte-
La cirugía ambulatoria, más que un programa, es una gral” que es total y, por lo tanto, completa. Estos dos
filosofía, una forma de pensar que contradice parte de conceptos para muchos cirujanos no son fácilmente
las tradiciones quirúrgicas con las que los cirujanos fue- compatibles, pues lo ambulatorio a menudo se relaciona
ron educados. Sin embargo, cada vez son más los que con la cirugía menor, informal y, por lo tanto, difícil-
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cultivan esta modalidad de manejo que, para los fines mente “integral”.
prácticos de esta exposición se considera como un pro- Sin embargo, durante muchos años en muchas partes
grama que puede (y debe) implementarse en todo servi- del mundo (desarrollado y “en vías de desarrollo”) los
cio quirúrgico. cirujanos interesados en esta forma de tratamiento de la
Las razones son múltiples. La más importante es la hernia han podido desarrollar técnicas y estrategias sis-
necesidad de ofrecer atención quirúrgica eficaz y segura tematizadas que han permitido integrar estos dos con-
a costos razonables a nivel institucional y privado (el ceptos para proporcionar atención quirúrgica de calidad
concepto costo--beneficio). Pero hay otros, como la es- a pacientes de todos los niveles socioeconómicos, en el
casez de camas en los hospitales, los riesgos e incomo- entorno institucional y también en el privado, minimi-
didades de una hospitalización, el escaso tiempo dispo- zando los riesgos, abatiendo los costos y proporcionan-
nible por la persona común para la atención de su salud do resultados iguales y muchas veces superiores a los

525
526 Hernias de la pared abdominal. Tratamiento actual (Capítulo 62)

obtenidos con el abordaje tradicional, tanto en términos gía tan común, pero incluyendo todo lo que lo rodea y
quirúrgicos como de satisfacción del paciente y del ciru- no sólo la intervención quirúrgica. Esto representa con-
jano y su equipo.1,2 siderar el preoperatorio y el posoperatorio como las
De hecho, es en el medio privado donde ha sido me- condiciones especiales en las que se desarrolla la cirugía
jor aceptada esta modalidad quirúrgica, ya que los pa- ambulatoria, teniendo en cuenta que el acto quirúrgico
cientes de este tipo con frecuencia dependen de su traba- en sí es sólo una parte (si bien la más importante) del
jo diario para generar ingresos y, por lo tanto, aprecian proceso.
la menor interferencia en sus actividades (en el institu- Sin embargo, cuando se habla de manejo integral se
cional normalmente ocurre lo contrario). incluye lo que se hace con el paciente y por él desde el
Lo relevante de todo esto es que, aunque no se ha re- momento en que se conoce hasta que se decide que pue-
inventado la cirugía o “el hilo negro”, se está volviendo de ser dado de alta de la consulta posoperatoria, porque
en cierta forma a los orígenes, ya que el hombre apren- ya no requerirá la atención médica, la cual incluye la
dió a operar a sus semejantes antes que a escribir y, por percepción que el paciente tiene de los médicos, de las
supuesto, antes de que existieran los hospitales. La ciru- instalaciones, de la confianza que ello le inspira, del tra-
gía ambulatoria es, entonces, la forma más antigua de to recibido durante todo el proceso, de las molestias que
cirugía que se conoce.3 Así, aunque muchas veces se ca- experimentó (si las hubo), del grado de aceptación al
lifique de “novedosos” a estos métodos, en realidad sólo procedimiento y del tipo, dosis y posología de los medi-
se trata de adaptar el conocimiento y la tecnología ac- camentos recibidos, así como sus efectos secundarios.
tuales a procedimientos milenarios que ayudaron a la En la cirugía de hernias de la pared abdominal la
humanidad a sobrevivir. Y si fueron eficaces entonces atención integral se refiere al trato de los pacientes y no
y en aquellas condiciones, lo son sin duda en estos tiem- sólo a las hernias. Esto significa que, además de reparar
pos, altamente tecnificados y con amplia disponibilidad la hernia, se evalúa la pared abdominal desde los puntos
de asistencia quirúrgica. de vista anatómico y funcional, lo cual constituye una
De lo que se trata en realidad es de cambiar el enfo- parte del paciente, por lo que debe tomarse en cuenta su
que que se tiene de la cirugía en general y de las hernias estilo de vida y otros factores (incluidos los estéticos)
en particular, ya que se ha demostrado en repetidas oca- para diseñar la estrategia quirúrgica idónea. Se llama
siones que su manejo ambulatorio es tanto o más seguro “manejo integral” al hecho de ver al paciente como ser
y ofrece los mismos o mejores resultados que el aborda- humano, no como un “caso” o como carga de trabajo.
je “tradicional”.4 De hecho, siempre se debe procurar el uso del término
Por otra parte, es importante señalar que la termino- “paciente”.
logía utilizada en relación con este tema es más bien Pero esto no es todo. El paciente es un ser biopsicoso-
confusa, pues por “cirugía ambulatoria” tiende a enten- cial, lo cual implica que, si se va a hablar de atención in-
derse que se trata de una “cirugía menor”, en especial tegral, hay que enfocarse en el hecho de que el paciente
cuando se utiliza anestesia local.5 Sin embargo, una con hernia acude al cirujano porque necesita resolver un
buena parte de las cirugías ambulatorias que se ejecutan problema que le preocupa porque interfiere con sus acti-
hoy en día son mayores y se llevan a cabo con este méto- vidades cotidianas, le atemoriza por lo que sabe de las
do, con la vigilancia y el apoyo permanentes del aneste- potenciales complicaciones o simplemente porque le
siólogo, de manera que puede denominarse cirugía ma- molesta su aspecto, como ocurre entre los adolescentes
yor ambulatoria bajo anestesia local simple o asistida. o jóvenes con hernia umbilical (mujeres y hombres),
Obviamente, también se denominan cirugía ambula- que la mayoría de las veces no produce síntomas. Los
toria a la cirugía mayor bajo anestesia general o regional pacientes solicitan atención y saben que será quirúrgica,
con egreso el mismo día, y a toda cirugía menor bajo pero desean que la interferencia con su vida habitual sea
cualquier modalidad anestésica. Es así como puede ha- mínima, sobre todo en el medio privado. Asimismo,
blarse de cirugía mayor y menor ambulatorias operadas buscan el menor riesgo e insisten en el aspecto estético.
bajo diversas técnicas anestésicas. Es cierto que quien repara una hernia no es un ciru-
Es evidente que estas consideraciones obligan a re- jano plástico, pero es necesario que se tomen en cuenta
plantear la validez de la tradicional clasificación de la todas estas variables que en la actualidad inciden en la
cirugía en “mayor y menor”, pero este tema está fuera práctica diaria. Esto, lejos de incomodar al médico,
del ámbito que ahora nos ocupa.5 debe representar una oportunidad para la mejoría de la
¿A qué se le llama “manejo integral del paciente en atención quirúrgica.
cirugía ambulatoria de hernia”? Esta frase pretende en- En este punto se encuentra la cirugía actual de her-
globar en un solo concepto el tratamiento de esta patolo- nias. Ya no se trata sólo de evitar la recidiva (la cual
Concepto de cirugía ambulatoria integral en cirugía de hernias 527

preocupa porque se sigue presentando a pesar de la de- lación prácticamente inmediatos, se conseguirá una
puración de las técnicas), sino de llevar los resultados a evolución radicalmente diferente a la que se está acos-
un nivel superior: el del confort, que se define como co- tumbrado a ver en el posoperatorio habitual.6 Y es que
modidad o bienestar.6 Para ello, es necesario darse cuen- en la actualidad todo esto es posible, ya que se cuenta,
ta de que seguir haciendo las cosas a la usanza tradicio- como nunca antes, con analgésicos de última genera-
nal no constituye una contribución al desarrollo de la ción, prótesis (en el caso de las mallas) para evitar la do-
especialidad. La misión debe ser conservar todo lo bue- lorosa tensión, anestésicos locales de mayor duración y
no y mejorar lo aprendido, integrando la profesión al seguridad, y una experiencia compartida cada vez ma-
mundo actual, rápidamente cambiante, sin pretender yor, que avala el uso de estos métodos a gran escala.9
que éste se adapte a la cirugía que se sabe hacer. Todos los especialistas quirúrgicos que abordan el
Si el concepto de cirugía ambulatoria se convierte en abdomen por cualquiera de sus caras e incluso el tórax
el de elección, hay que considerar no cuándo usarlo, son capaces de producir hernias posincisionales, pero
sino cuándo no hacerlo, ya que una vez acostumbrado repararlas es algo que se encuentra dentro del campo ex-
a esta modalidad de manejo y apreciadas sus enormes clusivo del cirujano general. La realidad es que hasta el
ventajas es difícil volver a operar a la manera tradicional cierre primario de las incisiones es efectuado en muchos
sin sentir que no se le está proporcionando al paciente casos con técnicas que, a la luz de los conceptos actua-
lo mejor. les, son obsoletas. Pero los cirujanos generales son los
Hay cosas que, por la fuerza de la costumbre, escapan únicos especialistas a cargo de la pared abdominal y, por
a la atención y, en consecuencia, a la reflexión: hace lo tanto, los responsables de adecuar lo aprendido de los
poco más de un siglo la gente daba por sentado que la predecesores al entorno actual en todo el mundo.
cirugía era un tormento que había que soportar si se de- Cabría esperar que los conocimientos acerca de esta
seaba la curación. La famosa frase de “grandes incisio- compleja estructura fueran completos y actualizados,
nes, grandes cirujanos” dominó el pensamiento quirúr- pero no es así. El cierre primario y la cirugía de hernias
gico durante mucho tiempo, hasta que surgió la cirugía continúan aprendiéndose, en la mayoría de los hospita-
laparoscópica. Como éstos, hay conceptos que fueron les, de residente a residente o, en el mejor de los casos,
válidos en su momento y en el contexto histórico en que observando operar a cirujanos experimentados. Rara
se usaban, pero que hoy han perdido parcial o totalmen- vez se le da atención formal al tema, como ocurre con
te su vigencia. La razón es que, como todo, la cirugía la cirugía biliar o tiroidea, por ejemplo, y si bien las
evoluciona. El problema radica en que los cirujanos no complicaciones en hernioplastia no representan la ca-
están siempre dispuestos a cambiar al mismo ritmo. tástrofe de la lesión de la vía biliar, su impacto en la cali-
Habría que recordar que, se haga lo que se haga, el dad de vida y en el aspecto socioeconómico de un país
cambio está aquí y quienes sí lo han abrazado con entu- es lo suficientemente importante como para considerar
siasmo son los pacientes, que cada vez están mejor in- a las hernias un problema de salud pública.10
formados. Eso significa que será más difícil hacer que Su manejo adecuado contribuye a disminuir este im-
la gente acepte sin cuestionar los métodos diagnósticos pacto, el incorrecto se suma al problema. Por eso no se
o terapéuticos si sabe que existen mejores alternativas justifica seguir haciendo lo mismo con el argumento de
para la investigación y el tratamiento de su padeci- que “yo siempre lo he hecho así y me ha ido bien”, por-
miento. que esto, aunque es cómodo, es una forma de autoengaño
En realidad se trata de una actitud, de una filosofía y retarda el progreso de esta disciplina y cualquier otra.
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que tiene mucho que ver con una manera diferente de La cirugía de hernias es una cirugía reconstructiva,
ver la cirugía contemporánea, que cambia la imagen pues, a diferencia de lo que ocurre con la mayoría de las
atemorizante con la que se le ha identificado y de la que intervenciones que realiza el cirujano general, por lo
es responsable el médico en buena parte, por no prestar general resectivas, ésta pretende restablecer la normali-
atención a los pequeños detalles que hacen la gran dife- dad anatómica y funcional de la región afectada.
rencia (y que ya habían sido señalados hace siglos por Aunque esta subespecialidad originalmente se valió
los grandes maestros de la cirugía), como el manejo de- de los propios tejidos del paciente para lograr su obje-
licado de los tejidos, la hemostasia cuidadosa, las sutu- tivo, usando ingeniosas técnicas de colgajos, incisiones
ras sin tensión, etc. de relajación e injertos autólogos, en la actualidad se
Si a esto se le agrega el concepto de analgesia preven- emplean cada vez con más frecuencia los materiales
tiva, la infiltración local preoperatoria e indolora de protésicos para el mismo fin.
anestésicos de larga duración y el favorable efecto psi- Desde este punto de vista, un cirujano general es tam-
cológico de la no hospitalización, con egreso y deambu- bién un cirujano reconstructivo de la pared abdominal,
528 Hernias de la pared abdominal. Tratamiento actual (Capítulo 62)

y la cirugía reconstructiva debe ser efectuada a tiempo, Los elementos ya están ahí (los conocimientos bási-
no como una urgencia. cos, el entrenamiento, los fundamentos y la experiencia
La cirugía de hernias constituye el nivel II de aten- quirúrgica); lo que hace falta es redefinir lo que se hace,
ción del esquema de Leavell y Clark (es decir, en el nivel a fin de que se le dé un nuevo sentido al quehacer quirúr-
de diagnóstico temprano, tratamiento oportuno y limi- gico, ya que es perfectible y su mejoramiento depende
tación del daño), por lo que debería considerarse como de los médicos.
“cirugía preventiva”, dado que cuando se hace oportu- Ahora bien, hablar de un manejo integral equivale a
namente se evita la morbilidad asociada con complica- hablar de interactividad, es decir, el paciente asume
ciones y se mejora la calidad de vida. también una responsabilidad en su tratamiento, pues si
Esto ha sido motivo de controversia en los últimos bien es cierto que un gran porcentaje de la cirugía actual
foros internacionales, donde se ha propuesto el manejo puede tratarse mediante esta modalidad, también lo es
“conservador”, debido a que las complicaciones son re- que requiere cierto grado de cooperación para que se
lativamente poco frecuentes, a que la cirugía no está puedan predecir buenos resultados.
exenta de riesgos y los resultados no son 100% satisfac- A fin de cuentas ¿qué es lo que busca el paciente
torios.11 cuando solicita atención quirúrgica para resolver su
Es cierto que muchas de las hernias son asintomáti- problema de hernia?
cas y los cirujanos deben tener el buen criterio de “dejar-
las en paz” y observarlas en circunstancias especiales. S Que su operación sea definitiva.
Sin embargo, lo que parece estar detrás de este enfoque S Que el procedimiento sea efectuado con el míni-
es que en EUA las compañías aseguradoras han visto mo de molestias.
que sus costos operativos en este rubro pueden dismi- S Que interfiera lo menos posible con su vida habi-
nuir significativamente si logran influir en los pacientes tual.
y cirujanos para que adopten una conducta expectante S Que de preferencia se realice en plan ambulatorio,
y sólo se operen los casos sintomáticos seleccionados. ya que casi todos manifiestan cierto rechazo a la
El problema de adoptar esta conducta es que la hernia hospitalización.
tiene una tendencia natural a dañar progresivamente la S Que la anestesia sea la menos riesgosa y molesta
pared abdominal y la reconstrucción se vuelve cada vez que pueda administrársele.
más laboriosa por esto y por las adherencias al saco her- S Que se le proporcione una razonable confianza
niario, a la vez que la inclinación a la recidiva aumenta, acerca de que podrá continuar con una vida nor-
así como el riesgo de complicaciones por la espera. En mal, sin las restricciones que tradicionalmente se
relación con esto, la obligación del cirujano es tener una recomiendan a los operados de hernia.
vez más el buen juicio y el valor de oponerse a tales es- S Idealmente, que se cumplan los principios ele-
trategias, que son más comerciales que médicas. mentales de la cirugía estética, ya que muchas ve-
Ni qué decir del uso de dispositivos de contención, ces el motivo para decidirse a la intervención no
como bragueros y fajas, que aunque mantienen más o es el dolor ni el temor a las complicaciones, sino
menos en su sitio el contenido de la hernia, retardan el el aspecto desagradable de la hernia, sobre todo de
manejo definitivo y cuando se usan durante muchos las umbilicales presentes en niñas y mujeres jóve-
años producen daños locales por compresión, que difi- nes (y cada vez más en hombres).
cultan el procedimiento quirúrgico. El argumento de S Por último, que se le proporcione información
que están indicados en pacientes de alto riesgo es fácil- acerca de lo que puede esperar en cuanto a evolu-
mente rebatible si se hace notar que en estos casos el uso ción y posibles molestias, y la seguridad de que se
de anestesia local resuelve el problema con una nula o le atenderá en un futuro en caso de que las tuviera.
mínima agresión hemodinámica.12 ¿Qué es lo que el cirujano debería buscar o tratar de con-
Por otra parte, si se enfatiza la importancia de la ense- seguir en el proceso de atención del paciente con hernia
ñanza sistemática de la cirugía herniaria y se lograra de la pared abdominal? En opinión del autor de este ca-
establecerla como programa prioritario en los cursos de pítulo, proporcionar un servicio que exceda las expecta-
especialización de cirugía general, los resultados mejo- tivas del paciente, para lo cual se recomienda:
rarían. Éste es uno de los objetivos principales de las
asociaciones que en todo el mundo se han creado a raíz S Ver a cada paciente como un ser humano con te-
de los malos resultados globales en el manejo de esta pa- mores derivados de la mala información, de anéc-
tología (American Hernia Society, European Hernia dotas y opiniones de familiares y amigos, mitos,
Society y Asociación Mexicana de Hernia, A. C.). dudas, etc., que busca información y ayuda.
Concepto de cirugía ambulatoria integral en cirugía de hernias 529

S Aprovechar cada caso como fuente de aprendiza- Es posible que todo esto sea difícil de llevar a la prác-
je, por supuesto con el respeto que cada persona tica, que incluso puede parecer una utopía, sobre todo
merece. en los atestados servicios de cirugía en el medio institu-
S Mantenerse actualizado para poder proporcionar cional, pero hoy por hoy, si nadie se enfoca en desempe-
la mejor atención. ñar el papel que se supone que se debe tener en la socie-
S Entender que la frase “hay enfermos, no enferme- dad dando todo esto como valor agregado, todos serán
dades” es válida también en la cirugía de hernias, parte de quienes contribuyeron a la decadencia de la
pues cada paciente tiene su hernia y la solución profesión.
debe individualizarse cuando se requiera, es decir, Los cirujanos están obligados a mejorar en el conoci-
que hay técnicas probadas que funcionan para la miento de la pared abdominal. Nadie más lo hará en nin-
mayoría de los casos, pero no para todos. guna otra especialidad. No existe el interés ni la forma-
S Aceptar que, sin importar la habilidad y la prepa- ción para esto.
ración del cirujano, la recidiva es algo que en al- Lo extraño es que en la mayor parte de los programas
gún momento se presentará, pues todavía no hay de especialización en cirugía general el tema sigue sien-
una serie honesta que reporte cero recidivas a lar- do relegado a un plano secundario, cuando en la reali-
go plazo. dad cotidiana del cirujano las hernias ocupan el primer
S Al respecto, una buena disciplina consiste en con- lugar, o cuando mucho el segundo, de los procedimien-
siderar, para fines de reflexión, que cada recidiva tos quirúrgicos que realizará durante toda su vida profe-
es falla del médico (aun cuando se sabe que hay sional.13
pacientes con factores que predisponen a este re- Hoy están abiertas líneas de investigación en muchos
sultado indeseable). Así se mantendrá una actitud campos, especialmente en lo que a manipulación gené-
autocrítica, expectante y cuidadosa en cada acto tica se refiere.
quirúrgico, lo cual redundará en una mejoría per- Tal vez en el futuro el concepto de herniosis14 pueda
manente de los resultados. ser mejor comprendido y tratado con estrategias no qui-
S Tener presente que en la actualidad la pretensión rúrgicas, lo cual formará parte del manejo integral del
de cero recidivas no basta. Es necesario aspirar a paciente con hernia. Entonces, en un sentido hipotético,
algo más: al bienestar del paciente, al grado de que el cirujano tendrá que preocuparse por ser desplazado,
se convierta en un promotor del concepto. al menos parcialmente, de esta fascinante área de la ci-
S Reconocer que las hernias de la pared abdominal son rugía.
una patología seria que requiere un estudio y trata- Por lo pronto, y quizá por muchos años más, el ciruja-
miento serios, y que no son intervenciones para “de- no general seguirá valiéndose de los elementos mencio-
járselas al residente de primer año”, sino que deben nados para continuar con su labor.
ser ejecutadas y enseñadas a los residentes por los Finalmente, cirugía ambulatoria integral implica no
cirujanos más experimentados del equipo. sólo efectuar el procedimiento quirúrgico con eficacia
S Tomar como un reto el hecho de que aún hay reci- y buenos resultados, sino conseguir esto a la vez que se
divas y resultados subóptimos, para buscar día a logra aumentar los índices de seguridad y la satisfacción
día la mejoría del quehacer médico mediante el es- del paciente, agilizar la atención, reducir los costos di-
tudio y la práctica constantes. rectos e indirectos para todos, abatiendo el impacto so-
S Darse cuenta de que, sin importar lo que se diga, cioeconómico y, como “cereza del pastel”, incrementar
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la cirugía de las hernias de la pared abdominal es la comodidad, el reconocimiento y los ingresos del ciru-
un campo en constante expansión, donde la creati- jano y su equipo. Éste es, definitivamente, un concepto
vidad y el interés de cada médico son bienvenidos. de ganar--ganar.

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Capítulo 63
Aspectos económicos y sociales
en los procedimientos de reparación
de los defectos de la pared abdominal
Rigoberto Álvarez Quintero

INTRODUCCIÓN con los padecimientos que involucran los defectos de la


pared abdominal.

Costo
Los procedimientos quirúrgicos realizados con más fre-
cuencia en el mundo involucran a las hernias de la pared Los parámetros de evaluación del costo están ligados di-
abdominal como uno de los protagonistas principales en rectamente con la factibilidad en la aplicación indivi-
este rubro. Tan sólo en EUA se calcula un número ma- dual costo--beneficio y la rentabilidad en los sistemas
yor de 700 000 procedimientos por año. globales de atención: costo--efectividad.
El impacto social de la hernia involucra las áreas la-
borales, familiares, estéticas y varias veces psicológicas
del paciente, las cuales llevan implícita una importante Calidad
repercusión con el buen actuar e interactuar del indivi-
duo y su entorno. Los formatos y contenidos de evaluación pueden ser tan
Los defectos de la pared abdominal afectan en su ma- amplios y variados como la imaginación lo permita; sin
yoría a la población económicamente activa, por lo que embargo, en las áreas de salud, el análisis de los índices
hoy se contempla como un problema de salud pública, de satisfacción, dada la variabilidad de expectativas y
que se incluye en las variables de alto impacto socioeco- sobre todo el escaso control de variables, obliga a valo-
nómico en los países del primer mundo y en los que rar los índices de satisfacción con un sí o un no como
están en vías de desarrollo. únicas opciones a cuestionar.

Disponibilidad
E Editorial Alfil. Fotocopiar sin autorización es un delito.

VARIABLES SOCIOECONÓMICAS
DE IMPACTO Esta área constituye la piedra angular del servicio. De
nada sirve que el servicio sea de excelente calidad y gra-
tuito si no se cuenta con él “cuando, donde y como se
necesita” (figura 63--1).

Hay que entender como variables de impacto todas las


circunstancias que tienen relevancia en el contexto indi- Materiales
vidual (costo--beneficio) y social (costo--efectividad)
del individuo dentro de criterios de calidad total en ser- Con el advenimiento de las técnicas libres de tensión y
vicios de atención médica, que guardan relación directa el empleo implícito de materiales protésicos en estos

531
532 Hernias de la pared abdominal. Tratamiento actual (Capítulo 63)

Costo Ahora, igual que ocurre en la industria de la moda, el


mismo implemento, por el hecho de haber sido confec-
cionado por un modisto “X”, costará 10 o 100 veces
más.
Esto hace que, aunque los índices y las variables de
impacto, como costo, recidiva y satisfacción del cliente
(paciente), prácticamente son las mismas con las princi-
pales técnicas libres de tensión utilizadas actualmente,
lo que al final determinará esta parte del proceso será el
Calidad Disponibilidad gusto y la afinidad o compromisos de un cirujano con
Figura 63--1. Tríada de “calidad total en servicios de aten-
el implemento protésico o la casa fabricante.
ción médica”. Parámetros para la valoración de los servicios
de salud (Rigoberto Álvarez).
Material y equipos

procedimientos, se agrega un concepto más al momento El advenimiento de los procedimientos laparoscópicos


de la facturación hospitalaria. y de invasión mínima en general abrió un nuevo y tenta-
Este concepto también se diversifica cuando se toma dor umbral de abordajes a los mismos problemas, con
en cuenta el tipo de materiales, aunque el polipropileno prácticamente los mismos principios técnicos y de re-
sigue siendo el de mayor utilización y entre los de me- sultados.
nor costo se encuentran el PTFEe, el poliéster y la poli- Cuentan con una variabilidad mínima en morbimor-
glactina, así como derivados orgánicos y una serie de talidad y un impacto económico mucho mayor, lo cual
combinaciones de éstos, que atienden al paralelismo: es principalmente secundario a la gran “parafernalia”
“cuanto más raros, más costosos”. que rodea a estos procedimientos que llevaron del uso
Aunado a esto, la sofisticación en la premanufactura de pinzas, bisturí y tijeras a la necesidad de monitores,
de nuevos tipos de mallas —con cono, sin cono, con cú- insufladores, cámaras, puertos de trabajo y una enorme
pula, con anillos autoexpandibles— y las combinacio- variedad de instrumentos hasta para las maniobras más
nes de polipropileno y una serie de antiadhesivos perito- sencillas y básicas del proceso técnico del cirujano,
neales —como PTFEe y coloides diversos para los como es realizar un simple nudo. Son innegables los be-
implantes intraperitoneales— han llevado a que la elec- neficios que se han obtenido en ciertos procedimientos,
ción del tipo de material protésico trascienda en el im- pero su generalización indiscriminada es obsoleta.
pacto monetario al final del proceso. La tecnología no sólo debe enfocar su atención en el
Otros aspectos de impacto son el uso de materiales costo--beneficio. La búsqueda de la satisfacción indivi-
sofisticados de fijación que pretenden sustituir a la sutu- dual del paciente puede poner en riesgo la seguridad so-
ra clásica, como los tackers, las grapas y la fibrina, los cial de él o de grandes poblaciones, donde el gasto por
cuales presentan resultados de costo--efectividad que procedimiento se ha elevado tanto que la repercusión en
pudieran ser cuestionables. primas ha elevado el costo de este beneficio para los que
Esto deberá establecer que la selección del material pueden pagarlo y lo ha hecho inaccesible para la mayo-
a utilizar se oriente y establezca sobre la base de una jus- ría de la población.
tificación analítica y juiciosa con fundamentos estadís-
ticos y alejar de esta decisión hábitos, modas o presun-
ciones vanguardistas al momento de solicitar la prótesis Hospitales
que se va a colocar y los materiales de fijación.
En la actualidad el costo por hospitalización deja de ser
una simple recopilación de gastos que sólo incluía el
Manufactura material, los medicamentos y los derechos de sala de
operaciones y habitación.
La premanufactura de los modelos protésicos para el so- En EUA los tiempos de quirófano se cuentan por mi-
porte y la reparación de los defectos de la pared abdomi- nuto y con cronómetros de pared que cuantifican al se-
nal, y el costo monetario implícito en estas confeccio- gundo los tiempos operatorios, anestésicos y quirúrgi-
nes, aumentan aún más la carga en los montos a pagar cos con cargo por cada uno de ellos, mientras que los
al final del proceso. medicamentos se proporcionan con cápsulas o compri-
Aspectos económicos y sociales en los procedimientos de reparación de los defectos de la pared abdominal 533

midos en la cantidad exacta que requiere el paciente y Sin embargo, no existe mayor desconocimiento en
no por cajas o frascos de presentación por decenas o do- anatomía abdominal del cirujano practicante que la re-
cenas, como en México. gión inguinal.
Aunque esto no ha llegado a ser un hecho en México, Los centros de alta especialidad en otras áreas, como
es probable que aquí se enfrente otro fenómeno aún peor la oftalmología, ya han trascendido a la cirugía general
que el mencionado. y en ninguna área han impactado más que en el ámbito
Los hospitales dejan de ser centros nosocomiales, de la hernia. Es por esto que en EUA y Canadá son reco-
pues su objetivo y fundamento primordial de dar aten- nocidos desde hace varias décadas algunos centros,
ción a los enfermos cambió por el de un concepto de como la Clínica Shouldice, The Freehold Hernia Cen-
“hoteles”, donde las habitaciones son verdaderas suites ter, en New Jersey, o The Lichtenstein Hernia Clinic, en
con sus propias salas de recepción y decoraciones sun- California, por nombrar algunos.
tuosas que hacen que algunas situaciones como la ma- El florecimiento y la expansión de estos centros espe-
ternidad dejen de ser un suceso médico para convertirse cializados, así como la alta capacitación del cirujano en
en todo un evento social. la reparación de las hernias de la pared abdominal, mar-
En lugar de un asistente médico se cuenta con una re- carán las pautas y los estándares sobre las siguientes
cepcionista que ofrece un tour por los diferentes tipos preguntas, aún pendientes por contestar:
de habitaciones a través de pasillos de mármol y elegan-
tes fuentes, con decoraciones que invocan un lobby de S ¿Cuánto debe costar la reparación?
hotel gran turismo. S ¿Hasta cuántos procedimientos pueden recidivar?
Con todo esto se puede establecer una analogía con S ¿Cuál debe ser el tiempo quirúrgico promedio?
los países altamente desarrollados, donde los pacientes S ¿En cuánto tiempo el paciente debe reintegrarse a
muchas veces comparten las habitaciones con otros en- sus actividades?
fermos. S ¿Cuáles son los materiales protésicos que se deben
En México sería inconcebible plantearle al usuario usar?
de una póliza de gastos médicos la sola idea de la posibi- S ¿Cuáles son las técnicas que deben contemplarse
lidad de pasarlo a un cuarto que tendría que compartir en la práctica?
con uno o más pacientes. S ¿Qué técnica es apropiada para qué tipo de hernia?
A partir de la premisa de que los procedimientos de S ¿Cuándo se puede recurrir a la vía laparoscópica
reparación de los defectos de la pared abdominal repre- y cuándo a la abierta?
sentan un problema de gran impacto en la salud pública, S ¿Qué clasificación hay que uniformar para su uso
será preponderante buscar siempre la posibilidad de cotidiano?
realizarlos de manera ambulatoria, con el consiguiente
impacto positivo tanto en costo--beneficio como en cos- Los parámetros a través de los cuales las compañías sus-
to--efectividad. criptoras de riesgo y el mismo sector salud al momento
Sin embargo, debe hacerse patente el hecho de que se de analizar en forma prospectiva la hernia como patolo-
requieren experiencia y capacitación para poder pro- gía y la plastia como su solución deberán basarse en cri-
porcionar este tipo de manejo. terios y variables que busquen la satisfacción del indivi-
duo, pero sobre todo el bien común.
Lo anterior sólo podrá lograrse con la participación
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Cirujano de cirujanos conscientes de la gran necesidad de optimi-


zar al máximo los recursos, con un uso juicioso de mate-
El protagonista principal después del paciente en la pro- riales en un tiempo lo más corto posible, y de que el ciru-
blemática de la hernia es el cirujano, en cuya etapa de jano participe en la atención de los pacientes con hernia,
preparación aprendió que las hernias son quizá la pato- involucrándose no sólo en los aspectos tecnicoquirúrgi-
logía quirúrgica de más simple resolución, capaces de cos, sino también en los costos implícitos y el impacto
ser resueltas por los residentes del primer año. final de ellos en el entorno social.
534 Hernias de la pared abdominal. Tratamiento actual (Capítulo 63)
Capítulo 64
Ética y deontología en la cirugía
herniaria moderna. Cuestión
epistemológica aplicada a las hernias
José Miguel Goderich Lalán

INTRODUCCIÓN Ética

Desde la ética de la virtud del siglo de Pericles al utilita-


rismo de Stuart Mill1--7 mucho se ha escrito y discutido
Partiendo de una cuestión nominal y epistemológica, el sobre el tema.
presente trabajo cuenta la realidad, la objetividad y la No sólo es importante el enfoque filosófico del térmi-
subjetividad respecto de las hernias abarcando algunos no y sus problemas o consecuencias, sino también el
de los ítems que determinan tan amplio tema de convo- práctico, que consiste en reflexionar éticamente desde
catoria y que se refieren a la conducta de los profesiona- la cotidianeidad; en este sentido, el mejor comporta-
les e instituciones relacionados con este campo de la sa- miento ético podría devenir de las palabras de Confu-
lud. cio: “No hagas a otro lo que para ti no quieras.” Este
Dichos ítems se han descrito en forma lineal con el sabio principio moral (del latín mos, que significa “cos-
objetivo de redefinir los principios básicos de la ética tumbre”, “norma”) tiene su versión positiva en el Evan-
aplicada y aplicarlos como método y estrategia de traba- gelio, que cita: “amar al prójimo como a ti mismo.”
jo, y conducta moral médica.
Es por ello que este tema con variables de análisis
pone en consideración la ética como columna vertebral Ética médica
de los hechos humanos y sociales, como ser pedagógico
de solidaridad, beneficencia y buena praxis. No es otra cosa que preguntarse (como médico) frente
Todos estos subtemas, pertinentes al tema convocan- a un enfermo: “¿estoy haciendo con él lo que me gusta-
te, están enmarcados dentro de lo que, como basamento ría que hicieran conmigo, en caso de que yo fuera el pa-
fundamental, son la ética y la bioética mismas, intentan- ciente?” La respuesta a esta interrogante puede distin-
do que las ejemplificaciones propuestas, determinadas guir al médico--robot del médico--persona; “persona” en
como desafíos actuales y para el milenio, se caracteri-
E Editorial Alfil. Fotocopiar sin autorización es un delito.

su etimología grecolatina: “lo que vibra detrás de la más-


cen por su didaxia. cara”, el per--sonare, la mutua vibración que es el en-
cuentro personal, esto es, la persona--enferma con la
persona--médico, o como fue definida la medicina: “una
CONTENIDO Y DESARROLLO confianza que se entrega a una conciencia.”
Ninguna rama de la medicina escapa hoy de los gran-
des adelantos tecnológicos y nadie puede negar sus re-
sultados. Ahora bien, esto no puede ser separado de un
De acuerdo con la sana costumbre de los semánticos, número importante de problemas que determinan la ca-
antes de entrar en los temas convocantes es provechoso lidad y la satisfacción en el sujeto objeto de la atención
fijar ciertos términos o definiciones. quirúrgica, y la cirugía herniaria no escapa a ello.6--9

535
536 Hernias de la pared abdominal. Tratamiento actual (Capítulo 64)

Deontología y entrenamiento de cirujanos dedicados a este tipo de


cirugía.
Esta palabra proviene del griego , -- , que sig-
nifica “el deber”, y --logía). Es la ciencia o tratado de los
deberes. Por el contrario, tiene una concepción práctica Factores del paciente
vinculada con la legalidad y se viola en determinadas
situaciones.10--16 No es difícil comprender que los pacientes bien infor-
mados demanden resultados más razonables; un aspec-
to muy extendido de forma negativa es que a muchos
enfermos de hernias no se les trata como verdaderos pa-
TENDENCIAS ACTUALES POSITIVAS cientes que van a ser sometidos a un acto operatorio y
EN EL MANEJO DE LAS HERNIAS son despersonalizados y tratados como “uno más”.

Factores tecnológicos
Factores profesionales
La cirugía herniaria puede dividirse en dos partes: antes
Las recidivas asociadas con las reparaciones clásicas y después del desarrollo de los biomateriales modernos,
eran mucho más altas que las reportadas en la literatura. lo cual, a claras luces, ha creado dilemas éticos y legales
La morbilidad, al igual que la incidencia del dolor agu- por el discriminado mal uso de los mismos, sobre todo
do y crónico posoperatorio, era más alta de lo que gene- cuando no prima el aspecto médico quirúrgico científi-
ralmente se apreciaba. A esto hay que añadirle que la ci- co como premisa fundamental.
rugía herniaria ya no se considera barata y fácil. Con la amplia aceptación del concepto “libre de ten-
Un punto definitorio fue la creación de sociedades sión” (tension--free), que al buen decir es oportuno seña-
especializadas. El mérito histórico le corresponde en lar lo lamentable del incumplimiento de este concepto,
primer lugar a Francia, donde un eminente grupo de y utilizando nombres de autores que marcaron la histo-
profesores de anatomía y cirugía con gran visión clínica ria de esta cirugía se llevan a la práctica innovaciones y
y quirúrgica fundaron la GREPA (que significa Grupo nacionalizaciones de las técnicas, fuera de todo contex-
de Estudio e Investigaciones de la Pared Abdominal), to ético, anatómico y funcional.
donde destacaron René Stoppa y Jean Rives. Esta aso- La revitalización de la anestesia local es un aspecto
ciación posteriormente se convirtió en la Sociedad Eu- de importancia trascendental en los momentos actuales,
ropea de Hernias. Más adelante, en EUA se fundó la So- igual que la correcta aplicación de los principios de la ci-
ciedad Americana de Hernias, que junto con la GREPA rugía ambulatoria y de corta estadía; sin embargo, si se
realiza congresos con resultados científicos, éticos y so- afirma que no es ético ni deontológico operar a pacien-
ciales muy importantes en la actualidad para esta impor- tes de cualquier tipo de hernias sin todos los recursos
tante rama de la cirugía general. básicos de la anestesiología y la reanimación moderna,
Muchas sociedades y asociaciones de cirugía en di- se ratificaría que la mejor opción y de mayor aceptación
versos países crearon sus secciones o sociedades de her- es la anestesia local y la sedación con cobertura aneste-
nias, lo cual constituyó un avance tanto en América La- siológica especializada. Se valora el uso de los antibióti-
tina como en Europa, y la creación desde la década de cos modernos, pero no siempre es totalmente ético utili-
1980 de clínicas y consultas especializadas de atención zar como profilaxis en la cirugía herniaria bioprotésica
y seguimiento.10--12 un determinado grupo de los más modernos antibióti-
El 21 de noviembre de 2007 se constituyó durante el cos, cuando se puede resolver la situación con otros de
congreso de la Federación Latinoamericana de Ciruja- características determinadas.
nos (FELAC), en Santiago de Chile, la Sección de Her- Los adelantos en los conocimientos de la reparación
nias y Pared Abdominal, de la Federación Latinoameri- hística, en especial la biología de los colágenos, han per-
cana de Cirugía, lo cual representa un aspecto positivo mitido tener una visión más científica de los implantes,
para los países de la región. pero no siempre los cirujanos dedican algún tiempo de
Se ha trabajado intensamente en la creación de mó- su estudio a estos aspectos, y son ellos quienes realizan
dulos teóricos y prácticos de formación en el posgrado, los implantes.
dedicados a estas entidades, en los programas de resi- La extensión a la cirugía videoendoscópica de las re-
dencias y en los cursos de posgrado para la formación paraciones herniarias constituye un importante paso en
Ética y deontología en la cirugía herniaria moderna. Cuestión epistemológica aplicada a las hernias 537

el desarrollo, pero es oportuno señalar que no siempre das. El triste caso de la alteración de cifras de recidivas
se tienen todos los conocimientos en este sentido y, lo merece una mención especial.
que es peor, el necesario e imprescindible instrumental
especializado.
CONSENTIMIENTO INFORMADO
Factores institucionales
y administrativos
La aplicación práctica del principio bioético de la auto-
Al realizar un análisis en la mayoría de los países de nomía lo constituye el consentimiento informado. Aho-
América Latina con cirujanos que trabajan en el área de ra lo más importante es la comunicación que debe esta-
la hernias, todos coincidieron en que ahora es el mo- blecerse entre el cirujano y el paciente afectado, en este
mento clave para lograr una cirugía de excelencia, lo caso de una hernia, para explicarle sus riesgos y benefi-
cual requiere el apoyo de los directivos en las institucio- cios y obtener el consentimiento para el implante de una
nes estatales de salud y en el plano de la especialidad, prótesis que podrá darle resultados muy satisfactorios,
y la creación de centros especializados dedicados a este aunque no está exento de complicaciones.
tipo de cirugía.

DETALLES TÉCNICOS
FACTORES NEGATIVOS
EN LA CIRUGÍA HERNIARIA
Alguien afirmó una vez que “las mallas hacen buenos
a los malos cirujanos”; aunque no se comparte este cri-
terio, se considera que las bioprótesis son un elemento
Dependientes del cirujano muy importante de la cirugía herniaria moderna; sin
embargo, jamás hay que pasar por alto la adecuada elec-
Incluyen la minimización del valor de la cirugía hernia- ción de la técnica a utilizar, la incisión correcta, la ade-
ria y el hecho de considerarla una cirugía menor, barata cuada exposición del anillo inguinal superficial o de la
y sin importancia. En muchos centros aún se presentan interfase en las incisionales, la disección y la hemosta-
programaciones inadecuadas (los casos de hernias se sia suficientes, la preservación del nervio ilioinguinal,
dejan al último o se programan maratones de hernias), la movilización del cordón, la falta de apertura del cre-
no existe la formación de un grupo de trabajo de hernia máster y la adecuada exposición del anillo interno; asi-
y pared abdominal, y no se cuenta con los conocimien- mismo, es importante iniciar la operación con la hernia
tos anatomofisiológicos precisos de la pared abdomi- sin reducción.
nal, puesto que se le da mucho valor a lo realizado den-
tro de la cavidad más que a la “envoltura” o pared, que
es un elemento anatomofisiológico propio; por otra par- RELACIONADOS CON
te, no existe una jerarquización en esta actividad quirúr- EL USO DE BIOPRÓTESIS
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gica por parte del personal especializado en otras ramas


de la cirugía o de la misma cirugía en general.
Se manifiesta apatía por la cirugía herniaria y recha-
zo de los casos complejos, y no existe una adecuada co- El inadecuado uso de mallas por desconocimiento de los
rrección de los factores de riesgo del paciente. No existe materiales de prótesis o de las técnicas de implante se
una utilización correcta de las modernas clasificaciones convierte en un dilema bioético, pues está en el límite
en cirugía herniaria y se comenten plagios de técnicas. de lo deontológico pensar que el mero hecho de implan-
Otro error ético es la supervaloración, pues no se soli- tar una bioprótesis resolverá la insuficiencia del médi-
cita ayuda en situaciones transoperatorias difíciles, no co. En otras ocasiones se llega a los “inventos” no vali-
se discuten en grupo los casos complejos a tratar y no se dados por la práctica médica y los métodos de ensayos
examina al paciente antes de la operación. Un error científicos, clínicos y quirúrgicos de aplicación, además
deontológico consiste en operar el lado contralateral u de que en ocasiones se elige “lo nuevo, pero no proba-
operar a pacientes de urgencia sin complicaciones agu- do” que ofrece la industria de las mallas.
538 Hernias de la pared abdominal. Tratamiento actual (Capítulo 64)

DEPENDIENTES DEL PACIENTE CONCLUSIÓN

No se operan hernias, sino que se operan enfermos que Se han concretado los objetivos propuestos en la intro-
pueden tener patologías asociadas. Los pacientes solici- ducción a través de los temas y subtemas respecto a la
tan el tratamiento quirúrgico en diversos grados de la óptica de la ética médica, y los ejemplos prácticos en
enfermedad, a veces muy avanzados, y en ocasiones relación con la cirugía herniaria que la determinan,
desconocen su propia patología, por lo que también la como son los de la bioética, respecto de la necesidad de
menosprecian. revalorizar estos principios, cómo y dónde ponerlos
como método y estrategia de trabajo y práctica humana
y social.
RECOMENDACIONES Partiendo de la epistemología no cientificista de es-
tos temas, se ha tratado de transitar por la senda que pro-
mueva la participación de los profesionales, con estos
objetivos como desafíos y metas a concretar didáctica-
De todo lo anterior surge la necesidad de proponer algu- mente, con valor social en atención a los enfermos con
nos tópicos que puedan ser de gran valor ético y deonto- hernias o con recurrencias.
lógico en el quehacer diario por el bien de los enfermos Transitar por una senda dificultosa no es imposible y
afectados de una hernia, la cual puede limitar su calidad los cirujanos dedicados a la herniología (que aún no ha
de vida. acabado de convencer a otros cirujanos) deben conocer-
se a sí mismos y conocer sus mecanismos íntimos y las
S Cumplimiento de los planes de estudios en la resi- herramientas potenciales con que se cuenta en las condi-
dencias. ciones actuales, para que convide a concretarse como tal
S Desarrollo de cursos de posgrado, entrenamiento y a actuar en el desafío ineludible, el cual implica cam-
en las técnicas herniarias avanzadas y diplomados bios.
en las distintas instancias.
S Creación de grupos de trabajo dedicados a la ciru-
gía herniaria. Agradezco en este artículo a mi esposa, la Licenciada en
S Desarrollo de la cirugía ambulatoria, de corta es- Enfermería Laides Luna Vázquez, y a un alumno, ya hoy
tancia y utilización de la anestesia local con seda- docente universitario del Master en Ciencias, Dr. Elvis
ción y cobertura anestesiológica. Pardo Olivares.”

REFERENCIAS
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1997. 10. Ética Médica. Enciclopedia Encarta, 1998.
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5. Educación y salud (MEYOSP). 1994. 1977.
6. Strauss R: The nature and status of medical sociology. So- 14. Unamuno M: La vida literaria. Madrid, Espasa Calpe, 1977.
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7. Zaner R: La relación médico--paciente en el principio y fin netti, 1997.
de la vida. 1996. 16. Mainetti J: La crisis bioética. Quirón, 1990.
8. Dausset J: Bioética y responsabilidad científica. Rev Med
Soc 1997.
Índice alfabético

A amoxicilina, 449 isquémica de testículo, 198


analgesia posoperatoria, 183 muscular, 314, 476, 491, 492,
abdomen anemia, 259 494
agudo, 349, 457 fisiológica, 281 testicular, 92, 130, 137, 146,
séptico, 427 anestesia 148, 163, 193, 196, 214,
aborto espontáneo, 282 epidural, 134, 166, 175, 193, 237, 241, 262, 266, 285,
absceso, 379, 491 197 310
de pared, 228 espinal, 166, 280 atropina, 213
acetaminofén, 163 general, 129, 160, 166, 193, azoospermia, 237
ácido 209, 219, 235, 277, 280,
clavulánico, 449 327, 367
clorhídrico, 281 local, 133, 139, 160, 174, 183, B
hialurónico, 72, 369, 380 193, 235, 277, 280, 315,
betametasona, 296
poliglicólico, 297, 431 327, 367, 419
bloqueo
acidosis, 281 peridural, 367, 419
de nervios periféricos, 329
acupuntura, 3 raquídea, 235, 242
espinal, 183
adenopatía crural, 103 regional, 160, 280, 327
intercostal, 367
adherencia, 34 aneurisma disecante de la aorta,
nervioso periférico, 327
bacteriana, 62 258, 365
peridural, 129, 277, 315, 327,
epiploica, 4 angina, 305
367
intestinal, 27, 40, 72 apendicitis, 14
raquídeo, 188, 315
adhesión aguda, 453
subaracnoideo, 327
bacteriana, 62, 64, 67 arritmia
broncopatía, 443
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visceral, 238 cardiaca, 305


bubonocele, 4
adhesividad intraperitoneal, 69 ventricular, 276
bupivacaína, 78, 79, 80, 123,
adrenalina, 78, 235, 238 artritis interfacetaria, 288
125, 175, 315, 328, 453
alergia, 238 artrosis interfacetaria, 288
racémica, 125
alteración ascitis, 116, 209, 314, 339, 348,
cardiaca, 143 384
hemodinámica, 281 asfixia fetal, 280 C
inmunitaria, 276 AspirinaR, 238, 305, 375
metabólica, 143 atelectasia, 242, 275 cáncer, 421
pulmonar, 143 atonía vesical, 197 carcinogénesis, 46
amikacina, 367 atrofia cardiomiopatía, 383

539
540 Hernias de la pared abdominal. Tratamiento actual (Índice alfabético)

cardiopatía, 331, 443 neurológico, 288, 290 aguda, 444, 507


cascada inflamatoria, 62 tisular, 156 divertículo de Meckel, 6, 471
castración, 3, 5, 6 defecto dolor
causalgia genitofemoral, 290 abdominal crónico, 436 cólico, 490
caverna tuberculosa, 402 aponeurótico, 472 crónico, 294, 311, 319
cefalea, 79 iatrogénico, 257 por atrapamiento nervioso,
cefazolina, 65, 315 de la pared, 430 198
cefuroxima, 174 abdominal, 31, 129, 409 posoperatorio, 297, 311
celulitis, 392, 491 diverticular, 142 de espalda, 489
cetosis, 281 femoral, 142 incapacitante, 293
ciprofloxacino, 64, 449 herniario, 21, 22, 23, 24, 32, inguinal, 178, 197, 311
cirrosis, 339, 348 43, 49, 66, 71, 98, 105, crónico, 249, 287, 290, 299
hepática, 116 106, 129, 141, 153, 165, posoperatorio, 293
cloroprocaína, 78 181, 192, 255, 297, 325, en los atletas, 290
colagenosis, 116, 243, 314 337, 366, 379, 421, 480 posoperatorio, 293
colapso pulmonar indirecto, 402 recurrente, 130 crónico, 295
colecistitis, 14, 448 inguinal recurrente, 142 lumbar, 491
acalculosa, 354 parietal, 410 neurálgico, 156
colelitiasis, 14, 339 deficiencia neurítico, 195, 197
colestasis, 339 de colágena, 243, 361 neuropático, 287, 288, 293
cólico intestinal, 224 enzimática, 116 crónico, 197, 198
colon por enema, 472 proteica, 116 incapacitante, 198
colonización bacteriana, 38, 39, depresión cardiaca, 125 posoperatorio, 192
64, 375 dermatitis periestomal, 507 posoperatorio, 80, 121, 125,
complicación dermatoma, 328 126, 129, 133, 137, 139,
pulmonar, 242 desarrollo bacteriano, 423 141, 163, 176, 192, 197,
tromboembólica, 235 descenso testicular, 236 198, 202, 236, 270, 298,
urinaria, 235 descompensación diabética, 361 361, 388
condritis, 329 desgarro muscular, 291 continuo, 266
congestión deshidratación, 224 control del, 170
linfática, 400 desnutrición, 259, 367, 421 crónico, 519
venosa, 400 proteica, 361 testicular, 163
constipación, 258 desorden respiratorio, 504 droperidol, 315
crónica, 174, 314 dexketoprofeno, 333
intestinal, 116 dextrobupivacaína, 125 E
contaminación dextropropoxifeno, 163
bacteriana, 39, 374 diabetes, 367, 423, 508 edema, 193, 223, 491
inguinal, 225 gestacional, 281 de cordón, 148
corrección herniaria, 8 mellitus, 259, 288, 407 espermático, 147, 197
crecimiento diazepam, 305 inflamatorio, 240
bacteriano, 64, 401 diclofenaco, 178, 319 testicular, 197
del anillo herniario, 32 dicloxicina, 65 efecrina, 79
micótico, 401 difenhidramina, 80 efedrina transoperatoria, 79
prostático, 470 dipirona, 319 embarazo ectópico tubario, 280
criptorquidia, 3, 18 disestesia, 285 embolia
cumarina, 238 cutánea, 148, 198 aérea, 407
cutis laxa, 116, 258 diseyaculación, 237, 241, 311 pulmonar, 238
dismorfismo pélvico, 117 embolismo arterial, 242
disrupción peritoneal, 218 enfermedad
D distensibilidad abdominal, 255 cardiaca valvular, 166
distensión abdominal, 339 cardiovascular, 78
daño diverticulitis, 453 de Crohn, 453
Índice alfabético 541

de Hodgkin, 101 fascitis necrosante de la pared abdominal, 10, 11


del fibroblasto, 314 abdominal, 471 adquirida, 9
del tejido conjuntivo, 116 fentanilo, 80, 122, 175, 315 atascada, 5
diverticular, 471 fibroma, 491 baja de Spiegel, 135
sigmoidea complicada con fibroplasia, 69 bilateral, 166
perforación, 471 fibrosis, 31, 34, 49, 69, 196, 214, complicada, 3
hepática, 385 249, 271, 285, 314 con pérdida de dominio, 395
herniaria, 49, 116, 314 fiebre posoperatoria, 238 congénita, 9, 337, 475
inguinal, 115 fístula, 38, 70, 466 de Petit, 475
poliquística renal, 258, 365 arteriovenosa, 236 contaminada, 424
prostática, 106 crónica, 238 crural, 5, 7, 8, 13, 101, 103,
pulmonar, 106, 383, 503 de ascitis, 348 105
obstructiva, 423, 458 enteroatmosférica, 431, 435 de Cloquet, 109
crónica, 259, 421, 470 enterocutánea, 431 de Grynfeltt, 476
tromboembólica, 281 intestinal, 31, 70, 424, 425 de Hesselbach, 109
venérea, 101 urinaria, 237 de la ingle, 10
vesical, 106 flebitis, 238 de la pared abdominal, 9, 11,
enfisema fractura 14, 77, 395
metastásico, 116 costal múltiple, 475 de la región inguinal, 421
de los fumadores, 314 por avulsión, 291 de Laugier, 109
subcutáneo, 163, 407 por estrés, 291 de pared, 21
entallamiento visceral, 406 fuga intestinal, 429 de Partridge, 109
entesitis, 291 de Petit, 476, 479
epididimitis, 214 de puerto laparoscópico, 511,
epinefrina, 123, 125, 175, 328 G 515
epiploítis, 504 de Richter, 101, 225, 250, 511
gangrena, 12, 92, 101, 223, 230
equimosis, 238, 265, 318, 375, de Serafín, 109
intestinal, 228, 229, 280
491 de Spiegel, 10, 21, 51, 365,
gastritis, 276
eritema, 65 469, 471
gastrosquisis, 10
erosión gigante, 470
gentamicina, 64, 65, 176, 367
del intestino, 435 de Velpeau, 109
granuloma, 31, 229
intestinal, 345 del útero grávido, 280
peritoneal cicatricial, 407
espondilolistesis, 288 deslizada del colon, 8
estenosis vascular, 236 deslizante, 223
estoma temporal, 436 H diafragmática, 5, 12, 14, 15,
estrangulación visceral, 418 16, 19, 71
estrangulamiento hematoma, 25, 26, 28, 34, 38, directa, 105
de hígado, 354 130, 137, 147, 162, 163, 188, en los orificios de los trocares,
herniario, 226 193, 196, 197, 238, 265, 277, 511
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estreñimiento, 106, 458 285, 293, 310, 319, 333, 370, en pantalón, 107
etidocaína, 78 371, 375, 379, 380, 452, 466, epigástrica, 10, 21, 47, 337,
eventración, 5, 409, 410 491, 503 351, 352, 353, 365, 421
lumbar gigante, 412 posoperatorio, 124 escrotal, 148, 185, 188, 229
mediana infraumbilical mons- postraumático de los músculos estrangulada, 3, 4, 5, 101, 103,
truosa, 410 rectos, 472 178, 185, 422, 514
posquirúrgica, 421 hematuria, 214, 238 externa, 9
tumoral, 410 hemorragia, 223 femoral, 10, 11, 12, 14, 15,
hemosalpinge, 280 16, 19, 105, 106, 107, 115,
heparina, 242, 281 135, 142, 153, 185, 196,
F de bajo peso molecular, 449 203, 212, 257, 457, 458,
hepatopatía, 443 464
falla orgánica múltiple, 430 hernia, 3 gigante, 397, 421
542 Hernias de la pared abdominal. Tratamiento actual (Índice alfabético)

incarcerada, 101, 103, 178 recurrente, 446 abdominal, 430


incisional, 10, 13, 21, 22, 23, ventral, 9, 10, 12, 14, 15, 16, de herida, 22, 26
25, 27, 28, 40, 43, 44, 51, 19, 40, 41, 43, 44, 51, 64, de la piel, 28
78, 255, 360, 363, 365, 65, 69, 70, 71, 78, 165, de oído, 310
366, 409, 436, 476 366, 430 intraabdominal, 209, 429, 434
indirecta, 105 de pared, 365 necrosante, 429
inguinal, 3, 4, 5, 8, 10, 11, 12, posoperatoria, 437 nosocomial, 310
13, 14, 15, 16, 17, 19, 21, herniación, 388 peritoneal, 407
22, 25, 27, 28, 40, 41, 43, recurrente, 437 posoperatoria, 239
44, 47, 65, 69, 70, 78, 89, herniología, 235 protésica, 240
106, 115, 141, 201, 288, hernioplastia grid iron, 181 pulmonar posoperatoria, 275
365, 458 herniosis, 49, 149, 191, 243, 529 urinaria, 214, 238, 310
directa, 11, 97, 102 hidrocele, 3, 17, 101, 149, 197, inflamación crónica, 314
estrangulada, 223, 272 238, 239, 310 inguinodinia, 50, 130, 148, 220,
indirecta, 11, 98 posoperatorio, 135 249, 266, 287, 293, 295, 299,
primaria, 113 hidroclorato de procaína, 305 311
recidivante, 255 hiperlordosis de la columna lum- crónica, 192
recurrente, 255, 271 bar, 400, 401 neuropática, 266
supravesical, 89 hiperplasia benigna de próstata, no neuropática, 266
inguinocrural, 101 197 posoperatoria, 161, 196, 311
inguinoescrotal, 4, 101, 107, hipertensión injerto de fascia, 31
241, 272 arterial, 79 inmunodeficiencia adquirida, 361
inguinofemoral, 279 intraabdominal, 429 insuficiencia
interna, 9 portal, 383 cardiaca, 305
intersticial, 194 hipertermia maligna, 305 renal, 331, 339, 348, 407
intraparietal, 135 hipertrofia prostática, 174 crónica, 116, 259, 385
irreductible, 101 hipoperfusión intestinal, 430 respiratoria, 25, 392
lipomatosa, 291 hipoproteinemia, 259 intertrigo, 401
lumbar, 21, 51, 365, 367, 477, hipotensión, 281 intestino necrótico, 422
485, 487 ortostática, 276 irrupción bacteriana, 62
mixta, 105, 106 hipoxemia, 275 isquemia, 101, 223, 314, 360
muscular, 491 hipoxia, 23, 281 mesentérica, 429
no complicada, 3 fetal, 282
oculta, 291 histerocele gravídico, 280
panicular lumbosacroiliaca, K
491
ketorolaco, 146, 213, 333, 391
paraestomal, 424, 509 I
paraostomal, 51, 349
perineal, 51 ictericia, 259 L
por deslizamiento, 185 íleo
posincisional, 71, 327, 421 paralítico, 362 lesión
recidivante, 106 posoperatorio, 27 de la vejiga, 367
recurrente, 25, 69, 92, 106, implante de la vena femoral, 466
214, 314 de bioprótesis, 31 de víscera abdominal, 272
reductible, 101 de material protésico, 49 del cordón espermático, 237
sacular, 291 incapacidad posoperatoria, 139, del intestino delgado, 238
subprotésica, 193 191 del nervio femoral, 215
supravesical, 98 incarceración visceral, 307 del uréter, 238
umbilical, 10, 11, 12, 13, 14, infarto intercostal, 476
15, 16, 19, 21, 44, 51, 337, del miocardio, 305 intestinal, 27, 214, 383, 387,
365, 421, 453, 526 masivo del miocardio, 242 392, 425
congénita, 339 infección, 25, 69, 137, 162, 163 intraabdominal, 359
Índice alfabético 543

isquémica, 224 isquémica, 319 isquémica, 22, 92, 135, 146,


nerviosa, 99, 193, 219, 220, testicular, 236, 237 148, 194, 196, 214, 241
236, 271, 288 tisular, 243, 360 posoperatoria, 266
neurológica, 130, 131 tumoral, 409 inflamatoria, 266
tisular, 513 negligencia médica, 235 osteítis del pubis, 215
traumática, 409 neoplasia, 36 osteogénesis imperfecta, 116
vascular, 27, 99, 214, 247, 271 maligna, 361 osteopatía del pubis, 104
vesical, 214, 247, 248 neumonía oxacilina, 65
visceral, 131, 214, 247, 406 por reflujo, 281
abdominal, 270 posoperatoria, 276
neumopatía, 331
P
leucocitosis, 240, 491
levobupivacaína, 125 neumotórax, 328, 329, 482 paciente
levofloxacino, 449 terapéutico, 402 alérgico a la penicilina, 65
lidocaína, 78, 79, 80, 123, 125, neuralgia, 214, 215, 285 ambulatorio, 121, 125
211, 296, 328, 404 crónica, 137 anciano, 278
linezolid, 65 neuritis, 148, 288, 290 cirrótico, 339
lipoma, 21, 354, 491 neuroendometrioma, 294, 295, con abdomen abierto, 439
del cordón, 185 297 con alto riesgo anestésico, 209
herniario, 115, 230 neurofibroma, 294 con anemia, 365
preherniario, 173, 176, 316 neuroma, 237, 241, 266, 288 con anticoagulación, 78
lumbago, 489 neutrofilia, 224 con arritmia cardiaca, 78
lumbalgia, 401 novocaína, 305 con cardiopatía, 333
isquémica, 78
con cicatrización deficiente,
M O 361
malnutrición, 503 con cirrosis, 19, 339, 348
malposición testicular, 241 obesidad, 106, 116, 166, 174, con defecto de la colágena,
malpraxis, 293 243, 259, 331, 353, 407, 423, 367
malla, rechazo de la, 178 470, 503, 508 con desnutrición, 365
mancha equimótica, 238 mórbida, 197, 384 con discrasia sanguínea, 193
marcaína, 211 obstrucción con dolor inguinal, 291
meperidina, 305 arterial, 401 crónico, 297
mepivacaína, 78 del intestino delgado, 422 con enfermedad
meralgia parestésica, 288, 289 intestinal, 241, 249, 358, 392, herniaria, 174
meshoma, 293, 295, 296, 297 457, 466, 489, 491, 507, pulmonar obstructiva cróni-
metamizol, 197 511 ca, 365
metástasis, 101 cíclica, 224 con estoma, 438
metoclopramida, 281, 405 posoperatoria, 241 temporal, 439
micosis, 401 linfática, 239 con fístula, 438
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midazolam, 122, 175, 315, 332 ureteropiélica, 479 con hernia, 23, 116, 519, 526,
migración leucocitaria, 276 urinaria, 490 529
morfina, 80 oclusión de la pared abdominal, 528
moxibustión, 3 intestinal, 70, 101, 224, 229, incisional, 387
422 inguinal, 31, 126, 252
vascular mesentérica, 402 lumbar, 491, 496
N oligospermia, 237 umbilical, 339, 347
onfalocele, 10 unilateral primaria, 209
naloxona, 80 opresión retroesternal, 235 ventral, 438
necrosis, 223 orquiepididimitis reactiva, 188 con herniosis, 194
del apéndice epiploico, 230 orquitis, 178, 214, 237, 266 con hipertensión arterial, 78
del epiplón, 230 atrófica paulatina, 266 con hipoproteinemia, 365
intestinal, 230, 272 inflamatoria congestiva, 266 con ictericia, 365
544 Hernias de la pared abdominal. Tratamiento actual (Índice alfabético)

con inguinodinia, 296 prostatismo, 116, 258, 353 restitución intestinal, 425
con insuficiencia prótesis de malla, 141 retención urinaria, 132, 133, 183,
cardiaca congestiva, 78 de polipropileno, 141 214, 238, 242, 258, 392
renal, 333 protrusión posoperatoria, 277
crónica, 365 herniaria, 23 riesgo
con isquemia mesentérica, 430 visceral, 23 anestésico, 278, 280
con neoplasia, 45 ptosis testicular, 316 de evisceración, 433
con neumopatía, 333 de formación de fístula, 433
con obesidad, 365 de herniación de pared, 421
mórbida, 340, 513 Q de infección, 423
con pancreatitis, 430 de perforación intestinal, 384
quemadura, 430
con prótesis articular, 166 de recurrencia herniaria, 165
quiste, 21
con sepsis abdominal, 430 quirúrgico, 280
aéreo
con trauma, 429 ropivacaína, 125
interasa, 407
desnutrido, 348
intervisceral, 413
fumador crónico, 365 S
de piel, 354
geriátrico, 275
epidérmico de inclusión, 31
obeso, 224, 374, 384, 443, sangrado del epiplón, 272
470 sarcoma, 36, 46
senil, 242, 275 R sepsis, 310, 415, 432
pancreatitis, 359, 415, 430 abdominal, 70, 402, 430
paniculitis, 491 radiculopatía, 290 posoperatoria, 508
paracetamol, 177, 197 reacción sistémica, 224
parálisis alérgica a los anestésicos loca- serohematoma, 228
cerebral infantil, 17 les, 125 seroma, 25, 26, 27, 28, 34, 38,
infantil, 282 de alergia, 33 69, 130, 137, 162, 178, 185,
muscular, 166, 480, 484 de hipersensibilidad, 33 188, 193, 196, 197, 212, 238,
parche, 165 inflamatoria, 360 239, 277, 285, 319, 333, 347,
protésico, 70 tisular inflamatoria, 72 370, 371, 379, 380, 452, 466,
penicilina, 65 recidiva herniaria, 24, 258, 259, 503
perforación 261 periostomal, 509
de vísceras huecas, 359 inguinal, 266 posoperatorio, 72, 391
del peritoneo, 376 recurrencia herniaria, 214 posquirúrgico, 271
intestinal, 272 reducción herniaria, 5 quístico, 376
periostitis, 240 reflujo gastroesofágico, 407 seudohernia, 476, 484
de la espina púbica, 241 reparación SIDA, 259
peristaltismo aumentado, 224 de hernia inguinal, 71, 191 síndrome
peritonitis, 209, 248, 360, 438, del defecto herniario, 217 ciático, 288
510 herniaria, 37, 50, 69, 70, 78, compartimental, 365, 402,
apendicular, 453 139, 259 412, 429, 431
difusa, 185, 359, 430 inguinal, 86, 139, 283 abdominal, 397, 402, 430
generalizada, 226 incisional, 25 posoperatorio, 325
por fuga intestinal, 229 inguinal, 21, 25 posquirúrgico, 412
posoperatoria, 238 resistencia de dolor inguinal crónico, 287
purulenta, 429 a la insulina, 281 de Ehlers--Danlos, 258, 314
regional, 224 muscular, 224 de fosa profunda y amplia,
pie diabético, 520 respuesta 291
prilocaína, 78 inflamatoria, 33 de hiperpresión abdominal po-
procaína, 78 aguda, 223 soperatorio, 451
proliferación bacteriana, 64 crónica, 294 de los aductores, 290
propofol, 122, 134, 175, 315, metabólica al trauma, 275, de Marfán, 258, 314
332 276 de meralgia parestésica, 99
Índice alfabético 545

doloroso, 482 tos crónica, 116, 174, 258, 353 inguinal, 224
lumbar, 401 toxicidad cardiovascular, 125
neoplásico, 259 tramadol, 319
oclusivo intestinal, 224, 229 trasplante, 520 U
Staphylococcus aureus, 62 de órganos, 443
úlcera, 276
Streptococcus dysgalactiae, 62 renal, 423, 445, 453
atrófica, 401
subobstrucción intestinal, 508 trastorno
gástrica perforada por estran-
sufrimiento fetal, 281, 282 electrolítico, 224
gulación, 354
sulfinpirazona, 305 venoarterial, 223
isquémica, 450
trauma, 430
uremia crónica, 361
T abdominal, 402
urinoma, 237
penetrante, 431
útero herniado, 280
tabaquismo, 116, 258, 314, 367 quirúrgico, 360
tapón de malla, 141 traumatismo, 275
taquicardia, 224 tisular, 360 V
técnica preperitoneal de Stoppa tromboembolia pulmonar, 242
para hernia inguinal, 129 tromboembolismo, 242 vancomicina, 64
tejido inerte, 72 tromboflebitis, 242 varicocele, 7
tendinitis trombosis, 236
del aductor largo, 241 venosa del cordón espermáti-
del músculo pectíneo, 241 co, 241 W
teratogénesis, 282 tumefacción testicular, 241
warfarina, 305
testículo tumor, 288
atrófico, 148 herniario, 410, 461
ectópico, 471 renal, 491 X
tetracaína, 78, 79 tumoración
timpanismo, 224 herniaria, 255 xilocaína, 175
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546 Hernias de la pared abdominal. Tratamiento actual (Índice alfabético)

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