TIERRA

N PE
ÚM C
ES
Revista fundada en 1921

ER IAL
santa 1 21-2021

O
Nueva serie
Año X

Marzo •

9
Abril 2021
Num 56
La revista de los Santos Lugares (869)
 Ayuda a

TIERRA
santa
Si amas la Tierra Santa, éste es el momento de ayudarla.
Puedes hacerlo de forma fácil y efectiva a través de la revista Tierra Santa,
que pertenece a los Franciscanos de la Custodia.

Dónde se destina la ayuda Cómo ayudar

• Ayuda social a la población de Tierra Santa y
Medio Oriente:
- Sostenimiento de 15 escuelas de primaria y secundaria,
jardines de infancia y casas de ancianos.
- 500 becas universitarias anuales.
- Más de mil viviendas sociales para familias desfavorecidas.
- Ayuda a refugiados de Siria y ayuda directa a la
población siria para reconstrucción y asistencia sanitaria.
- Actualmente emergencia Líbano.
• Ayuda al sostenimiento de los Santuarios y viviendas
sociales.
• Difusión del conocimiento de los Santos Lugares a través
de la revista, nuestras conferencias, cursos y publicaciones.
EN ESPAÑA
Puedes dar un donativo de las siguientes maneras:
• Mediante transferencia o ingreso bancario a la cuenta:
ES33 0075 0123 5206 0023 8278
Titular: Franciscanos Frailes Menores Centro Tierra Santa.
- Para transferencias desde fuera de España SWIFT/BIC:
BSCHESMMXXX
• Mediante domiciliación bancaria (contraportada de la revista).
• PayPal: tierrasanta.suscripciones@gmail.com. Pago para
familiares y amigos.
• Enviando un giro postal o cheque a nombre de:
Centro Tierra Santa / Revista Tierra Santa.
c/ Joaquín Costa 36 A, bajo A, 28002 Madrid.
• Directamente en la web https://www.centrotierrasanta.com/
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Hacienda te devolverá el 75% de tu donación

(por aportaciones de hasta 150 € al año).
Por ejemplo, si donas 150 €, Hacienda te devuelve 112,5 €.
A partir de esa cantidad la deducción será del 30% y del 35% si llevas colaborando al menos
3 años seguidos, con un límite del 10% de la base liquidable. En caso de Régimen Foral, ver fiscalidad.

Desde cualquier parte del mundo

Puedes hacerlo directamente en la web centrotierrasanta.com/donaciones
A través del email tierrasanta.suscripciones@gmail.com
En el teléfono / whatsapp: +34 644 444 178
tierrasanta.suscripciones@gmail.com

En nombre de Tierra Santa y de los cristianos de

todo el Medio Oriente, ¡Gracias de corazón!

EDITORIAL
Directora Tierra Santa
La revista y el Santo Sepulcro
Q
uerido lector/a:
¡Feliz centenario!
¿Recuerdas las parábolas de Jesús? Casi
todas comienzan con una pregunta en forma
de comparación: “¿A qué se parece?, ¿con qué
podré comparar?”. Siguiendo con este proceder narra-
tivo del Maestro, y después de haber buceado en estos
cien años de historia, a mí la revista Tierra Santa se parece
al Santo Sepulcro. El peregrino que entra por primera vez,
abrumado por la densidad de su significado, quizás no es
del todo consciente de los siglos de historia que atesora,
de la cantidad de destrucciones y reconstrucciones que
acumula, de las grandes personalidades que han dejado
en él su impronta, de los millones de peregrinos que se
han arrodillado allí, de las incontables oraciones que han
escuchado esos muros ennegrecidos.
La revista Tierra Santa se parece al Santo Sepulcro. Cuan-
do los lectores la abren, la leen, la disfrutan, no pueden
sospechar, no sólo el esfuerzo y el cariño que ponemos en
ella, sino, sobre todo, el número incontable de personas
(como las del Apocalipsis): franciscanos, laicos, peregrinos,
voluntarios, trabajadores… que durante cien años han hecho
posible que Tierra Santa llegara a millones de casas reparti-
das por todo el mundo. No podemos nombrarlos a todos,
pero ahí están, sus nombres están escritos en el cielo y en
las páginas de la revista. Somos herederos de su entrega.
Gracias a todos y cada uno.
En las excavaciones arqueológicas, a medida que se ahon-
da, se van encontrando los cimientos y salen a la luz vestigios
de civilizaciones antiguas, de tanta gente que ha vivido allí
antes que nosotros, cuyo trabajo y esfuerzo sostienen el
edificio actual. Sin su memoria transmitida de generación
en generación no estaría allí el Santo Sepulcro ni estarían las
iglesias y santuarios de Tierra Santa. Es la importancia crucial
de las piedras vivas a la hora de trasmitir el evangelio vivo.
Los santuarios están para retener la memoria de Jesús, para
ayudarnos a visualizar las páginas evangélicas, para reforzar
nuestra fe y para que cuando volvamos a nuestros lugares de
origen, podamos rezar como si presentes nos hallásemos.
Por eso el amor a Tierra Santa es el amor a Jesús; el amor a
la Tierra de la Biblia es el amor a la Palabra. Una Palabra que
es viva y eficaz, por eso somos tantos los que peregrinamos
Crédito diseño de portada:
© Inmaculada R. Torné
100
años
1921-2021
Inma R. Torné
varias veces a Tierra Santa. Y como no siempre es posible,
nosotros nos alegramos enormemente de ayudaros a hacerlo
a través de la revista.
Gracias infinitas a los cimientos, a las piedras vivas que
iniciaron este maravilloso proyecto que es la revista Tierra
Santa. Gracias a los que la han sostenido durante tantos años,
incluso en momentos de guerras y conflictos, que no han sido
pocos en Oriente Medio. Gracias a los lectores, los de ayer
y los de hoy. Gracias por vuestra ayuda; sin vuestro sostén
esta misión no sería posible. Gracias a los que nos escribís,
nos llamáis y nos arropáis con vuestro cariño. Recuerdo que,
en estos tiempos de pandemia, llamó una lectora diciendo
que sólo salía de su casa para bajar al buzón a ver si había
llegado la revista. Me acuerdo también de otro señor que
me contaba que, cuando la recibía, su casa se llenaba de
luz y me daba las gracias por ello. Las gracias os las doy yo.
Esto es una obra de todos, es vuestra revista.
En estos momentos en los que ansiamos volver a Tierra
Santa no nos olvidamos de tanta gente que está sufriendo
los efectos de la pandemia, la enfermedad, la soledad, las
guerras, la pobreza. Seguimos, como hace cien años, con
el empeño de ser puente de unión, de dar visibilidad a
nuestros hermanos que sufren, también, pero no sólo, los
de la tierra del Señor.
Al igual que la tumba de Jesús quedó vacía cuando resucitó,
y fue su Espíritu el que empezó a sobrevolar sobre todo el
mundo, haciendo santa toda la tierra y toda la creación, así
la revista, partiendo de aquel sepulcro vacío, ha querido y
quiere ser vehículo de ese aire a Jesús, fresco, ilusionante,
esperanzador y evangélico, para todos los lectores. Quere-
mos llevaros a cada uno el olor de las flores de Galilea, la
humedad del lago, el sol radiante del desierto de Judea, el
color rosado de la piedra de Jerusalén, el calor humeante
de las velas de los santuarios. Para que os sintáis cerca de Él.
Como los primeros franciscanos, allá por 1921, ojalá seamos
fieles al mandato recibido, y podamos decir que lo que hemos
visto, lo que hemos oído, lo que hemos palpado del Señor, os
lo transmitimos para que también vosotros estéis en unidad
con nosotros. Al final del día, al final de estos cien años, al
final de la vida, ojalá podamos presentarnos al Señor resu-
citado que habita en todo el universo para decirle: “siervos
inútiles somos; hemos hecho lo que teníamos que hacer”.
MARZO-ABRIL 2021 TIERRA SANTA 3
 SUMARIO
LA APORTACIÓN

DE SANTUARIOS
TIERRA SANTA
ESPAÑOLA A

100 AÑOS
3 EDITORIAL HISTORIA
La revista y el Santo Sepulcro
Inmaculada R. Torné
26 El paraíso en llamas
Aquilino Castillo Álvarez

4 SUMARIO 100 AÑOS DE SANTUARIOS

34 100 años de santuarios en Tierra Santa
6 CARTA DEL CUSTODIO Inmaculada R. Torné

Cien años, el inicio de un viaje

y un sueño de futuro
ARQUEOLOGÍA
40 Arqueólogos franciscanos:
exploradores del pasado
LA REVISTA ESPAÑOLA Besema Hamarneh

8
Traducción Aquilino Castillo Álvarez
La revista Tierra Santa española
Pasado, presente y futuro
50 Principales hallazgos
arqueológicos franciscanos
Inmaculada R. Torné
Davide Bianchi
Traducción A. C.

LA APORTACIÓN ESPAÑOLA 100 AÑOS DE BIBLIA

A TIERRA SANTA
15 El legado de España en Tierra Santa 61 Cien años de descubrimientos
y estudio de la Biblia en Tierra Santa
María Luz Mangado Alonso Xabier Pikaza

Num 56. (869) Marzo-Abril 2021

TIERRA SANTA, Ediciones de Tierra Santa Edición portuguesa
la revista de los Santos Lugares Maria de Lurdes Nunes
Primera época: 1921-2011 (n.º 1-813) . Edición italiana mariadelurdes_cn@yahoo.com.br
Segunda época, año X – N. 56 (869) Giuseppe Caffulli
direttore@terrasanta.net Edición inglesa
Suscripción anual 2021 Giampero Sandionigi Gregory Friedman
España papel: 25 €. PDF: 20 € sandionigi@terrasanta.net greg.f@myfranciscan.com
Concurso: 12 adicionales a la suscripción ordinaria.
Edición francesa
Amigo: 50 € (incluye concurso)
Marie-Armelle Beaulieu
Benefactor: 80 € (incluye concurso)
Marie-Armelle@custodia.org
Protector: 80 € (incluye concurso)
Banco Popular: IBAN ES33 0075 0123 5206 0023 8278 Edición árabe
tierrasanta.suscripciones@gmail.com Abdel Masih Fahim
n.° atrasado: 5,00 € masihofm@yahoo.com
 2021
Marzo-Abril

100 AÑOS DE BÍBLIA

ARQUEOLOGÍA

PUEBLOS Y CULTURAS IGLESIA EN DIÁLOGO

IGLESIA EN DIÁLOGO
69 Cuando Pedro regresa a Jerusalén
Miguel Ángel Malavia

79 Judíos y católicos, cien años de diálogo

Padre David Neuhaus SJ
Traducción A. Castillo

84 100 años en la sociedad árabe

del Medio Oriente
Fr. Aquilino Castillo Álvarez

98 «Que todos sean uno»

Ricardo Ruiz de la Serna

107 IMÁGENES
PARA LA HISTORIA

115 SUSCRIPCIÓN

TIERRA
santa www.centrotierrasanta.com
Dirección Colaboradores Edita Depósito Legal
Inmaculada Rodriguez Torné Eugenio Alliata, Franciscanos OFM | M-37351-2012 |
tierrasanta.redacción@gmail.com Enrique Bermejo, Centro Tierra Santa ISSN: 0333-6212
(Madrid)
Aquilino Castillo, Diseño de portada
Vicedirección
Fray Aquilino Castillo Manuel Crespo, Propietario © Inmaculada R. Torné
Mª José Fernández Martín, Custodia de Tierra Santa (Jerusalén)
Consejo de redacción Pilar Málaga,
Inmaculada Rodriguez, Fréderic Manns, Redacción y administración
Aquilino Castillo, Pedro González, José Antonio Merino, C/ Joaquín Costa, 36A, bajo A.
Luis Quintana 28002 Madrid |
Xabier Pikaza, Tel. +34 644 444 178
Administrador Ángel Romo, tierrasanta.suscripciones@gmail.com
Fray Aquilino Castillo y José Luis Sicre. https://www.centrotierrasanta.com/
 CARTA DEL CUSTODIO
Cien años,
el inicio de un viaje
 y un sueño de futuro
FR. FRANCESCO PATTON, OFM
Custodio de Tierra Santa
C
ien años siempre es un
triunfo. Cuando se tra-
ta de personas, es un
hito excepcional; si se
habla de instituciones,
es un objetivo importante; si se
trata de periódicos o revistas, es
un éxito significativo.
Hace cien años, la humanidad
acababa de salir de la Gran Gue-
rra, que se había cobrado alre-
dedor de 10 millones de muertes
entre militares y más de siete
millones entre civiles. Acababa
de salir de una terrible pandemia,
la de la llamada “gripe española”,
que se había cobrado más de 20
millones de víctimas. Un siglo
después, el mundo sigue de luto
6 TIERRA SANTA MARZO-ABRIL 2021
por los muertos de lo que el Papa
Francisco llama “la tercera gue-
rra mundial en pedazos” y las
víctimas de la pandemia Covid-19
que aún no ha desaparecido.
Hace cien años el nacimiento de nuestra
revista fue un signo de esperanza
Hace cien años el nacimiento
de nuestra revista fue un signo
de esperanza, como lo fue cons-
truir la Basílica de las Naciones
en Getsemaní con el aporte de
aquellos países que se habían
enfrentado como enemigos en
la guerra y ahora colaboraban
para reconstruir uno de los luga-
© Hadas Parush/Flash90
res más importantes de la Tie-
rra Santa. Hoy queremos que la
revista Tierra Santa siga siendo
un signo de esperanza, contando
cada una de las semillas de bien
sembradas en los oscuros surcos
de la historia, esas semillas de
bien que nos hacen interpretar la
historia como historia de salva-
ción y los Santos Lugares como
lugares que cultivan el recuerdo
de esta salvación que se hizo car-
ne en Cristo Jesús, en un tiempo
y lugar precisos.

Desde hace 100 años la revista
Tierra Santa está al servicio del
mandato que le fue encomen-
dado hace un siglo, y que ya en
el primer número se perfilaba
como “hacer conocer la Tierra
Santa, Tierra de Dios, cuna del
cristianismo, y los venerables
Santuarios donde se realizó la
Redención del género humano”
(TS 1).
En estos 100 años, directores y
editores se han sucedido, las téc-
nicas de composición e impre-
sión han cambiado; la propia
Tierra Santa ha experimentado
múltiples cambios en su con-
figuración geopolítica; se han
adquirido, reconstruido y res-
taurado santuarios de los cuales
sólo quedaban unas pocas ruinas
hace un siglo; entre los frailes de
la Custodia se ha producido un
continuo cambio generacional
y su internacionalidad ha cre-
cido cada vez más. La revista ha
registrado y contado regular-
mente todo esto, precisamente
para dar a conocer y amar esta
tierra, la tierra donde la Palabra
de Dios se reveló, se hizo carne,
nos redimió.
Recoger hoy los volúmenes
encuadernados de la revis-
ta significa poder retomar un
documento histórico que nos
hace conocer la vida y el com-
promiso de los frailes que en los
últimos 100 años se han sucedido
al servicio de los santuarios, a
los peregrinos, en las parroquias
y escuelas, en los territorios de
misión de la Custodia. Signifi-
ca darse cuenta de la tenacidad
y sobre todo de la fe con la que
tantos frailes han dado su vida
incluso en este último siglo para
estar cerca de poblaciones some-
tidas a guerra, de comunidades
cristianas reducidas al mínimo
y de muchos cristianos tentados
a menudo por el deseo de aban-
donar esta tierra en busca de
lugares donde sea más fácil vivir.
Significa descubrir la gran labor
de investigación, recuperación y
publicación realizada por la otra
institución de la Custodia, casi
contemporánea de la revista, el
Studium Biblicum Franciscanum
de la Flagelación. Significa poder
apreciar la contribución cultural
que los Hermanos Menores han
dado a la Iglesia y a la humani-
dad durante uno de los siglos más
complejos, acelerados y, lamenta-
blemente, oscuros de la historia.
Para mí, Custodio de Tierra
Santa, este centenario es una
oportunidad para recordar a
todos aquellos que han hecho
su aportación a nuestra revis-
ta desde su nacimiento hasta
hoy y al mismo tiempo es una
oportunidad para agradecer a
quienes todavía hoy lo llevan a
cabo con competencia y profe-
sionalidad, pero también con
amor y pasión. También es una
oportunidad para agradecer a los
lectores. Ustedes son los desti-
natarios de nuestra revista, y sin
ustedes no habría alcanzado este
hito y no podría establecer otros
aún más altos.
Cien años son sólo
el comienzo
A 100 años de su fundación,
sigo considerando fundamen-
tal el papel de animación cul-
tural que juega nuestra revista
y que constituye su vocación. Un
papel que hoy comparte con otros
medios de comunicación de la
Custodia, en una colaboración
que espero y deseo sea cada vez
más profunda. Sin el aporte de la
revista y de todo el archipiélago
comunicativo que gira en torno
MARZO-ABRIL 2021
100
años
1921-2021
a ella en varios idiomas, hoy nos
sería imposible dar a conocer el
mensaje de los Santos Lugares de
manera seria, completa y actual.
La vida y obra de los frailes de la
Custodia quedaría desconocida.
Una vida de compartir fraterno
entre frailes de más de 50 países
diferentes, una vida de oración
litúrgica e intercesión por toda la
humanidad, una vida de humilde
servicio a la pequeña comunidad
cristiana local, en armonía con
la Iglesia local, pero también
de servicio a hermanos judíos
y musulmanes. Es nuevamente
gracias a la revista que se sigue
hablando de nuestro compromiso
con el diálogo y la paz, a través
de ese estilo fraterno al que el
Papa Francisco recientemente
nos ha llamado a todos con su
última encíclica.
Cien años son sólo el comien-
zo. Por tanto, deseo expresar un
sueño y un deseo, que es ver nues-
tra revista en manos de muchas
categorías de personas: jóvenes
interesados en​​ esta pequeña por-
ción del mundo que conecta Asia,
África y Europa; peregrinos que,
precisamente porque aman esta
Tierra Santa, desean conocer-
la cada vez mejor; religiosos y
religiosas que pueden encontrar
aquí el “Quinto Evangelio” y la
oportunidad de profundizar en
el sentido de su propia vocación;
sacerdotes y obispos que tienen
la responsabilidad de apoyar
esta misión de la Iglesia, que en
su concreción nos devuelve a la
dimensión histórica y geográfica
del misterio de la encarnación y
redención; hombres y mujeres
de corazón abierto y mente vigi-
lante que han entendido que esta
tierra no solo es importante por
su pasado, sino porque el futuro
de la humanidad todavía está en
juego aquí.
TIERRA SANTA 7
8 TIERRA SANTA MARZO-ABRIL 2021 Portada del primer número de la revista en enero de 1921.

LA REVISTA ESPAÑOLA
revista
La
Tierra Santa
española
Pasado, presente y futuro
INMACULADA RODRÍGUEZ TORNÉ
Doctora en Filología Bíblica
Directora de la revista Tierra Santa
El dar más a conocer Tierra Santa, la Tierra de Dios, cuna del cristianismo, los Lugares Santos de Palestina”.
A
sí daba comienzo el
primer número de
nuestra revista, allá
por enero del año
1921. Un proyecto
iniciado con mucha ilusión, sin
ninguna pretensión, más que dar a
conocer con mayor profundidad la
Tierra Santa y los Santos Lugares.
Estamos celebrando el centenario
de la revista Tierra Santa y pode-
mos decir con gratitud que dicho
objetivo se ha cumplido con creces
y que el conocimiento y amor por
la Tierra Santa se ha extendido a
los cincos continentes. Y seguimos
comprometidos con las “piedras
vivas”, los hermanos de la Igle-
sia Madre que viven en Palesti-
na, Israel, Siria, Líbano, Egipto,
Jordania, Chipre, la isla de Rodas
y de Cos que debido a las guerras
sangrientas necesitan de visibili-
dad y, sobre todo, de ayuda.
“Sencillo y sin pretensión alguna es nuestro programa.
Cien años dan para mucho, pero
comencemos desde el principio,
haciendo una breve memoria de
la trayectoria de nuestra revista
a lo largo de estos cien años.
Cifras y números
La revista Tierra Santa, como
sabéis, nació a la par de sus dos
hermanas, la revista francesa e
italiana. Podemos decir que fue
un parto de trillizas. Comenzó con
16 páginas, aunque en el último
número de diciembre se anunció el
aumento a 24 páginas. El formato
inicial de 15 x 23 cts. se mantuvo
hasta el año 2012, cuando pasó
a medir 19,5 x 26 cts. Tenía una
tirada estimada de 800 ejemplares
en 1921 y de 1.500 ejemplares en la
década de 1930, cifras similares
a las de sus hermanas francesa
e italiana.
MARZO-ABRIL 2021
100
años
1921-2021
La suscripción anual de la espa-
ñola costaba 7 pesetas, un precio
que quería ser asequible para la
mayoría de lectores. Al principio
tenía una periodicidad mensual
y se editaba en Jerusalén el día 15
de cada mes, día simbólico porque
fue un 15 de julio de 1099 cuan-
do los Cruzados, capitaneados
por Godofredo de Buillón y por
Tancredo de Galilea, llevaron a
cabo la liberación de Jerusalén
de manos de los musulmanes.
Reproducimos aquí la pri-
mera portada y otras antiguas.
En ellas aparece el nombre que
da sentido y razón de ser a sus
páginas: “Tierra Santa”. Desde
sus comienzos, la Cruz de Tierra
Santa ha aparecido en portada,
y así sigue siendo. Un alto sello
nos acompaña y avala. Según las
costumbres de la época no apa-
recen los nombres del director ni
TIERRA SANTA 9
LA REVISTA ESPAÑOLA

10 TIERRA SANTA MARZO-ABRIL 2021 Portada de 1933.


de los articulistas. Poco a poco
los franciscanos, que fueron
los redactores casi en exclusiva
durante muchos años, empeza-
rán a firmar sus trabajos, aun-
que algunos enmascarados bajo
pseudónimos.
El andar de los años
Tierra Santa se ha editado duran-
te este centenario incluso en los
terribles años de la Guerra Civil
española del 36-39, aunque tuvo
forzosamente que dejar de publi-
carse entre 1941-1946 debido a la
Segunda Guerra Mundial. Des-
pués de seis años de silencio, en
1946 se retomó su publicación con
un número especial y se pasó a la
edición bimensual por un tiempo.
Entonces aparecieron algunos
anuncios publicitarios: desde una
marca de sardinas hasta viajes y
alojamientos para los peregrinos;
era necesario recaudar fondos
para seguir haciendo posible la
publicación. En 1951 los números
volvieron a ser mensuales con
unas 44 páginas cada uno. Al año
siguiente, 1952, con una imagen
del Niño Jesús de Belén para
felicitar la Navidad, se introdujo
la edición bicolor con titulares
destacados y la portada a todo
color. Las fotografías al principio
eran escasas y de pobre calidad,
pero las descripciones detalladas
y realistas situaban al lector en los
distintos lugares con toda viveza.
Pensemos en una zona conflictiva
y en guerra donde todo se hacía
más complicado. En la década de
los noventa explosiona el color; a
partir de entonces los ordenado-
res, internet y la impresión digital
entran de lleno revolucionando
la forma tradicional de hacer la
revista.
1. Revista Tierra Santa, nº 514, diciembre 1971, pág. 53.
La revista toma el avión
La revista Tierra Santa se redac-
tó, editó e imprimió en Jerusa-
lén hasta el año 2012, cuando dio
comienzo la “segunda época”. El
último director que prestó este
servicio desde la Ciudad Santa fue
el querido y añorado Fr. Emilio
Bárcena, quien le cedió el testigo
de la dirección por primera vez a
un laico, José Manuel Martínez.
Desde entonces la edita el Centro
Tierra Santa con sede en Madrid.
En 2017, coincidiendo con el cam-
bio de dirección, encomendada
a la primera mujer, Inmaculada
Rodríguez Torné, Dra. en Filolo-
gía Bíblica y profesora universita-
ria de Hebreo y Literatura Bíblica,
la revista actualiza su maqueta-
ción y contenidos para adaptarse
a los nuevos tiempos. Y llegamos
al día de hoy. Queremos ser fieles
a nuestra vocación inicial de ser
puente de unión entre la Tierra
Santa, España y Latinoamérica.
Queremos ofrecer una revista
actual con contenidos de cali-
dad, buenas fotos, sin perder su
carácter divulgativo y su esencia
de publicación cristiana.
¿Historia o política?
Desde primera hora hubo una sec-
ción dedicada a la actualidad de los
países que formaban parte de la
Custodia que se tituló “Panorama”
y que ha cambiado de nombre en
distintas ocasiones (“Crónicas”,
“Noticias breves”, etc.).
El lenguaje ha cambiado mucho
en cien años, pero siempre fue
patente el propósito de informar
de los acontecimientos que tenían
lugar. No olvidemos el siglo tan
convulso, con varias guerras
incluidas, que les tocó vivir en
MARZO-ABRIL 2021
100
años
1921-2021
Tierra Santa. Aporto textualmen-
te lo que escribió José Antonio
Matías en el número especial
dedicado al cincuentenario de la
revista, en un artículo titulado
valientemente “La política en
Tierra Santa”. Comienza así:
“En sus cincuenta años de
existencia, la revista Tierra Santa
nunca ha pretendido hacer polí-
tica, sino informar al mundo
cristiano sobre los Santos Luga-
res y su ambiente. Sin embargo,
a través de todos sus números,
desde el primero hasta el último,
nos ha ido informando de todos
los acontecimientos políticos
que se han desarrollado en estos
Santos Lugares. No hizo política,
pero analizando cada una de sus
noticias y pequeños artículos,
podemos ver que siempre ha pre-
tendido poner las cosas en cla-
ro, y que, si alguna vez ha tenido
que denunciar algún abuso lo
ha hecho, pero siempre con una
prudencia digna de una revista
de información de un organismo
internacional como es la Custo-
dia de Tierra Santa”1.
El artículo original venía
acompañado de distintas fotos,
una de las cuales quiero adjuntar
aquí porque me parece clarifica-
dora de la actitud de la Custodia
y por ende de la revista Tierra
Santa, en el conflicto palesti-
no-israelí, contando los hechos
y al lado de los que sufren.
Las secciones
de la revista Tierra Santa
Es meritorio hablar durante cien
años de un territorio que apenas
tiene 470 km de largo y 135 km de
ancho sin entrar en bucle. Para
ello los redactores se acercaron
TIERRA SANTA 11
LA REVISTA ESPAÑOLA
Revista Tierra Santa, nº 514, diciembre 1971, pág. 59.
a la realidad de los Santos Luga-
res desde distintas temáticas: la
arqueología, dedicando números
especiales a los nuevos descu-
brimientos y restauraciones; el
estudio e interpretación de la
Biblia, que ha sido otra de las
secciones fijas; las tradiciones
de judíos y musulmanes, que han
12 TIERRA SANTA MARZO-ABRIL 2021
ocupado muchas de sus pági-
nas y, además, otras secciones
igualmente interesantes, como
las costumbres y usos de sus
gentes, la flora y su significado,
la filatelia, la gastronomía, la
bibliografía, la liturgia católica
y de los distintos ritos orienta-
les, etc.
También tenía su sitio una sec-
ción que hoy nos resulta curiosa y
entrañable: la de los peregrinos.
Al principio se contaban casi con
los dedos, hasta se daba cuenta de
los que se alojaban en Casa Nova;
luego empezaron a crecer poco
a poco hasta los millones que la
han visitado los años anteriores
a la pandemia de la covid19.
Grandes aportaciones
La revista Tierra Santa en su
edición española quedará para
la posteridad como memorán-
dum y testigo histórico de cien
años cruciales de la historia de
Palestina, Israel y España. Con-
tó la inauguración del Studium
Biblicum Franciscanum en 1924,
la fundación del Colegio del Pilar,
recoge importantes aportaciones
del P. Arce, uno de los francisca-
nos españoles más eruditos y con
mayor conocimiento de Tierra
Santa, etc. Y un sinfín de noti-
cias y materiales históricos de
gran valor. Destaca la excelen-
te documentación que suponen
los números especiales sobre los
descubrimientos arqueológicos y
también sobre los viajes históri-
cos a los Santos Lugares de Pablo
VI y de Juan Pablo II, éste último
con motivo del segundo milenio.
Ambos números (febrero-marzo
1964 y mayo-junio 2000) son una
fuente de documentación para
el futuro. También los viajes de
Benedicto XVI (8-15 de mayo
de 2009) y del papa Francisco a
Tierra Santa (24 al 26 de mayo
de 2014) cuentan con un amplio
seguimiento en la revista.
Latinoamérica
Ya en su XXV aniversario la revis-
ta española llegaba a Argentina,
Bolivia, Brasil, Chile, Colombia,
 100
años
1921-2021

© Library of Congress Prints and Photographs Division Washington

Noticias
curiosas
En 1924 la revista informa
de que los camelleros de
Jafa se declaran en huelga,
por las multas y secuestros
con que les molesta “la
sociedad protectora de
animales”. Se ve que la con-
ciencia y bienestar animal
ya estaba presente en la
revista desde sus inicios.

¿Y si les dijese que había

un aeropuerto en Jerusa-
lén? Si quieren saber más,
pueden investigarlo en
nuestra revista, que en
1924 se hacía eco de la
noticia:

© Fotografía publicada en revista Tierra Santa

“Un grande aeródromo. A
unos once kilómetros al
norte de Jerusalén, frente
a la aldea de Kalandie, se
está preparando un gran
campo de aviación. En el
nuevo programa goberna-
tivo será éste el aeródromo
central de Palestina que
será dotada de fuerzas
aéreas bajo la dirección del
Com. Gerard”. Y para Aeropuerto de Jerusalén.
muestra, un botón. Aquí
les dejamos la fantástica
foto del aeropuerto de
Jerusalén.

¿Y qué me dicen del aviso

a los lectores remolones o
morosos? No tiene desper-
dicio.

El lector que quiera pasar

un buen rato podrá hacer-
lo adentrándose en las
páginas de estos cien años.
Le aseguro que encontrará Aviso a los lectores pendientes de pago de la revista Tierra Santa aparecido
verdaderos tesoros. en el nº 514, diciembre 1971, pág. 2.

MARZO-ABRIL 2021 TIERRA SANTA 13

LA REVISTA ESPAÑOLA
Cuba, Ecuador, España, Filipinas,
México, Paraguay, Perú, Portugal,
EEUU , etc. La edición española,
que contaba con un suplemento
en portugués, pronto traspasó
fronteras y se expandió más que
ninguna otra de las ediciones en
otras lenguas. Después de cum-
plir cien años, tenemos las miras
puestas en la proyección a todos
los países de Latinoamérica de
habla española y, especialmente,
al creciente número de hispanos
de EE.UU. Nuestro deseo es llegar
a los millones de lectores de len-
gua hispana, no sólo de religión
cristiana. La edición digital lo está
facilitando mucho.
El presente
Actualmente sacamos en Madrid
una tirada de 6.000 ejemplares
en papel, impresos en rotativa,
que se distribuyen principal-
mente en España y que llegan así
mismo a otros países. La revista
14 TIERRA SANTA MARZO-ABRIL 2021
española se imprime también en
la Franciscan Printing de Bethfa-
gé, en Argentina y México. Sin
contar con la revista en PDF que
cada día va ganando más adep-
tos. Estamos poniendo mucho
empeño en visibilizarnos en las
redes sociales. Podrás seguir
las noticias de Tierra Santa en
Twitter, Facebook, Instagram y
Whatsapp (+34644444178). Son
muchos los amantes de los San-
tos Lugares que siguen la actua-
lidad a través de estos cauces e
interactúan con nosotros. Vamos
formando una comunidad más
grande y amplia, una familia
que abarca los cinco continen-
tes enamorada de Tierra Santa.
Te invitamos a seguirnos a tra-
vés de las redes sociales; donde
quiera que te encuentres estarás
unido a la Tierra Madre.
¿Un sueño? Digitalizar la revis-
ta y que estos cien años de his-
toria sean accesibles desde todos
los rincones del planeta. Millones
de personas tendrán la posibi-
lidad de ahondar en el conoci-
miento de sus raíces religiosas
y culturales, y leerán en español
un mensaje de paz y diálogo que
brotará desde la misma Jerusa-
lén, pasando por España, hasta
cualquier rincón del mundo.
Muchos años más
Para la sensibilidad actual algu-
nos artículos, especialmente los
de los primeros tiempos, pueden
parecer excesivamente piado-
sos o espirituales; el lenguaje
ampuloso y algunos poemas
podrían causar cierto sonrojo.
Los tiempos han cambiado (¡qué
dirán de nosotros en el próximo
centenario!) Pero la pretensión,
las ganas y la ilusión son las mis-
mas. Ojalá sigamos cumpliendo
años de servicio a la Tierra Santa,
a ustedes, queridos lectores, y
al Señor Jesús, quien puso esta
empresa en marcha.
 100
años
1921-2021

El
legado de
España
Tierra
en

Santa
Imagen de la Virgen
del Pilar llevada a
Jerusalén en la
Primera Peregrinación
Hispanoamericana
de 1924. Fue
realizada por el gran
artista valenciano
Francisco Borja y
donada por las En el último siglo:
© E. Bermejo

Damas de Honor de
la Virgen del Pilar de Peregrinaciones, el Colegio del Pilar
Zaragoza.
y la Casa de Santiago
MARZO-ABRIL 2021 TIERRA SANTA 15
LA APORTACIÓN ESPAÑOLA A TIERRA SANTA

La presencia de España en Tierra Santa ha sido constante,

incluso en los períodos más tempranos y difíciles. El apoyo
a los franciscanos ha sido continuo por parte de la Corona
de España desde Alfonso X hasta nuestros días, y las
peregrinaciones de los siglos XIX y XX ayudan a reafirmar
la presencia española en los Santos Lugares. Asimismo, la
relación de España con Tierra Santa puede concretarse en
dos puntos: el estudio del ladino o judeoespañol, promovido
desde 1922 por una figura de la importancia de Américo
Castro; y la presencia de la Iglesia española, la cual suma la
actividad formativa a su labor misionera, con una repercusión
en el desarrollo de las ciencias y, especialmente, en las
humanidades.

DRA. MARÍA LUZ MANGADO ALONSO

Facultad de Teología de Vitoria- Gasteiz (Campus Norte)
Centro del Próximo Oriente Antiguo de la Universidad de Murcia
Casa de Santiago de Jerusalén

Fotos facilitadas por la autora

L
a realidad es que se
ataca a la España de
los siglos XIX y XX
por llegar tarde a los
estudios de Oriente
Antiguo, algo que no es del todo
cierto. Hubo personalidades tan
valiosas como excepcionales
que fomentaron e impulsaron
estudios y contactos, pero que,
en buena parte, han quedado
en el olvido. Los viajes llevaron
consigo unos intercambios y un
rico legado. Afortunadamente,
los monumentos, los libros, las
fotos, el cine, la música, el arte,
las reliquias, los apoyos papa-
les y episcopales, la excepcional
labor de cuerpo diplomático, las
órdenes religiosas, las funda-
ciones de estudio e investiga-
ción o los propios museos han situación convulsa internacional.
dejado una impronta singular, Durante este momento el Con-
que, además, vincula a toda His- de de Ballobar era el Cónsul en
panoamérica. Tierra Santa. Fue denominado
Durante el primer tercio del “Cónsul Universal”, quedando al
siglo XX se desarrollan ocho frente de todas las competencias
peregrinaciones promovidas por políticas de las grandes poten-
José María Urquijo y el Obispo cias, las cuales abandonaron su
de Vitoria. Fueron apoyadas por cargo. Terminada la guerra y ante
los Pontífices León XIII y Pío X, la retirada del Imperio Otomano,
además de los prelados y carde- Palestina pasa a ser Protectorado
nales españoles, especialmente Británico. Al Conde de Ballobar
el capuchino Vives y Tutó, desti- le siguió en su labor diplomáti-
nado en Roma. Entre 1914 y 1918 ca en Jerusalén el navarro Pablo
hubo un período de lapsus ante la Jaurrieta.
En el primer tercio del XX hubo ocho
peregrinaciones promovidas por José
María Urquijo y el Obispo de Vitoria

16 TIERRA SANTA MARZO-ABRIL 2021

 100
años
1921-2021

En la década de los años 20 se

reiniciaron los viajes con gran
esplendor. Se organizaron tres
grandes peregrinaciones his-
panoamericanas, a las que se
sumaron otros viajes preparados
por la Junta Nacional Española de
Peregrinaciones y del Patronato
Pro-Jerusalén.

1. Peregrinaciones y
expediciones al Medio
Oriente

1.1. Las peregrinaciones a

los Santos Lugares hasta la
contienda mundial

La presencia franciscana en
Palestina fue, sin duda, el con-
tacto que el Occidente cristiano
mantuvo con los Santos Lugares,
sostenidos mediante las colec-
tas que fijaban los Papas. Fue en
el siglo XIX cuando se abrió la
posibilidad de organizar viajes
para conocer los lugares de la
vida de Jesús. En 1899, el Papa
León XIII emitió una llamada
a la cristiandad para celebrar
el jubileo del segundo milenio
a través de la organización de
varias peregrinaciones. Entre
ellas, invitó a España a realizar
una peregrinación espiritual a
Tierra Santa, y recabar fondos
para una misa perpetua en Belén.
En 1902 se hizo efectiva la “Pri-
mera Peregrinación Vascongada
a Tierra Santa, Egipto y Roma”,
impulsada por el empresario bil-
baíno José María Urquijo Yba-
rra, presidente del Patronato de
Obreros de Bilbao, para celebrar
la encíclica Rerum Novarum sobre
la causa obrera.

Conde de Ballobar y Pablo Jaurrieta,

cónsules de Jerusalén.

MARZO-ABRIL 2021 TIERRA SANTA 17

LA APORTACIÓN ESPAÑOLA A TIERRA SANTA

Hasta la Primera Guerra Mun-

dial se organizaron ocho pere-
grinaciones religiosas en España.
Los buques salían y regresaban
al puerto de Barcelona. Los pere-
grinos, que viajaban en tren des-
de sus lugares de origen hasta la
capital catalana, se debían pre-
sentar siempre el día anterior. El
itinerario, cuya duración rondaba
los dos meses, variaba sustan-
cialmente según los años: se visi-
taban los lugares emblemáticos
asociados a la vida de Jesús, se
recorría Egipto desde Port-Said
o Alejandría para ver las pirámi-
des, la esfinge, o Matarya, ruta de
la Sagrada Familia. Se proseguía
a Nápoles, con la visita de Pom-
peya y Roma, para finalizar con
la audiencia privada con el Papa.
En algunos años se incluyeron
Constantinopla, Malta, Chipre
y Grecia.
A partir de 1905 surgieron las
Juntas Diocesanas para la pre-
paración de los viajes. Después
de 1908, el barco incluía telé-
grafo para comunicarse con
otros buques y con las familias.
En los trayectos se contrataban
dos enfermeras, un médico, un
fotógrafo y un periodista. Des-
de el principio se dio un espa-
cio particular a la liturgia y a la
música, que acompañaba todos
los viajes: acudía un maestro
de capilla organista y un grupo
musical para animar la liturgia
y las oraciones. Varios músicos
relevantes del momento parti-
ciparon con nuevas composicio-
nes musicales, como es el caso
de Resurrección María Azcue,
Mateo Múgica o Julián Martínez
del Villar, quien fundó la orques-
ta sinfónica de México y la de
Texas, en EEUU. De cada viaje
se publicaron crónicas, confe-
rencias y libros que nos dan un
alcance de la repercusión social José María Urquijo Ybarra.
del momento. Las noticias de los

18 TIERRA SANTA MARZO-ABRIL 2021


Medalla de la cruzada a Tierra Santa.
La duración del trayecto variaba
entre mes y medio y dos meses
aproximadamente
diarios de época y revistas son
muy variadas y abundan aque-
llas en las que los peregrinos
exponían sus experiencias, no
carentes de aventuras.
El momento culmen de la pere-
grinación era el Vía Crucis por
el camino del Calvario. Duran-
te el rezo, los peregrinos car-
gaban dos pesadas cruces, que
más tarde llevaban consigo en
el viaje de regreso. Estas cruces
se enriquecían con reliquias que
los franciscanos les donaban. De
MARZO-ABRIL 2021
100
años
1921-2021
vuelta a Europa y América, las
colocaban en lugares emblemáti-
cos en recuerdo de esas hazañas,
como es el caso del santuario de
la Virgen de Begoña (Vizcaya),
en el Vaticano, en Zaragoza, en
Montserrat, en Baleares, en la
Habana o en Lugo, ciudad donde
salió toda la población a recibirla.
En honor a estas peregrinacio-
nes se confeccionaron los pane-
les de azulejo con la oración del
“Padre Nuestro” en vasco (1902)
TIERRA SANTA 19
LA APORTACIÓN ESPAÑOLA A TIERRA SANTA
y catalán (1905) para la Iglesia del
Pater Noster de Jerusalén. Algunos
de los viajeros murieron en la
ruta y fueron enterrados en el
Monte Sión y en Nazaret. Ante
esto, Urquijo elevó en el cemen-
terio de Jerusalén un memorial.
1.2. Las Peregrinaciones
Hispanoamericanas
Fueron tres las peregrinaciones
hispanoamericanas de gran tras-
cendencia organizadas por los
franciscanos: en 1924, en 1925 y
en 1926. La responsabilidad téc-
nica de los viajes recayó sobre la
“Sociedad Española de Turis-
mo”, que fue fundada por Martín
20 TIERRA SANTA MARZO-ABRIL 2021
González del Valle, marqués de la estuvieron 8 días en Jerusalén,
Vega de Anzo. Esta fue, además, donde entregaron la imagen de
la primera agencia de viajes de la Virgen del Pilar, y 7 en Roma.
nuestro país, cuyas sedes estaban La Segunda Peregrinación His-
en San Sebastián y en Madrid. panoamericana tuvo lugar entre
El momento culmen de la peregrinación
era el Vía Crucis por la calle del Calvario
La Primera Peregrinación abril y mayo de 1925, en el barco
Hispanoamericana se desarro- “Cordillére”. Fue presidida por el
lló entre abril y mayo de 1924 en cardenal y arzobispo de Toledo,
el vapor Lotus. La presidieron el Enrique Reig Casanova, acom-
obispo de Vitoria Zacarías Martí- pañado del obispo de Orihuela,
nez Núñez, y el obispo de Cuen- Javier Irastorza. Con el grupo iba
ca, Cruz Laplana. Los viajeros en misión especial el diplomático

Entrada del Colegio
del Pilar de Jerusalén.
Antonio de la Cierva, Conde de
Ballobar.
En este viaje, el primado de las
Españas y arzobispo de Toledo
colocó la primera piedra de la
capilla de la Virgen del Pilar que
albergará la imagen de María,
llevada el año anterior. En El Cai-
ro, los peregrinos fueron reci-
bidos en la Embajada de España
con una recepción oficial, tras
la cual visitaron el Museo de El
Cairo y los tesoros recientemen-
te descubiertos de la tumba de
Tutanjamon.
La Tercera Peregrinación
Hispanoamericana fue presi-
dida de nuevo por el obispo de
Cuenca, Cruz Laplana, entre abril
y mayo de 1926. A la ruta habi-
tual se añadió también la visita
del Alto Egipto, para conocer la
tumba de joven faraón. A estas
expediciones se sumaron otras,
organizadas por la Junta Nacio-
nal de Peregrinaciones, así como
los llamados ‘viajes populares’,
al precio de 950 pesetas. Estas
últimas fueron absorbidas en los
años 30 por la Fundación Patro-
nato Pro-Jerusalén.
Entre los escritores de este
momento destaca el franciscano
Samuel Eiján, cabeza intelec-
tual del primer tercio del siglo
XX, Sylvia Baleztena, mujer del
cónsul Jaurrieta y autora del
libro ‘Jerusalén’, y Genaro Xavier
Vallejos, cronista de los gran-
des viajes. Su libro ‘El Camino,
el peregrino y el diablo’ llegó a
la fase final del Premio Planeta.
En él, Vallejos aúna con su fina
pluma, y de forma magistral, las
tres ciudades de peregrinación
cristiana: Jerusalén, Roma y San-
tiago de Compostela.
Los órganos de difusión de
estos viajes fueron las nue-
vas revistas ‘El Peregrino y el
Turista’, ‘Revista de Tierra San-
ta y Roma’ y algunos periódicos
como ABC, la Gaceta del Norte y
el Diario de Navarra.
La revista Tierra Santa fue
el medio de consulta para los
organizadores de los viajes y
los peregrinos sobre la situa-
ción de los Santos Lugares a la
hora de precisar los calendarios
y visitas. Además, aportaba una
valiosa información de cómo se
encontraba la situación en Medio
Oriente, muchas veces convul-
sa, para poder dar apoyo a la
labor española en Tierra Santa.
También ha supuesto notables
publicaciones sobre datos de los
viajeros en la sección de la revista
“Peregrinos en Tierra Santa”,
MARZO-ABRIL 2021
100
años
1921-2021
así como de los Procuradores y
del Colegio de Nuestra Señora
del Pilar.
2. El colegio español
del Pilar en Jerusalén
La madre Ernestina Larrainzar
funda, a finales del siglo XIX, la
congregación religiosa de las
Misioneras Hijas del Calvario.
En 1922 hizo un viaje a Jerusalén,
acompañada por las primeras
religiosas que habían entrado en
el nuevo Instituto. En un princi-
pio se instalaron en la Casa Pola-
ca y, pocos meses después, el 24
de octubre de 1922, se trasladaron
al Consulado de España, al edi-
ficio que se había adquirido en
el barrio cristiano de Jerusalén
durante el reinado de Isabel II.
El 26 de enero de 1923 se abría
el Colegio Español del Pilar en
Jerusalén con la aprobación de la
Corona. Y se hizo con una matrí-
cula reducida: seis alumnos,
entre niños y niñas. Además, se
organizó un dispensario médi-
co como sede de la Cruz Roja de
Madrid.
En 1919 el Conde Ballobar fue
destinado a Constantinopla. En
su cargo en Jerusalén fue reem-
plazado por el diplomático nava-
rro Pablo Jaurrieta, que se tras-
ladó a vivir a la Ciudad Santa con
su esposa, Sylvia Baleztena, y
sus cuatro hijos. Jaurrieta per-
maneció en el cargo diez años
coincidiendo con el momento de
los primeros descubrimientos
arqueológicos y expediciones en
Palestina, Mesopotamia y Egipto,
lo que propició que Sylvia y sus
hijos participaran activamen-
te en numerosos yacimientos
arqueológicos. Así, la familia
estrechó una fuerte amistad con
el fundador de l’École Biblique
et Archéologique, el dominico
TIERRA SANTA 21
LA APORTACIÓN ESPAÑOLA A TIERRA SANTA
francés Joseph Lagrange, y el
benedictino catalán Bonaventura
Ubach. Este último emprendió
dos grandes expediciones: una
al Sinaí –tras los pasos de Moi-
sés– y otra a Mesopotamía –en
búsqueda de tumba del profeta
bíblico Nahum–. Sylvia mantuvo
también una fuerte relación con
Alexis Mallón, gran pionero de
los estudios de prehistoria del
Sinaí y Palestina.
En este tiempo, además, residía
en Mesopotamia la gran nove-
lista británica Agatha Christie,
casada con el arqueólogo bri-
tánico Max Mallowan. Asimis-
mo, en Egipto se encontraban
Lord Carnavon y Howard Car-
ter, descubridores de la tumba de
Tutanjamon. Sylvia mantuvo una
gran relación con todos ellos. La
familia Jaurrieta-Baleztena creó
también un gran vínculo con los
franciscanos y los procuradores
de los Santos Lugares, como el
22 TIERRA SANTA MARZO-ABRIL 2021
Las niñas de la escuela en formación.
andaluz fray Gabino Montero, y
más tarde el navarro fray Fran-
cisco Martínez Roque. Ambos
serán los capellanes del colegio
del Pilar durante estas décadas.
En este centro educativo, en el
cual estudiaban las hijas del cón-
sul, a las niñas de 7 a 15 años se
les llamaba cruzantinas. A los 15
años ingresaban en la Legión de
María, dedicándose al apostolado
entre las familias.
En 1931 el obispo Zacarías Mar-
tínez Núñez, alumno de Ramón
y Cajal, creó la Fundación Patro-
nato Pro-Jerusalén para sostener
al colegio y la capilla del centro.
La entidad proyectó un gran
complejo con hospedería para
peregrinos hispanoamericanos,
un centro de estudios en espa-
ñol y un santuario a la Virgen del
Pilar. Se inició la labor con 80.000
pesetas que se depositaron en el
banco de Jerusalén, recaudados
con los viajes y una lotería. El
Curso de 1946-7.
canónigo navarro Carlos Lorea
y el presbítero vizcaíno Santos
Orbegozo, ambos Caballeros de la
Orden del Santo Sepulcro, fueron
los principales responsables has-
ta los años 40 de la institución,
momento que se preveía cul-
minar la iniciativa, con motivo
del milenario de la llegada de la
aparición de la Virgen María en
Zaragoza. La Guerra Civil espa-
ñola y la Segunda Guerra Mundial
truncaron el proyecto.
2.1. La Iglesia de
Nuestra Señora del Pilar
La Iglesia se levantó entre 1924
y 1927, en una antigua cuadra de
camellos adosada al edificio. La
imagen de la Virgen del Pilar y la
primera piedra se llevaron en la
Primera y Segunda Peregrina-
ción Hispanoamericana.
En el discurso de monseñor
Leal de Zamora, pronunciado en
 100
años
1921-2021

Pablo Jaurierra,
cónsul de Jerusalén
de 1919-1929. MARZO-ABRIL 2021 TIERRA SANTA 23
LA APORTACIÓN ESPAÑOLA A TIERRA SANTA
Propaganda de Jerusalén al colocar la primera piedra, se
la película “Por expresa así: “…Los pueblos de cabeza épica
Tierra Santa, son artistas; aprecian las características
Egipto y Roma” de sus hechos y plasman en piedra el alma
de 1924. de los siglos. Y porque el pueblo español
tiene su epopeya inspirada en la Virgen
del Pilar, poema de infinita delicadeza y de
opulenta historia, que reconoce su origen
en Jerusalén, debe levantar aquí el templo
que resuma la profundidad de estos pen-
samientos, en el que cada piedra revele el
misterio que guarda y proclame nuestra
fe dominadora y la devoción a la Virgen,
Señora del alma del pueblo español…”.
El proyecto, muy probablemente, fue
realizado por el arquitecto navarro Víc-
tor Eusa, quien, en 1922, con 26 años,
emprendió un viaje a Medio Oriente.
Más tarde participó en otros viajes pro-
movidos por el canónigo Carlos Lorea,
del que fue gran amigo. En sus notas de
viaje en El Cairo muestra una fascina-
ción por Oriente: “El Oriente magnífico,
maravilloso, el Oriente lleno de luz y armo-
nía, el Oriente lleno de vida y misticismo,
ha aparecido por fin ante mí, con toda su
fuerza y esplendor...Mi emoción ha sido tan
24 TIERRA SANTA MARZO-ABRIL 2021
intensa que han pasado ya algunas horas y
mi ensueño continúa con tal fuerza que ha
llegado a constituir una verdadera tortura.
Mi pobre alma occidental se ha sentido
empequeñecida ante tanta grandeza, ante
tanta bondad, ante tanta riqueza…”.
Tras su regreso a la capital navarra
inició una de sus etapas más florecien-
tes. Entonces, gobernaba la diócesis el
obispo Mateo Múgica, que había sido
director espiritual de las peregrina-
ciones nacionales a los Santos Lugares.
Durante este momento proyectó el edi-
ficio para las religiosas Hijas de María
Inmaculada, los Escolapios, los Paúles,
la Casa de Misericordia, el Seminario
Diocesano, los parques de la Taconera y
de la Media Luna. Uno de los elementos
más sobresalientes en la arquitectura
de estos años es la emulación de la Cruz
del Santo Sepulcro de Jerusalén en los
principales edificios.
La imagen de la Virgen del Pilar que
preside la capilla de Jerusalén fue rea-
lizada por el gran artista valenciano
Francisco Borja. La escultura fue donada
por las Damas de Honor de la Virgen

del Pilar de Zaragoza a los pere-
grinos que viajaron en 1924. Las
obras de la capilla concluyeron
gracias a los beneficios obtenidos
del alquiler de la filmación de los
documentales realizados en los
viajes y por la suscripción de los
fieles de la diócesis de Pamplona
y Vitoria, así como por los dona-
tivos dejados por los peregrinos.
2.2. Las películas
Durante la Primera Peregrina-
ción Hispanoamericana se grabó
una película titulada ‘Por Tierra
Santa, Egipto y Roma’, mientras
que en la Segunda Peregrinación
se rodó el documental ‘Visiones
de Oriente’. La encomienda se
hizo a los estudios de los Her-
manos Beringola de Madrid, que
poseían un centro fotográfico
especializado en orlas universi-
tarias. Se han conservado algu-
nos reportajes, aunque el archivo
principal se perdió en una inun-
dación. Los estudios Hermanos
Beringola tuvieron también una
sede en Tánger, y participaron
en filmaciones de películas del
Oeste cuando este cine comen-
zaba a despuntar.
La cinta cinematográfica
ofrecía una exótica visión de
los lugares bíblicos de Egipto,
Tierra Santa y Roma, así como
un reportaje de los viajes. Su
exhibición servía para animar
a otros peregrinos a conocer los
lugares bíblicos y para obtener
fondos para la construcción de
la Iglesia de la Virgen del Pilar
en Jerusalén. La cinta original
poseía 66 minutos, de la que se
han rescatado 10. El resto está
en proceso de telematización. Se
trata de uno de los documenta-
les más antiguos de la historia
del cine y la primera filmación
que hace España en Tierra Santa.
Está grabado con una sola cáma-
ra y dos máquinas fotográficas.
Posee dos guiones: el de la histo-
ria bíblica y el de la ruta del viaje
protagonizada por los peregri-
nos. La película se proyectó por
primera vez el 12 de noviembre de
1925 en el Nuevo Teatro de Vitoria
ante un público selecto, presidido
por el obispo Zacarías y autorida-
des políticas. Más tarde tuvo una
solemne presentación en Madrid
ante el Rey Alfonso XIII.
3. La exposición
“Tierra Santa”, el hogar
HispanoAmericano, la
enseñanza del español y la
Casa de Santiago
Este intercambio con las tierras
bíblicas culminó con la expo-
sición ‘Tierra Santa’ en 1953 en
Madrid, en la que se exhibieron
20.000 objetos. La enorme mues-
tra se hizo con miras a crear un
Museo y una biblioteca de Tierra
Santa en España. Fue preparada
durante dos años y medio y se
expuso en el Palacio del Retiro,
organizada por una junta, los
franciscanos y el Centro Superior
de Investigaciones Científicas. El
Conde de Ballobar, como presi-
dente de la Asociación de Amigos
de Tierra Santa, y el franciscano
Juan R. de Legísima, prior de San
Francisco el Grande de Madrid,
dieron impulso a esta muestra.
La exposición contó con obras
de los carmelitas y piezas de
colecciones privadas, además del
magnífico repertorio de cuadros
donado por España a los Santos
Lugares que se conserva en Ain
Karem, Belén y Nazaret, la Uni-
versidad Hebrea de Jerusalén y
el Museo Nacional de Ciencias
Naturales.
En 1948, según la revista Tie-
rra Santa, durante el consulado
MARZO-ABRIL 2021
100
años
1921-2021
de Gonzalo Diéguez Redondo, se
inició una “escuela de adultos” en
Jerusalén porque se creyó conve-
niente abrir un centro donde se
enseñase español y responder,
así, a esa exigencia de la población
árabe. La docencia se impartía
en las aulas que ocupaban las
escuelas de las religiosas Hijas
del Calvario y, si bien se comenzó
con dos discípulos, una semana
después se incorporaron sesenta
personas. La escuela siguió activa
hasta el segundo mandato con-
sular del Conde de Ballobar entre
1949 y 1952.
Por otro lado, en 1954 hubo un
intento de crear una “Casa His-
panoamericana”. Con este fin se
nombró un patronato, para que
lo llevara la Obra Pía a través
de la institución teresiana. El
objetivo principal era poseer un
organismo que ejerciera de unión
entre Hispanoamerica y el Medio
Oriente. Se pensaba que, con
motivo de la gran exposición que
se organizaba en Madrid, existía
la posibilidad de reunir a todos
los embajadores hispanoameri-
canos para tratar del proyecto y
darle un impulso. El franciscano
Juan R. de Legísima insiste ante
las autoridades la necesidad de
llevar adelante este proyecto,
defendiendo con rotundidad los
derechos de España en los Santos
Lugares.
La Casa de Santiago se fun-
dó definitivamente el 19 de
noviembre de 1955. Su director,
Don Maximino Romero de Lema,
expresó en sus memorias su ale-
gría por la fundación del centro de
Jerusalén. El centro de investiga-
ción recibió el nombre de Instituto
Español Bíblico y Arqueológico
(IEBA) - Casa de Santiago en Jeru-
salén. Actualmente posee su sede
en la calle Al-Sheyah Street, 182
de Jerusalén.
TIERRA SANTA 25
 HISTORIA

El paraíso
en llamas
Cien años del conflicto
árabe-israelí
@Harvepino/iStock

AQUILINO CASTILLO ÁLVAREZ 

Licenciado en Filología Hebrea
y en Estudios Árabes e Islámicos

26 TIERRA SANTA MARZO-ABRIL 2021

 100
años
1921-2021

Gran parte de la historia de este siglo de publicación

de nuestra revista Tierra Santa se desarrolla al mismo
tiempo que el conflicto palestino-israelí. Ha pasado
casi un siglo desde que se iniciase este conflicto
que, al margen de cuestiones políticas, geopolíticas,
humanitarias y culturales, es ante todo una herida en la
historia, una herida que nunca termina de cicatrizar.

MARZO-ABRIL 2021 TIERRA SANTA 27

HISTORIA
La ONU contemplaba en 1947 un estado judío con un 54% del territorio, otro
Palestino con el 46%, y la ciudad de Jerusalén, con Belén unida ella, de
administración internacional, por su sacralidad para las tres religiones monoteístas.
A
mediados del siglo
XIX, en la Europa
que en ese momen-
to era el ombligo del
mundo, se gestaban
procesos nacionalistas, colo-
nialistas y de gran efervescen-
cia política. Entre ellos surgió
el sionismo, como movimiento
nacional del pueblo judío, con
un objetivo: acabar con el éxodo
del pueblo, creando para ello un
estado libre.
Haciendo memoria, es fácil
observar que la historia del
pueblo de Israel, prácticamente
desde el año 70 d.C., ha sido una
historia bastante atropellada,
con persecuciones, incompren-
siones, emigración… casi una
carrera a la escapada, en donde
los tiempos de bonanza y calma
casi servían para tomar aire y
continuar corriendo.
La persecución en la Alema-
nia nacional-socialista, que dejó
28 TIERRA SANTA MARZO-ABRIL 2021
millones de fallecidos en una
guerra cruel e inútil, causó uno
de los episodios más terribles
de la historia de la humanidad,
el Genocidio, desatado contra
minorías, sobre todo contra los
judíos. Pero este terrible epi-
sodio de la historia reciente no
fue el único. La incomprensión
de muchos de los pueblos en
medio de los cuales los judíos
se asentaban marcó la historia
de las comunidades hebreas en
todo el mediterráneo, con per-
secuciones en diversas épocas,
tanto en la parte cristiana como
en la ocupada por el islam desde
el siglo VII.
En la Europa de naciones cris-
tianas siempre hubo un cierto
recelo hacia esos ciudadanos
diferentes. Asaltos a juderías,
acusaciones de blasfemia, expul-
siones en todos los países de
Europa, la de Castilla y Aragón
en 1492 y la de Navarra y Portu-
© Gkuna /iStock
gal en 1497 fueron las últimas,
y las más sonoras, por ser los
territorios peninsulares donde
se gozaba de mayor libertad y
mayor presencia.
En Europa oriental, los famosos
“pogromos” de la Rusia zarista,
marginación y situaciones muy
parecidas en los otros países ale-
daños. Lo mismo entre nuestros
vecinos del Mediterráneo sur,
persecuciones, conversiones
forzadas en periodos de califa-
tos de una u otra índole, desde
Marruecos a Bagdad. Ahí que-
dan las Epístolas de Maimónides
advirtiendo de estos peligros, su
propia “Taqiyyah” o falsa con-
versión al islam para salvar la
vida. Y las grandes persecuciones
de las Aljamas judías de Al-An-
dalus en 1391.
Por otra parte, hubo una toma
conciencia por parte de la socie-
dad judía europea, en los siglos
XVIII y XIX, acerca de una for-

© Israel Government Press Office
David Ben-Gurion, flanqueado por los miembros de su
gobierno provisional, lee la Declaración de Independencia
en el Salón del Museo de Tel Aviv el 14 de mayo de 1948.
ma de vida cerrada, una especie
de clausura física y mental, la
comunidad encerrada en sus
barrios, lo que después se cono-
cerá como el gueto, “il Ghetto”.
Esto llevó a que una serie de
personalidades, líderes de su
tiempo, quisiesen salir, no sólo
física, sino mental, espiritual e
intelectualmente de está clau-
sura y aislamiento. Comienza
así un movimiento ilustrado,
“ha-Haskalá”, la ilustración judía
partida de Alemania y países de
Europa Oriental, su objetivo era
la integración en medio de las
sociedades que habitaba. Moisés
Mendelssohn es una de las figu-
ras más representativas.
Por lo tanto, tenemos dos
movimientos judíos en la Euro-
pa de los siglos XVIII y XIX: la
Haskalá que aboga por salir del
gueto e integrarse en la socie-
dad, la política, el mundo inte-
lectual en la sociedad donde se
vive, y el Sionismo, que pretende
la creación de un Estado judío
propio, para lo cual alienta los
movimientos migratorios hacia
la Palestina otomana y poste-
riormente británica.
Y en estas, llega el siglo XX, y
en sus años 30 se desata la pesa-
dilla del nazismo, su destrucción,
el Genocidio, la masacre inhu-
mana de seis millones de judíos,
además de otras muchas etnias
y minorías. Y entonces, cabría
preguntarse: ¿tenía sentido la
integración de las comunidades
judías en las sociedades donde
habitaban como proponía la
Haskalá?
Parece que la única opción fue
clara: un hogar para que todas
las personas que profesasen el
judaísmo y que se sintiesen un
mismo pueblo, a pesar de tener
diferentes tradiciones o perte-
necer a corrientes diferentes,
pudieran vivir juntas y a salvo.
MARZO-ABRIL 2021
100
años
1921-2021
La tierra que mana
leche y hiel
En 1917 se redacta la Declaración
Balfour, con la promesa de esta-
blecer en territorios de Palestina
un “hogar nacional judío”. Esta
promesa choca de frente con otra
hecha a los árabes: la de incor-
porar Palestina a un nuevo Esta-
do árabe si estos apoyaban a los
aliados contra el Imperio oto-
mano. La situación se dilata en
el tiempo mientras se caldeaban
los ánimos entre los árabes de
las zonas apenas liberadas y los
judíos, que llegaban en oleadas
desde hacía prácticamente un
siglo.
Y así siguió la cosa durante
30 años, hasta que la Asamblea
general de las Naciones Unidas,
en 1947, en su archiconocida
resolución 181, 2 establece una
fecha para dar por concluido
el Mandato británico en estos
TIERRA SANTA 29
HISTORIA
territorios, sería el 14 de mayo
de 1948. El plan contemplaba
un estado judío, con un 54% del
territorio, y otro palestino, con
el 46%; y la ciudad de Jerusalén,
con Belén unida ella, de admi-
nistración internacional, por la
sacralidad, para las tres religio-
nes monoteístas, de los lugares
que en estos emplazamientos se
encuentran.
La propuesta fue rechazada,
la tensión aumentó hasta que
horas antes de expirar el plazo,
fue proclamada la independen-
cia-creación del Estado de Israel.
Este hecho, seguido de la salida
de los británicos, provocó un
intento de invasión de los terri-
torios bajo el control del recién
nacido Israel, por parte de todos
los estados árabes limítrofes.
Tras la Guerra de los Seis Días cientos
de miles de refugiados fueron a Egipto
o Siria, los más a Jordania y Líbano
Durante más de un año se
sucedieron los enfrentamien-
tos. Fue un pulso que dejó todo
tipo de episodios, heroicos, ver-
gonzosos y otros aún hoy oscu-
ros, podría decirse que, como en
todas las guerras, se hizo el mal
en pos del bien. El resultado fue
un Statu Quo, una interrupción
en los enfrentamientos, que dejó
a miles de refugiados y despla-
zados en un limbo que hasta hoy
sigue dando de qué hablar.
Al terminar los enfrentamien-
tos, el ya forjado Estado de Israel
controlaba más territorio del que
se le había otorgado en un prin-
cipio. Las Naciones Unidas, pre-
sionadas por muchos gobiernos,
deciden enviar cascos azules a la
zona de Gaza y el Sinaí. Mientras
tanto los ánimos siguen caldeán-
30 TIERRA SANTA MARZO-ABRIL 2021
dose, y también la preparación
logística. El conflicto palestino
se transforma en la Causa árabe,
dando lugar a que muchos paí-
ses árabes se alíen contra quien
pasará a ser un enemigo común.
En junio de 1967 Israel, ante la
amenaza de un ataque masivo,
decide lanzar una ofensiva en
todos los frentes posibles. Des-
truye la aviación de Siria, Jorda-
nia y Egipto, ocupa el Golán, Cis-
jordania, Gaza y el Sinaí y toma
el control sobre Jerusalén Este,
anexionándosela. Esta guerra
se conoce, dependiendo quien
lo cuente, como guerra de junio,
guerra del 67 o de los Seis Días. El
resultado fue moralmente catas-
trófico para el mundo árabe y
puso de manifiesto la hegemonía
militar del Estado de Israel.
El desenlace final trajo un
sinfín de repercusiones. Miles
de heridos, por supuesto muer-
tos y de nuevo cientos de miles
de refugiados. De éstos, los
menos, anduvieron hacia Egip-
to o Siria, los más a Jordania y
también al Líbano. En 1964, en
Jerusalén Este se crea la Orga-
nización para la Liberación de
Palestina, la “OLP”, que pasa- dos, apela a la solución justa de
rá a Jordania en 1967, año en el la situación de los refugiados
que, por primera vez, el Consejo y el reconocimiento, incluso
de Seguridad de las Naciones mutuo por parte de Israel y
Unidas actúa directamente y Palestina, de la independencia
se decide a pronunciarse sobre política de los Estados.
el asunto. De este modo, emite No tuvo mucha repercusión
otra archiconocida declaración: esta Resolución 242, siempre se
la Resolución 242, que entre habla de ella, siempre se recuer-
otras muchas cosas ordena la da en cualquier debate o ensa-
retirada inmediata del ejército yo, pero más bien quedó en una
israelí de los territorios ocupa- declaración de intenciones.

El Jefe del Estado Mayor,
el Teniente General Isaac
Rabín (derecha) en la arena en la zona anexionada del
entrada de la ciudad vieja Canal de Suez, como una muralla,
de Jerusalén durante la algo sencillo y eficaz, que permi-
Guerra de los Seis Días, tía frenar un posible desembarco.
con Moshe Dayan y Uzi En el Nilo se cuenta que los agri-
Narkiss (izquierda). cultores del Alto Egipto hacen lo
mismo para controlar los espacios
que riegan, y cuando es necesario
abrir surcos y dejar pasar el agua de
una zona a otra, van echando agua
hasta hacer caer la barrera areno-
sa. Al parecer uno de los ingenieros
militares egipcios había sido agri-
cultor y sugirió proyectar el agua
del canal. De este modo hizo caer la
barrera israelí, y el ejército egipcio
avanzó por el Sinaí tomando la
zona, al mismo tiempo que Siria
avanzaba en el Golán.
Comenzaba la Guerra del 73,
durante la celebración de la prin-
cipal fiesta de Israel, cuando toda
la gente estaba en casa, en fami-
lia, o en la playa, cuando no fun-
cionan los medios de transporte,
ni el aeropuerto, ni la gente tenía
conectadas las radios; ni se usan
los automóviles, porque es el día
más sagrado para los judíos, es
© Israel Defense Forces/Flickr
el Día de la Expiación, del per-
dón, el Yom Kippur, que también
denominó a esta guerra.
La Guerra del Yom Kippur del 73 acabó
realmente con la firma de los Acuerdos
de Camp David
En medio del caos desatado,
Cuando menos se espera… Israel logró frenar a sus atacan-
salta una liebre tes después de 3 días. Las tropas
sirias tuvieron que retroceder, las
Con una alto el fuego tan frágil, las egipcias buscaron posicionarse lo
tensiones se desataron en toda la mejor posible, aunque parte del
zona. En el 1973, de nuevo varias ejército israelí cruzó el canal y
naciones árabes toman la iniciativa amenazó Suez. Finalmente, Esta-
y atacan a Israel. Se podría decir que dos Unidos y la URSS, que primero
la 242 no había resuelto nada, y de se dedicaron a abastecer a cada
algún modo se buscaba la revancha. una de las partes, trataron de
Los ingenieros militares israe- poner fin a lo que parecía que no
líes habían levantado un muro de lo tenía. Esta guerra, del 6 al 25
MARZO-ABRIL 2021
100
años
1921-2021
de octubre, se saldó con un alto
el fuego, que prácticamente no
se materializó hasta 1978, con la
firma de los acuerdos de Camp
David, que implicaron la devo-
lución del Sinaí a Egipto, el reco-
nocimiento de Israel por parte
de éste y la normalización en las
relaciones entre ambos países.
Esta guerra tuvo un coletazo
en los enfrentamientos del Líba-
no en 1983, pero prácticamente
selló el fin de los conflictos a gran
escala en la zona. Desgraciada-
mente no ha traído la verdadera
paz, sino periodos de calma y de
no guerra. Para los árabes fue un
desagravio por el enfrentamiento
del 67, sintieron que habían podi-
do mostrar su fuerza, pues las
bajas entre las tropas israelíes, en
hombres, mujeres y en material
bélico, fueron altísimas. Si bien
Israel, que se hizo con el control
de los frentes, podía salir con la
cabeza bien alta, también debía
reconocer que ya no quedaban
garantías de que siempre doble-
garía militarmente a sus vecinos.
A estas guerras siguieron tiem-
pos de “agitación”, de “sacudi-
da”, o dicho en árabe, de “intifa-
da”. La primera en 1987, la de las
imágenes de las piedras arroja-
das con rabia, de las “Kuffiyyah”
(el pañuelo palestino) tapando
cabeza y cara, de las huelgas,
también de las detenciones y,
sobre todo, de los más de 3.000
palestinos fallecidos y 127 israe-
líes. Unas revueltas que eran día
sí y día también, pero fueron dis-
minuyendo en intensidad hasta
que algunas personas decidieron
dar una oportunidad al diálogo.
TIERRA SANTA 31
HISTORIA
Llegados a este punto,
hablemos de paz
En 1991, apenas ocho meses des-
pués de la primera Guerra del Golfo,
tras cuatro años de intifada, en el
Palacio Real de Madrid se dieron
cita representantes de Israel, Jor-
dania (que contaba con una dele-
gación palestina) Siria y Líbano,
en una conferencia de paz que se
convirtió en un hecho histórico
que nadie hubiese creído posible
un año antes. Por supuesto Estados
Unidos y la URSS también estaban
representados y habían sido los
principales países a auspiciarla.
Si bien no contaba con la parti-
cipación de las Naciones Unidas,
ausencia importante, sí es cier-
to que la Conferencia de Paz de
Madrid fijó el calendario, las con-
diciones y puso los pilares para
establecer futuras negociaciones.
Además, se instauró el modelo de
conversaciones bilaterales entre
los países afectados y reuniones
multilaterales para tratar dife-
rentes problemáticas, tales como
control y tráfico de armamento,
desarrollo económico, seguridad
y control del agua en la región y,
por supuesto, el frágil y espinoso
tema de los refugiados.
Fue, sin duda, un importan-
te gesto de paz y un hito diplo-
mático. Las fotografías de ese
encuentro, su Majestad Juan
Carlos I, y el presidente Felipe
González, con Mikhail Gorva-
chov y George Bush, y el resto de
dirigentes implicados, son una
de las estampas más felices de
la historia reciente.
Madrid desembocó en Oslo
(Oslo I, II) y los Acuerdos de Taba.
Los Acuerdos de Oslo fueron fir-
mados en 1993 por Simón Peres
como ministro de exteriores de
Israel, y quien podríamos llamar
su homólogo, Mahmud Abbas
32 TIERRA SANTA MARZO-ABRIL 2021
de la OLP, junto al Secretario de
Estado norteamericano, Warren
Christopher y el canciller sovié-
tico Andrei Kozyrevcomo, como
si de garantes se tratase. Ade-
más, estaban presentes el primer
Ministro de Israel, Isaac Rabin,
el líder indiscutible de la OLP,
Yasser Arafat y el presidente de
Estados Unidos, Bill Clinton.
Estos protagonistas sellaron
un acuerdo que arrojó tantas
esperanzas para todo el Medio
Oriente que parecía que final-
mente se podría tocar el cielo.
Los acuerdos crearon un mar-
co, que debía durar cinco años,
para tratar definitivamente todas
las cuestiones abiertas práctica-
mente desde el 48.
El primer hecho a destacar es el
reconocimiento de un gobierno
autónomo palestino, la Autoridad
Nacional Palestina, que tendría
poderes en Gaza y Cisjordania,
gestionando las competencias
de educación, turismo, sanidad,
cultura y tributación directa.
Además, debía formar y desarro-
llar un cuerpo de policía. Israel
mantendría el control de fronte-
ras internacionales y velaría por
la seguridad de sus ciudadanos
en los asentamientos, también
por carretera. Los acuerdos, para
no resultar desacuerdos, pre-
veían excluir de las disposicio-
nes acordadas las cuestiones de
estatus permanente, como por
ejemplo el estatus de Jerusalén y
su pertenencia, el retorno de los
refugiados, los asentamientos, el
trazado definitivo de fronteras.
Los temas más difíciles, los irre-
nunciables por cada una de las
partes, quedaron fuera de estos
acuerdos, porque se pretendía
continuar avanzando, ponerse
de acuerdo en todo aquello que
fuese posible, y no tocar lo que
aún parecía imposible.
El primer
© Israel Defense Forces/Flickr
ministro Isaac
Rabín con el
presidente
Clinton
y Yasser Arafat
durante la firma
del Acuerdo de
Oslo I en 1993.
A estos acuerdos siguieron
muchas conversaciones, algunas
seguro que son secretas, posi-
bles particiones de Jerusalén,
o zonas de influencia y gestión
compartida… la política también
se hace bajo la mesa o en con-
versaciones fugaces.
Pero el 4 de noviembre de 1995,
¡se han cumplido 25 años!, y la
pandemia no nos dejó recordar-
lo, Isaac Rabin fue asesinado por
un connacional, un israelí en
desacuerdo con la política que
se estaba llevando adelante, la
política que muchos medios de
comunicación denominaban
como “Paz por territorios”. De
hecho, en Israel había desacuer-
do por una parte de su población
y de sus representantes polí-
ticos: no se debía renunciar a

nada de lo ganado anteriormen-
te, sobre todo a territorios. Por
parte de Palestina también había
un gran número de personas que
disentían.
Por esta razón, desde el 1993
al 2005 hubo unos 80 ataques
con bombas, que dejaron 480
fallecidos. Son los años de las
explosiones en autobuses, en
centros comerciales como el
Dizengoff Center de Tell Aviv, en
restaurantes, en la célebre disco-
teca Delphinarium de Tel Aviv, en
sinagogas o en mercados, como
el más concurrido de Jerusalén,
el Mahane Yehuda.
A los atentados seguían repre-
sión, detenciones, falta de turis-
mo, desempleo, desestabilidad,
pobreza en ambos lados… y la
Segunda Intifada en el 2000,
apenas estaba terminando el
jubileo de los dos mil años del
nacimiento de Cristo.
La Segunda Intifada dejo unos
5.000 palestinos muertos y más
de 1.000 israelíes. Y un muro de
separación entre dos pueblos,
una barrera para evitar los aten-
tados según unos, para asfixiar
aún más, según los otros.
2020 deja atrás un nuevo plan
de Paz. Pareciese que cada pre-
sidente americano debe hacer el
propio. Por ahora se diría olvida-
do en algún cajón o quizás sólo
haya servido para hacer el elenco
un poco más largo, ¿quién podría
saberlo?
La historia de este conflicto
sigue corriendo, como corre la
tinta de los que escriben sobre él.
Desde esta redacción, ya cente-
MARZO-ABRIL 2021
100
años
1921-2021
naria, es otro de los hechos his-
tóricos que contemplamos. No
querríamos inclinarnos hacia
un lado u otro de las partes en
conflicto; la política, la histo-
ria, o lo que los modernos llaman
geopolítica, deben basarse en
datos contrastados, objetivos y
subjetivos, información veraz y
muchas horas de lectura. Quien
quiera profundizar más en los
acontecimientos históricos de
estos años tempestivos, podrá
encontrar bibliografía abundan-
te y opiniones diametralmente
opuestas. Nosotros sólo hemos
querido relatar unos hechos
que, como todo lo que conlleva
sufrimiento al género humano,
nos parecen tristes, pero que nos
animan a seguir cultivando el
espíritu de Madrid.
TIERRA SANTA 33
© Jerry Maximo Tanigue/iStock

Basílica de la Transfiguración en
el Monte Tabor, obra de Antonio
Barluzzi, consagrada los días
14 y 15 de junio de 1924.
 100
años
1921-2021

100 AÑOS DE SANTUARIOS

100 años de
santuarios
en Tierra Santa
INMACULADA RODRÍGUEZ TORNÉ
Doctora en Filología Bíblica
Directora de revista Tierra Santa
100 AÑOS DE SANTUARIOS

Repasando la historia de
estos cien años de nuestra
revista ¿cómo no hablar de
los santuarios? Apuesto a
que la mayoría de los lectores
los visualizarían con los ojos
cerrados: los llevan en el
corazón. ¡Cuántas cosas nos
contarían esas piedras, cuántas
manos han tocado sus puertas,
cuántas vidrieras han sido
testigos de su oración!

Basílica de la
© Marcin_P_Jank/iStock

Agonía en
Getsemaní, en el
Monte de los
Olivos, ideada por
Antonio Barluzzi y
consagrada el 31
de mayo de 1924.

L
a revista Tierra Santa
ha sido testigo privile-
giado de la remodela-
ción y construcción de
muchos santuarios en
los Santos Lugares. En sus páginas
se encuentra información puntual
de esta bella página de la historia
de la Tierra Santa. En este artículo
hago un breve resumen de lo apa-
recido en la revista y que el lector
podrá encontrar ampliado si bucea
en sus números centenarios.
Historia de los Santuarios
en Tierra Santa
Podría hablarse de tres gran-
des épocas en la historia de los
santuarios: la época bizantina,
desde el 323 al 638, en la que se
construyen importantes basíli-
cas sobre los lugares evangélicos
más importantes, entre las que
destacan la del Santo Sepulcro y
la de la Natividad.
Después de casi cinco siglos de
abandono causado por la ocu-
pación árabe-musulmana de
Palestina (638-1099), en la épo-
ca cruzada se levantan templos
y basílicas que sustituían las
iglesias bizantinas en ruinas.
Con la derrota de los cruzados
por Saladino en 1187 de nuevo
vuelven a sufrir un cataclismo
estos renovados o nuevos edi-
ficios que se emplearon para
otros menesteres, algo común
1. Puede consultarse la revista de marzo-abril de 1965.
2. Cf. Número especial de los 50 años de la revista Tierra Santa, nº 514, diciembre de 1971.
3. Puede ampliarse la información en el número especial de junio-julio de 1924 dedicado a las dos basílicas.
a lo largo de la historia. Sillares,
capiteles y mármoles que más
tarde podemos contemplar en
otros emplazamientos.
Cuando los franciscanos, lle-
gados en 1217, establecen su sede
principal en el Cenáculo en 1345,
se encontraron los santuarios en
estado ruinoso. En seguida se
pusieron manos a la obra con el
propósito de adquirir los terre-
nos para ofrecer a los cristia-
nos unos lugares de culto donde
recordar y venerar con dignidad
la memoria de Jesús.
Sus trabajos fueron de dos
tipos: en primer lugar, conser-
vación y restauración de aque-
llos santuarios que seguían en
uso: Santo Sepulcro, Basílica de
la Natividad, Sepulcro de María.
Por ejemplo, la Natividad fue
reparada en 1400, 1500, 1719 y
1936. El Santo Sepulcro empezó
su restauración, después de ocho
años de negociaciones, en 1961.
Nada nuevo bajo el sol1.
Los santuarios y la revista
Tierra Santa
Nuestra revista ha ido contan-
do fielmente, a lo largo de estos
cien años, las distintas mejo-
ras, restauraciones, hallazgos
arqueológicos y construcción de
nuevos santuarios sobre los sitios
marcados por la tradición y los
restos de las construcciones de
MARZO-ABRIL 2021
100
años
1921-2021
épocas anteriores. Ofrezco aquí
un breve resumen2.
El 17 y 21 de octubre de 1919 se
puso la primera piedra de dos
grandes santuarios: Getsemaní y
Tabor, respectivamente. En 1924
se consagraron solemnemente
dos basílicas: la del Tabor, el 31
de mayo, después de cinco años
de trabajos y la de Getsemaní el
14 y 15 de junio3.
Barluzzi ideó para el Tabor dos
campanarios junto a la fachada
que se alzan sobre la zona de las
dos capillas bizantinas dedica-
das a Moisés y Elías. La Basílica
consta de tres naves y está divi-
dida por pilares macizos y robus-
tos arcos. Por una escalinata se
baja a la cripta que ocupa la zona
de la tercera capilla bizantina y
de la posterior cripta cruzada. El
altar está realizado con restos
cruzados. El soberbio mosaico
central recuerda la escena de la
transfiguración.
La Basílica de la Agonía fue
erigida en 1924 en el lugar tra-
dicional del Jardín de Getsemaní.
La iglesia, planeada por Barluzzi,
se levanta sobre los cimientos
de dos santuarios anteriores:
una capilla del siglo XII aban-
donada en 1345 y una basílica
bizantina anterior del siglo IV,
destruida por el terremoto de
746. El Peregrino de Burdeos, en
el año 333, describe una roca en
el camino que conduce al Monte
TIERRA SANTA 37
100 AÑOS DE SANTUARIOS
de los Olivos como el lugar en
el que Judas Iscariote entregó a
Jesús. Fue un acierto conservar
una sección de la base rocosa del
lugar donde Jesús oró en el huer-
to antes de su detención. Bar-
luzzi quiso reproducir la noche
de aquellos momentos de Jesús
con las ventanas de alabastro
azulado-purpurino translúci-
do. Seis columnas sostienen 12
cúpulas, decoradas en su interior
con mosaicos con los emblemas
nacionales de las comunidades
donantes, lo que dio origen, como
sabemos, al nombre como es
conocida popularmente: “Iglesia
de Todas las Naciones”. Hacia el
exterior forman pequeñas cúpu-
las que recuerdan las casas ára-
bes. La fachada está formada por
un pronaos con columnas y un
tímpano con el mosaico de Cristo
confortado por un ángel. La pere-
grina española Egeria (379-393)
describe una “iglesia elegante”
construida por Teodosio.
El año 1929 fue el de la restau-
ración y ampliación de la capilla
cruzada de la Flagelación.
En 1934 se construyó la igle-
sia que recuerda el Bautismo del
Señor junto al río Jordán.
Entre los años 1937-1939 se
edificó la iglesia de la Visita-
ción con una construcción en
dos partes: la más antigua, que
es la cripta en la zona inferior
y la superior con la gran iglesia
dedicada, como no podía ser de
otro modo, a María 4.
En 1938 se construye la igle-
sia de las Bienaventuranzas a
unos dos kilómetros del lugar
que señala la tradición y que fue
excavado por Bagatti en 1935. El
mismo Barluzzi, que ideó los
planos, la describe así: “Sobre
4. Para ampliar, véase el número de mayo de 1954.
5. Véase el número de mayo-junio de 1969 y el dossier especial del número 47 (860), noviembre-diciembre de 2019.
38 TIERRA SANTA MARZO-ABRIL 2021
las dulces colinas que rodean el
lago Tiberiades, al norte, y que
recuerdan el Sermón de la Mon-
taña… ha surgido en 1938 el san-
tuario de las Bienaventuranzas.
Domina el lago desde una altura
aproximada de 200 metros. Las
Bienaventuranzas han sugerido
la planta octogonal”.
Entre 1952-1953 se construyó
la iglesia de Lázaro en Betania
con la apariencia de un hipogeo
romano. A la puerta no se accedía
desde la calle, sino a través de un
bonito patio interior. Se levantó
también una torre separada del
resto del edificio.
El 28 de diciembre de 1953 se
puso la primera piedra del san-
tuario del Campo de los Pasto-
res, a tan sólo tres kilómetros de
distancia de Belén, en la aldea
de Beit-Sahur, lindando con los
campos de Booz, donde espigaba
Rut, la moabita antepasada de
Jesús. Se empleó piedra gris-roji-
za para esta construcción en for-
ma de decágono con sus muros
de plano inclinado lo que hacían
que nada más verlo se imaginara
uno que se acercaba a una tienda.
Las tiendas de los patriarcas, la
del encuentro del éxodo, la tienda
en la que se trasladó el Arca de
la Alianza y la tienda en la que
posiblemente dormían al raso
los pastores que fueron a arro-
dillarse ante el Niño. Todo un
símbolo hecho santuario.
En el año 1956 fue bendecida e
inaugurada al culto, en el decli-
ve del Monte Olivete, mirando a
Jerusalén, sobre restos de una
iglesia bizantina, una nue-
va capilla en el lugar llamado
Dominus Flevit diseñada por el
gran arquitecto Antonio Barluzzi.
La iglesia, sencilla, tiene unas
aristas verticales internas y una
cúpula oscura que recuerdan la
forma de una lágrima, justo en
el lugar donde Jesús lloró por
Jerusalén.
Por último tenemos que hablar
de la gran Basílica de la Anuncia-
ción en Nazaret5. En 1959 fueron
aprobados los planos de Giovanni
Muzio, al que se le encargó pre-
servar los vestigios de los anti-
guos edificios junto con los restos
arqueológicos que quedaban del
poblado, testimonios de la vene-
ración ininterrumpida del lugar.
El arquitecto, con estas consig-
nas, ideó la Basílica ordenándola
en tres espacios: la Gruta como
centro del edificio, y una iglesia
doble, superpuesta una a la otra,
comunicadas entre sí desde el
interior y construidas en función
de la Gruta.
No puedo pasar por alto las
últimas y vistosas restauraciones
del Santo Sepulcro y de la Basílica
de la Natividad. El lector podrá
disfrutar de expertas explica-
ciones, de bellísimas imágenes y
de minuciosos detalles (difíciles
de encontrar en otras publicacio-
nes) en los dosieres especiales
que dedicamos en los números
de enero-febrero de 2017, mar-
zo-abril de 2018 y noviembre-di-
ciembre de 2020.
En estos cien años la revis-
ta ha dado cuenta de una de
las principales misiones de los
franciscanos de la Custodia de
Tierra Santa: la preservación,
guarda y custodia de los Santos
Lugares. Ha sido testigo privile-
giado de la construcción de unos
preciosos santuarios que espe-
ramos vuelvan a acoger pronto
a tantos peregrinos que sueñan
con ello.
 100
1921-2021
años

© irisphoto2/iStock
 ARQUEOLOGÍA

40 Arqueólogos franciscanos
exploradores del pasado
Besema Hamarneh
Traducción Aquilino Castillo Álvarez

50 Principales hallazgos
arqueológicos franciscanos
Davide Bianchi
Traducción A. C.
© Colección Stansilao Loffreda/SBF

El P. Bagatti visitando las

excavaciones de Nazaret.

40 TIERRA SANTA MARZO-ABRIL 2021

 100
años
1921-2021

Arqueólogos
franciscanos
exploradores
del pasado
BESEMA HAMARNEH
Arqueóloga, Universidad de Viena

Traducción A. C. ÁLVAREZ

Humildes, trabajadores, doctos, los

arqueólogos franciscanos en Medio Oriente
han rubricado una página en la historia de
la arqueología. Pioneros en el estudio de
yacimientos olvidados por el tiempo, supieron
sacar a la luz tesoros de la arqueología bíblica
y la historia del cristianismo. En Tierra Santa,
Siria, Jordania o Líbano, la sandalia franciscana,
la piqueta y el cuaderno de notas se han hecho
parte del paisaje desde hace más de un siglo.

MARZO-ABRIL 2021 TIERRA SANTA 41

ARQUEOLOGÍA

destinado a abordar las comple-

jas cuestiones planteadas por el
mundo científico, que escrutó el
texto bíblico y Tierra Santa con
una mirada secular. Los Frai-
les Menores, cuya presencia en
los Santos Lugares se remonta a
1217, pudieron responder a estas
nuevas cuestiones valiéndose
de su conocimiento de Tierra
Santa, especialmente en áreas
relacionadas con el estudio de la
arqueología cristiana, la peregri-
nación, la cultura material y de
la comunidad cristiana desde sus
orígenes en adelante. Por tanto,
a partir de ese momento histó-
rico, las excavaciones realizadas
por los arqueólogos franciscanos
estuvieron unidas a un estudio
sistemático, revalorización y
restauración de los santuarios,
© Colección Stansilao Loffreda/SBF

sin descuidar las reconstruc-

ciones de las fases históricas de
ocupación de cada lugar, antes
o después de las construcciones
bizantinas. A lo largo de los años,
antes y después de la Segunda
Guerra Mundial, el campo de
acción de la escuela arqueológica
franciscana incluyó la basílica
del Santo Sepulcro en Jerusa-
P. Bellarmino Bagatti, OFM lén, la Natividad y el campo de
los pastores en Belén, la llama-

P
da Tumba de la Virgen, la gruta
arece difícil visuali- Desde el inicio de su trabajo, los del Getsemaní, los santuarios de
zar los santuarios más arqueólogos franciscanos no se la Anunciación en Nazaret, de
venerados de Tierra habían colocado como meros cus- la Transfiguración en el monte
Santa sin evocar el todios de los lugares, sino como Tabor y de la Visitación en Ain
compromiso de los mediadores entre las Sagradas Karem, los vestigios de la Fla-
arqueólogos franciscanos de la Escrituras, los espacios sagrados gelación, el santuario de Naim,
Custodia, involucrados en pri- y su uso antiguo y moderno. el Dominus Flevit, Cafarnaúm y
mera persona en el estudio y la Fue en 1901 cuando la Custo- el santuario de Lázaro en Beta-
investigación arqueológica de dia concibe una institución para nia, así como emplazamientos
los principales lugares de Tierra la investigación arqueológica y importantes de Siria y Jordania.
Santa. Con incansable empeño, científica de los lugares que le Un gran rastro de esta fervien-
minuciosidad y rigor han recons- han sido encomendados. El Stu- te actividad se puede encontrar
truido de manera diacrónica la dium Biblicum Franciscanum (SBF) en exhibición en el Museo del
complejidad del paisaje histórico reabrió oficialmente en la década Studium, que recientemente ha
de los Santos Lugares, a partir de de 1920 tras un primer intento recibido una importante remo-
fuentes escritas y arqueológicas. fallido a finales del siglo XIX, delación expositiva, así como

42 TIERRA SANTA MARZO-ABRIL 2021

 100
años
1921-2021

en el impresionante corpus de
publicaciones científicas edita-
das con cuidado y competencia
por los arqueólogos del SBF.
Al frente de los proyectos de
investigación estuvieron per-
sonalidades eminentes, que se
acercaron a los monumentos
tratados con gran responsabi-
lidad; animados por el espíri-
tu de abnegación, por el rigor
científico, por el respeto por los
lugares, sus habitantes y las otras
religiones, formaron una verda-
dera escuela que cuenta entre sus
filas con franciscanos y laicos de
una comunidad más amplia de
estudiosos y entusiastas.

Primus inter pares

Destaca sobre todo la figura de

© Colección Stansilao Loffreda/SBF

fray Bellarmino Bagatti (1905-
1997), verdadero progenitor de
una feliz estirpe de estudiosos
que contribuyeron a incremen-
tar la fama y el prestigio del SBF.
Bagatti se formó en investigación
arqueológica en 1934 en el Ins-
tituto Pontificio de Arqueología
Cristiana en Roma, trabajando
inicialmente en la catacumba
romana de Commodilla. Al año El P. Sylvester John Saller, OFM
siguiente se convirtió en profe-
sor de Topografía de Jerusalén y
Arqueología Cristiana en el SBF. seguida, una década más tarde, el padre Saller. Su trabajo de
Su actividad habla de un cien- por la fundación del periódico excavación, antes de la Segun-
tífico completo, que supo estu- Liber Annuus con fray Donato da Guerra Mundial, incluyó el
diar las fuentes –tales como los Baldi. Durante la Segunda Guerra monte Nebo (1935), el santuario
itinerarios de los peregrinos de Mundial, Bagatti fue internado de las Bienaventuranzas (1936), el
Tierra Santa- la excavación de -de 1941 a 1943- por las autori- santuario de la Visitación en Ain
antiguos santuarios cristianos y dades británicas, junto con otros Karem (1938) y Emaús al-Qubey-
la investigación sobre las comu- franciscanos de nacionalidad beh (1940-44). Las actividades
nidades judeocristianas de los italiana, en el campo-prisión del erudito se reanudaron en 1948
primeros siglos del cristianismo. de Emaús al-Qubeybeh. en Belén, en el Dominus Flevit,
Un paso más hacia el futuro fue Incluso en esa situación dra- en el Monte de los Olivos (1953-
su contribución al desarrollo de mática, se esforzó por ofrecer 55), en Nazaret (1954-1971), en el
la actividad editorial del Studium apoyo a los necesitados. Allí mis- Monte Carmelo (1960-61) y en la
Biblicum con su serie insignia: mo pudo hojear en 1942 el primer localidad de Khirbet el-Mukha-
Collectio Maior fundada en 1941 volumen sobre el monasterio del yyat en Jordania, en diferentes
junto con fray Sylvester Saller y Monte Nebo escrito junto con momentos, hasta 1973.

MARZO-ABRIL 2021 TIERRA SANTA 43

 ARQUEOLOGÍA
© Colección Stansilao Loffreda/SBF

El P. Romualdo Fernández en Seidnaya, Siria.

44 TIERRA SANTA MARZO-ABRIL 2021


Una fructuosa asociación
Entre las figuras clave de los orí-
genes, la contribución de F. Syl-
vester John Saller (1895-1976) fue
grande. Fue nombrado en 1932
profesor de Arqueología, Teo-
logía Griega y de Antiguo Testa-
mento en el Studium Biblicum. Su
investigación realizada junto al
padre Bagatti en el monte Nebo
(1933, 1935 y 1937) sacó a la luz
el complejo monástico y el san-
tuario bizantino dedicado a Moi-
sés. Los dos aprobaron mediante
prospecciones regulares los pri-
meros pasos hacia el censo y el
conocimiento de lugares de la era
bizantina en Jordania. En Pales-
tina, Saller siguió personalmente
la excavación en la tumba jebusea
del Dominus Flevit (en 1964), en
Ain Karem (1941-1942) y Beta-
nia entre 1949 y 1953. Durante
el mandato británico fue elegido
miembro del Consejo Arqueoló-
gico Palestino y se convirtió en
director del SBF.
Prestigiosos italianos y
españoles
Fray Stanislao Loffreda (1932-),
que se formó en teología bíblica
en el SBF, realizó una importan-
te contribución metodológica al
estudio de la cultura material,
coronando sus estudios con un
doctorado en arqueología en el
Instituto Oriental de la Univer-
sidad de Chicago en los Estados
Unidos. El padre Loffreda intro-
dujo y llevó a cabo un método
innovador basado en el análisis
crono-tipológico de materia-
les, utilizado en los informes
finales sobre la cerámica de las
excavaciones franciscanas en
Cafarnaúm, Tabgha, Maqueron-
te, Magdala y el Herodion, cerca
de Belén.
Otro exponente del SBF es sin
duda fray Virgilio Corbo (1918-
1991), que llegó al instituto
como estudiante en 1928, tras
graduarse en estudios orienta-
les en Roma. Su fructífera acti-
vidad incluyó excavaciones en
Belén (1946-1954), en el Monte
de los Olivos (1959), en el Hero-
dion (1962-1967), en la forta-
leza herodiana de Maqueronte
(1967-1981), posteriormente en el
Monte Nebo y Magdala. Su exca-
vación más famosa es la relativa
a la casa de Cafarnaúm, del siglo
I de la era cristiana, atribuida
al apóstol Pedro; mientras que
su estudio más significativo,
conocido por su equilibrio y
competencia, se refiere al San-
to Sepulcro de Jerusalén y sus
fases previas a las renovaciones
de los cruzados.
Eminente y singular fue fray
Emanuele Testa (1923-2011),
formado en teología y estu-
dios bíblicos, que enseñó en el
Studium entre 1957 y 1993. El
padre Testa trató ampliamen-
te el culto mariano en Tierra
Santa entre los siglos I y IX; una
contribución significativa fue
la de la edición crítica de los
“graffiti” en la casa de Pedro
en Cafarnaúm. El estudio rea-
lizado por el padre Testa junto
con el padre Bagatti sobre las
comunidades judeocristianas,
aunque considerado contro-
vertido, podría proporcionar
una reconstrucción plausible de
las modalidades de transición
entre el período apostólico y el
siguiente, primero constanti-
niano y luego bizantino.
No menos ilustre arqueólo-
go fue fray Pasquale Castella-
na (1921-2012), quien dedicó su
laboriosa vida a la excavación
de iglesias y monasterios en el
norte de Siria. Castellana llegó
MARZO-ABRIL 2021
100
años
1921-2021
muy joven, a los 11 años, a Tie-
rra Santa donde fue ordenado
sacerdote en 1945. Se dedicó
extensamente al estudio del
monaquismo en Siria, regis-
trando escrupulosamente los
vestigios, el contexto topográ-
fico y la decoración escultórica
de un impresionante número de
monumentos que ronda unas 150
iglesias, 170 entre monasterios
y ermitas, 61 torres de monjes
en ellas recluidos, pilas bautis-
males, inscripciones griegas,
necrópolis, templos, columnas
de estilitas, etc. Compartió esta
apasionada investigación con
otros dos célebres hermanos.
El franciscano castellano
Romualdo Fernández (1937-
2015) llegó a Tierra Santa en
1960 y después de su paso por
Egipto se afincó en Siria durante
décadas, publicando más de una
decena de libros sobre arqueolo-
gía cristiana. Realizó el estudio
de la Crónica de Teodoreto de
Ciro y siguió con avidez su iti-
nerario, a veces junto a Pasquale
e Ignacio Peña, descubriendo,
catalogando y publicando rui-
nas de iglesias, monasterios y
eremitorios de al menos 600 de
las llamadas “Ciudades muer-
tas”, localidades cristianas del
norte de Siria abandonadas
en un momento puntual de la
historia. Romualdo fue respon-
sable también de los trabajos
de restauración y excavación
del Memorial de San Pablo en
Damasco, recibiendo allí a Juan
Pablo II en el 2001.
Junto a ellos, fray Ignacio Peña
(1933-2010), gran estudioso de
formas extremas de ascetismo
monástico. Fue el mejor escritor
de esta especial tríada, hombre
de gran intuición y excelente
fotógrafo, a él se debe la pri-
mera publicación, precisamente
TIERRA SANTA 45
ARQUEOLOGÍA
en la revista Tierra Santa, de un
artículo que señalaba el empla-
zamiento de la tumba de san
Marón en la localidad de Brad,
relativamente cerca de la basí-
lica de san Simeón el estilita.
Hoy la comunidad arqueológi-
ca coincide en que en ese lugar
se dio sepultura al fundador de
la Iglesia maronita. Los libros
46 TIERRA SANTA MARZO-ABRIL 2021
publicados por estos tres humil-
des frailes (Pasquale Castellana,
Romualdo Fernández e Igna-
cio Peña) pasan de la veintena,
documentados con dibujos,
fotografías y descripciones de
monumentos que resaltan la
riqueza de la herencia cristia-
na en Siria. Su trabajo, espe-
cialmente el inmenso archivo
fotográfico resultante de una
larga actividad en la zona, es sin
duda invaluable para reconstruir
lo que hoy ha sido destruido por
la furia de los dramáticos hechos
que asolan Siria desde 2011. Los
tres frailes recibieron el reco-
nocimiento especial tanto de la
Santa Sede, como del gobierno
sirio.

descubrimientos de mosaicos
bizantinos, por las exposiciones,
restauraciones y puesta en valor
del patrimonio arqueológico de
Oriente Medio. Sus actividades de
campo comenzaron en el verano
de 1973, con una campaña rea-
lizada con el padre Bagatti en el
sitio de Khirbet al-Mukhayyat.
En 1976, con el nombramiento
como jefe de la misión arqueo-
lógica de la Custodia de Tierra
Santa en Jordania, Piccirillo des-
enterró el espléndido mosaico del
antiguo Diakonicon -Baptisterio-
datado entre 530-531 d.C. Desde
finales de los setenta y principios
de los ochenta, Piccirillo recopi-
ló una enorme documentación
© Colección Stansilao Loffreda/SBF
sobre los principales monumen-
tos bizantinos de sitios como
Madaba, Khirbet al-Mukhay-
yat, Ma’in y ‘Ayun Musa, des-
cribiendo los suelos de mosaico
que salieron a la luz, dibujando
planos de edificios y fotografian-
do inscripciones y esculturas;
también participó, como numis-
mático, en las excavaciones del
Studium Biblicum Franciscanum
de la fortaleza herodiana de
Maqueronte. El proyecto más
ambicioso se inició en 1986 en
Umm ar-Rasas, donde las ins-
cripciones del mosaico en griego,
con fechas precisas, permitieron
reconstruir una secuencia cro-
nológica caracterizada por una
El P. Ignacio Peña.
planificación real del edificio,
que se inició con la construcción
de la iglesia del Relicario (586
La autoridad reconocida d.C.) y concluyó con la iglesia de
san Esteban, construida en el 718
Entre los alumnos más famosos d.C. y restaurada en 756 d.C. El
del padre Bagatti, destaca una padre Piccirillo también fue el
gran autoridad, fray Michele responsable de la concepción de
Piccirillo (1941-2008). Conocido la exposición “Los mosaicos de
sobre todo por sus estudios sobre Jordania” inaugurada en Roma,
geografía bíblica, por las exca- en el Palazzo Venezia (1986). El
vaciones e investigaciones en éxito alcanzado permitió, en los
Jordania, por los sensacionales años siguientes, la organización
MARZO-ABRIL 2021
100
años
1921-2021
de una gira mundial que llevó la
exposición a Viena, Klagenfurt,
Münster, Múnich, Ettlingen,
Berlín Este, Lyon, Spilimbergo,
Bérgamo y Åarhus. Un resul-
tado importante lo obtuvo en
1995, cuando se le concedió el
permiso para visitar la ribera
del Jordán, militarizada desde
1967. En esa ocasión identificó
los restos de ‘Ainon Sapsaphas,
identificado por los peregrinos
de la antigüedad tardía con el
sitio de Bautismo de Jesús, donde
propuso la creación de un parque
arqueológico, que cobraría vida
después de las necesarias exca-
vaciones del Departamento de
Antigüedades, iniciadas en 1997
y que habría aclarado la aparien-
cia de los primeros monumentos
cristianos relacionados con el
sitio del Bautismo.
Las figuras brevemente descri-
tas hasta ahora por los ilustres
arqueólogos del SBF son solo una
parte de un colectivo dedicado a
la investigación; eruditos que con
gran empeño y fe trataron (y lo
siguen haciendo hoy) los monu-
mentos que les fueron confiados.
No solo son autores acredita-
dos de contribuciones científi-
cas, libros, artículos, conferen-
cias y congresos, sino también
hábiles divulgadores, guías de
peregrinos y para todos aque-
llos que quisieron acercarse a
la historia milenaria de Tierra
Santa, su complejidad histórica
antigua y moderna. Ciertamente,
sus figuras polifacéticas deben
ser exploradas más a fondo; sin
embargo, su humildad, sus dones
personales y su entrega perma-
necen impresos en quienes los
conocieron y continuarán fasci-
nando e inspirando a las gene-
raciones futuras.
Entre los arqueólogos vivos
destaca Eugenio Mario Alliata
TIERRA SANTA 47
ARQUEOLOGÍA

© Colección Stansilao Loffreda/SBF

De izquierda a derecha,
los PP. Franciscanos
Bagatti, Testa y Loffreda
 100
años
1921-2021

© Archivo SBF

Fray Eugenio Alliata a la entrada

del Terra Sancta Museum.

OFM, nacido en 1949 en Novara,

Italia. En 1982 obtuvo una licen-
ciatura en Teología Bíblica en el
Estudio Bíblico Franciscano en
Jerusalén. En 1985 se licenció en
arqueología cristiana en el Pon-
tificio Instituto de Arqueología
Cristiana de Roma.
Colaboró con Bellarmino Baga-
tti, Virgilio Corbo y Stanislao
Loffreda y participó en nume-
rosas campañas de excavación
en el Medio Oriente, Israel y
Jordania (Nazaret, Ein Kerem,
Monte Nebo, Umm ar-Rasas,
Cafarnaum, Kefar Kanna). Está
considerado uno de los mayores
expertos en arqueología del cris-
tianismo original de Palestina.
Actualmente, Eugenio Alliata
es profesor de Arqueología Paleo-
cristiana en el SBF y director del
© Archivo SBF

museo arqueológico de la Flage-

lación en la Vía Dolorosa (Terra
Sancta Museum) y ha supervisado
las últimas obras de restauración
Fr. Michele Piccirillo.
del Santo Sepulcro.

MARZO-ABRIL 2021 TIERRA SANTA 49

© Library of Congress Prints and Photographs Division Washington

Monte Nebo. “Jebel Nebba”. Capilla de Santa María.

Mostrando ruinas del ábside y del suelo (1933-1934).
 100
años
1921-2021

ARQUEOLOGÍA

Principales
hallazgos
arqueológicos
franciscanos
ARQUEOLOGÍA

El interés de los frailes de la Custodia de Tierra Santa por la

arqueología ha hecho posible escribir páginas extraordinarias
en el campo de las ciencias bíblicas. Desde los años treinta
hasta hoy, un compromiso que continúa y se fortalece.

DAVIDE BIANCHI
Arqueólogo, Universidad de Viena

Traducción A. C.

E
l redescubrimiento de
los lugares evangéli-
cos y paleocristianos
más significativos de
Tierra Santa, que tuvo
lugar durante el siglo pasado, se
debe a la constante y fructífera
investigación realizada por los
arqueólogos franciscanos en
aquellos lugares particularmente
vinculados a la vida y magiste-
rio de Jesucristo. El interés de
los eruditos franciscanos por
la arqueología bíblica está, de
hecho, intrínsecamente relacio-
nado con la naturaleza misma
de la Custodia de Tierra Santa,
cuya misión, que se remonta al
viaje de San Francisco a Oriente
Medio, consiste en proteger y
preservar la herencia material,
los santuarios y el patrimonio
de las comunidades cristianas
en Palestina. Las excavaciones
arqueológicas en estos territorios
comenzaron conjuntamente con
la fundación del Studium Biblicum
Franciscanum (SBF), un institu-
to científico concebido en 1901
y en plena actividad desde 1924,
destinado a la formación bíblica
de religiosos y laicos y caracte-
rizado por un énfasis dirigido
no solo al análisis filológico y
exegético de las Sagradas Escri-
turas, sino también al contexto
histórico, topográfico y arqueo-
lógico en el que se enmarcan los
relatos evangélicos. Considerada,
por tanto, en un horizonte más
amplio, Tierra Santa se confi-
gura como la patria de los epi-
sodios bíblicos, así como de la
propia Biblia, y para conocerla
en profundidad el estudioso debe
sumergirse en el entorno vital
del que surgió el Libro sacro,
sabiendo captar los ricos ecos del
pasado y ​​ los estímulos actuales.
Moisés y el Monte Nebo
El Memorial de Moisés en el
Monte Nebo en Jordania fue la
excavación más importante
de los arqueólogos del SBF y la
cantera donde se capacitaron
las primeras generaciones de
profesores y estudiantes. Las
campañas arqueológicas fueron
dirigidas por el padre Sylvester
Saller, de 1933 a 1937, y sacaron a
la luz un vasto complejo monás-
tico de unos 6.640 metros cua-
drados construido en la cima de
la montaña. La investigación fue
reanudada en 1963 por el padre
Virgilio Corbo y luego conti-
nuó de 1976 a 2008 con el padre
Michele Piccirillo. Como parte del
reciente trabajo de restauración
y consolidación de las ruinas, el
padre Eugenio Alliata realizó una
serie de investigaciones arqueo-
lógicas entre 2012 y 2014.
El santuario de la cima del
Monte Nebo fue construido a
partir del siglo IV en el lugar
donde Moisés pudo contemplar
la Tierra Prometida poco antes de
su muerte (Dt, 34,6). El conjunto
monástico se desarrolló alrede-
dor de una iglesia de tres naves,
caracterizada por la presencia de
un sepulcro privilegiado cons-
truido bajo el presbiterio. En
una segunda fase arquitectóni-
ca, fechada en la segunda mitad
del siglo VI, el santuario sufrió
una importante restauración que
supuso el derribo de los edificios
existentes y la construcción de
una basílica con nártex y un nue-
vo presbiterio triabsidial. En 597-
598, en la época del obispo Sergio
de Madaba y el abad Martirio, la
iglesia se enriqueció con un dia-
conicon en el lado norte, mientras
que un nuevo baptisterio, segui-

52 TIERRA SANTA MARZO-ABRIL 2021


© Diy13/iStock Mosaico con escenas de caza identificado por Michele Piccirillo en el diaconicon-
baptisterio norte de la iglesia del Monte Nebo, obra de los mosaiquistas Soelo,
do unas décadas más tarde por la
capilla de la Theotokos, se cons-
truyó en el lado sur de la iglesia.
Destaca el maravilloso mosaico
con escenas de caza identificado
por Michele Piccirillo en el diaco-
nicon-baptisterio del lado norte,
obra de los mosaiquistas Soelo,
Kaiomo y Elia que lo realizaron,
según plasmaron en el mosaico,
en agosto 530-531.
El Monte de los olivos
En 1949, pocos años después de
las investigaciones en el monte
Nebo, el padre Sylvester Saller
excavó la iglesia paleocristia-
na construida en el siglo IV en
Betania, en la aldea de Lázaro.
Las secuencias estratigráficas
Kaiomo y Elia fechado en la propia inscripción en agosto de 530-531.
identificadas por el arqueólogo
permitieron conocer la fase de
expansión del edificio bizanti-
no y su reconstrucción por los
cruzados en el siglo XII. Tres
niveles de mosaicos pavimen-
tales se correspondían con las
tres fases arquitectónicas, como
lo demuestran las evidencias en
el muro. La iglesia de Betania
estaba unida por un atrio y un
corredor a la tumba de Lázaro (Jn
11). En la zona sur del santuario,
Saller desenterró el monasterio
femenino construido por la rei-
na Melisenda, esposa de Fulco
d’Anjou en 1138.
En la otra pendiente del Mon-
te de los Olivos, la occidental,
los padres Bellarmino Bagat-
ti y Sylvester Saller excavaron
MARZO-ABRIL 2021
100
años
1921-2021
entre 1953 y 1955 un monasterio
bizantino y un gran sector de la
necrópolis de Jerusalén ubicado
en correspondencia con el san-
tuario del Dominus Flevit (Lc 19,
41-44). Los estudios de Saller
sobre el ajuar funerario de las
tumbas, atribuibles cronológi-
camente entre el final de la Edad
del Bronce Medio y la Edad del
Bronce Tardío (siglos XVI-XIV
a.C.), han aportado nuevos cono-
cimientos sobre la cultura mate-
rial del asentamiento jebuseo,
sobre su comercio y relaciones
con Egipto y el mundo micénico.
La necrópolis del Monte de los
Olivos, que se mantuvo en uso
incluso en los períodos helenísti-
co, romano y bizantino, albergaba
numerosos sarcófagos y osarios
TIERRA SANTA 53
ARQUEOLOGÍA

El pueblo de Betania entre 1898 y 1946. Se observa la mezquita © Library of Congress

Prints and Photographs
Al Uzair, construida al final del Imperio Otomano. Los franciscanos Division Washington
adquirieron las casas adosadas a la mezquita en 1950.

con ricas decoraciones. Algunas

de ellas, datadas entre los siglos
II-III d.C., llevan los nombres de
los difuntos en griego, arameo y
hebreo, acompañados de carteles,
cruces y en un caso el monograma
de Cristo. El análisis de los nom-
bres de origen neotestamentario
y de las decoraciones grabadas
en los osarios proporcionó a los
arqueólogos franciscanos un
importante testimonio de la vida
cotidiana y las prácticas fune-
rarias de la primera comunidad
cristiana de Jerusalén.
La Galilea a plena luz
Nazaret, el pueblo de Galilea
donde Jesús pasó su juventud
antes de comenzar su predica-
Las excavaciones del Monte Nebo en
Jordania fueron las más importantes de
los arqueólogos franciscanos
ción (Mt 13,55), fue investiga-
do sistemáticamente en varias
campañas arqueológicas bajo la
dirección del padre Prospèr Viaud
en el año 1909 y más tarde por
los padres Bellarmino Bagatti y
Emanuele Testa entre los años
1956-1970. El foco de la investi-
gación se centró en la gran basí-
lica cruzada (75 metros de largo
y 33 metros de ancho) construida
en 1099 por el Príncipe de Galilea,
Tancredo, sobre los restos de un
complejo bizantino conocido por
las crónicas de los peregrinos
y que englobaba la así llamada
Gruta de la Anunciación. De la
iglesia medieval se conservan los
maravillosos capiteles decorados
con algunas representaciones de
Cristo y los Apóstoles.
Las actividades de excavación,
continuadas bajo los mosaicos de
la iglesia y el monasterio bizan-
tino, permitieron identificar
numerosos elementos arqui-
tectónicos enlucidos - perte-
necientes a un edificio anterior
- con una serie de grafitis cris-
tianos grabados entre los que se

54 TIERRA SANTA MARZO-ABRIL 2021

 100
años
1921-2021

© Svarshik/iStock Cueva funeraria 3, adyacente a la cueva 2, es la más cercana

a la entrada de Dominus Flevit. Aquí también hay docenas
de osarios de piedra, cámaras funerarias y sarcófagos.

encuentra el conocido saludo a
la Virgen: Jaire Maria, Ave María
(de la inscripción griega original
Xe Μαρία).
A unos cincuenta kilómetros de
Nazaret se encuentra Cafarnaúm,
el pueblo que domina las orillas
del lago de Galilea donde Jesús
vino a vivir cuando comenzó
su ministerio (Mt 4, 13-14). Las
ruinas del asentamiento fue-
ron investigadas extensamente
por arqueólogos franciscanos
durante numerosas misiones
de excavación: en 1905-1914 por
fray Wendelin von Benden; en
1921-1926 por el padre Gauden-
zio Orfali; de 1968 a 1982 hubo
diecinueve campañas dirigidas
por los padres Virgilio Corbo y
Stanislao Loffreda. Este últi-
mo volvió a trabajar en el sitio
de 2000 a 2003 trabajando las
fases árabe y bizantina de la zona
residencial ubicada al este de la
Casa de Pedro.
El asentamiento de Cafar-
naúm, caracterizado topográ-
ficamente por un diseño regu-
lar de Hippodameo, se dividió en
insulae dentro de las cuales se
levantaron unidades de vivienda
construidas con muros “a seco”
de basalto. El descubrimiento
más importante tuvo lugar en el
centro de la ínsula sagrada, don-
de se erigía una iglesia octogonal
de época bizantina, que se cons-
truyó sobre la llamada domus
ecclesiae, lugar de encuentro
religioso de la comunidad cuyas
primeras fases se datan en el
siglo I d.C. Esta sala, ampliada
en el siglo IV, fue objeto de la
veneración de los peregrinos
cristianos que la identificaron
como la “Casa de Pedro”, en la
que permaneció Jesús, como es
mencionado en el Evangelio (Mc
1,27-2,12). Los numerosos frag-
mentos de revoque pintados y
decorados con motivos geomé-
tricos y florales pertenecientes a
las paredes de la domus ecclesiae,
contienen numerosos grafitis,
grabados por devotos y pare-
cen confirmar la descripción
que la peregrina Egeria hizo en
su itinerario a finales del siglo
IV: ”En Cafarnaúm, la casa del
príncipe de los apóstoles se con-
virtió en iglesia; pero los muros
de la casa aún se conservan“.

MARZO-ABRIL 2021 TIERRA SANTA 55

ARQUEOLOGÍA
Uno de los capiteles hallados en las excavaciones de Nazaret
que actualmente se exhibe en el Terra Sancta Museum.
A pocos metros de la iglesia
bizantina se encuentran las rui-
nas de una grandiosa sinagoga
de piedra blanca construida casi
al mismo tiempo que el edificio
cristiano. Las investigaciones
arqueológicas han permitido
identificar una fase anterior del
edificio perteneciente a la fase
helenístico-romana del pueblo.
Jerusalén y el corazón de
Judea
No se prestó menos atención al
estudio de los santuarios cris-
tianos de Judea, en particular
la basílica del Santo Sepulcro
en Jerusalén. Entre 1960 y 1973,
paralelamente a la restauración
del edificio, el padre Virgilio Cor-
56 TIERRA SANTA MARZO-ABRIL 2021
bo dirigió una serie de investiga-
ciones y estudios arqueológicos
sobre la arquitectura del conjunto
eclesiástico, cuyos resultados
se publicaron con indiscutible
minuciosidad. El estudio de Cor-
bo produjo un análisis diacróni-
co de las fases arquitectónicas
del complejo constantiniano
del Santo Sepulcro, aportando
también nuevos detalles sobre
las posteriores restauraciones
promovidas por Modesto, por el
emperador Constantino Mono-
maco y sobre la reestructuración
de la época cruzada. Los resul-
tados de estas excavaciones aún
constituyen la base de las recien-
tes investigaciones del edículo
realizadas en 2016 y aún en curso.
Otras investigaciones se lle-
© Fr. Petrus OFM
varon a cabo en Jerusalén, en
particular en el Monte Sión, en
Ain Karem, en el Santuario de la
Ascensión en el Monte de los Oli-
vos y en la llamada Tumba de la
Virgen, en el Valle de Josafat. No
muy lejos, en el huerto de Getse-
maní, en 1919 el padre Gauden-
zio Orfali dirigió una excavación
que sacó a la luz las ruinas de la
basílica cruzada del Santísimo
Salvador, construida en el lugar
de la oración solitaria de Jesús (Lc
22, 39- 46). Las investigaciones
también permitieron identificar
los restos de la “iglesia elegante”
vista por la peregrina Egeria a
finales del siglo IV y luego incor-
porada a la actual Basílica de la
Agonía construida por el arqui-
tecto Antonio Barluzzi.

© Archivo de SBF.
Uno de los temas privilegiados
de la investigación histórico-ar-
queológica del SBF fue el estu-
dio de los conjuntos monásticos
que surgieron en el desierto de
Judá, destacando sobre todo los
aspectos de la vida cotidiana de
las comunidades monásticas.
Entre los monasterios excavados
por el padre Virgilio Corbo, pode-
mos enumerar: Siyar el-Ghanam,
Khirbet Abu Ghunneim, Khir-
bet Luqa, Khirbet Mazmuriya,
Khirbet Deir el-’Amud, Khirbet
Makhrum, Khirbet Juhdhom y
Bir el-Qutt, donde se descubrió
un mosaico pavimental con una
de las inscripciones más antiguas
en idioma georgiano.
100
años
1921-2021
Cuando compraron la tierra de Cafarnaún en 1890, los franciscanos
adquirieron también algunas ruinas antiguas que estaban a ras de la
superficie. La iglesia octogonal del periodo bizantino fue exhibida
en 1921 por el padre Gaudenzio Orfali, aunque sería en 1968
cuando fue identificada para construir encima de lo que una vez fue
la casa del apóstol Pedro o, mejor dicho, de su suegra.
Retorno a Jordania famoso mosaico encontrado en
la iglesia de San Jorge en Madaba
Al trazar un resumen concluyen- con representación topográfica
te de los descubrimientos hechos detallada de Tierra Santa y la
por los franciscanos en Jorda- ciudad de Jerusalén.
nia, los maravillosos mosaicos Los hallazgos arqueológicos
bizantinos encontrados por el de estos sitios se conservan aho-
padre Piccirillo en el yacimiento ra en la sección del Terra Sancta
de Umm ar-Rasas merecen espe- Museum ubicada en el convento
cial atención. de la Flagelación, en Jerusalén,
Los pavimentos, realizados con que actualmente es centro de un
gran habilidad por los mosai- ambicioso proyecto de renova-
quistas, atestiguan el gran flo- ción. Hoy, a esta institución se le
recimiento de esta técnica en la ha encomendado la tarea no solo
antigüedad tardía y forman parte de preservar y poner a disposi-
del rico patrimonio musivo de la ción los testimonios materiales
región que también incluye el de la tierra de Jesús, sino tam-
MARZO-ABRIL 2021 TIERRA SANTA 57
ARQUEOLOGÍA

58 TIERRA SANTA MARZO-ABRIL 2021

 100
años
1921-2021

Madaba, Jordania. Antiguo mapa del siglo VI en la iglesia ortodoxa © bpperry/iStock

de S. Jorge descubierto en 1884 que representa la Tierra Santa,
incluida Jerusalén, el río Jordán y el Mar Muerto en el siglo VI d.C. MARZO-ABRIL 2021 TIERRA SANTA 59
ARQUEOLOGÍA
Excavaciones de Getsemaní en el Huerto de la Agonía hacia 1919 que conducirán
al descubrimiento de restos de una iglesia del siglo IV y de una iglesia medieval.
bién de contar a los peregrinos y
turistas la labor de los arqueó-
logos del Studium y su decisiva
contribución al conocimiento y
revalorización de un patrimonio
artístico, histórico y religioso de
primera importancia.
Terra Sancta Museum
En la entrada del Terra Sancta
Museum el visitante es recibido
por imágenes de los grandes
arqueólogos del Studium Bibli-
cum Franciscanum de Jerusalén:
del Padre Bagatti a Piccirillo,
de Corbo a Loffreda. Es el tri-
buto correcto y adecuado para
quienes han trabajado duran-
te el transcurso de un siglo
para profundizar en el conoci-
miento de la Biblia a través de
60 TIERRA SANTA MARZO-ABRIL 2021
la arqueología y el estudio de
las fuentes históricas. El Terra
Sancta Museum de Jerusalén es
una herramienta extraordinaria
para aprender más sobre la vida
cotidiana en la época de Jesús y
los lugares vinculados a la vida
del Señor.
El Terra Sancta Museum, que
inauguró su sección arqueológica
en 2018 después de la multime-
dia en 2016, está ubicado en el
convento de la Flagelación, en la
Vía Dolorosa de la Ciudad Vieja.
La sección histórica aún está en
construcción en el convento de
San Salvador, sede de la Custodia
de Tierra Santa.
El director del museo es el
arqueólogo padre Eugenio Allia-
ta, quien señala: “Los frailes siem-
pre han cuidado la Tierra Santa
© Library of Congress
Prints and Photographs
Division Washington
desde un punto de vista espiritual
y material. No solo son custodios de
las piedras, sino también del espí-
ritu de estos lugares. En este senti-
do, por tanto, prosigue la realiza-
ción del proyecto del Terra Sancta
Museum, fuertemente deseado por
los franciscanos para preservar la
memoria cristiana donde se desa-
rrolló la vida terrena de Jesús”.
A partir de febrero de 2019,
también está disponible una
aplicación multilingüe para
los visitantes del Terra Sancta
Museum en Jerusalén. Puedes
descargarlo gratis en tu teléfono
móvil y luego dejarte guiar por el
interior de sus estancias.
Para obtener información
sobre el Terra Sancta Museum:
www.terrasanctamuseum.org
 100
años
1921-2021

100 AÑOS DE BIBLIA

Tierra Santa
Cien años
descubrimientos
de
y estudio de la Biblia
© Lakeview_Images/iStock

Jarra típica de Qumrán

delante del rollo de Isaías.
100 AÑOS DE BIBLIA

Siendo básicamente un testimonio de Dios y de la historia

sagrada de los hombres, la Biblia es también un libro de la
geografía de la tierra santa, desde el desierto de Arabia al
Mar Mediterráneo, desde Egipto a Mesopotamia y el sur de la
actual Turquía, lugares donde se produjeron los acontecimientos
narrados en ella y se conservan testimonios de su entorno y
despliegue cultural. Casi todos esos lugares se conocían bien y
se estudiaban (y visitaban) hace más de un siglo. Pero algunos
han sido re-descubiertos y revalorizados en los últimos cien años
ofreciéndonos una comprensión más honda del mensaje bíblico.

XABIER PIKAZA
Teólogo y biblista

E
sos descubrimientos
han sido estudiados,
además, con interés
especial por institu-
ciones de investiga-
ción y enseñanza cuya sede está
en Jerusalén: Universidad Hebrea
del Monte Scopus (fundada el
1918), Escuela Bíblica y Arqueológi-
ca de los Dominicos de San Esteban
(1882), Estudio Bíblico Francis-
cano (fundado el 1924). En esa
línea he querido evocar algunos
lugares muy significativos para
el estudio de la Biblia, destacan-
do (Ugarit, Qumrán, Cafarnaúm y
Nag Hamaddi), no porque sean
más importantes que Jerusalén,
Siquem o el Sinaí, sino porque
han sido “descubiertos” y estu-
diados de un modo muy intenso
en este último siglo y porque nos
han permitido conocer con más
precisión no sólo el entorno, sino
el mismo contenido de la Biblia.
Hay otros lugares también (re-)
descubiertos o mejor estudia-
dos en el último siglo, no sólo al
oriente del Jordán (Ebla y Mari,
Monte Nebo y Maqueronte etc.),
sino en la misma Palestina
(Nazaret y Cesarea del Mar, Jericó
y Meguido etc), con varias zonas crearon un primer alfabeto de
del entorno de Jerusalén, pero treinta letras, dejándonos como
los cuatro citados me parecen legado cultural no solo docu-
más significativos, en línea de mentos de tipo administrativo
estudio de la Biblia, pues lo que (en varias lenguas), sino los mitos
allí se ha descubierto nos permite y textos religiosos más impor-
situar mejor su sustrato siro-ca- tantes de su tiempo, escritos en
naneo (Ugarit), las tendencias del ugarítico. La ciudad había sido
judaísmo antiguo (Qumrán), la creada en tiempo mucho más
novedad cristiana (Cafarnaúm) y antiguo, pero alcanzó su esplen-
un despliegue posterior del Nue- dor entre el 1500 y el 1180 a.C., año
vo Testamento (Nag-Hammadi), en que fue destruida y quemada
como seguiré indicando. por una invasión de “pueblos del
mar”, pero con la suerte de que
Ugarit, cultura y religión pudieron conservarse casi intac-
cananea en el principio de tas sus bibliotecas (de templo y
la Biblia palacio), escritas sobre tabillas
de barro cocido.
Ugarit fue una ciudad-estado La ciudad de Ugarit se conocía
al norte de Fenicia (en la actual por referencia de textos egipcios,
Siria), que tenía una lengua seme- acádicos e hititas, pero sólo fue
jante al proto-hebreo (cananeo) descubierta y excavada a par-
y era centro de comercio entre tir del año 1928, con campañas
Mesopotamia, el imperio hitita posteriores (1958, 1973 y 1994). El
y Egipto. Los letrados de Ugarit estudio de sus tablillas, muy bien
Ugarit nos dejó como legado un primer
alfabeto de treinta letras y los mitos y
textos religiosos más importantes de su
tiempo, escritos en ugarítico

62 TIERRA SANTA MARZO-ABRIL 2021


Tablilla ugarítica en escritura cuneiforme.
conservadas, nos ha permitido
conocer con enorme precisión
el tipo de lengua, cultura y reli-
gión de los habitantes de la Tierra
Santa entre el siglo XV y XI a.C.,
en el tiempo de formación del
judaísmo antiguo.
Fuimos muchos los que, entre
el año 1968 y 1975, analizamos
los textos religiosos de Ugarit,
bajo la dirección del profesor M.
Dahood, en el Instituto Bíblico de
Roma, como base para el conoci-
miento de la Biblia Hebrea, en un
momento en que parecía impo-
nerse un tipo de pan-ugaritismo,
y muchos afirmaban que esos
textos eran esenciales para el
conocimiento del Antiguo Tes-
tamento. Aquel entusiasmo ha
quedado luego rebajado, pero
todos saben hoy que la Biblia de
Israel ha nacido en un riquísimo
enclave cultural, en una zona de
encuentro entre comerciantes
de estepa y mar, agricultores y
pastores, y que en su entorno se
crearon los primeros alfabetos y
se escribieron los mitos religio-
sos más elaborados de finales del
milenio II a.C., tal como aparecen
en los textos de Ugarit.
- En esos textos aparece una
pareja divina engendradora,
Padre-Madre (Ilu-Athiratu, El-As-
hera), situada en el origen de las
grandes aguas primordiales. Sólo
tras un intenso enfrentamiento
con esa pareja divina, Yahvé, dios
MARZO-ABRIL 2021
100
años
1921-2021
hebreo, asumirá los rasgos pater-
nos de Ilu/El, tomando así figura
de Padre, eliminando o borrando
los rasgos de Ashera, su antigua
esposa, y presentándose como
Dios único y trascendente sobre
todos los pueblos del mundo.
- Junto a esa pareja parece
destacar el gran Señor divino, que
es Baal, vinculado a la potencia
sexual y a la cosecha, y final-
mente al dinero, dios que ha
vencido a Yammu, el mar adver-
so, luchando después contra
Mot, la muerte, y empareján-
dose con su hermana/consorte
Anat/Astarté. Yahvé, Dios bíblico,
asumirá rasgos de esa Baal/Balu
cananeo, teniendo que vencerlo,
como hará en el Monte Carmelo,
ocupando su lugar y realizando
sus funciones de un modo más
alto (cf. 1 R 18).
Desde ese fondo cananeo de los
mitos de Ugarit se entiende hoy
mejor la prehistoria de la reli-
gión israelita, con la novedad de
Yahvé, Dios que asume rasgos de
El/Ilu, pero sin Ashera esposa,
venciendo a Baal y ocupando su
altura divina, como liberador de
los hebreos antes oprimidos.
Qumrán, “Biblia” y religión
de los esenios
Si Ugarit está en la base de
nuestro conocimiento de la
Biblia hebrea, hacia su final se
halla Qumrán, un asentamiento
semi-monástico de la ribera del
Mar Muerto, habitado por un tipo
de esenios desde el siglo II a.C.
hasta el año 68 d.C., año en que
fue destruido por los romanos.
Las bibliotecas de Ugarit se con-
servaron por estar escritas en
tablillas de cerámica, resistentes
al fuego; los rollos de Qumrán,
escritos sobre piel de cabra, se
TIERRA SANTA 63
© SeanPavonePhoto/iStock
100 AÑOS DE BIBLIA

Cueva 4 de Qumrán,
en las ruinas de
Khirbet Qumran en
el desierto de Israel.

han conservado porque fueron
escondidos en cuevas secas del
monte y desierto del entorno,
ante la llegada del ejército roma-
no, permaneciendo allí hasta ser
descubiertos por pastores bedui-
nos el año 1947.
El asentamiento principal
de los esenios y sus cuevas de
refugio fueron excavadas y estu-
diadas por muchos investiga-
dores, entre los que destaca R.
de Vaux, de la Escuela Bíblica
de los Dominicos de Jerusalén.
Sus rollos contienen la más fas-
cinante biblioteca del final del
judaísmo antiguo, con libros del
AT en su original hebreo (Isaías,
1 Samuel etc.), apócrifos judíos de
tipo sapiencial y apocalíptico (1
Henoc, Jubileos, Testamentos de
los XII patriarcas etc.), comenta-
rios o glosas (pesher) a libros del
AT, y finalmente textos propios
de la comunidad esenia, como
sus Reglas de vida y sus Himnos.
Entre sus textos destaca la Regla
de la Comunidad, donde se dice
que ellos, los esenios, forman
una asociación excluyente de
judíos puros o elegidos que «se
han separado de la congregación
de los hombres de iniquidad, para
formar una comunidad en la Ley
y en los bienes... y para participar
en el alimento puro de los hom-
bres de santidad» (1QS 5, 1-2.13).
Estos esenios formaban una
comunidad de hombres intacha-
bles, centrados en el estudio e
interpretación de la Biblia y de
otros textos “apócrifos” de gran
interés. Dedicaban su vida a la
alabanza de Dios, sin sacrifi-
cios de animales. Su signo más
importante era la comida diaria,
celebrada en común, como signo
y anticipo del fin de los tiempos,
como pone de relieve la Regla de
la Congregación, donde se dice
que al fin de los tiempos “el Gran
Sacerdote entrará a la cabeza de
toda la Congregación de Israel,
después vendrán los jefes de los
hijos de Aarón, sacerdotes, con-
vocados a la reunión, conforme a
su dignidad”, reinterpretando de
esa forma las profecías y espe-
ranzas del Antiguo Testamento
(cf. 1QSa II, 11-21).
Esos esenios de Qumrán for-
maban, por tanto, un grupo espe-
cializado de estudiosos cumpli-
dores de la Biblia, aguardando la
llegada de un Mesías militar o
sacerdotal. De esa forma, cada
vez que ellos se reunían actuali-
zaban en su vida las esperanzas
antiguas de la Biblia, como si
fueran ellos mismos una Sagrada
Escritura viviente de hombres
puros que evocaban y preparaban
la culminación de los tiempos.
Y, sin embargo, el Mesías que
esperaban en Qumrán no llegó,
sino que se “acercaron” más bien
los romanos, en la campaña del
67-70 d. C.
Los esenios de Qumrán eran hombres
puros que preparaban la culminación de
los tiempos
Temerosos ante su venida, los
esenios de Qumrán escondieron
sus rollos, primero cuidadosa-
mente y luego con prisa, en las
cuevas del entorno, junto al Mar
Muerto, para recuperarlos tras la
guerra. Pero no pudieron hacer-
lo, pues la guerra fue de muerte.
De esa forma, los manuscritos
siguieron en las cuevas, hasta
que fueron descubiertos casual-
mente el año 1947, ofreciéndonos
el mejor conocimiento posible de
un tipo de judaísmo del tiempo
final del AT, cercano al de ciertos
grupos del entorno de Jesús y del
Nuevo Testamento.
MARZO-ABRIL 2021
100
años
1921-2021
Cafarnaúm de Galilea, en
el comienzo de la Biblia
cristiana.
Quizá el mayor descubrimiento
“geográfico” para el estudio del
NT en los últimos cien años se ha
realizado en diversos lugares de
Galilea, entre los que destaca el
de Cafarnaúm, población exca-
vada e interpretada por los profe-
sores del Estudio Franciscano de
Jerusalén. Se venía diciendo con
frecuencia que Galilea era una
tierra básicamente paganizada,
y que Jesús y sus primeros segui-
dores crearon un movimiento de
protesta “antijudía”, con fuertes
rasgos de helenismo, con un tipo
de religiosidad de tipo siro-feni-
cio más que israelita.
En contra de eso, los estu-
dios de fondo de los profesores
franciscanos y de otros inves-
tigadores han descubierto que
Galilea había sido intensamen-
te rejudaizada a partir de los
asentamientos realizados por
Aristóbulo (104-103 a.C.), primer
rey-sacerdote oficial asmoneo
(macabeo) de Jerusalén, pues
muchos habitantes de la zona
se circuncidaban y adoptaban
las “costumbres” (leyes, forma
de vida) del judaísmo y otros
muchos judíos de varios lugares
se asentaron allí como colonos.
Galilea se convirtió en una tie-
rra fuertemente judía. Es normal
que, entre los nuevos colonos,
venidos muchos de ellos de Judea
hubiera “descendientes” de la
línea “nazorea” de David, oriun-
dos quizá de Belén. Es probable
TIERRA SANTA 65
© Jacek_Sopotnicki/iStock 100 AÑOS DE BIBLIA
Vista aérea de Cafarnaúm
junto al Mar de Galilea.
que ellos fueran los fundadores
de Nazara/Nazaret y que quisie-
ran recrear en Galilea el antiguo
ideal israelita, vinculado a las
tradiciones del Éxodo y la Alian-
za, apelando a la memoria del
profeta Elías (que había actuado
en esa zona), y retomando de un
modo especial las promesas de
bendición y plenitud de David,
con la llegada del Reino de Dios
(tiempos mesiánicos).
Cafarnaúm era una población bien
comunicada que no pasaba de los mil
habitantes
Los descubrimientos arqueoló-
gicos de campo han mostrado que
los galileos del tiempo de Jesús
tenían rasgos propios, pero eran
muy judíos de religión y desta-
caban por su fuerte coherencia
nacional y religiosa. Su judaísmo
66 TIERRA SANTA MARZO-ABRIL 2021
se mostraba de un modo especial
por el hecho de que habían optado
por Jerusalén y sus tradiciones,
en contra de los samaritanos de
Siquem y el monte Garizim, la
zona intermedia (entre Judea y
Galilea). Entre las poblaciones de
Galilea, excavadas por los fran-
ciscanos V. C. Corbo y S. Loffreda,
destaca la de Cafarnaúm, entre
los años 1968 al 1986, y su estudio
nos permite conocer, de prime-
ra mano, el lugar y entorno de la
misión de Jesús y sus primeros
seguidores, confirmando las tra-
diciones básicas de los evangelios
sinópticos.
Cafarnaúm fue el centro de la
actividad de Jesús, cuando, tras
haber estado por un tiempo con
Juan Bautista en el entorno del
río Jordán y haber abandona-
do Nazaret (su lugar de origen),
inició su misión y mensaje en
el entorno del Lago de Galilea,
abierto por un lado a la franja
oriental de los gentiles (Decápo-
lis) y por otro a los movimiento
religiosos y sociales del nuevo
judaísmo, cerca de las dos “capi-
tales” políticas y comerciales de
la zona (Tiberíades y Magdala),
pero sin identificarse con ellas.
Como han mostrado los estu-
dios de los franciscanos, Cafar-
naúm no era una ciudad estricta-
mente dicha, sino una población
de campesinos, artesanos y pes-
cadores, que no pasaba de los mil
habitantes, pero se hallaba bien
comunicada, tanto por mar como
por tierra, en la zona central de la
Baja Galilea, en el reino/tetrar-
quía de Herodes Antipas, cerca
de Betsaida. Tenía una guarni-

© Library of Congress Prints and Photographs Division Washington
ción militar con un centurión
(según Mt 8, 5), un puesto de
“aduana”, con un recaudador de
impuestos, llamado Leví (Mc 2,
14) y una sinagoga, donde vino
a presentarse Jesús para iniciar
su mensaje (cf. Mc 1, 21-28). Eso
nos ha permitido situar el evan-
gelio de Jesús y el surgimiento de
la Biblia del Nuevo Testamento,
iniciada por la misión de unos
“galileos”, a los que ahora cono-
cemos mucho mejor, no sólo por
los libros de F. Josefo, sino por
los descubrimientos de campo,
a lo largo y a lo ancho de Galilea.
Nag Hammadi, en Egipto;
valor y riesgo de la Biblia
gnóstica
Nag Hammadi es un pequeño
poblado de Egipto, a unos 100
kilómetros al norte de Luxor, don-
de el año 1945 se descubrió una
importante biblioteca de 13 gran-
Nag Hammadi c.1947, Claremont Colleges Digital Library.
des códices y 51 textos, escritos
básicamente en copto, que pro-
vienen del monasterio cristiano
de Chenoboskion. Estos escritos, de
tendencia gnóstica, y que fueron
escondidos en un momento de
persecución, entre el siglo IV-V
d.C. son, en gran parte, una tra-
ducción de originales griegos de
los siglos II-III d.C. y ofrecen una
visión de conjunto de la variedad
y riqueza de los orígenes cristia-
nos, desde una perspectiva de
diálogo con la filosofía y religión
del entorno. La región donde se
encuentra Nag Hammadi era de
una gran actividad cenobítica y
monacal entre el final del siglo III
y todo el siglo IV, pues en ella se
asentó buena parte de la actividad
de los Padres del Desierto.
Esos textos de Nag Hammadi no
forman parte de la Biblia Canó-
nica, pero nos permiten conocer
mejor el despliegue final de la
Biblia judía y el entorno del sur-
MARZO-ABRIL 2021
100
años
1921-2021
Códices de la Biblioteca de
gimiento final del Nuevo Testa-
mento canónico, en los siglos II-III
d.C. En principio, el judaísmo no
puede llamarse gnóstico, porque
habla de una creación positiva de
Dios (y no de una caída del hom-
bre en la materia) y porque añade
que el hombre tiene una función
o tarea que cumplir en la historia
(no saliendo de ella). Sin embar-
go, algunos movimientos judíos
de los siglos anteriores a Jesús
(apocalípticos y sapienciales) han
mostrado tendencias cercanas a
la gnosis. Tampoco el cristianis-
mo puede llamarse “gnóstico” en
sentido estricto, pero hay muchos
puntos de enfrentamiento y con-
tacto entre los textos gnósticos
descubiertos en Nag Hammadi y
el Nuevo Testamento canónico de
la Iglesia cristiana.
Desde el trasfondo de los tex-
tos gnósticos pueden entenderse
algunos rasgos de la tradición
de Henoc y de los esenios de
TIERRA SANTA 67
100 AÑOS DE BIBLIA
Qumrán, que han influido pode-
rosamente en los siglos posterio-
res, en un tipo de mística judía
y de Cábala. Cuando los rabinos
judíos de los siglos II-III d.C. cri-
tican a los minim (herejes) no se
están refiriendo a los cristianos,
sino a un tipo de gnósticos judíos,
que diluyen y destruyen (o rein-
terpretan) la historia anterior de
Israel desde una perspectiva de
caída y salvación intimista de los
hombres, valorando la creación
como “pecado” del mismo Dios
y la salvación en el mundo como
una perversión de la humanidad.
Pero más que la gnosis judía
conocemos los sistemas gnós-
ticos que han surgido en torno o
a partir del cristianismo, reto-
68 TIERRA SANTA MARZO-ABRIL 2021
Según la leyenda “oficial”, Muḥammad
‘Alī se estaba recuperando de una disputa
de sangre, después de haber vengado el
asesinato de su padre en una escena
espantosa. Luego ensilló su camello y fue a
cavar en busca de fertilizante, y encontró
un frasco rojo. ¿Debería romperlo?
Muḥammad temía que un espíritu genio
pudiera acechar en su interior. Pero la
perspectiva del oro parecía aún más
probable, así que lo rompió para encontrar
libros. Se los llevó a casa y los tiró al lado
del horno, y su madre quemó algunos
© Library of Congress Prints and Photographs Division Washington
mientras cocinaba. Al final de una larga
historia con ventas y reventas de los
manuscritos, el gobierno egipcio acabó
expropiándolos y fueron a parar al Museo
Copto. En 1977​bajo la dirección de James
McConkey Robinson, se publicó en inglés
la traducción completa de todos los textos
de la Bibiblioteca de Nag Hammadi con el
título The Nag Hammadi Library in English.
Claremont Colleges Digital Library.
El más conocido de los
manuscritos hallados
en Nag Hammadi es el
Evangelio de Tomás
mando y, en gran parte, desfigu- tra de eso, los gnósticos de Nag
rando la enseñanza de San Pablo Hammadi abandonaron de algún
y del evangelio de Juan. Así lo han modo la raíz israelita de Jesús y
mostrado los textos ya citados de su evangelio, para volver a un
Nag Hammadi, en los que influye tipo de dualismo o lucha entre
además poderosamente el pensa- un Dios bueno y otro malo.
miento griego, abierto tras Platón Y con esto podemos terminar
hacia una especie de dualismo nuestro recorrido sobre el “entor-
donde el espíritu aparece como no geográfico” del estudio de la
bueno y la materia como cárcel/ Biblia, a luz de los descubrimiento
caverna donde el alma se hallaría y estudios de estos últimos cien
de algún modo cautivada. años, entre el 1921 y el 2021. Así
Entendida así, la gnosis viene culmina nuestra evocación de
a presentarse como una “Biblia estos cuatro lugares geográficos
fuera de la Biblia”, una Biblia que muy importante para comprender
invierte el camino del comienzo la Biblia, viniendo desde Ugarit al
de la Biblia, cuando los hebreos norte de la “Tierra Santa”, has-
antiguos superaron los “mitos” ta el sur de Egipto, pasando por
de Ugarit y confesaron la fe en Cafarnaúm de Galilea y Qumrán
el único Dios de Israel. En con- del Desierto de Judea.
 100
años
1921-2021

IGLESIA EN DIÁLOGO

69 Cuando Pedro
regresa a Jerusalén
Miguel Ángel Malavia

79 Judíos y católicos,
cien años de diálogo
Padre David Neuhaus SJ
Traducción A. Castillo

84 100 años en la sociedad árabe

del Medio Oriente
Fr. Aquilino Castillo Álvarez

98 «Que todos sean uno»

Ricardo Ruiz de la Serna

Cuando Pedro
regresa a
Jerusalén
En este siglo, nueve papas han
marcado la historia de Tierra Santa
MIGUEL ÁNGEL MALAVIA
© Nati Shohat / Flash90

El Papa Francisco coloca su oración en un

papel entre las grietas del Muro Occidental,
después de rezar en el muro, en la Ciudad
Vieja de Jerusalén, el 26 de mayo de 2014.
IGLESIA EN DIÁLOGO

Desde que Simón Pedro,

el apóstol elegido por
Jesús para constituir
su Iglesia, abandonara
Jerusalén para marchar
a Antioquía y acabar
sus días como mártir en
Roma, pasaron casi dos
milenios hasta que un
sucesor suyo pisara la
tierra en la que nació,
predicó, murió en la cruz
y resucitó el fundador del
cristianismo.
Fue Pablo VI quien, en
su histórica visita a Tierra
Santa, del 4 al 6 de enero
de 1964, rompiera la
racha e instaurara una
senda que ya cultivaron
Juan Pablo II,
Benedicto XVI y
Francisco.

Pero la relación de los

papas con los Santos
Lugares en este siglo
transcurrido desde que
en 1921 se fundara la
revista Tierra Santa,
va mucho más allá. Y Fabrés y Costa, El papa Benedicto XV,
Museo Nacional del Prado.
es que estamos ante
nueve pontífices que,
cada uno con sello,
Benedicto XV y destacó como pastor cercano a

L
han marcado 100 años
en los que la Iglesia ha
tenido una presencia
preponderante en la
escena internacional,
Tierra Santa incluida.
todos en su misión como arzo-
a historia comien- bispo de Bolonia, fue nombrado
za con Benedicto XV, cardenal por san Pío X apenas
papa entre 1914 y 1922. cuatro meses antes de su muerte,
Giacomo Paolo Battis- por lo que entró en un cónclave
ta della Chiesa, quien con el que nadie contaba y salió de
hizo carrera como diplomático él, el 3 de septiembre, como papa.

70 TIERRA SANTA MARZO-ABRIL 2021


En este sentido, pocos sucesores
de Pedro se han encontrado con
un contexto más deteriorado al
inicio de su pontificado, pues la I
Guerra Mundial había empezado
poco más de un mes antes. Desde
el primer día, Benedicto XV con-
denó la guerra, trató de mediar
por la paz sin apoyar a ningún
bando y realizó una encomiable
labor por salvar vidas, claman-
do por treguas humanitarias y
poniendo en marcha los muchos
resortes eclesiales de la institu-
ción más universal para acoger y
proteger a potenciales víctimas.
En cuanto a Tierra Santa, aun-
que de un modo indirecto, pode-
mos resaltar que fue el papa que
instituyó, en 1916, el Octavario
de Oración por la Unidad de los
Cristianos, una apuesta decidida
por el ecumenismo que se hace
carne viva en la tierra natal de
Jesús. También, al año siguien-
te, creó la Congregación para las
Iglesias Orientales y el Instituto
Oriental, con el mismo efecto que
el octavario a la hora de abrazar
a otras confesiones hermanas.
Respecto al pueblo judío, tan
golpeado ya en esta primera
contienda global, lo que provocó
su huida en masa hacia el este,
Benedicto XV clamó pública-
mente en su defensa. A un nivel
más político, ante el emergen-
te sionismo que ya señalaba a
Israel como su nación histórica,
el Papa aceptó reunirse en 1917
con Nahum Sokolov, miembro del
Congreso Mundial Sionista, que
le expuso el proyecto. Ese mismo
año, el 2 de noviembre, llegaría
la Declaración Balfour, por la que
el Gobierno británico apoyaba el
establecimiento de un “hogar
nacional” para el pueblo judío
en Palestina, entonces dentro del
Imperio otomano. La Santa Sede
no se adhirió al mismo.
Pío XI
A la muerte de Della Chiesa, le
sucedió calzándose las sandalias
de pescador Pío XI, cuyo ponti-
ficado se extendió entre 1922 y
1939, una época conocida como
de “entreguerras” pero en la que
emergieron con toda su fuer-
za los totalitarismos, desem-
bocando en la trágica II Guerra
Mundial. Achille Ratti, elegido
papa el 6 de febrero de 1922, no
dudó en condenar con todas sus
fuerzas al fascismo, al nazismo
y al comunismo soviético como
ideologías que desembocaban
en la “deshumanización” del
hombre. Algo que conocía muy
bien como el intelectual que era,
pero también por su experiencia
práctica, como nuncio desde 1918
en Polonia, ampliando su misión,
en lo posible, en las repúblicas
bálticas y en Rusia, antes de ser
cardenal de Milán.
Posteriormente, ya pontífi-
ce, supo encarnar ese talante
diplomático para firmar decenas
de concordatos, también con la
Italia de Mussolini (los Pactos
Lateranenses pusieron fin a
décadas de enfrentamiento con
Italia y llevaron al surgimien-
to del Estado Vaticano) y con la
Alemania de Hitler, siempre con
la idea de tratar de salvaguardar
la autonomía de los laicos y con-
sagrados católicos, aunque sin
poder evitar el hostigamiento
contra estos en ambos regíme-
nes totalitarios.
En cuanto al proyecto sionista
de concretar un Estado de Israel
en Palestina, justo al inicio del
pontificado de Pío XI, la Santa
Sede mandó un memorando al
Consejo de la Liga de las Nacio-
nes. En él, defendía que los judíos
de la región tuvieran “los mis-
mos derechos civiles” que el res-
MARZO-ABRIL 2021
100
años
1921-2021
to, pero se oponía a que tuvieran
“una posición privilegiada y pre-
ponderante” en la región. A nivel
religioso, Ratti siguió el impulso
ecuménico de Della Chiesa y pro-
movió varios gestos de cercanía
hacia el mundo oriental, codi-
ficando el derecho de la Iglesia
oriental y nombrando cardenal al
primer eclesiástico proveniente
de ese rito, el patriarca de Siria,
Ignacio Gabriel I Tappouni.
Pío XII
El tercer papa es Pío XII, quien
fue elegido en el cónclave del 2 de
marzo de 1939 y vistió la sotana
blanca hasta su muerte, el 9 de
octubre de 1958. Antes de nada,
hay que destacar que Eugenio
Pacelli fue clave en el pontificado
de Pío XI, siendo su secretario
de Estado y, antes, su nuncio en
Berlín, donde consiguió un difícil
concordato con el régimen hit-
leriano. Algo, como se ha dicho,
que no fue ni mucho menos una
muestra de complacencia con el
nazismo; al contrario, la reali-
dad es que la Iglesia, tanto a nivel
local como desde Roma, clamó
ya contra las primeras prácticas
bárbaras del nacionalsocialis-
mo, como la disgregación racial
o la práctica de la eugenesia. De
hecho, su contribución a Mit
brennender Sorge, la encíclica en
la que Ratti condenó radicalmen-
te el nazismo, le debe mucho a su
propia pluma.
Sin embargo, esta sombra de
sospecha de complicidad que
desde ciertos sectores le acha-
can a Pío XII con el Holocausto y
sobre la que han corrido ríos de
tinta (lo que excede con mucho
este breve repaso histórico),
está siendo clarificada al abrirse
recientemente los archivos vati-
canos relativos a esa época. Y la
TIERRA SANTA 71
IGLESIA EN DIÁLOGO
Luis Fernández-Laguna,
Retrato de Pío XII, 1958.
conclusión es que Pacelli no fue
más allá en su condena explícita
del nazismo para tratar de no
provocar una persecución de
inocentes aún mayor. En cam-
bio, optó por impulsar una red
subterránea y, gracias a ella, se
salvaron las vidas de muchos
judíos. De ahí que haya que
72 TIERRA SANTA MARZO-ABRIL 2021
recordar el contexto de máxima
tensión: ni más ni menos, que la
II Guerra Mundial. Una catar-
sis de inhumanidad ante la que
Pacelli clamó incansablemente
por la paz.
Tampoco podemos pasar por
alto una consecuencia muy
importante del conflicto res-
pecto a Tierra Santa: la procla-
mación, en 1948, del Estado de
Israel. Antes, el 29 de noviem-
bre de 1947, la naciente ONU, en
su Resolución 181, estableció la
partición de Palestina en un
Estado judío, un Estado árabe
y una zona bajo régimen inter-
nacional en la que entraban los
Santos Lugares; una medida
que satisfacía a la Santa Sede.
Sin embargo, la negativa árabe
a aceptar el acuerdo y el con-
siguiente conflicto bélico con
Israel, que sí se proclamó Esta-
do, llevaron a Pío XII a mediar
con la encíclica In Multiplicibus
Curis, instando a ambas partes
a la paz y pidiendo asegurar la
libertad de acceso y culto en los
Santos Lugares. Al año siguiente,
en otra encíclica, Redemptoris
Nostra, volvió a insistir en su
doble súplica, poniendo un espe-
cial énfasis en la desprotección
de los refugiados palestinos.
Juan XXIII
Así llegamos hasta Angelo Gui-
seppe Roncalli, elegido papa el
28 de octubre de 1958 bajo en
nombre de Juan XXIII. Conoci-
do popularmente como el Papa
bueno, en su corto pontificado
(hasta su muerte, el 3 de junio
de 1963), que en teoría debía de
haber sido de transición, revo-
lucionó la historia de la Iglesia
con la convocatoria del Concilio
Vaticano II. Más allá del mayor
protagonismo de los laicos y de
una progresiva descentraliza-
ción y apuesta por la sinodalidad,
marcó su espíritu el que fuera
declarado como “ecuménico”,
suponiendo un antes y un des-
pués en el diálogo con otras reli-
giones y confesiones cristianas.
Seguramente, en esa visión
preclara incidió mucho su expe-

riencia previa como nuncio,
función diplomática que ejerció
en Bulgaria, Turquía y Francia
antes de ser patriarca de Vene-
cia. En plena II Guerra Mundial,
están documentados sus innu-
merables esfuerzos por salvar a
muchos judíos de la persecución
que sufrían. Un compromiso que
ha llevado recientemente a que,
desde las páginas de The Jeru-
salem Post, Baruj Tenembaum
ha solicitado que sea nombrado
“justo entre las naciones”. En
relación a Tierra Santa, hay que
destacar otro hecho significati-
vo: si Pablo VI fue el primer papa
en pisar los Santos Lugares, un
joven Roncalli, futuro pontífice,
peregrinó a ellos cuando tenía
25 años.
Pablo VI
Con todo, cierto es que, mien-
tras esa experiencia íntima solo
nutrió el alma de un pastor que
hizo de su meta el volver a los
orígenes del cristianismo, con
la de Giovanni Battista Montini,
Pablo VI (21 de junio de 1963-6 de
agosto de 1978), el mundo entero
miró a Tierra Santa durante tres
días de enero de 1964. Y es que fue
histórica por distintos motivos,
empezando porque se trató de la
primera visita papal al extranjero,
siendo esta una dinámica que ya
han seguido todos los pontífices.
En Tierra Santa, tuvo tiempo
para fomentar las relaciones
políticas (el más destacable fue
su encuentro con el rey de Jor-
MARZO-ABRIL 2021
100
años
1921-2021
Pablo VI a su llegada a Tierra Santa,
4 de enero de 1964.
dania, Hussein I) y espirituales,
quedando para la eternidad su
abrazo con el patriarca orto-
doxo Atenágoras I, simbolizando
ambos una nueva era de encuen-
tro con el levantamiento de las
mutuas excomuniones que sepa-
raban a ambas Iglesias desde el
tras el Gran Cisma entre Oriente
y Occidente de 1054. Además de
estos momentos tan intensos, el
hoy papa santo también oró en
el Santo Sepulcro de Jerusalén,
en la Basílica de la Anunciación
de Nazaret y en la Basílica de la
Natividad de Belén.
Más allá de este icónico viaje,
de Pablo VI hay que destacar que
supo culminar el sueño de Juan
XXIII y dirigió a buen puerto un
Concilio Vaticano II que, por las
TIERRA SANTA 73
IGLESIA EN DIÁLOGO
El histórico encuentro de
Pablo VI con Atenágoras,
patriarca de Constantinopla.
Iglesia Apostólica Armenia.
muchas amarras que rompía
desde una concepción puramen-
te clerical, encontró numerosas
críticas, especialmente en los
sectores más tradicionalistas del
catolicismo.
De hecho, en un gesto carga-
do de simbolismo, el viaje papal
a Tierra Santa y el Concilio han
quedado unidos para la Histo-
ria, pues Montini sorprendió al
mundo entero al anunciarlo, el 4
de diciembre de 1963, durante su
discurso en la solemne clausura
de la segunda sesión. “Veremos
–dijo con emoción– aquella tie-
rra bendita, de la que Pedro salió
y ninguno de sus sucesores ha
vuelto”. “Iremos humildemen-
te y en seguida regresaremos –
remachó, señalando el carácter
ecuménico de la visita–, haciendo
un viaje de oración, de peniten-
cia y de renovación para ofrecer
a Cristo su Iglesia, para llamar
a esta Iglesia única y santa a los
hermanos separados, para implo-
rar la divina misericordia en favor
de la paz entre los hombres, esa
paz que en nuestros días aparece
todavía tan débil y temblorosa,
para suplicar a Cristo Señor por la
salvación de toda la humanidad”.
Pablo VI con Yeghische
Derderian, patriarca de la

Juan Pablo I
De Albino Luciani, Juan Pablo I,
apenas se puede decir nada, pues,
después de ser elegido el 26 de
agosto de 1978, murió solo 33 días
después. Un fogonazo que, eso
sí, dejó el legado de una pasión
por encarnar el Evangelio de
la misericordia vestida de una
sonrisa abierta y franca. Es fácil
imaginar que habría continuado
la senda de Pablo VI y hubiera
querido pisar Tierra Santa, pero
es algo que ya queda en el terreno
de los sueños.
Juan Pablo II
En contraste, Karol Wojtyla, Juan
Pablo II, rompió todos los moldes
y marcó la historia de la Igle-
sia durante más de un cuarto de
siglo, del 16 de octubre de 1978 al
2 de abril de 2005. Polaco nacido
en 1920 en Wadowice, además de
ser el primer papa no italiano
desde Adriano VI, a inicios del
siglo XVI, la triste experiencia de
su país, víctima tanto del nazis-
mo como del comunismo, marcó
la fuerza moral que mantuvo ante
el régimen soviético, habiendo
unanimidad en reconocer que
fue clave en la caída del Telón
de Acero.
En cuanto a Tierra Santa, el
bautizado como “el papa viaje-
ro” (realizó 104 visitas fuera de
Italia), culminó el Gran Jubileo
del año 2000 pisando, del 20 al
26 de marzo, pisando Jerusalén
a sus 80 años. Las dos prime-
ras jornadas fueron en Jorda-
nia, donde se encontró con el rey
Abdalá II, estuvo en el río Jordán
MARZO-ABRIL 2021
100
años
1921-2021
© Yossi Zamir/ Flash90
El Papa Juan Pablo II en
el Muro de los Lamentos
el 26 de marzo de 2000.
para revivir el bautismo de Jesús,
celebró una misa en el estadio
de Amán y visitó el Monasterio
en el Monte Nebo, donde Moisés
habría contemplado la Tierra
Prometida. Ya en Belén, se vio
con el presidente de la Autoridad
Palestina, Yasser Arafat, celebró
la eucaristía frente a la Basílica
de la Natividad y visitó el cam-
po de refugiados de Dheisheh.
El día 23, en Jerusalén, celebró
una misa en el Cenáculo, don-
de Jesús celebró la Última Cena;
tuvo un encuentro con un grupo
de rabinos y se encontró con el
presidente israelí, Ezer Weiz-
man. Remató la jornada visi-
tando el memorial de Yad Vas-
hem, dedicado a las víctimas del
Holocausto, y participando en un
encuentro religioso en el Insti-
tuto Pontificio Notre Dame. Al
TIERRA SANTA 75
 IGLESIA EN DIÁLOGO
© Kobi Gideon / Flash90
El Papa Benedicto XVI se
arrodilla ante la Piedra de la
Unción, en la Iglesia del Santo
Sepulcro en Jerusalén el 15
de mayo de 2009. Allí
proclamó que “el amor es
más fuerte que la muerte”.
76 TIERRA SANTA MARZO-ABRIL 2021
día siguiente, su acto central fue
una eucaristía con los jóvenes
en el Monte de las Bienaventu-
ranzas. El 25, en Nazaret, visitó
la Basílica de la Anunciación. De
regreso a Jerusalén, participó
en un encuentro ecuménico en
el Patriarcado Greco-Ortodoxo.
Su última jornada, además de
varios encuentros con líderes de
otras confesiones, nos dejó, qui-
zás, la imagen más recordada del
viaje: su oración silenciosa ante
el Muro de las Lamentaciones.
Benedicto XVI
No menos histórica fue la visi-
ta a Tierra Santa, del 8 al 15 de
mayo de 2009, del alemán Joseph
Ratzinger, Benedicto XVI, mano
derecha de Juan Pablo II al frente
de Doctrina de la Fe y quien pro-
tagonizó un momento paradig-
mático en la historia de la Iglesia
al presentar su renuncia, el 11 de
febrero de 2013 (había sido ele-
gido papa el 19 de abril de 2005),
por “falta de fuerzas”, mante-
niéndose desde entonces como
pontífice emérito.
Volviendo a su icónico viaje a
la tierra de Jesús, siguió muchos
de los pasos más simbólicos de
Wojtyla, como sus visitas al
Monte Nebo y al río Jordán en
Jordania o el memorial de Yad
Vashem, el Cenáculo, el San-
to Sepulcro o el Muro de las
Lamentaciones en Jerusalén.
También estuvo en Belén y en
Nazaret, visitó el campamento
de refugiados de Aida en Belén,
se vio con los líderes políticos
de Israel y Palestina, alentó a
las comunidades cristianas y
participó en varios encuentros
ecuménicos e interreligiosos.
Para el recuerdo ha quedado su
sentida despedida, el 15 de mayo
de 2009, en el aeropuerto de Tel
Aviv: “¡Nunca más derramamien-
to de sangre! ¡Nunca más enfren-
tamientos! ¡Nunca más terroris-
mo! ¡Nunca más guerra! Por el
contrario, rompamos el círculo
vicioso de la violencia”.

El Papa Francisco
se encuentra con
el presidente
israelí Simón
© Yonatan Sindel / Flash90
Peres en una
ceremonia
celebrada en la
residencia del
presidente en
Jerusalén el 26 de
mayo de 2014.
Francisco
Y así es como llegamos al pre-
sente, al pontificado del argen-
tino Jorge Mario Bergoglio, que
rompió la primera barrera al ser
elegido el 13 de marzo de 2013
como el primer papa no europeo
y quien, tras adoptar el nom-
bre de Francisco, en honor de
Francisco de Asís (añadiendo
simbólicamente el espíritu fran-
ciscano a su consagración como
jesuita), busca desde el primer
día encarnar “una Iglesia para
los pobres”.
También un infatigable viaje-
ro, aunque centrando sus visitas
en las “periferias existenciales”,
allí donde hay dolor y los cris-
tianos son muchas veces una
marcada minoría, Francisco
estuvo en Tierra Santa del 24
al 26 de mayo de 2014, centrán-
dose en Amán (Jordania), Belén
y Jerusalén. En un viaje cargados
de gestos, destacó sobremanera
su encuentro con el patriarca
de Constantinopla, Bartolomé
I, firmando una declaración
conjunta en el Santo Sepulcro,
o su cercanía hacia el islam,
pisando (como Benedicto XVI)
la Explanada de las Mezquitas
además del vecino Muro de las
Lamentaciones, clamando con
todas sus fuerzas que ningún
violento puede, legítimamente,
“instrumentalizar el nombre
de Dios”.
A nivel político, en la línea de
los últimos papas, manifestó
públicamente su adhesión a la
propuesta de los dos Estados;
uno para Israel, que “tiene dere-
cho a existir y a gozar de paz y
seguridad dentro de sus fron-
teras internacionalmente reco-
MARZO-ABRIL 2021
100
años
1921-2021
nocidas”, y otro para Palestina,
que “tiene derecho a una patria
soberana, a vivir con dignidad y
a desplazarse libremente”. Para
simbolizar ese abrazo frater-
no y actuar con “valentía” para
evitar un “sufrimiento inacep-
table”, invitó al presidente de
Israel, Simón Peres, y al líder de
la Autoridad Nacional Palestina,
Mahmud Abbas, a que le visitaran
en el Vaticano. El encuentro se
produjo solo dos semanas des-
pués, plantando un simbólico
olivo en los jardines vaticanos los
dos mandatarios junto a Francis-
co y Bartolomeo I. Ahí fue Tierra
Santa la que viajó hasta Roma.
Como una vez hizo Pedro hace
dos milenios… Un largo caminar
en el que sus sucesores, especial-
mente en este último siglo, no
han dejado de mirar a su genuino
hogar.
TIERRA SANTA 77
 IGLESIA EN DIÁLOGO

© Atta Jaber / Flash90

El Papa Francisco se reúne con el presidente palestino
Mahmoud Abbas en Belén el 25 de mayo de 2014.

© Nour Shamaly / Pool

El Papa Francisco
tocando y rezando
ante el muro que
separa a Israel de
Cisjordania en
Belén el 25 de
mayo de 2014.
 100
años
1921-2021

IGLESIA EN DIÁLOGO

© Miriam Alster / Flash90

Frailes franciscanos y judíos ortodoxos
se cruzán en las calles de Jerusalén.

Judíos y católicos
cien años
de
diálogo
PADRE DAVID NEUHAUS SJ
Superior de los jesuitas en Tierra Santa, Pontificio Instituto Bíblico, Jerusalén

Traducción: A. CASTILLO

A pesar del contexto de tensión y violencia, el diálogo continúa

en Tierra Santa, a partir de las enseñanzas de la Nostra aetate,
con el mundo musulmán y sobre todo con el judaísmo, para
profundizar las raíces judías del cristianismo y bajo el signo de
un compromiso común con la verdad, la paz y la justicia.

MARZO-ABRIL 2021 TIERRA SANTA 79

 IGLESIA EN DIÁLOGO
El Papa Francisco reunido con el rabino
principal sefardí Yitzhak Yosef, en «Heijal
Shlomo», la antigua sede del rabinato
principal de Israel, adyacente a la Gran
© FLASH90
Sinagoga de Jerusalén el 26 de mayo de
2014. En la misma visita se reunió con el
rabino principal asquenazí David Lau.
C
i n c u e nt a y c i n c o
a ño s de spué s de l
Concilio Vaticano II
y la publicación de la
Nostra aetate (en par-
ticular el párrafo 4), existe un
fluido diálogo entre católicos
y judíos, en una multiplicidad
de formas, que va mucho más
allá de lo que los padres conci-
liares podían imaginar. Esto es
especialmente cierto en Europa
y América, donde los cristianos
son mayoría y donde los judíos
han vivido como minoría. Se está
dialogando sobre la Palabra, en
particular sobre el patrimonio
común del Antiguo Testamento,
y sobre el mundo, es decir, temas
de interés común como la lucha
contra el antisemitismo y todas
las formas de racismo, justicia
social y ecología. Sin embargo,
¿qué está pasando en esta zona
de Tierra Santa? Antes de todo,
80 TIERRA SANTA MARZO-ABRIL 2021
es importante subrayar algu-
nos elementos que distinguen el
contexto en el que se desarrolla
el diálogo judeo-cristiano en
Tierra Santa.
Un contexto no cristiano
Está claro que la declaración
Nostra Aetate tenía en mente las
tierras donde los cristianos eran
mayoría y los judíos minoría. Se
invitó a los cristianos a darse
cuenta de que muchos de sus
discursos y comportamientos
habían sido la causa de margi-
nación y exclusión de los judíos.
Sin embargo, en Tierra Santa,
los cristianos constituyen una
minoría, a menudo ellos mismos
son marginados y excluidos.
Desde el siglo VII, el Islam ha
sido la presencia religiosa más
numerosa en el Medio Oriente.
Por lo tanto, para los cristia-
nos locales, el diálogo con el
Islam debe ser una prioridad.
La mayoría de los cristianos
comparten el idioma, la civili-
zación y la realidad sociopolítica
con los musulmanes. En Tierra
Santa, el diálogo judeo-católico
casi siempre se convierte en un
diálogo a tres bandas, porque
los musulmanes no pueden ser
ignorados.
El conflicto palestino-israelí
Mientras que para los escrito-
res de Nostra Aetate el punto de
inflexión fue la Shoah, el Holo-
causto, que provocó un desper-
tar de la penetrante «enseñanza
del desprecio» católico hacia los
judíos, para los católicos de Tie-
rra Santa la cuestión de Palestina
se encuentra en el centro de la
relación con judíos y musulma-
nes. La atención a la justicia y

la paz es un elemento esencial
de cualquier posible diálogo
judío-católico en Tierra Santa.
El diálogo
y el lugar de la Biblia
Una herencia común, que vie-
ne de la Biblia, es fundamental
para el diálogo judío-católico,
ya que se invita a judíos y cató-
licos a descubrir cuánto tienen
para compartir en el discurso y la
narrativa bíblica. Sin embargo, la
experiencia de la herencia bíblica
en Tierra Santa es ambigua. La
Biblia se utiliza para llevar a cabo
las demandas de los judíos sobre
una tierra que palestinos, musul-
manes y cristianos, ven como
propia, convirtiéndose en un
campo de batalla en la contien-
da entre israelíes y palestinos.
En 2000, el Plan pastoral
general de las Iglesias católicas
de Tierra Santa quería incluir
una contextualización de Nos-
tra aetate. En el capítulo titula-
do Relaciones con los creyentes
de otras religiones, el Plan ofrece
una lección para la Tierra Santa
contemporánea. La apertura al
diálogo interreligioso que repre-
senta Nostra Aetate resuena así:
«Nuestros países comprenden
la tierra por excelencia de este
diálogo, una tierra que hace del
diálogo su vocación fundamental
y el mayor desafío». Así insistía el
plan pastoral: «Aunque los cris-
tianos sean pocos en su sociedad,
esto no debe ser una barrera para
el diálogo, sino una llamada a dar
testimonio de los magnánimos
valores del Evangelio».
Este Plan se ha concretado en
la Comisión Católica para el Diá-
logo con los judíos y los cursos
de judaísmo que se introdujeron
en las instituciones católicas de
educación superior, en particular
en el Seminario Latino de Beit
Jala y en la Universidad de Belén.
Los católicos en Tierra Santa
no solo están profundamen-
te involucrados en la situación
política, que con demasiada fre-
cuencia enfrenta a judíos israe-
líes con palestinos, musulmanes
y cristianos, sino que también
deben afrontar manifestaciones
de desprecio hacia los cristia-
nos y el cristianismo, expresa-
das por algunos judíos y musul-
manes. Estas manifestaciones
de sentimientos anticristianos
aumentan la determinación de
construir relaciones con judíos
y musulmanes para desarrollar
una visión alternativa de Tierra
Santa, en la que todos puedan
encontrar un lugar y disfrutar
de la igualdad y el respeto.
Los católicos árabes palestinos
no son los únicos católicos que
reflexionan hoy sobre el diálogo
judeo-cristiano en Tierra San-
ta. Los católicos de habla hebrea
(algunos pertenecientes al pue-
blo judío) y los inmigrantes,
tanto trabajadores inmigrantes
como solicitantes de asilo, tam-
bién forman parte de la Iglesia
local. Sus vidas como cristianos,
integrados en la población judía,
abren nuevas perspectivas para
el diálogo entre los católicos que
viven en el corazón de la sociedad
judía y sus vecinos judíos.
Los católicos de habla hebrea
formulan su fe en hebreo y se
sienten como en casa en la socie-
dad y cultura judías. Esto ofrece
una expresión creativa e innova-
dora para entender que Jesucris-
to es judío y que las raíces de la
Iglesia son judías. Estos católicos
también pueden mostrar a los
judíos el rostro de una Iglesia que
respeta a los propios judíos y al
judaísmo, decidida a ayudar a
construir una sociedad justa. Los
MARZO-ABRIL 2021
100
años
1921-2021
trabajadores inmigrantes católi-
cos y los solicitantes de asilo, que
provienen en particular de Asia
y África, permiten que los judíos
se encuentren con una Iglesia
que no es predominantemente
europea y no despierta de inme-
diato el espectro de un pasado
traumático que ha marcado a
los países de Europa, donde los
judíos sufrieron a manos de los
cristianos. El cuidado amoroso
que los fieles católicos inmi-
grantes ofrecen a los ancianos,
enfermos o discapacitados de
Israel también puede transfor-
mar el diálogo judío-católico en
la Tierra Santa de hoy.
Una Iglesia judía
en el Estado de Israel
Las comunidades de católicos de
habla hebrea están encabezadas
por el Vicariato de Santiago, en
Israel (www.catholic.co.il). Hace
más de sesenta años, la Obra de
Santiago fue llamada a trabajar
por el desarrollo de las comu-
nidades católicas y por la inte-
gración de los judíos católicos en
Israel, así como a profundizar
el conocimiento de los orígenes
judíos de la Iglesia y luchar con-
tra el antisemitismo. De la Ópera
derivó en 2013 la institución del
Vicariato de Santiago, dentro del
Patriarcado Latino.
Entre las muchas activida-
des pastorales y espirituales,
presta especial atención a los
niños, a menudo hijos de tra-
bajadores inmigrantes, que asis-
ten a escuelas públicas y solo
tienen compañeros judíos. De
esta manera, se ayuda a los más
jóvenes a construir vínculos que
fortalezcan su fe.
Son muchas las personalida-
des «pioneras» que han fundado
esta presencia católica en Israel,
TIERRA SANTA 81
IGLESIA EN DIÁLOGO
inspiradas por el deseo de conoci-
miento y diálogo con el mundo judío.
Hombres y mujeres, laicos y religiosos,
incluidos los Padres y Hermanas de
Sión, las Hermanitas y Hermanitos de
Jesús, los Asuncionistas, los Trapen-
ses, los Carmelitas y los Dominicos.
Entre todos éstos, mencionamos dos.
El primero, Bruno Hussar (1911-1996),
definido por el cardenal Carlo María
Martini como un «profeta de la recon-
ciliación y la paz en Israel», creó la Casa
de Isaías para el estudio del judaísmo
en Jerusalén y la aldea israelo-pales-
tina de Wahat al-Salam - Neve Shalom
(WAS-NS) que significa, en árabe y
hebreo: “oasis de paz”. Es una comu-
nidad formada por palestinos y judíos
de Israel dedicados a construir justicia,
paz e igualdad en el país y la región. El
pueblo está ubicado a medio camino
entre Jerusalén y Tel Aviv-Jaffo.
El segundo, Marcel-Jacques Dubois
(1920-2007), filósofo y teólogo, en 1978
escribió una serie de artículos para
82 TIERRA SANTA MARZO-ABRIL 2021
© Yaakov Lederman / FLASH90
la revista Tierra Santa dedicados a la Las religiosas del
«espiritualidad del judaísmo», ofre- Monasterio de Emaús
ciendo una clave preciosa para desci- Nicópolis, cerca de la
frar el «misterio de Israel». Hablando ciudad israelí de
de manera experta sobre temas como Latrún, encienden
velas en la tercera
el Talmud o la Cábala, Dubois constru-
noche de la festividad
yó puentes de conocimiento y estima
judía de Januká. Las
mutuos. Escribió en noviembre de 1978: religiosas ofrecen
“Toda la vida interior del judaísmo oraciones por el
radica en la fidelidad a la Voz que inte- entendimiento entre
rrogó a Abraham, en la atención a la judíos y cristianos.
Presencia que lo visitó, en la respuesta
en cada momento a la Promesa que
recibió. Se encuentra en la Fe de la que
Abraham dio ejemplo y de la que abrió
el camino a todo un pueblo. Esto es
lo que ha hecho de Israel, a lo largo
de los siglos, el pueblo de la memoria
y la esperanza, el testigo del posible
encuentro con Dios. Hay que recordar
que también nosotros los cristianos
hemos recibido esta herencia de Abra-
ham. Abraham es el amigo de Dios, el
interlocutor del Dios vivo, y también
es nuestro padre en la Fe”.
 100
años
1921-2021

El padre Bruno se
inspiró en Isaías para
dar nombre a su aldea:
«Mi pueblo habitará en
un Oasis de Paz» (Is
32,18). Nacido en El
Cairo, se convirtió al
catolicismo romano
mientras estudiaba
ingeniería en Francia.
Era un individuo
genuinamente
‹transnacional,
transcultural y
multilingüe›.

El dominico Marcel-
Jacques Dubois
(1920-2007) fue un
académico y teólogo
francés y se nacionalizó
ciudadano de Israel.
Fue profesor de
filosofía en la
Universidad Hebrea de
Jerusalén y participó
en la Comisión de 1974
de la Santa Sede para
las Relaciones
Religiosas con los
judíos. Pasó gran parte
de su vida en Israel y
fue declarado
«Ciudadano de honor
de Jerusalén». En 1996
ganó el Premio Israel
por su trabajo para la
sociedad israelí.
 100 años
sociedad
en la

árabe del
Medio Oriente
FR. AQUILINO CASTILLO ÁLVAREZ
Licenciado en Estudios Árabes e Islámicos
Representante legal de la Custodia para España

© Givaga/iStock

Imagen de la mezquita
Sultan Hassan en El Cairo.

IGLESIA EN DIÁLOGO
La revista Tierra Santa cumple un siglo, no nos
cansamos de repetirlo. Cien años como espectadora
privilegiada de los cambios vertiginosos acaecidos
en la sociedad árabe del Medio Oriente.
E
n las fechas de su fun-
dación el mundo entero
respiraba. Había ter-
minado la Gran Gue-
rra, llamada después
la Primera Guerra Mundial: 4
imperios habían desaparecido, el
alemán, el austrohúngaro, el ruso
y el otomano. Terminaba el año
1918 y, pocos meses después, en
junio de 1919, tras las negociacio-
nes en la Conferencia de París, se
firmaba la Paz de Versalles entre
los vencedores y Alemania. Al año
siguiente se haría lo mismo con
el resto de potencias vencidas.
Las revueltas árabes
En el mundo árabe los inicios
del XX fueron también muy
convulsos. Aún bajo el dominio
otomano, comenzaron fuer-
tes movimientos nacionalistas
que, como el viento del desierto,
a veces amainaban su intensidad,
pero siempre soplaban.
Bajo el gobierno de los Jóvenes
Turcos –tres militares que alcan-
zaron el poder en Estambul– y
ante la pérdida de la mayoría
de sus territorios europeos, los
otomanos se plantean crear un
nuevo sistema de gobierno esta-
100
años
1921-2021
bleciendo alianzas dentro de las
sociedades dominadas en Medio
Oriente, sobre todo contando con
la población árabe mayoritaria en
estos territorios y exterminando
a las minorías. La idea: establecer
un modelo bicéfalo, parecido al
austro-húngaro.
Si bien el plan no resultó como
ellos esperaban, el mundo árabe
comenzó a respirar aires car-
gados de sueños de nación y
autogobierno: las instituciones
oficiales, creadas para el con-
trol estatal, sirvieron también
para coordinar esas nacientes
esperanzas de libertad y sed de
independencia.
En 1916 comenzó una suble-
vación, conocida como al-Zau-
ra al-Arabiya al-Kubra, “la Gran
Revuelta Árabe”, liderada por
al-Ḥusayn bin ‘Alī al-Hāshim,
Jerife de la Meca y Guardián de
sus Santos Lugares. Su anhe-
lo: formar una gran nación que
uniera a todos los pueblos árabes.
Husayn tenía una visión muy
amplia de la política de su tiempo.
Dos de sus hijos se encontraban en
Estambul, Faysal como diputado
y ʿAbd Allāh, como vicepresidente
del Parlamento. Al mismo tiempo,
ya en 1915, establece contactos con
MARZO-ABRIL 2021 TIERRA SANTA 85
IGLESIA EN DIÁLOGO

Henry McMahon, alto comisario

británico en Egipto. Husayn que-
ría asegurar que la Nación árabe
comprendiese toda la península
arábiga, Siria, Líbano, Jordania,
Iraq y Palestina. El británico mati-
zó el mapa, excluyendo territorios
del Líbano, el litoral costero sirio
y el sur de Irak.
Con esta alianza estalla la
rebelión en Damasco. Se logra
liberar la Meca, Medina, se des-
truye el ferrocarril aislando las
tropas turcas de Yemen, se con-
quista Aqaba… y todo se desa-
rrolla tal y como Thomas Edwar
Lawrence, “Lawrence de Arabia”
para la posteridad, nos cuenta en
sus memorias tituladas “Los siete
pilares de la sabiduría”.
La historia la conocemos: los
británicos apoyan la revuelta y los
otomanos pierden desde Yemen
hasta Alepo. Pero, al mismo tiem-
po, la promesa de los británicos
resulta falsa, ya que su diploma-
cia, haciendo las veces de la Pér-
fida Albión, ya había maniobrado
creando unos acuerdos secretos
con Francia en 1916, con lo cual
ambas potencias se reparten Irak,
Siria, Líbano, Jordania y Pales-
tina en los llamados Acuerdos
Sykes-Picot, los cuales llevan el
nombre de los diplomáticos que
los crearon, Mark Sykes y François
Georges-Picot. A ellos se añade
además la Declaración Balfour
en 1917, la cual contaba con el
apoyo británico para la creación
del “hogar nacional judío” en
Palestina. Estos acuerdos per-
manecieron secretos hasta que
en noviembre de 1917 el gobierno

Thomas Edward Lawrence,

conocido popularmente como
Lawrence de Arabia, ataviado con
la indumentaria típica de la zona.

revolucionario ruso los publicó en
el diario Pravda. The Manchester
Guardian daría la misma noticia
días después.
El desencanto del mundo árabe
al conocer la realidad y el rencor
contenido por faltar a la prome-
sa de la creación de una Nación
árabe acrecentó el malestar. En
1920 estalla en Bagdad una gran
revuelta contra la ocupación bri-
tánica. El objetivo estaba claro:
independencia y creación de un
gobierno árabe. Pero la revuelta
fue aplastada a finales del mis-
mo año, aunque prosiguieron las
escaramuzas y enfrentamientos
hasta 1922.
1. Tripp, C. A History of Iraq, p. 43.
100
años
1921-2021
Faysal dejando el hotel Victoria en Damasco.
Hace un siglo, en marzo de 1921, en la
ciudad de El Cairo, Churchill inventó el
Medio Oriente
Esta revuelta tiene una parti- Las revueltas se sofocaron con
cular importancia para el mundo unos 8.000 iraquíes y unos 500
árabe, pues las dos corrientes soldados británicos muertos.
mayoritarias del islam, chiítas Pero lo más sorprendente es que
y suníes, estuvieron muy unidas la Fuerza Aérea Británica lanzó
en este período, con concentra- casi 100 toneladas de bombas y
ciones, mítines y encuentros en disparó unas 200.000 balas, per-
mezquitas de ambas confesiones; diendo 11 aviones. El resultado
también se unieron los ciudada- fue un coste tan grande para las
nos cristianos, es decir, todos arcas británicas que doblaron el
los componentes de la sociedad presupuesto destinado para el
iraquí. Mandato de Mesopotamia1.
MARZO-ABRIL 2021 TIERRA SANTA 87
IGLESIA EN DIÁLOGO
Alí Baba y los cuarenta
ladrones
Un tal Winston Churchill, a la
sazón nuevo ministro de las
Colonias, ante lo costoso de la
revuelta, convocó la llamada
“Conferencia de El Cairo” para
evaluar, proyectar y activar una
nueva administración para las
colonias británicas en Medio
Oriente. La conferencia se cele-
bró en 1921, Churchill reunió en
ella un total de 40 expertos, a
quienes él mismo llamaba “los
cuarenta ladrones”. Entre ellos
se encontraban el comisionado
para Mesopotamia, “Lawrence de
Arabia” y una mujer, Gertrude Bell,
la llamada “hacedora de reyes”.
Se la conocía así porque con sus
gestiones se coronó a Faysal ibn
Huseyn, hijo del ya mencionado
Huseyn ibn ‘Ali, Jerife de la Meca,
como Faisal I de Irak, que reinó
hasta 1958, cuando fue derro-
cado. También se nombró a su
hermano, ʿAbd Allāh ibn Huseyn,
como emir de Transjordania,
actual reino de Jordania, donde
la dinastía continúa reinando. ‘Ali
ibn Huseyn, sucedió a su padre en
Arabia hasta que en 1925 Ibn Saud
le arrebató el poder, fundando,
siempre con apoyo británico, lo
que hoy es Arabia Saudita.
En Egipto se había plantea-
do la independencia, con pocas
fuerzas, pero con mucha ilusión.
El partido Wafd hizo el intento y
fracasó, pero, poco después, en
1922, Egipto alcanzaría su estatus
de independencia, y se nombraría
rey a Fuʼad I, aunque las poten-
cias extranjeras, léase Inglaterra
sobre todo, controlaban el Canal
de Suez, que se convertiría en pro-
tagonista del devenir de Egipto.
Contemplando lo sucedido,
podríamos decir que hace exacta-
mente un siglo, en marzo de 1921,
88 TIERRA SANTA MARZO-ABRIL 2021
en la ciudad de El Cairo, ­Churchill
inventó el Medio Oriente tal y
como lo conocemos hoy.
El Renacimiento cultural
árabe
Este devenir político será reto-
mado más adelante, pero para-
lelamente a él también se dio
otra gran revolución: el Renacer
Cultural.
Los pueblos árabes, o la nación
árabe si se prefiere, vivían una
efervescencia cultural. Desde
finales del siglo XIX los movi-
mientos culturales, sobre todo
literarios, filológicos o de las
artes escénicas habían pro-
ducido un renacimiento de las
bellas letras y la cultura árabe: la
© Library of Congress Prints and Photographs Division Washington
Nahda, al-Nahḍa, o Renacimiento
cultural.
El mundo árabe prácticamente
se encontraba en parálisis cultu-
ral desde el siglo XII. Sin grandes
producciones literarias, era como
si la cultura se hubiese reple-
gado sobre sí misma, contem-
plando las glorias del pasado, sin
una producción que igualase la
calidad y cantidad de anteriores
épocas.
En este periodo surgen movi-
mientos intelectuales, y los
“intercambios estudiantiles”
propician que algunos egipcios
o árabes levantinos vayan a estu-
diar a Londres o París. En Beirut
abren sus puertas la Universidad
de San José, en 1881, pertenecien- Pero es al acabar la Primera
te a los jesuitas; y la Universidad Guerra Mundial cuando todo el
Americana, en 1886. Se inaugu- Medio Oriente comienza a eclo-
ran también los periódicos en sionar y se produce una emi-
lengua árabe: al-Djinan, en Bei- gración a capitales europeas y
rut; o al-Mukattam, que después a Estados Unidos, México, Bra-
se trasladó al Cairo, donde unos sil, Argentina… Es al-Mahyar, la
cristianos fundan al-Ahram, que migración, un movimiento que
continúa siendo uno de los más llevó la cultura árabe a impreg-
importantes periódicos del mun- narse de nuevas formas de pensa-
do árabe y el principal de Egipto. miento, pero volviendo la mirada
 100
años
1921-2021

Winston Churchill, Gertrude Bell (tercera desde la izquierda), T. E. Lawrence

(Lawrence de Arabia) en Giza durante la Conferencia de El Cairo de 1921.

a las tierras de origen. Esto hace
que la literatura de la emigración,
de este renacimiento, sea muy
ecléctica, un paso adelante, vol-
viendo la vista atrás, un reflejo
del pasado proyectado al futuro.
En Estados Unidos nace Al-Ra-
bita al–Qalamiyyah, la Liga del
Cálamo, la primera asociación
literaria árabe-americana. Fun-
dada en 1916 por Nasib Arida y
Abdel-Masih Haddad, ambos
sirios y que cultivaron además su
propia revista, al-Funun. La idea
es retomada después, en 1920,
por Amin Rihani, Nasib Arida,
Elias Abu Madi, Mikhail Nuayi-
ma y dirigida por Ŷubran Kha-
lil Ŷubran. A ellos se les añaden
algunos autores más, periodistas
y escritores, sobre todo libane-
ses. La aventura prácticamente
terminó con la muerte de Ŷubran
en 1931 y la vuelta de algunos de
ellos al Líbano, como Nuayima.
Otra asociación literaria se dio
en Brasil, en la cosmopolita Sao
Paulo: fue la llamada Al-Usba
al-Andalusiyya, con autores como
Elias Qunsul, Rashid Salim Khuri,
Safik al-Ma’luf y Fawzi al-Ma’luf,
y que desde 1933 hasta 1943 tuvo
importantes producciones.

MARZO-ABRIL 2021 TIERRA SANTA 89

IGLESIA EN DIÁLOGO
Este movimiento cultural de
migración tuvo incluso coletazos
en España. En Ceuta nos encon-
tramos con algún autor como
Nayib Abumalham, que además
de poeta y escritor, tradujo al
árabe el Quijote, el Lazarillo de
Tormes, Fuenteovejuna y algu-
nas obras de Quevedo y Jacin-
to Benavente. Abumalham fue
también profesor en la Univer-
sidad Complutense de Madrid,
al igual que su hija, la arabista
y escritora Monserrat Abumal-
ham, quien se convertiría tam-
bién en autora de referencia en
estos dominios.
De todos estos autores, Khalil
Ŷubran quizás sea el más conoci-
do gracias a su obra “El Profeta”.
Quiero recalcar que el Medio
Oriente tuvo una serie de cam-
bios que hicieron que los años 20
fuesen “efervescentes” en los
ámbitos de la política, la cultura,
la arqueología, la sociología, y
la actividad museística e inte-
lectual. Incluso la Custodia de
Tierra Santa se subió al tren de
la historia y se dispuso a realizar
sus propios cambios. Así, en 1923,
la Custodia potencia el Studium
Biblicum Franciscanum, existente
desde 1901, y lo reubica en el Con-
vento de la Flagelación, donde
comienzan a reunirse las colec-
ciones museísticas y se retoman
las campañas arqueológicas. En
1921, nace ‘Tierra Santa, la revista
de los Santos Lugares’ precisa-
mente con esa vocación, la de
mostrar al mundo la actividad
arqueológica, cultural, socio-po-
lítica y los últimos estudios en
Sagrada Escritura. Es, de esta
manera, una completa visión
de Oriente Medio a través de sus
páginas.
Pero sigamos descubriendo
este siglo desde el corazón de la
sociedad árabe del Medio Oriente.
90 TIERRA SANTA MARZO-ABRIL 2021
Los locos años 20… y 30
Habíamos dejado Egipto con
Fuʼad I, su nuevo rey.
Egipto es, en este momento,
uno de los países más prósperos
del mundo, y su territorio entraba
dentro de la Custodia de Tierra
Santa que, en esta época, si bien
se habían perdido las misiones
de la actual Turquía, comprendía
Egipto, Palestina, Jordania, Líba-
no, Siria, Chipre y la casa de Cons-
tantinopla. Al menos 11 misiones,
con conventos, iglesias, escuelas
y dispensarios se perdieron en el
holocausto armenio.
En Egipto la Custodia llegó a
tener 3 catedrales: Santa Cata-
lina en Alejandría, San José en el
Cairo y la de Port Said. El núme-
ro de parroquias y de colegios
creció exponencialmente, así
como el número de extranjeros
presentes en el país. Británicos,
franceses, italianos, malteses…
acompañaron a los miles de
griegos, armenios, levantinos
y a la gran población judía, los
otros “extranjeros” que vivían
en el país desde hacía tanto que
nadie recuerda cuando llegaron.
Egipto fue un crisol de gentes,
ideas, culturas. Un crisol que
supo amalgamar y hacer de la
diferencia normalidad.
En cuanto a política, la monar-
quía se muestra muy abierta a
occidente. En 1923 se proclama
una constitución que declara al
país como estado libre, soberano
e independiente, con un Parla-
mento, un Senado y 10 minis-
tros nombrados por el rey. Al año
siguiente Sa’ad Zaglul es elegido
primer ministro. El político per-
tenecía al partido nacionalista
(pan-egipcio) Hizb al Wafd, “Par-
tido de la Delegación”. Zaglul se
había formado en Francia, donde
estudió derecho. Frente al Wafd
se encontraba el Partido Liberal
Constitucional, más favorable a
las ideas de Fuʼad, pro-occiden-
tal. Ambos tendrán una serie de
desencuentros, que pasarán por
reformas de la constitución, así
como algún que otro tira y afloja
hasta 1936, cuando Fuʼad I fallece
y le sucede su hijo Fārūq I.
En esta década Egipto es tam-
bién receptor de inmigración
proveniente de otros países del
Medio Oriente. Quienes no cru-
zaban el atlántico encontraban
en Heliópolis, El Cairo, Port Said,
Ismailyah o Alejandría su propia
América.
El Cairo se convirtió en París,
sus calles estaban iluminadas,
los edificios crecieron engala-
nados de Art decó (de hecho, El
Cairo es una joya modernista),
sus cafés mantenían tertulias
y largos debates, la gran pas-
telería Groppi y los almacenes
Cicurel eran comparables a las
Galeries Lafayette. En el nuevo
Egipto, actores, compositores,
cantantes, poetas y escritores
irradiarían su luz hacia el mundo
árabe y su migración europea y
americana. Escribe el ensayista
Amin Maalouf: “Mientras Umm
Kalzum cantaba las Rubaiyat de
Omar Jayam, y la inolvidable
Asmahan, emigrante siria, cele-
braba Las dulces noche de Viena,
Leila Mourad, heredera de una
larga tradición de músicos judíos,
hacía estremecerse las salas con
su canción de culto, que decía: Mi
único guía es mi corazón” (Maaluf,
El naufragio de las civilizaciones,
p. 28)
El autor prosigue su obra con-
tagiándonos de esa ebullición
cultural, el Egipto que exporta-
ba a París sus estrellas: Dalida,
Moustakim Guy Béart o Clau-
de François, quien escribió una
hermosa canción, que un esta-

© Library of Congress Prints and Photographs Division Washington
Algunos miembros de Al Rabita al Qalamiyya o Liga del Cálamo. De izquierda a
derecha: Nasib Arida, Ŷubran Khalil Ŷubran, Abdel-Masih Haddad y Mikhail Nuayima.
dounidense de origen sirio-liba-
nés, Paul Anka, adaptó al inglés
con el título de “My Way” y que
felizmente interpretó Sinatra.
Es el Egipto de Costantin Cava-
fis, nacido y fallecido en Alejan-
dría, aunque ostenta el título de
mayor poeta griego de los tiem-
pos modernos. O de Giuseppe
Ungaretti, también poeta, pero
italiano, cuya madre regentaba
una panadería en Alejandría.
Este Cairo vio nacer a Ahmad
Shawqi, de raíces kurdo-circa-
sianas por parte de padre y gre-
co-turcas por parte de madre.
El preludio de la nueva década
le sorprendió en España, donde
los británicos lo exiliaron por
sus ideas panárabes. Su vuelta
a El Cairo en 1920 fue prover-
bial, y pocos años después fue
reconocido como “Príncipe de
los poetas”.
Otro de los grandes hombres
de esta época es Taha Hussain,
quien de niño se quedó ciego,
pero esa oscuridad le dotó de
una mente muy aguda y una
memoria prodigiosa. Su lite-
ratura es contundente, con un
árabe que necesita traducción
para el propio lector árabe. ¡Es
un Góngora en su expresión!
Permítanme el símil, pues utili-
za toda la fuerza de la expresión
árabe, sus palabras arcaicas,
de profundo significado. Es un
hombre que, en 1926, publicó un
estudio afirmando que la poesía
preislámica había sido reela-
borada en épocas posteriores.
Esto puede parecer trivial, pero
las autoridades religiosas de
Al-Azhar vieron que se podría
llegar a plantear algo pareci-
do con el mismísimo Corán, y
pidieron su cese como profesor
MARZO-ABRIL 2021
100
años
1921-2021
de la Universidad de El Cairo.
Afortunadamente el gobierno
dejó todo el tema dentro del
marco académico, y este ciego
de gran visión pasó a ser decano
de la Facultad de Letras, des-
pués rector de la Universidad de
Alejandría, y más tarde Minis-
tro de Educación. A él se debe el
implantar la enseñanza gratuita
en el país en los años 50.
Y de nuevo llegó la guerra
Los años fueron pasando en el
mundo árabe. Como hemos vis-
to, Egipto fue el centro de la vida
cultural y cosmopolita del Medio
Oriente y norte de África. Fueron
años de desarrollo para ciudades
como Beirut, Damasco, Alepo, pero
también para otras más pequeñas
en Palestina: Nablus, Ramleh, Jaffa
o la misma Jerusalén.
TIERRA SANTA 91
IGLESIA EN DIÁLOGO
Se desarrolló la burguesía, las
industrias textiles, del aceite o
del jabón. También comienzan
con más fuerza los peregrina-
jes, con constancia documental
a través de los registros de con-
ventos como el de san Pedro de
Jaffa o Ramleh y, por supuesto,
de las Casa Nova, aquellos alber-
gues franciscanos para pere-
grinos donde dejaron huella el
paso de peregrinajes europeos
y de alguna ilustre personalidad
como Carlos de Borbón, duque de
Madrid, o el príncipe Humberto
de Saboya.
A nivel cultural las escue-
las fueron tomando una forma
más moderna, introduciendo
las femeninas también, pues
las congregaciones religiosas
ya estaban muy extendidas en
Tierra Santa, Líbano, Siria o el
propio Egipto.
Los franciscanos, por su parte
retoman su labor constructora.
Surgen las grandes basílicas,
como la de Getsemaní o la del
Monte Tabor, una obra que con-
tinuará hasta los años 60.
Egipto seguirá siendo el refe-
rente del Mundo Árabe. Como
ya hemos dicho, era un país que
contaba con una gran presencia
extranjera entre sus ciudadanos.
Además, la riqueza agrícola se
había visto incrementada por
nuevas técnicas de producción.
Por supuesto hay que pensar que
el algodón egipcio es el de mejor
calidad del mundo, y su produc-
ción se centraliza en la ciudad
de Tanta, en el delta del Nilo,
así como en el sur, por lo que se
potencia el uso del ferrocarril, las
comunicaciones y la industria.
A finales de los años 30 otra
gran guerra sobrecogió al mun-
do. Si bien no se sintió tanto en
los países del Levante, Líbano,
Palestina y Siria, Egipto tuvo que
92 TIERRA SANTA MARZO-ABRIL 2021
vérselas con las fuerzas del Afri-
Ka Korps. En este periodo, Egipto
apoya como aliado a los britá-
nicos, que militarizan el país y,
sobre todo, el canal.
Con la guerra ya acabada, en
1945, la presencia militar británi-
ca se hacía incómoda. No era muy
querida por el pueblo y “moles-
taba” en un país que se tenía por
independiente. Además, el mal
papel jugado por los británicos
ante la independencia de Israel en
1948 hace que el gobierno decida
dar un paso adelante, y en 1951 el
Parlamento egipcio decide poner
fin a la presencia británica y con-
trolar su territorio y el Canal.
En 1952 gobernaba Egipto
Muṣṭafā al-Naḥḥās Pasha, patrio-
ta moderado, pero que se dio de
bruces con el primer ministro
británico, Winston Churchill,
quien, tras perder las elecciones
en 1945, había sido reelegido en
las siguientes y gobernaba un
imperio que había perdido la
India a manos de un pacifista
Gandhi. Churchill no iba a per-
mitir que se perdiera ni un milí-
metro más del Imperio.
Por supuesto, hubo desordenes,
e incluso apareció en escena una
organización llamada “Los Her-
manos Musulmanes”, creando
disturbios. Pero los británicos
reaccionaron con fuerza, y se
produjo un desgraciado episodio
cuando sus tropas asaltaron la
comisaría de policía de Ismai-
liyah. Hubo muchos muertos
entre los egipcios, lo que generó
protestas en El Cairo, saqueos y
destrozos contra capital británi-
co primero, y contra todo aquello
que “olía” a occidental después.
Se queman cines, teatros, cafés,
los grandes almacenes Cicurel…
y, por supuesto, se derriba el
gobierno moderado, moderno y
democrático de al-Naḥḥās.
Por cierto, un año después suce-
dería lo mismo con el gobierno de
Moḥammad Moṣaddiq, esta vez en
Irán, cuando el primer ministro
nacionalizó la Anglo-Persian Oil
Company y defendió personal-
mente ante los tribunales inter-
nacionales el derecho del pueblo
iraní sobre los beneficios de su
petróleo. Incluso fue reconoci-
do como “hombre del Año” por
la revista Time. Sin embargo,
Churchill se opuso a las deman-
das iraníes, e incluso amenazó con
una intervención militar. Viajó en
persona a Washington y, poco des-
pués, menciona algún periódico, el
MI6 y la recién fundada CIA urden
el golpe de estado contra Teherán,
la llamada “Operación Ajax”.
En solo un año caen dos gobier-
nos moderados y comienza a
abonarse el terreno al integrismo
que dará frutos en las décadas
venideras.
Del colonialismo al
panarabismo en dos
décadas
A estas dos caídas de gobiernos
moderados se añade lo que para
la sociedad árabe sería un tercer
golpe: Naciones Unidas acordaba
la partición del territorio bajo
mandato británico en Palesti-
na, creando, así dos Estados, uno
judío y otro árabe. El 14 de mayo
de 1948, a las ocho de la tarde,
David ben Gurión proclama en
Tel-Aviv la independencia de
Israel. Apresuradamente las tro-
pas británicas dejaban el terri-
torio, y un conjunto de naciones
árabes, casi todas, invaden el
recién constituido Estado hebreo.
El mandato británico desapa-
reció de Tierra Santa, desvane-
ciéndose en el aire como pocos
años antes había desaparecido
el ala sur del Hotel King David,

© Library of Congress Prints and Photographs Division Washington
que albergaba instituciones del
gobierno británico.
Por su parte, la fuerza árabe
era muy desigual en hombres,
armamento y, sobre todo, en
preparación. El resultado es bien
conocido, y se repetirá tres veces.
Israel derrotó una y otra vez a sus
vecinos, mal coaligados a veces,
sorprendidos otras o con pocos
apoyos. La historia es archico-
nocida, pues ha marcado desde
entonces noticiarios, periódicos
o debates, pero para la sociedad
árabe será un estigma del que aún
no ha sabido reponerse.
Ante el desconcierto creado por
estos hechos comienzan a darse
cambios en la sociedad árabe. En
Egipto, un grupo de militares, los
“oficiales libres”, se hacen con el
poder, lo que llevaría al rey Fārūq
al exilio. Comienza entonces un
lento pero inexorable proceso
de polarización: por un lado los
100
años
1921-2021
gobiernos militares y por otro el Junio de 1941 - Hotel Morandi
bloque de corte religioso. (Edificio Doss) en la calle
En este contexto, Egipto cae Soliman Pasha & Fuʼad
rendido al carisma y encanto Avenue, centro de El Cairo,
Egipto - tarjeta postal con
personal de Ŷamāl ‛Abd an-Nāṣir,
fotografía real - alrededor de
Nasser para occidente, quien se
1930. La calle Soliman Pasha es
convertiría, hasta la guerra de ahora la calle Taalat Harb y la
1967, en el líder indiscutible del calle Fuʼad se convirtió en la
pueblo árabe. Nasser comenza- calle 26 de julio (para
ría con paso fuerte, perpetrando conmemorar el día en que el
expropiaciones e intervenciones, rey Fārūq abandonó el país
siempre con la voluntad de arre- después de la revolución del
batar a los extranjeros el control, 23 de julio de 1952).
los territorios y los recursos que
se considerasen egipcios. Y, de
este modo, en 1956, mientras
daba un discurso en Alejandría,
las oficinas del Canal de Suez
y su control pasaban a manos
egipcias. La compañía del Canal
quedaba nacionalizada.
Por supuesto, Gran Bretaña,
Francia e Israel reaccionan, pero
Estados Unidos les frena, e inclu-
so la Unión Soviética les amenaza.
MARZO-ABRIL 2021 TIERRA SANTA 93
IGLESIA EN DIÁLOGO
En dos palabras, se acaba el
colonialismo europeo en Egipto
Se alcanzó un giro inesperado:
un gobernante árabe conseguía
de un plumazo las aspiraciones
que Egipto albergaba desde hacía
medio siglo. Al mismo tiempo,
logra acallar a los Hermanos
Musulmanes, el incipiente isla-
mismo social y político. Se coro-
na, así, como líder indiscutible de
los pueblos árabes y como digna-
tario de nivel internacional. En
este momento surge el panara-
bismo: el mundo árabe, del Golfo
al Océano, puede autogobernarse
y permanecer unido.
Nasser acaba con el colonialismo
Con estas ideas naciendo, en
1949 se suceden tres golpes de
Estado en Damasco y, desde
entonces, el país camina con paso
lento bajo una serie de gobiernos
que dejan muchos exiliados en
Líbano. Pero, en 1958, los gober-
nantes sirios, hartos de inestabi-
lidad, retraso social y económico,
plantean algo que antes del 56 se
hubiese considerado imposible:
la Unión de Siria y Egipto en un
único Estado.
Y sí, Siria, cuyos ciudadanos
eran entusiastas de Nasser, pidió
formal y solemnemente que el
presidente egipcio gobernase el
país. Nació la República Árabe
Unida, compuesta por dos terri-
torios: la provincia meridional,
es decir, Egipto, y la provincia
septentrional, Siria.
Esta década cada cambio de
gobierno produce que muchos
sirios, principalmente intelec-
tuales, dejen su tierra y se afin-
quen en Líbano.
Lo mismo ocurrirá en Egipto,
que mantenía una gran presencia
extranjera, tanto europea como
94 TIERRA SANTA MARZO-ABRIL 2021
de pueblos del levante: sirios,
libaneses, judíos, griegos e inclu-
so armenios. Tras 1956 comienza
un éxodo cada vez mayor, impa-
rable, hacia fuera. Los europeos
dejarán el país, y los levantinos
fijarán sus ojos y su rumbo hacia
el Líbano. El Cairo, la ciudad
llamada “Umm el-duniya” –“la
Madre del Mundo”–, con su tele-
visión, de las más importantes
del mundo, su cine, sus teatros,
su ópera, comenzaba a apagarse.
Muchos de los miembros de
las colonias extranjeras tuvie-
ron un detalle antes de partir:
donaron sus libros al conven-
to franciscano más antiguo de
El Cairo y la que fue su primera
catedral, el Mousky. Allí se fue
creando una curiosa biblioteca,
inmensa ahora mismo, con una
riqueza increíble en manuscritos
árabes cristianos, pero también
coptos, griegos, siriacos y arme-
nios que los franciscanos fueron
reuniendo allí. Y, así, la Custodia
creó el Centro de Estudios Árabes
Cristianos del Mousky, a cuya
inauguración, en 1954, asistió el
presidente Muḥammad Naguib.
Fue como el canto del cisne.
La historia nos dice una y otra
vez que, cuando un estado se
homogeniza, pierde sus mino-
rías, su diversidad lingüística…
irremediablemente entra en
decadencia. La primera deca-
dencia, la más severa, es siempre
la cultural.
Así fue como Beirut, con cada
sacudida de sus vecinos, fue
llenándose de escritores, perio-
distas, cantantes y actores, pero
también de empresarios y pro-
fesionales. También de univer-
sidades. Asimismo, su propio
clero fue bendecido sobrema-
nera. La Iglesia Maronita par-
ticipó en el Concilio Vaticano II,
lo que produjo, salvando muchas
distancias, un salto del medievo
a la modernidad: una apertu-
ra al mundo, el aire fresco del
“aggiornamento” que impregnó
lo que hoy es una de las iglesias
mejor preparadas intelectual y
espiritualmente.
La Perla del Medio Oriente
Líbano se convirtió en signo
de prosperidad, un pequeño
país donde todos tenían cabi-
da, incluidas todas las etnias y
todas las ramas del cristianis-
mo y del islam. Gran parte del
merito es debido a un líder, uno
de esos que aparecen cada siglo
o más. En el caso del Líbano
fue el presidente Fuʼad Chehab,
quien, con magna responsabili-
dad política hacia los libaneses,
trató de unirles a todos bajo un
ideal de país abierto, próspero e
independiente. Chehab gobernó
desde 1958 hasta 1964. Llegó, de
hecho, con la Revolución del 58
como promesa de estabilidad,
al contrario de lo que sucedía en
Irak aquel mismo año, y evitó
que Líbano se convirtiese, tras
una reunión con Nasser, en la
provincia costera de la República
Árabe Unida.
Líbano se mantuvo indepen-
diente con su democracia, sus
periódicos, su libertad de expre-
sión, su comercio, su mercan-
tilismo de amplios horizontes,
sus bancos… Quién sabe, quizás
podría haber sido el modelo al
que toda la Nación árabe podría
haberse encaminado. Un modelo
democrático, oriental, particular
y muy genuino.
A sus vecinos les fue de manera
diferente. Egipto y Siria se dedi-
 100
años
1921-2021
© Library of Congress Prints and Photographs Division Washington

Beirut, 1957. La Avenida de los Franceses es una de

las avenidas principales, donde se encuentran los
grandes hoteles y las distintas embajadas.

caron en las décadas siguien-
tes a implantar un modelo de
nacionalizaciones, de partido
único. Como se decía antes: una
homogenización que poco a poco
agota cualquier sociedad.
Así, en 1961, un golpe de Estado
en Damasco acaba con la Repú-
blica Árabe Unida. El desconten-
to y el empobrecimiento de la
industria –males que gran parte
de la población achacó a la Repú-
blica– acabó con esa unión. Pero
ambos países ya habían encami-
nado su sistema político, y poco
había que decir.
Líbano siguió adelante bri-
llando con esplendor. Desde el
valle de Akkar hasta Tiro, la
prosperidad inundaba el país.
En 1970 Charles Hélou, su pre-
sidente, apoyó la creación de la
Francophonie. Beirut era la ciu-
dad más glamurosa del Medio
Oriente, con barrios cosmopoli-
tas y bohemios, como el célebre
Hamra’, adornado con la belleza
incomparable de sus edificios,
que rodean la Place de l’Étoile, o
del “Suq Beirut”, con la Librairie
Antoine o la Librairie Orientale,
el Casino du Liban… Beirut y el
Líbano se irguieron, así, como
referentes mundiales de la cul-
tura, los negocios y el buen hacer.
Desgraciadamente, el país
tenía, y tiene, un particular modo
de gobernarse. El poder queda
repartido entre el mosaico de
gentes que compone el país, entre
sus grupos cristianos y musul-
manes, sus etnias, facciones y
un sinfín de complejidades. El
defecto es que cada facción buscó
aliados en el exterior y eso trajo
los problemas que existían fue-
ra del Líbano al corazón mismo
del país. No diremos más, ya que
en la memoria colectiva queda
la guerra que fracturó el país
entero, que lo desangró y llenó
de heridas, muchas de las cuales
aún no han cicatrizado.
Quince años de guerra: de
1975 a 1990. Y, desde entonces,
la Perla del Medio Oriente sigue
codiciada por todos. La prensa
del mundo árabe se escribe en
Líbano, con la única excepción
del diario egipcio Al-Ahram. Por

MARZO-ABRIL 2021 TIERRA SANTA 95

IGLESIA EN DIÁLOGO
eso, muchas naciones y poderes
fácticos quisieran controlar lo
que en sus periódicos se escri-
be. Aunque Siria se retiró en el
año 2005, Líbano aún sigue, en
gran medida, bajo la influencia
de otros países. Sin embargo, vive
un clima de libertad de expresión
y prosperidad intelectual únicos
entre el resto de las sociedades
árabes del Medio Oriente.
De aquellos polvos…
estos lodos
Unidos al devenir del Líbano se
encontraron, y desencontraron,
sus vecinos palestinos, quienes
desde 1948 se toparon con los
huéspedes que los británicos
habían invitado. Es cierto que
para todo judío, haya nacido
donde haya nacido, y viva don-
de viva, Jerusalén será siempre
Jerusalén. Cierto es que todo
cristiano o musulmán puede
sentir lo mismo. No vamos a
resolver aquí ninguna legiti-
midad, ya que judíos siempre
ha habido en Jerusalén y otras
ciudades de la entonces Palesti-
na. Tampoco vamos a solucionar
el conflicto arabo-israelí. Pero,
en este siglo en el que la revis-
ta ha sido testigo del devenir
de la sociedad árabe del Medio
Oriente, qué duda cabe de que los
enfrentamientos entre los países
árabes e Israel, en 1948, 1967 y
1973, son parte importante de
la historia.
Si bien en 1948, tras los enfren-
tamientos entre árabes y judíos,
la situación había quedado en un
Status Quo, en los años 60 Siria
y Egipto estaban mejor arma-
dos, y parece ser que dispuestos
a acechar el naciente Estado.
Presiones en Jordania hicieron
que ésta entrase en al alianza,
al igual que Irak.
96 TIERRA SANTA MARZO-ABRIL 2021
En junio, las fuerzas israelíes
desencadenaron un ataque sor-
presa contra todos, y en seis días se
encontraban ocupando el Sinaí, los
Altos del Golán, Jerusalén Este y
Gaza. Esto desencadenó en migra-
ciones, creciendo los campos de
refugiados en Belén, Jordania y,
posteriormente, en Líbano. Tam-
bién hubo inmigración hacia Egip-
to y Siria, pero en menor medida.
No hubo mediación preventiva
del conflicto por parte de otros
países, ni siquiera por parte de las
grandes potencias del momento.
Es como si todo se hubiese dejado
al azar, como si nadie hubiese
sabido cómo reaccionar o cuá-
les serían las consecuencias del
conflicto. Pero lo más devastador
fue el duro golpe que la sociedad
árabe recibió: el hasta entonces
líder del Mundo árabe, Nasser,
quedó en entredicho, lo que le
llevó a dimitir, pero fue obligado
a retomar el poder. Fue una heca-
tombe con efectos que se sintie-
ron en las décadas posteriores: la
fundación de la OLP, los sucesos
de ésta e Israel en el Líbano, los
de las Olimpiadas de Múnich, una
nueva guerra en 1973, anexio-
nes, asentamientos, intifadas,
más asentamientos… incluso la
muerte de Nasser en 1970.
Poco queda de los Acuerdos de
Camp David, o de Madrid, o el
apretón de manos en Oslo, prác-
ticamente todo atisbo de diálogo
y paz sucumbió con el asesinato
de Isaac Rabin el 4 de noviembre
de 1995.
Una gran conmoción sacu-
dió toda la sociedad israelí,
pero también la árabe. Ese 4 de
noviembre la noche se volvió más
oscura, se perdió la oportunidad
de avanzar hacia una paz que la
sociedad del Medio Oriente lle-
va buscando desde la caída del
Imperio Otomano.
Gamal Abdel Nasser,
presidente de Egipto, se
dirige a la multitud
congregada en la Plaza
de la República, El Cairo,
22 de febrero de 1958,
desde un balcón del
edificio de la Unión
Nacional, después de ser
elegido el primer
presidente de la
República Árabe Unida,
que unificaba Egipto y
Siria y contaba con una
población de 27 millones.
El nuevo milenio sorprendió
a los pueblos del Creciente Fér-
til con las guerras de Irak, la de
Israel y el Líbano en 2006, y con
un autonombrado Califato tan
fugaz como cruel, con Siria esta-
llando en enfrentamientos que
son parte de un tablero inter-
nacional donde cada cual mue-
ve sus piezas según sus propios
intereses. Nació una Primavera
Árabe cuya mecha se prendió
en Túnez, pero ya los blogueros
egipcios apuntaban maneras y
organizaron movilizaciones,
prendió la mecha por aquí y por
allí y algunas cosas cambiaron,
pero casi todo seguiría igual.

La caída de Nasser dejó huér-
fano al panarabismo y abrió la
puerta a grupos de corte islámi-
co que se presentaban como la
panacea, ¡bálsamo de Fierabrás!,
para una sociedad, la árabe, que
busca su sitio en este mundo que
todos compartimos.
El nacimiento de la revista
Tierra Santa coincidió con todos
estos advenimientos que hemos
narrado, que son génesis de los
que todos hemos vivido en los
últimos 30 años.
La Tierra Santa seguirá sien-
do testigo de los aconteceres de
estos pueblos, de esta sociedad
en la que la revista nació y vive
© Library of Congress Prints and Photographs Division Washington
inmersa. A la sociedad árabe, franqueza, respeto, perdón, y que
y también a la judía, que hoy sirva para instaurar un futuro de
hace parte del Medio Orien- desarrollo y bienestar durade-
te, sólo podemos desearles que ros. Espero, como columnista de
encuentren, con la ayuda de esta revista, que en las próximas
Dios, el camino de la Paz. Una décadas les podamos contar que
paz generosa, cargada de dialogo, este sueño se está cumpliendo.
Bibliografía
Abumalham Mas, Monserrat, Mirando al mundo árabe, un paseo
por la literatura, Editorial Complutense, Madrid 2009.
Maalouf, Amin, El naufragio de las civilizaciones, Alianza Editorial,
Madrid 2019.
Tripp, Charles. A History of Iraq, Cambridge University Press,
2007.
MARZO-ABRIL 2021 TIERRA SANTA 97
 100
años
1921-2021

IGLESIA EN DIÁLOGO

«Que
todos
sean uno»
RICARDO RUIZ DE LA SERNA
© Leonid Andronov /iStock

Cúpula del Catholikon griego

ortodoxo del Santo Sepulcro.
IGLESIA EN DIÁLOGO

Estoy delante de la entrada. Queda un rato largo para

el amanecer. No son ni las 4 de la mañana. He seguido
los versos de Luis Rosales («De noche iremos, de
noche, / que, para encontrar la fuente, / sólo la sed nos
alumbra») y me he puesto en marcha bien temprano.
Ha llovido a cántaros, pero parece que ahora ha
escampado. He entrado por la Puerta de Damasco.
Apenas me he cruzado con nadie por las calles de
la Ciudad Vieja. Sólo he visto algún judío ortodoxo
caminando apresurado hacia el Muro Occidental del
Templo. Todo está cerrado. Ni un alma en Muristán.

M
e enc uent ro,
naturalmente,
ante las puertas
de la basílica del
Santo Sepulcro.
Cerca de mí hay algunos pere-
grinos madrugadores que, como
yo, han querido asistir a la aper-
tura del lugar santo. Dos familias
musulmanas son las responsa-
bles: los Joudeh guardan la llave
y los Nuseibeh abren la puerta.
baja. Aquí llega gente de todos
los rincones de la tierra. Si uno
pone algo de atención, escuchará
hablar en griego, árabe, ucra-
niano, inglés, italiano, francés,
portugués y todos los acentos de
nuestra lengua. Desde las estri-
baciones de los Andes y las orillas
del Río de la Plata, desde Carta-
gena de Indias o desde México,
de todos los rincones de América
llegan peregrinos. Hay grupos
© chameleonseye/iStock

En la fachada, sigue la escalera de africanos venidos de Nigeria

que lleva ahí desde 1757. Apenas
se ha movido. Una vez, en 1981,
intentaron robarla, pero la policía
israelí lo impidió. Para retirarla,
deberían ponerse de acuerdo las
comunidades cristianas a las que
pertenece la basílica: francisca-
nos, representantes de la Igle-
sia católica, griegos ortodoxos y
armenios de la iglesia apostólica.
Coptos y sirios pueden rezar en
ella. Fuera del edificio, en lo que
un día fueron su claustro y su
refectorio, los etíopes tiene un
monasterio y dos capillas.
Han abierto la puerta.
Entramos.
El grupo de peregrinos -tam-
bién hay algún turista- se va
dispersando. Hablamos en voz
y de Tanzania. Algunos hablan
swahili. Yo recuerdo que, no lejos
de estos muros, los Misioneros
de África, seguidores de Cristo
en ese continente que tanto amo,
tienen la casa de Santa Ana. Este
lugar hace buenas las palabras
de Isaías 56,7: «Mi Casa será
llamada Casa de Oración para
todos los pueblos». Hay algunos
ortodoxos griegos. Recuerdo el
encuentro del Papa Pablo VI con
Atenágoras, patriarca ecuménico
de Constantinopla, en la Delega-
ción Apostólica de Jerusalén en
enero de 1964, cuando celebró
que en «este lugar, en este cen-
tro siempre sagrado y bendito,
nosotros, peregrinos de Roma
y Constantinopla, pudiéramos
encontrarnos y unirnos en una
oración común».
Durante siglos, este lugar ha
sido punto de destino para quie-
nes peregrinaban a Tierra San-
ta. Algunos lo visitaban en pri-
mer lugar. Otros recorrían antes
otros lugares por los que pasó
el Señor «haciendo el bien». Sin
embargo, ninguno pasaba de
largo ante el sepulcro vacío. La
fe en la Resurrección, la victoria
de Cristo sobre la muerte, une
a todos los cristianos. Fue en
esta basílica, «madre de todas
las iglesias», donde San Juan

100 TIERRA SANTA MARZO-ABRIL 2021

 100
años
1921-2021

Sacerdote griego ortodoxo a las puertas del Santo Sepulcro.

Pablo II celebró la eucaristía
el domingo 26 de marzo de
2000 y en cuya homilía tuvo
sentidas palabras hacia todos
los cristianos: «Aquí, donde
nuestro Señor Jesucristo murió
para reunir a los hijos de Dios
que estaban dispersos (cf. Jn 11,
52), el Padre de las misericor-
dias fortalezca nuestro deseo
de unidad y paz entre todos los
que han recibido el don de la
vida nueva en las aguas salví-
ficas del bautismo».
Por toda la Tierra Santa, «des-
de Dan hasta Bersheeva», desde
los Montes del Líbano hasta el
Sinaí, desde Ur de Caldea hasta
Ashkelón, la presencia de los
cristianos alimenta y anima la
vida de una región única en el
mundo. Aquí están los lugares
santos de las tres religiones
monoteístas. Aquí vuelven su
mirada millones de creyentes
cada día. Aquí se alza la ciudad
de Jerusalén, tres veces santa.
En esta ciudad única comenzó
a publicarse, hace ahora cien
años, la revista que el lector
tiene entre las manos.
Es tradición española que
«peregrino» es el que se dirige
a Compostela a visitar la tum-
ba de Santiago. «Romero» es el
que se encamina a Roma, donde
Pedro fue martirizado. Quienes
vienen a Jerusalén se llaman
«palmeros». Con palmas recibie-
ron a Jesús el Domingo de Ramos
abriendo así los días de la Pasión,
que conducen a la Resurrección

MARZO-ABRIL 2021 TIERRA SANTA 101

IGLESIA EN DIÁLOGO

© MAB/CTS
Las cruces incisas por peregrinos durante siglos cubren las paredes
camino a la capilla armenia de Santa Elena en el Santo Sepulcro.

que todos los cristianos celebran,
y con palmas regresaban aque-
llos peregrinos que venían de
orar ante el sepulcro vacío. Sin
embargo, aquí todos se denomi-
nan «peregrinos» así que noso-
tros también lo haremos. A fin
de cuentas, por estos lares todo
tiene muchos nombres, muchas
formas, muchas voces, aunque,
a veces, resuenen en ellas los
mismos ecos.
Así pues, quien viene a estos
Santos Lugares ha de preparar-
se para la diversidad que estos
sitios le deparan. Como es sabi-
do, la Custodia de Tierra Santa,
nombre que recibe la provincia
correspondiente de la Orden
de los Hermanos Menores -los
franciscanos-, tiene a su cuidado
muchos de ellos, no sólo en Israel
sino también en los territorios
autónomos de la Autoridad Nacio-
nal Palestina. La Iglesia les ha
encomendado a ellos el cuidado
de los Santos Lugares de la cris-
tiandad. Siguiendo los pasos de
San Francisco de Asís, que visitó
al gran sultán Al-Malik Al-Kamil
en Damieta (Egipto) el año 1219,
la Custodia contribuye desde su
constitución al diálogo ecuméni-
co con las restantes confesiones
cristianas de Tierra Santa.
¡Y es tan grande la diversidad
en esta parte del mundo…!
Admiren la entrada de los orto-
doxos griegos, cuyas velas per-
fumadas iluminan los iconos y
crean ese efecto de una luz que no
es totalmente de este mundo. Ya
advertía Pavel Florensiki en «El
iconostasio. Una teoría de la esté-
tica» (Ediciones Sígueme, 2016)
de la estrecha relación entre el
arte del icono y las imágenes
oníricas. Si uno dedica tiempo a
visitar el Santo Sepulcro y evi-
ta las visitas turísticas fugaces,
podrá escucharlos cantar junto a
la Anástasis, la Rotonda deslum-
brante construida en el siglo IV
y que indica el Santo Sepulcro.
Hay en la Iglesia Ortodoxa una
tradición muy arraigada de canto
coral que tuvo gran influencia en
la música sacra tanto oriental
como occidental. Algunos de los
himnos que elevan durante los
oficios son comunes a los ortodo-
xos y a los católicos de rito bizan-
tino; por ejemplo, el «Akathistos»,
que se canta de pie en honor a
la Virgen María, Madre de Dios.
Hay otros himnos no litúrgicos
propios de la tradición ortodoxa
griega que el melómano podrá
disfrutar al tiempo que eleva

102 TIERRA SANTA MARZO-ABRIL 2021

 100
años
1921-2021

© iStock

Armenios celebrando misa en la capilla de Santa Elena en la Iglesia

del Santo Sepulcro en Jerusalén.

su espíritu. Entre mis favoritos
está «Agni Parthene» («Oh, Vir-
gen pura»), que compuso San
Nectario de Égina a finales del
siglo XIX. Tal vez por eso me
gusta, porque es «moderno» (a
fin de cuentas, un siglo es poco
por estos parajes) y, al mismo
tiempo, bebe de una tradición
milenaria. Escuchen estas voces
que llenan de luz las imágenes
del iconostasio. Como indicaba
Pavel Eudokimov, el icono es «un
torrente de gloria que canta por
sus propios medios». También
aquí es posible encontrarse con
los demás cristianos: «La verda-
dera belleza no necesita pruebas.
Es una evidencia que erige un
argumento iconográfico de la
verdad divina».
Durante su peregrinación jubi-
lar a Tierra Santa en 2000, el Papa
San Juan Pablo II agradeció a la
Santísima Trinidad la visita al
patriarcado greco-ortodoxo de
Jerusalén y expresó su alegría
por saber que «los líderes de
las comunidades cristianas de
la ciudad santa de Jerusalén se
reúnen con frecuencia para tratar
cuestiones de interés común para
los fieles. El espíritu fraterno que
reina entre vosotros es un signo
y un don para los cristianos de
Tierra Santa mientras afrontan
los desafíos que se les plantean».
En aquella visita, Su Beatitud el
patriarca Diodoros recordó la
oración de Cristo en la víspera
de su pasión y muerte. El Papa
viajero respondió con bellísimas
palabras: «esa oración es su últi-
ma voluntad, su testamento, y es
un desafío para todos nosotros.
¿Cuál será nuestra respuesta?
Queridos hermanos en Cristo,
con el corazón rebosante de
esperanza y con inquebrantable
confianza, hagamos que el tercer
milenio cristiano sea el milenio
de nuestra alegría recuperada en
la unidad y en la paz del Padre,
del Hijo y del Espíritu Santo».
Los ortodoxos griegos son unos
diez millones.
Hablando de belleza, admiren
a los armenios que descienden
hacia la capilla de Santa Elena.
Reparen en las cruces que gene-
raciones de peregrinos han ido
marcando con incisiones en la
pared izquierda de las escaleras.
También ellos cantan. Llevan
haciéndolo desde el año 301. El
bautizo de Armenia es anterior
incluso al Edicto de Milán (313).
La historia de este pueblo pro-
digioso ha estado unida estre-

MARZO-ABRIL 2021 TIERRA SANTA 103

 IGLESIA EN DIÁLOGO
© SergeYatunin/iStock
El-Sultan) ubicado en la azotea de la Iglesia del Santo Sepulcro en Jerusalén.
chamente a la escritura y al arte,
pero también al martirio. Las
primeras palabras escritas en el
alfabeto armenio que el monje
Mesrop Mashtots creó en el año
405 fueron una cita de Prover-
bios 1,2: «Para aprender sabi-
duría e instrucción, para com-
prender dichos profundos». La
Iglesia Apostólica Armenia tiene
en Jerusalén patriarcado propio
y un barrio cuyos muros parecen
propios de una fortaleza. No en
vano se refugiaron en él algunos
supervivientes del Genocidio
Armenio. Según se entra por la
puerta de Jaffa, que los otoma-
nos abrieron en la muralla para
la visita del Kaiser Guillermo II
en 1898, adéntrense despacio
hacia la derecha. Casi sin dar-
se cuenta, estarán en el barrio
armenio de la Ciudad Santa,
104 TIERRA SANTA MARZO-ABRIL 2021
El antiguo patio del monasterio etíope (también conocido como Deir
Un monje en la esquina mantiene el orden en el patio del monasterio.
cuyo edificio más importante
es el monasterio de Santiago.
Aquí reconoció Benedicto XVI,
durante su peregrinación a Tie-
rra Santa de 2009, «el decidido
compromiso de la Iglesia apos-
tólica armenia de proseguir el
diálogo teológico entre la Iglesia
católica y las Iglesias ortodoxas
orientales». La Iglesia Apostólica
Armenia tiene, hoy, unos diez
millones de fieles.
Sobre la capilla de Santa Elena
hay un monasterio interesan-
tísimo. Me refiero a Debre Sul-
tan o «Monasterio del Sultán»,
que alberga a los etíopes, que
descienden desde allí a orar a la
capilla de San Miguel, que com-
parten con los coptos. Caminan
vestidos de negro con cruces
rojas al pecho. De nuevo, una
visita a este sitio nos lleva a otros
lugares. En Etiopía, la presencia
cristiana se remonta al reino de
Aksum, que adoptó el cristianis-
mo como religión oficial en 330.
Sin embargo, las referencias a
Etiopía en la Escritura son ante-
riores. El lector del Nuevo Testa-
mento recordará el pasaje de los
Hechos de los Apóstoles en que
Felipe convierte a un etíope que
era alto funcionario de la reina
Candace. Desde el Santo Sepul-
cro, se llega a cualquier punto
de la historia del cristianismo.
Camino en torno
a la Rotonda.
Vean llegar a los coptos en toda su
majestad. Pertenecen al Patriar-
cado Copto Ortodoxo de Jerusalén
y vienen de las dependencias que
se sitúan en la parte superior de
 100
años
1921-2021

© MAB/CTS
Sacerdotes católicos en la procesión del Corpus Christi pasan por delante
de la capilla de los coptos que está en la parte de atrás del edículo.

la basílica. Su capilla en el Santo Del Santo Sepulcro parten y convergen

Sepulcro se ilumina de velas y la
adornan lienzos blancos borda-
dos. Rezan frente a ella. El nom-
bre «copto» viene del término
griego con que se designaba a
Egipto. No olviden nunca que la
Sagrada Familia fue extranjera
en el país del Nilo como antes lo
fue Israel mismo, de donde fue
liberado de la esclavitud por
Yahvé con mano poderosa. Me
conmueve imaginar que, tal vez,
el niño Jesús jugó a la sombra
de las pirámides. La tradición
cuenta que esta Iglesia la fundó
San Marcos a mediados del siglo
I. En la actualidad, los coptos son
la más numerosa de las minorías
religiosas en Egipto y cuentan
con unos diez millones de fieles.
Doy unos pocos pasos más
en tono a la Anástasis. Hay una
todos los caminos de los seguidores de
Cristo
tumba judía del siglo I a.C. – o
del siglo I de nuestra era porque
en este punto las fuentes difie-
ren- que la tradición considera
la tumba de José de Arimatea.
El ábside del muro, excavado
en la roca, alberga una capilla
donde ora la comunidad sirio-
jacobita, que suele denominar-
se simplemente «siria», aunque
su nombre oficial en español es
Iglesia siro-ortodoxa de Antio-
quía. El viajero puede imaginar
los padecimientos de estos cris-
tianos durante estos años tanto
en Siria como en Irak. Su capi-
lla es pequeña, pero su rito es
muy hermoso. Oran en siriaco,
una lengua próxima al arameo,
pero distinta. Son miembros de la
Iglesia fundada en Antoquía por
los cristianos huidos allí después
de la lapidación del protodiá-
cono San Esteban en la puerta
de los Leones, al inicio de la Vía
Dolorosa. Hoy ascienden apro-
ximadamente, a cinco millones
y medio de fieles.
Avanzo algunos metros
dejando el Calvario
a mi derecha.
El palmero llega de nuevo a la
entrada de la Rotonda donde
resuena aún el grito de victo-

MARZO-ABRIL 2021 TIERRA SANTA 105

 IGLESIA EN DIÁLOGO
Monjes etíopes durante la Santa Misa
© iStock
en la capilla de los etíopes en la Iglesia
del Santo Sepulcro en Jerusalén.
ria de la Resurrección: ¡Χριστός
ἀνέστi! (Christós Anesti): ¡Cristo
ha resucitado! Aún se emplea
como saludo en griego y yo lo
he escuchado entre los ortodoxos
serbios con frecuencia. Estamos
donde se consumó todo. De este
punto parten todos los caminos
que han seguido los seguidores
de Cristo y aquí convergen.
Salgo del Santo Sepulcro. Ya ha
amanecido y ha cesado la lluvia.
De hecho, brilla un sol magnífico
que se refleja sobre la Cúpula de
la Roca. A pocos metros de allí
están las Escaleras del Destino,
donde el islam sunní profesa
que serán pesadas las almas
cuando llegue el Juicio. Abajo,
al pie del Muro Occidental, una
multitud abigarrada de judíos
sigue elevando sus plegarias al
Eterno Bendito. Aquí no se deja
de rezar nunca. Una cita rabínica
nos recuerda que «la Divina Pre-
106 TIERRA SANTA MARZO-ABRIL 2021
sencia nunca ha abandonado el
Muro Occidental». Vengo al Muro
siempre que puedo. Lo he visto
de día y de noche, al atardecer
y de madrugada. Fue ante estas
piedras donde San Juan Pablo II
pronunció una oración conmove-
dora: «Dios de nuestros padres,
tú has elegido a Abraham y a su
descendencia para que tu Nombre
fuera dado a conocer a las nacio-
nes: nos duele profundamente
el comportamiento de cuantos,
en el curso de la historia, han
hecho sufrir a estos tus hijos, y,
a la vez que te pedimos perdón,
queremos comprometernos en
una auténtica fraternidad con
el pueblo de la alianza».
Este lugar, esta tierra, no es
museo. Está viva y, a veces, se
agita con dolores de parto. Jesús
lloró por esta ciudad. Judíos y
cristianos comparten el salmo
en que piden por la paz en Jerusa-
lén, dentro de sus muros y en sus
palacios. Es santa para las tres
religiones del Libro. A ella volve-
mos los cristianos cada vez que
celebramos la Fracción del Pan y
proclamamos la resurrección de
Cristo. Paseo por la Ciudad Vieja
mientras recuerdo esa escalera
que está en la fachada desde 1757.
Para moverla, deberían ponerse
de acuerdo todas las comunida-
des con derechos sobre el santo
Sepulcro. No pierdo la esperan-
za de que eso suceda algún día.
Espero, en palabras del Papa
Francisco durante la celebración
ecuménica en la basílica del San-
to Sepulcro el año 2014, «el día
bendito en que reencontremos
nuestra plena comunión».
Que todos sean uno.
Que esta Casa sea Casa de oración
para todas las naciones.
Que reine la paz en esta tierra.
 100
años
1921-2021

Imágenes
para
la historia
© Library of Congress Prints and Photographs Division Washington

El Santo Sepulcro, parece que no han pasado

los años por él. Esta foto es de principios del
siglo XX. Nótense los frisos sobre los
pórticos, una joya del arte cruzado que
actualmente se encuentran en el Rockefeller
Museum. El lector avezado habrá encontrado
la escalera de cedro libanesa que lleva
inamovible en el mismo sitio desde 1757.
 PUEBLOS Y CULTURAS
Puerta de Yafa o de Jafa en su acceso
original, pues la parte de muralla entre
esta puerta y la Ciudadela de David aún
no había sido derribada, tal y como
aparece hoy en día. A ella llegaban las
caravanas de peregrinos desde el puerto
de Jafa. Foto de principios del siglo XX.

© Library of Congress Prints and Photographs Division Washington

© Library of Congress Prints and Photographs Division Washington

Vista de los valles del

Tiropeion y del Cedrón, que
dejan entre ambos lo que un
día fue la ciudad de David.
Al fondo se ve el barrio de
Silūan. Arriba a la izquierda
se aprecian las mezquitas.
Principios del siglo XX.
 100
años
1921-2021
© Library of Congress Prints and Photographs Division Washington

Puerta de los Leones o de San

Estaban, por ella sería arrastrado
fuera de la muralla el protomártir
cristiano para su lapidación. Los
cuatro leones, que le dan también
nombre, representan la tribu de
Judá. Principios del siglo XX.
PUEBLOS Y CULTURAS
Judíos se dirigen a la
sinagoga entre las
estrechas callejuelas de la
Ciudad Vieja. Foto de 1925
que parece tomada ayer.

© Library of Congress Prints and Photographs Division Washington

 100
años
1921-2021

El muro de las Lamentaciones,

que hoy en día se encuentra
con una gran explanada en el
emplazamiento que antaño
tuvieron numerosas casas que
lo hacían casi inaccesible. En
esta pintoresca foto de 1925
en el mismo espacio, sin
paneles separadores, rezan
hombres y mujeres.
© Library of Congress Prints and Photographs Division Washington
 PUEBLOS Y CULTURAS

© Library of Congress Prints and Photographs Division Washington

Parte del mercado en el lugar que el Cardo pasa del barrio
musulmán al barrio judío. En ese momento se ubicaban ahí
los vendedores de telas y tejedores, mientras que hoy en día
es el Suq al-lahma, el mercado de la carne. Foto de 1925.

Franciscanos ante la III

Estación del Via Crucis.
En primer plano, de
rodillas, con tonsura y
barba, el M.R.P. Alberto
Gori, entonces Custodio
de Tierra Santa y
posterior Patriarca Latino
de Jerusalén. El paraguas
debió ser tan novedoso,

© Library of Congress Prints and Photographs Division Washington

como el smartphone hoy
en día. Mención aparte
debe hacerse a las
elegantes tonsuras de la
época, año 1937.
 100
años
1921-2021
© Library of Congress Prints and Photographs Division Washington

En 1925, la Basílica de la Agonía en Getsemaní y la iglesia de

Santa María Magdalena se hacían compañía en un monte de
los olivos despoblado y unas carreteras que no soñaban aún
con autobuses de peregrinos aparcados a sus flancos.
© Library of Congress Prints and Photographs Division Washington

Esta muchacha de
Betania bien podría
ser descendiente
de los amigos de
Jesús. Sentada
sobre las ruinas de
la casa de Marta y
María nos recuerda
a María de Betania
que en aquel
entorno se sentaba
a los pies de Jesús
para escucharle.
Foto tomada entre
1900-1920.
 PUEBLOS Y CULTURAS Mujeres cristianas de Belén con sus vestimentas
tradicionales. Los bordados que adornan la parte
delantera superior del vestido, así como las mangas,
son diferentes en cada ciudad, dando una identidad
geográfica a las mujeres que los visten. Las mujeres
cristianas solían llevar ese característico velo blanco
como señal de la resurrección de Cristo. 1900-1920.

© Library of Congress Prints and Photographs Division Washington

Fieles griegos ortodoxos
en la Basílica de la
Natividad, seguramente
en los oficios de Semana
Santa, pues se desarrollan
de día. Nótese el modo
de vestir tradicional de
finales del siglo XIX y
principios del XX. 1925.

© Library of Congress Prints and Photographs Division Washington

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