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LA PRODUCCIÓN ORGÁNICA
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Los animales siempre han sido importantes para la vida de los seres humanos. Aún en
las condiciones más extremas como en los hielos del polo o en los desiertos más áridos,
los perros que tiran los trineos o los camellos que transportan las caravanas han sido
necesarios para la existencia humana en esos lugares.
Especialmente importantes son los animales que se alimentan de pastos (vacunos, ovejas,
camélidos, cabras, caballos) y que pueden alimentarse en lugares que no son buenos
para hacer agricultura, pero en los cuales crece pasto (cerros, quebradas, cárcavas).
Por otra parte, estos animales, a diferencia de otros como las aves o los cerdos,
consumen alimentos que el hombre no puede consumir. En otras palabras, son capaces
de transformar el pasto en productos de mucho mayor valor, como la carne o la leche, o
en fuerza de trabajo.
Los animales se alimentan de los vegetales o de otros animales que comen vegetales;
pero al mismo tiempo producen desechos: guano y orina. Estos desechos ayudan a
descomponer los restos de vegetales y así alimentar el suelo y éste a las plantas. De esta
forma se logra una agricultura mucho más eficiente en el uso de los recursos productivos,
ya que en vez de contaminar con desechos animales y vegetales se los utiliza como
insumos.
Sin embargo es bueno saber que el guano de algunos de ellos, por ejemplo el de las aves,
entrega nutrientes más rápidamente a las plantas que otros como el de los vacunos. Por
eso si se trata de fertilizar un cultivo exigente, podría ser una buena solución aplicar como
abono una mezcla de guano de aves y de aboneras o cama de vacunos. De esta manera
el cultivo tendrá buena fertilización desde el primer tiempo de crecimiento.
Por lo tanto para hacer la elección del tipo de animal más adecuado se debe tener en
cuenta dos cosas:
1. Las condiciones del campo: su ubicación (en el norte o en el sur, por ejemplo) por las
temperaturas así como la cantidad y períodos de lluvia; si cuenta o no con riego, etc.
2. Qué productos le interesa obtener de los animales además del guano: cuáles son sus
precios y las facilidades para su venta.
En relación a las razas es necesario recordar que en general animales de raza más fina
son mejores productores, pero también son más delicados y más exigentes respecto a la
alimentación. A veces puede ser preferible elegir animales criollos mezclados con alguna
raza que interese. De esta manera se contará con animales más adaptados a las
condiciones existentes, más resistentes a las enfermedades y manteniendo buenos
niveles de producción.
Siempre será conveniente ir mejorando la calidad de los animales sin perder las
cualidades recién señaladas. Una eficiente organización para intercambiar reproductores
puede ser muy útil al respecto.
Un vacuno produce al año, en promedio, la cantidad de guano y orina que mezclados con
la cama del corral o utilizado en fabricar aboneras permite producir 10 toneladas de abono
orgánico.
Se dice en promedio, ya que la cantidad más exacta de guano que produce un animal
depende de la calidad de los pastos, del tamaño del animal y de las exigencias que tiene.
Así, por ejemplo, una vaca lechera o un buey en trabajo produce menos de la cantidad
señalada. En cambio un novillo o un buey en engorda producen mucho más.
Por otra parte con 10 toneladas de abono orgánico se fertilizan también, en promedio, una
hectárea de cultivos. Sin olvidar que para cultivos más exigentes se pueden necesitar
hasta 15 toneladas.
Si se considera además que la misma pradera aporta también a la fertilización del suelo
para el cultivo siguiente, se llega a que con un vacuno adulto se puede fertilizar una
hectárea de terreno.
Si se tienen otro tipo de animales, las equivalencias en cantidades de guano y orina para
hacer abono orgánico (abonera o cama animal) son aproximadamente las siguientes:
Un Vacuno / año produce guano y orina + cama animal = 10 toneladas de abono orgánico
La cantidad de animales dependerá del tipo de animales que se tenga y del número de
hectáreas que se requiera fertilizar.
camélidos), ya que este tipo de animales son los que con más frecuencia poseen los
productores.
Una buena alimentación para cualquier animal, como también para los seres humanos, es
una alimentación completa, equilibrada y variada. Esto quiere decir que tenga todos los
nutrientes que el animal necesita para crecer y mantenerse en buena forma.
Las calorías, que le entregan al animal energía para producir, moverse o trabajar.
Las proteínas, que le sirven para formar su cuerpo, crecer y mantenerlo. Son las
que forman por ejemplo los músculos del animal.
Las vitaminas. Ellas son diversas y cada una sirve para diferentes cosas:
mantención de la vista, ayuda para absorber otros nutrientes, mantención de la
fertilidad, prevención de diferentes enfermedades, etc.
Las sales minerales, como las que contienen Calcio, Fósforo, Fierro y otros. Estos
minerales sirven para formar, por ejemplo, los huesos, la sangre y en general
mantener el funcionamiento normal del organismo. Todo lo anterior sirve al animal
a condición de que cuente también con suficiente agua.
Las calorías las sacan en general de los granos: el maíz, el trigo, la avena, de pastos que
producen granos, como las ballicas, o de papas en la alimentación de los cerdos.
Las vitaminas y los minerales se encuentran en las frutas, los pastos verdes y también en
los granos.
En el caso de los rumiantes una buena alimentación se obtiene en general con praderas
naturales de pastos variados, cuando se siembran empastadas con mezclas de
leguminosas y gramíneas o se complementa alguna de ellas con rastrojos, paja, restos de
cosechas o, en algunos casos, alimentos concentrados de origen vegetal o animal.
Las leguminosas forrajeras de mayor uso son la alfalfa, el trébol rosado, el trébol blanco, el
trébol alejandrino y la vicia. Entre las gramíneas está la avena y diferentes tipos de
ballicas.
Las empastadas pueden ser permanentes, es decir que duran varios años, o de
temporada, las que duran por ejemplo sólo un invierno.
Las de temporada más usadas son las de invierno, muy útiles como complementarias ya
que los otros pastos detienen su crecimiento en esa época. Se usan:
La cantidad de animales que puede mantener una pradera (carga animal) va a depender
en especial de la calidad de ella y de la forma como se la maneje. Por ejemplo, una
hectárea de buena pradera de alfalfa es capaz de alimentar bien hasta dos vacas y media;
una hectárea de pradera natural en condiciones regulares, sólo una.
Además de poner atención a los riegos, (si no son de secano), a las épocas de siembra o
a otros cuidados, al igual como se hace con los cultivos, con las praderas es importante
insistir en tres aspectos del manejo:
Lo pueden hacer con pastoreo en los potreros o sin pastoreo. Ambas tienen ventajas e
inconvenientes.
El pastoreo es lo más corriente y económico en el sentido que son los mismos animales
los que hacen el trabajo de cosecha.
Además de que el pasto tiene tiempo para recuperarse, el consumo se puede ajustar
mejor a las necesidades; los animales usan todos los pastos y la repartición de guano y
orina en el suelo se hace en forma más pareja.
Productores que han adoptado este sistema les ha aumentado la cantidad de pasto
disponible en un 50% en relación a la que tenían cuando usaban pastoreo continuo.
Este sistema necesita mucho más trabajo, pero se logra ordenar muy bien el consumo
de los animales, el tiempo que necesita el pasto para recuperarse y el aprovechamiento
de la totalidad del guano y la orina que se juntan en el corral para usarlos en la
fertilización de los cultivos. La pradera se mantiene también en mejores condiciones al
no estar pisoteada por los animales.
2. El segundo es el cuidado que se debe tener con las praderas para evitar dos
situaciones extremas: el sobrepastoreo y el envejecimiento de los pastos.
El sobrepastoreo se produce cuando los animales consumen el pasto hasta el ras del
suelo.
Diplomado de Agricultura Orgánica / CENTRO DE EDUCACIÓN Y TECNOLOGÍA - CET
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Cuando esto sucede se hace mucho más difícil que la planta se recupere y vuelva a
crecer; se perderá una buena cantidad de plantas y las que logren recuperarse se
demorarán mucho en volver a producir forraje. Se debe, por lo tanto, cambiar los
animales del lugar de pastoreo cuando a las plantas les queden todavía algunos
centímetros de tallo sobre el suelo (al menos 5 centímetros).
Por otra parte el envejecimiento excesivo de los pastos los hace menos alimenticios
para los animales y se pierde fertilidad del suelo en mantener plantas poco nutritivas.
Ambos problemas son más difíciles de controlar cuando se hace pastoreo continuo.
3. El tercer aspecto es recordar que el pasto es una planta semejante a los otros cultivos.
Si el guano que se va a utilizar para fertilizar viene de fuera del campo y se va juntando
para hacer aboneras, el cuidado más importante que se debe tener es que no lo “lave” la
lluvia ni se “reseque” con el sol. Póngase en un lugar bajo techo o al menos tapado con
algún material impermeable para que mantenga los nutrientes.
Si se tienen animales lo más práctico para fabricar el abono será utilizar la cama de los
corrales.
Cuando los animales se alimentan pastoreando, una parte del guano y la orina queda en
el potrero y servirá para fertilizar la pradera. Pero la mayor parte se juntará en los corrales
donde se guarden en las tardes o donde se ordeñan las vacas. Por esta razón es
importante no descuidar el manejo de la cama animal.
La ventaja de la cama consiste en que no sólo ayuda a juntar el guano sino que además
retiene la orina que se vio antes, contiene una gran parte de los nutrientes que bota el
animal. Por otra parte, la cama está hecha de material vegetal que empieza ya en el
mismo corral a molerse y mezclarse bien con el guano y la orina. De esta manera estará
en las mejores condiciones para llegar a convertirse en abono orgánico.
Los materiales para la cama pueden ser: paja de trigo, partes de rastrojos que no coman
los animales (cañas y chalas de maíz por ejemplo), pastos, viruta, aserrín, capotillo de
arroz, etc. Es decir cualquier material vegetal que absorba la orina.
Se recomienda colocar 2 a 3 kilos de material por animal y por día, en el caso de vacunos
o caballos. Puede colocarse la cantidad correspondiente dos veces en la semana.
La cama se sacará al menos 3 veces en el año haciendo con ella los montones en que
continuará el proceso de descomposición, como se explicó anteriormente.
En el caso de las aves y las ovejas es conveniente mantener una cama de unos 15 cm.,
agregando material de vez en cuando. Esta cama deberá sacarse por lo menos dos veces
al año, o más a menudo si se ve necesario.
Si se trata de cerdos es conveniente remover todo el material cada 15 días para evitar que
se junten muchas moscas.
En la crianza de conejos, para recuperar el guano y la orina, resulta práctico colocar las
jaulas a 80 cm. de altura e ir haciendo aboneras directamente bajo ellas.
Para realizarlo, el piso de la jaula debe dejar pasar el guano y la orina (debe ser hecho de
listones o malla). Se van colocando capas de desechos y de tierra a medida que los
conejos van depositando el guano.
Una vez que se llena el espacio se saca todo el material y bien revuelto, se espera que
termine de descomponerse antes de usarlo.
Aquí se mencionará solamente algunos que, en general, valen para todos y que ayudan a
prevenir enfermedades.
Junto a ella, el agua. Todos los animales necesitan tener a su disposición agua fresca,
limpia y abundante.
Es necesario que estén ubicados en un lugar que tenga ventilación. Pero al mismo tiempo
es muy importante protegerlos de los vientos fuertes. Los corrales deben ubicarse en
lugares donde esos vientos no puedan alcanzarlos o será necesario colocarles
protecciones.
Los animales necesitan recibir luz y sol, pero también es necesario que puedan tener un
lugar donde protegerse del exceso de sol y calor en verano. Las temperaturas muy altas y
muy bajas son en general dañinas.
Si algún animal se enferma, conviene separarlo de los demás para que no se extienda la
enfermedad.
El animal se mantendrá en mucho mejores condiciones si puede contar con lugares secos
donde estar.
En general, se puede tener una buena protección contra el frío y la humedad con una
cama ubicada bajo techo. Ella hará posible también realizar en buena forma el reciclaje de
los desechos animales y vegetales para así conservar la fertilidad del campo.
Anexo.