Está en la página 1de 2

APEGO EMOCIONAL

El apego emocional, también conocido como apego afectivo, es el que implica una
dependencia en tus relaciones, ya sea de pareja, sociales o familiares, aunque en este
artículo nos centraremos en las primeras. Se puede convertir en un problema y es
importante que aprendas a identificarlo y a salir de ese tipo de situaciones.
No se puede confundir el apego con el amor, ambos conceptos son completamente
distintos, pero pueden llegar a confundirse. La dependencia emocional es un problema
porque puede llegar a conducir a la anulación como persona. Es muy común que el
“apegado” acabe dejando de lado su vida, renuncie a su manera de ser, a sus aficiones, a
sus gustos o a su círculo de amistades para
seguir al otro. Lo peor no es que lo haga,
sino que ni siquiera sea consciente de que
lo está haciendo. Justifica esa dependencia
escudándose en el amor, en el
enamoramiento, pero en el fondo es
consciente de que no es feliz. Ha
renunciado a todo para luchar por una
relación que no le hace crecer.
¿Te ha pasado alguna vez? Es probable
que lo hayas vivido y ni siquiera te hayas
dado cuenta, o que lo hayas identificado
con el paso del tiempo. El apego emocional
surge a partir del miedo, de la
manipulación y de la inseguridad. El miedo
se puede manifestar de muchas maneras, una de ellas es el temor a perder al otro o a
quedarnos solas. Sí, así es, hay muchas personas que temen la soledad, cuando en realidad
estar solo puede permitirte encontrarte a ti mismo.
Ese temor que sientes a que tu pareja te rechace o te abandone, te hace renunciar a ser tú
misma para complacerle. Lo mismo pasa con el miedo a la soledad. Haces lo que sea para
que lo vuestro funcione porque sientes un verdadero pánico a quedarte sola. Y lo único que
consigues es perderte a ti, anularte como persona y dejar de valorarte. El apego emocional
destruye el amor propio y la autoestima.

¿Cuáles son los principales síntomas de la dependencia emocional?


Cuando existe apego emocional, idealizas al otro. No ves sus defectos y sobrestimas sus
virtudes. También sientes mucho miedo, incluso pánico, a ser rechazada o abandonada, lo
que se traduce en actitudes posesivas, celos y una gran inseguridad en ti. Ese temor
aumenta porque no quieres estar sola y te aferras a tu pareja.
Baja autoestima e inseguridad. Las personas “apegadas” tienen una baja autoestima, son
inseguras. Su fuente de amor propio es la relación en sí, que ni siquiera es saludable.
Además, su autoestima disminuye al ritmo que aumenta su actitud sumisa. Necesitan tanto
agradar y satisfacer al otro que al final se sienten incapaces de tomar decisiones, ni siquiera
saben lo que les gusta porque hace tiempo que renunciaron a ser ellas mismas.

Consecuencias del apego emocional


La dependencia emocional tiene una serie de consecuencias tanto psicológicas como
sociales. Tus relaciones terminan siendo inestables ya que entras en una especie de círculo
de rupturas y de reconciliaciones que no te llevan a ninguna parte y no te permiten avanzar.
Por otra parte, te has perdido tanto a ti misma y has idealizado tanto la relación o a la
persona, que te sientes insatisfecha y frustrada. La relación en sí es fuente de dolor porque
sientes miedo y angustia de perder al otro. Y ese temor se acentúa con el miedo que sientes
a estar sola.
En paralelo, tu autoestima va cayendo en picado puesto que la sumisión que desarrollas
aniquila tu amor propio. Te sientes poco importante, poco valorada y secundaria. Te
sientes así porque la primera que no se valora eres tú.
A los efectos comentados, cabe sumar la ansiedad que empiezas a experimentar. Es una
constante en tu relación porque te sientes perdida ante cualquier separación. Hay casos
extremos en los que no puedes ni siquiera soportar la idea de que se vaya a trabajar. Te
sientes continuamente amenazada y en peligro.
Los pensamientos en bucle se suceden en tu mente de manera descontrolada. No sabes si
conocerá a alguien, si no contesta a tu llamada porque está con otra persona y esos celos o
preocupaciones desencadenan actitudes posesivas y agobiantes por tu parte.
Al final, el apego te conduce a alejarte de los tuyos o bien intentas alejar a tu pareja de su
círculo social o familiar. Has dejado de lado tus aficiones, tus gustos y tus actividades. Lo
has abandonado todo para complacer a la otra persona y tener una actitud sumisa. Tu vida
entera gira en torno a la relación y a tu pareja, por eso, cuando se rompe te sientes
completamente perdida. Te sientes abatida, incapaz de retomar tus rutinas y tu vida entera
se paraliza.
Como puedes ver, la dependencia emocional conduce a relaciones tóxicas que se repiten
una y otra vez si no pones freno. El primer paso empieza en ti, si eres la “apegada”, porque
solo así conseguirás forjar una autoestima fuerte que te ayude desarrollar relaciones
saludables en las que crezcas como persona a la par que el vínculo que os une se fortalece.

También podría gustarte