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Cómo controlar los celos:

consejos para la
superación
Los celos e inseguridades pueden convertirse en uno de los
peores enemigos de las relaciones por ello, te mostramos cómo
controlar los celos.
13 diciembre, 2018 15:49
1.  CELOS
 
2. INTELIGENCIA EMOCIONAL
 
3. RELACIONES DE PAREJA
Ada Funes
Seguro que en alguna ocasión habrás sufrido celos. Se trata de una
reacción ante una posible amenaza de perder algo que
queremos, como por ejemplo a nuestra pareja. Es importante
tener presente que los celos aparecen cuando una persona tiene
sospechas de que la persona a la que se quiere puede tener
sentimientos por otra.
También puede referirse al sentimiento de envidia hacia otras
personas, como pueden ser amigos, compañeros de trabajo, etc.
Según los expertos en psicología, los celos pueden llegar a
aparecer en personas de cualquier estrato social, situación
económica, cultura, etc.
Causas de los celos
Las causas de los celos pueden llegar a ser muy diferentes. Entre
ellas, destacan:

 Una baja autoestima e inseguridad. Las inseguridades


hacen pensar que no valemos lo suficiente, lo que hace que,
normalmente, desconfiemos de la sinceridad de las
personas.
 El temor a la soledad es otra de las posibles causas.
Cuando una persona tiene temor a quedarse sola, suele ser
más celosa. Lo primero que hay que hacer es estar bien con
nosotros mismos y no hay que depender de la pareja o de
terceras personas para ser felices.
  Síntomas de las personas celosas
En cuanto a los síntomas que pueden llegar a manifestar las
personas celosas, hay que decir que pueden ser bastantes.  Entre
ellos destacan:

Que la persona desconfíe de su pareja y le revise el


teléfono cuando no esté presente. También puede llegar a
controlar sus cuentas en las redes sociales, correo electrónico, etc.
 No suelen ver con buenos ojos que sus parejas puedan
hacer actividades personales que les resulten placenteras
o que salgan con sus amistades.
 Revisan la ropa de sus parejas, aconsejándoles qué
prendas deben poner o no poner. Además pueden llegar
a inspeccionarla buscando marcas u olores de perfumes de
otras personas.
 Intentan prohibir a las parejas de disfrutar de espacios con
otras personas, aunque estén juntos.
 Dan por sentado que sus parejas se maquillan y/o arreglan
para gustar a otras personas.
  Desconfían hasta de los compañeros de trabajo, sin
importar si son hombres o mujeres.
 Suelen llegar a tener una actitud prepotente, arrogante e
incluso grosera.
 Pueden llegar a ridiculizar a sus parejas frente a otras
personas.
 Piensan que las compras personales que hacen las parejas
son regalos que se van a dar a otras personas.
  Minusvaloran a las parejas así como critican y regañan,
en soledad o frente a otras personas.
Cómo controlar los celos
Dejar de ser celoso es un proceso para el que hay que tener
voluntad. Posiblemente hayas pasado por una situación de celos y
en el pasado hayas perdido a tu pareja. Seguro que no querrás
volver a pasar por ese trauma.

 Lo primero que hay que hacer es reconocer que se es


celoso o celosa. Este paso es muy importante, de lo
contrario no se podrá seguir el proceso para dejar de tener
celos. Normalmente no solemos hacer autocrítica, pero hay
que hacer un esfuerzo y reconocer que la forma de actuar
puede dañar a nuestra pareja.
 Cuando hayas reconocido que eres celoso o celosa, debes
prestar atención cuando se produzca una situación de celos.
Debes evitar perder los nervios y controlarte. Respira
profundamente, relájate y piensa bien sobre la situación.
 Debes pensar de una manera realista y darte cuenta si
estás actuando de forma exagerada. No pienses que tu pareja
va a actuar para darte celos. Piensa muchas veces en la de
ocasiones que te ha demostrado el cariño que tiene por ti.
Comprenderás que no merece la pena ponerse celoso.
 Es muy importante tratar de averiguar qué nos hace ser
celosos o celosas.  Pueden ser por la baja autoestima, una
mala experiencia con una relación anterior, etc. Para dejar
de ser celoso hay que investigarnos a nosotros mismos y dar
con la razón del por qué se producen estas situaciones. De
esta forma se podrá luchar frontalmente contra este
problema.
 Tener una baja autoestima puede ser una de las causas de
los celos. Es importante trabajar en ello, quererse a uno
mismo, cuidarse y preocuparse. Es un estupendo paso para
ir despidiéndose de los celos.
  Confiar en la pareja es indispensable y a la vez es
incompatible con los celos. La confianza es la base de
cualquier relación para poder disfrutarla con mayor
intensidad. Es la única forma para hacer que una pareja
funcione correctamente. Nunca se conseguirá nada estando
encima de la pareja y controlándola.
 Es necesario que cada parte de la pareja tenga su propio
espacio y su momento para dedicarse a sí mismos.
También tienen derecho para salir con sus amigos y amigas
sin que tengamos que enfadarnos o que nos parezca mal.
 Recuerda olvidar el pasado. No todas las personas ni las
relaciones son iguales. Que te hayan engañado en el pasado
no quiere decir que todas las parejas vayan a hacer lo
mismo.
 No te olvides de tener una buena comunicación con la
pareja. Es muy importante pasar tiempo con ella, llegar a
conocer sus necesidades y sus sueños. Mostrar apoyo es muy
aconsejable porque reforzará la relación.
Si, a pesar del esfuerzo, no logras dejar de ser celoso, lo mejor es
que acudas a un especialista que profundizará en el problema
dándote una visión realista de la situación y te ayudará a superarlo
poco a poco.
10 consejos para superar los celos

Es natural tener celos de vez en cuando. De hecho, para muchos los


celos pueden considerarse como una prueba de amor. Sin embargo,
cuando salen de control pueden arruinar el día a día en una relación,
incluso pueden ocasionar su ruptura.

1. Reconoce que tienes un problema


El primer paso para atender los celos, es admitir que se trata de un
problema real que está afectando la relación. Los celos pueden
debilitar a ambas personas en una relación y puede impedir incluso
que continúen juntos. Si revisas constantemente las redes sociales de
tu pareja, o su teléfono o correo electrónico, buscando señales que te
indiquen que te engañan; si no puedes soportar que tu pareja
interactúa con alguien más del sexo opuesto. Tienes la certeza de que
todas las mujeres o todos los hombres pretender ‘robar’ a tu pareja,
entonces es probable que tengas un problema con el manejo de los
celos.

2. Construye la confianza en ti mismo


Los celos son un producto de una inseguridad emocional y de baja
autoestima. Muchas veces, es un miedo profundo de abandono, que
alguien te deje o que deje de interesarte en ti porque consideras que
‘no eres lo suficiente’. Ten en cuenta que las personas que tienen
confianza en sí mismas saben que incluso si son rechazadas o
burladas, no es siempre su por culpa suya y además confían en que
podrán asimilarlo y recuperarse. Incluso si es es su culpa, eso no les
quita valor, significa simplemente que no son perfectos, que tienen
que aprender algo nuevo.

3. Afirma tu vida y tus sueños, esfuérzate


en agradarte a ti mismo antes que a los
demás
Un espíritu positivo y no quedar fijado en el sentimiento de los celos y
los problemas que ocasiona, te ayudará a superar los celos. Entre
más importancia le des a los celos menos oportunidad tendrás de
superarlos.
4. Confía en que puedes enfrentar y
asimilar un abandono eventual y real
Los celos malsanos tienen que ver con un miedo a ser abandonados o
engañados. Este miedo se refiere a un ‘posible’ engaño, un ‘posible’
abandono, es decir se refiere a algo que no es real (sino posible). Pero
el miedo en sí mismo es algo real, y lo que es real es una falta de
confianza de que somos capaces de enfrentar y asimilar un engaño o
un abandono reales. Es decir que cuando expresamos celos estamos
expresando un miedo, estamos diciéndonos a nosotros mismos que
no confiamos en poder … y por eso queremos prevenir y evitar a toda
costa que suceda eso que anuncia un posible engaño o abandono.
Las personas que sienten celos por lo que hace o dice su pareja,
suelen ver las cosas distinto después de que pasa la ‘crisis’ de celos.
Es decir que reconocen que no había motivos suficientes para haber
expresado tal desconfianza y celos. Los celos malsanos son celos
infundados. Lo que vemos y a lo que reaccionamos como si fuera una
verdadera amenaza en parte nosotros mismos lo construimos,
empujados principalmente por este miedo a ser abandonados o
engañados. Y es ‘en parte’ porque lo que vemos y a lo que
reaccionamos efectivamente puede encontrarse en situaciones de
peligro, en situaciones en que esté presente un engaño o abandono
inminente. Por ejemplo, tanto en una situación de celos fundados
como en una de celos infundados pueden estar presentes elementos
como mensajes o llamadas de celular, llegadas tarde del trabajo,
salidas a comer con compañeros o compañeros de trabajo, etc. Sin
embargo, esos elementos no bastan, no son fundamentos que
permitan decir que existe un engaño en la relación. Basta con que
exista un miedo a no ser capaces de lidiar con un engaño inminente
para que la situación descrita tome un rumbo problemático, que estará
lleno de celos enfermizos, desconfianzas y faltas de respeto.
Hay que tener presente que este tipo de inseguridad tiende a venir de
la infancia. Muchas personas celosas sufrieron en su infancia de un
trato indiferente, fueron ignorados o desplazados o efectivamente
sufrieron el golpe de un abandono por parte de un padre o una
madre. En la medida en que este evento traumático no se asimile
adecuadamente, se vivirá con un miedo a ser abandonado de adulto.  Este
miedo, como dijimos, se refiere menos a lo que está sucediendo allá
afuera con su pareja (actos que le generan desconfianza), que con la
realidad de que no ha sido capaz de afirmar que tiene la capacidad de
enfrentar esto que vivió, y que por lo tanto le huye constantemente.
Tener celos, por lo tanto, es tomar una decisión de vivir con un miedo
de que eso que nos hizo sufrir en el pasado surja nuevamente, y una
desconfianza en nuestras propias capacidades de que podemos
enfrentarlo y salir adelante. De hecho, sufrir de celos quiere decir que
no hemos sido capaces todavía de asimilar este evento del pasado,
Si huimos constantemente de ese evento es porque estamos
convencidos de que no hay manera de recuperarse. Pero la realidad
no tiene que ser esa. Estamos convencidos de eso porque estamos
resignados a que lo que nos hizo perder ese evento de abandono ya
no podemos recuperarlo. Expresar celos es sinónimo de no haberse
recuperado realmente.

5. No ‘juegues’ juegos

Los celos son muy


angustiantes. Un riesgo que tienes frente a los celos es intentar hacer
sentir celosa a tu pareja. Seducir a otros hombres o mujeres en
presencia de tu pareja, o expresar lo atractivo, divertido, inteligente
que es tu compañero o compañera en tu trabajo, todo esto no te hará
sentir mejor ni mejorará a la larga la situación que sufren de los celos.
No se trata de pretender que no existen otras personas en este
mundo, simplemente de no utilizarlo a manera de desquite o ataque
para darle una lección a tu pareja.

6. No te conectes a las redes sociales


Estos sitios, principalmente
Facebook, te invaden con imágenes que pueden suscitar los celos. No
se trata de que te subestimes, de que no eres capaz de manejar
adecuadamente una red social. Se trata de que no pases por alto que
tienes actualmente una dificultad para manejar ciertas emociones (los
celos) y que por lo tanto existirán cosas que convendrá evitar.
Básicamente se trata de reconocer que los celos equivale a que tienes
un problema. Es como si tuvieras una herida abierta, que te hace
experimentar dolor al contacto de cosas o situaciones que
normalmente no sentirías ningún daño. Conviene, por lo tanto, que
mientras no cicatrices esta herida, y seas capaz de manejar mejor tus
emociones y por lo tanto no incurras en celos malsanos, no utilices las
redes sociales.

7. Identifica que los celos son un círculo


vicioso
Cuando eres celoso, en realidad no responde al comportamiento de
alguien; respondes a lo que crees que su comportamiento implica. En
otras palabras, tú reaccionas a un escenario que te da miedo, pero
que no ha pasado todavía, y que de hecho podría nunca ocurrir. Esta
reacción negativa a lo que piensas que su comportamiento implica
(por ejemplo que el otro o la otra es mejor o más importante que tú) va
a poner a la persona a la defensiva, porque está siendo acusada de
hacer algo malo. Cuanto más va a estar a la defensiva, tanto más tu
vas a estar sospechoso y celoso. Se trata de un círculo vicioso que es
difícil de revertir.

8. Apréciate a ti mismo
Una de las principales
razones por las que las personas son celosas es debido a una baja
auto-estima y por inseguridad. Piensan que no son suficientemente
buenos para merecer la relación de pareja, que su pareja se dará
cuenta tarde o temprano y buscará alguien más. Ten presente que tu
pareja eligió estar contigo y tiene razones para hacerlo. Esta elección
proviene necesariamente del hecho que tienes la capacidad de
hacerle sentir bien, y por esto decide estar contigo. Y esta capacidad
es algo tuyo, y que sería deseable que fuera recíproco (que tu pareja
también tenga la capacidad de hacerte sentir bien). Es decir, recuerda
que es por tus cualidades positivas que tu pareja está a tu lado.

9. Dale un voto de confianza a tu pareja


Este punto es un poco tramposo, pues pareciera que consiste en
pedirte simplemente que “no seas celoso o celosa”. Sabemos que no
esto no es nada fácil, que precisamente sufrir de celos consiste en no
poder confiar en tu pareja. Ten presente que no confiar en tu pareja es
también un acto de agresión, en la le tratas como alguien no digno de
confianza. Es importante que ambos se esfuercen por impedir esto, y
que tengas claro la importancia de esforzarte en lograr dar un voto de
confianza.

10. Sé positivo
Los celos son comportamientos que se alimentan del miedo. Pasas
tiempo con angustia preocupándote de algo que no ha sucedido y que
probablemente nunca vaya a suceder. Al hacer esto, aumentas las
probabilidades que malas cosas sucedan al dar lugar a la sospecha y
la falta de confianza. Intenta más bien en enfocarte en lo positivo. Sé
feliz de lo que tienes. Y piensa que si alguien va a heriste, no hay
nada que puedas hacer, pues no puedes impedirlo. De poco sirve que
lo vigiles, lo acuses o espíes, esto no es lo que impedirá que alguien
más pueda herirte. Si confías en alguien, entonces ofrécele un voto de
confianza. El beneficio de la duda es importante para que una relación
pueda funcionar. Evidentemente no se trata de confiar ciegamente en
el otro, pues nadie es perfecto y se puede equivocar, pero tienes que
hacerle saber con claridad que es un requisito el ser confiables el uno
para el otro. Y si sientes que la persona no te da confianza, si sientes
que la persona parece mentirosa o no es seria respecto al
compromiso, entonces mejor no te enganches en una relación. Confía
en que puedes construir una mejor relación con alguien más.
 
Los celos están relacionados con la inseguridad y la falta de confianza en uno mismo.
Algunas personas consideran los celos como un tipo de envidia, aunque, en realidad, se
trata más bien de un temor; consisten en el miedo a perder algo, como por ejemplo una
persona, una cosa o una posición social. Los celos, por lo tanto, son una respuesta
emocional que pretende proteger ese elemento que se considera bajo amenaza.

Cuando hablamos de celos en la pareja, nos referimos al miedo a que esta nos sea infiel
o a perderla. El temor a ser rechazados o a ser sustituidos por otra persona da lugar a
pensamientos distorsionados o irracionales; estos miedos llevan en última instancia a
intentar controlar a la pareja, pretendiendo alcanzar una seguridad que reafirme la
relación.

En consecuencia, los celos son una determinada forma de gestionar la relación de


pareja, aunque enfocada de una manera que puede llegar a ser nociva. De hecho, tener
un poco de celos puede ser indicativo de que alguien se preocupa por su pareja; en este
sentido, pueden ser positivos, ya que nos estimulan a cuidar nuestra relación para evitar
ser sustituidos.

Aunque tener celos no es necesariamente malo en sí mismo, si estos no se controlan sí


que puede ser perjudicial. El límite entre preocuparse por una persona a la que quieres y
desconfiar de ella puede ser difuso. Así, los celos se convierten en un problema en el
momento en que nos impiden disfrutar del presente o cuando limitan la libertad del otro
miembro de la relación.

¿Cuáles son las causas que originan los celos?

Todas las personas, en un momento dado, hemos sentido celos. Se trata de una reacción
emocional inherente al ser humano, y como tal no puede ser evitada. Estos celos pueden
ser más o menos intensos, en función de diversos factores, pero principalmente de la
causa que los motiva. Así, podemos hablar de diferentes elementos que pueden dar
lugar a los celos:

Sentimiento de posesión hacia la pareja

A veces las relaciones sentimentales se vuelven tóxicas, derivando en patrones de


comportamiento nocivos. Un ejemplo serían aquellos casos en los que una de las partes
llega a creer ser dueño de la otra. Esto sucede cuando se intenta acaparar todo el tiempo
de nuestra pareja, o que esta no tenga otras relaciones sociales. En estos casos, es
imprescindible comprender que la otra persona es autónoma y que es necesario confiar
en ella.

Miedo a perder a la persona amada

Una excesiva idealización o dependencia hacia la pareja es también un grave problema.


Esto puede dar lugar a vivir permanentemente asustado ante la posibilidad de que esta
nos abandone. Por mucho que se quiera a una persona, es importante asumir que se
puede tener una vida plena sin ella. Nuestra felicidad no puede vincularse a una única
persona, o lo que es lo mismo, nuestra pareja no es indispensable. En definitiva, nunca
podemos asegurar que alguien estará con nosotros durante toda la vida, pase lo que
pase.

Temor a estar solo o a no encontrar otra pareja

Otras veces, hay personas que simplemente no saben estar solas; necesitan de una pareja
permanentemente a su lado para dar plenitud a su vida, y sin ella se sienten inseguras.
En estos casos, los celos no vienen motivados tanto por afecto al otro, sino por una
preocupación hacia uno mismo.

Otras veces, el miedo real es a no poder tener otra pareja. En la sociedad actual, puede
parecer que tener pareja es casi una meta no escrita de todas las personas. Esta presión
puede hacer creer a algunos individuos que deben aferrarse como sea a su actual pareja,
no vaya a ser que no encuentren otra.

Baja autoestima.

Muchas veces el problema se encuentra en la valoración que hacemos de nosotros


mismos. Si no creemos valer lo suficiente, siempre tendremos el miedo de que alguien
mejor nos arrebate a nuestra pareja. Esta inseguridad, en última instancia, también nos
harán desconfiar de nuestra pareja; así, si no nos creemos merecedores de su afecto,
pensaremos que su sinceridad y cariño seguramente serán fingidos. Al final, en estos
casos los celos son una proyección de las inseguridades propias hacia la otra persona.

Problemas de apego en la infancia

Existen estudios que relacionan los problemas de apego en la infancia con los celos en
la vida adulta. Las personas que se han criado con problemas de apego suelen
tener patrones afectivos desestructurados; esto les suele hacer emocionalmente
inestables, inseguros y con baja autoestima. Del mismo modo, quienes han tenido unos
padres cuya relación estuvo marcada por los celos, es más probable que reproduzcan
estas actitudes en su vida adulta.
Experiencias previas

En ocasiones, los celos vienen motivados por experiencias sufridas previamente.


Aquellas personas que han sufrido un abandono o una infidelidad tienen más motivos
para ser celosas. Parece normal que, ante un desengaño de este tipo, nos volvamos más
desconfiados o recelosos. En estos casos lo más importante es comprender que el
pasado no tiene por qué repetirse; el que hayamos sufrido un desengaño anteriormente
no quiere decir que nuestra actual pareja vaya a traicionarnos de nuevo.

Patrones afectivos mal aprendidos

Otra de las causas comunes de los celos se encuentra en los patrones afectivos mal
aprendidos. En este caso hablaríamos de relaciones previas en la que nuestra anterior
pareja era celosa; esta forma de comportamiento puede dar lugar a llegar a creer que lo
normal es ser celoso. En estos supuestos, debemos entender que el haber vivido un mal
hábito no debe dar lugar a que lo repliquemos; si en nuestra anterior relación nuestra
pareja era celosa, sería contraproducente replicar ese error con nuestra actual pareja.

¿Cuáles son las principales señales de alarma de que los celos se están convirtiendo en un
problema?

Tal y como hemos mencionado, todas las personas sienten celos en un momento u otro
de su vida; se trata de una reacción normal, y no necesariamente negativa. El problema
sin embargo se da cuando estos celos se vuelven patológicos. En estos casos, se trata de
un problema serio que puede requerir de la intervención de un profesional cualificado.
Así, los síntomas más comunes de los celos patológicos son los siguientes:

Síntomas emocionales

 Miedo excesivo y permanente a perder la pareja.


 La sensación de celos genera tal malestar que
genera ansiedad, insomnio o depresión.
 Actitud agresiva o intimidatoria hacia la pareja.
 Sentimientos negativos hacia las personas que rodean a la pareja, como
familiares, amigos o compañeros.

Síntomas cognitivos

 Imaginar frecuentemente que la pareja es infiel.


 Considerar que la pareja quiere gustar a otras personas, mediante su vestimenta
o maquillaje.
 Desconfiar de las personas que rodean cotidianamente a la pareja, como amigos
o compañeros de trabajo.
 Hacer comparaciones personales con las personas que rodean cotidianamente a
la pareja.
 Percibir los deseos de la pareja como prueba de que está insatisfecha con la
relación actual.
 Considerar las relaciones anteriores de la pareja como una amenaza constante.

Síntomas conductuales

 Controlar permanentemente el teléfono o cuentas sociales de la pareja.


 Necesidad de mantener el contacto permanentemente con la pareja.
 No dejar que la pareja realice actividades de manera individual o que desarrolle
aficiones placenteras.
 Exigir a la pareja que cuente todo lo que ha hecho a lo largo del día.
 Llamar frecuentemente a la pareja por teléfono, para saber dónde está o qué está
haciendo.
 Revisar la ropa o las pertenencias de la pareja en busca de pruebas de posibles
infidelidades.
 Control de los gastos de la pareja, en previsión de que esté haciendo cosas con
otra persona.
 Minusvalorar o criticar a la pareja para intentar hacerla más insegura y menos
independiente.

¿Existen distintos tipos de celos?

No cabe duda de que podemos hablar de la existencia de diferentes tipos de celos: sobre
el desempeño laboral, sobre la autorealización personal, respecto a los hermanos,
respecto a posesiones materiales, sobre la posición social, etc. Sin embargo, en este caso
nos ceñimos específicamente a los celos en la relación de pareja. En este sentido,
podríamos hablar de tres tipos muy diferenciados de celos:

 Celos reactivos: son los que se producen como respuesta a un estímulo externo.


Se dan cuando la pareja desarrolla alguna acción que puede poner en peligro la
relación, como salir de fiesta constantemente o bailar sensualmente con otra
persona. En general, si son controlados, son positivos, ya que permiten hacer
conocer a la pareja los límites de la relación.
 Celos ansiosos: en este caso, hablamos de celos basados en un temor infundado.
Se producen cuando existe la creencia de que nuestra pareja nos abandonará por
otra persona; generalmente, este tipo de celos se basan en inseguridades
personales y una baja autoestima. Son los más comunes, y generan una
sensación de suspicacia y falta de confianza en la pareja.
 Celos posesivos: este tipo de celos se basan en la creencia de que nuestra pareja
nos pertenece. Son especialmente perjudiciales, ya que se limita la libertad
individual de la pareja, e incluso pueden derivar en actitudes hostiles.

¿Cómo se pueden tratar los problemas de celos en la pareja?

Cuando los celos empiezan a deteriorar la relación de pareja, puede ser necesario acudir
a un profesional que nos ayude. En cualquier caso, el primer paso será determinar cuál
es su causa; solo así podremos empezar a buscar una solución efectiva que nos permita
ponerles fin o, al menos, controlarlos. Muchas veces la persona que sufre celos es
consciente de tener un problema, pero suele mostrarse reacia a buscar ayuda; o lo que es
peor, hace constante propósito de enmienda, pero realmente nunca llega a cambiar.

Sea como sea, hay varios elementos sobre los que trabajar cuando tratamos problemas
de celos. El primer aspecto es la autoestima del celoso, ya que esta es el origen de la
mayor parte del problema. Así, si se consigue reforzar su autoimagen personal y
autovaloración, se habrá realizado un gran avance.

Un segundo punto a tratar es la confianza en la pareja. Esto se hace trabajando sobre la


comunicación dentro de la relación sentimental, para que ambas partes se comprendan
mejor. Al partir de un diálogo honesto y sincero, es más sencillo mejorar muchos de los
elementos desencadenantes de los celos.

Otro apartado que trabajar es el del desarrollo personal, los intereses y las aficiones
particulares. Cuando la persona con celos descubre la posibilidad de realizar actividades
individuales, y ver que esto no implica que vaya a establecer relaciones con otras
personas, asumirá con mayor naturalidad la parcela de individualidad de su pareja.

En aquellos casos más complejos, puede ser necesario acudir a


un psicólogo especializado en terapia de pareja. Mediante esta intervención se aprende a
desarrollar, de manera conjunta con la pareja, estilos de relación positivos, la creación
de la confianza mutua, la aceptación del otro, la toma de decisiones compartida, etc.

Cómo superar los celos


La superación de los celos implica el conocimiento y reflexión
acerca de estos, los cuales hacen referencia a emociones reactivas
que experimentan los individuos ante escenarios en los cuales
consideran que pueden perder a una persona muy cercana y
especial. Estos suelen evidenciarse como un mecanismo de
defensa natural para proteger lo que se supone propio, sin
embargo, pueden llegar a ser sumamente dañinos y estropear
relaciones humanas, debido a que originan la desconfianza y
desencadenan una serie de pensamientos negativos que llevan a
que los implicados se comporten como acosadores o se sientan
acosados, respectivamente.

Las personas celosas son propensas a sufrir dolores de cabeza,


episodios de llanto, desolación, melancolía y hasta depresión,
además de hipervigilancia, ansiedad, ira y rencor; sentimientos
que las invaden y evitan que vean la situación con claridad. A
pesar de ello, muchos individuos perciben esta manifestación
como muestra del cariño que alguien tiene por ellos y aprecian el
hecho de que quieran cuidar su relación, pero con el tiempo estas
personas, que sufren ese control y apego constante origina una
constante presión y sentimiento de vigilancia que concluye
afectando la estabilidad de la pareja.

A menudo los celos se confunden con la envidia, pero en realidad


los significados de estos términos implican conceptos diferentes.
Se entiende por envidia al anhelo que un sujeto siente de tener
algo que le corresponde o pertenece a otro (ya sea un objeto
material, alguna característica física o cualidad), mientras que los
celos son el reflejo del temor que los individuos tienen de perder
a la persona querida a causa de un tercero, pues la consideran
valiosa y fundamental en su vida.

Superar los celos es sumamente importante para poder


sobrellevar en armonía las relaciones sociales, ya que de esta
manera se puede vivir tranquilo y sin preocupaciones que afecten
tanto a la persona celosa como a la que esta cela. El secreto está
en fortalecer el vínculo de confianza y dejar de percibir a todos
como una amenaza.
Tipos de celos y sus causas
Los celos se originan por creer que lo que se tiene se puede
perder, a causa de una amenaza inminente; sin embargo, las
razones para pretender que esto puede llegar a suceder son
diversas y dependen del entorno y naturaleza de cada relación.
Por ello, existen diversos tipos de celos y cada uno tiene sus
causas, estos son:

Celos infantiles
Generalmente suelen aparecer en el núcleo familiar, cuando el
niño siente que el cariño de sus padres ha disminuido o que no le
consienten como antes, lo que puede ocurrir debido a su
crecimiento o a la llegada de un nuevo miembro a la familia.
 Celos debidos a la llegada de un hermanito: para un infante es muy difícil
comprender que la atención de los padres debe ser compartida entre
hermanos, más aún si se trata del primer hijo, ya que este está acostumbrado a
ser el centro de atención del hogar. Cuando esta es las circunstancias los
pequeños no miden la intensidad de sus celos y en muchas ocasiones hasta
exageran sus reacciones y se alteran, por lo que su inconformidad se hace
evidente.
 Celos debidos a la reducción de afecto como consecuencia de su crecimiento: Si
se trata de que el infante percibe que las muestras de afecto han disminuido,
pero estas no están siendo destinadas a otro individuo, sino que ocurre porque
sus padres ya esperan un grado mayor de madurez y han dejado de mimarlo
como cuando era más pequeño, entonces el sentimiento de desolación lo
invade y trata de llamar la atención.
En ambos casos es importante explicarle al niño lo que sucede,
repetirle que se le quiere y demostrárselo; además, si de un nuevo
bebé se trata, es trascendental hacer todo lo posible por incluir al
infante en la vida de su nuevo hermano, para que este cree un
vínculo de amor y protección que desplace los celos y permita
sentar las bases de una buena relación en el futuro.

Celos entre amigos


La amistad es un vínculo afectivo que une a dos individuos que no
pertenecen a la misma familia ni sienten atracción amorosa entre
sí, por lo que podría decirse que es el más equilibrado y selectivo
de los tres tipos de celos. Sin embargo, los celos entre amigos
existen y pueden llevar a que los implicados atraviesen por
momentos difíciles y hasta terminen con su relación.

Este tipo de celos se presenta cuando uno de los involucrados en


la relación afectiva empieza a juntarse con otras personas que no
pertenecen a su mismo círculo de amistades, lo que desencadena
celos en el individuo que siente que se va quedando solo o que
ha pasado a segundo plano en la vida del otro. Las situaciones
más comunes en este caso son, por ejemplo, cuando alguno de
los dos empieza a estudiar en otro colegio, comienza a hacer un
curso o a practicar algún deporte, por lo que su entorno le
permite conocer a nuevas personas con las que tiene cosas en
común y le place pasar tiempo con ellas.
Nadie es dueño de otra persona, cada quien es libre de escoger
con quién quiere compartir determinado momento y etapa de su
vida; por ello es importante controlar los celos, darle espacio al ser
querido y permitirse también expandir nuevos horizontes. El
hecho de que un amigo quiera relacionarse con otros sujetos y
pasar un rato diferente, no quiere decir que haya perdido aprecio
por el vínculo de amistad que ya está consolidado.

Celos de pareja
Es el tipo más común, incluso cuando se emplea el
término celos las personas lo asocian directamente con problemas
en las relaciones amorosas, ya que no conocen los otros ámbitos
en los cuales estos pueden manifestarse.
Son diversas las causas por las que se producen los celos de
pareja, sin embrago, existen algunas circunstancias que pueden
resultar determinantes para que estos se presenten, como por
ejemplo la falta de confianza, la autoestima baja, la inestabilidad y
la inseguridad que siente el individuo que expresa los celos; así
como el interés que alguno de los involucrados pueda demostrar
por otra persona. Cuando aparece un tercero, ya sea un amigo,
compañero de trabajo, vecino, o se ocasiona algún reencuentro
con un conocido que se tenía años sin ver, las personas celosas lo
perciben como una amenaza, sobre todo si notan algún tipo de
atracción por parte de alguno de los involucrados.
Asimismo, cuando ya la relación ha atravesado por un proceso
difícil, en el cual alguno de los individuos ha sido infiel, es común
que el afectado sienta que en cualquier momento su compañero
puede volver a hacerlo, lo que genera que active la vigilancia y los
pensamientos negativos, los cuales a su vez desatan episodios
de ansiedad. También puede darse el caso de que la persona
celosa imagine escenarios en los que su pareja repite la
infidelidad, y hasta puede llegar a asimilarlos como reales, lo que
empeora el sentimiento de traición y deteriora aún más la
relación.
En una relación de pareja la confianza debe ser el pilar
fundamental, y esta siempre tiene que ir acompañada del respeto
y la compresión. Sin duda, el verdadero cariño se encuentra
cuando los sujetos están en libertad de elegir a alguien más y
prefieren quedarse con el ser amado, con quien ya han
compartido innumerables momentos. Por ello, a pesar de que los
celos son el reflejo del temor que se tiene de perder a esa persona
especial, deben ser controlados, pues es la única manera de vivir
una feliz vida de pareja.

Niveles de los celos


Los celos pueden manifestarse en diversas intensidades y con
distinta regularidad, lo que permite determinar si son naturales
(respuesta emocional justificada antes ciertos acontecimientos) o
enfermizos (sin causa aparente).

Celos ocasionales
Se manifiestan cuando ocurre algún evento que despierta este
mecanismo de defensa, el cual provoca que el individuo se ponga
en alerta y ejecute acciones que demuestren su molestia o
denoten la incomodidad que la situación les produjo. Este nivel
suele conocerse como el natural, pues el período de tiempo entre
una escena de celos y otra suele ser largo.

Celos reactivos
Son los que se producen después de haber atravesado por un
episodio de celos intenso, lo que origina que cada vez que ocurra
algún problema los implicados recuerden el evento anterior y
traten de justificarse rememorando el pasado. La diferencia entre
este nivel y el anterior, es que los celos reactivos se manifiesta en
una etapa avanzada de la relación, por lo que existe mayor
compromiso, las escenas se presentan con cierta regularidad y
suelen afectar más a los involucrados. Estos son los celos que se
experimentan después de haber sufrido alguna infidelidad.

Celos proyectados
Son aquellos que aparentemente se expresan de manera
injustificada, pues no existe algún hecho concreto que haya sido
el responsable de despertar esta emoción, sin embargo, desde el
punto de vista psicológico, se trata de deseos reprimidos por la
persona que manifiesta las escenas de celos, pues lo que esta le
critica a su compañero es aquello que tiene anhelos de realizar y
no lo hace por la responsabilidad o el compromiso que siente de
mantenerse en la relación; por ello se conocen como celos
proyectados. En el caso de las parejas sentimentales, este nivel de
celos es muy común en la persona que se encuentra tentada a ser
infiel.

Celos patológicos
También conocidos como enfermizos. En ellos las escenas de
celos son recurrentes, debido a que la persona que manifiesta
esta condición se aprovecha de circunstancias reales o imaginarias
para retar a su compañero. Quienes sufren de este nivel de celos
siempre fracasan en sus relaciones, ya sean de índole familiar, de
amistad o amorosa, porque nunca se encuentran conformes con
las actitudes de los individuos que los rodean y es tal la
desconfianza en sí mismos que siempre creen que el otro está en
búsqueda de algo mejor o que tiene expectativas más elevadas de
las que ellos pueden cubrir.

Consecuencias de los celos patológicos


Los celos patológicos, enfermizos o delirantes, son el nivel de
celos que conlleva mayores consecuencias dentro de las
relaciones sociales, esto debido a que sobrepasan la intensidad
normal de esta emoción y se ubican dentro de los trastornos
psicológicos.

En todos los ámbitos se pueden observar problemas originados


por los celos, los cuales van desde la baja autoestima y la
hipervigilancia, hasta el deterioro de las relaciones a causa de
fuertes discusiones y episodios depresivos; sin embargo, en el
caso de los celos enfermizos las consecuencias son mucho más
graves.
Cuando una persona sufre de celos delirantes las peleas y los
disgustos se convierten en una constante en su vida, ya sean con
sus familiares, amigos o pareja. Podría decirse que los individuos
que se vinculan con personas que padecen de celos patológicos
se encuentran en una relación tóxica, pues la inseguridad que esta
siente, la desconfianza y los problemas que incite, con o sin
motivo aparente, afectará a todos los involucrados.

En este tipo de relaciones la verdadera víctima es el


individuo acosado, el cual siente que se encuentra sometido y
teme al momento de tomar cualquier decisión, pues aunque su
elección o actuación no tenga por qué afectar la relación, la
persona celosa creará un escenario ficticio en el cual su
compañero procedería con malas intenciones y en base a ello
desatará una nueva escena de celos, la cual colmará a ambos de
emociones negativas.
Las autolesiones y las amenazas de suicidio o muerte son
comunes en las personas celosas, y en muchas situaciones son
estas las que retardan la separación de las parejas o la ruptura de
relaciones de otra naturaleza, pues los involucrados creen que si
algo llegara a pasarles serán ellos los responsables y a pesar de las
circunstancias aún quieren intentar superar la situación para poder
continuar conviviendo con la persona amada.
Según los datos oficiales proporcionados por Instituto Nacional
de Medicina Legal y Ciencias Forenses sobre la violencia en
Colombia, los celos provocaron una tasa de suicidios que alcanza un
promedio durante esta la última década de entre 1800 y 2000
muertes anuales. Y se convierte en una de las causas de muerte
más frecuente en toda Colombia.
Suicidios por celos y desconfianza en Colombia:
Este nivel de celos es peligroso, pues el individuo celoso puede
llegar a perder el juicio en medio de una escena de celos y dejarse
llevar por la rabia, lo que en casos extremos podría originar una
tragedia. Existen innumerables casos en los cuales los celos han
sido motivos de delitos y asesinatos, tanto por parte de la persona
que los sufre como de su compañero, el cual puede reaccionar a
modo de defensa propia y sin querer ocasionar una desgracia, por
ello es sumamente importante aprender a controlarlos y
finalmente a superarlos.

Según estadísticas oficiales hay un gran porcentaje de homicidios


en Bogotá generados por los celos enfermizos. Muchas veces estos
celos son los que provocan, entre otros, los homicidios pasionales.
Los homicidios por celos en Bogotá en 2015 representan un 3%
de todos los homicidios.
Terapia para superar los celos
Los celos pueden ser superados, pero para ello es necesario tener
plena disposición y consultar a un psicólogo, el cual diagnostique
el nivel de celos que el individuo padece, determine el tratamiento
que este debe seguir y calcule el número aproximado de sesiones
a las que debe asistir.

La psicoterapia es el procedimiento más utilizado para controlar y


superar los celos, pues los fármacos son recetados únicamente
cuando el nivel patológico es extremo y el paciente requiere de
ansiolíticos o antidepresivos, pero en este punto es común que se
prescriba otro trastorno psicológico que justifique las recurrentes
escenas de celos, por lo que en consecuencia el paciente requiera
de tratamientos que se ajusten a su nuevo diagnóstico. Entre las
terapias que se emplean para superar los celos, se encuentran:
Terapia Racional Emotiva (TRE)
Deriva de la terapia cognitiva, pero se encuentra orientada al
aspecto emocional y al significado que posee cada concepto para
el individuo. Este método señala que todas las personan le
asignan alguna connotación a los diversos términos y que este a
su vez posee un valor emocional, el cual hace que el individuo
celoso se sienta afectado por determinada circunstancia, por lo
que si se cambia dicha connotación el sujeto no tiene por qué
relacionar el evento con pensamientos negativos que a su vez
deriven en emociones igualmente negativas, las cuales
desencadenen una escena de celos.
La TRE se basa en la teoría de que todo lo que la persona celosa
cree y siente es consecuencia de lo que ha aprendido, por ello si
se cambian los conceptos que las afectan, debido a que son
percibidos de manera errónea, el individuo no padecerá por celos
a causa de circunstancias irreales, sino que por el contrario se
ajustará a la realidad. Asimismo, otro aspecto importante de esta
técnica, es que busca rescatar la valoración que las personas
tienen de sí mismas, con el objetivo de que sus inseguridades no
sean las responsables de los celos.

Si por ejemplo, una paciente siente celos porque su pareja tiene


una nueva secretaria, el psicólogo empleará la TRE para descubrir
primeramente por qué ella relaciona la infidelidad con el trabajo
de secretaria. Una vez descubierto el origen de la correlación
existente entre esos tres conceptos (mujer, secretaria, infidelidad),
el terapeuta procede a romper el vínculo demostrando que no
existen razones lógicas para pensar que esta persona podría
representar alguna amenaza y luego ayuda a que la paciente
celosa modifique la concepción errada, cambiándola por el
significado real de cada concepto.
Terapia cognitivo conductual
Este tipo de terapia emplea diversas técnicas que tienen como
objetivo moldear el pensamiento celoso del paciente para así
poder cambiar su conducta. Entre los métodos que son aplicados
como tratamiento de los celos, se pueden encontrar: exposición y
prevención de respuestas, el cual consiste en presentarle al paciente
escenarios que le generen celos, y tras sesiones ir intentando que
su respuesta sea menos impulsiva y más realista, con la finalidad
de cambiar sus reacciones ante estos estímulos.
La reestructuración cognitiva, tiene como objetivo que el paciente
se percate de lo absurdo que pueden ser sus celos, debido a las
ideas descabelladas e infundadas que  tiene. Cuando esto sucede,
el individuo toma consciencia de su estado y es mucho más fácil
que lo supere. Esto puede hacerse mediante otro método
denominado registro de pensamientos, el cual consiste en que el
psicólogo elabore una serie de preguntas rápidas acordes a un
escenario hipotético, y una vez que estas sean respondidas por el
paciente, el profesional le muestre en una tabla la respuesta que
dio junto a la respuesta lógica y racional que cualquier otro
individuo daría en esa situación, lo que ocasiona que la persona
celosa trate de justificar su contestación y se percate de que le
faltan argumentos.
Terapia de pareja
A pesar de que las dos terapias anteriores son las más
recomendadas, algunos psicólogos y psicoterapeutas señalan que
la terapia de pareja puede servir de complemento, pues a pesar
de que la persona celosa en la relación suele ser sólo una, las dos
se encuentran afectadas a consecuencia de los celos y es
necesario que sanen juntas, pues de otra manera es posible que la
relación se deteriore tanto que los involucrados no tengan
esperanza en que la situación mejorará, aunque ya se haya dado
el paso de acudir a un experto.
Esta terapia se recomienda en casos de celos en las relaciones
amorosas, pues es aquí donde la pareja puede demostrar que está
dispuesta a ayudar a su pareja sentimental, pues todo lo que a
este le suceda genera repercusión en su convivencia.
Complementar las otras terapias con esta ha permitido que
muchas parejas superen sus experiencias negativas y dejen los
celos de lado, con lo que ayudará a fortalecer los vínculos de
confianza, respeto y amor, los cuales son necesarios para poder
vivir plenamente su vida juntos.

Importancia de superar los celos


Superar los celos es sumamente importante para poder mantener
relaciones sociales sanas y armoniosas con todas las personas,
cualquiera sea la naturaleza de esa relación. Ningún individuo
quiere tener a su lado a alguien conflictivo, que siempre tenga un
problema y contagie a los demás de su desconfianza e
inconformidades, por eso hay que intentar alejarse lo más posible
de ser ese sujeto que los demás no desean cerca.
Cuando la persona celosa logra vencer su situación
inmediatamente se van sus preocupaciones, se eleva su
autoestima, disminuyen sus inseguridades y disfruta más la vida,
pues ya no se encuentra todo el día vigilando a los demás, lo que
en consecuencia ocasiona que desaparezca su ansiedad y junto a
ella los síntomas físicos que esta conlleva.
Si se trata de relaciones de pareja, haber superado los celos
permitirá que los vínculos amorosos se fortalezcan, ayudará a que
ambos sientan más libertad y que disminuyan las discusiones, lo
cual evita que se deteriore la relación. En muchas circunstancias el
hecho de sentir que la persona con la que se quiere pasar el resto
de la vida confía en sí misma y en el amor dual que se tienen,
origina que su compañero también esté cada vez más seguro de
sus sentimientos, lo cual es sumamente importante para mantener
encendida la llama de la pasión.
Sin duda los celos son un obstáculo que impide el bienestar, tanto
para la persona celosa como para el resto de los involucrados en
las escenas de celos, por ello cuando se derriba esta limitante se
descubre un mundo nuevo de oportunidades para ser feliz,
sentirse cómodo y tranquilo. Se recupera el tiempo que se
empleaba en imaginar lo que pensaba o hacía el otro, y se puede
empezar a vivir sin preocupaciones, con la mentalidad de que en
la vida está quien quiere estar y a pesar de que exista temor de
perder a ese ser especial, hay que dejarle la libertad de tomar sus
decisiones y disfrutar de su espacio personal.

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