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CRITERIOS SOBRE

EL PLAGIO
Facultad de Filosofía y Humanidades

Abril 2020
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2 I UNIVERSIDAD DE LOS ANDES



CRITERIOS SOBRE
EL PLAGIO
Facultad de Filosofía y Humanidades

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4 I UNIVERSIDAD DE LOS ANDES



Presentación

La Universidad de los Andes aspira a ser un referente de calidad y un foco de


irradiación de hábitos intelectuales y virtudes humanas. Busca que los alumnos
formados en sus aulas se distingan por su competencia profesional, su capacidad
de servir responsablemente a la sociedad, su sentido de solidaridad y actuación
ética en el trabajo.

Por eso esperamos que los alumnos de esta universidad se comprometan


de manera voluntaria a ser respetuosos, honestos, justos y responsables, a buscar
la integridad académica en el trabajo intelectual y a ser veraces en su conducta
como estudiantes. En este sentido, copiar en las evaluaciones, hacer uso del
trabajo de otras personas como si fuera propio o cualquier otro tipo de falta de
honradez académica significa una conducta incorrecta y que deber ser sancionada
por el Reglamento del Alumno.

A continuación, trataremos una de las faltas éticas más comunes entre los
estudiantes: el plagio, cuya práctica es vista muchas veces por sus practicantes
como una falta menor y no como un caso de deshonestidad intelectual grave.
Invitamos a todos los profesores y alumnos de la Facultad de Filosofía y
Humanidades de la Universidad de los Andes a leer cuidadosamente este
documento y acudir a él siempre que existan dudas respecto a la citación o al uso
de material intelectual ajeno.

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I. ¿Qué es el plagio?

Inherente a la cultura universitaria es la ética de la investigación y de la


responsabilidad intelectual. En este contexto, cabe señalar determinadas prácticas
que atentan contra la honestidad propia del trabajo académico y dañan
profundamente la convivencia en la universidad. El plagio constituye, en este
sentido, una falta especialmente grave contra la integridad intelectual que se
encuentra –lamentablemente– bastante extendida, en parte por la facilidad de
reproducción que permite Internet. Quisiéramos, a continuación, explicar por qué
esta conducta debiese ser vista y sancionada como censurable, y presentar
algunos criterios que ayuden al estudiante a determinar y distinguir situaciones de
plagio de otras que no lo son.

La primera noticia que tenemos del uso de la voz plagium en el mundo


latino es para designar el delito de aquel que compra a una persona libre que ha
sido esclavizada con el fin de cobrar dinero por su libertad.1 Este uso dio paso a
designar el secuestro ya no de personas, sino de ideas de otros.2 Este sentido se
mantiene en lo fundamental en el uso actual, como da cuenta la definición de la
voz plagio en la RAE: plagio es «copiar en lo sustancial obras ajenas, dándolas
como propias». El profesor Alejandro Miranda precisa que por obras debemos
entender tanto las ideas de otros como los datos o resultados que son obtenidos
por la investigación ajena.3 El hecho de que la copia deba ser sustancial, por otra
parte, da cuenta de que el uso de ideas o datos ajenos muy poco significativos o
conocidos por todos no constituye plagio. Es decir, reproducir un refrán no implica
plagio, como tampoco afirmar la redondez de la tierra.


1
Para más detalles sobre el origen del término, cf. Alejandro Miranda, "Plagio y ética de la
investigación científica”, Revista Chilena de Derecho 40, núm. 2 (2013): 713-715. Disponible en
https://scielo.conicyt.cl/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0718-34372013000200016.
2
Cf. Marco Valerio Marcial, Epigramas (trad. A. Ramírez, Gredos, Madrid) I (2001), 52. Citado por
Miranda "Plagio y ética": 714.
3
Miranda, "Plagio y ética": 714-715.

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La gravedad del plagio se funda, en primer lugar, en la violación de la


propiedad intelectual. Un libro –como una canción, una escultura, el diseño de un
software o una película– es patrimonio de un autor, quien tiene tanto derecho a ser
reconocido como tal y también a la explotación comercial de su obra.4 El plagio
vulnera estos derechos y, por tal razón, es considerado como delito por la
legislación chilena (art. 71b de Propiedad Intelectual Nº 17.336). No debe
confundirse, sin embargo, la vulneración de la propiedad intelectual con el legítimo
y beneficioso uso del avance científico y con el carácter abierto propio de la
difusión científica. Este caso, para que sea justo, debe contener la correcta
referencia de la obra ajena, de modo que esta no se presente como propia sino
reconociendo oportuna y explícitamente la autoría de acuerdo con las normas de
citación vigentes. Aprender a citar apropiadamente no constituye sino la manera
adecuada de servirse de las ideas de otros, respetando a su vez la paternidad de
tales ideas.

En segundo lugar, cabe señalar que el plagiario incurre en una mentira o


falta de veracidad. Dado que se está usando una obra que no le pertenece, esta
falta de veracidad afecta directamente al autor de la obra plagiada. Pero incluso si
se diera el caso de una obra que se presente como propia, pero que ha contado
con la aprobación del autor, tal obra no dejará de constituir un plagio y una falta de
veracidad, puesto que un tercero (el profesor, los demás compañeros y, por
último, toda la comunidad universitaria o el circuito académico) estarán pensando
que la obra presentada es propia del que ha plagiado. Pero el engaño que
introduce el plagio no acaba ahí. También el estudiante cuando plagia cae en una
suerte de autoengaño, puesto que termina –si tiene «éxito»– por aprobar un curso
sin realmente haber aprendido; es decir, sin haber obtenido aquello que realmente
vuelve significativo aprobar un curso, hecho que producirá un vacío en su
desarrollo como estudiante y generará una carencia a lo largo de su carrera
profesional.


4
Cf. Hernán Corral, Escribiendo un trabajo universitario. Guía práctica para el alumno (Santiago de
Chile: Universidad de los Andes, 2012), 58.

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El plagio es, en tercer lugar, una falta de justicia, puesto que se transgreden
las reglas que rigen por igual a los demás compañeros de curso. El plagio
constituye, en fin, una grave falta porque promueve la desidia e incapacidad para
generar un resultado producto del propio esfuerzo, erosionando así, como indica
Miranda, «los fundamentos mismos de la cultura universitaria», la cual se funda
más bien en el trabajo riguroso, personal y honesto propios de una auténtica
búsqueda de la verdad.5

II. Criterios para determinar el plagio

Intentaremos, a continuación, presentar algunos criterios que servirán para


distinguir situaciones de plagio de las que no lo son.6

1) Si bien se suele presuponer que existe plagio cuando este se lleva cabo
de forma fraudulenta, no es realmente necesario que el plagio sea intencional.
Hablamos también de plagio cuando por negligencia se presentan como propias
ideas ajenas. Es razonable considerar que este segundo tipo de plagio es menos
grave que el que se ha llevado a cabo de mala fe. Sin embargo, dado que en el
contexto universitario se presume una actitud particularmente cuidadosa con
respecto a la búsqueda de la verdad, el tratamiento de fuentes, además de un
conocimiento suficiente de las reglas de citación y de otras prácticas propias de la
investigación, el plagio «por negligencia» sigue siendo una falta grave e incluso
puede considerarse en algunos casos como una acción no solo culpable, sino
dolosa.

2) Es importante también esclarecer que el plagio no presupone ni que la


obra plagiada esté publicada (se puede plagiar también obras inéditas o

5
Miranda, "Plagio y ética", 718.
6
Para la determinación de estos criterios seguimos en lo fundamental la más completa exposición
de Corral, Escribiendo un trabajo, 57-67 y Miranda, "Plagio y ética", 711-726.

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simplemente los apuntes del profesor o de los compañeros de curso) ni que esta
sea publicada por parte del plagiario (el acto puede llevarse a cabo en una tesis,
un ensayo o cualquier otra forma de evaluación en donde se presenten
determinadas ideas o resultados como propios). Según ya adelantamos, tampoco
es condición del plagio que exista alguna forma de consentimiento por parte del
autor plagiado o que se haya pagado por la obra de otro autor. Otra vez: el plagio
tiene lugar cuando se presenta (al profesor, al curso y a la comunidad
universitaria) una obra ajena como propia. En este sentido, tampoco es excusable
la copia de ideas que son anónimas. El caso más típico en este respecto es el de
la información obtenida en páginas de Internet (como Wikipedia) que no tienen
autoría conocida. En estos casos lo razonable es citar siempre la página web.

3) Por otra parte, cabe hablar de plagio no solo cuando la totalidad de la


investigación presentada es plagiada: se incurre también en plagio cuando se
introduce una sección de una obra ajena en el contexto de un trabajo que incluye
partes originales. Es importante también recordar que el plagio no se limita a la
copia textual, sino también al parafraseo o resumen de ideas ajenas. Por lo
tanto, entendemos por plagio la apropiación de las ideas ajenas, ya sea en su
forma o en su fondo, sin citar la fuente de tales ideas. Dominar las técnicas de
citación es la condición que permite evitar malentendidos, sabiendo distinguir
claramente en un texto las ideas propias de las ajenas, aun cuando se haga uso
de estas últimas para respaldar la propia hipótesis y aunque exista coincidencia
entre una y otra posición. En este sentido, tampoco se deja de incurrir en plagio
cuando se hace mención en la bibliografía o en alguna nota de una obra utilizada,
pero se omite, puntualmente, la fuente en el párrafo copiado o parafraseado.
Un trabajo de investigación serio debe dejarle claro al lector cuáles ideas son
propias y cuáles ajenas, sin endosarle nunca la responsabilidad de detectar tal
diferencia.

4) Un caso particular de plagio es el autoplagio: si bien no se copia una


obra ajena, se hace pasar como original una obra propia que en realidad ya ha

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sido usada previamente, en un contexto diferente. Esta práctica se suele llevar


adelante por medio de un cuidadoso cambio de título o utilizando material
publicado en una nueva obra. En el contexto particular de la vida universitaria, el
autoplagio tiene lugar cuando un alumno presenta en un curso un trabajo que ha
entregado con antelación en otro. Esto no significa, sin embargo, que un
estudiante no pueda recurrir al trabajo previo para elaborar desde ahí una nueva o
más completa investigación. Pero se espera en tal caso que se haga referencia a
la propia obra de la misma manera en que se haría referencia al uso de una obra
ajena.

III. Casos de plagio

A continuación, explicamos y detallamos uno a uno los casos que serán


considerados plagio en la Facultad de Filosofía y Humanidades de la Universidad
de los Andes a partir del año académico 2020, advirtiendo que todos los casos
son graves. Es decir, no consideramos la existencia de un plagio leve.

1. Copia literal de una fuente no citada

El acto de copiar y pegar de una o más fuentes constituye un caso muy común de
plagio. Una excusa tan frecuente como inaceptable es aquella que reza: «chuta,
es que se me olvidó poner las comillas, profesora».

2. Parafraseo, resumen o reescritura de una fuente no citada

Estas prácticas consisten en apropiarse de un texto y atribuirse la autoría de esas


ideas. El modo más extendido consiste en copiar un párrafo o un texto completo
de Internet y cambiar unas pocas palabras por sinónimos, variar los conectores,
intercalar frases, etc. manteniendo lo esencial de la idea original. El agente del
plagio –perfectamente consciente de que puede ser descubierto– enmascara el

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texto original y hace pasar una idea ajena como propia justamente porque no cita
la fuente o no indica explícitamente que se trata de una idea ajena. Vale la pena
tener en mente el ejemplo ofrecido por el profesor Hernán Corral:

Incurriría en plagio, por ejemplo, el alumno que teniendo el texto de Paul Johnson,
Héroes (trad. Gloria Fortún, Ediciones B, Barcelona, 2009, p. 115): «La reina
Isabel I fue una heroína bastante distinta a María Estuardo: no fue una heroína del
romance ni de la tragedia sino de los logros reales y de un gobierno exitoso»; lo
vierte en su trabajo, sin indicar la fuente, como «Isabel I, la reina, fue una heroína
diferente a María Estuardo, ya que no fue un heroína del amor ni del drama, pero
sí de los éxitos y logros del gobierno». La reproducción no es exacta ni literal, pero
las ideas expresadas son las mismas que las de Johnson y, por tanto, si no se
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indica que él es su autor mediante la cita correspondiente, habrá plagio

3. Autoplagio

El autoplagio consiste en usar el mismo trabajo varias veces, cambiando el título o


modificándolo levemente. Es posible reutilizar ciertos aspectos de un trabajo,
como hacer referencia a las citas o el marco teórico. Pero el desarrollo de un
trabajo debe ser completamente nuevo para cumplir con los objetivos de un curso.

4. Reproducción de la clase del profesor

Existen casos de ensayos o trabajos que reproducen de forma exacta una o varias
clases de un profesor. En el caso de usar alguna de las ideas expuestas en
clases, conviene introducir la oración: «Como fue tratado en las clases...».

5. Reproducción de las diapositivas del profesor

También existen casos en los que un alumno saca fotos de una o más diapositivas
y luego copia el texto o las ideas fundamentales en su trabajo. Si se quiere

7
Hernán Corral, Escribiendo un trabajo, 64.

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comentar una diapositiva o proponer un esquema visual presentado en clases,


conviene aludir explícitamente a esa fuente.

6. Trabajos traducidos de otros idiomas

Una forma aparentemente sofisticada de plagio es copiar un trabajo en otro idioma


y aplicar el traductor de Google –o hacer una traducción personal– sin explicitar la
fuente. Se trata de un acto deshonesto con un resultado de dudosa calidad.

IV. Casos especiales

1. Trabajo bajado de Internet

Todos sabemos que existen páginas de Internet que ofrecen ensayos o trabajos
escritos. La mayor parte de las veces de trata de ensayos de cuestionados
estándares académicos.

2. Trabajo copiado de un libro

Se trata de una forma de plagio prácticamente obsoleta porque implica teclear el


texto e ir modificándolo, o bien extraer las ideas principales sin citar la fuente.

3. Dos trabajos idénticos

Lamentablemente, para un profesor resulta frecuente encontrar dos trabajos


idénticos o muy parecidos en una misma entrega, e inmediatamente entiende que
uno de los compañeros hizo el trabajo y lo prestó a un compañero en apuros,
quien simplemente lo reprodujo y lo firmó. Otra posibilidad es que ambos alumnos
copiaron el mismo trabajo de Internet. En un caso como este, los alumnos deben
tener claro de antemano que no es tarea de los profesores averiguar –como
detectives o peritos judiciales– quién trabajó y quién copió. Para efectos de la

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sanción correspondiente, los profesores de nuestra Facultad sancionarán a ambos


estudiantes por plagio.

4. Trabajo de alumnos de cursos superiores o egresados

Muchos trabajos o pruebas de distintas asignaturas se ofrecen en foros de


Internet. Firmar uno de estos trabajos es una acción deshonesta y reprobable.

5. Trabajo comprado

Hay estudiantes o graduados que lucran con la mediocridad del prójimo. Sin duda,
este caso también constituye un caso de plagio; el estudiante ni siquiera se toma
la molestia de buscar una fuente a la cual copiar, sino que simplemente escribe su
propio nombre sobre el trabajo ajeno. Tanto el vendedor como el comprador
merecen una sanción.

6. Participación en un trabajo grupal que haya incurrido, parcial o totalmente,


en uno de los casos de plagio anteriormente descritos

Las actividades en grupo son una gran oportunidad para trabajar en equipo y
aprender de los compañeros; sin embargo, hay varios casos en los que uno de los
miembros del grupo copia su parte del trabajo. Aunque pueda parecer injusto,
todos los firmantes serán sancionados por plagio porque la participación en un
trabajo grupal implica a su vez compartir la responsabilidad por el trabajo del otro.
Esta medida obliga, por su parte, a los alumnos a exigir de sus compañeros de
trabajo cumplir la tarea correspondiente con honestidad.

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IV. Recomendaciones para los estudiantes

1. Nunca copiar y pegar párrafos de Internet para «inspirarse»

Al parecer, es una mala costumbre que traen algunos estudiantes de la enseñanza


media y que debemos erradicar cuanto antes. Y si voy a copiar y pegar una cita,
siempre escribir antes las comillas o sangrar inmediatamente el párrafo citado.

2. Involucrarse con todas los epígrafes o partes de un trabajo grupal

Es normal que en un trabajo grupal los estudiantes se repartan los distintos


epígrafes del trabajo. Sin embargo, resulta muy importante que cada estudiante,
además de escribir su parte, se involucre y revise el resto del trabajo. Por otra
parte, recomendamos hablar con el grupo sobre el riesgo de caer en situaciones
de plagio. Entre los miembros debe generarse un ambiente mínimo de confianza.

3. No reescribir trabajos usados en otras asignaturas, sin perjuicio de que se


pueda utilizar, por ejemplo, la parte de la bibliografía.

Y en el caso excepcional de modificar o utilizar un trabajo anterior, es fundamental


hablar antes con el docente a cargo de la asignatura.

4. Evitar foros de Internet donde se trafique con pruebas o trabajos de los


distintos cursos

Sabemos que estos foros existen y no nos interesa perseguirlos. Sí


recomendamos mantenerse al margen de ellos.

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5. No compartir los ensayos con sus compañeros

Si bien en esta universidad creemos en el trabajo en equipo, no recomendamos


facilitar un trabajo a nuestros compañeros. Seguramente, quien los presta lo hace
de buena fe, pensando en que puede ayudar a un compañero en problemas o
atrasado en la entrega. Frente a una situación de esta naturaleza, recomendamos
facilitar apuntes y bibliografía, o conversar con el compañero sobre su propio
ensayo con el fin de darle ideas o retroalimentación, pero nunca prestar el trabajo
para que el otro se «inspire».

6. Delimitar la autoría de las ideas

Cuando una idea no es propia, siempre conviene declararlo; es decir, si la idea me


fue sugerida por un profesor, por un compañero o por un autor, no está demás
señalarlo en el texto o en nota al pie. Por otro lado, es muy importante que en
nuestro trabajo dejemos muy en claro dónde acaba la idea de un autor y dónde
comienzan las ideas propias:

como explica Harold Bloom, las influencias poéticas desde el Renacimiento en


adelante proceden de una lectura equivocada o errónea de un poeta en el acto de
leer a un autor anterior. Se trata de una suerte de «corrección creadora» o mala
interpretación deliberada por parte del sujeto creador, fenómeno al que Bloom
llama clinamen.8 Según el punto de vista que quiero promover en el presente
ensayo, estas ideas se cumplen solo parcialmente en la poesía de Jorge Luis
Borges, por los motivos que paso a explicar a continuación...


8
Harold Bloom, La angustia de las influencias (Caracas: Monte Ávila, 1991), 29-41.

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7. Conocer muy bien las normas de citación

Es importante que el estudiante maneje adecuadamente los formatos de citación:


MLA, APA, etc. con el fin de evitar confusiones innecesarias que puedan dar lugar
a sospechas o acusaciones de plagio.

V. Recomendaciones para los profesores

1. Estar atento

Muchos plagios no son detectados porque los profesores no comprueban si sus


estudiantes han copiado un trabajo total o parcialmente.

2. Variar las evaluaciones de año en año

Recomendamos variar o cambiar las evaluaciones todos los años, o al menos


mantener un repertorio amplio en caso de repetir algunas preguntas. Hay que
tomar en cuenta que hoy las respuestas de muchos trabajos se ofrecen por foros
de Internet de manera completamente desinteresada.

3. Hablar del plagio

En el contexto de la presentación de una asignatura, invitamos a los profesores de


la Facultad de Filosofía y Humanidades de la universidad a que se refieran a este
tema en sus clases desde un punto de vista ético y profesional. En el caso de
haber trabajos grupales, vale la pena advertir explícitamente que, si uno de los
miembros comete plagio, todos los alumnos firmantes serán sancionados.

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4. Usar un detector de plagio en caso de duda

Existe una serie de detectores de plagio gratuitos en Internet, los que arrojan el
porcentaje de trabajo original y el porcentaje de “citas”.

VI. Sanciones

El plagio siempre será considerado como falta grave, tal como se indica en X.53.3
del Reglamento del Alumno vigente. Estas sanciones incluyen entre otras
posibilidades, reprobación de la asignatura con nota 1.0, pérdida de beca,
imposibilidad de postular a cargos de representación estudiantil y expulsión de la
universidad. Tanto profesores, los alumnos de la Facultad de Filosofía y
Humanidades y los alumnos de Minors deben conocer las sanciones establecidas
para este tipo de falta, que se señalan en dicho reglamento, X, art 51-60.

VII. Observaciones finales

El plagio no es un acto exclusivo de los estudiantes, sino que también los


profesores estamos expuestos a incurrir en él y ha habido, lamentablemente,
casos de académicos de prestigio que han caído en estas prácticas, hecho que en
muchas ocasiones acaba con sus carreras. Este tipo de comportamiento cae en la
denominación de mala conducta científica. Un caso típico es el director de tesis
que se apropia de las ideas de sus dirigidos o el autoplagio, un vicio muy
extendido en los circuitos universitarios, hoy obsesionados con la idea de
producción. De modo que el plagio no es una disputa entre profesores y alumnos
porque toda la comunidad universitaria está expuesta a este mal. Por supuesto,
las acciones de esta naturaleza pueden ser llevadas todavía más lejos: los
circuitos artísticos, políticos, tecnológicos y administrativos también deben tomar
sus precauciones. En definitiva, el plagio es una falta que afecta a muchos
quehaceres humanos.

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Vale la pena recordar que en muchas legislaciones del mundo el plagio es


considerado un delito y se sanciona con multas, fuera del desprestigio social que
implica, por considerarse que el plagiario es una persona deshonesta e incapaz de
trabajar por sí misma. En definitiva, un plagio es siempre un fraude y el plagiario
una persona fraudulenta e indigna de confianza. Simplemente porque el plagio es
un engaño deliberado; es decir, el plagiario decide mentir y diseña estrategias
para no ser descubierto. En palabras de Alejandro Miranda:

En primer lugar, el plagio es ilícito porque es una forma de simulación, la que, a su


vez, es una forma de mentira. El plagiario miente, pues presenta una obra ajena
como si fuera propia. Por este motivo, obran contra el plagio todas las razones que
permiten oponerse a la mentira. Así: (a) el plagio atenta contra el bien del
conocimiento de la verdad, pues deforma la realidad e induce el error en el otro;
(b) el plagio también atenta contra el bien de la adecuada vida social, en la medida
en que la mentira socava la confianza que es necesaria para la convivencia
pacífica entre los hombres; y (c), el plagio atenta contra el bien de la autenticidad o
integridad de la persona, en cuanto quiebra la armonía que debe existir entre sus
aspectos internos y externos, es decir, entre lo que sabe (sus pensamientos y sus
creencias) y el modo como se manifiesta al exterior9

Por otro lado, queremos recordar el aspecto valórico que promovemos en la


Universidad de los Andes. Nos interesa que nuestros estudiantes y egresados
sean personas íntegras, honestas, capaces de trabajar en equipo y ganarse la
confianza de sus compañeros y colegas. Creemos firmemente en la honestidad
intelectual y en las capacidades de cada uno de nuestros estudiantes. De esta
forma, consideramos que nunca un alumno de Humanidades, por los motivos que
sea, debe ceder a la tentación del plagio, sea por falta de organización, tiempo o
dedicación a su labor académica.


9
Miranda, "Plagio y ética", 718.

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Terminamos con el concepto de capital moral. Todos los estudiantes que


entran a la Universidad de los Andes traen consigo algo muy importante pero poco
valorado socialmente y más bien invisible a Instagram: se llama capital moral y
consiste en que todos consideramos que una persona es honesta solo porque no
ha dado muestras de lo contrario. Y, por lo tanto, se trata de una persona digna de
toda nuestra confianza y de la que no existe ningún motivo de sospecha.
Lamentablemente, este capital moral queda lesionado una vez que el estudiante
incurre en esa falta –o delito– que llamamos plagio. De esta manera, instamos a
todos nuestros estudiantes que pasarán por la Facultad de Filosofía y
Humanidades a adquirir o generar todos los conocimientos humanistas necesarios
de acuerdo con su disciplina y cuidar el capital moral que cada uno ha traído
desde casa.

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