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Los cuentos nos hablan de lo más profundo que vive en el alma del ser
humano y la humanidad, en ellos se encuentran situaciones que conscientemente
es muy difícil alcanzar, mostrando en imágenes una realidad del alma. Están
presentes los arquetipos espirituales, formas sustanciales de las cosas que existen
eternamente en el pensamiento divino, fuerzas de la vida del alma que se
representan mediante un personaje. Por lo tanto, la princesa, el rey, el enano, la
paja, el lobo, la madrastra, la bruja, etc. son diferentes entidades que escenifican
nuestras pugnas interiores. Por ejemplo, en el cuento de Rumpelstinkin, el collar
puede simbolizar la capacidad de pensar, el hijo, puede ser el yo superior, el hilo
dorado, tiene relación con las fuerzas crísticas o el camino interior. Los cuentos son
para todos, porque la humanidad entera ha pasado por estos caminos, sin embargo,
para cada cual tendrá un significado diferente, puesto que, si bien estamos inmersos
dentro de los grandes hitos, cada uno tiene experiencias diferentes.
Los cuentos le señalan el camino a través del cual tendrán que pasar en su
vida, con momentos difíciles, dolorosos, de incertidumbre, pero que, sin embargo,
siempre hay una salida, siempre existe y existirá una solución a los problemas. “Los
cuentos nos hablan de la pérdida del mundo de la luz, la entrada en las tinieblas y
finalmente la salvación”3. Por esto, deben tener un final luminoso. En este caso,
como dijimos al principio, también podemos verlo desde la perspectiva del paralelo
con lo que nos toca vivir, desde pequeños, al principio estamos cobijados por
nuestros padres, luego perdemos eso y finalmente cuando ya somos seres
autónomos podemos tomar nuestras propias decisiones. El hombre al principio
estaba con Dios, en el paraíso, luego lo pierde al comer del fruto y finalmente nos
señala el camino para encontrar la salvación, que es a través de Cristo.
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La Sabiduría de los cuentos de hadas, Rudolf Steiner.
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El niño y los cuentos, Udo de Haes.
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El niño y los cuentos, Udo de Haes.
Es importante también mencionar que generalmente el cuento se narra a los
niños antes de dormir, puesto que, durante el sueño, el cuerpo queda suspendido y
se da paso al mundo onírico, en el cual se manifiesta el mundo del espíritu más
ampliamente. “Hay otros muchos estados anímicos que se desarrollan cada vez que
el alma se libera del cuerpo y vive una existencia puramente espiritual, es decir, en
este caso, desde el momento en que se duerme hasta que se despierta.” 4
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La sabiduría de los cuentos de hadas, Rudolf Steiner.
A modo de conclusión, podemos decir que los cuentos de hadas son un
momento fundamental, dentro del ritmo diario de los niños, especialmente porque a
través de ellos se puede entregar una enseñanza específica al grupo de niños con
el que cada cual trabaje, sin ser algo que proviene de nosotros, sino que sólo
seremos el instrumento mediante el cual el mensaje transitará para llegar a la
individualidad de cada pequeño que escucha, ve y siente.
Los cuentos de hadas son de suma importancia ya que ayudan a los niños a
tener diferentes perspectivas a formas de resolver los problemas o las dificultades
a las que se enfrentan. Por ejemplo, mediante la paciencia. a conocer que todo tiene
su otro lado, la luz, no puede existir sin oscuridad. Y, por cierto, potenciar al máximo
su imaginación. Los cuentos de hadas son un medio que los puede ayudar a superar
sus miedos y afrontarlos.
Por último, Lorena hace referencia a “Con este informe pude comprender el
real sentido de los cuentos de hadas y la importancia de éstos en el desarrollo de
cada individuo. Como los cuentos de hadas, al narrar diversas situaciones del alma,
permiten que un niño o niña pueda enfrentar su vida en el futuro gracias a que tuvo
la oportunidad de su escucha. Pude comprender que los cuentos relatan historias
de manera no literal, sino más bien hay que interpretar lo que nos muestra la
imagen, pues estas hablan de lo más profundo que vive en el ser humano, lo que
me permitió dejar de ver la crueldad en cuentos como por ejemplo Hansel y Gretel.
Me cuestiono si hubiese tenido la oportunidad de escuchar estos relatos cuando
niña, ¿Cómo sería mi adultez ahora?, ¿Cómo hubiese resuelto mis problemas ahora
de adulta?. Lo anterior me motiva a seguir preparándome, estudiando pero sobre
todo concientizando lo aprendido, para poder entregar estas experiencias a los
niños y niñas que tengo a cargo en la educación tradicional donde cumplo mi labor
docente, pues son ellos el futuro de la humanidad”.