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PSICOANALISIS DE LO CUENTOS
DE HADAS20200227 81993 1pduxms
Juan Camilo Echavarría Marín

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Bruno Bet t elheim - Psicoanálisis de los cuent os de hadas

Franco Barradas

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Aviela Perera

Psicoanálisis de los cuent os de hadas

oswaldo diaz
 PSICOANALISIS DE LO CUENTOS DE HADAS.

BRUNO BETTELHEIM.

Bruno Bettelheim, psiquiatra norteamericano (1903-1990). Escribió un libro

titulado “Psicoanálisis de los Cuentos de Hadas”, a continuación se transcriben sus ideas
principales.

Los cuentos de hadas son obras de arte, si no no agradarían al niño: simplemente

entreteniéndolos y seduciéndolos, éstos le revelan verdades esenciales sobre la especie
humana y sobre sí mismo.
La denominación “cuento de hadas” es un poco limitante, ya que da una idea falsa.
En muchos de estos cuentos no hay hadas ni ese ser sobrenatural obligatorio que implica la
palabra “hada”, en muchos cuentos de hadas hay más bien animales o viejos muy sabios.
Yo prefiero la denominación de Rudyard Kipling “Historia simples” o la denominación de
cuento popular que se utiliza en la mayoría de los otros idiomas. De hecho, en su origen,
un cuento de hadas es una historia contada por cualquier persona a cualquier persona.
Hacia 1920, los alemanes comenzaron a reunir en una sola colección todos los
cuentos del mundo entero limitándose a un volumen por cultura, con el propósito de
restringirse un poco. ¡Actualmente van en el volumen 74! Una investigadora, Marian Cox,
ha reunido ella sola 324 versiones de la Cenicienta.
Los cuentos de hadas no difieren mucho de una cultura a otra, se encuentran
siempre los mismos temas, y esto es lo que el trató de investigar y exponer a través de su
obra.
Los niños necesitan la fantasía, lo irreal, para poder desarrollarse, pero los cuentos
de hadas no son importantes para su desarrollo porque estos sean irreales, es justamente lo
inverso: los cuentos de hadas presentan a los niños, por el contrario, la realidad tal cual es.
El amor mezclado con el odio, la angustia, el sufrimiento, el miedo a ser abandonado, la
vejez, la muerte: el mundo en el que vivimos y que a menudo tratamos de ocultar a los
niños ¡como si ellos no estuvieran en él!. Uno de los temores más grandes presentes en la
niñez es el temor a ser abandonado, el temor a que los padres se mueran, se divorcien. los
cuentos de hadas toman muy en serio las angustias de los niños. No debemos olvidar que
fueron inventados en una época en que muchas mujeres morían en el parto y muchos niños
quedaban huérfanos e incluso eran abandonados. Hoy en día los padres se separan, y el
temor sigue siendo muy grande.
Los cuentos populares no dicen: “Eso no es nada”. Los cuentos de hadas dicen: “Es
terrible, pero no desesperes en el mundo todos deben afrontar las dificultades y ,
curiosamente, no solo saldrás de ellas sino que llegarás incluso a ser superior a tus padres,
cuando crees no poder vivir sin ellos”.
Los cuentos de hadas ayudan a los niños a explorar el mundo de la realidad interior,
con el fin de permitirle salvar los obstáculos difíciles que él va a encontrar en el camino de
su desarrollo y su madurez. No solo es necesario que el aprenda a arreglárselas sin
depender totalmente de sus padres, sino que deberá también atravesar el espinoso camino
del período edipiano, superar y soportar las rivalidades fraternales tan duras durante la
infancia, descubrir y aceptar como normal sentirse sucio, desordenado, perezoso, más débil,
más insignificante, más violento y lleno de malos pensamientos, cree él, que los que lo
rodean. Los cuentos de hadas lo ayudan superar el violento deseo, que termina de culparlo,
de ser más que sus padres. Porque si bien el niño ama a sus padres con una intensidad
increíble, al mismo tiempo los detesta. Esto es lo que los cuentos saben comprender. El
cuento le permite vivir su ambivalencia bajo la forma de ficción. Y cuando son sus padres
los que se lo cuentan, lo que es muy importante, él tiene la impresión de que aprueban sus
pensamientos más íntimos y más indecibles. Esto es lo que lo va a ayudar a tener confianza
en si mismo y, para tener confianza en la vida, él debe tener primero confianza en sí mismo.

Cuentos de hadas o populares v/s cuentos mitológicos.

Hay una gran diferencia entre los cuentos mitológicos, las fábulas y los cuentos
populares, si bien en un principio el origen haya sido el mismo. El objetivo del cuento de
hada es dar confianza (tiene un final feliz) con una solución aceptable, mientras que el
cuento mitológico tiene un final trágico. Y, a demás el cuento mitológico se refiere a
acontecimientos que no pueden aplicarse ni a uno mismo, con héroes que viven en un
universo de superhombres, como Ulises o Hércules. Ahora bien, el niño es tan inseguro que
necesita que le den confianza en este mundo, en el que debe vivir, y no en un mundo
mitológico en el que el héroe es o llega a ser un semidiós.

Cuentos de hadas v/s la fábula

La fábula es algo que pone en guardia, es moralizadora y, en lugar de darle
confianza en sí mismo a alguien que está inseguro, le dice, por el contrario “desconfía de
todos y sobre todo de ti mismo”, lo que es precisamente lo inverso del fin que se persigue.

Los cuento de hadas dicen, que es necesario trabajar y que no se obtiene nada sin
iniciativa y sin perseverancia en el esfuerzo. Por ejemplo Blanca Nieves: es ella la que
mantiene limpia y ordenada la casa de los siete enanos.
El cuento no se contenta con decir que las cosas que hoy parecen tan terribles al
niño van a cambiar favorablemente para él y que va a triunfar. El cuento le dice que para
llegar a eso es necesario hacer algo positivo, constructivo y socialmente útil.
Lo admirable de los cuento de hadas o populares es que toman al niño tal cual es, en
su nivel de edad y en su etapa actual y que, lo lleva a una etapa de madurez superior a él,
permitiendo con esto la integración progresiva de su personalidad.
En el cuento todo está implícito, de manera que el niño puede sacar lo que necesita
a medida que va creciendo. Esta es otra razón por la que los niños leen y releen los mismos
cuentos, año tras año. Cada vez que ellos encuentra algo nuevo, alguna cosa que va más
lejos a medida que están en edad de captarla, de comprenderla y a aprovecharla.1

1
Extracto preparado por Mª. Victoria Cerpa Poblete, para la asignatura Literatura infantil, 2006.