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Beatriz Janin:

La constitución de la subjetividad

Problema: Niños que son diagnosticados de un modo escandaloso y medicalizados y robotizados, y aquellos que
buscan un lugar en el mundo quiebran las reglas y son ubicados tempranamente como delincuentes irredimibles.

¿Cómo se estructura psíquicamente un niño?

-En un contexto determinado, donde hay ideales y modelos: marcan el modo en que miramos y somos mirados.

-Las primeras vivencias dejan marcas: reorganizadas por experiencias posteriores

-Los otros: sostén, fuente de satisfacción y placer pero también portadores de angustias y dolores

-Los padres: transfieren significaciones de la sociedad. Polos identificatorios.

-Sociedad: ideales a cómo debe ser un niño y esto es transmitido tempranamente.

-Psicopatologia infantil: reflexionar sobre las condiciones socioculturales en la que se formaba patología y
preguntarnos qué es considerado patología en cada época.

Contexto actual: consumismo, posición social, prestigio, poder. Donde cooperación y comunidad no existen bajo un
punto de vista utilitario (competencia):

-Falta de significaciones, de valores, dejando desprotegidos a niños y adolescentes.

- Se trasmiten estos mandatos sociales a los niños

,-Adultos desbordados o deprimidos: no pueden sostener y responden con violencia a las demandas de los niños.

-Diagnostico, medicación, no se escucha al niño, se lo excluye como sujeto (calmar angustia de los padres), se está
redoblando la violencia.

-“No funcionan como los demás” conductas no responden a un modelo: patología orgánica. Se le pide que responda,
ya-ahora, a pautas supuestamente universales.

Fantasma de la exclusión: Un niño que fracasa en la escuela es vivido como un futuro marginal, si no tiene amigos va
a tener dificultades toda su vida, si es violento es un futuro delincuente:

-Lo que es transitorio, en tiempos diferentes en la adquisición de las potencialidades, se viven como permanentes,
signando a alguien para siempre. Terror a la exclusión: terror al futuro, a los que no nos sea productivo (incluir en el
mercado), la escuela es vivida como puerta de entrada al mundo laboral, que a su vez alberga a unos pocos,
perdiendo de vista toda posibilidad de construcción de un sujeto. La escuela tiene que ayudar a producir
subjetividades que sirvan para la creación de conocimientos y de conocimientos con sentido, o no solamente con
el único sentido de ganarse la vida. Lo que se espera son “rendimientos”, “producciones”, que permitan incluirlo en
el mercado exitosamente.

Se tiende a confundir las dificultades, los problemas de un niño con un “trastorno”. Uno de los modos de maltrato
se da a través del quiebre de los soportes identificatorios o cuando se desconocen sus posibilidades y su historia, y
sin escucharlos, desconociendo la incidencia del contexto y de los vínculos tempranos.
Hay una dificultad para ubicarse frente a las diferencias.

El uso del poder en ciertos modos de diagnosticar: la práctica clínica misma, la elección del tratamiento, el modo
de hacer los diagnósticos, están atravesados por intereses sociales, económicos y político-ideológicos.
MEDICACIÓN: “Resuelve problemas” de conducta y aprendizaje.
Las fallas del niño son o representan el narcicismo dañado de los padres y los maestros.
Se deja la complejidad de lado y se toma algún elemento como un todo del sujeto:
-Si esta triste tiene depresión, si está inquieto tiene hiperactividad.
-El niño es un sujeto en constitución en diferentes culturas a partir de todo esto construye su subjetividad.

Fijación de diagnósticos que arrasan con la idea de movimiento y transformación

Se los deja sin posibilidad de cambio provocando un daño en el narcicismo del niño:
-Miedo al futuro
-Sin esperanza
-Se sienten observados por los otros.

¿Por qué catalogar?

Pensar en la complejidad es difícil. Los niños nos exponen particularmente por que nos recuerdan nuestros miedos
infantiles (pesadillas, dificultades para movernos en el mundo tal como los adultos exigen).

Diagnósticos, enunciados identificatorios:

-“soy ADD”, “tengo un TGD” (madre)

-Se pierde la singularidad y la complejidad del sujeto.

-Adultos: idealización de la infancia.

-Lo que prima es la idea de exclusión social y de un futuro incierto. Necesidad de resolver todo rápidamente.

-Los niños están expuestos a mucha información, la autora lo define como celular-cognitiva: paquetes de tiempo de
atención. El exceso de “pantallas” en reemplazo a los vínculos con otros: Es necesario procesar tanta información,
tanto estimulo.

CRUCIAL: Devolver la idea de crecimiento como potencia, como esperanza, puede facilitar que el niño se lance a la
aventura del aprendizaje, a los laberintos de los vínculos con los otros, QUE PUEDA CONSTRUIR Y CONSTRUIRSE Y
QUE SOSTENGA DESEOS.

LO ESENCIAL ES SOSTENER LA ESPERANZA, si un niño siente que confían en él, que se lo escucha, que hay una
posibilidad de revertir lo que le pasa, que es mirado como alguien que crece, seguramente va a poder ir
construyendo una representación de sí que le permita desplegar sus posibilidades y sostenerse en los momentos
difíciles.

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