Está en la página 1de 106

Escuela de Entrenadores César Luis Menotti

II.– LA IMPORTANCIA DEL DEPORTE EN LOS MÁS CHICOS

(El comienzo)

Décadas atrás, los niños recibían estímulos físicos de distinta índole y en cualquier

lugar. Desde deambular en la calle corriendo y colgándose de los árboles, pasando por

el potrero donde jugaban a la pelota o a lo que surgiese; y ni hablar si tenían la chance

de concurrir a algún club para practicar algún deporte. Estas actividades lúdicas

fomentaban el desarrollo de habilidades motoras en todos los niños. En algunos casos

muy puntuales, estas actividades se transformaban luego en el pilar desde donde se

desarrollaba una carrera deportiva.

En la actualidad, la realidad de los niños es completamente distinta y el

sedentarismo juvenil es una epidemia. Proporcionalmente hay menos jóvenes

practicando deportes competitivos, sumado a un menor nivel de fitness general y un

mayor porcentaje de obesidad en la población infantojuvenil. Para ese pequeño

porcentaje que practica deporte de manera competitiva también ha habido un cambio

de paradigma. La especialización deportiva, que antes se producía entrada la

adolescencia, ahora se define en la niñez prepuberal. La lógica parece ser simple: si

querés ser bueno en un deporte, debés practicarlo intensamente y desde pequeño (la

corriente metodológica de las 10.000 horas de entrenamiento, descripta en el libro

Outliers de Malcolm Gladwell, ha sido “evangelizadora” en este aspecto).

1
Escuela de Entrenadores César Luis Menotti

Si bien es cierto que esta lógica metodológica ha funcionado en algunos

afortunados, cada vez hay más investigaciones apuntando a que la especialización

temprana no funciona tan bien como dicen, ni es una receta que pueda ser aplicada a

todos. Se descubrió que crea una falsa barrera para la participación y reduce las chances

de éxito en los niños madurativamente más lentos (que podrían tener éxito con otro

sistema), aumenta la posibilidad de lesiones y desarrolla atletas más “pobres”

motrizmente, minimiza la sensación lúdica del deporte en el niño y desarrolla individuos

menos propensos a participar en actividades deportivas como adultos.

El cuerpo en lo general y el cerebro en lo particular están diseñados para

desarrollarse a través de estímulos diversos. Cuando un deporte se aprende desde niño

no se olvida más, queda vigente la “huella motora”: una conexión neuronal que permite

recordar con facilidad el gesto técnico. Por el contrario, todo lo que no se aprende de

chico, difícilmente se jugará con pericia en otras edades. Los estímulos deportivos

variados desarrollan distintas conexiones neuronales, favoreciendo el desarrollo integral.

Si el niño practica diferentes deportes será motrizmente más hábil y se adaptará mejor a

las situaciones. Además no verá frustrada su identidad como deportista, por no alcanzar

el nivel de elite en la práctica seleccionada, y podrá reinventarse.

No casualmente algunos de los mejores deportistas del mundo disfrutaban más

de otra especialidad. Roger Federer es el mejor tenista de la historia pero fue futbolista

hasta los doce años. Algo similar ocurrió con Kobe Bryant en Italia, antes de seguir el

camino del padre e inclinarse por el básquet. En la Argentina también hay casos, uno de

ellos es Gastón Gaudio.

2
Escuela de Entrenadores César Luis Menotti

La relación vincular también se da a la inversa: desde otros deportes al fútbol. A

mediados de 2005 llegué a Argentinos Juniors y entre el grupo de juveniles que se

estaba sumando al plantel profesional había un “enanito” de 1,62cm que jugaba de

delantero. Hasta aquel momento era un desconocido que no había debutado en primera

división pero me impactó mucho porque en uno de los primeros entrenamientos de

fútbol, pese a la diferencia de altura (23cm), me anticipó en un centro para hacer un gol

de cabeza. Hoy, al hablar de Franco Niell y sus goles de cabeza, nadie omite comentar

que de chico jugaba al básquet y por eso tiene esa envidiable coordinación de tiempo y

espacio en el salto.

Tal vez, alguno de los miles de niños que realizan en la actualidad alguna práctica

deportiva sea medallista olímpico dentro de unos pocos años en los Juegos Olímpicos

de la Juventud que se disputarán en Buenos Aires y evoque sus comienzos. Tal vez, no.

Al fin de cuentas, lo más importante para la Argentina no deberían ser las medallas. Lo

fundamental, como se vive repitiendo, es desarrollar el espíritu deportivo en la juventud:

un niño que hoy es afín al deporte será un adulto más sano mañana.

3
Escuela de Entrenadores César Luis Menotti

IV.– DJOKOVIC ABANDONÓ LA PIZZA PARA SER CAMPEÓN.

(La alimentación)

Nole Djokovic tenía un enemigo y no lo sabía. Las pizzas eran su perdición,

incluso aprendió a amasarlas de niño en la pizzería de sus padres. Pero, de un día para

otro, no las comió más. También suprimió el pan, el queso y disminuyó la ingesta de

tomate. Es que el Dr. Cetojevic, estudiando los motivos de los malestares del tenista y la

merma en su rendimiento cuando los partidos se prolongaban, descubrió que el origen

del problema partía de la comida. Ya era Top Ten cuando se enteró que sufría de

intolerancia al gluten. Curioso era que, así y todo, había llegado a la elite del tenis sin

saber de su enfermedad. Para alcanzar la cima emprendió un tratamiento que lo llevó

a modificar por completo su alimentación. Probó comer sin gluten y evitar los productos

lácteos, durante dos semanas. El cambio de hábito surtió efecto de manera casi

inmediata: se sintió ligero, más enérgico, y durmió mejor que nunca. Un año después

había bajado cinco kilos, se sentía más fuerte física y mentalmente. Poco tiempo

después, se convirtió en número uno del mundo.

Se denomina celiaquía a la intolerancia permanente al gluten: un conjunto de

proteínas que están presentes en el trigo, la avena, la cebada y el centeno (TACC) y/o

productos derivados de estos cuatro cereales. La ingesta va generando un daño en la

pared de las vellosidades intestinales que desemboca en un cuadro de mala absorción

(de nutrientes). No hay una edad de alta prevalencia, se detecta tanto en niños como en

4
Escuela de Entrenadores César Luis Menotti

adultos. La incidencia (número de casos) es mayor en mujeres que en hombres. La

sensibilidad al trigo se diagnostica a través de la detección de la inmunoglobulina E (IgE)

y se estima que la sufre el 1% de la población.

Servir para ganar es el libro donde Novak Djokovic cuenta su fórmula para lidiar

con la enfermedad. En el prólogo, el Dr. William Davis enumera algunos de los

problemas físicos que podría causar el consumo de trigo (entre ellos: colitis ulcerosa,

reflujo ácido, estrés abdominal y artritis reumatoide). Para el Dr. Davis, el consumo de

trigo tiene el potencial de paralizar el rendimiento, nublar la concentración mental y

“hacer caer a un campeón de rodillas”. Un prólogo tremendista.

La dieta de Nole se basa en pescado y otras carnes blancas, frutas y verduras,

frutos secos y semillas, legumbres (como garbanzos y lentejas), algunos pseudocereales

(como la quinoa) y aceites saludables. Por lo que cuentan, Djokovic se transformó en un

fundamentalista de su régimen alimenticio; selecciona de manera minuciosa sus

alimentos orgánicos y supervisa su cocción. El libro enfatiza sobre la importancia de un

desayuno saludable con una alta proporción de carbohidratos de bajo índice glucémico:

son aquellos que se digieren más lentamente y que por lo tanto no generan un pico alto

de azúcar en sangre que obligue a liberar una mayor cantidad de insulina. Con respecto

a la recuperación post-esfuerzo, prioriza bebidas hidratantes con suplemento de

proteínas y recomienda por las noches comidas hiperprotéicas (muchas carne blanca y

pescado) y hortalizas. A pesar de que Djokovic no menciona ingerir carbohidratos, no

estaría mal agregar una cantidad de ellos para recuperar las reservas de glucógeno.

5
Escuela de Entrenadores César Luis Menotti

Entre las “infidencias” Djokovic admite que, antes de los partidos, a veces usa un gel

hiperglucémico con 25 mg de cafeína, si la competencia y el rival lo ameritan.

Con la victoria ante Andy Murray en la final de 2015, Nole se convirtió en el

máximo ganador del Australian Open en la Era Abierta (por encima de Federer y Agassi).

Junto con Federer y Nadal, ganaron treinta y cinco de los últimos cuarenta Grand Slams

desde Roland Garros 05 (Murray 2, Del Potro, Wawrinka y Cilic, fueron los otros

ganadores). Para Djokovic ese fue su octavo título de Grand Slam, ocupando el quinto

lugar de ganadores junto con Connors, Agassi y Lendl. Federer con 17, Nadal y Sampras

14 y Borg 11 poseen los lugares más selectos. A diferencia de los otros dos

contemporáneos, Djokovic no muestra hasta el momento señales de rendimiento

descendente. Sin embargo, las chances de alcanzar a Nadal en la tabla histórica son

reducidas y las de igualar a Federer son casi utópicas. Históricamente en el tenis, a partir

de los 28 años, la cosecha de títulos se enlentece: el tenis es un deporte de jóvenes.

Djokovic tiene 27.

En otros deportes, como el golf por ejemplo, los jugadores no ganan su primer

título importante hasta llegar cerca de los 30 años. En los PGA del último lustro, más de

la mitad de los Majors fueron ganados por jugadores treintañeros (tres eran incluso

mayores de 40 años). En el fútbol americano, Tom Brady el mariscal de campo de los

New England Patriots, el último campeón de la NFL y el equipo de más dominante de la

última década, tiene 37 y sigue siendo uno de los mejores en su deporte. Pero la

longevidad no se lleva bien con el tenis. Un poco antes de los treinta, el tenista ya es

6
Escuela de Entrenadores César Luis Menotti

“viejo”. Pocos -Sampras, Agassi, Federer, entre otros- ganaron un Grand Slam con más

de treinta.

En su carrera por entrar en la historia grande, Djokovic, que apenas es un año

menor que Nadal, aparenta estar más vigente. En su libro afirma que la correcta

alimentación le ha cambiado la vida por completo. A su criterio, la composición de

tenista de elite es: 10% de talento, 85% de trabajo duro y un 5% de suerte. En el

porcentaje, Novak no menciona la dieta pero, probablemente, dejar la pizza haya sido

parte del trabajo duro.

7
Escuela de Entrenadores César Luis Menotti

VI.– DANIEL ENGELBRECHT, EL FUTBOLISTA QUE VOLVIÓ A JUGAR

(Corazón)

Era el partido inaugural de la temporada de la tercera división del fútbol alemán,

entre el Stuttgarter Kickers y Rot-Weiß Erfurt. Los equipos no se sacaban ventaja. Para

Daniel Engelbrecht, atacante del Kickers, este torneo debía ser su despegue definitivo.

Había llegado a préstamo del Bochum en el semestre pasado y, recientemente, le habían

confirmado su continuidad en el club. Al iniciarse la jugada fatídica se desmarcó del

defensor corriendo hacia el lateral. En la platea, los espectadores observaron su carrera

diagonal en busca de un mejor espacio para atacar.

La marcha de Engelbrecht cambió de repente. Se apreció cierta debilidad en sus

rodillas. Trastabillaba como un boxeador que recibió un golpe de knock out pero que

intenta mantenerse en pie. Por unos segundos estuvo consciente, pero aparentaba no

estarlo: simplemente movía las piernas. Dio un par de pasos, intentó seguir en partido,

antes de caer torpemente. La cabeza rebotó contra el pasto. Quedó de espalda. Forcejeó,

oponiéndose a la situación, intentó sentarse agarrándose el pecho. Su brazo derecho

extendido, la palma hacia arriba. Jugadores de ambos equipos corrieron en su ayuda.

Las imágenes impactan. Público y protagonistas en estado de shock. El juego se

detiene por diez minutos para que el jugador sea atendido. A tal punto llega el estupor

general que, al reiniciar el partido, esos mismos futbolistas que no habían podido

8
Escuela de Entrenadores César Luis Menotti

hacerse un gol en ochenta y cinco minutos, se hicieron dos en los cinco restantes: uno

por lado. Mientras tanto, en el hospital, Engelbrecht, comenzaba una nueva vida.

A partir de ese día, la vida de Daniel Engelbrecht cambió por completo. Luego de

los primeros exámenes, los especialistas le comunicaron que tenía una miocarditis (una

inflamación de músculo del corazón) de causa indefinida. Se necesitaban más estudios y

nadie le garantizaba que pudiese seguir jugando. Era el adiós a su sueño de llegar a la

Bundesliga.

Pese a que los médicos le aconsejaron no jugar profesionalmente, Engelbrecht

decidió volver al fútbol. “A menudo he luchado contra la muerte, así que nadie se

esperaba que pudiera volver a jugar. Este es el mejor día de mi vida ”, dijo en una

entrevista a la cadena Sky Sports luego del regreso simbólico, jugando los últimos tres

minutos, justamente frente al Rot-Weiß Erfurt. “Fue un momento indescriptible. Tengo la

suerte de estar vivo, otros en mi situación han muerto ”.

Luego de quince meses de incertidumbre, con cuatro operaciones de por medio,

a fines de 2014, Daniel regresó a las canchas para hacer historia. Se convirtió en el

primer futbolista profesional alemán en retornar a la actividad con un

desfibrilador implantado en su pecho. Al partido siguiente, contra el Wehen

Wiesbadense, se convirtió en héroe al marcar sobre la hora, para darle la victoria a su

equipo.

Aunque parezca el pionero, Daniel Engelbrecht no ha sido el primero en jugar

con un cardiodesfibrilador implantado. El privilegio lo ostenta el defensor belga Anthony

Van Loo. En 2009, un año después de la colocación, en un juego definitorio entre su

9
Escuela de Entrenadores César Luis Menotti

equipo (Roulers) y el Antwerp, sufrió una arritmia pero el desfibrilador se activó

automáticamente y le devolvió el ritmo a su corazón. Hoy, Anthony, sigue jugando (en el

Kortrijkla) en la primera división de Bélgica.

Daniel sigue en actividad. La cicatriz púrpura de cinco centímetros en el lado

izquierdo de su pecho, le recuerda constantemente la presencia. El contacto con el bulto

cuadrado bajo la piel, del ancho de un paquete de cigarrillos, es lo más cercano que está

de tocar a su “Ángel de la Guarda”. Un pequeño alambre, invisible al ojo, se extiende

desde ahí hasta su corazón. Si el dispositivo detecta que se altera el ritmo cardíaco, el

implante puede llegar a descargar hasta 800 voltios: más del triple de una “patada” en el

toma corriente.

VII.– FABRICE MUAMBA, EL FUTBOLISTA QUE NO VOLVIÓ A JUGAR

(Corazón)

Fabrice Muamba pasará a la historia del fútbol como un nuevo sobreviviente. La

crónica del exilio familiar a Londres, en plena guerra civil cuando su país Zaire dejó de

llamarse Zaire para volver a llamarse Congo, quedará sublimada ante el relato sobre

su resucitación milagrosa. Contradiciendo todos los pronósticos y desautorizando a las

noticias agoreras, Fabrice consiguió “volver de la muerte”.

Para los libros de historia fue Philippides, un bravo e hidalgo soldado griego, el

primer caso conocido de muerte súbita vinculada a la actividad física. Primero la

10
Escuela de Entrenadores César Luis Menotti

necesidad y después la alegría, llevaron a este joven a correr y correr por las praderas de

la antigua Grecia: desde Atenas a Esparta para pedir ayuda, de allí a Marathón para

combatir a los persas y, por último, de Marathón a Atenas, para testimoniar la gran

victoria helénica. En este esfuerzo desmedido por comunicar la buena nueva, Philippides

entregó su vida, no sin antes alcanzar su objetivo.

Lejos estamos hoy, en tiempos de internet y room service, de revivir gestas de

este tipo. La sociedad evolucionó, la gente ya no necesita correr para enviar mensajes,

las cosas siempre se resuelven a través de algún eficiente y/o económico nuevo método

tecnológico. El ejercicio físico, paulatinamente, ha sido relegado a un lugar de menor

importancia. Los males que aquejan a la sociedad contemporánea son el sedentarismo y

la obesidad: se estima que el promedio de adultos jóvenes regularmente activos no llega

siquiera al 30%.

Es en estas condiciones de “inmovilidad colectiva”, donde las imágenes del

colapso de Fabrice Muamba (o en su momento las de Dani Jarque, Antonio Puerta,

Serguinho o Marc-Vivien Foe) resultan una visión paradojal. ¿No es acaso el deporte uno

de los activos principales para la salud?

Invariablemente la muerte súbita del deportista fue, es y será un evento que

impacta y conmueve. Contemplar jóvenes desmoronándose como boxeadores en los

instantes previos al knock out, con la mirada perdida y la lengua afuera, siempre será un

hecho que genere consternación. Nadie está preparado para observar estas imágenes y,

menos aún, en deportistas de alto rendimiento supuestamente sanos. Afortunadamente,

esto sucede muy de vez en cuando (su incidencia es de 0,0056 por cada 100.000

11
Escuela de Entrenadores César Luis Menotti

deportistas). La prevención y los controles precompetitivos pueden reducir la tasa, pero

nunca erradicarán por completo el cuadro: hay cuestiones que no dependen de los

médicos.

Los especialistas en cardiología deportiva consideran que existe una relación

directa entre actividad física y muerte súbita. Los atletas tienen tres veces más chances

de sufrir un accidente. El deporte no es la causa pero sí el disparador del evento. Y es en

este punto crucial, donde los exámenes precompetitivos tienen su razón de ser: la

detección de enfermedades cardiovasculares preexistentes son la mejor forma de

combatir la muerte súbita.

Sobre la dolencia de Fabrice no hay noticias concretas. Lo único que resaltan los

medios es su aparente “buena salud” y el haber sido considerado como “uno de los

jugadores con mejor capacidad aeróbica del plantel”. Al verlo desplomarse, en ese

partido entre Tottenham y Bolton, se temió lo peor. Las primeras noticias hablaban de

una ineficaz respuesta a la descarga del desfibrilador externo (un dispositivo que evalúa

el estado del corazón y, frente a la alteración del ritmo, produce un choque eléctrico que

permite recuperarlo) y la necesidad del traslado de urgencia al London Chest Hospital.

Pasaron varias horas de incertidumbre hasta que Fabrice despertó, reconoció a su familia

y preguntó: “¿Cómo salimos frente a los Spurs?”. El joven, inconsciente de que el mundo

del fútbol se había paralizado “por su culpa”, preguntaba por el resultado del partido.

Las chances de sobrevida de Muamba, sin el famoso desfribilador

portátil, hubieran sido casi nulas. Estos dispositivos, de presencia obligatoria en lugares

de práctica deportiva, son los que realmente salvan vidas (junto a la presencia de

12
Escuela de Entrenadores César Luis Menotti

personal calificado). En este aspecto, en la Argentina, el estadio de Boca Juniors es un

ejemplo de prevención. Fue el primero en Sudamérica en desarrollar un protocolo de

atención de emergencias cardiovasculares, alcanzando el status de “estadio

cardioseguro”. Lograr este estándar tiene un precio, en lo material y en lo humano, y

ambos se pagan con creces al salvar una vida.

En agosto de 2012, Fabrice Muamba anunció su retiro del fútbol profesional. No

pudo seguir jugando pero evitó formar parte de la trágica lista negra del fútbol y su

nombre quedará inscripto en la de los sobrevivientes. Allí también figura Khalilou Fadiga,

un espigado y elegante mediocampista senegalés que curiosamente jugaba en el Bolton

cuando por un desmayo se le detectó una enfermedad cardíaca.

Prevenir y/o curar, lemas que rigen a la medicina y que también se aplican en el

deporte. Prevenir, para intentar que no se repita un nuevo Fabrice; curar, para estar

preparados cuando indefectiblemente ocurra. El valor de la vida es único y no tiene

precio; el de volver a jugar es secundario, aunque no deja de ser importante.

13
Escuela de Entrenadores César Luis Menotti

VIII.– EL FUTBOLISTA Y LA MUERTE

(Corazón)

La muerte de Christian “Chucho” Benítez exhibe de manera violenta e

insospechada la vertiginosa carrera del futbolista. Una vida de altibajos, plagada de

beneficios, expuesta a riesgos y donde las sorpresas se transforman en una constante. En

pocos años, los jugadores afrontan situaciones que otros difícilmente puedan

experimentar alguna vez en su vida: ligadas a la fama, al dinero, al poder y las

obligaciones, que derivan del reconocimiento deportivo. Elegir en dónde, por cuánto y

de qué forma, es menester de cada futbolista y de su entorno.

Conocí a Chucho cuando daba sus primeros pasos como profesional en El

Nacional y ya pintaba para crack por potencia y resolución. En el Apertura 2005,

Barcelona enfrentó a El Nacional en cuatro oportunidades y él estaba dando sus

primeros pasos. Le perdí el rastro al irme de Ecuador, pero un par de años después vi

que emigró a México y con el tiempo se fue transformando en ídolo: primero en el

Santos Laguna (con el que salió campeón en el Clausura 2008) y después (previo fugaz

paso por el Birmingham City de Inglaterra) con el América. Al club azteca llegó para

llenar el hueco dejado por Salvador Cabañas. Cumplió con creces. Fue el goleador de los

siguientes tres torneos mexicanos.

14
Escuela de Entrenadores César Luis Menotti

El 26 de mayo de 2013 se coronó campeón, por tercera vez, con América y

decidió emigrar. Pese a la solicitud del entrenador, al ofrecimiento del club de una

mejora en la propuesta económica y a la competitividad que le brindaba el fútbol

mexicano (en vistas a la Copa del Mundo Brasil 2014). A comienzos de julio, consumó su

traspaso al Al-Jaish SC de Qatar por quince millones de dólares en tres temporadas y

viajó hacia Medio Oriente.

Pero Christian Benítez ni siquiera alcanzó a disputar un partido completo con su

nuevo club. Apenas jugó el segundo tiempo de un encuentro, en el que su equipo

venciendo al club Qatar se clasificó a las semifinales de la Sheikh Jassim CUP.

Liseth Chalá, su viuda, detalló las últimas horas del Chucho, tras el partido, en una

entrevista a ESPN desde Doha (Qatar). Alrededor de las 20.30 empezó a sufrir dolores

abdominales en el hotel donde se hospedaban y decidieron concurrir al hospital. Allí le

dieron algunos sedantes y lo mandaron de vuelta al hotel. El dolor volvió al poco tiempo

y de manera más intensa. Regresaron al hospital y estuvieron más de dos horas

esperando sin recibir atención médica. Benítez ya no soportaba el dolor. Después de

sufrir mucho, según relata su mujer: “Se dio cuenta que podía morir, se despidió de mí y

me encargó que cuidara mucho a los niños”. Momentos más tarde, comenzó con

convulsiones y sufrió un paro cardiorespiratorio, que terminó con su vida.

Lo increíble de esta historia es que la muerte de Benítez fue producto de una

afección cardíaca que no se podía prever pero si contener. El Chucho murió por una

anomalía en la vascularización del corazón (en una rama de la arteria coronaria) que le

causó un paro cardiorespiratorio. No hay detección precoz para la patología pero con

15
Escuela de Entrenadores César Luis Menotti

atención médica adecuada y en un lugar donde se le hubiese prestado la debida

atención al cuadro, habría tenido más chances de sobrevida.

Al fin de cuentas, lo que mató a Benítez no fue solamente la arteria coronaria. A

Benítez también lo mató la incomprensión. La incomprensión humana que permite que

en la noche de un domingo, en la sala de un hospital a miles de kilómetros de su casa,

un reconocido futbolista muera de una falla cardíaca, luego de horas de espera, sin

encontrar la debida atención médica, sin la compañía del club que lo requirió y sin que

importé el contrato millonario que acababa de firmar. Dejando sin consuelo, y en la

soledad más absoluta, a su mujer y a sus dos hijos.

IX.– MESSI, ENTRE LA EPIDEMIOLOGÍA Y EL ÁNGEL DE LA GUARDA

(Pierna/desgarros)

“Siempre estaré agradecido a Messi porque gracias a él se me conoce. En

condiciones normales sería uno más, pero en estas condiciones soy el fisioterapeuta de

Messi, el ‘ángel de la guarda”

Juanjo Brau (2010)

La epidemiología es una ciencia que se dedica al estudio de

la frecuencia, distribución y control de los problemas relacionados con la salud de la

población. Algunas de sus funciones, a través de la recopilación y análisis de la

16
Escuela de Entrenadores César Luis Menotti

información existente, son describir las enfermedades, descubrir los factores

predisponentes y predecir su tendencia a futuro.

Previo a su participación en el último Mundial, Messi sufrió cuatro desgarros en

seis meses. Eso desató una especie de ola de pánico en Argentina. El futuro futbolístico

del capitán, teniendo en cuenta la cercanía de la Copa del Mundo de Brasil 2014, era un

tema de agenda nacional. Se conoce el final de la historia: Messi se recuperó del

desgarro y se reincorporó al Barcelona a comienzos del 2014. Llegó sin dificultades

musculares al Mundial y, a diferencia de otros compañeros como Agüero y Di María

terminó disputando los siete partidos completos.

El historial de lesiones de Messi, en su carrera deportiva, tiene una peculiaridad

difícil de soslayar. Desde su debut en la Primera División del Barcelona (16/10/2004), en

el derby catalán, Messi sufrió once parates que podrían adjudicarse a una lesión

deportiva. De esos once, nueve fueron por lesiones musculares en los isquiotibiales.

Los isquiotibiales, como su nombre lo indica, son un grupo de músculos de la

cara posterior del muslo que van desde el isquion (forma parte del hueso coxal) a la

tibia (y también al peroné), siendo importantes en la bipedestación y en la flexión de la

pierna sobre el muslo. Una de las características relevantes es que actúan como

antagonistas del cuádriceps, y al ser más débiles que él (lo normal es que su fuerza

máxima ronde el 60/70% de la que puede brindar el cuádriceps) son un lugar frecuente

de lesión.

En el caso de las lesiones de Messi, la distribución se duplicó en frecuencia en la

pierna inhábil con respecto a la hábil (o fuerte): tres en la pierna izquierda (dos en 2007-

17
Escuela de Entrenadores César Luis Menotti

08 y una en 2013-14) y seis en la derecha (dos en 2005-06, una en 2007-08, una en

2012-13 y dos en la 2013-14). Un detalle que podría parecer casual -pero no lo es-:

durante los cuatro años de Josep Guardiola al frente del Barcelona, Messi sólo estuvo

ausente durante quince días y no por una lesión muscular. Fue por un esguince de

tobillo, a consecuencia de un traumatismo.

Antes de hacerse cargo del Barcelona, a mediados de 2008, la dirigencia le pidió

a Guardiola un análisis exhaustivo sobre la situación del equipo. Entre las

recomendaciones de Pep sugería una reestructuración de la plantilla basada en tres

fundamentos: profesionalización del equipo, modificaciones en los servicios médicos y en

la preparación física, y modernización del estilo de juego.

Al ser elegido como DT, Guardiola incorporó profesionales específicos para cada

área. El Dr. Daniel Medina (como médico del equipo), el Dr. Ramón Segura (como asesor

nutricional), el fisioterapeuta Lorenzo Buenaventura (como coordinador, junto a Emili

Ricart y Juanjo Brau) y le dio continuidad y poder de decisión a Paco Seirulo, en la

preparación física. Sería excesivo describir puntualmente como el “Team Guardiola”

modificó los hábitos del plantel, pero era tal la relevancia que le daba a estos asuntos

que en 2009 prescindió de los servicios del fisiólogo Esteban Gorostiaga. La decisión fue

tomada a partir de la filtración de un memo de Gorostiaga a la dirigencia

desaconsejando que el equipo peleara las tres competencias (Copa, Liga y Champions).

Como bien se sabe, Guardiola hizo caso omiso a la “sugerencia” y el Barcelona se alzó

con la triple corona.

18
Escuela de Entrenadores César Luis Menotti

La salida de Pep abrió un goteo, lento pero progresivo, dentro del staff técnico

del Barcelona. Paulatinamente, aquellos que llegaron con él, se fueron alejando de la

institución: algunos tentados por el Bayern Munich, otros por factores desconocidos.

Entre ellos se encuentra, Juanjo Brau quien fuera la estampilla de Messi durante los

últimos cuatro años, su Ángel de la Guardia. En él residía la responsabilidad de cuidar,

prevenir y recuperar a Messi durante la etapa de competencia. En oportunidades, hasta

veranearon juntos.

X.– PÁNICO EN RIVER

(Rodilla)

Durante la temporada 2012/13, un agente desconocido deambuló por las

inmediaciones del Monumental y los campos de Ezeiza. Invisible a los ojos humanos,

atacaba a personas jóvenes y activas. No se conoce su origen y se ignoran los motivos

que lo llevaron a afectar a esta población. Las autoridades del lugar, alertadas por el

aumento de casos, se vieron obligadas a declarar la alerta sanitaria.

Es común, en epidemiología, definir como brote a la aparición de dos o más

casos de una enfermedad asociados en tiempo, lugar y persona. Esta relación, también,

debe no ser esperada por el personal de salud, o sea que debe superar en magnitud a

lo esperado habitualmente. En este caso, pese a no ser un agente infeccioso, podríamos

decir que River, en ese tiempo, sufrió una epidemia de lesiones ligamentarias (más

19
Escuela de Entrenadores César Luis Menotti

precisamente del ligamento cruzado anterior). Jonathan Maidana fue el primer afectado,

el 23 de septiembre de 2012 en el Monumental, frente a Racing. Martín Aguirre y

Ramiro Funes Mori lo sufrieron juntos, un mes después, en el superclásico del 28 de

octubre. Y el último fue Germán Pezzella en una visita a Rafaela. La lista de

“contagiados” se incrementaba partido a partido y esta “enfermedad”, que no es

infecciosa pero se comporta como si lo fuera, condicionó al equipo que en ese

momento conducía Matías Almeyda.

“Hay que hacer hincapié en la unidad psicofísica –dijo Gustavo Ríos, médico a

cargo del plantel de River– no podemos ser necios de pensar que sólo es físico. Son

chicos jóvenes, absorben muchas presiones y están dentro de un marco y un escenario

donde las exigencias y las obligaciones están a la orden del día. De hecho, yo les dije

que se dieran cuenta que todas las roturas, hasta la de Pezzella, habían sido en el

Monumental”.

Pese a que los cuatro futbolistas sufrieron la misma lesión, la

fisiopatogenia (también llamada mecanismo de lesión) tiene dos vertientes: Maidana y

Aguirre, sufrieron un traumatismo que desestabilizó la rodilla y el ligamento se lesionó a

consecuencia del trauma; por el contrario Funes Mori y Pezzella, se rompieron “solos”

(sin tener contacto con otro jugador). Esta diferencia, que a simple vista podría parecer

nimia, en el análisis profundo sirve como soporte para la teoría esgrimida por el Dr. Ríos,

sobre el componente psicofísico en la lesión.

La rodilla es la articulación más grande del cuerpo y la más expuesta a lesiones

en el deporte. Su funcionalidad exige que sea estable para soportar el peso del cuerpo y

20
Escuela de Entrenadores César Luis Menotti

sumamente móvil durante la marcha, algo que suena dicotómico. A diferencia del tobillo

y la cadera, la rodilla sólo tiene un grado de movimiento: flexo-extensión. La rotación,

aducción (hacia adentro) o abducción (hacia afuera) forzada de la articulación es causal

de lesión. Entre los componentes que podrían lesionarse están los meniscos, los

ligamentos (cruzados o laterales) y alguno de los tres huesos que conforman la

articulación (fémur, tibia o rótula).

La lesión más temida en el fútbol es la ruptura de los ligamentos cruzados que

son dos “sujetadores” que estabilizan la rodilla, en el plano rotacional y en el

anteroposterior: sirven para que la articulación no gire ni se desplace (hacia

adelante/atrás) sin la respectiva correlación de un hueso (fémur o tibia) sobre el otro.

Cuando el desplazamiento excesivo se realiza producto de un traumatismo, está clara la

causa pero cuando el mecanismo de lesión, como en el caso de Funes Mori y de

Pezzella, es debido a la ejecución de un movimiento anómalo, hay que pensar en otros

factores, sean estos musculares (desbalances), mecánicos (ejes y palancas de

movimiento) y/o propioceptivos (capacidad del organismo de coordinar el movimiento

del cuerpo, ajustando la posición de cada articulación de acuerdo a las variaciones del

conjunto).

En River, preocupados por la epidemia, se pusieron en campaña. Primero para

controlar el brote y de ser posible para erradicar la enfermedad. Por eso, si usted

frecuenta los campos de fútbol, debo advertirle que no hay una vacuna capaz de

garantizarle la inmunidad pero en la “Sala del Jugador”, en la página oficial de FIFA,

encontrará el “Programa 11+”, un plan específico de precalentamiento que disminuirá su

21
Escuela de Entrenadores César Luis Menotti

riesgo de convertirse en una nueva víctima. Sea precavido. Cuídese.

22
Escuela de Entrenadores César Luis Menotti

XI.– LA PARADOJA DE LA VÉRTEBRA DE NEYMAR

(Columna)

En el Mundial 2014, acostumbrados a ver lágrimas en los ojos de los futbolistas

brasileños, por distintos motivos, nadie imaginó que el llanto de Neymar sobre la camilla

del carrito de atención médica, sería su última imagen en la Copa del Mundo. El golpe

desleal del colombiano Carlos Zuñiga y el bochornosamente permisivo arbitraje de

Carlos Velasco Carballo fueron responsables de este final, dejando a Brasil sin su máxima

estrella y al público sin poder disfrutar del talento de uno de los mejores del mundo.

Por el rodillazo en la espalda, Neymar sufrió la fractura sin desplazamiento de la

apófisis transversa de la tercera vértebra lumbar. La columna vertebral está separada en

regiones: cervical (cuello), dorsal (pecho) y lumbar/sacra (abdomen). Las apófisis son

pedículos (puntas salientes) del cuerpo vertebral, hay de distintos tipos (transversas y

espinosas) y se diferencian de tamaño o de forma de acuerdo a la ubicación. Su principal

función es servir como protección y brindar un lugar de inserción para la musculatura. El

diagnóstico de Neymar (fractura de una vértebra) puede impactar pero este tipo de

lesión no reviste extrema gravedad dado que no compromete el canal medular.

El verdadero inconveniente para Neymar fue que la lesión lo dejó afuera de la

Copa del Mundo. Brasil, tras su salida, colapsó. El jugador tuvo cinco semanas de

23
Escuela de Entrenadores César Luis Menotti

recuperación con inmovilizador (con faja o corset ortopédico) para reducir el dolor en la

zona y favorecer la consolidación de la fractura.

Carlos Zuñiga, el responsable de la lesión, al conocer la gravedad emitió un

comunicado: “Desde Cotia, sitio de la concentración de la Selección Colombia en Brasil

2014, lamento de manera profunda la triste lesión que sufrió Neymar durante del juego

entre Brasil y Colombia. Siento pesar por esta situación que resulta de una acción normal

de juego, la cual no tuvo mala intención, maldad o imprudencia de mi parte ”. Se

especuló con que la FIFA actuaría de oficio para sancionar a Zuñiga, también se dijo que

insólitamente felicitó al árbitro español por su actuación. Hay que recordar que en el

partido de octavos de final entre Nigeria y Francia ocurrió una situación similar que la

FIFA también ignoró. En un lance vehemente, el mediocampista Blaise Matuidi fracturó a

su colega Ogenyi Onazi.

Probablemente, el arbitraje de Velasco Carballo haya sido el principal impulsor de

la lesión de Neymar. Según las estadísticas de la FIFA, Brasil cometió 31 faltas en el

duelo ante los colombianos, la cifra más alta registrada por una selección en esta Copa

del Mundo. Curiosamente se superaba a sí misma, que en octavos de final ante Chile ya

había cometido 28 faltas. Pese a tantas infracciones, ante Colombia, Brasil sólo tuvo dos

amonestados: Thiago Silva por no dejar sacar a Ospina (64´) y Julio Cesar en la infracción

del penal, que en realidad debió ser expulsado (78´). Desesperados por conseguir el

empate, los colombianos se jugaron al ataque dejando espacios. Nacía una jugada de

contragolpe, desde el área de Brasil, que podría liquidar el partido. Faltaban pocos

minutos. Neymar se acercaba a buscar el rebote. Zúñiga no podía dejar que el

24
Escuela de Entrenadores César Luis Menotti

contragolpe continuase. El partido ya estaba fuera de control, el árbitro venía

compensando su permisividad inicial ante el juego brusco de Brasil y no amonestaba a

nadie. Velasco Carballo vio la infracción pero no sancionó la falta, dio ley de ventaja y

dejó continuar el ataque. La imagen se quedó con los gestos de dolor del jugador.

Acostumbrados a ver lágrimas en los ojos de los futbolistas brasileños, nadie

imaginó viendo el partido por televisión que el llanto de Neymar siendo retirado en

camilla, sería su última imagen en la Copa del Mundo. Y que todo lo que seguiría en ese

campeonato para el local sería todavía más doloroso. El fútbol es paradójico, lo que

parecía un arbitraje favorable contribuyó para dejar a Brasil sin su principal arma de

ataque.

25
Escuela de Entrenadores César Luis Menotti

XII– El INSOSPECHADO CRUCE ENTRE NEYMAR Y WALDEYER

(Amígdalas)

Sólo Neymar puede jugar como Neymar. Su padre, otro Neymar que fue

futbolista, no jugó así; tampoco lo hará su hijo David Lucca, que tal vez lo haga de

manera superlativa pero no por eso igual a su antecesor. Es sabido que Neymar da Silva

Santos Junior es único, al igual que Messi, y al igual que usted, estimado lector: porque

posee una carga cromosómica exclusiva e “irrepetible”. Salvo que sea clonado. El término

cromosoma, que surgió para describir a los genes, se lo debemos a Wilhelm von

Waldeyer-Hartz, comúnmente conocido como Waldeyer, anátomo-patólogo alemán de

fines del siglo XIX y comienzos del XX. Entre él y Neymar hay una historia para contar.

Rápido como una gacela, eléctrico en la zona de definición, teatrero en todo el campo,

colaborador en la faz defensiva e inteligente pasador, Neymar hace muchas temporadas

que convierte golazos y dibuja fantasías. Luego de la coronación de Brasil en el

Maracaná, la FIFA lo eligió como el mejor futbolista del torneo. Fue premiado con el

Balón de Oro y dejó sin argumentos a los críticos que sostenían que su marketing era

mejor que su fútbol. Luego su esperado arribo al Barcelona, donde la dupla con Messi

pronto se agrandó a terceto con la posterior llegada de Luis Suárez.

El club catalán, tras la contratación, sometió a la estrella a una batería de análisis

para ver su estado y detectar los aspectos a mejorar. Entre las conclusiones, sobresalió la

necesidad de incrementar la masa muscular de Neymar. A partir de la deficiencia y de las

medidas para corregirlas, las historias de Neymar y Waldeyer vuelven a cruzarse.

26
Escuela de Entrenadores César Luis Menotti

Waldeyer no sólo inventó el término cromosoma, además realizó la primera

descripción anátomo-funcional del tejido linfático de la nariz, boca y faringe. Él fue quien

definió por primera vez a las amígdalas, como extensiones de tejido linfoide situados en

la zona oro-faríngea (nariz y boca). El conjunto, conformado por las faríngeas, tubáricas,

palatinas y linguales, tomaron en su honor el nombre de Anillo de Waldeyer. La principal

función es servir como barrera de defensa, en la infancia, contra infecciones bacterianas

de vías respiratorias y digestivas, permitiendo una pronta respuesta contra los gérmenes.

Con el paso de los años, eso que en un principio era un beneficio para el niño puede

transformarse en un problema para el adolescente. Foco de infecciones recurrentes,

puede generar inflamaciones amigdalinas (amigdalitis) de comienzo agudo brusco, con

fiebre elevada, dolor de garganta intenso y dificultad para tragar. La afección puede

llevar a una menor ingesta calórica y un descenso de peso corporal.

Como Neymar es de contextura delgada y a su vez sufre de amigdalitis crónica, el

cuerpo médico del Barcelona decidió someterlo preventivamente a una amigdalectomía

(extirpación quirúrgica de la glándula). “Es preventivo, para que tenga mejor calidad de

salud, más masa muscular y más cuerpo. Para él va a ser importante ” dijo Jose Luiz

Runco, el médico de la selección brasileña. Neymar fue el único, al lateral Jordi Alba

también lo sometieron al procedimiento.

El futbolista de élite es un resultado único de la combinación entre genética y

ambiente. Este espigado Neymar es la conjunción de los cromosomas de la familia Da

Silva-Santos, con los potreros de Mogi das Cruzes y la “escola de futebol santista”. Dos

temporadas después, jugando en el más alto nivel europeo, es también otra cosa:

27
Escuela de Entrenadores César Luis Menotti

hipertrofiado y con la experiencia culé, es una demostración más que en el Barcelona

trabajan con la pelota y también sin ella.

XVIII– ZANETTI, EL HIJO DE TETIS

(Tendón de Aquiles)

Cuenta la leyenda que su madre en el intento por hacerlo invulnerable, lo sujetó

del talón y lo sumergió en las aguas de la Laguna Estigia, que separaba el mundo de los

vivos del de los muertos. Guerrero de mil batallas, fuente de inspiración para sus

compañeros y temor para sus adversarios, Aquiles se convirtió en uno de los personajes

mitológicos más reconocidos. Velocidad, fuerza y destrezas técnicas fueron algunas de

las virtudes popularizadas en La Ilíada. El tendón no sumergido, que luego llevaría su

nombre, fue su debilidad.

La carrera de Javier Zanetti también forma parte, en otro aspecto, de los libros de

historia. Veinte años de profesionalismo, más de 600 partidos en la Serie A de Italia, más

de 800 partidos oficiales en el Inter, más de 1000 partidos como futbolista profesional y

extranjero récord en presencias en el Calcio. La carrera de Zanetti no tiene parangón en

cuanto a longevidad. Pocos afortunados pudieron jugar al fútbol durante tanto tiempo y

en tan buen estado.

A los diecisiete minutos del primer tiempo de un partido entre Palermo e Inter,

Zanetti cayó al suelo dando evidentes muestras de dolor. El choque con el defensor

28
Escuela de Entrenadores César Luis Menotti

palermitano Salvatore Aronica no aparentaba gravedad, pero el argentino fue sacado del

campo de juego en camilla. Un par de días después se confirmó la lesión: ruptura total

del tendón de Aquiles de la pierna izquierda.

La ruptura del tendón de Aquiles no es una lesión común en el futbolista pero

tampoco es infrecuente. En los últimos años, hubo casos afamados como el de David

Beckham en el Milán (que le hizo perder el Mundial de Sudáfrica 2010) y otros que

pasaron más desapercibidos como el de De Jong (en el Manchester City) o el de Julio

Baptista (en el Málaga). En la Argentina también existe una casuística interesante: el

último en Primera División fue Miguel Caneo, jugando para Quilmes y entre los casos

más llamativos está el del Kily González (que lo inclinó a retirarse del fútbol profesional)

y el del Beto Márcico, junto con Fernando Crosa, como reincidentes.

En un artículo del Journal Foot & Ankle International de Abril del 2013, los

doctores Steven Raikin, David Garras and Philip Krapchev hicieron una recopilación de

rupturas de tendones de Aquiles (sin discriminar entre deportistas profesionales y

recreativos) de los últimos diez años. Hallaron que el patrón epidemiológico continúa

inalterable. Esta lesión se da más frecuentemente en hombres, mayores de 30 años, con

antecedentes de dolor en la zona y aficionados a la actividad física competitiva, no

necesariamente profesional. Encontraron, también, una tasa de re-ruptura del 6 % y con

un registro mayor en el lado contralateral. El deporte con más incidencia en los Estados

Unidos fue el básquet. Curiosamente el estudio fue publicado semanas después de que

la estrella de Los Angeles Lakers, Kobe Bryant, sufriera la misma lesión.

29
Escuela de Entrenadores César Luis Menotti

Al igual que las batalla de Aquiles en La Ilíada, la campaña de Javier Zanetti forma

parte del gran libro del fútbol argentino. Cumplió cuarenta años el 10 de agosto de

2013. Para ese entonces, continuaba rehabilitándose de la lesión más grave de su

carrera. Miraba hacia adelante y tenía un solo objetivo: volver a jugar profesionalmente.

Y con obstinación, consiguió su objetivo. Javier Zanetti volvió a jugar en noviembre de

ese año, 6 meses y 12 días después de la lesión. Al final de esa temporada y en un

partido oficial ante la Lazio, el 10 de mayo de 2014, consumó su retiro del

profesionalismo ante su público en el Giusseppe Meazza. El amante del fútbol lo

disfrutó. Porque a las leyendas se las despide y se las recuerda dentro del campo de

juego.

30
Escuela de Entrenadores César Luis Menotti

XIV– EL LARGO CAMINO DE VUELTA DEL GUERRERO

(Pierna/fractura)

Recién diez días después del fatídico remate al arco en un partido contra Unión

de Santa Fe, probablemente, Nicolás Colazo haya experimentado la parte más dolorosa

de haberse fracturado la tibia y el peroné de la pierna izquierda. Es común suponer que

el momento más duro es el de la lesión y, en este caso, están las declaraciones del

propio Colazo que llevan hacia esa hipótesis: “No sentí el ruido, sólo un dolor

impresionante”. Pero hay un detalle a tener en cuenta y que Colazo no vivió antes de

hacer esa declaración: el arduo peregrinar que lleva a la rehabilitación.

En las lesiones deportivas hay un primer dolor que es intenso pero corto, de esos

que son bien expresivos y altamente impactantes. Luego, un tiempo después, aparece un

segundo dolor. Un dolor más lento, silencioso, y que poco a poco va horadando al

individuo desde adentro. Es la diferencia entre el dolor de la lesión y el de la

incapacidad posterior.

Justo en el mismo fin de semana que se lesionó Colazo, a más de 10.000 km de

distancia, otro futbolista del riñón xeneize sufrió la misma lesión y en la misma pierna,

pero en circunstancias totalmente diferentes. Curiosamente, Ever Banega no se lesionó

en una acción de juego, se fracturó en una estación de servicio de la ciudad de Valencia

31
Escuela de Entrenadores César Luis Menotti

(España), cuando quiso detener la marcha descendente de su vehículo con la pierna y el

auto se la aplastó.

En los medios trascendió que Colazo y Banega se fracturaron la tibia y el peroné

de la pierna izquierda con unas horas de diferencia. Pero estas similitudes de lesión y

tratamiento, no garantizaba que Colazo y Banega volvieran a jugar en el mismo tiempo.

Colazo sufrió una fractura simple por colisión durante la práctica deportiva, la vuelta,

aunque compleja, parecía más sencilla. Por el contrario, Banega padeció un estallido del

hueso por aprisionamiento, con fragmentos libres y lesiones en partes blandas; la

recuperación debía demandarle más tiempo. Como en medicina dos más dos no es

cuatro, hubo que esperar la evolución de cada uno y la manera en que llevó adelante su

respectiva rehabilitación. Como era esperable para Colazo el tiempo de recuperación fue

menor. Para él fueron 153 días. Banega recién volvió a jugar 237 días después de la

lesión en un partido. Estos dos ejemplos demuestran que no se puede generalizar en

medicina. Fueron dos fracturas de tibia y peroné pero con evoluciones muy distintas.

Luego de sus lesiones, Colazo y Banega, comenzaron la parte más dolorosa de

este proceso. ¿Quién se interesó hoy por conocer sobre su presente? ¿Quién leyó, en

esos días solitarios alguna noticia sobre ellos? Probablemente, la gran mayoría le habrá

perdido el rastro a la noticia y tampoco le haya preocupado demasiado saber si a Colazo

ya le habían sacado los puntos o si Banega ya caminaba sin ayuda. Se supo que ambos

fueron operados (Colazo por los doctores Batista y Godoy, Banega por el doctor

Gastaldi), que recibieron el alta para retornar a sus casas y que debían comenzar la

rehabilitación. Su actualidad recién volvió a ser noticia, para la prensa y para el público

32
Escuela de Entrenadores César Luis Menotti

cuando volvieron a patear la pelota y se los pudo ver compartiendo el campo de juego

con sus compañeros.

En el ínterin, tuvieron que olvidarse por un tiempo de los flashes y de los

llamados telefónicos, de los viajes coperos y de las concentraciones de fin de semana, de

las felicitaciones engañosas que sólo servían como preludio para los mangazos y de

otras cuestiones muy personales que sólo Colazo y Banega (y todos los jugadores con

largas lesiones) pueden dimensionar en su justa medida. Durante meses ni siquiera

tuvieron la posibilidad de concurrir al entrenamiento, ponerse los pantalones cortos

como lo hacían habitualmente antes de la fractura y bromear con los compañeros. Los

entrenamientos que tuvieron que afrontar durante la convalecencia fueron muy

monótonos y donde la mayor parte del tiempo la pasaron en el consultorio médico.

Pasaron por una rutina tediosa que incluirá diferentes métodos kinésicos, apoyo

monopodal (un pie) o bipodal (dos pies) con descarga, fortalecimiento y elongación de

la musculatura afectada. Con el tiempo se fueron sumando otro sinnúmero de abordajes

médicos que no vienen al caso hasta que recién después de un par de meses, cuando la

motricidad normal ya estuvo recuperada, empezaron a trabajar en la parte físico-técnica

y retornaron a la habitualidad, buscando conseguir esas capacidades especiales del alto

rendimiento.

Durante todo este tiempo, poco (o nada) se leyó sobre la cantidad de horas

invertidas por Colazo y Banega para vencer al tiempo y conseguir que el martirio no se

prolongara ciento ochenta días. Que sean “apenas” ciento setenta, ciento sesenta o,

porque no, en el mejor de los casos y con mucho empeño, lograran reaparecer después

33
Escuela de Entrenadores César Luis Menotti

de ciento cincuenta días de entrenamiento. Para el público en general, el día en que, sin

esperarlos, los vieron regresar a las canchas y gritar un gol, llegó de golpe. Ese gol típico

de la revancha, del abrazo con el cuerpo médico y de la dedicatoria con llanto para la

familia que está en las tribunas. Ese gol que aglomera micrófonos en la puerta del

vestuario. Ese gol que marca el retorno del guerrero.

34
Escuela de Entrenadores César Luis Menotti

XV– ABIDAL, EL FUTBOLISTA QUE VOLVIÓ A NACER

(Riñón)

Al norte de Venezuela y en pleno mar Caribe está Martinica, un departamento de

ultramar francés que forma parte de un cordón de islas, que comienza en Trinidad y

Tobago (a kilómetros de las costas venezolanas) y termina en Puerto Rico. Muchos

martiniquenses emigran hacia Francia para mejorar su condición de vida. Eso hicieron los

padres de Eric Sylvain Bilal Abidal. Se instalaron en Saint-Genis-Laval, un barrio industrial

y de clase trabajadora, ubicado a ocho kilómetros del centro de Lyon.

Allí nació “Abidal”, el primer futbolista de élite que volvió a jugar

profesionalmente luego de un trasplante hepático.

El 2011 marcó un antes y un después en su vida profesional. A mediados de

marzo, el FC Barcelona emitió un conciso comunicado que decía: “Al jugador Eric Abidal

se le ha detectado un tumor en el hígado y será tratado quirúrgicamente el próximo

viernes en Barna Clínic Grup Hospital de Barcelona por el doctor Josep Fuster Obregón.

Por expreso deseo del jugador, el Club pide el máximo respeto al derecho a su

privacidad”.

Como estaba previsto, el 17 de marzo Abidal fue intervenido por vía

laparoscópica y se le extirpó el tumor. Increíblemente en menos dos meses, volvió a

entrenarse con el grupo. Convocado por Guardiola para enfrentar al Real Madrid en la

35
Escuela de Entrenadores César Luis Menotti

vuelta de la semifinal de la Champions League (3/5/2011), ingresó en lugar de Puyol en

el minuto 90, recibiendo una estruendosa ovación: una sustitución de tinte más

simbólico que deportivo. Pero si hay que elegir un momento, una foto que no podrá ser

eludida por ningún libro de historia del fútbol europeo, porque destaca simbólicamente

la exitosa lucha del futbolista que se sobrepuso a la enfermedad, es la del 28 de mayo

de 2011. Exactamente setenta y un días después de la operación, Eric Abidal levanta

como capitán campeón a la “Orejona”, en el estadio de Wembley (Londres), tras vencer

en la final al Manchester United.

Al principio se pensó que lo peor había pasado. Incluso el propio Abidal, en una

entrevista para la revista GQ, mostraba la cicatriz y afirmaba: “He jugado el partido de mi

vida y he vencido a la enfermedad, pero ni siquiera el tumor es un juego en solitario, es

de equipo. Sin la ayuda de la familia, de la gente común y de otros pacientes y amigos,

no se gana”.

El paso de tiempo expuso una realidad no deseada. Un año después de la cirugía,

en marzo de 2012, el FC Barcelona volvió a informar a través de un escueto comunicado

que “el jugador Eric Abidal debía ser sometido a un trasplante hepático ”. Lo que para un

individuo con un trabajo normal de oficina podría ser un inconveniente, para un

deportista profesional es una “condena a muerte”. En la historia del fútbol, no había

antecedentes de jugadores que retomaran la actividad tras un trasplante hepático. El

único que volvió (pero con un trasplante de riñón de su padre) fue Iván Klasnic: un

futbolista hijo de croatas que nació en Hamburgo (Alemania) y jugó en la Ligue francesa,

en la Premier y en la Bundesliga. Parecía que la suerte para Abidal estaba echada.

36
Escuela de Entrenadores César Luis Menotti

El 10 de abril de 2012, en la misma Barna Clínic donde ya había sido intervenido,

Abidal recibió un lóbulo hepático de su primo Gerard. No hubo rechazo y quince días

después recibió el alta médica para volver a su casa. Cuando consultaron al Dr. Juan

Carlos García-Valdecasas, el cirujano que le realizó el trasplante, sobre el futuro del

lateral respondió: “Todo depende de él. Yo no me negaría a ello, la respuesta nos la dará

el tiempo. Pero si Eric responde satisfactoriamente no hay nada que pueda condicionarle

a volver al fútbol”.

A partir del alta médica comenzó el largo trajinar de regreso hasta conseguir el

alta deportiva. Medicado de por vida con inmunosupresores, Eric retomó paulatinamente

los entrenamientos. Fueron meses de esfuerzo, de mini pretemporadas en las montañas,

de trabajos en el gimnasio y en el campo de juego, de jornadas en solitario y otras junto

a sus compañeros. Mientras pugnaba por recuperarse, ningún médico le garantizaba

que, alguna vez, volvería a pisar el césped de un estadio repleto. Fueron meses donde

Abidal se convirtió en un ícono de superación y su lucha generaba repercusión en todo

el mundo: “Si puedo volver, volveré; si no, tengo a mi familia ”. Un año después, casi

como un capricho del destino, durante el renacer que genera la primavera (boreal), el

francés volvió a jugar. Fue el 6 de abril de 2013, en el partido por Liga ante Mallorca e

ingresó al Camp Nou reemplazando a Piqué.

“He sufrido mucho. Se habla del trasplante, pero de hecho, sufrí cuatro o cinco

operaciones en un tiempo muy breve. Perdí 19 kilos. Nunca pensé en la muerte, porque

sé que es Dios el que decide; pero recuerdo un domingo donde ya no podía soportar el

dolor y llegué a preguntarles a los médicos si podían inducirme el coma. La enfermedad

37
Escuela de Entrenadores César Luis Menotti

me llevó a cuestionarme muchas cosas, ahora miro la vida de otra forma. A veces

piensas que hay cosas útiles para vivir y otras que no lo son, por eso he vendido todos

mis coches e invertí ese dinero en ayudar a niños”, confesó Abidal en su última

entrevista televisiva al canal galo TF1.

Esta clase de situaciones exponen brutalmente como el fútbol (y su dinámica)

forma una burbuja alrededor de los protagonistas: dinero, fama, poder y nuevas

compañías son condimentos extras que llegan por ser bueno pateando una pelota. El

disfrute y la satisfacción que genera alcanzar eso que soñaste, acaparan por completo la

atención hasta que pasa algo que te obliga a abrir los ojos. La historia de Abidal

muestra esa verdad que existe y que a muchas veces los futboleros no queramos ver. El

fútbol fue, es y por siempre será, lo más importante de lo menos importante. Nunca más

y, probablemente, nunca menos.

38
Escuela de Entrenadores César Luis Menotti

XVI.– UN FÚTBOL DEMENCIAL

(Encefalopatía Crónica Traumática)

David Duerson estudió en la Universidad de Notre Dame y se graduó con

honores en Economía. Practicaba fútbol americano y se destacaba por su capacidad para

leer el juego, deducir con eficiencia la dirección del balón y cortar la carrera de los

atacantes rivales.

En los últimos años de su vida, ese hombre capaz de recordar miles de jugadas

de ataque de los rivales, no era siquiera capaz de moverse solo en la ciudad donde

había vivido su infancia (Muncie, Indiana). De estar vivo, no se hubiese perdido los

últimos Superbowls. Aunque difícilmente pudiera comprender lo que sucedía en el

campo de juego. A pesar de que había sabido perfectamente lo que era, comprendía su

importancia: lo había ganado en dos oportunidades.

El libro La Liga de negación de Mark Fainaru-Wada revela cómo en sus inicios la

National Football League (NFL) no sólo negaba la conexión entre el fútbol americano y

el daño cerebral sino que también obstruía la investigación de todos los que querían

evidenciar lo contrario. Lo que la NFL sabía, y los futbolistas no, era que ninguna

cantidad de relleno en el casco podría proteger completamente al cerebro de las fuerzas

contrapuestas que se aplicaban durante el juego. Hasta hace unos pocos años, era

habitual ver a los jugadores traumatizados -con mareos, vómitos, náuseas, pérdida de la

39
Escuela de Entrenadores César Luis Menotti

memoria y de la conciencia- continuar en el campo de juego. Las consecuencias de esos

impactos sucesivos, en el largo plazo, recién han sido científicamente probadas en la

última década.

La encefalopatía crónica traumática (CTE), cuadro generado por la acumulación de

traumatismos, sólo se diagnostica definitivamente a través de la disección cadavérica del

cerebro. Se presenta de forma variada con depresión, cambios bruscos en los estados de

ánimo, aumento de la agresividad, problemas de memoria, falta de control de los

impulsos, tendencias suicidas y enfermedades neurodegenerativas (como esclerosis

lateral amiotrófica -enfermedad de Lou Gehrig-, Parkinson, Alzheimer y otras demencias).

La diferenciación con el Alzheimer sólo puede realizarse post-mortem. El diagnóstico de

la ETC requiere de un análisis histopatológico para detectar la acumulación específica de

una proteína (Tau).

Cuando David Duerson se retiró, a comienzo de los años 90, incursionó de

manera exitosa en el mundo de los negocios y era reconocido en los ámbitos

académicos. Incluso llegaron a ofrecerle la candidatura a senador por el Partido

Republicano de Illinois enfrentando a un jovencito llamado Barack Obama. Su caso era

exhibido por la NFL como un ejemplo de que no existía relación alguna entre el fútbol y

los problemas mentales; todo tenía que ver con la educación y el nivel cultural de los

futbolistas. Él también defendía esa postura, apoyando a las autoridades y dificultando

los reclamos de sus colegas. El tiempo le terminaría demostrando lo contrario. Su

ordenada vida se derrumbó en cuestión de años: quebró el negocio, lo expulsaron de su

cargo en la Universidad de Notre Dame (donde era un emblema), se peleó con sus

40
Escuela de Entrenadores César Luis Menotti

amigos, se separó de su mujer y sus cuatro hijos. Sentía que algo le pasaba y no lo

podía explicar.

Recién en 2009, la NFL reconoció lo que por años había negado: la relación entre

fútbol y daños cerebrales. A partir de allí, le llovieron demandas de ex futbolistas y de

sus familiares reclamando daños y perjuicios. En agosto del 2013, antes del inicio de la

temporada, anunció una propuesta de acuerdo comprometiéndose a destinar 765

millones de dólares (apenas el 10% de los ingresos de la NFL de un año) a exámenes

médicos para evaluar daños, compensar económicamente a los atletas e incentivar la

investigación científica con el fin de mejorar la situación a futuro. A su vez, en el arreglo

se indicaba que con el pago millonario la NFL no admitía culpabilidad alguna, ni sería

obligada a revelar si poseía en el pasado evidencia sobre las consecuencias de las

conmociones cerebrales en la vida de los futbolistas.

Era la tarde del 17 de febrero de 2011 cuando David Duerson, ex defensa

campeón con los Chicago Bears, se encerró en su dormitorio. Allí escribió una carta

donde describía su calvario y su donación. Sabía que sufría “de tanto golpearse la

cabeza”, algo que en su momento él había negado que existiese y que vivo no podía

probar. Cerró las cortinas de la habitación frente a la playa de Sunny Isles Beach en

Florida. Se sentó en la cama. Se rodeó de un santuario de medallas propias y de la

bandera norteamericana de su padre, veterano de la Segunda Guerra Mundial. Agarró la

38 Special que tenía guardada y se disparó. A diferencia de lo que hubiese hecho la

mayoría de la gente, se disparó en el pecho, dejando su cerebro intacto para ser

estudiado.

41
Escuela de Entrenadores César Luis Menotti

Los investigadores probaron lo que él sospechaba: sufría de Encefalopatía Crónica

Traumática. Su familia ahora es una de las 4500 que demandan a la NFL. El arreglo está

pendiente de aprobación. ¿Quién garantiza que 765 millones sean suficientes para tantos

aporreados?

42
Escuela de Entrenadores César Luis Menotti

XVII.- EL CEREBRO DEL CAPITÁN, ENTRE EL FÚTBOL Y EL TITANIC

(Encefalopatía Crónica Traumática)

Hilderaldo Luís Bellini fue el capitán del equipo brasileño campeón del mundo en

1958 y el primer individuo en alzar una Copa. Esta acción que hoy inmortaliza a todos

los campeones, sea el deporte que fuere, fue una ocurrencia de Hilderaldo. Rodeado de

periodistas que le pedían una foto, tomó lentamente la “Jules Rimet” con sus dos manos

y la elevó por encima de su cabeza. El ocurrente gesto salió en todas las portadas y

terminó popularizándose como una señal de mancomunión y ofrenda.

La vida de Hilderaldo no fue como esas típicas historias de superación social en el

futbolista de aquella época. Nacido el 7 de junio 1930 en el seno de una familia

terrateniente en Itapira, en el interior paulista, de chico se destacó por su portento físico

y rápidamente llegó a jugar en primera. Además de la epopeya del 58, también disputó

los Mundiales del 62 y el 66 transformándose en un histórico de la selección brasileña.

Aguerrido en el juego y refinado en la vida social, no le gustaba presentarse en los

homenajes estériles que organizaba la Confederación Brasileña de Fútbol a los

campeones del Mundo.

Los hinchas de Vasco da Gama, de Sao Paulo y de Atlético Paranaense recuerdan

su voz de mando, su prestancia y su firmeza en la marca. No era raro verlo salir del

campo con la cabeza vendada y con la camiseta ensangrentada. Previsor y visionario, fue

invirtiendo el dinero ganado y utilizando su fama para desarrollar un proyecto innovador

para ese entonces: las escuelas de fútbol. Luego del retiro a los 40 años, priorizó la

43
Escuela de Entrenadores César Luis Menotti

tranquilidad que le otorgaban sus escolinhas antes que el ruido del profesionalismo. Y

allí permaneció hasta que comenzaron los primeros síntomas.

Griselda, su mujer, recuerda esos leves indicios a finales de los 90, cuando su

marido iba al supermercado y no podía traer los artículos del listado de compras. Sólo

ella se daba cuenta de que algo raro sucedía porque en el día a día, con la gente y con

la prensa, no tenía inconvenientes: en la previa de cada Copa del Mundo, Bellini era

invitado a cuanto programa hubiese para recordar viejas conquistas y las evocaba a la

perfección.

En una oportunidad, Griselda detectó sucesivos retiros de dinero en el cajero

automático que Hilderaldo aseguraba no haber realizado para luego percatarse de que

tenía el dinero en sus bolsillos. Varias confusiones en los trayectos a su domicilio,

convencieron a la mujer de que la consulta médica era ineludible. Tras ser estudiado, y

teniendo en cuenta los síntomas referidos por la familia, los especialista le

diagnosticaron a Hilderaldo “Mal de Alzheimer”.

Luego de quince años, los últimos cinco absolutamente recluido por su

enfermedad, el 20 de marzo de 2014, falleció en un nosocomio de la capital paulista

rodeado de sus seres queridos, a los que directamente no reconocía. Al igual que con el

festejo de la Copa y con la creación de las escuelas de fútbol, la decisión familiar

de donar su cerebro (para que sea estudiado), lo posicionó nuevamente como un

“primus inter pares”.

El 16 de septiembre de 2014 en el Congreso Internacional de Neuropatología

desarrollado en Río de Janeiro, el Dr. Lea Grinberg (profesor de la USP y de la

44
Escuela de Entrenadores César Luis Menotti

Universidad de California) presentó los resultados de las pericias. La conclusión fue que,

en realidad, Hilderaldo Luís Bellini había sufrido una Encefalopatía Traumática Crónica

(ETC) y no Alzheimer. Este examen diferencial, que requiere disecar el cerebro, por el

momento no es compatible con la vida.

Hilderaldo Luís Bellini, pionero en alzar la Copa de campeón por sobre su cabeza,

también entró en la historia por ser el primer futbolista diagnosticado con ETC: una

enfermedad que se produce por la sucesión repetida de golpes en la cabeza y que,

hasta el momento, sólo se había documentado en boxeadores o jugadores de fútbol

americano.

La enfermedad en sí misma no tiene cura pero es prevenible. Hay que evitar las

conmociones y cuidar el paulatino regreso al campo de juego del traumatizado. Aun así,

y pese a los cuidados ante la concusión, el cerebro del futbolista profesional es sometido

a un promedio de 2000 micro-impactos por año algo que podría perfectamente

contribuir a desencadenar la enfermedad.

Ya se ha dicho que el deporte de alto rendimiento no es “deporte y salud”.

Veinticinco años de fútbol, cientos de horas de ejercicios de centro-gol o de despeje con

la cabeza, son todas agresiones para el cerebro. En su momento, sabíamos de las

secuelas que nos podía dejar el fútbol en los tobillos, las rodillas y/o las caderas, pero no

se sospechaba que también podía hacerlo en el cerebro.

La Copa del Mundo en Brasil fue una muestra reciente del paupérrimo manejo y

del poco respeto que tiene la organización madre del fútbol por la salud de los

deportistas. Todavía se está debatiendo cómo manejar el tiempo necesario para evaluar

45
Escuela de Entrenadores César Luis Menotti

un traumatismo cerebral durante un partido cuando, en el resto de los deportes, es

causa juzgada (si un atleta se golpea la cabeza, sale del campo hasta ser completamente

evaluado).

El caso de Hilderaldo Bellini es la punta de un iceberg que todavía no se avizoró.

La Encefalopatía Traumática Crónica (ETC) es un témpano con el cual la FIFA se topará ni

bien los familiares de los ex futbolistas con demencia donen sus cerebros para ser

estudiados. Por favor notifiquen al capitán del barco y a sus oficiales.

46
Escuela de Entrenadores César Luis Menotti

XVIII.– EL DOLOR DE CABEZA QUE DEJÓ LA COPA DEL MUNDO

(Conmociones cerebrales)

No es lógico que habiendo sido el momento más trascendente de su vida

deportiva, un par de días después, no fuese capaz de recordarlo. Ni el tiempo ni las

imágenes le permitieron recuperar las vivencias, ocupar el vacío temporal de su

memoria. Era la quinta vez que se ponía la camiseta de su selección, justamente en la

instancia más relevante de las últimas décadas. A priori, no iba a estar en la alineación

titular pero la lesión de un compañero, durante el precalentamiento, le abrió un lugar

entre los once. Sólo habían transcurrido diecisiete minutos de juego, cuando fue en

búsqueda de una pelota cerca del área contraria y sintió que una tromba lo embestía

desde atrás. Hoy no sólo no recuerda la jugada. Tampoco recuerda haber seguido

dentro del campo de juego.

En la final de la Copa del Mundo 2014 entre argentinos y alemanes ocurrió un

accidente traumático que ya tenía antecedentes cercanos durante la competencia. El

andar desorientado y vacilante de Christoph Kramer dentro del Maracaná, durante esos

quince minutos que transcurrieron desde el golpe con Ezequiel Garay hasta que fue

reemplazado, quedará en el recuerdo de la medicina deportiva como un hito

desafortunado.

La anécdota relatada por el árbitro italiano Nicola Rizzoli en La Gazzetta dello

Sport marca el grado de desorientación de Kramer. Unos minutos después del golpe, el

futbolista le preguntó: “Sr. Juez, ¿esta es la final?”. Al principio, el italiano pensó que le

47
Escuela de Entrenadores César Luis Menotti

estaba haciendo una broma y se rió pero Kramer seguía mirándolo fijo. Entonces, le

solicitó que le repitiera la pregunta: “Sr. Juez. Tengo que saber si es verdaderamente la

final, es importante saberlo”.

Desde una posición neutral y crítica es sencillo condenar el accionar del cuerpo

médico alemán que no respetó lo que indican los manuales. Si un jugador sufre un

traumatismo cráneoencefálico, lo correcto es retirarlo del terreno y evaluarlo. Si no es

consciente de lo que pasa de ninguna manera puede volver a jugar. Pero, quien conoce

el contexto del fútbol y entiende los pormenores que se viven en esos momentos, está

claro que esa decisión no puede quedar librada al criterio de una sola persona.

Médicos expertos, representantes del COI, la FIFA y otras federaciones deportivas

internacionales se reunieron en Zúrich en noviembre de 2012 para el 4° Congreso

Internacional de Consenso sobre la Conmoción Cerebral en el Deporte. El objetivo era

“elaborar recursos para controlarlas, reconocerlas, tratarlas y prevenirlas”. Allí surgió el

SCAT3 (Sport Concussion Assesment Tool o Herramienta de evaluación de contusiones

deportivas) y fue publicado en el Clinical Journal of Sport Medicine (CJSM) en marzo de

2013. La herramienta está compuesta por distintas pruebas diagnósticas para categorizar

el traumatismo en base a la respuesta del organismo ( Escala de coma de Glasgow) y

evaluar la memoria (Prueba de Maddock), los síntomas, el estado de conciencia (SAC) y

el equilibrio. El problema es que para realizar correctamente un SCAT se necesita tiempo

y en las condiciones actuales del fútbol, los médicos de equipo no lo poseen.

48
Escuela de Entrenadores César Luis Menotti

El caso de Christoph Kramer no fue el único durante Brasil 2014. El

holandés Bruno Martins Indi chocó con el delantero australiano Tim Cahill y sufrió

una conmoción cerebral. Fue retirado del campo en una camilla y con cuello ortopédico.

El uruguayo Álvaro Pereira recibió un rodillazo en la cara contra Inglaterra. Quedó

tendido y el primer impulso del médico fue pedir el reemplazo. El jugador se recuperó

y se negó a ser sustituido; el técnico priorizó no perder un cambio y peligrosamente

Pereira siguió jugando hasta que finalizó el partido. El equipo argentino también fue

víctima de esta “epidemia” de traumatismos cerebrales: Pablo Zabaleta y Javier

Mascherano sufrieron golpes pero de menor magnitud.

La conmoción cerebral es la forma más común de lesión cerebral traumática

relacionada con el deporte y está muy vigente en la agenda de salud deportiva. Las

causas del síndrome posconmocional no están claramente definidas. Las consecuencias

más graves pueden llegar hasta la Encefalopatía Traumática Crónica y/o la Demencia. En

Estados Unidos es un tema de gran relevancia informativa debido a los juicios contra la

NFL que iniciaron centenares de jugadores de fútbol americano.

En el fútbol las conmociones cerebrales no son muy habituales pero la cantidad

de traumatismos durante el Mundial de Brasil expusieron la existencia de un bache

normativo. Con la obligación depositada en el médico de resolver lo más rápido posible

y ante la escasez de sustituciones que tiene cada equipo, no está previsto un contexto

reglamentario que proteja al jugador. Por lógica, el atleta va a querer seguir participando

en cualquier circunstancia y el entrenador intentará preservar esas tres modificaciones

posibles para generar variantes tácticas en el equipo. Entonces el peso total de la

49
Escuela de Entrenadores César Luis Menotti

decisión recae sobre el médico quien apurado por el cuerpo técnico, dado que el equipo

está jugando con uno menos, y presionado por la voluntad del jugador que quiere

seguir jugando, debe decidir en un corto lapso. Lo más probable en esta situación, salvo

en casos de extrema gravedad, es que decida mantener el statu quo a sabiendas de que

no es lo más apropiado.

Es menester que la FIFA solucione este problema. Por un lado, hay que educar al

futbolista y al entorno sobre la seriedad del tema y sobre los riegos asumidos al jugar

con una conmoción cerebral. Por otro lado, está comprobado que un proceso correcto

de evaluación con el SCAT3, en el campo de juego, requiere un mínimo de 10 minutos.

Obviamente, ningún entrenador aceptaría jugar tanto tiempo con un hombre menos, por

lo que se debe resolver la disyuntiva.

Una opción lógica sería que, en circunstancia muy precisas y determinadas por

personal idóneo con acceso a las imágenes televisivas, se habilitase el ingreso de un

sustituto temporal que no cuente como modificación, hasta que se cumpla el tiempo

prudencial de evaluación. A partir de allí se abrirían conjeturas sobre el abuso que se

podría hacer de esta excepcionalidad pero siempre está primero la salud del atleta.

Imágenes como las que vimos durante este Mundial, con jugadores tambaleándose

dentro del campo sin ser sustituidos, son vergonzante para el deporte. Esperemos que

se trabaje en conjunto para generar alternativas.

50
Escuela de Entrenadores César Luis Menotti

XIX.– NADAL: GENES, TÍTULOS Y LA LUCHA CONTRA EL PASO DEL TIEMPO

(Genes/edad)

Rafael Nadal se arrodilló sobre el polvo de ladrillo del Philippe Chatrier para

celebrar su título en Roland Garros. Noveno para el español en su carrera. Nunca nadie

había logrado una hazaña de esa magnitud en un mismo Grand Slam. De esta manera,

también, se convirtió en el primer tenista en obtener cinco Abiertos de Francia de

manera consecutiva e igualó, con un total de catorce títulos de Grand Slam a Pete

Sampras en el segundo lugar del historial general (a tres títulos del máximo ganador,

Roger Federer).

En su carrera por ubicarse como el mejor de la historia, Nadal consiguió este

título con veintiocho años y cinco días: superando por dos meses el ritmo que traía

Federer a su misma edad (ganó su 14° con 27 años, 10 meses). Con 32 años y un

aluvión de hijos, es difícil que Roger tenga otra chance de alzarse con un GS pero ¿será

Rafa capaz de alcanzarlo o superarlo?

Por estadísticas y por comparación, el tenis es un deporte de hombres jóvenes.

Confrontado con otro deporte individual como el golf, se observa que la gran mayoría

de los jugadores no ganan su primer Major hasta los 30 años (en los últimos cinco años:

13 de los 20 majors han sido ganados por golfistas de 30 años o más). Comparándolo

con un deporte colectivo como el básquetbol, por ejemplo, se contrapone como el trío

de veteranos de San Antonio Spurs, conformado por Tim Duncan (39), Emanuel Ginobili

51
Escuela de Entrenadores César Luis Menotti

(38) y Tony Parker (33), lleva más de quince años peleando en los primeros planos de la

competencia.

Mientras tanto, para el tenis, el momento más fructífero de la carrera es entre los

20 y los 27 años. Guillermo Vilas ganó su último Grand Slam con 27 años (Australia –

1979). A Boris Becker, John McEnroe y Björn Borg, con algunos meses de diferencia, les

sucedió lo mismo. El más longevo de los últimos tiempos fue Jimmy Connors, a los 31

años (US open – 1983). Probablemente esta realidad se deba al desgaste del calendario

actual y a la exigencia de estos torneos, donde juegan los mejores y al mejor de cinco

sets. En lo que va del siglo, sólo en cuatro oportunidades, un jugador de 30 años se

coronó campeón: André Agassi en dos oportunidades (Australia – 2001 con 30 y

Australia – 2003 con 32 años), Pete Sampras (US Open – 2002 con 31 años) y Roger

Federer (Wimbledon – 2012 con 30 años).

Si fuese por los antecedentes, las chances de Nadal de superar a Federer como el

máximo ganador de GS son escasas. Ahora, estimado lector, si usted tuviese que elegir a

un deportista para apostar a un imposible, en un juego en el que sepa que tiene pocas

chances, pero que pueda cambiar su vida radicalmente, ¿a quién elegiría? Rafael Nadal,

sin dudas, sería un excelente candidato.

La resiliencia es la capacidad que posee el individuo para mantenerse entusiasta

frente a la adversidad, buscando sobreponerse a la desventura. Nadal ha ganado

partidos con las rodillas destrozadas, con ampollas sangrantes, con la espalda inmóvil y

con resultados parciales supuestamente irremontables. Es capaz de jugar cada punto de

52
Escuela de Entrenadores César Luis Menotti

manera aislada como si no hubiese un antes ni un después, como si en esa bola se

fuese el partido.

En el libro “The Sports Gene”, su autor David Epstein, recopila evidencia científica

en relación a diferencias biológicas y actitudinales al momento de actuar bajo presión.

Se probó que los niveles de cortisol en sangre (hormona esteroidea liberada por la

glándula suprarrenal como respuesta al stress) varían de manera significativa entre los

atletas de elite y los de menor nivel. Algo similar ocurre con el metabolismo de las

catecolaminas (Adrenalina, Dopamina y Norepinefrina), grupo de hormonas encargadas

de poner en alerta al organismo y prepararlo para la actividad. El gen COMT codifica la

síntesis de la enzima catecol-O-metiltransferasa (encargada de degradar las

catecolaminas) y la consecuente mayor concentración de esta enzima en el organismo,

tiene un efecto protector contra el estrés, dado que aumenta la velocidad de

degradación de este grupo de hormonas simpáticas. Entre otros aspectos a tener en

cuenta, es importante considerar que los genes son sólo una parte de la ecuación,

también tiene relevancia el medio ambiente (familia y entorno) donde el atleta crece y el

estilo de vida que desarrolla a lo largo de su vida.

Tres horas y treinta minutos de juego le bastaron a Rafael Nadal para alzarse con

su noveno título de Roland Garros. Lloró arrodillado sobre el polvo de ladrillo, luego del

3-6, 7-5, 6-2 y 6-4 sobre Novak Djokovic. Relajado, en la conferencia de prensa

postpartido, dijo: “No sé cómo he resistido, al final estaba destrozado físicamente”.

Una nueva victoria en esa lucha eterna entre la cabeza del hombre y el paso de

tiempo.

53
Escuela de Entrenadores César Luis Menotti

54
Escuela de Entrenadores César Luis Menotti

XX. – LOS FUTBOLISTAS TRISTES Y EL MISTERIO DE LA LLAMA

(La motivación)

En un bar porteño, sentado a la mesa de cuatro, un grupo de amigos se

cuestionaban sobre cuál era el sueño de la infancia con más apego. Luego de un fértil

debate llegaron a la conclusión que, para todos, soñarse futbolista era de los primeros.

Sin estadísticas concretas para apoyarse, supusieron en cálculo “a vuelo de

pájaro”, que menos del 0,1% de los interesados, efectivamente cumplían ese sueño

infantil. Salir en la prensa, viajar por el mundo y recibir una interesante remuneración

económica, simplemente por entender un juego y patear correctamente una pelota.

Escuchaba desde la mesa de atrás, un poco de curioso y otro porque me

interesaba el tema. En mi caso, retirado ya de la actividad deportiva, me seguía

considerando un afortunado: había transformado el juego del niño en un trabajo de

adulto. Lo que se inició como una actividad recreativa, de pronto, casi sin darme cuenta,

se había transformado en un oficio.

Alrededor de la mesa redonda, convencidos ya que ser futbolista era lo máximo,

a los amigos les surgió una nueva pregunta: ¿Si este sueño era tan deseado y requerido,

por qué dentro del grupo de selectos elegidos proliferaban los casos de vacío y tristeza

que empujaban al abandono?

55
Escuela de Entrenadores César Luis Menotti

Lo que parecía una reunión monótona se transformó en una discusión, donde

cada uno evocaba noticias recientes y arriesgaba opiniones para explicar porque existían

tantos futbolistas apesadumbrados.

“Estoy triste con algunas personas del club y por eso no he celebrado los goles.

Son cuestiones profesionales y el que lo tiene que saber, lo sabe ” dijo Cristiano Ronaldo,

futbolista del Real Madrid y uno de los mejor pagos del mundo. Sus palabras cayeron

mal en el público español. Es entendible. España se hunde en el agobio de la crisis y en

una tasa de desocupación que superaba el 20% de la población. Para el grupo de

amigos sufría de narcisismo y complejo de inferioridad.

“Hoy llegué a lo máximo. Pensé que no iba a jugar una final de copa nunca

más. Me siento vacío y es una decisión mía” fueron las palabras de Riquelme al

despedirse del club de sus amores en su primer retiro, curiosamente en territorio

brasileño y sin recibir el reconocimiento acorde a su exitosa carrera. Meses después,

intentó ser más claro: “Jugué un año y medio maravilloso, la gente me pedía para la

selección, para algunos les parecerá poco, pero logré todos los sueños que tenía y no

quiero quedarme a cobrar un sueldo”. El que llevaba la batuta de los diagnósticos

apuntó que Román estaba abúlico y tenía una incompatibilidad de caracteres con el

conductor del grupo.

“Vivía con cara de culo y me cansé. Yo era feliz jugando a la pelota con mis

amigos, saliendo los fines de semana y al poco tiempo jugar al fútbol pasó a ser un

trabajo” dijo recientemente el Rifle Pandolfi (uno de los jugadores más dotado

técnicamente de los últimos veinte años del fútbol argentino), durante una entrevista

56
Escuela de Entrenadores César Luis Menotti

que le realizó el portal Augol, donde contó su proceso y explicó el porqué de su retiro

temprano, a los 28 años. Para el grupo era un típico cuadro de desmotivación.

En el grupete de amigos no había ningún psiquiatra, ni un psicólogo del deporte,

pero eso no los amilanaba para tirar diagnósticos y recetar tratamientos. Sin basamento

científico, tenían claro que para opinar sobre fútbol, en la Argentina, no se necesita tener

credencial ni papeles.

Es tan difícil explicar el fútbol desde el punto de vista externo, como entender lo

que les pasa y lo que sienten, los que lo están viviendo desde adentro. Mientras

cualquier hincha de Boca daría su vida por entrar alguna vez a la Bombonera para jugar

un partido y escuchar la ovación de la gente, hay futbolistas que se cansan y deciden

dar un paso al costado.

Como todo trabajo, en algún punto, el fútbol puede agobiar. El éxito no siempre

conlleva a la felicidad y, muchas veces, el futbolista se acostumbra a beneficiarse del

reconocimiento y cree que es permanente. Para los jugadores que llegaron al más alto

nivel, donde el mundo del fútbol los mide por un campeonato más o por un gol

espectacular menos, los logros ya no tienen parangón con los del resto.

El fútbol somete al protagonista a una sensación constante de inestabilidad y a

situaciones de ambivalencia. El típico ejemplo de la pelota que pega en el palo y sale o

que pega en el palo y entra. El reconocimiento que el futbolista de elite espera de su

entorno (hinchas, dirigentes, técnicos, periodistas, familiares y compañeros) no siempre

es lo que el entorno le devuelve. Y es allí donde reside la frustración y donde aparece la

57
Escuela de Entrenadores César Luis Menotti

tristeza. En ese momento surge el deseo de abandonar, de dejar de hacer aquello por lo

que se luchó desde que se tenía conciencia.

En mi caso, dejé de jugar a los 33 años. Una edad, supuestamente, lógica para

colgar los botines. Bien podría haber seguido y tuve ofertas, pero había llegado a un

punto donde el fútbol ya no me generaba desafíos nuevos que no hubiese vivido

anteriormente. Sólo cambiaba la cara de los compañeros. Continuar jugando era

prolongar la agonía y decidí dejar sabiendo que igual me dolería. Fue tal el dolor que,

después del retiro, tardé un año y medio en volver a un estadio para ver un partido

oficial en vivo y en directo.

El retiro cada uno lo vive a su manera. Están los que dejan el fútbol, en cierto

momento, cuando se dan cuenta que ya no es lo mismo de antes, y están también los

que no lo quieren dejar nunca, que disfrutan más del vestuario que del juego y que

terminan muy lejos de su mejor nivel, recorriendo canchas sin césped por destinos

diversos. A esos el fútbol los deja.

Los amigos del café se habían ido sin ponerse de acuerdo. Al fin de cuentas, ¿por

qué se molestan tanto los futbolistas si tienen el mejor “trabajo” del mundo? Es que el

fútbol es como ese fuego con llama fuerte que se consume rápidamente. Llegado el

punto en el que se deja de disfrutar, ya no tiene el combustible suficiente para

mantenerse. Ese es el momento de ausencia de deseo y cuando se deja de desear, el

fútbol se extingue velozmente.

58
Escuela de Entrenadores César Luis Menotti

XXIII.– DOPING, MARIHUANA Y DEPORTE

(Sanción)

El uso de sustancias estimulantes durante la práctica deportiva data de la Olimpia

griega, pero recién a finales del siglo XIX (primera mención en la Enciclopedia Británica

de 1889) se comenzó a utilizar el término “doping” para describir estas prácticas. Los

controles antidopaje se implementaron a mediados del siglo pasado y la Asociación

Mundial Antidopaje (WADA), entidad encargada de coordinar la aplicación de estas

medidas, fue fundada en noviembre de 1999. Su primer código sobre procedimientos

y/o sustancias prohibidas en el deporte entró en vigor recién en 2004 y,

progresivamente, fue tomado como referencia por las diferentes asociaciones que rigen

los destinos de cada uno de los deportes.

Según el criterio usado por WADA, una droga o procedimiento médico es

considerado dopante cuando cumple con dos de tres principios:

1. Mejora el rendimiento deportivo del atleta.

2. Su consumo afecta la salud del deportista

3. Su consumo atenta contra la moral deportiva

Los dos primeros criterios pueden ser determinados de manera sencilla. El uso de la

sustancia te permite o no subir un escalón más en el rendimiento; el uso de la sustancia

daña o no tu cuerpo. Son dos principios fácticos que no tienen discusión. A diferencia

59
Escuela de Entrenadores César Luis Menotti

de los anteriores, el tercer criterio utilizado no es medible. No existe un límite o una

escala de moral. Es este punto el que genera todos los debates en torno al doping.

La moral depende de las sociedades y estas tienen un criterio amplio y dispar en

cuanto a consumo y comercialización de “drogas sociales” o “drogas recreativas”. Al

momento del consumo no es lo mismo Oriente que Occidente o Europa y América. En

general, Occidente permite el consumo de alcohol y de tabaco, algunos pocos países

liberaron el uso de los derivados del cannabis y la mayoría restringen el consumo de

opiáceos y otros estimulantes del Sistema Nervioso Central. La principal discusión al

cotejar las legislaciones nacionales con la lista de sustancias prohibidas de WADA es que

figuran productos que socialmente están permitidos y que no son ventajosos (ni

riesgosos) para la práctica deportiva. Como caso más paradigmático se encuentra la

marihuana.

Está científicamente probado que la marihuana no es saludable y que tampoco sirve

para ser mejor deportista. Sin embargo siguen sumándose los ejemplos de deportistas

sancionados por consumo de cannabis. Este mal no es endémico, ni exclusivo en ningún

deporte. Los registros de WADA de 2011 muestran que las tres primeras causas de

doping a nivel mundial han sido: anabolizantes (3.325 positivos), estimulantes (718

positivos) y, en tercer lugar, el consumo de cannabis (445 positivos).

La globalización ha masificado al deporte como espectáculo y al deportista como

individuo exitoso, reconocido, rentado y “ejemplo para la juventud”. Por la asociación

directa que surge entre “deporte y salud” (algo que justamente no se aplica al alto

rendimiento) y por el reconocimiento social, al deportista se lo ha sometido a un doble

60
Escuela de Entrenadores César Luis Menotti

estándar de exigencia (por fuera de los específicos de la práctica deportiva). El individuo

común tiene permitido acceder y disfrutar de cosas que, socialmente, están censuradas

para el deportista de élite. Más aún si considero que ese deportista en cuestión está

representándome; tanto sea a nivel club como en competencias internacionales. El

sinsentido, que se entendería sólo si el punto en cuestión afectase el rendimiento

deportivo, se observa de manera manifiesta en el fútbol.

La sanción disciplinaria por un control antidoping positivo es potestad exclusiva de

la federación que rige cada deporte, aunque no puede desentenderse de ciertos

lineamientos de WADA. Por ejemplo, contemplando la problemática de las drogas

sociales, en el Congreso FIFA de 2007 en Zúrich se abordó el tema y se acordó reducir al

mínimo posible la sanción por positivo con drogas sociales (marihuana, hachís, cocaína,

etc.). De esta manera, la FIFA (e indirectamente la AFA) estableció sanciones más leves

que las estipuladas por el Código Mundial Antidopaje. Esta reducción buscó atemperar la

situación, mientras tanto WADA seguía haciendo oídos sordos a los reclamos.

Aquí radica la importancia de la nueva reglamentación anunciada por WADA en la

reciente reunión de Vancouver (Canadá): decidió elevar el umbral de detección de

beonzoilecgonina de 15 nanogramos por mililitro de orina a 150 ng/ml, lo que implica

una flexibilización importante. De esta manera, la marihuana aún permanece en la lista

de sustancias dopantes en competición (pese a no acarrear una ventaja deportiva) pero

la medida habilita su uso “recreativo” fuera de los momentos de competencia.

A mi entender, como se dice usualmente, la medida no es “ni chicha ni limonada”.

Indudablemente disminuirán los castigos innecesarios a deportistas y las agencias

61
Escuela de Entrenadores César Luis Menotti

antidopajes se ahorrarán los millones de dólares que gastaban en contrapruebas,

reactivos y otras yerbas pero no resuelve ninguna de las dos cuestiones que giran en

torno al cannabis. Primero se desaprovecha la oportunidad de detectar para educar sin

castigar. Aprovechando la popularidad del deporte se puede hablar sobre la marihuana y

sus efectos. Por otro lado, deja pendiente la definición sobre el núcleo duro de la

cuestión: si la marihuana es una “droga recreativa”, socialmente aceptada y que no

beneficia el rendimiento deportivo, ¿por qué sigue figurando dentro de la lista de

sustancias prohibidas de WADA?

62
Escuela de Entrenadores César Luis Menotti

XXIV. – LAS DROGAS Y EL FÚTBOL

(Drogas “recreativas”)

En 1970, la FIFA fue una de las primeras federaciones deportivas en poner en

práctica un programa antidopaje. En la Argentina, el primer caso de doping fue Juan

Taverna (de Banfield) en 1975. La lista fue sumando nombres de futbolistas y de

sustancias involucradas, mientras los controles antidopaje iban mostrando, año tras año,

los cambios de hábitos de la sociedad.

Para tener una idea del cambio, en los diez años posteriores al doping positivo

de Taverna, la gran mayoría de los futbolistas sancionados habían utilizado estimulantes

del Sistema Nervioso Central (generalmente efedrina, o algunos de sus derivados: como

las anfetaminas). Recién a partir de los 90, comenzaron a tomar preponderancia las

drogas sociales. Primero apareció la cocaína y, en la última década, la marihuana acaparó

la mayor cantidad de casos.

En lo que va del siglo XXI, ha habido veinte casos de doping por detección de

benzoilecgonina (metabolito en orina de la marihuana) y siete casos por cocaína, lo que

da un total de veintisiete sanciones por consumo de drogas sociales sobre un total de

treinta controles positivos (los restantes tres fueron por uso de anabólicos esteroideos).

Es decir, el 90% de los castigos aplicados, desde el 2000 a la fecha, tuvieron su razón de

ser en el consumo de “drogas sociales” (66,6% por marihuana y 23,3% por cocaína). De

esos veintisiete futbolistas, dos fueron reincidentes, por consumo de marihuana: Carlos

Cordone y Jorge Blanco, ambos recibieron una suspensión por dos años

63
Escuela de Entrenadores César Luis Menotti

Científicamente está probado que la marihuana no le ha generado ningún efecto

positivo para la práctica deportiva. Su utilización enlentece el desarrollo físico y

emocional: aletarga al Sistema Nervioso Central, deteriora las funciones mentales y

disminuye los niveles de testosterona y otras hormonas gonadotróficas en el organismo.

La gran mayoría volvió a jugar profesionalmente pero a todos, sin excepción, les

costó caro el error. La sanción mermó sus posibilidades de progreso. Primero por la

inactividad generada y después por el prejuicio que genera en el entorno. El problema

de fondo se dirimirá cuando finalicen sus carreras, donde por la familiaridad y el

conocimiento, deberán lidiar con una estadística que muestra una mayor propensión a

acercarse a las drogas.

Cuando a un jugador se le detectan rastros de marihuana en la primera muestra

de orina debe presentarse en AFA para solicitar el análisis de la contramuestra (potestad

exclusiva del deportista) o en su defecto dar por válido el primer resultado y reconocerse

como culpable. A partir de ahí, es la Asociación quien determina su sanción, que

probablemente sea la mínima posible: tres meses de suspensión.

De todos modos sigue latente la contradicción en torno a las drogas sociales. Si

las autoridades estatales dicen que el consumo personal para el ciudadano no es punible

y el deportista primero es ciudadano y luego futbolista, ¿cómo se lo sanciona por algo

que el estado permite (no atenta contra la moral) y que no le genera ninguna ventaja

deportiva? Sin ánimo de comparar sustancias, el consumo de tabaco y el abuso del

alcohol, también son perjudiciales para el deportista pero estas no figuran en la lista de

64
Escuela de Entrenadores César Luis Menotti

prohibiciones (con excepción del alcohol en deportes motorizados). Probablemente sea

porque su consumo está permitido por el Estado.

El deporte debe ser un ámbito libre de drogas, pero la forma de combatirlo no va

de la mano de la exclusión y la sanción, sino que requiere de más y mejor educación.

Para el infractor no es saludable ser marginado; por el contrario, debería brindársele la

contención que el caso requiera.

El futbolista, en la mayoría de los casos, no es un adicto; es simplemente un

individuo inserto en una sociedad que camina hacia la despenalización del consumo de

cannabis. Esta cercanía al porro, sumada a la falta de información sobre los efectos

adversos y alcances de la droga (su afinidad por el tejido adiposo enlentece la

eliminación, generando resultados positivos de detección, muchas horas después de su

ingesta), contribuye a incrementar la lista de jugadores suspendidos.

Una solución interesante podría ser que siga jugando bajo una condición de

“tutela sanitaria”, con controles periódicos y sorpresivos, con educación obligatoria sobre

los problemas que acarrea el consumo de drogas (para que el futbolista pueda

transformarse también en un transmisor de pautas saludables en su comunidad) y con la

advertencia de que ante una recidiva será sometido al castigo como reincidente (símil a

una condena judicial en suspenso).

En todo este entuerto, del cual el jugador termina siendo una víctima, hay algo

que está claro. Fumar marihuana es perjudicial para la salud y para el rendimiento del

deportista, pero si el estado va camino de despenalizar su consumo, suspender

65
Escuela de Entrenadores César Luis Menotti

futbolistas sólo traerá aparejado mayores casos de depresión y de adicción al momento

del retiro.

66
Escuela de Entrenadores César Luis Menotti

XXVI. – RÁPIDOS Y FRAUDULENTOS

(Los velocistas)

La de 100 metros llanos es la prueba reina del atletismo y, como tal, ha sido uno

de los eventos donde los casos de doping alcanzaron más resonancia. La combinación

entre velocistas y el uso de sustancias prohibidas es un problema que no discrimina

razas ni países. La lucha del hombre por ser cada vez más rápido ha mancillado los

valores del olimpismo. El lema deportivo hace tiempo que debería agregar una nueva

acepción, el deportista no sólo debe luchar para ser citius, altius y fortius (más rápido,

más alto y más fuerte), sino también limpius.

El caso más recordado en la historia de los Juegos Olímpicos fue el del velocista

jamaiquino (nacionalizado canadiense) Ben Johnson, en Seúl 1988. Dio positivo por

stanozolol (esteroide anabolizante) un par de días después de imponer un nuevo récord

mundial con 9’79”. Quedó en la historia como el primer gran escándalo de dopaje.

Johnson fue suspendido por dos años, y luego de por vida tras dar positivo nuevamente

en una competencia en 1993.

Carl Lewis, quien fue segundo en los 100 metros llanos de Seúl 1988, terminó

quedándose con la medalla dorada. Pero, curiosamente, dos décadas después se

comprobó que el Comité Olímpico de los Estados Unidos (COEU)

había encubierto durante las competencias de fin de siglo, a once atletas

67
Escuela de Entrenadores César Luis Menotti

estadounidenses que habían dado positivo en pruebas antidopaje. Entre los

mencionados estaba Carl Lewis, ganador de nueve medallas doradas olímpicas.

La denuncia fue efectuada en 2003 por el Dr. Wade quien fue director del

organismo antidopaje norteamericano del Comité Olímpico desde 1991 al 2000. Más

de 30.000 páginas de documentos fueron entregadas a Sports Illustrated y al Orange

County Register. Demostraban que atletas de la talla de Carl Lewis y Mary Joe

Fernández habían dado positivo (el primero en tres oportunidades) antes de los Juegos

de Seúl ’88. Y que de todas maneras se les permitió competir. Ese mismo comité que

primero había encubierto el caso de Lewis, después terminó dispensándolo “de culpa y

cargo” con el inverosímil argumento de “haberlo realizado de manera inconsciente ”. El

escándalo desatado intentó saldarse con la descentralización de la entidad y el cambio

de nombre: pasó a llamarse USADA, pero quedaron asuntos pendientes.

Volviendo al tema de los velocistas y para ser honesto también con Johnson y

Lewis, si se hiciera una evaluación retrospectiva, desde 1988 a la actualidad, casi todos

los que consiguieron marcas similares o menores a las de Johnson terminaron dando

positivo en algún control antidoping.

Con un tiempo de 9’80” el jamaiquino Steve Mulling posee el décimo mejor

registro de la historia; lo marcó en la Diamond League de 2011 pero, meses después, en

los torneos nacionales de Jamaica dio positivo por furosemida (un diurético que sirve

para enmascarar el uso de otras drogas). El tribunal de antidopaje de su país lo

suspendió de por vida.

68
Escuela de Entrenadores César Luis Menotti

Timothy Montgomery, que previo a competir en las pistas de atletismo se dedicó

al básquet y al fútbol americano, en el Gran Premio IAAF de París en 2002, consiguió un

tiempo record de 9’78”. Posteriormente, la marca fue anulada al detectársele el consumo

de esteroides sintéticos y hormona del crecimiento (GH). La suspensión lo empujó a un

derrotero descendente que culminó en una sentencia de cinco años de prisión por

lavado de dinero y venta de estupefacientes (heroína). Hoy, rehabilitado, entrena jóvenes

en el SF College and Fred Cone Park. El tiempo de su compatriota Justin Gatlin en Doha,

en 2006, fue una centésima menor (9’77”) pero también se anuló por doping positivo

con testosterona.

Con un mejor tiempo en el registro de 100 metros llanos, aparecen dos de los

últimos involucrados. El jamaiquino Asafa Powell, con 9’72” (en septiembre de 2008 en

Lausana), y el norteamericano Tyson Gay que con sus 9’69” (en el Golden Gran Prix en

Shangai 2009) tiene el privilegio de ostentar el segundo tiempo más rápido de la

historia. Ambos reconocieron su culpabilidad el mismo día, con apenas dos horas de

diferencia, y ambos se perdieron el Mundial de Atletismo de Moscú en 2013.

El último de los condenados de esta lista de hombres récord es Yohan Blake,

quien en 2009 dio positivo por consumo de un estimulante (Metilxantina) y tras purgar

la suspensión igualó el mejor registro de Tyson Gay, durante la fecha del Diamond

League del año pasado en Lausanne.

Hasta el momento el único velocista récord que permanece impoluto es el mejor

de todos, el jamaiquino Usain Bolt. Un fenómeno que mide 1.95 metros y pesa 94 kilos,

que gana medallas y pulveriza records, que despierta pasiones a base de grandes

69
Escuela de Entrenadores César Luis Menotti

victorias y también de alta dosis de carisma, que con sólo 41 pasos es capaz de recorrer

100 metros en apenas 9’59” y que, aunque no lo quiera, sufre el acecho el fantasma

“Armstrong” (que ronda alrededor de los atletas que durante largo tiempo se muestran

muy por encima de sus congéneres).

El tiempo dirá si Bolt es un genuino “hijo del viento”. A través del pasaporte

biológico se ha logrado un tipo de control antidopaje que no tiene fecha de

vencimiento. Esperemos, por el bien del deporte, que lo que ahora aparenta ser un

rendimiento de ensueño no se transforme, con el avance de la ciencia, en una ficción

farmacológica.

70
Escuela de Entrenadores César Luis Menotti

XXVII.– MESSI, LOS TRAMPOSOS Y EL PASAPORTE BIOLÓGICO

(Pasaporte biológico)

Cuando concluyó el entrenamiento en la Ciutat Esportiva Joan Gamper, una

comitiva de la Agencia Mundial Antidopaje (WADA) esperaba a Lionel Messi y a cuatro

compañeros para someterlos a un control sorpresa, en la previa de un choque ante

el PSG por Champions League. Nada fuera de lo común, si no hubiese sido por el

reclamo posterior de Lio en su perfil de Instagram: “Día de doping. De los 5 elegidos, fui

el único que hice orina y sangre. Raro, no…..”

La lucha contra el dopaje no tiene nada que envidiarle a cualquier historia de

policías y ladrones. En el transcurso de los años, se ha visto de todo: perejiles que

cayeron por desconocer la farmacocinética del cannabis, pillos de guante blanco que

nunca fueron descubiertos, grandes estafas ocultas que salieron a la luz por algún

arrepentido que quiso morigerar su pena, oficiales corruptos que ocultaron evidencias o

alertaron sobre controles a cambio de un buen dinero y la historia de Lance Armstrong

que engloba toda la problemática en un solo caso.

La Organización Mundial Antidopaje (WADA) es un ente independiente,

financiado en gran parte por el Comité Olímpico Internacional, que se encarga de

desarrollar, coordinar y supervisar la aplicación de controles para detectar el uso de

sustancias prohibidas en el deporte de alto rendimiento. Su última innovación de

71
Escuela de Entrenadores César Luis Menotti

magnitud ha sido la implementación del Pasaporte Biológico del Atleta (ABP): un

procedimiento que reformula por completo la dinámica de control antidoping. Antes se

buscaba detectar la sustancia o el método de dopaje que utilizaba el deportista. Ahora,

los controles apuntan a monitorear de manera continua el comportamiento de ciertas

variables biológicas, que indirectamente revelan efectos anormales en caso de doping.

Inicialmente (2009) se evaluaban variables hematológicas para la detección de dopaje

sanguíneo (transfusiones, EPO, etc.) y a partir de 2014 también sumaron variables

hormonales (principalmente esteroideas). Hematocrito, Hemoglobina, Cómputo de

glóbulos rojos, Cómputo de reticulocitos o Volumen Corpuscular Medio son algunos de

los valores cotejados periódicamente en el perfil hematológico. Testosterona,

Epitestosterona, Androsterona y Etiocolanolona, en el hormonal. Un hallazgo atípico en

alguno de estos valores, confirmado por un grupo de expertos, puede significar una

violación a las reglas, pese a no tener una prueba “positiva” de sustancia. Hay que

recalcar que cómo evalúa variaciones anormales, el pasaporte recién es considerado

efectivo luego de un promedio de tres a cinco controles que permiten trazar la

“normalidad” del individuo.

El 29 y 30 de noviembre de 2013, en la sede de la FIFA en Zúrich, se desarrolló

una reunión médica y científica interdisciplinar para diseñar un protocolo de aplicación

del Código Mundial Antidopaje, en todos los deportes y con Pasaporte Biológico

incluido. Time for change: a roadmap to guide the implementation of the World Anti-

Doping Code 2015 fue el paper que quedó como legado del comité presidido por Jiri

Dvorak, médico checo que dirige el departamento médico de FIFA.

72
Escuela de Entrenadores César Luis Menotti

Entre los puntos a resaltar del artículo destacan: la prevalencia del dopaje en

función del deporte y el país en que se practica (la prevalencia de perfiles sanguíneos

anormales puede variar de 3% a 48% dependiendo del país de origen de los atletas), el

desarrollo de estrategias eficaces para planes de distribución de pruebas en los

momentos importantes de las competencias, la identificación de ámbitos del deporte

considerados como de alto riesgo para las prácticas de dopaje, la familiaridad con lo que

está pasando “en la calle” y el incentivo para que el atleta encontrado culpable se

convierta en informante (datos a cambio de indulgencia).

Las variantes para engañar al sistema han sido diversas. Desde el uso de cremas

con dosis mínimas de esteroides que no alcanzaban el umbral para dar positivo, hasta el

uso de nuevos péptidos o costosas drogas de diseño que, al desconocerse, no tenían

pruebas analíticas fiables para ser detectadas. El punto fuerte del nuevo Código Mundial

Antidopaje 2015 es el concepto de “almacenamiento y reanálisis”, que permite la guarda

de muestras a diez años y el estudio posterior con tecnología de avanzada.

Es habitual escuchar los casos de históricos deportistas que marcaron una época

pero que finalmente terminaron siendo grandes estafadores. Marion Jones pasó más de

ciento cincuenta pruebas sin dar positivo. Lance Armstrong casi doscientas. En la historia

del deporte, la tasa de falsos negativos en los exámenes antidoping sigue siendo

exorbitante. El Pasaporte Biológico representa una sofisticación en el procedimiento con

el fin de reducir esa brecha. Su introducción puede servir como disuasivo y evita el

defecto de medir al total de los atletas con el mismo parámetro. El inconveniente mayor

es que es muy costoso (cinco veces más que un rutinario de orina). En los deportes

73
Escuela de Entrenadores César Luis Menotti

individuales, su uso es aún más imperioso. ¿Quién no recuerda los reclamos de Roger

Federer hasta que fue implementado? Por el momento y por una cuestión de costo-

beneficio no es de uso común. Sólo para deportistas superlativos o con resultados

anormales, como Lionel Messi que es un anormal. Que lo elijan no sorprende a nadie,

salvo a él que no es consciente de la magnitud de lo que hace.

74
Escuela de Entrenadores César Luis Menotti

XXVIII. – ARMSTRONG Y LOS PEREJILES A PAN Y AGUA

(Doping)

Cuando ganó su séptimo Tour de France en 2005 ya era blanco de

cuestionamientos por sus prácticas non sanctas. El libro L.A. Confidentiel. Les secrets de

Lance Amstrong (2004), escrito por los periodistas Pierre Ballester y David Walsh,

denunciaba los métodos aplicados por su equipo (el U.S. Postal) para mejorar su

rendimiento. Entre las voces que se alzaban estaba la de Emma O’Reilly, quien trabajó en

el equipo de Armstrong en 1996 en el rol de masajista pero también cumpliendo otras

labores no tan nobles.

Entre sus denuncias, O’Reilly comentó que su trabajo consistía en “ transportar

productos dopantes, ocultar cierto tipo de sustancias y de jeringas en caso de controles,

distribuir esos productos a los ciclistas y disimular los hematomas que podrían surgir

producto de las inyecciones”. Sus denuncias, ahora, forman parte de la investigación que

llevó a cabo la USADA (Agencia antidopaje de los Estados Unidos) con el objetivo de

“hacer un deporte más limpio”.

La primera vez que habló, O’Reilly, lo hizo en el Sunday Times. Según ella, a partir

de ese día, Lance decidió arruinarle la vida y quitarle todo su dinero, e intentó que su

vida fuese un infierno. El relato del libro llegó a límites insólitos, cuando la masajista

irlandesa contaba cómo escondía las jeringas del equipo, cómo descolgaba los cuadros

de las habitaciones para dejar en sus ganchos las bolsas de plasma que se utilizaban en

las transfusiones o las veces que cruzó la frontera entre Francia y España con pastillas

75
Escuela de Entrenadores César Luis Menotti

que estaban prohibidas (en el mundo del ciclismo) y se las entregaba a Armstrong en el

aparcamiento de un Mc Donald’s en las afueras de Niza.

Debieron pasar ocho años y el retiro de Armstrong de la actividad para que la

USADA realmente tomara cartas en el asunto. El documento, de más de 1.000 páginas,

revela pruebas sobre un método sistemático y altamente profesionalizado de “facilitación

deportiva”: un equipo de gestión diseñado para el desarrollo de una política de dopaje.

En total, el informe incluye el testimonio de veintiséis personas, entre ellos quince

ciclistas que en algún momento fueron compañeros de Armstrong. Luego de su

elaboración, fue enviado a la Agencia Mundial Antidopaje (AMA), a la Unión Ciclista

Internacional (UCI) y, también, a la Corporación Mundial de Triatlón (WTC).

Levi Leipheimer, Tyler Hamilton, George Hincapié y Floyd Landis fueron algunos

de los deportistas que se beneficiaron con los procedimientos de doping sanguíneo y

que ahora declararon contra Armstrong ante la USADA. Ellos fueron parte del proyecto

para no ser uno de los perejiles que competían a “pan y agua”, una expresión utilizada

por el grupo para mofarse del ciclista que competía sin usar sustancias dopantes.

Competir con la dieta variada que prescribía el cuerpo médico del equipo,

supuestamente, incluía transfusiones de glóbulos rojos (para tener más capacidad de

transporte de oxígeno), administración exógena de Eritropoyetina – EPO – (hormona

para estimular la producción de glóbulos rojos) y otras sustancias estimulantes

y anabolizantes.

Como el deporte profesional es voraz en sus exigencias y los atletas de elite están

conminados a superarse, se busca alcanzar límites no imaginados. El logro deportivo es

76
Escuela de Entrenadores César Luis Menotti

la consecución de un sueño que en muchos casos se remonta a los primeros años de la

infancia. Para cumplirlo hay deportistas que deciden buscar atajos que les garanticen

mejores chances de alcanzar el reconocimiento y el porvenir económico.

Los atajos no los eximen de los sacrificios; simplemente los dejan en mejores

condiciones que sus contrincantes. En el ciclismo, por su alto componente aeróbico, el

atajo se encuentra en las transfusiones de sangre y en la administración de

eritropoyetina. Estos métodos aumentan la concentración de glóbulos rojos y, por

consiguiente, el transporte de oxígeno y elevan el umbral de lactacto, que es el nivel

máximo de intensidad de trabajo donde se produce más ácido láctico (“residuo” de la

glucosa metabolizada sin oxígeno) del que se puede remover.

La singularidad de Armstrong no está en el procedimientos usado, sino en cómo

burló al sistema de control durante tanto tiempo. En su vida deportiva, el ciclista de

Austin fue sometido a un número exorbitante de exámenes y jamás dio un resultado

positivo. Curiosamente, la USADA recién se interesó por el tema varios años después de

las primeras denuncias y con Armstrong ya retirado de la actividad. El show de bombos

y platillos, para revelar los resultados, le brinda asidero a las palabras del ciclista, quien

al referirse al proceso dijo: “Desde el principio, esta investigación no estaba destinada a

establecer la verdad o limpiar al ciclismo, sino a castigarme a toda costa”. Es menester

recordar que la USADA, que ahora persigue a Armstrong, es la misma que hace veinte

años y con un nombre distinto, permitió el doping sistemático de los atletas olímpicos

norteamericanos.

77
Escuela de Entrenadores César Luis Menotti

Claudio Tamburrini, en su libro ¿La mano de Dios? reflexiona sobre el doping.

Describe su propuesta de eliminar los controles y las consecuencias que esto generaría.

A su criterio, le daría la misma oportunidad a todos los deportistas, sin importar su

origen o el poderío económico de su país. Por mi parte, intuyo que las diferencias

seguirían existiendo, que le evolución tecnológica beneficiaría a unos más que a

otros, pero no niego que es un tema interesante y debería debatirse

Está claro que para lograr lo que logró, Lance Armstrong tenía condiciones

atléticas superiores a la media. También se sabe que hizo los sacrificios necesarios para

conseguir sus títulos y que, para lograrlos, competía aprovechándose de procedimientos

no permitidos e inalcanzables para otros ciclistas.

El caso de Lance Armstrong es una muestra más, por si no lo sabía, de que el

deporte de alto rendimiento no es deporte para la salud.

78
Escuela de Entrenadores César Luis Menotti

XXIX. – EL CICLISMO, EL FÚTBOL Y LOS EUFEMISMOS DE EUFEMIANO

(Los planes de dopaje)

Comenzaba marzo del 2006, cuando la Guardia Civil española inició la vigilancia

sobre el laboratorio del hematólogo Merino Batres. Los informantes anónimos decían

que en el lugar se realizaban prácticas ilegales de análisis y almacenaje de sangre. A

partir de la investigación se develó que había una relación entre el dueño del

establecimiento (el propio Batres) y un grupo de médicos dirigidos por el Dr. Eufemiano

Fuentes. También se descubrió que al mencionado establecimiento acudían con

frecuencia distintos deportistas profesionales y que en varios inmuebles relacionados con

los involucrados, en Madrid y en Zaragoza, se guardaban medicamentos dopantes y

bolsas congeladas con plasma y glóbulos rojos.

Ha transcurrido ya casi una década desde el comienzo de la mediática Operación

Puerto, con idas y vueltas a nivel judicial y un suicidio confuso (Alberto León supuesto

“delivery boy” en la trama de Eufemiano apareció ahorcado en su casa). El caso Fuentes

salpicó a todo el deporte español. La gran mayoría de los deportistas involucrados en la

investigación han abandonado el alto rendimiento o están en vísperas de hacerlo: sea

por el paso del tiempo o como consecuencia de esas prácticas non sanctas. La detección

de la eritropoyetina (EPO) exógena, otrora indetectable, se convirtió en un proceso de

rutina en los controles antidoping y el futuro del dopaje se disputa en otro campo. Pero

para no marearnos, vayamos por partes.

79
Escuela de Entrenadores César Luis Menotti

Los guiñoles, marionetas televisivas francesas, se hicieron eco de la condena del

Tribunal de Arbitraje del Deporte (TAS) contra el ciclista español Alberto Contador. La

parodia dejaba soslayar una idea: los éxitos españoles de esta última década se

sostenían en la ayuda extra que recibían los deportistas. Con el paso del tiempo se

fueron acumulando los registros de campeones espurios y también se generaron dudas

sobre otros deportistas no condenados pero sospechados. Pese a la falta de sentencias

firmes, en algunos casos, el daño a la imagen del deporte español estaba consumado y

los guiñoles sacaban provecho.

El ciclismo ha sido históricamente el mascaron de proa en materia de doping.

Icónico en un conjunto de deportes individuales de alta demanda física, no casualmente

ocupaba un lugar de privilegio en la listas de Eufemiano. Hay que reconocer que las

prácticas de Fuentes también se esparcían por otros campos y se sospecha que incluso

llegaron al fútbol (un deporte más técnico y no tan afín a estos procedimientos).

Aparentemente, los registros de pagos oscuros, la denuncia de un ex directivo y los

códigos encontrados entre las pertenencias del acusado, harían sospechar que la Real

Sociedad, el equipo vasco de San Sebastián, habría contado con una ayuda extra de

Eufemiano para pelear el título (terminó subcampeón) en la Liga 2002/2003.

Lamentablemente o afortunadamente, dependiendo de dónde se lo mire, en la

actualidad no se cuenta con material biológico que pruebe o descarté las sospechas. No

hay nada, salvo escuchar los testimonios que, tarde o temprano quedarán en el olvido.

La evolución de los controles antidoping llevó a que las recetas magistrales

indetectables del Dr. Fuentes (que incluían hormona de crecimiento, insulina, factores de

80
Escuela de Entrenadores César Luis Menotti

crecimiento (IGF-1) y anabolizantes) hoy tendrían severos inconvenientes para pasar

inadvertidas. La peligrosa carrera entre policías y ladrones en que se ha transformado la

relación entre la Agencia Mundial (WADA) y los deportistas tramposos ha llevado al

doping a otro nivel. El viejo análisis de orina ha quedado vetusto como forma de control

frente a la cercana existencia del doping genético.

En estos días, Eufemiano Fuentes, Alfredo Córdova, Yolanda Fuentes y José Luis

Merino Batres están enfrentando al Tribunal de Justicia de España imputados por atentar

contra la salud pública, un delito por el cual la condena máxima es de 2 años. Los

imputados no fueron obligados a denunciar a sus contratantes pese a que Eufemiano se

mostró predispuesto a hacerlo si el juez se lo solicitare. Curiosamente, por el momento,

su señoría no está interesada en conocer a los implicados, por lo tanto muchos

deportistas y dirigentes ibéricos han respirado aliviados. Los códigos personales, esos

eufemismos diseñados por el médico canario pero escogidos por los propios

consumidores, no podrán descifrarse sin contar con el aporte de “Ufe”. Que se

identifiquen o no a los culpables puede que no sea obligatorio en el juzgado pero es

imperativo en las pistas y en los campos de juego. ¿O quieren hacernos creer que Lance

Armstrong ha sido el único triunfador dopado?

81
Escuela de Entrenadores César Luis Menotti

XXXI.– LA COCINA DE AUSTRALIA

(El Calor)

Lo nuestro creció en México, cuando ellos, que estaban en los palcos con aire

acondicionado o con negros abanicándolos, nos hacían jugar al mediodía…. Y lo que no

terminaba de entender el “cabeza de termo” de Havelange era que yo no quería ni

quiero arruinarle el negocio, ¡no! Pero quería que entendiera, sí, que la clave de todo

este negocio, de todo este espectáculo, éramos nosotros, los jugadores porque

Havelange y Blatter, con pantaloncitos cortos, hacen el ridículo”.

Diego Maradona sobre la Copa del Mundo de México 86.

La práctica deportiva y el calor extremo no se llevan bien. Si bien la ciencia es

concluyente al certificar la merma en el rendimiento del deportista y el riesgo generado

por la hipertermia excesiva (aumento de la temperatura corporal, en este caso, producto

de la actividad física), los calendarios y las obligaciones del negocio deportivo siguen

primando, y sometiendo a los atletas a regímenes inhumanos.

El Abierto de Australia es uno de los cuatro torneos más importantes del

calendario tenístico y una muestra feroz de lo que puede causar el calor extremo en el

deporte: con más de 40° de temperatura, bajo un sol pleno y sobre una carpeta sintética

que incrementa la sensación de agobio, los tenistas se debaten entre la vida y la derrota.

82
Escuela de Entrenadores César Luis Menotti

La enfermedad por calor (heat illness), popularmente llamada insolación, es un

cuadro que se supone benigno pero puede llegar a ser dramático. Sed, dolor de cabeza,

mareos y debilidad muscular son las sensaciones del atleta; y entre los signos se

observa: sudor frío, temperatura corporal que ronda los 40° y, en los casos graves,

alteraciones del grado de conciencia (letargia, obnubilación y estupor). Se la combate a

través de la buena hidratación y correcta alimentación, enfriamiento corporal a través de

accesorios (hielo o gel) y disminución del tiempo de exposición solar.

El tenis, por ejemplo, no trata por igual a hombres y mujeres. El circuito femenino

(WTA) posee una política de gestión del calor extremo ( extreme heat policy), que es un

protocolo de actuación frente a altas temperaturas, con medidas especiales como: un

descanso en el vestuario de diez minutos entre el segundo y tercer set, y/o hasta la

suspensión del partido. Estas determinaciones se aplican de acuerdo a un índice de calor

extremo que se calcula a partir de una fórmula matemática, que toma en consideración

varios factores: temperatura, humedad y extras como nubosidad y viento entre otros. Por

el contrario, el circuito de hombres (ATP), con partidos a cinco sets en los Grand Slam,

no utiliza esta herramienta ni aplica determinaciones intermedias: es suspensión del

encuentro o nada. “La regla es diferente para hombres y mujeres y no entiendo por

qué”, reclamó en un Abierto el británico Andy Murray, haciendo público un

cuestionamiento que se escucha con frecuencia en el vestuario.

Por su parte, en el fútbol, la determinación queda a criterio del árbitro y, en la

mayoría de los casos, depende de las costumbres del lugar. Por ejemplo en Guayaquil

(Ecuador), cuando jugué con el Barcelona (temporada 2005), me llamó la atención que

83
Escuela de Entrenadores César Luis Menotti

los partidos jamás se paraban por el calor, a pesar de que fuesen las tres de la tarde,

con más de treinta grados de temperatura y con la cancha húmeda adrede para que los

rivales que venían de la Sierra (altura) no pudieran ni moverse. Para ordenar estos

arbitrios, en la última Copa del Mundo en Brasil 2014, se utilizó un dispositivo que medía

la temperatura y la sensación térmica en el campo de juego y se obligaba al árbitro a

detener el encuentro si la temperatura superaba los 32°.

“Vi a Snoopy… Comencé a alucinar un poco en el primer set y pensé: ‘Esto es

raro’. No creo que sea correcto enviar a la gente a jugar. Pero es así, hasta que alguien

muera en la cancha. El sol te calienta el cuerpo, te quema el cerebro”, describió el tenista

canadiense Frank Dancevic en el Abierto de 2014. La misma idea han defendido

históricamente la mayoría de los tenistas, afectados frecuentemente por dolores de

cabeza, mareos y calambres, sumadas a los dolores típicos de la competencia. Una vez,

el francés Jo-Wilfried Tsonga dio una descripción fantástica de neto tinte culinario:

“Jamás jugué bajo estas condiciones; hoy podría haberse frito un huevo sobre el

cemento”.

En Australia, pese a que los tenistas, asistentes y público se desplomen por el

calor como insectos frente al Baygon (diez deserciones en tres días de disputa, es el

récord de retiros en un torneo durante la Era Abierta), las autoridades retacean hasta

último momento las suspensiones. La televisión es la que pone las reglas: el show

siempre debe continuar. Como no hay cohesión entre los tenistas, no existe una barrera

de defensa ante el atropello. Como está visto, el problema no es exclusivo del tenis, ni

de estos tiempos. Como cierre es menester recordar la profecía incumplida, de mediados

84
Escuela de Entrenadores César Luis Menotti

de 1995, del mayor aforista deportivo del último siglo: “Estamos organizando la reunión

del sindicato mundial. Se acaba eso de jugar al mediodía, mientras Havelange se castiga

con pizza y champagne en el palco”. Una idea que Maradona quiso llevar a la práctica,

pero nunca prosperó.

85
Escuela de Entrenadores César Luis Menotti

XXXII. – EL FÚTBOL Y LA PASTILLITA AZUL

(La altura)

“En la altura, la pelota no dobla” dijo Daniel Passarella en su ciclo como

entrenador de la Selección Nacional, para justificar la derrota por Eliminatorias ante

Ecuador en Quito. No abundó en más detalles exculpatorios, dado que el atípico

movimiento del balón es uno de las diferentes factores que condicionan el “fútbol de

altura”. El vuelo anómalo de la pelota es un hecho objetivable y ecuánime, porque afecta

a todos por igual, pero hay otros aspectos condicionantes que son más personales y que

cada jugador los sufre a su manera, tanto sea en el cuerpo como en la cabeza.

Para esa misma época, a finales del siglo pasado, un grupo de investigadores de Pfizer

que desconocían las características del “fútbol de altura” pero entendían mucho sobre

fármacos, descubrieron una droga que marcaría un antes y un después. En la búsqueda

por encontrar un remedio para atenuar la hipertensión arterial, jamás imaginaron que su

trabajo los llevaría a la fama. Su invención, el sildenafil (un componente químico

perteneciente a la familia de las pirazolopirimidinas), se hizo popular por modificar los

hábitos sexuales de la sociedad.

Fue en los laboratorios de Dover (Inglaterra), donde David Roberts y Simon

Campbell diseñaron esta droga que luego tomó color azul y se hizo popularmente

conocida como Viagra. Es que en los ensayos clínicos iniciales con animales y en los

86
Escuela de Entrenadores César Luis Menotti

realizados en el Hospital de Morriston de Swansea (Gales) se demostró que el sildenafil

no alcanzaba estándares aceptables para combatir la hipertensión pero tenía efectos

colaterales insospechados y altamente gratificantes.

El sildenafilo (compuesto UK-92,480) comenzó a comercializarse directamente

como tratamiento para la disfunción eréctil y, recién varios meses después, se descubrió

el efecto positivo para combatir la hipertensión arterial pulmonar (el flujo sanguíneo que

va desde el ventrículo derecho al pulmón y vuelve con sangre oxigenada hacia la

aurícula izquierda). Como era de esperarse, de inmediato, la pastillita azul se convirtió en

un gran éxito en ventas para Pfizer y, en menos de dos años, facturó más de mil

millones de dólares con su sorprendente descubrimiento.

Con el tiempo, su utilidad se extendió más allá de los dormitorios y cobró

relevancia como tratamiento para el “Mal de Altura” en el montañismo. No pasó mucho

tiempo hasta que también empezó a administrarse en el deporte, como suplemento

ergogénico para las competencias en la altura.

A ciencia cierta, no está claro quién fue el pionero en su uso dentro del ámbito del

deporte profesional pero, desde hace un par de años, se ha popularizado en diferentes

competencias, especialmente en las ligas de béisbol y de fútbol americano en los

Estados Unidos. La Agencia Mundial Antidopaje (WADA) en su último comunicado sobre

el tema (en 2008), se dio por notificada sobre el efecto beneficioso para el rendimiento

deportivo en altitudes elevadas, pero adujo que no prohibía el uso porque llevaba a

cabo estudios específicos para conocer la magnitud del efecto. Por el momento, no

87
Escuela de Entrenadores César Luis Menotti

hubo noticias sobre las investigaciones coordinadas por el ente y el compuesto sigue

fuera de la lista de prohibiciones.

Ojala se hubiese descubierto el efecto del Sildenafil, cuando me tocó jugar en la

altura. Creo que ha sido de las peores experiencias vividas dentro de una cancha. Al

principio parece que está todo bien, pero después del primer pique intenso no hay

forma de recuperarse del esfuerzo. Eso que comúnmente se llama “cambiar el aire”, es

algo que no pasa en la altura. La falta de aire se va acumulando con el paso de los

minutos y al concluir el partido el cansancio es único e indescriptible, como si el juego

hubiese durado el doble de tiempo.

Lo que se hace más habitualmente es llegar a la ciudad, un par de horas antes, lo

más cerca posible del inicio del partido. Pero siempre hay algún empirista que dice que

la altura es un mito y hace cosas que no son esperables. Cuando nadie lo recomendaba,

a mí me tocó dormir en la altura, la noche previa a un partido contra Deportivo Quito.

Era el debut de Pedro Marchetta en su segundo ciclo como entrenador del Barcelona y

llegó diciéndole a todos que no había que preocuparse con la altura. Al principio no

estaba muy claro el motivo por el cual había decidido pasar la noche en Quito y no

llegar a la mañana siguiente como lo hacíamos siempre. A la mayoría nos costó

descansar correctamente a la noche. Por la menor presión de oxígeno, el sueño es más

liviano y es común despertarse durante la noche. Como era de esperarse no solo nos

costó dormir, también nos costó el partido. Perdimos 5 a 0.

Es común en los equipos de elite, previo a disputar un partido de estas

características, testear la reacción de los jugadores a la “deuda de oxígeno” que genera

88
Escuela de Entrenadores César Luis Menotti

la altura. El summun, en cuanto a pruebas, es la ergometría dentro de cámaras

hipobáricas que simulan los efectos gaseosos de la altura (menor presión de oxígeno). El

jugador que mejor reacciona ante esas condiciones tiene mayores posibilidades de

rendir correctamente después durante la competencia.

En el fútbol, el Viagra ya ha sido utilizado con anterioridad en muchas

oportunidades, principalmente en Sudamérica, cuando los equipos del llano viajan a a

jugar en la altura (Bolivia o Perú). Si algo le faltaba a la pastilla azul para ganarse el

cariño eterno, era convertirse en la única droga capaz de influir en los dos tópicos

básicos de conversación del hombre: el Viagra te ayuda en el sexo y también para jugar

al fútbol.

Más no se le puede pedir.

89
Escuela de Entrenadores César Luis Menotti

XXXIII.– RIVER, EL CÁNCER Y EL TURF

(El terreno de juego)

Don Juan Aurich Pastor era el dueño de “la hacienda” de Batangrande, poblado

del departamento de Lambayeque, en el Noroeste Peruano. El 3 de septiembre de 1922,

un grupo de trabajadores de la hacienda, decidió conformar un equipo de fútbol y,

como no podía ser de otra manera, le pusieron el nombre de su jefe. El club fue

creciendo hasta nuestros sin días sin cambiar su nombre pero sí de sede (al absorber al

Club Social Deportivo Mariscal Nieto de Chiclayo). Entre sus palmares posee dos títulos

de Liga y dos de Copa, además de haber sido el “primer equipo no limeño” que llegó a

disputar una Libertadores (en 1969). Hace más de diez años, su estadio fue elegido

como sede del Mundial Sub17 “Perú 2005” y gracias a eso ostenta el privilegio de ser de

los primeros recintos en Sudamérica, habilitados por FIFA, con césped sintético.

El vínculo entre el sintético y el fútbol se refuerza cuando la FIFA eligió a los

Estados Unidos como sede de la Copa del Mundo de 1994. Allí surgió una controversia

en torno a dos estadios, en los que se exigió la sustitución del césped artificial por pasto

natural. Curiosamente, el Pontiac Silverdome de Detroit y el Giants Stadium de New

Jersey, hoy ya no existen como tales: el primero está en ruinas (pasó a la historia como

el primer estadio cubierto donde se disputó un partido mundialista) y el otro ya fue

demolido.

90
Escuela de Entrenadores César Luis Menotti

El asunto quedó rondando en la cabeza de las autoridades de la FIFA, que

comenzaron con un trabajo de evaluación desembocando, a mediados del 2003, en la

disputa del primer torneo oficial sobre césped sintético. Fue en el estadio Töölö de

Helsinki durante el Campeonato Mundial Sub 17 “Finlandia 2003”. Un equipo argentino

dirigido por Hugo Tocalli, donde jugaban Gago, Ustari, Garay y Pablo Alvarado entre

otros, se convirtió en el primer representante nacional en disputar un partido oficial

sobre césped sintético.

“No recuerdo mucho la previa del partido con Colombia (por el tercer puesto),

sólo que entrenamos el día anterior y que nos llamó mucho la atención lo rápida que

era la cancha. En un pelotazo largo la pelota casi no picaba, salía rasante, haciendo

sapito. Arrancamos ganando y nos empataron de penal. El partido terminó así y luego

ganamos en la serie de penales”, recordó Pablo Alvarado, sobre su experiencia pionera

con la juvenil.

Con el paso del tiempo, los terrenos de césped artificial han ido progresando y la

FIFA encontró un nuevo nicho de explotación comercial. El FIFA Quality Concept for

Football Turf es un manual de más de cien páginas donde se especifican los requisitos y

cualidades de los terrenos para ser aprobados. Los desarrolladores destacan la evolución

tecnológica aplicada, desestimando la comparación de la modernidad con los terrenos

antiguos o diseñados para otros deportes que antes existían. El sistema de legitimación

para canchas de césped artificial, ideado por FIFA, emite certificados con validez de tres

años a un costo que puede llegar hasta los 300.000 euros, dependiendo del nivel de

competencia requerido.

91
Escuela de Entrenadores César Luis Menotti

Por encima del costo económico, el principal problema que históricamente ha

tenido el pasto sintético fue la aceptación de los protagonistas. Para los dirigentes es el

futuro del deporte porque se adapta mejor a las diferentes condiciones meteorológicas y

porque su mantenimiento es más sencillo; por el contrario, para los jugadores, es un

dolor de cabeza (y de otras partes del cuerpo también). Al momento de argumentar la

defensa del pasto sintético, el presidente de FIFA, Joseph Blatter, habitualmente cita al

Dr. Wolfgang Potthast de la Universidad de Koln (Colonia, Alemania) y su estudio sobre

los nulos efectos de un césped sintético en el desarrollo de un partido de fútbol.

La realidad es la vivida, no la que cuentan los teóricos del laboratorio. Por lo cual,

quien haya experimentado ambos terrenos, puede dar fe que las sensaciones generadas

por una buena cancha de pasto no se replican ni en el mejor césped artificial. Además

de no brindar las mismas sensaciones, el sintético también aumenta los riesgos: desde

las banales y comúnmente sufridas ampollas por hipertermia y las quemaduras por

raspones, pasando por los esguinces a causa de desplazamientos anómalos, hasta la

mayor tasa de ruptura del ligamento cruzado anterior de la rodilla (por mayor fricción) y

de traumatismos craneoencefálicos (por menor amortiguación).

Por este motivo, el 1 de octubre de 2014, representadas por un buffet de

abogados de Hampton Dellinger, un grupo de las mejores futbolistas del mundo (entre

ellas Abby Wambach, Nadine Angerer y Heather O’Reilly) presentaron una demanda

contra FIFA en los Tribunales de Derechos Humanos de Ontario. Reclamaban rever la

postura de disputar en grama artificial, todos los partidos de la Copa del Mundo Canadá

92
Escuela de Entrenadores César Luis Menotti

2015. Pese a que los jueces les dieran la razón, la rebelión no prosperó porque FIFA no

se atiene a los tribunales ordinarios nacionales.

Pero más allá de estos registros, hay un punto oscuro del sintético al que no se

hace mención. Los granos negros de caucho neumático que se usan para aumentar la

amortiguación del terreno y reducir su fricción, contienen carcinógenos y sustancias

químicas (como benceno, carbono y plomo). Hay evidencia científica reciente, en jóvenes

arqueros de fútbol de los Estados Unidos, que demuestra la existencia de un vínculo

entre la mayor exposición al caucho y ciertos tumores de la sangre (linfomas y

leucemias), a pesar de que no está claro si es por el contacto o por la inhalación (el olor

rancio a químicos se exacerba con el calor).

93
Escuela de Entrenadores César Luis Menotti

XXXVII.– OLIMPISMO RELOADED

(Ciencia y deporte)

“El futuro llegó, hace rato. Todo un palo, ya lo ves”, cantan los Redonditos en una

de sus canciones más emblemáticas. Lo mismo podrían cantar los atletas olímpicos,

como himno y lema, de su lucha eterna por ser cada día más rápidos, más fuertes y por

saltar más alto.

Oscar Leonard Carl Pistorius y Caster Semenya son dos de los atletas que

compitieron en las pruebas de atletismo de los Juegos Olímpicos de Londres 2012. Ellos,

probablemente sin tener plena conciencia, llevaron al deporte a una dimensión

desconocida. Como dice la canción, el futuro ya llegó y lo que en un momento pareció

inviable, hoy está al alcance de la mano. No habrá que sorprenderse si en los próximos

Juegos Olímpicos, aparecen muchos Pistorius y otras tantas Semenyas.

Oscar Carl Pistorius es sudafricano y fue el primer atleta amputado en disputar un

Juego Olímpico: corrió en el London Olimpic Stadium la prueba individual de 400 metros

(pese a no conseguir la marca mínima clasificatoria) y los 4×400 metros en posta de

relevos. Pistorius sufrió una malformación congénita en las piernas. Al nacer sin peronés

(uno de los dos huesos de la pierna) sus tobillos no se desarrollaron normalmente y sus

padres debieron enfrentar una dolorosa decisión. O dejaban al niño como había nacido

y su desarrollo motor se condicionaba completamente a la malformación o, pensando en

su mejor desarrollo a futuro, decidían amputarle ambas piernas, dejando un muñón por

94
Escuela de Entrenadores César Luis Menotti

debajo de sus rodillas que le permitiera adaptarse a las prótesis de pequeño. Ante el

escenario sombrío, a los once meses de vida, se inclinaron por la segunda opción.

Sobre este episodio traumático, el sudafricano afirma que siempre pensó que la

decisión de sus padres había sido la adecuada, que no tiene nada para reprocharles y

que, gracias a ellos, llegó a ser lo que es hoy. Su madre lo vio crecer pero falleció de

manera sorpresiva hace ocho años y no pudo ver cumplido el máximo anhelo de su hijo.

Sin embargo, Oscar, siempre la tiene presente, a través de una carta que le dejó como

legado cuando era pequeño: “Un perdedor no es quien llega último. Un perdedor es

aquel que se sienta, mira y nunca intenta correr”.

La particularidad principal de este joven de 25 años, 90 kilos y 1,86 metros de

estatura (con sus prótesis de fibra de carbono Cheetah Flex-Foot) es que recorre los 400

metros llanos en 45,07 segundos. Bautizado cariñosamente Blade Runner (corredor con

cuchillas), se colgó ya cuatro medallas doradas, entre los Juegos Paraolímpicos de Atenas

2004 y de Beijing 2008, pero su anhelo mayor era correr con los mejores. Por eso, al

conseguir su cometido, Oscar Leonard Carl Pistorius, “el hombre biónico del planeta”, se

convirtió en una de las mayores atracciones de Londres 2012. Su presencia, en el evento,

fue la representación más concreta de la tecnología aplicada al deporte de toda la

historia de los Juegos. En los 400 metros consiguió clasificar a las semifinales. En 2013

Pistorius volvió a la tapa de los diarios. Pero ya no por su lucha ni por sus virtudes

deportivas, sino por el asesinato de su novia.

El caso de Caster Semenya fue igual de novedoso para los Juegos Olímpicos pero

técnicamente diferente. Curiosamente, Semenya también es sudafricana pero de raza

95
Escuela de Entrenadores César Luis Menotti

negra. Su origen y el de Pistorius, son la antítesis perfecta. Mientras Oscar creció con

todas las posibilidades, en un distrito elegante de Johannesburgo (Sandton), Castor lo

hizo en un pequeño poblado rural cerca de Polokwane (en la frontera norte de

Sudáfrica, lindante con Botsuana y Zimbabue). Siempre fue considerada una mujer. Así

fue inscripta por el registro civil sudafricano y fue educada por su familia, pero su

impresionante aptitud deportiva puso en tela de juicio esa identidad.

En agosto de 2009, en el Mundial de Atletismo de Berlín, Semenya ganó la

medalla dorada en los 800 metros llanos, con un tiempo de 1:55:45 (el mejor tiempo del

año), y disparó la llama de la polémica que se venía gestando alrededor de su

rendimiento. A partir de aquel día quedó provisoriamente suspendida. Como motivo

argumentaron la necesidad de realizarle exámenes más exhaustivos (entre ellos las

pruebas de género) para determinar las causas de su elevado nivel de testosterona en

sangre (tres veces mayor al de cualquier mujer). Lo que ocurría con Semenya era un

secreto a voces que los resultados deportivos transformaron en vox populi: Castor es

hermafrodita.

Ahora, científicos y burócratas administrativos debían ponerse de acuerdo y

definir el camino a seguir, la decisión no era fácil. Pasó casi un año, hasta julio de 2010,

cuando finalmente optaron por levantarle la prohibición para competir. En su

comunicado, el ente mundial del Atletismo (IAAF) fue muy escueto y no aclaró el motivo

de la suspensión. Decir que la atleta sudafricana sufría una enfermedad genética de los

cromosomas sexuales que permitían explicar sus altos niveles hormonales y la

masculinidad de algunos de sus rasgos se convirtió en un tabú.

96
Escuela de Entrenadores César Luis Menotti

Durante el desfile de inauguración, Semenya portó la bandera de la delegación

sudafricana. Su lucha, y la de su país, en defensa de sus derechos como atleta la

posicionaron en un lugar de relevancia del nuevo escenario en materia deportiva. Es de

público conocimiento que en los primeros Juegos Olímpicos (de la Edad Antigua), los

deportistas consumían sustancias estimulantes para ganar. El antidoping surgió para

combatir esa competencia desleal o desventajosa de los deportistas estimulados. Entre

las sustancias prohibidas están hormonas esteroideas: entre ellas la testosterona y sus

derivados. Debido a su alteración genética, Semenya secreta tres veces más testosterona

que sus rivales. Entonces cabe preguntarse, ¿esto no es acaso una ventaja deportiva?

Castor Semenya conquistó, en Londres, la medalla plateada en los 800 metros.

Un caso similar al de Semenya fue el del esquiador de fondo finlandés Eero

Mäntyranta, que ganó medallas de oro en los Juegos Olímpicos de Invierno del ’60 y el

’64. Años después de dejar la práctica deportiva, le detectaron niveles anormalmente

altos de hemoglobina (proteína transportadora de oxígeno de los glóbulos rojos). Al

estudiarlo le detectaron una mutación en la codificación genética y generaba una mayor

expresión de la hormona eritropoyetina. La cascada de eventos nace en la alteración del

gen y lleva a: una mayor cantidad de hormonas en sangre, mayor producción de

glóbulos rojos, mayor capacidad de transporte de oxígeno, mayor umbral de lactato y

concluye en la mejor performance física.

Como la ciencia avanza, la tecnología y la genética se entremezclan con el

deporte. Existe abundante literatura científica que confirma la presencia de ciertos genes

favorecedores para el deporte de alto rendimiento. Está comprobado que la mayoría de

97
Escuela de Entrenadores César Luis Menotti

los velocistas olímpicos poseen el alelo 577R, “el alelo del sprint”, una variante genómica

del ACTN3. La posibilidad de obtener mejoras a través de modificaciones genéticas es

una realidad. El proceso de inserción de una modificación en el genoma es una realidad.

¿Por qué no habría de permitírsele a un deportista equiparar sus posibilidades genéticas

con la de sus rivales? El mundo del olimpismo se debate ante la cercanía de un cambio

de paradigma: es que el futuro llegó como vos no lo esperabas, todo un palo, ya lo ves .

98
Escuela de Entrenadores César Luis Menotti

XXXVIII.– UNA HISTORIA DE JAIMES, HARBISSON Y PISTORIUS

(Avances tecnológicos)

La competencia atlética entre Kaos y Control estaba finalizando. Los equipos no

se sacaban diferencias y la disputa se dirimiría en la última prueba: la carrera de la milla.

Jaime, el representante del equipo Control, aventajaba a sus rivales por amplio margen

pero, a centímetros de la raya, se detuvo. Maxwell Smart, el Agente 86, parado al

costado de la raya, lo conminaba a hacer un esfuerzo final para cruzar la raya pero el

androide respondió: “Ya no me queda más energía, Jefe”.

Get Smart (1965-1970)

En el último siglo de historia, la humanidad ha fantaseado en lograr una simbiosis

competitiva entre el hombre y la máquina. Martin Caidin creó a Steve Austin, en su

novela Cyborg (1972), un aviador militar al que luego de un grave accidente le colocan

un ojo, dos piernas y un brazo biónico que le permite ver más lejos, correr más rápido y

ser más fuerte. En esta historia se basó la serie televisiva The six millon dollar man (más

comúnmente conocida como El hombre nuclear), luego siguieron con la tónica: Blade

runner, Terminator, Robocop y Matrix, entre tantas otras.

A mediados del 2004, cuando las autoridades británicas le permitieron posar en la

foto del pasaporte con su “eyeborg” (un dispositivo electrónico conectado a la

cabeza), Neil Harbisson entró en la historia de la humanidad como el primer “Cyborg”

99
Escuela de Entrenadores César Luis Menotti

reconocido por un Estado. El artista inglés padece una enfermedad congénita llamada

acromatopsia que no le permite diferenciar los colores; el dispositivo compensa esta

discapacidad a través de la emisión de diferentes ondas sonoras que el cerebro de Neil

traduce en colores. La foto del pasaporte deja constancia de que el dispositivo ya no es

un objeto externo, sino parte de la propia identidad de Harbisson.

El hombre ha ingresado en una era donde su convivencia con las máquinas es

diaria y frecuente. Con dispositivos adosados al cuerpo, el individuo puede ser más

fuerte, más hábil y más potente. También le sirve para expresarse en plenitud, con la

naturalidad que puede haber perdido, producto de una lesión o del paso del tiempo. La

tecnología sigue avanzando con el fin de cerrar esa brecha, la distancia existente entre la

limitación humana y su verdadero potencial. Con el componente biónico se busca una

fusión entre la biología y la tecnología: en lo mecánico (en el ensamblado), en lo

dinámico (en su articulación) y en lo eléctrico (en la comunicación entre el componente

externo y el sistema nervioso).

Hugh Herr es el director del BioMechatronics Media Lab en el MIT (Massachusetts

Institute of Technology), donde trabaja como experimentador y como conejillo de indias.

Sí, Hugh “atiende de los dos lados del mostrador” porque al conocimiento científico le

“suma” su incapacidad física: es amputado de ambas piernas. Por lo tanto, primero

diseña las prótesis biónicas y, después, las prueba. Con su equipo de trabajo,

probablemente estará presente el 8 de octubre de 2016, en Zúrich (Suiza), cuando

comience Cybathlon: una competencia destinada a personas con discapacidad que

utilizan dispositivos asistenciales con tecnología robótica. El evento lo organiza el Centro

100
Escuela de Entrenadores César Luis Menotti

Nacional Suizo de Competencia en Investigación y Robótica ( Robotics NCCR) y tiene

como objetivo principal brindar una plataforma que sirva para el desarrollo de nuevas

tecnologías de asistencia, fomentar la evolución en el campo de la robótica y generar

una mejora en la calidad de vida de las personas con discapacidad. Por este motivo, la

premiación tendrá reconocimientos compartidos (al igual que en el automovilismo): para

el piloto que impulsa el dispositivo y para la “escudería” que provee la tecnología.

La competencia se dividirá en seis especialidades de acuerdo al grado de lesión

del individuo y al equipamiento tecnológico utilizado: exoesqueletos, prótesis

motorizadas, sillas de ruedas eléctricas, músculos estimulados eléctricamente y/o

interfaces cerebro-computarizadas. Aquí radica la diferencia del Cybathlon con los

Juegos Paraolímpicos, donde se compite con prótesis pero la energía es provista

únicamente por el individuo.

La disciplina para personas con menor capacidad de movimiento (ej:

cuadripléjicos) es la BCI (Brain Computer Interface), donde el atleta compite manejando

un dispositivo virtual a través de electrodos y sensores colocados en la cabeza (y

conectados a una computadora), en una especie de carrera de videojuego con estímulos

y obstáculos.

Con el atleta sentado hay dos variantes de carrera. Una competencia de triciclos

adaptados para lesionados medulares que son estimulados para pedalear por intermedio

de impulsos eléctricos a las motoneuronas que contraen los músculos (carrera de Bicis

FES) y la tradicional carrera con sillas de rueda motorizadas.

101
Escuela de Entrenadores César Luis Menotti

En las tres especialidades que restan, el atleta compite en bipedestación: ya sea

en pruebas de pericia y manejo (para prótesis en extremidades superiores) o en carreras

con obstáculos (para prótesis de miembros inferiores y para exosqueletos). El

exoesqueleto es un dispositivo mecánico que recubre al cuerpo (como si fuera un tutor)

disminuyendo la presión mecánica sobre el tejido biológico y permitiendo una mejor

performance en la actividad a realizar; mientras la prótesis funciona como parte del

cuerpo, el exoesqueleto es una contención externa.

Para Harbisson, “el ser humano está destinado a convertirse en cyborg; llevamos

siglos usando la tecnología como herramienta y el siguiente escalón es que pase a ser

parte de nuestro cuerpo”. El desafío para Cybathlon es convertirse en una herramienta

que aumente la cantidad de potenciales “Harbisson”, en lugar de transformarse en una

mera contienda que encumbre nuevos “Pistorius” motorizados.

La diferencia entre ampliar la base y elevar la cima, es grande.

102
Escuela de Entrenadores César Luis Menotti

XXXVII.– EL DEPORTE Y LA CAJA DE PANDORA

(Género)

Un par de días después de noquear en apenas diez segundos de pelea a su

primera contendiente con un brutal rodillazo, confesó en la revista Sports Illustrated que

en realidad nació hombre y se había realizado la cirugía de reasignación de género en el

año 2006. Hoy se llama Fallon Fox y es peleadora de Artes Marciales Mixtas (MMA) en

Ultimate Fighting Championship (UFC); pero de niño se llamaba Burton Boyd y soñaba

con ser mujer, como su hermana.

Ni bien se conoció la noticia, la condena no se hizo esperar. El luchador Matt

Mitrione, campeón de la UFC, la acusó de “mentiroso, enfermo, psicópata, monstruo

repugnante que puede tratarse con hormonas y cortar su pene, pero al fin de cuentas

sigue teniendo la misma estructura ósea de un hombre”. La campeona femenina Ronda

Rousey fue más delicada al decir que lo consideraba una ventaja y que no creía que

fuera justo.

A pesar del estupor generado tras su brutal knock-out y su confesión, Fox siguió

luchando contra mujeres. La Comisión de Boxeo del Estado de Florida, que le había

otorgado su licencia como mujer, se tomó un tiempo para consultar a especialistas pero

finalmente nada cambió. Fallon Fox, en poco tiempo, se convirtió en un producto

televisivo muy redituable. La cadena AXS, que tiene una larga historia en transmisiones

103
Escuela de Entrenadores César Luis Menotti

de lucha, reconoció a través de su fundador y presidente Mark Cuban que “ hay muchos

promotores interesados en la luchadora por lo que estamos realmente emocionados de

tener una tarjeta con Fallon Fox en AXS TV”. No hay duda de que hay mucho morbo y

curiosidad en torno a ella. Para la televisión, si tiene rating es bueno y si tiene mucho

rating es muy bueno.

Dentro de las ciencias hay posturas divididas. Algunos especialistas se oponen y

otros abalan la postura de Fallon Fox de competir contra mujeres. El doctor Eric Vilain,

director del Instituto para la Sociedad y Genética de la Universidad de Los Ángeles,

defendió a Fox y basó su postura en que los hombres transexuales femeninos tienen

mucho menos fuerza muscular y densidad ósea que los hombres, y mayor masa

grasa”. Argumentó que para luchar contra las mujeres, los atletas transexuales que se

sometieron a la cirugía después de la pubertad, deben demostrar que se completaron

los cambios anatómicos quirúrgicos (incluyendo genitales externos y gonadectomía) y

que llevan como mínimo dos años de terapia hormonal adecuada, administrada por un

endocrinólogo certificado y con experiencia en personas transgénero. En la actualidad,

hay asociaciones deportivas que consideran que esos dos años, son tiempo suficiente

para eliminar las hormonas masculinas que otorgan una ventaja de género al momento

de la competencia deportiva.

La polémica radica en que ni Vilain ni ningún otro profesional se arriesga a

certificar que, aun recibiendo tratamiento hormonal femenino, Fox no sea más fuerte

que las otras mujeres debido a su carga genética masculina. Ante esto, la respuesta

esgrimida por los defensores, es que al fin de cuentas un atleta que llega al alto

104
Escuela de Entrenadores César Luis Menotti

rendimiento generalmente posee una carga genética favorable para la práctica de ese

deporte: es probable que una basquetbolista haya sido la más alta de su cohorte y que

una atleta subsahariana tenga mayor capacidad aeróbica que una ibérica. Según este

argumento de azar genético excluirla sería discriminatorio.

La vida de Fallon Fox, antes de ser Fallon Fox, era la vida de Burton Boyd: un niño

que al terminar el colegio se alistó en la Marina norteamericana, aprendió técnicas de

combate, se casó con una mujer y tuvo un hijo. Posteriormente, disconforme y

deprimido, se alejó de todo y de todos tras confirmarle a sus padres, profundamente

religiosos, que se sentía una mujer. Comenzó a trabajar como transportista, para juntar

el dinero suficiente que le permitiera viajar a Tailandia. Allí, en 2006, se sometió al

procedimiento quirúrgico para cambiar de sexo y comenzó el proceso de transición

hormonal. De vuelta a su país, empezó una nueva vida ya como mujer. En 2008 se volcó

al gimnasio y empezó a boxear. El salto a las artes marciales mixtas se dio con

naturalidad, por sus conocimientos de técnicas de combate y por la flexibilidad de las

reglas de inclusión: difícilmente en un deporte convencional le hubieran otorgado esta

posibilidad.

Los que defienden a Fallon Fox dicen que no está ganando con fuerza bruta sola,

sino porque tiene grandes habilidades de lucha, y que su aparición pone sobre el tapete

el debate sobre los derechos de los transexuales. Los detractores dicen que se desarrolló

como hombre, que compitió contra hombres y que, pese a que ahora tenga valores

hormonales de mujer, sigue teniendo ventajas y puede ser muy peligroso para sus

contrincantes. Históricamente nuestra sociedad ha estipulado que hombres y mujeres

105
Escuela de Entrenadores César Luis Menotti

compitan por separado. La testosterona (hormona masculina) es la responsable de las

diferencias de fuerza y de resistencia, detectadas entre ambos sexos y principal motivo

para la diferenciación.

Hasta el momento hubo pocos casos de individuos con cromosomas sexuales XY

(hombre) que intentaran incorporarse a competencias femeninas (con cromosomas

sexuales XX). Reneé Richards fue el primero y se hizo famoso en los años 70` al ver

frustrada su intención de participar en el U.S.Open de damas, luego de disputar otros

torneos de tenis. En la actualidad, el caso más emblemático es el de Lana Lawless, la

golfista que está demandando a la entidad que gobierna el sistema, Ladies Professional

Golf Association (LPGA), porque no la dejan participar de las competencias en los

Estados Unidos.

El modelo de deporte como lo conocemos se está enfrentando a un gran enigma.

Los avances científicos y tecnológicos nos acercan a un mundo desconocido. Para

Thomas Kuhn, autor de La estructura de las revoluciones científicas , cuando aparecen

anomalías en un paradigma comienza el período de crisis porque “ la completa

constelación de creencias, valores y técnicas compartidas por los miembros de una

determinada comunidad” ha cambiado. Sin dudas, a la comunidad del deporte le está

pasando lo mismo.

106

También podría gustarte