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IMPROCEDENCIA DE LA ACCIÓN DE TUTELA CONTRA PROVIDENCIA

JUDICIAL

De manera que en este asunto, la Sala debe ratificarse en su posición de


improcedencia de la tutela cuando se dirige a variar el sentido de la decisión
contenida en dos providencias que se pretenden se tutelen, dejándolas sin
efectos. Más aun cuando, como en el presente caso, que el demandante solicitó
ser tenido como coadyuvante del actor en el proceso de simple nulidad que cursa
en la Sección Cuarta contra los boletines del Banco de la República proferidos
entre el 11 de agosto de 2000 y el 7 de noviembre de 2007 que certifican los
valores de la UVR y que dicha solicitud fue aceptada por auto de 26 de agosto de
2009, como se puede constatar a folio 48 del expediente. En el evento sometido a
consideración las pretensiones del actor equivaldrían a que se le suprima validez a
la decisión de negar la medida de suspensión provisional y que, en su defecto, se
acceda a ella. Además, aceptar tal pretensión, implicaría desconocer los principios
de seguridad jurídica, independencia y autonomía de los jueces consagrados en el
artículo 228 de la Carta Política.

CONSEJO DE ESTADO

SALA DE LO CONTENCIOSO ADMINISTRATIVO

SECCIÓN QUINTA

Consejera Ponente: SUSANA BUITRAGO VALENCIA

Bogotá D. C., diecisiete (17) de noviembre de dos mil once (2011)

Radicación número: 11001-03-15-000-2011-01199-00(AC)

Actor: GERMÁN ENCIZO MÉNDEZ

Demandado: MAGISTRADOS DE LA SECCIÓN CUARTA DEL CONSEJO DE


ESTADO Y OTROS

Asunto: Fallo primera instancia – providencia judicial

Procede la Sala a resolver la solicitud formulada, en nombre propio, por el señor


Germán Encizo Méndez, en ejercicio de la acción de tutela consagrada en la
Constitución Política, artículo 86, y desarrollada en los Decretos 2591 de 1991 y
306 de 1992.

ANTECEDENTES

1. La solicitud

El señor Germán Encizo Méndez, actuando en nombre propio, ejerce acción de


tutela contra los Magistrados de la Sección Cuarta del Consejo de Estado, el
Presidente de la Junta Directiva del Banco de la República y el Juez Segundo Civil
del Circuito de Girardot, en procura de la protección de los derechos
fundamentales a la igualdad, la defensa, el debido proceso, a la recta
administración de justicia y el derecho a una “vivienda digna.”

Tales derechos los considera vulnerados en virtud a una presunta vía de hecho
porque a su juicio las decisiones emitidas el 18 de septiembre de 2008 y el 24 de
septiembre de 2009 por la Sección Cuarta dentro del proceso Nº 2007-00051 que
negó la suspensión provisional contra los boletines del Banco de la República
publicados desde el 11 de agosto de 2000 hasta el 7 de noviembre de 2007,
desconocen la decisión que anuló el Decreto 234 de 2000 e infringen además los
derechos que cita, en razón a que con fundamento en tales boletines se dispuso la
ejecución del crédito que le fue otorgado por el Banco CONCASA, que
posteriormente pasó a ser BANCAFÉ y que en la actualidad es DAVIVIENDA y se
remató el bien inmueble referido en la tutela siendo demandante la CENTRAL DE
INVERSIONES S.A. hoy HENRY RAMÍREZ PAVA (Cesionario) (fl. 13), para
garantizar el pago de tal acreencia.

Como pretensiones el accionante formuló las siguientes:

“1. Se ordene conceder el amparo que por la vulneración al


derecho a la igualdad, a la defensa, al debido proceso, y por la
evidente vía de hecho, solicito de su Despacho obtener una
decisión que se equipare a las dispuestas en los fundamentos
de Derecho y Jurisprudenciales anotados ante asuntos con
similitud de condiciones.

2. Solicito la suspensión de la publicación de los boletines por


parte del Banco de la República y en aplicación de esta medida
cautelar se suspenda la diligencia de desalojo de mi vivienda
por el cartel del remate que lo hace por negocio a costillas del
más pobre, con la complacencia del Juzgado Segundo Civil del
Circuito de Girardot a cargo de Trino Fernando Morales
Cuesta.

3. Por la categoría de la demanda de nulidad de los boletines


de las unidades de UVR que publica el Banco de la República,
de importancia jurídica y trascendencia social, solicito se dé la
aplicación al artículo 130 del Código Contencioso
Administrativo, para que la Sala Plena del Consejo de Estado
avoque conocimiento de la demanda”.

El accionante apoya la solicitud de tutela en los hechos que se resumen, así:


1. Que en el año 2004 fue demandado en proceso ejecutivo hipotecario por el
Banco CONCASA, que posteriormente pasó a ser BANCAFÉ por un
particular ante el Juzgado Segundo Civil del Circuito de Girardot.
2. Ese Despacho libró mandamiento de pago “por 371.415,8502 UVR (sic)
sobrevaluadas, equivalentes en pesos $51.272.732,00 (sic) donde el crédito
lo viene liquidando el banco demandante en UVR, habiéndolo convertido a
dicha unidad inconstitucional (sic) unilateralmente”. (fl. 20)

3. Que el mencionado Juzgado profirió sentencia el 27 de junio de 2005,


decretando el remate del bien inmueble y la liquidación del crédito antes
mencionado.

4. Que la decisión del Juzgado anteriormente indicado omitió dar


cumplimiento a la nulidad del Decreto 234 de 2000, que profirió la Sección
Cuarta del Consejo de Estado el 1º de septiembre de 2005.

5. Manifestó que el 27 de noviembre de 2007 los señores Germán Manjarrés


Cabezas y Felipe Rincón Salgado presentaron ante la Sección Cuarta del
Consejo de Estado acción de nulidad contra los boletines expedidos por el
Banco de la República, referentes a los valores de la UVR en los que se
utilizaba para liquidar la variación anual porcentual así como la
metodología del cálculo establecida en el Decreto 234 de 2000.

En la mencionada acción se solicitó como medida cautelar la suspensión


provisional de los boletines emitidos por el Banco de la República desde el
11 de agosto de 2000 hasta el 7 de noviembre de 2007 con fundamento en
que tales boletines se emitieron en virtud del Decreto 234 de 2000 que fue
anulado mediante sentencia de 1º de septiembre de 2005 proferida por la
Sección Cuarta del Consejo de Estado.

6. La Sección Cuarta con ponencia del H. Consejero Héctor Romero Díaz, en


auto del 18 de septiembre de 2008, admitió la demanda de nulidad contra
los boletines del Banco de la República, pero negó la solicitud de suspensión
provisional, pues estimó que no salta a la vista la censura que los
demandantes atribuyen en el sentido de que los boletines fueron expedidos
con fundamento en el Decreto 234 de 2000. A juicio del tutelante, tal
decisión es equivocada porque es fácilmente verificable que el Banco de la
República ha seguido aplicando la metodología del Decreto 234 de 2000 ya
que desde el 1° de septiembre de 2005 la autoridad monetaria no ha
expedido reglamentación que modifique el método de cálculo de la
variación porcentual por actualización del UVR.

7. Que la Sección Cuarta de esta Corporación, al resolver recursos de


reposición, en auto del 24 de septiembre de 2009 confirmó la providencia
del 18 de septiembre de 2008 que negó la suspensión provisional del acto
demandado.

8. Dijo que el Banco de la República en los boletines, especialmente el No. 24,


aplicó la metodología del Decreto 234 de 2000, configurándose “un grave
incumplimiento de lo determinado al declararse su nulidad en la fecha
01/09/05 por la Consejera María Inés Ortiz Barbosa, en la Sección Cuarta
del Consejo de Estado” (fls. 24-25).

9. Informó que el Juzgado Segundo Civil del Circuito de Girardot efectuó el


remate del bien inmueble el 1 de junio de 2011 sobre un mandamiento de
pago y liquidación del crédito sobre unidades de cuenta UVR, viciadas de
nulidad y sobrevaluadas.

2. Trámite de la solicitud

La demanda fue presentada ante esta Corporación y por auto de 6 de septiembre


del 2011 se admitió y se negó la medida provisional solicitada.

3. Argumentos de la defensa en primera instancia

3.1. Consejo de Estado

La H. Consejera, doctora Martha Teresa Briceño de Valencia, en su calidad de


Presidenta de la Sección Cuarta de esta Corporación, contestó la demanda de la
referencia y rindió el respectivo informe de ley. Se opuso a las pretensiones con
fundamento en los siguientes argumentos:

 Que en esa Sección se tramita la acción de simple nulidad No. 110001-03-


27-000-2007-00051-00 promovida por los señores Germán Manjarrés
Cabezas y Felipe Rincón Salgado contra los boletines expedidos por el
Banco de la República entre el 11 de agosto de 2000 y el 7 de noviembre de
2007 para certificar el valor de la UVR.

 Que, mediante auto del 18 de septiembre de 2008, se admitió la demanda y


se negó la solicitud de suspensión provisional de los actos acusados, pues, a
juicio de esa Sala, los referidos boletines, contrario a lo dicho por la parte
actora, por una parte, actualmente no están surtiendo efectos y, por otro
lado, no fueron expedidos con sustento en el Decreto 234 de 2000, que fue
anulado por el Consejo de Estado.

 Que, al resolver la reposición interpuesta por la parte actora contra ese


auto, la Sección Cuarta, mediante providencia del 24 de septiembre de
2009, confirmó la decisión.

 En ese orden de ideas, es evidente que la presente tutela está dirigida


contra providencias judiciales y, por tanto, es improcedente.

 Que el proceso de simple nulidad que cuestiona ha sido adelantado en


debida forma y sin presencia de irregularidad alguna. Además, que por
auto de 26 de agosto de 2009 le fuera reconocida la calidad de
coadyuvante, por lo que no se entiende la forma como se han desconocido
los derechos invocados.

 Que no se concibe cómo se han desconocido los derechos invocados si


todavía se encuentra en trámite la acción de nulidad mencionada.

 Finalmente, solicitó que se declare la improcedencia de la acción de tutela.

3.2 Banco de la República

El apoderado judicial del Banco de la República, mediante memorial recibido el 15


de septiembre de 2011 por la Secretaría General de esta Corporación, contestó la
demanda y rindió el informe de ley. Manifestó las siguientes razones de defensa:

 Se opone a las pretensiones y refiere que no es cierto que los boletines cuya
nulidad se demanda en la acción de simple nulidad tengan como soporte
jurídico el Decreto 234 de 2000.
 Que los boletines demandados “fueron expedidos con fundamento en la
resolución externa No. 13 de 2000 de la Junta Directiva del Banco de la
República cuya vigencia y legalidad siguen incólumes a la fecha”.

 Que tanto las pretensiones del proceso de nulidad de los boletines como la
solicitud de tutela, parten de un errado concepto consistente en que el
supuesto fundamento jurídico de tales boletines es el Decreto 234 de 2000,
cuando no es así, pues éstos se fundan en la Resolución Externa N° 13 del 11
de agosto de 2000.

 Que la Resolución Externa No. 13 de 2000 proferida por la Junta Directiva


del Banco de la República incorporó una metodología de cálculo de la UVR
atada exclusivamente a los movimientos de inflación que atiende a lo
dispuesto por la jurisprudencia, “todo lo anterior para advertir que el
fundamento de la expedición de la Resolución 13 de 2000 y, por ende, de los
boletines, no son el Decreto 234 de 2000 que aduce el tutelante”.

 Que en ese orden de ideas, la Resolución Externa No. 13 de 2000, y los


boletines del Banco, fueron proferidos de acuerdo con la Constitución
Política y la Ley ya que se ajustan a lo dispuesto en la Ley 546 de 1999 y en
la sentencia C - 955 de 2000, y por ende no es procedente acción de tutela,
por cuanto el asunto se circunscribe a obtener por esta vía que se
reconsideren decisiones judiciales.

3.3 Juzgado Segundo Civil del Circuito de Girardot

El Juez Fernando Morales Cuesta en oficio Nº 1313 de 15 de septiembre de 2011


remitió copia del expediente del proceso ejecutivo hipotecario de CENTRAL DE
INVERSIONES S.A hoy HENRY RAMÍREZ PAVA, (cesionaria de los derechos
reales de BANCAFÉ hoy DAVIVIENDA) contra GERMÁN ENCIZO MÉNDEZ.

Además, solicitó negar el amparo de los derechos del accionante, por cuanto las
actuaciones en el proceso ejecutivo hipotecario mencionado se encuentran
ajustadas a derecho y dentro de la legalidad; que el tutelante, a su juicio, pretende
no solamente suplir al juez de instancia, sino revivir términos y oportunidades,
que por negligencia dejó fenecer dentro del proceso.
3.4 DAVIVIENDA

La doctora María Stella Torrado de González, como apoderada general de la


entidad, indicó que como consta en el expediente, la entidad dentro del proceso es
la Central de Inversiones CISA S.A. en su calidad de cesionario de BANCAFÉ.
Asimismo, aclaró la inviabilidad que el juez de tutela intervenga en un proceso
cuyo trámite ha sido asignado por la ley a un juez ordinario.

Finalmente, solicitó desvincular a DAVIVIENDA S.A., teniendo en cuenta que el


Banco no tiene ninguna injerencia dentro de los procesos de nulidad y ejecutivo
hipotecario.

CONSIDERACIONES

El artículo 86 de la Carta Política establece que cualquier persona puede


interponer acción de tutela para reclamar ante los jueces, mediante un
procedimiento preferente y sumario, la protección inmediata de sus derechos
constitucionales fundamentales, cuando quiera que éstos resulten amenazados o
vulnerados por la acción o la omisión de cualquier autoridad pública o de los
particulares, en situaciones especiales.

Como mecanismo constitucional de protección subsidiario y residual procede sólo


cuando la persona afectada no disponga de otro medio de defensa judicial, salvo
si se utiliza como mecanismo transitorio para evitar un perjuicio irremediable.

La Sala anticipa que la acción de tutela propuesta se rechazará por improcedente


en tanto se dirige a cuestionar y a que se dejen sin efecto unas decisiones
judiciales.

1. La acción de tutela contra providencia judicial

Por regla general, en la inmensa mayoría de los casos, la Sala rechaza por
improcedente la tutela cuando se propone para dejar sin efectos o para modificar
providencias judiciales porque, como primera y esencial razón, este instrumento
constitucional no existe en el ordenamiento jurídico colombiano desde que se
expidió por la Corte Constitucional la sentencia C-543 de 1992 declarando
inexequibles los artículos 11, 12 y 40 del Decreto 2591 de 1991 que admitían su
viabilidad.

Otro de los argumentos que sustentan esta postura tiene que ver con la causal
legal de improcedencia de esta acción cuando existe otro medio de defensa
judicial, en el entendido que precisamente, este medio estuvo presente y operó a
favor del accionante al tener acceso a la justicia y obtener definición de su
controversia.

Igualmente, que para el juez de tutela se impone preservar valores superiores de


la justicia: la certeza y seguridad jurídica derivadas de la cosa juzgada y de la
inmutabilidad de la sentencia, así como respetar la autonomía del fallador.
Aunado a todo ello está la consideración de que no es admisible, a la luz de la
misma lógica, que un juez de tutela en el breve lapso que la ley le otorga para
decidirla, pueda inmiscuirse en el examen y en la definición sobre el fondo de una
controversia de la especialidad propia del juez natural al cual, resolverla le
reportó un complejo y profundo análisis, para el que tuvo que invertir un término
de tiempo muy superior.

Fundada en estos razonamientos, sólo en situaciones especialísimamente


excepcionales en las cuales se evidencie de manera superlativa que la providencia
judicial padece un vicio procesal ostensiblemente grave y desproporcionado, que
lesiona en grado sumo el derecho fundamental de acceso a la justicia,
individualmente considerado o en conexidad con el derecho de defensa y de
contradicción, núcleo esencial del derecho al debido proceso, la Sala ha admitido
que la acción de tutela constituye el remedio para garantizar estos especiales y
concretos derechos amenazados o trasgredidos, procediendo en tales casos a
ampararlos porque considera que prevalecen sobre los mencionados valores de
seguridad jurídica y de cosa juzgada en tanto de nada sirve privilegiarlos, si no se
ha garantizado al individuo como ser humano la justicia material en tan
especialísimos derechos inherentes a su misma dignidad.

Así, dicta la correspondiente orden de enmendar o de rehacer una actuación, a


ser acatado por el fallador de instancia, orden que no implica, se reitera, penetrar
en el fondo del asunto.

2. Caso concreto
En el caso sub examine el accionante pretende controvertir la providencia dictada
el 18 de septiembre de 2008 por la Sección Cuarta del Consejo de Estado, dentro
del proceso de nulidad instaurado contra el Banco de la República, radicado bajo
N° 2007-0051, decisión confirmada el 24 de septiembre de 2009.

De manera que en este asunto, la Sala debe ratificarse en su posición de


improcedencia de la tutela cuando se dirige a variar el sentido de la decisión
contenida en dos providencias que se pretenden se tutelen, dejándolas sin efectos.
Más aun cuando, como en el presente caso, que el demandante solicitó ser tenido
como coadyuvante del actor en el proceso de simple nulidad que cursa en la
Sección Cuarta contra los boletines del Banco de la República proferidos entre el
11 de agosto de 2000 y el 7 de noviembre de 2007 que certifican los valores de la
UVR y que dicha solicitud fue aceptada por auto de 26 de agosto de 2009, como se
puede constatar a folio 48 del expediente.

En el evento sometido a consideración las pretensiones del actor equivaldrían a


que se le suprima validez a la decisión de negar la medida de suspensión
provisional y que, en su defecto, se acceda a ella.

Además, aceptar tal pretensión, implicaría desconocer los principios de seguridad


jurídica, independencia y autonomía de los jueces consagrados en el artículo 228
de la Carta Política.

Se reitera que al juez constitucional no le es permitido inmiscuirse en la toma de


decisiones judiciales, que le han sido encomendadas al juez natural y, por tanto,
no es admisible pretender que, por vía de tutela, mecanismo de carácter
subsidiario y residual, se desconozcan los procedimientos regulares que el
ordenamiento jurídico ha previsto para la protección de los derechos de las partes
vinculadas a un proceso o afectadas por él.

En definitiva, en el asunto de la referencia no se presentan las dos situaciones


excepcionales descritas en el acápite anterior. Porque como fluye de los
antecedentes, el accionante cuestiona el sentido de las decisiones judiciales por
estar en desacuerdo con el sustento jurídico que fundamenta dicha providencia y
no porque ésta contenga razonamientos caprichosos y arbitrarios que lesionen su
derecho de defensa o de acceso a la administración de justicia.
Así mismo, está utilizando la tutela como un recurso o instancia adicional para
controvertir el razonamiento jurídico en que el juez sustentó la decisión y
pretende que el juez de tutela sustituya al ordinario, ordenando la suspensión de
los boletines.

Bajo estos razonamientos esenciales, la Sala concluye que la tutela propuesta en


esta oportunidad en cuanto se dirige a controvertir las referidas providencias es
improcedente y, en consecuencia, se impone su rechazo como así se declarará en
la parte resolutiva de esta providencia.

En mérito de lo expuesto, el Consejo de Estado, Sala de lo Contencioso


Administrativo, Sección Quinta, administrando justicia en nombre de la
República y por autoridad de la ley

FALLA

PRIMERO.- RECHAZAR por improcedente la solicitud de tutela presentada, en


nombre propio, por el señor Germán Encizo Méndez.

SEGUNDO.- NOTIFICAR a las partes en la forma prevista en el Decreto 2591


de 1991, artículo 30.

TERCERO.- REMITIR el expediente a la Corte Constitucional para su eventual


revisión, en caso de que no sea impugnada al día siguiente al de ejecutoria de esta
providencia.

NOTIFÍQUESE Y CÚMPLASE

MAURICIO TORRES CUERVO SUSANA BUITRAGO VALENCIA


Presidente

ALBERTO YEPES BARREIRO

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