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TESIS

El inconformismo contrapuesto al conformismo

Conformismo Concepto que designa el pancismo, la acepción pasiva del orden de cosas existente,
de las opiniones dominantes.

A diferencia del colectivismo, que presupone la participación activa del individuo en la formulación
de las decisiones de grupo, la asimilación consciente de los valores colectivos y, por consiguiente,
la correlación de la conducta propia con los intereses de la colectividad y la sociedad y, en caso
necesario, la subordinación a estos intereses, el conformismo es la ausencia de una posición
propia, el seguir sin principios y de manera no crítica a todo modelo que posee la mayor fuerza de
presión.

El marxismo ve las raíces sociales del conformismo en las tradiciones históricas de la falta de
derechos políticos de las masas en la sociedad dividida en clases antagónicas. Sin superar el
conformismo, es imposible la transformación revolucionaria de la sociedad.

El conformismo es el cambio de creencias o conductas debido a la presión de un grupo, que


modifica las disposiciones previas del sujeto en la dirección de la norma establecida por el
colectivo en cuestión.

El hecho de que haya una relación tensa y difícil entre el inconformismo social y un buen
conocimiento no quiere decir que el conformismo social favorezca un mejor conocimiento.
Conformidad o Conformismo es el grado hasta el cual los miembros de un grupo social cambian su
comportamiento, opiniones y actitudes para encajar con las opiniones del grupo.

Las respuestas equívocas dadas por el sujeto experimental inocente se consideran un indicador de
conformismo, de la tendencia a estar de acuerdo con la opinión consensual del entorno social.

Pareciera ser que el Conformismo fuera algo lejano o ajeno a nuestra sociedad, sin embargo, no es
así, se señala que el conformismo domina toda sociedad viva, pasa de la moda de Conformismo la
vestimenta a la moda de las ideas.

En este sentido, el conformismo social, por ejemplo, se apoya en un discurso elaborado cada vez
más institucionalizado que justifica y aclama al actual sistema, haciéndonos creer que el mundo
del siglo XXI ya está diseñado y constituido.

Se plantea, además, que el conformismo social nos lleva a actuar sólo cuando nos vemos
afectados. El conformismo implica la ausencia de retos y la búsqueda de situaciones que resulten
conocidas y cómodas.

El conformismo puede esconder falta de confianza o miedo al fracaso.


PEREZA

Por ello, se trata de una cualidad negativa que, junto con el conformismo, atenta contra el
progreso individual y colectivo. Conformismo.

La palabra conformismo está integrada por los siguientes términos derivados de la lengua latina: el
prefijo de globalidad “con”, el sustantivo “forma”, con idéntico significado, que indica modo o con
En una definición sencilla, la conformidad social trata de los individuos de un grupo social que
cambian su comportamiento, opiniones y actitudes para encajar con las opiniones del grupo.
Figuración, y el sufijo “ismo” que indica que se trata de una ideología.
El conformismo, en cambio, es una debilidad que consiste en conformarse con la propia realidad e
instalarse en ella, mostrando desinterés absoluto por mejorar las cosas y progresar. Ahora bien, en
un sentido negativo la condescendencia puede indicar conformismo, indolencia o el sentimiento
de ser amable por obligación.

Para conseguir ese fin abordan una tarea de adoctrinamiento social, que pone énfasis en los
peligros de la ambición y las ventajas del conformismo en las clases inferiores, y en la presentación
del gobernante y del poderoso como un personaje cuya característica principal es la compasión y
la misericordia.

Casi un 60% de las narraciones son cuentos de índole moral, y, conforme a la idea de Sánchez
García, de «una moral dirigida a los inferiores», se trata de cuentos de adoctrinamiento social. La
idea fundamental que se quiere transmitir es un conformismo social que acepte sin reservas las
estructuras del poder social y político.

CITAS

Cuando las cosas no quieren conformarse con nosotros, nosotros debemos conformarnos con
ellas.
[sin fuentes] Bernard Le Bouvier de Fontenelle
El conformismo es la forma moderna del pesimismo. [sin fuentes] Antonio Escohotado
“En virtud de la ideología de la industria cultural, el conformismo sustituye a la autonomía y a la
conciencia; jamás el orden que surge de esto es confrontado con lo que pretende ser, o con los
intereses reales de los hombres”. Theodor Adorno Fuente: La industria cultural.

Refranes, Proverbios Y Frases Hechas

A falta de pan buenas son tortas. [sin fuentes]


En este sentido, es un refrán del cual también se infiere la idea del conformismo, de resignarnos
siempre con aquello que ya tenemos o conocemos, y de evitar los cambios que siempre nos
obligan a transitar territorios desconocidos.

A falta de pan buenas son las tortas es un refrán que significa que un individuo se conforma con
algo que sustituye otra cosa. En este sentido, se puede decir que este refrán está relacionado con
el conformismo y resignación de lo que se tiene a lo que realmente se quería como primera
opción.
¿Qué quieres que le haga, si la vida es así? [sin fuentes]

El conformismo es una actitud personal de evitar la confrontación y la lucha, aceptando lo que el


destino depara sin quejarse ni enojarse, resignándose y adecuándose a las circunstancias, por más
adversas que sean.

El conformismo, además, no discute ideas, se adapta a la opinión del grupo, y suele resignar
propuestas, aceptando las de las demás, aunque no les parezcan convenientes, oportunas o que
cumplan los objetivos, con tal de no discutir. La abulia es típica del conformismo, que puede traer
consecuencias graves si se llega al extremo de aceptar condiciones de vida deplorables, gobiernos
tiránicos, maltratos, discriminación, etcétera.

En el primer, caso se trata de conformismo, en el último de totalitarismo, la expectativa de Asch


era que no se deberían dar respuestas erróneas ante estímulos físicos sin ambigüedad.
Un meta-análisis parcial anterior había encontrado que en mujeres se observaba un mayor efecto
de la influencia social en situaciones cara a cara y sobre temas en los que eran menos expertas.

El conformismo era mayor cuando las personas que influenciaban al sujeto pertenecían a su
endogrupo

Cuanta mayor semejanza entre la mayoría que realiza la presión grupal y el sujeto, más probable
es que sea percibida como un grupo de referencia válido o apropiado, por lo que es razonable que
se dé una mayor conformidad.

Según Asch, cuanta más gente hay, más se percibe que el consenso existe en el grupo. Algunos
estudios mostraron que el aumento de la mayoría - a partir de 3-4 personas - no aumentaba el
conformismo. Estableciendo un paralelismo con la investigación en percepción física, se postuló
que había una relación negativa decreciente entre el impacto positivo del tamaño de la mayoría y
su efecto en el conformismo.

Previamente se había encontrado que, a mayor nivel de proporción de respuestas equivocadas de


la mayoría, mayor conformidad. Como indicador de consistencia se tomó la razón del número de
respuestas en las que la mayoría daba una respuesta equivocada orientada a presionar al sujeto
experimental, sobre el total de respuesta - a menor razón, mayor consistencia -En conclusión, se
dará más conformidad en grupos compuestos por personas de género femenino , cuando la
mayoría que influencia pertenezca a un grupo que la persona íntegra en su identidad colectiva,
cuando el tamaño del grupo sea mayor, en épocas de mayor tradicionalismo y cuando el estímulo
sea ambiguo.
Una primera fuente de la influencia social es la interdependencia o importancia del conformismo
de la persona con el grupo para que éste obtenga sus metas. La uniformidad de conductas y
creencias puede ser instrumental para lo que Festinger denominaba la locomoción del grupo, es
decir, que el grupo se mueva hacia la resolución exitosa de sus tareas y alcance sus metas.
La presión informativa sería más grande a mayor cantidad de personas que emiten la opinión. Es
decir, coherentemente con la importancia de la influencia normativa, la conformidad es mayor
cuando las personas que buscan influirnos pertenecen a un grupo con el que uno se identifica y al
cual pertenece.

Tanto los resultados que muestran como la conformidad es mayor cuando la mayoría que
influencia se percibe como perteneciente a la misma categoría social, como los que presentan el
hecho de que la influencia sea igual o mayor en situaciones en las que no hay interacción cara a
cara, refuerzan la pertinencia de esta explicación con énfasis en los procesos cognitivos de auto-
percepción.

Cultura y Conformismo

Una revisión meta-analítica encontró que el conformismo, evaluado según la tarea de Asch y de
Crutchfield, era más marcado en los países colectivistas.

Este metaanálisis de 133 estudios en 17 países confirmó que las personas de cultura colectivistas
cometían más errores o mostraban mayor conformismo en las tareas de Asch. Comparados con los
países más individualistas - como Inglaterra, Alemania, Holanda o el mismo EEUU -, los efectos del
conformismo eran más altos en los países más colectivistas, como los africanos, en una región de
cultura china como Hong Kong y en Japón y Brasil.

El conformismo fue mayor en los países con mayor puntuación en Distancia Jerárquica en el
estudio de Hofstede. Estas culturas aceptan y legitiman las diferencias de status, ya que es
probable que en estos se valore más la aceptación de la opinión del grupo y el respeto ante otros,
aunque sean iguales.

La asociación fue aún más fuerte con las puntuaciones de Individualismo de Hofstede y una
regresión múltiple confirmó que el grado de Colectivismo de la nación era un factor que
específicamente predecía mayor conformismo.

El nivel de conformismo también se asociaba negativamente a las puntuaciones de Schwartz de


valores de autonomía intelectual y afectiva.

Se presupone que, dada la mayor integración social y la mayor valoración del seguimiento de las
normas del endogrupo, las personas de culturas colectivistas serán más obedientes a la autoridad
y más conformistas.

Dos de los factores que se encontraron en el meta-análisis antes descrito favoreciendo el


conformismo estarán probablemente más presentes en las sociedades colectivistas.

El tamaño de las familias y grupos primarios es mayor en los países colectivistas. Además, las
personas interactúan más con miembros del endogrupo. Recordemos que el conformismo se
muestra más patente cuando el grupo que influencia es de mayor tamaño. Del mismo modo, la
influencia social se da con más fuerza cuando las personas pertenecen al propio grupo.
En el caso del conformismo, la presión informativa es mayor cuando mayor es la cantidad de
personas que emiten opinión y centrándonos en la influencia social, la presión normativa y
referencial es mayor cuando las personas pertenecen a un grupo al que uno se identifica y
pertenece.
Ahora bien, el grado de colectivismo cultural seguía asociado a una mayor tasa de conformismo,
aún controlando las características de los experimentos, incluyendo el tamaño del grupo y el
carácter exo o endogrupal de la mayoría que buscaba influenciar a la persona. La explicación del
mayor conformismo en las culturas colectivistas no se limita sólo a la constatación que en esas
culturas se dan con mayor intensidad algunos procesos de refuerzo de la conformidad. Es
razonable pensar que en las culturas individualistas el conformismo es valorado negativamente.

De hecho, un estudio en EEUU mostró que las personas evalúan más positivamente a las personas
que actuaron independientemente en la tarea de Asch. Además, como otra manifestación del
valor negativo del conformismo en una sociedad individualista, una revisión sistemática encontró
que los libros norteamericanos de Psicología Social enfatizan que un tercio de los juicios eran
erróneos, lo cual muestra la importancia del conformismo. Esta interpretación es contraria a la de
Asch, quien quería mostrar que las personas no eran conformistas y que la mayoría de los juicios
eran correctos.

Al contrario, en las culturas colectivistas la valoración de la armonía social en el endogrupo llevará


a asociar conformismo y cohesión social.

Sin embargo, no hay que pensar que las culturas colectivistas refuerzan el conformismo en
general. De hecho, un estudio mostró que los sujetos colectivistas no mostraban más conformismo
que personas individualistas cuando la mayoría que buscaba persuadir pertenecía a un exogrupo.
En otras palabras, los colectivistas serán conformistas en relación a su grupo de pertenencia y no
en relación a otros grupos.
Los estudios sugieren que la familia en las culturas colectivistas y los pares en las individualistas
serán la fuente respectiva de influencia y conformismo social.

EL CONCEPTO DE CAMPO SOCIAL EN BOURDIEU

En la teoría de Bourdieu, el concepto de habitus es inseparable del de campo. El habitus es el


resultado de la interiorización de la exterioridad y el campo lo es de la exteriorización de la
interioridad. Materializaciones institucionales de un sistema de habitus efectuadas en fases
precedentes del proceso histórico social. Para entender un campo, Bourdieu primero aclara que
debe diferenciárselo de la noción de espacio social.

Por esto último hay que entender un sistema de posiciones sociales que se definen las unas en
relación con las otras. El valor de cada posición se mide por la distancia social que las separa de
otras posiciones inferiores o superiores.

Es decir, el espacio social es un sistema de diferencias sociales jerarquizadas en función de un


sistema de legitimidades socialmente establecidas en un momento dado. En un espacio social
determinado, las prácticas de los agentes tienden a ajustarse de manera espontánea, en periodos
normales, a las posiciones sociales establecidas entre posiciones.
Lo que no excluye que en épocas de crisis se transgredan o se redefinan las distancias sociales.
Bourdieu define al campo social como una esfera de la vida social que se ha ido autonomizando de
manera gradual a través de la historia en torno a cierto tipo de relaciones, intereses y recursos
propios, diferentes a los de otros campos.

Más que hablar de interés en el juego, la noción de illusio, inversión o libido, son más rigurosas
para Bourdieu. Para estudiar un campo, considera Bourdieu, es necesario reparar en tres
momentos «internamente conectados».

Primero, y en este aspecto se aprecian claras diferencias con Elias, se debe analizar la posición del
campo frente al campo del poder.
Segundo, trazar un mapa de la estructura objetiva de las relaciones entre las posiciones ocupadas
por los agentes o las instituciones que compiten por la forma legítima de la autoridad específica
del campo.
Tercero, hay que analizar el habitus de los agentes, los diferentes sistemas de disposiciones que
han adquirido al interiorizar un determinado tipo de condición social y económica, condición que
en su trayectoria dentro del campo encuentra oportunidades más o menos favorables de
actualización. La especificidad de cada campo viene dada por el tipo de recursos que moviliza.

Recursos sociales, que consisten en la capacidad de movilizar en beneficio propio redes de


relaciones sociales más o menos extensas, derivadas de la pertenencia a diferentes grupos de
clientelas. El capital simbólico no es otra cosa que el capital económico o cultural «en cuanto
conocido y reconocido». El campo es también una especie de mercado porque en ellos se
negocian, valorizan e intercambian capitales específicos. Aunque las especies de capital son
diferentes, están estrechamente entrelazadas.

Si bien es difícil jerarquizar el peso de estas especies de capital, Bourdieu cree que el económico es
el que tiene el peso preponderante. Lo que se observa en realidad es una estructura de
distribución del capital específico más o menos dispersa o concentrada según la historia de cada
campo, y por lo mismo según las luchas por la apropiación del capital.

Contra la teoría de la autonomía del mundo de las ideas o del «conocimiento objetivo sin sujeto
conocedor» y «de los procesos sin sujeto» , Bourdieu precisa que el capital cultural objetivado no
existe y no subsiste como capital cultural material y simbólicamente actuante más que en, y por
las luchas que se desarrollan en, el terreno de los campos de producción cultural y, más allá, en el
campo de la lucha de clases sociales, y en las que los agentes comprometen unas fuerzas y
obtienen unos beneficios proporcionales al dominio que ellos tienen de ese capital objetivado, y
por tanto a la medida de su capital incorporado.

En el campo cultural, las clases dominadas sólo intervienen a título de punto de referencia pasivo,
de contraste, en las luchas simbólicas por la apropiación de las propiedades distintivas que
confieren su fisonomía a los diferentes estilos de vida, y sobre todo en las luchas por la definición
de las propiedades que merecen ser apropiadas y del modo de apropiación legítima.
De hecho, aduce Bourdieu, la inscripción de los agentes en las clases sociales sobre determina su
inscripción en un campo particular y es ello lo que explica las homologías entre los diferentes
campos.

Para Elias, como se verá, el concepto de figuración engloba el concepto de campo, pero no se
reduce a éste. Otra diferencia sustancial entre Bourdieu y Elias es que en este último no hay un
tratamiento teórico de las clases sociales en el que se las considere como el «campo de campos»,
que imprime su huella a todos los demás. Empero, argumenta Bourdieu, no basta con hablar de
espacios para afirmar la existencia de las clases sociales.

Lo que existe es un espacio social de diferencias, en el que las clases existen en cierto modo de
estado virtual, en punteado, no como algo dado sino como «algo que se trata de construir».
Las estrategias institucionales de distinción «por las cuales los grupos de estatus apuntan a volver
permanentes y cuasi naturales, y por ende legítimas, las diferencias de hecho, redoblando
simbólicamente el efecto de distinción asociado al hecho de ocupar una posición rara en la
estructura social, son la conciencia de sí de la clase dominante».

Las clasificaciones, y la noción misma de clase social, no serían un asunto en juego tan decisivo en
la lucha «si no contribuyesen a la existencia de las clases sociales añadiendo a la eficacia de los
mecanismos objetivos que determinan las distribuciones y que aseguran su reproducción el
refuerzo que les proporciona el acuerdo de los espíritus que ellas estructuran».

Las estructuras cognitivas clasificadoras que elaboran los agentes sociales para conocer
prácticamente el mundo social son unas estructuras sociales incorporadas.

El conocimiento práctico del mundo social que supone la «conducta razonable» son producto de la
división objetiva en clases y que funcionan al margen de la conciencia y del discurso. No obstante,
el planteamiento de Bourdieu está muy anclado en la continuidad más que en la discontinuidad,
en la imposición de las estructuras sobre los agentes más que en la subversión de aquéllas.

RESUMEN

El conformismo es mayor cuando las personas que influencian pertenecen al endogrupo y cuando
el grupo es mayor y el estímulo es ambiguo, lo cual refuerza el papel del grupo como fuente de
validación del conocimiento.

El conformismo es mayor en culturas colectivistas, en las que éste indica cohesión social y se
asocia a la armonía social.

Minorías sin poder ni estatus logran innovar y cambiar las normas y actitudes sociales Las mayorías
ejercen más influencia directa y sobre opiniones públicas que las minorías y estas últimas provocan
más cambios indirectas y privadas.

Las minorías inducen una actividad cognitiva más innovadora y cuando son definidas como grupos
conflictivos producen más impacto indirecto, probablemente por el mayor conflicto cognitivo
provocado.

Las minorías tienen menos influencia cuando su mensaje va en contra de la tendencia sociocultural
general, se las clasifica como ajenas al grupo de pertenencia y se explica su desviación por déficits
psicológicos.

Las minorías tienen mayor influencia en culturas igualitarias, de baja evitación de la incertidumbre
que no rechazan lo extraño – aunque la evidencia es limitada .

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