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Territorio y jerarquía tardía en el valle bajo del Chillón,

Lima-Perú

Territory and late hierarchy in the low Chillón valley, Lima-Perú

Antonio Raymondi Cárdenas


Estudiante de Arqueología,
Tesista becado para la Licenciatura.
Universidad Nacional Federico Villarreal
rc_2121@hotmail.com

Resumen

La presente investigación prospectiva1 versa sobre la organización territorial durante los periodos
prehispánicos tardíos, regidos por estructuras de poder (político, económico y social) que
permitieron el desarrollo de las sociedades del valle bajo del Chillón. Así, durante el periodo
Intermedio Tardío (1000-1470 d.C.) existieron Esferas Territoriales compuestas por un cerro
tutelar, asentamientos principales y secundarios, agrupamientos de edificios y templos en U
reocupados; correspondiendo quizá a grupos étnicos identificados por la etnohistoria. Durante el
periodo Horizonte Tardío (1470-1532 d.C.) se reorganizó el valle para su respectiva administración
incaica. Algunos sitios posiblemente cambiaron formal y funcionalmente, algunos se reutilizaron
bajo los mismos aspectos sociales, y otros, según nuestra propuesta, fueron abandonados. Asimismo,
este estudio intenta fomentar el debate y discusión para construir propuestas y planteamientos sobre
la arqueología tardía del valle bajo del Chillón

Palabras Claves: Valle bajo del Chillón, Intermedio Tardío, Horizonte Tardío, Esferas
Territoriales, estructuras piramidales.

Abstract

This prospective study concerns the territorial organization during the late pre-Hispanic period,
governed by power structures (political, economic and social) that enabled the development of
societies in the lower valley of Chillon. Thus, during the Late Intermediate Period (1000-1470 AD)
existed territorial spheres composed of a tutelary hill, primary and secondary settlements, groups of

1
Esta investigación se desarrolló producto de una beca obtenida del “Concurso de Investigación Formativa para
Estudiantes de Pregrado 2013-UNFV” organizado por el Vicerrectorado de Investigación, en la modalidad de Tesis de
Licenciatura. Así, se ejecutó el “Proyecto de Investigación Arqueológica, Chillón-2014. Prospección con excavaciones”
con autorización del Ministerio de Cultura.
Presentando en este documento los resultados de la etapa de prospección.

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buildings and temples in U reoccupied; perhaps corresponding to ethnic groups identified by


ethnohistory. During the Late Horizon Period (1470-1532 AD) the valley to their respective Inca
administration was reorganized. Some sites may have changed formally and functionally, some were
reused under the same social aspects, and others as our proposal, were abandoned. This study also
seeks to encourage debate and discussion to build proposals and approaches on late archeology
lower valley of Chillon.

Keywords: Lower Valley of the Chillón, Late Intermediate, Late Horizon, Territorial Spheres,
Pyramidal Structures

«Estudia no para saber algo más, sino para saberlo mejor.


Ya que el saber más que los otros es fácil. Lo difícil es saber
algo mejor que los otros». (L. Séneca).

1.- Introducción respectivamente) que pudieron haber estructu-


rado el valle (Fig. 2).
El valle bajo del Chillón muestra una para- Para tal efecto, los sitios arqueológicos de la
doja resultante de las numerosas investigaciones margen izquierda, agrupan características y
acaecidas y el mínimo conocimiento arqueoló- formalidades interesantes para comprender la
gico que se tiene sobre los procesos políticos, dinámica social durante los periodos prehispáni-
económicos y sociales durante los periodos tar- cos tardíos. Este comportamiento social de
díos. A lo largo del área de estudio (margen otrora poseyó una serie de circulaciones y
derecha e izquierda) existen sitios arqueológi-
movimientos que permitieron la interacción con
cos ignorados y algunos desaparecidos que no
otros asentamientos mayores o menores con
han sido objetos de investigación hasta la funciones diferentes. Dicho de otro modo, el
actualidad. Los distritos de Comas, Puente Pie-
análisis Formal y Perceptivo2de los sitios: Cerro
dra, Los Olivos, San Martín de Porres, entre
Pro, Fortaleza de Collique, Collique 2, Infantas
otros, han formado parte de un escenario cultu-
II, Alborada 1 y 2 y otros más que figuran en
ral prehispánico muy complejo, cuyas las aerofotografías de 1943 y 1945 del Servicio
manifestaciones se observan en los abundantes
sitios arqueológicos dispersos y fragmentados 2
El Análisis Formal es entendido como el estudio de las
(Fig. 1). De esta manera, se llevó a cabo una formas materiales concretas que constituyen el paisaje y
la configuración espacial del registro arquitectónico, de
prospección y reconocimiento arqueológico en su patrón de emplazamiento en el espacio circundante, el
el valle bajo del Chillón, registrando e interpre- espacio construido, articulación interna y función social.
tando los espacios sociales y monumentos que El Análisis de Percepción se concibe en las condiciones
de visibilidad (lo que se ve desde un determinado
aún existen a pesar de la afectación urbana, con elemento arqueológico) y visibilización (cómo se ve
el objetivo de identificar la organización territo- determinado elemento arqueológico desde fuera de él),
rial, el poder y las jerarquías macro y sentido de circulación y modos de acceso. Ambas
herramientas metodológicas son entendidas en el examen
microespaciales (territorio y asentamiento, de los elementos constructivos dentro de un mismo
espacio o asentamiento: nivel intraespacial (Criado,
1991) (Mañana, Blanco; Ayán, 2002).

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Aerofotográfico Nacional–en adelante SAN– cia con las relaciones económicas, políticas o
resultaría insuficiente y poco comprensivo si no ideológicas variará, es así, por lo tanto, un fac-
se observaran los modelos proxémicos3 con tor creador de paisaje […] Un paisaje puede
sitios adyacentes como: Tambo Inga, Cerro englobar varios territorios o a la inversa, pero
Respiro, Palacio Oquendo, etc. evidentemente su relación no siempre es fácil-
El aporte que se intenta rescatar para la mente detectable».
comunidad en general recae en la interpretación
de los asentamientos arqueológicos no 2.- Descripción geográfica
investigados durante el periodo Intermedio
Tardío (1000-1470 dC.) y Horizonte Tardío La cuenca del río Chillón se ubica al norte de
(1470-1532 dC.)4, y la importancia que tiene el la ciudad de Lima, en las provincias de Lima y
patrimonio arqueológico ubicado en áreas urba- Canta, departamento de Lima. Este río es inte-
nas, para su revalorización y protección. grante de la cuenca hidrográfica del Océano
Asimismo, cabe puntualizar lo siguiente. Si Pacífico. Limita por el norte con las cuencas de
bien la denominación «huaca» presenta una Chancay-Huaral, por el sur con la cuenca del
definición muy compleja en el mundo andino, Rímac, por el este con la cuenca del Mantaro y
al margen de cualquier significado arqueológico por el oeste con el Océano Pacífico (ONERN,
y antropológico, se utiliza en el presente trabajo 1975). El valle bajo desciende desde 500 msnm
por ser el nombre que le designó el Ministerio hasta el litoral y presenta un clima semicálido
de Cultura al momento de registrar los asenta- muy seco con un rango de temperatura entre 18
mientos. También, es pertinente aclarar que las y 24 ºC típicamente existen lloviznas o garúas
denominaciones como «construcciones que generan una densa vegetación (Dollfus,
piramidales» y «edificios», son empleadas de- 1981).
bido a que cumplen –de acuerdo al estudio de Políticamente el río cubre la provincia de
superficie–con varios atributos muy similares a Canta y para la cuenca baja, los distritos de
una pirámide (según las características de una Carabayllo, Puente Piedra, Ventanilla, Comas,
Pirámide con Rampa). Es difícil de definirlo Los Olivos y San Martín de Porres, integrados a
con claridad por su mal estado de conservación. la provincia de Lima. De los tres valles de la
De igual manera, más allá de alguna costa central (Lurín, Rímac y Chillón), el que
discusión sobre territorio, territorialidad y conserva las mayores áreas cultivadas es el
territorialización, estamos entendiendo el Chillón, a pesar de la afectación urbana (MI-
término «territorio» según la definición de Ore- NAM, 2010).
jas (1998: 15): «El territorio es un espacio
apropiado por una comunidad, o adjudicado a 3.- Estado actual de las investigaciones
una comunidad de forma artificial, y por lo 3.1. Derrotero Arqueológico
tanto, según uno u otro caso su corresponden-
El valle del Chillón ha sido tema de numero-
3 sos estudios realizados por viajeros e
Los modelos proxémicos respecto a los asentamientos es
limitado y regularizado por las relaciones de propiedad, investigadores, desde Squier (1877), Midden-
patrones arquitectónicos y reglamentaciones dorf (1894), hasta Espinoza, Tapia; Luján
superestructurales que se vinculan al factor ideológico del
grupo social dominante. Comprendiéndose en el análisis (2008), Maquera (2008), entre otros.
de varios espacios o asentamientos: nivel interespacial
(Ardelean, 2004).
4
En el marco del presente estudio se utilizará la
periodificación de John Rowe (1962).

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Figura 1: Ubicación Cartográfica del valle bajo del Chillón y el área donde se
centra la investigación (circulo anaranjado). Carta Nacional: «Chancay»,
Hoja: 24-i, Escala original: 1:100000, Sistema: WGS 84, Zona: 18L.

Figura 2: Plano Urbano Topográfico de Huaca Pro y Cerro Pro. Escala


original: 1:5000, Sistema: WGS 84, Zona: 18L

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Sin embargo, dichas fuentes no se relacionan por las investigaciones etnohistóricas, nosotros
directamente a los sitios arqueológicos de estu- presumimos que la respuesta puede ser afirma-
dio. Por ende, las referencias bibliográficas que tiva.
orientarán el desarrollo de este trabajo son Los estudios de Cornejo (2004), manifiestan
aquellos vinculados a los periodos Intermedio que el Señorío de Guatca ubicado en la margen
Tardío y Horizonte Tardío en el valle bajo del izquierda del valle bajo del Rímac, estuvo com-
Chillón y la Costa Central. puesto por tres curacazgos: Cacaguasi, Lima-
Los estudios arqueológicos se iniciaron con tambo y Santa Cruz. Estos curacazgos estaban a
Villar Córdova (1935) quien señalaba la la vez conformados por diversos «montículos»5
existencia de palacios, calles, casas y centros que en sus últimas ocupaciones son utilizados
poblados en ruinas al comenzar la «pampa de como espacios de entierro, la mayoría inexisten-
Komas». Esto coincide con la afirmación de tes en la actualidad. Este es un caso muy similar
Silva (1996, 1998) quien indicaba la distribu- al valle del Chillón. La existencia de
ción de «conglomerados de montículos» en la construcciones piramidales o «agrupamientos
zona baja del Chillón. Además, según Franco de edificios» dentro del territorio denominado
(2004) a partir del Intermedio Tardío parecen Señorío de Colli, podría indicar los curacazgos
surgir centros ceremoniales desde Chincha o etnias que sojuzgaba dicho señorío6.
hasta Lambayeque con «edificios concentra- Las investigaciones sobre las Pirámides con
dos», sujetos a divinidades protectoras y a Rampa (PCR) de la sociedad Ychsma son
Pachacamac. La distribución de agrupamientos importantes en la medida que se identifique la
de edificios a lo largo de todo el valle parece interrelación con el valle del Chillón. La carac-
responder a un «Modo de organización espacial terística más relevante en estas pirámides son
agrupada» establecida en el Chillón durante el las rampas en sus diversas tipologías y patios
Intermedio Tardío. En las zonas urbanas de Pro hundidos (Eeckhout, 2004; Farfán, 2004),
y Collique, también se evidencia este tipo de además de sus características y sistemas
comportamiento, cuyas construcciones constructivos en el Intermedio y Horizonte
piramidales se encuentran alrededor de un cerro Tardío (Díaz, 2004). No descartamos la
tutelar, como el Cerro Pro y Cerro Zorro (Ray- posibilidad que la interconexión entre los patios
mondi, 2013). Sin embargo, esto no indica que en desnivel de Huaca Pro se trate de una rampa.
tales agrupamientos corresponderían a centros Además la configuración espacial y los atribu-
ceremoniales únicamente, sino que también tos formales muestran depósitos, plataformas,
tendrían características seculares. patios hundidos, desniveles, etc., que otorgan
Dillehay (1974, 1976, 1977, 1987) identifica jerarquía y poder, viéndose como un grupo
3 estrategias políticas y económicas que determinado para acceder a la parte más elevada
mantuvieron en equilibrio a las etnias estableci- y otro ocupando la parte baja.
das en el valle del Chillón: (1) cooperativas, (2) Asimismo, la presencia inca se manifiesta en
coercitivas, y (3) receptividad económica y des- estos edificios en las excavaciones de Maquera
centralización política. Estas estrategias (2008) en la Huaca Naranjal, donde muestra
probablemente dieron orden a los grupos, que a finales del Intermedio Tardío se trató de
permitiendo la interrelación, intercambio y reci- un centro de producción de cerámica Ychsma
procidad tanto a nivel vertical como horizontal
5
en el valle (v.g. Wernke, 2009). Sería oportuno Según la denominación del mismo autor (Cornejo,
2004).
preguntarnos si estas agrupaciones de edificios 6
Según la denominación de María Rostworowski (1972),
estarían perteneciendo a las etnias identificadas ver «antecedentes etnohistóricos».

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Tardío A. Mientras que durante el Horizonte los incas como cementerios. En cambio los
Tardío se construyó una arquitectura monumen- sitios ceremoniales importantes son reutilizados
tal asociada a cerámica Ychsma Tardío B, po- y remodelados como centros administrativos.
niendo fin a las actividades de producción. Los Sin embargo, es posible también que centros
estudios de Espinoza, Tapia y Luján (2008) en domésticos fueran transformados en centros
la Huaca Aznapuquio alimentan esta afirma- ceremoniales, o estos últimos hayan continuado
ción, pues se evidenció un centro de control de con dicha función. En las construcciones
producción de cerámica Ychsma durante el piramidales de la margen izquierda podrían
Intermedio y Horizonte Tardío. A esto se suma haber regido estos cambios secuenciales, debido
las excavaciones de Ayala (2008) en el asenta- a que las alteraciones por parte de los incas no
miento Cerro Respiro, donde se halló una debieron ser tan diferentes para un valle tan
residencia de élite inca que administraba el va- cercano al Rímac, como es el Chillón.
lle bajo del Chillón en su articulación con el Los estudios que viene realizando el Dr.
camino inca. Esta residencia se encontraba so- Enrique López-Hurtado7 en el valle de Lurín
bre otras ocupaciones del Intermedio Tardío, sobre las estrategias de poder de las élites rura-
donde no se descarta presencia Ychsma. Los les, se resume en la definición de élites rurales
sitios Huaca Pro, Collique 2, Alborada 1 y 2 intermedias, las cuales representaban grupos de
podrían corresponder a cuerpos más complejos, poder a nivel local que están bajo el control de
en su carácter secular y/o ceremonial, pero que grupos de élites más poderosos e influyentes
en la actualidad se observan como fragmentos ubicados en lo más alto de la jerarquía política
de pirámides. regional. Sin duda, estos análisis arqueológicos
Villacorta (2001) y Makowski (2005), otor- sirven para rebatir y complementar los análisis
gan información importante para el periodo etnohistóricos en la organización sociopolítica
Horizonte Tardío en la costa central. Señalan de la sección baja del Chillón.
que muchos sitios se edifican o adquieren Estas referencias nos enmarcan sociedades
caracteres palaciegos sobre un sistema ya exis- que delimitaron su territorio, bajo aspectos
tente, con el fin de afianzar lazos políticos y políticos, económicos y sociales en la costa cen-
dinásticos con la comunidad mediante festines y tral durante el Intermedio y Horizonte Tardío.
banquetes. Además, Lizárraga (2009) señala Las cuales se organizaban territorialmente des-
que es espacialmente indivisible el carácter sa- arrollándose, ordenándose y equilibrándose bajo
grado y profano, es decir, los aspectos estructuras de poder.
ceremoniales estaban involucrados en la vida
cotidiana. Es interesante esta información en la 3.2. Derrotero Etnohistórico
medida que sirve de contraste con los roles que
Los estudios arqueológicos (Villar Córdova,
podrían haber adquirido los sitios del valle bajo
1935; Dillehay, 1974; Ludeña, 1973, 1975;
del Chillón a la llegada de los incas. Algunos
continuaron con un rol doméstico con la finali- Morales, 1993; Silva, 1996; entre otros) no se
han enfocado en la población que ocupó esta
dad de asegurar la administración del valle y
área durante el Intermedio Tardío. Mucho me-
otros fueron abandonados asumiendo un perfil
nos se ha intentado realizar un consenso o de-
ceremonial.
Hernández (2011) menciona un caso muy
7
similar a nuestra área de estudio. Para el valle Ponencia en el Instituto de Estudios Peruanos, titulada:
«Estrategias de poder de las élites del valle de Lurín
bajo del Rímac las huacas tempranas y las tar-
durante el Intermedio y Horizonte Tardíos (900-1530
días de menor tamaño fueron ocupadas por A.D.)»

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bate sobre la organización sociopolítica, manejo estas fueron: Chuquiruro, Caxa Chumbi, Vilca
económico y localización de las etnias de la Tanta, Vilca Chumbi, Chumbi Guarco, Chumbi
sección baja; tal vez por la falta de excavacio- Tanta, Carua Guanco, Carua Chumbi, Chinqui
nes o investigaciones relacionados directamente Yanga y Chuquitanta (Rostworowski, 1972).
a estos aspectos. En tal sentido, la mayoría de Murra (1975) sostiene, según el «tercer
aportes y discusiones sobre el tema se han desa- caso»8, la colonización de espacios por parte de
rrollado a partir de los estudios etnohistóricos. los collis, para obtener sementeras de cocales.
Rostworowski (1972, 1978, 2004) informa Esta colonización hace referencia a que pobla-
acerca de un conjunto de etnias en el valle del ción Colli debió haber convivido con gente
Chillón. Esta información se sustenta en el Quivi, al tomar posesión de algunas partes de
análisis de documentos coloniales hallados en sus tierras mediante alguna alianza política de
España y en los archivos de Perú. La autora protección. Estas formaciones políticas implica-
involucra al análisis de la organización política ban negociar un control conjunto de recursos
y económica de aquellas etnias, conocimientos infinitos mediante articulaciones sociales,
interesantes sobre las plantaciones de coca para económicas y religiosas (Murra, 1975). Pero,
el valle. Por ello se conoce que en la zona me- aún falta realizar más investigaciones para po-
dia y baja del Chillón se desarrolló un señorío der contrastar dicho «caso».
denominado Colli, que abarcó desde el mar Datos interesantes se encuentran en el
hasta algunos metros valle arriba del actual pue- manuscrito de Huarochirí (Arguedas, 1966;
blo de Santa Rosa de Quives, quienes sojuzga- Taylor, 1987). Aquí se hace referencia a los
ron etnias como: los sutcas, los sehuillays, los collis como población que habitaba en la sierra,
comas, los carahuaillos y los chuquitantas; pero que fue desplazada a la parte baja del
además a los quivis en el valle medio, basán- Chillón por la ira de Pariacaca. Los capítulos 9,
dose en alianzas políticas para explotar los 11, 25 y 26 se articulan implícitamente, aquí se
cocales de estos. Según la investigadora, la sede comprende la venida de los collis desde los
principal de los Colli durante el periodo asentamientos de origen o pacarinas de Yarutini
Intermedio Tardío (900-1470 dC.), se localizó y Llacsatambo, los cuales serían los principales
en la Fortaleza de Collique (zona de Collique, centros ceremoniales, dentro del actual pueblo
distrito de Comas). de San Damián, provincia de Huarochirí.
También señala sobre la ocupación inca. Descendieron hasta un cerro ubicado junto al
Para el Horizonte Tardío (1470-1532 dC.), pueblo de Carahuaillo, el cual sería el Cerro
Túpac Inca Yupanqui avanzó hacia el Chillón y, Zorro (Fortaleza de Collique). Esta venida posi-
aliado con los yauyos, derrotó al señorío Colli. blemente se debió a los ataques de los yauyos
A pesar de la ayuda del curaca Quivi Chaume- contra los yungas, llevada a cabo antes que los
caxa, el ejército Inca eliminó a todos los varo-
nes y dejó vivos solo a mujeres y niños
8
(Rostworowski, 2004). En 1571 el visitador Murra (1975) ofrece cinco casos de control de pisos
ecológicos con el fin de reforzar y delimitar el modelo de
Juan Martínez Rengifo menciona que en la re- «archipiélago vertical». El «tercer caso» está basado en el
ducción de San Pedro de Carabayllo solo valle del Chillón, donde el autor plantea que se trata de
quedaban escasos pobladores collis, entre algu- pequeñas etnias con núcleos en la costa, ejerciendo una
presión militar y política con el envío de gente a las
nos viejos, mozos y un curaca llamado Her- tierras que se desea explotar. En este caso sería gente
nando Nacar. En esta manifestación se indica la Collique enviada a Quivi. Según el autor quedan algunas
dudas, ya que pudo haberse tratado de un control externo
existencia de diez pachacas Colli, al parecer, un
(político) y no vertical, donde los quivis eran
modelo establecido durante el periodo inca; independientes.

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collis se desarrollaran como «señorío» en el bas márgenes desde el pueblo de Chocas (500
Intermedio Tardío (Raymondi, 2013). msnm) hasta el litoral. Mientras que la segunda,
Cabe precisar que aún quedan vacíos sobre se centró en el análisis espacial y arquitectónico
el comportamiento y desarrollo social de las de los sitios de la margen izquierda. El itinera-
sociedades prehispánicas del valle bajo del rio estuvo compuesto por una serie de
Chillón y que es insuficiente hasta la actualidad instrumentos que facilitaron el registro, los
el análisis material para sustentar algún estilo gráficos y los levantamientos topográficos, co-
propio de Collique. mo: fichas de registro arquitectónico y fotográ-
fico, cámara fotográfica, winchas, GPS, jalones,
4.- Metodología de investigación Cartas geográficas, etc.
La etapa de gabinete se desarrolló en dos fa-
4.1. Procedimiento e instrumentos ses. La primera se realizó antes de acudir al
Avanzamos con una hipótesis para nuestra campo, con la identificación de sitios
correcta labor: durante el periodo Intermedio arqueológicos tardíos localizados en ambas
Tardío el valle bajo del Chillón estaría organi- márgenes del valle bajo, empleando Google
zado territorialmente mediante un «Modo de Earth, Google Maps y la Carta Nacional. La
organización espacial agrupada», compuesta segunda consistió en el contraste de los datos
por Esferas Territoriales que se componían de obtenidos en la primera fase con la información
centros principales, secundarios, agrupamientos de campo. Aquí se utilizaron nuevamente las
de edificios y templos en U, alrededor de un Cartas Geográficas Nacionales 1:100000 (24i-
Cerro Tutelar. Dichas esferas compartían Chancay; 25j-Chosica) y Planos Urbanos de
relaciones de proximidad, en una gama de 1:5000, específicamente para el análisis de los
estrategias políticas, económicas y sociales, sitios: Huaca Pro, Collique 2, Infantas II, Albo-
como parte de las estructuras de poder para rada 1 y 2, Cerro Pro y Fortaleza de Collique.
mantener un equilibrio en su desarrollo social. Asimismo, el análisis de las fotografías aéreas
Durante el periodo Horizonte Tardío el valle del SAN de los años 1941 y 1945, en sus distin-
bajo sería reorganizado y reestructurado social- tas alturas, fueron indispensables para identifi-
mente para el control, manejo y administración car el Complejo Chuquitanta y el Complejo
territorial. En ese sentido algunos sitios son Santa Luzmila; además para conocer la morfo-
reocupados y abandonados como: Huaca Pro, logía del valle, recursos ecológicos, sitios
Collique 2, Infantas II, adquiriendo en un arqueológicos inexistentes en la actualidad,
último momento un carácter ceremonial, mien- caminos prehispánicos destruidos, y de manera
tras otros serían reutilizados adquiriendo o concreta el paisaje no alterado para aquellos
continuando con un rol principal de mayor años donde las urbanizaciones no afectaban
jerarquía, como centros administrativos o aún.
residencias de élite inca: Cerro Respiro, Palacio La etapa de interpretación se efectuó me-
Oquendo, Fortaleza de Collique y Tambo Inca, diante tres métodos: Métodos de las
articulados por el camino inca (capaq ñam). Concordancias.- Para analizar los fenómenos
Asimismo, estuvo desarrollado en tres eta- que concuerdan o se articulan como las
pas: orientaciones, el entramado, la distribución
La etapa de campo se basó en la prospección espacial, el emplazamiento de los sitios
y reconocimiento arqueológico de sitios tardíos, arqueológicos, con el objetivo de identificar
ejecutado en dos fases: La primera abarcó am- estilos, patrones, recurrencias, que evidencien el
funcionamiento y organización de la población.

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Métodos de Diferencias.- Con el fin de estable- (Criado, 1991) (Mañana, Blanco; Ayán, 2002)
cer diferencias o límites en los comportamien- (Ardelean, 2004).
tos sociales manifestados en la cultura material
de superficie. Métodos de las Variaciones
Concomitantes.- La causa de los cambios 5.- Sitios arqueológicos tardíos en el área de
funcionales, formales y espaciales que pudo estudio
ocurrir en un determinado sitio arqueológico. 5.1. Cerro Pro
Método Teórico.- Se ejecutó un plan o modelo
teórico arquitectónico, paisajístico y territorial El Cerro Pro es considerado Patrimonio
que nos permitió observar la dinámica de los Cultural mediante RDN Nº 233/INC-2002. Está
asentamientos (Ruiz, Molinos; Risquez, 1998). en las coordenadas UTM, del sistema WGS84,
Se aplicó el análisis Formal y Perceptivo, 8679400 N y 273700 E, 185 msnm. A 200 m
principalmente a los sitios de la margen iz- en línea recta de Huaca Pro. Declarado Patrimo-
quierda, considerando la visibilidad y visibiliza- nio Cultural RDN Nº 233/INC-2002. Política-
ción a nivel microespacial, mientras que el nivel mente se localiza en la Segunda Etapa de la
macroespacial se basó en el análisis proxémico Urb. Pro, distrito de Los Olivos, a 600 m. al
oeste de la Panamericana Norte (Fig. 3).

Figura 3: Foto aérea de Huaca Pro y Cerro Pro. Detalle de la proximidad. Fuente: Servicio
Aerofotográfico Nacional 1943.

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Se encuentra orientado de norte a sur con un Actualmente las empresas de complejos


área de 600 000 m2, y puede dividirse en 2 departamentales han deteriorado el sitio,
sectores. El Sector I posee estructuras compues- ocultándolo en medio de elevados edificios.
tas por piedras canteadas unidas sin argamasa, a
una hilera. Se trata de dos muros circundantes, 5.2. Huaca Pro
uno en la altura media del cerro y el otro en la
parte más alta. En la cima se halla un conjunto El sitio arqueológico Huaca Pro se encuentra
de recintos, donde el acceso principal se loca- ubicado en un espacio llano del valle. Está en
liza al noreste; por la evidencia de excremento las coordenadas UTM del sistema WGS 84,
de animal ovino y la distinta técnica construc- 8679200 N y 273850 E a 104 msnm. Declarada
tiva parece corresponder a tiempos de la colo- Patrimonio Cultural RDN Nº 233/INC-2002. Se
nia. Se ha identificado presencia de cerámica localiza en la Cuarta Etapa de la Urb. Pro, dis-
Lima asociada a las estructuras (Agurto, 1984; trito de Los Olivos. A 400 m al oeste de la
Paredes, 2000). Panamericana Norte.
El Sector II se localiza en una pequeña que- Presenta una configuración alargada, tratán-
brada al lado este, junto a un parque llamado dose de una construcción piramidal con
plataformas superpuestas de 160 m de largo
Santa Rosa. Tiene 59 m de largo por 45 m an-
cho. Aquí se evidencian restos de entierros hua- por 70 m de ancho, con un área de 11 200 m2.
queados con material de cerámica Inca Local, Tiene un trazo ortogonal, distribuida espacial-
Provincial, Chancay y Chimú, y tapiales mente en tres sectores (Fig. 4).
destruidos superpuestos en adobes cúbicos de El Sector I está compuesto por una plata-
periodos tempranos (Paredes, 2000). Su aspecto forma trapezoidal de 10 m de altura super-
disturbado se remonta hasta aproximadamente puesta sobre dos plataformas bases. En la cima
un siglo, según aerofotografías de la década del parecen haber existido recintos ortogonales
1940. El cerro estuvo rodeado por un muro de (Fig.5). El Sector II se encuentra dividido por 4
tapia perimétrico y presentaba en el lado oeste, Unidades funcionales. La Unidad A está com-
al pie del cerro, 3 «montículos» hoy inexisten- puesta por el acceso principal de 40 escalones
tes (actualmente el AA.HH. Las Retamas de orientada al sur, el cual conecta y da acceso a
Pro). Se han identificado dos accesos los tres sectores. Este acceso aún lo venimos
prehispánicos principales; uno, por el lado su- investigando, ya que parece una creación o
reste, que lo conforma un muro de tapial modificación moderna (Fig.6). La Unidad B,
transversal que cae hacia la llanura desde la está dividida por un pasaje clausurado, donde al
ladera baja del cerro; y dos, un muro con las norte se ubican 4 recintos cuadrangulares, y al
mismas características, que baja por el noroeste. sur un recinto con acceso restringido (Fig.7). La
Del muro perimétrico en la actualidad sólo que- Unidad C está constituida por recintos
dan al noreste dos tramos muy cortos. cuadrangulares adosados el uno al otro, su mal
En general no presenta estructuras estado de conservación impide definir la canti-
prehispánicas tardías en la cima que indiquen su dad exacta. Se encuentran en un nivel ligera-
uso habitacional o residencial; la presencia de mente más elevada. La Unidad D está confor-
material malacológico es intensa, y según Lu- mada por un recinto rectangular conectado con
deña (1975) fue ocupado desde el periodo la unidad anterior por dos patios; se ubica en el
Formativo. Estos aspectos conllevarían a pen- lado opuesto del Sector I (Fig. 8). El Sector III
sar en la sacralización del cerro (ver Discusión). está constituido por 2 patios: Patio 1, en menor
nivel, y Patio 2, en mayor nivel. Estos patios a

155
Raymondi Cárdenas, A. Territorio y jerarquía tardía en…

desnivel de forma trapezoidal, descienden con- de grosor. Si observamos los patios de suroeste
forme se avanza al noreste. Un conjunto de a noreste, subiendo por el supuesto acceso
plataformas rectangulares superpuestas de 100 principal, encontramos tres recintos
m de largo por 9 m de ancho otorgan profundi- cuadrangulares que estarían controlando el in-
dad y desnivel a los patios; al parecer, tuvieron greso a los patios. El estado de conservación es
banquetas (registradas en el patio 1) (Fig. 9). regular, observándose material de superficie
La técnica constructiva es la del tapial, siendo el producto de huaqueo (Fig. 10).
grosor de los muros generalmente de 0.80 a 1 m

Figura 4: Plano de distribución


espacial de Huaca Pro, mos-
trando los cortes.

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Figura 5: Detalle la elevación del Sector I de Huaca Pro.

Figura 6: Vista desde el sureste de la Unidad A del Sector II (posible acceso principal - escalones).

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Raymondi Cárdenas, A. Territorio y jerarquía tardía en…

Figura 7: Vista desde el suroeste de la Unidad B del Sector II (pasaje).

Figura 8: Vista desde el sur de la Unidad D del Sector II (recinto).

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Figura 9: Vista desde el este de la Unidad B del Sector III (patios a desnivel). Detalle del ascenso
hacia el oeste.

Figura 10: Fragmentos de cerámica superficial en Huaca Pro.

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Raymondi Cárdenas, A. Territorio y jerarquía tardía en…

5.3. Collique 2 274290 E, a 89 msnm. Declarada Patrimonio


Cultural RDN Nº 085/INC-2006.Políticamente
El sitio arqueológico Collique 2 se localiza se encuentra en la Urb. Río Santa, distrito de
en un espacio llano del valle. Es conocido por la Los Olivos, a 150 m. de la Panamericana
comunidad como Huaca Chasqui o El Retablo. Norte9(Fig. 13).
Está en las coordenadas UTM en el sistema Su orientación es de noreste a suroeste, con
WGS 84: 8679726 N y 275336 E a 114 msnm.
un área de 1000 m2. Se trata de plataformas
Declarada Patrimonio Cultural de la Nación superpuestas de 50 m por 50 m. Sobre la plata-
mediante Resolución Directoral Nacional forma superior se concentra un conjunto de 7
(RDN) Nº 1126/INC-2010.Se encuentra en la recintos rectangulares unidos por vanos de ac-
Urb. El Retablo, distrito de Comas, a 220 m de ceso y al suroeste existe un espacio abierto a
la Av. Universitaria, entre el cruce de la Av. modo de patio. Está construido mediante muros
José de la Torre Ugarte y la Calle 20 (Fig.11). de tapia de 0.80 m a 1 m de ancho por 1 m de
Su orientación es de noreste a suroeste, con altura, no siendo uniforme para todos. Los
un área de 2600 m2. Está conformado por una recintos llegan a medir de 11 m de largo a 7 m
construcción artificial de planta rectangular de de ancho. El trazo ortogonal y la configuración
65 m de largo por 40 m de ancho. Para un mejor arquitectónica hacen suponer la reocupación
entendimiento se ha dividido en 2 sectores. El tardía del sitio (Fig. 14). Es la única constru-
Sector I se localiza al noreste del sitio y está cción piramidal existente del brazo izquierdo
conformado por 4 plataformas superpuestas del antiguo templo en U, el otro sitio es Infantas
separadas por 1.20 m una de otra y con 0.75 m I que cumplía la función de templo principal,
de altura, dándole una configuración escalo- donde sus ocupaciones tardías se evidencian en
nada. En la cima no se definen con exactitud el material cerámico inca halladas en superfi-
recintos debido al alto grado de deterioro. cie10.
Existe un posible corredor en forma de «L» de 1
m de ancho en dirección este a oeste. El Sector
II está al suroeste donde se halla un espacio
abierto a modo de patio en menor nivel que el
Sector I, unido a las plataformas que completan
9
el edificio (Fig.12). Los únicos registros existentes hasta la fecha es el
La técnica empleada es la tapia. Cabe preci- catastro del Convenio FAUA-UNI-FORD (1988) y un
estudio de Silva (1998) donde menciona al templo en U
sar el Sector II se encuentra rodeado de adobes de Infantas con el nombre de templo de Pro. Esto
rectangulares, probablemente ocupación colo- requiere de algunas observaciones con la finalidad de
evitar confusiones. Primero, describe el templo en U de
nial. Existe escaso material arqueológico en la Infantas bajo el nombre de Pro, siendo Infantas I y II,
superficie (cerámica, textiles, óseos, etc.), y Huaca Pro y Cerro Pro, sitios cercanos, pero distintos.
presenta la misma compactación de barro que Segundo, menciona que el templo en U de «Pro» (como
lo denomina) limita al noreste con la Hacienda Pro,
los demás edificios, tratándose posiblemente de cuando en realidad se trata de la Hacienda Infantas. Por
algún tipo de clausura o sellado de sitio. último, señala que el templo se localiza dentro de la Urb.
Río Santa, cuando en realidad sólo Infantas II se ubica en
esta Urbanización. Infantas I se localiza en la Urb. El
5.4. Infantas II Olivar, y los otros catorce montículos destruidos
correspondían a las actuales urbanizaciones de Río Santa,
El sitio arqueológico Infantas II se ubica a El Olivar, Santa Luisa y el AA.HH. Los Rosales de Pro,
500 m de Huaca Pro. Tiene las coordenadas formados desde la década del 1990.
10
Actualmente se viene dando la Puesta en Valor de
UTM, en el sistema WGS84, 8678372 N y Infantas II, a cargo del Dr. Miguel Cornejo con el
respaldo de la Municipalidad de Los Olivos.

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Figura 11: Plano de distribución espacial de Collique 2, mostrando los cortes.

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5.5. Complejo Santa Luzmila otros edificios de planta rectangular de forma


alargada que pudieron haber pertenecido a
Mediante las aerofotografías de 1943 y 1945 periodos posteriores.
del SAN se ubicó en la margen izquierda del río Estos sitios arqueológicos presentan una
Chillón, en la Urb. Santa Luzmila, distrito de distribución irregular y parecen constituir un
Comas, un agrupamiento de edificios gran centro poblacional articulado con Infantas,
prehispánicos. Se trata de aproximadamente 25 Collique 2, Huaca Pro y Cerro Pro, agrupándose
sitios bastante erosionados que presentan restos como una sola «esfera» (como se explicará más
de estructuras hechas de tierra (¿tapia o adelante). Tienen una extensa área de 40 ha
adobe?), distribuidos al este del Cerro Pro. aproximadamente. (Fig. 15).
Estaban regularmente concentrados en un área, En la actualidad prácticamente no queda
de planta ovalada y de diversos tamaños, que ninguno en pie, todos han sido nivelados y
tenían como máximo entre 60 m a 20 m de
transformados en campos de fútbol, centros
largo por 60 m a 10 m de ancho, con presencia recreacionales, parques o explanadas.
de caminos modernos y canales de regadíos.
Dentro del área del complejo hay presencia de

Figura 12: Vista sureste de Collique 2, estado actual.

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Figura 13: Plano de distribución espacial de Infantas II, mostrando los cortes.

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Figura 14: Vista noreste de Infantas II

Figura 15: A la izquierda: el templo en U de Infantas, donde los sitios encerrados en un círculo son
Infantas I y II. A la derecha: el agrupamiento de edificios, también resaltados por un círculo.
Fuente: Servicio Aerofotográfico Nacional 1945.

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6.- Patrón de orientación Huaca Pro presenta la misma orientación y


configuración, pero la plataforma más elevada
A través de los datos de prospección y fuen- está al suroeste, y los patios hundidos al no-
tes aerofotográficas, se identificó la figura alar- reste, una versión opuesta a dicho patrón. Asi-
gada que poseen las construcciones piramidales mismo, el acceso principal, ubicado al suroeste
en su gran mayoría (Fig. 16). Se encuentran podría estar respondiendo a la influencia de
orientados de noreste a suroeste; en la primera Pachacamac durante el periodo Inca (si perte-
dirección se ubican plataformas superpuestas, y nece a periodos prehispánicos). Si dicho acceso
en la segunda, el espacio abierto probablemente fue construido antes o durante el periodo inca,
un patio (Fig. 17). El otro pequeño grupo lo lo interesante es observar que al ascender los
constituyen edificios que actualmente no exis- flujos de circulación permiten acceder al Sector
ten y que resulta difícil definirlos como parte de I y II, el Sector III es más restringido, puesto
un complejo urbano o fragmentos de pirámides. que tres recintos cuadrangulares parecen contro-
lar el acceso a los patios hundidos.

Figura 16: Patrón de orientación noreste-suroeste de los sitios arqueológicos de la margen


izquierda del valle bajo del Chillón. El sitio SAN (1943) no existe en la actualidad. Fuente:
Raymondi, 2013.

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Raymondi Cárdenas, A. Territorio y jerarquía tardía en…

Figura 17: Detalle de los cortes con sus respectivas orientaciones.

7.- El periodo Intermedio Tardío: Esferas agrupamiento de edificios (¿centro poblacio-


territoriales nal?). En cada una de las esferas se destaca la
presencia de un Templo en U, demostrando la
Los sitios arqueológicos de la margen iz- continuidad cultural y el escenario de una serie
quierda del valle bajo del Chillón se encuentran de ocupaciones. Lo difícil de definir es si se
ordenados a través de un «Modo de organiza- trata de una misma sociedad reocupando un
ción espacial agrupada», donde las mismo espacio, punto que hasta el momento no
construcciones piramidales rodean a un Cerro se ha identificado en la costa central, a diferen-
Tutelar (c.f. Tello, 1923). Hasta el momento se cia de la costa norte. Resaltamos este modelo
han identificado cinco Esferas Territoriales que temprano, ya que la cerámica y arquitectura en
componen el mencionado modo de organiza- superficie muestra que se está reocupando en
ción, pero son tres definidas con claridad: Chu- los periodos tardíos, como por ejemplo: Infantas
quitanta, Pro y Collique, cada una distanciada II, el cual pertenecía al brazo izquierdo del
por 5 km (Fig. 18). Templo en U de Infantas.
Cada Esfera Territorial está compuesta por
un centro principal, centros secundarios y un

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Figura 18: «Modo de organización espacial agrupada del valle bajo del Chillón durante el
Intermedio Tardío (con algunos sitios arqueológicos reocupados durante el Horizonte Tardío)».
Fuente: Raymondi, 2013.

La Esfera Territorial de Pro está compuesta deyección; lo cual podría estar indicando un
por Collique 2, Infantas II, Huaca Pro, Cerro carácter sagrado.
Pro y un agrupamiento de edificios que se ex- El emplazamiento de Huaca Pro respondería
tiende hacia el lado este. A 200 m al este del a una separación física con respecto al agrupa-
Cerro Pro se ubica Huaca Pro y en línea diago- miento de edificios, implicando un estatus espe-
nal al este y sur de este último, se encuentra cial. La visibilidad es importante en la medida
Collique 2 e Infantas II, respectivamente. El que su construcción sería para ser visto y
Cerro Pro se caracteriza por presentar ocupacio- diferenciado del resto de construcciones pirami-
nes desde el periodo Formativo hasta el Hori- dales (v.g. Moore, 1996; Habetler, 2007). Esto
zonte Tardío. Con construcciones en piedra du- indica que en periodos anteriores estos asenta-
rante el Intermedio Temprano en la cima, y ado- mientos eran dirigidos por grupos de élites
bes mamiformes y tapiales en los conos de de- situados en residencias. Es preciso resaltar que
yección y parte ínfima. Evidencia de ello sería no necesariamente sobre un carácter doméstico
un perfil estratigráfico al este del cementerio en tiene que emplazarse otro del mismo aspecto.
la parte baja del cerro, producto de la cons- Puede ocurrir que sobre lo doméstico esté im-
trucción de un parque. En resumen, se tiene un plantándose un carácter ceremonial, como es
centro muy antiguo, muros de tapiales en el común en muchas pirámides de la costa central.
llano circundando al cerro, material malacoló- Un tema conocido e interesante es el planteado
gico en abundancia disperso en todo el sitio por Eeckhout (2004), el cual sostiene que du-
arqueológico y cementerios en sus conos de rante el Intermedio Tardío las Pirámides con
Rampa fueron palacios dinásticos y en el Hori-

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Raymondi Cárdenas, A. Territorio y jerarquía tardía en…

zonte Tardío, centros ceremoniales. No pode- con dirección a Chancay; mientras otros venían
mos descartar, según nuestro análisis espacial, del norte desde Paramonga y del sur desde
que el nexo entre los patios hundidos de Huaca Pachacamac.
Pro, y el acceso principal de Alborada 1, se trate Esta información indica dos aspectos: 1. El
de una rampa. camino inca y los ramales salientes de la Forta-
A 3 km al sur se encuentra la Huaca Naranjal leza de Collique dejan un vacío en el centro que
y Huaca Aznapuquio. Según las excavaciones corresponde a la Esfera Territorial de Pro, y 2.
en estas construcciones piramidales, serían cen- El camino más estudiado y mencionado en las
tros de control y producción de cerámica fuentes etnohistóricas, como perteneciente al
Ychsma durante el Intermedio y Horizonte periodo inca, es el que articulaba los centros
Tardío. Lo importante es conocer las administrativos. Lo cual indicaría que los rama-
transformaciones a la llegada de los incas, y les de la Fortaleza de Collique serían secunda-
preguntarnos cómo pudo haber sido para Huaca rios o caminos sagrados en su conexión vertical
Pro y Collique 2. Cabe la posibilidad que estas con sus lugares de origen, como se mencionó
esferas conformaban centros especializados con líneas arriba según el Manuscrito de Huarochirí.
oficios, que ante el dominio inca están Estas premisas refuerzan nuestra hipótesis
reordenándose, cumpliendo roles distintos, que Huaca Pro, Collique 2 y las otras estructu-
similares, o según nuestra hipótesis son ras piramidales que ya no existen, principal-
abandonados. mente dentro de la Esfera Territorial de Pro,
durante el Horizonte Tardío eran consideradas
8.- El periodo Horizonte Tardío: Centros «huacas» en su función como centros
administrativos inca abandonados que habían adquirido un carácter
ceremonial (Fig. 19).
Los centros administrativos inca más
representativos son: Tambo Inga, Cerro Res-
9.- Discusión
piro, Fortaleza de Collique y Palacio Oquendo.
Estos estaban articulados por el camino inca 9.1. Durante el Intermedio Tardío (1100-
(capaq ñam) con la finalidad de controlar y 1470 d.C.).
administrar política, económica y socialmente
el valle. A 3 km al oeste del Cerro Pro, cruza El periodo Intermedio Tardío estuvo mar-
dicho camino que provenía de Ancón. Cruzaba cado por distintos acontecimientos. Por un lado
por Tambo Inga, atravesaba toda la explanada estaba la alta demografía, por la cual las
de la actual Urb. La Ensenada, cruzaba el migraciones de población serrana se hicieron
puente Inca (frente a Cerro Respiro) y luego se más intensas (v.g., el caso de los Yauyos. Tay-
bifurcaba. Un tramo se dirigía hacia el mar por lor, 1987; Feltham, Salomon; Grosboll, 2009),
los cerros de Oquendo y otro hacia el sur, pa- incluso desde periodos anteriores. Por otro lado
sando por Aznapuquio, Palao, hasta llegar a los fenómenos naturales ocasionaban cambios
Pachacamac (Agurto, 1984). en las estructuras ideológicas, produciendo un
Otros caminos llamativos son los que des- agrupamiento de sitios arqueológicos alrededor
cribe el padre Villar Córdova (1935). Señala de un cerro protector (v.g., el caso del valle del
que desde la Fortaleza de Collique, partían mu- Colca. Wernke, 2009) (Franco, 2004). De esta
chos ramales que se dirigían a Canta por la manera, estos tiempos manifestaron varios tipos
pampa de Collique, pasando por Jicamarca; otro de comportamientos ligados a estructuras y
se dirigía por Punchauca, Macas y Trapiche, sistemas ideológicos. Por ejemplo, el planteado

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por López-Hurtado11 para los Andes Centrales El agrupamiento restante podría tratarse de
durante los periodos tardíos, donde se ejercía la edificios habitacionales, los cuales fueron
importancia de la veneración de los ancestros, identificados mediante las fotografías aéreas de
la creencia en un paisaje animado y la organiza- 1945 del SAN, muestran una clara destrucción
ción dual del espacio físico y social. y son muy pequeños. Pudieron haber sido cons-
Siguiendo este planteamiento y a la vez utili- truidos en el Intermedio Temprano (200 aC.-
zando nuestros datos de campo, podemos seña- 200 dC.), como en el caso de los «aglutinamien-
lar que durante los periodos tardíos el valle bajo tos de montículos» del Complejo Maranga en la
del Chillón estaría ordenado a través de un margen izquierda del valle bajo del Rímac,
«Modo de organización espacial agrupada» donde fueron reocupados por los incas como
compuesto por construcciones piramidales que cementerio por no ser sitios principales o tra-
se agrupaban alrededor de un Cerro Tutelar. De tarse de sitios muy antiguos (Hernández, 2011).
esta forma, se identificaron 3 «Esferas Este débil emplazamiento hizo que no resistie-
Territoriales» que hemos denominado: Chuqui- ran el arrollador avance del proceso urbanístico
tanta, Pro y Collique. Tratándose probable- del siglo XX.
mente de algunas de las seis etnias postuladas Estas construcciones piramidales responden
por Rostworowski (1972): Colli, Chuquitanta, a un «Patrón de orientación de noreste a suro-
Carahuaillo, Comas, Sutcas y Sehuillays. Esta este», pero sólo Collique 2 e Infantas II tienen
situación también se observa en el Rímac. Las las plataformas superpuestas al noreste y el pa-
investigaciones de Cornejo (2004) dan referen- tio al suroeste, orientándose posiblemente
cia del señorío de Guatca, el cual estaba confor- desde el nacimiento del río hacia el mar. Esto
mado por tres curacazgos: Cacaguasi, Lima- responde a la idea de que todo sitio arqueoló-
tambo y Santa Cruz, estos a su vez, estaban gico por más pequeño que sea siempre presenta
comprendidos por agrupamientos de «montícu- una organización espacial establecida por
los», tratándose de una gran población tardía esquemas ideológicos (Miño, 1994).
donde debió existir división de barrios Estas esferas territoriales, sociales o grupos
especializados en distintos oficios. étnicos funcionaron dentro de estrategias que
La Esfera Territorial de Pro estuvo com- permitían el sostenimiento social, político y
puesta por un centro principal (Huaca Pro), cen- económico dentro del valle. Como en muchas
tros menores (Collique 2 e Infantas II), un cen- partes del mundo andino la estrategia de
tro sacralizado (Cerro Pro), y un agrupamiento cooperación y conflicto le dieron armonía y
de edificios (Complejo Santa Luzmila). El equilibrio al desarrollo de estas sociedades
emplazamiento de Huaca Pro respondería a una (Dillehay, 1974, 1987; Wernke, 2009). Aunque
separación física con respecto al agrupamiento aún está por definirse el significado del
de construcciones piramidales, implicando un amurallamiento de muchos cerros en el valle del
estatus especial. Todo esto indicaría que la Chillón, este podría ser un indicador de los con-
construcción de Huaca Pro estaría regida por un flictos que ocurrían, quizá por el control de
emplazamiento cerca, frente y vinculada al Ce- agua, recursos o tierras. Mientras que la
rro Tutelar, en otros términos, Huaca Pro sería cooperación permitía las relaciones de proximi-
uno de los centros más importantes de toda la dad para el intercambio y reciprocidad de diver-
margen izquierda del Chillón, vinculada al Ce- sos recursos materiales o físicos que se podían
rro Pro. prestar.

11
Ponencia citada líneas arriba.

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Figura 19: Organización territorial prehispánica tardía del valle bajo del Chillón. Nótese
también la relación con los grupos étnicos según los manuscritos: Rojo: Esfera Territorial de
Collique: los collis, Amarillo: Esfera Territorial de Pro: ¿sutcas?, Negro: Esfera Territorial de
Chuquitanta: los chuquitantas, Verde: Posible Esfera Territorial: ¿?. Morado: Posible Esfera
Territorial: los carahuaillos.

Estas esferas estuvieron interrelacionadas funcionales que sufrieron algunas


mediante conjuntos de espacios celulares que construcciones piramidales (Huaca Pro,
compartieron relaciones de proximidad, Collique 2, Infantas II, Huaca Oquendo).
desempeñando funciones parecidas y Huaca Pro y Collique 2 posiblemente
compartiendo un rasgo visual común, como la cambian morfológica y funcionalmente,
forma u orientación. Estos pudieron haber manteniendo la configuración alargada. Lo que
estado organizados en torno a un punto de no se ha podido identificar de manera
entrada, un eje de circulación, etc. (Mañana, superficial es la funcionalidad o los roles que
Blanco; Ayán, 2002). tuvieron y adquirieron a la llegada de los incas.
Hay asentamientos como Respiro que la
9.2. Durante el Horizonte Tardío (1470- residencia de élite estuvo impuesto sobre un
1532 d.C.). sistema ya existente. Huaca Naranjal que dejó
de ser un centro de producción de cerámica
Durante este periodo, probablemente, los Ychsma para convertirse en un centro
incas ocuparon el valle del Chillón de modo doméstico con arquitectura monumental. Y por
directo, reflejándose en los sitios con trazo último, Huaca Aznapuqio que continuó con la
netamente inca (Cerro Respiro, Tambo Inca, labor de controlar y producir cerámica Ychsma.
Palacio Oquendo), y en los cambios formales y Para el caso de Huaca Pro, Collique 2 y

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Alborada 1 y 2 (sitios aún en estudio), del cerro en el lado este de la pendiente se halla
suponemos el abandono adquiriendo un carácter una capa estratigráfica de 1.20 m de altura de
ceremonial. En los perfiles de huaqueo se excremento de animales ovinos, probablemente
observan bloques de barro que parecen fue reutilizado como corral. La misma
corresponder al sellado del sitio, en tiempos reutilización se observa en los demás sitios
inca o colonial; no se ha encontrado arqueológicos.
información sobre caminos inca o ramales que Entre el año 1980 y 1985 comienza a
estén conectando estos sitios, y además su urbanizarse el noreste del Cerro Pro, llamado
asociación con el Cerro Pro (cementerio), Urbanización La Floresta y Urbanización Pro.
apoyan nuestra hipótesis. En esta misma década comienza una serie de
Los esquemas ideológicos también inmigraciones que deciden invadir la zona
estuvieron presentes. Las dualidades de Hanan sureste y oeste de dicho cerro. Al este, la Cuarta
y Hurin, alto-bajo, se reflejaron de dos maneras. Etapa de la Urbanización Pro empieza a poblar
Primero a través de la modalidad Cerro-Huaca, los alrededores de la huaca y deteriorar las
por ejemplo: Cerro Pro-Huaca Pro, Cerro La primeras plataformas para acrecentar el tamaño
Milla-Huaca La Milla, Cerro Palao-Huaca del parque. Durante el año 1998 hasta
Palao, Cerro Zorro-Huaca Alborada. Mientras principios del 2000 el sitio fue afectado por
la segunda modalidad consistía en una dualidad basurales constantes y abundantes, al poco
interna, por ejemplo, en la Huaca Pro: Sector I- tiempo se realizó una limpieza, organizada
Unidad D. Lo mismo podemos decir de la quizá por la comunidad, municipalidad o el
bipartición de los patios, probablemente entonces Instituto Nacional de Cultura (Fig.
representado la jerarquización de los visitantes, 20).
donde los personajes más importantes podían Mediante estos trabajos hemos intentado dar
llegar hasta el patio más hundido y restringido. el primer paso a la reconstrucción del escenario
Sin duda alguna los datos de excavación micro y macro espacial del valle bajo del
explicarán cuales fueron sus roles y cómo se Chillón, evidentemente no limitándonos al
ven inmersas en las Esferas. De esta manera se sentido unitario de los asentamientos, sino
podrá comprender la visión macroespacial del asumiéndolo con caracteres básicos dentro de
valle, entendida como una organización una gama de relaciones e intercambios. Somos
territorial. conscientes que el avance hacia estas
propuestas se verá enriquecido cuando existan o
10.- Comentarios finales se ejecuten mayores investigaciones en toda
esta área.
La época colonial y republicana fueron los Por tratarse de un estudio de prospección
tiempos donde se ejecutaron mayores huaqueos, sistemática de superficie, se considera que las
esto se puede observar en las fotos del SAN de conclusiones e hipótesis aquí planteadas
1943, donde el cementerio prehispánico del deberán ser contrastadas con trabajos de
Cerro Pro también figura en un estado avanzado excavación arqueológica.
de deterioro. Dentro de esta pequeña quebrada

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Raymondi Cárdenas, A. Territorio y jerarquía tardía en…

Figura 20: Estado actual de Huaca Pro.

Agradecimientos

Esta labor investigativa no hubiera sido posible sin el apoyo de la Bach. Paola Mejía, Est. Raquel
Mejía y los estudiantes de 3º y 5º año de Arqueología de la UNFV. Igualmente, a la Arq. Giovanna
Rodríguez y al Adm. José Carlos Quijandría, proles entrañables que me respaldaron en mi transcurso
universitario. Asimismo, al Lic. Genaro Barr Argomedo por la ayuda académica, y a mi maestro Mg.
José Javier Vega Loyola por los consejos, alicientes y confianza brindada en mi formación
profesional. También debo agradecer a los editores de la revista por la oportunidad brindada.

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