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CERP DEL SUROESTE

Actividad 3 del cierre


de Unidad
Las Artes Visuales en la Prehistoria e
Historia Antigua.
Prestes, Ignacio
Prof. Verónica Leone
2022

Primer Año, Profesorado de Historia.


Tras décadas de investigaciones en el valle del Supe, en Perú, se ha realizado el descubrimiento
de uno de los asentamientos más antiguos de América en su generalidad como continente. Caral
(o Caral-Supe), el asentamiento en cuestión es en la actualidad un sitio arqueológico que ronda
los 5000 años de antigüedad, ubicado a 23km de la costa con el Océano Pacífico y a 182km al
norte de Lima (Capital de Perú), se estima que ocupa un área de 65 hectáreas como
asentamiento urbano. Tras el descubrimiento de los montículos artificiales en Áspero (otro
yacimiento arqueológico en el valle del Supe) por Willey y Moseley en 1970, en conjunto con
las excavaciones de Feldman en el mismo año que terminarían revelando una datación aún más
antigua de la que se había estimado previamente, Ruth Shady Solís 1 dice haber decidido excavar
en Caral en 1996, revelando un complejo de gran magnitud en cuanto al espacio que abarcaba y
en especial su antigüedad que la posicionaría en el contexto cultural del Arcaico Tardío. La
autora explica la singularidad del asentamiento con las siguientes palabras: “(…) Los resultados
indicaban que Caral era un asentamiento especial, de primera magnitud debido al contexto
cultural recurrente, correspondiente al periodo Arcaico Tardío. Antigüedad que contrastaba con
la gran extensión del asentamiento y la monumentalidad de sus construcciones.” (Shady Solís,
2006). En el valle del Supe han sido hallados otros 18 yacimientos de similar naturaleza.

Ubicada en una meseta a 350 metros sobre el nivel del mar, Caral se ve envuelta por un paisaje
de una altura, árida, de cerros, digna del valle del Supe, por el que pasa el río homónimo, el cual
da fertilidad a las tierras con su limo. Caral formando parte de uno de los 18 yacimientos del
Valle del Supe, es menester marcar que en la región del centro norte de los andes centrales,
región en el que valga la redundancia se encuentran estos yacimientos, se daba un gran aporte
de la sierra en la irrigación para el desarrollo de la agricultura, Ruth Shady dice que: “Cabe
destacar los aportes de la sierra en la agricultura de irrigación por medio de canales, así como la
habilitación de pequeñas terrazas, según atestigua la evidencia de La Galgada (…)” (Shady
Solís, 2006), de esta forma se permite además la interpretación de que las culturas de la región
en cuestión habrían desarrollado una cultura hidráulica. Otra actividad económica relevante de
la región, provista por su cercanía al rico océano pacífico, fue la pesca (vista con ciertos
vestigios artísticos de la misma Caral), siendo la pesca parte fundamental del consumo en la
región.

El asentamiento se cree poseía una utilidad ritual, mostrada en su arquitectura, monumental y


aparentemente bañada de espiritualidad, considerando que fue un centro religioso. Esta
interpretación se funda en la magnitud de sus edificios y del yacimiento, la cual sugiere su
importancia en comparación con los otros asentamientos del valle del Supe, hablándose de una

1
Antropóloga y Arqueóloga peruana. Jefa de la Zona Arqueológica Caral, Unidad Ejecutora 003,
Ministerio de cultura. (Gobierno peruano, 2020)
“dominación religiosa” y no militar por la notoria ausencia de fortalezas u otras estructuras
militares. Así incluso podemos entender Caral como un punto de peregrinación.

La arquitectura será también fundamental para su estructura social, como en diseño del
asentamiento, que en su centro, donde se cree que se concentra el grupo social dominante y el
poder religioso, se ven presentes las construcciones monumentales, mientras que en la periferia
se van mostrando las construcciones donde residían los grupos sociales dominados, de distintos
tamaños, tecnología para su construcción, materiales y ubicación, viéndose a su vez otra
distinción en el nivel sociológico. A su vez es menester entender la interpretación del tamaño de
los monumentos se ve en proporción al poder que se buscaba demostrar, cuanto mayor
magnitud, mayor poder poseía quien residía o hacía sus funciones en tal edificio.

Profundizando más en la arquitectura, podemos mencionar las 6 grandes montículos


piramidales, de las cuales la mayor tiene una base de 160 metros por 150 metros y unos 18
metros de altura, o los monumentos menores cuya escala es variada, cuentan de estructuras
auxiliares. La pirámide más pequeña tiene una base de 60 por 45 metros y unos 10 metros de
altura, además Ruth Shady menciona que entre las construcciones menores se hallaban: “(…)
numerosas estructuras menores con plataformas, dos plazas circulares, y el anfiteatro (…)”
(Shady Solís, 2006) las cuales estaban decoradas por monolitos, frisos, nichos y pinturas de
distintos colores. Se ve una planificación urbana que saca un máximo provecho al espacio,
permite la remodelación de las edificaciones, edificaciones que a su vez muestran la pasión de
esta civilización por la arquitectura y esta planificación permite el uso de distintos sectores del
lugar para la realización de rituales.

1 Anfiteatro de Caral, extraído de peru.travel. (peru.travel, 2021)

Se han encontrado en el sitio manifestaciones artísticas por fuera de la arquitectura, como


figuras de arcilla no cocida, una quena (instrumento musical) de hueso decorada con pasta
resinosa rojiza y un fino trabajo en su creación, cuentas usadas generalmente para collares de
diversos materiales, fragmentos de cuarzo, conchas decoradas o no y cruces de palitos con hilos
de algodón para rituales. Las figuras de arcilla, las conchas que llegaban a presentar distintos
trabajos en su decoración y los fragmentos de cuarzo se cree estaban relacionados con lo ritual,
estos últimos eran incluso traídos de intercambio lo que abre a interpretación sobre una posible
comercio. Las cuentas de conchas o piedras y las cruces de palos se consideran eran utilizados
por los grupos de poder, siendo que con estas últimas Shady nos dice: “Actualmente, algunos
grupos de la selva peruana manufacturan estos objetos como símbolos de poder. (…) Las cruces
halladas en Caral y en algún otro sitio del Arcaico Tardío constituyen las expresiones más
antiguas de estos ejemplares simbólicos en los Andes Centrales, de gran persistencia en la
tradición cultural de las sociedades.” (Shady Solís, 2006).

Podemos así concluir con que Caral, gracias a la suerte que ha pasado por lo largo de la historia
que ha permitido su impresionante conservación, da apertura a la interpretación de los
comienzos de las civilizaciones en el continente Americano, siendo que sus manifestaciones
artísticas cumplen como pilar al mostrar con su mera presencia en el lugar actividades desde lo
ritual, lo comercial e incluso consigue mostrar el estatus social de las personas. Pero se debe
tener en cuenta que Caral es un caso excepcional, adelantado para su tiempo y singular en su
entorno, a su vez la reciproca influencia con los otros asentamientos del valle del Supe. Por
último en mi ignorancia considero que el sitio sería un pilar fundamental para el materialismo
en las historias o prehistorias americanas, por cómo las condiciones económicas del centro norte
de los andes centrales condicionó a los grupos que se asentaron en la misma región, como
condicionaron así su historia.

Bibliografía y Fuentes
Gobierno peruano. (2020). Recuperado el Mayo de 2022, de
https://www.gob.pe/institucion/caral/funcionarios/18087-ruth-martha-shady-solis

peru.travel. (8 de Junio de 2021). Recuperado el Mayo de 2022, de


https://www.peru.travel/es/noticias/caral-ahora-cuenta-con-museo-virtual

Shady Solís, R. (2006). Caral, Supe: La civilización más antigua de América. Investigaciónes
Sociales, 6, 51-81.

UNESCO. (2009). Recuperado el Mayo de 2022, de https://whc.unesco.org/en/list/1269

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