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República Bolivariana de Venezuela

Ministerio del Poder Popular Para la Educación Universitaria


Universidad Nacional Experimental de los Llanos Centrales
“Rómulo Gallegos”
Área de Ciencias Políticas y Jurídicas
Programa de Formación en Derecho
Unidad Curricular: Obligaciones II
4to Año- Sección 1

LA MORA

Abogado. Bachilleres.
Norberto Castro Caldera Fabiola V. 27.238.760
Castro Ignacio V.27.863.806
García Fabiola V.27.408.804
Rojas Loreana V.27.049.399
Torrealba María V.28.174.178

San Juan de los Morros. Junio 2021


ÍNDICE

INTRODUCCIÓN

LA MORA _________________________________________________________ 5

CLASES DE MORA. ________________________________________________ 6

LA MORA DEL DEUDOR Y REQUISITOS. ____________________________ 6

LA INTERPELACIÓN. ______________________________________________ 10

PROCEDIMIENTO PARA CONSTITUIR EN MORA AL DEUDOR POR UNA


OBLIGACION ILIQUIDA.__________________________________________________ 11

CASOS DONDE NO SE REQUIERE LA INTERPELACION. _____________ 13

CASOS DONDE EL DEUDOR NUNCA ESTARÁ EN MORA. ____________ 18

EFECTOS DE LA MORA DEL DEUDOR: _____________________________ 21

PURGA O EXTINCIÓN DE LA MORA. _______________________________ 23

LA MORA DEL ACREEDOR. _______________________________________ 24

REQUISITOS DE LA MORA DEL ACREEDOR. _______________________ 27

EFECTOS DE LA MORA DEL ACREEDOR. __________________________ 30

JURISPRUDENCIA ________________________________________________ 30

CONCLUSIÓN. ____________________________________________________ 36

REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS. _________________________________ 37


INTRODUCCIÓN.

Entre muchas de las figuras jurídicas que conforman el Derecho de


Obligaciones resalta la mora, que evidentemente para explicar su concepto y todo
de lo que este tema deriva, es importante tener presente, aquello que denominamos
su “naturaleza jurídica”, es decir, para estudiar la Mora, primero debemos tener
presente que son las obligaciones establecidas en un Contrato, el vínculo que las
une, y aquellos sujetos que mediante vínculo se ven obligados a una ejecución.

Las obligaciones, son aquellas que para el Derecho, conciernen a toda


persona, y le permite adaptarse a un orden social en el que debe existir un equilibrio
entre Derecho y Obligaciones, específicamente estas tienen su auge en el
denominado Derecho de Crédito, es decir, aquel que mantiene su carácter
pecuniario, mediante el cual una persona denominada Sujeto Pasivo Deudor, se
compromete frente a un Sujeto Activo denominado Acreedor, mediante una
prestación que puede generar ese vínculo de Dar, Hacer, o no hacer, establecido
en un Contrato.

Ahora bien, esto tiene relación con la Mora solo en la prestación de Dar o
Hacer, conforme a la respectiva fundamentación legal que nos establece el
“Código Civil venezolano (1982) Artículo 1269”, porque en el caso de no hacer,
ya está siendo evidente el incumplimiento. La mora, como tal, se define como el
Retardo culposo, o injustificado, en el plazo o término cierto en la ejecución de la
obligación, siendo aquí, menester aclararle al lector, que la Mora no solo ocurre en
la persona del Deudor, sino también en la persona del Acreedor, es por eso, que en
el caso del incumplimiento de este último sería un retardo totalmente injustificado, y
en el caso del primero, totalmente culposo.

Sin embargo, hay obligaciones donde no existe el término cierto, de hecho,


cotidianamente pudiera decirse que no hay un día, hora, fecha o lugar para que esa
persona se vea obligada a cumplir, y en estos casos la única manera de alegar un
incumplimiento es mediante interpelación, que es uno de los requisitos
fundamentales de la Mora del Deudor.

Para concluir con esta pequeña sinopsis, aclaramos, que no todo


incumplimiento deriva de las razones anteriormente expuestas, también se pueden
dar por un caso fortuito o de fuerza mayor, donde sería aplicable la Teoría de los
Riesgos, pero, también debe tener presente el Deudor, que al este incumplir con su
ejecución se ve inmerso en diversos supuestos que pueden ver comprometida su
situación, tal es el caso de Deterioro de la cosa, y pago de daños y perjuicios.

En sí, como ya puede entender el lector, la Mora necesita de un estudio


profundo, análisis jurídico y lógico que permita entender la esencia de esta figura, y
es por lo que, en el presente trabajo, nos dedicaremos a desglosar todos esos
requisitos, fundamentos, procedimientos, doctrinas y jurisprudencias, que nos
encaminen a la eficiencia y eficacia del aprendizaje.
LA MORA

DEFINICIÓN.

La mora, también llamada incumplimiento tardío o temporal, consiste en un


cumplimiento de la obligación, posterior al debido por parte del deudor, de ahí la
llamada mora, aunque autores afirman que debería añadírsele la palabra “culpa” ya
que la mora consiste en un retardo culposo en el cumplimiento de la obligación, la
cual es posible todavía de cumplir, debemos destacar que el tiempo juega un papel
importante en la mora, ya que para llamarlo mora es necesario que el cumplimiento
pueda darse aunque este sea tardío, ya que si el cumplimiento es imposible no
podría hablarse de mora. Su fundamento viene dado por el artículo 1271 del Código
Civil de Venezuela de 1982, que consagra una presunción iuris tantum de
incumplimiento culposo en contra de deudor

Código Civil de Venezuela (1982) Articulo 1271: El


deudor será condenado al pago de los daños y perjuicios,
tanto por inejecución de la obligación como por retardo en la
ejecución, si no prueba que la inejecución o el retardo
provienen de una causa extraña que no le sea imputable,
aunque de su parte no haya habido mala fe.

ANÁLISIS DEL ARTÍCULO.

Cuando citamos este artículo, necesariamente nos referimos a la


responsabilidad contractual, en un contrato donde el deudor se atrasa en el
cumplimiento de una obligación o bien, la incumple, el deudor será condenado a
pagar los daños y perjuicios ocasionados a la otra parte, siempre y cuando el deudor
no demuestre que el incumplimiento o el retardo se dio por una causa extraña no
imputable.

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CLASES DE MORA.

Existen diferentes clases de mora, estas se clasifican según su origen según


los sujetos de la obligación que hayan incurrido en la mora.

• Según su origen: Nos encontramos con la mora ex contractu


y con la mora ex lege; la primera consiste en un retardo culposo en el
cumplimiento de la obligación derivada de un contrato, mientras que la
segunda consiste en un retardo culposo derivado de la ley.
• Según los sujetos de la obligación que hayan incurrido en
la mora: Aquí nos topamos con la mora accipiendi (mora del acreedor) y la
mora solvendi (mora del deudor); la primera consiste en el retardo
injustificado del acreedor en recibir el pago; mientras que la segunda a su
vez se distingue en mora sovendi ex re y mora solvendi ex personam, la
primera es aquella que se produce en las obligaciones cuyo cumplimiento no
exige requerimiento por parte del acreedor mientras que la mora solvendi ex
personam es aquella que se produce en aquellas obligaciones que exigen
para su cumplimiento un requerimiento por parte del acreedor.

LA MORA DEL DEUDOR Y REQUISITOS.

El fundamento legal es el artículo 1269 del Código Civil de 1982, el cual


dispone:

Artículo 1269. Si la obligación es de dar o de hacer, el


deudor se constituye en mora por el solo vencimiento del plazo
establecido en la convención.

Si el plazo vence después de la muerte del deudor, el


heredero no quedará constituido en mora, sino por un

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requerimiento u otro acto equivalente; y, únicamente ocho días
después del requerimiento.

Si no se establece ningún plazo en la convención, el


deudor no quedará constituido en mora sino por un
requerimiento u otro acto equivalente.

ANÁLISIS DEL ARTÍCULO.

Cuando nos ponemos a analizar este artículo, tenemos que detenernos a ver
varias cosas, en el primer párrafo, hace referencia a las obligaciones del deudor,
tales obligaciones se cumplen o se incumplen pero no se concibe retraso en el
cumplimiento, la generalidad de la doctrina sostiene que en las obligaciones de no
hacer el deudor no puede incurrir en mora, pues su incumplimiento consiste en
realizar aquello que estaba prohibido, bajo el alegato que en las obligaciones de no
hacer no puede existir jamás el retardo en el cumplimiento.

Ahora, el segundo párrafo nos establece lo relativo a los herederos de los


deudores, estableciendo que estos no quedaran en mora, a menos que exista un
requerimiento o algún otro acto equivalente. Y finalmente el tercer párrafo establece
la importancia de la figura del requerimiento, ya que, si no se establece ningún plazo
de convención, el deudor no quedara en mora sino en virtud de un requerimiento o
algún otro acto equivalente.

REQUSITOS:

• Que el deudor retarde dolosa o culposamente el cumplimiento


de la obligación. La mora es retardo culposo en el cumplimiento de la
obligación, es decir, el retraso propiciado por la voluntad del deudor; por su
dolo o culpa strictu sensu. La mora coloca al deudor en la situación de

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responder de los daños propiciados al acreedor por el retraso. La mora es
pues una calificación del retardo; es un retardo culposo en cumplir.

El deudor no responde de aquellos sucesos que no hubiesen


podido preverse. Por lo tanto, la mora supone culpa o dolo en el retraso.
Recordemos que en materia contractual pesa una presunción de culpa sobre el
deudor que éste debe desvirtuar mediante la respectiva prueba de que la
circunstancia que le impide cumplir no le es imputable.

• Que se trate de una obligación válida, cierta, líquida y exigible.


• El cumplimiento de la obligación debe ser posible, sino,
estaríamos hablando de un incumplimiento definitivo.
• La constitución o puesta en mora del deudor por medio de un
requerimiento u otro acto equivalente (mora interpelatoria o ex persona).
Cuando se precisa interpelar al deudor para constituirlo en mora, se afirma
que se está ante la mora interpelatoria o mora ex persona. Para diferenciarlo
de casos que veremos en que la mora se produce sin necesidad de
interpelación y que por contraste se denominan casos de mora ex re.
Precisamente salvo aquellos casos o supuestos en que opera la mora al
margen del requerimiento, se precisa éste para que acontezca la mora.

NOCIÓN DE REQUERIMIENTO O INTERPELACIÓN.

Código Civil de Venezuela (1982). Artículo 1269: Si


la obligación es de dar o de hacer, el deudor se constituye
en mora por el solo vencimiento del plazo establecido en
la convención.
Si el plazo vence después de la muerte del deudor,
el heredero no quedará constituido en mora, sino por un

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requerimiento u otro acto equivalente; y, únicamente ocho
días después del requerimiento.
Si no se establece ningún plazo en la convención,
el deudor no quedará constituido en mora sino por un
requerimiento u otro acto equivalente.

El “requerimiento” se denomina también “interpelación” y consiste en una


orden dirigida al deudor por medio de la cual se le exige el pago, pero en términos
categóricos. Se le indica al deudor que se quiere el pago sin más retardo, es decir,
se le exige el pago inmediatamente. De allí que algunos distingan entre cobrar y
requerir el pago; cobrar es exigir el pago, lo cual supone una obligación exigible,
pero requerir el pago es algo más, es cobrar una obligación exigible, pero hacerlo
en términos categóricos, expresivos de una voluntad inequívoca del acreedor de
que no está dispuesto a tolerar un retardo.

SUJETOS DEL REQUERIMIENTO.

Se trata de los sujetos que pueden realizar la interpelación, en cuanto a quien


tiene derecho a efectuar la interpelación se ubica, el acreedor o su representante o
mandatario, el gestor de negocios. La interpelación está dirigida al deudor, su
representante o mandatario al gestor de negocios por las deudas derivadas de su
gestión. Los sujetos del requerimiento son el interpelante y el interpelado. El
interpelante, naturalmente en principio es el acreedor o bien un apoderado del
acreedor que actúe en nombre de éste o bien su gestor de negocios.

Pareciera que el requerimiento puede hacerlo el acreedor que es incapaz de


obrar para que se pague a la persona que lo representa a él o para que pague a
quien lo debe asistir; pero ello, es discutido en la doctrina y depende de si al
requerimiento se le pretende dar naturaleza negocial y por ende se exija la
capacidad de contratar o se considera que lo importante será el discernimiento o

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capacidad natural y por tal no se aplican a la constitución en mora las normas
relativas a la capacidad de obrar.

Esta última parece la interpretación más a tono con la protección del crédito
y la carencia de formalidades porque dicho acto tendría el efecto también de
interrumpir la prescripción. El interpelado es naturalmente el deudor, lo cual no
plantea duda cuando se hace a una persona capaz de pagar. En cambio, el
requerimiento no podría hacerse eficazmente a un apoderado con poder suficiente
únicamente para “pagar”, porque dirigirle el requerimiento a un apoderado no
bastaría para disipar la incertidumbre de que la orden en qué consiste el
requerimiento ha llegado al conocimiento del deudor que debe hacer el pago.

LA INTERPELACIÓN.
La interpelación, es el acto en virtud del cual el acreedor pone en
conocimiento del deudor su voluntad inequívoca de que la obligación le sea
cumplida de inmediato. La doctrina enseña que: ‘La interpelación es indispensable
para que el deudor quede constituido en mora. No basta que la obligación del
deudor sea exigible, sino que debe exigírsele el cumplimiento’.

La fundamentación legal de la interpelación la podemos encontrar en el tercer


párrafo del artículo 1.269 del Código Civil 1982:

Artículo 1269 del Código Civil (1982) “… Si no se


establece ningún plazo en la convención, el deudor no
quedará constituido en mora sino por un requerimiento u
otro acto equivalente.”

ANÁLISIS DEL ARTÍCULO.

Ese requerimiento o acto equivalente es la interpelación, que es


indispensable para que se dé la constitución de la mora del deudor.

10
EJEMPLO.

Fabiola García se adeuda con Luis Álvarez por la cantidad de 1000$ y no


existe plazo para la devolución de dicho préstamo. Luis Álvarez deberá proceder a
la interpelación para constituir a Fabiola en mora y así darle fin al plazo de tolerancia
para el cumplimiento de la obligación.

PROCEDIMIENTO PARA CONSTITUIR EN MORA AL DEUDOR POR


UNA OBLIGACION ILIQUIDA.
Es importante conocer en primer lugar que es una obligación liquida y una
obligación ilíquida:

1. OBLIGACION LIQUIDA: Es aquella en la que el montante de la


prestación se conoce con exactitud; se refiere, con carácter general, a las de dar
aunque en la práctica la mayoría sean obligaciones pecuniarias.
2. OBLIGACIÓN ILÍQUIDA: Se trata de supuesto, en especial, de
la prestación que versa sobre sumas de dinero no precisadas. Tal supuesto crea, al
menos provisionalmente, una situación de inexigibilidad del cumplimiento.

Para determinar el procedimiento para constituir a los deudores en mora bajo


obligaciones ilíquidas, nos referimos al artículo 527 del Código de Procedimiento
Civil de 1990 Venezolano:

Código de Procedimiento Civil (1990) Artículo 527:


Si la condena hubiere recaído sobre cantidad líquida de
dinero, el Juez mandará embargar bienes propiedad del
deudor que no excedan del doble de la cantidad y costas
por las cuales se siga ejecución. No estando líquida la
deuda, el Juez dispondrá lo conveniente para que se
practique la liquidación con arreglo a lo establecido en el
artículo 249. Verificada la liquidación, se procederá al

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embargo de que se trata en este Artículo. El tribunal podrá
comisionar para los actos de ejecución librando al efecto
un mandamiento de ejecución, en términos generales a
cualquier Juez competente de cualquier lugar donde se
encuentren bienes de deudor.

El mandamiento de ejecución ordenará:

1º Que se embarguen bienes pertenecientes al


deudor en cantidad que no exceda del doble de la cantidad
y costas por las cuales se siga la ejecución.

2º Que se depositen los bienes embargados


siguiendo lo dispuesto en los artículos 539 y siguientes
de este Código.

3º Que a falta de otros bienes del deudor, se


embargue cualquier sueldo, salario o remuneración de
que disfrute, siguiendo la escala indicada en el artículo
598.

ANÁLISIS DEL ARTÍCULO.

En este artículo podemos encontrar dos puntos importantes:

Al referirse esta norma escrita al que no ESTAR LIQUIDA LA DEUDA, el


juez dispondrá lo establecido en el artículo 249 del Código Civil, donde se hace
referencia al hecho de que cuando no se estime la deuda, el juez dispondrá a un
perito para que realice la estimación o liquidez.

Ahora bien, una vez aprobada esa liquidación o estimación, se procederá a


embargar los bienes de propiedad del deudor que no excedan el doble de la

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cantidad. Es decir, una vez establecida la liquidación o estimación de esa deuda, se
procederá a tratar como una deuda liquida.

CASOS DONDE NO SE REQUIERE LA INTERPELACION.

La interpelación no se requiere en algunos casos para que el deudor


quede constituido en mora y tales casos son:

1. CUANDO LA OBLIGACIÓN ESTA SOMETIDA A TÉRMINO


CIERTO (DIES INTERPELLAT PRO HOMINE).

Lo cual está contemplado, en el primer párrafo del artículo 1269 del


Código Civil Venezolano de 1982:

Articulo 1.269.- “Si la obligación es de dar o


de hacer, el deudor se constituye en mora por él sólo
vencimiento del plazo establecido en la convención".

ANÁLISIS DEL ARTÍCULO.

De acuerdo lo que establece este artículo, el deudor se constituye en


mora (cuando la obligación es de dar o de hacer) al vencerse el plazo establecido
por las partes, en la convención y esto en aplicación de la máxima romana “dies
interpellat pro homine” (el día interpela por el hombre), siempre que se cumplan
con los requisitos para aplicar esta regla. Al respecto, nuestro Código Civil sobre
esa máxima sigue la tendencia italiana y que consiste, el día interpela por el hombre,
o sea, el deudor se constituye en mora por él solo cumplimiento del plazo fijado, sin
que se necesite de la interpelación.

Es decir, que si se ha pactado una obligación a un vencimiento


determinado, no habrá necesidad de interpelar al deudor, porque éste queda
automáticamente obligado a pagar la deuda sin necesidad de requerimiento alguno.

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Ahora bien, pero para que el solo vencimiento del plazo haga constituir
en mora al deudor, en nuestro derecho es necesario los siguientes requisitos:

a) Debe tratarse de una obligación sometida a terminó cierto, (certus


an certus quando), es decir, aquel término que se sabe qué va a ocurrir y cuándo
va a ocurrir (tal como la fecha del calendario); en cambio, si el término es incierto,
porque no se sabe cuándo va a ocurrir, entonces es necesaria la interpelación.

Donde ese término cierto, no sólo es el convencional (estipulados por


las partes), cómo podría creerse de una interpretación literal del artículo 1269 del
Código Civil de 1982, sino también el término legal (establecido por el ordenamiento
jurídico positivo).

b) Hay casos en que no obstante las obligaciones están sometidas a


terminó cierto, el deudor no se constituye en mora por el solo vencimiento del plazo
estipulado.

Tal es el caso de la mora de los herederos y que encontramos


establecido en el segundo párrafo del artículo 1269 del Código Civil Venezolano de
1982:

Articulo 1.269.- “Si el plazo vence después de la muerte


del deudor, el heredero no quedará constituido en mora, sino
por requerimiento u otro acto equivalente; y, únicamente ocho
días después del requerimiento".

ANÁLISIS DEL ARTÍCULO.

Según este artículo, cuando el deudor muere y el plazo vence después


su muerte, es necesario hacer la interpelación al heredero y que no queda
constituido en mora sino ocho (8) días después de haberse practicado el

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requerimiento. Por tanto, el heredero puede ignorar la existencia de la obligación
contraída por su causante solo mientras el acreedor no le haya hecho la
interpelación.

En este sentido, la mora de los herederos constituye una excepción a


la regla dies interpellat pro homine, a tenor de lo establecido en el artículo trascrito
anteriormente y en este caso, la norma impone al acreedor la necesidad de
interpelar a los herederos del deudor para ponerlos en mora.

c) El término debe de ser en interés del deudor, porque se presume


que a partir de ese momento el acreedor tiene interés en ser pagado
inmediatamente. No se aplica el término de interés del acreedor o en beneficio de
ambas partes.

d) Algunos autores limitan la regla dies interpellat pro homine a las


deudas pagadoras en el domicilio del acreedor (deudas portales).

Para explicar esto, es oportuno citar la siguiente norma contenida en


el artículo 1295 del Código Civil Venezolano de 1982:

Artículo 1.295.- El pago debe hacerse en el lugar fijado


por el contrato. Si no se ha fijado el lugar, y se trata de cosa
cierta y determinada, el pago debe hacerse en el lugar donde
se encontraba la cosa que forma su objeto, en la época del
contrato.

Fuera de estos dos casos, el pago debe hacerse en el


domicilio del deudor, salvo lo que se establece en el artículo
1528.

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ANÁLISIS DEL ARTÍCULO.

Este artículo nos permite entender, respecto al pago y que sólo debe
hacerse en el lugar que haya sido fijado en el contrato, pero, cuando en el contrato
no se ha fijado el lugar del pago, tratándose de una cosa cierta y determinada, el
pago debe hacerse en el lugar en que se encuentra la cosa que forma su objeto, en
la respectiva época del contrato; aunque en la ausencia de estos casos y
exceptuando lo establecido en el artículo 1528 eiusdem, el pago debe hacerse en
el domicilio del deudor.

Resumiendo, esto, la regla general es que a falta de designación en el


contrato sobre el lugar del pago, este debe hacerse en el domicilio del deudor, salvo
si se trata de un cuerpo cuero y en consecuencia la regla "dies interpellat pro
homine" tendría una aplicación muy restringida.

EJEMPLO.

Ante la situación económica que tiene Maria Torrealba en medio de la


pandemia, se ve obligada a buscar otros ingresos extra y por eso decide en arrendar
una de sus casas; siendo así, como bajo un Contrato de Arrendamiento, entrega
en calidad de arrendamiento una de sus casas a Ignacio Castro y por la cantidad
de cincuenta dólares (50$) mensuales como canon de arrendamiento, que debe
cancelar en el plazo establecido en el contrato, que es el día 15 de cada mes.
Donde al haberse celebrado dicho contrato, estando en vigencia, han trascurrido
tres (3) meses en que Ignacio ha estado en el goce y disfrute de la casa arrendada
cancelando puntualmente el canon de arrendamiento, pero desafortunadamente se
contagia de Covid-19 y lo cual le ha traído gastos que no tenía previsto, viéndose
atrasado en cancelar el canon de arrendamiento en el plazo fijado, que corresponde
para ese momento al día 15 del mes de junio.

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En este caso, se presencia que Ignacio, como deudor, al estar
retardado en el canon de arrendamiento que le corresponde cancelar el día 15 día
de cada mes, por un inconveniente sobrevenido, queda constituido en mora y sin
que sea interpelado por parte de Maria, como acreedora; no siendo necesario,
porque al vencer el plazo establecido en el contrato, tratándose del día 15 junio en
que corresponde cumplir con su obligación, queda automáticamente obligado a
pagar la deuda sin necesidad de requerimiento alguno.

Otros casos en que no es necesaria la interpelación, para que el


deudor pase a estar en mora, son los siguientes:

2. CUANDO EL DEUDOR MISMO HUBIESE RECONOCIDO


ESTAR EN MORA.

3. EN LOS CASOS DEL DEUDOR DOLOSO, OBLIGADO A


RESTITUIR LO QUE HUBIESE RECIBIDO DE MALA FE.

Como ocurre con el accipiens de mala fe, con el gestor de negocios


que retenga indebidamente lo recibido con motivo de la gestión y con el que haya
sustraído indebidamente una cosa; que el legislador los considera en mora, desde
el momento en que el accipiens recibe el pago, o el gestor retiene indebidamente lo
recibido o la cosa es independiente sustraída.

4. TAMPOCO HACE FALTA LA INTERPELACIÓN EN


ALGUNOS CASOS ESPECIALMENTE PREVISTOS POR EL LEGISLADOR.

En atención a la naturaleza del contrato: en materia de comodato,


conforme al artículo 1727 del Código Civil de 1982 el comodatario responde por la
simple tardanza en la devolución y que se justifica por el carácter gratuito del
comodato.

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5. ACUERDO DE LAS PARTES.

Para aquellos casos en que expresamente las partes hayan acordado


que el deudor quedará constituido en mora sin necesidad de interpelación; lo que
es posible, debido que la interpelación no es de orden público.

CASOS DONDE EL DEUDOR NUNCA ESTARÁ EN MORA.


La doctrina ha distinguido de igual manera, aquellas situaciones en las
cuales no se concibe la mora, situaciones que dependen de la especial naturaleza
de las obligaciones que se trate.
Uno de los requisitos más importantes para que exista mora es que el
cumplimiento siga interesando al acreedor, desde un punto de vista objetivo. En los
casos de término esencial no existe mora, porque al no interesar al acreedor el
cumplimiento tardío hay un incumplimiento definitivo. Sería el clásico ejemplo del
vestido de novia que pasado el día de la boda ya no interesa a la acreedora.
El retraso debe ser imputable al deudor y no lo será si existe caso
fortuito o fuerza mayor. Como regla general, es necesaria la interpelación del
acreedor; se trata de una declaración jurídica unilateral recepticia que comienza a
desplegar efectos desde que es recibida por el deudor; se puede realizar de
cualquier forma aunque lo aconsejable es que quede constancia.
Entre los casos en que no se admite mora, se pueden mencionar las
obligaciones estipuladas a término esencial, se trata de aquellas que han de ser
cumplidas en una fecha exacta o precisa, porque con posterioridad a la misma, el
acreedor pierde completamente el interés en el cumplimiento. Este es un término
perentorio establecido en interés del acreedor, porque su utilidad no queda
satisfecha si no recibe la prestación en el tiempo oportuno, bien sea porque necesita
el objeto de la prestación para cumplir frente a una tercera persona o porque tiene
a su vez la condición de deudor, como sucede en materia de contrato de bolsa o de

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suministro; también puede ser porque el cumplimiento tardío ya no servirá para
satisfacer el interés del acreedor.
Existen varias situaciones que podemos colocar como ejemplos: el
caso del cantante que debía acudir a un evento, el transportista que debía trasladar
al aeropuerto, la operación quirúrgica que debía realizarse en determinada fecha, o
la noticia que debe ser transmitida de inmediato.
No se trata de un término simple u ordinario sino de un término
esencial en que la prestación tardía hace inútil el cumplimiento; de allí que en caso
de término esencial se aluda en principio a incumplimiento definitivo.
Cuando se ha estipulado una cláusula resolutoria expresa en caso de
incumplimiento, se afirma que el incumplimiento equivale a definitivo. En tal caso,
en el contrato se prevé que el incumplimiento retardado del deudor o su pretensión
de cumplir tardíamente, permite al acreedor tener por resuelto el contrato, pero se
aclara que ella simplemente concede una facultad de la que puede o no hacer el
acreedor; de tal suerte, que si bien puede aludirse a un efecto automático de la
cláusula resolutoria, ese efecto, no se produce contra la voluntad del acreedor. Éste
verá si le conviene prevalerse de dicha cláusula.
Otra hipótesis semejante en que no hay mora, acontece en caso de
resolución de pleno derecho, esto es, la resolución del contrato por el solo efecto de
la ley en aquellos casos de incumplimiento por el mero retardo. Un ejemplo se
aprecia en el artículo 1531 del Código Civil y 141 del Código de Comercio.

Artículo 1.531 del Código Civil de 1982: Cuando se


trata de cosas muebles, la resolución de la venta se
verifica de pleno derecho en interés del vendedor si el
comprador no se ha presentado a recibir antes que haya
expirado el término para la entrega de la cosa vendida, o
si, aunque se haya presentado a recibirla, no ha ofrecido

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el precio, a menos que se le haya otorgado plazo más
largo para esto.

Artículo 141 del Código de Comercio de 1955: En la


venta, la condición resolutoria tiene lugar de pleno
derecho en favor de la parte que antes del vencimiento del
término estipulado para el cumplimiento del contrato,
haya ofrecido a la otra parte, de la manera acostumbrada
en el comercio, la entrega de la cosa vendida o el pago del
precio, si ésta no cumple su obligación. A falta de tal
oferta y de estipulaciones especiales, la resolución se rige
por las disposiciones del Código Civil sobre la condición
resolutoria tácita. En ambos casos, la parte que no cumple
su obligación, queda sujeta al pago de los daños.

Finalmente, otro supuesto en que no cabe hablarse de mora es cuando


el deudor haya declarado expresamente al acreedor, su voluntad de no cumplir la
obligación. En tal caso no existe incertidumbre para el acreedor, no es que el deudor
va a cumplir con retraso, sino que no va a cumplir, de tal manera que no hay
equivocación posible, es decir, de la propia manifestación del deudor se desprende
entonces la imposibilidad del cumplimiento tardío y el acreedor se encuentra ante
una situación de incumplimiento definitivo.
La doctrina extranjera agrega la frustración del fin del negocio, lo que
desvirtúa la existencia misma del negocio y esto impide la posibilidad de
reclamación por mora.
En las obligaciones recíprocas las moras se compensan, de tal
manera que uno no está en mora si el otro no cumple o no se compromete a cumplir
lo que le incumbe y para que uno esté en mora el otro debe cumplir.

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EFECTOS DE LA MORA DEL DEUDOR:
La mora es una institución jurídica fundamental del Derecho de la
responsabilidad civil, por lo que media el deber de resarcir el daño. Para algunos
doctrinarios, la mora no es más que una especie de la responsabilidad civil derivada
del retraso. A pesar de la mora, el deudor continúa obligado a cumplir la prestación
y además a indemnizar al acreedor de los daños originados por ésta. De allí que se
aluda a “daños moratorios”

El artículo 1271 del Código Civil de 1982: El deudor será


condenado al pago de los daños y perjuicios, tanto por
inejecución de la obligación como por retardo en la ejecución,
si no prueba que la inejecución o el retardo provienen de una
causa extraña que no le sea imputable, aunque de su parte no
haya habido mala fe.

La doctrina distingue entre daños y perjuicios moratorios y


compensatorios, según deriven de la mora o de la inejecución respectivamente. La
norma citada se refiere a daños moratorios; el acreedor tiene a su cargo la prueba
del daño pues ello es un principio derivado de la responsabilidad civil, la cual puede
haber sido previamente establecida en una cantidad de dinero mediante una
cláusula penal o de arras.

Otro de los efectos producidos por la mora es la indexación de las


obligaciones que tienen por objeto una cantidad de dinero según lo dispone el
artículo 1.737 del Código Civil; la indemnización allí prevista es una indemnización
fija que constituye a la vez el mínimo y el máximo de lo que el acreedor tiene derecho
a exigir. Algunos autores, no descartan que el acreedor pueda probar un daño
mayor como parte de la regla general de la responsabilidad civil relativa a la
integridad del resarcimiento. La doctrina ubicaba en tal supuesto a la posibilidad de
indexación, pues se pretende sostener que el daño mayor no se corresponde

21
necesariamente con la corrección monetaria, sin embargo, la indexación constituye
un efecto automático de las obligaciones de dinero, que por efecto de la mora se
convierte en obligaciones de valor.

El deterioro del valor real de la moneda ocurrido mientras el deudor


está en mora representa un daño para el acreedor, que como consecuencia del
incumplimiento del deudor, se traduce en el deterioro de la cualidad esencial de la
cosa, es decir, su poder adquisitivo. El restablecimiento de la situación jurídica
económica infringida no puede alcanzarse sino a través de la corrección monetaria
y demostrar que en tiempo de inflación una suma de dinero no sería deteriorada
como consecuencia de aquel fenómeno, sería virtualmente una prueba imposible;
de allí el carácter de hecho notorio que se le atribuyó a la inflación; salvo que se
pacte otra cosa por aplicación de la autonomía de la voluntad, las obligaciones de
dinero por efecto de la mora generan a partir de ésta, interés legal y la corrección
monetaria o indexación, pues vale recordar que el artículo 1737 ejusdem impone el
entregar la misma cantidad numéricamente considerada cuando no se ha incurrido
en mora. Pudieran derivarse en forma autónoma daños y perjuicios cuya reparación
podría pretender el acreedor, lo que ciertamente debe ser objeto de prueba, pues
se afirma que “si el retardo no ha causado daño no habrá mora”.

De igual manera, la Traslación de los riesgos (perpetuatio


obligationis), es otro importante efecto que produce la mora en cuanto a la
traslación de los riesgos al deudor, esto es, a partir de la mora, cuando el deudor
corre con los riesgos derivados del perecimiento de la cosa o de la imposibilidad
sobrevenida de incumplimiento total o parcial. Se afirma que la mora perpetúa la
obligación de cumplir (mora perpetua obligacione). La llamada “perpetuatio
obligationis” supone que producida la pérdida de la cosa en poder del deudor que
se halla en mora no produce su liberación, sino que se transforma en un deber de
reparación de daños y perjuicios. La mora hace responder por los riesgos y

22
perecimiento, por lo que puede dar lugar a la excepción de incumplimiento y es por
esto que el deudor debe soportar el riesgo de una excesiva onerosidad.

Por último, es importante mencionar que el deudor debe responder por


el riego y perecimiento de la cosa, aunque esta se destruya o deteriore por causa
extraña no imputable, sin embargo, puede quedar exento de responsabilidad si
demuestra que la cosa se hubiese destruido o deteriorado de todos modos en
manos del acreedor si el pago se hubiese cumplido oportunamente, ya que no hay
relación de causalidad entre la culpa del deudor (retardo de entrega) y el daño
(artículo 1345 del Código Civil).

EJEMPLO.

Un incendio ha destruido la casa del acreedor donde el deudor debía


entregar la cosa. En este caso, el deudor debe demostrar que el acreedor no
hubiese podido trasladarla a otro sitio ni enajenarla, evitando así la causa extraña.

PURGA O EXTINCIÓN DE LA MORA.


La extinción de la mora se trata de aquella situación en que la misma
cesa y por lo tanto deja de surtir efectos, en la doctrina también se le conoce como
“Purga de la mora”. La forma más común de que la mora se extinga, es cuando el
deudor cumple con su obligación; también se puede terminar por la renuncia
efectuada por el acreedor, ya sea porque otorgue un nuevo plazo al deudor, o
admita una novación.
La renuncia puede ser de manera expresa o tácita, en este último
caso, deberá existir una manifestación clara de la voluntad del acreedor de
renunciar a prevalecerse de la mora.
En este mismo orden de ideas, la mora también puede extinguirse por
la llamada “Compensatio Morae”, esto es cuando el retardo del deudor se debe a
un hecho del acreedor, es decir, el ultimo se ha negado injustificadamente a recibir
el pago o lo ha impedido, en este caso es el acreedor quien incurre en mora. El

23
acreedor y el deudor no pueden estar simultáneamente en mora, por lo que se
excluyen mutuamente de la obligación.
De igual manera, es menester mencionar, que la mora puede
extinguirse o cesar, en los casos en que el acreedor ejerce judicialmente sus
acciones y éstas son declaradas sin lugar por el juez. A esta forma de terminar la
mora se le conoce como “Sentencia desfavorable”.

LA MORA DEL ACREEDOR.


La mora del Acreedor, es aquella que se encuentra entre las clases de moras,
relacionada a los sujetos de la obligación; que son el Acreedor y el Deudor; en este
caso, evidentemente nos corresponde estudiar al Acreedor, siendo aquel conocido
como el Sujeto Activo titular del Derecho de crédito, y al que el Deudor Sujeto
Pasivo, deberá responder con su Obligación.

Sin embargo, es menester explicar, que una figura no se concibe sin la otra,
y que ambas están unidas mediante un vínculo jurídico, en el que quedan obligadas
a cumplir; y para su entendimiento, plantearemos el siguiente ejemplo:

EJEMPLO.

Fabiola Caldera, publica por sus redes sociales (Instagram,) que está
vendiendo un inmueble, ubicado, en la Urbanización las Abejitas, Av. Principal.
Manzana G, casa 04-B, especificado como una casa…. Valorada en un precio de
divisas, en 30.000$, Ignacio Castro, quien es su amigo de toda la vida; y a quien
Fabiola mantiene su agenda de contactos, decide contactarla para comprar la casa,
y realizar todos los trámites pertinentes; en donde se estipula que Ignacio pagará
descontado, y que Fabiola debe entregar al día siguiente de haberse hecho efectivo
el pago, la casa con todo lo que ella indico que la entregaría. Es decir, se evidencia
que el Comprador, deudor, debe entregar la suma de 30.000$ de contado, esa es
su obligación, y el Vendedor, Acreedor, debe entregar la casa.

24
Ahora bien, el ejemplo anterior, solo se centra en explicar las obligaciones de
cada de una de las partes de un Contrato, ya que, de ahí, emana la razón de ser de
la Mora; pero, la interrogante que ahora pasaremos a responder es la siguiente,
¿Cuándo el Acreedor, se encuentra en Mora? también conocida como “Mora
Accipiendi”.

Para dicha respuesta, nos fundamentamos en Eloy Maduro Luyando y


Emilio Pittier Sucre (2013) Pág. 861, quienes establecen que la Mora del Acreedor
sucede cuando se presenta “Un retardo injustificado del Acreedor en recibir el
pago”

Para entender esta cita, pasaremos a mencionar el ejemplo pasado, pero,


adaptándolo a un supuesto de mora del Acreedor:

EJEMPLO.

Fabiola Caldera, publica por sus redes sociales (Instagram, WhatsApp) que
está vendiendo un inmueble, ubicado, en la Urbanización las Abejitas, Av.
Principal. Manzana G, casa 04-B, especificado como una casa, la cual tiene
pensado entregarla luego de que pinte todo el Inmueble…. Valorada en un precio
de divisas, en (30.000$).

Ignacio Castro, quien es su amigo de toda la vida; y a quien Fabiola mantiene


en su agenda de contactos, decide contactarla para comprar la casa, y realizar todos
los trámites pertinentes relacionados a las cláusulas del Contrato. Por lo que se
estipuló que Ignacio pagará en 2 partes, la primera (15.000$) al momento en que
se realizó el Contrato, y la segunda cuando Fabiola termine de pintar todo el
Inmueble, en un lapso de 15 días, para luego entregar la casa.

Pasado los 15 días, Ignacio se dirige a su futura Casa y le indica a Fabiola


que realizará el pago de los otros (15.000$); y es donde Fabiola se niega, sin un
motivo que la justifique, siendo que ya la única condición era que terminaría de

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pintar la casa, y ya para él momento la casa estaba totalmente pintada. Es decir, se
evidencia que el Comprador, deudor, está cumpliendo con lo acordado en sus
cuotas (15.000$) pero que el Vendedor, Acreedor, no está cumpliendo con su parte
de la Obligación, y, por ende, automáticamente se constituye en mora.

CONCEPTO.

Para Eloy Maduro Luyando y Emilio Pittier Sucre (2013) Pág. 861 la mora
del Acreedor se conceptualiza de la siguiente manera:

La mora del Acreedor, es el retardo injustificado del


acreedor, en recibir el pago del deudor, sin embargo, el
pago que este debe recibir no solamente debe entenderse
desde el punto de vista pecuniario, ya que, el Acreedor
debe recibir del deudor la prestación a la cual éste se ha
obligado, o, literalmente, lo que se conoce como; el
acreedor está obligado a recibir lo que se le deba.
Asimismo, el Acreedor, en una Obligación debe cooperar
y colaborar con el deudor en el cumplimiento de la
Obligación, tiene que ejecutar los hechos necesarios para
que el deudor pueda cumplir y presentarse en el lugar y
momento del pago.

ANÁLISIS DE LA CITA.

A través de esta cita, los autores, pretenden hacerle entender al lector, que
no solo deben basar el pago del deudor, en cantidades de dinero, ya que se puede
presentar que la deuda verse sobre una obligación que consista en la entrega de
distintas cosas, que se hayan pautado como medio de pago. Asimismo, debe
observarse que no necesariamente el Retardo se puede presentar de manera
culposa, basta con que sea injustificado.

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Es decir, estudiando el ejemplo que colocábamos, no tiene sentido que
Fabiola se niegue a entregar el Bien Inmueble, si ya cumplió con los 15 días para
pintarlo, ya se encuentra en perfecto estado, y listo para ser disfrutada por el nuevo
propietario, Ignacio.

Sin embargo, es menester aclararle al lector, que, si fuese el caso contrario,


e Ignacio se presenta luego de los 15 días, con (10.000$) así la casa está pintada,
Fabiola puede negarse porque el pago no está completo.

REQUISITOS DE LA MORA DEL ACREEDOR.


1. OFRECIMIENTO REAL Y COMPLETO DEL DEUDOR EN LA
CUMPLIR CON LA PRESTACIÓN EN EL LUGAR Y TIEMPO OPORTUNO. Es
decir, la oferta debe ser hecha por una persona capaz de pagar, al acreedor, o a la
persona que este autorizada para recibirlo, que la deuda sea exigible y que el pago
sea completo, con los intereses causados y los gastos líquidos, incluso con un
suplemento para los eventuales.

Ahora bien, este requisito viene dado por lo fundamentado en el Artículo 1307
del Código Civil venezolano (1982).

Artículo 1.306.- Cuando el acreedor rehúsa recibir el


pago, puede el deudor obtener su liberación por
ofrecimiento real y del depósito subsiguiente de la cosa
debida. Los intereses dejan de correr desde el día del
depósito legalmente efectuado, y la cosa depositada
queda a riesgo y peligro del acreedor.

Artículo 1.307.- Para que el ofrecimiento real sea


válido es necesario:

1º Que se haga al acreedor que sea capaz de exigir,


o a aquél que tenga facultad de recibir por él.

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2º Que se haga por persona capaz de pagar.

3º Que comprenda la suma íntegra u otra cosa


debida, los frutos y los intereses debidos, los gastos
líquidos y una cantidad para los gastos ilíquidos, con la
reserva por cualquier suplemento.

4º Que el plazo esté vencido si se ha estipulado en


favor del acreedor.

5º Que se haya cumplido la condición bajo la cual


se ha contraído la deuda.

6º Que el ofrecimiento se haga en el lugar


convenido para el pago, y cuando no haya convención
especial respecto del lugar del pago, que se haga a la
persona del acreedor, o en su domicilio, o en el escogido
para la ejecución del contrato.

7º Que el ofrecimiento se haga por ministerio del


Juez.

ANÁLISIS DE LOS ARTÍCULOS.

Para la explicación de estos Artículos, debemos resaltar, que, el pago no es


solo una obligación del Deudor, sino también un Derecho de éste, quien tiene el
legítimo interés en quedar liberado de su obligación; por eso, la oferta es una
manifestación de voluntad, en este caso del Deudor, al acreedor, con la finalidad de
celebrar un contrato.

Sin embargo, quisimos aunar a este análisis una opinión doctrinaria de


Maduro y Pittier (2001) Pág. 434, quienes sostienen, que en el Código Civil
venezolano actual, no se manifiesta de manera expresa de cuales obligaciones

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puede librarse el deudor a través de la oferta; y es lo que motivó a que, según lo
estudiado, ellos desglosarán las siguientes:

a) LA OFERTA DE PAGO EN OBLIGACIONES PECUNIARIAS.


b) LA OFERTA DE PAGO EN OBLIGACIONES QUE TIENEN POR
OBJETO UNA COSA MUEBLE, DEBIDA, QUE CONSE EN LA ENTREGA DE UN
CUERPO DETERMINADO O IN GENERE.
c) LA OFERTA DE PAGO DE OBLIGACIONES QUE TIENEN POR
OBJETO UN INMUEBLE POR SU NATURALEZA O DESTINACIÓN.

2. NEGATIVA. Es decir, una causa que no sea justa por parte del
Acreedor para aceptar la prestación.
3. INTERVENCIÓN JUDICIAL. Es decir, aun cuando no sea una
exigencia legal, el deudor tendrá que acudir al procedimiento de oferta real y
depósito para poner en mora al acreedor, ya que, al ser exigible la prestación hay
una presunción de mora del deudor, que solo puede ser destruida mediante la
prueba de ser el acreedor quien está en mora.

Sin embargo, no es necesario en ciertos casos el procedimiento de oferta


real, en los siguientes supuestos:

1. CUANDO EL ACREEDOR HA MANIFESTADO DE MANERA


EXPRESA E INEQUÍVOCA SU VOLUNTAD DE NO RECIBIR EL PAGO.
2. EN LAS OBLIGACIONES DE HACER QUE NO IMPLIQUEN LA
ENTREGA DE UNA COSA.
3. CUANDO SE REQUIERA UN ACTO PREVIO DEL ACREEDOR
PARA QUE EL DEUDOR PUEDA CUMPLIR CON LA OBLIGACIÓN.

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4. QUE EL ACREEDOR REALICE TODO LO NECESARIO PARA
CUMPLIR. Es decir, esto que siempre mantenga su intención de cumplir con el
pago.
5. NEGARSE INJUSTIFICADAMENTE. Es decir, a recibir el pago de la
prestación o de alguna manera dificulte su cumplimiento.

EFECTOS DE LA MORA DEL ACREEDOR.


La mora del acreedor excluye los efectos producidos por la mora del deudor,
se dice que purga la mora del deudor, y en consecuencia:

a) Los riesgos los soporta el acreedor. Si la cosa perece, la carga


de tales riesgos la soporta el acreedor, quien nada puede reclamar al
deudor.
b) El deudor no queda obligado, a partir de que la exista la mora
del acreedor, a la indemnización de daños y perjuicios moratorios.
c) A demás de excluir los efectos de la mora, el acreedor deberá
pagar al deudor los daños y perjuicios derivados de su mora, incluyendo
los gastos en que hubiere incurrido el deudor.

La mora del acreedor no impide que posteriormente el deudor incurra


en mora, lo que ocurre si ante la persistencia de la negativa del acreedor, el
deudor no sigue oportunamente con la fase contenciosa del procedimiento,
o se declara sin lugar la oferta y el depósito, salvo en los casos en que no es
necesaria la intervención judicial.

JURISPRUDENCIA

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JURISPRUDENCIA RC.000057 DE LA SALA DE CASACIÓN CIVIL,
EXPEDIENTE N°10.314 DE FECHA 17 DE FEBRERO DE 2011. MAGISTRADO
PONENTE ANTONIO RAMÍREZ JIMÉNEZ.

ANÁLISIS.

Esta jurisprudencia, basa sus hechos, inicialmente por el cumplimiento de lo


establecido en un contrato de venta, iniciado por A.J.T (nombre protegido), Contra
Inversiones el Rolito, ante el Juzgado Primero de Primera Instancia en lo Civil,
Mercantil, Agrario, Tránsito y del Trabajo de la Circunscripción Judicial del estado
Anzoátegui; y sentenciado en el Juzgado Superior en lo Civil y Contencioso
Administrativo de la Circunscripción Judicial de la Región Nor-oriental, dictó
sentencia en fecha 25 de noviembre de 2009, donde se estableció sin lugar el
recurso de apelación interpuesto por la parte demandada, es decir, se mantiene
firma la decisión apelada.

Debido a esto, evidentemente que la parte demanda mediante su


representación, decidió ejercer un recurso de casación, el cual, es menester explicar
para que el lector tenga conocimiento; dicho recurso, es el que tiene por objeto
anular una sentencia judicial "que contiene una incorrecta interpretación o
aplicación de la ley”; en este caso, se basó, en la infracción de lo Establecido en
el Artículo 243 Ordinal N°5 del Código de Procedimiento Civil (1990); “Toda
sentencia debe contener: 5º Decisión expresa, positiva y precisa con arreglo
a la pretensión deducida y a las excepciones o defensas opuestas, sin que en
ningún caso pueda absolverse de la instancia. “. De conformidad a su vez en lo
establecido por el Artículo 313 Ordinal N°1 ejusdem. Artículo 243°

Artículo 313° Se declarará con lugar el recurso de


casación:

1º Cuando en el proceso se hayan quebrantado u


omitido formas sustanciales de los actos que

31
menoscaben el derecho de defensa; o cuando en la
sentencia no se hubieren cumplido los requisitos del
artículo 243, o cuando adoleciere de los vicios
enumerados en el artículo 244; siempre, que contra
dichos quebrantamientos u omisiones se hayan agotado
todos los recursos, o que la omisión o quebrantamiento
lesionen el orden público.

Planteada la respectiva fundamentación legal, se observa que los alegatos


de la parte demandada, es que la decisión se encuentra basada en incongruencia
negativa, lo que quiere decir, que el juez omite pronunciamiento sobre alguno de los
términos del problema judicial planteado por las partes en el libelo y su contestación.
Ahora bien, la parte recurrente se encargó de explicar los hechos para fundamentar
su solicitud, basada en lo siguiente:

La defensa de Inversiones el Rolito, no recibió pronunciamiento alguno por


parte del Juez, ya que está alegaba que conforme a dicho contrato de compra venta
no fue establecido ningún término cierto, en donde tuviese la obligación de otorgar
el documento público, por lo que necesariamente para que el contrato incoado en
su contra pudiese prosperar, era imprescindible que se le hubiese colocado en mora
mediante interpelación efectuada conforme a lo previsto en el artículo 1269 del
Código Civil venezolano (1982), que hemos venido estudiando y analizado.

Asimismo, se concluye que evidentemente dicha inversora no estaba en


Mora, y por lo tanto no puede exigírsele judicialmente el cumplimiento del Contrato,
ya que, estudiando un poco la doctrina, y el articulado, entendemos, que la
interpelación es uno de los requisitos que se encuentran relacionados a la Mora del
Deudor , y se fundamenta en el Artículo prenombrado, que claramente expresa, que
al no establecerse ningún plazo en el contrato, el deudor no quedará constituido en
Mora sino por la exigencia mediante requerimiento, que a nuestra opinión,

32
pudiéramos decir, que es la manifestación de voluntad del acreedor, en cuanto a
exigencia de lo que debe recibir por la ejecución de la obligación.

EJEMPLO.

Supongamos que Ignacio Castro, le vende Fabiola Caldera por medio de un


Contrato, un Bien Inmueble, especificado como un Apartamento, en el Edificio
Taguay Suites, Torre A, Piso 18, Apartamento N°40, ubicado en la Ciudad de
Valencia, valorado en 30.000$, pero, que accede a que sea pagado en más de 3
cuotas, por estar presentando motivos de emergencia Familiar, por lo que Fabiola
solo canceló 10.000$ y las otras partes las pagaría a medida que fuese
consiguiendo el Dinero, e Ignacio claramente Acepta.

En este caso, es evidente que no hay un término cierto, por lo que no Ignacio,
si llegase a sentir incomodidad en las cuotas acordadas en cuanto a retardo se
refiere, deberá primero ejecutar una interpelación por escrito, para que esta sea
válida ante un Órgano Jurisdiccional y poder constituir a Fabiola, la Deudora en
Mora.

Por lo que ya el lector, podrá relacionar y entender, que en el contrato sobre


el cual versa el caso, no se fijó plazo para el cumplimiento por parte de la Inversora,
y tampoco hubo interpelación por parte del actor; y que, al no haber interpelación
para que dicha inversora cumpliera resulta evidente que no está en mora y que por
tanto la pretensión accionada debe ser desestimada, ya que no puede
constreñírsele judicialmente a tal cumplimiento, sin previa interpelación siendo así
y por lo explicado, es que la parte recurrente pide que la Sala declare con lugar la
denuncia.

Donde la Sala para decidir, observa y explica algunos extractos que


considera pertinentes de la sentencia recurrida. En que textualmente se dejó
estableció, que el particular lo que hizo fue rechazar y contradecir los hechos como
el derecho; pero en cambio, el actor señaló que en el contrato no se fijó plazo para

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que cumpliera en otorgar el documento definitivo de compra-venta ante la autoridad
registral y también que ellos no se han negado a otorgar dicho documento, que no
habiendo evidencia que el mismo lo hubiera interpelado es claro que no se
encuentra en mora.

Después, explica un poco sobre el requisito de congruencia y para ello tuvo


como fundamentó la Sentencia R.C 00800 de la misma Sala, Expediente N° 05-
362 de Fecha 30/10/2005, Caso: Norinca Promociones, contra Ana María
Tortolero Betancourt y otro; y en sus consideraciones, señala que el requisito de
congruencia se encuentra previsto en el artículo 243 ordinal 5° del Código de
Procedimiento Civil, que impone al Juez el deber de dictar la decisión de forma
expresa, positiva y precisa con arreglo a la pretensión deducida y a las excepciones
o defensas opuestas, constituyendo una reiteración del principio dispositivo que
caracteriza el procedimiento civil, manifestado en el artículo 12 eiusdem, según el
cual debe el Juez solo atenerse a lo alegado y probado en autos.

De modo que, el Juez debe dictar su decisión sin omitir algún alegato
(incongruencia negativa) ni sobre hechos que no han sido no formulados por las
partes (incongruencia positiva). Explicado esto, sobre el fallo recurrido, considera
que el pronunciamiento se encuentra inficionado de incongruencia negativa, porque
cuando el Sentenciador Superior relacionó parcialmente en la narrativa de su
decisión la defensa de la parte demandada, que es opuesta en su contestación a la
demanda, basado en lo que alega esta vez como fundamentación de la denuncia,
después en la parte motiva de su decisión, no analizó ni pronunció decisión sobre
tal defensa; estando pues, relacionada de manera directa con el tema a
pronunciarse y es así como, el sentenciador inficiona de incongruencia negativa el
fallo, que ahora se recurre.

Es así como, la sala declara la procedencia de la denuncia y que como


ya se explica, se fundamenta en la infracción del ordinal 5° del artículo 243 del

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Código de Procedimiento Civil, en concordancia con el artículo 12 eiusdem; siendo
en consecuencia, procedente respecto al artículo 313 del Código de Procedimiento
Civil y su numeral 1, una de las denuncias descrita allí

Y terminado decidiendo, sobre todas las razones que expuso, declarar


con lugar el recurso de casación; que fue interpuesto, por la representación judicial
de Inversiones el Rolito C.A., contra la sentencia dictada en fecha 25 de noviembre
de 2009, por el Juzgado Superior Tercero en lo Civil y Contencioso Administrativo
de la Circunscripción Judicial de la Regíón Nor-Oriental. Decretando entre tanto, la
nulidad del fallo recurrido y ordenando al Tribunal Superior con competencia, que
dicte una nueva decisión corrigiendo el vicio censurado.

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CONCLUSIÓN.

Cuando hablamos de la mora, nos referimos necesariamente a las


obligaciones con cláusula penal, la cláusula penal es la estipulación accesoria unida
a un contrato, por la cual, se le asegura al acreedor el cumplimiento de la obligación,
en caso de incumplimiento, el deudor se compromete a pagar una multa o a realizar
una prestación por concepto de indemnización, por retardo o inejecución. Cuando
hablamos de la mora, hablamos de un retardo en el cumplimiento de una obligación,
es decir, algo temporal. La obligación se cumple con demora y de ahí comúnmente
se le denomina mora a esta forma de incumplimiento, cabe destacar que para que
se cumpla dicha figura, el incumplimiento debe ser culposo, porque si se demuestra
que es por una causa extraña no imputable al deudor, hablaríamos de otra figura.
La mora tiene cierta clasificación, según su origen y según los sujetos que hayan
faltado a la obligación existe la mora del deudor y del acreedor.

Otra figura muy importante dentro de la mora es la interpelación, esta es


aquella orden dirigida al deudor para exigir el pago de la obligación de forma
inmediata. Es decir, a través de la interpelación se le puede dar fin al plazo de
tolerancia para el cumplimiento de la obligación y de esta manera constituir en mora
a ese deudor. En cuanto a lo que es el procedimiento para constituir en mora a un
deudor con una obligación ilíquida, se procederá a evaluar esa obligación y estimar
su liquidez y proceder como si fuese una obligación liquida.

Ahora bien, una vez constituido este deudor como moroso, surte importantes
efectos merecedores de ser mencionados tales como esos daños moratorios que a
pesar de que el deudor está en mora, sigue estando obligado con la deuda más la
cantidad establecida por el retraso. El acreedor también le surgen efectos si se
constituye en mora, una de las más importantes es que el acreedor es el que soporta
la cosa, corre el riesgo de que la cosa perece y lo asume el.

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Para finalizar este tema, la mora se extingue y es conocida como la purga de
la mora una vez que el deudor cumple con la obligación, por lo tanto, deja de surtir
efectos.

REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS.

• CÓDIGO CIVIL VENEZOLAN0. Gaceta Nº 2.990 Extraordinaria del


26 de Julio de 1982.

• ´CÓDIGO DE PROCEDIMIENTO CIVIL. Gaceta Oficial N° 4.209


Extraordinaria de fecha 18 de septiembre de 1990.

• CÓDIGO DE COMERCIO. Gaceta Oficial N° 475 Extraordinaria de


fecha 21 de diciembre de 1955.
• DOMÍNGUEZ G., MARÍA CANDELARIA. CURSO DE DERECHO
CIVIL III OBLIGACIONES. Revista Venezolana de Legislación y Jurisprudencia,
C. A. Caracas, 2017
• MADURO L., ELOY Y PITTIER S., EMILIO. Curso de Obligaciones
Derecho Civil III. Tomo II, Universidad Católica Andrés Bello. 2013
• ZAMBRANO, FREDDY. Obligaciones Tercera Edición, Editorial
Atena. 2008.
• SENTENCIA RC.000057 DE LA SALA DE CASACIÓN CIVIL,
EXPEDIENTE N°10.314 DE FECHA 17/02/2011 MAGISTRADO PONENTE
ANTONIO RAMÍREZ JIMÉNEZ. Disponible en:
http://historico.tsj.gob.ve/decisiones/scc/febrero/RC.000057-17211-2011-10-
314.HTML

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