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Tolentino Juansector
S. ySegura1,
de la Franyelit
Caraballoeconomía, Suàrez2,
un paradigma
S. Simulación Juan Casierra2
contrario
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Resumen: Las asociaciones civiles, que procuran la dignidad, especialmente de los/as marginados/
as, están en sintonía con Estados nacionales y populares. América Latina se encuentra bajo el imperio
del pos-neo-liberalismo, con rostro seudodictatorial. Se analiza el proceso de cuatro (04) proyectos
sociales para apreciar el itinerario de inserción en el mundo del trabajo. El objetivo de la investigación
es revindicar el rol del tercer sector como una economía contraria al mercado global. Se constató que la
Asociación Musuq Illary es un espacio de formación ya que niños/as, adolescentes y jóvenes finalizaron
los estudios y muchos/as ejercen sus profesiones. La investigación permite sostener la importancia de
la tarea que se realiza con estudiantes de diferentes edades hasta su inserción en la cultura del trabajo.
La generación de proyectos sociales, pertenecientes al tercer sector de la eco-nomía, permite revindicar
este rol para recrear una sociedad que se hace desde colectivos compro-metido con lo humano.
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tinoamericano y El Caribe; pregun-tarnos por qué las “La convivencialidad tiene como fin combinar el va-
economías del tercer sector se ubican del lado contrario lor técnico de la producción ma-terial con el valor ético
al mercado global. de la producción social y espiritual. Después de haber
Saber que el mercado plantea una economía mercan- construido una eco-nomía de bienes materiales, tene-
tilizada y que este es el punto de entrada para situarnos mos que desarrollar urgentemente una economía de las
en la otra vereda, en la que tiene en cuenta a la humani- cualida-des humanas. El mayor capital, infinito e inago-
dad entera. El Utilitarismo como lo plantea el seguidor table, ¿no es, acaso, el ser humano?” [14].
de Jeremy Bentham (1748-1832), sostiene que “las ac- Desde esta convivencialidad humana, desde las dife-
ciones son correctas (right) en la medida en que tienden rencias en la que se interactúan entre sujetos con arrai-
a promover la felicidad, incorrectas (wrong) en cuanto gos culturales, las economías sociales desde el tercer
tien-den a producir lo contrario a la felicidad” [11]. El sector, se conjugan en redes mun-diales que velan por
fin no justifica los medios, por ello la aspiración máxi- la vida plena. Por ello se pretenden renovadas formas de
ma del neoliberalismo es obtener la mayor utilidad en “economías con desarrollo integral e integrador”, “eco-
desmedro de la mayoría pobre; aunque el mercantilismo nomías de luchas entre contrarios”, “economía con so-
sostenga que la felicidad tiene que ser para la mayoría, lidari-dad revolucionaria”, “economía con clara opción
pero esa mayoría vista desde ellos es siempre una mino- por los/as más pobres”, “economía con amor profundo
ría vista desde las economías sociales. hacia la naturaleza”, “economías mundiales posibles”,
Los poderes económicos generan dificultades, limi- “economías con mística y com-promiso militante” [9].
taciones para los emprendimientos sociales ya que los
que tienen el poder económico evitan las políticas so- C.La praxis como mediación.
ciales. Por ello las posibilidades de desarrollo integral La teoría se recrea en la práctica, es decir que se cris-
son asimétrica en relación a la mayoría con la mino- taliza en proyectos sociales que tienen como principal
ría, es la cara de la desigual-dad social, [12]. Ante esta objetivo la dignificación de las personas. Es en conse-
desigualdad, que sucede en el continente, no se puede cuencia que las economías sociales y solidarias desde el
dejar de lado el ejercicio de la democracia y lo que ella tercer sector están destinadas al capital humano.
implica, como los es la participación ciudadana, el rol Puede estar dirigida a muchos colectivos que se
del Estado como garante de derechos y oportunidades encuentran en situación de vulnerabilidad en todas las
[13]. Recuperar la democracia real, es un desafío so- dimensiones y los proyectos, sin ser asistencialistas, ge-
cial-colectivo el cual instala en las agendas políticas las nerando en su interior la posibili-dad de crecimiento y
economías, que, de la mano de los derechos humanos, madurez humana y la inserción en el mundo y cultura
procuran el bienestar para todos y todas. Estas econo- del trabajo.
mías se engarzan muy bien de los Estados que valoran Los procesos son lentos, no cosificados, sino cons-
la democracia como sistema de gobierno, es decir “del tructivistas, por ser el tercer sector entidades sin fines
pue-blo y para el pueblo”. de lucro generadoras de posibilidades para cierto sector
Las economías sociales presentan un fuerte com- poblacional.
ponente solidario, es uno de los principios inspi-rado-
res, una práctica moral que se expresa en los muchos II.METODOLOGÍA
proyectos de revaloración de la vida. La solidaridad es La investigación es de tipo eminentemente cualitati-
contraria al asistencialismo, ya que no le interesa sos- va, usando algunos indicadores gráficos, ya analizados
tener el statu quo de políticas de este estilo desintegra- por la asociación, que arrojan índices de usuarios que se
dor. La solidaridad tiene que ver con la generación de insertaron al programa y que después de años de proce-
posibilidades eco-nómicas productivas para las perso- sos se incorporan al trabajo.
nas que, en muchos casos, no cuentan. La solidaridad, Se trabajó sobre 04 residencias estudiantiles con
como principio tiene como objetivo esta inserción en el un promedio de 17 estudiantes cada una, tanto varo-
campo laboral, educativo, cultural, es decir dejar de ser nes como mujeres. Los niveles son los siguientes: re-
los “nadies” como decía Galiano, para pasar a ser los/ sidencia de niños/as llamada Chaskawasi (Casa de las
as otros/as. Lo contrario a la insolida-ridad es la solida- Estrellas) de nivel primario, residencia de adolescentes
ridad y se debería globalizar ya que ayudaría a instalar Diacono Nelio Quispe Garcés de nivel secundario, re-
una economía solidaria en desmedro del mercado des- sidencia de Señoritas llamada Isabel Choque de nivel
echador de personas. superior y la residen-cia de varones llamada Don Bosco
La solidaridad en términos de convivencia recrea al de nivel superior.
colectivo en una dimensión diferente a la indiferencia. Todos/as los/as estudiantes provienen de zonas leja-
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nas, sin establecimientos escolares, con situa-ción eco- usuarios/as de los proyectos mencionados, han logra-
nómica paupérrima y con ansias de insertarse al pro- do desarrollarse de manera integral al formar parte del
yecto social para emprender un proce-so de inserción, tercer sector de la economía so-cial. Se deduce que la
no solo al mundo educativo, sino al mundo de la econo- economía del tercer sector constituye un espacio funda-
mía solidaria, que con sus esfuerzos y trabajo cotidiano mental para el desa-rrollo, en este caso de los/as jóvenes
pueden lograrlo, y que estando sin esta mediación, sería estudiantes, los/as que lograron culminar sus estudios e
casi impo-sible hacerlo. inser-tarse al trabajo.
Desde este estudio de caso se emplearon dos herra- La asociación involucró a muchos profesionales,
mientas, a.) La observación documentaria y analítica, los/as cuales tuvieron la posibilidad de trabajar en dife-
que se realizó desde la fundación de la primera residen- rentes proyectos, revalorizando y acompañando no solo
cia hasta la actualidad (2000-2018), siendo este periodo en pagos de sueldos sino en la formación permanente
un tiempo importante para el análisis cualitativo del ter- como parte de su integridad.
cer sector y b.) Análisis de los indicadores gráficos de El tercer sector de la economía social y solidaria,
egresados del proyecto que permiten visualizar al tercer constituye una alternativa contraria a las políti-cas eco-
sector como una posibilidad económica humana y hu- nómicas provenientes de postulados y prácticas neoli-
manizadora. berales, las que reduce lo humano a lo inhumano. Por
ello el tercer sector es un espacio que debería ponerse
III.RESULTADOS en práctica en muchos paí-ses, tanto de los llamados ter-
La Asociación Civil Musuq Illary, perteneciente al cer mundo como del primer mundo.
tercer sector de la economía social y solidaria ejerce un Se puede verificar que, a través de indicadores de
rol fundamental en este campo. la economía social, logran recrear la economía desde
Desde los 04 proyectos en referencia a lo largo de la territorialidad, con sumo respeto a la idiosincrasia y
los años, en que se acompañó a niños/as, ado-lescen- cultura de los pueblos. La interac-ción desde las dife-
tes y jóvenes para la inserción al mundo del trabajo, rencias en los diversos programas va logrando mayor
se pudo constatar que los procesos de acompañamiento asunción de su ser perso-nas en la sociedad, siendo su-
son fundamentales para dicha inserción. jetos/as de cuestionamientos al statu quo impuesto por
Los resultados de la investigación revelan que los/as el poder he-gemónico.
Tabla I.
Análisis cualitativo de Cuatro Proyectos Sociales
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En la tabla I se observan valoraciones de la econo- con los principios universales de respeto a los Derechos
mía social desde las 04 residencias como resultado de Humanos, es por lo tanto, fun-damental rescatar que, a
la observación y diálogo con los miembros de la aso- través de la investi-gación, se logró la inclusión dialó-
ciación civil. El tercer sector se identifica especialmen- gica, criti-ca, que desde la libertad de discernimiento se
te con los/as más necesitados/as, siendo consecuen-tes posiciona en la sociedad.
Tabla II.
Economías Solidarias
En la tabla II se constata los/as jóvenes que formaron y de Residencias Estudiantiles (Economías Solidarias).
continúan formando, cada año, parte de los proyectos Los/as cuales se especifica en la siguiente tabla.
Tabla III.
Total de Estudiantes Ingresantes del año 2000 al 2018
En la tabla III, analizando los archivos de la Asociación, En la siguiente figura graficamos los puntos d. y e., que
se debe tener presente que la totalidad de los/as jóvenes corresponde a los egresados/as ya titulados/as.
por año ha ido variando en las residencias estudiantiles. El paradigma que se descubre desde la eco-nomía so-
Se ha constato un total de 95 varones en la Re-siden- cial, desde el tercer sector, es el compromiso con la
cia Don Bosco y 35 señoritas en la Re-sidencia Isabel transformación de la so-ciedad, tratando de que sea
Choque haciendo un total de 130 estudiantes. También más justa, más solidaria, más humana, más, económica-
se puede apreciar que 32 estudiantes (varones y damas) men-te, sostenible y sustentable.
deja-ron de formar parte del proyecto.
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Fig. I:
Gráfico de Estudiantes Titulados en Instituto y Universidad
En la figura I se ve el progreso logrado de los/as es- vocando asunción de participación ciudadana y de-mo-
tudiantes que obtuvieron el título profesional, un total crática con fuerte arraigo en la propia cultura.
de 98 estudiantes, ya sea en el Instituto (62) y en la Uni-
versidad (36). Finalmente, el tercer sector de la economía es un pa-
Los encargados del tercer sector deben estar abiertos radigma contrario al neoliberalismo porque está com-
a las necesidades sociales, como en este caso de los/ prometida con todo el plane-ta y lo que en el habita,
as jóvenes; deben estar con-vencidos/as que constitu- jugándosela perma-nentemente ante los gobiernos cóm-
yen un eje funda-mental en el desarrollo de los pueblos, plices del mercado que buscan sus intereses personales
siem-pre emergentes convivencialmente. Cuando se tie- y corporativos en detrimento de la vida.
ne en cuenta estos aspectos nombrados, entre otros, se
visualiza que la sociedad, desde los proyectos observa- V.RECONOCIMIENTO
dos, recobra el tejido social, las relaciones con el con- El autor agradece al Grupo Compás, en la persona
texto y el compromiso para lograr otro mundo mejor. del Dr. (c) Carlos Barros Bastidas por la colaboración
para la publicación. Al Dr. Bruno Van der Maat por su
IV.CONCLUSIONES asesoramien-to en la escuela de postgrado. A la Univer-
Las personas que se involucran en la econo-mía so- si-dad Abat Oliba CEU en la persona de la Dra. Carmen
cial y solidaria, tanto usuarios como los encargados de Parra y el Dr. Carlos Castagno-la. A la Asociación Civil
acompañar los proyectos, se transforman en referentes Musuq Illary con la que estamos comprometidos con la
sociales con capacidades de acompañar procesos his- dignidad de nuestros pueblos.
tóri-cos de los países en los que se impulsa el tercer
sector. VI.REFERENCIAS
Es un hecho que el tercer sector de la eco-nomía está [1] Boff, C. (1994). Epistemología y método de la
animado por los principios éticos, luchando por una so- teología de la liberación. En Ellacuría, I. y Sobrino,
ciedad que no se en-cuentre al margen de la dignidad y J. (Comp.), Mysterium Libera-tionis. Conceptos fun-
pueda, conjuntamente, buscar alternativas para sus vi- damentales de la Teolo-gía de la Liberación. Tomo I.
das y para el colectivo. Esta posición se presenta como (pp.79-114). Valladolid, España: Trotta.
contradictoria al neoliberalis-mo sin ética y el tercer [2] Burgueño R., Y. (2013). Territorio So-cialmente
sector busca que los gobiernos sean garantes del bien Responsable. (Manuscrito de más-ter en gestión y co-
común, es decir una política para todos y todas. municación de entidades sociales y solidarias de la Uni-
Todo proceso debe significar un compromiso trans- versidad Abat Oliba). Barcelona, España: S/E.
formador de la sociedad, recobrando una conciencia [3] Locke, J. (2004). Segundo tratado sobre el gobierno
social que agudice el olfato ante las injusticias. Las eco- civil. Un ensayo acerca del ver-dadero origen, alcance y
nomías solidarias se presentan cercanas al pueblo pro- fin del gobierno civil. Barcelona, España: Alianza.
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razón mítica. El laberinto de la modernidad. Materiales solidaria en movimiento. Buenos Aires, Argentina:
para la discusión. San José, Costa Rica: Arlekín. UNGS.
Instituto Nacional de Estadística e Informá-tica. (2015). [11] Mill, J. S. (2007). El utilitarismo. Un sistema de la
Estado de la población peruana – 2015. Lima, Perú: lógica. (Libro VI, capítulo XII). Segunda reimpresión.
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España: Bosch. desafíos. En A. Bonilla, I. Álvarez y S. Sáenz (Ed.),
[6] Marx, K. (2005). El capital. Crítica de la economía Políticas sociales en América Latina y el Caribe: Esce-
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xico: Siglo XXI. 15-23). San José, Costa Rica: Flacso.
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paña: Desclée. en Iberoamérica. En J. Alt-mann (Ed.), Cohesión social
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