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RESUMEN
INTRODUCCION
Entre los años 1983 y 1986, en la literatura mundial comenzaron a aparecer trabajos que
relacionaron la aparición de fenómenos trombóticos arteriales y venosos, abortos
recurrentes y trombocitopenia con la presencia de autoanticuerpos dirigidos contra
fosfolípidos de carga negativa en las membranas celulares.1 Denominado inicialmente
como síndrome anticardiolipina2 y, posteriormente, como síndrome antifosfolípido
(SAF),3 este conjunto de signos y síntomas fue encontrado en pacientes con lupus
eritematoso sistémico (LES).4 Aunque hasta el presente la mayor incidencia de estos
anticuerpos y donde mejor se ha estudiado su asociación con las manifestaciones
clínicas es el LES,5,6 también se ha reportado en otras enfermedades autoinmunes,7-9
infecciones,10 neoplasias,11 tratamiento con fármacos12 e incluso, en personas que no
llegan a reunir criterios de alguna enfermedad conocida, entonces se designa como
síndrome antifosfolípido primario (SAP).13-16
ANTICOAGULANTE LUPICO
La potencia del AL puede expresar se como la razón entre el TPTA del paciente y el del
control, o como la máxima dilución del plasma del enfermo que es capaz de prolongar
el TPTA.23 Otras técnicas para determinar AL son la prueba de Exner,24 el tiempo de
inhibición de la tromboplastina hística, la prueba de veneno de serpiente de Russel y la
prueba de saturación con fosfolípidos plaquetarios.25
ANTICUERPOS ANTICARDIOLIPINA
MANIFESTACIONES CLINICAS
MANIFESTACIONES MAYORES
El principal rasgo asociado al SAF son las trombosis, tanto arterial como venosa, lo cual
se distingue de otros muchos trastornos por hipercoagulabili dad.5 Esta trombosis
intravascular se expresa clínicamente en forma de episodios recurrentes y las
manifestaciones clínicas dependen del territorio afectado.29
MANIFESTACIONES MENORES
TRATAMIENTO
Las bases del tratamiento en estos pacientes no están todavía establecidas, aún existen
controversias.23 El trata miento profiláctico en aquellas personas que tienen AAF sin
manifestación clínica no está indicado, pues sólo el 30 % de ellos van a desarrollar el
síndrome.66 Los fenómenos trombóticos tanto arteriales como venosos son indicación
de tratamiento anticoagulante. La duración del tratamiento debe ser la indicada
habitualmente para dicho fenómeno trombótico, aunque algunos autores sugieren que
sea indefinido para prevenir las recurrencias, ya que están descritas cuando se retira la
anticoagulación.67 En los pacientes con fenómenos trombóticos, a pesar del tratamiento
anticoagulante, se ha recomendado el tratamiento inmunosupresor asociado.22
En toda embarazada con positividad de AAF se debe evitar el aborto o muerte fetal con
el uso de pequeñas dosis diarias de ácido acetil salicílico (ASA) desde los primeros
momentos de la gestación. La dosis diaria indicada según diferentes autores puede ser
75 mg,3 o 100 mg.69 Si hay historia previa de trombosis, abortos o muerte fetal, está
recomendado el uso simultáneo de ASA y prednisona en dosis diaria oral de 40 mg70 o
de ASA y heparina subcutánea 10 000 uds en 2 subdosis diarias.71 También se han
reportado otras modalidades de trata miento, tales como: recambio plasmático,72 y uso
de inmunoglobulinas intravenosas a altas dosis.73
REFERENCIAS BIBLIOGRAFICAS