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Temas Actualizados

Hospital Clinicoquirúrgico "Hermanos Ameijeiras"

Síndrome antifosfolípido: aspectos diagnósticos y


terapéuticos
Dr. Emilio Buchaca Faxas1 y Dr. Juan C. Rodríguez Váquez2
1. Especialista de I Grado en Medicina Interna. Instructor. Jefe del Servicio de
Medicina Interna.
2. Especialista de I Grado en Medicina Interna.

RESUMEN

El síndrome antifosfolípido, descrito inicialmente en el lupus eritematoso sistémico,


aparece también en personas que no reúnen criterios de alguna enfermedad conocida,
por lo que su identificación y tratamiento adquieren gran importancia en personas con
fenómenos trombóticos aparentemente inexplicables y en mujeres con abortos y muertes
fetales recurrentes sin otra causa reconocible. Su diagnóstico se hace en presencia de
trombosis arterial, trombosis venosa, abortos o muertes fetales recurrentes,
trombocitopenia y positividad de cualesquiera de las pruebas que detectan anticuerpos
antifosfolípidos. Se hace una revisión de sus manifestaciones clínicas mayores y
menores. Se resalta que la anticoagulación ante fenómenos trombóticos debe realizarse
de forma indefinida, y que las mujeres embarazadas con anticuerpos antifosfolípidos
deben ser tratadas desde su inicio para evitar el aborto o la muerte fetal.

Palabras clave: LUPUS ERITEMATOSO SISTEMICO/diagnóstico; LUPUS


ERITEMATOSO SISTEMICO/terapia.

INTRODUCCION

Entre los años 1983 y 1986, en la literatura mundial comenzaron a aparecer trabajos que
relacionaron la aparición de fenómenos trombóticos arteriales y venosos, abortos
recurrentes y trombocitopenia con la presencia de autoanticuerpos dirigidos contra
fosfolípidos de carga negativa en las membranas celulares.1 Denominado inicialmente
como síndrome anticardiolipina2 y, posteriormente, como síndrome antifosfolípido
(SAF),3 este conjunto de signos y síntomas fue encontrado en pacientes con lupus
eritematoso sistémico (LES).4 Aunque hasta el presente la mayor incidencia de estos
anticuerpos y donde mejor se ha estudiado su asociación con las manifestaciones
clínicas es el LES,5,6 también se ha reportado en otras enfermedades autoinmunes,7-9
infecciones,10 neoplasias,11 tratamiento con fármacos12 e incluso, en personas que no
llegan a reunir criterios de alguna enfermedad conocida, entonces se designa como
síndrome antifosfolípido primario (SAP).13-16

La necesidad de identificar esta entidad en personas con fenómenos trombóticos


aparentemente inexplicables, así como en mujeres con abortos y muertes fetales
recurrentes sin otra causa reconocible, requiere una considerable atención,17,18 por lo
que hacemos esta revisión de los elementos de actualidad en diagnóstico y tratamiento.
DIAGNOSTICO

La mayoría de los autores consideran síndrome antifosfolípido (SA) a la presencia de


trombosis arterial y/o venosa, abortos o muertes fetales a repetición y trombocitopenia
(como manifestaciones aisladas o combinadas en presencia de la positividad de cual
quiera de las pruebas que detectan anticuerpos antifosfolípidos (AAF), al menos en 2
determinaciones, con intervalo superior a 8 semanas.19-21

Los AAF pueden ser identificados mediante 3 métodos diferentes:

1. Serología para sífilis falsamente positiva.


2. Anticoagulante lúpico (AL).
3. Anticuerpos anticardiolipina (AA).

PRUEBA PARA DETECTAR LOS AAF

SEROLOGIA PARA SIFILIS FALSAMENTE POSITIVA

La prueba serológica estándar no treponémica para detectar sífilis (VDRL) consiste en


una floculación en suspensión que utiliza como substrato antigénico un compuesto
fosfolipídico formado por cardiolipina-colesterol-leutina. Desde 1941 se reconoce como
cardiolipina a un fosfolípido obtenible de corazón de buey que sirve como substrato
antigénico para detectar dichos anticuerpos. La positividad del VDRL con pruebas
treponémicas negativas es un indicador indirecto de AAF.20 Este falso positivo siempre
lo es a título bajo (< 1/8), mientras que en la sífilis (reagina luética presente) se detecta a
título alto.22

ANTICOAGULANTE LUPICO

El anticoagulante lúpico (AL) es un grupo heterogéneo de autoanticuerpos del tipo IgG


o IgM dirigido contra fosfolípidos cargados negativamente que intervienen en la
coagulación.20 Se sospecha la presencia de AL ante la prolongación del tiempo parcial
de tromboplastina activado (TPTA) en 6-10 segundos con respecto al control, no se
corrige al agregar plasma normal,23,24 lo que hace excluir el déficit de factores.

La potencia del AL puede expresar se como la razón entre el TPTA del paciente y el del
control, o como la máxima dilución del plasma del enfermo que es capaz de prolongar
el TPTA.23 Otras técnicas para determinar AL son la prueba de Exner,24 el tiempo de
inhibición de la tromboplastina hística, la prueba de veneno de serpiente de Russel y la
prueba de saturación con fosfolípidos plaquetarios.25

ANTICUERPOS ANTICARDIOLIPINA

En los últimos años ya se pueden detectar de forma directa los anticuerpos


anticardiolipina (ACA) mediante radioinmunoensayo (RIA),26 y, más recientemente,
por enzimoinmunoensayo (ELISA);27 estos métodos tienen la ventaja de ser más
rápidos, estandariza bles, cuantificables y además, discriminan la naturaleza de los
anticuerpos (IGG y/o IgM).20 La reciente asociación de títulos altos o moderados
persistentes de IgG con los fenómenos trombóticos le confiere gran importancia a la
prueba.5
Se ha observado cierta correlación entre la presencia de VDRL falsa positiva, AL y AA,
si bien pueden hallarse de forma independiente.28

MANIFESTACIONES CLINICAS

Los AAF han sido relacionados con un conjunto de manifestaciones clínicas


clasificadas como mayores y menores.21 Las 4 manifestaciones mayores son: los
fenómenos trombóticos arteriales, fenómenos trombóticos venosos, abortos o muertes
fetales recurrentes y trombocitopenia. Las manifestaciones menores son: las que
aparecen con menos frecuencia pero que también se asocian a los AAF; entre las más
relevantes se encuentran las neurológicas, las cutáneas, la lesión valvular cardíaca y la
anemia hemolítica.

MANIFESTACIONES MAYORES

El principal rasgo asociado al SAF son las trombosis, tanto arterial como venosa, lo cual
se distingue de otros muchos trastornos por hipercoagulabili dad.5 Esta trombosis
intravascular se expresa clínicamente en forma de episodios recurrentes y las
manifestaciones clínicas dependen del territorio afectado.29

El territorio arterial mas implicado es el intracraneal, se hace evidente por ataques


transitorios de isquemia (ATI) o estableciendo áreas de infartos únicos o múltiples, lo
cual puede, incluso, evolucionar a demencia multiinfarto.30,31

Las trombosis intracardíacas,1 el infarto del miocardio,32 la hipertensión pulmonar,33


la trombosis de la arteria mesentérica,34 la necrosis avascular de la cadera35 y la
enfermedad de Addison por trombosis adrenal,36 han sido reportados como parte del
fenómeno trombótico del SAF. Los vasos arteriales periféricos y los distales pueden
afectar se y producir gangrena.37

En el sistema venoso predominan las localizaciones profundas y superficiales de los


miembros inferiores con tromboembolismo pulmonar asociado o sin él.38 También hay
casos reportados con trombosis en las venas subclavia y axilar,39 vena suprahepática
(síndrome de Budd-Chari),40 vena renal,41 porta,42 vena central de la retina,43,44 y
enferme dad venooclusiva hepática.45 Los abortos y muertes fetales a repetición son
expresión del fenómeno trombótico e isquémico a nivel placentario que, por lo regular,
comienza desde las etapas más tempranas del embarazo.46 Las pérdidas fetales por esta
causa pueden ocurrir en cualquier período del embarazo47 y su frecuencia se estima en
el 96 % de las mujeres con AAF.48

La trombocitopenia rara vez es inferior a 50 000 y casi nunca da lugar a manifestaciones


clínicas.49 El mecanismo responsable de la inducción de AAF es aún un enigma.1 La
trombosis y la trombocitopenia no tienen un mecanismo que las explique claramente,
pero su asociación clínica con los AAF es evidente, lo que se ha hecho dependiente de
la reactividad plaquetaria y endotelial.50 Se supone que estos anticuerpos también
actúen sobre componentes intrínsecos de la coagulación tales como la proteína C, la
proteína S y la protrombina.1 Recientemente se ha encontrado la participación de una
B2 glucoproteína como cofactor necesario para que los AAF activen las plaquetas.51
Las plaquetas también pueden ser afectadas por inmunocomplejos y autoanticuerpos
para superficies glucoproteicas de forma similar a como ocurre en la clásica púrpura
trombocito pénica inmunológica. La anemia hemolítica se puede explicar por este
mecanismo.1,3,52

MANIFESTACIONES MENORES

Estadísticamente se le ha encontrado asociación con los AAF, pero no hay un


mecanismo patogénico que lo explique con claridad. Aunque no forman parte de los
criterios diagnósticos del síndrome, estas manifestaciones aún continúan
descubriéndose.

Las manifestaciones neurológicas reportadas con mayor frecuencia son: epilepsia,53


migraña,54 corea55 y mielitis transversa.56

Las manifestaciones cutáneas incluyen livedo reticular,57 fenómeno de Raynaud,58


úlceras cutáneas no relacionadas con insuficiencia venosa y lesiones maculares o
nodulares que remedan vasculitis.59

La asociación de livedo reticularis (LVR), hipertensión arterial (HTA) y accidente


vascular encefálico (AVE) se conoce como síndrome de Sneddon;60 actualmente se
considera como un subtipo del SAP pues estos pacientes presentaban una alta incidencia
de AAF.61 La hipertensión arterial, por su parte, puede aparecer en pacientes con AAF
sin la clásica nefritis del LES, hasta el momento no se ha aclarado su mecanismo de
producción.4

La lesión valvular cardíaca se presenta como insuficiencia cardíaca, la válvula mitral y


la aórtica son las más afectadas por orden de frecuencia.62-65

También se ha descrito, en estos pacientes la anemia hemolítica con prueba de Coombs


positiva.3

TRATAMIENTO

Las bases del tratamiento en estos pacientes no están todavía establecidas, aún existen
controversias.23 El trata miento profiláctico en aquellas personas que tienen AAF sin
manifestación clínica no está indicado, pues sólo el 30 % de ellos van a desarrollar el
síndrome.66 Los fenómenos trombóticos tanto arteriales como venosos son indicación
de tratamiento anticoagulante. La duración del tratamiento debe ser la indicada
habitualmente para dicho fenómeno trombótico, aunque algunos autores sugieren que
sea indefinido para prevenir las recurrencias, ya que están descritas cuando se retira la
anticoagulación.67 En los pacientes con fenómenos trombóticos, a pesar del tratamiento
anticoagulante, se ha recomendado el tratamiento inmunosupresor asociado.22

No está claro el papel que pueden desempeñar los esteroides, inmunosupresores y


recambio plasmático, pues aunque capaces de bajar los niveles de los AAF, al retirarlos,
suelen volver a elevarse los títulos.22 Tampoco está claro el papel de los antiagregantes
plaquetarios en la prevención de estos fenómenos, pero algunos autores recomiendan el
dipiridamol.66
Con el propósito de evitar la recurrencia en pacientes con eventos trombóticos
cerebrales, está recomendado el uso simultáneo de heparina y esteroides asociados a
azatioprina o ciclofosfamida.68

En toda embarazada con positividad de AAF se debe evitar el aborto o muerte fetal con
el uso de pequeñas dosis diarias de ácido acetil salicílico (ASA) desde los primeros
momentos de la gestación. La dosis diaria indicada según diferentes autores puede ser
75 mg,3 o 100 mg.69 Si hay historia previa de trombosis, abortos o muerte fetal, está
recomendado el uso simultáneo de ASA y prednisona en dosis diaria oral de 40 mg70 o
de ASA y heparina subcutánea 10 000 uds en 2 subdosis diarias.71 También se han
reportado otras modalidades de trata miento, tales como: recambio plasmático,72 y uso
de inmunoglobulinas intravenosas a altas dosis.73

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