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Por: Gael David García Vega; Pablo Alexis Sánchez Jiménez; Melissa
Valentina Ortega Hernández & Eveline Georgette Báez Pérez.
Fue el británico Alfred North Whitehead quien subrayo su importancia afirmando que el
pensamiento occidental no es más que una serie de comentarios a pie de los diálogos de
Platón.
Nacido en el seno de una familia aristocrática, Platón abandonó su inicial vocación política
y sus aficiones literarias por la filosofía. Atraído por Sócrates fue su discípulo desde los 20
años y se enfrentó abiertamente a los Sofistas (Gorgias y Protágoras).
Tras la condena a muerte de Sócrates (399 a.C) huyó de Atenas y se apartó completamente
de la vida pública. No obstante, los temas políticos ocuparon un lugar central en su
pensamiento, y llegó a concebir un modelo ideal de Estado.
Obras de Platón.
A diferencia de Sócrates, qué no dejó escritos, los trabajos de Platón se han conservado casi
completos. La mayoría están escritos de forma dialogada, de hecho, Platón fue el primer
autor que utilizó el diálogo para exponer un pensamiento filosófico, y tal forma constituía
un elemento cultural nuevo,
El contenido de estos escritos es una especulación metafísica, pero con evidente orientación
práctica. Dos son los temas permanentes que prevalecen sobre los demás.
Por un lado, el conocimiento, esto es, el estudio de la naturaleza del conocimiento y de las
condiciones que lo posibilitan y por otro la moral, de fundamental importancia en la vida
práctica y en la realización de la aspiración humana a la felicidad en una doble vertiente
individual y colectiva, ética y política. Todo ello se resuelve en un verdadero sistema
filosófico de gran alcance ético basado en la teoría de las ideas.
Frente a esto Socrates afirma, siguiendo con Heráclito, esa misma consideración sobre la
belleza humana en relación con la belleza de los dioses y que por ende lo bello es sí
entendido como la belleza de un ser humano es un concepto relativo que podría responder a
la pregunta de lo que es bello y feo a la vez.
Lo bello es el oro. (Platón, 1993: Hipas 289 e). El oro es el único material que las cosas
feas se vuelvan bellas, condicionando lo bello mientras sea empleado adecuadamente con
materiales que cumplan con esta función, sin embargo, Sócrates respondiendo a esta
afirmación representado la verdad responde “si vamos a decidir acerca de qué cuchara es
más adecuada para hervir las legumbres, una de oro o una de madera de higuera,
inexorablemente nos tendríamos que inclinar por la última por obvias razones. En efecto,
la cuchara de madera es más adecuada que la de oro y por consiguiente es más bella, y lo
bello entonces no sería únicamente el oro.”
Pero así mismo el amor es, según el Banquete, la armonía de los elementos (188a), y
puesto que esta "armonía de los elementos" constituye la esencia de la belleza, el amor, al
ser amor de algo, tiene por objeto propio y último la Belleza en sí misma; el amor busca la
belleza. En la ascensión erótica y gradual del Banquete, la belleza particular, corporal,
localizada en este mundo, provoca el amor y dirige el interés del enamorado hacia todas las
bellezas, tanto exteriores como interiores, para culminar en el absoluto, en la Idea de
Belleza. Y en el Fedro es igualmente la Idea de Belleza, la que aparece destacada, entre
todas, en "ese lugar que hay por encima del cielo" (247c).
Rios, G. (2000). Belleza y Mística en Platón. Texto en línea) disponible en: http://www.
trabajos-pdf4/belleza-y-mistica-platon/belleza-y-mistica-platon. pdf.
Pájaro, C. J. (2008). Eros, Psyqué y Manía: los recursos de la inspiración filosófica según
Platón. Eidos, (9), 134-164.