Está en la página 1de 55

ANAC

RECLAMOS TRANSP. AEREO


Derechos del pasajero


DERECHOS QUE ASISTEN AL PASAJERO POR INCUMPLIMIENTO DE


HORARIOS, ITINERARIOS, CANCELACION DE VUELOS Y
DENEGACION DE EMBARQUE.

Si debido a circunstancias operativas, técnicas o de índole comercial, el


transportador cancela o demora un vuelo o la entrega de equipaje por más de
CUATRO (4) horas, o deniega el embarque porque no puede proporcionar espacio
previamente confirmado (overbooking o sobreventa), o no puede hacer escala en el
punto de parada-estancia o de destino del pasajero, o causa a un pasajero la
pérdida de un vuelo de conexión para el que tenía una reserva confirmada, el
pasajero, tendrá el derecho a:

 su inclusión obligatoria en el vuelo inmediato posterior del mismo transportador para su


destino, o
 al endoso de su contrato de transporte, incluyendo conexiones con espacio confirmado,
cuando sea aceptable para el pasajero, o
 a ser reencaminado por otra ruta hacia el destino indicado en el contrato, por los servicios
del transportador o en los servicios de otro transportador, o por otro medio de transporte,
en estos últimos casos sujeto a disponibilidad de espacio.

Si la suma de la tarifa, el cargo por exceso de equipaje y cualquier otro cargo de servicio
aplicable por la nueva ruta es mayor que el valor de reintegro del billete o de la porción
aplicable del mismo, el pasajero no abonará ninguna tarifa o cargo adicional y el
transportador reintegrará la diferencia si la tarifa y cargos para la ruta reprogramada son
menores:

 a la compensación por embarque denegado de acuerdo a las regulaciones del


transportador,
 a la inmediata devolución, si le correspondiere, del precio del contrato de transporte no
utilizado y conforme a las modalidades de pago efectuadas.
Aquellos pasajeros que, voluntaria y expresamente, acepten la compensación por
embarque denegado y a realizar el transporte en alguna de las condiciones detalladas en
este inciso, no tendrán derecho a efectuar ningún tipo de reclamo posterior al
transportador; sin perjuicio de ser beneficiados con los servicios incidentales que provea el
transportador a su cargo ante esta situación.
Asimismo, el transportador proporcionará al pasajero, sin cargo para el
mismo, los siguientes servicios incidentales(1):
 comunicación telefónica o cablegráfica al punto de destino y comunicaciones locales.
 comidas y refrigerios de conformidad con el tiempo de espera que medie hasta el
embarque en otro vuelo.
 alojamiento en hotel, en el aeropuerto o en la ciudad, cuando la demora de un vuelo
exceda las CUATRO (4) horas.
 transporte terrestre desde y hacia el aeropuerto.

El transportador quedará exento de proporcionar los mentados servicios incidentales a sus


pasajeros en los supuestos en que como consecuencia de circunstancias meteorológicas se
cancele o demore el vuelo, se demore la entrega del equipaje, no se pueda hacer escala en
el punto de parada-estancia o de destino del pasajero o se pierda un vuelo de conexión
para el que tenía una reserva confirmada. No obstante, en estos casos, el transportador
deberá arbitrar todos los medios a su alcance a fin de que el pasajero reciba información
adecuada y veraz sobre las demoras ocasionadas por dichas circunstancias, hasta tanto
suministre o reanude el servicio o sea reencaminado a través de los servicios de otro
transportador o medio alternativo de transporte.

(Artículo 12, inciso a) de las Condiciones Generales del Contrato de Transporte Aéreo
aprobadas por la Resolución Nº 1.532/98 del MINISTERIO DE ECONOMIA Y OBRAS Y
SERVICIOS PUBLICOS, modificado por la Resolución N° 203/13 de ANAC)

SERVICIO INCIDENTAL: comprende todo servicio proporcionado por el


transportador en razón de contingencias imprevistas, exceptuadas las
cuestiones meteorológicas, que produzcan el re encaminamiento del
pasajero, el cambio de ruta u horario o cualquier otra circunstancia cuyo
cargo deba asumir el transportador.

 ANAC
 RECLAMOS TRANSP. AEREO
 Derechos del pasajero



 ¿Cuáles son los derechos del pasajero cuando un vuelo se demora o
cancela?

¿Qué debe  proveer la aerolínea?

¿Cuándo se considera que un vuelo está demorado y qué derechos hay?


¿Cuándo un pasajero tiene derecho a un reclamo contra la aerolínea
por un pasaje aéreo?

Esta nota aborda los derechos del pasajero por demoras,


incumplimiento de horarios del vuelo, escalas, desvíos de los itinerarios
y demás. Actualizado a diciembre de 2017. 

Derechos del pasajero por las demoras del vuelo

Mientras en Europa las aerolíneas están en alerta por las decisiones


judiciales que reconocieron al pasajero una indemnización por demoras
por fallas técnicas, en Argentina la cuestión ya parece haberse
consolidado. Más de la mitad de los 80 procesos judiciales que hubo en
el 2013 contra compañías aéreas son por cancelación, demora o
reprogramación de vuelos y el 80% se decidió a favor del pasajero. Es
que, como regla, salvo causas meteorológicas, la compañía es
responsable por las demoras. Pueden ser cortas, y en ese caso
corresponde a la compañía atenuarlas… ¿Cuáles son entonces los
derechos del pasajero de avión por demoras o cancelaciones de
vuelos?

Si el vuelo demora 4 o más horas, el pasajero tiene derecho a: -


comida -hotel -traslado -reembolso o endoso del pasaje. (resolución

1532) 

Y aparte de eso la aerolínea tiene que compensar por los daños que
haya por la demora, por hoteles perdidos o que haya que contratar
y por el daño moral (en general, alrededor de $ 6.000 aunque varía
mucho), como se da cuenta en las sentencias de abajo (hay dos casitos
recientes). La reprogramación solo se puede hacer si la aerolínea
preavisa 48 horas antes. El plazo para demandar es de un año en
vuelos locales y dos en internacionales. Contra la agencia de viajes,
puede ser responsable si no da asistencia, el plazo se amplía a tres
años. Mucho depende de la reacción de la aerolínea, de la
comunicación…

En otro caso, los padres de dos chicas sacaron pasaje a Buzios, Brasil,
el 14 de junio de 2001 para regresar el 17 del mismo mes a Buenos
Aires. La partida del día 14, prevista para las 7.00, se demoró cinco
horas, con lo que los viajeros arribaron a Buzios alrededor de las 18.00
perdiendo prácticamente un día entero de las breves vacaciones
planeadas; y el regreso del día 17, que se debía iniciar a las 20.30 –lo
que les importaba para llegar a ‘cenar’ con sus hijas por ser el día del
padre.

El tribunal afirmò que «en el incumplimiento contractual culposo son


resarcibles las consecuencias inmediatas y necesarias que reconozcan
en él su causa adecuada, y no las que aparecen como el resultado de
un factor eventual» y por ello,  “no cabe atender a daños que resultan de
la conexión del incumplimiento con circunstancias personales o con
daños extrínsecos”.

“La indemnización del caso debe contemplar, por un lado, la


pérdida de tiempo, que es pérdida de vida irrepetible, e incluso, un
menoscabo de la libertad personal”, explicaron los camaristas,
agregando que Buzios, “en pleno mes de junio, ofrece al turista un
conjunto de atracciones, al margen de la playa”, así que «si bien
perdieron horas de disfrute, la demora de Varig S.A. no les ocasionó
la frustración de todo el día 14».

Por esa razón, ordenaron resarcir a los pasajeros con la suma de $1.600
al papá y otro tanto a la mamá, pero no hicieron lugar al reclamo por la
cena del día del padre perdida, porque las hijas ya son mayores de
edad… (la sentencia está abajo),
En general, cuando hay overbooking lo compensan voluntariamente. E
incluso cuando haya mal tiempo, como por ejemplo en los Estados
Unidos hubo un caso en que el vuelo se atrasó y el capitán compró
pizzas para todos los pasajeros.

 Cambio de escalas

Incluso por mal tiempo, la regulación dice que al pasajero que lo


desvíen de escala o destino tiene derecho a:

 que lo incluyan en forma obligatoria en el vuelo


inmediato posterior del mismo transportador
para su destino, o al endoso de su contrato de
transporte, incluyendo conexiones con espacio
confirmado, cuando sea aceptable para el
pasajero, esto es el cambio del vuelo, a ser
reencaminado por otra ruta hacia el destino
indicado en el contrato, por los servicios del
transportador o en los servicios de otro
transportador, o por otro medio de transporte,
en estos últimos casos sujeto a disponibilidad
de espacio.

Es decir, el contrato de transporte aéreo incluye que lleven al pasajero a


destino, y ante el cambio de ello, tiene derecho a que la aerolínea
procure los medios para hacerlo, a su cargo. Además, salvo mal tiempo,
tiene derecho a una compensación por la demora.   En todos los
supuestos, la empresa debe dar información completa y veraz. Al
menos asistencia sobre los horarios, estimaciones y demás. Si
incumplen esto, pueden estar violando el deber de información y el
trato digno, derechos constitucionales.

Hace poco, los jueces reconocieron una compensación de $5.000 por la


demora del vuelo y el cambio de escala. La aeronave en la que debían
viajar había sufrido una avería, los actores habían sido ubicados en un
vuelo que partió posteriormente, pero con características distintas a las
originalmente pactadas.

Allí los jueces remarcaron la privación del tiempo que habían sufrido los
pasajeros, el cambio de las condiciones del vuelo. Ahora bien,
denegaron la compensación por el retraso en el arribo a la ciudad de
Miami y el reitnegro de los gastos del auto, por esa demora, porque «no
implicó modificación alguna respecto del plan inicial, puesto que el auto
iba a ser alquilado de todos modos«. Es decir,  ordenaron reintegrar al
pasajero $5.000 en concepto de daño moral.

Atento a la letra chica – condiciones de emisión del pasaje y derechos


del pasajero

Siempre es importante ver las condiciones de emisión del pasaje y pedir


el voucher a la agencia (han habido casos de estafas o quiebras, en que
la agencia se quedó con el dinero).

Sobre eso, un caso curioso se dio en China. El pasajero compró un


pasaje de avión en clase Business y le cambió la fecha más de 300
veces en un año. ¿Por qué? Para disfrutar de la sala VIP de China
Eastern Airlines Corporation en el aeropuerto de Shaanxi, donde comió
gratis más de 300 días. Encima, luego devolvió el billete y se lo
reembolsaron…

 Una indemnización por la falla técnica y demora del vuelo

Resulta que un abogado viajaba con su familia a la ciudad de Nueva


York, en un vuelo que debía partir del Aeropuerto Intenacional de
Ezeiza el 20 de mayo de 2009 a las 20:10. El despegue del avión se
produjo de acuerdo al horario previsto, pero después de dos horas de
vuelo, la aeronave debió regresar a su punto de partida debido a una
falla técnica, habiendo quedado operativa sólo a las 01:50 horas de la
mañana.

En estas condiciones, la aerolínea decidió no hacer partir nuevamente a


la aeronave debido a que a esa hora ya se encontraban cumplidas las
horas de servicio que determina la normativa aplicable, tanto para los
pilotos como para el personal de a bordo, por lo que reubicó a los
pasajeros en el vuelo que partiría a las 20:10 horas del 21 de mayo.

Frente a esta situación, los pasajeros optaron por adquirir cuatro


nuevos pasajes por una aerolínea distinta -Copa Airlines- habiendo
partido efectivamente hacia el destino programado a las 04:00 horas.
Llegaron, disfrutaron y al regreso decidieron demandar.

Iniciaron la demanda para que se les indemnice los daños y perjuicios


padecidos a raíz de la cancelación del vuelo que tenían previsto para
partir el 20 de mayo de 2009 con destino a la ciudad de Nueva York.

La jueza de primera instancia consideró a la falla técnica un caso


fortuito, que exime de responsabilidad a la aerolínea. Pero los jueces de
cámara opinaron diferente. Y ordenaron reembolsarles una parte, no
todo, de los nuevos pasajes comprados para llegar a destino. El tribunal
dijo esto

si debido a circunstancias operativas, técnicas o de índole comercial, el


transportador cancela o demora un vuelo por más de cuatro horas, el
pasajero, tendrá el derecho a su inclusión obligatoria en el vuelo
inmediato posterior del mismo transportador para su destino, o al
endoso de su contrato de transporte, o a ser reencaminado por otra
ruta hacia el destino indicado en el contrato por los servicios del
transportador o en los servicios de otro transportador o por otro medio
de transporte. Asimismo, el transportador proporcionará sin cargo al
pasajero, los siguientes servicios incidentales: comunicación telefónica o
cablegráfica al punto de destino y comunicaciones locales; comidas y
refrigerios de conformidad con el tiempo de espera que medie hasta el
embarque en otro vuelo; alojamiento en hotel, en el aeropuerto o en la
ciudad, cuando la demora de un vuelo exceda las cuatro horas; y
transporte terrestre desde y hacia el aeropuerto.

Ahora bien, si el pasajero opta por realizar el transporte aéreo por otra
empresa distinta de la originalmente contratada, abonando una tarifa
que excede con creces la de la primera, no puede pretender que se le
restituya la totalidad de la diferencia abonada. Más aun cuando, como
ocurrió en el caso, la aerolínea ubicó a los pasajeros en el primer vuelo
que partía al destino programado -Nueva York.

Por ende, los jueces le reconocieron la suma del valor pagado a la


aerolínea original, es decir, en la demanda logró que le reembolsen el
valor de los pasajes a la primera compañía, por la que no pudieron
viajar.

Y como extra, por la demora, los jueces ordenaron a esta aerolínea


resarcir a cada pasajero con $ 5.000 en concepto de daño moral.
Entiendo que es una sentencia correcta.

Las demoras por huelga o paro de pilotos – derechos del pasajero

En un precedente, una pasajero esperó en el aeropuerto desde antes de


las 8:00 hs. del día 11 de enero hasta las 15:00 hs. del día 13, por una
huelga de pilotos. Para los jueces, fue más que una mera molestia,
llegando a constituir «una pérdida de tiempo e, inclusive, de vida, de
conformidad con la jurisprudencia del fuero que así lo cataloga».

Por las demoras ocasionadas en la huelga, ordenaron resarcir a la


pasajera con $ 15.000 de daño moral. A valor de entonces, las cifras
actuales pueden variar. La sentencia está abajo.

Lo cierto es que cabe distinguir entre el motivo de la huelga, porque no


es lo mismo aquella que persigue una mejora de condiciones salariales,
imputable al gremio, salvo evidente atraso, que aquella huelga que
denuncia incumplimiento de condiciones de seguridad, necesarias e
imputables a la empresa. Pero en general los tribunales no clasifican y
ordenan una indemnización según la espera.

En cualquier caso, la empresa aérea sí tiene un deber de asistencia,


informar, pagar traslados (remís), y demás, salvo que sea un
paro imprevisto y no anunciado. En ciertos casos, y estando vigente la
conciliación obligatoria, el sindicato debe acatarla. En esos casos, si el
sindicato desobedece, la aerolínea no sería responsable.

De todas formas, hay que ver la índole del paro, si es o no culpa de la


aerolínea y demás circunstancia. Lo cierto es que el paro genera un
perjuicio pero quién se hace cargo económicamente de los daños es un
tema aún no resuelto del todo.

Le cancelaron el vuelo, ahora lo indemnizan

El pasajero demandó por la cancelación de un vuelo que le impidió


concretar un viaje de negocios a Japón, donde tenía programadas unas
visitas a unas fábricas y su presencia «era fundamental» y muy
importante, alegó.

Por eso, aceptaron la demnada por lucro cesante y deben indemnizarlo


con casi $ 27 mil más intereses, lo que arrojaría unos $ 40 mil.
Consideraron que la aerolínea incumplió con sus obligaciones
contraídas y nunca explicó por qué no era posible arreglar el
desperfecto en un tiempo razonable o conseguir una nave alternativa
para que el itinerario del pasajero no se modifique.

Dónde y cómo reclamar o hacer valer los derechos como pasajero


La vía usual es que la aerolínea ofrezca una compensación por la
demora, que indemnice o dé algún beneficio (millas, upgrade, un alfajor,
lo que sea…). El pasajero puede o no aceptar esto. Si le hacen firmar
algo, usualmente la letra chica, las cláusulas del contrato de
transacción dirán que cierra todo reclamo futuro, por eso es importante
leer bien esas ofertas. Se puede reclamar después, no solo en el
aeropuerto. O si se acepta algo allí, por las ganas de llegar, dejar
constancia de que no cierra futuros reclamos.

La vía para pedir una compensación es una mediación civil


extrajudicial, y en su caso la demanda civil ante el fuero civil y
comercial federal, para hacer valor los derechos como pasajero
aéreo. Primero debe hacerse la mediación previa y si no hay
acuerdo con la compañía aérea se prosigue con la demanda. La
prueba no es en sí dificultosa pero requiere tener la
documentación.

Aparte, se puede recurrir a la ANAC y al Ministerio de Turismo, que son


organismos de control del tráfico aéreo, de la seguridad operacional y
del sistema de agencias de viaje, respectivamente. Abajo también pego
lo informado en su página web. El aviso a la ANAC es independiente del
pedido de resarcimiento civil que haga el pasajero por las demoras del
vuelo, overbooking o cambios de destino. El pasajero también tiene
derecho a pedir una mediación extrajudicial y en su caso iniciar una
demanda civil para reclamar un resarcimiento por los daños contra la
línea aerea. Hay que evaluar las chances y la conveniencia de iniciar un
reclamo de este tipo, según el caso.

Ahora, una nueva resolución del ANAC obliga a las compañías a


informar el motivo de la demora, lo que puede servir de base al reclamo
del pasajero por vuelos que se retrasan, demoran o cancelan y que
habilite a pedir una indemnización. La podés leer abajo.
Anexo con la resolución de ANAC sobre causas de la demoras del vuelo

ADMINISTRACIÓN NACIONAL DE AVIACIÓN CIVIL


DIRECCIÓN NACIONAL DE TRANSPORTE AÉREO

Disposición 249/2015

Bs. As., 20/11/2015

VISTO el Expediente N° ANC:0044071/015 del Registro de la


ADMINISTRACIÓN NACIONAL DE AVIACIÓN CIVIL, y

CONSIDERANDO:

Que mediante el expediente citado en el Visto, tramita un proyecto de


disposición tendiente a reglamentar un procedimiento para otorgar a las
líneas aéreas la posibilidad de brindar explicaciones en forma inmediata
y con antelación a la iniciación de un proceso sumarial, ante supuestos
de incumplimientos -por razones debidamente justificadas- de horarios
y/o itinerarios aprobados previamente por la Autoridad de Aplicación
para servicios regulares, no regulares y/o especiales.

Que la Resolución N° 764 de fecha 8 de septiembre de 2010 de la


ADMINISTRACIÓN NACIONAL DE AVIACIÓN CIVIL (ANAC) regula el
procedimiento para solicitar amarre, base de operaciones y factibilidad
horaria para la operación de vuelos regulares, no regulares y especiales,
estableciendo los requisitos y plazos que deben cumplirse a tales fines.

Que el numeral 8) del Anexo I a la citada Resolución establece que toda


modificación, cancelación, reprogramación o cambios de números de
vuelo deberá presentarse con una antelación de al menos CUARENTA Y
OCHO (48) horas junto con la documentación correspondiente.
Que esta Dirección Nacional tiene, entre sus acciones, las de proponer
y/o elaborar aquellos proyectos de modificación y/o actualización
normativa que verse sobre las materias de su competencia, controlar y
fiscalizar el cumplimiento de las normas que regulan el transporte aéreo
y proponer las recomendaciones y la aplicación de sanciones que se
deriven de su incumplimiento.

Que con el propósito indicado se elaboró un instructivo que describe el


procedimiento que deberán observar las líneas aéreas para notificar a la
Autoridad de Aplicación las razones que fundamentan el
incumplimiento a las operaciones aéreas aprobadas, y la
documentación que deberán acompañar para acreditar las razones
alegadas.

Que la Dirección de Explotación de Servicios Aerocomerciales de esta


Dirección Nacional, a través del cuerpo de inspectores del
Departamento de Fiscalización y Fomento o de los agentes que dicha
Dirección disponga, evaluará tanto los argumentos como la
documentación presentada por las compañías aéreas, a fin de
determinar si el incumplimiento se encuentra debidamente justificado
o, por el contrario, configura una infracción aeronáutica en los términos
del Decreto N° 326 de fecha 10 de noviembre de 1982.

Que resulta pertinente establecer los alcances de la expresión “causas


justificadas de incumplimiento”.

Que la Dirección de Asuntos Jurídicos dependiente de la DIRECCIÓN


GENERAL LEGAL, TÉCNICA Y ADMINISTRATIVA de la
ADMINISTRACIÓN NACIONAL DE AVIACIÓN CIVIL ha tomado la
intervención que le compete.

Que la presente medida se dicta en uso de las facultades conferidas por


el Decreto N° 1.770 de fecha 29 de noviembre de 2007.

Por ello, LA DIRECTORA NACIONAL E TRANSPORTE AÉREO DISPONE:


ARTÍCULO 1° — Establécese el procedimiento que deberán observar las
líneas aéreas ante supuestos de incumplimientos de horarios y/o
itinerarios aprobados previamente por la Autoridad de Aplicación para
servicios regulares, no regulares y/o especiales, a fin de justificar ante
la Autoridad de Aplicación las razones que fundamentan el
incumplimiento a las operaciones aéreas aprobadas y acompañar la
documentación que acredite las razones alegadas.

ARTÍCULO 2° — Se entiende por “causas justificadas de


incumplimiento” a todos aquellos supuestos en que la gravedad y/o
inminencia de la situación, a juicio de la Autoridad de Aplicación, no
permitan efectuar la operación previamente aprobada, ya sea por
incumplimiento de itinerario/s y/u horario/s.

ARTÍCULO 3° — Apruébese el “Instructivo para la notificación y


remisión de documentación relativa a la justificación de modificaciones
en la operación de servicios regulares, no regulares y/o especiales
autorizados por la DIRECCIÓN NACIONAL DE TRANSPORTE AÉREO”
que, como Anexo, forma parte de la presente Disposición.

ARTÍCULO 4° — La Dirección de Explotación de Servicios


Aerocomerciales de esta Dirección Nacional, a través del cuerpo de
inspectores del Departamento de Fiscalización y Fomento o de los
agentes que la citada Dirección disponga, evaluará tanto los
argumentos como la documentación presentada por las compañías
aéreas, a fin de determinar si el incumplimiento se encuentra
debidamente justificado o, por el contrario, configura una infracción
aeronáutica en los términos del Decreto N° 326 de fecha 10 de
noviembre de 1982.

ARTÍCULO 5° — Regístrese, comuníquese, dese a la Dirección Nacional


de Registro Oficial para su publicación y archívese. — Lic. PAOLA
TAMBURELLI, Directora Nacional de Transporte Aéreo, Administración
Nacional de Aviación Civil.
ANEXO
INSTRUCTIVO PARA LA NOTIFICACIÓN Y REMISIÓN DE
DOCUMENTACIÓN RELATIVA A LA JUSTIFICACIÓN DE
MODIFICACIONES EN LA OPERACIÓN DE SERVICIOS REGULARES,
NO REGULARES Y/O ESPECIALES AUTORIZADOS POR LA
DIRECCIÓN NACIONAL DE TRANSPORTE AÉREO

I.- En caso de que una compañía aérea decidiera brindar en forma


inmediata y con antelación a la iniciación de un proceso sumarial, la
explicación pertinente ante los supuestos de incumplimientos por
razones debidamente justificadas de horarios y/o itinerarios aprobados
previamente por la Autoridad de Aplicación para servicios regulares, no
regulares y/o especiales, deberá: 1) Presentar una nota firmada por el
representante o apoderado de la empresa debidamente acreditado,
dirigida a la DIRECCIÓN NACIONAL DE TRANSPORTE AÉREO, Mesa de
Entradas, en el horario de 10 a 16 horas, en el plazo de DIEZ (10) días
hábiles posteriores a la fecha de la operación aprobada.

2) Suministrar la siguiente información: a) Respecto a la/s operación/es


cancelada/s:• Razón social y nombre de fantasía si lo hubiera, de la
empresa aérea.• Tipo, fecha y número de vuelo/s.• Marca, modelo y
matrícula de la aeronave/s. • Itinerario/s.• Horarios de arribo y
despegue en cada aeropuerto integrante del itinerario aprobado.b)
Respecto a modificación/es de la/s operación/es: detallar los datos que
anteceden tanto de la/s operación/es aprobada/s como de la/s
realmente efectuada/s en su reemplazo.

3) Describir en forma clara y precisa los motivos que originaron el


incumplimiento y/o modificación del servicio aéreo aprobado.

4) Remitir la documentación probatoria que respalde la justificación del


incumplimiento o modificación, la que comprende sin carácter taxativo:
NOTAMS, reportes meteorológicos, registros de mantenimiento, horarios
de fuera de calzos proporcionados por la prestadora de tales servicios.
Dicha documentación deberá ajustarse a lo establecido por los Artículos
27, 28 y 32 del Reglamento de Procedimientos Administrativos (Decreto
N° 1.759/72, t.o. 1991).II.- Las presentaciones que se realicen sin la
información y/o documental indicada o de forma incompleta y/o con
posterioridad al vencimiento del plazo indicado, se tendrán por no
efectuadas.

Sentencia completa sobre derechos del pasajero en demoras del


vuelo. – “R. C. A. y otros c/ LAN Argentina s/ incumplimiento de
contrato” – CNCIV Y COMFED – SALA I – 26/06/2014

En Buenos Aires, a 26 días del mes de junio de 2014, reunidos en


Acuerdo los jueces de la Sala I de esta Cámara para dictar sentencia en
los autos mencionados, y de conformidad con el orden del sorteo
efectuado, el Juez Francisco de las Carreras, dijo:

1) La sentencia de fs. 319/323 hizo lugar parcialmente a la


pretensión, condenando a Lan Argentina S.A. a pagar a los actores
la suma de $14.000 en concepto de daño moral, con sus intereses
calculados a la tasa pasiva que percibe el Banco de la
Nación Argentina. Las costas fueron impuestas en su totalidad a la
demandada vencida.-

2) Contra este pronunciamiento dedujeron recurso de apelación ambas


partes… Para comenzar, debe tenerse por cierto que las partes
celebraron un contrato de transporte aéreo internacional en virtud del
cual Lan Argentina S.A. se comprometió a trasladar a la familia R.,
compuesta por los padres y dos hijos menores de edad, en el vuelo 4M
4521 (Miami – Buenos Aires), con salida programada para el 27 de
septiembre a las 21:30 horas (cfr. fs. 5 y 102 punto nro. 36). Sin
embargo, ello no pudo acontecer por detectarse una falla en el tobogán,
concretándose recién el 28/09 a las 9:30 horas. Ello trajo aparejado que
el actor, Sr. C. A. R., quién sufre una enfermedad coronaria, agotara su
última dosis de heparina por haberla utilizado dos horas antes de la
prevista para la salida original.-

Por otra parte, al haberse advertido el problema de la aeronave a


último momento, los actores se vieron privados de tener su
equipaje por encontrarse éste en la bodega y allí el resto de los
medicamentos que ambos debían ingerir (no se encuentra probado el
porqué de su accionar). Sumado a ello, al día siguiente cuando debían
embarcar en el vuelo de regreso, la aerolínea le informo al Sr. Rocino
que no podía viajar por su problema de salud. Esto ocasionó una
discusión luego de la que finalmente se le permitió el ingreso al avión.-

5) Establecido ello, comenzaré a tratar el agravio relativo al principio de


responsabilidad.-

En primer lugar, debo señalar que en el contrato de transporte aéreo


existe un interés especial en la regularidad de los servicios y que la
demora en el cumplimiento de la traslación altera uno de los
elementos determinantes del acuerdo de voluntades de manera tal que
constituye fuente de daños y perjuicios para quien soporta el
incumplimiento (cfr. Eduardo T. Cosentino, “El retraso en el
transporte aéreo”, publicado en la Revista de Derecho de Daños:
Daños en el Transporte, Editorial Rubinzal-Culzoni, pág. 347).-

Sin perjuicio de ello, debo aclarar que no todos los supuestos de retraso
originan el deber de reparar los daños y perjuicios, pues el transportista
podrá eximirse de tal responsabilidad si demuestra que “…él y sus
dependientes han tomado todas las medidas necesarias para evitar el
daño o que les fue imposible tomarlas” (art. 142 del Código
Aeronáutico), norma que en idéntico sentido prevé la Convención de
Varsovia de 1929 (art. 20). Con tal expresión se hace referencia a
circunstancias que se encuentran más allá del control de la voluntad y
de las posibilidades del transportador, pues se trata de supuestos
imprevisibles y que aun previstos no pueden ser evitados. Me refiero a
la inevitabilidad propia del “caso fortuito” o de la “fuerza mayor”
(condiciones meteorológicas, huelgas sindicales en los aeropuertos,
entre otros supuestos).-

6) Desde esta perspectiva, tengo para mí acreditada la configuración de


los extremos para admitir la responsabilidad de la empresa Lan
Argentina S.A. por el daño causado a los coactores con motivo del
incumplimiento del contrato de transporte aéreo.-

En efecto, la demandada invoca que la demora se debió a que “…


antes del despegue, se detectó una falla en el tobogán que no pudo
ser solucionado de forma inmediata…” (cfr. fs. 107).-

Sin embargo, esta excusa no configura una causal de fuerza mayor


que permita eximirse de responsabilidad. Por el contrario, los
problemas técnicos de esta naturaleza sólo son imputables a la
compañía aérea (cfr. mi disidencia en la causa 442/93 del 7/3/96,
esta Sala, causas 3235/02 del 5/2/2004, 8665/01 del 10/2/2004 y
6.915/04 del 27/11/2008; y esta Cámara, Sala 3, causa 6.002/05 del
19/2/2008) y ponen de manifiesto que el transportista pudo haber
evitado la dilación producida si hubiera adoptado todas las
precauciones de mantenimiento o verificación adecuadas con suficiente
anticipación, lo que, según lo demuestran los hechos, no ocurrió.-

Por lo tanto, no existiendo elementos de convicción que permitan inferir


la presencia de hechos ajenos a la empresa de aviación (o cuanto menos
no imputables), en mi criterio la responsabilidad de la demandada debe
ser confirmada. Tampoco encuentro que la conducta del actor de haber
llevado la dosis justa de heparina o haber dejado la medicación en el
equipaje despachado, tenga la relevancia que le asigna la demandada
toda vez que lo que determinó que la previsión de la dosis originaria no
resultara suficiente fue la conducta de la aerolínea.

7) Sentado ello, corresponde entrar a considerar el agravio atinente al


daño moral.-
En materia contractual el reconocimiento de una indemnización por
este concepto tiene carácter restrictivo y el juez debe ponderar su
procedencia en atención al hecho generador y a las particularidades del
caso (cfr. Borda Guillermo, “Tratado de Derecho Civil”, “Obligaciones”,
tomo 1, ed. Perrot, 1976, pág. 194/196). Este criterio ha sido aplicado
por la Sala, que ha exigido la constatación de molestias o padecimientos
que hieren las afecciones legítimas de la víctima, es decir, que excedan
la mera contrariedad por la frustración de la relación convenida y
esperada (esta Cámara, Sala 1, causas 4623/02 del 26/02/04,
5667/93 del 10/04/97, Sala 3, causa 14.667/94 del 17/07/97, entre
otras).-

En el sub-lite, la descripción de los hechos revela que los actores fueron


colocados en una situación de desasosiego y angustia que resulta
indemnizable (esta Cámara, Sala 1, causas 4623/02 del 26/02/04,
5667/93 del l0/04/97, Sala 3, causa 14.667/94 del 17/07/97, entre
otras).-

Por lo demás, el cumplimiento defectuoso del contrato de transporte por


el retraso de 12 horas aproximadamente en la partida del vuelo, ha
producido la privación del derecho elemental del ser humano de decidir,
voluntaria y libremente, cómo y dónde ocupar el tiempo de su vida (cfr.
mi voto en la causa 6915/04 del 27/11/08). Considero menester
aclarar, tal como lo estableció el a quo que los aquí actores no procuran
la indemnización del daño provocado por la demora en sí misma, sino
por las circunstancias derivadas de aquella.-

En tales condiciones, considero justo confirmar la indemnización de


cinco mil pesos ($5000) para cada uno de los padres y de dos mil pesos
($2000) para cada uno de sus hijos, establecida en la sentencia de
primera instancia.-

8) Con respecto al agravio de la actora relativo a que la condena debió


ser expresada en dólares, no encuentro mérito para ello toda vez que
tratándose del resarcimiento del daño moral, debe peticionarse en la
moneda de curso legal y forzoso de nuestro país. Sumado a ello, la
actora no intenta dar basamento jurídico a su punto de vista con lo
cual sus reproches no constituyen una crítica concreta y razonada de
las partes de la sentencia recurrida en los términos exigidos por el art.
265 del Código Procesal Civil y Comercial de la Nación y de la doctrina
de esta Cámara (esta Sala, 16.308/95 del 10/10/95; Sala III, causa
4379/91 del 28/12/92, entre otras).-

9) Por último, en lo que atañe a la tasa de interés, al ser los actores


quienes al estimar su reclamo a los fines de calcular la tasa de justicia
utilizaron la tasa pasiva que percibe en Banco de la Nación (cfr. fs.
77/78) y en virtud de la doctrina de los actos propios (cfr. causas
doctrina de esta Sala, causas 12.454 del 21/09/95; 8323/96 del
18/06/96, 5627/97 del 5/10/00, entre otras), considero que se debe
desestimar el agravio.-

En mérito a lo expuesto, voto porque se confirme la sentencia de


primera instancia en todo lo que ha sido materia de agravios. Las costas
deberán ser distribuidas por su orden en atención a los vencimientos
recíprocos (art. 71 del Código Procesal).-

Los doctores María Susana Najurieta y Ricardo Víctor Guarinoni


adhieren al voto que antecede.-

En mérito a lo deliberado y a las conclusiones del Acuerdo precedente,


el Tribunal RESUELVE: Confirmar la sentencia apelada en todo lo que
ha sido materia de agravios. Las costas se distribuyen por su orden. …
Fdo.: Francisco de la Carreras – María Susana Najurieta – Ricardo
Víctor Guarinoni. [el resaltado es propio].

Sentencia completa sobre demoras del vuelo  y derechos del pasajero


– Rattero Nadia Lorena c/ Aerolineas Argentinas SA s/
incumplimiento de contrato” – CNCIV Y COMFED – SALA III –
04/04/2013

En Buenos Aires, a los 4 días del mes de abril del año dos mil trece
hallándose reunidos en acuerdo los Señores Vocales de la Sala III de la
Excma. Cámara Nacional de Apelaciones en lo Civil y Comercial Federal
a fin de pronunciarse en los autos “RATTERO NADIA LORENA c/
AEROLINEAS ARGENTINAS SA s/ incumplimiento de contrato”, y de
acuerdo al orden de sorteo el Dr. Antelo dijo:

1. Nadia Lorena Rattero demandó a Aerolíneas Argentinas S.A.


(“Aerolíneas”)) por los daños derivados del incumplimiento de un
contrato de transporte aéreo internacional, consistentes en la
demora de 56 horas en la salida del vuelo AR 1372 que debía
transportarla, el 11 de enero de 2008, desde el aeropuerto de
Ezeiza, República Argentina, hasta la ciudad de Bogotá,
Colombia. Estimó su reclamo en U$S 114 por el daño material,
equivalentes a dos días de alojamiento en un hotel, y $30.000 por
el daño moral (fs. 1/38vta.).//-
2. El señor Juez de primera instancia admitió parcialmente el
reclamo por la suma de $8.400 ($400 por el perjuicio material y
$8.000 por el moral). Fijó los intereses a la tasa activa del Banco
de la Nación Argentina, computados desde el día siguiente a la
mediación hasta el pago de la condena, e impuso las costas a la
demandada (167/169vta.).-
Ambas partes apelaron la decisión (fs. 173/173vta. y 177/178,
concesiones de fs. 174 y 179). La demandada expresó agravios a
fs. 185/187, mientras que la actora lo hizo a fs. 188/192vta.;;
solamente esta última contestó los agravios de su contraria a fs.
194/196vta.-
Las apelaciones contra la regulación de honorarios (fs. 175/176 y
177/179) serán tratadas al finalizar el presente acuerdo, según
sea el resultado al que se arribe en él.-
III. Aerolíneas se agravia de que no se haya considerado la huelga de la
Asociación de Pilotos de Líneas Aéreas, invocada al contestar la
demanda, como causal de fuerza mayor para librarse de
responsabilidad. Sostiene que esa circunstancia la situó en la
imposibilidad de cumplir con los vuelos programados. Sin perjuicio de
ello, cuestiona el reconocimiento de los daños material y moral por no ()
considerarlos probados y, a todo evento, el devengo de intereses desde
la fecha de la mediación y no desde el día de notificación de la
demanda.-En cuanto a la actora, los tres agravios que expone en su
recurso se refieren a la cuantía del resarcimiento del daño moral, suma
que considera exigua en atención a los padecimientos que dice haber
experimentado durante las cincuenta y seis horas de espera en el
aeropuerto hasta la salida del vuelo que la trasladó a Colombia. Niega
que la situación vivida haya sido la de una simple demora asimilándola,
por su duración, a un incumplimiento definitivo del contrato de
transporte por parte de la demandada.-

2. Antes de examinar cada recurso por separado, expondré los


hechos que dieron lugar al reclamo de autos y que se encuentran
acreditados en la causa.-Nadia Lorena Rattero celebró con
Aerolíneas Argentinas un contrato de transporte aéreo
internacional para ser trasladada desde Buenos Aires -República
Argentina- hasta Bogotá -Colombia- el 11 de enero de 2008 en el
vuelo AR 1372. La hora de partida del vuelo era a las 8:00 hs. de
ese día (conf. documental actora de fs. 2 y 30; contestación de
demanda a fs. 77; e informativa de fs. 110). Ese día la actora se
dirigió al aeropuerto para abordar el vuelo pero, debido a diversos
problemas gremiales que tuvieron lugar durante el mes de enero
de 2008, el mismo fue demorado y, posteriormente, cancelado sin
que se informe una fecha aproximada de reprogramación. Al día
siguiente, esto es, el 12 de enero la actora realizó los trámites en
la oficina de Migraciones del aeropuerto, mas el vuelo no partió de
Ezeiza sino hasta las 15 hs. del día 13 de enero (ver fs. 27).-
3. Recurso de Aerolíneas

La entidad de su agravio se corresponde con el monto de la condena:


$8.400 ($8.000 por el daño moral y $400 por el daño material).-

El monto mínimo para apelar que establece el art. 242 del Código
Procesal (texto según ley 23.850) es de $20.000. Resulta así que la
suma representativa de la queja ante esta instancia es inferior a dicho
mínimo y, por lo tanto, la apelación de Aerolíneas es inadmisible (art.
242 cit.).-

De esta manera, la responsabilidad de la demandada quedó fuera de la


jurisdicción revisora de esta Alzada.-

1. Recurso de la actora.-

VI.1.Apelabilidad:
A diferencia del recurso de su contraria, la apelación de la actora es
formalmente admisible porque la suma involucrada en ella supera el
monto mínimo del art. 242. Entre los $30.000 pretendidos en la
demanda en concepto de daño moral (ver fs. 36vta. y comprobante de
pago de la tasa de justicia de fs. 158) y los $8.000 reconocidos en la
sentencia por este rubro (ver fs. 169, segundo párrafo) existe una
diferencia de $22.000, cuyo reconocimiento es lo que se reclama en esta
instancia.-
VI.2.Daño moral:

El criterio tradicional de esta Cámara es el de admitir esta clase de


perjuicio en los contratos de transporte aéreo (conf. esta Sala, causa nº
6002/05 del 19/2/08; Sala I, causa nº 10.400/00 del 14/11/02 y Sala
II, causa nº 3.685/97 del 15/4/08) lo que encuentra eco en la
jurisprudencia internacional (conf. Luongo, Norberto E. “Tratado de
daños y perjuicios en el transporte aéreo”; Ad-Hoc, 2009, pág. 433). Se
trata de un tipo de perjuicio que, en la gran mayoría de los casos (y este
es uno de ellos), se da por sentado (Orgaz, A. “El daño resarcible”
Bibliográfica Omeba, pág. 259; esta Sala, causa nº 6.002/05 del
19/2/08; Sala II, causa nº 3685/97 del 15/4/08).-

En autos, el Juez reconoció que la espera de la actora en el aeropuerto,


desde antes de las 8:00 hs. del día 11 de enero hasta las 15:00 hs. del
día 13, fue más que una mera molestia, llegando a constituir una
pérdida de tiempo e, inclusive, de vida, de conformidad con la
jurisprudencia del fuero que así lo cataloga (fs. 169, segundo párrafo).
El magistrado estimó justo otorgarle a la actora $8.000 por ese daño.-

Comparto la apreciación del a quo; sin embargo, considero que la suma


fijada no logra compensar acabadamente el menoscabo sufrido y está
un tanto por debajo de lo que esta Sala reconoció en causas similares
(v.gr. causa nº 96/06 del 30/3/10). Sucede que, si bien no puede
hablarse de un incumplimiento definitivo por parte de Aerolíneas
porque la actora fue finalmente transportada a Bogotá, la demora de
dos días en la partida importó una verdadera modificación en su plan
de vacaciones. Está probado que tenía contratados el traslado y la
estadía en “San Andres Island” (ver documental de fs. 29, corroborada
por la testimonial -no impugnada- de fs. 116/116vta.), visita que se vio
acortada por la pérdida de los dos primeros días de su viaje de placer.
En estos casos, la Sala entiende que media una intrusión en el ámbito
de libertad del pasajero por parte de la empresa de transporte. No hay
lugar a dudas que la frustración -aunque sea parcial- de un momento
tan esperado en el año como son las vacaciones genera un trastorno
considerable en el ánimo de la persona. Por tal motivo, estimo que el
daño moral debe elevarse a la suma de $15.000 (conf. causas nº
6002/05, del 19 de febrero de 2008, nº 96/06 del 30/3/10, nº 976/07
del 10/2/10).-
En consecuencia, juzgo que la sentencia debe ser modificada en los
términos indicados, elevando el daño moral a la suma de $15.000.
Costas de Alzada a la demandada vencida (art. 68, primer párrafo, del
Código Procesal).-
Así voto.-

Los Dres. Recondo y Medina, por análogos fundamentos adhieren al


voto precedente. Con lo que terminó el acto firmando los Señores
Vocales por ante mí que doy fe. Fdo.: Guillermo Alberto Antelo – Ricardo
Gustavo Recondo – Graciela Medina. Es copia fiel del original que obra
en el T? 4, Registro N? 54, del Libro de Acuerdos de la Sala III de la
Excma. Cámara Nacional de Apelaciones en lo Civil y Comercial
Federal.-

Buenos Aires, 4 de abril de 2013.-

Y VISTO: lo deliberado y las conclusiones a las que se arriba en el


Acuerdo precedente, el Tribunal RESUELVE: confirmar la sentencia de
primera instancia salvo en lo concerniente a la suma reconocida por
daño moral, la que se eleva a pesos QUINCE MIL ($ 15.000). Costas de
Alzada a la demandada vencida (art. 68, primer párrafo, del Código
Procesal).-
En virtud de lo dispuesto por el art. 279 del Código Procesal, déjese sin
efecto la regulación de fs. 169vta.-

Por los trabajos realizados en primera instancia, y considerando la


naturaleza del proceso (fs. 47), el monto de la condena -comprensivo del
capital e intereses- el resultado del juicio, las etapas cumplidas, el
carácter en el que actuó cada profesional así como el mérito, la eficacia
y extensión de su labor, se fijan los honorarios de los letrados de la
actora, doctores D. O. B. y L. O. S. -patrocinantes en 2 etapas-, en la
suma de pesos… para cada uno de ellos; y los de la letrada apoderada
de la demandada, doctora L. B. G. -doble carácter en 3 etapas-, en
pesos… (art. 279 del Código Procesal; arts. 6, 7, 9, 10, 13, 19, 37 y 38
de la ley 21.839, modificada por la 24.432 y Plenario “La Territorial” –
causa nº 21.961/96 del 11/9/97).-En lo concerniente a los trabajos de
la segunda instancia: visto el resultado de cada apelación y el mérito, la
extensión y eficacia de las tareas llevadas a cabo por los profesionales,
se fijan por el recurso de la actora: pesos… para el doctor D. O. B.; y
por el recurso de la demandada: pesos… para el doctor D. O. B. y
pesos… para la doctora L. B. G. (arts. 6, 7, 9 y 14 de la Ley de Arancel).-
Regístrese, notifíquese y, oportunamente, devuélvase.//-

Fdo.: Guillermo Alberto Antelo – Ricardo Gustavo Recondo – Graciela


Medina

Sentencia sobre indemnización por cancelación del vuelo – lucro


cesante

En Buenos Aires, a los 27 días del mes de abril del año dos mil
diecisiete, hallándose reunidos en acuerdo los Señores Vocales de la
Sala III de la Excma. Cámara Nacional de Apelaciones en lo Civil y
Comercial Federal a fin de pronunciarse en los autos “Spivak Ricardo
Víctor c/ American Airlines Inc Sucursal Argentina s/ incumplimiento
de contrato”, y de acuerdo al orden de sorteo el Dr. Ricardo Gustavo
Recondo dijo:
I. La señora jueza de primera instancia hizo lugar con costas a la
demanda interpuesta por Ricardo Víctor Spivak y condenó a American
Airlines Inc. al pago de $ 26.973,98 en concepto de los daños y
perjuicios padecidos por el actor a raíz de la cancelación de un vuelo
que tenía previsto para partir el 3 de junio de 2012 con destino en la
ciudad de Los Ángeles, para allí abordar un vuelo hacia Japón con fines
laborales (fs. 471/482).
Contra dicho pronunciamiento se alzó la demandada a fs. 487, recurso
que fue concedido a fs. 488, fundado a fs. 575/523vta. y replicado a fs.
525/529vta.
Median asimismo recursos de apelación por los honorarios regulados en
la instancia de grado, los que serán tratados, de así corresponder, por
la Sala en conjunto al finalizar el presente Acuerdo.
II. Surge de las constancias de autos que el señor Ricardo Víctor Spivak
contrató con American Airlines Inc. un vuelo hacia la ciudad de Los
Ángeles -previa escala en la ciudad de Miami-, el cual debía partir del
Aeropuerto Nacional de Ezeiza el 3 de junio de 2012 por la noche. Una
vez en Los Ángeles, el actor tenía contratado diversos vuelos de acuerdo
a un itinerario previamente establecido, por Japón y China, a donde
debía dirigirse por razones laborales. El 10 de junio debía regresar a Los
Ángeles, con motivo de una reunión que debía celebrarse en San
Francisco con unos clientes. Finalmente, a partir del 12 de junio,
momento en el cual culminaban sus obligaciones laborales, se dirigiría
hacia Miami, en donde pasaría una semana de vacaciones con su
cónyuge. El despegue del primer avión se produjo de acuerdo al horario
previsto según la demandada, y con una hora de retraso de acuerdo a la
versión de los hechos del actor, pero más allá de esta discrepancia que
nada aporta a la causa, lo cierto es que después de dos horas de vuelo
la aeronave debió regresar a su punto de partida debido a una falla
técnica, habiendo quedado operativa sólo a la mañana siguiente. En
estas condiciones, la aerolínea decidió no hacer partir nuevamente a la
aeronave debido a que a esa hora ya se encontraban cumplidas las
horas de servicio que determina la normativa aplicable, tanto para los
pilotos como para el personal de a bordo, por lo que reubicó a los
pasajeros en el vuelo que partiría por la noche del 4 de junio. Frente a
esta situación, el actor debió regresar a su domicilio, dado que al haber
perdido todas las conexiones, su presencia en Japón y China carecía de
sentido. Sólo realizó la parte del trayecto prevista en carácter de
vacaciones, esto es, voló a la ciudad de Miami el 12 de junio, en donde
permaneció por el lapso de una semana (ver documental acompañada
por la actora a fs. 4/34 y 48; declaraciones testimoniales de fs.
154/vta., 156/vta., 401/vta., 404/vta.; informativa de fs. 182,
226/227, 303/306; peritaje informático de fs. 396/398). En el contexto
fáctico antedicho, y dado el primer planteo que la demandada efectúa
ante esta Alzada (fs.515vta./520, puntos 2.2 y 2.3 (i) y (ii)), la cuestión a
dilucidar radica en determinar, en primer término, si existió un
incumplimiento contractual por parte de la aerolínea y, en segundo
lugar y en caso afirmativo, si ese incumplimiento es imputable a
aquélla. El primer interrogante no puede ser sino respondido
afirmativamente. Es que el transportador aéreo responde ante el
pasajero cuando incurre en un retardo en el cumplimiento de su
obligación. Ello así, pues el retraso es un hecho generador de
responsabilidad para todos los tipos de transporte aéreo. Sin duda, la
obligación del transportista en cuanto a la puntualidad de los viajes no
puede ser apreciada rígidamente, por las características propias de la
aviación y la prioridad de observar la condición de seguridad en los
vuelos. En este orden de ideas, el Código Aeronáutico responsabiliza al
transportador por los daños resultantes del retraso en el transporte de
pasajeros y sólo se puede eximir si prueba que él o sus dependientes
han tomado todas las medidas necesarias para evitar el daño o que les
fue imposible tomarlas (arts. 141 y 142). En el caso sub examen, no hay
que perder de vista que la circunstancia desencadenante fue la demora
original en el vuelo programado, endosado y contratado por los actores,
el que se debió a desperfectos técnicos imputables sólo a la empresa de
líneas aéreas, la cual -en principio- compromete la responsabilidad de
la comitente si se ha obligado a un resultado a cumplir en tiempo y
lugar propios. Es que en el contrato de transporte aéreo existe un
interés especial en la regularidad de los servicios, por lo que la demora
en el cumplimiento de la traslación altera uno de los elementos
determinantes del acuerdo de voluntades, principio recogido en el art.
19 de la Convención de Varsovia de 1929 y en el art.141 del Código
Aeronáutico. De todo lo dicho se desprende con meridiana claridad que
la aerolínea demandada ha incurrido en un incumplimiento contractual
respecto de las obligaciones que tomó a su cargo hacia los pasajeros.
Debe determinarse ahora, en consecuencia, si a los fines de eximirse de
responsabilidad la accionada ha acreditado en el expediente que ella o
sus dependientes tomaron todas las medidas necesarias para evitar el
daño o les fue imposible tomarlas. De manera previa a responder el
interrogante planteado en el párrafo anterior, debo señalar que el
retraso por problemas técnicos en la aeronave que trae aparejada una
demora respecto a la programación inicial, constituye un supuesto de
responsabilidad contractual. Acorde con esta línea, el art. 19 de la
Convención de Varsovia responsabiliza al transportista por los daños
que causa por retraso. En materia contractual, como principio, el mero
incumplimiento hace presumir la culpa y no constituye el vicio propio
de la cosa, eso es, del medio transportador, causa de exención de
responsabilidad. En este orden de ideas, no puede admitirse que por
tratare de un desperfecto técnico la demandada pueda eximirse sin más
de responsabilidad. Para ello, debe tratarse de un hecho insuperable
actuando con diligencia y previsión, y la empresa debe hacer todo lo
posible para superarlo a la mayor brevedad. Es que esos desperfectos
técnicos, salvo que sean razonablemente insuperables, no pueden
proyectarse en desmedro de los derechos del usuario. Es decir que no
basta alegar en forma genérica un desperfecto técnico si no se lo
relaciona con el cumplimiento a ultranza de todos los controles técnicos
previos al vuelo por parte de la empresa y de todas las medidas
necesarias tendientes a superarlo; es que esa falla podría deberse,
precisamente, a la falta de mantenimiento imputable al transportista o
a una imprevisión inexcusable de su parte. Pues bien, en autos no ha
quedado claro por qué no era posible arreglar el desperfecto en un
tiempo razonable o conseguir una nave alternativa que no tuviera que
partir de Buenos Aires 24 horas después del horario inicialmente
programado y previsto por los pasajeros; y, mucho menos, si la falla
detectada en vuelo era imposible de prever durante la revisión de la
aeronave en tierra. Del testimonio aportado a fs 300/301 por Adrián
Abel Batistelli, empleado de American Airlines, surge que hubo una
indicación de sobrepresión en una bomba hidráulica, de la cual no
tenían stock. Y aun cuando hubiera habido stock, la aeronave tampoco
podría haber despegado, pues el tiempo que demorarían en cambiarla
afectaría el descanso de la tripulación (respuesta a la pregunta décima).
Ello demuestra una clara omisión de la demandada en el cumplimiento
de los controles técnicos previos al vuelo, a lo que se suma la
circunstancia de que aquélla no ofreció prueba alguna tendiente a
demostrar que esa falla no podría haber sido prevista en el chequeo que
se hizo en tierra. Esta orfandad probatoria no puede sino jugar en
desmedro de los intereses de la demandada, pues impera en la materia
el principio general según el cual quien invoca un hecho debe probarlo.
En efecto, sabido es que la carga de la prueba es una circunstancia de
riesgo que consiste en que quien no prueba los hechos que debe probar
pierde el pleito si de ellos depende la suerte de la litis.Y a pesar de que
dicha carga no implica obligación de probar, significa estar a las
consecuencias de que la prueba se produzca o no (art. 377 del Código
Procesal Civil y Comercial de la Nación; conf. esta Sala, causa
50.880/95 del 24/02/05, y sus citas). Lo dicho en los párrafos
precedentes, sumado ello a la circunstancia de no tener prevista la
demandada una aeronave alternativa o no contar con personal suplente
frente al caso -como aquí ocurrió- de que el personal designado para el
vuelo en cuestión exceda sus horas reglamentarias de servicio,
evidencia una exclusiva falta de diligencia y previsión de la demandada,
quien debe responder al igual que por cualquier decisión comercial que
adopte frente a su incapacidad para superar los problemas técnicos. III.
Resuelta en la forma que quedó dicho en el considerando precedente la
cuestión referida a la responsabilidad de American Airlines Inc., debo
ocuparme de los capítulos resarcitorios reconocidos por el sentenciante
al actor, de lo cual se queja la accionada. a) Se queja en primer término
la aerolínea demandada de la procedencia de la reparación del lucro
cesante (fs. 520vta./522, punto 2.3.6). Comienzo aquí por recordar que
en el lucro cesante el objeto del daño es un interés futuro, es decir, el
interés relativo a un bien que todavía no corresponde a una persona.
Ahora bien, por tratarse de un daño cierto, el lucro cesante no se
presume, por lo que quien lo reclama debe acreditar su existencia en
base a pautas objetivas. Lo que se requiere no es la absoluta certeza de
que el lucro esperado se hubiera obtenido, sino que su existencia debe
presentarse con un grado de certeza objetiva; debe haber probabilidades
objetivas estrictamente comprobadas de un beneficio económico. De ahí
que la dificultad en la determinación del lucro cesante radique en que
jamás puede decirse con absoluta seguridad cómo habrían ocurrido
realmente los acontecimientos si no hubiera acaecido el suceso en el
cual se basa el deber de indemnizar.
Sentado ello, y a fin de resolver este punto, destaco que a fs. 48 la
actora acompaña un ejemplar del convenio de actuación profesional que
había suscripto con la empresa IRION S.A., del cual surge que el
profesional viajaría conjuntamente con los agentes de la empresa a la
ciudad de Taipei y de ser posible visitarían algunas de las fábricas de la
empresa Agile Brands ubicadas en la República China; asimismo,
participaría de las negociaciones que se entablasen verificaría los
términos de los contratos que se realizasen, ajustándolos a las
exigencias de la legislación argentina y asistiría a la empresa en las
reuniones y solicitudes de autorización que realizase ante la Secretaría
de Comercio Interior y la Secretaría de Comercio Exterior (cláusulas 1 y
2). También se pactó que el actor recibiría la suma de U$S 5.000 por
concurrir y asistir a la empresa en Taiwan y China (cláusula 4, punto
a). Dichos honorarios no fueron abonados, en razón de que el actor “no
ha dado cumplimiento con las tareas a su cargo previstas” (ver
informativa de fs. 227).
En relación a ello, a fs. 154/vta. presta declaración testimonial el señor
Héctor Fabián Rodella, apoderado de la empresa IRION S.A., dentro de
la cual trabaja en la dirección comercial.Señala el testigo que “[e]ra muy
importante la visita junto con el actor a las fábricas mencionadas,
siendo las fechas tan ajustadas, que su presencia era fundamental en la
totalidad del viaje, toda vez que de la forma en que estaba planificado,
era importantísimo que se cumpliera con todas las visitas estipuladas,
en la(s) fechas acordadas” (respuesta a la repregunta segunda). En
estas condiciones, no deviene atendible la línea argumental trazada por
la demandada, en el sentido de que el actor podría haber llegado más
tarde y cumplir al menos con una parte de la tarea encomendada. Debe
confirmarse, en consecuencia, la decisión del a quo en este aspecto, no
sólo en cuanto a la procedencia del rubro bajo análisis, sino también
respecto de su valuación, la cual no ha sido puesta en tela de juicio por
la quejosa. b) Por lo dicho en el acápite precedente, no cabe sino
concluir que la decisión del señor Spivak de retornar a su domicilio -
cancelando de esta manera la parte de su itinerario correspondiente a
sus compromisos laborales, y sólo realizar el tramo previsto en concepto
de vacaciones con su esposa- no se debió a un capricho de aquél, sino a
la circunstancia de que el incumplimiento contractual de la aerolínea de
las obligaciones a su cargo quitó sentido a la presencia tardía del actor
en China y Japón, dado que los motivos por los cuales había sido
contratado ya no podían ser cumplimentados. Esto quita sustento
asimismo a los dos últimos agravios de la accionada, relativos a la
devolución del importe por el pasajes de Los Ángeles a San Francisco
(fs. 522/vta., punto 2.3.7) y a la diferencia por el pasaje adquirido por el
tramo Miami-Los Ángeles (fs. 522vta./523, punto 2.3.8). IV. Por los
fundamentos que anteceden, corresponde confirmar la sentencia
apelada, en cuanto ha sido materia de agravios. Costas de Alzada a
cargo de la recurrente vencida (art.73, primer parte, del Código Procesal
Civil y Comercial de la Nación – DJA). Así voto. La Dra. Graciela
Medina, por análogos fundamentos adhiere al voto precedente. Con lo
que terminó el acto, de lo que doy fe. Buenos Aires, 27 de abril de 2017.
Y VISTO: Lo deliberado y las conclusiones a las que se arriba en el
acuerdo precedente, el Tribunal RESUELVE: confirmar la sentencia
apelada, en cuanto ha sido materia de agravios. Costas de Alzada a
cargo de la recurrente vencida (art. 73, primera parte, del Código
Procesal Civil y Comercial de la Nación – DJA). Una vez practicada la
liquidación se tratarán las apelaciones de los honorarios de los
profesionales intervinientes y se fijaran los correspondientes a la alzada.
El Dr. Guillermo Alberto Antelo no suscribe la presente por hallarse en
uso de licencia (art. 109 del RPJN). Regístrese, notifíquese,
oportunamente publíquese y devuélvase. icardo Gustavo Recondo
Graciela Medina

 
Sentencia completa sobre cambio de escala y demoras del vuelo –
derecho del pasajero a una compensación

“S. A. M. y otro c/ Lan Argentina s/ incumplimiento de contrato” –


CNCIV Y COMFED – SALA I – 24/09/2015

En Buenos Aires, a los 24 días del mes de septiembre de 2015, reunidos


en Acuerdo los jueces de la Sala I de esta Cámara para dictar sentencia
en los autos mencionados, y de conformidad con el orden del sorteo
efectuado, el Juez Francisco de las Carreras, dijo:

1) La sentencia de fs. 241/244 hizo lugar parcialmente a la pretensión,


condenando a Lan Argentina S.A. a pagar a los actores la suma de $
4.000 en concepto de daño moral, con más sus intereses. Las costas
fueron impuestas en su totalidad a la demandada vencida.-
Para así resolver, el magistrado tuvo en cuenta que la demandada no
había probado eximente de responsabilidad alguno para justificar la
cancelación del vuelo convenido ya que, si bien se encontraba
acreditado que la aeronave en la que debían viajar había sufrido una
avería, los actores habían sido ubicados en un vuelo que partió
posteriormente, pero con características distintas a las originalmente
pactadas. Por su parte, rechazó el daño emergente por considerar que
no había sido probado documentadamente.-

2) Contra dicho pronunciamiento apelaron los actores, expresando sus


agravios en fs. 261/263, escrito que fue replicado por la contraria en fs.
265/268. Tanto aquéllos como el perito contador dedujeron recurso de
apelación contra la regulación de honorarios, por considerarlos bajos
(fs. 254 bis/255 y 251/252 –respectivamente), y la demandada, por
altos (fs. 251/252).-
Los accionantes circunscriben sus agravios a: a) el rechazo del daño
emergente, ya que el deficiente servicio prestado, distinto al
efectivamente contratado, no se condice con el alto valor abonado por
los cuatro pasajes en vuelo directo; asimismo, la diferencia horaria,
tanto en la salida como en el arribo, les causó graves prejuicios, lo que
implicó que debieran alquilar un vehículo, debiendo la demandada
hacerse cargo del mayor valor pagado como consecuencia del
incumplimiento; b) el monto reconocido por daño moral, por resultar
escaso e insuficiente para compensar el daño sufrido, debiendo
extenderse, además, a cada uno de los miembros del grupo familiar y c)
la omisión de consideración del daño punitivo, dado que la conducta de
la demandada resulta el presupuesto necesario para su fijación.-

3) Para comenzar, y toda vez que la responsabilidad de la demandada


no se encuentra controvertida en autos, abordaré el agravio relativo al
daño emergente.-
En primer término, los accionantes pretenden el reintegro de la suma
de U$S 1.500 –en conjunto por los cuatro pasajes abonados, porque
utilizaron un servicio más económico que el originalmente pactado.-
Si bien la demandada negó que aquéllos hubieran contratado un vuelo
directo y que el viaje a Miami, por ser de esa característica y sin
escalas, tenga un valor superior a un pasaje común (ver fs. 67 vta.,
negativas 1 y 2), la pericia contable (que no fue impugnada en este
aspecto) determinó que el viaje originalmente contratado incluía un
vuelo directo a Miami previsto para el día 6 de octubre de 2010 y que
los actores fueron derivados a un vuelo especial con el mismo destino,
vía Santiago de Chile (cfr. fs. 197 y vta., punto b).- Por otro lado, tengo
para mí que es un hecho que no admite discusión que un pasaje aéreo
directo no vale lo mismo que uno con escala. Si no fuera así, la
demandada podría haber probado que –a la fecha de la compra de los
pasajes los valores eran equivalentes, mas no lo hizo.- Tampoco los
actores demostraron cuál era la diferencia entre uno y otro (si bien
ofrecieron prueba pericial contable tendiente a referir sobre valores
cobrados por líneas competidoras para vuelos con escala, pero fue
rechazado por el Tribunal en fs. 162 vta.).- Entonces, partiendo del
hecho de que existe diferencia de precio entre un vuelo directo y uno
con escala –que no está determinada en la causa, y de conformidad con
lo dispuesto por el art. 166 del Código Procesal Civil y Comercial de la
Nación texto según la ley 26.939, Digesto Jurídico Argentino, estimo
adecuado fijarla en $ 2.500, suma que la demandada deberá reintegrar
a los actores por tal concepto.-

4) En segundo lugar, he de expedirme acerca de la pretensión de


restitución del monto abonado por el alquiler del vehículo.- Para ello,
resulta menester recordar que los accionantes afirmaron que, a raíz de
la demora en que habían incurrido como consecuencia de la conducta
de la demandada, habían perdido las “conexiones internas”, por lo que
se habían visto obligados a alquilar un auto para poder cumplir con las
metas preestablecidas (ver fs. 21 de la demanda). Asimismo, en el
alegato manifestaron que habían perdido un transfer a Orlando (ver fs.
232/234 –en particular fs. 232 vta.).- Del análisis de la causa no surge
constancia o elemento alguno que acredite los dichos o las
circunstancias apuntadas por los actores, de manera que, no
encontrándose debidamente probado en autos, sólo puede decidirse su
rechazo, tal como lo estableció el a quo (cfr. art. 379 del Código Procesal
Civil y Comercial de la Nación texto según la ley 26.939, DJA).- Sentado
lo anterior y, de otro lado, encuentro oportuno señalar que el contrato
de alquiler de fs. 170/174 da cuenta de que el coactor H. R. había
efectuado una reserva (que lleva el nro. 754332671) de un automóvil
línea económica de 4 puertas con aire acondicionado en la compañía
Alamo. Asimismo, se desprende que el día 7 de octubre de 2010, a las
10.54 horas, R. alquiló, en el Aeropuerto Internacional de Miami, una
mini camioneta con aire acondicionado, reconociendo y aceptando el
cambio de tipo de vehículo (dicha cláusula fue, en particular, firmada
por él). Además, la reserva estaba prevista para la fecha en que
efectivamente se materializó y en ninguna parte de aquel trato surge
que debiera ser retirado a una hora determinada, o que se le haya
cobrado penalidad alguna por el retraso acontecido.- De tal forma, y a
mi modo de ver, entiendo que la familia R. tenía programado un viaje a
Miami para los primeros días de octubre de 2010 cuyo destino final era
Orlando y, para ello, había reservado con anterioridad un automóvil
para cubrir el tramo entre estas dos ciudades. El retraso en el arribo a
la ciudad de Miami no implicó, en este aspecto, modificación alguna
respecto del plan inicial, puesto que el auto iba a ser alquilado de todos
modos.- En tales condiciones, en mi criterio, debe desestimarse el
reintegro pretendido.-

5) Sentado ello, corresponde entrar a examinar el agravio respecto del


daño moral.- Por cuestiones metodológicas, trataré primeramente la
queja relativa a que debe hacerse extensivo a todo el grupo familiar. En
torno a esta cuestión, entiendo que ello no corresponde porque los
actores iniciaron la acción por derecho propio y no en representación de
sus hijos, como tampoco solicitaron que se los incluyera en la
estimación del daño moral en el escrito de demanda ni individualizaron
los montos pretendidos para cada uno (cfr. arts. 34, inc. 4° y 164, inc.
6°, del Código Procesal Civil y Comercial de la Nación texto según la ley
26.939, DJA –esta Cámara, Sala II, causas 6405 del 25.4.89, 6774 del
11.9.98, 5671/94 del 22.9.94; 15.281/94 del 30.11.94; 8767/2001 del
8.8.2002 y 3713/98 del 12.11.2002 y Sala III, causa 3712/98 del
19.3.2002).- A mayor abundamiento, recordaré que la contestación de
la demanda engendra, fundamentalmente, los siguientes efectos: 1°)
determina en forma definitiva los hechos acerca de los cuales, en su
caso, deberá ser desarrollada la actividad probatoria y 2°) delimita el
thema decidendum, pues el pronunciamiento sólo puede versar sobre la
pretensión que constituye el objeto del juicio y sobre la oposición que
delimite ese objeto, y adecuarse a la situación fáctica invocada en la
oportunidad de realizarse tales actos, con la excepción referida a los
hechos constitutivos, modificativos o extintivos producidos durante la
sustanciación del juicio. De allí la afirmación corriente en la doctrina de
que con la contestación a la demanda resulta integrada la denominada
relación jurídica procesal (cfr. Palacio, L.E., Derecho Procesal Civil,
tomo VI, pág. 154 y sigte., AbeledoPerrot, Bs. As., 1977).-
6) Respecto del “quantum indemnizatorio”, cabe recordar que, en
materia contractual, el reconocimiento de una indemnización por daño
moral tiene carácter restrictivo y el juez debe ponderar su procedencia
teniendo en cuenta el hecho generador y a las particularidades del caso
(cfr. Borda Guillermo, “Tratado de Derecho Civil”, “Obligaciones”, tomo
1, ed. Perrot, 1976, pág. 194/196). Este criterio ha sido aplicado por la
Sala, que ha exigido la constatación de molestias o padecimientos que
hieren las afecciones legítimas de la víctima, es decir, que excedan la
mera contrariedad por la frustración de la relación convenida y
esperada (esta Cámara, Sala 1, causas 4623/02 del 26/02/04,
5667/93 del 10/04/97, 7749/09 del 3/12/2013, 2705/09 del
28/04/2015 y Sala 3, causa 14.667/94 del 17/07/97, entre otras).- En
el sublite, la descripción de los hechos revela que los actores fueron
colocados –por la conducta de la demandadaen una situación de
desasosiego y angustia que resulta indemnizable (esta Cámara, Sala 1,
causas 4623/02 del 26/02/04 y 5667/93 del 10/04/97; Sala 3, causa
14.667/94 del 17/07/97, entre otras).-
Creo importante tener en cuenta, también, que la persona que acuerda
un viaje aéreo con una determinada aerolínea es la parte más débil del
contrato, pues debe acatar las normas estandarizadas que se le
imponen en razón de los costos internacionales y de otros factores de
índole eminentemente técnica.- Por lo demás, el cumplimiento
defectuoso del contrato de transporte por el retraso en la salida del
vuelo de cuarenta y cinco minutos, cambiando las condiciones del vuelo
inicialmente pactado (directo), debiendo hacer escala en la ciudad de
Santiago de Chile, arribando a Miami casi tres horas después del
horario inicial, ha producido la privación del derecho elemental del ser
humano de decidir, voluntaria y libremente, cómo y dónde ocupar el
tiempo de su vida (cfr. mi voto en la causa 6915/04 del 27/11/08).- En
tales condiciones, a mi modo de ver, considero equitativo adecuar la
indemnización por daño moral en un total de cinco mil pesos ($ 5.000)
en conjunto, suma que llevará los intereses fijados en la sentencia de
primera instancia, toda vez que no existe queja alguna de los
recurrentes al respecto.-

7) Por último, en lo que atañe a la queja sobre la omisión de


consideración del daño punitivo, teniendo en cuenta los lineamientos
generales en lo relativo a dicho instituto y que la procedencia de este
rubro no se relaciona con los daños efectivamente sufridos, sino con la
conducta gravosa de quien los ha causado, estimo que no resulta
procedente la pretensión indemnizatoria, en tanto no encuentro un
motivo en el actuar de la demandada con entidad suficiente para
justificar la aplicación de la multa pretendida por tal concepto.- En tal
sentido, parece que el cumplimiento tardío de la obligación legalmente
impuesta no resulta suficiente de por sí para hacer pesar sobre el
incumplidor una pena que, al margen de encontrarse regulada
expresamente en el art. 52 bis de la Ley N° 24.240, no deja de revestir
un carácter de excepción dentro del ámbito del derecho de daños, cuya
principal función es atender a la posición de la víctima (conf. esta
Cámara, Sala II, causa 11412/09 del 11.4.2013).-
Por los fundamentos expuestos, voto por confirmar sustancialmente la
sentencia, modificándola en cuanto a admitir parcialmente el reclamo
por daño emergente y elevar el daño moral hasta el monto reconocido
en el considerando 6°, distribuyendo las costas en un 80% a la
demandada y el resto a los actores (arts. 70, segundo párrafo, y 73 del
Código Procesal Civil y Comercial de la Nación, texto según la ley
26.939, DJA).-

La doctora María Susana Najurieta adhiere al voto que antecede.-

En mérito a lo deliberado y a las conclusiones del Acuerdo precedente,


el Tribunal RESUELVE: Confirmar sustancialmente la sentencia,
modificándola en cuanto a admitir parcialmente el reclamo por daño
emergente y elevar el daño moral hasta el monto reconocido en el
considerando 6°. Las costas correrán en un 80% a la demandada y el
resto a los actores, en atención a la proporción de los vencimientos
recíprocos y al éxito parcial de la apelación (art. 70, segundo párrafo, y
73, texto según D.J.A.).-

El doctor Ricardo Víctor Guarinoni no suscribe la presente por hallarse


en uso de licencia (art. 109 del R.J.N.).-

Pasen los autos a resolver la materia de honorarios.-

Regístrese y notifíquese.-

Fdo.: María Susana Najurieta – Francisco de las Carreras

Sentencia completa de resarcimiento por demora de vuelo

CNCiv. y Com. Fed., sala II, 10/12/03, FFF, Juan Carlos y otro c. Varig
S.A. s. daños y perjuicios.

Transporte aéreo internacional de personas. Argentina – Brasil –


Argentina. Retardo. Incumplimiento. Responsabilidad. Daño moral.
Convenio de Varsovia 1929. Tope de responsabilidad.

En Buenos Aires, a los 10 días del mes de diciembre de 2003 reunidos


en acuerdo los señores jueces de la sala II de la Cámara Nacional de
Apelaciones en lo Civil y Comercial Federal, para conocer en recurso
interpuesto en autos: “FFF, Juan Carlos y otro c. Varig S.A. s. daños y
perjuicios”, respecto de la sentencia de fs. 240/243 vta., el Tribunal
estableció la siguiente cuestión a resolver: ¿Se ajusta a derecho la
sentencia apelada?

Practicado el sorteo resultó que la votación debía ser efectuada en el


siguiente orden: señores jueces de Cámara doctores Eduardo Vocos
Conesa y Marina Mariani de Vidal.
A la cuestión planteada el doctor Vocos Conesa dijo: I. Con la finalidad
de viajar a Buzios, Brasil, el 14 de junio de 2001 y regresar el 17 del
mismo mes a Buenos Aires, los señores FFF adquirieron a la empresa
de transporte aéreo Varig S.A. dos pasajes ida y vuelta a Río de Janeiro,
experimentando los siguientes problemas: a) la partida del día 14,
prevista para las 7.00, se demoró hasta las 12.09 (cinco horas), con lo
que los viajeros arribaron a Buzios alrededor de las 18.00 perdiendo
prácticamente un día entero de las breves vacaciones planeadas; y b) el
regreso del día 17, que se debía iniciar a las 20.30 –lo que les importaba
para llegar a ‘cenar’ con sus hijas por ser el día del padre- se postergó
por razones técnicas hasta las 23.20, con lo que la aeronave finalizó el
viaje en Ezeiza aproximadamente a las 2.30 y sólo pudieron salir del
aeropuerto media hora después, fracasando el propósito de pasar aquel
rato con sus hijas Gabriela y Carolina (de 32 y 31 años de edad).

Por las mortificaciones que les significó la demora en la partida, pérdida


del primer día en Buzios, y por la angustia del retraso en el regreso y la
frustración de pasar la noche con sus hijas en el ‘día del padre’, los
señores Juan Carlos FFF y María … promovieron la demanda de autos
con la transportista aérea reclamándole el pago de $ 20.000 en
concepto de indemnización del daño moral, con más sus intereses y las
costas del juicio (conf. escrito de fs. 11/16); pretensiones éstas que
fueron resistidas con extensión y detalladamente por la emplazada en el
respectivo responde (ver contestación a la demanda, en fs. 84/94).

II. El señor magistrado de primera instancia, en el pronunciamiento de


fs. 240/243, juzgó acreditada la falta de diligencia de la accionada en
adoptar con la debida anticipación las medidas preventivas para evitar
demoras y, por consiguiente, consideró comprometida su
responsabilidad por los daños y perjuicios que los indicados atrasos –en
la partida y en el regreso- hubieran causado a los actores en tanto
consecuencia inmediata y necesaria del incumplimiento contractual
culposo. Y considerando la finalidad del viaje proyectado y la entidad de
las demoras en la partida y en el regreso, el señor juez estimó razonable
que de ellas derivaran para los pasajeros padecimientos espirituales en
virtud de la incertidumbre a la que debieron enfrentarse, con pérdida de
libertad y tiempo y con la imposibilidad de disponer de sus vidas según
lo que tenían proyectado. En función de lo expuesto, el a quo hizo lugar
a la demanda por resarcimiento del daño moral, que fijó en la suma de
$ 1600 para cada uno de los actores, con más intereses y costas, y con
el límite del art. 22 de la Convención de Varsovia y sus modificaciones.

III. El fallo fue apelado por ambas partes (fs. 247/249), mas el Tribunal
declaró improcedente el recurso de Varig S.A. por no tener gravamen
superior al mínimo requerido por el art. 242 del cód. procesal, texto
según la ley 23.850 (ver resoluciones de fs. 252 y vta. y fs. 257). Los
demandantes expresaron agravios a fs. 258/259, contestados a fs.
261/265 vta., versando aquéllos sobre el monto del resarcimiento
discernido por el a quo pues lo consideran exiguo. Por su parte, la
transportista acusa la deserción del recurso de sus adversarios, toda
vez que desarrolla un conjunto de nociones abstractas y carece de la
crítica concreta y razonada que exige el art. 265 del código de forma
para habilitar la instancia de revisión.

IV. Señalo que, en mi criterio, la casi totalidad del memorial de agravios


de fs. 258/259 bordea la deserción del recurso: de sus tres carillas, la
primera se limita a reproducir algunos conceptos aislados que expuso el
juzgador (lo que obviamente se halla desprovisto de toda sustancia
crítica); la segunda página (fs. 258 vta.) desgrana una serie de
generalidades –tres primeros y dos últimos párrafos- que no se
relacionan en absoluto con los fundamentos del fallo apelado y no
pueden configurar, por tanto, crítica específica de lo decidido en
primera instancia; por último, la invocación de la ley del consumidor
24.240 y la jurisprudencia mencionada a fs. 259, sin un mínimo detalle
de su relación o notas de analogía con el sub examen, tampoco se
hacen cargo ni refutan la argumentación lógico-jurídica que da
basamento a la sentencia recurrida.
Pese a lo recién dicho, juzgo que algunas manifestaciones de fs. 258
vta. y en mínima medida de fs. 259 –observando el criterio de amplitud
que es tradicional en esta sala para resolver sobre la suficiencia de una
expresión de agravios, por estimar que es el que mejor armoniza con un
cuidadoso respeto del derecho constitucional de la defensa en juicio
(conf. causas 5003 del 5-4-77; 5539 del 12-8-77; 5905 del 27-5-88,
entre muchas otras)- autorizan a examinar el planteamiento de los
accionantes acerca de la insuficiencia de la indemnización otorgada en
primera instancia para resarcir el daño moral derivado del
incumplimiento contractual culposo; bien entendido que trataré el tema
con proporcional brevedad a lo que se puede considerar agravio
técnicamente fundado y por no exigir la naturaleza del tema traído a la
alzada –monto indemnizatorio- mayores desarrollos.

V. Efectuadas esas breves precisiones, señalo que en el incumplimiento


contractual culposo –que es el que nos ocupa- son resarcibles las
consecuencias inmediatas y necesarias que reconozcan en él su causa
adecuada, y no las que aparecen como el resultado de un factor
eventual. No cabe atender a daños y que resultan de la conexión del
incumplimiento con circunstancias personales y con daños extrínsecos
(ver: J. J. Llambías, ‘Tratado de Derecho Civil, Obligaciones’, t. I. nº
298, págs. 352/354; esta sala, causas: 5275 del 11.11.77; 8637 del
29.4.80; 7659 del 9-5-95 y muchas posteriores).

Así las cosas, destaco que el juez no hizo mérito del hecho argüido de
que los actores tenían particular interés en arribar de regreso a
determinada hora para comer a la noche (madrugada) con sus hijas, lo
que se frustró por el atraso de la salida de la aeronave desde el punto
de origen. Pero sobre este aspecto nada se dice en la breve expresión de
agravios. Y, por lo demás, puesto que no consta que se hubiera
anoticiado a la transportista de la importancia que para los señores FFF
tenía esa circunstancia, resulta claro que estamos en presencia de un
daño que se concreta con un factor eventual y que no es consecuencia
inmediata y necesaria del incumplimiento (conf. causa 5667/92 del
10.4.97, consid. VI, parte 2ª).

La indemnización del caso debe contemplar, por un lado, la pérdida de


tiempo –que es pérdida de vida irrepetible incluso, un menoscabo de la
libertad personal- ocasionado por la demora de cinco horas en partir
hacia Río de Janeiro, la incertidumbre acerca del momento en que
saldría la aeronave y la tarde frustrada en Buzios el día 14 (al menos,
desde las 12.30 o 13.00 hasta las 18.00). Cabe meritar, por otro lado,
que Buzios –en pleno mes de junio- ofrece al turista un conjunto de
atracciones, al margen de la playa, y si los actores se hospedaron en la
posada Casas Brancas habrán podido disfrutar de su tranquilidad, de
la vista desde sus habitaciones con terraza propia y de la amable
atención de los posaderos, además de pasear por las pintorescas calles
y husmear por los no menos atractivos comercios de toda clase ‘for
export’. Con lo que quiero significar que, si bien perdieron horas de
disfrute (supuesto que el clima los hubiese permitido, lo que no consta),
la demora de Varig S.A. no les ocasionó la frustración de todo el día 14.

Relativamente al regreso, el atraso en la partida fue de 2 horas 40


minutos, de manera que la aeronave arribó a Ezeiza a las 2.30 en vez de
a las 23.30; demora esa que, si prescindimos de la alegada cena con las
hijas mayores de edad –no suficientemente acreditada y, por otra parte,
daño extrínseco no resarcible en el tipo de causalidad culposa-, habrá
incidido negativamente en el ánimo de los pasajeros mas de un modo
por cierto relativo, sin que esté demostrada la concurrencia de un
estado de particular angustia, ansiedad, desasosiego u otra alteración
del ánimo verdaderamente significativa.

En las condiciones expuestas, otorgando una proyección mortificante de


mayor importancia a la demora en la partida –por las consecuencias ya
descriptas- y no sin valorar en su prudencial medida la que pudo
ocasionar el atraso en el regreso, juzgo que por las horas frustradas –
que no fueron la de una persona en soledad sino la de un matrimonio,
con lo valioso que es la compañía del cónyuge en estas emergencias- la
suma de $ 3200 otorgadas por el a quo comporta una apreciación
razonable y prudente del resarcimiento del daño extrapatrimonial;
máxime, reitero, que en autos este último debe ser presumido
atendiendo al curso ordinario de las cosas, porque no se ha rendido
prueba concreta y específica de los malestares y desasosiegos en que
habríanse visto envueltos los demandantes.

Por ello, voto por la confirmación del fallo apelado en cuanto fue
materia de recurso, con costas a los actores (art. 68, párr. 1°, cód.
procesal).

La señora juez de Cámara doctora Mariani de Vidal, por razones


análogas a las aducidas por el señor juez de Cámara doctor Vocos
Conesa, adhiere a las conclusiones de su voto.

Y Vistos: por lo que resulta del acuerdo que antecede, se confirma la


sentencia apelada en lo que fue materia de agravio, con costas a los
actores vencidos (art. 68, párr. 1°, cód. procesal). Determinados que
fueren el monto por el que en definitiva prospera la demanda y
regulados los honorarios de primera instancia, el Tribunal definirá las
retribuciones que corresponden por las presentaciones efectuadas en
esta alzada. Déjase constancia de que la tercera vocalía de la sala se
encuentra vacante (art. 109, Reglamento para la Justicia Nacional).
Regístrese, notifíquese y devuélvase.- E. Vocos Conesa. M. Mariani de
Vidal.

Información provista por ANAC

Anexo con sentencia completa sobre indemnización a favor del pasajero


por falla técnica y demora del vuelo aerocomercial
Causa N° 7.042/11/CA1 – “S. Víctor ..,y otros c/ American Airlines Inc
s/ incumplimiento de contrato” – CNCIV Y COMFED – SALA II –
17/11/2015

En Buenos Aires, a los 17 días del mes de noviembre del año dos mil
quince, hallándose reunidos en acuerdo los Señores Vocales de la Sala
III de la Excma. Cámara Nacional de Apelaciones en lo Civil y Comercial
Federal a fin de pronunciarse en los autos “S. Víctor Alejandro y otros
c/ American Airlines Inc s/ incumplimiento de contrato”, y de acuerdo
al orden de sorteo el Dr. Recondo dijo:

I. La señora jueza de primera instancia rechazó la demanda que habían


interpuesto Víctor …. contra American Airlines Inc., con el objeto de que
se los indemnizase por los daños y perjuicios padecidos a raíz de la
cancelación del vuelo que tenían previsto para partir el 20 de mayo de
2009 con destino a la ciudad de Nueva York. Para así decidir, la
sentenciante -después de rechazar la defensa de caducidad opuesta por
la demandada- concluyó que la falla técnica detectada en la aeronave
debía ser calificada como caso fortuito, lo que exculpaba a la aerolínea
de toda responsabilidad; impuso las costas por mitades (fs.
366/370vta.).-

Contra dicho pronunciamiento se alzaron ambas partes a fs. 383 y 385,


recursos que fueron concedidos a fs. 384 y 386, fundados a fs. 395/414
y 415/421 y replicados a fs. 423/428 y 429/432vta.-

Median asimismo recursos de apelación por los honorarios regulados en


la instancia de grado, los que serán tratados, de así corresponder, por
la Sala en conjunto al finalizar el presente Acuerdo.-

II. Surge de las constancias de autos que los señores … contrataron con
American Airlines Inc. un vuelo hacia la ciudad de Nueva York, el cual
debía partir del Aeropuerto Intenacional de Ezeiza el 20 de mayo de
2009 a las 20:10. El despegue del avión se produjo de acuerdo al
horario previsto, pero después de dos horas de vuelo, la aeronave debió
regresar a su punto de partida debido a una falla técnica, habiendo
quedado operativa sólo a las 01:50 horas de la mañana. En estas
condiciones, la aerolínea decidió no hacer partir nuevamente a la
aeronave debido a que a esa hora ya se encontraban cumplidas las
horas de servicio que determina la normativa aplicable, tanto para los
pilotos como para el personal de a bordo, por lo que reubicó a los
pasajeros en el vuelo que partiría a las 20:10 horas del 21 de mayo.
Frente a esta situación, los actores optaron por adquirir cuatro nuevos
pasajes por una aerolínea distinta -Copa Airlines- habiendo partido
efectivamente hacia el destino programado a las 04:00 horas del 21 de
mayo (ver documental acompañada por la actora a fs. 4/11 y 13;
documental acompañada por la demandada a fs. 32/56; informativa de
fs. 153, 174/177, 188/192 y 225/233; y declaraciones testimoniales de
fs. 247/248vta., 249/250vta., 251/252vta. y 276/278).-

En el contexto fáctico antedicho, la cuestión a dilucidar por esta Alzada


radica en determinar, en primer término, si existió un incumplimiento
contractual por parte de la empresa demandada y, en segundo lugar y
en caso afirmativo, si ese incumplimiento es imputable a la accionada.-

El primer interrogante no puede ser sino respondido afirmativamente.


Es que el transportador aéreo responde ante el pasajero cuando incurre
en un retardo en el cumplimiento de su obligación. Ello así, pues el
retraso es un hecho generador de responsabilidad para todos los tipos
de transporte aéreo. Sin duda, la obligación del transportista en cuanto
a la puntualidad de los viajes no puede ser apreciada rígidamente, por
las características propias de la aviación y la prioridad de observar la
condición de seguridad en los vuelos. En este orden de ideas, el Código
Aeronáutico responsabiliza al transportador por los daños resultantes
del retraso en el transporte de pasajeros y sólo se puede eximir si
prueba que él o sus dependientes han tomado todas las medidas
necesarias para evitar el daño o que les fue imposible tomarlas (arts.
141 y 142).-
En el caso sub examen, no hay que perder de vista que la circunstancia
desencadenante fue la demora original en el vuelo programado,
endosado y contratado por los actores, el que se debió a desperfectos
técnicos imputables sólo a la empresa de líneas aéreas, la cual -en
principio- compromete la responsabilidad de la comitente si se ha
obligado a un resultado a cumplir en tiempo y lugar propios. Es que en
el contrato de transporte aéreo existe un interés especial en la
regularidad de los servicios, por lo que la demora en el cumplimiento de
la traslación altera uno de los elementos determinantes del acuerdo de
voluntades, principio recogido en el art. 19 de la Convención de
Varsovia de 1929 y en el art. 141 del Código Aeronáutico.-

De todo lo dicho se desprende con meridiana claridad que la aerolínea


demandada ha incurrido en un incumplimiento contractual respecto de
las obligaciones que tomó a su cargo hacia los pasajeros. Debe
determinarse ahora, en consecuencia, si a los fines de eximirse de
responsabilidad la accionada ha acreditado en el expediente que ella o
sus dependientes tomaron todas las medidas necesarias para evitar el
daño o les fue imposible tomarlas.-

De manera previa a responder el interrogante planteado en el párrafo


anterior, debo señalar que el retraso por problemas técnicos en la
aeronave que trae aparejada una demora respecto a la programación
inicial, constituye un supuesto de responsabilidad contractual. Acorde
con esta línea, el art. 19 de la Convención de Varsovia responsabiliza al
transportista por los daños que causa por retraso. En materia
contractual, como principio, el mero incumplimiento hace presumir la
culpa y no constituye el vicio propio de la cosa, eso es, del medio
transportador, causa de exención de responsabilidad. En este orden de
ideas, no puede admitirse que por tratare de un desperfecto técnico la
demandada pueda eximirse sin más de responsabilidad. Para ello, debe
tratarse de un hecho insuperable actuando con diligencia y previsión, y
la empresa debe hacer todo lo posible para superarlo a la mayor
brevedad. Es que esos desperfectos técnicos, salvo que sean
razonablemente insuperables, no pueden proyectarse en desmedro de
los derechos del usuario. Es decir que no basta alegar en forma
genérica un desperfecto técnico si no se lo relaciona con el
cumplimiento a ultranza de todos los controles técnicos previos al vuelo
por parte de la empresa y de todas las medidas necesarias tendientes a
superarlo; es que esa falla podría deberse, precisamente, a la falta de
mantenimiento imputable al transportista o a una imprevisión
inexcusable de su parte.-

Pues bien, en autos no ha quedado claro por qué no era posible arreglar
el desperfecto en un tiempo razonable o conseguir una nave alternativa
que no tuviera que partir de Buenos Aires 24 horas después del horario
inicialmente programado y previsto por los pasajeros; y, mucho menos,
si la falla detectada en vuelo era imposible de prever durante la revisión
de la aeronave en tierra. En efecto, del propio testimonio aportado por
un dependiente de la empresa demandada surge que el desperfecto en
la aeronave que aquí nos ocupa no puede ser considerado una
circunstancia excepcional ni imprevisible. En este orden de ideas, en su
declaración testimonial, el Jefe de Mantenimiento de American Airlines
Inc., a ser preguntado si era posible predecir la falla en cuestión, señaló
que el sistema tiene corroborador en tierra de todos los sistemas, entre
ellos el calentador del tubo pitot, no obstante lo cual el capitán no
reporteó ninguna falla en su lista de chequeo en tierra (fs. 248vta.,
respuesta a la pregunta decimotercera).-

A lo expuesto cabe agregar que la demandada no ofreció prueba pericial


alguna tendiente a demostrar que la falla que presentó la aeronave e
hizo imposible la continuación del vuelo no podría haber sido prevista
en el chequeo que se hizo en tierra. Esta orfandad probatoria no puede
sino jugar en desmedro de los intereses de la demandada, pues impera
en la materia el principio general según el cual quien invoca un hecho
debe probarlo. En efecto, sabido es que la carga de la prueba es una
circunstancia de riesgo que consiste en que quien no prueba los hechos
que debe probar pierde el pleito si de ellos depende la suerte de la litis.
Y a pesar de que dicha carga no implica obligación de probar, significa
estar a las consecuencias de que la prueba se produzca o no (art. 377
del Código Procesal Civil y Comercial de la Nación; conf. esta Sala,
causa 50.880/95 del 24/02/05, y sus citas).-

Lo dicho en los párrafos precedentes, sumado ello a la circunstancia de


no tener prevista la demandada una aeronave alternativa o no contar
con personal suplente frente al caso -como aquí ocurrió- de que el
personal designado para el vuelo en cuestión exceda sus horas
reglamentarias de servicio, evidencia una exclusiva falta de diligencia y
previsión de la demandada, quien debe responder al igual que por
cualquier decisión comercial que adopte frente a su incapacidad para
superar los problemas técnicos.-

III. Resuelta en la forma que quedó dicho en el considerando precedente


la cuestión referida a la responsabilidad de American Airlines Inc. y de
manera previa a ingresar en el tratamiento de los daños alegados por
los actores, debo abocarme al estudio de la defensa de caducidad
interpuesta por la demandada en su escrito de responde, la cual fue
rechazada por la a quo.-

Antes que nada, pongo de relieve que si bien la sentencia que rechazó la
demanda se encuentra apelada por la actora, no se suscita un
gravamen actual a la demandada recurrente -requisito de admisibilidad
para la procedencia de cualquier recurso (conf. Loutayf Ranea, El
recurso ordinario de apelación en el proceso civil, t. 1, págs. 196 y ss.),
en tanto que para el eventual supuesto de que se pudiera revocar el
pronunciamiento, la accionada habrá tenido ocasión de ejercer su
derecho de defensa al contestar los agravios de su contraria. No
obstante ello, se caería en un exceso ritual manifiesto -incompatible con
las reglas del debido proceso y con un adecuado servicio de justicia- si
no se considerase la defensa en cuestión, toda vez que ella, a pesar de
no haber sido reiterada en el escrito de contestación de agravios (fs.
429/432vta.), fue replanteada por la demandada en su memorial a fs.
417/419vta., punto 3.1.-

Aclarado lo anterior, señalo que a los fines previstos en el art. 29 de la


Convención de Varsovia, la locución “demanda” debe ser interpretada
en sentido amplio. Quiere decir que la mediación obligatoria debe ser
entendida como la voluntad inequívoca del afectado de reclamar los
daños derivados del contrato de transporte aéreo ante la Justicia o,
dicho en los términos de la Convención aludida, como la deducción de
la “acción de responsabilidad”. Éste fue el criterio adoptado por la Corte
Suprema de Justicia de la Nación in re “Nastasi, Grace Jane E. c/
Aerolíneas Argentinas S.A. s/ daños y perjuicios” (Fallos: 325:2703) y el
que también ha sido aplicado por esta Sala (conf. causa 5.116/09 del
19/09/13).-

En este contexto, lo que debe determinarse aquí es si a los fines


indicados en el párrafo precedente, la mediación privada surte los
mismos efectos de la mediación oficial. Ello así, pues en el caso que nos
ocupa se llevó a cabo una audiencia de mediación privada, la cual tuvo
lugar el 12 de julio de 2010 (ver fs. 12; ver, asimismo, medida para
mejor proveer de fs. 352/354, dispuesta por la señora jueza de primera
instancia a fs. 348), esto es, a poco más de un año del transporte aéreo
cuya cancelación dio lugar a las presentes actuaciones.-

Pues bien, en el precedente citado, el Alto Tribunal comienza por


señalar que la locución “demanda” admite una interpretación amplia,
comprensiva de toda actuación judicial que implique el ejercicio de la
acción de responsabilidad; es así que el formulario referente a la
iniciación de la mediación obligatoria previsto por el art. 4° de la ley
24.573, presentado ante el tribunal competente, claramente distingue
un reclamo de la actora por resarcimiento de daños y perjuicios dirigido
contra la transportista aérea por un monto indeterminado, lo cual
evidencia el ejercicio de la acción de responsabilidad prevista por el
citado texto internacional. Ahora bien, el decreto reglamentario 91/98
establece dos tipos de mediación: la oficial y la privada. En este orden
de ideas, dispone el art. 1° del Anexo I que la mediación obligatoria
instituida por el art. 1º de la ley 24.573 sólo puede ser cumplida ante
mediador registrado y habilitado por el Ministerio de Justicia, cuya
designación podrá ser por sorteo, cuando el reclamante formalice su
requerimiento en forma oficial ante la mesa de entradas del fuero que
corresponda, o por elección, cuando privadamente lo designen las
partes o a propuesta de la parte reclamante. Es decir que la ley
aplicable a la materia permite que la mediación como instancia
obligatoria a la promoción de la acción judicial pueda ser llevada a cabo
en forma oficial o por elección privada. No se advierte así razón alguna
para privar de efectos a una de ellas.-

Corresponde, en consecuencia, desestimar la defensa planteada por


American Airlines Inc.-

IV. Llega el turno de ocuparme de los rubros resarcitorios reclamados


por los actores, consistentes en el daño material -devolución del importe
abonado por la adquisición de los nuevos pasajes a través de Copa
Airlines- y el daño moral por la cancelación del vuelo el día y hora
originariamente previstos.-

a) Respecto del daño material, señalo que la pretensión de los actores


no puede prosperar en toda su extensión. En efecto, ante la posibilidad
de ser reubicados en un vuelo que partiría 24 horas después de lo
programado, los actores optaron por adquirir nuevos pasajes por otra
aerolínea -Copa Airlines-, abonando un precio muy superior al monto
desembolsado por los tickets de American Airlines.-

El art. 12, inc. a), de la Resolución N° 1532/98 del Ministerio de


Economía y Obras y Servicios Públicos que aprueba las Condiciones
Generales del Contrato de Transporte Aéreo aplicables a los servicios de
transporte aéreo regular internos e internacionales de pasajeros y
equipajes y de carga, que exploten en el país las empresas de bandera
nacional y extranjera, dispone -en lo que aquí interesa- que si debido a
circunstancias operativas, técnicas o de índole comercial, el
transportador cancela o demora un vuelo por más de cuatro horas, el
pasajero, tendrá el derecho a su inclusión obligatoria en el vuelo
inmediato posterior del mismo transportador para su destino, o al
endoso de su contrato de transporte, o a ser reencaminado por otra
ruta hacia el destino indicado en el contrato por los servicios del
transportador o en los servicios de otro transportador o por otro medio
de transporte. Asimismo, el transportador proporcionará sin cargo al
pasajero, los siguientes servicios incidentales: comunicación telefónica o
cablegráfica al punto de destino y comunicaciones locales; comidas y
refrigerios de conformidad con el tiempo de espera que medie hasta el
embarque en otro vuelo; alojamiento en hotel, en el aeropuerto o en la
ciudad, cuando la demora de un vuelo exceda las cuatro horas; y
transporte terrestre desde y hacia el aeropuerto.-

De manera tal que si el pasajero opta por realizar el transporte aéreo


por otra empresa distinta de la originalmente contratada, abonando
una tarifa que excede con creces la de la primera, no puede pretender
que se le restituya la totalidad de la diferencia abonada. Más aun
cuando, como ocurrió en el caso, American Airlines ubicó a los
pasajeros en el primer vuelo que partía al destino programado -Nueva
York-.-

Resulta en consecuencia de aplicación lo dispuesto en el art. 13, inc. b),


apartado I, del Anexo I de la mentada Resolución, según el cual cuando
ningún tramo del viaje haya sido realizado, la cantidad a reembolsar por
la transportista será igual a la tarifa pagada; a su turno, la “tarifa” es
definida como el importe efectivamente pagado al transportador y que
ampara el transporte de un pasajero y su franquicia de equipaje,
conforme al itinerario y la clase de servicios involucrados y comprende
además a las regulaciones del transportador relacionadas con tales
importes, itinerarios y franquicias (art. 1° del Anexo I). No resulta así de
aplicación el apartado II del mismo inciso y artículo -como pretende la
parte actora-, el cual prevé el supuesto en el que algún tramo del viaje
hay sido realizado, situación que no es la de autos.-

Por lo tanto, la demanda en este aspecto prospera por la suma abonada


por los cuatro actores por la adquisición de los pasajes de American
Airlines, monto que de acuerdo a la factura glosada a fs. 11 asciende a
$ 21.662,04.-

b) En punto al daño moral, comienzo por señalar que en la realidad de


los hechos, debido a que los actores adquirieron nuevos pasajes por
otra aerolínea, tuvieron una demora de 8 horas, ya que el avión de Copa
Airlines efectivamente partió a las 04:00 horas del día 21 de mayo,
habiendo estado prevista la salida original por American Airlines a las
20:10 del día anterior.-

Esa pérdida de tiempo debe ser indemnizada, pues se trata de resarcir


lo que no es otra cosa que pérdida de vida, la cual está asociada,
indefectiblemente, a la postergación del vuelo. Es que si el pasajero se
aviene a las condiciones del contrato, de la Convención de Varsovia y
del Código Aeronáutico, lo hace con la expectativa de que su tiempo
vital será recortado en una determinada medida y no más allá. Toda su
actividad, tanto personal como profesional, está centrada en esa
previsión (conf. esta Sala, causa 6.002/05 del 19/02/08, y sus citas).
Entonces, probado el contrato de transporte y la demora para abordar
el vuelo desde Buenos Aires hacia Nueva York, doy por sentada la
existencia del agravio moral.-

Sin embargo, los actores no logran demostrar los reales perjuicios


sufridos en toda la extensión que reclaman. En efecto, ninguna prueba
han aportado respecto de los padecimientos que debieron afrontar por
no poder atender las obligaciones laborales que alegan haber tenido
previstas durante el viaje.-

Por otra parte, el planteo que efectúa la actora a fs. 20vta., segundo
párrafo, de su escrito inicial, no puede bajo ninguna circunstancia ser
atendido, dado que no se traduce sino en un daño puramente hipotético
que no reviste las características de un daño resarcible, comenzando
por su certeza. En efecto, alude la reclamante al “resto de los trastornos
que esta situación les hubiera provocado si no hubieran podido adquirir
nuevos pasajes, puesto que era un viaje de negocios, donde tenían
abonada la estadía en el lugar de destino”. Esos trastornos a los que se
hace referencia no pasan de ser una mera conjetura que en modo
alguno debe ser resarcida por la demandada.-

En las condiciones señaladas, corresponde hacer lugar al resarcimiento


del daño moral por la suma de $ 5.000 para cada actor.-

V. En consecuencia, la demanda prospera por la suma final de $


41.662,04, monto que no llevará intereses, dado que no fueron pedidos
en la demanda (ver fs. 16vta., punto II; fs. 21vta., punto IV; fs. 24,
punto X, apartado 6).-

VI. Por los fundamentos que anteceden, corresponde revocar la


sentencia apelada y hacer lugar a la demanda en los términos que
surgen de los considerandos IV y V de la presente. En atención al modo
en que se resuelve el caso, y toda vez que la actora ha resultado
ganadora en lo principal de su pretensión -esto es, la responsabilidad
de la aerolínea-, las costas de primera instancia se imponen a la
demandada (arts. 70, primera parte, y 280 del Código Procesal Civil y
Comercial de la Nación). Por la instancia de Alzada, respecto del recurso
de la demandada, las costas se imponen a ésta en su totalidad; en
relación al recurso de la actora, los gastos del juicio se distribuyen en
un 30% a cargo de dicha parte, y el 70% restante, a cargo de la
demandada (art. 73 del Código Procesal Civil y Comercial de la Nación).-

Así voto.-

La Dra. Medina, por análogos fundamentos adhiere al voto precedente.


Con lo que terminó el acto, de lo que doy fe.-
Buenos Aires, 17 de noviembre de 2015.-

Y VISTO: Lo deliberado y conclusiones a las que se arriba en el acuerdo


precedente, el Tribunal RESUELVE: revocar la sentencia apelada y
hacer lugar a la demanda en los términos que surgen de los
considerandos IV y V de la presente. Las costas de primera instancia se
imponen a la demandada (arts. 70, primera parte, y 280 del Código
Procesal Civil y Comercial de la Nación, texto según ley 26.939 – DJA).
Por la instancia de Alzada, respecto del recurso de la demandada, las
costas se imponen a ésta en su totalidad; en relación al recurso de la
actora, los gastos del juicio se distribuyen en un 30% a cargo de dicha
parte, y el 70% restante, a cargo de la demandada (art. 73 del Código
Procesal Civil y Comercial de la Nación, texto según ley 26.939 – DJA).-

En atención a la naturaleza del asunto, a la extensión, calidad e


importancia de los trabajos realizados, así como a las etapas cumplidas
por cada una de las partes, se regulan los honorarios de la dirección
letrada de la parte actora, en la suma de pesos CINCO … ($ …); y los de
la dirección letrada de la parte demandada, en la suma de pesos … ($
…) (arts. 6, 9, 19, 37 y 38 de la ley 21.839, modificada por la ley 24.432
en lo pertinente).-

En virtud de las cuestiones sobre las que debieron expedirse los peritos
actuantes, de la amplitud de sus dictámenes y de la proporcionalidad
que deben guardar sus emolumentos con los de los restantes
profesionales intervinientes, se regulan los honorarios del perito
ingeniero informático, S. A. P., y de la traductora pública, L. M. M., en
la suma -para cada uno de ellos- de pesos …. ($ …).-

Por la instancia de Alzada, visto el resultado de la apelación y el monto


controvertido, se regulan los honorarios de la dirección letrada de la
parte actora, en la suma de pesos …. ($ …); y los de la dirección letrada
de la parte demandada, en la suma de pesos … ($ …) (arts. 9 y 14 de la
ley arancelaria).-
El Dr. Antelo no suscribe la presente por hallarse en uso de licencia
(art. 109 del RPJN).-

Regístrese, notifíquese, oportunamente publíquese y devuélvase.-

Fdo.: Ricardo Gustavo Recondo – Graciela Medina

 La justicia federal deberá entender


en un reclamo contra una agencia de
viajes y una línea aérea
SENTENCIA
CAMARA NACIONAL DE APELACIONES EN LO COMERCIAL
CAPITAL FEDERAL, CIUDAD AUTÓNOMA DE BUENOS AIRES
11 de Agosto de 2015
Id SAIJ: NV12491

SINTESIS
Contienda negativa de competencia. Competencia federal. Comercio aéreo. Determina la
competencia del fuero en lo Civil y Comercial Federal en el marco de una demanda por
daños y perjuicios presuntamente causados por la emisión de pasajes aéreos, que suscitó
un conflicto negativo de competencia. Considera que cuando se demanda a una agencia
de viajes, pero también se reclama a una compañía aérea, cabe entender que tal particular
situación encuadra globalmente en el concepto de comercio aéreo, expresión a la que
debe asignarse la inteligencia de actividades conectadas con la explotación de las
aeronaves y reguladas por la legislación aeronáutica. En tal sentido, señala que conforme
lo establecido por la específica normativa en la materia (art. 40, decreto ley 1285/58 y art.
42 inc. 5, ley 13.998), la causa debe tramitar y dirimirse por ante el fuero en lo Civil y
Comercial Federal.

También podría gustarte