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Selección de poemas y poetas
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Latinoamericanos

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Sextos básicos, 2018

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David añiñir

“Arte peotika”
Quién pagará el arriendo de esa pieza porteña
Dónde sus ventanales antiguos dieron alguna vez al mar?
Quien valorará esos espacios
Donde renació la poesía aleteando
Sobre esa inspiración her-musa ?
Nadie señoras y señores quitados de bulla !!!

Los miserables orígenes de la poesía son desconocidos


En escritorios, editoriales y bibliotecas
Los orígenes paupérrimos de este Arte
Desarte
O desastre
Son inmundos,

Siendo así
y a pesar de los desiertos
las flores silvestres seguirán creciendo en tu tierra
y en todas partes
para escribir con los nervios llenos
succionando tinta
néctar para endulzar los versos
besos
y voces al vacío

el poema
estado subliminal de conciencia
pos estado de descomposición
engaño corporal en su máxima esencia
escritural acción torturando el silencio
asesinato innato del espacio vacío
al abismo del poema

el poema a la vena entra


alterando las pulsaciones x minuto x hora
x día x noche
x vida x muerte
el poema a la vena entra lloviendo por el pasaje
envenando la piel que nos cubre el alma
licuando cual pulso apuntando con la 9 milímetros
bajando y subiendo temperaturas temperamentos y tempestades
Libertad Manque

La Muerte

Ella me espera
sentada en la vereda desde mi siempre.
La he esquivado tantas veces,
mintiéndome,
vestida de coraje.
 
Ella me espera callada
es como un ritual  que no los años anquilosan.
Me aguarda fría
a veces se anuncia,
y entre plegarias se asoma
urdiendo para mi la confusión.
 
Se hospeda en casa
me ve, me mira, contemplándome
y desde sus adentros me llama
siempre me llama.
Empañando el mañana
rosa el aliento,
tiemblo.
 
Elicura Chihuailaf

Los poderes del agua me llevan

Viejo estoy y desde un árbol 


       en flor miro el horizonte
¿Cuántos aires anduve?, no lo sé
Desde el otro lado del mar el sol 
       que se entra 
me envía ya sus mensajeras
y a encontrarme iré 
       con mis abuelos
Azul es el lugar adonde vamos
Los poderes del agua me llevan 
       paso a paso
Wenulewfv, el Río del Cielo 
es apenas un pequeño círculo 
       en el universo

En este Sueño me quedo:


¡Remen remeros! En Silencio 
       me voy
en el canto invisible de la vida.
Vicente Huidobro

Ella
Ella daba dos pasos hacia delante
Daba dos pasos hacia atrás
El primer paso decía buenos días señor
El segundo paso decía buenos días señora
Y los otros decían cómo está la familia
Hoy es un día hermoso como una paloma en el cielo

Ella llevaba una camisa ardiente


Ella tenía ojos de adormecedora de mares
Ella había escondido un sueño en un armario oscuro
Ella había encontrado un muerto en medio de su cabeza

Cuando ella llegaba dejaba una parte más hermosa muy lejos
Cuando ella se iba algo se formaba en el horizonte para esperarla

Sus miradas estaban heridas y sangraban sobre la colina


Tenía los senos abiertos y cantaba las tinieblas de su edad
Era hermosa como un cielo bajo una paloma

Tenía una boca de acero


Y una bandera mortal dibujada entre los labios
Reía como el mar que siente carbones en su vientre
Como el mar cuando la luna se mira ahogarse
Como el mar que ha mordido todas las playas
El mar que desborda y cae en el vacío en los tiempos de abundancia
Cuando las estrellas arrullan sobre nuestras cabezas
Antes que el viento norte abra sus ojos
Era hermosa en sus horizontes de huesos
Con su camisa ardiente y sus miradas de árbol fatigado
Como el cielo a caballo sobre las palomas
Mario Benedetti

Desganas

Si cuarenta mil niños sucumben diariamente


en el purgatorio del hambre y de la sed
si la tortura de los pobres cuerpos
envilece una a una a las almas
y si el poder se ufana de sus cuarentenas
o si los pobres de solemnidad
son cada vez menos solemnes y más pobres
ya es bastante grave
que un solo hombre
o una sola mujer
contemplen distraídos el horizonte neutro

pero en cambio es atroz


sencillamente atroz
si es la humanidad la que se encoge de hombros.
Alejandro Jodorowsky

No sé
I
No sé lo que puedo recibir, pero sé agradecer lo que me han dado.
No sé qué es lo que busco, pero sé que lo que busco me busca.
No se dónde estoy, pero sé que este lugar no tiene límites.
No sé donde estoy, pero sé que estoy en mí.
No sé de dónde vengo, pero sé que siempre he estado aquí.
No sé qué es el mundo, pero sé que es mío.
No sé dónde voy, pero sé quien me acompaña.
No sé cuánto valgo, pero sé no compararme.
No sé quién soy, pero sé que lo que soy es más que yo.
No sé qué es el amor, pero sé que tu presencia me alegra la vida.
No sé evitar los golpes, pero sé como soportarlos.
No puedo negar la violencia, pero puedo negar la crueldad.
No puedo cambiar al mundo, pero puedo cambiarme a mí mismo.
No sé qué es lo que hago, pero sé que lo que hago me hace.
No sé qué es Dios, pero Dios sabe lo que soy.

II
No sé si todo es un sueño, 
pero sé que estoy despierto dentro de ese sueño.
No sé si yo voy a morir, pero sé que en mí hay algo inmortal.
No sé quién creó al universo,
pero sé que quien lo creó lo sigue creando.
No sé si mis muertos queridos viven en el más allá, 
pero si sé que en mí siguen existiendo.
No sé a dónde voy, pero si sé que llegaré.
No sé dónde estoy, pero sí sé que estoy en mí.
No sé qué es Dios, pero sí sé que Dios sabe lo que yo soy.
No sé curar una enfermedad, pero sí sé cómo evitarla.
No sé lo que valgo, pero sí sé cesar de compararme.
No sé lo que es el mundo, pero sé que es mío.
No sé evitar tus golpes, pero sé cómo resistirlos.
No sé lo que deseo, pero sé que lo que deseo me desea.
No sé bien lo que construyo, 
pero sé que lo que construyo me construye.
No sé lo que es el amor, pero sé que estoy feliz de tu existencia.
No sé cómo vencerte, pero sé como escapar de ti.
No sé quién soy, pero sé cómo me siento.
No sé a dónde voy, pero sé que voy contigo.
No sé cuántos twitts puedo escribir hoy, 
pero sé que este es el último.
Teresa Wilms Montt

“Soy Teresa Wilms Montt y no soy apta para señoritas”

Soy Teresa Wilms Montt… y aunque nací cien años antes que tú, mi vida no fue tan distinta a la
tuya. Yo también tuve el privilegio de ser mujer. Es difícil ser mujer en este mundo. Tú lo sabes
mejor que nadie. Viví intensamente cada respiro y cada instante de mi vida. Destilé mujer.
Trataron de reprimirme, pero no pudieron conmigo.

Cuando me dieron la espalda, yo di la cara.


Cuando me dejaron sola, di compañía.
Cuando quisieron matarme, di vida.
Cuando quisieron encerrarme, busqué libertad.
Cuando me amaban sin amor, yo di más amor.
Cuando trataron de callarme, grité.
Cuando me golpearon, contesté.
Fui crucificada, muerta y sepultada por mi familia y la sociedad.

Nací cien años antes que tú y sin embargo te veo igual a mí.
Soy Teresa Wilms Montt, y no soy apta para señoritas.
Gioconda Belli

Nueva tesis feminista


¿Cómo decirte
hombre
que no te necesito?
No puedo cantar a la liberación femenina
si no te canto
y te invito a descubrir liberaciones conmigo.
No me gusta la gente que se engaña
diciendo que el amor no es necesario
-'témeles, yo le tiemblo'
Hay tanto nuevo que aprender,
hermosos cavernícolas que rescatar,
nuevas maneras de amar que aun no hemos inventado.
A nombre propio declaro
que me gusta saberme mujer
frente a un hombre que se sabe hombre,
que sé de ciencia cierta
que el amor
es mejor que las multi-vitaminas,
que la pareja humana
es el principio inevitable de la vida,
que por eso no quiero jamás liberarme del hombre;
lo amo
con todas sus debilidades
y me gusta compartir con su terquedad
todo este ancho mundo
donde ambos nos somos imprescindibles.
No quiero que me acusen de mujer tradicional
pero pueden acusarme
tantas como cuantas veces quieran
de mujer.
Gabriela Mistral

Doña Primavera De la tierra enferma


en las pardas grietas,
Doña Primavera enciende rosales
viste que es primor, de rojas piruetas.
viste en limonero
y en naranjo en flor. Pone sus encajes,
prende sus verduras,
Lleva por sandalias en la piedra triste
unas anchas hojas, de las sepulturas...
y por caravanas
unas fucsias rojas. Doña Primavera
de manos gloriosas,
Salid a encontrarla haz que por la vida
por esos caminos. derramemos rosas:
¡Va loca de soles
y loca de trinos! Rosas de alegría,
rosas de perdón,
Doña Primavera rosas de cariño,
de aliento fecundo, y de exultación.
se ríe de todas
las penas del mundo...

No cree al que le hable


de las vidas ruines.
¿Cómo va a toparlas
entre los jazmines?

¿Cómo va a encontralas
junto de las fuentes
de espejos dorados
y cantos ardientes?
Juana de Ibarbourou

La Higuera

Porque es áspera y fea,


porque todas sus ramas son grises,
yo le tengo piedad a la higuera.

En mi quinta hay cien árboles bellos,


ciruelos redondos,
limoneros rectos
y naranjos de brotes lustrosos.

En las primaveras,
todos ellos se cubren de flores
en torno a la higuera.

Y la pobre parece tan triste


con sus gajos torcidos que nunca
de apretados capullos se viste...

Por eso,
cada vez que yo paso a su lado,
digo, procurando
hacer dulce y alegre mi acento:
«Es la higuera el más bello
de los árboles todos del huerto».

Si ella escucha,
si comprende el idioma en que hablo,
¡qué dulzura tan honda hará nido
en su alma sensible de árbol!

Y tal vez, a la noche,


cuando el viento abanique su copa,
embriagada de gozo le cuente:

¡Hoy a mí me dijeron hermosa!


Jorge Luis Borges

El Sueño

Si el sueño fuera (como dicen) una


tregua, un puro reposo de la mente,
¿por qué, si te despiertan bruscamente,
sientes que te han robado una fortuna?

¿Por qué es tan triste madrugar? La hora


nos despoja de un don inconcebible,
tan íntimo que sólo es traducible
en un sopor que la vigilia dora

de sueños, que bien pueden ser reflejos


truncos de los tesoros de la sombra,
de un orbe intemporal que no se nombra

y que el día deforma en sus espejos.


¿Quién serás esta noche en el oscuro
sueño, del otro lado de su muro?
Blanca Varela

Puerto Supe

Está mi infancia en esta costa,


bajo el cielo tan alto,
cielo como ninguno, cielo,
sombra veloz, nubes de espanto,
oscuro torbellino de alas,
azules casas en el horizonte.

Junto a la gran morada sin ventanas,


junto a las vacas ciegas,
junto al turbio licor y al pájaro carnívoro.

¡Oh, mar de todos los días,


mar montaña,
boca lluviosa de la costa fría!

Allí destruyo con brillantes piedras la casa de mis padres,


allí destruyo la jaula de las aves pequeñas,
destapo las botellas y un humo negro
escapa y tiñe tiernamente el aire y sus jardines.

Están mis horas junto al río seco,


entre el polvo y sus hojas palpitantes,
en los ojos ardientes de esta tierra
adonde lanza el mar su blanco dardo.
Una sola estación,
un mismo tiempo de chorreantes dedos
y aliento de pescado.
Toda una larga noche entre la arena.

Aquí en la costa escalo un negro pozo,


voy de la noche hacia la noche honda,
voy hacia el viento que recorre
ciego pupilas luminosas y vacías,
o habito el interior de un fruto muerto,
esa asfixiante seda, ese pesado espacio
poblado de agua y pálidas corolas. En esta costa soy el que despierta entre el follaje de alas
pardas,
el que ocupa esa rama vacía, el que no quiere ver la noche.

Aquí en la costa tengo raíces,


manos imperfectas,
un lecho ardiente
en donde lloro a solas.
Sor Juana Inés de la Cruz

Hombres necios que acusáis

Hombres necios que acusáis 


a la mujer sin razón, 
sin ver que sois la ocasión 
de lo mismo que culpáis.

Si con ansia sin igual  


solicitáis su desdén, 
¿por qué queréis que obren bien 
si las incitáis al mal?

Queréis con presunción necia 


hallar a la que buscáis, 
para pretendida, Tais, 
y en la posesión, Lucrecia.

¿Qué humor puede ser más raro 


que el que, falto de consejo, 
él mismo empaña el espejo 
y siente que no esté claro?

Opinión ninguna gana, 


pues la que más se recata, 
si no os admite, es ingrata, 
y si os admite, es liviana.

¿Pues cómo ha de estar templada 


la que vuestro amor pretende, 
si la que es ingrata ofende 
y la que es fácil enfada?

¿Pues para qué os espantáis 


de la culpa que tenéis? 
Queredlas cual las hacéis 
o hacedlas cual las buscáis.

Dejad de solicitar 
y después con más razón 
acusaréis la afición 
de la que os fuere a rogar.

Bien con muchas armas fundo  


que lidia vuestra arrogancia, 
pues en promesa e instancia 
juntáis diablo, carne y mundo.
Alfonsina Storni

Frente al Mar
Oh mar, enorme mar, corazón fiero 
De ritmo desigual, corazón malo, 
Yo soy más blanda que ese pobre palo 
Que se pudre en tus ondas prisionero. 

Oh mar, dame tu cólera tremenda, 


Yo me pasé la vida perdonando, 
Porque entendía, mar, yo me fui dando: 
«Piedad, piedad para el que más ofenda». 

Vulgaridad, vulgaridad me acosa. 


Ah, me han comprado la ciudad y el hombre. 
Hazme tener tu cólera sin nombre: 
Ya me fatiga esta misión de rosa. 

¿Ves al vulgar? Ese vulgar me apena, 


Me falta el aire y donde falta quedo, 
Quisiera no entender, pero no puedo: 
Es la vulgaridad que me envenena. 

Me empobrecí porque entender abruma, 


Me empobrecí porque entender sofoca, 
¡Bendecida la fuerza de la roca! 
Yo tengo el corazón como la espuma. 

Mar, yo soñaba ser como tú eres, 


Allá en las tardes que la vida mía 
Bajo las horas cálidas se abría... 
Ah, yo soñaba ser como tú eres.

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