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AÑO 2 febrero de 2023 - MONTEVIDEO

Bienvenidos a la lectura de nuestra revista cultural online de


distribución gratuita. Pretendemos contribuir con ella, a la cultura local
y universal a través de notas, publicaciones, comentarios y humor.
Colaboran en esta oportunidad los autores:

Graciela Leguizamón

Laura Russi

Clara Nancy Denis López

Elisabeth Batista

Almari Albarenque

Editor responsable: Samuel Levin.


Gracias
El mago
El alquimista se volvió y me miró
¡qué extraño! –dije yo-
¿qué sabes tú de magia?
-preguntó-

De magia, yo no sé nada
yo sólo sé de amor.

Del amor del más preciado


el que sale del corazón.

Y ¿qué crees que usan los magos?


-inquirió-

Creo que usan el ingenio,


la audacia y la invención.

Usan el amor querida,


en primera dimensión.
La segunda y la tercera
la ocupan los espacios.

En la quinta y en la sexta
casi tienes razón.

Pero la voz del ingenio


tan sólo es la voz de Dios.

Tal vez libertad


Quisiera ser ese ave
que surca feliz los cielos.

A ti, misterio incansable,


que encaras con fuerza al viento.

A ti diminuto y bello
que guardas un gran secreto.
Tú no conoces fronteras
ni barreras a tu vuelo.

Pero pronto te destruyen


ya que nunca sientes miedo.

Porque en tu gran “escapada”


sobrevuelas el desierto.

Y ellos dicen ser mejores


oscuro resentimiento.

Y en el fondo, se descubre,
que tan sólo sienten miedo.

Del libro “Percepciones” editado en Calameo por Abrace en 2022.


Evasión
Percibí a mi espalda
un poderoso enemigo
que, en presurosa escapada
confundí con un amigo,
que me tendía su mano
para salvar un destino
de amarguras y esperanzas
sin salida ni sentido.

Me aferré ciega a su faldas,


como un enfermo a su alivio
sin pensar que tras su imagen,
un veneno indefinido
iba a transportarme en vida
a una muerte, a un camino
tan oscuro largo y frío
que lejos ya de la entrada
no encontraría el principio.
Sensaciones

En busca de los sentidos


la luna se acerca
se pierden los ojos
se van las estrellas.

El alma navega
sin rumbo
hacia tiempos
lejanos en pena
queridos del frío.

Olvidos frecuentes renuevan mi alma


palabras sonoras en una añoranza.

Recuerda a los niños


los viejos pasean
la vida transmite
en onda directa.
La antena se rompe
y tus ojos se agrandan
se oyen los gritos,
susurran… mañana.

Del libro “Sólo Palabras” editado por Abrace en 2021.

El día en que el sol salió


Mitad luz, mitad sombras
levanté la mirada y seguí
por un camino empedrado
hacia la vida de antaño.

Volví, pero nunca


volví a tu lado.

Ya entre sombras desperté


a la luz del nuevo día
sin querer ya más volver.
La espina
Se hace difícil el camino
entre las espinas tortuosas
de mentiras mediocres.

A veces se hace difícil


el camino
ante el sufrimiento pagano
de los más inocentes.

A veces allanamos el camino


abriendo nuestro corazón
y ofreciendo nuestra sonrisa…

…a los que, de noble corazón


la reciben como una caricia.

Del libro “Añoranzas” (inédito).

Elizabeth Batista
Elizabeth Batista

Mi nombre es Fabiana Elizabeth Batista Viadero.

Nací en Montevideo, el 05/11/1969.

Fui al jardín de infantes evangélico de Br. Artigas y Gral.


Flores y concurrí por tres meses al Sagrado Corazón, para
cursar primero de escuela.

En ese momento emigré junto con mi familia a España; en primer lugar Lejona, (Vizcaya),
Pamplona y Vitoria.

Cursé allí, a partir de 2º de escuela y hasta 4º año de liceo, en diferentes colegios, liceos o
institutos.

5º y 6º lo hice en el Liceo Nº 26 (Armando Acosta y Lara), finalizado en 1988.

En 1989 cursé Administración en U.T.U. de Comercio “Villa Muñoz” y en 1990 entré a


Facultad de Derecho.

Allí cursé hasta 1993 en el que abandoné para dedicarme a dar clases particulares, actividad
que llevé a cabo durante más de una década, para finalmente concurrir al Instituto de
Profesores de Treinta y Tres durante el breve período en el que radiqué en esa ciudad.

El año pasado retomé la Facultad.

Mi primer empleo fue en 1989, promocionando una base de datos para “Ingeniería de
Sistemas”, y actualmente, y desde 2014, trabajo en DNI (Dirección Nacional de Industrias, del
Ministerio de Industria, Energía y Minería).

Escribo desde los quince años, habiendo publicado mi primera obra “Sólo Palabras”, hace
poco más de un año.

Integro el grupo cultural Abrace y soy colaboradora en el programa “Con Aroma de Café”.
Resiliencia
Algunas veces,
siento la necesidad de sacar afuera,
todo lo que no me permite avanzar y recuperarme,
para volver a la vuelta de la esquina,
a esa esquina,
donde un día me perdí y dejé de ser yo, la que era,
para convertirme en la que soy.
Aún no puedo conformarme en ser lo que soy y de lo que sin embargo veo,
al mirar mi interior.
Me miro y me siento como el hierro,
forjado a fragua y martillo.
Y a cada golpe,
siento que me voy convirtiendo en esto que soy.
En esto que ni siquiera sé qué soy.
Pero de algo estoy segura:
es de que antes de cerrar mis ojos,
voy a volver a ser quien soy!!!
Sé que en alguna vuelta de tuerca,
de esas que nos presenta el destino de los seres humanos...
voy a ser quien quiero y debo ser!!!!

Clara Nancy Denis López

Clara Nancy Denis López


Uruguaya 74 años. Jubilada podría decir de muchos oficios ama de casa
costurera tejedora artesana doméstica y al final de mi tiempo laboral
Cooperativista en 3 cooperativas Sociales. Al fin hoy soy jubilada de varios de
estos oficios menos los que se quedaron en mi corazón. No te jubilas, de mamá o
ama de tu hogar. O madre de 11 hijos. Porque esto me lleva a ser abuela de 50
nietos bis abuela de 30 y tantos bis nietos. Fui nacida y criada en el barrio buceo.
Esquina memorable Rivera casi Comercio. Pero llevo viviendo en La teja desde
1976. En 1970 y tantos años no se puede tener una escueta biografía si quieres
que te conozcan porque hoy voy a darles a conocer como pienso (equivocada o
no) sobre variados temas, desde mi grupo de adultos mayores y Gracias a mi
amiga Nelly X. Y a la revista.!!
"EL BAÑO DEL SAPO"

Joaquina miraba extasiada el ir y venir de todos que con pasos rápidos y frases cortas lo

resolvían todo. La voz de su abuela se oía suave y firme entonando su canción preferida en

tanto horneaba sus deliciosos panes dulces.

Su abuelo había salido temprano en su fiel tordillo rumbo al centro del pueblo, con una

larga lista de pedidos y su cartita para Papá Noel.

¡Le daba gusto ver a sus tías adornando con jazmines el patio y a sus tíos cortando leña

para su tradicional fogata navideña!

En esos días, el campo se vistió de dorado por la cosecha del trigo y a Joaquina le

encantaba, incluso a veces se imaginaba zambulléndose en él.

Después de las esperadas lluvias, el arroyo estaba de fiesta y ella cada vez que conseguía

que la acompañasen, llegaba hasta su orilla con la ilusión de descubrir alguna nueva

especie de sapo, su animal preferido.

Se sentía muy feliz porque a la mañana siguiente llegarían sus citadinos primos y eso solo

podía augurar días y noches de juegos, cuentos y risas; por eso había arreglado muy bien

su cuarto y bañado a sus peluches, para poder prestárselos a su prima más chiquita.

La mañana del veinticuatro de diciembre amaneció soleada y cálida. Joaquina se despertó

con el delicioso aroma a choclo asado y oyendo la voz de su cariñoso primo Tomás,

llamándola insistentemente. ¡Joaquina, Joaquina, llegamos!

Se levantó, vistió y peinó muy rápido. Ni bien salió de su cuarto él la estaba esperando, la

agarró y le dio tres vueltas por el aire, como hacía cada vez que llegaba de visita y eso a

ella le causaba mucha risa.


La casa se llenó de voces infantiles y todos se divirtieron mucho con la famosa carrera de
embolsados, que como siempre, la ganó su primo Pablo.
Poco antes de que el sol se fuera a dormir, a pedido de Joaquina, ella y sus primos acom-
pañados por una tía visitaron el arroyo, pero tampoco esta vez descubrió una nueva
especie de sapo. Volvieron justo a tiempo para bañarse y aprontarse para la cena.
¡Qué felicidad sentía Joaquina porque habían venido sus primos!
Más tarde cuando ya estaban todos sentados alrededor de la mesa, vieron como de pronto, el
tío Ramón comenzó a dar saltitos, primero tocándose un hombro y luego tratando de agarrar
a un sapo, que al no haber sido invitado a la cena tuvo que huir, no sin antes darse un
chapuzón en la sabrosa fuente de ensalada de frutas.
Los chicos fueron los que más se lamentaron. ¡Su postre preferido se había estropeado
por el baño de un sapo!
Sarita enojada le dijo bajito a Joaquina -"¿Viste? Te dije que no lo trajeras del arroyo."
Joaquina estaba arrepentida, pero no podía solucionarlo; su sapo ya se había ido. El resto
de la noche transcurrió entre cantos, risas y aplausos. Cuando se fueron a dormir,
Joaquina y sus primos estaban muy cansados; pero aún así ella miró al cielo y pidió por
favor que le perdonaran su travesura para que Papá Noel le traiga sus regalos.
Almarí

Almarí Albarenque
Nacionalidad: uruguaya
Profesión: Educadora

Arte: Escritora de poesía, narrativa y dramaturgía; actriz.


A la fecha se han presentado dos obras de teatro, escritas y
guionadas por mí.
La primera es una idea colectiva que surgió como producto
de un hecho histórico y la segunda es de mi total autoría.
Reconocimientos recibidos:
Premios Redafu ( recibido en dos ocasiones.)
Premios Destaque Victoria, Premios Federación mundial de mujeres grandes maestras y
Premios Nelson Mandela.
Feminismo, origen l

Te “suena” el nombre de Ferdinand Valerie Fanneau de la Cour?

Estamos en la segunda mitad del siglo XIX, precisamente en el año 1871, específicamente en una facultad de

medicina, cuando un estudiante Ferdinand-Valérie Fanneau de la Cour, titula su tesis doctoral cómo: “Du

fèminisme et de l'infantilisme chez les tuberculeux” (Del feminismo y el infantilismo en los tuberculosos).

De esta forma ese joven médico definía una patología que aquejaba a los varones que sufrían tuberculosis,

“neologismo que describía el debilitamiento o 'feminización' que sufrían los varones aquejados por la

tuberculosis”. Desde entonces... corrió mucha agua bajo el puente.

Ya en 1622 una filósofa y escritora francesa, Marie Le Jars de Gournay, (1565 - 1645) escribía De l’Égalité

des hommes et des femmes. Nombre poco mencionado sin embargo constituye una mente importante en el

camino de los logros para las mujeres. Hija de un filósofo, Marie fue una mujer valiente al enfrentarse a la

misoginia de su época. Época del humanismo en donde se pone al hombre como tal en el centro del todo,

dejando el individualismo como espacio de reflexión, es también en este momento que la mirada de las

mujeres, comienza a buscar su espacio reflexivo.

No era fácil hacer reclamos, en esos tiempos, ya que no olvidemos que cualquier reclamo, manifestación de

inteligencia o sabiduría en la mujer eran considerados como un acto de brujería y por consiguiente, la quema

en la hoguera su terrible castigo.

Podremos considerar a Marie Le Jars de Gournay, como una inspiradora de los movimientos que tuvieron

lugar en los siglos XIX y XX.

“Convertida en hija adoptiva espiritual, de Michel de Montaigne y a pesar de las críticas recibidas por sus

ideas acerca de la igualdad de sexos, Marie le Jars escribió, en 1622, Sobre la igualdad de hombres y

mujeres. En sus páginas, la escritora defendía algo que se repetiría de manera reiterada en los siglos

posteriores, que las mujeres y los hombres sólo se diferencian físicamente y que si las mujeres no estaban

capacitadas para abordar cuestiones como la ciencia o la filosofía o la política era simplemente porque se les

había vetado el acceso al conocimiento” (cita de Sandra Ferrer Valero, periodista y apasionada de la

historia, Blog Mujeres en la Historia).


El siglo XVIII y la Revolución Francesa, abre una nueva ventana en el pensamiento siendo propicia dicha

ventana para que aparecieran mujeres como Marie Gouze, seudónimo de, Marie Gouze, Olympe de Gouges,

revolucionaria, filósofa, defensora de los derechos de las mujeres y autora de la Declaración de los

Derechos de la Mujer y de la Ciudadana.(1748 - 1793).

“Como otras feministas de su época, militó a favor de la abolición de la esclavitud. Detenida por su defensa

de los girondinos fue juzgada sumariamente y murió guillotinada”. (Wiki) “Conquistando espacios la mujer en

Europa del siglo XVIII triunfa en los ambientes filosóficos, literarios, artísticos y hasta científicos en la

Europa del siglo XVIII, y en particular en Francia. Son musas en sus salones parisinos. Son escritoras de

novelas, de obras de teatro, de tratados, de ensayos, de cartas, de memorias, traducciones, etc.”

El escritor Juan Sisinio Pérez Garzón comienza su libro Historia del feminismo diciendo _ “El feminismo es

el hijo no querido de la Ilustración”. Nació como dice Amelia Valcárcel, porque algunas mentes ilustradas –

mujeres todas ellas, con alguna contadísima excepción – lo concibieron, lo trajeron al mundo y el nuevo

vástago fue creciendo y reproduciéndose, cada vez con más ímpetu, de generación en generación. El

feminismo remata una Ilustración que, sin las reivindicaciones feministas, no se habría completado.

(FEMINISMO EN EL MUNDO GLOBAL de Amelia Valcárcel).

Garzón divide los períodos del feminismo en tres grandes olas: Feminismo ilustrado, Feminismo Sufragista y

Feminismo Contemporáneo. En la primera ola se enfoca en dos autores: Poullain de la Barre y la escritora

Mary Wollstonecraft.

Según Garzón, la idea de igualdad de Poullain de la Barre (1647 - 1723) se basa en un dogma estrictamente

cartesiano: la mente es algo separado del cuerpo. Su creencia de que "Las mujeres son tan dignas, tan

perfectas y tan capaces como los hombres" se basa en su idea de que la inteligencia en unos y otros es

similar como también coloca en esta primera ola a la escritora Mary Wollstonecraft quien publicó en 1792 la

'Vindicación de los derechos de las mujeres', texto-ensayo contra los teóricos políticos y educacionales que

defendían que la mujer no debía tener acceso a la educación. Fue autodidacta, ya que entendió que una buena

formación cultural era el único medio que tenía para defenderse. Abrió una escuela femenina con disciplinas,

más allá de las establecidas para mujeres, pero las dificultades económicas la llevaron a su cierre.

Ambos filósofos, pensadores y escritores, formarán parte de la primera ola feminista o como lo llama

Juan Sisinio Pérez Garzón “Feminismo Ilustrado”.Es importante resaltar que a mediados del siglo XIX,
aún discursos contrarios tenían vigencia en las tribunas públicas. En 1872, el escritor francés Alexandre

Dumas hijo (1824-1895) publicó el panfleto titulado "El hombre-mujer". En este texto, Dumas desconoció

ideas como las del liberalismo de John Stuart Mill. Mill que defendía la libertad de todo individuo, con

independencia de su sexo, origen étnico o situación social. Sumada la obra de Mary Wollstonecraft, (1792),

texto consultado en la última parte de la nota “Historia del Feminismo De Juan Sisinio Pérez Garzón”.

Grace Leguizamón

Grace Leguizamón
Uruguaya, nacida en Montevideo. Escritora, poeta, comunicadora.
Artesana. Creadora de proyectos culturales de literatura tales como
Libro sin Tapas, Del Delantal a la Pluma, REDAFU (Red de Escritores y
Artistas Afro), Reescribiendo a Quiroga, Traduciendo a América,
Des:Velos y el grupo de Poetas Emergentes, entre otros. Impartió
talleres de etiqueta y protocolo. Creó el espacio “Encuentro con la
Lectura” en la Feria del Libro de Uruguay con apoyo de la Cámara del
Libro. Fue invitada especial a la FIL de Guadalajara en México dos años,
en donde en uno de esos años tuvo la oportunidad de ser presentadora
y moderadora.

Viajó durante 4 años por toda latinoamérica. Ha dado charlas y talleres en Uruguay y en distintos países de
habla hispana para niños y adultos sobre la historia de los afrodescendientes. Moderó los Café poéticos del
grupo aBrace.

Está incluída en varias antologías de América. Tiene varios libros de artista y un cuento largo titulado Aquina
Gabina la que cuenta historias con apoyo de MIDES

Todos sus proyectos han sido declarados de Interès Cultural por el MEC. Las Jornadas de Literatura y Arte Afro
también fueron declaradas además por el Ministerio de Turismo. Dos de sus proyectos fueron declarados de
Interés Presidencial.

En la actualidad produce y conduce dos programas de radio uno donde difunde a personas de distintas
actividades y otro con temática variada.
Comidas Típicas del Uruguay

Como sabemos nuestro país tiene un fuerte ingreso económico en esta temporada desde el
punto de vista turístico, ofreciendo sus hermosos paisajes naturales y culturales. Pero a esta
propuesta es indispensable agregarle la oferta gastronómica. Por lo tanto vamos a hacer referencia a
las comidas típicas del Uruguay que nos identifican a nivel mundial.
La gastronomía de Uruguay es el resultado de la fusión de las cocinas italiana y española. A
esto se agrega la de otros países europeos, de la cocina criolla y, en menor medida, de la cocina
amerindia.

La parrillada, un tipo de barbacoa, es quizás la comida más popular. La cocción se realiza con
las brasas de la madera y no con carbón, como en el caso de la barbacoa. Tanto en Montevideo como
en zonas del interior del país, es común encontrar restaurantes, bares y centros de comida donde la
carne constituye el menú principal. Por lo general, el consumo de carne vacuna y porcina predomina
notoriamente sobre los de otros animales. No obstante, el conejo, la liebre, el ñandú, el pato, el pollo
y el jabalí cuentan con gran representación en las áreas rurales.

El asado, el pollo a la parrilla o al spiedo, el chorizo, la morcilla, los chinchulines, mollejas,


tripa gorda, chotos y la pamplona (arrollado de carne de cerdo o de pollo, relleno de queso, jamón,
pimiento, aceitunas o pasas de uva) siguen siendo los platos preferidos por más de la mitad de la
población.

Asado con cuero

El asado con cuero es un método de


cocción de la carne, característico de la tradición
gaucha. Es un plato típico de la región
rioplatense, en el que se asa carne vacuna u ovina
con el cuero. La cocción se puede realizar en una
parrilla o en un pincho o espiedo al aire libre. En
el caso de la carne vacuna existen dos variantes:
una con pelo y otra con el cuero pero sin el pelo.
Habitualmente en este tipo de preparación se
utilizan animales jóvenes.

La cocción lleva varias horas con brasa a


fuego lento, de manera de que el cuero no se
queme. La finalidad de asar con el cuero es para
que la carne no se seque con el calor y aportar
sabor al plato.
Chivito
El chivito es un plato tradicional uruguayo, creado en la localidad de Montevideo. Es un
sándwich de carne vacuna (generalmente de lomo a la plancha), a la que se agregan jamón cocido,
panceta (tocino), queso mozzarella, lechuga, tomate, rodajas de huevo duro y morrón (pimiento) y
mayonesa. Es común que se lo acompañe con una porción de papas fritas, ensalada rusa u otras
guarniciones.

Empanada
La empanada se prepara con una masa fina a base de trigo y se consume tanto frita como
horneada. A lo largo de los últimos años, este plato ha adquirido una enorme popularidad. Su origen se
remonta a la llegada de inmigrantes gallegos a Uruguay, desde finales del siglo xix hasta mediados del
xx, que instalaron principalmente confiterías en Montevideo y el interior del país. El éxito que obtuvo
propició su producción y su correspondiente extensión a otros departamentos. Se encuentran comercios
especializados en la venta de empanadas y tartas, que combinan recetas e ingredientes nacionales con
aquellos regionales y de otros países.

Las empanadas más comunes son las dulces rellenas


de membrillo, dulce de leche y ricota con pasas, y las
saladas gallega, de jamón y queso, de queso y cebolla y
de carne vacuna, agridulce o picante.
Torta frita
La torta frita es una masa de harina de trigo cocida en grasa (vacuna u ovina), manteca o
aceite vegetal. A veces lleva levadura, huevo, leche o azúcar. Por lo general es de forma circular y
tiene un pequeño hueco en el centro para que no se infle la corteza.

Antiguamente era habitual cocinar tortas fritas en las tardes de los días lluviosos para
acompañar el mate. Se les puede agregar dulce de leche, azúcar o sal.

Milanesa
La inmigración italiana de fines del siglo xix y comienzos del siglo xx, introdujo la milanesa,
hecha con carne vacuna pasada por huevo y pan rallado, tanto frita como horneada. Además, se
consume la milanesa al pan (baguette con tomate, lechuga, mayonesa) y la milanesa a la napolitana,
cubierta de salsa de tomate, orégano, jamón y queso mozzarella. También se preparan pollo, pescado,
carne ovina o porcina.
Dulce de Leche
Este dulce hecho a base de azúcar y leche es muy popular en toda Sudamérica, aunque
también es llamado arequipe en algunos países, y está muy arraigado a la cultura de Uruguay, ya que
puede ser su país de origen. Esta delicia es muy versátil, pues se usa como acompañante para muchos
platillos.

El Mate
El mate es una bebida endémica de toda la región del Río de la Plata, con un gran arraigo en
Uruguay, pues era consumida por los indígenas, los guaraníes, desde antes de la colonización. Esta es
una infusión hecha con la yerba mate, y se bebe caliente de un recipiente con el mismo nombre y
usando una “bombilla”, el cual es un sorbete especial.
Queso Colonia
El queso Colonia es un queso de leche vacuna de pasta semidura
(entre 36 y 45 % de agua), cocido y prensado. Tiene entre 40 y 59,9
% de materia grasa, una maduración de entre cuatro y doce meses y
una aspereza de suave a media. Es un queso de alta humedad,
consistencia elástica, de color blanco amarillento a amarillento, textura
lisa y uniforme, olor suave y sabor ligeramente dulce. Su forma es
cilíndrica y chata. Los ojos son grandes, de entre 2 y 20 mm de
diámetro, no muy numerosos y repartidos uniformemente.

Es una variedad originaria de la región de Nueva Helvecia en el


departamento de Colonia. En sus orígenes era un queso muy similar a
los quesos suizos como el gruyer y el emmental. Con el correr de los
años las características de este queso fueron variando, al extenderse
su fabricación.

El Chajá
El Chajá fue creado por Orlando Castellano, propietario de la Confitería Las Familias en la
ciudad de Paysandú el 27 de abril de 1927.1 Es un postre típico de toda la zona cercana a Paysandú.
En junio de 2022 fue galardonado por Taste Atlas como uno de los mejores 50 postres del mundo,
ubicando el postre sanducero en el lugar 19.

Debe su nombre al chajá, un ave que habita en las zonas centro y sur de América del Sur, y
que en particular es abundante en la Provincia de Entre Ríos (Argentina) y en todo el Uruguay.

Los componentes del postre son merengue, bizcochuelo, crema doble y sus frutas
características son el durazno y la frutilla. El año pasado se incorporó el tomate. También se pueden
elaborar variantes con dulce de leche y chocolate. Esta torta es consumida tradicionalmente en los
cumpleaños argentinos, siendo la más popular durante el siglo XX. Sin embargo, no se la conoce tanto
por el nombre "Chajá", como sí sucede en el Uruguay.
CURRÍCULUM LAURA RUSSI

● Maestra

● Trabajó en Primaria y Colegio privado


● Experiencia como maestra en escuelas de contexto
crítico, común y práctica docente.
● Colabora en los programas radiales: Mente Curiosa,
Navidad de Jazmines y Con Aroma de Café.
El potro salvaje
Era un caballo, un joven potro de corazón ardiente, que llegó del desierto a la ciudad, a vivir del
espectáculo de su velocidad.

Ver correr aquel animal era, en efecto, un espectáculo considerable. Corría con la crin al viento y
el viento en sus dilatadas narices. Corría, se estiraba; y se estiraba más aún, y el redoble de sus
cascos en la tierra no se podía medir. Corría sin regla ni medida, en cualquier dirección del
desierto y a cualquier hora del día. No existían pistas para la libertad de su carrera, ni normas
para el despliegue de su energía. Poseía extraordinaria velocidad y un ardiente deseo de correr.
De modo que se daba entero en sus disparadas salvajes, y esta era la fuerza de aquel caballo.

A ejemplo de los animales muy veloces, el joven potro tenía pocas aptitudes para el arrastre.
Tiraba mal, sin coraje ni bríos ni gusto. Como en el desierto apenas alcanzaba el pasto para
sustentar a los caballos de tiro, el veloz animal se dirigió a la ciudad a vivir de sus carreras.

En un principio entregó gratis el espectáculo de su gran velocidad, pues nadie hubiera pagado una
brizna de paja por verlo -ignorantes todos del corredor que había en él. En las bellas tardes,
cuando las gentes poblaban los campos inmediatos a la ciudad -y sobre todo los domingos-, el joven
potro trotaba a la vista de todos, arrancaba de golpe, deteníase, trotaba de nuevo husmeando el
viento, para lanzarse por fin a toda velocidad, tendido en una carrera loca que parecía imposible de
superar y que superaba a cada instante, pues aquel joven potro, como hemos dicho, ponía en sus
narices, en sus cascos y su carrera, todo su ardiente corazón.

Las gentes quedaron atónitas ante aquel espectáculo que se apartaba de todo lo que
acostumbraban ver, y se retiraron sin apreciar la belleza de aquella carrera.

“No importa -se dijo el potro, alegremente-. Iré a ver a un empresario de espectáculos y ganaré,
entretanto, lo suficiente para vivir.”

De qué había vivido hasta entonces en la ciudad, apenas él podía decirlo. De su propia hambre,
seguramente, y de algún desperdicio desechado en el portón de los corralones.

Fue, pues, a ver a un organizador de fiestas.


-Yo puedo correr ante el público -dijo el caballo- si me pagan por ello. No sé qué puedo ganar; pero
mi modo de correr ha gustado a algunos hombres.

-Sin duda, sin duda… -le respondieron-. Siempre hay algún interesado en estas cosas… No es
cuestión, sin embargo, de que se haga ilusiones… Podríamos ofrecerle, con un poco de sacrificio de
nuestra parte…

El potro bajó los ojos hacia la mano del hombre, y vio lo que le ofrecían: era un montón de paja, un
poco de pasto ardido y seco.

-No podemos más… Y, asimismo…

El joven animal consideró el puñado de pasto con que se pagaban sus extraordinarias dotes de
velocidad, y recordó las muecas de los hombres ante la libertad de su carrera, que cortaba en
zigzag las pistas trilladas.

“No importa -se dijo alegremente-. Algún día se divertirán. Con este pasto ardido podré,
entretanto, sostenerme.”

Y aceptó contento, porque lo que él quería era correr.

Corrió, pues, ese domingo y los siguientes, por igual puñado de pasto cada vez, y cada vez dándose
con toda el alma en su carrera. Ni un solo momento pensó en reservarse, engañar, seguir las rectas
decorativas, para halago de los espectadores que no comprendían su libertad. Comenzaba el trote
como siempre con las narices de fuego y la cola en arco; hacia resonar la tierra en sus arranques,
para lanzarse por fin a escape a campo traviesa, en un verdadero torbellino de ansia, polvo y
tronar de cascos. Y por premio, su puñado de pasto seco que comía contento y descansado después
del baño.

A veces, sin embargo, mientras trituraba su joven dentadura los duros tallos, pensaba en las
repletas bolsas de avena que veía en las vidrieras, en la gula de maíz y alfalfa olorosa que
desbordaba de los pesebres.

“No importa -se decía alegremente-. Puedo darme por contento con este rico pasto.”

Y continuaba corriendo con el vientre ceñido de hambre, como había corrido siempre.
Poco a poco, sin embargo, los paseantes de los domingos se acostumbraron a su libertad de
carrera, y comenzaron a decirse unos a otros que aquel espectáculo de velocidad salvaje, sin reglas
ni cercas, causaba una bella impresión.

-No corre por las sendas, como es costumbre -decían-, pero es muy veloz. Tal vez tiene ese
arranque porque se siente más libre fuera de las pistas trilladas. Y se emplea a fondo.

En efecto, el joven potro, de apetito nunca saciado y que obtenía apenas de qué vivir con su
ardiente velocidad, se empleaba siempre a fondo por un puñado de pasto, como si esa carrera
fuera la que iba a consagrarlo definitivamente. Y tras el baño, comía contento su ración, la ración
basta y mínima del más oscuro de los más anónimos caballos.

“No importa -se decía alegremente-. Ya llegará el día en que se diviertan…”

El tiempo pasaba, entretanto. Las voces cambiadas entre los espectadores cundieron por la ciudad,
traspasaron sus puertas, y llegó por fin un día en que la admiración de los hombres se asentó
confiada y ciega en aquel caballo de carrera. Los organizadores de espectáculos llegaron en tropel
a contratarlo, y el potro, ya de edad madura, que había corrido toda su vida por un puñado de
pasto, vio tendérsele en disputa apretadísimos fardos de alfalfa, macizas bolsas de avena y maíz -
todo en cantidad incalculable-, por el solo espectáculo de una carrera.

Entonces el caballo tuvo por primera vez un pensamiento de amargura, al pensar en lo feliz que
hubiera sido en su juventud si le hubieran ofrecido la milésima parte de lo que ahora le introducían
gloriosamente en el gaznate.

“En aquel tiempo -se dijo melancólicamente- un solo puñado de alfalfa como estímulo, cuando mi
corazón saltaba de deseos de correr, hubiera hecho de mi al más feliz de los seres. Ahora estoy
cansado.”

En efecto, estaba cansado. Su velocidad era, sin duda, la misma de siempre, y el mismo el
espectáculo de su salvaje libertad. Pero no poseía ya el ansia de correr de otros tiempos. Aquel
vibrante deseo de tenderse a fondo, que antes el joven potro entregaba alegre por un montón de
paja, precisaba ahora toneladas de exquisito forraje para despertar. El triunfante caballo pesaba
largamente las ofertas, calculaba, especulaba finalmente con sus descansos. Y cuando los
organizadores se entregaban por último a sus exigencias, recién entonces sentía deseos de correr.
Corría entonces, como él solo era capaz de hacerlo; y regresaba a deleitarse ante la magnificencia
del forraje ganado.
Cada vez, sin embargo, el caballo era más difícil de satisfacer, aunque los organizadores hicieran
verdaderos sacrificios para excitar, adular, comprar aquel deseo de correr que moría bajo la
presión del éxito. Y el potro comenzó entonces a temer por su prodigiosa velocidad, si la entregaba
toda en cada carrera. Corrió entonces, por primera vez en su vida, reservándose, aprovechándose
cautamente del viento y las largas sendas regulares. Nadie lo notó -o por ello fue más aclamado
que nunca-, pues se creía ciegamente en su salvaje libertad para correr.

Libertad… No, ya no la tenía. La había perdido desde el primer instante en que reservó sus fuerzas
para no flaquear en la carrera siguiente. No corrió más a campo traviesa ni a fondo ni contra el
viento. Corrió sobre sus propios rastros más fáciles, sobre aquellos zigzag que más ovaciones
habían arrancado. Y en el miedo siempre creciente de agotarse, llegó el momento en que el caballo
de carrera aprendió a correr con estilo, engañando, escarceando cubierto de espumas por las
sendas más trilladas. Y un clamor de gloria lo divinizó.

Pero dos hombres, que contemplaban aquel espectáculo, cambiaron algunas tristes palabras.
-Yo lo he visto correr en su juventud -dijo el primero-; y si uno pudiera llorar por un animal, lo
haría en recuerdo de lo que hizo este mismo caballo cuando no tenía qué comer.
-No es extraño que lo haya hecho antes -dijo el segundo-. Juventud y hambre son el más preciado
don que puede conceder la vida a un fuerte corazón.

Joven potro: Tiéndete a fondo en tu carrera, aunque apenas se te dé para comer. Pues si llegas sin
valor a la gloria, y adquieres estilo para trocarlo fraudulentamente por pingüe forraje, te salvará
el haberte dado un día todo entero por un puñado de pasto.

Horacio Quiroga

Horacio Quiroga
Nació en Salto, Uruguay, en1878.
Falleció en Buenos Aires, Argentina, en 1937.
Estudió en Montevideo y pronto comenzó a
interesarse por la literatura. Inspirado en su primera
novia escribió Una estación de amor (1898) y
fundó en su ciudad la Revista de Salto (1899).
Marchó luego a Europa, donde conoció a Rubén Darío
y resumió sus recuerdos de esta experiencia en Diario de viaje a París (1900). A
su regreso fundó el Consistorio del Gay Saber, cenáculo modernista que pese a su
corta existencia presidió la vida literaria de Montevideo y las polémicas con el
grupo de Julio Herrera y Reissig.

Ya instalado en Buenos Aires publicó Los arrecifes de coral (1901) poemas,


cuentos y prosas líricas de gusto modernista, seguido de El crimen del otro
(1904), la novela breve Los perseguidos (1905), producto de un viaje con
Leopoldo Lugones por la selva misionera hasta la frontera con Brasil, y la más
extensa Historia de un amor turbio (1908). En 1909 se radicó precisamente en la
provincia de Misiones, donde se desempeñó como juez de paz en San Ignacio,
localidad famosa por sus ruinas de misiones jesuíticas, a la par que cultivaba
yerba mate y naranjas.

Nuevamente en Buenos Aires, trabajó en el consulado de Uruguay y dio a la


prensa las colecciones de relatos Cuentos de amor, de locura y de muerte (1917),
Cuentos de la selva (1918) y El salvaje (1920), y la obra teatral Las sacrificadas
(1920). Le siguieron nuevas recopilaciones de cuentos, como Anaconda (1921), El
desierto (1924), La gallina degollada y otros cuentos (1925) y el que es quizá su
mejor libro de relatos, Los desterrados (1926). Colaboró en diferentes periódicos y
revistas: Caras y Caretas, Fray Mocho, La Novela Semanal y La Nación, entre otros.

En 1927 contrajo segundas nupcias con una joven amiga de su hija Eglé, con
quien tuvo una niña. Dos años después publicó la novela Pasado amor, sin mucho
éxito. Sintiendo el rechazo de las nuevas generaciones literarias, regresó a
Misiones para dedicarse a la floricultura. En 1935 publicó su último libro de
cuentos, Más allá. Hospitalizado en Buenos Aires, se le descubrió un cáncer
gástrico, enfermedad que parece haber sido la causa que lo impulsó al suicidio, ya
que puso fin a sus días ingiriendo cianuro.
José Belloni
Nació en Montevideo en 1882, hijo de un inmigrante suizo, proveniente de Lugano, y
de una vasca española. Ocho años después sus padres se separan, su madre y sus
hermanas permanecen en Montevideo y él viaja con su padre a la ciudad de Lugano,
(Suiza), donde comenzó su carrera artística en la Escuela Cantonal de Arte con el
maestro Luigi Vassalli, en la Escuela Profesional de dicha ciudad. Vuelto al Uruguay
obtuvo por concurso una beca de escultura en el año 1899. Regresó a Europa, donde
concurrió a la Academia de Múnich, continuó enviando anualmente sus trabajos a las
exposiciones de esa ciudad, como asimismo a las de Roma, Ginebra, Budapest,
Lugano, Lausana y Neuchâtel. Enseñó dibujo profesional en Tesino (Suiza).

Finalizada su beca regresó a Montevideo, donde fue designado por la Comisión del
Círculo de Fomento de Bellas Artes, para dirigir las clases de modelado y de dibujo
ornamental, cargo que ocupó hasta el año 1914, cuando con motivo de la muerte
del director, el pintor Carlos María Herrera, fue designado para ocupar esa vacante.

En 1951 comienza la maqueta de El Entrevero, obra que continuará ampliando y


mejorando hasta 1964. En 1954 viajó nuevamente a Europa, expuso en Lugano
una serie de obras vinculadas a las tradiciones camperas del Uruguay. Dentro de
su vasta obra cabe mencionar el monumento a La Carreta, emplazado en el
Parque José Batlle y Ordóñez, una de las más admirables obras del género
escultórico, que alcanzara justa fama universal, así como La Diligencia, ubicada en
el Prado, obra de similares características a la anterior.

Paralelamente a su producción artística se desempeñó en la docencia, al frente de la


clase de modelado y dibujo al natural y modelo vivo en la Facultad de Arquitectura.
Una desbordante tarea de taller absorbió lo mejor del genio creador del artista.

Entre las diversas esculturas y monumentos ubicados en lugares públicos de


Montevideo se puede citar: los monumentos a Ansina, El Aguatero, José Enrique Rodó y
Guillermo Tell.

Belloni falleció en 1965 Montevideo, donde continuaba trabajando intensamente en sus


esculturas a los 83 años de edad. El monumento El Entrevero fue inaugurado en 1967 en
la Plaza Fabini.
La diligencia

La carreta
El entrevero

Guillermo Tell José Enrique Rodó


Detalle de La carreta

Detalle de La diligencia

Detalle de El entrevero
Se ha terminado de editar tanto en formato papel como en ebook
mi libro Poesías de Utopías-Editorial Arted
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