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Todo esto significa que los usuarios, tanto ciudadanos como trabajadores públicos, van a
necesitar dominar más que nunca tecnologías de cierta complejidad, como certificados
electrónicos y firma electrónica, lo cual es imposible sin asentar una serie de fundamentos
que veremos a lo largo de este curso.
Para el usuario:
o Comodidad: Evitar colas, desplazamientos y horarios
o Rapidez: Acceso inmediato a la información pública.
o Acceso universal. La ubicación geográfica y proximidad de oficinas
administrativas deja de ser un problema.
Para la administración:
o Reducción de costes y tiempos de tramitación.
o Reducción del número de errores.
o Menor peso burocrático para el trabajador público.
Se podría pensar que la implantación de la administración electrónica
supone también la necesidad de menos empleo público.
Este temor es recurrente cuando adoptamos nuevos procesos
tecnológicos. Debemos recordar que ocurrió lo mismo cuando se
introdujo la máquina de escribir, o posteriormente con la implantación
de los ordenadores. Hacía falta menos gente para hacer el trabajo en
menos tiempo.
Sin embargo, no tiene porqué ser así y, de hecho, no ha sido así. La
introducción de nueva tecnología supone también la posibilidad de
oferta de nuevos servicios al ciudadano, que tienen que ser atendidos
por personal público. Esos servicios precisarán de una reorganización
del trabajo, tareas nuevas, menos burocracia y empleados públicos
mejor preparados.
o Menor uso de papel. Eficacia a la hora de almacenar, organizar y localizar
documentación.
Para la sociedad:
o Impulso de la sociedad de la información: estimula la participación y
aprendizaje del ciudadano.
o Impulso económico en regiones geográficamente desfavorecidas
o Menos carga para las empresas, les reduce costes y aumenta su productividad:
(contratación electrónica, factura electrónica, modelos de cotización
electrónicos en la seguridad social, etc.).
El objetivo es sustituir progresivamente el uso del papel y de los trámites convencionales por
los medios tecnológicos y los procesos digitales. Para conseguirlo es imprescindible mantener,
e incluso mejorar, las garantías de seguridad jurídica de los procedimientos administrativos.
Concretamente, tenemos que conseguir lo siguiente:
Alta Disponibilidad:
o En la administración tradicional, La disponibilidad de los documentos y
servicios es la que puedan permitir los recursos materiales y humanos
disponibles.
o En la administración electrónica conseguimos en la mayor parte de los
procesos una disponibilidad 24x7 (24 horas/día y 7 días/semana), mediante
servidores redundantes, centros de respaldo, etc.
Durante el curso veremos las técnicas que nos permitirán garantizar algunos de los puntos
anteriores, como los procesos de comunicaciones seguras, el certificado digital o la firma
electrónica.