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La educación especial se refiere a una variedad de servicios que pueden ser ofrecidos de

diferentes maneras y en diferentes entornos. No se trata de un enfoque que se aplique por “igual
a todos”. La educación especial está diseñada para satisfacer las necesidades particulares de cada
estudiante que tenga una discapacidad.

La educación especial se enfoca en ayudar a los niños con discapacidades a aprender. Pero eso no
significa colocarlo en un salón especial todo el día. De hecho, la ley federal dice que los niños que
reciben servicios de educación especial deben recibir educación en el mismo salón que los demás
niños tanto como sea posible.

Las personas con discapacidad son aquellas que tienen deficiencias físicas, mentales, intelectuales
o sensoriales a largo plazo que, al interactuar con diferentes barreras, puedan impedir su
participación plena y efectiva en la sociedad, en igualdad de condiciones con los demás.”

Cuando hablamos de discapacidad intelectual nos referimos al término que reemplaza al de


retraso mental como parte del cambio en el lenguaje para referirnos hacia las personas que tienen
esta condición. La discapacidad intelectual es una limitación en el funcionamiento intelectual y en
el adaptativo que se manifiesta en la dificultad para desarrollar habilidades conceptuales, sociales
y de adaptación al entorno, limitaciones que coexisten con otras las cuales pueden desarrollarse a
través de una buena intervención.

Discapacidad intelectual leve:


Se caracteriza porque quienes la tienen se sitúan entre 50 y 70 de Cociente Intelectual
presentando un retraso cognitivo y una ligera afectación del campo sensoriomotor, son personas
capaces de hacer parte del sistema educativo, formarse e incluso tener actividad profesional, eso
sí, su aprendizaje lleva muchísimo más tiempo que el de otras personas.

Discapacidad intelectual moderada:


Este nivel, que se sitúa por debajo de 50 en cociente intelectual, lo que genera la necesidad
constante de una supervisión, tanto en la educación como en el trabajo, aunque, con mucha
terapia pueden tener cierto grado de autonomía.

Discapacidad intelectual grave:


Es cuando el Cociente Intelectual se haya entre 20 y 35, haciendo que quienes la padecen
necesiten de una constante supervisión, ya que casi siempre se presenta con daños a nivel
neurológico. Esto hace que el individuo tenga habilidades reducidas, poca o nula compresión
lectora y numérica.  Aquí, normalmente las personas se comunican con holofrases. Legalmente se
les considera incapaces de tomar sus propias decisiones.

Discapacidad intelectual profunda:


Es uno de los más infrecuentes, y es el de los diferentes tipos de discapacidad intelectual el más
temido por los padres, pues quienes la padecen tienen una capacidad de cociente intelectual
menor a 20. Esto implica un cuidado de forma permanente y la tasa de supervivencia es muy baja,
ya que suele aparecer acompañada de problemas neurológicos, entre otros. Sus habilidades
motoras son limitadas y su capacidad comunicativa es bastante baja o inexistente. Tratándose de
condiciones que se presentan de formas distintas, en algunas personas con discapacidad
intelectual se pueden presentar aspectos relacionados con la discapacidad motriz, por lo que es
necesario reconocer que cada paciente es único en su situación y en la forma como se relaciona
según sus avances y dificultades que tenga.

Para entender las diferencias entre integración e inclusión hay que aclarar que en las sociedades
desarrolladas y en sus comunidades educativas se ha ido extendiendo en los últimos años una
visión acorde con la integración social que, junto a las leyes introducidas, configuran un nuevo
modelo educativo de atención a la diversidad.

La integración se basa en la normalización de la vida de los alumnos con necesidades educativas


especiales. La inclusión plantea el reconocimiento y valoración de la diversidad como un derecho
humano, lo cual sitúa sus objetivos como prioritarios a todo nivel. Dado que la heterogeneidad es
entendida como normal, la inclusión se dirige a todas las personas.

La integración se centra en los alumnos con necesidades educativas especiales, para los que se
habilitan determinados apoyos, recursos y profesionales, mientras que la inclusión se basa en un
modelo sociocomunitario en el que el centro educativo y la comunidad escolar están fuertemente
implicados, conduciendo al mejoramiento de la calidad educativa en su conjunto y para todos los
alumnos. Se trata de una organización en sí misma inclusiva, en la que todos sus miembros están
capacitados para atender la diversidad.

Es una persona que realiza su trabajo con entusiasmo y con la finalidad de enseñar todo lo posible
a sus alumnos. Quien sabe transmitir sus conocimientos de forma amena, que motive a los
alumnos y les haga sacar lo mejor de si mismos. ... Un buen docente es aquel que aprende de sus
alumnos

Tiene que sentir interés por la Enseñanza y tener curiosidad sobre las técnicas que se desarrollan
en cada ciclo. 3- Disfrutar o tener interés en ayudar a los alumnos en su desarrollo personal y
social. 4- Tener aptitudes para la comunicación, la capacidad de interacción o la creatividad. 5- Ser
capaz de liderar.

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