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INSTITUTO MEXICANO DE EDUCACIÓN

INTEGRAL
IMEI PLANTEL TLAXCALA

LICENCIATURA: CRIMINOLOGÍA

LOS EFECTOS CAUSADOS EN MENORES POR PADRES


PRIVADOS DE LA LIBERTAD

TESIS
QUE PARA OBTENER EL TÍTULO DE
LICENCIATURA EN CRIMINOLOGÍA

PRESENTA:
ELIZABETH LÓPEZ FLORES

Asesores:

Tlaxcala, México. 2022.


Dedicatoria
El presente trabajo de investigación, se lo dedico mis padres con todo mi amor porque
ellos son la motivación de mi vida mi orgullo de ser lo seré y que han sabido formarme con
buenos sentimientos, valores y enseñadas lo cual me ha ayudado a seguir adelante en mi
vida en los momentos más difíciles.

A mis abuelos maternos que desde el cielo me ilumina para seguir adelante en mi camino
día a día, gracias por formar parte de mi vida, valores, sentimientos y que han sido pilar
para seguir adelante.

Agradecimiento.

El principal agradecimiento a Dios quien me ha guiado y me ha dado la fortaleza para


seguir adelante en mi carrera y proyectos.

A mis padres, María del Carmen Flores Domínguez y Genaro López Sánchez por su
comprensión, estímulo constate y amor, además de su apoyo incondicional a lo largo de mis
estudios.

A mis abuelos maternos, Carmen Flores Domínguez y Salvador Flores Tonix por su amor y
guiarme por el buen camino en mi niñez.

A mí hermana Nancy López Flores por a ver apoyándome y guiándome a lo largo de mi


carrera de igual manera por su apoyo incondicional.

Y a Gustavo Pérez Morales por haberme ayudado a encontrar un gran tema de tema de
investigación, y por su apoyo incondicional, su comprensión, estímulo constate y amor.
RESUMEN.

La presente tesis realiza el análisis y evaluación de aquellos niños que sufren por ser
etiquetados por padres privados de la libertad lo que conlleva al menor de edad presentar
conductas antisociales, al no conocer alguna institución que pueda defender los derechos de
los niños por ser etiquetados dentro del entorno familiar, en las instituciones educativas por
los compañeros, maestros e padres de familias y etiquetados por la sociedad por tener un
padre o madre privado de la libertad.

Las instituciones educativas no tiene el suficiente conocimiento para saber sobrellevar un


problema familiar que está pasando el menor y son pocas las instituciones que pueden
sobrellevar un situación en alto grado. Estos menores de edad puede sufre tristeza, ser
violentos y estar frustrado por ser etiquetados de sus compañeros de clases ya sean niños o
niñas por tenerte padres privados de la libertad.

ABSTRACT.

This thesis carries out the analysis and evaluation of those children who suffer from being
labeled by parents deprived of their liberty, which leads to the minor presenting antisocial
behavior, not knowing any institution that can defend the rights of children for being
labeled within from the family environment, in educational institutions by peers, teachers
and parents of families and labeled by society for having a father or mother deprived of
liberty.

Educational institutions do not have enough knowledge to know how to cope with a family
problem that the minor is going through and there are few institutions that can cope with a
situation to a high degree. These minors can suffer sadness, be violent and frustrated at
being labeled by their classmates, whether they are boys or girls, for having parents
deprived of their liberty.
INTRODUCCIÓN.

El encarcelamiento de un miembro de la familia tiene efectos negativos en el entorno


familiar, ya da por si vulnerable, en la economía familiar y en el cuidado de los niños, los
niños se sienten abandonados por los padres e invisibles para el estado, la privación de
libertad de un padre o cuidador también expone a los niños a los riesgos de trabajo infantil,
el etiquetamiento, el internamiento en instituciones y la vida en la calle a situación de
violencia, abuso y explotación.

Cómo es lógico, la situación resulta aún más difícil para los niños de familias
monoparentales, que suelen sufrir desarraigo sí abandono físico y emocional, y corre más
riesgo de terminar internados o con conductas antisociales, sobre todo cuando el progenitor
encarcelado es la madre., Además, cuando las madres están en la cárcel, toda la
responsabilidad de cuidar a los hermanos suelen recaer en las hijos mayores.

La necesidad de trabajar y obtener ingresos, la desorganización y la falta de autoridad en el


hogar, y la incapacidad del sistema educativo para acoger a estos niños contribuyen a
agudizar las dificultades de aprendizaje, el ausentismo y las tasas de abandono escolar por
no tener el conocimiento adecuado para sobrellevar la situación que el menor está pasando
dentro de su etapa de vida.

El encarcelamiento de un progenitor también limita las oportunidades de recreación de los


niños y su participación en el juego y las actividades educativas y sociales, también sufre
menoscabo del derecho infantil a la salud. Los niños describir sentimientos de tristeza,
soledad, dolor, miedo, vergüenza, odio y rabia que pueden causar situaciones de estrés
grave, lo que a su vez afecta al desarrollo del cerebro.

En general los niños de 6 a 12 años expresan sentimientos de tristeza por la ausencia de su


miembro de la familia, mientras que los adolescentes manifiestan sobretodo sentimientos de
ira, en algunos casos como consecuencia de violencia que practicaba de los padres privados
de la Libertad. No obstante, cuando el gente de la violencia doméstica era el progenitor
encarcelado, los niños también puede
sentirse liberados o pueden seguir los pasos que su padre para satisfacer su ausencia y que
él se sienta orgulloso del menor por tener la misma conducta antisocial.

La incapacidad del sistema educativo para acoger a los niños cuyos tutores adultos o
padres están privados de la libertad contribuye a un mayor índice de ausentismo y abandono
escolar de igual manera un bajo rendimiento escolar dentro de las instituciones educativas,
los niños que tienen un padre o cuidador privado de la libertad suelen ser objetivo de
estigmatización, discriminación, etiquetamiento y condena social, y corren más riesgo de
sufrir violencia en la escuela y en la comunidad. Con frecuencia los rechazan, evitan o
teme, con los consiguientes sentimientos de aislamiento, vergüenza, rabia y desesperanza.

Los niños con padres o cuidadores privados de la libertad también experimentan violencia
cuando acuden a visitarlos. En la mayoría de los casos, el contacto con los funcionarios de
las prisiones es una experiencia negativa y se caracteriza por la violencia y la falta de
respeto. En general, los niños hacen hincapié en que, por culpable que sea su familiar, ellos
deben ser tratados con respeto, los niños expresan ira y frustración contra el sistema que no
protege sus derechos ni a los de sus familias y sienten que las presiones son lugares donde
los sentimientos de violencia irá de esos familiares no hacen sino acrecentarse.
CAPÍTULO I . PROPÓSITO Y ORGANIZACIÓN

1.1 Planteamiento del problema.


En la actualidad encontramos muchas personas privadas de la Libertad en los centros de
reinserción social en el estado de Tlaxcala por diferentes delitos, muchos de ellos tienen
hijos menores de edad, que al igual que ellos viven una situación de discriminación social
que los lleva a desarrollar una conducta característica de baja autoestima al saber que
alguno de sus padres ha cometido algún delito, tal situación orilla a que los menores
presenten dificultades en su desarrollo psicológico, educativo, social y familiar.

Los menores muchas veces presentan conductas de defensa que los conlleva a la
discriminación por compañeros de la escuela y de su entorno, los cuales comienzan con
ofensas y muchas veces terminan en peleas de las cuales las instituciones educativas no
tienen el conocimiento adecuado para saber llevar la situación provocando que
posteriormente los menores sean víctimas de bullying o incluso de lesiones; los maestros
pueden llegar a caer en el etiquetamiento de los menores y dar información errónea a los
demás alumnos o al resto de los padres de familia quiénes se convierten en los primeros en
promover las ofensas y el rechazo a los hijos de padres privados de su libertad.

1.2 Preguntas de investigación.

1. ¿Es en la escuela donde surge el etiquetamiento hacia los menores que sus padres
estan privados de la libertad?

2. - Las instituciones educativas tiene el suficiente conocimiento para saber


sobrellevar a menores cuyos padres están privados de la libertad?

3. ¿Existe alguna institución que defienda los derechos de los hijos menores de
edad que sus padres se encuentran privados de su libertad?
4. ¿Cuál es el comportamiento del menor al ser etiquetado por compañeros de la
escuela al saber que alguno de sus padres está privado de su libertad?
5. ¿Qué sexo (niño o niña) realiza una conducta antisocial hacía los menores que
tienen un padre privado de la libertad?

1.3 Propósito de la investigación.

La finalidad de esta tesis es ayudar y encontrar los efectos que pueden causar algunas
instituciones educativas y otros individuos a aquellos menores de edad cuyos padres están
privados de la libertad y puedan encontrar de igual manera una solución adecuada para que
no sean víctimas ante la sociedad ni ser etiquetados al pasar una etapa de su vida por la
situación legal qué atraviesan sus padres.

1.4 Objetivo general.

Proponer alternativas de ayuda para que los menores sobrelleven los


problemas de la situación que atraviesan por que sus padres se encuentran
privados de su libertad.

1.5 Objetivos específicos.

1.- Limitar conductas delictivas derivadas por los delitos cometidos por sus
padres.
2.- Ayudar de manera psicólogica a los menores para evitar la deserción y/o el
bajo rendimiento académico.
3.- Integrar a los menores de edad a grupos sociales sin ser etiquetados.

1.6 Justificación de la investigación.

El etiquetamiento provoca daños que marcan la vida del menor de edad en su desarrollo
físico, emoción, conductual, educacional y social en cuál puedo marcar en su futuro
provocando un desviación en conducta que deriva en delitos y conllevarlo a se una persona
primo delincuente por seguir los pasos o ejemplo de sus padres privado de la libertad y al
no tener una ayuda profesional para saber sobrellevar una situación que enfrente los
menores de edad por nos saber la información correcta sobre sus derechos como niños,
niñas y adolescentes .

Hipótesis.
La criminología tiene un papel muy importante para la prevención de las conductas
derivadas a las que son sometidos los menores de edad por tener un padre privado de la
libertad el cual rompe el patrón delictivo de los padres al ser ejemplo, esto conlleva a darles
programas preventivos de conductas delictivas y proporcional un manual de prevención a
niños con PPL y de autoestima a las cuales ayudarán a sobrellevar las discriminaciones de
las cuales son víctimas por el proceso legal que enfrentan sus padres contra la ley.

1.7 Alcances y limitaciones

Los obstáculos al ofrecer la ayuda pueden ser rechazados por los mismos padres al no
aceptar el apoyo profesional para sus hijos por temor y desconocimiento de sus derechos
ante la ley y así nos sean etiquetados por la situación legal de sus padres.

Está investigación no tiene un fin económico para apoyar a los menores por padres privados
de la libertad sino solo darles la información adecuada por medio de programa
y ofrecer un manual gratuito a diversas instituciones para canalizar a las familias y reciban la
ayuda necesaria.

Está investigación pueden lograr un mejor desarrollo en los menores con ayuda de
información adecuada y profesional a través de esta tesis para dar a conocer sus derechos de
los niños, niñas y adolescentes cuyos padres está privados de la libertad y no ser
etiquetados ni discriminados por instituciones educativas, entorno familiar y ante la
sociedad

CAPITULO ll . MARCO TEÓRICO.

2.1 Niñas y niños con madre o padre privado de su libertad.

2.1.1 INFORME DE ESTADÍSTICA EN MÉXICO DE NIÑOS Y NIÑAS


CON PADRES PRIVADOS DE LA LIBERTAD 2019 – 2020

Antecedentes.

De acuerdo al Cuaderno Mensual de Información Estadística Penitenciaria Nacional del


mes de abril del 2018 del Órgano Administrativo Desconcentrado de Prevención y
readaptación Social (OADPRS) hasta ese mes, en México existían 10,541 mujeres privadas
de libertad y 436 niños y niñas que viven en alguno de los Centros de Reclusión del país.
Tan solo en el CEFERESO 16 del estado de Morelos hasta junio del 2020 había 812
mujeres internas, con un total de 1626 hijos e hijas, de los cuales 1616 NNA que viven al
exterior y 10 que viven con ellas al interior del centro lo cual implica que son menores de 3
años. De acuerdo al informe de la Comisión Nacional de Derechos Humanos al respecto,
así como a las principales necesidades identificadas de las niñas y niños que viven en
prisión con sus madres, están relacionadas con: la falta de cuidados y servicios médicos
para las mujeres embarazadas y lactantes; las necesidades de alimentación adecuada para
niñas y niños, espacios adecuados para ellas y ellos, atención pediátrica en los centros o
cercana a ellos, la educación a las mujeres para una crianza positiva que genere vínculos
afectivos sanos y la estimulación sensomotora en los primeros años de vida. De igual forma
se detecta la importancia de vincular los servicios federales, estatales y municipales de
protección a la infancia dentro de los centros de privación de la libertad y el cuidado
ulterior al egreso de los mismos, reforzando los vínculos familiares y sociales de las niñas y
niños.

De la misma forma, la CNDH hace observaciones sobre que en los establecimientos para
mujeres deben existir instalaciones especiales para el tratamiento de las reclusas
embarazadas, de las que acaban de dar a luz y de las convalecientes. Cuando se permita a
las madres reclusas conservar a su niño, deberán tomarse
disposiciones para organizar una guardería o estancia de bienestar infantil, con personal
calificado, donde estarán los menores cuando no se hallen atendidos por

sus madres. Mencionan que la Regla 48 señala que las reclusas embarazadas o lactantes
recibirán asesoramiento sobre su salud y dieta, y se les suministrará gratuitamente, al igual
que a los bebés, alimentación suficiente.

2.1.2 Acciones realizadas en 2019.

Dentro de la Comisión para la protección integral de niñas, niños y adolescentes la SE


SIPINNA adquirió el compromiso de implementar una estrategia de protección integral
para la garantía de derechos de niñas niños y adolescentes, con referente adulto privado de
su libertad, el cual quedó registrado en el Anexo programático del programa de trabajo de la
Comisión para la protección Integral de niñas, niños y adolescentes de la CONAGO,
enmarcada dentro de las acciones para los gobiernos de las entidades federativas por los
derechos de niñas, niños y adolescentes 2019- 2022.

El objetivo es: Implementar mecanismos de coordinación que permitan garantizar el acceso


a los derechos asociados a la supervivencia y desarrollo integral de hijas e hijos menores de
18 años de madres privadas de su libertad. Las metas a lograr son: Meta 1. Contar con un
censo actualizado de la situación de las hijas e hijos que viven con sus madres privadas de
su libertad y de las y los que viven fuera de los Centros Penitenciarios y que sean menores
de 18 años. Meta 2. Dar una atención integral al total de las hijas y los hijos menores de 18
años de mujeres que viven con ellas en Centros Penitenciarios. Meta 3. Diseñar e
implementar una estrategia que permita a las autoridades estatales articular los programas y
recursos suficientes para garantizar integralmente los derechos de las hijas e hijos de
mujeres que viven fuera de los centros penitenciarios y que sean menores de 18 años.

En torno a la Justicia de Adolescentes, es decir, aquella que aplica a personas mayores de


12 años y menores de 18, es importante recordar que, aunque existe una pequeña
proporción de mujeres adolescentes al sistema, algunas de ellas
pueden ser madres, estar embarazadas o en la etapa de lactancia y tener a sus hijas e hijos
con ellas durante el internamiento. Por lo que es importante que las políticas de detección
de estos casos, su evaluación, seguimiento y protección integral apliquen a este grupo.

2.1. 3 Acciones realizadas en 2020.

Con la Dirección de Instituciones Abiertas del Órgano Administrativo Desconcentrado de


Prevención y Readaptación Social desde marzo hasta junio del 2020 se elaboró y revisó la
Cédula para identificación de necesidades para el establecimiento y fortalecimiento del
vínculo familiar, aplicada como un instrumento piloto de diagnóstico a 785 mujeres de las
812 que se encuentran privadas de libertad en el CEFERESO 16 en el estado de Morelos.
Su aplicación se realizó en el mes de junio, obteniendo información respecto a sus hijas e
hijos en cuanto a sus necesidades en los ámbitos de salud, educación y bienestar. La
SESIPINNA, solicitó al OADPRS compartir los resultados, con la finalidad de que las
Secretarias Ejecutivas de los SIPINNAS estatales, tuvieran información puntual para que se
implementen acciones que permitan a las autoridades locales incidir en beneficio de los
NNA hijas e hijos de padres y/o madres privadas de la libertad.

En este sentido se realizaron reuniones de coordinación interinstitucional entre la Dirección


de Puertas Abiertas del Órgano administrativo desconcentrado de prevención y
readaptación social de la Secretaría de Seguridad Pública, las autoridades del CEFERESO
16, las Secretarias Ejecutivas de los estados de Nuevo León, Tamaulipas, México, Ciudad
de México, Veracruz, Guerrero, Michoacán y Morelos, y la SE del SIPINNA nacional para
trabajar e iniciar con la implementación del mecanismo de atención a las necesidades de
salud, bienestar y educación de las y los niños con madre privada de su libertad en el
CEFERESO 16 que viven en

esos estados. Por otro lado, también se tuvo vinculación con organizaciones de la sociedad
civil y organismos especializados para gestionar la capacitación al personal del
CEFERESO 16 en cuanto a temas de crianza con ternura y prevención del embarazo
adolescente con la finalidad de que la información se multiplique con las mujeres internas.
El planteamiento para la continuidad y extensión de la atención
a las necesidades de las NNA hijas e hijos es atender las necesidades del 100 % de las y los
niños identificados a partir de esa cédula aplicada y que se encuentran en el resto de los
estados con quienes no se ha establecido el contacto, paralelamente realizar la aplicación de
la Cédula de identificación de necesidades en otros centros federales y posteriormente en
los Centros Penitenciarios Estatales para brindar atención a las niñas y niños que viven con
sus madres internas.

2.2 Las niñas y niños invisibles en las cárceles de México


Se considera niñas y niños “invisibles” a aquellos menores de edad cuya existencia y
necesidades son desconocidas o pasan desapercibidas para el Estado, por lo que no se les
otorgan cuidados o medidas especiales de atención, y se encuentran en desprotección ante
situaciones que ponen en peligro su integridad, tales como la violencia, la delincuencia, la
privación de su libertad, entre otras; estas niñas y niños, en su mayoría, no se encuentran al
cuidado de su familia, pueden carecer de documentos de identidad, o no ser escuchados en
la toma de decisiones que les afecten.

Bajo esta consideración, se requiere especial atención a las niñas y niños que acompañan a
sus madres en reclusión, ya que al formar parte de la población penitenciaria, sufren
afectaciones considerables en su realidad, puesto que los hace sufrir las deficiencias del
sistema penitenciario mexicano, quedando sujetos al control institucional de la autoridad
penitenciaria, para quienes sus necesidades no están presentes o son invisibles.

En México, no ha existido un consenso sobre la edad máxima en que se permite a las niñas
y niños invisibles acompañar a sus madres, oscilando entre los 0 y 6 años de edad, no
siendo hasta la publicación de la Ley Nacional de Ejecución que se ha fijado la edad límite
para ello; en la actualidad, esta ley establece que las hijas e hijos de las mujeres privadas de
la libertad, pueden permanecer dentro del Centro Penitenciarios durante las etapas postnatal
y de lactancia, o hasta que la niña o el niño hayan cumplido tres años de edad.
En este entendido, es de resaltar que de acuerdo con el Diagnostico Nacional de
Supervisión Penitenciaria 2019, en México existían 362 niñas y niños que acompañaban a
sus madres en reclusión sin embargo, al no ser estudiados todos los centros penitenciarios
del país, se estima que son más de 400 las niñas y niños en esta situación.

Estas niñas y niños invisibles cuentan con derechos inalienables e irrenunciables, por lo que
ninguna persona o institución debe vulnerarlos o desconocerlos bajo ninguna circunstancia,
sin embargo, en el contexto de la reclusión, no se otorgan los medios necesarios para su
ejercicio.

En este orden de ideas, para el estudio de esta situación, se debe apreciar el principio de
interés superior de la niñez, el cual se consagra en el artículo cuarto constitucional, en
virtud del cual, en todas las decisiones y actuaciones del Estado, deberán prevalecer
aquellas medidas que ofrezcan mayor beneficio para la niñez, especialmente para la
satisfacción de sus necesidades de alimentación, salud, educación y sano esparcimiento.

En el mismo sentido, la Convención de los Derechos del Niño, instrumento más ratificado a
nivel mundial, en su preámbulo, reconoce que las niñas y niños, por sus propias
características físicas y psicológicas, requieren de medidas especiales de atención para la
garantía de sus derechos, por lo que el Estado debe garantizar su acceso a través de todos
los medios, incluyendo la asignación presupuestal y de recursos humanos.

Por otra parte, el artículo 10 de la Ley General de los Derechos de Niñas, Niños y
Adolescentes, establece la obligación de las autoridades en el ámbito de sus competencias,
de adoptar medidas de protección especial para los derechos de niñas, niños y adolescentes
que se encuentren en situación de vulnerabilidad por circunstancias específicas.

Por su parte, las Reglas de las Naciones Unidas para el tratamiento de las reclusas y
medidas no privativas de la libertad para las mujeres delincuentes (Reglas de Bangkok)
señalan la necesidad de contar con instalaciones y artículos necesarios
para satisfacer las necesidades de higiene para el cuidado personal de niños que acompañan
a sus madres, así como alentar y facilitar el contacto de las reclusas con sus hijas e hijos, y
en su caso, establecer las condiciones para que las mujeres puedan amamantarlos y
brindarles el máximo de posibilidades de dedicar su tiempo a su cuidado.

Dichas reglas, también señalan que el Estado debe suministrar gratuitamente alimentación
suficiente y puntual, dotar servicios permanentes de atención de salud especializada, así
como implementar ajustes razonables a efecto de que el entorno previsto para la crianza sea
el mismo que el de los que no viven en centros penitenciarios.

A pesar del anterior marco de protección, en México no existe una asignación material ni
presupuestal suficiente para la protección y garantía de las niñas y niños que acompañan a
sus madres, puesto que no se les considera de atención prioritaria. La privación de la
libertad es una circunstancia en la cual la persona deja de tener completo control sobre su
esfera física y personal, quedando a disposición de la persona que ha llevado a cabo dicha
privación, por lo cual, las obligaciones constitucionales de respeto y garantía se refuerzan, y
deben ser aplicadas por la autoridad penitenciaria. Esta circunstancia reviste especial
importancia en el contexto en el cual los sistemas penitenciarios no se encuentran alineadas
con los estándares internacionales, como lo es el caso de México, mostrando una crisis
multidimensional, y la cual tiene como principales consecuencias la afectación de los
derechos humanos de las personas privadas de su libertad y de sus familias. Es notorio que
este contexto afecta de manera diferencial a las niñas y niños, quienes principalmente son
víctimas del hacinamiento y el autogobierno en las cárceles, las cuales afectan su sano
esparcimiento, y las expone a diversas dinámicas de violencia. El entorno de las niñas y
niños invisibles se caracteriza por pobreza, inseguridad y hostilidad, constituyéndose como
una circunstancia negativa para su desarrollo, generando la presencia de problemas
psicosociales, y en su caso, pueden convertirse en patologías de difícil desarraigo. Este
contexto ha sido analizado por la Comisión Nacional de los Derechos Humanos, la cual en
su informe
sobre las mujeres internas en centros de reclusión de la República Mexicana, ha señalado la
preocupación por las condiciones y el trato que se brinda a las mujeres y a los niños y niñas
que acompañan a sus madres, visibilizando la necesidad de garantizar el respeto a los
derechos humanos de estas personas que se encuentran en situación de vulnerabilidad, en
particular por la falta de instalaciones que garanticen estancia digna, deficiencias en el
servicio médico y de educación, alimentación, clasificación. Este organismo de derechos
humanos, también ha reportado que en centros del país donde habitan mujeres, las
principales problemáticas son la insuficiencia de personal de seguridad y custodia,
Insuficiencia o inexistencia de actividades laborales y de capacitación, deficientes
condiciones materiales e higiene de instalaciones, deficiente separación entre procesados y
sentenciados, insuficiencia de vías para la remisión de quejas de probables violaciones a los
derechos humanos, insuficiencia en programas para la prevención y atención de incidentes
violentos, actividades ilícitas, extorsión y sobornos, inexistencia y deficientes condiciones
materiales e higiene de la cocina y/o comedores. En los centros penitenciarios mexicanos,
también existe carencias de áreas para atender las necesidades de las mujeres y a sus hijas e
hijos para brindarles una estancia digna y segura, en virtud de que en muchos casos son
lugares que originariamente fueron destinados para alojar a hombres y que en el camino se
han tenido que adaptar para albergar también a mujeres.” Finalmente, es de señalar que de
acuerdo con la organización “Reinserta” en los resultados de su diagnóstico sobre
percepción sobre el desempeño penal que, el 73% de las mujeres consultadas indicaron que
no contaron con la asistencia para la canalización de las hijas e hijos a su cargo y tomar las
decisiones que más les favorezcan.

2.3 Los niños y las niñas invisibles de los encarcelados.


Detrás de la gran mayoría de los hombres o mujeres privados de libertad existen una o
varias familias y, en muchos casos, uno o varios hijos. ¿Qué sabemos de ellos?

Según un estudio recientemente publicado por organizaciones de la sociedad civil


especializadas en la defensa de los derechos de la niñez, existen en América Latina y el
Caribe aproximadamente 1.900.000 niños y niñas con un padre o madre encarcelada.

El Comité de los Derechos del Niño de Naciones Unidas en sus recomendaciones


elaboradas en el marco del día de debate anual 2011, destaca la ausencia de estadísticas,
estudios o metodologías de trabajo específicas para niños/as que viven y se desarrollan
como personas con uno de sus padres encarcelados. En consecuencia, estos niños y niñas –
como ocurre en gran medida con los familiares de personas encarceladas- son
prácticamente invisibles para las autoridades, los representantes de la sociedad civil y
especialistas, tanto en temas de niñez como de seguridad ciudadana.

A pesar de la capacidad de adaptación que muchos de ellos desarrollan, ser invisibles para
las políticas públicas tiene consecuencias muy concretas, tanto en el ámbito del hogar y las
relaciones intrafamiliares, como en la escuela y la vida comunitaria. Por ejemplo:

 Que ni las autoridades ni los representantes de la sociedad civil conocen en


qué medida sus necesidades y derechos son atendidos por la inversión social
en niñez, las políticas públicas sectoriales y los sistemas de promoción y
protección de derechos tanto nacionales como locales, impactando esto
negativamente en su crecimiento y desarrollo.
 Que el sistema educativo no capacita ni apoya en forma adecuada a los
docentes que los educan ni hace todo lo posible para que la escuela
sea un espacio de humanidad y desarrollo integral ante la situación que viven,
transformándose en un espacio de discriminación y estigmatización.
 Que las mujeres que los cuidan y forman en el hogar (muchas de ellas
víctimas de violencia de género) carecen del apoyo y acompañamiento
necesario del estado y de la sociedad civil llevando esto muchas veces a una
adultización de los roles de los niños/as dentro del hogar.
 Que las iniciativas de reinserción o rehabilitación de personas privadas de
libertad incluyan poca o nula orientación y formación sobre cómo desarrollar
y ejercer una paternidad positiva durante el tiempo de cumplimiento de la
pena y luego de la misma.

Afortunadamente, existen algunas iniciativas regionales y nacionales de los gobiernos pero


especialmente desde la sociedad civil que están haciendo algo al respecto.

En diálogo con autoridades públicas, agencias internacionales y otros actores estratégicos


(donantes, universidades, iglesias), se puede vislumbrar verdaderas ventanas de oportunidad
para introducir mejoras sostenibles en un contexto socio- cultural y político-institucional
marcado fuertemente por los temas del delito y la inseguridad ciudadana.

Tomando como referencia los resultados de los últimos estudios, es importante que las
autoridades, especialistas, asesores y líderes comunitarios tengan en cuenta los tres
siguientes principios básicos para la acción:

Los niños y niñas con un padre o madre privado de libertad son inocentes, no han cometido
ningún delito ni deben ser castigados ni sufrir ningún tipo de violencia en el hogar, la
escuela, la comunidad o el sistema penitenciario y judicial, por la
conducta de sus padres. La Convención sobre los Derechos del Niño ratificada por todos
los países de la región los protege.

Para documentar lo que se está haciendo bien y para identificar lagunas y pensar respuestas,
un buen primer paso es preguntarse y evaluar en qué medida las políticas públicas de
infancia, la inversión social en niñez y los mecanismos de protección de derechos existentes
protegen y promueven todos los derechos de los niños y niñas con un padre o madre
privado de libertad. Esto incluye el derecho a la alimentación, la salud y educación, a la
vida familiar, la vivienda y también el derecho a participar, a no ser discriminados y a ser
escuchados.

Es inteligente, posible y necesario expandir las alianzas y oportunidades de colaboración


con la sociedad civil – aprovechando su probada capacidad técnica, experiencia y
legitimidad territorial y compromiso ético con los niños y niñas – para producir
conocimiento y herramientas concretas para trabajar en forma integral con esta población.

2.4 Manual de recomendaciones para atender a niños, niñas y adolescentes


con padres y madres privados de la libertad.

2.4.1 ¿Qué se debe hacer con el niño o la niña frente a la separación?

Cuando la madre debe permanecer en el penal por un tiempo indefinido, y el niño o la niña
ya es mayor de tres años, es importante:

Preparar al niño o a la niña para la futura separación. Con el niño trabajar el tema de la
separación a través de juegos, escenas, títeres, cuentos análogos, hasta que vayan
asimilando. Los profesionales en el penal prepararán a la madre brindando orientación
psicológica y social. De la misma manera se debería solicitar a los profesionales del centro
penitenciario orientación a los padres sustitutos.

 Hablarle de la situación poco tiempo antes de la separación.


 Ubicar previamente el lugar donde el niño o niña permanecerá.
 Realizar salidas previas con el fin de que el niño o la niña se aclimate al nuevo
hogar.
 Llevarlo con una persona con la que el niño o la niña tenga ya un vínculo afectivo
importante.
 Es importante hablarle con la verdad al niño o la niña, a pesar que le cause llanto.
Siempre es más saludable la verdad que la mentira. Es la verdad la que genera
confianza en los demás.

2.4.2 Síntomas frecuentes de los niños y niñas separados de sus padres.

Los niños y las niñas pueden presentar múltiples y diferentes síntomas al verse separados de
sus padres.

 Los menores de cinco años pueden presentar conductas de apego muy intensas con
el familiar sustituto, temiendo ser separados nuevamente de la persona a la que le
tiene confianza. No quieren dormir solos y hacen pataletas, y pueden presentar
conductas de pánico cuando los adultos a su cargo salen y los dejan solos.
 Otros niños y niñas regresan a conductas de niños más pequeños, como orinarse en
los pantalones o en la cama, chuparse el dedo, o comenzar a hablar como bebés.
 Otros pueden tener pesadillas en las noches, o dificultades para comer o dormir. Es
importante tener paciencia, acogerlos y acompañarlos a sus camas.
 Un niño o niña en edad escolar puede presentar dificultades en las tareas escolares,
perder la concentración, mostrar mucha ansiedad mordiéndose las uñas, moverse
mucho, o presentar problemas de conducta en el colegio.
 Otros presentan síntomas corporales, como dolores de cabeza o de estómago, sin
una causa física que los explique. Y otros se vuelven agresivos o dominantes con
otros niños u adultos.
2.4.3 los adolescentes, hijos e hijas de personas privadas de libertad.

Algunas características.

Esta es una edad difícil para todos. Entre los 12 y los 18 años se experimentan grandes
cambios corporales.

Normalmente, en la adolescencia empieza un proceso de separación de los padres, pero en


los hijos de personas encarceladas el procecorporalede adelantar.

Muchos jóvenes se ven obligados a desarrollar roles de adultos tempranamente para cuidar
de hermanos menores. Cuando los padres regresan a casa, a pesar de ya ser adultos,
presentan conductas adolescentes como si hubieran estado esperando a los padres para
“hacer recién su adolescencia”.

En esta etapa de la vida, los amigos son muy importantes y pasan a ser el grupo de
referencia y apoyo para mitigar la ausencia de los padres.

Los adolescentes se ven forzados a asumir, de manera prematura, roles adultos en estas
situaciones extremas, ellos no tienen aún la madurez emocional para ello, por lo que se ven
forzados a funcionar y necesitan mucho del apoyo de las redes sociales más cercanas, como
la familia, profesores y amigos.

2.4.4 ¿Qué conductas de los adolescentes deben preocuparnos?

Conductas de riesgo como consumir drogas, enrolarse en pandillas o en grupos armados.


Las Adolescentes que no tienen contacto afectivo con su madre, pueden desplazar el afecto
hacia la pareja y salir embarazadas a temprana edad, o buscar afectos con personas de su
mismo sexo. Se pueden dar casos de explotación sexual infantil.

Cuando se aíslan.

Cuando se enferman con frecuencia.


Cuando tienen conductas antisociales, como el hurto. Esta es una manera de expresar la
pérdida de figuras importantes para su vida.

Cuando abandonan las clases y bajan su rendimiento, es importante acudir al centro


educativo y hablar con el tutor.

Cuando tienen problemas en la casa y huyen de ella y se refugian en la calle con alguna
pandilla. Es importante encontrar una figura de identificación positiva, un adulto digno de
admiración que pueda tener ascendencia sobre su persona.

Es esperable que tengan intensos sentimientos de rabia y deseos de venganza después de


pasar por una situación donde no han contado con sus padres. Por ello, hablar de esos
sentimientos puede ser aliviador. También pueden tener sentimientos de culpa por no haber
podido ayudar a sus padres.

Cuando hablan de no querer seguir viviendo, de quitarse la vida. En estos casos se debe
acudir a un servicio de salud mental.

En caso que el adolescente experimente sufrimiento o haga sufrir a la familia, es el


momento de acudir a un psicólogo o un psicoterapeuta.

2.4.5 ¿Cómo debe actuar un padre sustituto?

Los padres y madres sustitutos deben ser firmes ante las conductas infractoras de los
adolescentes, utilizando todos los medios posibles pero sin llegar a la violencia.

Ayudarlos a evaluar la realidad y orientarlos a posibles soluciones, teniendo en


consideración que sus padres están ausentes.

Apoyarlos emocionalmente en la toma de sus decisiones.

Transmitirles seguridad en sus posibilidades y recursos.

Promover la aceptación y respeto mutuo, no denigrar a sus padres, ni a ellos mismos por el
hecho de ser hijo de una persona detenida.
Tener una respuesta sensible, lo que implica que les demos sentido a los síntomas que
presentan.

Brindarles libertad sin descuidar la vida del adolescente, acompañándolo y reflexionando


con él sobre todos los acontecimientos.

Tener presente que el grado de instrucción de los padres sustitutos van a influir en la
presentación o no de conductas de riesgo de los hijos.

Una función básica de los padres sustitutos es “ser el puente” con los padres biológicos
encarcelados, es decir mantener un mismo lenguaje con el hijo.

2.4.6 los padres sustitutos: lo que deben hacer.

Es importante comunicar a los miembros de la familia sustituta del ingreso de los “nuevos
hijos acogidos”, y pensarlo muy bien antes de aceptarlos. Se debe asumir que el niño, niña
o adolescente adoptado/a necesitará seguridad, protección y deseará ser querido como los
otros hijos e hijas de la familia.

Por ello, es importante que la situación del niño, niña o adolescente adoptado/a sea hablado
abiertamente con toda la familia.

Los padres sustitutos deben ser claros sobre quiénes son ellos y quiénes son los padres
biológicos, sin confundirlos o hacerles creer que ellos lo son. Es importante que los niños y
niñas sepan que ellos no reemplazan a sus padres y que eso no signifique quitarle el
principio de autoridad.

Muchas veces son los abuelos quienes se quedan a cargo de los niños o niñas.
Generalmente se dan problemas en la crianza de los niños y niñas, porque son sometidos a
reglas de la generación de los abuelos que resultan obsoletas y demasiado severas para la
actualidad. Por ejemplo: no permitir que salgan con los amigos o vayan a las fiestas. El
temor de los abuelos es que los nietos puedan repetir la experiencia del padre o de la madre
en sus emociones.
Es muy importante que los padres sustitutos, sean tíos, abuelos, hermanos mayores,
vecinos, que reemplazan al padre o madre ausente, sean siempre los mismos por la
seguridad afectiva del niño o de la niña. La experiencia demuestra que los niños que son
cambiados de casa en casa, son niños y niñas que luego tendrán serios problemas de
estabilidad y personalidad.

Es bueno explicarles dónde se encuentra el padre o la madre ausente, y recordarlo en la vida


cotidiana. Esto puede ser una ayuda para aceptar la ausencia y, al mismo tiempo, para
mantenerlos en su memoria. Esto es más tranquilizador para los niños.

Para las niñas y niños más pequeños, los abrazos y el contacto físico es muy importante. A
los más pequeños hay que cargarlos con cariño para disminuir su ansiedad.

Promover que los niños jueguen, dibujen, construyan esculturas. También es importante
sacarlos a pasear. Esto los puede ayudar a relajarse y sentirse seguros.

Los adultos deben tratar de permanecer serenos y calmados dando respuestas verdaderas,
simples y claras a los interrogantes y preocupaciones infantiles.

Cuando los niños o niñas hacen preguntas directas sobre su papá o mamá, si los padres
sustitutos no se sienten preparados en ese momento, se les debe decir que lo conversarán
más tarde. Hay que prepararse para responder. Se les puede preguntar dónde creen que está
su mamá o papá, escuchar sus respuestas y responder sus preguntas para calmar su
angustia.

Algunos niños no preguntarán nada. Hay que estar atentos a las señales que den. Darles un
muñeco de peluche al que puedan abrazar, apachurrar, morder y con quien puedan dormir.
Esto ayuda a aliviar su dolor y a superar la pérdida del ser querido.

Darle a los niños y las niñas plena libertad para jugar, ya que a través del juego comunican
y transforman la experiencia dolorosa.
Se debe facilitar la redacción de cartas o grabaciones que los niños quieran hacerle a sus
padres y viceversa.

Tener en casa una foto de la madre o el padre y hablar siempre de ellos.

Aceptar que es natural, como parte de la situación vivida, que los niños tengan sentimientos
de rabia, frustración, angustia, ansiedad o miedo.

Fomentar en los niños y niñas la suerte de tener dos papás o dos mamás.

2.4.7 Los padres sustitutos lo que no deben de hacer.

No desatenderlos, estar pendientes de ellos.

No abusar de ellos, no utilizarlos como sirvientes en la casa.

No presionarlos para que hablen si no quieren, pero estar atentos a otras formas de
comunicación, que pueden ser los juegos, síntomas, bromas.

No ilusionarlos falsamente diciéndoles que el padre o la madre ya van a salir.

No mentirles pensando que de esta manera se les protege, ni decirles que su mamá está en
otro país en lugar de en la cárcel. Esto los confunde y puede causar problemas, además de
aumentar su desconfianza y desconcierto.

No quitarle su lugar a la madre. A pesar que corresponderá a los padres sustitutos tomar
decisiones, no hay que destituir la autoridad del padre o madre en prisión, ni decirles “ahora
ya no cuenta más tu padre o tu madre porque están presos”. El niño o la niña deben saber y
sentir quiénes son sus padres. Negarlos sería dañino para su identidad.

No invalidar los sentimientos del niño o la niña, especialmente si son hostiles. Es


importante que ellos expresen lo que realmente sienten.
No amenazar nunca a los niños, ni para imponer disciplina ni para descargar el enojo que
tienen.

Nunca amenazarlos con que los van a enviar a otro lugar. Ya es suficiente el abandono de
uno de los padres, o de ambos, para que se les esté amenazando.

Los padres sustitos tienen el derecho y el deber de cuidar y disciplinar mientras los padres
estén en la cárcel.

No castigarlos con cortadas de pelo, o con la correa. Se le puede sancionar retirándolo a un


lugar privado para que reflexionen, o si son adolescentes recortarles las salidas con los
amigos.

Evitar situaciones de violencia familiar, porque asusta mucho a los niños y adolescentes.

No decirles cosas hirientes ni humillantes, porque provocan sentimientos de vergüenza, que


van resintiéndolo o bajándoles el autoestima.

No darles más trabajos como una manera de hacerlos pagar por el hecho de tenerlos en un
hogar sustituto.

No darles a los niños o niñas el mensaje descalificador de que sus padres son ladrones o
terroristas. Esto afecta seriamente su autoestima.

No delegar roles paternos a los niños, niñas o adolescentes. Al hacerlo, se les impide vivir
su edad y ocasiona resentimiento, junto a una actitud compulsiva de cuidado hacia otras
personas.

No es conveniente hacer ninguna clase de promesas, especialmente si no se sabe lo que


pasará más adelante.
No pasarlos de casa en casa cuando los tíos no desean quedarse con el niño. Es preferible
pensarlo bien antes de tomar la decisión, pues el futuro afectivo y emocional del niño o de
la niña está en juego.

2.4.8 Si el niño o niña se encuentra en un centro tutelar.

El padre o madre interna en penal y/o persona tutelar debe denunciar actos y situaciones
que atenten contra la integridad y/o vulneren los derechos de las niñas, niños o
adolescentes, ante las autoridades competentes.

Las obligaciones del centro son:

 Impulsar procesos de investigación tutelar para esclarecer la situación de las niñas o


niños a fin de orientar bien y la reinserción familiar y social.
 Contar con un equipo técnico multidisciplinario: trabajadora social, psicóloga y
educador.
 Atender las necesidades básicas de salud, alimentación, vivienda y vestido.
 Promover el desarrollo integral de niños, niñas y adolescentes a través de diversas
acciones desde su ingreso al Centro, durante su permanencia y hasta su egreso.
 Procurar que los hermanos biológicos sean ubicados en un solo centro.
 No estigmatizar al niño en relación al padre o madre encarcelada. Facilitar,
promover la visita o contacto con la madre o padre encarcelado a través del
teléfono, visitas, cartas, etc.

2.4.9 Visitas centro de reclusión.

Es importante que los padres sustitutos mantengan un régimen de visitas regular, de


acuerdo al reglamento interno del penal, con el fin de preservar el vínculo entre la madre y
el hijo. Como regla general se espera que sea semanal, sin embargo los reglamentos de cada
penal se basan en el código penal.
Es mejor que el niño o la niña sea llevado siempre por el mismo familiar que lo cuida, para
que pueda tener confianza en expresar sus temores y dudas.

Es probable que durante las primeras visitas, el niño o la niña llore al separarse de su padre
o madre. Por eso, es importante la presencia del padre o madre sustitutos que le sirvan de
consuelo y apoyo. Con el tiempo, el niño se acostumbrará a las despedidas.

Los padres sustitutos deben anunciarle a la niña o al niño, con anticipación, cuánto durará
la visita a su padre o madre y una vez dentro del penal anunciarle, con 10 a 15 minutos de
anticipación, que tendrá que irse a casa y así darle tiempo para prepararse para la
despedida.

Cuando el niño, niña o adolescente no alimenta el vínculo con su madre o su padre, se


sentirá abandonado y no querrán asistir al penal los días de visita.

Es importante que los padres sustitutos estimulen en las visitas a la madre o al padre. Si los
niños o niñas se negaran a asistir, hablar con ellos y trasmitirles sobre la importancia de un
vinculo con su madre o padre.

Hay que tener claro que una visita al mes no es suficiente para mantener un vínculo
adecuado entre madre y niño.

Durante el día de visita, es importante que la persona que lleva al niño o niña a ver a su
madre o padre pueda dejarlos a solas, para promover un momento de intimidad entre ellos
según los ambientes del centro penitenciario.

La madre o el padre debe intentar un acercamiento a su hijo o hija sin presionarlo ni


obligarlo a aceptar sus alimentos o cuidados. Dejarlos que cuenten las cosas que pasan en
su vida. Si es pequeño, pueden jugar con ellos.

La madre o el padre en el penal, deben tratar de ser intermediarios entre el hijo y los padres
sustitutos.
Los padres sustitutos no puede tomar la visita sólo como momento de queja contra el niño.

2.4.10 Llamadas, las cartas y otras formas de mantener en vínculo.

Las llamadas telefónicas a sus casas es una de las maneras que tienen los padres y madres
privados de libertad de mantener el vínculo con sus hijos. Es recomendable establecer un
horario de llamadas, para que el niño o la niña tengan la expectativa de hablar con su mamá
o su papá, y si alguna vez no es posible, decirles que no siempre podrán llamarlos. El
horario de llamadas dependerá de cada centro penitenciario.

Cuando los padres se encuentran en un centro de reclusión en una ciudad distinta a la de los
hijos, pueden comunicarse a través de cartas. El papel es una buena manera de comunicar
sentimientos y emociones y a los niños les da la sensación de que su padre o madre se ha
tomado el trabajo de escribirles y que, por tanto, sienten interés y preocupación por ellos.
Los padres sustitutos deben entregar las cartas, respetar la privacidad del vínculo entre la
madre y el hijo.

La experiencia ha demostrado que padres e hijos que han mantenido un buen contacto, ha
hecho que el niño o niña se sienta importante y que interesa a sus padres.

2.4.11 Relación entre padres sustitutos, padres internos y los hijos.

Es bueno que sean los padres biológicos quienes les expliquen a los niños, Niñas o
adolescentes, en el mejor lenguaje posible, el por qué de su presencia en el penal, en
acuerdo con los padres sustitutos para que den un solo mensaje y no los confundan.

Muchas veces los padres en prisión tienen el rol de tercero en la relación con el niño, la
niña o el adolescente. Reciben quejas de los padres sustitutos de lo malcriados que son.
Esto genera un sentimiento de impotencia en los padres, que sienten que los padres
sustitutos no están comprendiendo a sus hijos.
Los padres en prisión deben escuchar a los padres sustitutos y tomar las medidas
necesarias, como hablar con su hijo o hija acerca de las quejas de los familiares o padres
sustitutos.

El niño, la niña o el adolescente debe encontrar un aliado y un guía de confianza en el padre


o madre, que lo ayude a limar asperezas con los familiares o padres sustitutos.

Por el bien de los niños, niñas y adolescentes, es necesario que los padres sustitutos no
entren en competencia con los padres biológicos.

En ocasiones, los padres sustitutos les envían a los hijos mensajes de tetrror, disfrazados,
sobre lo que ocurrirá cuando la madre o el padre salga del penal. Hay que evitar que esto
suceda.

Es importante que los padres sustitutos, aunque entren en conflicto con los padres y madres
en prisión, les lleven a sus hijos de visita.

Muchas veces los niños y niñas dependen de los padres sustitutos para ir de visita al penal y
ver a sus padres, y éstos a veces no entienden la tristeza y frustración, tanto de padres como
de hijos, por no verse el día de la visita.

Hay que evitar decirles cosas como “debes agradecerme todo lo que hice por ti, no merezco
las críticas que me haces”, porque causan culpa y sentimientos conflictivos.

2.4.12 La importancia de que los niños tengan alguien con quien hablar.

Comunicarnos con una persona para ayudarla significa contener su angustia, entender sus
pensamientos y sentimientos y darles respuestas que puedan hacerlo sentir mejor.

Los niños y niñas deben sentirse cómodos para expresar sus sentimientos, sin ser forzados,
acerca de la encarcelación de sus padres.
Cada edad requiere una forma de acercamiento o comunicación distinta, pero tanto el niño
pequeño, como el más grande o el adolescente, necesitan ayuda y protección.

Es un alivio para los niños, niñas y adolescentes hablar de cosas que los hagan sentir
avergonzados o culpables. Es importante que puedan expresar su dolor o su amargura.

La comunicación debe ser franca, directa y en el lenguaje del niño, niña o del adolescente.

2.4.13 Cómo manejar el tema de la prisión de los padres con profesores y


compañeros.

Los niños, niñas y adolescentes que tienen la seguridad de que sus padres han sido presos
por una situación injusta, tiene menos motivos para guardar el secreto que cuando saben
que los padres han cometido algún delito, lo que les genera vergüenza y culpa.

Este es un tema que tanto los padres biológicos como los padres sustitutos deben conversar
con los niños. El niño puede decidir permanecer en silencio porque siente que es lo mejor
para él y sus padres, y ése es su derecho. Sin embargo, es aconsejable que en casa este tema
pueda salir a la luz porque es una carga emocional muy fuerte el tener un padre o madre
privado de libertad.

Algunas veces el niño o niña será prudente y elegirá un amiguito especial a quien le contará
su problema; otros, lo guardan y sienten que no lo pueden conversar con nadie.

Sólo si es necesario, y uno se encuentra con un maestro o maestra muy sensible, es


prudente que se le pueda contar el caso, ya que se pueden presentar problemas en el colegio
y la profesora podrá tener alguna explicación realista de lo que le acontece al niño.
Si tratamos con un niño muy expresivo y que anda contando sus cosas por todos lados,
entonces tendremos que sentarnos a hablar con él para explicarle la situación. Hay que
decirle que no es aconsejable que el mundo entero sepa que sus padres están presos porque
esto puede no ser muy bien visto ni comprendido por la mayoría de las personas. Que lo
haga si encuentra un buen amigo que lo comprenda, pero que puede hablarlo en casa. En el
colegio deben tener una actitud no discriminadora.

2.4.14 La salida de los padres de la cárcel.

Al salir de prisión, los padres y los hijos son distintos, ya no son los niños pequeños que
dejaron, ya crecieron, y las madres no son las mismas luego de tantos años.

Algunos niños y niñas entran en una frustración muy grande al encontrarse con una madre
totalmente distinta a la imaginada en su fantasía. Creyeron que encontrarían una madre
tierna, preocupada por ellos, que permanecería en casa, que no los gritaría y se encuentran
con la madre real.

La madre o el padre también están dañados por el largo tiempo en prisión. Ya no saben
cómo ser mamá o papá, ya no conocen a sus hijos, no tienen paciencia, desean salir
corriendo de casa. Pensaban que sus hijos se ocuparían de ellos y los hijos pensaban que
ahora las madres o los padres iban a ejercer su rol. Se adaptaron a vivir con el ausente y
ahora tienen que volver a acomodarse a vivir con su presencia.

Este tipo de crisis es inevitable. Desde la prisión, tanto la madre, el padre y los hijos
idealizan la salida, piensan que todo será maravilloso y perfecto y viene luego la desilusión
de ambas partes.

Muchas veces las madres y los padres logran remontar este momento de crisis y logran
ajustarse después de un buen tiempo, nunca demasiado corto. Otras veces el intento fracasa,
y la madre o el padre vuelven a irse lejos de la familia y de los hijos.
Por lo general, las personas que dejan la cárcel desean recuperar el tiempo perdido y
piensan que los hijos aún tienen cinco años y los tratan de acuerdo a la edad en que los
dejaron. Les cuesta aceptar que su hijo o su hija creció sin su presencia.

El padre o la madre quiere recuperar el tiempo perdido, y hay que saber que el tiempo
perdido nunca se recupera. Lo que se perdió, se perdió, y hay que dolerse por la pérdida,
pero habrá que construir una nueva relación con las personas con las que ahora se
encuentra.

Muchas madres, al salir del penal, salen con un hijo producto de una nueva relación. Esto,
además del esfuerzo que significa para ella el adaptarse a su familia, implica también que la
familia tenga que adaptarse a ella y al nuevo bebé.

Los padres sustitutos deben preparar a los niños sobre la salida de los padres biológicos, y
también ellos prepararse para esa separación.

Hay que tener mucho cuidado con las promesas que hacen los padres al salir de prisión, se
tiene que pensar bien que les pueden ofrecer a sus hijos.

2.5.1 Derechos humanos de las niñas y niños y adolescentes con un padre,


madre o cuidador privado de la libertad

Las niñas y niños, desde que somos bebés hasta que cumplimos la mayoría de edad
tenemos derechos específicos. Los derechos de los niños son derechos humanos y están
reconocidos por el tratado internacional Llamado convención sobre derechos del niño
(CDN). Algunos derechos que tenemos los niños Son el derecho al interés superior de niño,
a la educación, a vivir sin violencia, a no ser discriminados, a dar nuestra opinión acerca de
cualquier asunto que nos afecte.

La convención sobre los derechos del niño, el acta dónde se encuentra nuestros derechos, es
un trabajo que tiene que hacer realidad y los gobernantes tienen que trabajar para ello.
2.5.2 Cuando uno de mis padres o cuidador es encarcelado ¿Qué pasa con
mis derechos?

Los niños que tienen padre, madre o cuidador en la cárcel, seguimos teniendo los mismos
derechos que todos los niños y no debemos permitir que nadie nos diga lo contrario.

Es cierto que muchos de nuestros derechos se van a ver afectados, pero recuerda que tus
derechos te acompañan siempre. Incluso durante la privación de libertad de tu padre, madre
o cuidador.

2.5.3 ¿Qué derechos tenemos y ejercemos durante la visita a nuestros


familiares en las cárceles?

 Derecho al interés superior del niño.

Tenemos derecho a que cualquier persona que decida asuntos que afecten a nuestras vidas,
siempre debe poner primero nuestro bienestar o mayor beneficio.

 Derecho a ser protegido frente a todas las formas de violencia.

Los niños tenemos derechos a ser protegidos contra todas las formas de violencia, sea
física, psicológica, verbal, Sexual, maltrato o negligencia, en todo lugar y en toda
circunstancia.La violencia debe ser denunciada venga de donde venga, incluso si es una
autoridad, un guardia o alguno de nuestros padres.

 Derecho a ser escuchado y a ser informado.

Los niños tenemos el derecho a que nuestra opinión sobre los asuntos que nos afectan sea
escuchada y tomada en cuenta. Por ejemplo, en la cárcel cuando visitamos a nuestros
padres, que escucha nuestra voz es importante que los demás derechos sean posibles.
Asimismo tenemos el derecho a que se nos dé la información necesaria sobre nuestros
padres, padres o tutores y que esta se brinde de manera clara y sencilla, de acuerdo a
nuestra edad.

 Derecho a la no discriminación.

Tenemos el derecho a que se nos trate con igualdad, que no se nos discrimine por nuestra
forma de hablar, de vestir, sexo, raza ni ningún otro motivo.

 Derecho a la familia.

Los niños tenemos derecho a vivir con nuestros padres y a ser cuidados por ellos, los
gobernantes tienen El deber de ayudar a nuestras familias para que podamos crecer con
afecto y protección.

Cuando nuestros padres o cuidadores están presos, la visita familiar en las cárceles es una
de las formas de hacer posible nuestro derecho a la familia.

2.5.4 Pautas para que se cumplan nuestros derechos durante la visita


familiar en la cárcel:

Ingreso a las prisiones. Los niños tenemos derecho a que se proteja nuestra integridad. Se
debe evitar las largas filas, bajo el sol o frío extremo

La privacidad de la visitas familiares. La privacidad es un derecho humano, no aún


privilegio. Es importante qué en las visitas conyugales no tengan lugar al mismo tiempo ni
en el mismo espacio que las visitas familiares.

Espacios amigables, limpios y adecuados. Los lugares donde se realicen las visitas
familiares deben ser adecuados para que podamos pasar buenos momentos con nuestra
familia.
En otras cosas, debe ser limpios, tener juegos, los niños tenemos el derecho a opinar sobre
cómo deberían ser esos espacios. También se debe garantizar qué los niños con alguna
discapacidad tengan espacios y acceso adecuados.

El horario, la frecuencia y la duración de las visitas familiares. Tenemos derecho a ser


informados en un lenguaje sencillo sobre las normas del centro penitenciario y sobre la
situación de nuestros familiares. Información será adaptada a niños con alguna
discapacidad, analfabetos o qué hablan un idioma distinto.

 Derecho a la integridad personal e intimidad.

Los niños y las niñas sentimos que antes, durante y después de la privación de libertad de
un padre o cuidador, pasamos por situaciones que atenta contra nuestra dignidad e
integridad.

Existen normas internacionales, qué exigen que los gobiernos qué el personal de cárceles
realice nuevas prácticas a favor del respeto de la dignidad de los niños que las visitan.

Algunas sugerencias son.

Cambiar la forma que ayuden a una impresión sin contacto directo al cuerpo o ropa de los
niños, cómo por ejemplo el escaneo.

Qué las inspecciones sean por personal capacitado, que conozca los derechos de la niñez.

Que durante los registros, los objetos, comida y regalos no sean dañados ni destruidos.

 Derecho a acceder a la justicia.

Los niños tenemos derecho a que los centros penitenciarios tengan lugares especiales o
mecanismos de fácil acceso a los niños, para que podamos denunciar
cualquier vulneración de nuestros derechos humanos que suceda durante la visita a las
prisiones.

2.5.5 ¿A quién puedo acudir, si sufro algún tipo de violencia?

Todos los niños, sin distinción, tenemos derechos a estar segura 2 y libres de violencia.
Tanto en nuestra familia u hogar, en la escuela, en los lugares públicos, en la cárcel donde
visitamos nuestros padres.

Sí sufre algún tipo de violencia, debes denunciarla. Existen formas de hacerlo, acercarte
algún adulto en el más confíes y cuéntale lo que te ha ocurrido; y sin ningún adulto puede
acompañarte, tú denuncia es igualmente válida. En cada país los ayer nos han puesto
lugares donde los niños podamos denunciar la violencia sin que nadie tome represalias
contra nosotros. Busca la defensorías municipales, defensorías del pueblo, líneas de
teléfono gratuitas; ahí puedes guiarte para denunciar la violencia, ya sea que la sufras tú o
alguien que conozcas.

2.5.6 Muchas veces te sientes solo, eso provoca que te sientas triste o
enojado
¿Realmente estoy solo?

No, no estás solo, hay muchas personas que se preocupan por ti, y por evitar que seas
afectado en toda la situación que vives. Pero es importante que estés dispuesto a dejarte
ayudar. Es normal que al principio no quieras hablar con alguien por lo que pasa, o incluso
que mientas acerca de la situación pero después verás cómo vas a necesitar un amigo.
Busca a alguien en quién confíes y cuéntale lo que pasa, siempre encontrarás a un amigo,
un profesor, un vecino que esté dispuesto a escucharte y ayudarte.
CAPÍTULO lll . METODOLOGÍA

3.1 Diseño de investigación.

Es un método de investigación uso principal de la producción de conocimientos en las


ciencias. Presenta diversas definiciones debido a la complejidad de una exactitud en su
conceptualización. “ conjunto de pasos fijados de antemano por una disciplina con el fin de
alcanzar conocimientos válidos mediante instrumentos confiables, secuencia estándar para
formular y responder a las pregunta, pauta que permite a los investigadores ir desde el
punto a hasta el punto z con la confianza de obtener conocimientos válidos”.

En el proceso se utilizó el método científico, permite obtener nuevos conocimientos en el


campo de la realidad social (investigación pura) o bien estudiar la situación pura,
diagnosticar necesidades y problemas aceptando que apliquen los conocimientos con el fin
práctico.

Los menores de edad cuyos padres están privados de la libertad realizan un proceso legal en
el cual se tiene que investigar cada uno de las necesidades de estos menores para saber
cuáles son los efectos y consecuencias qué pasan al ser etiquetados dentro de la escuela,
sociedad o en el entorno familiar saber porque tienen conductas antisociales dando
respuesta al planteamiento de problema que actualmente se vive dentro de la sociedad.

3.2 Hipótesis.

La criminología tiene un papel muy importante para la prevención de las conductas


derivadas a las que son sometidos los menores de edad por tener un padre privado de la
libertad el cual rompe el patrón delictivo de los padres al ser ejemplo, esto conlleva a darles
programas preventivos de conductas delictivas y proporcional un manual de prevención a
niños con PPL y de autoestima a las cuales ayudarán a sobrellevar las discriminaciones de
las cuales son víctimas por el proceso legal que enfrentan sus padres contra la ley.
3.3 Selección de la muestra.

Para obtener la veracidad de la investigación, opte en estudiar casos cuyos padres


estuvieron privados de la libertad, la cual los hijos menores de edad presentaron diferentes
problemas ante las instituciones educativas por ser etiquetados por maestros y compañeros
de clases de igual manera presentaron problemas dentro del entorno familiar al ser
discriminados por tener un padre privado de la libertad, esto conllevo a que los menores
tuvieras conductas antisociales o conductas emocionales que pasar su etapa de la niñez por
una situación complicada para sus edad.

3.4 Recolección de datos.

Seleccionar un instrumento de medición mediante una entrevista qué será un instrumento


más utilizado para recolectar datos que darán información relevante a la problemática. Una
entrevista consiste en un conjunto de preguntas respecto a una o más variables a medir el
análisis según las respuestas obtenidas.

Aplicar este instrumento de mediación deberá contener preguntas que puede ser tan variado
como los aspectos que se miran a través de este. Y básicamente podemos hablar con
preguntas abiertas dentro del entrevista.

3.5 Aplicación de instrumento de selección.

Introducción.
El objetivo de este cuestionario debe traducir la información necesaria con un objetivo de
preguntas específicas que los entrevistados deberán contestar.

Un cuestionario debe levantar la moral, motivar y alentar al entrevistado para que participe
en la entrevista, coopere y la termine. Las entrevistas incompletas tienen una utilidad
limitada para el mejor de los casos.
Un cuestionario debe minimizar el error de la respuesta. El error surge cuando los
participantes dan respuestas inexactas o cuando sus preguntas se registran o analizan de
incorrecta.

Activo primordial de ese cuestionario es saber si las personas cuyos padres están privados
de la libertad tienen el conocimiento de alguna institución que defiende a los menores o
saber cómo surge el etiquetamiento para los menores de edad de igual manera saber si las
escuelas están capacitadas para sobrellevar una situación que el menor está pasando con sus
padres en un proceso legal para la privación de su libertad.

Cuando un menor está pasando por una etapa de su vida cuyos padres están privados de la
libertad de menor puede caer el conductas antisociales por el etiquetamiento que sus
compañeros de clases le provocan al saber su situación y como el menor puede responder a
las ofensas y la discriminación de los demás niños.

Instrucciones: Responde las siguientes cuestionario de acuerdo a lo que se te indique.

1. Existe alguna institución que defienda los derechos de los menores que sus padres
está privados de la libertad?

2. Dónde surge el etiquetamiento hacia los menores que sus padres están privados de
la libertad? ¿Por qué?

3. Las instituciones educativas tiene el suficiente conocimiento para saber sobrellevar


a menores cuyos padres están privados de la libertad? ¿Por qué?
4. Cómo actúa en su comportamiento el menor al ser etiquetado por compañeros de la
escuela al saber que algún de sus padres está privado de la libertad? ¿Por qué?

5. Que sexo (niño o niña) realiza una conducta antisocial hacía otros menores por tener
a un padre privado de la libertad?

3.6 Análisis de datos.

En este capítulo se presentarán todas las gráficas del estudio a base del cuestionario y la
interpretación de los datos obtenidos que se aplicaron a personas, las cuales tuvieron algún
padre privados por la libertad.

Gráfica 1.

Existe alguna institución que defienda los derechos de los niños cuyos padres están
privados de la libertad.

G
r
á
fi
c
a
1
N
OS
I
0
%

10
0
%
(Imagen Num.1)
La mayoría de las personas cuyos padres están privados de la libertad no tiene el
conocimiento de alguna institución que defienda los derechos de los menores o los apoyen
a su bienestar por el proceso que están pasados sus padres.

Gráfica 2.

Donde surge el etiquetamiento hacia los menores cuyos padres están privados de la libertad.

GRÁFICA
50 10
% %
40
%
2.
FamiliaEscuelaSoci
edad

(Imagen Num.2)

La mayoría de las personas cuyos padres están privados de la libertad hacen mención que el
etiquetamiento surge en las escuela por los compañeros de clases al no saber la situación el
menor, la mitad de las personas cuyos padres están privados de la libertad hacen mención
que el etiquetamiento surge en la familia por tener algún familiar que está pasado por un
proceso legal y no tiene el conocimiento adecuado de cómo la familia está sobrellevando
esta etapa y la minoría de la personas cuyos padres están privados de la libertad hacen
mención que el etiquetamiento surge en la sociedad por comentarios o suposiciones que
hace
referencia la sociedad, al conocer algún familia que está pasado por un proceso legal.

Gráfica 3.

Las instituciones educativas tienen el suficiente conocimiento para saber sobrellevar a


menores cuyos padres están privados de la libertad.

No tiene 10
conocimiento %
90Si tiene
Gráfica
% conocimiento
3.

(Imagen Num.3)

La mayoría de las personas cuyos padres están privados de la libertad hacen mención de las
instituciones educativas no tiene el suficiente conocimiento para sobrellevar un problema
familiar que está pasado el menor y no muestra interés al suceso ni al bienestar del menor y
la mitad de las personas cuyos padres están privados de la libertad hacen mención que las
instituciones educativas si tiene el conocimiento adecuado para sobrellevar un situación
cuando un menor tiene un padre privado de la libertad.

Gráfica 4.
Cómo actúa en su comportamiento el menor al ser etiquetado por tus compañeros de la
escuela al saber que alguno de sus padres esta privado de la libertad.

Grá
fica
4.
Tristes
Violent
osFrust
rados

30%
40%

30%

(Imagen Num.3)

La mayoría de las personas cuyos padres están privados de la libertad hacen mención que
los menores de edad se sienten tristes al ser rechazados y discriminados por sus compañeros
de clases, la mitad de las personas cuyos padres están privados de la libertad hacen mención
que los menores actúan violentos y de igual manera como defensa hacia sus compañeros de
clases por tratarlos mal al saber la situación que pasó su padre o madre y la minoría de las
personas cuyos padres están privados de las libertad hacen mención que los menores de
edad se siente frustrados por los problemas que tiene al saber que sus padres están privados
de la libertad y dentro de la escuela por sus compañeros.

Gráfica 5.

Que sexo (niño o niña) realiza una conducta antisocial hacia los menores por tener un padre
privado de la libertad.
Gráfi
ca 5.
NiñosNi
ñas

30%

70%

(Imagen Num.5)

La mayoría de las personas cuyos padres están privados de la libertad hacen mención que
los niños son los que hace una mayor discriminación por sentirse el sexo más fuerte sentirse
lo que conlleva a hacer conductas antisociales a los menores por tener un padre privado de
la libertad y la mitad de las personas cuyos padres están privados de la libertad hacen
mención que las niñas hacen conductas antisociales hacia los menores que están pasados
por una etapa cuyo padre está haciendo privado de la libertad.

Atrás del análisis que se realizó se puede observar que las personas cuyos padres están
privados de la libertad no tiene el conocimiento de instrucciones que defienda los derechos
de los menores y que por esta circunstancia esa proceso al etiquetamiento y la
discriminación de los compañeros de clases ya que las instrucciones educativas no tiene el
suficiente conocimiento para sobrellevar un problema cuando el menor está pasando por
una etapa de su vida privado de la libertad a un padre, al ser etiquetado por sus compañeros
los menores pueden
actuar de diferente manera ser violentos hacia los demás para su propia defensa hacia los
malos tratos, de igual manera tiene una actitud de tristeza por los actos antisocial de sus
compañeros (insultos, bullying y bromas),y al tener un padre privado de la libertad como
una actitud de frustración para realizar sus actividades escolares ya que por la frustración
puede causar una deserción escolar o tener bajas calificaciones por los problemas que le
menor está sobrellevando por las situaciones legal de sus padres y que a consecuencia de
esto, las principales personas que etiquetan a los menores son los mismos niños el sexo
masculino por sentirse el sexo más fuerte,esto conlleva a qué los menores sean etiquetado
por tener una padre privado de la libertad.

CAPÍTULO IV. RESULTADOS

En este investigación tuve los resultados necesarios relevante sobre tema empleado sobre
aquellos menores de edad que sufren etiquetamiento por parte de instituciones educativas,
entorno familiar y ante la sociedad por tener un padre privado de la Libertad, la
información arrugada de los resultados me puede percatar que los niños, niñas y
adolescentes sufre un rechazo al saber que uno de sus padres está privado de la libertad por
lo que los deprime e entristece, esto puede llevar a tu tener un bajo rendimiento escolar por
pensar en sus padres., Las instituciones educativas no tienen ningún conocimiento al cómo
sobrellevar una situación de carácter legal sobre el niño que tiene un padre privado de la
libertad por lo contrario la institución es una de las principales al etiquetar al menor ya sea
por maestros o docentes, padres de familia y compañeros de clase, los compañeros de
clases principalmente sexo masculino son aquellos qué etiquetan al menor y los discriminan
son conductas antisociales entre ellas palabras ofensivas y agresión física lo que provoca un
bajo rendimiento escolar a no querer ir a la escuela por estas etiquetaciones conllevan a
tener una autoestima baja, tristeza y frustración por los malos tratos.

En el entorno familiar son los propios familiares quiénes etiquetan a los menores de edad
por tener un padre o madre privado de la Libertad, y al no apoyarnos en la
situación legal que su familiar está pagando al contrario nos pueden discriminar o etiquetar
con un lenguaje ofensivo qué puede dañar su desarrollo emocional y provocar un daño
físico por agresiones de la propia familia al sean rechazados puede provocar un daño de
desarrollo de salud o incluso de conducta ya que la familia es la principal fuente de armonía
que un menor de edad debe tener cuando está pasando una situación difícil pues ellos son
los que lo deben de apoyar emocionalmente y saber que va a tener una familia que lo apoye
y lo cuide mientras su padre o madre está privado de la Libertad.

Asimismo también nos pudimos percatar que la sociedad es otro factor causante por lo que
un niño es etiquetado por tener un padre privado de la Libertad, pues la sociedad no sabe
con la aridez lo que la familia y el menor de edad están pasando ante una situación legal
pues solo saben etiquetar y dar comentarios de discriminación ante la familia por lo que
esto puede influir y afectar en el entorno económico de la familia y en el desarrollo de la
salud de los menores de edad, esto lleva a que los menores de edad sean rechazados por la
sociedad y no tener un desarrollo social de comunicación con otras personas pues los niños
piensan que igual están cometiendo un delito como su padre o madre, pues ningún novedad
conoce sus derechos que tiene y siguen teniendo mientras su padre está privado de la
libertad pues nadie se acerca a ellos ni les da la correcta información que deben escuchar
con un lenguaje apropiado a sus edades y de igual manera darles una protección correcta
para su desarrollo emocional, psicológico y educativo.
CAPITULO V. ANÁLISIS Y DISCUSIÓN

Cómo se ha visto en la descripción hay diferentes conductas antisociales emocionales y


psicológicas qué se da en el proceso del etiquetamiento por tener un padre privado de la
libertad.

Lo que se puede realizar en el ámbito profesional es dar a conocer por medio de técnicas
licenciadas para conseguir una meta para la reinserción en el torno social, familiar y escolar
aquellos niños, niñas y adolescentes que han sido etiquetados para así tener un desarrollo
adecuado a su edad, tener un rendimiento escolar y de igual manera que tengan una relación
y comunicación con tu entorno educativo sin ser discriminados o etiquetados por las
instituciones educativas en las que asisten, proporcional les información adecuadas sobre
sus derechos que tienen como menores de edad en un manual que sea adecuado para ellos y
programas preventivos para evitar conductas delictivas a futuros aquellos niños que han
sido etiquetados sin saber sus derechos qué pueden defender mientras sus padres están
privados de la Libertad.

Aquellos menores edad qué se han quedado sin un padre o madre privado de la libertad
podemos proporcionar ayuda profesional respaldada por otras instituciones que estén
defendiendo sus derechos de estos menores de edad para así cada darles una mejor
educación mientras sus padres están privados de la libertad y de igual manera que los
menores visiten a sus padres hablen con ellos para no pierda la comunicación de sus padres
o tenga algún rencor por hacerlos dejados sin darles una explicación sobre la situación que
están pasando en su ambiente familiar, los menores de edad de igual manera debe
comprender sus derechos y el como actuar antes un situación legal si caer en el
pensamiento de seguir los pasos de sus padres para que ellos se sientan orgullosos de sus
hijos así que el menor de edad debe sobrellevar un situación de la manera más correcta la
situación de sus padres privados de la libertad
Índice de Anexos

 Imagen Número 1
 Imagen Número 2
 Imagen Número 3
 Imagen Número 4
 Imagen Número 5
Biografías

https://blogs.iadb.org/seguridad-ciudadana/es/las-ninos-invisibles-de-los-
encarcelados/

Informe_ni_as ni_os_y_adolescentes_con_madre_o_padre privado_de_s


u_libertad_2019-2020.pdf

Manual-para-hijos-de-padres-encarcelados-1.pdf

https://violenceagainstchildren.un.org/sites/violenceagainstchildren.un.org/fi
les/children_declarations/child_participation/entre_hechos_y_derechos.pdf

http://www.unidiversidad.com.ar/hijos-e-hijas-con-padres-presos-una-carga-
marcada-por-el-dolor?utm_campaign=Novedad&utm_term=98

http://nuestravozacolores.org/derechos-de-ninos-ninas-y-adolescentes-con-
un-padre-madre-o-cuidador-privado-de-libertad/

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