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Documento 3.

2 - Anatomía del Sistema Nervioso 2

Médula Espinal

Es la región más caudal del SNC, de forma cilíndrica, está alojada en el canal vertebral (constituido por
la superposición de los forámenes vertebrales), tiene una longitud de 43 a 45cm y así se halla comprendida
entre el borde superior de atlas (C1) hasta el borde inferior de la segunda vértebra lumbar (L2). La médula
espinal (ME) actúa como un centro reflejo (es decir, participa de la elaboración de respuestas cortas y rápidas);
además, sirve como una estructura a través de la cual transcurre información aferente captada desde
receptores para dirigirla hacia los centros superiores (para la elaboración de una respuesta más compleja), y
también información eferente desde los centros superiores hacia una neurona efectora (motoneurona) que
enviará un impulso nervioso hacia un órgano efector, traduciéndose la respuesta en un movimiento o
secreción. Debido a esta función de la ME “como vía de paso”, las lesiones medulares bajas son menos graves
pues comprometen la sensibilidad y movilidad de menos estructuras; en cambio, una lesión medular alta daña
a todas las vías que vienen desde y se dirigen hacia un mayor número de estructuras.

La médula espinal consiste en una “pila de monedas” que involucra 31 segmentos


medulares/mielómeros donde cada uno corresponde a una altura de médula espinal suficiente para dar origen
a un par de nervios espinales (uno para cada antímera); así, la ME cuenta con 8 mielómeros cervicales, 12
torácicos, 5 lumbares, 5 sacros y 1 coccígeo (también se habla de porciones cervical, torácica, lumbar, sacra y
coccígea de la médula espinal)

La médula espinal está recubierta por tres envolturas que la protegen, llamadas meninges espinales
[raquídeas]; en cambio, las meninges craneales -muy similares- envuelven al encéfalo. Aquella meninge que
está íntimamente unida a la ME se llama piamadre o pía; la que viene a continuación (externa a la anterior) es
la aracnoides madre o aracnoides. Es de notar que entre ambas queda un espacio real y lleno de líquido
cerebroespinal (LCE) [líquido cefalorraquídeo –LCR-], llamado espacio subaracnoídeo. La tercera envoltura,
duramadre o dura, es la más resistente y superficial, y envuelve a modo de un largo estuche resistente y
holgado (se denomina saco dural a este estuche revestido internamente por la lámina aracnoídea) a la médula
espinal dentro del canal vertebral. La duramadre no contacta con las paredes óseas del canal vertebral, de
modo que se observa un espacio epidural, lleno de tejido adiposo y vasos sanguíneos; esta grasa epidural
actúa como amortiguador semilíquido para la ME. Estas cubiertas, además de servir como medio de
protección, sirven como medio de sostén o soporte de la ME, ya que presentan adherencias a los huesos que la
rodean para mantenerla fija en posición Fig 4 Fig 5. El extremo inferior de la médula espinal sufre un rápido
adelgazamiento que le ha valido la denominación de cono medular; desde el vértice del cono medular, la pía se
extiende formando una banda fibrosa, el filum terminale interno, que se fija a la base del cóccix. El filum
terminale interno está rodeado por las raíces de los nervios espinales más bajos, constituyendo en conjunto la
cauda equina. El saco dural (recubierto internamente por la aracnoides, como ya se dijo) tiene su extremo
caudal cerrado a nivel de la segunda vértebra sacra (S2). Se forma así, entre S2 y L2, dentro del saco dural, la
cisterna lumbar (toda cisterna corresponde a una dilatación del espacio subaracnoídeo), la cual contiene sólo
a los elementos de la cauda equina pues la médula espinal no llega más allá de L2 en el adulto. Caudalmente a
esto, cada raíz nerviosa que aún no ha llegado a destino adquiere un recubrimiento dural (a modo de
epineuro); lo propio pasa con el filum terminal interno que se ve envuelto de duramadre, denominándose
filum terminale externo para llegar a insertarse en la cara posterior de la segunda vértebra coccígea; en la
actualidad se habla de porciones pial y dural del filum terminale.

La ME está alojada dentro del canal vertebral y se continúa directamente hacia arriba con el bulbo
[bulbo raquídeo], que es parte del encéfalo, particularmente, del tronco encefálico. No existe una demarcación
clara entre ambas estructuras, por lo que por convención se ha definido que la ME comienza inmediatamente
superior a la emergencia del primer nervio cervical (a la altura de un plano que pasa por el foramen magno del
hueso occipital) y se extiende hacia abajo, más o menos, hasta el disco intervertebral entre las vértebras L1 y
L2, punto en el que comienza a observarse la ya mencionada extensión de su recubrimiento de piamadre, el
filum terminale interno. En los próximos párrafos nos referiremos una y otra vez al aspecto que la médula
espinal tiene externamente (configuración externa) y cómo luce por dentro cuando se le corta
transversalmente (es decir, su configuración interna); nótese que ambos aspectos están relacionados entre sí
(del mismo modo que un pliegue depende de una estructura subyacente que eleva la mucosa generando un
relieve).

La médula espinal posee una sección circular levemente aplanada en sentido anteroposterior. Si se
practica un corte transversal, se distinguirá una sustancia gris (SG) de ubicación central con forma de mariposa
o letra H, rodeada por una capa de sustancia blanca (SB). Vistas al microscopio, la sustancia gris se halla
constituida esencialmente por somas de neuronas; estos somas se organizan en forma de núcleos, que en
conjunto dan forma a los cuernos/astas de la médula espinal. En cambio, el examen de la sustancia blanca
revela que ella está constituida esencialmente por axones (la mielina es responsable del aspecto blanquecino)
que se agrupan en fascículos que constituyen los cordones/funículos de la médula espinal. Volviendo a la SG,
podemos decir que los cuernos de un lado se unen con los del otro mediante la comisura gris (que vendría a
ser la rama horizontal de la H). En el centro de la ME, es decir, en la comisura gris, existe un pequeño conducto,
llamado canal central o conducto ependimario, que se abre al cuarto ventrículo en su extremo superior y
termina en fondo ciego en el extremo inferior de la médula espinal; por estos espacios existe circulación del
LCE. Así, la comisura gris queda dividida por el canal central en comisuras grises anterior y posterior. Como se
acaba de sugerir, el sistema nervioso posee un lumen que recuerda sus orígenes como tubo neural en el
embrión; así, podríamos decir que la ME se asemeja a un tubo de paredes muy gruesas (constituidas por SG y
SB) y con un lumen muy reducido (el mencionado canal central). Todo lo señalado en este párrafo corresponde
a la configuración interna de la ME (es decir, cómo luce al corte). También es posible notar que entre los
cordones posteriores existe una separación neta llamada septo mediano posterior; en cambio, los cordones
anteriores mantienen comunicación entre sí mediante la comisura blanca anterior ubicada entre la fisura
mediana anterior y la comisura gris.

En cuanto al aspecto externo de la ME, ella parece un largo tallo cilíndrico ligeramente aplanado en
sentido anteroposterior de 1cm de diámetro, pero que presenta ensanchamientos en algunos niveles
aumentando localmente su grosor hasta 1,5cm. Estos ensanchamientos o intumescencias marcan los lugares
desde los cuales los nervios dirigidos a los miembros emergen de ella: la intumescencia cervical marca el
segmento desde donde emergen los nervios que van hacia el miembro superior, mientras que la intumescencia
lumbosacra señala el tramo desde dónde se desprenden los nervios que inervan el miembro inferior y la parte
baja del tronco.

Siguiendo con la configuración externa de la ME, es posible distinguir a lo largo de ella varios surcos
que sirven de límites a los cordones medulares ya mencionados Fig 6. Entre estos surcos se incluyen: un surco
mediano por anterior que es tan profundo que se le denomina fisura mediana/media anterior; su equivalente
posterior, mucho menos profundo, es el surco mediano/medio posterior; los surcos posterolaterales
[colaterales posteriores] están señalados por la emergencia linear y delgada de las raíces posteriores de los
nervios espinales desde la ME (desde el cuerno posterior de la médula espinal); y los surcos anterolaterales
[colaterales anteriores], marcados por la emergencia, menos linear, de las raíces anteriores de los nervios
espinales (desde los cuernos anteriores de la médula espinal). Estos surcos sirven como punto de referencia
para localizar los cordones anterior, lateral y posterior de la ME; es sabido que por determinados cordones
transitan determinadas vías nerviosas, de modo tal que la lesión de uno u otro tiene distintas repercusiones;
de hecho, cuentan con distinta irrigación de modo tal que ciertos trastornos circulatorios determinan distintas
afecciones. Las vías nerviosas (constituidas por distintos fascículos “en serie”) pueden ser ascendentes (que van
hacia el encéfalo llevando información aferente) o descendentes (que vienen desde el encéfalo con
información eferente y bajan por la ME para alcanzar el órgano efector).

Internamente, en la substancia gris (SG), con forma de H, se observan macroscópicamente los


cuernos/astas anteriores/ventrales y los cuernos/astas posteriores/dorsales de la médula espinal Fig 7.
Microscópicamente hablando, la SG corresponde a somas neuronales organizados en numerosos núcleos. El
cuerno anterior contiene los somas neuronales a partir de los cuales se originan los axones que forman parte
de los nervios espinales. El cuerno posterior, en cambio, contiene los somas de neuronas que reciben
información periférica para enviarla mediante sus fibras a niveles más altos o más bajos de la ME o hacia el
encéfalo. Además, entre las astas anterior y posterior, a cada lado, se encuentra el cuerno/asta lateral de la
médula espinal, elemento que consiste en núcleos del SNA (sólo presente en determinadas alturas de la ME).
En la SG también existe un gran número de interneuronas que conectan con motoneuronas del mismo lado y
del lado opuesto, ya sea del mismo segmento (altura) o de segmentos adyacentes, complejizando las
respuestas al incluir a más neuronas y de ambos lados del cuerpo.

Rodeando a la SG se observa la sustancia blanca que corresponde microscópicamente a fibras


nerviosas mielínicas organizadas en haces. Macroscópicamente, la SB se organiza en cordones (anterior, lateral
y posterior). Estos haces son el camino que los impulsos nerviosos (ascendentes y descendentes) ocupan para
dirigirse a destino. Por ejemplo, los haces grácil y cuneiforme que forman parte de la vía del tacto fino y la
propiocepción consciente transcurren por los cordones posteriores para conducir su información al bulbo. Del
mismo modo, entre las vías descendentes se tienen a los tractos corticoespinales que forman parte de la vía
motora piramidal y que conducen eferencias desde la corteza cerebral a las motoneuronas de la médula
espinal, transcurriendo por los cordones anterior y lateral. La mencionada estructuración en sustancia gris y
sustancia blanca es una constante en todo el SNC variando sólo la disposición de ellas; por ejemplo, en los
hemisferios cerebrales la sustancia gris constituye la corteza cerebral al disponerse periféricamente.

Como se ve, la médula espinal sirve a los mensajes que van al cerebro y a los que provienen de él. Su
función se hace posible gracias a los haces ascendentes y descendentes que la componen (en el espesor de los
cordones medulares de la SB). El nombre de cada haz suele ser lo suficientemente descriptivo para indicar el
cordón en el cual viaja, la localización de sus células de origen y el nivel de localización de su terminación
axónica. Por ejemplo, se puede concluir que el haz espinotalámico lateral (que transmite información aferente
de dolor y temperatura) cuenta con fibras que viajan por el cordón lateral de la ME, que las células de origen
están situadas dentro de la médula espinal, y que las prolongaciones terminales de los axones se conectan con
otras neuronas en un nivel talámico (de ahí su nombre). El estudio de la estructuración funcional (vías, haces y
núcleos) del Sistema Nervioso será motivo de estudio del curso de Anatomía de Cabeza y Cuello y
Neuroanatomía (2do semestre).

Nervios Espinales

De la médula espinal emergen 31 pares de nervios espinales. Cada nervio espinal nace en la forma de
dos raíces, una anterior y otra posterior. Son estas raíces las que vemos emerger de los surcos anterolateral y
posterolateral de la ME. Dado que estas raíces están compuestas de axones que salen del asta anterior, o de
prolongaciones centrales que llegan al asta posterior, su función se relaciona con el cuerno con el que se
vinculan. Así, las raíces anteriores de los nervios espinales son motoras (salen de la ME conduciendo
información eferente), mientras que las raíces posteriores de los nervios espinales son sensitivas (entran a la
ME conduciendo información aferente). En el fondo, la raíz anterior no es más que el conjunto de axones de las
neuronas del asta anterior; mientras que la raíz posterior está constituida son las prolongaciones centrales de
que llegan a hacer sinapsis con neuronas del cuerno posterior; las mencionadas prolongaciones provienen de
neuronas ubicadas fuera de la ME (es decir, neuronas que forman parte del SNP) y que se agrupan formando
ganglios (el término núcleo también implica a un grupo de somas neuronales pero de ubicación en el SNC). En
el caso particular de los nervios espinales, el ganglio anexo al nervio espinal se denomina ganglio espinal
[raquídeo] o ganglio de la raíz posterior (pues se encuentra particularmente anexo a ella) y se cuenta uno para
cada nervio espinal Fig 8. Lateralmente a la ME, se observa cómo las raíces anterior y posterior del nervio
espinal se reúnen formando el tronco del nervio espinal o nervio espinal propiamente tal, que abandona el
canal vertebral cruzando su propio foramen intervertebral [de conjunción]. Este nervio espinal tiene corta
existencia pues prontamente se divide en ramos anterior y posterior del nervio espinal. Estos ramos, a
diferencia de las raíces, presentan función mixta pues reúnen prolongaciones de neuronas sensitivas y motoras
(pues persiguen inervar sensitiva y motoramente distintas partes del cuerpo). Como se ve, se emplea el
esquema de un árbol para referirse a las distintas partes de un nervio espinal: cada nervio espinal se
“desprende” de un lado de la ME a través de una raíz anterior y otra posterior (donde esta última incluye un
ganglio espinal); luego, ambas raíces confluyen para formar un tronco que prontamente se divide en ramos
ventral y dorsal, según se dirijan hacia la parte anterior del cuerpo (vientre) o hacia la región posterior (dorso,
de menor extensión y con necesidades sensitivas y motoras más bajas). Así, los nervios intercostales (que
transitan por el surco de las costillas en el tórax) son un ejemplo de ramos anteriores de los nervios espinales
que surgen de la médula espinal en su porción torácica.

Lectura Complementaria:
- “Anatomía con Orientación Clínica”, Moore; 6°, 7° o 8° edición, págs. 47-57, 496-501.

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