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UNIVERSIDAD NACIONAL DE LOMAS DE ZAMORA

FACULTAD DE CIENCIAS SOCIALES


TECNICATURA EN MINORIDAD Y FAMILIA
MATERIA: CAMPO II - AÑO: 2022

ALUMNA: BARBONA NOEMI ELIZABETH PROFESORES: MONTENEGRO, FABIANA

D.N.I: 18481337 GIORGIO, MARIO

OTERO, CELIA

CUSSATTO, GABRIELA

FECHA: 20/04/2022

HOJAS: 6
Trabajo Practico N° 1
Tema: Reseña histórica. Perfil e incumbencias del Técnico en Minoridad y
Familia.

Responder las siguientes preguntas:


.
1.- ¿Cuáles fueron las razones que motivaron la creación de la carrera de
Técnico en Minoridad y familia?
Las razones que motivaron la creación de la carrera de Técnico en Minoridad
y Familia, ubicadas en el contexto histórico del paradigma de la situación
irregular, fueron que ante la problemática del menor en estado de riesgo
psíquico y moral en la provincia de Buenos Aires, más exactamente en el
distrito Judicial de Lomas de Zamora y ante la necesidad de modificar las
alternativas de ese entonces, que eran principalmente la de la
institucionalización, en una primera etapa, se celebra un Convenio entre la
Universidad Nacional de Lomas de Zamora (UNLZ) y el Ministerio de Acción
social de la provincia de Buenos Aires a través de la Dirección provincial de
menores, por medio, del cual, se posibilita a través de cursos, la capacitación
del personal que se encuentra en contacto constante con los menores en los
institutos de internación, que eran los asistentes de menores. Por ello, por
resolución 243 del 25 de agosto de 1986 del Rectorado de la U.N.L.Z, se crea
una comisión donde se plantea la elaboración de alternativas de acción
distintas para intervenir en minoridad y asistencia social, desde una mirada
diferente como agente de contención. En estos cursos se comienzan a
plantear, por parte del personal a cargo de los menores institucionalizados, las
diferentes problemáticas e inquietudes que surgen, como así también
sugerencias por parte de los participantes, con cuya información se comienza,
a través de un diagnóstico, a diseñar el perfil del técnico en minoridad y familia,
con incumbencias de corte instrumental-operativo para el mejoramiento de la
realidad institucional y capacitados para intervenir con programas alternativos a
la institucionalización, a través de salidas, transformando éstos
establecimientos en efectivos centros de reintegración social, con personal
formado para que pueda comprender la situaciones problemáticas de los
menores en riesgo y servirle de contingencia y apoyo, lo que posibilita a través,
de ese cotidianeidad con el menor un posible a cercamiento a las familias para
lograr una reinserción social, lejos de los castigos. Se propuso, además, un
Master en Minoridad y familia apoyado en un enfoque interdisciplinario, en
beneficio del menor, de las instituciones y de la comunidad donde la
delincuencia y abandono de menores cada vez era más alto.

2:- ¿A qué remitía en aquellos años el concepto “Menor”?. Ubique el


término en el aspecto jurídico

El concepto de “menor” , en aquellos años, ubicado dentro del paradigma de


la situación irregular o del patronato de menores, remitía al niño intervenido por
las instituciones estatales, es decir un niño, pasaba a ser un menor, cuando el
Estado, intervenía sobre él a causa de considerarlo en estado de desamparo
moral o psíquico, o bien moral o materialmente peligroso. El riesgo se centraba
en los riesgos que la niñez peligrosa podía causar a otros y no se tenía en
cuenta a los que ponían en peligro a los propios niños por la situación de
vulnerabilidad en que se encontraban. El menor abandonado o víctima era
igualado con el menor delincuente. Hay que tener en cuenta, que era una
mirada positivista, con un Estado centralizador de la gestión social, que
intervine en niñez con marco teórico y metodología proveniente de la medicina
y el derecho, cuyo objeto de intervención desde el derecho era la minoridad en
riesgo moral y físico y donde se le asignaban funciones específicas a la policía
y funcionarios judiciales con gran poder sobre los menores. El Juez de
menores disponía de la persona menor y actuaba como órgano de instrucción,
sentencia y ejecución. Disponer de ellos era ser arrebatado de su centro de
vida, de su ámbito social y ser trasladado a lugares desconocidos donde
hubiera vacante. Era visto como objeto, como sujeto de posesión y no
analizado en su complejidad.

Además desde el Estado, se cuestionaba la capacidad de los padres para el


cuidado y educacion de sus hijos, lo que dio lugar a la aparición de hogares e
institutos donde eran alojados los niños a cuyos padres se les quitaba la Patria
Potestad, porque moralmente no estaban capacitados para educar a los futuros
ciudadanos.

La infancia, así, desde esta mirada positivista y enmarcada en esta


perspectiva se dividía en, por un lado los niñas/os y adolescentes y por otro los
menores, donde éstos últimos eran quienes no tenían posibilidad de acceso a
la educacion, a la salud, a la familia a un bienestar psíquico y social, es decir
eran los niños pobres. Esta situación de pobreza presupone su judicialización y
no se tienen en cuenta sus condiciones materiales de existencia que son
estructurales y que la generan, culpándose a la niñez desprotegida, por ella y
criminalizando la pobreza, donde se toma al menor como objeto de protección
desde esta mirada funcionalista sin la intervención desde el Estado en los
orígenes de la vulnerabilidad de la niñez en riesgo.

3.- ¿Desde el perfil del TMF que variables se deben tener en cuenta al
momento de abordar las diferentes problemáticas de los niños, niñas y
adolescentes? Desarrolle.

Desde el perfil del TMF se deben tener en cuenta para intervenir en las
distintas situaciones problemáticas de NNyA, las variables sociales políticas y
económicas, pues el eje de las distintas materias que integran nuestra carrera
se relaciona con esas variables, por ello, el técnico es capaz de analizarlas e
intervenir desarrollando labores técnico instrumentales basadas en disciplinas
que operan de soporte en el abordaje de la problemática del menor y la familia.
Estas intervenciones se abordaran analizando las variables políticas desde el
contexto histórico y desde que paradigma nos posicionamos, pues en cada
época, en cada momento político se define una situación problemática de
diferente manera y en función de cómo se definen se proponen las diferentes
intervenciones, como ocurría en el paradigma del patronato, donde se proponía
la institucionalización a diferencia del paradigma de la protección integral donde
con la reforma de la Constitución del año 1994, se incorpora la Convención de
los Derechos del Niño, lo que obliga a ajustar las leyes nacionales, provinciales
y municipales a dicha norma incorporándose marcos teóricos de la Psicología,
la Antropología, la Sociología y el Trabajo Social, en un contexto de
revalorización de los derechos humanos, donde además, considera a los niños,
niñas y adolescentes como sujetos titulares de derechos universales que deben
protegerse de manera integral. Se apunta a evitar la criminalización y
judicialización de la pobreza, entendiendo que las carencias materiales no son
razón para la intervención del Poder Judicial en la vida de los sujetos infantiles.

El conflicto es proceso inherente a la sociedad y es un motor de


transformación de la sociedad y gracias al reclamo, a las agrupaciones,
movimientos, luchas es que la sociedad se fue transformando y obteniendo
logros para el bienestar de algunos sectores sociales más vulnerables, donde
se ponían en discusión distintos posicionamientos y en debate esas
intervenciones y la forma de digitar y decidir sobre la vida del menor.

Las condiciones materiales de existencia influyen notablemente en la vida


cotidiana de los sectores más postergados, donde se debe tener en cuenta en
el análisis quienes son los dueños de los medios de producción y quiénes los
dueños de la fuerza de trabajo y en donde lo que prima es la posición de los
medios de producción económicos y el criterio de distribución, pretendiéndose
mantener esta estructura económica intacta ya que favorece un modelo
sustentado por las clases dominantes.

En cuanto a los social el análisis se debe hacer en una construcción con el


otro, donde se puedan desarrollar nuevas pautas de conducta que le posibiliten
un mejoramiento de sus condiciones de vida, ya que no intervenimos o
trabajamos para el otro, que sería en la línea de la dominación, sino que lo
hacemos con el otro donde se da la posibilidad de una escucha activa y la
observación, construyendo con el otro como un sujeto identitario, que tiene su
propia subjetividad y que es sujeto de derechos y obligaciones. Por ello
debemos problematizar nuestros propios posicionamientos, los modos de
pensar que tenemos y como explicamos una situación problemática, y no
analizar sujetos sino situaciones problemáticas que son multicausales y que
están inmersas en una sociedad capitalista, donde las condiciones materiales
de existencia no tienen que ver con su voluntad.
4.- ¿Cómo ubica el rol del TMF en relación a la ley 13.298 de Promoción y
Protección de los Derechos de los niños, niñas y adolescentes.
La Ley 13298 de Promoción y Protección de los derechos de los niños, niñas
y adolescentes, concibe al NNyA como sujeto de derechos, hay una prioridad
de la niñez en las políticas sociales, se toma a la familia como sujeto social
fundamental, hay una valoración de la comunidad y de la redes sociales, se
apuesta a las respuestas locales en el territorio y hay una corresponsabilidad
lógica. Este sistema de promoción y protección, definido como el conjunto de
políticas que consideran a la niñez y adolescencia como un sujeto activo de
derechos, se determina las responsabilidades de la familia, la sociedad y el
Estado con relación a los derechos universales y especiales por su condición
de personas en desarrollo, definiendo lo que se entiende en el marco de la ley
como esquema de corresponsabilidad entre todos los actores para el
cumplimiento de los derechos de la niñez y la adolescencia.

El rol del técnico ubicado en ella, será diseñar estrategias para resolver la
situación con las familias y con los NN y A, siendo las personas con las que se
construye la intervención, participantes activos en las decisiones de los
procesos, trabajar desde la integralidad y buscando un efecto a largo plazo,
tratando de empoderar a los sujetos para que pueden por si mismos ejercer
sus derechos. Además coordinar, orientar, informar sobre los derechos y
obligaciones de los NN y A acompañando desde la especificidad de nuestra
profesión, reposicionando a la niñez como un sujeto activo en su propia vida,
dándole centralidad a su deseo, a ser escuchado, donde es posible construir
una nueva noción de derechos quitándola del lugar cosificado. Además
promover, prevenir, asistir, proteger, resguardar, restablecer y garantizar el
goce de los derechos de los NN y A, establecidos en la Constitución Nacional,
Constitución de la provincia de Buenos Aires, la CDN y demás tratados de
D:DH:H.

El rol del TMF se construye todo el tiempo, como dice Morín, el termino
desarmarnos, ya que estamos armados defensivamente para no ser
conmovidos. Por ello, es necesario desarmar esas estructuras que protege el
mismo error, es decir teorías, doctrinas e ideologías que protegen el mismo
error. No es un rol fijo y estático, es en esa situación y en ese momento. Como
sostiene el autor de mención, nos fermenta, aumenta esos deseos, fantasías,
pretensiones, ansias que son estructurales de los sujetos, por lo cual estos
significantes van a ser resignificados constantemente en cada una de nuestras
intervenciones.

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