Está en la página 1de 11

EL GENIO DE ORIENTE.

JOAQUIN CÓRDOBA

INTRODUCCIÓN AL ORIENTE Y EL EGIPTO ANTIGUO

GRUPO 110

JOSÉ SIERRA CALLEJA


Los occidentales estamos acostumbrados a escuchar que nuestra cultura y pensamiento
proviene de los griegos y de la literatura bíblica, sin embargo, esto no es del todo cierto.
Cualquier lector se quedará asombrado al oír la expresión sumeria “en boca abierta
entran moscas” tan similar a la actual “en boca cerrada no entran moscas” y aun mas en
darse cuenta de que entre estas dos expresiones han pasado al menos 4000 años entre
una y otra. Esta similitud da mucho que reflexionar.

Jean Botero escribe como la civilización occidental se desarrolló gracias al cristianismo,


al pensamiento grecorromano y a la ideología bíblica. Sin embargo, este argumento ha
de ser apoyado por la constatación de documentos y más allá de la Biblia, las tablillas
micénicas y de los griegos nos encontramos con los pueblos del Oriente antiguo. Los
antiguos griegos y los viejos judíos tenían constancia de esto, un ejemplo de esto es
como Heródoto hablaba de los orientales (denominados barbaros por hablar otra lengua)
y estimaba como su historia suponía una importantísima aportación para la civilización
humana.

Todas las ciencias tienen su origen en Oriente (astronomía, física, cosmogonías,


ciencias de la naturaleza…) además de la religión, literatura, historiografía… Pero las
aportaciones más importantes son el espíritu deductivo (base de la cultura y la ciencia),
el espíritu observador, el espíritu ordenador y el científico, las cualidades más
características del hombre y las necesarias para su desarrollo.

La cultura oriental es una cultura muy profunda en todos los sentidos, caracterizada por
un pensamiento singular. Los primeros textos escritos (3500-3200 a.C.) nacen de una
voluntad de racionalización administrativa, de la conciencia de recopilar datos,
organizarlos y guardarlos. Poco después se comenzaría la definición intelectual de las
cosmogonías y teogonías además de las primeras enciclopedias. Un ejemplo de esto son
las tablillas de Mul.Apin donde la importancia no reside en la clasificación de
constelaciones, planetas… sino la división en tres sectores del hemisferio norte. Todo
esto demuestra un verdadero conocimiento, observación e incluso predicción, no solo
astronomía básica.

La cultura y el pensamiento del Oriente antiguo responden en conjunto a la primera


expresión de madurez intelectual de la humanidad. El espíritu analítico y observador de
esta cultura (la oriental) es el origen de nuestra ciencia, pensamiento y cultura.

I. Imagen, espacio y tiempo


En 1800 con el redescubrimiento de Oriente (gracias a viajeros europeos que contarán
sus experiencias y vivencias en sus viajes) se creará la “literatura orientalista”, muy
criticada por algunos como por ejemplo E.W.Said el cual enfoca su crítica al Oriente
islámico y a los medios académicos empleados, no en el Oriente preislámico.

Comúnmente se piensa que había uniformidad y semejanza entre todo el territorio, pero
con las montañas, ríos, desiertos y mares esto era prácticamente imposible, se trataba de
una cultura muy compleja, rica y amplia. Este territorio se extiende desde los bosques
húmedos al norte de Anatolia e Irán hasta los desiertos de la Península de Arabia o del
Irán interior. Esto implica que estamos hablando de una cultura que se desarrolló en un
territorio muy extenso y comenzó en la región de Uruk (sur de Irak) en torno al 3500
a.C. y acabó en el año 636 d.C. con la derrota de los sasánidas a manos de los árabes
musulmanes en Qadisiya.

Los protagonistas de los 1500 años de nuestra historia son los sumerios, acadios, sirios
y elamitas. En Mesopotamia se fue desarrollando la cultura de las gentes de Uruk y las
ciudades estado sumerias (3500-2350 a. C.). Luego, con los acadios y su primer imperio
(2350-2150 a. C.) tendría lugar la más temprana centralización administrativa y cultural,
además de la creación de una lengua mas simple. Finalmente, tras la desintegración de
estos últimos se producirá una época sumero-acadia (2100-2180) en el que se produce
una síntesis de ambas culturas.

Fuera de Mesopotamia, otras culturas se desarrollarían al mismo tiempo como en Ebla


(en el norte de Siria) y en otros sitios donde los archivos encontrados tienen mucha
importancia debido al conocimiento que nos proporcionan sobre estas culturas. Otros
ejemplos son las regiones de Susiana y Elam (ambas en Irán) las cuales desarrollan un
sistema propio de escritura, sus propias ideas y organización.

Durante el segundo milenio, la historia es más rica y compleja, los pueblos, reinos y
lenguas se multiplican. En Anatolia se abre el horizonte hitita (ca. 1700-1200 a. C.),
cabe destacar la madurez babilónica y la longeva dinastía de los casitas (ca. 1570-1155
a. C.), pilar de referencia cultural para todo oriente, y al norte Mitanni (ca. 1500-1350 a.
C.). En Occidente los amorritas lideran la cultura y posteriormente, durante la segunda
mitad del segundo milenio, los cananeos y otros pequeños reinos se encargaran de
determinar la imagen cultural.
Durante el primer milenio los centros culturales pasan de Asiria a Babilonia donde la
suma del saber y pensamiento se recogía en bibliotecas, archivos y eruditos. Tras la
conquista de Babilonia por los persas, el eje creador se trasladaría a Irán, donde tanto la
lengua (se cambia al arameo) como los soportes donde se escribía (se relega la tablilla)
se cambian lo que provoca el olvido de antiguas lenguas y saberes.

II. Materia, alma y silencio

La escritura (los símbolos a los que estamos acostumbrados) supone una ruptura del
espacio y el tiempo y es fruto de una evolución lente y natural.

Denise Schmant-Besserat, en su investigación sobre el origen de la escritura, encontró


unas fichas (de 2cm) con forma de esferas, conos, discos, triángulos… cuya función no
se había asegurado. La arqueóloga descubrió que tenían relación con unos
descubrimientos en Nuzi y Susa lo que le ayudó a llegar a la conclusión de que se
utilizaba un sistema de contabilidad basados en las fichas. También comprobó como el
uso de estas fichas era paralelo al de la producción de alimentos e inicio de
intercambios. Con el crecimiento posterior de los núcleos urbanos y la complejidad de
bienes e intercambios (5000-3500a.C) empezaron a aparecer nuevas fichas con nuevas
inscripciones. Aparecerán también las “bullae”, pelotas huecas de arcilla que tenían la
función de sobre y las fichas que iban en su interior (estaban cerradas y selladas) hacían
de testimonio de mercancías remitidas frente a pérdidas. Se comenzaría a poner una
marca por fuera para evitar engaños al emisario la cual acabaría sustituyendo a las
fichas. Estas bullae servirán de inspiración para las primeras tablillas encontradas
(Uruk).

A mediados de cuarto milenio aparecen las primeras tablillas (las nombradas


anteriormente), pequeñas y sencillas que se trataban de documentos de contabilidad de
bienes o mercancías. Suponen una fase decisiva en una evolución comenzada en las
fichas neolíticas y acabada en la escritura cuneiforme clásica. Esta ultima fase, la
escritura de las palabras (fonetismo) se culmina a principios de tercer milenio, donde se
pasa de los ideogramas a los fonogramas. Las lenguas formadoras de la escritura fueros
el sumerio primerio y luego el acadio (el cual culminó el proceso fonético).

La escritura cuneiforme se caracteriza por el aspecto de cuñas o clavos y por tener


signos compuestos por una cuña vertical, horizontal, oblicua y con cabeza de cuña. Este
tipo de escritura será adaptada por otras lenguas de la región durante los tres siguientes
milenios para acabar dando paso a la cursiva.

La difusión del alfabeto (número limitado de signos) supuso una nueva revolución
cultural llevada a cabo por la iniciativa de los letrados.

Al final del segundo milenio, en la costa sirio-palestina, surge un alfabeto lineal de 22


signos que plantea una nueva forma de escritura. Los signos eran curvos o rectos y
estaban escritos con pincel o pluma en papel o pergamino. En la península Arábiga, sin
embargo se usarían diversas escrituras alfabéticas, por ejemplo el sudarábigo.

Las lenguas de Oriente nos han llegado en tablillas de arcilla o en papiro. Las mas
antigua es el sumerio (“eme-gir” lo que puede significar lengua noble) y fue la lengua
dominante en Mesopotamia durante casi todo el tercer milenio, aunque acabó siendo
relegada a lengua culta. Tras los sumerios, serán los acadios los que impongan su lengua
y los que desarrollarán el fonetismo, cada signo se representaba una sílaba, convirtiendo
el sistema de escritura en silábico. Fue continuado por sus dialectos, el asirio y el
babilónico (con matices propios) que pasarán a ser las dominantes.

Durante el tercer milenio destacaron el elamita (de tipo aglutinante y una de las mas
perdurables del Oriente antiguo) y eblaíta (pertenece al tipo lingüístico semítico
arcaico).

En las tierras altas de al Yazira, en el segundo milenio, se producirá una larga


proyección de lengua hurrita, una lengua aglutinante relacionada con el acadio. La
lengua hitita, hablada en la mayor parte de Anatolia, adoptará el silabario.
Sorprendentemente esta lengua era indoeuropea. Destacan otras lenguas como el
cananeo, amorrita y ugarítico.

Los artífices de la cultura y el pensamiento del Oriente antiguo fueron los letrados,
personas con conocimientos, unidas y respetadas inmensamente por todos. Se suele
pensar que los escribas provenían de familias acomodadas, pero esto no es cierto,
podían ser hijos de herreros, curtidores o esclavos, se trataba de una elección repetida
por tradición familiar. El proceso de convertirse en letrado era largo y complejo, se
empezaba desde niño. Este debía de aprender a fabricar tablillas de arcilla, a prepararse
cálamos de madera con extremos en forma de cuña y a escribir en tablillas específicas
para su trabajo. Empezaban con signos básicos (en escritura y lectura) hasta llegar a los
ideogramas mas complejos. El letrado aprendía a copiar, ejercicios de memoria y a
copiar al dictado. Además aprendían matemáticas (sumas, restas, multiplicaciones,
divisiones…) y de esta manera llegaban al fin de su formación y el comienzo de la
profesión, acompañada de estudios especializados junto a profesores afamados o en
escuelas buenas (Nippur, Azu Salabikh), bibliotecas o centros de estudios. Se convertían
así en gente de ciencia que redactaba la cultura y el pensamiento. El aspecto que unía a
los letrados era su fe. Pasaron de rendir culto a la diosa Nisaba al dios Nabu cuando la
sustituye. Le dedicaban tablillas, ofrendas y exvotos.

Con el paso del tiempo, el número de personas capaces de leer y escribir, a la vez que
hacen otros trabajos más comunes, aumenta. Por ejemplo, los comerciantes no podían
depender al cien por cien de los escribas. Independientemente de la familia de
proveniencia, todos empezaban la carrera de su vida con una formación básica en
escritura, lectura y matemáticas.

En el segundo milenio se le dará mucha importancia a los mensajeros y diplomáticos ya


que estos eran los que portaban mensajes, llevaban a cabo las negociaciones, defendían
al rey…Otro puesto que recibe importancia es el de educador del príncipe heredero, que
debía recibir una buena formación de letrado.

La vida del letrado era mas peligrosa de lo que se puede pensar ya que este debía ir al
campo de batalla donde el rey podía dictarle una descripción de lo que aparentemente
iba a ser una victoria clara (como probablemente pasó en las Termópilas), nombres de
unidades y jefes en el campo de batalla.

En el Oriente antiguo la cultura y el pensamiento se creaban en el silencio de los


templos, bibliotecas, archivos de palacio y santuarios. Los archivos y las bibliotecas
contaban con un sistema de localización no muy alejado del actual. Las tablillas se
colocaban en estantes de madera o nichos en el muro, en cestos, tinajas o cajas de
madera y las bibliotecas contaban con un catálogo. Además de templos y palacios la
mayoría de los eruditos tenían en su casa bibliotecas y archivos privados.

III. Legados de pensamiento y cultura

En el Oriente antiguo encontramos el origen de la religión y de la especulación


filosófica y las primeras preguntas sobre nuestro origen, devenir y esperanza en el más
allá. La religión fue construyéndose poco a poco y se apoyaba en las necesidades y
vivencias del hombre. Surgió de manera natural, con la santificación de las fuerzas
superiores al hombre (sol, luna, tormenta, fertilidad…). Los sumerios tenían entre 1000
y 2000 dioses mientras que los semitas rendían culto a una trinidad, AN-Anu (cielo),
Enlil (atmósfera, tormenta y viento) y ENKI-Ea (aguas subterráneas) y a su alrededor se
movían otros de menos importancia. Fue un sistema muy duradero

En el segundo y primer milenio se tiende a la singularización, Marduk en Babilonia,


Assur en Asiria e Ishtar un poco en todas partes. El funcionamiento piramidal de los
dioses reproducía el de las monarquías e instituciones, los dioses estaban por encima de
todo.

A la vez que la religión, se desarrollará la cosmología y el nacimiento del universo será


definido como una esfera hueca en cuyo centro se encontraría la tierra, los océanos y las
montañas que soportarían la bóveda celeste y debajo una cueva oscura, la morada de los
difuntos. Según ellos el hombre fue creado a partir del barro y su función era la de servir
a los dioses. El único consuelo que había tras la muerte eran las ofrendas que se
llevaban a las tumbas y que servían para “alimentar” el espíritu del muerto. La muerte
no era considerada un castigo, sino algo establecido en el orden lógico de las cosas
definido por la creación.

Se producirá un cambio radical en la religión con la aparición del zoroastrismo y la


difusión del maniqueísmo. El primero tenía como profeta a Zaraustra, su libro sagrado
se llamaba Avesta y su dios era Ahura Mazda (después será Mitra). El segundo tendría
como profeta a Mani, el cual llega a obtener la protección del Rey de Reyes y su
esencia doctrinal seguía dos principios, la luz y la oscuridad.

Los antiguos veían al hombre como parte de la sociedad y esta dependía de fuerzas
cósmicas. Aquí se inicia el camino a la filosofía, con la preocupación sobre el ser
humano, la vida, el bien y el mal…. En el tercer milenio se hacen populares los
proverbios, considerados pequeñas enseñanzas para la vida. Dos ejemplos de obras
profundamente filosóficas son “Monólogo de justo sufriente” y “Diálogo del amo y el
siervo”.

Además de la religión y la filosofía se perfilan las primeras obras maestras y géneros


literarios en poesía y prosa y la historia se comienza a formar también con instrumentos
de precisiones cronológicas y la recopilación ordenada de datos. La literatura es
considerada la más original ya que surge sin un modelo que seguir y gran parte de ella
está pensada para ser leída en voz alta y en público. La literatura épica destaca sobre
todo por su belleza formal y riqueza de contenido. Un ejemplo de esta literatura es la
historia de Gilgamesh. También hay presencia de una literatura más ligera (fábulas y
debates) y una literatura cómica (El hombre pobre de Nippur).

La historiografía nace con los letrados de Oriente próximo los cuales contaban con
conciencia histórica teniendo en cuenta que dejaron constancia en los archivos para el
futuro. Durante el tercer milenio los sumerios y acadios empezaron a relatar hechos de
transcendencia pública, como por ejemplo las listas reales. Durante el segundo milenio
los letrados enriquecen las formas de expresión histórica, los asirios crearán la escuela
de los Anales y la de los cronistas.

Surgirán también en el Oriente Próximo la composición musical y el sistema de


notación, y los principios generales de la vida jurídica. El poder laico estaba legitimado
para dictar leyes escritas, públicas e igualitarias, establecer jueces y medios necesarios
para llevar a cabo sentencias. Destacan códigos como el de Urnamu o Hammurabi.

El estudio científico se generó a partir del campo de la adivinación y se aplicaría a todas


las ciencias y sus conclusiones acabarían el espíritu y las bases del pensamiento
científico. Durante el primer milenio el interés por la botánica y la zoología crecieron.
Durante las conquistas, se enviaban diversas plantas a la capital para decorar palacios o
venderlas. Lo mismo pasaba con los animales exóticos los cuales eran enviados a
cazaderos reales o trasladados a parques zoológicos.

En cuanto a la geografía, destaca una tablilla de la ciudad Gasur-Nuzi, el primer mapa


regional conocido el cual cuenta con los cuatro puntos cardinales y el de la ciudad de
Nippur el cual cuenta con los edificios más importantes.

La medicina, aparte de ser una verdadera ciencia en la época, manifestó un verdadero


despertar en el pensamiento positivo. El médico se diferenciaba del exorcista aunque
este era complementario. Tanto los médicos como los cirujanos eran muy respetados. El
catálogo de textos relacionados con medicina llegados hasta nosotros es muy amplio.
Esta sabiduría fue posteriormente heredada por los griegos.

En matemáticas, el sistema dominante sería el sexagonal el cual permitía la


simplicación de números grandes y pequeños. Crearon también el álgebra cuyo carácter
tenía correspondencia con la geometría.
La astronomía fue uno de los saberes orientales más destacados e impresionantes, las
observaciones de llevaban a cabo sobre la línea del horizonte y con el uso de diversos
instrumentos (la alidada, el gnomon, la clepsidra y el polos entre ellos) llegaron a
determinar doce meses en el calendario lunar, constelaciones, el zodiaco, y la posición
de los planetas (y el movimiento de algunos). Las aproximaciones y resultados
conseguidos son muy similares a los actuales, lo cual es muy impresionante.

Estudiando planos arquitectónicos podemos ver como detrás de estos hay una
planificación y una ciencia de construcción. Algunos ejemplos de esto son el acueducto
de Yerwan, los sistemas de canales (mandados a construir por Senaquerib) y el sistema
de regadío de Babilonia, los cuales demuestran el conocimiento de ingeniería,
construcción y física. Se conocieron aquí también por primera vez los secretos de la
metalurgia del cobre, bronce, oro, plata y hierro. Todo esto no era considerado simple
tecnología, sino verdadera cultura y pensamiento.

IV. Colofón. Memoria de una cultura

El conocimiento y estudio de la cultura y pensamiento oriental ha seguido un difícil


camino debido a los “muros” levantados por la literatura bíblica, la cultura
grecorromana y la falta de descubrimientos en la actualidad. Los griegos fueron a veces
conscientes de esto, como por ejemplo Diofontes se inspiró en el álgebra mesopotámico
y Tales de Mileto predijo el eclipse del 28 de Mayo de 585 a.C. gracias a las
observaciones babilónicas.

Con el tiempo la cultura cuneiforme se iría perdiendo a la vez que Asiria y Babilonia
iban desapareciendo (cada vez llega menos su influencia hacia Occidente). Tanto la
Biblia como algunos clásicos conservarían algunas imágenes de estos orígenes, pero
serían escasas. En el s. XX se comienza a estudiar con más ímpetu la cultura,
pensamiento y creencia del Oriente antiguo, sin embargo los intentos de que estos
estudios alcanzasen las altas esferas fueron fracasados. Algunos ejemplos de estos
intentos son la película “Intolerancia”, por David Wark Griffin, la obra teatral
“Arquitecto y emperador de Asiria”, por Fermando Arrabal y el libro “Los jardines de la
luz”. Sin embargo poco a poco se está consiguiendo rescatar y difundir la cultura y
pensamiento de esta época, convirtiéndose estos en patrimonio y memoria de la
humanidad, en otras palabras el saber de nuestros orígenes.
Valoración personal

Este libro nos proporciona un viaje a través del origen de nuestro pensamiento y cultura
de una manera cuidada, relativamente breve y fácil de leer. El autor nos muestra una
imagen del Oriente antiguo no conocida por todos para mostrarnos como a pesar de que
los occidentales pensamos que el origen de nuestra cultura está en los griegos y romanos
y lo que no sabemos es que estos heredaron la mayoría de tradiciones y pensamientos de
estos orientales. Aparte de crearnos una imagen mental del territorio, los distintos
pueblos, civilizaciones, reinos y culturas, nos cuenta de una manera muy amena como
nace nuestro espíritu observador, científico y curioso (características básicas de los seres
humanos) a través de la escritura esencialmente.

La manera en la que este libro está estructurado y la información que en él encontramos


podría asemejarse al crecimiento de una persona, es decir, desde que nace, primeros
años de adolescencia y desarrollo personal para llegar finalmente a la madurez, a su
realización como persona. La manera en la que el autor expone el desarrollo de la
cultura oriental es la misma, cuando habla de escritura nos muestra como aparece por
primera vez, la razón por la que lo hace y como va evolucionando o dando sus
“primeros pasos” hasta llegar a la escritura cuneiforme, su fonetización y la escritura de
nuestros días. Nos muestra como los distintos pueblos comienzan a adaptarla, las
diferencias entre ellos y sus lenguas y sus distintas manifestaciones, en otras palabras la
cultura.

Además de la escritura, el autor, rompe todos los estereotipos o ideas equivocadas que
se tiene de Oriente y su relación con nosotros en aspectos como la ciencia filosofía o
religión, los cuales yo personalmente nunca habría relacionado con esta cultura y en
cierta manera me ha abierto la mente a la hora de ver las cosas y de preguntarme su
origen y no contentarme simplemente con lo que comúnmente se conoce.

El objetivo de este libro es el de derribar las barreras levantadas contra en conocimiento


y estudio de Oriente y el de devolver a este el legado que le pertenece, el hacer llegar el
conocimiento sobre esta cultura a las altas esferas.

Para entender nuestro presente, tenemos que conocer nuestro pasado y este libro trata
muy bien este aspecto y pienso que todo el mundo debería leer este tipo de libros. Me
parece muy interesante y necesario el conocer el legado que nuestros antepasados,
nuestro origen, nos han dejado ya que no es un legado “inútil”, que se haya perdido,
sino que se encuentra entre nosotros en el día a día y esto es algo imprescindible de
conocer de cara al futuro y es por esto por lo que no podemos permitirnos dejarlo caer
en el olvido,

También podría gustarte