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pdi, reclamo calificación, ubicación lista 4, plazo de cese, precalificación,


motivación acuerdo

NÚMERO DICTAMEN FECHA DOCUMENTO


024298N17 04-07-2017
NUEVO: REACTIVADO:
NO SI
RECONSIDERADO
RECONSIDERADO: PARCIAL:
NO NO
ACLARADO: ALTERADO:
NO NO
APLICADO: CONFIRMADO:
SI NO
COMPLEMENTADO: CARÁCTER:
NO NNN

DICTAMENES RELACIONADOS

aplica dictámenes 43445/2012, 55909/2016, 34277/2010, 57545/2012, 43974/2016,


83055/2015, 40962/2016, 25185/2009, 10590/2006, 45519/2015, 75685/2015,
35058/2013
Acción Dictamen Año
Aplica 043445 2012
Aplica 055909 2016
Aplica 034277 2010
Aplica 057545 2012
Aplica 043974 2016
Aplica 083055 2015
Aplica 040962 2016
Aplica 025185 2009
Aplica 010590 2006
Aplica 045519 2015
Aplica 075685 2015
Aplica 035058 2013

FUENTES LEGALES
dto 28/81 DEFEN art/16 num/1 dto 28/81 DEFEN art/16 num/5 dto 28/81 DEFEN art/16
num/6 ley 10336 art/21B dfl 1/80 DEFEN art/62 dfl 1/80 DEFEN art/64 dto 28/81 DEFEN
art/42 dto 28/81 DEFEN art/43 dto 28/81 DEFEN art/44 dto 28/81 DEFEN art/45 dto
28/81 DEFEN art/46 dto 28/81 DEFEN art/47 dfl 1/80 DEFEN art/66 dfl 1/80 DEFEN art/67
dfl 338/60 art/46 ley 18834 art/49 ley 18834 art/50 dfl 1/80 DEFEN art/71B ley 19880
art/32 inc/1 ley 20285 art/primero art/10

MATERIA

Funcionaria de la Policía de Investigaciones de Chile calificada en lista N° 4, debe cesar


dentro del plazo de treinta días desde que queda ejecutoriada su evaluación. Precalificación
de jefatura directa no obliga a las juntas a ubicar en una determinada lista. Acuerdo de la
junta de apelaciones se encuentra fundado.

DOCUMENTO COMPLETO

N° 24.298 Fecha: 4-VII-2017

Se ha dirigido a esta Contraloría General la señora Sylvana Corte Molina, funcionaria de la


Policía de Investigaciones de Chile, impugnando la licitud de su evaluación del período 2015-
2016, en la cual fue ubicada en lista N° 4, lo que, en opinión de ese organismo, se
ajustaría a la normativa que regula la materia.

En primer término, en cuanto a la disconformidad con la valoración dada a su trabajo,


como asimismo acerca de la ponderación que la mencionada junta le otorgó a las
sanciones que se le impusieron en el período calificatorio en estudio, debe señalarse,
acorde con lo resuelto en el dictamen N° 43.445, de 2012, de este origen, que la facultad
de esta Entidad Fiscalizadora para revisar los procesos evaluatorios se refiere a la posible
existencia de arbitrariedades o vicios de legalidad que pudieran presentarse en sus
diferentes etapas y no sobre las apreciaciones técnicas, idoneidad funcionaria o eficiencia
en el desempeño de un determinado servidor, debiendo añadirse, en armonía con lo
concluido en el dictamen N° 55.909, de 2016, de esta procedencia, que no existe
impedimento para que los órganos calificadores, en el contexto de la evaluación del
desempeño de un empleado, aprecien los castigos impuestos para los efectos de ponderar
cómo ellas inciden en el cumplimiento de sus deberes y obligaciones, tal como aconteció
en la especie.

Enseguida, respecto a que no correspondió que la Junta Calificadora de Oficiales Superiores


y Jefes hubiese rebajado las notas que le fueron otorgadas por su jefatura directa, es
menester consignar, acorde con lo expuesto en los dictámenes No s 34.277, de 2010 y
57.545, de 2012, de este origen, entre otros, que si bien los órganos evaluadores deben
tener en cuenta la precalificación al momento de adoptar sus decisiones, la misma no es
vinculante, pues constituye solo parte de los elementos que ponderan al ejercer su
cometido.

Luego, acerca del planteamiento de no haberse valorizado sus constancias positivas, cabe
consignar que estas revisten un carácter informativo y son parte de los diversos datos que
examinan las juntas, que no limitan sus facultades para evaluar el comportamiento laboral
de un determinado empleado, de modo que la señora Corte Molina puede figurar en lista
N° 4, aun cuando posea registros destacados en su historial, según se manifestó en el
dictamen N° 43.974, de 2016, de este origen, entre otros.

A continuación, en cuanto a que resultó improcedente que en su evaluación la Junta


Calificadora de Oficiales Superiores y Jefes hiciera alusión a los principios contenidos en el
Código de Ética de la Policía de Investigaciones de Chile, aprobado por la Orden General N°
2.186, de 2008, de la Dirección General, es menester señalar, contrariamente a lo que al
parecer entiende la peticionaria, que en las evaluaciones de los servidores de esa
institución policial son aplicables las disposiciones comprendidas en el anotado
ordenamiento, toda vez que el decreto N° 28, de 1981, del Ministerio de Defensa
Nacional, Reglamento de Calificaciones, en su artículo 16, numerales 1, 5 y 6 -referidos a
los factores espíritu de cuerpo, respeto a la dignidad humana y ética profesional,
respectivamente-, hace referencia expresa a dicho código.

Seguidamente, en lo referente a que, en su opinión, las anotaciones registradas en su hoja


de vida no serían graves, precisas y concordantes, cumple con expresar, acorde con lo
resuelto en el dictamen N° 83.055, de 2015, de este origen, que no resulta procedente,
en virtud de lo previsto en el artículo 21 B de la ley N° 10.336, que esta Contraloría
General se pronuncie acerca de aspectos de mérito de una decisión administrativa, como
se pretende, los que quedan comprendidos dentro de las atribuciones de las juntas
calificadoras de la Policía de Investigaciones de Chile.

A continuación, en cuanto a la solicitud de revisión de los procedimientos disciplinarios a


cuyo término le fueron aplicadas las sanciones consideradas en su evaluación, es menester
señalar, según se precisó en el dictamen N° 40.962, de 2016, de este origen, entre otros,
que la presentación en estudio no es el mecanismo idóneo para impugnar tales medidas,
puesto que el reclamo sobre calificaciones tiene por objeto la revisión de la evaluación de
un servidor en relación a las eventuales arbitrariedades o vicios que se aprecien en sus
diferentes etapas, mientras que el examen de legalidad de un proceso disciplinario se
refiere al análisis de probables infracciones que pudieren haberse cometido en la
tramitación de aquel.

Por su parte, en lo concerniente a que la Junta de Apelaciones se habría convertido en una


comisión especial al haber confirmado lo resuelto por la Junta Calificadora de Oficiales
Superiores y Jefes, cumple con señalar, según lo establecido en los artículos 62 y 64 del
decreto con fuerza de ley N° 1, de 1980, del Ministerio de Defensa Nacional, Estatuto de
Personal de la Policía de Investigaciones de Chile y en los artículos 42 a 47 del anotado
reglamento de calificaciones, que al primer cuerpo colegiado mencionado le corresponde
conocer y resolver el recurso de apelación que se interponga en contra de la calificación y
clasificación que efectúen las juntas calificadoras, sin que la circunstancia de que ratifique lo
decidido por esas últimas, la transforme en una comisión especial, como erróneamente
expresa la peticionaria.

A su turno, sobre el planteamiento de que el acuerdo de la Junta de Apelaciones que


denegó su recurso no estaría fundado, resulta útil anotar que del examen de la
documentación acompañada, aparece que en él se exponen los motivos concretos y
circunstancias precisas que justifican la mantención del puntaje conferido por la Junta
Calificadora de Oficiales Superiores y Jefes, dado que enuncia cómo las medidas
disciplinarias que registra la señora Corte Molina permitieron confirmar las notas otorgadas
a los distintos rubros ponderados, por lo que se rechaza esta reclamación.

Enseguida, en lo que dice relación con la ejecutoriedad del proceso evaluatorio en análisis,
Enseguida, en lo que dice relación con la ejecutoriedad del proceso evaluatorio en análisis,
cumple con manifestar que el artículo 66 del citado decreto con fuerza de ley N° 1, de
1980, prescribe, en lo pertinente, que el empleado clasificado, por resolución ejecutoriada,
en lista N° 4, deberá alejarse de la institución dentro de los 30 días contados desde la
fecha en que quedó ejecutoriada la resolución; mientras que el artículo 47 del reseñado
decreto N° 28, de 1981, dispone, en lo que importa, que las calificaciones y clasificaciones
quedarán firmes una vez que la Junta de Apelaciones haya puesto término a sus funciones,
resolviendo todos los recursos de apelación que se hubieren deducido.

A su vez, cabe manifestar que el artículo 67 del decreto con fuerza de ley N° 1, de 1980,
del Ministerio de Defensa Nacional, Estatuto del Personal de la Policía de Investigaciones de
Chile, prescribe que el proceso evaluatorio se regirá, en lo demás, incluyendo las normas
sobre recurso de reclamación, de apelación y de reconsideración, por el reglamento
respectivo, sin perjuicio de las facultades que en torno a tales materias otorga a la
Contraloría General de la República, el artículo 46 del decreto con fuerza de ley N° 338, de
1960 -antiguo Estatuto Administrativo-, actual artículo 49 de la ley N° 18.834.

De este modo, cabe concluir que el artículo 50 de la referida ley N° 18.834, invocado por
la peticionaria, según el cual se entenderá que la resolución -que clasifica a un funcionario
en lista N° 4-, queda ejecutoriada desde que venza el plazo para reclamar o desde que sea
notificada la resolución de la Contraloría General que falla el reclamo, no resulta aplicable al
personal de la Policía de Investigaciones de Chile, toda vez que tal asunto se encuentra
regulado en el anotado artículo 66 del citado decreto con fuerza de ley N° 1, de 1980, en
relación con el artículo 47 del decreto N° 28, de 1981.

Por otra parte, en lo concerniente a su disconformidad con que su cese se haya dispuesto
previo a la total tramitación del pertinente acto administrativo, es menester señalar de
conformidad con lo indicado en el artículo 71 b) del estatuto de personal, que en los
decretos supremos que dispongan el retiro de los oficiales clasificados en lista N° 4 -como
ocurre en la especie-, la fecha de alejamiento será la indicada en el anotado artículo 66,
esto es, 30 días contados desde la fecha en que quedó ejecutoriada la resolución.

Como es dable advertir, y tal como se informó en el dictamen N° 25.185, de 2009, de


este origen, el antedicho precepto, por razones impostergables de buen servicio, autoriza
excepcionalmente que un decreto supremo que dispone el alejamiento de un funcionario
de esa institución policial, pueda regir en una data anterior a la de su total trámite, lo que
no significa la modificación o alteración de la jurisprudencia administrativa según la cual, los
actos administrativos, en general, producen sus efectos luego que se notifique a los
interesados el total trámite de los mismos, conforme con el criterio contenido en el
dictamen No 10.590, de 2006, de esta Entidad de Control.

A continuación, acerca de los dictámenes Nos 39.992 de 1961 y 24.296, de 1983, de


esta Entidad Fiscalizadora, que la ocurrente invoca en su favor, es dable anotar que dichos
pronunciamientos no le son aplicables, pues el primero se refiere a la fianza de un
exempleado de Correos y Telégrafos, y el segundo a calificaciones de funcionarios de
Gendarmería de Chile, las que no se regulan por la normativa que rige al personal del
organismo policial al que pertenece la señora Corte Molina.

Enseguida, en lo atinente al pago de sus remuneraciones, es menester manifestar, con


arreglo a lo sostenido en los dictámenes Nos 45.519 y 75.685, ambos de 2015, de esta
procedencia, entre otros, que los empleados de esa institución policial tienen derecho a
procedencia, entre otros, que los empleados de esa institución policial tienen derecho a
percibir rentas mientras no se configure una causal de alejamiento de aquella.

Por su parte, en lo concerniente a que su derecho de propiedad sobre la función pública se


vio afectado con su inclusión en la lista N° 4, debe señalarse, con arreglo a lo resuelto en el
dictamen N° 35.058, de 2013, de este origen, que el nombramiento no confiere el
derecho de propiedad sobre el empleo, ni puede enmarcarse dentro de la concepción
patrimonial que involucra el dominio. Así, dicha titularidad permite ejercer el cargo en tanto
no exista una causal legal de expiración.

Luego, respecto de que se apliquen medidas provisionales en su favor, cabe expresar que
aquellas han de adoptarse por el competente órgano administrativo, en el ejercicio de la
facultad que le otorga el artículo 32, inciso primero, de la ley N° 19.880, de oficio o a
petición de parte, para asegurar la eficacia de la decisión que pudiera recaer y siempre que
existan elementos de juicio suficientes para ello, por lo que su requerimiento, en tal
sentido, debió formularse directamente ante la reseñada autoridad.

Finalmente, en lo que atañe a que se le indique el número de funcionarios de esa


institución policial que, habiendo sido sancionados dentro del periodo calificatorio con dos
amonestaciones severas, fueron clasificados en lista N° 4, es útil anotar, con arreglo a lo
establecido en el artículo 10 de la ley de transparencia de la función pública y de acceso a
la información de la Administración del Estado, aprobada por el artículo primero de la ley N°
20.285, que toda persona tiene derecho a solicitar y recibir información de cualquier
Órgano de la Administración, en la forma y condiciones que allí se expresan, por lo que la
ocurrente deberá pedir directamente a la autoridad correspondiente de la Policía de
Investigaciones de Chile que le entregue la aludida documentación.

Transcríbase a la Policía de Investigaciones de Chile.

Saluda atentamente a Ud.

Por orden del Contralor General de la República

Alejandro Riquelme Montecinos

Jefe de Departamento de Previsión Social y Personal

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