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CENTRO MORELENSE

DE LAS ARTES
ROSA VIRGINIA SÁNCHEZ GARCÍA

TLACUILO

LICENCIATURA EN MÚSICA
ELIZABETH FLAMENCO
TLACUILO
Tlacuilo o tlahcuilo (del náhuatl tlahcuiloh, {{IPA “pintor, ilustrador”, en plural tlahcuilohqueh,
[tɬaʔˈkʷiˈloʔ.keʔ]) es un término para designar, dentro de la historiografía del México antiguo, lo que
hoy llamamos escriba, pintor, escritor o sabio. Los tlacuilos eran hombres y mujeres1hábiles en el
dibujo, a quienes desde niños se les educaba en el Calmécac2 para obtener un conocimiento
profundo de su lengua, cultura, costumbres, religión, política, arte, etc. ya que tenían que tener un
vasto conocimiento de la vida de su sociedad para poder escribirlo con glifos, rebuses, retratos,
mapas, etc. La labor del tlacuilo se asocia, por lo tanto, con diferentes actividades, no solo con la
pictografía. El tlacuilo pintaba los códices, los murales y las esculturas en Mesoamérica. Se encargaba
según su especialidad de los anales, genealogías, mapas fijando límites en los diferentes señoríos, la
distribución territorial, los libros de las leyes, ritos y ceremonias; también existían filósofos y sabios
que se ocupaban de pintar acerca de las ciencias de su conocimiento.

También conocía las diversas formas de representación, así como la mitología. Llevaban registros de
la diversidad biológica. Podía trabajar en mercados y templos, según el tipo de actividad para la que
se le necesitara. Para elaborar los códices, los tlacuilos usaban papel amate o āmatl, piel de venado,
tela de algodón tejida en telar de cintura y papel de maguey. Utilizaba una amplia variedad de
instrumentos; pinceles, brochas, espátulas, moldes, medidas, escalas, compases, y para la
delineación de sus trazos un estilógrafo simple de cobre o bronce. Como tinta utilizaba una amplia
gama de colores negra y roja para las pinturas y glifos. Los códices se guardaban, doblados a manera
de biombos, en amoxcallis o casas de códices. Los tlacuilos se encontraban bajo la protección del dios
Xochipilli.

Durante y después de la conquista los Tlacuilos fueron usados para documentar la conquista y la
cultura mesoamericana, donde muchas veces esta documentación era censurada de manera que las
naciones sometidas a las fuerzas españolas eran desacreditadas para constatar en documentos
"hechos por nativos americanos" la forma primitiva y sacrílega que las autoridades españolas
necesitaban para justificar la Conquista y colonización de América. Hay estudios recientes que indican
que el Códice Florentino y la Relación de Michoacán no solo son parciales al ser favorables a los
conquistadores y desfavorables contra los mesoamericanos, sino incluso no fueron ilustrados por
Tlacuilos, ya que los estilos conceptuales artísticos no coinciden con los mesoamericanos y coinciden
en gran medida con el estilo medieval predominante en la Europa del siglo XVI.

Mensajeros informando a Moctezuma, Los informantes de Moctezuma, Isidro Martínez siglo XIX
En Texcoco y Tenochtitlan, la producción de códices era abundante, por lo que se tenían casas de
códices o amoxcalli, bibliotecas equipadas para la elaboración y resguardo de estos documentos. La
Antigua Biblioteca de Texcoco contenía un acervo aún mayor a la de Tenochtitlan, y durante el
reinado de Nezahualcóyotl cuando Texcoco se convirtió en la capital cultural del México
prehispánico, incluso se dice que en Texcoco se hablaba el mejor náhuatl de la región. La ciudad se
caracterizó por la vasta producción literaria de sus poetas y por los ejemplares de la Antigua
Biblioteca de Texcoco en donde los sabios texcocanos, los tlamatinime, conservaban
cuidadosamente los ámatl o libros pictográficos que contenían tanto el saber religioso y calendárico
como el histórico y mitológico.5

El emperador Mexica, Moctezuma, tenía una casa dentro de su zona palaciega, la cual estaba
dedicada a la sola documentación de los tributos.
...tenía cuenta de todas las rentas que le traían al Montezuma con sus libros, hechos de su
papel, que se dice amal, y tenía destos libros una gran casa dellos.
Bernal Díaz del Castillo, Historia verdadera de la conquista de la Nueva España, Capítulo XCI: De
la manera e persona del gran Montezuma, y de cuán grande señor era6
Estos documentos como la Matrícula de Tributos, fueron usados para la planeación de las
siguientes invasiones a reinos mesoamericanos tributarios de los mexicas, a donde las fuerzas
españolas y sus diversas naciones aliadas nativas se movilizaron

...En los libros de la renta de Montezuma mirábamos de dónde le traían los tributos del oro y
dónde había minas y cacao y ropa de mantas, y de aquellas partes que veíamos en los libros y
las cuentas que en ellos tenía Montezuma que se lo traían, queríamos ir,...
Bernal Díaz del Castillo, Historia verdadera de la conquista de la Nueva España, Capítulo CLVII:
Cómo Gonzalo de Sandoval, entró con los doce Cómo después de ganada la muy gran ciudad
de Méjico y preso Guatemuz (Cuauhtémoc) y sus capitanes...

Documentos e información importante era generada en el lugar por los tlacuilos quienes enviaban
dichas noticias a través del sistema de mensajería a pie. Dicho sistema estaba conformado por
mensajeros los cuales se relevaban a ciertas distancias y posiciones preestablecidas. Ellos estaban al
servicio de Tenochtitlan quienes recorrían grandes distancias trotando, ya que no había caballos en
el continente americano antes de la llegada de los españoles. Durante la aproximación de Hernán
Cortes a la capital mexica, los tlacuilos realizaron reportes y enviaron documentos desde la costa de
Veracruz recorriendo más de 400 km en cerca de 24 horas.8

ESCRITURA Y PINTURA ADEMÁS DE LOS TLACUILOS


Sin embargo el uso de la escritura ideográfica y sus utensilios no estaba limitado al Tlacuilo, sino era
utilizada por una gran parte de la población. Los mercaderes antes de iniciar un viaje realizaban trazos
ceremoniales, además de sus registros económicos.
Desque habían aparejado estos papeles de noche, pintábanlos con tinta de ulli (hule), el cual ulli
derretían espetado en algún punzón largo de cobre. Y como encendían el ulli, comenzaba a gotear; y
aquellas gotas echaban sobre el papel por cierta orden. De manera que hacían una cara de persona
con su boca y narices y ojos.
Bernardino de Sahagún, Historia General de las cosas de Nueva España, Vol IX Cap.III9
Las personas comunes también realizaban trazos para la vida cotidiana, donde también escribían
peticiones o anhelos en tiras de papel los cuales eran incinerados en un brasero especial en uno de
los templos del centro ceremonial de Tenochtitlan, esto con la expectativa de que sus solicitudes
fueran cumplidas.10

EDUCACIÓN DE LOS TLACUILOS


Restos arqueológicos del Calmécac. Museo de Sitio del Centro Cultural España, México
En el Calmécac, se instruía a la futura élite, a los tlatoques, tlamatinime y a los tlacuilo (señores,
sabios y pintores o escribientes). También se enseñaba el arte de la retórica.

...Los discípulos estaban obligados a familiarizarse con el servicio de los templos. Se ejercitaban en
esa actividad bajo la tutela de su educadores, quienes les enseñaban los secretos de la religión, los
rituales, el orden de las festividades, las ciencias del calendario y la astronomía, las matemáticas, la
historia y el arte de gobernar, así como a pintar los caracteres, a leerlos y memorizar los textos que
los acompañaban...
NARRACIÓN E ILUSTRACIÓN DE LA CONQUISTA
En muchos códices los tlacuilos dibujaron escenas crudas de la violencia de las campañas militares
de los españoles y sus naciones mesoamericanas aliadas, especialmente en el Códice Durán, en el
Lienzo de Analco, en el Códice Florentino, en la Relación de Michoacán y en el Lienzo de Tlaxcala,
donde se observan las escenas de batalla cuerpo a cuerpo y de la muerte de civiles. También en el
Códice de Coyoacán o Manuscrito del Aperreamiento existen ilustraciones de mesoamericanos
encadenados mientras un español
con un perro lo ataca.13 En el
Manuscrito de Tlatelolco de 1528 se
narra lo que sucedió a los seguidores
de Quetzalcóatl, hombres sabios
que se entregaron a los españoles
llevando sus códices dónde los
españoles azuzaron a sus perros
para que los atacaran.

Las representaciones de los


mesoamericanos, aliados o
enemigos y de los españoles varían
en gran medida dependiendo de las
fuentes, donde algunas veces el
español es ilustrado muy superior
en armamento y tamaño, como en
el caso del Códice Durán donde
todos los conquistadores a pie
aparecen ataviados con una
armadura pesada de caballería de
cuerpo completo, mientras que en
el caso del Lienzo de Tlaxcala, siendo los tlaxcaltecas sus aliados, las fuerzas españolas son ilustradas
menos equipadas siendo de esta manera más apegadas al equipo documentado que contaban las
expediciones de Cortés; además las fuerzas tlaxcaltecas son dibujadas en igual importancia a las
españolas mientras que en las naciones conquistadas sus guerreros son ilustrados con nula
protección y armados de primitivos garrotes, cuando el equipo militar en Mesoamérica era muy
similar entre las diferentes naciones. Algunas veces las armas o estilos de vestimenta de preferencia
en diferentes culturas era completamente cambiado, como en el caso de los guerreros Purépechas
quienes usaban de manera intensiva el Tepoztli, un hacha de bronce de alta dureza, sin embargo se
les ilustra con el Macuauitl, el cual era el arma predilecta de culturas del valle del Anáhuac y no del
oeste de México.

REFERENCIAS

Reyes-Valerio, Constantino (1989). Los murales del siglo XVI en la Nueva España. México: INAH. p. 36.
Sahagún, Bernardino de. «VIII». HIstoria General de las cosas de Nueva España. p. Volumen X.
Alberú Gómez, María del Carmen (2012). Relación de Michoacán y Códice Florentino: la huella medieval en dos códices del siglo XVI'.
Barcelona: Universidad Autónoma de Barcelona.
«Texcoco, capital cultural del mundo mexica». Consultado el 9 de mayo de 2015.
Díaz del Castillo, Bernal (1904). «XCI». Historia verdadera de la conquista de la Nueva España.

El estudio de los Códices (enlace roto disponible en Internet Archive; véase el historial, la primera versión y la última).
Tlacuilo, el que escribe pintado (Enrique Escalona, 1987) Película en 35mm / Color / 56 minutos. Producción: Estudios Churubusco Azteca,
CIESAS. Basada en las conferencias del Doctor Joaquín Galarza.

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