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Recolección de datos para la Vigilancia Epidemiológica

Aspectos para tener en cuenta

Antes de decidir si un episodio infeccioso va a ser incluido en la vigilancia


epidemiológica, las personas dedicadas al control de las infecciones hospitalarias
deben controlar si los criterios clínicos, de laboratorio y/u otros criterios diagnósticos
reunidos, concuerdan con los criterios definidos por el sistema de vigilancia para el
tipo de infección que se pretende incluir. Dichos criterios o diagnósticos
epidemiológicos se utilizan solamente para definir si los episodios infecciosos
detectados se incluirán o no en la vigilancia epidemiológica y no reemplazan ni son
comparables con los criterios o diagnósticos clínicos utilizados por el personal médico
que trata a los pacientes. Siempre que resulte factible, se deben usar los criterios de
inclusión epidemiológicos claramente definidos. Sin embargo, no siempre se podrá
llegar a consensuar claramente la inclusión de una infección determinada. Si bien las
definiciones siempre deben realizarse sobre la mejor información disponible, es
factible que algunas veces haya que adoptar decisiones arbitrarias.
Para ciertos sitios de infección y siempre que no haya evidencia contraria al respecto,
puede aceptarse para su inclusión como infección hospitalaria (IH), el diagnóstico
clínico del médico tratante del paciente o bien el diagnóstico del cirujano obtenido
luego de una observación directa de la cirugía, estudio endoscópico u otros estudios
diagnósticos que se realicen al paciente. La excepción la constituye el diagnóstico de
neumonía intrahospitalaria ya que no puede aceptarse como único criterio, el
diagnóstico clínico de la misma realizado por el médico tratante.
Las infecciones pueden ser causadas por agentes infecciosos provenientes de fuentes
exógenas o endógenas. Las fuentes endógenas son sitios corporales tales como la piel,
nariz, boca, tracto gastrointestinal o vagina puesto que son normalmente habitadas
por microorganismos. Las fuentes exógenas son externas al paciente. Están
constituidas por microorganismos portados por el personal que los cuida, visitantes,
otros pacientes, equipos, aparatos y dispositivos biomédicos destinados a su atención
y/o diagnóstico o bien el medio ambiente hospitalario (especialmente las superficies
que integran el entorno del paciente).

Las siguientes no son consideradas IH:

1) Infecciones asociadas con complicaciones o extensiones de infecciones que estaban


presentes en el momento de la admisión del paciente, a menos que se produjera un
cambio en el agente causal o sintomatología que sugiera que se trata de un nuevo
episodio infeccioso.
2) Infecciones en recién nacidos adquiridas por vía transplacentaria como por ejemplo
herpes simple, toxoplasmosis, rubéola, citomegalovirus y sífilis. Las mismas se harán
evidentes en un tiempo menor o igual a las 48 horas posteriores al nacimiento.
3) Reactivaciones de infecciones latentes (herpes zoster, herpes simple, sífilis o
tuberculosis)

Las siguientes condiciones no son consideradas infecciones:


1) Colonización. Presencia de microorganismos en piel, en membranas mucosas en
heridas abiertas o en excreciones o secreciones pero que no han causado ni signos ni
síntomas clínicos adversos.
2) Presencia de inflamación ocurrida como respuesta de los tejidos a traumas o
lesiones o estimulación por agentes no infecciosos (por ejemplo, agentes químicos)

Infecciones asociadas a procedimientos invasivos

Metodología

Dado que este tipo de VE es considerada activa y prospectiva, los datos que
constituirán el denominador de estas tasas asociadas con los procedimientos invasivos
usados con los pacientes deben ser recolectados por profesionales con entrenamiento
especial en el control de las infecciones (PECI). En nuestro país y en la mayoría de las
áreas de internación para pacientes críticos en los hospitales, la recolección de datos
para numeradores y denominadores de las infecciones asociadas con procedimientos
invasivos están a cargo de enfermeros/as en control de infecciones hospitalarias (ECI).
La inclusión de los datos del numerador, o sea las infecciones hospitalarias que se
detecten, surgen de la discusión entre los ECI con los médicos infectólogos
/epidemiólogos u otros PECI que formen parte del Comité de Infecciones o Servicio
específico dedicado a tal fin. En muchos casos, se solicita también, la participación de
microbiólogos. Para la recolección de datos se recurre a una variedad de fuentes que
incluyen los datos aportados por el laboratorio de microbiología, farmacia, registros
administrativos de ingresos, egresos y pases internos de pacientes, diagnóstico
radiológico o por imágenes, registros de pacientes como su historia clínica, hojas de
examen clínico, hojas de registros de enfermería, curva térmica, etc. Muchas veces,
otras personas pueden recolectar datos para integrar denominadores o numeradores,
pero serán los PECI y los ECI quienes realizan las determinaciones finales. Si se quiere
disminuir el tiempo ocupado por los PECI o ECI en la recolección de datos, puede
entrenarse a otras personas para la recolección diaria de los datos que se incluyen en
el denominador. Los datos de los denominadores deben ser recolectados a la misma
hora aproximada todos los días o bien usar el día calendario y diariamente ir ajustando
altas y bajas de pacientes y de procedimientos invasivos que ocurran luego de la hora
de la recorrida de la UCI. Muchas veces los datos del denominador están disponibles
electrónicamente o son aportados por los servicios de Estadística de los hospitales (por
ejemplo, pacientes – día de una unidad de cuidados intensivos o días de uso de
asistencia respiratoria mecánica). Pueden ser usados siempre y cuando la diferencia
con la recolección manual de los mismos se mantenga en +/- 5 %. La vigilancia de los
datos aportados por el laboratorio de Microbiología no debe ser usada sola, a menos
que los posibles criterios para identificar una infección estén determinados
únicamente por la evidencia aportada por el laboratorio de microbiología. La revisión
retrospectiva de las historias clínicas solo debe ser usada cuando el paciente ha
egresado antes de que se haya reunido toda la información necesaria.
Bibliografía consultada

 Horan TC, Gaynes RP. Surveillance of Nosocomial Infections. In: Hospital Epidemiol
and Infection Control. 3º Ed. Mayhall CG., editor. Philadelphia. Lippincott, Williams
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 Durlach R., Freuler C. Vigilancia de la Infección Hospitalaria. En: “Epidemiología y
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 Lautautenbach, E. Epidemiological Methods for Investigating Infections in the
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 www.vihda.gov.ar. Manual de Vigilancia de Infecciones asociadas al cuidado de la salud
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