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Tema: Sociedad Conyugal

1. Concepto
La sociedad conyugal puede ser definida como el conjunto de bienes que
comparten dos cónyuges y que tiene su origen en el matrimonio.
Las normas más relevantes para entender este concepto de sociedad conyugal
son:
- El artículo 180 del Código Civil, que trata sobre el inicio de la sociedad
conyugal, y establece que ésta nace con el mismo hecho del matrimonio.
Este artículo también señala que la sociedad conyugal nacida del
matrimonio se regirá por las disposiciones del título XXII, libro IV del
Código Civil.
- El artículo 1774 del Código Civil que supedita la existencia de la sociedad
conyugal no sólo a la existencia de un matrimonio, sino también a la falta
de estipulación escrita en contrario. Lo que evidencia que puede existir un
matrimonio sin sociedad conyugal. Cabe señalar que este artículo también
señala que la sociedad conyugal nacida del matrimonio se rige por las
disposiciones del título XXII, libro IV del Código Civil. No obstante, cabe
señalar que de la redacción de este artículo también se entiende que este
régimen puede ser subsidiario; ya que las partes del matrimonio, es decir
los cónyuges, pueden establecer sus propias disposiciones.
2. Del haber conyugal
a. Haber social
En primer lugar es necesario entender que más allá de las distinciones
jurisprudenciales y doctrinales que se han creado en lo referente al haber absoluto y al
haber relativo, que serán explicadas más adelante, el código solo hace mención al haber
social y a sus excepciones. Por lo tanto en un primer momento se explicará qué bienes
entran al haber social, y más adelante se hará las distinciones más específicas .
Con base en el artículo 1781 del Código Civil hacen parte del haber social:
I. Los salarios y pagos por oficios, que sean devengados durante el
matrimonio
II. Los frutos, réditos, pensiones, intereses y lucros que se devenguen
durante el matrimonio sin importar el origen de los mismos.
III. El dinero que cualquier cónyuge aporte
IV. Las cosas fungibles y especies muebles que un cónyuge aporte
V. Los bienes que los cónyuges adquieran a título oneroso durante el
matrimonio
VI. Los bienes raíces que se aporten al matrimonio
Una vez se ha establecido los bienes que entran al así llamado haber social, es
importante señalar que el Código Civil también establece que algunos bienes quedan
exceptuados de entrar en dicho haber. Estos bienes se encuentran en los artículo 1782
y 1783 del Código Civil y son:
I. Los bienes adquiridos a título de donación, herencia o legado
II. El inmueble debidamente subrogado a otro inmueble propio de algún
cónyuge
III. Las cosas compradas con valores propios de uno de los cónyuges
destinados a ello
IV. Todos los aumentos que acrecen a cualquiera especie de uno de los
cónyuges, formando un mismo cuerpo
Además de esos bienes cabe señalar el artículo 1792 del Código Civil, que
también muestran excepciones a los bienes que entran al haber social, en este caso
inclusive si se adquieren a título oneroso durante la sociedad conyugal. Las excepciones
previstas en ese artículo son:
I. Los que eran posesión de alguno de los cónyuges, aunque la prescripción
o transacción se perfecciones después de constituida la sociedad
conyugal
II. Los bienes poseídos con título vicioso cuyo vicio se ha purificado,
inclusive si el vicio se purifica después de constituida la sociedad
conyugal
III. Los bienes que vuelven a propiedad del cónyuge por nulidad del contrato
que dio el título traslaticio de dominio
IV. Los bienes litigiosos que ha adquirido un cónyuge durante la sociedad
V. El derecho de usufructo que se puede llegar a consolidar sobre la
propiedad que pertenece solo a uno de los cónyuges
VI. Los que se pagan a uno de los cónyuges en razón de créditos constituidos
anteriores a la constitución de la sociedad.
b. Haber Absoluto y haber relativo
Ahora bien una vez se ha establecido que bienes entran y no al haber social, toca
establecer las clasificaciones que pueden adquirir los bienes que entran al haber social.
Para esto es necesario señalar que el haber social se divide en haber absoluto y haber
relativo.
Una vez se ha aclarado las dos clasificaciones que existen dentro del haber
social, es necesario señalar que el haber absoluto y el haber relativo no se encuentran
definidos de manera textual en el Código Civil, es necesario recurrir a la jurisprudencia,
como la sentencia C - 278 de 2014 para entender de manera apropiada el concepto. En
ésta sentencia la Corte Constitucional examina una demanda de constitucionalidad que
se da en contra del artículo 1781 del Código Civil, porque este hace alusión al haber
social en lugar de hacer la distinción entre haber absoluto y relativo.
Más allá de que la Corte declaró exequible el artículo hay varias precisiones
relacionadas con el haber a las que vale la pena hacer mención:
I. El haber absoluto se encuentra definido en los numerales 1, 2 y 5 del
artículo 1781 del Código Civil
II. El haber relativo se encuentra en los numerales 3, 4 y 6 del artículo 1781
del Código Civil
III. Los bienes del haber absoluto se reparten por partes iguales entre los
cónyuges una vez sea disuelta y liquidada la sociedad conyugal.
IV. Los bienes del haber relativo deben ser restituidos al cónyuge que los
aportó.
V. Además de la división entre haber absoluto y relativo los bienes
pertenecientes a un cónyuge pueden entrar en una tercera categoría.
Dicha categoría es los bienes que no pueden ser incluidos en el haber,
ya sea porque hay una disposición legal que los exceptúa o por la
existencia de una capitulación en los términos que exige la ley.
3. Pasivos
En primer lugar es necesario aclarar que la sociedad conyugal no es una persona
jurídica en sí misma, y por lo tanto los pasivos que adquiere no son en sí mismos de la
sociedad conyugal. No obstante, la ley 28 de 1932 si establece que los pasivos que
adquiera un cónyuge para satisfacer las necesidades domésticas se responden son
obligaciones solidarias entre los cónyuges y ambas partes deben responder
proporcionalmente.
Ahora bien, una vez se ha explicado cómo se pueden entender los pasivos de la
sociedad conyugal es necesario señalar los pasivos que según el artículo 1796 del
Código Civil deben ser entendidas como deudas a las que la sociedad ésta obligada,
estas son:
I. Las pensiones e intereses que se devenguen durante la sociedad
II. De las deudas contraídas en el matrimonio y que no fueran obligación
personal de uno de los cónyuges
III. De las deudas personales, estando el cónyuge responsable obligado a
responder a la sociedad
IV. De las cargas de los bienes sociales
V. De los gastos familiares
En síntesis se puede decir que los pasivos de la sociedad conyugal, y por los
únicos que eventualmente no recaería en su solo cónyuge son aquellos que se usan para
los gastos del hogar.
4. Disolución y Liquidación
Sobre este aspecto es importante señalar que pese a que la disolución y la
liquidación suelen estar íntimamente ligadas no siempre lo están.
La disolución hace referencia a que la sociedad conyugal dejará de existir en el
sentido de que no se podrán agregar más bienes al haber social. Mientras que la
liquidación hace referencia a que los bienes de la sociedad conyugal van a ser divididos
entre los miembros de la misma. Por lo tanto, se puede decir que una disolución no
siempre conlleva una liquidación, y que una liquidación debe ser precedida por una
disolución.
5. Causales para disolución y/o liquidación
Las causales de disolución y/o liquidación de la sociedad conyugal se
encuentran previstas en el artículo 1820 del Código Civil y son:
I. Por la disolución del matrimonio
II. Por la separación de cuerpos judicial, salvo que las partes quieran
mantenerla
III. Por sentencia de separación de bienes
IV. Por declaración de nulidad de matrimonio, salvo que hubiera un
matrimonio previo, en cuyo caso jamás se formó sociedad conyugal
V. Por mutuo acuerdo de los cónyuges
Adicional al artículo antes mencionado, cabe señalar que con base en la ley 8
de 1922 el juego habitual y la disipación también son consideradas causales válidas
para iniciar un proceso de separación de bienes.
De igual manera es importante señalar que el artículo 200 del Código Civil
también agrega causales para pedir la separación de bienes, lo que puede ser entendido
como la disolución y liquidación de la sociedad conyugal. Estas causales son:
I. Las mismas causales para solicitar la separación de cuerpos, que son las
mismas para solicitar el divorcio
II. Que un cónyuge incurra en cesación de pagos
III. Que uno de los cónyuges quiebre, entre un proceso de insolvencia o de
concurso de acreedores
IV. Que un cónyuge realice una oferta de cesión de bienes
V. Juego habitual
VI. Administración fraudulenta o notoriamente descuidada
6. Proceso para la disolución y liquidación de la sociedad conyugal
Una primera precisión sobre este proceso, es que con base en el artículo 22 del
Código General del Proceso la disolución y liquidación conyugal, cuando se da de
manera judicial, debe ser conocida en primera instancia por un juez de familia. De igual
manera es importante señalar que cualquiera de los cónyuges está en capacidad de
iniciar el proceso si existe alguna de las causales.
La segunda precisión que cabe señalar, es que sin perjuicio de las capacidades
de las capacidades conferidas al juez, un notario también puede realizar este
procedimiento. Este caso se da especialmente en dos de las causales cuando el
matrimonio ha sido disuelto por la muerte de un cónyuge y cuando la disolución se da
por mutuo acuerdo. Es importante precisar que en el primero de los supuestos
mencionados, es decir en el caso de la muerte de un cónyuge, el juez de familia carece
de competencia.
7. Subrogación de bienes
Como se evidenció anteriormente no todos los bienes de los cónyuges entran en
el haber social. Lo que significa que los cónyuges tienen derecho a bienes propios y
evidentemente a manejar y administrar estos bienes según su arbitrio. No obstante, hay
un aspecto de fundamental importancia sobre la administración, este aspecto es la
subrogación. En términos simples la subrogación es una figura jurídica que permite al
cónyuge vender, comprar o permutar un inmueble durante el matrimonio, evitando que
el dinero o la cosa obtenida entre al haber absoluto en caso de liquidación de la
sociedad.
Ahora bien, una vez explicado qué es la subrogación es necesario señalar que
ésta figura encuentra sustento jurídico en los artículos 1789 y 1790 del Código Civil.
Dicho artículo además de incorporar la figura al sistema jurídico, da algunas requisitos
para que se de la figura, dichos requisitos son:
I. Que el inmueble adquirido haya sido la contraprestación de un contrato
de permuta y que este ánimo de subrogar se estipule en la escritura
pública del contrato
II. Que la cosa subrogada haya sido comprada con el precio de la venta del
bien y que este ánimo de subrogar se estipule en la escritura pública del
contrato
III. Que en caso de que se subrogue la venta de un bien inmueble a bienes
que no sean inmuebles se exprese el deseo en la escritura pública y haya
una capitulación que lo permita.
IV. Que en caso de que el bien inmueble adquirido fuera superior al bien
antiguo el cónyuge quede obligado a restituir la diferencia a la sociedad
conyugal
V. Que en caso de que el precio del bien inmueble antiguo sea superior al
del adquirido la sociedad queda obligada a restituir la diferencia al
cónyuge propietario del bien.
VI. Que si la subrogación se da por una permuta que involucre dinero, el
cónyuge pague a la sociedad en caso de que se diera dinero para adquirir
el bien. Si por el contrario se recibió dinero por la permuta la sociedad
quedará obligada con el cónyuge.
VII. Las reglas estipuladas en el numeral IV, V y VI aplican de igual manera
en caso de que se subrogue un bien inmueble a cosas.
VIII. En caso de que la cosa adquirida cuando el saldo, ya sea a favor o en
contra, supere la mitad del inmueble adquirido, no habrá subrogación.
En ese caso el bien entra al haber social y la sociedad queda obligada a
restituir el saldo al cónyuge del bien antiguo. Si posteriormente el
cónyuge desea realizar la subrogación con ese saldo aún es posible.
8. Recompensas
Las recompensas son una figura prevista en el artículo 1835 del Código Civil y
hace referencia a cuando uno de los cónyuges usa bienes propios para satisfacer
obligaciones de la sociedad conyugal o del otro cónyuge.
En caso de que la obligación a satisfacer fuera de la sociedad conyugal, el
cónyuge que aportó sus bienes podrá exigir la mitad de lo aportado. En caso de que la
obligación fuera del otro cónyuge, el cónyuge que aportó los bienes tendrá derecho a
que se le restituya el todo de lo que aportó.
9. Gananciales
a. Concepto
En primer lugar es importante señalar que los gananciales son los bienes que
quedan después de liquidar la sociedad conyugal y de pagar las recompensas y los
pasivos. Estos bienes deben ser repartidos entre los cónyuges y cada uno tiene derecho
a la mitad. Es importante que ésta renuncia a los gananciales sólo puede darse en el
proceso de liquidación de la sociedad conyugal o en razón de capitulaciones
matrimoniales. Si la renuncia se da en el marco de una liquidación de sociedad
conyugal, el cónyuge que renuncia deberá hacerlo frente al juez o el notario, y deberá
dejar constancia de la renuncia por escrito.
b. Renuncia
Sin perjuicio del derecho que tiene cada uno de los cónyuges al 50% de los
gananciales de la sociedad, a falta de disposición en contrario, un cónyuge puede
renunciar en favor del otro a estos gananciales.
La renuncia debe ser libre y autónoma, en caso en contrario la parte afectada
podrá rescindir la renuncia, demostrando que la renuncia se fundamentó en un engaño
al que fue inducida o por haber cometido un error justificable en el entendimiento del
estado de los negocios sociales. Lo anterior se encuentra fundamentado en el artículo
1838 del Código Civil.
Adicional a los requisitos del párrafo anterior, cabe señalar que con base en el
artículo 1837 del Código Civil, si la parte que renuncia a los gananciales es incapaz,
ésta renuncia sólo tendrá validez si media autorización judicial.
Otro aspecto fundamental sobre la renuncia a los gananciales es establecer que
los herederos pueden estar legitimados para oponerse a ésta renuncia. Ya que son bienes
que dejarán de percibir y por lo tanto en caso de que haya alguna irregularidad, como
por ejemplo que un cónyuge obligó al otro a renunciar por fuerza, el heredero podrá
interponer una acción rescisoria.
Por último, es importante señalar que renunciar a los gananciales, con base en
el artículo 1840 del Código Civil renunciar a los gananciales no significa renunciar a
las recompensas y las indemnizaciones.
10. Capitulaciones Matrimoniales
a. Concepto
Las capitulaciones están concebidas en el artículo 1771 del Código civil, y en
términos generales son convenciones, previas al matrimonio que versan sobre la
sociedad conyugal. Su objetivo es crear especificidades sobre la sociedad conyugal para
que ésta se acople mejor a los intereses de los cónyuges y para dar claridad sobre el
manejo y la posible disolución y liquidación de la sociedad.
Cabe señalar que las capitulaciones sólo pueden versar sobre temas relativos a
la sociedad conyugal. Además cabe señalar que cualquier capitulación que sea contraria
a la ley o a las buenas costumbres serán entendidas como nulas.
b. Irrevocabilidad
Con base en el artículo 1778 del Código Civil las capitulaciones no tienen
efectos previos al matrimonio; ya que en el matrimonio es que se forma la sociedad
conyugal. Por eso estas deben ser previas al matrimonio y pueden ser modificadas antes
del mismo. Es importante señalar que las modificaciones deben cumplir con las
solemnidades que son exigidas para las capitulaciones.
No obstante, es preciso señalar que, el mismo artículo también señala que
posterior al matrimonio estas no podrán ser modificadas ni revocadas. En ésta misma
línea el artículo 1779 del Código Civil establece que son inadmisibles en un proceso
las capitulaciones posteriores al matrimonio. Por lo tanto se debe entender que una vez
contraído el matrimonio estas cláusulas son irrevocables y deben ser cumplidas a
cabalidad.
c. Formalidades
Las formalidades de las capitulaciones están previstas en el artículo 1772 del
Código Civil y son:
I. Se deben elevar a escritura pública
II. Deben ser escritas
d. Especificidades de los menores
La ley contempla un régimen distinto para aquellos menores que contraigan
matrimonio, teniendo la edad para contraerlo, y que deseen establecer capitulaciones.
Este régimen se encuentra establecido en el artículo 1777 del Código Civil y entre otras
cosas prevé:
I. Que las capitulaciones cuenten con la aprobación de la(s) persona(s) que
tuvieron que haber dado su aprobación para el matrimonio
II. Que en caso de que las capitulaciones versen sobre renuncia de
gananciales, enajenamiento de bienes raíces, o gravámenes sobre bienes
raíces estas capitulaciones deben contar con la autorización de un juez.
III. Que en caso de que exista un curador éste autorice las capitulaciones

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