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MÓDULO 2: GESTIÓN EN CUIDADO DE PERSONAS CON PIE DIABÉTICO Y ÚLCERAS VASCULARES

GENERALIDADES DE LAS ULCERAS VASCULARES

Las úlceras vasculares constituyen un grave problema de salud con una


elevada incidencia en la población provocando importantes repercusiones
socioeconómicas y sanitarias, alterando la calidad de vida del paciente Las úlceras
vasculares son el principal factor de riesgo de pérdida de extremidad en estos
pacientes y primera causa de amputación no traumática en el mundo, produciendo
una gran carga personal, familiar y social y elevados costes económicos del sistema
de salud. Sus causas más comunes de daño en las venas son los coágulos en la sangre,
las lesiones, la edad avanzada, la obesidad o cuadros hereditarios de hipertensión
arterial y varices. El objetivo de este manual es ofrecer al profesional, un
conocimiento actualizado basado en la evidencia científica, sobre las mejores
actuaciones diagnósticas, terapéutica, preventivas y curativas en las úlceras
vasculares para cada situación clínica. Los cuidados locales de la úlcera venosa, los
vamos a basar no sólo en la propia úlcera sino también en las medidas sistémicas
que producen la lesión.
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Imágenes de ulceras

FISIOPATOLOGÍA DEL SISTEMA VENOSO Y ARTERIAL

a) Vasos sanguíneos

Son los conductos por los que circula la sangre, su


estructura es hueca y tubular, su función principal es
transportar y conducir nutrientes, oxígeno y desechos del
cuerpo. Se clasifican en arterias, arteriolas, venas,
vénulas y capilares. Los vasos sanguíneos forman parte
del aparato circulatorio.
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b) Arterias
Son conductos membranosos, elásticos, con ramificaciones divergentes, encargados
de distribuir por todo el organismo la sangre con el oxígeno expulsada de las
cavidades ventriculares del corazón en cada sístole, sus paredes son muy resistentes
y elásticas para resistir la presión que ejerce la sangre al salir bombeada del corazón.
La musculatura les permite contraerse y dilatarse para
Estructura de Arterias y Venas
controlar la cantidad de sangre que llega a los órganos.
Las arterias presentan siempre una lámina elástica interna separando la íntima de
la media, y (a excepción de las arteriolas) presentan una
lámina elástica externa que separa la media de la
adventicia. La lámina elástica externa se continúa a
menudo con las fibras elásticas de la adventicia.

c) Vasos capilares
Son vasos sanguíneos finos y paredes delgadas que
produce intercambio gaseoso y de sustancias entre la
sangre y célula, estos llevan la sangre al interior de los
tejidos y unen las arterias con las venas.
Sección transversal de una arteria

d) Venas
Son tubos de paredes delgadas, su función es llevar sangre de los tejidos al corazón,
estas se adaptan al volumen sanguíneo dilatándose y contrayéndose; es importante
destacar, que son colapsables desde el exterior, si la presión externa que los rodea
sube más allá de la del lumen.

Las venas se caracterizan porque contienen sangre desoxigenada (que se reoxigena


a su paso por los pulmones), y porque transportan dióxido de carbono y desechos
metabólicos procedentes de los tejidos, en dirección de los órganos encargados de
su eliminación (los pulmones, los riñones o el hígado).
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Sistema venoso

Es sistema venoso forma parte del sistema circulatorio, que se encarga de


transportar la sangre desde la periferia de vuelta al corazón; hay que distinguir entre
el sistema venoso superficial y profundo.

Estructura:
1. Sistema venoso superficial: situado en la capa de grasa se encuentra debajo
de la piel, se componen de una extensa red de venas visible en las piernas y en
los brazos de color azul. Su misión es llevar la sangre con poco oxigeno de la piel
y del tejido subcutáneo hacia el sistema venoso profundo. El sistema venoso
subcutáneo superficial en las piernas incluye la vena safena mayor y la vena
safena menor que llevan la sangre desde la superficie (tejidos cutáneos y
subcutáneos), donde se acumula, a las venas profundas.

Ilustración 5. Sistema de
venas superficial
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2) Sistema venoso profundo: se encuentra en los


músculos y a lo largo de los huesos, constituyen la
red venosa principal que acompaña a las arterias y
desemboca en las venas cavas superior e inferior
(las más grandes del organismo que llegan al
corazón). Este sistema venoso está situado
principalmente en las extremidades (piernas y
brazos). Estructuras venosas rodeadas de fascias
que separan el tejido subcutáneo y el muscular,
están en el interior de los músculos.

Las estructuras venosas que lo componen son las


Sistema venoso profundo
venas profundas del pie, vena tibial anterior,
posterior y peronea, vena poplítea, vena femoral superficial, profunda y común.

Sistema comunicante y perforante:

Venas perforantes

a. Venas Comunicantes: Comunican dentro de un mismo sistema (vena


de Leonardo, Giacomini).
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b. Venas Perforantes: Comunican sistema superficial con el profundo


(Cockea, Boyd, Dodd, Shermann.

Válvulas de las venas: Durante la contracción muscular de las piernas, aumenta la


presión del tejido que circunda a las
venas profundas, comprimiéndolas y
vaciando la sangre hacia proximal. El
flujo unidireccional (hacia proximal) de
la sangre se logra gracias al sistema
valvular. A este conjunto de: venas,
válvulas y músculos se le denomina
"Bomba Muscular".

Ilustración 6. Bomba muscular – Cada válvula está formada por dos


aletas (cúspides u hojuelas) cuyos bordes hacen contacto entre sí.
Ilustración 7. Estas válvulas ayudan a que las venas devuelvan la sangre al
Válvulas de las corazón. A medida que la sangre se desplaza hacia el corazón,
venas empuja a las cúspides para que se abran como un par de
compuertas abatibles antirretorno. Si la fuerza de la gravedad intenta
de forma momentánea hacer retroceder la sangre o si la sangre
comienza a estancarse en una vena, se fuerza el cierre inmediato
de las cúspides, lo que evita que el flujo de sangre vuelva hacia
atrás.

Factores que se oponen al retorno venoso de las piernas


El efecto de la gravedad, que retiene la sangre en los tobillos.
La elasticidad de las venas, cualquier distensión excesiva limita el volumen de
sangre que regresa al corazón.
La presión abdominal, que aumenta en la inspiración o incluso en caso de
estreñimiento.

Problemas con las venas


Los principales problemas que afectan a las venas son los siguientes:
Conexiones anómalas entre las arterias y las venas, denominadas fístulas
arteriovenosas o deformaciones arteriovenosas, que pueden ser congénitas o
desarrollarse a lo largo de la vida.
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Inflamación de una vena superficial como consecuencia de un coágulo de sangre


(tromboflebitis).
Coágulo de sangre en el interior de una vena profunda (trombosis).
Defectos que producen hinchazón (distensión) de la vena (venas varicosas), son
venas hinchadas, retorcidas y dilatadas que se pueden ver bajo la piel; con
frecuencia son de color rojo o azul.
Las venas de las piernas sufren un especial riesgo de coágulos o de hinchazón
venosa porque cuando una persona está de pie, la sangre debe circular desde las
venas de las piernas hacia arriba, superando la fuerza de gravedad, hasta llegar
al corazón.

Problemas que afectan a las venas

Factores predisponentes úlcera venosa


Antecedentes familiares e insuficiencia venosa primaria o secundaria (varices).
Mujeres embarazadas.
Obesidad.
Antecedente de trombosis venosa profunda (TVP).
Hábitos sociales: profesión, tipo de ropa y calzado (posición de pie).
Tabaco.
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Insuficiencia cardiaca congestiva.


Lesiones traumáticas.
Desnutrición.
Higiene inadecuada.
Temperaturas extremas.
Hipertensión.
Diabetes.
Anemia.
Dislipemias.
Movilización prolongada.

Úlceras vasculares
Es una lesión con el deterioro de la solución de continuidad con pérdida de
sustancia, epitelio y/o conjuntivas producidas por un proceso patológico de origen
vascular, tienen una evolución crónica y escasa o nula tendencia a la cicatrización
espontánea. Son lesiones dolorosas que dificultan la movilidad y alteran la propia
imagen corporal, el dolor es frecuente y puede ser grave o continuo e incapacitante.
Poseen un carácter crónico y recidivante con una alta tasa de recurrencia.

Tabla 7. Síntomas y etapas de las venas varicosas o ulceras varicosas


Etapa C1 En esta etapa no hay signos visibles de la enfermedad. Los síntomas en
esta etapa incluyen dolores generales en las piernas y una condición
conocida como piernas pesadas que puede empeorar notablemente por la
noche o empeorar con el ejercicio.
Etapa C2 Aparecen venas varicosas, hinchazón del tobillo, decoloración de la piel
brillante de color marrón-azul cerca de las venas afectadas.
Etapa C3 Edema, enrojecimiento, sequedad y picazón en las áreas de la piel,
debido a la acumulación de productos de desecho en la pierna.
Etapa C4a Comienzan a desarrollarse calambres, sobre todo al realizar movimientos
repentinos como pararse, cambios en la pigmentación de la piel y eccema.
Etapa 4b Calambres, cambios en la piel debido a trastornos venosos.
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Etapa C5 El área comienza a sangrar más de lo normal y tomar más tiempo para
sanar. La piel sobre el tobillo puede encogerse porque la grasa debajo de
la piel se endurece.
Etapa C6 Síndrome de piernas inquietas, insuficiencia venosa crónica, parches
blanqueados e irregulares similares a cicatrices que pueden aparecer en
los tobillos. La piel cambia con úlceras activas.

Etapas de las venas varicosas o ulceras varicosas

Etiología
Podemos clasificar las úlceras vasculares según su etiología en:
a) Úlceras venosas o de éxtasis: se definen como úlceras que se producen por
una pérdida de sustancia que asientan sobre una piel dañada por una
dermatitis secundaria a una hipertensión venosa. Condiciones: insuficiencia
venosa crónica, antecedentes de varices, trombosis venosa profunda y
superficial.
b) Úlceras arteriales o isquémicas: son secundarias a un déficit de aporte
sanguíneo en la extremidad afecta, secundaria a una arteriopatía
generalmente crónica. Condiciones: arterioesclerosis obliterante 90%,
vasculitis, tromboangeitis obliterante, enfermedad de Raynand, tabaquismo
discreto, dislipemia, hipertensión arterial.
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Para mayor comprensión se explican las úlceras hipertensiva y neuropática, que son
úlceras de extremidad importantes:

c) Úlcera hipertensiva (Úlcera de Martorell): se identifica con el nombre


propio del autor español Fernando Martorell, que en 1945 describe estas
heridas por primera vez como úlceras supramaleolares por arteriolitis en
grandes hipertensas, la presentación clínica es muy característica: úlceras
superficiales, necróticas, tienden a extenderse, con frecuencia son
bilaterales, extremadamente dolorosas, con bordes irregulares e
hiperémicos. Están asociadas la hipertensión arterial (HTA) mal controlada
de forma persistente en pacientes con pulsos distales perceptibles; la
diabetes está presente en alrededor del 60% de los pacientes. Condiciones:
secuela posflebítica, varices y angiodisplasias.
d) La úlcera neuropática o mal perforante plantar: Es la complicación más
grave de la neuropatía diabética, aparece como una lesión dérmica de
morfología redondeada y acompañado de hiperqueratosis o callosidad, con
una profundidad y extensión variable importante, son indoloras, en ningún
momento el paciente nos refiere dolor ni tampoco cuando realizamos la
palpación. Para muchos pacientes esta ausencia de dolor significa que el
problema carece de importancia.
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Tabla 8. Etiología úlceras vasculares


Etiología Úlcera Venosa Úlcera Isquémica Úlcera hipertensiva Úlcera
neuropática

Localización Tercio inferior de la Variable, Tercio inferior de la Plantar y cara


pierna. Cara lateral prominencias óseas pierna, cara lateral lateral de los
interna dedos
Morfología Oval Irregular Oval Irregular
Bordes Excavados, Planos, necróticos Planos Excavados
delimitados
Lecho Granulomatoso Atrófico Atrófico Granulomatoso
Dolor Variable Intenso Intenso Ausente
Elevación de Se alivia el dolor Empeora el dolor Empeora el dolor No se modifica el
extremidad dolor
Pulsos Positivo Ausente Positivo Positivo
ITB Normal ˂1 Normal Normal
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VALORACIÓN DE ENFERMERÍA DE PERSONAS CON LESIONES VASCULARES

Tabla 9. Sintomatología según el tipo de úlcera


Úlceras venosas Úlceras arteriales o isquémicas
 Edema en la pierna.  Piel delgada seca atrófica.
 Piel enrojecida eccematosa.  Brillante.
 Dermatitis Ocre.  Blanquecina.
 Calor local.  Descenso de la temperatura.
 Varicosidades.  Uñas engrosas.
 Prurito.

Clasificación de úlceras vasculares

Úlceras venosas
Grado I
Es la fase inicial, hay varices que afectan al arco plantar, zonas maleolares y
tobillo, el paciente refiere sensación de pesados y dolor al final de la jornada.
Grado II
1. Edema.
2. Hiperpigmentación purpúrica.
3. Aumento del grosor pudiendo llegar a elefantiasis en la extremidad.
4. Zona de piel blanquecina localizada en la zona peri maleolar.
5. Eczema de éxtasis, que ocasiona un intenso prurito. Es frecuente que pequeñas
erosiones por rascado puedan transformarse en úlceras.
6. Trombo flebitis.
7. Hemorragias que pueden ser importantes por rotura de venas muy dilatadas.
Grado III
Además de la clínica anterior ya aparecen úlceras abiertas, de comienzo súbito
(traumatismo directo, rotura de la varice, agentes infecciosos en la piel, etc.) o
insidioso (costra persistente descamación profusa, leves excoriaciones).
Cicatriz ulcerosa.
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Úlceras arteriales
Estadio I. Escasa clínica. Los pacientes refieren sensación de frialdad, palidez,
hormigueo, parestesia, calambres. Se observa además alteraciones en uñas y
vello.
Estadio II. Claudicación intermitente dolor en piernas cuando las somete a
ejercicio
IIa. Más de 200 m.
IIb. Menos de 200 m.
Estadio III. Dolor en reposo
IIIa. Presión sistólica del tobillo mayor de 50mmHg.
IIIb. Presión sistólica del tobillo menor de 50mmHg.
Estadio IV. Lesiones tróficas
IVa. Pequeñas úlceras superficiales
IIb. Grandes gangrenas

A) Anamnesis, exploración física


Hay que inspeccionar las extremidades inferiores en busca de úlceras, gangrena,
edema y atrofia evidentes, así como alteraciones menos obvias del grosor de las
uñas, ausencia de crecimiento de vello, sequedad de la piel y temperatura fría.

Se debe realizar una palpación cuidadosa de los pulsos y auscultación de soplos, de


esta forma puede ayudar a determinar la localización o la gravedad de la
enfermedad oclusiva, sobre todo cuando esta información guarda relación con la
distancia de claudicación y la localización del dolor. Se deben de palpar los pulsos
femoral, poplíteo, tibial posterior y pedio. Los pulsos se deben graduar siempre
como ausentes, disminuidos o normales.
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Se deben palpar los pulsos femoral,


poplíteo, tibial posterior (figura A) y
pedio (figura B). Los pulsos se deben
graduar según sus características, así
podemos clasificarlos de una forma
simple en: ausentes (-), disminuidos
(+) y presentes (++). La forma más
usada de representación de la
exploración de pulsos es la mostrada
en la figura C.

B) Métodos diagnósticos no invasivos Ilustración 8. Exploración física de úlceras

Índice Tobillo Brazo (ITB).


La técnica consiste en obtener la presión sistólica braquial bilateral. Posteriormente
se coloca el manguito a nivel supramaleolar y se obtiene la presión sistólica a nivel
del tobillo en la arteria pedia y tibial posterior. El ITB se calcula dividiendo la presión
sistólica medida en el tobillo entre la mayor presión sistólica braquial obtenida.

ó ó
=
ó ó

Interpretación del ITB


Normal ITB 0.9 a 1.3
Asintomáticos ITB entre 0.9 y 0.7
Claudicación intermitente ITB entre 0.7 y 0.5
Isquemia crítica ITB ˂ 0.5
Calcificación arterial ITB ˃ 1.3
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Fotopletismografía (FPG)
La Fotopletismografía (PPG, por sus siglas en inglés) es un método diagnóstico que
usa células fotoeléctricas para captar la circulación capilar distal en los dedos. Se
trata de un método cualitativo, en el que se representa una curva de
llenado/vaciado capilar. Una curva plana se considera patológica.

Se realiza en pacientes con claudicación intermitente y consiste en caminar en una


cinta rodante a una velocidad de 3,2 km/h con una pendiente del 10-12% durante 5
minutos o hasta que el paciente presente dolor. Se mide el ITB antes y después del
ejercicio y existe un descenso del 15-20% en su valor, es diagnóstico de EAP.
Contraindicada en enfermedad coronaria grave, fallo cardíaco descompensado o
alteraciones importantes de la marcha.

Ergometría o prueba de esfuerzo


Se realiza en pacientes con claudicación intermitente y consiste en caminar en una
cinta rodante a una velocidad de 3,2 km/h con una pendiente del 10-12% durante 5
minutos o hasta que el paciente presente dolor. Se mide el ITB antes y después del
ejercicio y existe un descenso del 15-20% en su valor, es diagnóstico de EAP.
Contraindicada en enfermedad coronaria grave, fallo cardíaco descompensado o
alteraciones importantes de la marcha.
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Eco-Doppler

La ecografía bidimensional con efecto Doppler


(Eco-doppler) es una técnica ecográfica no invasiva
que aporta información sobre la estructura
anatómica de los vasos sanguíneos y, además,
permite medir el flujo sanguíneo a través de los
vasos estudiados, determinando su resistencia a
través de una escala de colores predeterminada por
el programa informático, que se relaciona con una
morfología de onda en modo B. Actualmente es Eco Doppler venoso

considerada como la técnica de primera elección


para el diagnóstico y seguimiento de la patología arteriosclerótica, debido a su alta
sensibilidad y especificidad, así como inocuidad para el paciente y explorador al no
utilizar radiaciones ionizantes.
El estudio eco-doppler venoso permite:
Visualizar todos los troncos venosos surales-poplíteos-femorales, ilíacos y la vena
cava inferior: aplasia, displasias, desdoblamientos, aneurismas venosos.
Diagnóstico de trombosis venosa.
Diagnóstico de insuficiencia venosa superficial, de su extensión y localización.
Estudio de estructuras peri venosas para diagnóstico diferencial. Estudio de
compresiones.

Angiorresonancia magnética nuclear


Se trata de una técnica de imagen que permite valorar no solo la anatomía del vaso,
sino también la relación con las estructuras adyacentes.
La posibilidad de realizar reconstrucción tridimensional sobre los cortes, permite
obtener imágenes dinámicas que simulan a las obtenidas con la arteriografía (ver
imagen).
Tiene una sensibilidad que llega al 98% para estenosis superiores al 50%. Sus
inconvenientes son el uso de contraste iodado, la exposición a radiación y los
posibles artefactos debidos a calcificaciones arteriales.
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Métodos diagnósticos invasivos

Arteriografía

Es un procedimiento médico invasivo en el cual se inyecta contraste en el interior


de las arterias del organismo que se deseen evaluar y se visualizan con un equipo de
rayos X. Hasta hace algunos años se ha considerado el “Gold standard” de los
métodos diagnósticos. Hoy en día suele ser de indicación intraoperatoria ya que, con
la introducción de las resonancias y
tomografías de alta resolución, las
imágenes obtenidas con estas técnicas
permiten realizar reconstrucciones del
árbol vascular con alta definición y
realismo. La arteriografía preoperatoria
ha pasado a ser una técnica indicada en
casos donde al TAC o la resonancia no
acaban de ser concluyentes.

Cabe destacar que esta técnica puede


. Arteriografía
presentar complicaciones en forma de
reacción grave al contraste (0,1%), muerte (0,16%), fallo renal secundario al uso de
contraste, disección arterial, y complicaciones locales del punto de punción (1%)
como: pseudoaneurisma, fístula arteriovenosa o hematoma, por lo que este
procedimiento ha sido relegado a situaciones en las que estaría indicado un
procedimiento de revascularización.
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MANEJO AVANZADO DE PACIENTES CON ÚLCE RAS VASCULARES

Recomendaciones para el manejo y tratamiento local de las úlceras

a) Curación local úlceras arteriales: el objetivo de la curación local es mantener la


úlcera en las mejores condiciones antes de que el paciente reciba el tratamiento
médico-quirúrgico que precise según su situación.
1. Limpiar las heridas al principio del tratamiento y en cada cambio de
vendajes.
2. Utilizar la mínima fuerza mecánica.
3. No limpiar las heridas con productos limpiadores o agentes antisépticos,
como, por ejemplo: povidona yodada, yodóforos, soluciones de hipoclorito
sódico, agua oxigenada y ácido acético
4. Utilizar agua y jabón para limpiar las heridas y aclarar con suero salino,
secando con gasa estéril.
5. Limpiar la ulcera con suero fisiológico suavemente, eliminando todo resto de
exudado.
6. En lesiones isquémicas necrosis secas de tejidos a revascularizar "miembros
sin pulso" es mejor mantener un ambiente seco aplicando un antiséptico, y
no siendo muy agresivos intentando desbridar, ya que las posibilidades de
necrosis húmeda y por lo tanto de sepsis y necesidad de amputación
aumentarían.
7. Administrar el producto limpiador a una presión suficiente que no cause
trauma en el lecho de la herida, pero facilite el arrastre mecánico de los
restos necróticos y del exudado.
8. Para estimular la cicatrización, una vez este la herida limpia, se mantendrá
en un medio húmedo para favorecer la migración celular, evitando lesionar
el lecho recién formado (tanto al retirar el apósito anterior, como al realizar
una limpieza demasiado agresiva) y protegiéndolo de posibles agentes
infecciosos.
9. En cualquier úlcera arterial se protegerá la piel periulceral ya que ésta es
muy fina, y se evitaran en la medida de lo posible los apósitos con adhesivos.
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b) Las ulceras vasculares: Constituyen el mayor porcentaje (entre el 75% y el 90%)


de entre el total de las vasculares. Por su alta incidencia (entre el 2% y el 3% de la
población) sus cuidados, constituyen según algunos estudios el 50% del tiempo total
de enfermería en atención primaria.
1. Administrar analgésicos prescritos previos a la cura si la ulcera fuera
dolorosa.
2. Retirar con suavidad los vendajes, humedeciéndolos previamente si son de
gasa.
3. Limpiar la ulcera con suero fisiológico y polihexanida-betaina, eliminando
todo resto de exudado.
4. Promover la eliminación de tejidos necróticos con desbridamiento cortante,
enzimático o autolítico.
5. Si hay signos de infección, tomar cultivo, suministrar antibiótico sistémico,
cambiar el apósito con regularidad, hasta la desaparición de los signos
clínicos de infección. Aplicar apósito bactericida.
6. En caso de exudado, usar apósitos absorbentes, como los de alginato cálcico,
los de hidrofibra de hidrocoloide o las mallas de carbón y plata vigilando
posibles signos de maceración local.
7. Una vez que el lecho ulceral presente tejido sano, usar un apósito adecuado
y cambiarlo solo cuando sea necesario.
8. Procurar la higiene y protección usando emulsiones cutáneas hidratantes en
la piel perilesional y zonas atróficas.
9. No abusar de productos sensibilizantes como corticoides tópicos, aunque en
caso de eccemas amplios puede ser necesario usarlos algún tiempo. El prurito
local debe ser tratado de forma sistémica para evitar el rascado.
10. Tratar y evitar el edema. Aplicar terapia de compresión, con media o vendaje
compresivo adecuado.
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Productos de cura en ambiente húmedo


1. Poliuretanos: Su indicación es en ulceras superficiales en fase de
epitelización.
2. Espumas Poliméricas: Su indicación es en ulceras vasculares de grado II-III o
IV de media o alta.
3. Hidrogeles: Su indicación es en ulceras vasculares en cualquier grado.
4. Hidrocoloides: Su indicación es en ulceras vasculares grados I, II y III sin
signos de infección.
5. Apósitos de silicona: Su indicación es en fase de granulación, ulceras
dolorosas y fijación de injertos.
6. Alginatos: Su indicación es en ulceras muy exudativas e infectadas.
7. Apósitos de Carbón: Su indicación son en las muy exudativas, infectadas y
malolientes.
8. Apósitos de Plata: Su indicación es para la profilaxis y tratamiento de la
infección.

Terapia compresiva en la ulcera venosa o estática

Es la mejor manera de tratar las úlceras de etiología venosa, es el


tratamiento más antiguo y eficaz para la hipertensión venosa, aporta grandes
beneficios mejorando el retorno venoso, disminuyendo el reflujo y el edema, se
puede afirmar, que al utilizar una adecuada compresión en el tratamiento de las
úlceras vasculares se reduce el tiempo de cicatrización de las heridas y aumenta la
calidad de vida del paciente.

Antes de aplicar esta terapia compresiva debemos asegurarnos que no hay un


compromiso arterial en la pierna afectada, siempre tendremos que realizar un ITB
mediante doppler de la extremidad, en un ITB >0,5 no estaría indicada la
compresión, estaría totalmente contraindicada. Cuidado al interpretar el ITB en
paciente diabéticos que pueden presentar calcificaciones y darnos resultados
erróneos.

Si queremos que el paciente tolere la terapia de compresión debemos explicarle la


importancia que tiene en su tratamiento y en conseguir la curación de su úlcera,
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debemos pactar con él que no se la quite en casa, debemos comunicarnos y hacerle


partícipe de esta terapia, debemos palpar los pulsos cada vez que cambiamos el
vendaje, de explorar el pie y la pierna para ver si todo va bien y con ello
conseguiremos una mejor tolerancia al tratamiento.

Objetivo:
 Mejorar el retorno venoso.
 Mantener una compresión sostenida durante al menos una semana después de su
aplicación.
 Mantener una compresión gradual de 40 mmHg en tobillo disminuyendo a 17
mmHg a la altura de la rodilla Controlar el exudado.
 Conseguir comodidad del paciente.

Observaciones:
 Antes de aplicarlo: Asegurarse que el paciente no tiene ningún tipo de patología
arterial.
 Medir la circunferencia del tobillo para elegir el tamaño correcto de la venda.
 Tener en cuenta que al realizar la compresión el edema disminuirá y es necesario
medir de forma continua la circunferencia del tobillo por si fuera necesario
cambiar el tamaño de la venda.
 Algunos pacientes no aceptan fácilmente la contención elástica. Dedicaremos el
tiempo necesario a escuchar sus objeciones, experiencias, problemas y a intentar
resolver sus dudas/cuestiones.

Contraindicaciones
 Alergia a los componentes del vendaje (látex).
 Pacientes con enfermedad arterial en los que la compresión aumentaría la
isquemia distal con: Ausencia de pulsos distales, Oscilometría negativa o
disminuida, y en las extremidades tensión sistólica inferior a 80 mmHg.
 En caso de presencia de edema blando no se aconseja, para evitar flictenas.
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Posibles complicaciones
 Síndrome de compresión: (coloración azulada), arterial (coloración pálida y
frialdad) o nervioso (parálisis y parestesias).
 Edema de ventana: se evita cerrando completamente los vendajes y nunca
creando una ventana mayor.
 Escara de decúbito: Almohadillar prominencias óseas y evaluar en busca de
dolor, escozor, olores anormales o coloración anómala del vendaje.
 Maceración cutánea: interposición de apósitos entre zonas anatómicas contiguas
para manejar el control del exudado.
 Complicaciones propias de la inmovilización.

Materiales
 Apósito estéril de contacto con la lesión.
 Venda de algodón, se aplica directamente sobre la piel cómo primer vendaje,
para proporcionar almohadillado, en prominencias óseas y absorción de edema.
 Venda elástica (para vendajes compresivos en patología venosa) para conseguir
el nivel apropiado de compresión a nivel de tobillo y pierna.
 Esparadrapo para sujeción.

Tipos de vuelta de vendaje


 Circular: se utiliza al comienzo y al final del vendaje.
 Espiral: son vueltas circulares pero cada vuelta cubre la mitad de la anterior
siempre en sentido ascendente.

Tipos de vuelta de vendajes


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Pasos técnica del vendaje

1. Previo al vendaje  Lavado de manos, antes y después de cada vendaje.


 Examen físico, detallado de la extremidad: articulaciones,
pie y los espacios interdigitales.
 Palpar pulsos dístales. Si están disminuidos o ausentes no se
debe hacer el vendaje, porque podríamos aumentar la
isquemia.
 Separar las superficies cutáneas adyacentes con una pieza de
gasa (p. ej.: entre los dedos) si precisa, para evitar la
maceración.
 Proteger con almohadillado las prominencias óseas antes de
vendar.
 En las superficies cóncavas (canales retro maleolares) puede
homogeneizar la presión colocando unas vueltas algodón.
 La úlcera se tratará bajo el concepto de preparación del
lecho de la herida, aplicando el apósito estéril más
apropiado.
 Nunca se utilizarán apósitos estériles con adhesivo e
hidrocoloides.
2. Técnica del  Colocar la zona a vendar de manera cómoda para el paciente
vendaje y el enfermero.
 Se colocará la zona afectada en posición funcional para
fomentar la circulación sanguínea y evitar deformidades y
molestias
 En paciente muy obeso o con ICC se respetará la postura más
cómoda para él.
 Se inicia siempre el vendaje en la zona más distal desde la
raíz de los dedos hasta el hueco poplíteo.
 No iniciar ni finalizar el vendaje directamente sobre la
úlcera.
MÓDULO 2: GESTIÓN EN CUIDADO DE PERSONAS CON PIE DIABÉTICO Y ÚLCERAS VASCULARES

 Iniciar el vendaje sosteniendo el primer rollo de la venda de


algodón con la mano dominante y el extremo inicial con la
otra.
 Desenrollar la venda con la cara externa sobre la zona a
vendar desde la base de los dedos al hueco poplíteo.
3. Primera venda de  Envolver el pie con la venda, pasar por detrás del talón y
algodón terminar cerrando el tobillo y asegurando que el talón y el
pie estén cubiertos sin dejar ventanas.
 Seguir desde el tobillo hasta la rodilla utilizando una técnica
sencilla en espiral cubriendo la mitad (50%) de la anterior
vuelta hasta completar vendaje en el arco poplíteo. Cortar el
sobrante de venda de almohadillado.
4. Segunda venda de  Comenzando de igual manera: Envolver el pie con la venda,
compresión pasar por detrás del talón y terminar cerrando el tobillo y
asegurando que el talón y el pie estén cubiertos. Seguir desde
el tobillo hasta la rodilla utilizando una técnica sencilla en
espiral superponiendo la venda el 50% de la anterior.
 Estirar la venda hasta que la guía de compresión aparezca
como un círculo y la cruz esté en ángulo recto con un 50% de
superposición, utilizando el centro de la línea como guía.
 Fijar el vendaje con una sola vuelta circular y esparadrapo.
Nunca fijar el extremo de la venda con ganchos metálicos
(pueden lesionar la piel).
 Todo el vendaje debe seguir un sentido ascendente
adaptándolo a las características y contornos de la pierna
teniendo cuidado de aplicar la tensión adecuada, no
excesiva.
 Las vueltas de la venda pueden realizarse en forma de espiral
sencilla que mantienen siempre la misma presión y es la
manera más aconsejable de efectuar el vendaje.
 Dejar el extremo distal de la zona vendada libre para
comprobar la vascularización, movilidad y sensibilidad.
MÓDULO 2: GESTIÓN EN CUIDADO DE PERSONAS CON PIE DIABÉTICO Y ÚLCERAS VASCULARES

 El vendaje debe resultar cómodo para el paciente e indoloro.


 Asegurarse que no hay pliegues, arrugas, ni dobleces
producidos por la venda o ventanas (zonas sin cubrir).
 Revisar vendaje y buscar signos de alteración de la
circulación.
 Registrar en la hoja de enfermería fecha, hora, tipo de
vendaje y de venda utilizada y demás observaciones
pertinentes.
 Poner en práctica los controles y las medidas higiénicas,
posturales y dietéticas correspondientes, para el seguimiento
del paciente.

PREVENCIÓN DE ÚLCERAS VASCULARES

Las actividades preventivas deberán tener en cuenta la valoración de los


procesos que puedan incidir en el desarrollo de las úlceras vasculares.
Úlceras arteriales
 Control de las enfermedades asociadas y factores de riesgo, diabetes,
hipertensión, tabaquismo, etc.
 Dieta adecuada (aumento de proteínas y vitamina C).
 No fumar.
 Apoyo psicológico.
 Ejercicio físico diario, caminar.
 Inspeccionar diariamente los pies.
 Mantener la temperatura adecuada (evitando temperaturas extremas).
 Higiene adecuada de los pies, no andar descalzo; utilizar calzado adecuado.
 No usar prendas ajustadas de cintura para abajo.
 Cuidado de las uñas.
 Acudir al centro si dolor o aparición de lesiones.
MÓDULO 2: GESTIÓN EN CUIDADO DE PERSONAS CON PIE DIABÉTICO Y ÚLCERAS VASCULARES

Úlceras venosas
 Utilizar una adecuada contención elástica (medias elásticas durante el día y
retirarse durante la noche).
 El encajamiento es beneficioso en caso de edema importante (caso de pacientes
de edad avanzada la prolongación de inmovilidad puede ser peligrosa, en este
caso se alternará el reposo con piernas elevadas).
 Conviene activar el drenaje venoso de las piernas mediante ejercicio físico.
 Evitar estar de pie o sentado con los pies en el suelo más de 1 hora.
 Mantener dieta adecuada.
 Baños en las piernas alternando agua fría y caliente terminando con la fría.
 Evitar exposiciones a temperaturas altas de calor.
 Aplicar diariamente cremas hidratantes.

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