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EL UMBRAL DEL DOLOR Y SUS CARACTERISTICAS

El umbral es la cantidad mínima de señal que ha de estar presente para ser


registrada por un sistema. Por ejemplo, la mínima cantidad de luz que puede
detectar el ojo humano en la oscuridad. El umbral es la base de la exploración
psicofísica de las sensibilidades (táctil, olfatoria, visual o auditiva).
Sensibilidad = 1/Umbral. Para la determinación práctica del umbral se
considera un 50% de probabilidades. Es decir, umbral es la menor cantidad de
estímulo que tiene un 50% de probabilidades de ser detectado. Hay dos
concepciones del umbral: fechneriano y no fechneriano.
El punto en que un estímulo ocasiona una transmisión de un impulso nervioso,
se denomina umbral. Esta última explicación se conoce como la ley del todo o
nada. Un umbral también es la parte inferior o escalón que hay en la puerta o
entrada de una casa.
Por umbral de dolor se entiende la intensidad mínima de estimulación que
provoca sensación de dolor. No es una constante, pues puede variar dentro del
propio sujeto (depende de la región corporal, estímulo empleado, factores
subjetivos y emocionales) y también varía de un sujeto a otro.
Diferenciamos umbral y percepción porque, como hemos dicho, el hecho de
que un estímulo nos resulte desagradable o doloroso no depende únicamente
de nuestro umbral del dolor, sino también de una serie de factores
subjetivos que modulan la percepción del dolor.

EL DOLOR
Esto es algo que a veces se nos pasa: el dolor nos resulta útil para nuestro día
a día. El tener la sensibilidad alterada, o no percibir dolor, es una patología.
El dolor agudo tiene una función biológica: nos avisa de cuando hay peligro. Es
una señal de alarma.
Previene el daño en los tejidos. Por eso a veces sentimos dolor muy grande
(cortarse con una hoja de papel) pero vemos que no hay lesión. El cuerpo avisa
para activar maniobras de retirada, precisamente para evitar la lesión.
En caso de producirse una molestia o lesión (por ejemplo, molestias o un "tirón"
al hacer ejercicio), el cuerpo avisa mediante el dolor, de la necesidad de
reposar o cambiar de actividad. El dolor actúa haciendo que modifiques tu
comportamiento, para evitar un daño mayor y dar tiempo a los tejidos y
estructuras a recuperarse.
También hay que tener en cuenta que en ocasiones puede haber un daño en el
tejido y no haber dolor. Por ejemplo, fracturas de huesos que pasan
desapercibidas, o roturas completas de ligamentos de tobillo o de rodilla que no
generan dolor. En estas ocasiones hay que atender a otros síntomas: dificultad
para moverse o realizar actividades cotidianas, hinchazón de la zona, aparición
de hematoma u otras señales...
REUMATOLOGIA Y DOLOR
El dolor es el síntoma más importante de las enfermedades
musculoesqueléticas (ME) y es la principal razón por la cual los pacientes
solicitan ayuda médica, sobre todo cuando el malestar se hace crónico. El dolor
crónico típico de los “reumatismos” provoca grandes desequilibrios, ya que
disminuye la capacidad física y mental y evoca la posibilidad de limitación e
invalidez; por lo tanto, el dolor crónico no controlado es autodestructivo por sí
mismo y afecta drásticamente la calidad de vida. Pese a los avances actuales
en el manejo de las enfermedades reumatológicas, es poco frecuente lograr el
alivio completo del dolor gracias a las terapias; por otra parte, las variaciones y
cambios en el dolor crónico no se pueden explicar sólo por la enfermedad
subyacente: pacientes con una enfermedad de la misma gravedad suelen
diferir en cuanto a sus niveles de dolor, por lo que se debe aplicar un modelo
biopsicosocial para comprender mejor la respuesta individual de cada paciente
a este síntoma. 

El dolor en reumatología puede ser provocado por factores biológicos, como


inflamación y destrucción, pero también por factores psicosociales como
depresión, ansiedad, falta de apoyo y dificultades en el ambiente de trabajo; no
es raro que enfermedades que cursan con menos daño tisular objetivo se
manifiesten con más dolor que otras que causan mayor destrucción de
tegumentos. Por esto, la primera actitud que debe tener un médico que quiere
actuar sobre el dolor es aceptarlo; y en segundo lugar debe medirlo, para así
poder determinar la eficacia de las medidas que va a adoptar para suprimirlo.
El dolor es difícil de cuantificar, especialmente porque los médicos suelen tener
una actitud netamente biologicista; pero si no se mide el dolor será muy difícil
conocer el resultado de las terapias. El objetivo de la presente exposición es
revisar algunos instrumentos que permiten medir el dolor en la práctica clínica
diaria. 
En los estudios experimentales en modelos animales se define el dolor como
una “experiencia sensorial y emocional aversiva que evoca acciones motoras
protectoras, las que resultan en evitación aprendida y que pueden modificar
rasgos de conducta especie específicos, incluyendo el comportamiento social”.
Existen muchos modelos experimentales de dolor en animales: pruebas
algesimétricas, pruebas de estimulación física (térmica, mecánica, eléctrica),
pruebas de estimulación tónica (prueba de formalina, de capsaicina, de
contorsiones abdominales); además existen modelos animales de dolor agudo,
somático o visceral y modelos de dolor crónico, inflamatorio, neuropático u
oncológico. Lo importante es saber que existe gran variabilidad entre estos
modelos, ya que las observaciones dependen del tipo de dolor, la especie, el
sexo del animal, la edad y el ciclo ovárico, entre otras características; por lo
tanto, es difícil estandarizar y extrapolar los resultados de los modelos animales
a la clínica, donde además se agrega la subjetividad del paciente.
La percepción del dolor varía y lo hace dependiendo de la persona, del
momento, de la situación... No tenemos siempre la misma percepción de dolor.
Si estamos cansados, tristes, bajos de energía... Un estímulo puede resultar
doloroso por ejemplo:
Golpearse en el pie al caminar descalzos y chocar con la mesita de noche,
parece un dolor insoportable.
Sin embargo, si estamos eufóricos, motivados, activos... Un estímulo mucho
más fuerte puede no provocar dolor. Por ejemplo:
Los deportistas celebran una victoria lanzándose unos sobre otros, o dándose
fuertes palmadas de júbilo, sin mayores consecuencias.
Esto no es simplemente por los estados de ánimo, o dependiendo de la
persona, sino que hay mecanismos a nivel del sistema nervioso central y
periférico que modifican la percepción del dolor.
Por poner un ejemplo: podemos citar el caso de las endorfinas, esas sustancias
que sabemos que se producen al hacer ejercicio físico, y que son en parte
responsables de que el ejercicio ayude a sentirse mejor y, en parte, pueda a
mejorar los síntomas en diversas patologías (artrosis, dolor lumbar...).
Nuestra actividad cotidiana y modo de vida, así como actitudes y
pensamientos, influyen en nuestra percepción del dolor. Una persona
sedentaria y con malos hábitos está menos preparada a soportar esfuerzos.
Por eso puede parecer que tiene "el umbral del dolor más bajo". Esta
persona será más propensa a padecer molestias si realiza esfuerzos. Incluso
puede sufrir molestia para realizar ciertas actividades cotidianas (caminar larga
distancia, subir y bajar escaleras...).
Sin embargo, una persona activa, acostumbrada a realizar esfuerzos, es
menos probable que sufra molestias realizando actividades cotidianas. Es
como si su "umbral del dolor" fuera más alto, aunque esto no es del todo así.
Sobre todo lo que ocurre es que su organismo (cuerpo y mente, por así
decirlo) está más preparado para realizar esfuerzos, y su sistema de alarma (el
dolor) no se activa con tanta facilidad.
Por toda esa información que puede dar el dolor (tipo de dolor, zona donde
aparece, intensidad, duración...) es un elemento muy a tener en cuenta. No
debemos subestimar los avisos de este sistema de alarma, por ello la
importancia de no entrenar si sospechamos lesión y aplicar medidas
para prevenir lesiones frecuentes.
El ejercicio físico es un agente que puede ayudar a modificar para bien la
percepción del dolor. Este es un motivo más para luchar contra el
sedentarismo.
En Vitónica | Referencias
Butler D. Explicando el dolor (Explain Pain). Adelaida: Noigroup Publications;
2010.
Torres Cueco R. La Columna cervical: Síndromes Clínicos y su Tratamiento
Manipulativo. Madrid: Editorial Medica Panamericana; 2008.
A continuación podemos citar una definición sobre el umbral de dolor:
El umbral del dolor se define como la intensidad mínima de un estímulo que
despierta la sensación de dolor. O bien, en psicofísica, como el nivel en el que
el 50 % del estímulo es reconocido como doloroso. Para efectos de este tipo de
medición, se pueden utilizar como estímulo doloroso la presión mecánica,
la estimulación térmica, la electricidad o el láser
El término umbral del dolor se utiliza para describir la sensibilidad dolorosa en
términos generales: «él tiene un alto umbral de dolor». El significado exacto del
término se refiere al momento en que el sujeto diferencia entre las sensaciones
no dolorosas de la dolorosa propiamente tal a medida que un estímulo
potencialmente doloroso va acrecentando su intensidad. Para medir esta
transición el estímulo se va acrecentando en forma escalonada o continua. El
resultado puede variar significativamente dependiendo de cada individuo.

En los estudios experimentales en modelos animales se define el dolor como


una “experiencia sensorial y emocional aversiva que evoca acciones motoras
protectoras, las que resultan en evitación aprendida y que pueden modificar
rasgos de conducta especie específicos, incluyendo el comportamiento social”.
Existen muchos modelos experimentales de dolor en animales: pruebas
algesimétricas, pruebas de estimulación física (térmica, mecánica, eléctrica),
pruebas de estimulación tónica (prueba de formalina, de capsaicina, de
contorsiones abdominales); además existen modelos animales de dolor agudo,
somático o visceral y modelos de dolor crónico, inflamatorio, neuropático u
oncológico. Lo importante es saber que existe gran variabilidad entre estos
modelos, ya que las observaciones dependen del tipo de dolor, la especie, el
sexo del animal, la edad y el ciclo ovárico, entre otras características; por lo
tanto, es difícil estandarizar y extrapolar los resultados de los modelos animales
a la clínica, donde además se agrega la subjetividad del paciente.

Medición del dolor en la práctica clínica


El dolor es un fenómeno complejo y si es difícil estudiarlo, comprenderlo y
medirlo en animales, por su variabilidad, es mucho más difícil en el ser
humano, por su subjetividad. Para medir el dolor siempre se ha utilizado una
sola dimensión, la intensidad, pero para evaluarlo en forma adecuada se le
debe considerar como un fenómeno subjetivo, multidimensional, una
experiencia personal y única que afecta a la persona en diferentes
dimensiones:

Sensorial, que da cuenta de la intensidad y cualidad de éste.


Fisiológica, que se refiere a la localización, inicio, duración y tipo.
Conductual, dada por la aparición de un comportamiento determinado según la
intensidad del dolor.
Afectiva, que determina la aparición de depresión, ansiedad y temor debido al
dolor.
Cognitiva, que se refiere a las opiniones y pensamientos que se generan en el
individuo con respecto a la sensación dolorosa.
Sociocultural, que incluye los aspectos étnicos, demográficos, espirituales,
sociales y ambientales de este fenómeno; por ejemplo, algunas personas
piensan que es normal tener dolor.
Estas dimensiones no se pueden separar fácilmente, ya que se mezclan en
forma muy variable en el momento de realizar una medición; sin embargo, se
han desarrollado algunos instrumentos y exámenes clínicos con el fin de
evaluar los distintos componentes del fenómeno doloroso.

Medición de la intensidad del dolor


La intensidad del dolor es el aspecto que con mayor frecuencia se mide en la
práctica clínica, a través de una serie de escalas que se ha desarrollado con
este objetivo y que se describirán a continuación. 

La escala de categoría verbal (ECV) es simple y fácil de utilizar. Se solicita al


paciente que califique la magnitud del dolor que siente en uno de cuatro
niveles: nada, leve, moderado o intenso, aunque se puede agregar más
niveles, por ejemplo, casi nada o muy intenso. La ventaja de este tipo de
escalas es que se pueden utilizar sin dificultad en la práctica clínica diaria, pero
sólo miden una de las dimensiones del dolor y es difícil especificar si cada uno
de los niveles está a la misma distancia que el anterior, es decir, si una
disminución del dolor de intenso a moderado es lo mismo que una disminución
de leve a nada. 

La escala de categoría numérica (ECN) permite asignar un puntaje a la


intensidad del dolor, por ejemplo, de 0 a 10 ó de 0 a 100. Aparentemente, si
aumenta el puntaje mejora la sensibilidad del método. Estas escalas se pueden
presentar al paciente en forma horizontal o vertical y se correlacionan bien con
la escala visual análoga (EVA), pero se recomienda que si el dolor es de
columna no se presente la escala en forma vertical, ya que el paciente la puede
asociar con el nivel vertebral
LOCALIZACION DEL DOLOR
Los mapas del dolor sirven para determinar la localización y extensión espacial
del síntoma; sin embargo, los mapas sólo son instrumentos de ayuda y no
reemplazan a una buena evaluación clínica. 

En la siguiente imagen se muestra, a modo de ejemplo, un mapa con los


puntos sensibles de la fibromialgia, en donde se puede evaluar de manera
seriada si el dolor disminuye o aumenta en los controles sucesivos, en cada
uno de estos puntos. Estos mapas son muy útiles para hacer el seguimiento del
dolor en pacientes con cuadros articulares

MEDICION DE LA CONDUCTA DOLOROSA


La evaluación de la conducta dolorosa es importante, pues constituye la
expresión total del dolor y el sufrimiento. La conducta dolorosa puede ser de
dos tipos: conducta refleja que se da como respuesta incondicional a un
estímulo, como por ejemplo, retirar rápidamente la mano al quemarse en la
estufa; o conducta operante, que es un proceso aprendido, bien o mal
adaptativo, con respecto al dolor. Por ejemplo, un paciente con lumbago se da
cuenta de que su dolor disminuye con el reposo y genera una conducta mal
adaptativa que consiste en tratar de estar siempre en reposo. 

La medición de las conductas dolorosas se efectúa en distintos aspectos:


actividades de la vida diaria, medición del tiempo que permanece de pie,
sentado o recostado, patrones de sueño, actividad sexual, desempeño en
tareas específicas como subir escaleras, tiempo que tarda en caminar un
trecho, consumo o demanda de medicamentos, participación en actividades
recreativas, etc. Asimismo, existe una serie de cuestionarios para medir las
conductas dolorosas. El cuestionario de salud breve SF-36 es el más difundido
para medir calidad de vida asociada a salud; evalúa funcionamiento físico y
permite comparar entre diferentes enfermedades. Otro cuestionario es el perfil
de impacto de enfermedad SIP (Sickness Impact Profile), pero éste evalúa
estado de salud más que dolor. La mayoría de los cuestionarios disponibles
son demasiados engorrosos como para aplicarlos en la práctica diaria, excepto
el Cuestionario para Graduación del Dolor Crónico CPQ (Chronic pain grade
questionnaire), que se utiliza en pacientes con enfermedad ME (1) desde el
año 1992 y ha sido validado en varios países, aunque no en Chile. En la
siguiente imagen se muestra una versión abreviada del instrumento CPQ, que
mide tanto la intensidad del dolor como la limitación que éste produce (2). En
cuanto a intensidad, este cuestionario mide tres aspectos: dolor actual, peor
dolor en los últimos seis meses, u otro período que se quiera medir, y dolor
promedio en el mismo lapso. Luego se pregunta por la limitación que la
dolencia produce en distintos aspectos de la vida diaria, trabajo, recreación,
etc. 

BIBLIOGRAFIA:
En Vitónica | Referencias
Butler D. Explicando el dolor (Explain Pain). Adelaida: Noigroup Publications;
2010.
Torres Cueco R. La Columna cervical: Síndromes Clínicos y su Tratamiento
Manipulativo. Madrid: Editorial Medica Panamericana; 2008.

DEFINICIÓN Y TIPOS DE QUEMADURAS


Por definición general, sabemos que una quemadura es una lesión en la piel
debido al contacto o exposición de un agente peligroso, como son el calor, el
frío, la electricidad, las radiaciones del sol o ciertos productos químicos.
El cuerpo humano tolera temperaturas de hasta 40º C; por encima se pierde la
capacidad natural de la piel de regenerarse.
Las quemaduras pueden clasificarse de diferentes maneras: según su
profundidad, según su gravedad y según sus agentes causantes.
Según su profundidad
El tratamiento de las quemaduras depende directamente de la gravedad de
esta. Es decir, si es de primer, segundo o tercer grado, y de su extensión en el
cuerpo.
No obstante, cuando se trata de primeros auxilios, hay algunas
recomendaciones generales que se aplican en cualquiera de las situaciones,
solo con algunas excepciones.
Ante un caso de quemadura, lo primero que debe hacerse es eliminar el agente
que ha causado la lesión. Si se trata de llamas, la forma de apagarla es
haciendo que la persona ruede. Después de eso, es necesario buscar otras
posibles lesiones como fracturas, hemorragias o golpes. En cualquier caso se
tratará prioritariamente la lesión más grave.
En la mayoría de las quemaduras, la principal recomendación es refrescar la
zona quemada aplicando abundante agua por 20 o 30 minutos dependiendo de
la gravedad y extensión de la quemadura.
Si se trata de una de tercer grado, el agua debe ser mineral o estar hervida. Es
importante evitar que el agua esté excesivamente fría porque podría causar
hipotermia al afectado.
Posteriormente se debe retirar cualquier ropa o accesorio que mantenga el
calor. Y luego es necesario envolver la lesión, ya sea con paños limpios o
gasas, que previamente hayan sido humedecidos en agua y asegurarse de que
el vendaje quede flojo para no hacer presión en la herida.
En el caso de las quemaduras de primer y segundo grado, después de que
estén limpias, se puede aplicar cremas hidratantes o ungüentos. Y en el caso
de las quemaduras de tercer grado, se debe acudir de inmediato a un centro
médico asistencial.

TIPOS DE QUEMADURAS
QUEMADURA DE PRIMER GRADO
Una quemadura puede ser dolorosa o no, dependiendo de su grado. El grado
de una quemadura está determinado por su localización en el cuerpo y por la
profundidad a la que llega en la piel.
Quemaduras de Primer Grado: solo afectan a la capa más superficial de la piel,
y se caracterizan por un enrojecimiento de la piel que duele al contacto,
comúnmente las encontramos cuando la persona ha tenido una exposición
prolongada al sol. Son las más frecuentes de encontrar, sobre todo en el
verano.
Son las quemaduras menos graves. Las quemaduras de primer grado, se
limitan a la capa superficial de la piel epidermis. Es decir, consiste en un
eritema doloroso probablemente subsecuente al edema de la zona. No se
forman ampollas. Pocos días después aparece la descamación y es posible
que deje zonas hiperpigmentadas.  Su cura espontáneamente al cabo de 3-4
días, sin cicatriz.
Signos:
Enrojecimiento (Eritema)
Dolor al tacto
La piel se hincha un poco
Cuando este tipo de quemaduras es producida por la prolongada exposición a
los rayos solares en la playa o la montaña, se le llama insolación.

QUEMADURAS DE SEGUNDO GRADO


Afectan siempre y parcialmente a la dermis. Pueden ser superficiales o
profundas de acuerdo con la profundidad del compromiso dérmico. A)Las
superficiales: afectan a epidermis y cara superior de la dermis, con formación
de ampollas y exudación de suero. La superficie quemada es uniformemente
rosada, se blanquea con la presión, es dolorosa y extremadamente sensible a
los pinchazos. El daño superficial cura espontáneamente en tres semanas a
partir de elementos epidérmicos locales, folículos pilosos y glándulas sebáceas
con muy poca, sí alguna cicatriz. B) Las profundas: afectan a los dos tercios
más profundos de la dermis. La superficie quemada tiene un aspecto pálido, se
palpa indurada o pastosa y no se blanquea con la presión; algunas áreas
pueden estar insensibles o anestesiadas al pinchazo. Se forma una escara
firme y gruesa y la cicatrización es lenta. Puede demorar más de 35 días en
curar completamente.

Estas quemaduras curan con cicatrización severa y pueden asociarse con


pérdida permanente de pelo y glándulas sebáceas. con muy poca, sí alguna
cicatriz. B) Las profundas: afectan a los dos tercios más profundos de la
dermis. La superficie quemada tiene un aspecto pálido, se palpa indurada o
pastosa y no se blanquea con la presión; algunas áreas pueden estar
insensibles o anestesiadas al pinchazo. Se forma una escara firme y gruesa y
la cicatrización es lenta. Puede demorar más de 35 días en curar
completamente. Estas quemaduras curan con cicatrización severa y pueden
asociarse con pérdida permanente de pelo y glándulas sebáceas.
En este tipo de quemaduras, además del enrojecimiento y mucho ardor,
aparecen ampollas llenas de agua, pudiendo ser superficiales o profundas.
Cuando se rompen las ampollas eliminan un líquido claro quedando al
descubierto la dermis, se deben tomar precauciones para impedir  el contagio
con gérmenes y evitar una infección que empeoraría el estado del paciente.
En este tipo de quemaduras, a pesar que la piel sufre lesiones se regenera
completamente, quedando igual a la de las zonas no quemadas. Generalmente
no quedan marcas de la quemadura sufrida.

Quemaduras de Segundo Grado: son un poco más profundas, y su


característica principal es la aparición de ampollas. Las ampollas son un
sistema de defensa ante la quemadura: protege de las infecciones y, con el
líquido que contienen, hidratan la herida y ayudan a la cicatrización. Estas
quemaduras son muy dolorosas.
QUEMADURAS DE TERCER GRADO
En estas quemaduras podemos ver tejido carbonizado, las terminaciones
nerviosas encargadas de transmitir el dolor se destruyen, de ahí que se diga
que las quemaduras de tercer grado no duelen.
Toda quemadura puede generar problemas y riesgos importantes para la salud,
mucho depende del total de la superficie corporal quemada, esto significa que
una quemadura de 1er grado que tenga una superficie del 90% del cuerpo es
igual o más peligrosa que una quemada de 2º Grado con superficie del 20%.
Por ello, es importante considerar tanto el grado de la quemadura como la
superficie del cuerpo lesionada, y de ahí determinar si la persona requiere o no
ayuda especializada en un hospital.

Es el tipo de quemadura más grave, ya que implican destrucción completa de


todo el espesor de la piel, incluyendo todos sus apéndices o anejos cutáneos, y
afectando a la sensibilidad. Aparece una escara seca, blanquecina o negra que
puede tener un techo como el del cuero seco o ser exudativo. El signo
patgnomónico es la trombosis venosa visible a través de la piel. Dejan siempre
cicatriz en la zona y a veces requieren injertos cutáneos. Al estimar la
profundidad de las quemaduras, debe recordarse que la lesión puede
evolucionar durante las primeras 24-48 horas y que durante este periodo la
presencia de edema hace extremadamente difícil tener la absoluta certeza
sobre la profundidad real de la injuria; en estos casos, es útil la exploración al
dolor por pinchazo (prueba del pinchazo). Además, la isquemia y la infección
pueden transformar una quemadura superficial en una lesión más profunda de
todo el espesor. Las cicatrices que dejan son irregulares con partes atróficas y
otras hipertróficas o queloideas.
Pueden ser origen de contracturas en las articulaciones y, muy
ocasionalmente, ser la base de un carcinoma epidermoide muchos años tras su
aparición. Puede ocasionar cáncer en la piel.
QUEMADURAS DE CUARTO GRADO
Las quemaduras de cuarto grado son las más graves y pueden derivar en una
necrosis y en la pérdida de la extremidad afectada. Este tipo de quemaduras
aparecen por congelación y frío extremo, por el contacto con fuego o con
líquidos muy calientes y dañan los huesos y los músculos.

El tratamiento de las quemaduras de cuarto grado de centrará principalmente


en aliviar los signos de la necrosis para evitar que desemboque en una
amputación. Cuando se trata de una quemadura de cuarto grado por
congelación la piel, en un comienzo, tiene un aspecto pálido con un aumento
del flujo sanguíneo. Si esa situación se alarga en el tiempo, pueden aparecer
ampollas y desembocar en una necrosis que es la muerte del tejido del cuerpo
cuando la sangre no llega hasta el tejido.

a) Quemaduras menores
Las quemaduras menores son todas aquellas lesiones de primer grado. Pero
en esta categoría también se incluyen las lesiones de segundo grado de tipo
superficial, pero solo las que tengan menos del 15% de extensión en adultos y
menos del 10% en niños.
Dentro de las quemaduras menores también se incluyen las clasificadas como
de segundo grado profundo y las de tercer grado que tienen menos del 1% de
extensión, aunque esto puede depender de su localización.
b) Quemaduras moderadas
Las quemaduras moderadas son todas las clasificadas como de segundo grado
superficial. Pero solo las que tienen entre un 15% y 30 % de extensión.
También se incluyen todas las de segundo o tercer grado con menos del 10 %
de extensión, así como todas las que han sido causadas por agentes químicos
o eléctricos.
c) Quemaduras graves
En esta categoría entran todas las quemaduras de segundo grado superficiales
que cuentan con más del 30% de extensión. También se incluyen todas las de
segundo grado de tipo profundas y las de tercer grado con más del 10% de
extensión. Se clasifican como lesiones graves todas las quemaduras que estén
acompañadas por lesiones respiratorias importantes.
En este tipo de quemaduras la fuente de calor puede ser húmeda o seca. En el
primer caso, son las provocadas por líquidos calientes como agua hirviendo,
vapor de agua, aceites, entre otros. La gravedad de estas lesiones depende de
varios aspectos: de la temperatura, del tiempo de exposición y de la zona del
cuerpo afectada.
En el caso del calor seco, las quemaduras son provocadas por llamas, brasas,
estufas, explosiones de gas, metales calientes, entre otros. En esta categoría
también pueden entrar las quemaduras solares causadas por la radiación
ultravioleta.
 Quemaduras eléctricas
Este es el tipo de quemadura provocada por la corriente eléctrica, bien sea
alterna o continua. Sin embargo, en este caso suelen predominar las
producidas por la corriente alterna ya que es la que se utiliza en el entorno
doméstico.
Las lesiones que producen este tipo de quemaduras tienen características
especiales, sobre todo porque el daño muchas veces no es aparente. Y es que
aunque la piel pueda tener un aspecto normal, esta puede esconder graves
lesiones musculares. Este tipo de quemaduras siempre son graves.
Vale destacar que la gravedad de estas lesiones va a depender de las
características de la corriente eléctrica como la intensidad en amperios, el
trayecto de la corriente, el tiempo y el área de contacto, la resistencia de los
tejidos y por supuesto, el tipo de corriente: alterna o continua. La primera es de
bajo voltaje y de uso doméstico, mientras que la segunda es de alto voltaje y de
uso industrial.
Quemaduras químicas
Este tipo de quemadura ocurre cuando el cuerpo tiene contacto con sustancias
irritantes, ya sea de tipo físico o por ingestión. Al hacer contacto con la piel,
estas sustancias químicas pueden provocar diversas reacciones en el cuerpo.
Y en el caso de que la sustancia sea ingerida, la lesión puede ocurrir en los
órganos internos.
Las quemaduras químicas suelen ocurrir por el contacto con ácidos y bases.
Este tipo de lesión se denomina como quemaduras por sustancias cáusticas.
Estos químicos pueden causar quemaduras muy graves y pueden ocurrir en
cualquier lugar donde se manipulen materiales químicos.
Los productos más comunes que ocasionan este tipo de quemaduras son el
ácido de baterías para automóviles, los productos de limpieza, la lavandina, el
amoníaco, los productos de limpieza utilizados por dentistas y los productos
utilizados en la cloración de piscinas, entre otros.
Quemaduras por radiación
Otra de las quemaduras más comunes son las que se dan por la radiación, tal
como los rayos X o los ultravioletas. El daño producido en los tejidos se debe
específicamente a la exposición a radiación ionizante.
Este tipo de exposición, cuando ocurre en grandes dosis, puede llegar a
disminuir la producción de células sanguíneas, lesionar las vías digestivas,
dañar el corazón, el sistema cardiovascular, el cerebro y la piel. También puede
aumentar el riesgo de sufrir cáncer.
Las lesiones cutáneas a causa de la radiación presentan síntomas como
picazón, hormigueo, enrojecimiento de la piel e hinchazón debido a la
acumulación de líquido.
Dependiendo de la zona afectada y el tiempo de exposición, pueden
presentarse otros síntomas. Por otro lado, estas lesiones pueden aparecer
unas horas después de la exposición o incluso varios días después.
DIAGRAMA DE LOS NUEVE
La extensión de una quemadura es determinante para estimar su gravedad.
Para calcular el porcentaje de una quemadura con respecto al resto del cuerpo,
se usa la regla del 9 (o regla de Wallace).
Esta regla trata de dividir el cuerpo en áreas de un 9% de superficie:
- Cabeza y cuello: 9%
- Tronco anterior: 18% (Tórax 9% y abdomen 9%)
- Tronco posterior: 18% (parte alta espalda 9% y baja 9%)
- Miembros inferiores (cada uno): 18%
- Miembros superiores (cada uno): 9%
- Región genital: 1%
La extensión de una quemadura es determinante para estimar su gravedad.
Para calcular el porcentaje de una quemadura con respecto al resto del cuerpo,
se usa la regla del 9 (o regla de Wallace).
Esta regla trata de dividir el cuerpo en áreas de un 9% de superficie:
- Cabeza y cuello: 9%
- Tronco anterior: 18% (Tórax 9% y abdomen 9%)
- Tronco posterior: 18% (parte alta espalda 9% y baja 9%)
- Miembros inferiores (cada uno): 18%
- Miembros superiores (cada uno): 9%
- Región genital: 1%
La superficie corporal quemada se calcula en áreas de 9% cada una, la cual
incluye: la cabeza y el cuello, el tórax, abdomen, espalda superior, espalda
inferior, glúteos, cada muslo, cada pierna y cada extremidad superior, y los
genitales externos, el 1% restante. Una manera rápida y aproximada de
calcular la superficie corporal quemada.
Palma cerrada de la mano del paciente, tanto adulto como niño, corresponde al
1% de su superficie corporal Consiste en la determinación del porcentaje del
área corporal que ha sido quemada, para lo que podemos utilizar varios
métodos; quizás el más práctico y de más fácil recordatorio es la Regla de los
Nueves, en el que en el adulto, a cada una de las regiones corporales, se le
asigna un porcentaje que es 9 o un múltiplo de nueve, con excepción del área
genital, que equivale a un 1%.
Aplicable para mayores de 15 años de edad, Cabeza y Cuello 9% Brazos 18%
Torso 36% Piernas 36% Genitales ext. 1%
ALCOHOL ETILICO
Diagnósticos de la intoxicación etílica aguda según el DSM IV: -Ingestión
reciente de alcohol. -Cambios psicológicos o de comportamiento, des
adaptativos clínicamente significativos de los que suelen aparecer durante o
poco después de su consumo: sexualidad inapropiada, comportamiento
agresivo, labilidad emocional, deterioro de la capacidad del juicio y deterioro de
la capacidad laboral o social, que se presenta durante la intoxicación o pocos
minutos después de la ingesta de alcohol.
Los síntomas no se deben a enfermedad médica o se explican mejor por la
presencia de otro trastorno mental. Pautas de diagnóstico de intoxicación por
alcohol según la OMS -Estado transitorio consecutivo a la ingestión que
produce alteraciones del nivel de conciencia, de la cognición, de la percepción,
del estar afectivo, del comportamiento o de otras funciones o respuestas
fisiológicas o psicológicas
Determinación de alcohol etílico en sangre. Existe una estrecha relación de los
resultados obtenidos en suero y del aliento, por lo que éste último es un
método fiable, aunque requiere cooperación del paciente.
ALCOHOL METILICO
El alcohol metílico también conocido como metanol, alcohol de madera, se
produce durante la obtención de licor en alambiques clandestinos, los cuales
no garantizan una temperatura estable a lo largo del proceso de destilación,
generando así un licor contaminado(mezcla de etanol y metanol), que en última
instancia va al consumidor. Es de anotar que esta mezcla tóxica también puede
llegar a obtenerse en la producción de bebidas alcohólicas caseras como la
chicha y el tapé tuza. Antiguamente además se obtenía de la destilación en
seco de la madera; pero hoy se obtiene a nivel industrial como un subproducto
de la producción de polímeros y se utiliza como removedor de pinturas, limpia
brisas, anticongelante, tiñer, lacas, barnices, productos fotográficos, solventes,
además como materia prima para manufactura de plásticos, textiles, secantes,
explosivos, caucho, entre otros productos.
El metanol presenta un volumen de distribución de 0.6-0.7 L/Kg, no tiene unión
a proteínas, razones por las cuales es una sustancia que se puede dializar.
Presenta una muy buena absorción por todas las vías tanto oral, dérmica e
inhalatoria, estas 2 últimas frecuentes en niños y trabajadores industriales
respectivamente; por tracto gastrointestinal se absorbe totalmente entre 30-90
minutos, tiempo en el cual alcanza su máxima concentración plasmática; tiene
una vida media a bajas dosis y sin presencia de etanol concomitante de 3
horas o menos, mientras que en la intoxicación leve es de 14-20 horas, en la
grave aumenta a 24-30 horas y hay reportes aún de 52 horas; se metaboliza
entre un 75-85% en el hígado, 10-20% se excreta sin cambios por los
pulmones y un 3% por los riñones
Las manifestaciones clínicas dependen de la cantidad de la ingesta, el tiempo
que demore el paciente en consultar y la demora en instaurar el tratamiento
médico. La dosis tóxica de metanol presenta variaciones individuales; para un
adulto es de 60-250 ml de metanol al 40%, aunque se ha reportado sobrevida
con 500-600 ml y muerte con tan sólo 15 ml. Los síntomas se inician entre los
40 minutos y 72 horas post-ingesta dependiendo del tiempo que se tarden en
formarse los metabolitos tóxicos y consisten en embriaguez, cefalea, náuseas,
vómito que marcan el inicio de un “guayabo” mucho más fuerte que el del
etanol; dolor abdominal principalmente en mesogastrio por lo que se debe
descartar la presencia de pancreatitis; taquipnea, donde el patrón que
predomina es la respiración de Kusmaull como manifestación de acidosis
metabólica; dentro de los síntomas oculares tenemos disminución de la
agudeza visual, midriasis que no responde a la luz, visión borrosa, hiperemia
del disco óptico al fondo de ojo, fotofobia que es quizás el síntoma ocular
inicial, diplopía y ceguera, se presentan además mialgias, disminución de la
fuerza, insuficiencia renal aguda, depresión del SNC, hipotensión, bradicardia,
colapso circulatorio el cual es signo de mal pronóstico; finalmente las
convulsiones, coma y muerte.
TRATAMIENTO
Inicialmente se debe realizar el ABC, despejar la vía aérea, asegurar una
buena ventilación, canalizar una vena para reposición de líquidos de ser
necesario; el lavado gástrico se hace con agua bicarbonatada al 3%, 10 cc/Kg
por cada vez; el carbón activado se usa a dosis de 1 gr/Kg. al 25% sí, el
paciente consulta dentro de la primera hora de la intoxicación, tiempo después
del cual se ha absorbido todo el tóxico y no es necesaria su aplicación; se debe
realizar oclusión ocular temprana para evitar la irritación de la luz en un nervio
óptico ya comprometido; se aplicarán protectores de mucosa a las dosis
usuales; el desequilibrio ácido-base se corregirá con bicarbonato de sodio a 1-2
meq/Kg y se continuará su uso según el déficit de bases; se iniciará
dexametasona 8 mg IV C/8h para disminuir la inflamación del nervio óptico; las
convulsiones se controlarán con diazepam o fenitoína; en caso de edema
cerebral se aplicará manitol; si se presenta hipotensión que no responda a
líquidos endovenosos 20cc/Kg de SS al 0.9%, es necesario la colocación de
vasopresores como la norepinefrina o la epinefrina (effortil); para aumentar la
eliminación de ácido fórmico se requiere ácido fólico 50 mg IV C/4h por 6 dosis,
en caso de no tener a disposición la forma IV se debe dar por VO. Las
indicaciones para iniciar tratamiento etanol como antídoto especifico son:
Niveles de metanol mayor de 20 mg/dl.
- Ingestión de metanol de 0.4 ml/Kg.
- Acidosis metabólica.
- Pacientes que requieran hemodiálisis.
Para el tratamiento de la intoxicación por metanol se puede dar cualquier
bebida que contenga etanol desde la cerveza al 4% hasta el vodka al 50%,
basta sólo aplicar la siguiente fórmula:

Alcoholemia = Cantidad X % solución X Gr. Específica


Vol. Distribución X peso
Donde La gravedad específica es 0.7939. El volumen de distribución es 0.53.
La alcoholemia con la cual se satura la enzima permitiendo sólo el metabolismo
de etanol es de 120. Despejando y reemplazando tenemos:
Cantidad = 120 X 0.53 X peso
% solución X 0.7939
Por ejemplo: que dosis de carga de alcohol absoluto al 96% necesitaría una
persona de 60 Kg. intoxicada con metanol? R/ reemplazando en la fórmula
tendríamos:
Cantidad = 120 X 0.53 X 60 = 3816 = 50
96 X 0.7939 76
La dosis de carga que necesita el paciente es de 50cc de alcohol absoluto al
96% diluido en 450cc de DAD al 10% para pasar en 1 hora. Ahora faltaría
calcular la dosis de mantenimiento para este mismo paciente, para eso es
necesario saber que una persona tiene un metabolismo de 15-25 mg/h de
etanol, que es la dosis requerida por hora para mantener la alcoholemia en 120
mg/dl y enzima saturada.
ORGANO FOSFORADO
Los plaguicidas son usados para el control de diferentes agentes, Insectos,
Artrópodos, Vectores, Hongos y especies vegetales, Agricultura, ganadería.
Se pueden clasificar de acuerdo con su uso, su estructura química o toxicidad.
Son un grupo de sustancias orgánicas derivadas de la estructura química del
fósforo es frecuente que se presenten intoxicaciones accidentales por estos
compuestos se genera un síndrome clínico característico, con síntomas
colinérgicos secundarios a la estimulación de los receptores de acetilcolina.
Se evidencia un aumento progresivo en la cantidad de casos atribuido a los
siguientes fenómenos:
• Aumento en el consumo de plaguicidas debido a la actividad agroindustrial
• Aumento en la cantidad de sustancias disponibles en el mercado para uso
industrial y doméstico.
• Mejora en la calidad de la vigilancia al evento. Año Número de casos 2005
4.228 2006 5.219 2007 6.266 2008 6.659
Absorción La mayoría son compuestos liposolubles, no ionizados.
• Vía cutánea.
• Vía respiratoria.
• Vía digestiva
• Todos los órganos y tejidos.
• Concentraciones más altas en hígado y riñones.
• Compuestos más lipofílicos se almacenan en los tejidos graso y nervioso,
pueden ser liberados.
SINTOMAS
 Intoxicación aguda (6 a 12 horas)
Síndrome intermedio (24 a 96 horas)
Intoxicación Crónica (Más de 3 meses)
Neuropatía retardada (7 a 21 días)
Debilidad –
Hiporreflexia Insuficiencia respiratoria (compromiso de músculos respiratorios)
Anormalidades de los nervios craneales
Parálisis de los músculos proximales de los miembros superiores y de los
flexores del cuello.
TRATEMIENTO PARA LA INTOXICACION INTERMEDIA DE ORGANO
FOSFORADO
Los pacientes con síndrome intermedio requieren un óptimo manejo
respiratorio
• Atropina: se debe tener en cuenta el estado general del paciente, debido a
que podemos empeorar su estado al administrarla.
• Pralidoximas: de la misma manera se debe suministrar con precaución,
siempre teniendo en cuenta los síntomas del paciente. La Atropina se puede
usar intermedio dependiendo de la evolución del paciente, si éste presenta
síntomas muscarínicos y aun la AChE no está funcionando es recomendable
usar.
Si el paciente no presenta síntomas muscarinicos no es recomendable.
• Ventilación mecánica.
• Se va aplicar un tratamiento de rehabilitación consistente en cinesiterapia
activa-asistida, ejercicios activos de potenciación muscular, electro
estimulación exponencial a nivel de la musculatura deficitaria, ejercicios de
estimulación propioceptiva y reeducación de la marcha con ayudas
decrecientes.
FOSFORO BLANCO
El fósforo blanco, es decir, la forma de fósforo elemental permanece usado
como rodenticida en algunas partes del mundo. Este elemento es altamente
tóxico y la ingestión en el humano de 50 mg o 1 mg/kg puede ser fatal (1). En
Colombia el fósforo blanco es usado como “totes” en los juegos pirotécnicos,
en las festividades navideñas. Cuando es usado como rodenticida, se puede
mezclar con melaza o pan con mantequilla, como cebo para los roedores o
cucarachas. Lógicamente estas formas de rodenticidas pueden ser ingeridas
intencionalmente por niños o adultos. El contacto con fósforo blanco puede
causar quemaduras de segundo y tercer grado en cuestión de minutos a horas.
El fósforo blanco tiene toxicidad mayor al sistema gastrointestinal e hígado y la
ingestión generalmente es seguida por un tipo peculiar de vómito descrito como
“humo”, luminiscente y con olor a ajo. Las heces resultantes pueden ser
luminiscentes y con aspecto de humo. Posterior a su ingestión accidental o
voluntaria puede ocurrir delirio y muerte por colapso cardiovascular dado que el
fósforo blanco tiene un efecto tóxico directo sobre el miocardio y vasos
periféricos. Experimentalmente, el envenenamiento agudo por fósforo deprime
la síntesis proteica en el miocardio de ratones.
El tratamiento para la intoxicación por fósforo blanco, incluye lavado orogástrico
con una solución al 0.1% de permanganato de potasio, o una solución al 2-3%
de peróxido de hidrógeno para oxidar el fósforo a fosfatos menos tóxicos,
seguida por el uso de carbón activado y catárticos. Estas medidas no han sido
adecuadamente investigadas así como los corticoides ni las transfusiones de
recambio previamente recomendadas en la literatura; en un grupo de 49
pacientes suicidas de Colombia, los corticoides no previnieron el coma o la
muerte por lesión hepática, en otro grupo de 15 pacientes con encefalopatía
hepática, 3 de 5 pacientes tratados con transfusiones sobrevivieron respecto a
3 de 10 pacientes sin esta medida.
RACUMIN
Los venenos para ratas contienen Warfarin o Coumadin, compuestos
anticoagulantes que en los venenos la dosis es extremadamente alta.
Los anticoagulantes debilitan la habilidad del cuerpo para coagular la sangre.
Sangrados externos aislados, encías pálidas, orina sangrante, materia fecal
con sangre, nariz sangrante, son síntomas que pueden experimentar las
personas expuestas a los venenos anticoagulantes para ratas. 
Las víctimas del veneno de ratas deben buscar un tratamiento médico de
emergencia. 
 El veneno contra ratas puede provocar la muerte si es ingerido en grandes
cantidades. Los modos más comunes de muerte por envenenamiento son
hemorragias y complicaciones cardíacas. 
El diagnóstico se hace en base a: la historia de exposición, las manifestaciones
clínicas de sangrado y la disminución de la actividad del tiempo de protrombina
(normal entre 80-120%). Los exámenes a realizarse son: TP. Tiempo de
coagulación. BHC (anemia). Orina (hematuria). Heces (sangre oculta). El
tiempo de protrombina debe ser enviado a las 24 y 48 horas en el caso de
ingesta de warfarínicos y en el caso de superwarfarínicos enviarlo a las 24, 48
y 72 horas. 72 El tiempo prolongado de la protrombina (TPT) por una ingestión
toxica de cumarinas o indandionas puede hacerse evidente entre las 24-48
horas y puede persistir por varias semanas en el caso de los productos
superwarfarínicos. En el caso de brodifacum el tiempo de protrombina se
disminuye a las 48 horas después de la ingestión. VIII. Tratamiento Va a
depender, si el paciente acude a asistencia, en los primeros momentos de la
intoxicación o en días posteriores. En el primer momento, el paciente acude
asintomático, y el tratamiento se dirige a la descontaminación: -Disminuir
absorción: provocar el vómito, lavado gástrico, uso de carbón activado. Si el
paciente se presenta con trastornos de la coagulación, el tratamiento se dirige
al uso de antídoto y control de las complicaciones del sagrado. ABC Mantener
las vías aéreas permeables, garantizar una adecuada circulación y respiración.
DERIVADOS DEL PETROLEO
Un derivado del petróleo es un producto procesado en una refinería que usa
como materia prima el petróleo. Según la composición del crudo y la demanda,
las refinerías pueden producir distintos productos derivados del petróleo. La
mayor parte del crudo es usado como materia prima para obtener energía, por
ejemplo la gasolina. También producen sustancias químicas, que se pueden
utilizar en procesos químicos para producir plástico y/u otros materiales útiles.
Debido a que el petróleo contiene un 2 % de azufre, también se obtiene
grandes cantidades de éste. Hidrógeno y carbón en forma de coque de
petróleo pueden ser producidos también como derivados del petróleo.
El hidrógeno producido es normalmente usado como producto intermedio para
otros procesos
Dentro de los productos que se generan a partir del petróleo, se distinguen,
entre otros, los siguientes:
 Gasolinas líquidas: fabricadas para automóviles y aviación, en sus
diferentes grados como por ejemplo gasolina, aceite, etc.
 Lubricantes: aceites para maquinarias, aceites de motor, y grasas.
 Ceras: utilizadas en el envase de alimentos congelados, entre otros.
 Parafinas: elaboración de velas y similares, ceras para pisos, fósforos,
papel parafinado, vaselinas, fármacos, etc.
 Cloruro de polivinilo (PVC): Se utiliza para hacer manteles, cortinas para
baño, muebles, alambres y cables eléctricos. También se utiliza para la
fabricación de riego, juntas, techado y botellas.
 Plásticos, pinturas, barnices, disolventes, fertilizantes e insecticidas, cau
chos artificiales, poliéster...
 Polietileno: materia prima para la fabricación de plásticos.
 Negro de humo: fabricación de neumáticos.
 Detergentes: para lavar.
 Producción de Tiñer: adelgazador o rebajador de pinturas.
 Azufre: El azufre y ácido sulfúrico son materiales importantes para la
industria. Brea: se usa en alquitrán y grava para techos o usos similares.
 Asfalto: se utiliza como aglutinante para la grava que forma de asfalto
concreto,
 Coque de petróleo, que se utiliza especialmente en productos
de carbono como algunos tipos de electrodo, o como combustible sólido.
 Petroquímicos:  pueden ser hidrocarburos olefinas o sus precursores, o
diversos tipos de químicos como aromáticos.

VENENO DE VIBORA
Los venenos de las serpientes constituyen una mezcla de más de 20
polipéptidos distintos, donde se incluyen enzimas, toxinas y pequeños péptidos.
Su inoculación mediante mordedura puede producir diversos tipos de
intoxicación, cuyos síntomas se resumen en dos cuadros patológicos:
neurotóxico y hemotóxico. La gravedad del proceso depende de factores
propios del veneno, de la propia mordedura y de la presa y las lesiones, en
algunos casos, pueden ser permanentes. El protocolo de actuación en caso de
envenenamiento se basa en tres puntos: actuaciones de primeros auxilios
Extracción del veneno, corte del riego linfático,
Tratamiento etiológico (administración de sueros antiofídicos
Y tratamiento sintomático (farmacológico o quirúrgico).
Palabras clave: Serpientes venenosas; veneno neurotóxico; veneno
hemotóxico; suero antiofídico
La gravedad de los distintos cuadros tóxicos se clasifica en una escala del I al
IV atendiendo a varios factores: severidad del dolor, inducción de coagulopatía,
hipotensión o presencia de respiración débil. En la gravedad y el pronóstico del
proceso también influyen el lugar de la mordedura, la especie de serpiente, la
cantidad de veneno inoculado y otros factores del individuo afectado, como el
peso, la edad, y el estado general de salud. Algunas de las lesiones y
alteraciones consecuentes a la mordedura, como son la parálisis total o parcial,
la amputación de miembros o los dolores recurrentes en el lugar de la
mordedura, pueden perdurar durante toda la vida en el individuo agredido.

INTOXICACIONES
TOXICO ANTIDOTO DOSIS
ALCOHOL ETILICO TIAMINA VITAMINA B1 100mg IV LENTAMENTE
ALCOHOL METILICO ACIDO FOLICO 50mg VO o IV c/4Hrs
ORGANO FOSFORADO CARBON ACTIVADO 1 gr/kgDILUIDO AL 25%
FOSFORO BLANCO CARBON ACTIVADO  
25gr DE PRODUCTO AL 0,005g
RACUMIN WARFARINA/CARBON ACTIVADO %
DERIVADOS DEL PETROLEO CARBON ACTIVADO 1gr/kg DILUIDO AL 25%
EPARINA DE BAJO PESO
VENENO DE VIBORA MOLECULAR  
NOMBRE: CAMILO JUMBO
TEMAS:
o EL UMBRAL DEL DOLOR
o TOXICOS, DOSIS Y ANTIDOTOS O
TRATAMIENTO
o TIPOS DE QUEMADURAS

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