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EXPEDIENTE 2076-2020
En principio, Señ or Juez, es de recordar que el Ministerio Pú blico ha sostenido como acusació n
principal la imputació n del delito CONTRA LOS BOSQUES Y FORMACIONES BOSCOSAS, en contra de
nuestro defendido; como lo precisa en su requerimiento de acusació n de la siguiente forma:
Teniendo en claro, cuales son los hechos que se atribuyen a mi patrocinado fundaremos nuestros
argumentos en dos aspectos formales de gran implicancia que son cuestionados por esta defensa en
el presente caso
1.1.1. Como sabemos el artículo 349º del Nuevo Có digo Procesal Penal, prescribe los
presupuestos formales de la Acusació n fiscal, y de entre ellas, nos referimos
específicamente en el inciso b) del cuerpo legal antes citado, el mismo que a la línea
establece: “la relación clara y precisa del hecho que se atribuye al imputado, con sus
circunstancias precedentes, concomitantes y posteriores. En caso de contener varios hechos
independientes, la separación y el detalle de cada uno de ellos.”
1.1.3. En ese mismo entender, el fundamento jurídico 8º, del mismo cuerpo jurisprudencial
tenemos que: “La acusació n debe incluir un tipo de imputació n determinado, es decir, una
calificació n, siempre provisional, del hecho punible objeto de investigació n preparatoria o
instrucció n. Este comprende la precisió n de los elementos legales del hecho punible, la
indicació n de la ley penal correspondiente con las normas que correspondan, referidas a la
tipicidad objetiva y subjetiva, al grado del delito, a la forma de autoría o de participació n.”
1.1.4. Entonces, al observar el hecho incriminatorio que pesa en contra de nuestro patrocinado
podemos advertir que, en el requerimiento de acusació n fiscal (1) no encontramos una
circunstancia concomitante de los hechos que se le atribuyen a mi patrocinado JOSE
BOBADILLA SEMBRERA; toda vez que los hechos que relata el representante del
Ministerio Público en las “circunstancias concomitantes” de su requerimiento,
solamente están referidas a los imputados, NORBERTO SHMIDT SCHAUS Y TORIBIO
ELIAS SCHMIDT WESTREYCHER, y en ninguna línea de imputación se refiere a
nuestro patrocinado.
1.1.5. Y como sabemos “las circunstancias concomitantes” son aquellas que se refieren como tal,
a la comisió n del delito o las que concurren simultá neamente con la comisió n del hecho
punible; sobre este concepto Devis Echandía1, expresa que son aquellos que se presentan
de manera concomitante al hecho desconocido que se trata de verificar, por su parte,
Talavera Elguera2 señ ala que los indicios concomitantes son los que resultan de la
ejecució n del delito; en esa misma línea, sigue Neyra Flores3 señ alando que estos indicios
se presentan simultá neamente con el delito, finalmente citando a Quintero Ospina4, nos
señ ala que los indicios concomitantes son aquellos que se presentan al mismo tiempo que
se realiza el hecho punible.
1.1.6. Asimismo, de los hechos incriminados en contra de nuestro patrocinado JOSE BOBADILLA
SEMBRERA observamos que el fiscal en el correlato de sus circunstancias posteriores ha
utilizado como ú nico elemento o medio material para sostener su imputació n; la propia
declaració n de mi patrocinado en sede fiscal, sirviéndose de ello el representante del
Ministerio Pú blico para tomar las propias palabras de mi patrocinado y decir que:
“Finalmente el señ or José Bobadilla Sembrera, en su declaració n de fecha 06 de febrero del
2020, ha declarado que cuenta con un predio de 92 hectá reas aproximadamente, y que
tiene dentro de ella 26 hectá reas de pasto para ganado, 4 hectá reas de cacao, 1 hectá rea y
media de plátano, yuca y maíz, así también refiere que entre el añ o 2001 hasta el 2014 ha
desboscado 30 hectá reas aproximadamente, y en el añ o 2019 ha desboscado 1 hectá rea
adicional”.
1.1.7. Ante tal situació n debemos recordar que la declaració n del investigado, imputado en todo
proceso penal garantista, no debe ser utilizada como elemento material de cargo, ni mucho
menos la declaració n del propio imputado debe ser utilizado en su contra como un medio
de prueba, toda vez que la declaració n del imputado debe ser manifiestamente desde la
perspectiva fiscal así como desde la defensa técnica, como un instrumento del ejercicio de
la defensa, que manifiesta y expresa la voluntad contraria a la investigació n fiscal.
1
DEVIS ECHANDIA Hernando; Teoría General de la Prueba Judicial; T.II, Quinta Ed; Editorial TEMIS; Bogotá 2002; p. 602.
indicios concomitantes al hecho desconocido que se trata de verificar
2
TALAVERA ELGUERA Pablo; La Prueba en el Nuevo Có digo Procesal Penal; Editorial Academia de la Magistratura; Lima
2009; p.142. Son concomitantes los indicios que resultan de la ejecució n del delito. Se presentan simultá neamente con el
delito. A este rubro pertenecen los indicios de presencia y los indicios de participació n en el delito. Los primeros también
llamados de oportunidad física, está n dirigidos a establecer la presencia física del imputado en el lugar de los hechos
(hallazgo de huellas dactilares en el lugar de los hechos, haber sido la ú ltima persona vista en compañ ía de la víctima, etc.).
Los segundos tienden a señ alar una participació n má s concreta del imputado en los hechos (manchas de sangre en los
objetos sustraídos o que sirven para cometer el delito, objeto de propiedad del imputado dejados en el lugar de los hechos).
3
NEYRA FLORES, José A. Manual del Nuevo Proceso Penal y de Litigació n Oral; Editorial IDEMSA; Lima 2010; p.698. Los
indicios concomitantes, son indicios que resultan de la ejecució n del delito, se presentan simultá neamente con el delito. A
este rubro pertenecen los indicios de presencia y los de participació n delictiva, como, por ejemplo, las manchas de sangre en
los objetos encontrados, hallazgo de huellas dactilares Los indicios de presencia, tambié n llamados de oportunidad física,
está n dirigidos a establecer la presencia física del imputado en el lugar de los hechos, por ejemplo: hallazgo de huellas
dactilares en el lugar de los hechos, haber sido la ú ltima persona vista en compa a de la víctima, etc. Los indicios de
participació n en el delito, tienden a señ alar una participació n má s concreta del imputado en los hechos, por ejemplo, objetos
de propiedad del imputado dejados en el lugar de los hechos. En este rubro tambié n se encuentran los indicios vinculados a
la actitud subjetiva o psicoló gica del autor, es decir, los que buscan probar el dolo con que actú a el agente.
4
QUINTERO OSPINA, Tiberio; Indicios y Presunciones -Clasificació n de Indicios- Editora Jurídica Colombia; Colombia
2009, p.65. Los concomitantes son los que se presentan al mismo tiempo que se realiza el hecho punible, como encontrar en
el lugar de los acontecimientos el arma homicida que resulta ser de propiedad del sindicado.
1.1.8. Así tenemos que, nuestra jurisprudencia nacional ha desarrollado en el Exp Nº 02324-
2015-595, que:
1.1.9. Entonces, a partir de lo desglosado podemos argü ir de los hechos incriminatorios que NO
ENCONTRAMOS LA RELACIÓN CLARA Y PRECISA, CIRCUNSTANCIADA EN TIEMPO,
MODO Y LUGAR CON LA CONDUCTA OBJETIVA Y SUBJETIVA QUE SE IMPUTA A
NUESTRO PATROCINADO en tanto que, no encontramos de los hechos las siguientes
circunstancias:
5
Corte Superior de Justicia de Arequipa. Tercer Sala Penal de Apelaciones. Expediente Nº 02324-2015-59-0401-JR-PE-01.
Sentencia de Vista Nº -2017-3SPAA. Resolució n Nº 09, cinco de diciembre del dos mil diecisiete. Fundamento destacado
3.3.1 y 3.3. 2..
¿Dónde habría realizado el hecho delictivo denunciado? ¿En todo o en parte del
predio?
¿Ha sido constatada el área sobre el cual habría recaído la conducta delictiva?
¿Específicamente cuáles son las especies forestales que fueron supuestamente
desboscadas?
2.2.2. No se respetaron las reglas contenidas en el artículo 376º del N.C.P.P .; al respecto,
nuestra norma establece en su inciso 2), literal c y d, que nos precisa que “(…) c) El
interrogatorio está sujeto a que las preguntas que se formulen sean directas, claras,
pertinentes y útiles. d) No son admisibles preguntas repetidas sobre aquello que el acusado ya
hubiere declarado, salvo la evidente necesidad de una respuesta aclaratoria. Tampoco están
permitidas preguntas capciosas, impertinentes y las que contengan respuestas sugeridas (…)”
2.2.6. El articulo IX.2. del Título Preliminar del Có digo Procesal Penal, regula el derecho del
imputado a no ser obligado o inducido a declarar o a reconocer culpabilidad contra sí
mismo. Este imperativo, tiene su fundamento en: i) el derecho fundamental la no
autoincriminació n, y ii) en el concepto institucional de Proceso, de parte Procesal: el
imputado tiene estatus de parte procesal.
2.2.7. Desde el concepto de proceso, el quiebre de la voluntad de una parte procesal, con una
autoincriminació n, conforme el interés punitivo del Ministerio Pú blico, hace desaparecer la
idea del Proceso, como institució n. Un proceso requiere de sujetos procesales con intereses
contrapuestos, por un lado, i) el Ministerio Pú blico, postulando una pretensió n penal, y por
otro lado ii) el imputado resistiendo a la pretensió n penal; este contradictorio procesal es
el motor procesal. Si el Ministerio Pú blico subordina el interés libertario del imputado,
empleando formas coactivas o de violencia, para obtener una autoincriminació n, se
difumina la idea de proceso, y con ello el retorno al rozagante inquisitivo autoritario. 7
2.2.9. Situació n que respalda la Corte Suprema en la Casación Nº 864-2016, Del Santa, donde
en su fundamento jurídico 5.14. señ ala que:
2.2.10. Estando a los defectos formales advertidos y expuestos en los pá rrafos anteriores, los
mismos que se circunscriben en el artículo 349º inciso 1, literales b) y h), que
corresponden a que existen defectos formales en la relació n clara y precisa del hecho que
se atribuye al imputado con sus circunstancias precedentes, concomitantes y posteriores;
así como en los medios de prueba que ofrece el fiscal para su actuació n en audiencia,
“Se le imputa al acusado JOSE BOBADILLA SEMBRERA, la calidad de AUTOR del delito Ambiental –
Contra los Recursos Naturales – Contra los Bosques y Formaciones Boscosas, tipificado en el artículo
310 del Código Penal, en agravio del Estado Peruano, por haber tenido el dominio funcional del hecho
delictivo al haber realizado el desbosque de 30 hectáreas aproximadamente al interior de su predio
ubicado en el Caserío Dos de Mayo, Distrito de Curimana, Provincia de Padre Abad, Región Ucayali, sin
contar con ninguna autorización de desbosque expedida por la autoridad forestal competente”
Como observamos de los hechos incriminados en contra de mi patrocinado la conducta especifica que
se estaría imputando a mi patrocinado es: “haber realizado el desbosque de 30 hectáreas
aproximadamente al interior de su predio ubicado en el caserío Dos de Mayo, Distrito de
Curimana, Provincia de Padre Abad, Región de Ucayali, sin contar con ninguna autorización de
desbosque expedida por la autoridad forestal competente”
“Será reprimido con pena privativa de libertad no menor de tres años ni mayor de
seis años y con prestación de servicios comunicatorios de cuarenta a ochenta
jornadas el que, sin contar con permiso, licencia, autorización o concesión
otorgada por autoridad competente, destruye, quema, daña o tala, en todo o
en parte, bosques u otras formaciones boscosas, sean naturales o
plantaciones”.
El sujeto activo del tipo penal contra los bosques y formaciones boscosas no requiere mayor cualidad o cargo.
Por tanto, el sujeto activo puede ser cualquier persona.
Y verificando el presente caso, si concurriría dicho elemento objetivo del tipo penal, por cuanto se
estaría imputando a mi patrocinado JOSE BOBADILLA SEMBRERA, en su calidad de autor del delito
Contra los Bosques y Formaciones Boscosas consagrado en el artículo 310º del Có digo Penal.
El sujeto pasivo es la colectividad, el Estado peruano en general, en tanto el bien jurídico que se afecta, es un
bien de naturaleza colectiva y él es el titular de los recursos naturales, incluido el bosque en su conjunto.
Este presupuesto si se ve superado en el presente caso por cuanto en todos los procesos penales que
involucran al medio ambiente, el sujeto pasivo del delito siempre será el estado representado por su
procurador pú blico de la Entidad competente en materia ambiental.
De estos elementos, el ú nico que puede presentar problemas a efectos de su interpretació n es el de dañ o,
pues la norma no hace precisió n de si el dañ o ha de entender al bosque o a las formaciones boscosas como
una unidad, o a los elementos individuales que la conforman. Al respecto, una opció n interpretativa
podría hacer depender la existencia de un dañ o o la funció n que el bosque cumple en un determinado
entorno. Si se siguiera esta interpretació n, podría realizarse una distinció n entre el dañ ar y los otros
verbos rectores8.
Complementando el entendimiento de estas acciones típicas tenemos que: se reprime la acció n del sujeto
que directamente destruye (deshacer, arruinar o asolar una cosa material; entrañ a una perdida grande y
casi irreparable)9, quema (abrasar o consumir con fuego)10, daña (provocar detrimento, perjuicio,
menoscabo; maltratar o echar a perder una cosa) 11 o tala (cortar por el pie masas de á rboles)12 los
bosques, en todo o en parte. Para el caso de tala existe una definició n técnico-legal segú n la cual se trata
del “corte de á rboles de los bosques, tanto para ser usado el terreno para agricultura o ganadería o para
utilizar la madera”
Autorización administrativa
En este punto nos encontramos frente a una norma penal en blanco, pues es necesario remitirnos a la
legislació n de la materia, que bá sicamente se encuentra en la Ley Forestal y de Fauna Silvestre,
conjuntamente con su Reglamento. Sin embargo, a ello debe agregarse distinta normativa especial en esta
materia.
8
Dr. HUAMAN CASTELLARES, Daniel Osarim, Academia de la Magistratura. Material Auto Instructivo. Curso “Delitos
Ambientales”, 2016.
9
Diccionario de la Lengua Españ ola, Real Academia Españ ola, vigé sima primera edició n, p. 734.
10
Diccionario de la Lengua Españ ola, p. 1705
11
Diccionario de la Lengua Españ ola, p. 661
12
Diccionario de la Lengua Españ ola, p. 1935
Un caso muy usual en la prá ctica es el desbosque. El mismo implica retirar la cobertura boscosa para
distintas finalidades, sea para posibilitar otra actividad (desbosque en sentido estricto) o para dar al suelo
un uso distinto (cambio de uso). Si la persona realiza dicha actividad, la misma “pese a que signifique la
realizació n de uno de los verbos rectores”, no significará la comisió n de un hecho ilícito, dado que se
encontrará dentro del riesgo permitido. Al respecto, la Corte Suprema se ha pronunciado “Sobre este
elemento típico” de la siguiente manera:
Determinar cuá l es la autoridad competente para emitir citados permisos, hace necesario que nos remita a
normativas extrapenales como por ejemplo a la ley forestal y de fauna silvestre – Ley Nº 29763.
Objeto de la acción
La acció n recaerá sobre los objetos: bosques o formaciones boscosas. No es necesario que se trate de
elementos que tengan un origen natural, sino como el tipo penal lo establece coherentemente con la
legislació n forestal que considera todo tipo de bosque como un recurso natural puede recaer también
sobre plantaciones.
En lo referente a bosque, este elemento es definido en el artículo 5.3 del D.S. Nº 018-2015-MINAGRI,
como:
Asimismo, en los artículos 27 y 28 de la Nueva Ley Forestal y de Fauna Silvestre, se definen las clases de
bosques.
13
Ej. Supr. Cas., Nº. 389-2014, San Martin, S.P.P., F.J. Nº 26
Este presupuesto típico no lo encontramos descrito de manera objetiva dentro de la narració n
fá ctica de los hechos; si bien es cierto, el Representante del Ministerio Pú blico nos refiere sobre
“la realizació n de desbosque” como conducta material atribuida a mi patrocinado, éste no nos
hace referencia al estudio técnico previo que haya realizado sobre el á rea afectada, para describir
de manera fá ctica la existencia previa de un bosque o formació n boscosa sobre el á rea donde se
advirtió el hecho punible.
Y este aspecto fá ctico al que hacemos referencia debe ser precisado por el fiscal de acuerdo a los
lineamientos del Decreto Supremo Nº 018-2015-MINAGRI, así como los artículos 27 y 28 de la
Ley Forestal y de Fauna Silvestre, indicá ndonos objetivamente si el á rea afectada cumplía con los
presupuestos y aptitudes contenidas en las normas antes citadas para determinar la existencia
previa del objeto de acció n.
Así de manera ilustrativa, podemos realizar un aná lisis objetivo en el contexto que el delito de
Usurpació n contemplado en el artículo 202º del Có digo Penal, requiere para su configuració n
típica la existencia de una “posesió n previa”, del objeto de la acció n; este tratamiento o aná lisis
resulta objetivo en el presente caso, pues, para poder hablar de “desbosque” entendido sea este
como la conducta imputada en el presente caso, resulta indispensable que sea demostrada la
“existencia previa”, de objeto de la acció n, situació n que no ocurre en el presente caso.
“La alusió n a que el hecho denunciado no constituya delito, comprende dos supuestos: a) que la
conducta incriminada no esté prevista como delito en el ordenamiento jurídico penal vigente, es
decir, la conducta imputada no concuerda con ninguna de las descritas en la ley penal. No es una falta
de adecuació n a un tipo existente, sino la ausencia absoluta del tipo, por lo que estaríamos ante un
caso de atipicidad absoluta por falta de adecuació n directa; y, b) que el suceso fá ctico no se adecú e a
la hipó tesis típica de la disposició n penal preexistente, invocada en la investigació n o acusació n fiscal,
esto es, cuando el hecho está descrito en la ley, pero la conducta adolece de algún elemento del
tipo: sujeto -activo y pasivo-, conducta -elementos descriptivos, normativos o subjetivos- y
objeto -jurídico y material-, por lo que en estos casos se estaría frente a un caso de atipicidad
relativa, por falta de adecuació n indirecta”14
Por otro lado, en la casació n nú mero 407-2015-TACNA se explica que “la excepció n de improcedencia
de acció n se concreta, por su propia configuració n procesal, en el juicio de subsunció n normativa del
hecho atribuido a un injusto penal o la punibilidad, en tanto categorías del delito, distintas de la
culpabilidad, tanto como juicio de imputació n personal cuanto como á mbito del examen de su
correlació n con la realidad.15
14
Casació n Nº 392-2016, Arequipa, doce de septiembre del dos mil diecisiete, F.J. dé cimo tercero.
15
Casació n N° 407-2015/TACNA, F.J. quinto, segundo pá rrafo.
La excepció n de improcedencia de acció n cabe por atipicidad absoluta o relativa. En caso se declare
fundada por atipicidad absoluta, el efecto será que el hecho incriminado no constituye delito en el
ordenamiento jurídico, es decir, no puede ser subsumido en ninguno de los tipos penales del Có digo
Penal. Si sobre tal hecho se hubiera postulado una calificació n jurídica principal y otra alternativa o
subsidiaria, los efectos de la excepció n abarcarían a ambas.