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Consecuencias psicológicas en víctimas de violencia sexual infantil

XXXXXXXX ( Nombre del estudiante)

I. Introducción

En el presente trabajo se hablará sobre la violencia sexual infantil, el cual no es un problema nuevo en
la sociedad, sino que es una de las formas más arduas de violencia que acompañó al desarrollo del
hombre a lo largo de la historia, este tipo de violencia contra la infancia conlleva efectos devastadores
en la vida de las víctimas. Sin embargo, es la violencia más escondida y de la que menos se conoce,
tanto en el ambiente médico legal como en el social. Esta violencia viene a ser un grave problema para
la salud pública que en gran parte de los casos va a interferir en el adecuado desarrollo de los niños,
repercutiendo negativamente en su estado físico y psicológico. Es por ello que la pregunta de
investigación es ¿Cuáles son las consecuencias psicológicas que trae consigo la violencia sexual en
menores? En base al cuestionamiento sé entiende que las víctimas de violencia sexual infantil
presentan una mayor predisposición a desarrollar un trastorno de la personalidad, debido a que se
considera la población más vulnerable frente a este problema psicosocial. Además, existe la
posibilidad que los niños afectados de violencia sexual presenten consecuencias tales como: conductas
autodestructivas, ansiedad, baja autoestima, etc. El objetivo es explicar consecuencias psicológicas
que trae la violencia sexual en menores. Se sustentará en este ensayo en tres puntos, los más
resaltantes: consecuencias psicológicas en el área emocional, en la adaptación social, aspecto
sexual ; estos permitirán contar con una mejor argumentación al explicar el presente trabajo y lograr a
la vez, demostrar la importancia de tener la suficiente información sobre las consecuencias
psicológicas que conlleva una violencia sexual infantil.

II. Desarrollo

Consecuencias psicológicas en el área emocional

Dentro del área emocional, existen tres consecuencias producto de la violencia sexual en un infante,
las cuales generan diversos cambios que impactan en el ámbito emocional, social y físico, por ello es
necesario, reconocer y tratar a tiempo para evitar que estos generen situaciones incontrolables que
ocasionen que le infante no tenga un desarrollo normal, las consecuencias son:

Estrés post traumático, esta secuela consiste en la reviviscencia del acontecimiento


traumático, causando pesadillas, tensión e hipervigilancia; además otro efecto es la
ansiedad, caracterizada por generar sentimientos de angustia, preocupación e
irritabilidad y la depresión, la cual radica por ser un estado emocional manifestado por
decaimiento, tristeza e hipersomnia (Argueta, 2015, p.16).
En base a lo anteriormente mencionado, se puede corroborar que un acto de violencia sexual repercute
emocionalmente, provocando una perturbación a recordar los hechos acompañada de estados de ánimo
y sentimientos negativos, así también síntomas psicosomáticos tales como náuseas, y temblores. Por
otra parte, este suceso trae consigo un cuadro de depresión, manifestado a través de pensamientos
suicidas, sentimientos de culpabilidad e inferioridad.

Problemas en la adaptación social

En el área social, existen consecuencias a corto y largo plazo; siendo las de corto plazo aquello que
primero se evidencian cuando hay violencia sexual, especialmente en el infante, estos presentan
ciertas reacciones tanto en su entorno académico como familiar, es necesario detectarlo en su
momento para enfrentar: “déficit en habilidades sociales, retraimiento social y conductas antisociales,
por otra parte, los efectos a largo plazo son los siguientes: problemas en las relaciones interpersonales,
aislamiento, dificultad de vinculación afectiva y mayor probabilidad de sufrir revictimización”
(Benedith, 2015, p.12). Con lo mencionado del autor recientemente, se infiere que estas secuelas
afectan a distintos ámbitos del desarrollo psicosocial de la víctima, por ende, es necesario conocer este
tipo de violencia, percatarse y aplicar un programa de promoción e intervención, ya que estas
consecuencias influyen en las habilidades sociales, es decir al relacionarse con la familia, amigos,
compañeros de trabajo, etc.

Secuelas en el aspecto sexual

En el aspecto sexual, existen consecuencias a corto plazo, los cuales se manifiestan en actitudes no
normales en el infante, ello se presenta desde un temor ante el otro sexo como un exhibicionismo, en
la mayoría de los casos se sientes responsables y quieren aparentar normalidad, en las cuales son:
“el conocimiento sexual precoz, la masturbación compulsiva, el exhibicionismo y conflictos de
identidad sexual; así también este autor menciona secuelas a largo plazo, entre ellas: las fobias
sexuales, falta de satisfacción sexual, la autovaloración como objeto sexual” (Peleikis, Mykletun, &
Dahl, 2005, p.20) De acuerdo a lo manifestado por este autor, se garantiza que las secuelas que trae
consigo la violencia sexual, conlleva en un futuro a la incapacidad para el orgasmo y a que el menor
conozca inapropiadamente el área sexual.

III. Conclusiones

Con respecto al primer argumento se concluye, que las consecuencias psicológicas que genera la
violencia sexual en un menor en el área emocional afectan radicalmente en los sentimientos,
emociones y por ende influyen en el pleno desarrollo del infante; generando distintas secuelas como
por ejemplo: pesadillas, sentimientos de angustia, culpabilidad, irritabilidad, tristeza, desconfianza,
rechazo propio, dificultad para expresar lo sienten, problemas para recibir afecto, cambios de ánimo,
baja autoestima, entre otros; los cuales causan conductas extremistas por el hiriente hecho que
vivieron y sobre todo provocan que los distintos ámbitos de la vida tales como: familiar, social,
personal, laboral; no tengan un buen progreso a corto ni a largo plazo, ya que ser víctimas de dicha
violencia deja fuertes efectos en el menor. En el segundo argumento se sintetiza que, los problemas
en el ámbito social que ocasiona que un menor sea víctima de violencia sexual, son serias dificultades
en su adaptación, dado que el ser humano es un ser social por naturaleza, lo cual por dicho problema
psicosocial las relaciones interpersonales de un individuo se ven afectadas, cambiando de ser afables,
cordiales y felices a ser cohibidos, reprimidos e inexpresivos; así también se les es complicado
desenvolverse, vincularse afectivamente e integrarse adecuadamente con su entorno; dicho de otro
modo, este hecho causa en un infante las conductas antisociales y daña su vida social. Finalmente, en
el tercer argumento se concluye, Las secuelas de la violencia sexual en un infante no sólo traen
consigo marcas psicológicas en el área emocional y social, sino que también afectan en el aspecto
sexual; influyendo tanto a corto como a largo plazo, pues lo que se ve mayormente perjudicado son las
relaciones afectivas a futuro, el conocimiento sexual precoz es alterado, fobias sexuales,
desvalorización, es decir, se autodescriben como objeto sexual y disfunciones sexuales. Cabe indicar
que todo lo mencionado anteriormente, es importante tratarlo a tiempo para que los efectos no sean
mayores a lo largo de la vida y el menor pueda tener una calidad de vida plena en sus distintas etapas
de crecimiento.

IV. Referencias bibliográficas

Argueta, M. (2014). Abuso sexual en menores de edad: generalidades, consecuencias y prevención.


Medicina Legal de Costa Rica, 31(1), 57-69. Recuperado de:
https://www.scielo.sa.cr/scielo.php?
script=sci_arttext&pid=S140900152014000100006#:~:text=Como%20problema%20social
%20derivado%20del,conflictos%20familiares%2C%20dificultad%20para%20establecer

Benedith, L. (2015). Comportamiento clínico y epidemiológico del abuso sexual en niños y niñas
atendidas en el Hospital Alemán Nicaragüense de Enero del 2013 a diciembre del 2014 (Tesis
de Pregrado). Universidad nacional autónoma de Nicaragua, Managua. Recuperado de:
https://repositorio.unan.edu.ni/7108/1/45315.pdf

Peleikis, D., Mykletun, A., & Dahl, A. (2005). Current mental health in women with childhood sexual
abuse who had outpatient psychotherapy. European Psychiatry, 20, 260-267. doi:
10.1016/j.eurpsy.2005.01.004.

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