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En el Perú, las primeras civilizaciones se formaron entre los 3000 y 2500 años a.C. (periodo
Arcaico Tardío en el área norcentral. Dicho proceso de formación se dio de manera distinta
que algunas otras civilizaciones, pues se dio en total aislamiento según evidencias
arqueológicas, logrando establecer jerarquías y estructuras sociales complejas tomando solo
en cuenta la misma civilización y dividiendo las tareas y obligaciones por aldeas, poseedoras
de culturas distintivas, dependiendo si estas estaban en la parte de arriba o de debajo de la
región. Las diversas sociedad que estaban asentadas en los Andes Centrales presentaban
distintos niveles de desarrollo, pues en el área norte, donde se encontraban las poblaciones
costeras, había mayor crecimiento socioeconómico que a su vez permitía la vinculación con
sociedades avanzadas en esa misma área mediante el intercambio de bienes o ideas. Mientras
que en el área sur, donde habitaban las aldeas de pescadores costeros y grupos agrícolas y
pastoriles, vivían en pequeñas agrupaciones de parentesco y tenían un sistema de auto
subsistencia. En el caso del área norcentral, se genero más temprano el intercambio cultural
interregional; además de que el avance tecnológico en la producción agrícola y la pesquera,
permitió que se crearan condiciones para la especialización ocupacional y una organización
social más compleja.
Así, el asentamiento de la Ciudad Sagrada de Caral está ubicado en la costa del área
norcentral del Perú, al norte de Lima específicamente en la parte inicial del sector medio del
Valle de Supe; se encuentra sobre una terraza aluvial en un medio desértico, quedando en la
parte de abajo el río y la vegetación (Shady, 2003). Sin embargo en los meses de enero a
marzo, debido a las intensas lluvias en la sierra, el río principal de la región se llenaba,
dejando separados a los asentamientos ubicados en los márgenes del valle. Como mencionaba
anteriormente, tanto las jerarquías, como las estructuras económicas, sociales, políticas y
culturales dependían si estabas en la parte de arriba (mitad alta de la ciudad) o en la parte de
abajo (mitad baja de la ciudad). En la mitad alta de la ciudad, se encontraban las grandes
estructuras piramidales, con un extenso conjunto residencial de quincha y varias
agrupaciones de residencias en relación con alguna de las pirámides en específico, las cuales,
se estaban distribuidas en un espacio amplio y abierto. Mientras que en la mitad baja de la
Ofelia Osorio Ramírez
Y fue debido a todo esto que la sociedad de Supe se comenzó a diferenciar o especializar por
asentamientos, teniendo a los productores, los pescadores y agricultores, y a las élites. Esta
distinción se fue acentuando y las élites (específicamente en la ciudad de Caral) dejaron de
producir directamente para su sustento y comenzaron a dedicarse por completo a otras
actividades especializadas, como la observación astronómica para la medición del tiempo y
la elaboración del calendario; además que comenzaron con la experimentación y aplicaciones
de conocimientos que tenían sobre aritmética y geometría para poder realizar las
edificaciones más complejas que estarían destinadas a actos públicos y a la celebración de
ritos y ofrendas. Consecuentemente, esto dio como resultado a la formación de un gobierno
centralizado que ejerció el poder político e ideológicos en las áreas norcentrales del Perú.
En cuanto al ámbito político y religioso, se tiene evidencia de que la religión jugo un papel
importante en cuanto al control social y a la coerción de los asentamientos, lo que hizo más
fácil la adaptación del sistema de un gobierno centralizado debido al convencimiento de que
su gestión era necesaria para la reproducción de las condiciones de vida, pues se tenía la idea
Ofelia Osorio Ramírez
de que los gobernantes eran mediadores entre los humanos con los dioses y muertos. Por lo
que sus ofrendas eran los objetos que manufacturaban y productos alimentarios, los cuales
se quemaban en fogones centrales en recintos ceremoniales:
“La población vivió trabajando para sí y para los dioses de la ciudad, cortando
piedras y acarreando materiales permanentemente, ya sea con el fin de
construir, enterrar o remodelar y levantar nuevos edificios” (Shady, 2003:
331).
Como conclusión, las sociedades de Supe tuvieron una organización con rasgos sociales
estratificados y con un gobierno estatal del valle y de asentamientos vecinos, además, gracias
a este sistema centralizado, logró avances significativos en el conocimiento científico,
tecnológico y artístico representativo de las diversas culturas.
Bibliografía: