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El Ombudsman, como organismo defensor y promotor de la vigencia de los

Derechos Humanos, no debe limitar su actuación a conocer e investigar las

violaciones a esos derechos y a orientar a las víctimas de las mismas, sino que, por

esencia, el Ombudsman debe buscar la prevención de las violaciones, y la

identificación y modificación de las prácticas administrativas y de gobierno que

constituyan un peligro para la vigencia de los Derechos Humanos.

La actividad del Ombudsman no se debe limitar al conocimiento y corrección

del caso concreto de violación a los Derechos Humanos, sino que se debe

encaminar a promover cambios en la cultura y en las conductas sociales de manera

que se avance en la vigencia de los derechos fundamentales. Así lo entendió el

legislador cuando formuló la ley que rige a la Comisión Nacional de los Derechos

Humanos (CNDH), como una de sus atribuciones la de Proponer a las diversas

autoridades del país que en el exclusivo ámbito de su competencia promuevan los

cambios y modificaciones de disposiciones legislativas y reglamentarias, así como

de prácticas administrativas que, a juicio de la Comisión Nacional, redunden en una

mejor protección de los Derechos Humanos.

¿Quién es El Ombudsman?

El Ombudsman es una institución que protege a las personas contra los

abusos o actos arbitrarios de la administración pública, que pueden afectar sus

derechos y garantías fundamentales. Esta institución recibe diversos nombres en

cada país. Se le conoce como:

• Procuraduría de los Derechos Humanos

• Comisionado de los Derechos Humanos


• Defensoría del Pueblo

• Defensoría de los Habitantes

¿Qué hace El Ombudsman?

El ombudsman es el responsable de controlar que los derechos de los

ciudadanos no sean avasallados por el Estado. La misión de este funcionario es

garantizar el respeto de los derechos de cada individuo en el marco de cualquier

tipo de acción judicial, administrativa, burocrática o de otra índole. Lo que hace el

ombudsman, por lo tanto, es defender los derechos de las personas y, a su vez,

fiscalizar que el gobierno de turno no vulnere estas libertades y resguardos de los

sujetos. El ombudsman tiene la particularidad de ser un funcionario que recibe el

cargo mediante una elección del Congreso, después de que su figura haya sido

sometida a un debate público, pero que resulta independiente de ese mismo

Congreso.

Aunque su poder depende de la Constitución de cada país, por lo general no

tiene la facultad de sancionar a las autoridades ni de obligarlas a tomar medidas. Lo

habitual es que su alcance sea político, realizando sugerencias y tratando de

persuadir a las autoridades.

El ombudsman sí puede, en cambio, encabezar acciones que busquen

involucrar a un tribunal o incluso a la Corte Suprema para que sus propuestas se

hagan efectivas y de cumplimiento obligatorio. Cabe destacar que, además su rol

activo, el ombudsman también puede recibir y atender reclamos de ciudadanos que

le piden su asistencia.
¿Como nació El Ombudsman?

A lo largo de la historia, esta institución ha estado presente, evolucionando

hasta tener funciones de fiscalización y supervisión de las actividades de los

funcionarios de gobierno, junto con la vigilancia del respeto a los derechos

humanos.

Su historia se remonta a Grecia en las ciudades de Esparta (donde era

conocido como Eflore) y Atenas (donde se le conocía como Euthynoi). En Grecia,

estos funcionarios se dedicaban a controlar a los funcionarios de gobierno y las

actividades municipales, entre los años 700 y 500 antes de Cristo (AC). Durante la

República Romana surge una institución en defensa de los derechos

fundamentales, conocida como Tribuni Plebis.

Los Tribuni Plebis, o magistrados plebeyos, surgieron alrededor del año 509

AC. Durante el Imperio Persa (entre 560 y 529 AC.), el rey Ciro encargó al “Ojo del

Rey” controlar la actividad de todos los funcionarios. En China en la dinastía Han

(del siglo III al año 220 DC.), el Emperador destacó a un funcionario conocido como

Yan, para controlar sistemática y permanentemente la administración imperial y sus

funcionarios.

El Yan recibía las quejas del público que se denominaban “injusticias

administrativas”. En la época Bizantina (395-1453 DC.), surge la figura del Defensor

Civitatis, o Defensor de la Ciudad, para proteger a los humildes de las

arbitrariedades de los gobernantes. En Venecia en el siglo XV, el “Consejo de los

Diez” controló los excesos burocráticos de la ciudad.

Sin embargo, fue en Suecia en el siglo XVI donde nació la figura del

Ombudsman con sus actuales características (institucionalizada en 1809), donde el


Gran Senescal de Suecia actuaba como inspector de tribunales, exponiendo al rey

las anormalidades que advertía en la administración de justicia. En 1713, el Rey

Carlos XII nombró al primer Procurador Supremo.

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