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Misión de la Defensoría del Pueblo

Defender y promover los derechos de las personas y la comunidad, con


autonomía y énfasis en los grupos poblacionales en condiciones de vulnerabilidad,
mediante la supervisión al cumplimiento de las obligaciones del Estado.

DEFENSORA DEL PUEBLO


Eliana Revollar Añaños (2022)
La titular de la institución es la defensora del pueblo encargada, quien la
representa y la dirige. Asumió la representación tras la renuncia de su antecesor.

Para ser elegida/o defensora o defensor del pueblo se requiere como mínimo el
voto favorable de dos terceras partes del Congreso de la República. Por
consiguiente, su elección emana necesariamente de un consenso para un
mandato que dura cinco años. La defensora o el defensor del pueblo no responde
civil ni penalmente por las recomendaciones y las opiniones que emita en el
ejercicio de sus funciones. Además, puede actuar con total independencia en el
cumplimiento de éstas.

La esencia institucional
El nacimiento del Ombudsman o Defensor del Pueblo se remonta a más de 200
años atrás en Suecia, en donde surgió como una entidad de origen parlamentario
con el encargo de velar por la buena administración pública en favor de la
ciudadanía.

La Defensoría del Pueblo en el Perú fue creada por la Constitución Política de


1993, como un organismo constitucionalmente autónomo, para defender los
derechos fundamentales, supervisar el cumplimiento de los deberes de la
administración estatal, así como la eficiente prestación de los servicios públicos en
todo el territorio nacional.

La Defensoría atiende -en todo el país- quejas, consultas y pedidos de ciudadanos


que, por alguna causa, han experimentado la vulneración de sus derechos. No
desempeña funciones de juez o fiscal ni sustituye a autoridad alguna. No dicta
sentencias, no impone multas ni sanciones. Elabora informes con
recomendaciones o exhortaciones a las autoridades, cuyo cumplimiento encuentra
sustento en su poder de persuasión y en la fortaleza de argumentos técnicos,
éticos y jurídicos.

La Defensoría del Pueblo es, pues, un colaborador crítico del Estado que actúa,
con autonomía, respecto de cualquier poder público o privado, en nombre del bien
común y en defensa de los derechos de la ciudadanía. En razón de ello, ejerce su
mandato con objetividad, profesionalismo y responsabilidad, nunca por oposición
arbitraria o injustificada frente al Estado.

En razón de su legitimidad, resulta vital que los ciudadanos y ciudadanas perciban


y sientan a la Defensoría del Pueblo como una institución no solo cercana, sino
entrañablemente comprometida con la solución de sus problemas.

FACULTADES DE LA DEFENSORIA
Con el fin de defender los derechos humanos y el principio de supremacía
constitucional, la Defensoría del Pueblo está facultada para intervenir en los
procesos constitucionales de amparo, hábeas corpus, hábeas data, acción de
inconstitucionalidad, acción popular y acción de cumplimiento. Su intervención
puede efectuarse mediante diversas modalidades. Así, puede iniciar procesos
constitucionales, intervenir en procesos en trámite como coadyuvante o
presentando escritos como el amicus curiae y puede presentar informes u
opiniones a solicitud de las partes o del Tribunal Constitucional.

Adjuntía de la Administración
Estatal
Esta Adjuntía tiene como función principal la supervisión de la actuación de la
administración estatal, dirigida a las entidades públicas de los tres niveles de
gobierno (central, regional y local). En ese sentido, sus principales líneas de
trabajo son la supervisión de la administración estatal (modernización del Estado,
principios y procedimientos administrativos generales y especiales, así como el
ejercicio de la potestad tributaria), así como la protección y promoción de derechos
(derecho a la seguridad social, derecho a la identidad, derecho a la salud, derecho
a la educación, derechos laborales). Actualmente está a cargo de la abogada
Luisa Nelly Eugenia Fernán Zegarra de Belaunde.

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