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PRIMER DECRETO DEL TRIBUNAL ANTE LA PRESENTACIÓN DE LA ACCIÓN DE

AMPARO:
foja: 13

CUIJ: 13-05018899-4((012052-266291))

DOMINGUEZ MARIA ALEJANDRA C/ OBRA SOCIAL DE EMPLEADOS PUBLICOS P/ ACCIÓN DE


AMPARO

*105183769*

Mendoza, 21 de Noviembre de 2019.

AUTOS Y VISTOS:

I.- Que a fs. 4/11 se presenta la Dra. María Rosa Squadrito, por la Sra. María Alejandra Dominguez,
quien se presenta su carácter de curadora provisoria de su hermano Carlos Alberto Dominguez e
inicia acción de amparo contra OBRA SOCIAL DE EMPLEADOS PÚBLICOS (OSEP) a fin de que se
condene al cumplimiento integral, continuo, oportuno y completo de las prestaciones médicas
previstas por ley 24901 (Sistema de Prestaciones básicas en habilitación y rehabilitación integral a
favor de las personas con discapacidad en beneficio del Sr. Carlos Roberto Dominguez.

En particular solicita se condene a OSEP a cubrir integralmente, conforme a presupuesto y en


tiempo y forma el costo de la internación en la Residencia Geriátrica “Club de Vida” sito en calle
Talcahuano 3375, Godoy Cruz, Mendoza dentro de los cinco días de la presentación de la factura
correspondiente por parte del Geriátrico, a fin de que se evite al presentante efectuar erogación
alguna ante la institución.

Efectúa el relato de los hechos, al cual me remito en honor a la brevedad.

Ofrece Prueba y funda en Derecho.

En virtud de lo solicitado, lo dispuesto por el art. 222 del Código Procesal Civil, Comercial y
Tributario de Mendoza, ley 9001 y por el art. 43 de la Constitución Nacional;

RESUELVO:

I.- Por presentado, parte y domiciliado en el carácter invocado.

II.- Requiérase al accionado OBRA SOCIAL DE EMPLEADOS PÚBLICOS (OSEP); que rinda informe
circunstanciado de los antecedentes de la medida impugnada y de sus fundamentos, el que
deberá ser evacuado en el plazo perentorio de TRES DIAS (art. 222 inc. III, CPCCYT de Mza. Ley
9001)

III- NOTIFÍQUESE EN EL PLAZO DE UN (1) (ART. 222, apartado VII, Código Procesal Civil, Comercial y
Tributario de Mendoza, Ley n° 9001).

IV.- Ténganse presente lo demás expuesto y las pruebas ofrecidas para su oportunidad.
V.- Rendido el informe circunstanciado o vencido el plazo para hacerlo dése intervención
a FISCALÍA DE ESTADO.

VI.- Oportunamente dése intervención a la Asesora de Menores e Incapaces.-

PF

Firmado:

DRA. JORGELINA IERMOLI BLANCO


Juez

SE PRESENTA LA DEMANDADA Y ACOMPAÑA INFORME CIRCUNSTANCIADO


Fojas: 149

13-05018899-4 (012052-266291)DOMINGUEZ MARIA ALEJANDRA C/ OBRA SOCIAL DE EMPLEADOS


PUBLICOS P/ ACCIÓN DE AMPARO

*105183769*

Mendoza, 28 de Noviembre de 2019

Téngase a la Dra. Cecilia Saint André por OBRA SOCIAL DE EMPLEADOS PUBLICOS por presentada,
parte y domiciliada en el carácter invocado, conforme copia de poder general para juicios
acompañada.-

Por contestado en tiempo y forma el informe circunstanciado.-

Téngase presente lo expuesto, para su oportunidad y en cuanto por derecho corresponda.-

DESE INTERVENCIÓN A FISCALIA DE ESTADO, conforme lo ordenado a fs. 13 resolutivo V.-

SENTENCIA DE 1RA INSTANCIA:


Foja: 171

CUIJ: 13-05018899-4( (012052-266291))

DOMINGUEZ MARIA ALEJANDRA C/ OBRA SOCIAL DE EMPLEADOS PUBLICOS P/ ACCIÓN DE


AMPARO

*105183769*

Mendoza, 09 de marzo de 2.020.-

VISTOS:

Los autos arriba señalados, llamados para dictar sentencia a fs. 170,
RESULTA:

I.- Que a fs. 4/11 se presenta la Dra. María Rosa Squadrito en representación de la Sra. MARIA
ALEJANDRA DOMINGUEZ quien a su vez se presenta como curadora provisoria de su hermano, Sr.
CARLOS ALBERTO DOMINGUEZ, e interpone acción de amparo contra OBRA SOCIAL DE
EMPLEADOS PUBLICOS DE MENDOZA (OSEP), a fin de que se la condene a cubrir integralmente el
costo de la internación en la residencia geriátrica “Club de Vida” del Sr. Domínguez, dentro de los
cinco días de la presentación de la factura correspondiente, de manera de evitar que se deba
efectuar erogación alguna ante la institución donde se brindan los tratamientos y las prestaciones
que requiere de acuerdo a su estado de salud, con costas a cargo de la demandada.-

Refiere que Carlos es afiliado de OSEP, en un primer momento como socio adherente hasta el
fallecimiento de su madre, y desde ese entonces como socio titular; y que en tal carácter abona en
tiempo y forma los costos de la cobertura.-

Manifiesta que tiene 42 años de edad; que padece Síndrome de Down, conforme a certificado de
discapacidad; que no puede autoasistirse; que con fecha 25/02/2019 su madre le solicitó a OSEP la
cobertura para su internación en un geriátrico; que el día 12/04/2019 ésta le otorgó un subsidio
para afrontar los gastos en un 100%, pero por un importe de $17.000, pese a que el presupuesto
presentado ascendía en aquel momento a la suma de $30.000; que hasta el día de la muerte de su
madre, ocurrida el 26/10/2019, Carlos convivía con ella en el geriátrico ya aludido.-

Expone que OSEP por un lado le otorgó el 100% del subsidio, pero que arbitrariamente le puso un
tope de $17.000.-

Relata que el 21/06/2019 y ante la sugerencia de un administrativo de OSEP, se realizó un nuevo


pedido dirigido al Directorio, y que pese al pronto despacho presentado en fecha 15/08/2019, la
accionada no se ha pronunciado al respecto.-

Explica que el médico tratante del Sr. Domínguez indicó su internación en una residencia de larga
estadía, y que el costo actual de la misma es de $40.000.-

Refiere que la conducta de la demandada no se adecua a lo establecido por los Tratados


Internacionales, así como tampoco a lo que establecen en el orden nacional las leyes n° 23.660,
24.754 y 24.091; y destaca que ésta última incluye la obligatoriedad de la prestación de
tratamientos médicos de rehabilitación a discapacitados.-

Entiende que aún cuando la Residencia de Mediana y Larga Estadía no estuviera incluida en el
Programa Médico Obligatorio (PMO), ello no resulta un obstáculo para obligar a la Obra Social a
que afronte esa prestación cuando las circunstancias del caso amerite tal condena.-

Seguidamente desarrolla lo relativo a los requisitos de procedencia de la acción intentada.-

Identifica como lesiva la negativa por parte de la Obra Social a otorgar una cobertura integral de la
prestación de la internación en un geriátrico, lo que en forma actual y manifiesta amenaza y
lesiona el derecho a la salud, protegido constitucionalmente y por las leyes n° 23.660, 24.754 y
24.091.-
Señala que el amparo resulta ser la vía idónea pues se encuentra en juego el derecho a la salud de
Carlos, agravado por los cuidados especiales que debe brindársele; y entiende que en la medida en
que su familia no puede encargarse de los mismos, aquél queda en una situación de desamparo
ilegítima a tenor de las obligaciones legales que pesan sobre la demandada.-

Ofrece prueba.-

II.- Que a fs. 137/147 se presenta la Dra. Cecilia Saint André por la OBRA SOCIAL DE EMPLEADOS
PÚBLICOS, conforme poder general para juicios que acompaña, y rinde informe circunstanciado,
solicitando el rechazo de la acción con costas.-

Sostiene su defensa, básicamente, sobre tres ejes: que ha cumplido con la Ley 24091; que le está
brindando al afiliado el porcentaje máximo de ayuda social a través del PAF (PROGRAMA DE
ACOMPAÑAMIENTO FAMILIAR); y que resulta improcedente tramitar un reclamo económico a
través de una acción de amparo.-

En cuanto a la primera cuestión, señala que la OSEP se encuentra obligada legalmente a responder
en forma integral y total por las prestaciones y servicios establecidos en la ley 24.091 y siempre
que se encuentren relacionadas con el diagnóstico descripto en el CUD (Certificado Único de
Discapacidad). Señala que en el caso concreto, y según el citado CUD, el actor presenta como
diagnóstico “trastorno de la conducta no especificado, síndrome de Down”, y como orientación
prestacional “rehabilitación”; por lo que actualmente se le otorga de manera total, integral y
continua las prestaciones de: centro de día media jornada (que es la prestación concretamente
prevista por la Ley 24091), de lunes a viernes en “IPSI Instituto Privado Psicopedagógico” (módulo
1003-01-) autorizado a través de Resolución N.º 538/18 y 703/19, por la suma mensual de
$15.666,00; y transporte diario de lunes a viernes desde la residencia en la que se encuentra
viviendo hacia IPSI, con la finalidad de acceder a las prestaciones descriptas anteriormente.-

Sostiene que por ello, su parte ha dado cabal cumplimiento a lo establecido por la Ley 24091.-

En cuanto a la diferencia económica reclamada por la actora, señala que ésta ha seleccionado
exclusiva y libremente la residencia “Club de Vida”; lo que no representa una prestación en
materia de discapacidad pues no existe obligación alguna de la obra social de otorgar residencia al
afiliado. Agrega que del CUD acompañado por la actora, surge que lo que debe recibir el Sr.
Domínguez es “rehabilitación”.-

Relata que teniendo en cuenta la situación particular y social planteada en su momento por los
interesados, la OSEP, a través del área de PAF (Programa de Acompañamiento Familiar) le otorgó a
la amparista el subsidio previsto en la Resol. 777/17 por el máximo valor brindado dentro del
programa de ayuda económica a los familiares (actualmente $ 22.000 mensuales).-

Entiende que se trata de una pretensión netamente económica, no reclamable por la vía
intentada. Señala que se persigue percibir la diferencia entre lo otorgado por su mandante como
ayuda social (fuera del marco de la Ley 24901) y el valor que presupuesta la residencia
seleccionada libremente por la actora; sin que se haya rendido pruebas respecto de la solvencia
económica de la curadora, y sin constancias de las actividades diarias que recibe el beneficiario en
tal residencia; solamente aportando un certificado expedido por el Director Técnico de la misma
residencia.-

Sostiene que no ha existido negativa en cuanto al reconocimiento de la legislación que ampara al


afiliado, como así tampoco negativa en cuanto a la indicación médica de estadía en residencia, es
decir desde el aspecto asistencial y como ayuda social.-

Destaca que su mandante reconoce los derechos del actor, y le otorga una ayuda económica;
encontrándose registrado en la Coordinación de Auxiliares Domiciliarios de la OSEP, y que accede
también a otros servicios que a la fecha se encuentran cubiertos por la OSEP (Gerencia de
Discapacidad).-

Refiere que no está configurada urgencia médica alguna que lleve aparejada lesión a derechos;
pues el actor presenta una discapacidad permanente de larga data y es asistido a través de los
servicios que prevé la ley.-

Seguidamente realiza una negativa general y particular de los hechos invocados.-

Señala que el Sr. Carlos Roberto Domínguez era afiliado de la Obra Social, por intermedio de su
madre (Irma Marcelina Aguilar, fallecida recientemente); que se encuentra empadronado en la
Gerencia de Discapacidad de OSEP, con diagnóstico CUD “trastorno de la conducta, no
especificado, Síndrome de Down”; que se encontraba albergado en la residencia Club de Vida, con
su madre y curadora; que la Sra. María Alejandra Domínguez aceptó el cargo de curadora de su
hermano y es responsable del mismo; que el beneficiario continúa residiendo en el Club de Vida; y
que encuentra en la OSEP respuesta de cobertura desde distintas áreas a saber: Dirección de
Discapacidad, y Programa de Acompañamiento Familiar (PAF).-

En subsidio, solicita que la imposición de costas se efectúe por su orden.-

Ofrece prueba.-

III.- Que a fs. 154/155 se presenta el Dr. Fabián Bustos Lagos por FISCALIA DE ESTADO a fin de
efectuar el control de legalidad correspondiente, solicitando el rechazo del amparo.-

IV.- Que a fs. 160 obra auto de sustanciación, en el cual se admiten las pruebas ofrecidas por las
partes; quedando incorporada a la causa la prueba instrumental acompañada en la etapa procesal
oportuna, así como un oficio informado remitido por IPSI Instituto Privado Psicopedagógico (v. fs.
163/164).-

A fs. 170 se llaman autos para sentencia.-

CONSIDERANDO:

I.- Que no se encuentra controvertido que Carlos anteriormente vivía en la residencia “Club de
Vida” con su madre y anterior curadora, y que continúa haciéndolo desde la muerte de ésta.-

La obra social incluso ha reconocido expresamente que a fin de cubrir los costos vinculados con
aquello, le otorgó el subsidio previsto en la Resol. 777/17 por el máximo valor brindado dentro del
programa de ayuda económica a los familiares (actualmente $ 22.000 mensuales); lo que coincide
con lo expuesto en la demanda, donde puede leerse que el 12/04/2019 la OSEP le otorgó “un
subsidio para afrontar los gastos en un 100%, pero por un importe de $17.000, pese al
presupuesto presentado…” (v. fs. 6).-

Es así que, en definitiva, la controversia que debo dirimir queda delimitada concretamente en
torno al derecho de Carlos a recibir, por parte de la OSEP, cobertura integral del costo de su
internación en la residencia geriátrica “Club de Vida” (arg. art. 90 inc. 3º CPCyT).-

II.- Que antes de ingresar en el tratamiento concreto de la cuestión debatida, dejo establecido que
el criterio interpretativo que emplearé para la solución del caso, se verá influenciado por los
derechos comprometidos en autos, que son la salud y la vida de Carlos.-

No soslayo que la obra social demandada ha descripto el reclamo de la actora como una
pretensión de puro contenido económico no canalizable por la vía del amparo; pero ello se
muestra como un argumento vacuo si se repara en que, en definitiva, la Justicia entra en escena
justamente cuando lo que el afiliado no logra es la cobertura integral de la prestación pretendida.-

Esclarecido ello, diré que el goce de la salud, entendido en sentido amplio, está indisolublemente
unido al derecho a la vida y a la preservación de aquélla, y dimana de normas de la más alta
jerarquía (conf. Preámbulo y arts. 31, 33, 42, 43, 75 inc. 22 de la C.N.; 3º y 8º de la Declaración
Universal de los Derechos Humanos; 12 incs. 1º y 2º ap. “d”, del Pacto Internacional sobre
Derechos Económicos, Sociales y Culturales; 4º inc. 1º, 5º inc. 1º y 26 de la Convención Americana
de Derechos Humanos).-

En la medida en que la condición de discapacitado de Carlos no es un hecho controvertido, resulta


indiscutible que se encuentra específicamente amparado por la “Convención sobre los derechos
de las personas con discapacidad”, dotada de jerarquía constitucional (arg. art. 75 inc. 22 C.N.); y
que debe garantizársele la prestación de servicios destinados a prevenir y reducir al máximo la
aparición de nuevas discapacidades (arg. art. 25).-

También lo asisten los derechos contemplados en las Leyes 24.901 y 24.240; cuyas disposiciones
pertinentes iré citando a lo largo del desarrollo de la presente.-

III.- Que como recaudo preliminar, señalaré en primer lugar que emplearé un criterio flexible en lo
atinente a la tempestividad de la acción (art. 219 ap. IV inc. “c” CPCyT).-

Sigo en este punto el temperamento de nuestra Corte Provincial (Conf. SCJMza, L.S. 351-232); y en
esa misma tónica, también vengo compartiendo enfáticamente el criterio de la Corte Federal, que
ha resaltado que “El hombre es el eje y el centro de todo el sistema jurídico; y en tanto fin en sí
mismo, su persona es inviolable” (conf. CSJN 24/10/2000, LL 2001-C-30¸16/10/2001, LL 2001-F-
505).-

Considero que esa línea interpretativa es la que mejor resguarda los intereses en juego en el caso
en el escenario fáctico concreto de esta causa. En efecto, tengo aquí especialmente presente que
la discapacidad de Carlos le impide absolutamente ejercer por sí sus derechos; que no se ha
controvertido que su madre y anterior curadora falleció el 26/10/19; y que su hermana y actual
curadora aceptó el cargo correspondiente el 04/11/19 (v. hoja 4 documentación digitalizada);
circunstancias que me persuaden de la justicia de emplear el enfoque flexible que propongo.-

IV.- Que en cuanto a la idoneidad de la vía, me permito destacar que la reforma del art. 43 de la
Constitución Nacional tuvo como consecuencia “anular la necesidad de verificar el agotamiento de
las vías administrativas previas o la inexistencia de las denominadas vías paralelas, asegurando al
amparista que el tránsito por otras eventuales vías procesales no es necesario si el amparo se
revela como la vía más idónea…” (Excma. Quinta Cámara de Apelaciones en lo Civil, L.S. 033 –
151); lo que no implica desconocer que acción de amparo mantiene su carácter subsidiario, y que,
por ello, de demostrarse que la vía administrativa podría brindar una tutela más adecuada a los
derechos vulnerados, correspondería el rechazo de la acción.-

Siguiendo ese criterio, juzgo que la accionada no ha logrado convencerme de que exista otra vía
más “idónea” que la presente acción de amparo para resguardar el derecho a la salud de Carlos;
máxime cuando se ha acompañado prueba que demuestra la futilidad de los reclamos
administrativos iniciados en vida de la madre de aquél (v. hojas 16 y 19 de la documentación
digitalizada).-

Es por ello que en materias relacionadas con la preservación de la salud y la integridad física, el
amparo es particularmente pertinente. Es esa, huelga decir, la opinión unánime de la doctrina y la
jurisprudencia (del voto del Dr. Ricardo Lorenzetti en “Sánchez Norma Rosa c/ Estado Nacional y
otro s/ Acción de Amparo”, 20/12/2005).-

V.- Que efectuadas las apreciaciones que anteceden, me dispondré a valorar si concurre
efectivamente ilegalidad y/o arbitrariedad manifiesta en la negativa de la accionada a cubrir
integralmente la estadía de Carlos en la residencia donde actualmente habita.-

Dije ya que nuestro actor se encuentra amparado por la Ley 24.091, regulatoria del “Sistema de
prestaciones básicas en habilitación y rehabilitación integral a favor de las personas con
discapacidad”. La misma prevé un sistema de prestaciones básicas de atención integral a favor de
las personas con discapacidad, contemplando acciones de prevención, asistencia, promoción y
protección, con el objeto de brindarles una cobertura total a sus necesidades y requerimientos
(arg. art. 1).-

Las obras sociales, comprendiendo por tal concepto las entidades enunciadas en el artículo 1º de
la Ley 23.660, tienen a su cargo con carácter obligatorio, la cobertura “total” de las prestaciones
básicas enunciadas (arg. art. 2 Ley 24.091); y deben también propiciar el acceso a aquellas
acciones que favorezcan la integración social y la inserción en el sistema de prestaciones básicas
(arg. art. 11 Ley 24.091).-

Efectuaré en este punto una aclaración que estimo importante; pues no puedo compartir lo
sostenido por la accionada, en el sentido de que considera que está dando cabal cumplimiento a
las disposiciones de la Ley 24.091, por el hecho de estar brindándole a Carlos cobertura para que
asista a un centro de día; institución que se encuentra específicamente contemplada en el art. 19
de la ley de referencia.-
Al respecto, diré en primer lugar que ello representa una contradicción con sus propios actos, en
tanto ha reconocido expresamente en esta sede estar otorgándole un subsidio destinado a cubrir
los gastos del geriátrico donde habita nuestro actor; a lo que sumo que de la documentación
acompañada a la demanda resulta que “fue evaluado en turno de junta del PAF el 12/04/19… a fin
de solicitar la ayuda económica para internación en residencias” y que “en fecha 12/04/19 la junta
del PAF considera oportuno otorgar al 100% la ayuda económica que por Resolución del HD
777/2017 y que autoriza el presupuesto para 2019, de $ 17.000 mensuales…” (v. hoja 2
documentación digitalizada).-

Es decir que la demandada ya se ha pronunciado a favor de la cobertura “al 100%” “para


internación en residencias”; resultando consiguientemente fútiles sus postulaciones en torno a
que sus obligaciones se encuentran limitadas a lo necesario para la rehabilitación del afiliado en
un centro de día.-

A mayor abundamiento, debo subrayar que dentro de las “prestaciones básicas” que debe cumplir
en forma “total” la obra social (arg. art. 2 Ley 24.091), se encuentran las “prestaciones
asistenciales”, que el art. 18 define como “aquellas que tienen por finalidad la cobertura de los
requerimientos básicos esenciales de la persona con discapacidad (hábitat –alimentación -
atención especializada) a los que se accede de acuerdo con el tipo de discapacidad y situación
socio-familiar que posea el demandante” y que “Comprenden sistemas alternativos al grupo
familiar a favor de las personas con discapacidad sin grupo familiar o con grupo familiar no
continente”.-

Por su parte, dentro del Capítulo VI, que precisamente se intitula “Sistemas alternativos al grupo
familiar”, se encuentra el art. 29, cuyo 1º párrafo dispone que “…cuando una persona con
discapacidad no pudiere permanecer en su grupo familiar de origen, a su requerimiento o el de su
representante legal, podrá incorporarse a uno de los sistemas alternativos al grupo familiar,
entendiéndose por tales a: residencias, pequeños hogares y hogares”; brindándose en los artículos
subsiguientes las definiciones de estos últimos tres conceptos. El segundo párrafo de la norma
transcripta, a su vez, establece que “Los criterios que determinarán las características de estos
recursos serán la edad, tipo y grado de discapacidad, nivel de autovalimiento e independencia”.-

Vinculado con ello, observo que el Dr. Esteban de la Rosa ha certificado que Carlos vive en el
Hogar “Club de Vida” desde el 01/07/19; que está afectado por un Síndrome de Down “profundo”;
que padece glaucoma, miopía, colon irritable y psicosis moderada; que requiere control y cuidados
permanentes; que está bien adaptado; y que depende del cuidador del geriátrico (v. hojas 6/7 de
la documentación digitalizada).-

Todas esas cuestiones no han sido adecuadamente rebatidas por la accionada; y tampoco existe
prueba alguna susceptible de contradecir estas resultas. Por el contrario, incluso hallo que la
documentación adjunta a la contestación se inscribe en la línea de la pretensión de la actora; pues
observo que la propia asesoría de la obra social puso de resalto que Carlos era un paciente que
“no tiene lenguaje y requiere asistencia y supervisión”, con alta necesidad de cuidados; que sugirió
el otorgamiento de subsidio para residencia (v. fs. 23); y que el diagnóstico de la patología coincide
en lo esencial con el efectuado por el Dr. de la Rosa (v. fs. 27).-
En este escenario, me permito traer a colación lo resuelto por jurisprudencia que comparto, y que
en un caso de plataforma similar al que hoy estudio, dijo que “La ley 24901 contempla, dentro del
régimen de prestaciones que la obra social demandada debe proporcionar, la internación de
beneficiarios como el actor, teniendo en cuenta su discapacidad mental (conf. arts. 1 y 2 ). En
efecto, están a cargo de la demandada, en atención a su carácter de obra social, las prestaciones
básicas de atención integral, entre las cuales se encuentran las asistenciales que… ha recibido
hasta el momento en que aquella dispuso reducir la cobertura de la internación (conf. arts. 2 y 18
ley 24901). En tales condiciones, la reducción de la cobertura adoptada importa ir contra la
finalidad de la citada ley 24901 que, precisamente, la de brindar una cobertura "integral" a las
necesidades y requerimientos del beneficiario (Cám. Nac. Civ. y Com. Fed., Sala 2ª, 18/03/1999 –
“Mazzadi, Armando E. y otro v. Obra Social de Actores s/amparo”, Causa 5250/1997, Dres. Mariani
de Vidal - Vocos Conesa).-

Avanzando en la solución del caso, y examinando ahora lo sostenido por la obra social en el
sentido de que la residencia donde habita Carlos fue elegida unilateralmente por su familia,
entiendo que ello tampoco contribuye a respaldar adecuadamente su resistencia.-

Sustento mi posición en lo que entiendo que es una correcta interpretación de las normas de
aplicación específica a la cuestión, a la luz de las circunstancias concretas de esta causa. Veamos.-

El artículo 6 de la Ley 24.091, dispone que “Los entes obligados por la presente ley brindarán las
prestaciones básicas a sus afiliados con discapacidad mediante servicios propios o contratados…”;
mientras que de conformidad con su art. 39 inc. “a”, deben incluso reconocer la atención de las
personas discapacitadas “a cargo de especialistas que no pertenezcan a su cuerpo de profesionales
y deban intervenir imprescindiblemente por las características específicas de la patología”.-

A esta altura, debo resaltar dos cuestiones básicas: la OSEP no ha invocado contar con efectores
propios para prestar el servicio en análisis, y la Ley 24.091 es clara en cuanto a la necesidad de
cobertura “total”, sin prever tope alguno.-

Agrego que la obra social tampoco ha invocado ni mucho menos probado que el centro
seleccionado por la familia sea inadecuado o que posea un costo superior al de la media vigente
en el mercado; a lo que agrego que las máximas de la experiencia incluso demuestran que la suma
que actualmente recibe nuestro actor es manifiestamente exigua como para cubrir el valor de una
residencia que preste los servicios que él necesita (arg. arts. 176 2º párrafo y 199 CPCyT).-

También sopeso que Carlos ostenta condición de consumidor de los servicios que presta la obra
social (arg. art. 1 Ley 24.240); con lo cual toda duda que pudiera surgir sobre la cuestión en
consideración, debe resolverse a favor de aquél (arg. art. 42 de la Constitución y arts. 3 de la Ley
24.240 y 1094 del Cód. Civ. y Com.), imponiéndose siempre considerar que la duda sobre los
alcances de la obligación de un consumidor impone adoptar la solución que sea “menos gravosa”
(arg. art. 1095 del Cód. Civ. y Com.).-

He dicho ya en otras oportunidades que pesa sobre las obras sociales el deber de atender las
necesidades de los discapacitados, ya sea por efectores propios, o también contratados; y siempre
tendiendo a la más integral de las coberturas; pues quien está afectado de una necesidad especial,
demanda una satisfacción de las mismas características. He sostenido también que la intención del
legislador ha sido la de reconocerle derechos a las personas más necesitadas en materia de salud,
y la de posibilitarle a las obras sociales y a quienes contraten con ellas como proveedores o
prestadores, la inclusión dentro del cálculo vectorial de la incidencia de este tipo de situaciones
(en el mismo sentido, v. Cámara Nacional de Apelaciones en lo Civil y Comercial Federal “C. M. M.
y otros c/ Swiss Medical S.A. s/ incumplimiento de prestación de obra social/medicina prepaga”,
Sala II, 28/11/2017, Cita: MJ-JU-M-110062-AR | MJJ110062 | MJJ110062).-

Así las cosas, la contienda se reduce, en definitiva, a la puja entre dos derechos: el derecho a la
salud de Carlos –como discapacitado y consumidor-, y el derecho a la propiedad de la Obra Social,
que ha acudido a argumentos en exceso genéricos –e incluso contradictorios-, y tendientes a
cuestionar la extensión económica de sus obligaciones.-

En el contexto que he descripto, y en función de todo el razonamiento que vengo desarrollando,


parece evidente que la balanza debe inclinarse a favor de la solución que privilegie el bienestar y la
salud de nuestro actor; pues se trata de valores inherentes a su condición humana y que deben
prevalecer frente a un perjuicio de exclusivo carácter patrimonial y que no posee en modo alguno
entidad suficiente como para desequilibrar las finanzas de la demandada.-

VI.- Que dada la resistencia exhibida por la accionada, las costas deben ser soportadas por ésta, en
su calidad de vencida (arts. 35 y 36 del CPCyT).-

Aclaro que sólo regularé honorarios a la letrada de la actora triunfadora, pues dado el resultado al
que he arribado, los abogados de la demandada y de Fiscalía de Estado carecen del derecho a su
cobro (arg. art. 1 Ley 5394).-

Finalmente, resulta de aplicación el art. 10 de la ley 9131, por tratarse de una pretensión que
carece per se de contenido pecuniario.-

Por lo expuesto,

RESUELVO:

I.- Admitir la acción de amparo deducida en autos; y en consecuencia, reconocer el derecho de


CARLOS ALBERTO DOMINGUEZ, a que la OBRA SOCIAL DE EMPLEADOS PÚBLICOS (OSEP) proceda a
la cobertura integral (100%) del costo de su internación en la residencia geriátrica “Club de Vida” a
partir del mes de marzo de 2020; ordenando que la accionada proceda al cumplimiento en un
plazo máximo de DOS DÍAS.-

II.- Imponer las costas a la demandada vencida.-

III.- Regular los honorarios profesionales de la Dra. María Rosa Squadrito en la suma de PESOS
CIENTO SEIS MIL DOSCIENTOS DIECINUEVE CON 30/100 ($ 106.219,30) (arts. 10 de la Ley 9131 y
33 ap. III del CPCyT).-

IV.- Adicionar el impuesto al valor agregado (I.V.A.) correspondiente en caso de acreditarse en


debida forma la calidad de responsable inscripto.-
NOTIFÍQUESE.-

DRA. JORGELINA IERMOLI BLANCO


Juez

SENTENCIA DE 2DA INSTANCIA:


CAMARAS DE APELACIONES EN LO CIVIL, C-SEGUNDA

PODER JUDICIAL MENDOZA

foja: 217

CUIJ: 13-05018899-4((010302-54665))

DOMINGUEZ MARIA ALEJANDRA C/ OBRA SOCIAL DE EMPLEADOS PUBLICOS P/ ACCIÓN DE


AMPARO

*105183769*

En la ciudad de Mendoza, a los siete días del mes de octubre de 2020, la Excma. Cámara Segunda
de Apelaciones en lo Civil, Comercial, Minas, de Paz y Tributario, tomó en consideración para
dictar sentencia definitiva la causa n. CUIJ: 13-05018899-4 ((012052-266291//54665)), caratulada
“DOMINGUEZ MARIA ALEJANDRA C/ OBRA SOCIAL DE EMPLEADOS PUBLICOS P/ ACCIÓN DE
AMPARO”, originaria del Segundo Tribunal de Gestión Asociada de la Primera Circunscripción
Judicial, venida a esta instancia en virtud del recurso de apelación interpuesto a fs. 178/183 en
contra de la sentencia de fs. 171/176. Llegados los autos al Tribunal y tramitados los recursos
queda la causa en estado de dictar sentencia.

Practicado el sorteo de ley (art. 140 CPCCyT), quedó establecido el siguiente orden de votación:
Dras. FURLOTTI, MARSALA y CARABAJAL MOLINA.

De conformidad con lo dispuesto por el art. 160 de la Constitución de la Provincia y 141 del Código
Procesal Civil, Comercial, Paz y Tributario, se plantearon las siguientes cuestiones a resolver:

PRIMERA: ¿Es justa la sentencia apelada?

En su caso ¿qué pronunciamiento corresponde?

SEGUNDA: Costas

SOBRE LA PRIMERA CUESTION, LA DRA. SILVINA FURLOTTI DIJO:

1. La obra social demandada interpone recurso de apelación fundado a fs. 178/183 en contra de la
sentencia de fs. 171/176 que admite la demanda, impone costas y regula honorarios.
La Sra. jueza, para decidir de este modo, tiene en cuenta que a Sra. DOMINGUEZ como curadora
provisoria de su hermano, Sr. CARLOS ALBERTO DOMINGUEZ, interpone acción de amparo contra
OBRA SOCIAL DE EMPLEADOS PUBLICOS DE MENDOZA (OSEP), a fin de que se la condene a cubrir
integralmente el costo de la internación en la residencia geriátrica “Club de Vida” del Sr.
Domínguez, dentro de los cinco días de la presentación de la factura correspondiente, de manera
de evitar que se deba efectuar erogación alguna ante la institución donde se brindan los
tratamientos y las prestaciones que requiere de acuerdo a su estado de salud, con costas a cargo
de la demandada.

Refiere que Carlos es afiliado de OSEP, en un primer momento como socio adherente hasta el
fallecimiento de su madre, y desde ese entonces como socio titular; y que en tal carácter abona en
tiempo y forma los costos de la cobertura. Manifiesta que tiene 42 años de edad; que padece
Síndrome de Down, conforme a certificado de discapacidad; que no puede autoasistirse; que con
fecha 25/02/2019 su madre le solicitó a OSEP la cobertura para su internación en un geriátrico;
que el día 12/04/2019 ésta le otorgó un subsidio para afrontar los gastos en un 100%, pero por un
importe de $17.000, pese a que el presupuesto presentado ascendía en aquel momento a la suma
de $30.000; que hasta el día de la muerte de su madre, ocurrida el 26/10/2019, Carlos convivía
con ella en el geriátrico ya aludido.

Expone que OSEP por un lado le otorgó el 100% del subsidio, pero que arbitrariamente le puso un
tope de $17.000. Relata que el 21/06/2019 y ante la sugerencia de un administrativo de OSEP, se
realizó un nuevo pedido dirigido al Directorio, y que pese al pronto despacho presentado en fecha
15/08/2019, la accionada no se ha pronunciado al respecto. Explica que el médico tratante del Sr.
Domínguez indicó su internación en una residencia de larga estadía, y que el costo actual de la
misma es de $40.000.-

Refiere que la conducta de la demandada no se adecua a lo establecido por los Tratados


Internacionales, así como tampoco a lo que establecen en el orden nacional las leyes n° 23.660,
24.754 y 24.091; y destaca que ésta última incluye la obligatoriedad de la prestación de
tratamientos médicos de rehabilitación a discapacitados.-

Identifica como lesiva la negativa por parte de la Obra Social a otorgar una cobertura integral de la
prestación de la internación en un geriátrico, lo que en forma actual y manifiesta amenaza y
lesiona el derecho a la salud, protegido constitucionalmente y por las leyes n° 23.660, 24.754 y
24.091. Señala que el amparo resulta ser la vía idónea pues se encuentra en juego el derecho a la
salud de Carlos, agravado por los cuidados especiales que debe brindársele; y entiende que en la
medida en que su familia no puede encargarse de los mismos, aquél queda en una situación de
desamparo ilegítima a tenor de las obligaciones legales que pesan sobre la demandada.

Luego de tramitada la causa la Sra. jueza dicta sentencia en virtud de los siguientes argumentos:

No se encuentra controvertido que Carlos anteriormente vivía en la residencia “Club de Vida” con
su madre y anterior curadora, y que continúa haciéndolo desde la muerte de ésta.
La obra social reconoce expresamente que a fin de cubrir los costos vinculados con la residencia, le
otorgó el subsidio previsto en la Resol. 777/17 por el máximo valor brindado dentro del programa
de ayuda económica a los familiares (actualmente $ 22.000 mensuales).

La controversia gira en torno al derecho de Carlos a recibir, por parte de la OSEP, cobertura
integral del costo de su internación en la residencia geriátrica “Club de Vida”.

El criterio son la salud y la vida de Carlos.

La condición de discapacitado de Carlos no es un hecho controvertido, resulta indiscutible que se


encuentra específicamente amparado por la “Convención sobre los derechos de las personas con
discapacidad”, dotada de jerarquía constitucional (arg. art. 75 inc. 22 C.N.); y que debe
garantizársele la prestación de servicios destinados a prevenir y reducir al máximo la aparición de
nuevas discapacidades (arg. art. 25). También lo asisten los derechos contemplados en las
Leyes 24.901 y 24.240; cuyas disposiciones pertinentes iré citando a lo largo del desarrollo de la
presente.-

Aplica un criterio flexible en lo atinente a la tempestividad de la acción (art. 219 ap. IV inc. “c”
CPCyT).

La accionada no ha demostrado que exista otra vía más “idónea” que la presente acción de
amparo para resguardar el derecho a la salud de Carlos; máxime cuando se ha acompañado
prueba que demuestra la futilidad de los reclamos administrativos iniciados en vida de la madre de
aquél (v. hojas 16 y 19 de la documentación digitalizada).

Existe ilegalidad y/o arbitrariedad manifiesta en la negativa de la accionada a cubrir integralmente


la estadía de Carlos en la residencia donde actualmente habita.

Carlos está amparado por la Ley 24.091, regulatoria del “Sistema de prestaciones básicas en
habilitación y rehabilitación integral a favor de las personas con discapacidad”. La misma prevé un
sistema de prestaciones básicas de atención integral a favor de las personas con discapacidad,
contemplando acciones de prevención, asistencia, promoción y protección, con el objeto de
brindarles una cobertura total a sus necesidades y requerimientos (arg. art. 1).

Las obras sociales, comprendiendo por tal concepto las entidades enunciadas en el artículo 1º de
la Ley 23.660, tienen a su cargo con carácter obligatorio, la cobertura “ total” de las prestaciones
básicas enunciadas (arg. art. 2 Ley 24.091); y deben también propiciar el acceso a aquellas
acciones que favorezcan la integración social y la inserción en el sistema de prestaciones básicas
(arg. art. 11 Ley 24.091

La demandada ya se ha pronunciado a favor de la cobertura “al 100%” “para internación en


residencias”; resultando consiguientemente fútiles sus postulaciones en torno a que sus
obligaciones se encuentran limitadas a lo necesario para la rehabilitación del afiliado en un centro
de día

A mayor abundamiento, subraya que dentro de las “prestaciones básicas” que debe cumplir en
forma “total” la obra social (arg. art. 2 Ley 24.091), se encuentran las “prestaciones asistenciales”,
que el art. 18 define como “aquellas que tienen por finalidad la cobertura de los requerimientos
básicos esenciales de la persona con discapacidad (hábitat –alimentación - atención especializada)
a los que se accede de acuerdo con el tipo de discapacidad y situación socio-familiar que posea el
demandante” y que “Comprenden sistemas alternativos al grupo familiar a favor de las personas
con discapacidad sin grupo familiar o con grupo familiar no continente”.-

El Capítulo VI, “Sistemas alternativos al grupo familiar”, se encuentra el art. 29, cuyo 1º párrafo
dispone que “…cuando una persona con discapacidad no pudiere permanecer en su grupo familiar
de origen, a su requerimiento o el de su representante legal, podrá incorporarse a uno de los
sistemas alternativos al grupo familiar, entendiéndose por tales a: residencias, pequeños hogares
y hogares”; brindándose en los artículos subsiguientes las definiciones de estos últimos tres
conceptos. El segundo párrafo de la norma transcripta, a su vez, establece que “Los criterios que
determinarán las características de estos recursos serán la edad, tipo y grado de discapacidad,
nivel de autovalimiento e independencia”.

El Dr. Esteban de la Rosa ha certificado que Carlos vive en el Hogar “Club de Vida” desde el
01/07/19; que está afectado por un Síndrome de Down “profundo”; que padece glaucoma,
miopía, colon irritable y psicosis moderada; que requiere control y cuidados permanentes; que
está bien adaptado; y que depende del cuidador del geriátrico (v. hojas 6/7 de la documentación
digitalizada).

Todas esas cuestiones no han sido adecuadamente rebatidas por la accionada; y tampoco existe
prueba alguna susceptible de contradecir estas resultas. Por el contrario, la propia asesoría de la
obra social puso de resalto que Carlos era un paciente que “no tiene lenguaje y requiere asistencia
y supervisión”, con alta necesidad de cuidados; que sugirió el otorgamiento de subsidio para
residencia (v. fs. 23); y que el diagnóstico de la patología coincide en lo esencial con el efectuado
por el Dr. de la Rosa (v. fs. 27).-

la OSEP no ha invocado contar con efectores propios para prestar el servicio en análisis, y la Ley
24.091 es clara en cuanto a la necesidad de cobertura “total”, sin prever tope alguno. La obra
social tampoco ha invocado ni mucho menos probado que el centro seleccionado por la familia sea
inadecuado o que posea un costo superior al de la media vigente en el mercado; a lo que agrego
que las máximas de la experiencia incluso demuestran que la suma que actualmente recibe
nuestro actor es manifiestamente exigua como para cubrir el valor de una residencia que preste
los servicios que él necesita.

Carlos ostenta condición de consumidor de los servicios que presta la obra social (arg. art. 1 Ley
24.240); con lo cual toda duda que pudiera surgir sobre la cuestión en consideración, debe
resolverse a favor de aquél (arg. art. 42 de la Constitución y arts. 3 de la Ley 24.240 y 1094 del Cód.
Civ. y Com.), imponiéndose siempre considerar que la duda sobre los alcances de la obligación de
un consumidor impone adoptar la solución que sea “ menos gravosa” (arg. art. 1095 del Cód. Civ. y
Com.).-

Así las cosas, la contienda se reduce, en definitiva, a la puja entre dos derechos: el derecho a la
salud de Carlos –como discapacitado y consumidor-, y el derecho a la propiedad de la Obra Social,
que ha acudido a argumentos en exceso genéricos –e incluso contradictorios-, y tendientes a
cuestionar la extensión económica de sus obligaciones.

Por estas razones, hace lugar a la acción e impone costas a la demandada y regula honorarios en
función del art. 10 ley 9131.

2. OSEP se agravia del acotado plazo de cumplimiento. No es factible cumplir con lo ordenado en
tan breve plazo.

• La vía del amparo no es la idónea porque no existe urgencia. Además, el acto no ha sido
arbitrario ni ilegítimo.

• El plazo de dos días es exiguo para cumplir.

• La amparista solo reclama dinero por ello el amparo no es la vía.

• La imposición de costas y honorarios. Osep no se resistió y regular 3 JUS es excesivo.

3. La parte actora apelada contesta a fs. 203/207.

4. Fiscalía de Estado contesta fs. 210.

5. Anticipo al acuerdo que rechazaré el recurso de apelación interpuesto por OSEP.

Los argumentos de la apelante en contra de la vía del amparo elegida son inatendibles por cuanto
Carlos es una persona hiper vulnerable por su condición de discapacidad, la cual no está discutida
en autos.

Carlos, por intermedio de su hermana, acudió a solicitar la cobertura total del geriátrico “Club de
vida” a la OSEP. Ésta, si bien reconoció el derecho de Carlos y le otorgó un subsidio total del 100%,
en los hechos la prestación dineraria fue inferior al valor mensual del geriátrico. Esta cuestión no
pudo ser solucionada extrajudicialmente por la obra social.

Las dificultades (o imposibilidades) y falta de respuesta de la demandada al problema de Carlos


acentúan su condición de hiper vulnerable. Estas trabas extraprocesales acentúan la desprotección
de Carlos aun cuando su reclamo tenga apariencia de ser solo el cobro de una suma de dinero. En
ese reclamo están en juego los derechos a la salud, a una vida digna y a la subsistencia de Carlos.

La suma de dinero que pretende Carlos y su hermana es para pagar el hogar “Club de vida” que
constituye el centro de vida de Carlos, es decir, que hace a sus condiciones de vida digna. Este
derecho ya está reconocido por la obra social, lo discutido es que la demandada reconoce el 100%,
pero en los hechos el aporte dinerario es inferior. De tal modo, ante la falta de respuesta de la
demandada, Carlos y su hermana, debieron acudir al sistema judicial en búsqueda de tutela
judicial efectiva.

Esta negativa injustificada de la Obra Social demandada a reconocerle el derecho en plenitud a


Carlos justifica la vía del amparo elegida y el derecho a obtener una decisión en tiempos
razonables para concretar sus derechos vulnerados.
Este Tribunal ha dicho que: “El consumidor/ consumidora hipervulnerable es aquel consumidor/ra,
personas física, que se encuentra en situaciones de vulnerabilidad en razón de su edad, género,
estado físico o mental, o por circunstancias sociales, económicas, étnicas y/o culturales, que
provocan especiales dificultades para ejercer y gozar con con plenitud sus derechos como
consumidores. (Expte.: 54505 “AGURTO RIQUELME LAURA DEL CARMEN C/ TRUBIANI BECERRA
HUGO LUCIANO Y GONZALEZ DOMINGA ESTER P/ DAÑOS DERIVADOS DE ACCIDENTES DE
TRANSITO”, 16/07/2020).

La protección concreta de los consumidores hiper vulnerables ha sido aceptada por la Suprema
Corte provincial desde el caso “Bloise de Tucci”. (SCJ Mendoza, Sala 1, 26/7/2002, "Bloise de Tucci,
Cristina c. Supermercado Makro S.A.", LLGran Cuyo, 2002).

En estos supuestos la debilidad estructural propia del consumidor se ve agravada por diferentes
razones. En este sentido explica Nicolau y otros que: “Pero en ocasiones, la realidad muestra
también que, esa vulnerabilidad estándar —propia de la categoría— puede verse agravada por la
concurrencia de circunstancias coyunturales, transitorias o permanentes, inherentes a la persona
o externas a ella, que exigen atención a fin de no generar desprotección (Alterini, Frustagli -
Hernández, Lorenzetti). Es así como cobra vigencia la noción de "consumidores hipervulnerables",
ubicándose habitualmente dentro de esa categoría a niños, adolescentes, ancianos, enfermos,
personas con discapacidades, analfabetos o personas con escaso nivel cultural, inmigrantes, entre
otros. Frente a situaciones de vulnerabilidad agravada el operador jurídico debe prestar especial
atención a aquélla y enfatizar el principio favor consumidor, adecuando el funcionamiento de las
herramientas tuitivas a los grados concretos de vulnerabilidad que se constataren en la realidad
negocial.” (Nicolau, Noemí L., Hernández Carlos (dir), Teoría General del Contrato - (Parte
General), La
Ley, https://proview.thomsonreuters.com/launchapp/title/laley/2016/42018613/v1/document/A
B92F666-0BC0-0A69-0845 BEFC1CFC15DF/anchor/9B43A5D0-C893-D10F-9528-3534F273FD5C).

También, el Proyecto de Código de Defensa del Consumidor, caracteriza a este grupo de


consumidores, como "consumidores en situación de vulnerabilidad agravada". (ver: Hernández,
Carlos A. - Japaze, María Belén - Ossola, Federico A. - Sozzo, Gonzalo - Stiglitz, Gabriel A.
“Antecedentes y estado actual del Proyecto de Código de Defensa del Consumidor”, LA LEY
27/02/2020, 1; AR/DOC/257/2020).

Recientemente, la Resol. N.°139/2020 de la Secretaría de Comercio Interior Nacional, norma


complementaria de la ley 24.240, (vigencia inicial: 28/05/2020, publicada B.O. 28/05/2020,
AR/LCON/8PCD) en su art. 1, 1° Pár. Dice: “Establécese que a los fines de lo previsto en el Artículo
1° de la Ley N° 24.240 se consideran consumidores hipervulnerables, a aquellos consumidores que
sean personas humanas y que se encuentren en otras situaciones de vulnerabilidad en razón de su
edad, género, estado físico o mental, o por circunstancias sociales, económicas, étnicas y/o
culturales, que provoquen especiales dificultades para ejercer con plenitud sus derechos como
consumidores.”

La situación de hiper vulnerabilidad de Carlos exige reforzar la protección a los derechos, teniendo
en cuenta lo dispuesto por la ley 24.091 (“Sistema de prestaciones básicas en habilitación y
rehabilitación integral a favor de las personas con discapacidad”), las 100 reglas de Brasilia, entre
otras normas nacionales e internacionales protectorias.

Por ello, de nada sirve que se reconozcan derechos si se impide acceder a vías rápidas para su
protección y realización, como pretende la demandada, o se exige el estricto cumplimiento de los
requisitos de procedencia de la acción de amparo. Es decir, las normas procesales deben
interpretarse a favor de las personas hiper vulnerables (art. 205 CPCCyT) y posibilitando el real y
efectivo acceso a la justicia.

Se ha dicho que: “la situación de la persona vulnerable genera la imperiosa necesidad de


implementar distintos mecanismos que tiendan a equilibrar las desigualdades ocasionadas por
factores extraprocesales que influyen en el proceso judicial, con la finalidad de que la persona no
se vea privada de defender sus derechos por su condición.” (Torti Cerquetti, Patricio J. “El acceso a
la justicia de las personas en situación de vulnerabilidad. Inconstitucionalidad del art. 49 de la Ley
24.241. Comentario al Dictamen “G, R. E. c/ANSeS” de la Procuración General de la Nación”,
elDial.com - DC2C4D).

El autor citado sostiene que “… el desafío que se plantea consiste en adecuar el sistema jurídico a
la situación de los grupos vulnerables, removiéndose los obstáculos que impiden o dificultan el
acceso a la discusión pública y a la protección judicial. Ello así, por cuanto existe una relación
estrecha entre la situación de vulnerabilidad y la falta de acceso a la Justicia, siendo que las
personas en situación de vulnerabilidad son quienes probablemente tienen más necesidad de
acceder a la justicia, y sin embargo, son quienes suelen enfrentar mayores barreras para ejercer
este derecho humano básico y primordial, que en última instancia y tal como fuera señalado, es la
puerta de acceso al goce y respeto de todo el resto de los derechos.” (Torti Cerquetti, op. Cit.).

Este Tribunal ha tenido en cuenta la mayor protección que merecen las personas hiper vulnerables
en diversas causas. En autos n. 53701, “Coletti Patricia Mabel P/ Si Y P/ S.H.M., Urrutia Coletti
Emma Rosario Y Urrutia Delgado Jose Cristian P/ S. H. M. C/ Sancor Salud P/ Accion De Amparo”,
del 06/12/2018: “Así mismo, el artículo 9° de la Ley 26.682 y el decreto reglamentario 1993/2011,
de-ben aplicarse e interpretarse (art. 1094 CCyC y art. 205 CPCCyT) conforme el principio de
protección del consumidor”. Muy especialmente cuando una de las actoras es una consumido-ra
hipervulnerable porque es una niña de 6 años de edad con discapacidad. Y que: “Resulta
procedente la. Por último, en caso de duda debe prevalecer la interpretación más favor del
consumidor (art. 3 ley 24.240, art. 1094 CCyC. y art. 205 del CPCCyT).

También, esta Segunda Cámara de Apelaciones, ha dicho que: “En un proceso de desalojo en
donde el accionado es discapacitado y en consecuencia goza de la protección especial por su
condición de vulnerabilidad, corresponde notificar la sentencia recaída en autos a la Dirección de
Atención a Personas con Discapacidad, dependiente del Ministerio de Salud, Desarrollo Social y
Deportes del Gobierno de la Provincia, a fin de que en el marco dado por la ley 5.041, disponga las
medidas que entienda oportunas. (Expte.: 53416 – “Videla Marcela Alejandra Y Ots. C/ Gilyam
Sergio P/ Desalojo (Con Excep. Contr. Alq.)”, 07/09/2018).

Todas estas razones llevan a entender que se encuentran cumplidos los requisitos de admisión
formal de la acción de amparo cuyo actor es una persona hiper vulnerable y reclama por su
derecho a la salud y a una vida digna. De allí que esté justificada la elección de la vía, que el acto
de Osep (no pagar el 100% de la prestación) resulta de ilegalidad manifiesta.

Por los mismos argumentos no resulta exiguo el plazo de dos días para cumplir. A ello cabe
agregar que la sentencia de amparo es de cumplimiento inmediato y desde el dictado de la misma
han pasado 6 meses, tiempo más que suficiente para que la demandada realice los trámites
internos que correspondan.

Costas y honorarios

La condena en costas a la demandada responde al principio objetivo de la derrota receptado en


los arts. 35 y 36 del CPCCyT.

La regulación de honorarios es correcta por cuanto se aplicó el piso del art. 10 ley 9131, norma de
orden público.

Por todo lo expuesto, propongo al Acuerdo rechazar el recurso en análisis y confirmar la sentencia
en crisis.

ASI VOTO.

Sobre la misma cuestión las Dras. Marsala y Carabajal Molina, dijeron que adhieren al voto que
antecede.

SOBRE LA SEGUNDA CUESTION LA DRA. FURLOTTI DIJO:

Atento el resultado al cual se ha arribado las costas se imponen a la parte apelante vencida. (art.
36 CPCCyT). ASI VOTO.

Sobre la misma cuestión las Dras. Marsala y Carabajal Molina, dijeron que adhieren al voto que
antecede.

Con lo que se dio por finalizado el presente acuerdo, procediéndose a dictar la sentencia que se
inserta a continuación:

SENTENCIA:

Mendoza, 07 de octubre de 2020.

Y VISTOS: Por lo que resulta del acuerdo precedente, el Tribunal

RESUELVE:

1) Rechazar el recurso de apelación de fs. 178/183 en contra de la sentencia de fs. 171/176, que se
confirma en todas sus partes.

2) Imponer las costas a la parte apelante vencida.

3) Regular los honorarios profesionales de la Dra. María Rosa Squadrito en la suma de 1, 80 JUS
(arts. 2, 3, 10, 15 y 31 ley 9131 en función con el art. 33 del CPCCyT).
NOTIFIQUESE Y BAJEN.

Por razones de salubridad esta resolución se agregará al expediente en la oportunidad que se


estime pertinente.-

DRA. SILVINA DEL CARMEN FURLOTTI DRA. GLADYS DELIA MARSALA


Juez de Cámara Juez de Cámara

DRA. MARIA TERESA CARABAJAL MOLINA


Juez de Cámara

TRABAJO PRÁCTICO:

1) Sintetiza con tus palabras los argumentos vertidos por la parte actora para que se haga
lugar a su acción de amparo.
2) Sintetiza con tus palabras los argumentos vertidos por la parte demandada para el rechazo
de la acción.
3) Sintetiza con tus palabras los argumentos vertidos por el tribunal de 1ra instancia y por la
Cámara Civil para hacer lugar a la acción de amparo.
4) ¿Cuáles son los requisitos de procedibilidad de la acción de amparo que se encuentran
presentes en este caso?

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