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Hispa 0007-4640 1923 Num 25 2 2133
Hispa 0007-4640 1923 Num 25 2 2133
Mele Eugenio. Las poesías latinas de Garcilaso de la Vega y su permanencia en Italia. In: Bulletin Hispanique, tome 25, n°2,
1923. pp. 108-148;
doi : https://doi.org/10.3406/hispa.1923.2133
https://www.persee.fr/doc/hispa_0007-4640_1923_num_25_2_2133
GARCILASO DE LA VEGA
Y SU PERMANENCIA EN ITALIA-
'—
P-• 47
ya.
t.véase
yDe
Dell'
»«g.
Leva,
también
Isloria
op. di
cit.,
E. notar
Pércopo,
III, Antonino
16 1. Marc'Castalio
Antonio Epicuro,
libri qaallro...
en Giorn.
Ñapóles,
slor. d.1766,
Ull.p.ital,
£9 XII,
sig.
Señor,
No espere v. p. un proemio de desculpas por no averos escrito
hasta agora, que una de las cosas en que tengo hecha esperiencia del
Amor que ay entre nosotros es parecerme que no puedo ofender
a v. p. en cosa de las que hago, aunque sea lan mala como aver
dexado de escriviros tantos dias; esta seguridad es tan rara en las
amistades, como lo son las partes vuestras que fueron causa de
nuestra amistad. Yo estoy bueno de salud, y estarialo de todas las
otras cosas, si luviesse enemigos que valiessen mas o que valiesscn
menos, mas el no valer mucho les haze que me dañen no comocaval-
leros, y el no ser en todo poco, haze que le suceda parte de lo que
procuran; mas con todo esto lloran mas vezes al dia que rien. El papa
A hecho su oficio y haze, en desear la paz, lo quai sera de poco"
momento si las dificultades que ay en seguir la guerra, no le ayudan
- a pacificarlas cosas. Todavía dtzen por cierto que pasaremos d'aqui a
ocho dias los montes, y estando resolutos en esto, no lo estamos en lo
que haremos después de passados. Esto solo basta aver dicho a v. p.
et crimine ab uno disce omnes.
De Sevillan, XV de julio M. D. XXXVI.
Servidor de v. p.
Garcilasso.
II
t. Este « recibió el nombre del barrio que se llama de Nido, debiendo llamarse
de Nilo, por la estatua del río Ntlo que se ve en aquel atrio grande frente a la iglesia
de Santa María Je' Pignatelli; pero corrompida después esta palabra por el vulgo, la
llaman Nido. » — Camillo Tutini, Dell' origine e fundatione de i seggi di Napoli,
Ñapóles, 1754, p. 49.
3. Fr. Sanctii Opera omnia, Genevae, 1766, t. IV, p. 43.
3. Herrera, eom. cit., p. a66.
4. B. Rotae Carmina, Ncapoli, i573,p. 43*44.
126 BULLETIN HISPANIQUE
Quasquc rigavit A.mor, lacrymis quas lavit amantum,
In primis lacrymis, mi Galeota, tuis,
Eece férus subilo foedalis unguibus Ursus l
Colligit, intactum dedeçoralque decus.
Deceptum agricolae semper genus : i, cole flores :
Quas meruit violas Jupiter, Ursus habet.
Tal la historia del amor del poeta por la sirena, cuyo nombre
quiso envolver en densa niebla, y sus pocas alusiones
esparcidas en sus versos no dan bastante luz para poder afirmar
concisamente si fue Da Catalina Sanseverino la dama
napolitana amada por él y cantada en sus versos.
III
Lettere
i. Op.
inédite
cit., di
p. B.
37. e La
T. carta
Tassode
e saggh
B. Tasso
di una
a Moka
bibliog.
esláen
délielalettere
publicación
a stampa
dediG.B.Ravelli,
Tasso.
Bergamo, 1893, p. 11.
3. Stamedel Fuscano sovra la bellezza di Napili; y al fia: Stampato in Roma per
Antonio Blado de Asóla Nel an no del Signore M.D.XXXI. A di XX Aprile, f. lij. r.
LAS POESÍAS LATINAS DE GARCILASO DE LA VEGA 1 33
fueron designados en i547 embajadores de la nobleza y del
pueblo de Ñapóles por las desavenencias entre el Santo Oficio
y el Emperador Carlos V. Y Camilo Porzio, en los fragmentos
de la Historia de Italia, añade que, en aquella ocasión, « el
Caracciolo diestro y de la Musas amigo, no acusando
directamente al Virrey ni de hecho el error de la ciudad
disculpando, endulzo engran manera el ánimo exacerbado de Carlos,
y le persuadió de que la nobleza napolitana no sólo toleraría
a don Pedro de Toledo por Virrey, si sus prácticas y sus
privilegios no conculcase, pero, aunque así fuese con beneplácito
de su majestad, le pondrían una corona real ». Hay una elegía
de Berardino Rota Ad Julium Caesarcm Caracciolum, que
comienza : Juli, quem Phoebus simulet Cytherea vicissim Erudiil,
per quem fulge t uterque magis1. A el dirigió Tansillo el cap. XX
« Capriccio conlro le carrelle ei cocchi7 ». Hacen mención de el
el padre Reginaldo Acetto entre los cultivadores, a la sazón
vivos, de la lengua vulgar, en el libro // Thesoro de la volgare
lingual; y numerosos sonetos suyos fueron publicados en
colecciones de poetas del siglo xvi4.
Amigo del Tansillo, Garcilaso fue también amicísimo del
amigo del aquél, Mario Galeota, a quien dirigió el soneto
XXXU, desde la Goleta; lo recuerda en la oda alcáica ad
Antonio Telesio, y para él, que amaba no correspondido a Violante
Sanseverino, escribió la bellísima oda A la flor de Gnido.
Simpática figura de gentilhombre y literato napolitano, tuvo por
padres a Bernardino, consejero áulico, y Adriana Lezza, en
memoria de la cual puso en i54o una inscripción cineraria
Cittá-dl
con 1 Fl¡Acerca
roin
Cistcllo,
>,de
v. su
lai3jl,
prisión,
misma
vol obra
I,v. p.L.de
148-9;
Amibilc,
Amabilc,
y con
IIv.santo
referencia
1, p.OJficio
ik"¡ sigg.
a dell'
sa amulad
Inqaisizione
con in
Gascrta
Napoli,y
a. Con .oferencia a Galeota, v. á. Volpicella, Mario Galeota le Itéralo napoletano del
s:coh XVI en Atti della R. Accademia di Arch. Lctt. e bella Arti, vol. VII, p. il,
lu i3'4»ijï;-y del mismo, M. G., en Giorjïipol. d. Domenica del 19 de marzo de 188a.
3. Monografía cit., en Atti della R. Ace. di Arch. Lelt. e Belle Arti, p. i5$.C.
LAS POESÍAS LATINAS DE GARCILASÓ DE LA VEGA 1 35
. en Trento1. Tuvo fama de hombre de santas costumbres, de
egregio teólogo, de famoso predicador y muy práctico en los
negocios civiles. Corren impresas muchas obras suyas, muchas
se guardan manuscritas en la Biblioteca Nacional de Ñapóles,
trasportadas desde la librería de S, Juan en Garbonara, que él
había fundado. Ya hemos hablado de la carta que le dirigió
Garcilaso, desde Savigliano, pocos meses antes de morir; a él
probablemente alude en la oda AdAntonium Thylesium, dicíén-
dole que le consideraba como padre (v. 45 sig.); y ahora nos
complacemos en referir un pasaje de una carta de Seri pando
a Plácido de Sangro — pasaje que ya dio a conocer Fioren-
tinoa — * por el que se sabe que la amistad trabada entre él y
el poeta español derivaba de la común inclinación en ambos
hacia ios poetas latinos, A propósito del modo de traducir
escribía : « No quiero decir más, recordando haber escrito
también, hace años, cuando practicaba este estudio, a aquel
honorabilísimo y virtuosísimo caballero Garcilaso de la Vega,
nuestro común amigo, requerido por él (que, como sabéis ara
estudiosísimo de Horacio, y lo imitaba en sus escritos
felizmente), como yo entendía este pasage3, etc. »
Plácido do Sangro, a quien Seripando dirigía la antes
referida carta, tuvo cordial corespondencia con el poeta español,
que lo recuerda con afecto en la oda alcáica Ad Antoníum
Thylesium juntamente con Mario Galeota (v. 6o): a él dedicaba
Rota la primera de sus tres Selve e metamorfosi (Sangri, flos
patriae, Palriae non ultima cura1*). Gentilhombre y literato
napolitano, después fue Príncipe de la Academia de los Serení —
establecida en i546 en el barrio de Nido — donde duró poco
tiempo, porque fue suspendido justamente con otros por el
i. Vcase la nota de L. Scarabelli, en la Vita di Porzio antepuesta a la Opere di
C. Partió. Turin, i85j, p, 46-5o; L. Volpicella, nota a los Capiloli di L. T. cit.,
p. iG4-5; C. M. Tallarigo, G. Ponlano e i suoi tempsí. Ñapóles, i87&,vol. I, p. 195-8.
Aun nos falla una monografía acerca de Seripando. Dueño fuera la escribiese algún
eitu lioso, deteniéndose en sus relaciones literarias con escritores, mujeres, huma-
instas, hombres insignes, como aparecen en su correspondencia En sus relaciones
on Di María de Aragón, v. Fr. Florentino, Maria d'Arajona marchesa del Vasto, cu
Sludie rilralli, Bari, 191»» p. 181 sg.
a. Introducción a la* Poésie Liriche de Tanslllo cit., p. ixuv sg.
3. Corrispondma del Seripando, ms. cit., vol. XIII, f. 43.
í. B. Itotae Carmina, cit. p. G3; también el Rota le dedicó un sondo (Liriche,
cdU. cit., c. 3i.)
1 36 BULLETIN HISPANIQUE
Virrey D. Pedro de Toledo, por sospechas de que conjuraban
contra el Estado '. Se verá figurar muchísimo durante el tumulto
de i547 contra la Inquisición, que la encarceló duramente,
aunque no por imputaciones de heregía; y fue, por último,
muy amigo de Doña Julia Gonzaga3.
Buenos relaciones tuvo además Garcilaso con el benedictino
Honorato Fascitelli d'Isernia, alumno predilecto de Pomponio
Gáurico, amigo de Aldo Manuzio y de Bembo, alma de
verdadero poeta, el cual en su poemita Alphonsus, que descuella entre
sus elegantes pero escasas poesías y celebra las gloriosas gestas
de Alphorso de Avalos, marqués del Vasto 3. Por los buenos
oficios de aquél y los del Seripando, el poeta español trabó
amistad con quien fue honrado sobre todos los literatos de su
tiempo, con quien fue cabeza y guía de la cultura de su
tiempo : Pedro Bembo. Entre las cartas de este último hay
una fechada en Pádua el i° de agosto de i535, a Honorato
Fascitelli, en Venecia, que aquí me complazco en reproducir en
parte : « He visto la carta del Reverendísimo Padre Maestro
Girolamo Seripando, la cual muestra ser mucha verdad lo
que vos me habéis escrito de él, y me parece haber hecho, sin
poner nada de lo mió, una gran adquisición, teniendo un
hombre tan completo por amigo como veo que tengo. De
lodo lo cual me muestro muy agradecido. Y os ruego que me
ofrezcáis completamente a él para que se persuada de que no
soy ingrato a tanta cortesía como es la suya. En cuanto a las
tres cosas que me pregunta, respondo... La tercera cosa es
de las odas del señor Garcilaso, que me envía. En lo que, fácil
y voluntario, puedo satisfacerlo diciendole que aquel
gentilhombre es también un hermoso y gentil poeta : y todas sus
cosas me han sumamente agradado, y merecen singular
recomendación y alabanza. Y aquel delicado espíritu ha
superado con mucho a todos los de su nación y puede suceder
i. Castaldo, op. cit., p. 72-3; Mínieri-Riccio, Cenno stor. delle Accademie forite
nella Ciltá di Napoli, en Areh. stor. per le prov. napol., V, p. 5j)i ; E. Pércopo, Marc'
Antonio Epicaro, cit. p. 67-8.
3. Amabile, II ¿anto Ofjicio cit., 1&7 sig.
3. Con respecto al Fascitelli, v. L. Primiant, Note slorieo-critiche su O. F.,Campo-
bassa, 1897; y Ia recensión que hizo Pércopo, en Rass. crit d. leu. i tal., ///, 1898,
p. 78-81.
LAS POESÍAS LATIHAS DE GARCILASO DE LA VEGA 1 37
que a no cansarse en el estudio y en la diligencia supere
también a los demás que se tienen por maestros de la poesía. Pero
yo, sobre todo, estimo y me parece que la oda que me dirige
sea también más vaga y más elegante y monda y sonora y
dulce que todas las otras que figuran en aquellos folios. No
me maravillo de que el seilor marqués del Vasto le haya querido
consigo y lo estime tanto como me dice el Padre Maestro. Os
ruego que cuidéis de mí : que cuando sea, hagáis que el señor
Garcilaso sepa que le amo y le estimo grandemente y deseo
ser de tan claro ingenio amado, como veo que lo voy siendo ». »
Y en el mes de sepiembre del mismo año Bembo escribía a
Garcilaso una bellísima epístola, en latín, agradeciéndole y
alabando los versos enviados, y en la que le decía, entre otras
cosas, que no sólo superaba a todos los españoles que
invocaban las Musas, sino que también era estímulo y aguijón a
los mismos italianos 2.
La oda que Garcilaso dirigió a Bembo por desgracia se ha
perdido, pues no puede suponerse tal la (Sedes ad Cyprias
Venus) que" copió de las cédulas del Seripando el erudito
napolitano Vicente Meóla, junto a la cual escribió : De hac ode scribil
P. Bembas ad Honor alum Fascileltum* ; y como fue copiada de
aquellas cédulas, no es improbable que. dicha oda formase en
el grupo de poesías del poeta español que fueron remitidas a
Bembo para ser sometidos a su autorizado juicio; pero no es
posible, como pretende la nota marginal de Meóla, que sea
aquella que Bembo juzgaba preferentemente superior a las
otras, porque esa estaba a él dedicada, como aparece evidente
por la carta de Bembo a Fascitelli, que antes, en gran parte,
se ha transcrito.
Y la lista de los amigos de Garcilaso no acaba aquí : merecen
recordarse otros humanistas que tuvo ocasión de conocer en
su estancia en Ñapóles: Antonio Telesio, Jerónimo Borgia
Cosme Anisio y Escipión Gapece.
i. Op.cil., fol. 94 v.
. 3. Para esta fecha, v. Benedelto Croce, Una data Importante nella vita di Juan de
Valdés, en Areh. stor. per le prov. hapol.', a.XXXVMl (1893), p. i5i-iS3.
3. De los dos hermanos, Alonso era uno de los tres secretarios de Carlos V en el
primer Congreso de Bolonia (t5ig); como secretarias ae publicas imperio lis aactoritate
notarios firmó los Capitula inita ab doce Francisco Sfortia cam Carolo imperatore, en
Bolonia en diciembre de i5îg (Marin Sañudo, Diarii, LII, ce. 422-&3i). Durante el
congreso, Clemente Vil concedió un indulto a él y a los suyos, a saber: al padre,
Fernando, a los hermanos André», Diego y Juan, la hermana María y cuñado y
marido de ésta, Luis de Solazar y a otros extraños y allegados. Tal indulto se le con*
cedía como secretario* de Carlos V, y el breve, mutilado por el hierro del sellador
tendría la data de i° ó de í diciembre de 1529. Fue publicado par B. Fontana, Renata
di Francia DacKessa di Ferrara* Roma 1^89, I, p. 406-457. Después del Congreso,
Alfonso obtenía de Clemente VII un salvo conducto para ir donde Carlos le ordo*
nase, con fecha de 34 de agosto de i53o [op. cit. vol. cit., documento XXXVI, p. 46i-
46 »]. A la muerte de Alfonso fue nombrado secretario de Carlos V el hermano Juan :
como revestido de tal cargo, se le concedió pasaporte por los estados pontificios, '
ficha de 3 de octubre de t53*. Tenía también el Ululo de camarero do Clemente Vil,
que no implicaba votos, lo que demuestra claramente que pertenecía a la familia
pontificia, contra la afirmación de Benráth (Bernardino von Siena, Leipzig, 1873,
p. 75) que niega que Valdés tuviese oficio eclesiástico. Respecto a la sospecha da here-
gía, Clemente VII lo declara hombre virtuoso, docto y singularmente caro a él: « pro
virtute ac doctrina ejus síngulariter diligimus», dice el pasaporte hablando de él
(pp. cU.,doc. IV, p. 476). — Dorante su estancia en Ñapóles, el abate Giano Anisio,
quo también debía pertenecer al círculo valdesiano, ledirige uno de sus epigramas,
Ad Valiesiam (Valdesi praeclare nepoi IbcriJ, y fue recordado por Pércopo, en Rass.
erit. d. lett. ¡tal., 111 (1898;, p. 79.
LAS POESÍAS LATINAS DE GARCILASO DE LA VEGA 1 43
sino más probablemente cuando retornó en i536, para hacer
estable morada y permaneció hasta su muerte, suscitando, como
es sabido, en la sociedad que frecuentaba de los más cultos
napolitanos, el interés por los problemas religiosos y la
aspiración a una forma de cristianismo más íntimo e intenso; y de
él tuvo origen todo la parte que aquí se tomó en la Reforma.
De las relaciones de amistad de Garcilaso con Valdés no nos
queda otro recuerdo que el siguiente pasaje del Diálogo de la
lengua de éste último, de quien quisiéramos se nos diesen más
particularizadas noticias » :
Martio. — No quiero disputar, con voz, esto : pues tan bien me
habéis satisfecho en lo que os he preguntado.
Values. — Huélgome que os satisfaga : pero, más quisiera
satisfacer ú Garcilaso de la Vega, con otros dos caballeros de la Corte del
Emperador, que yo conozco.
t. Edic. Luis Uzoz y Río, p. 79. El pasaje fue antes recordado por A. do Castro
en el prólogo de los Poetas líricos de los siglos y XVI xvil, t. I, en Bibl. de aut. espail.
vol. di p. xiti; y por A. A. Bonilla, en una nota, en la Hist. de la lit. españ. de
Fitztnaürice-Kelly, Madrid, s a. (do igoi) p. aoa-jo3.
2. Acerca de Sepúlveda, además de las noticias preliminares en la edic. completa
en cuatro vols, publicados por la Academia de la Historia, Madrid, 1780 ( De vita et
scriplis Jo. üenesii Sepulvedae CorJubensis Commentarias), véase también A. Morel-
Fatio,' Historiographie de Charles V. Première Partie. Paris, 1913, cap. m, p. 42-73.
3. Op. cit. en De rebas Gesti Caroli V imperatoris, lib. XII, cap. vu; libr. XVÍ,
cap. xxxi ; libr. XX, cap. xxiv; De rébus gestis Philippi //, libr. l, cap. ix; id.t
cap. vi.
1 44 BULLETIN HISPANIQUE
En la campaña militar del Piamonte, en otoño de i536,
pocos meses antes de quedar herido de muerte, Garcilaso tuvo
ocasión de tropezarse con D. Hernando de Acuña, que por
entonces — en setiembre de aquel año — se había
reincorporado en el ejército imperial. Y aunque fuese « muy mochacho»
según él mismo nos informa, había escrito ya algunas poesías
en elogio del Emperador, las que, a su vez, dieron ocasión a
Garcilaso para escribir el ya citado epigrama en su
alabanza, que después se incluyó, por primera vez, en la
traducción que Acuña hizo de El caballero determinado de Olivier de
la Marche, de la prosa castellana en que lo había traducido
Carlos V1.
Y no queremos cerrar estas noticias de las amistades de
Garcilaso sin recordar a un personaje italiano que conoció
en España y que menciona en la segunda égloga, al tejer las
alabanzas de la casa de Alba y particularmente del duque de
Alba D. Fernando. El pastor Nemoroso, describiendo el palacio
de Alba de Tormes, añade (vv. 1059-1073) :
Un hombre mora allí de ingenio tanto,
que toda la ribera adonde él vino
nunca se harta de escuchar su canto.
Nacido fue en el campo placentino,
que con estrago y destruición romana
en el antiguo tiempo fue sanguino ;
y en este con la propia, la inhumana
furia infernal, por otro nombre guerra,
lo Uñe, lo arruina y lo profana.
Él, viendo aquesto, abandonó su tierra,
por ser más del reposo compañero
que de la patria que el furor atierra.
Llevóle a aquella parte el buen agüero
de aquella tierra de Alba, tan nombrada
que este es el nombre délia, y del Severo.
No hay duda que el pastor Severo, de quien se habla aquí
y en otros pasajes de la égloga, sea el maestro del duque
de Alba, a cuya ciencia Garcilaso atribuye estupendos prodigios
semejantes a los que realiza Enareto en la Arcadia de Sanna-
Flamiai,
t. Acerca
II cinquecento,
de Severocit.
Variai,
p. 539,
v. yademás
el, opúsculo
de Tiraboschij
de A. Cesari,
op.cit.,
Severo
p. II,Variai
p. 44^-4'i8
(fraile;
humaniste), Bolonia, i8y4.