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Textos Medievales, 20

CRÓNICA DE
LA POBLACIÓN
DE ÁVILA

Edición e índices
por
AMPARO H E R N A N D E Z SEGURA

VALENCIA
1966
La Crónica de la población de Avila m o t i v ó en el último tercio
del siglo pasado una interesante p o l é m i c a . La Fuente' y Quadrado 1
consideraron que aparentaba arcaísmo y estaba llena de errores y
anacronismos. Frente a ellos, Martin Carramolino dio c o m o válido
cuanto en e l l a se narra y lo utilizó en su Historia de Avila. Años
después fue c o m p l e t a m e n t e olvidada.
Ante la crítica tuvo mas fuerza la opinión desfavorable, lo que
indujo a Menéndez Pidal en sus Orígenes de la novela a confiar
en las conclusiones a las que l l e g ó La Fuente. A pesar de tratarse
pues de un texto c o n o c i d o y discutido es editado por primera y úni-
c a ver por Gómez Moreno en 1 9 4 3 .
La p o l é m i c a estuvo m a l planteada. Según Gómez Moreno no se
basó en la auténtica crónica, sino sobre el libro que Luis de Ariz
publicó en 1607, y que no es más que copia muy libre de una obra
inédita escrita para don Luis Pacheco, de l a que se conservan dos

1 " U i K e r v e o c i u d« A v i l a " , telrr.preio e n "Ejtudloa crítico» $óbtt U H U t c r i t y el d e -


r e c h o de A r a f ó a " . I ( I M 7 ) . p í * . 2 J S .
2 "Recuerdo» y b t l l t i u d e Eipjfla: S a l a m a a c a , Avila y S c | O v l « a (Barcelona 18&S (
1872).
í "Hirtotl* de Avll», ru provincia y »u o b U p a d o " (Madrid 1872).
a V o l . J, r l g .
5 "La crónica de la población de A v i l a " , e n "Boletín de l a Real A c a d e m i a de la His-
t o r i a " , tomo CXIII. c u a d e r n o L, págs. 1 1 - 5 6 .
6 "Historia de las grandezas d e la ciudad d e A v i l a " ( A l c a l á de Henares 1 6 0 7 ) .
8

ejemplares, uno de 1600, y otro algo posterior. En este libro se en-


salza a la familia de Ximén Blázquez y sobre todo a sus hijos Nalvi-
llos y Blasco Ximeno.
En realidad, el texto no merece las posturas radicales que t o m a -
ron La Fuente, Quadrado y Martin Carramolino, ya que se trata de
un libro de caballerfas sin pretensiones históricas, que lo único a
que aspira es a ensalzar la estirpe de Ximén Blázquez por constituir
la ascendencia de los patrocinadores del libro, los Marqueses de V e -
lada.
Entre esta obra y nuestra crónica quizá sólo existan c o m o pun-
tos de contacto el haber tratado ambas el episodio del Nalvillos y
el de las Hervencias de Avila.

Para preparar nuestra edición hemos cotejado los siguientes


manuscritos:

A - Se encuentra en la Biblioteca Nacional. Signatura moder-


na 1 . 7 4 5 ; antigua G - 2 1 7 . Tamaño 270 por 147 m m . Consta de
46 folios escritos en letra procesal clara, y contiene íntegra la cró-
nica
B . - También se encuentra en la Biblioteca Nacional. Signatura
moderna 1 8 . 6 3 4 , n°. 57 ; antigua P . V . fol. , C . 5, n°. 57. Consta
de 16 hojas tamaño folio escritas en letra procesal. F.1 texto abarca
sólo hasta el segundo cerco de Jaén. Está dividido en epígrafes que
hemos respetado. Presenta algunas variantes de lectura con respecto
al manuscrito A, rellena algunos blancos y añade frases enteras, lo
que nos confirma la idea de que procede de otro original.
C . - A c a d e m i a de la Historia. Signatura 1 1 . 3 8 - 8 0 1 . Tamaño
media cuartilla. Letra de fines del siglo XVI. Al principio no ofre-
c e dificultades su lectura, pero se va haciendo confusa progresiva-
m e n t e . Contiene integro el texto. Gómez Moreno considera que no
procede del manuscrito A . Desde luego su texto es inferior, la gra-
fía está modernizada y está lleno de pases, pero no rellena ninguno
de los blancos que aparecen en A. Consideramos que puede tratarse
de una mala copia de este manuscrito.
Los párrafos están indicados con numeración romana y tiene en
el margen una transcripción en letra del siglo XVIII que facilita la
lectura.
D . - Academia de la Historia. Se encuentra en el tomo VIII de
la Colección de Abella. Tiene tamaño folio y su valor es esca-
so por estar de acuerdo con los manuscritos A y C.
9

Para profundizar en el estudio de l a crónica que ofrecemos, acon-


sejamos dividir el texto en tres partes.
La primera, a nuestro entender, se extiende hasta e l episodio
del Nalvillos. Se inicia con el poblamiento de la ciudad, realizado
por el conde Raimundo de Borgoña 1 . Narra c ó m o los distintos gru-
pos de hombres que vienen a establecerse, para determinar el lugar
de residencia se guían por augurios mediante el vuelo d e las aves.
Desde el primer momento se aprecia una división de funciones que
será trascendental para la Historia de Avila. Los llamados "serranos"
se dedican exclusivamente a la defensa de la ciudad y los hechos de
armas, y por ello, el mismo conde repoblador les concede una serie
de privilegios.
El episodio de las Hervencias , que se expone a continuación, es
el más conocido de esta primera parte. Fue esgrimido por el partido
borgoñón en contra del Batallador, y es uno de los pilares más fuertes
sobre los que se apoya el cronista para mostrar la lealtad de los abu-
lenses hacia su rey, tanto que vuelve a insistir sobre el en el parla-
mento final*. El episodio termina con una expedición de castigo or-
ganizada por los caballeros de Avila en la que muere un hipotético
hermano del rey de Aragón
Sobre el reinado de Alfonso VII apenas se v u e l v e a insistir. Se
hace constar c o m o fue criado en Avila, y que además de confirmar
las alcaldías, concedidas por su padre, las amplía con otros galardo-
nes .- Se omite una algarada que Rescribe-la Crónica de Alfonso vil 5
entre los castellanos y el emir Tasfin, en la que se señala la colo-
cación en primera lírica del concejo de Avila.

1 "El Libro Viejo de A v i l a - , da el aflo 1089.


2 C f r . pa'¡?. 2 0 .
3 El hecho de cocer a lo» adversario! fue utilizado t a m b i é n por otros monarcas, tale»
c o m o Alfonso IX de l e ó n (Cfr. Tudeitte, p á g . 110; "silos caldailU d e c o q u c b a t , alie* vivos
excoelabat"), e Incluso Femando III ( c f r . " A m a l e s Toledano» 11" en "Espafla Sagrada", v o l .
XXUI, p í f j . 408: "vino el rey don Ferrando a Toledo, c e n í o r c ó muchos ornes, e c o c i ó mu-
d i o s en c a l d e r a ! . Era MCCLXllI").
•i C f r . pÍR. 2 1 .
S C f r . páR. 2 2 .
"Crónica Adefonsl lmpcratorls", edición l . SANCHEZ BELDA (Madrid 1950), p¿R.
117.
10

El breve reinado de Sancho III también sirve c o m o pretexto a la


crónica para confirmar los privilegios de los serranos y hacer notar
su pureza y superioridad sobre los menestrales y ruanos: "nunca se
mezclaron en cassamientos con menestrales ni con ruanos, nin otros
ornes ningunos, fueras con cavalleros fíjosdalgo, nin lo faríen por
cossa del mundo" 1 .
Finaliza esta primera parte con la expedición de una serie de c o -
rrerías por tierras musulmanas. De ellas, la más interesante es la re»
sistencia organizada contra Abu Yaqub 2 , que no está clara en la-
mente del autor de la crónica. La hace constar c o m o una sola expe-
dición, cuando en la realidad se trata de dos encuentros separados por
un intervalo de 15 años.
Los abulenses presentan por primera vez combate a Abu Yaqub
e n e l año 1157, cuando e l musulmán no era todavía califa, y le
v e n c e n en la batalla de Zagbula. De esta expedición, los pormeno-
res más concretos, que incluso permiten fijar e l lugar donde se rea-
lizó e l encuentro, los ofrece Ibn Idari*. También aluden a e l l a
Ibn Jaldun 4 y el Bayqad . Pero el texto más revelador para nuestra
crónica es e l de los Armales Toledanos 6 : "fueron los de Avila a tierra
de moros a Sevilla, e vencieron al Rey Aben Jacob, e mataron al
rey filio Dalagen e al Rey Abengamar. Era MCXCVT" .
La segunda expedición es más conocida y debe situarse en e l
año 1172. La refieren de manera sucinta los Annales Toledanos 8 y

1 C f r . pág. 2 3 .
2 "Al-Bayan Al-Mugrib, nuevo* fragmento» almorávidet y a l m o h a d e s " . Traducción y
notas A . HU1CI, en T e x t o * Medievales", 8 {Valencia 1963).
3 En el "R>ar", I, pág. 313.
4 "Memorias", p á g , 203 de la traducción de A . HUtCI.
5 "Annales Toledanos I", en ES, XX1IT, p á g . 391.
•N <5 Para tener un conocimiento exacto íebre l a b a t a l l a de Zagbula coorúltase A . 10J1CV
"Un manuscrito de^Bayan Al-Mugrlb", en " A l - A o d a l m " , v o l . XXIV, cuaderno I, p á g . 8 0 .
V
7 "Aimalei Toledano*'!", págs. 3 9 2 - 3 .
11

al-Muyib*. Como adalid de los cristianos toma parte en e l l a San-


cho Ximeno, conocido en los textos c o m o el conde Sancho Abu-
b a r d a a . Ibn Abi Zar3 no comprende este apelativo (abubarda \ el
de la albarda, es decir, el giboso) y l o hace montar sobre una silla
recamada de oro. Un conocimiento m á s profundo demuestra tener
i
Ibn Idari , pero en realidad copia casi literalmente, aunque su-
primiendo algunos pormenores, a Ibn Sahib al-Sala , el cual ade-
más nos da la fecha de su muerte, el S de abril d e 1173, que confir-
ma Rawd al-Qirtas : "fue derrotado Abu Barda'a, el cristiano,
muriendo con todos sus soldados".
El episodio del Nalvillos* constituye la segunda parte de nuestra
crónica. Gómez Moreno, que lo considera "arranque de nuestras ges-
tas fronterizas", aventura la idea de que el autor, al oirlo a algún
narrador ambulante, pensó en la posibilidad de intercalarlo.
Su estilo, comparado con e l del resto de la obra, sorprende por
la agilidad y belleza de su expresión. Introduce el diálogo c o m o re-
curso nuevo, pero lo utiliza tan sabiamente que en algunos m o m e n -
tos anula la narración e induce a pensar en la posibilidad de una
breve representación .
Gómez Moreno cree que marca la tónica general de la crónica,
ya que dos constantes de la misma: los augurios y el afán de e x p l i - \
car las etimologías geográficas, tambión se encuentran en el N a l v i - /
líos. Hemos observado c ó m o en la tercera y última parte, a pesar de
ser la más extensa, ni una sola vez se hace alusión a estos recursos.
Si aceptamos este episodio c o m o histórico, es difícil precisar en
el momento en que se pudo producir. Parece posterior al año 1109,

1 ABD AL-WAHID, "KlUb A l - M u y i b Fl T a l j l i AJbar A l - M * b r i b " , en "Crónica» árabes


de 1* reconquista, v o l . IV ( T e m a » 19SS).
2 t u ni obra "Rawd A l ^ J l r t a i " . Traducción y nota* por A . HU1CI, 2«. edición, en
T e x t o » Medievales", 12 (Valencia 1964), p á g . 4 1 8 .
3 "Al-Bayan Al-Mugrlb", en i r ó n i c a » árabe» de l a reconquista", v o l . I I . T r a d u c c i ó n
y notas A . HUICI ( T e m a n 1953), p á g s . 4-6.
4 En T r e n t e sep lettres", números XXI y XXV b i t .
5 C í r . Rawd a l - ^ l r t a s , p á g . S13. Un c o n o c i m i e n t o c o m p l e t o sobre e»ta algarada pue-
de v e n e en M . ANTUÑA, " C a m p a ñ a s de los almohadeí en EípafU", (1935),' p á g . 372.
6 Cfr. pág. 27.
12

en que la ciudad de Talavcra cayó en poder de los musulmanes,


pero no mucho más tardío, porque pronto volvió a manos cristiana^
y no es d e nuevo musulmana hasta 1196. Esta última fecha es d i f í -
cil de conciliar con e l personaje de Nalvillos, que las Crónicas de
Avila presentan c o m o hermano del héroe de las Hervencias, Blasco
X i m e n o . Las mismas Crónicas lo sitúan en 1113, pero nosotros c o n -
sideramos más aceptable la fecha del 6 de noviembre del año 1111,
ya que entonces fue lunes el día de San Leonardo.
Nalvillos para llegar al lugar donde se encuentra su mujer nos d i -
c e el texto c o m o "segó yerva e fizo un f a z . . . . " " . . . e entró por la
v i l l a , c pusso en tal precio aquella yerva que ninguno se la querie
comprar, e a s s í o v o de llegar gerca del a l c a f a r . . . . " 1 . Nos parece
muy interesante que un escritor árabe, Abd al-Wahid , haga recu-
rrir al rey al-Mu'tadid de Sevilla a un ardid similar. Si además te»
nemos en cuenta que este escritor nace en el año 1185, y según
Huici estuvo en Al-Andalus hasta 1218, posterior por tanto al
hecho del Navillos, cabría la posibilidad que oyera la hazaña del
adalid abulense y empleara el mismo truco para dar vida a una de
las numerosas anécdotas que refiere de Al-Mu'tadid.
La última parte de la crónica es más extensa que las anteriores.
Se inicia con la minorfa de Alfonso VIII. Los horizontes de los c a b a -
lleros "serranos" se hacen más amplios. Así" el autor nos muestra los
litigios que tienen los abul'enses para defender los intereses de su
c o n c e j o , frente a los municipios leonenses fronterizos, en lugar de
las querellas con los serranos y menestrales que ilustran la primera
parte.
El diálogo, que el Nalvillos usa con profusión, queda casi en e x -
clusiva reservado a los parlamentos solemnes entre los adalides y
los monarcas.
El reinado de Alfonso VIÍI es tratado con cierta extensión. La
crónica asegura que ante el interés de su tío Fernando II por hacerse
cargo del rey, los abulenses "aduxéronle muy enganóssamente a Avk.
la, e criáronle" . El cronista, en su afán por ensalzar las interven-
ciones de sus antepasados, lo confunde con Alfonso VII.

1 C f r . pág. 28.
2 C f r . "Kltab AI-Muylb", p á g t . SO-2.
3 "Kltab A!-MuyIb", p á g . X .
4 C í r . p í g . 30.
13

En cambio, los Annales Toledanos comentan perfectamente el


levantamiento en Toledo de Fernán Ruíz de Castro , la interven-
c i ó n y muerte del conde abulense don Nuflo, la existencia del a l c a l -
de de la ciudad don Estevan Illan que l u c e entrega de la plaza a
su rey, y la persecución de "logar en logar" de que es objeto Fer-
nán Ruiz .
El autor de nuestra crónica demuestra conocer las batallas que
enfrentan a Alfonso VIII con los moros. Unicamente incurre en la
confusion de mencionar la batalla de Alarcos 5 antes que la de Sotio-
lio , pero cita correctamente a continuación el cerco de Talayera'
por el Miramamolxn y la batalla de Ubeda". En tedas destaca la
participación abulense.Por esto, y otras intervenciones que narra el
texto, el monarca confirmó los privilegios que había otorgado Al-
fonso VII y extendió el término del c o n c e j o de Avila por la zona sur
del Tajo.
Con Enrique I y Berenguela se alude al problema de los castillos
que reclama el rey de León. Aprovecha el autor para exponer su
propia opinión sobre la lealtad al monarca, hablando por boca del
adalid Muño Matheos, que actuó c o m o "cabeza de la Extremadu-

1 "Annales Toledano» I", en la p á g . 392 dicen: "sacaron a FcrraiKt Roy* de Toledo e n


XXVI dfas andado* de Agosto, día de vlrmc»..Era M C C I V " .
2 "Annales Toledanos 1", p á g . 393.
3 -Annales Toledano» 1", p á g . 395 d i c e n : " m u r i ó Esteve Ulan, - I c a l d c d e T o l e d o ,
noche de San M a r t í n . Era MCCXLVI".
4 "Annales Toledano» I", p á g . 39S.
5 AAo 119S. El "Chronicon C o n t m b r i c e n s e " , en "España Sagrada", v o l . XXIII, p á g s .
334-5, destaca.la reesencia del obispo de A v i l a .
b Ano 1184. Véase "Annales Toledanos !", p á g . 3 9 3 .
7 C f r . AL-MMYARl, "Kitab Ar-Rawd Al - M í t a r T r a d u c c i ó n P. MAESTRO, e n
" T e x t o s Medievales", 10 ( V a l e n c i a 1963), p á g . 59; " A l - B a y a n " , v o l . I, págs. 193-4 y
199-202. "Annales Toledanos I", p á g . 3 9 4 .
8 Aflo 1212. C í r . : "Rav/d Al-<?ulrtas", p á g . 522; "Chioiucoii C o n l m b r i c c n s c " , p á g .
335; "Annales Compostcllajii". en "EspaBa Sagrada", v o l . XXIlt, p á g . 324.
9 Cír. pág. 38.
10 C f r . p á g . 3 8 - 3 9 .
14

Centradas en el reinado de Fernando III se detallan una serie de


/ expediciones a tierras de moros. Consta en primor lugar la toma de
Q u e s a d a p e r o se insiste fundamentalmente en los tres cercos a
( que se sometió la ciudad de Jaén J . Observamos un interés por par-
te del autor del texto por destacar la participación abulense, y a que
en e l breve plazo de la toma de la ciudad jienesa da el nombre de
27 caballeros de Avila.
Finalizada la crónica con un diálogo entre el Rey Sabio y e l ada-
lid Gonzalo Matheos \ Este, además de solicitar el reconocimiento
d e sus privilegios, se ofrece a actuar incondicionalmente en defensa
de Castilla, con mayor motivo ahora porque la lucha es contra Ara-
gón. Relata de nuevo e l episodio de la Hervencias.

No conocemos el nombre del autor del texto, ni la fecha en que


fue redactado. Por los datos que aporta la propia crónica parece es-
crita por un caballero, dada la constante alabanza que hace de los
llamados "serranos". Gómez Moreno aventura que puede tratarse del
mismo Gonzalo Matheos.
El problema de la f e c h a , a pesar de su dificultad, resulta más
s e n c i l l o . El último acontecimiento que narra es el diálogo de Gon-
zalo Matheos con Alfonso X, pero lo importante es que nos muestra
al monarca preocupado por los problemas que le enfrentan con Ara-
gón. Gómez Moreno asegura que la crónica debió escribirse en el
año 1255. Estamos de acuerdo con esta f e c h a , e incluso puede re-
trasarse un año más, ya que está perfectamente demostrado que el
Rey Sabio anduvo por tierras de Soria en 1256, fecha en que firmó
un pacto con Aragón.
Para centrar más la fecha de la redacción, nos ayuda e l privile-
gio que e l rey concedió a la ciudad de Avila e l mismo año 1256. La
crónica pudo muy bien ser escrita con la finalidad de ensalzar los
méritos obtenidos por e l concejo abulense, para inclinar todavía más
al monarca a su favor y que e l privilegio fuera redactado.
En nuestra edición separamos los temas bien a base de destacar
los títulos que los encabezan. O redactando otros nuevos que e n c e -
enCre [ ].

1 Cfr.: pág. de nuciera crónica; "Armate* CumpCTt'llanl". p á g . 325; "Rawd al-


Qiürtaj», p i j . 476.
2 T r í m e r a Crónica General", I, p á g . 745; "Al-Bayan", v o l . II, p á g s . 85-6: "Rawd
A l - Q u í r t a í " , p á g . 52!».
3 C l r . p a g . 47 a 4 9 .
TEXTO
17

[Repoblación por el conde Ramón]

Quando el conde don Remondo, por mandado d e l re^' don Alfon-


so que ganó a Toledo (que era su suegro)ovo de poblar a Avila, en
la primera puebla vinieron gran compaña de buenos ornes de Cinco
Villas e de Lara e algunos de Covaleda. E los de Covale3a J e de La-
~ra venien delante,
_ j e ovieron „ sus aves a entrante de la villa. E aque-
líos q u e sabían c a t a r d e agüeros entendieron q u e eran buenos para
poblar a l l í ; e fueron poblar en la v i l l a l o más c e r c a del a g u a .
E los de Cinco Villas, que venían en pos dellos, ovieron essas aves
mesmas. E Muflo Echaminzuide , que v e n i e con e l l o s , era más a c a -
bado agorador e dixo, por los que primero llegaron, que ovieron bue-
nas aves, más que herraron en possar en lo baxo 9erca del agua, e
que serian bien andantes siempre en fecho de armas, mas en la villa
que no serien tan poderossos nin tan honrrados c o m o los que pobla-
sen de la media villa arriba. E fizo poblar y aquellos que con él v i -
nieron'. E oyemos dezir a los ornes antiguos, e desque nos l l e g a m o s
assf lo fallamos, que fue verdadero este agorador l o que dixo . Pro-

1 La repoblación de Avila te produjo en 1CS9 ó 1092; según Martín C a i r a m o l l n o , "His-


toria da Avila, m ( « w l ó e l a y ru o b ü p a d o " , v o l . 2 0 . , p £ g . 195-*X>.
2 y loa da Covaleda, B.
3 lollan, A C .
4 poblar la villa m X i f e r c a , B.
5 muflo eliava mudo, A; en have m u d o , C D .
6 que con el vlnyeron, B.
7 llegainoa lo h i l l a m o i por verdadero e * e aceptaron l o que dixo, B.
18

varón todos muy bien, e fazicndo servicio a Dios e a su señor acre-


cieron mucho en su honra e en su poder.

[Los serranos]

E entre tanto vinieron otros muchos a poblar a Avila, e señalada-


mente infanzones e buenos ornes de Estrada e de los Brabezos e otros
buenos ornes de Castilla. E estos ayuntaron con los sobredichos en ca-
samientos e en todas las ottras cossas que acaes^ieron.
E porque los que vinieron de Cinco Villas eran más que los ottros,
la otra gente que era mucha que vino poblar en Avila llamáronlos'
serranos; pero dio Dios a todos grande e buena andanza en aquella po-
blación. E la mucha gente que nombramos, después metiéronse a
comprar e a vender e a fazer otras baratas, e ganaron grandes algos;
e todos los que fueron llamados serranos trabajáronse en pleyto de ar-
mas e en defender a todos los ottros.

E a s s í a c a e $ i ó que una vez fueron en cabalgada, e vinieron gran


poder de moros a la v i l l a , e corriéronla fasta las puertas e levaron
ornes e bestias e ganados e cuanto fuera fallaron. E los que eran l l a -
mados serranos (que eran ydos en cavalgada) legaron' esse día por
ventura, e, quando fallaron toda la tierra corrida, preguntaron a l a
gente de la villa qué compaña podía ser de moros aquéllos que los co-
rrieron; e c o m o quier que eran muchos, dixeron ellos que más
E dixeron los que eran llamados serranos a la otra gente, que fue-
ssen con ellos, e se aventurasen, ca fiavan en Dios que los vencerían.
E pusieron pleyto que yrían con ellos.
E llegaron fasta un lugar que dizen el Rostro* de la Coliella, c
desde a l l í tornosse toda la otra gente, salvo ende aquellos que l l a m a -

1 e buenos deitrada e d e Jos ornes e otros, AC: bol'!» hombres ¿estrada <• de los brabe-
ra» e otro», B; Linaje de lo» Estrada* e de los Bravojo* Coréalo A y o e a . - Sancho de tetrada
y Juan Martinei del Abrojo: Martín C a r r a m o t i n c ( v o l . 2 9 . , p á g . 2<»).
2 rr.uurha llamáronlos, B.
i latxaron, A; la herraron, C .
4 rrastro. B.
19

van serranos, que fueron adelante. E llegaron a una cabeza que dizen
agora Barba A z e d o 1 , e vieron los moros o yazfan cerca del rfo, e
ovieron aves. F. un agorador questava con ellos, que dezían el Azedo ,
entendió en las aves que serían vencidos los moros, e dixo ansí: por
esta barva del Azedo vayamos los ferir, ca vencidos son los moros. E
de aquí llevó el nombre aquella cabeza porque el dizíen Barva Azedo,
E fueron ferir los moros, e venciéronlos e mataron dellos muchos,
e ganaron gran aver, e tornaron quanto l e s avían levado.
F. quando llegaron a la villa, la otra gente que se tornó non los
quisieron coxer dentro en la villa; e por esto fuéronse posar en un lu-
gar que dizen e l Castaño cerca de la v i l l a .
E otro día embiaron los de la villa a dezirles que les diessen su
parte de la ganancia, e los serranos dixeron que l o non farían, ca se
tomaron 2 e non fueron con ellos a s s í c o m o pussieron, mdfs les daríen
sus fijos e sus mugeres e todo aquello que los moros los avian l e v a d o ,
e ellos non se pagaron con esto, e fizieron muestra que yrían lidiar con
ellos e sobrellos.
E entretanto sópolo el conde don Remondo, que estava en Sego-
via, e trasnochó e vínosse para Avila, e falló toda la verdad de c ó m o
fue el fecho; c mandó que les non diessen nada de quanto ganaron a
los que se tornaron, e sacolos fuera de la villa al arraval, e apoderó-
los en la villa aquellos que llamavan serranos que fueron adelante, e
ordenólo anssf: que alcaldes e todos los otros portillos que los oviessen
estos, e non ottros ningunos. E tan grande fue la ganancia que en a -
quella fazienda ganaron, que dieron al conde don Remondo en quinto
quinientos cavallos.

[Pactos con Alfonso el Batallador]

E después dcsto vino a tiempo que fincó don Alfonso, fijo del con-
de don Remondo, niño, e este fue después emperador. E en su niñes
vino el rey de Aragón, que avie por muger a su madre, a Avila con
muy grand hueste 3 que le recibiessen por señor*. E dixeron los de
Avila ca lo non faríen, ca don Alfonso avíen rrescevido por señor, e

1 Barfcaiedo, B.
2 corroe aro», B.
3 ftueste, A .
4 Puede d a t a n e entre 1110 y 1113.
20

é l v i v i e n d o nunca abrícn otro señor. E el rey de Aragón d i x o que non


era btvo. Ellos dixeron que sf g e le mostrasen, si los dcs^crcaríen. E
é l d i x o que sf. E demandáronle plazo d e dos meses, e que g e l e mos-
trarían; e que si nol fallassen vibo, quel darfen la v i l l a . E a esto d e -
mandó el rey de Aragón sesenta cava lloros en arrehenes. E el, por
c o n s e j o d e las gentes que d i x i m o s q u e ' fue echada de la v i l l a , tomó
los mejores ornes e los fijos de los mejores ornes de los llamados s e -
rranos.
E luego salieron trescientos cavalleros dellos, e fueron a Trava ,
o2 criavan el d i c h o don Alfonso; c aduxeronle para Avila ante del
plazo que pussieron. E dixeron al rey d e Aragón que les diesse sus a -
rrohenes, que a l l f avíen a su señor* E el d i x o que ge lo llevasen d e -
lante, a sil conos^icssen que esse era, quel les darfe sus arrehenes. E
ellos dixeron que si querfen que g e lo mostrasen, que saliese aparte
con quatro o c i n c o cavalleros, e que verían 1 y a su señor don Alfon-
so con al tantos, c que a l l f g e le mostrarfen. E que 4 si esto no q u e -
rfe, quel podrfe entrar dentro 4 en Avila con trescientos c a v a l l e r o s ,
c que g e l mostrarfen.
»E d i x o e l rey de Aragón que lo non farfe, mas que g e lo aduxessen
a su tienda. E dixeron los de Avila que lo non farfen, nin quisiesse
Dios que ellos su señor metiessen en poder d e orne del mundo, sino de
sus vasallos aquellos que la mano ¿ c besassen.

[Asedio de Avila]

E por esso el rey de Aragón ensañosse; e fizo cozer, de los que t e -


nfe en arrehenes, en calderas 6 una gran pieza, en un lugar que es
l l a m a d o agora la Fervenc»a por esto. E después ovo su consejo, c me-
tió otros tantos en unos sarco»; e fue combatir la v i l l a con ellos< a
entendimiento que los parientes dellos que yvan atados en los sarcos
non serfen con ellos, e por este lugar entraríe en la v i l l a . E fue f a l l a -
d o en verdad que los fijos mataron a los padres c los padres a los fijos
en aquellos sarcos.
1 que fue Kechada, A; dixeron, B.
2 a d e r r a b a d o . B.
J avr»«o, AC.
4 • il, AC.
5 c o d r i e o dentro, A C .
6 en c a l d e r u , o m i t e B .
21

Assf defendieron la v i l l a para su señor, c fizieron gran daño «n


aquellos que vinieron combatir la v i l l a . E e l rey de Aragón vió la
cossa mal parada e d e s c e r c ó la v i l l a , e fuesse.

[Desafío al Batallador]

E ovieron su acuerdo los de la v i l l a que embiasen reptar al rey de


Aragón porque mató aquellos c a v a l l e r o s a tuerto. E embiaron señala-
d a m e n t e a Ve la seo Ximeno e a un sobrino con é l . E fallaron el rey "de
Aragón en una aldea que dizen D i a c i e g o 1 , ' c descendieron de sus c a -
v a líos. E recontó V e l a s c o Ximeno al rey qual postura possieron con é l
e l l o s ' , ateniendo quanto con é l possieron, q u e mandó matar a los
cavalleros que tenfe en arrehenes, e dezíe que si el rey por tal fecho
c o m o este menos avíe a valer, que* menos v a l f e él; e si algún c a v a -
llero l e queríe salvar, que él g e lo c o m b a t e r f c , quicr uno por u n o ,
quier diez por diez, quier quantos e l l o s dixesen* fasta trescientos. E
e l rey mandólos matar.
E en acoxéndose a los cavallos, mataron al sobrino; e Velasco
Ximeno acoxose al c a v a l l o , e fuyó. E corrieron en pos é l , c llegaron
a una aldea que dizen Cantivcros. E salieron y a él compaña del rey
de Aragón que possavan y , c corrieron con ól e alcanzáronle, c tornó
a ellos. E, segund dizen, mató ay un ermano del rey d e Aragón, c
mataron a é l .
E después, en este lugar que a él mataron, pussieron por señal un
canto muy alto, e ende está oy entre Cantivcros y Fucntiveros. E d e s -
pués dcsto duró muy gran t i e m p o , que cada año 4 venfen los c a v a l l e -
ros fazer a l l í fiesta en tal día c o m o é l murió, e bofordavan e a l a n c a -
ban e fazíen grandes alegrías, e davan a c o m e r a quantos pobres y v c -
níen por su a l m a . E de linaje deste c a v a l l c r o v e n f e V e l a s c o X i m e n o ,
fijo de Sancho Velasco, c otros muchos.

1 d l a ^ l e g o , B: a l d e a el c i e g o , C .
2 p e d i e r o n a que ¿1 « ello». A; puerco c o a e l ellos, B .
5 v a l e r meooa, A C .
4 quier cuanto* ello* dlreaen, B.
5 que cada un ano, BC.
22

[Alfonso VII el Emperador]

E este don Alfonso el sobredicho, desde a l l f fue criado CQ Avila


e pussieron para su despenssa que quantos en Avila e en su término la-'
brassen con bueyes que diessen tres c e l e m i n e s de trigo, g C s t o s
C e l e m i n e s ovieron después todos los reyes que vinieron, fasta £ue
ron dados a las dueñas de Sanct Clemente de Avila por Previ] C jj o s c
c o g í e n l o de buelta con la yuntería.
Este don Alfonso fue assí criado en Avila.
E después quiso Dios e la su buena ventura e d e sus v a s a l l o s quel
bien sirvieron, que fue emperador.
E confirmé la ordenación que el conde don Remondo f¡ 2 o p n r a
zón de las alcaldías' e de los ottros officios.
E por estos servicios señalados 3 , e por otros muchos, 0 Q g a j a r
dón dió al concejo de Avila grandes términos e buenos, e í ú o l c s niu
chas onrras.

[Sancho III e l Deseado]

E quando este emperador finó'*, dexonos por señor al rey ^ ^


cho su fijo; e al rey don Fernando su fijo, en León.
F. esta gente (que es dicha que fue echada de la v i l l a ) pussiéron
se con nuestro señor e l rey don Sancho. E pidiéronle que l C s <jiCssen
parte en las alcaldías* e en los otros officios. E él dixo q U e ^^
faríe, ca tan noble orne c o m o el emperador , su padre, n OQ a

los que se llamaban serranos tan gran mejoría, si no entendi C S e u c


la devíen de aver por derecho.

1 ¿lcaydlai, D.
2 otro» officios seBaladoa, A C .
3 La muerte de Alfonso VII st produjo en 1157.
4 alcaydlai, A .
5 hombres c tan sabio c o m o era el emperador, B.
23

[Repoblación de Ciudad RodrigoJ

E el rey de León pobló a Ciudad. E los más c ios mejores desta


gente fuéronse aquella población: e non fincaron sinon los tenderos c
los más refezes ornes
E los que en la Ciudad poblaron vinieron al Fenar 1 e levaron
ende robado quanto ganado fallaron denlos llamados serranos. £ so-
pieronlo ellos, c fueron en pos ellos, e alcanzáronlos a Val de Cor-
n e j a . E mataron ende todos los más, e tornaron sus ganados, ansf que
aduxeron las cabezas a Avila, e ovieronlas de comprar los sus parien-
tes que fincaron en Avila, e ansí fueron soterrados.
E de aquí" coxieron gran 1 malquerencia unos con otros.
E por este 1 lugar movieron muchas vegadas revueltas e boligios
en que ovieron mal a c a e s j e r , en tal guissa que non fincó dellos sino
aquellos que eran bueltos con los fijos e con los nietos de los dichos
que eran llamados mercaderes. E. estos son los que se llaman agora
castellanos en Avila.
Ca los llamados serranos tienen que ellos son castellanos derechos,
e de tales nunca sopieron* menestrales ningunos, fueras todos c a v a -
lleros 4 e escuderos; e guaresgieron siempre por cavallería e non por
al; e nunca se mezclaron en casamientos con menestrales, nin con
ruanos", nin otros ornes ningunos, fueras con cavalleros fijos dalgo ,
nin lo farfen por cossa del mundo.

De Sevilla

Acaesció 1 una vez que fueron 8 gran pie^a de cavalleros de Avi-


l a , e Sancho Ximeno" e Gómez Ximeno los adalides con ellos, e c o -

1 íenear, B.
2 tovlcron muy gTiiKl, A C .
3 por c « o en este, D.
4 tales que en ello» lopicron, AC; Tale» nunca «opienra, B.
5 ningunos salvo caballeros, B.
6 rufcanos, A .

6
271; lliiic!, IV, pág. 162, nota 2).
B lineó, B.
9 Riimires, B;
24

rrieron a Sevilla. E Aveyaco 1 passó entonces de allende del mar, c


fizo apellidar toda la tierra con muy gran gente c demás, e vino en
pos ellos.
E en viniendo, los de Avila quebrantaron A l g a l i e ! 1 e A v e g a . E
alcanzólos Aveyaco, c non los pudie endurar. E alzáronse 5 a unas
c a b e z a s que y estavan. E allí* se defendieron fasta que anocheció. E
A v e y a c o cercó aquellas cabezas en derredor, e helólas y toda la no-
c h e , assí que todos cuydaron y morir. Pero salió ende essa noche un
cavallero que dezíen Vlasco Cardiel, e vínose para Talavera.
E otro día de maflana oyeron sus missas e fablaron su p e n i t e n c i a 4 ,
e armáronse e subieron en sus cavallos. E Sancho Ximeno, el adalid,
que era buen agorador acabado, cató las aves e entendió en ella que
los moros serien venzidos. E mataron muchos dellos e fizieron gran-
des gananzias por los que fueron ferir por consejo del adalid. E é l ,
esforzándolos, escapó fueyendo de Aveyaco. E los cavalleros de A v i -
la fincaron a l l í tres semanas, partiendo la ganancia e corriendo toda
la tierra en derredor.

[B1asco CardielJ

E Vlasco Cardiel, e l cavallero que se fue de la cabeza, quando


l l e g ó a Talavera falló y a Corraquín Sancho,cavallero de Avila ques-
tava y sobre un pleyto, e preguntó a Vlasco Cardiel que se fizieran
los cavalleros con que entrara en cavalgada. E é l dixo que eran todos
muertos, e demandol en quál lugar por ver si fue assí.

E este Corraquín Sancho cavalgó e fuesse para allá. E l l e g ó zerca


dellos de noche, e viólos estar assosegados. E temiéndose® que eran
moros que están a l l í en su tierra, e arrendó e l cavallo, e fuesse acos-
tando al alvergada por se ende más cierto. E tanto se acostó que
ovo a entender que eran cristianos, e c o n o z i ó a algunos en la fabla. E

1 abe¿i¿o, B.
2 alilgaloc, B.
3 aJcan^aroolct, A C .
4 ay, BD.
5 penia, A C .
6 t e m i ó , B, t e n a c e , C .
7 acercó, B.
25

tornó a su cavallo, c cavalg<5. E l l e g ó a ellos, c contóles qué m a n -


dado avíe dicho Vlasco Cardiel dellos. E c o m o quier que non se ager -
tó Corraquín Sancho en la batalla, fiziéronle su parte de la g a n a n g i a ,
e di6rotile la suerte de Vlasco Cardiel e l que se f u e . E estas cabezas
en que ovieron estas fagiendas oy les dizen las c a b e g a s de Avila.
E este Vlasco Cardiel que se fue, quando sopo que los de Avila
avíen ven§ido la batalla, non enduró sofrir la vergüenza, e fuesse de
la tierra e fizo su morada en Calatayud E de dos vandos que y a,
el uno se llama deste Vlasco Cardiel. E en Arnedo, don Gil de Bretón
e Xemén d'Arciel e Diego Bretón vienen deste l i n a j e .

De Surraqufn Sancho

Este Corraquiii Sancho el sobredicho, fue otra vegada en cavalgada


con otros cavalleros.
E y a que 1 se le olvidó en Avila, e toraosí por ello. E yendo en
pos ellos, por una montaña vió sesenta cavalleros moros, e teníen 5
veynte pastores cristianos, e legávanlos. E asignó 4 por quál lugar
llegarle a ellos que non le pudiessen ver fasta que stuviese 4 §erca
dellos; e fue por quel lugar. E sacó unas tovajas que levava, e púsolas
en e l l asta 8 de la langa por seña. E fuelos ferir, llamando " A v i l a ,
cavalleros". E dexáronse venger los moros: e mató dellos uno o dos.
E los pastores que non estavan aún atados, desataron a los ottros, e
ayudáronle bien, de guissa que los moros fueron vencidos.
E fuesse £l en pos sus compañeros, e nunca lo quisso dezir lo quel
avfa acontegido .
E después que a Avila vino, a poca de sazón, vinieron aquellos
pastores e traxéronle sesenta puercos en servigio. E estava Corraquín

1 c a l a t a ud, A C .
2 cavalleroi que, C ¡ a que - a l g o ? propon* Gómez M o r „o.
3 venien, A C .
4 aJwó, A C .
5 fuese-, A C .
6 la ha&ta, A; la « t a , B.
7 e f t a v a a d e n a t a r o n , AC ; que non c « a v a a l e . a d o . - * « a t » r o 0 . D .
8 ac a c a l d o , B.
9 quarenta, B.
26

Sancho con comparta d e cavalleros a la puerta de Sanct Pedro. E pa-


ssaron por y aquellos pastores, c preguntáronles cuyos eran aquellos
puercos. E los pastores dixeron que los llevavan a Corraquín Sancho.
E los otros cavalleros preguntaron por qué. E los ¡«stores contaron to-
do este fecho c ó m o passó. E ansf fue s a v i d o . c a él nunca antes lo qui-
so dezir. E después dcsto cantavan en los corros c dezían ansí:

Cantan de Roldan, cantan de Olivero


c non de Corraquín' que fue buen cavallero.
Cantan de Olivero, cantan de Roldán,
e non de Corraquín J que fue buen barragán.

E este Corraquín Sancho yaze en san Silvestre en la más onrada


sepultura que y a . E Sancho Ximeno e Gómez Ximeno, los a d a l i d e s ,
yazen soterrados en la iglesia de Santiago. E está escripto en unas pió-
dras sobre ellos de las faziendas en que se acercaron con los c a v a l l e -
ros de Avila: c Sancho Ximeno acertosse en diez y ocho lides c a m p a -
l e s , e Gómez X i m e n o con ól. E después que murió Sancho X i m e n o ,
v i s e ó 1 gran t i e m p o después Gómez 4 Ximeno, c c u m p l i ó sobre estas
lides fasta veinte e c i n c o lides.

De los Serranos

A c a e s c i ó que entre los dichos serranos acacscicron grandes c o n -


tiendas e grandes vandos, a n s í que los que menos pudieron sállense*
de la v i l l a , e fueron a un lugar que dizen el Castaño, que es .sobre C o -
r i t a 8 . E de a l l í guerrearon a los d e la v i l l a , e mantovieron aquel l u -
gar bien medio año. E después fuéronse d e a l l f e poblaron un c a s t i -
l l o ' que es sobre Sotaltalvo®, e d e a l l í ^ l o s guerrearon ottrosf, c m o -
raron y grand t i e m p o .

1 C o r r e r , m k o , ABC; 0 » f t e , S « c H o A r , < * . d« M o l l a . . 164


2
<!«*. A; que I e« c , O; que ayc, B.
3 v i n o , C¡ bibió, 8C
4 VIKO, B.
5 M i l e n t a , A; salieron, B.
<5 en la lev ¡obre, A C .
7 fueron, A .
8 «o»fe u i caflUlo, A .
9 Setal vo, BC.
10 deide allf, B.
27

E a c a e s c i ó una vez que fueron en cavalgada t r e c i e n t o s c a v a l l e -


ros dellos, c entraron al Axarafe' d e Sevilla. E corrieron toda essa
tierra, c llegaron a Xerez Vadaxoz, e pressi£ronla* e mantoviéronla
vcyntc e ginco artos, e corrieron todas tierras que a en derredor'.
E después a c a e s g i ó que fueron gient cavalleros dellos a correr
( l a c . ) e otros giento a S e v i l l a . E fincaron g i e n t o en e l castillo, los
m i s dellos dolientes. E fue 4 tan grande la muchedumbre de los mo -
ros e de la desventura dellos, que ovieron todos y a morir. E sopicron
los moros de c ó m o fincava el c a s t i l l o mal parado, e vinieron con
grandes huestes a c e r c a r l o s E c o m o avie pocos dellos que lidiar
podiessen porque los m i s dellos eran dolientes, c entráronles el c u s -
tillo c matáronlos.
E en este tiempo, de Avila contra los moros non avfa pueblo de
cristianos, sino es una torre que es en las Ferre rías. E tcnielu Fortún
Fortúnez, cavallero de Avila, e ansf la dizen oy la torre de Fortún
Fortunez.

De Enalvicllo

Acaesgió otra vez* que un lunes día de Sanct Leonardo, o yvan


a sant Leonardo en romería, vino el señor d e Talavera con muy
gran compana de moros e corrió Avila. E fallólos seguros, e levaron
quanto fallaron de fuera, e señaladamente l e v ó la muger de Enal-
v i c l l o , e casósse el moro con e l l a .
E aquella sazón non se a g e r t ó ' Enalviello en A v i l a , e , quando
vino, rogó al c o n g e j o de Avila que fuessen con é l en cavalgada
contra Talavera. E fueron con el e gincuenta cavalleros de Avila.
E Enalviello era muy buen agorador, e guiávanse los otros por
é l , e ovo muy buenas aves, e entendió "en ellas que avrfcn muy buen

1 al u i i f f I , AC¡ «I ai «rafee, B.
2 {rrodtí'.onli, 8.
i »flo* corrieml? toda la t i t i r a que ay al r r r d e d « , B.
4 c l r n c aval Ir roí de lot oooi , n el c a f t l l l o fue B
5 cércalo», A .
6 otra v « , B.
7 «alvullo, A.
8 acaeció, 3 .
28

acavamiento 1 de aquello por que ellos yvan, e c ó m o avíe de ser


presso por falsedad de su muger le faría, pero 2 en cavo que avíe él
de salir, e avríe en poder el moro e a e l l a .
E quando llegaron a las atalayas, ^erca de Talavera, metió los
cavalleros todos en una celada *, e rogóles e mandóles que non s a -
liesen de a l l f de aquf a que* oyesen a él tañer su bocina.
E dexÓ y el cavallo e las armas, e fuesse contra Talavera. E s e -
gó yerva e fizo un faz e echol a sus cuestas, e yva demudado de sus
paños. E entró por la villa e pusso en tal precio aquella yerva que
ninguno se la queríe comprar, e assf ovo de llegar cerca del a l c á -
£ar. E su muger estava en las finestras, e él descubrióse porquel c o -
n o c i e s e . E conociol la muger, e embió una su criazón que g e le le —
vase e quel metiesse allá. E la criazón fizólo ansí. E quando él e n -
tró a e l l a , dixo ella:
- " y a Enalviello, quién te hechó aquf?. Ca sepas en verdad que
si el señor de Talavera te c o g i e r e 4 en su mano non le escaparas a
vida por quanto oro en el mundo".
E dixo él:
-"señora, bien se yo que ansf es, mas tan grande es el amor que
yo he de tf, que, si te aver non puedo más, quería ser muerto que
vivo".
E en este seyendo, entrava el moro por el alcácar. E mandol ella
esconder en cauo del palacio. E el moro echosse con ella en la c a -
m a . E en faziendo sus deportes 4 olvidó el amor del Enalviello. E
por fazer plazer al moro dixol assf:
-"Señor, qué daríes a quien te diesse el Enalviello en tu poder?"
E é l con gran m i e d o que avíe del Enalviello, porque era buen
agorador e coiríe el toda la tierra e se yva en salvo, dixo que c ó m o
podríe ella aver al Enalviello que tanto savfe de agüero, que assí se
savíe guardar que ninguno no se lo podríe dar.
E dixo ella: "si me algo dieres, yo te lo daré".

avrlen
\ « ^ « i e n t o , AC.
2 «ipcro, B.
3
«n
4
<»«»« ía*, „
5 coxere, B.
6 depueno», B.
29

E é l ' , cuydando que non podría ser, e queriéndolo mucho si ser


pudiese, dixo que el dar fe la mitad de su señorío. E ella mostrógelo,
c prissiéronle.
E dixo el moro al Enalviello:
"non te valieron tus aviellas, e morrás'; mas conjúrote'por la
ley en que tu eres, que me digas qual muerte m e daríes si me tuvie-
ses en tu poder".
E dixo el Enalviello: "Pues a morir, e non te negaré la verdad.
Tan grande es la desonrra que tu me feziste que si te yo en Avila a s í
te toviesse*, mandarte ya sacar fuera 4 al mas alto lugar que y ovies-
se, e mandarle dar pregón por toda la villa que fuessen todos, varo-
nes e mugeres, a ver gran venganza de tí*. E faria levar mucha lefia ,
e fazerte ya vibo quemar".
E dixo e l moro: "por la ley que yo creo, essa muerte morras tú".
E mandó levar mucha lefia al más alto lugar que falló gerca las ata-
layuelas , e mandó dar pregón que varones e mugeres fuesen todos
a ver venganga del Enalviello, que les a v í e fecho mucho m a l . E fue-
ron todos allá. E el moro'con su muger.
E quando fueron en somo, dixo Enalviello al moro: "pfdote mer-
ged, que me mandes poner aquella bozina a la boca, e tañerla e an-
te que muera". E el moro mandógelo ansf fazer. E salieron los c a v a -
lleros de la gelada do los él dexó, e vinieron ferir en los moros. E
c o m o avfen salido en alegría e desarmados, ovieron y morir todos.
E tomaron al moro, e quemáronle en aquel fuego mismo, e tomaron
a ella; e cogiéronse para la villa e entráronla e mataron e captiva-
ron quantos fallaron.
E después, quando se ovieron de venir, tráxola Enalviello a su mu-
ger fasta un lugar que dizen agora Alvacova, e quemáronla allf. E
quando la pussicron cerca del fuego, t o l l i e l el fuego la toca, e avíe
e l l a fruente 7 e muy blanca. E dizen que d i x o un pastor: "¡Santa Ma-
ría, 1 qué alva c o v a ! " . E dizen que por esso a nombre aquel l u -
gar Alvacova.

1 dfxole «llu aiuf m e die»«dei algo yo hoi lo dar¿ é l , B.


2 e morro», A; avila» xinorrui, B.
3 conjúrate, A C .
4 atftovlene, A.
5 toaadarlatc sacar fuera d e l a f i b d a d , B.
6 atalauclas, AC; atalayas, B.
7 fuente, C .
30

De don Alfonso [VIII]

Quando murió e l rey don Sancho 1 fincó su fijo el rey don Alfon-
so muy niño. E teniendol en Soria, vino su tío e l rey don Fernando de
León, e quisol levar porque dezfe quél avfa de derecho criarle- E
los de Avila, temiendo que podrfe y venir algún engaño, aduxéron-
l e muy engaflossamente a Avila, e criáronle.
E entre tanto, algosse don Fernán Rutz de Castro con Toledo e
con otros lugares que tenfe. E moviéronse el concejo de Avila con e l
rey don Alfonso e con los ottros sus vasallos que le amavan servir, e
fueron a cercar Toledo.
E acaesgió un día que fizieron una espolanada los de Avila a la
puerta de Sant Martin, e Yuáñez Ñuño e Vi§eyntc Ñuño su hermano
escavan s en una tienda, e Vizeynte Ñuño estava durmiendo. E Y u á -
ñez. Ñuño fue en la espolonada, e mandó que ninguno no despertase a
su hermano 4 , e fueron y muy buenos.
E dessa salida v e n f e Yuáñez Ñuño, e traye el escudo bien quebra-
do, e dixo a su hermano 4 Vizeinte Ñuño: "estos golpes non se g a -
nan durmiendo".
E dixo Vizeinte Ñuño: "esta es cossa que me nunca fazeredes".
E armóse e cavalgó en su cavallo, e fue aguijar sólo por la puerta
de San Martín. E c o m o no yva ottro con él, non le cerraron la puer-
ta, c entró por ella firiendo* en ellos, e ellos en él, e l l e g ó fasta
la puerta de Sant C l e m e n t e , e allf murió.
E después entró nuestro señor e l rey la v i l l a con ayuda e con c o n -
sejo de Estavan Yllán de Toledo e de su muger. E don Fernán R u ü
salió de la v i l l a , e ansí se apoderó el rey don Alfonso de la v i l l a . E
después corrió tras 6 don Fernán Ruíz de logar en logar, sirviéndole
l e a l m e n t e sus vasallos, e señaladamente los de Avila, non se quitan-
do del, e echó a don Fernán Ruíz de reyno.

1 1158.
2 avie derecho, A ,
3 •yvafle* nuBo SU hermano e * a v a , A; su lio, C .
4 su t í o , C . • - ,
5 non le cerraron la puerta de sant Martin e íirió por e l l a c entró por l a puerta íirien -
do, AC; non le ^erraron las puertas e firlo por ellos y entró por las puertas íiritmdo, B; non
le cerraron la puerta e íirló por i l l a íiriendo, D .
31

[De Muño Ravia]

Acaesgió' una vez que Muño Ravia andava yrado del rey, e al-
gose en Peñaflor, e después c o g i ó y por compañero a Martin M a l o ,
que fue fí-eyle de Calatrava e andava desobediente.
E ovo de ser que salió Muño Ravia un dfa a c a g a , e a la tornada
non l e quiso Martin Malo regevir en la Pefla.E desque se vido desam-
parado, fuesse para la Puente del Congosto. E furto las torres, e e m -
bió mandado al congejo de Béjar e al d e Plazengia que viniessen, e
darles y e las torres. E quel diesen algo por esto que fazíe é l con d e -
recho, porquel congejo de Avila le andavan buscando para prender-
le.
E el congejo de Plazengia e el de Béjar, todos cavalleros e sus se-
ñas algadas, moviéronse a venir. E entretanto oviéronlo de saber los
de Avila, e trasnocharon essa' noche catorge leguas, en guisa que
amanegieron. E asf que ovieron aver las torres en su poder, ca el o -
bispo Domingo Velasco sopo en guisa traer la pleytessía que ge las
ovo Muño Ravia de dar.
E entretanto llegaron los de Plazengia e de Béjar a una cabeza
que está y gerca. E los de Avila quisieron yr luego para ellos. E e l o -
bispo comengoles de predicar e de rogar que non lo fiziessen, ninqui.
siesen que tamaño m a l viniesse entre cristianos.
E dixeron los de Avila que si lo entrasse que non oviese y mal;
que los de Plazengia e de Béjar que se fuesen luego de su tierra, e en-
traríen ellos en paz. E si non, que non dexarfen de yr a ellos, c a si y
fincasen a su pessar por desonrrados se terníen por siempre.
E el obispo fue a los de Plazengia e de Béjar, e non le quisieron
creer, e dixéronle que si non saliese de medio, quel quebrantarían la
corona. E quando al non pudo fazer, salió de en m e d i o , pesandol m u y c
de corazón e llorando de los ojos e diziendo: "Dios quebrante la so-
bervia. Amen".

1 A c a e c i ó . . . . a m e n . E«e párrafo ct el último en todos los manuscritos, Cómcx M o -


reno opina debe intercalara: en cite l u g a r .
2 Fue obispo entre 1182 y 1190.
32

De la de Alarcos

Después o v o el rey don Alonso batalla con el m i r a m a m o l í n en


Alarcos'.
E sirviéronle y e l c o n c e j o de Avila bien e l e a l m e n t e . Assf que Y
bañez Ñuño, hermano 1 de Vizeinte Ñuño e l d i c h o que murió en T o -
l e d o , tiniendo y la seña.' cortáronle las manos, e de si t e n i é n d o -
la c o n los tocones c lidiando sobre los de Avila fincaron en e l c a m -
po, assf que la postrimera voz la suya fue, e en cabo morioron y do -
Cientos cavalleros, e segund dizen eran los sesenta tan onrrados que
c a p a s pieles levaron a essa hueste.

La d e Sotillo

Después dcsto fue el rey don Alfonso -en la que dizen de Sotillo.
E en biéndosc' e l rey don Alfonso en gran poder d e moros en
pos ellos, mandó a los de Avila que toviessen la g a g a , e guardáron-
g e l a muy bien. Ansf que dizen que quatro bestias que murieron en
el rastro de cansancio, por mostrar brío c dar a entender que en su gual-
da non se perdió nada del alvergada, aquellas* quatro bestias muertas
aduxeron al alvergada.

De Talavera

Quando el miramamolín vino a zercar a Talavera* e se m o v i ó


dende e vino a Escalona, el rey don Alfonso (que cstava en e l real so-
bre Bayuela) e m b i ó a don Yagíic, adalid de Avila, c diez cavalleros
con é l que fuesen tomar lengua de los moros.
E quando fueron cerca del p o r t e a d o de Paredes d e x ó d o n Yagiie
e l adalid la otra compaña c subió a la atalaya. E en legando suso,

1 El 1 9 d e Julio 1 I 9 S .
2 lio. C .
1 t r o t e a d o I* •«&», ABC.
*4 b i n i é n d o i e , A; oiudáodose, 3 ; v i n i e n d o , C .
5 a qne l a i , A .
6 Lite c e r c o w c o d u j o el aflo 1 1 9 ? .
33

afrontóse con doze cavalleros de m o r o s ' . E c o m e n t a r o n de íerlr en


é l , e é l defenderse quanto pudfe. E e n esto estando, legaron los otros
compaQcros, e ayudólos Dios, en guisa que mataron los s i e t e de los
moros e prissieron los otros ginco.En talquissa aduxeron lengua al rey
don Alfonso, pero escapó ende don Yague el adalid con nueve golpes.

{De Ubeda]

E después desto, bien a diez e s i e t e artos', quiso Dios e l rey don


Alfonso que fue* a la de Ubeda a aver batalla con e l m i r a m a m o l f h .
El rey don Alfonso mandó al c o n c e j o de Avila que entrasen en la
batalla con el rey de Navarra. E sirviéronle y bien c l c a l m c n t e , ansf
que quisso Dios e la buenaventura que nuestro señor e l rey don Alfon-
so v e n c i ó la fazienda c fuyó e l miramamolín.

De Costantina e del Burdel

Después desto, entró e l rey don Alfonso a Constantina c c e r c ó a


Burdel. E e l c o n c e j o de Avila fue y en su servicio. E estovieron y
tanto daquf c que f a l l e c i ó al rey la vianda, e d e m a n d ó a los c o n c e -
jos quel diesen la vianda e que se tornasen, que é l se tcrníc 4 por
servido dellos, e ellos fizie'ronlo asf. E los d e Avila dixeron que se
non venfen fasta quel saliese d e su reyno, mas que partiríen la v i a n -
da con é l e quanto tenfen.
E un cavallero francés, que se y asoma va, demandava c a vallero
con qué justase. E e l rey don Alfonso mandó a Muño Gil, e l gran c a -
vallero de Avila, que fuese combatirse c o n é l . E é l fizolo asf, e detri-
bolo c dúxolo ante el rey don Alfonso. E e l rey don Alfonso onrrol
mucho a Muño Cil, e d i x o que qualesquier cavallero* oviesse a dar

1 d« moi, A; moro*, C D .
2 En julio del xflo 1212.
5 Alfonso f®*, AB.
4 tenia, A .
$ iMe el rrey d o s A l i a n » carrol, A C .
6 que ry dot c jvallrro», B.
34

por lidiadores por fecho de todo su rey no, que Muflo Gil serfe e l uno.
E a l l f sirvieron los d e Avila al rey, c non se quitaron d e l fasta que
tornó a su rey n o .

(Guerras con el reino de León]

E otras vezes muchas que le a c a e c i e r o n guerras con don D i e g o


de Vizcaya e con don Pedro Ferrándcz de Castro sirviéronle e l conga-
Jo d e Avila bien c f i e l m e n t e , c ayudáronle a echarlos de la tierra. E
la guerra que o v o con e l rey de León sirviéronle otrosf bien c l e a l -
m e n t e , e señaladamente tovieron 1 castellanos en e l reyno de León:
Vlasco Muñoz, e l soberbioso, tovo El Carpió; e Nuflo Mateos, Monto-
rrcal c Alpalio e Berrueco Pardo. E estos, con cavalleros de Avila,
vengieron al c o n c e j o de Salamanca e l dfa que el rey don Alonso v e n -
g i ó la batalla de Ubcda:
E Ñuño Matheos con otros cavalleros de Avila v e n c i ó al c o n c e j o
de Salamanca e de A l v a .
E después dcsto fuese para el rey e p i e g a 1 de cavalleros que e s -
tavan y con é l . E fincó en Monterreal Gongalo Matheos su hermano
e Sant Gargfa e Lázaro Muñoz 1 e otros quarenta cavalleros c o n e l l o s .
E dexaron quién guardase e l castillo e fueron correr termino 4 de
Salamanca e d e A l v a , e troxieron ende gran pressa.
E los d e Salamca e de Alva apellidáronse para los d e A v i l a , e
los d e Alva veníen una picta d e l a n t e . E Congalo Matheos con Sanct
Garcfa c con Lázaro Muñoz e con otros cavalleros retóvolos, c l e d i ó
con ellos e levólos vengidos. E entre tanto l l e g ó el c o n c e j o de Sala-
m a n c a c ovieron d e matar a Gongalo Matheos, e mataron otrosf pi<v
za de cavalleros c otra g e n t e 1 , e fueron los otros vencidos. E t o m a -
ron a Gongalo Matheos tal c o m o m u e r t o ' e leváronle a Peña de
R e y , r metiéronle en una yglessia a rayz d e l c a s t i l l o . Pero c s t a v a d e

J le mente tcvWroo. ACO.


2 «I Rea] a AC.
I Mantee*. A; Marti». C .
4 tierra, » .
5 pleta <!« o O j Reate, A C .
6 tal muerto. A ; ( i J muerto, C .
35

fuera, e nunca le quissieron dar quel levasen. E reténtenle porque'


cuydavan aver dos cavalleros de Alva que yazíen en Avila prestos.
E pues o v o Nuflo Mathcos su acuerdo, e tomose con veynte cava-
lleros de noche e fue fasta gerca d e l c a s t i l l o . E porque legasen más
encubiertos que los non sintiesen los d e l castillo, embieron a Domin-
go García e l grande e a Lorengo, c r i a d o * de Nufto Mathcos, que
tenía las torres d e l Congosto e otros quatro peones con ellos. E Do-
mingo Gargía Icvava un perpunte* bestido e un c a p i l l o de fierro en
la cabera c una palanca de fierro en la mano. E entró Domingo Gar-
gía c tomó a Colígalo Mateos d o y a z í a muerto,que era muy pessado.
E sacol a sus cuestas una cuesta arriba fasta que llegaron a NuAo Ma-
teos e a los otros cavalleros, c assí le aduxeron a Avila a soterrar.

De Sancho Fernández

Acaesgió otra vez que don Sancho Fernández v i n o con tresgientos


cavalleros de tierra de León e con e l c o n c e j o d e Salamanca e de To-
ro c de Alva c de Salvatierra. E l l e g ó a un lugar que dizen Arcvadl-
llo, a quatro leguas de A v i l a , c e m b i ó de los unos c de los otros tres-
gientos cavalleros que fuessen en algara e corriesen a A v i l a .
E los de Avila ovieron savidurfa dellos, c salió todo e l c o n c e j o
contra ellos, e encontráronse con los d e l algara en Peña Aguda, a
dos-leguas de A v i l a .
E los del algara non los pudieron durar, e recudieron 4 contra o
dexaron a don Sancho Fernández. E el c o n c e j o d e Avila en pos d e l l o s
daquf a que se o v o a mover don Sancho Fernández, c estava su c o m -
pana entre sí. E los de A v i l a , yendo gerca dellos, a los que se aparta-
van e don Sancho Fernandez mataron d e l l o s una p i e g a , e pristieron
doze cavalleros. E tanto los siguieron el c o n c e j o de A v i l a , que don
Sancho Fernández non tovo por bien de lidiar con ellos, nin de sepa-
rar en ningún lugar, assí que essa noche salió de todo termino de Avi-
la.

1 pero. A C .
2 c r I U o . . . . * Donln*© C»x;t», lalt» AC.
1 F*rr«tr*. A C .
4 r«tv4l«*M», AC; rrcconirtoo. B.
36

E e l c o n c e j o de A v i l a nunca se partieron dellos fasta que pasaron


una aldea que dizen Salmoral, ques nueve leguas d e A v i l a , e l e g ó
don Sancho Fernandez a Santiago 1 que era d e l reyno d e León, c
de allí* se t o m ó el congojo d e Avila muy honrrado.

De don Fernán Fernandes

A c a e s g i ó ottra vez que don Fernán Fernández de Verganga corrió a


Rasueros e a Forcaxo 2 , aldeas d e Arévalo, c donde v i n o a Canta-
ragillo, aldea d e A v i l a , c o n m u y gran comparta de tierra de León e
d e Alva e de Salvatierra. E vino e l apellido a A v i l a , c fueron a l l á , e
ovieron fazienda c o n é l c mataron y muchos dellos, e fue derribado
don Ferrán Fernández, e presólo c derrivol Muflo Gil e l Grande, e
vencieron l a otra g e n t e .
E después vinieron c i n c o cavalleros d e los de A v i l a diziendo cada
«no quel l e derribara. Assf que ovieron d e avenir* que se v i n i e s e n a
don Ferrán Fernández, e e l que c o n o c i e s e quel derribara que oviesse
la silla d e don Fernán Fernández, e é l d i x o q u e 4 non era ninguno de
aquellos. E, en esto estando, atravesó Muño C i l e l Grande por y , e
d i x o don Ferrán Fernández que aquel era e l que le derribara, e quel
d e v f e aver l a s i l l a . E d i x o este Muflo G i l que non l e derribara é l , nin
querfe aver la s i l l a .
E este Muño Gil fizo muchas c a v a l l e r i a s buenas, assf que ledió
muchas v e c e s , c nunca otro c a v a l l e r o se yunto con e l que non l e d e -
rribase.
E este apellido que corrió la tierra, don Ferrán Fernández, l l e g ó a
Valladolid, d o era e l rey don Alfonso. E e m b i ó e l rey al conde don
Ferrando que fuesse a l l á en acorro; c quando l l e g ó , los d e A v i l a avíen
v e n g i d o la fazienda, e tenfen a don Ferrán Fernández presso. E deman-
d ó que g e l e diessen, e l e v a r l e y al rey. E e l c o n c e j o d e A v i l a dixeron
que se fablarfen essa n o c h e , c otro día d e mañana q u e l recudrfen'.

1 Santiago de la Puebla, C .
2 varga*** a naroa e a íorcaxo, A¡ vengarla corrí o a rraruru y • forcaxo, B; b r a g a d a
vino a Rajotroa, D .
3 que w f n i e r o a d e K m a l í , A .
4 doQ { « a t t t e que, A C .
5 rracudlrlia, rrecodtrca, C.
37

Essa noche l u e g o embiaron doze cavalleros c o n el al rey, e diéronge-


l o , c a t e m e n e l c o n c e j o que era desaguissado en ellos fazer e l f e c h o e
e l conde don Ferrando querer levar e l p r e c i o . £ troxieron a Avila la
sefla de don Ferran Fernández, e está y en l a yglesia d e Sanct Juan.

(De Culiena]

Otra ve2 c e r c ó e l rey don Alfonso a [ B a e z a ] e seyendo y ovo


muy gran carestía e e m b í ó la hueste
E fue e l c o n c e j o d e A v i l a al rey, e pidiéronle por m e r g e d que los
dexase yr en cavalgada si pudiessen aver alguna ganancia por que se
pudiessen bastecer la hueste. E entraron contra los moros e llegaron a
Julliana', c quebrantáronla, e sacaron e n d e gran aver, e corrieron
toda essa tierra e c o g i e r o n mucho ganado e d e más.
E ayuntáronse muy gran poder de moros e tomáronles e l puerto,
pero entraron, ansf que quando vinieron a l a salida por ninguna g u i ñ a
d e l mundo non l e pudieron sovir. E d i x o don Y a g ü e , e l adalid: "cred c a
una vegada o v e aquí entrado con Góme2 X i m e n o e l adalid, m í o padre,
e de sf s a l i m o s por m u y buen lugar. E creo por Dios que vos guiaré y o
por aquel lugar, e avansaremos 4 suso c o n los moros. E por sefias vos
digo que e n esse t i e m p o finqué un c u c h i l l o en un árbol, e creo que
vos levare a esse lugar. E en passando por y fallaron e l c u c h i l l o , e
alcanzaron* suso c o n los moros, e pasaron sus hazes; e dieron l a s e -
na a tener a Muflo Vlázquez, que f u e m u y bueno c o n e l l a . E ovieron la
íazlenda muy grande e muy ferida, así que en c a v o oviéronse los m o -
ros de vencer, e ganaron muy gran ganangia dellos e tornáronse pora
la hueste.
E sopo lo e l rey don Alfonso, e s a l i d o s a resgevir b i e n una l e g u a o
m á s . Y en l e g a n d o e l c o n g e j o a ¿1, e l rey don Alfonso h e c h o l e l brazo
a l c u e l l o a don Y a g u e , c dixo! ansf ante todos:
-"Adalid, buen dfa n a c i s t c s , c a si v o s non fuésedes, non es h u e s t e ,
nin podrfe ser hueste que a c a v a d a fuesse".

1 En liluco «B todo*; IMU, «a las "Amulat T*U4nm*".


2 c o n p a a t U , Ai c u ^ l r t t « 4 l a hu**, C .
1 l i r w , C; GoUeaa, ra l o t "AASIM T o l e d w o t " .
4 iJQMkMnas, AC.
5 «IlmuM, AC.
38

E tanto fue e l ganado e las otras ganancias que aduxieron, que por
gran tiempo fue bastecida la hueste 1 de conducho.
E por estos servicios señalados, e por otros muchos que non son
amentados en escripto, confirmó e l c o n s e j o de Avila los previllegios
que tienen del Emperador su agüelo e d e l rey don Sancho su padre, e
acreciol más en sus término quanto teníen ellos escripto de Tajo a
allá, e fizóles otras onrras muchas.

Del rrey don Enrique

Quando el rey don Alfonso finó*, fincó su fijo e l rey don Enrri-
que niño, e ya quien que fue 1 movió pleytesía con él rey don Alfon-
so de León que oviesse amor con el rey don Enrrique,e al rey de León
plogole. Mas metiénle a pleytessía unos castillos que fueron del rey-
no de León,e tiénelos 4 el rey don Alfonso-de Castilla, e quérfen que
g e los diesen.
E a nuestra señora la reyna doña Berenguela, ante quien veníe la
pleytessía, y a quales de sus consejeros consejávanlc que oviesse paz
con el rey don Alfonso de León, e quel diessen los castillos. E la rey-
na non lo quisso fazer, a menos que viniesen los de Extremadura e se
consejase con ellos.
E fueron llamados todos, e vinieron ante e l l a seyendo y el rey
don Enrrique. E la reyna mostróles qual era la pleytessfa quel m o -
víen, e c ó m o ge lo consejavan por razón que dezfen que e l rey era
niño, e non se podríen' mantener la guerra.
A esto respondió Muño Mateos de Avila, en voz de Extremadura
e d i x o ansí»
-"Señora, en este consejo non será Estremadura que por aver paz
c o n el rey de León le dan los castillos; e quien quier que tal c o n -
sejo dava, non era leal vassalo, c a verdad era que estos castillos
d e l reyno de León fueron, más el rey de León pusso pleytos con e l

1 cierra, C .
2 El 6 de Octubre de 1214.
3 c y a que f u e , B; e ya que quier f u e , D .
4 teníalo*, B; tenieloi, D .
5 podría bien B; podier, D .
6 dos, A C .
39

rey don Alfonso nuestro señor, e diol el rey d e León aquellos casti-
llos en fianga de los pleytos a cavalleros fijos dalgo, en tal manera
que si él non toviesse los pleytos, que diessen los cavalleros los cas-
tillos a nuestro señor el rey don Alfonso. E otrosí e l rey don Alfonso
dió ottros castillos en esta guissa. E nuestro señor e l rey don Alfonso
teniendo lo que pusso, e e l rey de León non lo queriendo tener, an-
s í que perdió los castillos e ovólos nuestro señor. E ansí los heredó
nuestro señor e l rey don Enrique con derecho".
-"Ende digo y o que los que consejasen que estos castillos se dio-
ssen, seyendo tan niño nuestro señor, serien traydores por e l l o . E
non seremos nos en este consejo, si Dios quiere".
"E señora, los que dizen que la guerra non se podríe bien m a n -
tener, porque nuestro señor es niño, dizen sus voluntades, c a é l a
muchos de buenos vassallos para consejarle e para defender la t i e -
rra que su padre dexó, ca non a rey en e l mundo que mejores los
aya, nin más leales".
"E señora, señaladamente vos digo del congejo de Avila que
quanta tierra e quantos castillos mantovimos e defendimos en t i e m -
po del rey don Alfonso, vuestro padre, a todo nos obligamos de t e -
nerlo e defenderlo; e si más nos dierdes, más defenderemos".
E la reyna Berenguela, que de' Dios parayso, c o m o quier que de
otra guissa la consejaron algunos, a este consejo se atovo e l l a . E
assí fincaron los castillos, e sus vasallos leales mantevieron la t i e -
rra mientras e l rey don Enrique vibió.
«

[Proclamación de F e r n a n d o III]

Pero ovo de morir 1 el rey don Enrique ante que llegase a edad;
e fincó nuestra señora la reyna e nuestro señor el rey don Fernando,
que heredó el rcyno con derecho.
Pero en c o m e n g o ovo discordia ya quenta del conde 3 don A l -
varo e de .aquellos que le ayudavan. Ansí qué la reyna doña Beren-
guela e el rey don Ferrando embiaron por los otros sus vasallos que
avíe en Castilla e por los de Extremadura. E movieron con su hueste

1 FJ d í a 6 d e junio d e 1 2 1 7 .
2 ovo y a Canto d e « t o r v o e l c o n d e , A; ya t a n t o destos-vlo d e l c o n d e , D.
40

contra el conde don Alvaro, que estava en Ferrera'. E quisso Dios


e la su buena ventura que ovieron y de prender al conde don Alvaro.
E en esta prisión fueron muy bien andantes los del congejo de
A v i l a , c sirvieron lealmente a su señor.
E movieron de a l l f , e viniéronse para Valladolid la reyna e e l
rey e todos los otros con ellos.
E otro dfa de mañana fízolos ayuntar la reyna todos ante sí. E
mandó adozir y al conde don Alvaro que teníe en la prissión. E
quando l e pararon ante e l l a fue él muy desmentado que le manda-
ríe matar. E levantósse Muño Matheos de Avila, e dixo assí:
"Señora, el conde don Alvaro se levantó contra vos'; e quisso
Dios e la vuestra buena ventura e el derecho que teníedes, que le
ovistes® a prender. Pero rogamos vos e pedimos merced que non
catedes al yerro 4 que el conde fizo, mas que catedes a c ó m o sodes
la mejor señora d e l mundo e fija del mejor señor que en el mondo
ovo c m i s desventurado, e quel 4 ayades merced, ca c o m o quier
que en esto vos desirvió, otras cossas acacsgcrán si Dios quisiere en
que vos sirva él e su linaje. Pero señora, desta guisa sea la merced,
que vos de él*, e todos los que de 7 su ayuda son, los castillos e
fortalezas que tienen".
E dixo la reyna doña Berenguela:
"Gradesco yo a Dios la buena andanza que me dio, e a vos*, to-
dos los míos vasallos, que lealmente me ayudastes. E si Dios quissio-
re, don Ferrando e yo vos faremos por e l l o mucho bien e mucha
m e r g e d . e al conde y o le faré m§r$ed, e más mesurado deviera ser
de levantarse contra m f ' .

1 herrera, A C .
2 con otro», B.
3 ovicicdc!, B.
A hierro, A; H e n o , C .
5 mundo e <juc le, B.
6 vos den el, B.
7 los de, A C .
8 a vea, A .
9 de ser en, B.
41

Del A n d a l u z fa

Después desto nuestro señor el rey don Ferrando travajó 1 en c o n -


querir el Andalucía. E sacó su hueste para Castilla, c otra vez a
Quessada e otra vez a Loxa 3 .
E sirviéronle e l congejo de Avila bien e l e a l m e n t e , e fiziéron
muchas espolonadas a servigio de Dios e d e l rey, en que fueron muy
bien andantes.
E fueron con él tres vezes a gercar a Jaén, e la primera vez possó
el congejo de Avila en aquella plaza que se faze gerca de las huestes
contra Castro.
E la 8 segunda vez pussieron al trabuquete, e ellos 1 eran los delan-
teros contra la villa en la posadas. E fincando las tiendas e querien-
do se asossegar, dió salto el poder de los moros de Jaén en ellos,
asf que ante que se acordasen mataron y dos cavalleros de Avila,
al uno dezfen Gutierre Yñigo' e al otro Domingo Estevan. E l l e -
garon a la tienda de Muño Gil el Grande e de Gómez Gómez, e 5
comengaron de robar lo que y fallaron. E recudieron 7 Muño Gil e
Gómez Gómez en" ellos, e fueron y muy buenos por sus manos, assf
que mataron y siete moros. E entre tanto acoxéronse los otros c a -
valleros a las armas, quien de pie quien de c a v a l l o c o m o más ayna
se podfen guisar; e recudieron' sobre Muño Gil e sobre Gómez Gó-
mez, e'° firieron en los moros, e mataron muchos dellos e v e n g i é -
ronlos; e metiéronlos dentro en sus barreras e salieron ende todos
muy bien, salvo ende Blasco Velásquez' 1 , que entró ya quanto más
adentro, e cansó el cavallo con él, e non podfe cobrar al cavalgar

1 t r a b a j o * , BCD.
2 lexa, A C .
J a la, A C .
4 punieron [blanco) ellos, A C D .
5 Ycnego, A C .
6 e de Gómci e, A C .
7 remlleron, AC.
8 C Gómez «o, AC.
9 acoglctonse, A C .
10 sobre Córner «, A .
11 Blasco Masque», A C .
12 no alcanzó a cavalgar, B.
42

en é l , c a y o l e saliosse de pie con los otros cavalleros. Esto 1 fizieron.


ante que assosegados fuessen en las possadas. E después desto f i z i e -
ron dos espolonadas en quel fué muy bien.

De Jaén

La segunda vez mandolos possar el rey en una cabeza que es sobre


e l alcázar, e era logar que se non podrfen acorrer quando menester
les fuesse 1 los de la hueste. E dizen que los mandó possar a l l í e l rey
porque era sañudo contra ellos porque fueron tarde.
E c o m o estavan' gerca del alcázar e apartado, salfen los moros
cada d£a a ellos. E ellos defendíanse 1 bien, e recudieron siempre
con ellos, e r e v i v i e r o n los moros muy grandes daños dellos. Pero
en todo estavan a l l í en muy gran peligro.
E entre tanto fue don Alfonso Téllez al rey, e pidiol merced que
mandase dar a su fijo don T e l l o que fuese a possar a l l í con los de A-
v i l a , e e l rey tóvolo por bien; e don T e l l o era muy buen cavallero de
armas, e punava en mostrallo allí, assf que por mejorarse d e los de
Avila, e los de Avila dél fizieron muchas espolonadas buenas
E un día cuydó don T e l l o furtarles cavallería, e espolonó ante
que los de Avila se huviasen 1 armar, e fue él y muy bueno. Pero
los moros toviéronsele muy bien, así que é l ovo de recodir afuera. E
f i n c o y Ferrán Suares derribado e íerido de muerte, ansí que non f i n -
c ó otro orne sobre él, syno don* Lorengio Xuárez su hermano, ques-
tav a en e l peligro de muerte. Entre tanto aguijaron los de A v i l a e fi-
zieron gran daño en los moros, e fiziéronlos embarrar dentro en el a l -
cázar. E sacaron a don 1 Lorengio questava muy coytado' e a F e -
rrán Suárez, su hermano, ferido de muerte, e después murió en las

] e t le, A .
2 íutMn, A.
3 eaan, AC.
4 dfa e ellos deícodieroese, A .
5 huyanse, A; h u y a n K , B; y y a ' e n , CD¡ pudieran, Arfa; hirvieren, C o r a n Moreno.
6 sobre «1 d a n , A .
7 cortado, A C .
43

posadas. E ansí fueron afincados los moros aquella vez que después
nunca osaron salir 1 más de fasta las barreras.
E otro día aguijaron a las barreras ginco cavalleros de Avila, e e -
ran estos: Bartolomé Gil e Ferrán Gargla e don D i e g o e sus germanos,
e Gómez e l chicón 2 e X e m é n Gómez. E entraron por las barreras.
~~E violo Estavan Domingo e dixo contra su germano Vlasco Vlás-
quez e contra Mufio Vlasco e Azena 1 X e m e n o , f i j o de X e m e n San-
cho, y a Gargía Estevan;
"Vedes a l l í nuestros enemigos qué buen fecho fazen. Vayamos nos
mejorar dellos, si non non somo para tomar a Avila sin vergüenza",E
quando llegaron a las barreras fallaron los otros en muy gran priessa ,
e fueron ferir en los moros. E dessa llegada murieron y bien doze de
los moros, e a los otros metiéronlos por e l postigo d e l alcázar, ansí
que Es tevan Domingo mató un moro an erante de la puerta. E de a l l í
fueron los moros tan escarmentados que 9erraron el postigo d e l a l c á -
zar a piedra e a c a l , e en guissa que jamás non l e abrieron mientra
los de Avila se vieron a l l í possados.
E don Tello a esta sazón estava en su tienda jugando a las tablas
con Sant Muñoz, un 4 cavallero de Avila, e preguntol don Tello:
"Sí voz v a l g a Dios, qué debdo avíen estos cavalleros que fueron a
acorrer aquellos primeros?".
E dixo San Muñoz: "en buena f e , don T e l l o , son sus enemigos 1 '.
E dixo don Tello: "por Dios, esto non farfe y o , c a si 8 e l mío e n e -
migo fuesse en t a l lugar, folgarme y e 8 que le matassen e non l e a-
c o n i e r a yo",
E dixo San Muñoz: "por Dios, don T e l l o , esto non fazen los de A -
v i l a , c a en tal lugar acaesgiendo, non se trabajaríen d¿l,si non de a c o -
rrerle e mejorarse en aquel fecho si pudiesse, c a ninguno non se teraíe
por bengado en muerte de su e n e m i g o si l e non mata por su mano assf
c o m o deve". E dixo don T e l l o que los tenfe por muy bien acostumbra-
dos en ello e por mucho enseñados.

1 Harta q u í llega el m í a m é r i t o , B.
2 el eitorcon, C ; Gótoei Chico, Arfa; «I c h i c a n , Gómez Moreno.
3 Amu-, A r b .
4 en, A .
5 y. A .
6 muy acoatumheiuloa, A .
44

E otro dfa fizieron los de Avila otra espolonada por esc lado, en
esta orilla 1 del castillo, contra e l trabuten 2 estava, y el lugar era
peligroso que todos se maravillavan de c ó m o los cavalleros por y po-
dían andar. E mataron y muchos moros, e fueron y bien andantes,
pero matáronles y muchos cavallos, mas pechólos nuestro señor el rey
muy bien a gran onrra dellos.

(Fernando III, rey de León]

E a l l í seyendo, l l e g ó mandado a nuestro señor el rey don Ferran-


do de c ó m o era finado el rey don Alfonso de León su padre. E mo-
viósse de allí, e fueron los cavalleros de Avila con él, e entraron en
tierra de León, que teníe que se alborotaríen algunos por non les res-
cebir por señor, c a andavan en ello don Alvar Ruiz Diablo diziendo
que a don Alfonso de Molina devíen recebir por señor de sí. Quiso
Dios e el derecho que nuestro señor el rey don Ferrando teníe e don
Alfonso que se conoció a e l l o , quel recebieron todo el reyno por s e -
ñor al rey don Ferrando. E los cavalleros de Avila nunca se quitaron
dél daquí a questo fue acavado e el rey lo ovo assosegado.

[Conquista de Jac'n]

Otra vez fueron con él a cercar a Jaén, c sirviéronle siete meses,


e fizieron y dos espolonadas. La una fue a la puerta de Fonsario, e
metiéronlos todos en el castillo, en guissa que en las barreras non
fincaron ningunos. F. mataron y muchos moros, e ellos non recebieron
y ningún daño, salvo ende a la salida, que dieron a Estevan Domin-
go dun tragazete quel passaron el brazo e la loriga de amas partes, e
una langada a Vlasco Vlásquez su hermano, e otra a Lázaro Muñoz, e
una saetada a Pascual Gómez, e mataron un c a v a l l o e Enego R i c ó n 3 ,
fijo de Vlasco Yénego, en la mayor prisa que y ovo. E los cavalleros
de Avila no se quitaron ende fasta que sacaron la silla, e l freno* e
el c a v a l l o en salvo.
t l.ido que está o Avila, C .
2 trabuquete, Góme¿ Moreno.
í roncon, C; Ycnego Rincón, Gómcf Moreno.
4 e freno, Córner Moreno.
45

Después desto, el día de año nuevo, los moros metieron su g e l a -


da fuera de la v i l l a contra Castro, e dieron siete cavalleros que l l e -
garon fasta el alcantarilla. Yendo por el c a m i n o contra Castro, fa-
llaron y unas azémillas de don Alvar Gil de Villalobos, e acogiéron-
las.
F. los cavalleros de Avila acogéronse 1 a los cavallos, e fueron
por tollérgelas. Ca ante que los cavalleros llegasen al alcantarilla
teníen los moros las azémilas en la v i l l a , e quando allanaron* los
cavallos suso, luego en la punta 5 , llegaron Vlasco Vlásquez e Mu-
ño Fernández e Savastidn Pasqual e otro cavallero con ellos. E vio
Vlasco Vlásquez c ó m o estavan ya en salvo, e dixo que se tornasen. E
dixo Sabastián Pasqual: "por Dios, don Vlasco Vlásquez, atendamos,
e si nos llegase compaña aguijaríamos a ellos". E dixo Vlasco Vláz-
quez: " s e m é j a m e desaguissada, c a ellos están ya en sus barreras, e
non estamos bien guarnidos, e el rey e don Alfonso, su fijo, e todos-
Ios de la hueste están a ojo, e non avíe menester que saliéremos en-
de c o m o non devíemos".
E estando en esto, llegaron Niculás Ximeno e García Estevan e
Juan Gómez e Juan Domínguez e don Tacón* e García Vlasco e Do -
mingo Xemeno e l cavera* e otros cavalleros con ellos: por todos
fueron diez e siete. E ya en esto andavan y bien quinze cavalleros de
los moros para fazer l o s salir.
El dicho Domingo Xemeno quiso revolver en nuevas de aguijar, e
dixo Vlasco Vlásquez: "sed lindado, c a non tenemos sazón". E Domüv
go Xemeno ya que dixo que non le respondió bien. E Vlasco Vlásquez
fincó las espuelas al c a v a l l o [e dixoj*: "confonda Dios quien peor y
fuere". E fueles ferir, e los otros cavalleros con é l .
E dexáronse vencer los moros fasta en la gelada. F. salió de la Ro-
lada fijo de Escobilla 7 bien con cinquenta cavalleros bien guissados
e quinientos peones. E los diez e siete cavalleros non estavan bien

1 ¿cogiéronse, Gómei Moreno.


2 Al Ion avan, C D .
3 punto, A .
4 don tanto, AC; U l o o , O; tanto, Arir¡ Taccra, GÓmti Moreno.
5 c a b r i a , D.
6 Intercala Gomei Moreno.
7 ítxo descobrilla, O .
46

guisados, porque cavaigaron en rrebate', que non avfe y más de tres


que troxiesen lorigas e brafuneras, e estos fueron Juan Gómez e don
Tacón 3 e Scvastián Pascual.
E por sacar a los cavalleros dentre, los peones fizieron recodida.
E quando los cavalleros fueron ya quanto apartados de los peones, re-
cudieron con ellos. E fueron derribados quatro cavalleros de los m o -
ros, e vencieronse fasta que llegaron entre sus peones. E de a l l í re-
cudieron ottra vez a gaga, que non ossaron entrar en los peones, e los
moros en pos ellos. E quando los vieron apartados de los peones,agui-
jaron otra vez a ellos; c los moros vencieronse, e fueron y bien siete
derribados de los moros. E entraron otra vez entre sus peones, e de
a l l í recudieron a gaga, pero essa vez recibieron ya tanto d a ñ o c a ma-
taron y tres cavalleros e fieron a Vlasco Vlásquez de una langa-
da de guissa quel entró por e l costado una partida, pero quiso Dios
que aquellos tres cavalleros que mataron los cavallos sacáronlos en
salvo. E los moros de aquella vez non rrecudieron en pos ellos, e salie-
ron ende onrrados. E por estos servigios e por otros muchos el rey don
Fernando les fizo mucho bien e mucha merced. E desta vez ovo don
Ferrando a Jaén .

[Rebelión de Rodrigo Gómez]

Después de a poco tiempo algosse don Rodrigo Gómez enCastro


Cisneros, e fue el infante don Alfonso, fijo del rey don Fernando,
cergarle. Pero quisso Dios e fueron con él el concejo de Avila, e sir-
viéronle y bien e l e a l m e n t e , assí que ovo de venir don Rodrigo Gó-
mez a mano del infante, e ovo de fazer quanto él mandó.
Assí e l infante ovo de entrar luego a Portogal, e el rey don Fer-
nando embió dezir a los de Avila que non fuesen y . E por temor del
rey non fueron y , e con sabor de servir al infante, la meatad de la
fonsadera que avíen aver los cavalleros dieróngela al infante, e non
quissieron ellos tomar nada.

1 llévate, C .
2 talón, D.
3 cavalleros, A .
4 La conquista de j a é n fue el ano 1244.
47

[Del rey don Alfonso]

Después a tiempo finó el rey don Fernando', e reynó nuestro


señor el rey don Alfonso.
E moviósse la guen-a d e l rey de Aragón e de don Enrique su her-
mano e de vasallos de don D i e g o . E el rey embió por todos sus vasa-
llos e por los concejos de Extremadura. E mandóles que fuessen a So-
ria, e que 1 la tomasen*.
E los cavalleros de Avila, con gran sabor que avíen de servirle,
guissáronse mucho a priessa e fizieron gran premia a todos los de la
v i l l a que fuessen y , assf que de moros tan solamente fueron fasta se -
tonta cavalleros guissados de cavallos e de armas e quinientos peones.
E llegaron todos a F.llón assf que ovieron y una carta del rey
que se tornasen los moros a Avila, e quel diesen dos m i l i maravedís.
E los cavalleros entendieron que seríe gran -deservicio del rey si se
tornasen los moros, e entendiendo que e l rey avíe menester los dine-
ros, ovieron su acuerdo e embiaron a Gómez Ñuños e a Gongalo Ma-
theos al rey, que era en Vitoria 4 , quel pidiessen merged, quel pi-
diessen que los moros fuesen en su servigio; e ya que los dineros mu-
cho menester los avíe, que embiase luego a Avila a cojer la fonsare-
da d e los que non pudieron venir en la hueste, c que abríc é l luego
los sus dineros. E en razón de aquellos dos mili maravedís, que le qui-
tavan los cavalleros la meatad de la fonsadera que ellos devíen a v e r ,
en que avríe muchos más dineros que estos, c a por savor de levar gran
gente en la hueste non quissieron levar escusados ningunos.
E Gómez Ñuño e Gongalo Matheos llegaron al rey a Huebre ,
que es cerca de Vitoria \ E dixéronle de parte de los cavalleros
toda esta razón. E e l rey plogol, e agradeciólo mucho, e dixoles yva
para Orduña, e a don Manuel a v í e embiado a Soria, e mandóles que
fiziesen quanto don Manuel mandase, c a e l luego serie con ellos.
Dixol Gongalo Matheos "señor, nos por fuero avernos de non yr en
hueste, sinon con el vuestro cuerpo, mas con esta priessa en que so-

1 La m u e r t e de Femando n i ocurrió en I 2 S 2 .
2 quel la, A .
3 tovleien, C D .
4 ellos, C ; León, D.
5 Victoria, A .
6 guebre, C ; huete, D .
7 Victoria, A .
48

des non cataremos y fuero, ni ottra cossa,sinon servir vos 1 quanto p u -


diéremos, mas pedimos vos por merged que embiedes dezir a don Ma-
nuel que non nos desafuere d e l bien e de la merged que de los otros
reyes e de vos ovimos".
E preguntol e l rey: "en qué?". E dixol el Congalo Matheos, "que
cada que acaesgió en hueste fueron, siempre estovicron el concejo de
Avila aver las primeras feridas e guardar la seña del rey, e si él en-
tendie que% mayor servigio le faríen en ello, que las primeras feridas
les diesse". E mandó el rey a don García Pérez su notario que les d i e -
sse carta para don Manuel, que en esto e en todo lo al les fiziesse me-
joría que a todos los otros.
E salió don Gargía Pérez, e Gómez Ñuño e Gongalo Matheos con
él, fuera de la tienda; e a poca de pieza mandólos el rey a los que es-
tavan con él a e don Nuflo e a don Alvar Díaz e Lorengio Suárez, e a
otros cavalleros muchos con ellos, e levantaron todos [lac. ]2 a e -
llos, e díxoles e l rey: "Qué es aquello que deziedes en que y o v o s d e s -
afuero?".
Dixo Gongalo Mateos:
"señor, non vos deximos que nos 1 desaforárades, mas pedimos
vos por merged que embiedes dezir a don Manuel que non nos desafo-
rasse".
E dixo el rey: "acha, en qué?".
E dixo Congalo Matheos: "señor, en quel concejo de Avila en las
huestes siempre ovo las primeras feridas, e guardaron la seña d e l rey.
E pedimos vos merged, que si vos entendedes que mayor servigio vos
faríemos en e l l o , que las primeras feridas nos mandásedes dar, c o m o
quier que aquellos donde nos venimos siempre sirvieron bien los seño-
res que ovieron, e nunca mayores [ l a c . ] 4 ovieron que nos avernos por
servir, e señaladamente más contra Aragón si vuestro servigio es".
E dixo el rey: "esto, por qué?".
E dixo Gongalo Matheos: "Señor, assí acaesgió, quando el Empe-
rador que fue donde vos venides fincó niño el teníen en Trava. Vino
el rey de Aragón, que era cassado [con su madre] a Avila con gran
hueste quel regibiessen por señor. E los de Avila dixéronle que non lo

j voi, Gómez Moreno.


2 En b l a n c o .
3 non, A .
4 En blanco en todos; sabores?, G o m e ' Moreno; s e r v i c i a s ? .
49

faríen, ca señor avien a quien avien fecho o m e n a j e , e él vibiendo


nunca otro señor avrxen E dixo e l rey de Aragón que non v i v i e ; mas
si e l l o s d e x í e n que sí, quel mostrasen, e descercarlos ye; si non, quel
obedeciesen por señor. E pusieron este pleyto con él, e diéronle sesen-
ta cavalleros en arrefenes, e tomaron plazo a quel mostrasen. E f u e -
ran trescientos cavalleros a Trava e aduxeron su señor ante d e l plazo.
E díxoles el rey de Aragón que ge le aduxiesen a su tienda, e si le
conociesse que él los dcscercaríe. E dixeron los de Avila que non le
mostrarfen en su poder, más que ge lo mostrarfen en un lugar que f u e -
ra comunal.
E e l rey de Aragón por esto fizo justicia de los que teníe en arre-
henes, en esta guissa: c o c i ó dellos, e los otros metiólos en sarzos,
yendo contra la villa; e sus parientes mismos oviéronlos de matar. E
por esto avernos favor combatir a Aragón, en sirviendo a vos".
E dixo e l rey: "esso non era justicia, c a justicia es fazer d e r e c h o ,
mas e l fizo tuerto. E, si Dios quisiere, en lugar l e tenemos que de t o -
do aviemos aver derecho".
E después e l rey ovo detardar su venida a Soria.
E cumpliéronse los tres meses. E vinieron los de Zamora al rey, e
dixéronle que eran complidos los tres meses, e que non estaríen y
más. E sopiéronlo los de Avila, e fueron a los otros concejos d e Es-
tremadura que ellos non se quitaríen de a l l f e serien en su servicio
daquí a quel rey de Aragón ovo de venir a Soria a meterse en su ma-
no a fazer quanto é l mandase. E ansí sirvieron su señor dcsta vegada.
53

INDICE DE LUGARES

Ajarafe, v i d . Axarafe.
Alarcos, (Alarcos, Ciudad Real), 13 y 3 2 .
Algalicl, 24.
Alpalio, 34.
Alva, concejo de, (Alva, part. Getafe, Madrid), 34 y 36.
Alvacova, lugar, 2 9 .
Andalucía, 4 1 .
Aragón, rey de, 14 y 4 9 .
Arcicl, 2 5 .
Arevadillo, lugar (Arevadillo, part. Piedrahita, Avila), 35.
Arnedo, (Amedo, prov. Burgos), 2S.
Avega, 2 4 .
Avila, cabeza de, 2 5 . Passim.
Axarafe (Ajarafe, prov. Sevilla), 2 7 .

Baeza (Baeza, prov. Jaén), 37.


Barba Azedo, cabeza de, 19.
Bayuela, 32.
Béjar (Béjar, prov. Salamanca), 31.
Berrueco Pardo, 34.
Brabezos, 18.
Burdel, 34.

Calatayud (Calatayud, prov. Zaragoza), 2 5 .


Calatrava (Calatrava, part. Almagro, prov. Ciudad Real), 3 1 .
Cantaragillo (Cantaracillo, part. Peñaranda de Bracamonte, prov.
Salamanca), 36.
Cantiveros (Cantiveros, part. Arévalo, prov. Avila), 19 y 26.
Carpió, El, 34.
Castaño, lugar, (El Castaño, prov. Avila), 19 y 2 6 .
Castilla, 14.
Castro, 41 y 4 5 .
Castro Cisneros, 4 6 .
Cinco Villas (Cinco Villas, part. Atienza, Guadalajara), 17 y 18.
Ciudad, la (Ciudad Rodrigo, prov. Salamanca), 2 3 .
54

Congosto (Congosto, prov. Salamanca), 35.


Constantina, v i d . Costantina.
Corita, v i d . Zorita.
Costantina (Constantina, part. Cazalla, S e v i l l a ) , 33.
Covaleda (Covaleda, prov. Soria), 1 7 .

Oiagiego, 21.

El Carpió, v i d . Carpió.
El Castaño, v i d . Castaño.
Escalona (Escalona, part. Toledo), 3 2 .
Estrada, 1 8 .
Extremadura, cabeza de, 13; los concejos d e , 38, 39 y 4 7 .

Fcnar, 2 3 .
Fcn^ra, 4 0 .
Fervencia, lugar, 2 3 .
Fontiveros, v i d . Fucntiveros.
Forcaxo (Forcajo, part. Arcvalo, prov. Avila), 3 6 .
Fucntiveros (Fontiveros, part. Arevalo, Avila), 2 1 .

Jaén, 13, 41, 4 4 .


Jerez de los Caballeros, v i d . Xerez.

Lara (Lara de los Infantes, prov. Burgos), 17.


León, 35 a 39 y 4 4 .
Loxa (Loja, prov. Granada), 4 1 .

Navarra, 33.

Ordufla, (Ordufia, prov. Vizcaya), 4 7 .


55

Paredes, portezuelo d e , 3 2 .
Peña Aguda, lugar (Pcfla Aguda, prov. de Avila), 3 5 .
Pefta del Rey, 3 4 .
Pcñaflor (Pefiaflor de Hornija, prov. Vallado! ¡d), 3 1 .
Plarengia (Plasencia, prov. Cáccres), 3 1 .
Portogal (Portugal), 4 6 .
Puente del Congosto, la (La Puente del Congosto, prov. Salamanca),
31.

Quessada (Quesada, part. Cazorla, | * o v . Jaén), 14 y 4 1 .

Rasueros, lugar (Rdsueros, part. Arevalo, prov. Avila), 3 6 .


Rostro de la C o l i e l l a , lugar, 1 8 .

S a l a m a n c a , 34 y 3 5 .
Salinoral (Salmoral, part. PeQaranda de Bracamonte, prov. S a l a -
manca), 3 6 .
Salvatierra (Salvatierra de Tormcs, part. Alba de. Tormos, prov. Sa-
lamanca), 3 6 .
, Santiago, ¡ g l c s i ^ d e A v i l a , 2 6 . | ^ ^
£ Santiago de r n m f f i l f o , ( p r o v . 3 6 . ?
Sant C l e m e n t e , iglesia de Avila, 22; puerta de T o l e d o , 3 0 .
Sant Juan, iglesia de Avila, 3 7 .
Sant Martín, puerta d e , 3 0 .
Sant Pedro, iglesia de Avila, 2 6 .
Sant Silvestre, iglesia de Avila, 2 6 .
Segovia, 19.
S e v i l l a , 10, 24 y 2 7 .
Soria, 14, 4 7 y 4 9 .
Sotaltalvo (Sotalvo, part. y prov. Avila), 2 6 .
S o t i e l l o , b a t a l l a d o , (Sotillo, part. Jacn), 3 2 .

T a j o , rfo, 13, 3 8 .
Talavera (Talavera de la Reina, prov. T o l e d o ) , 12, 13, 24 , 27, 28
y 32.
T o l e d o , 13, 17, 30 y 3 2 .
56

Toro (Toro, prov. Zamora), 3 5 .


Trava (Santa María de Traba, part. Caibailo, La Corufla), 20, 48
y 49.

Ubeda, batalla de, (Ubeda, prov. Jaén), 13, 33 y 3 4 .

Val de Corneja, lugar, 2 3 .


Valladolid, 36 y 4 0 .
Verganga, 3 6 .
Villalobos (Villalobos, part. Benavente, prov. Zamora), 4 5 .
Vitoria, 4 7 .
Vizcaya, señor de, 3 4 .

Xerez Vadajoz (Jerez de los Caballeros, Badajoz), 2 7 .

Zagbula, batalla de, 10.


Zorita (Zorita de los Molinos, part. Avila), 2 6 .
57

INDICE DE PERSONAS

Abengamar, 10.
Aben-Jacob, v i d . A v e y a c o .
Abu Yacub, v i d . A v e y a c o .
Alfonso I, rey de Aragón (1104-1134), 9, 19 a 21, 48 y 4 9 .
Alfonso VI, rey de León-Castilla (1072-1109), 17.
Alfonso VII, rey de León-Castilla (1126-1157), 9, 12, 13, 19, 20,
22, 38 y 4 8 .
Alfonso VIII, rey de Castilla (1158-1214), 12, 13, 30, 32, 33, 36,
37 y 39.
Alfonso IX, rey de León (1188-1230), 38 y 4 4 .
Alfonso X, rey de León-Castilla (1252-1284), 14, 46 y 4 7 .
Alfonso de Molina, 4 4 .
Alfonso T e l l e z , 4 2 .
Alvar Díaz, 4 8 .
Alvar CU de Villalobos, 45
Alvar Ruiz Diablo, 4 4 .
Alvaro, conde de Lara, 4 0 .
Azedo, el, 19.
Azena Xemeno, 4 3 .
Aveyaco, 10 y 2 3 .

Bartolomé Gil, 4 3 .
Berenguela, reina de Castilla, 13 y 38 a 4 0 .
Blasco, v i d . V l a s c o .

Corraquín, v i d . Zorraquín.

Dalagen, rey filio, 10.


Diego Bretón. 2 5 .
Diego López de Iiaro, señor de Vizcaya, 34 y 4 7 .
Domingo Este van, 4 1 .
Domingo García el Grande, 3 5 .
Domingo Velasco, obispo de Avila, 31.
Domingo Xemeno. el cavera, 4 5 .
58

E n a l v i e l l o , adalid de A v i l a , 8 , 9, 11, 12, 27 y 2 9 .


Enego Ricón, 4 4 .
Enrique I, rey de Castilla (1214-1217), 13, 38 y 3 9 .
Enrique, infante de Aragón, 4 7 .
Escobila, f i l i o de, 4 5 .
x
Estevan Domingo, 4 3 y 4 4 .
Estevan Yllán, alcalde de T o l e d o , 13 y 3 0 .

Fernando II, rey de León ( 1 1 5 7 - 1 1 8 8 ) , 12, 22, 23 y 3 0 .


Femando III, rey de León-Castilla ( 1 2 1 7 - 1 2 5 2 ) , 14, 39, 4 1 , 4 4 , 46
y 47.
Ferrán Fernández de Verganga, 36 y 3 7 .
Fcrrán García, 4 3 .
Ferrín Ruiz d e Castro, 13 y 3 0 .
Ferrán Suares, 4 2 .
Ferrando, conde, 36 y 3 7 .
Fortún Fortííncz, 2 7 .

García Estevan, 4 3 y 4 5 .
García Pérez, notario del rey, 4 8 .
García Vlasco, 4 5 .
Gil d e Bretón, 2 5 .
Gómez el c h i c ó n , 2 5 .
Gómez Gómez, 41
Gómez Ñuño, 4 7 y 4 8 .
Gómez X i m c n o , adalid de Avila, 23, 26 y 2 7 .
Gongalo Matheos, adalid de Avila, 14, 34, 4 7 y 4 8 .
Gutierre Yfligo, c a v a l l e r o de A v i l a , 4 1 .

Ibanez, v i d . Ybáflez.

Juan Domínguez, 4 5 .
Juan Gómez, 4 5 .

Lázaro Muñoz, 34 y 4 4 .
Lorenzo, criado de Ñuño Matheos, 3 5 .
Lorengio Xuárez, 4 2 y 4 8 .

Manuel, infante de Castilla, 4 7 .


Martín Malo, 3 1 .
Muflo Echaminzuide, 1 7 .
Muño Fernández, 4 5 .
Muflo CU, 33, 36 y 4 1 .
s
Muflo Ravia, 3 1 .
Muflo Vl&qucz, 37 y 4 3 .

Nalvillos, v i d . E n a l v i e l l o .
Niculás Ximeno, 4 5 .
Ñuño Matheos, adalid de A v i l a , 13, 34 , 35, 38 y 4 0 .

Olivero, 2 6 .

Pascual Gómez, 4 4 .
Pedro Ferrández de Castro, 3 4 .

Raimundo, v i d . R e m o n d o .
Remondo, conde de Borgoña, 9, 17, 19 y 2 2 .
Rodrigo Gómez, 4 6 .
Roldan, 2 6 .

Sancho III, rey de Castilla (11S7-1158), 10, 22, 30 y 3 8 .


Sancho Fernández, 35 y 3 6 .
Sancho Velasco, 2 1 .
Sancho X i m e n o , adalid de Avila, 11, 23, 24 y 2 6 .
Sant Ganjía, 3 4 .
Sant Muñoz, 4 3 .
Savastián Pasqual, 4 5 .
60

Tacón, don, 4 5 .
T e l l o , don, 42 y 4 3 .

Vigent Ñuño, 30, 32.


Vlasco Cardiel, 24 y 2 5 .
Vlasco Muñoz, e l soberbio, 3 4 .
Vlasco Vlásquez, 41, 43 a 4 5 .
Vlasco Ximeno, 8 , 12, 2 1 .
Vlasco Yenego, 4 4 .

Xemén d'Arciel, 25.


Xemén Blázquez, 8 .
Xemén Gómez, 4 3 .
Xemén Sancho, 4 3 .

Yagüe, adalid de Avila, 32, 33 y 3 7 .


Ybáflez Nufio, 30 y 3 2 .

Zorraqufn Sancho, 24 y 2 6 .
INDICE GENERAL

Introducción '

15
Texto

[Repoblación por e l conde Ramón] 17


[Los serranos]
[Pactos con Alfonso el Batallador] 19
20
[Asediode A v i l a ]
[Desafío al Batallador] 21
[Alfonso VII el Emperador] 22
[Sancho III el Deseado] 22
[Repoblación de Ciudad Rodrigo] 23
De Sevilla 23
[Blasco Cardiel) 24
Do Surraquín Sancho
De los Serranos 26
De Enalviello 27
De don Alfonso [VIII] 30
[De Muño Ravia] 31
De la de Alarcos 32
La de Sotillo 32
De Talavera 32
[De Ubeda] 33
De Costantina e del Burdel 33
[Guerras con e l reino de León] 34
De Sancho Fernández 35
De don Fernán Fernandes 36
[De Guliena] 37
Del rrey don Enrrique 38
[Proclamación de Fernando III] 39
De la Andalucía 41
4
De Jaén 2 _
[Rebelión de Rodrigo GómezJ '

•i.
4r¡
(Del rey don Alfonso) 47

Indices:

Indice d e lugares
Indice de personas 5?
Este libro se terminó de imprimir
en la Editorial Anubar,
Darío de Valcárccl, 7
de V a l e n c i a ,
e l d í a 13 de Mayo de 1966

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