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Título: Dispute Boards, Derecho Argentino y Contratos de Construcción


Autor: Muñoz, Francisco J.
Publicado en: RDCO , Volúmen 284 , Página 633
Sumario: I. A manera de introducción.— II. Aproximación a los Dispute Boards: 1. Concepto de Dispute
Boards. 2. Principales características de los Dispute Boards. 3. Clases de Dispute Boards. 4. Instituciones y
reglamentos de Dispute Boards vigentes. 5. Ejemplos de uso de DB en el Mundo y en Argentina. 6. ¿Cuáles son
los beneficios reales de los DB en contratos de obra o construcción? 7. Costos de los DB. 8. Dispute Boards
como mecanismo de resolución de conflictos previo al arbitraje.— III. Implementación de los Dispute Boards
en Argentina: 1. El Derecho Argentino permite acordar la implementación de Dispute Boards. 2. Uso de los
Dispute Boards en contratos de construcción bajo el derecho argentino. 3. ¿Es posible la utilización de los
Dispute Boards en los contratos de obra pública? 4. Consideraciones a la hora de incluir Dispute Boards en
contratos de obra pública. 5. Contratos de Participación Público Privada en Argentina y Dispute Boards. 6.
Materias susceptibles de ser decididas por Dispute Boards. 7. Reglamento de Dispute Boards a aplicar.— IV.
Conclusiones.
I. A manera de introducción
Los Dispute Boards son una herramienta muy utilizada por las partes en contratos de obra y construcción, a
los fines de lograr un mayor control sobre las controversias que se suscitan a lo largo de la ejecución del
contrato, evitando largos y costosos arbitrajes o procesos judiciales posteriores que dilaten el normal
cumplimiento de las obligaciones de las partes.
A su vez, este mecanismo contractual de resolución de disputas limita, en gran medida, problemas que
puedan derivarse de sobreprecios, corrupción e interrupciones de las obras.
Este instrumento presenta grandes beneficios para el sector de la construcción y de la obra pública ya que
podría implicar ahorro de tiempo en la ejecución y en el monto total del contrato, como así también los grandes
costos que acarrean procesos arbitrales o judiciales para resolver contiendas.
Como explicaremos a continuación, los Dispute Boards son compatibles con nuestro sistema legal actual
previsto en el Código Civil y Comercial de la Nación (en adelante, "CCiv.yCom."). En particular, consideramos
que los Dispute Boards se adaptan al régimen legal vigente dado que (a) se encuentran dentro de los derechos
disponibles por las partes, (b) son de orden patrimonial, (c) se enmarcan en el principio de autonomía y libertad
contractual y (d) no afectan el orden público. Tal es así que la Ley de Contratos de Participación Público
Privada, recientemente sancionada, incorpora expresamente los paneles de expertos.
II. Aproximación a los dispute boards
1. Concepto de Dispute Boards
Los Dispute Boards (o paneles de expertos en su traducción al castellano, en adelante "DB") han sido
entendidos como mecanismos alternativos de resolución temprana de controversias en la que participan expertos
independientes, constituidos generalmente al inicio de un contrato, que tiene como finalidad prevenir
controversias o colaborar con las partes en la resolución de las ya por medio del dictado de recomendaciones o
de resoluciones vinculantes (1).
El nacimiento de este instrumento es claramente a través de estipulaciones contractuales, siendo el mismo de
carácter voluntario. Las partes, a la hora de contratar, incluyen la cláusula de DB en el instrumento que rige sus
derechos y obligaciones, con el objeto de que un panel de expertos decida diversos conflictos que puedan surgir
durante la ejecución de dicho contrato.
Los DB pueden adoptar diversas formas y variantes. Las partes también pueden decidir el momento de
constitución del DB, pudiendo ser dicho momento al comenzar la ejecución del contrato o ante el surgimiento
de alguna controversia que deban resolver. Todo ello dependerá de la intención de las partes, de los costos que
deseen afrontar y de la conveniencia de contar con un DB desde el inicio, dependiendo de la clase de proyecto
que se trate.
Se señala que el DB también varía de acuerdo al tipo de decisión que pudiera llegar a tomar. En este sentido,
las decisiones de los DB pueden llegar por vía de resoluciones vinculante o por vía de recomendaciones. Las
recomendaciones o resoluciones vinculantes que emiten los DB pueden llegar a integrar el contrato en la medida
en que las partes así lo acuerden. Este último supuesto, las decisiones cuentan con un mayor poder coercitivo ya
que su incumplimiento implicaría un incumplimiento contractual con las consecuencias que ello podría acarrear
(2).

En cuanto a la segunda forma de resolución, si bien las partes no se verían forzadas a cumplir con las

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recomendaciones emitidas por el panel de expertos, lo cierto es que un incumplimiento de una recomendación
sería mal visto por el DB y podría influir en las restantes decisiones a adoptar. Asimismo, es necesario destacar
que las recomendaciones podrían tomar carácter de obligación si es que las partes así lo acuerdan. Generalmente
ello sucede cuando, pasado un tiempo de que la recomendación fue emitida, las partes no la controvirtieron (3).
Los DB no ejercen facultades jurisdiccionales. Esta apreciación tiene efectos concretos en la práctica, ya que
los miembros de los DB no tendrían facultades para resolver conflictos vinculados con cuestiones de derecho o
de interpretación legal de los contratos.
Esta posición adoptada se alinea con lo previsto en el Reglamento de Dispute Boards de la CCI, sancionado
en el año 2004 y que fuera mantenida por el reciente reglamento sancionado en octubre de 2015. El art. 1º de
dicho reglamento establece en su parte pertinente "Los Dispute Boards no son tribunales arbitrales y sus
Determinaciones no tienen fuerza ejecutiva como los laudos arbitrales".
Esta consideración trae como consecuencia que las controversias a someter a consideración de los DB deben
ser técnicas, evaluación de inversiones realizadas, niveles de servicios, costos adicionales, es decir, cuestiones
de hecho (4).
Tal es el criterio adoptado por la Ley de Contratos de Participación Público-Privada, que en el art. 9.w)
sostuvo que se podrá incorporar un panel de expertos para "dirimir las controversias de índole técnica,
interpretativa o patrimonial que puedan suscitarse durante la ejecución y terminación del contrato".
Continuando con el análisis de este instrumento, los DB son un complemento contractual de los mecanismos
jurisdiccionales pactados por las partes para resolver las controversias. Teniendo esta naturaleza, a nuestro
entender los tribunales arbitrales o judiciales podrían considerar que el agotar la vía de los DB antes de
concurrir a la sede jurisdiccional pactada podría llegar a ser un requisito jurisdiccional (5).
Nuestra legislación de fondo si bien no recepta expresamente este mecanismo de resolución de disputas, ha
receptado otras figuras afines que resultan en la práctica bastante similares a los DB. En particular, podemos
mencionar la pericia arbitral prevista en el CCiv.yCom. (arts. 1157 y 1376) y en el Código Procesal Civil y
Comercial de la Nación (arts. 773 y concs.) (6).
Sin perjuicio de ello, debemos mencionar que la Ley de Contratos de Participación Público Privada,
sancionada el 16 de noviembre de 2016 bajo el número 27.328, ha previsto en el art. 9.w) la posibilidad de
constituir paneles de expertos. Estos paneles de expertos, conforme lo previsto por el decreto reglamentario, son
los DB que venimos tratando.
Los mismos tendrán facultades para resolver controversias "de índole técnica, interpretativa o patrimonial
que se susciten durante la ejecución o terminación del Contrato PPP, incluyendo la revisión de las sanciones que
se impongan al Contratista PPP y la de cualquier otro acto o medida que dicte el Ente Contratante y que tenga
efectos sobre el Contrato PPP" (7).
A continuación, trataremos las principales notas de los DB para comprender en su totalidad la dimensión de
los DB y su conveniencia en los contratos en Argentina.
2. Principales características de los Dispute Boards
Ya hemos puesto de resalto algunas de las características principales de los DB a la hora de analizar el
concepto de este instituto. Sin embargo, restan destacar varias de ellas. Las características de los DB no
solamente permitirán entender acabadamente el instituto sino también comprender la importancia del mismo
para contratos como los de obra.
Las características principales de los DB son:
a) Mecanismos de resolución de controversias de surgimiento temprano, generalmente al momento de la
celebración del contrato.
b) Cuentan con paneles de miembros expertos en diversas materias relacionadas con el objeto del contrato.
c) Los miembros de los DB participan activamente durante la vida del contrato, estando informados de todos
los avances del proyecto. Ello hace que los miembros de los DB están familiarizados con el proyecto y
resuelvan los conflictos de manera expedita.
d) Proporcionan soluciones en tiempo real dado que, como se dijo, los miembros de los paneles están
familiarizados con el proyecto.
e) Actúan cuando se inicia una controversia, sin importar el monto ni la importancia de la misma. Los DB
permiten la recopilación de pruebas al instante, sin ser necesaria la reproducción de los eventos con
posterioridad.

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f) Pueden llegar a ser un requisito de admisibilidad de una demanda arbitral o judicial posterior.
g) En caso de ser DB que emitiera decisiones vinculantes, las mismas podrían pasar a formar parte del
contrato.
h) Permiten una más simple recopilación de prueba documental y técnica para un eventual conflicto.
i) No ejercen facultades jurisdiccionales y, en consecuencia, sus decisiones no son ejecutables.
j) Las decisiones de los DB son revisables por el órgano jurisdiccional elegido.
Como se puede apreciar, las ventajas de los DB son evidentes. A manera de síntesis, y en lo que se refiere a
específicamente a los contratos de obra, los DB permiten un control eficiente y en tiempo real de la ejecución de
los contratos, lo que hace en términos generales, disminuir sobrecostos o corrupción que pudiera llegar a
presentarse.
3. Clases de Dispute Boards
Los principales tipos de DB que encontramos en la práctica, y que han sido recepcionados en los distintos
cuerpos normativos (generalmente de instituciones internacionales) que han regulado esta clase de mecanismos
de resolución de controversias, se clasifican teniendo como norte las decisiones que adopta el panel (8).
De esta manera, se observa en la práctica aquellos DB que sólo emiten recomendaciones, y por el contrario
otros que emiten decisiones vinculantes para las partes y ejecutables, o DB eclécticos.
a) Dispute Review Board
Los Dispute Review Boards (en adelante, "DRB") son aquellos paneles que se constituyen con la finalidad
de resolver disputas a través del dictado de recomendaciones que las partes les presentan durante la ejecución
del contrato (9). Los DRB son también conocidos como el modelo de Estados Unidos.
La principal característica de esta clase de DB es que emiten decisiones no vinculantes ni obligatorias para
las partes. En este sentido, las partes pueden seguir las recomendaciones para poner fin a las disputas y
continuar de buena fe el contrato o bien mostrar su desacuerdo con la recomendación e ir al órgano
jurisdiccional pactado para que resuelva la disputa.
Los DRB se caracterizan por generar la convicción en las partes de cierto grado de obligatoriedad de la
recomendación de las partes, aunque en un sentido legal estricto, dicha recomendación no lo sea. La fortaleza de
la recomendación radicará en la decisión que tengan las partes de continuar en buenos términos con el contrato
que los une.
Una versión particular de esta clase de DB creemos que ha sido adoptada por el decreto reglamentario
118/2017 (de la Ley de Contrato de Participación Público-Privada). El art. 9.11.j) establece que el panel de
expertos emitirá recomendaciones que serán vinculantes para las partes si no plantean su disconformidad en el
plazo permitido. Esta previsión es similar a la prevista en el art. 4.1 y 3 del Reglamento de Dispute Boards de la
CCI.
b) Dispute Adjudication Board
Los Dispute Adjudication Boards (en adelante, "DAB") son aquellos DB compuestos por expertos que
emiten una decisión vinculante y obligatoria para las partes, que deben cumplirlas sin demora desde que son
notificados de la decisión (10). Los DAB son también conocidos por ser el modelo de Europa.
Las decisiones de los DAB pueden ser revisadas judicial o arbitralmente, pero hasta la emisión de una
decisión en contrario, deben ser cumplidas por las partes a fin de no demorar la ejecución del contrato. Las
decisiones de los DAB pueden ser ejecutables por la parte que así lo desee.
La idea reinante de los DAB es que se emita una decisión vinculante impugnable en sede elegida, pero que
dicha impugnación no obstaculice la ejecución ininterrumpida del contrato.
Podría sostenerse que éste es el DB mayormente utilizado en la práctica, debido a que permite dar una
respuesta firme frente a un reclamo concreto, que luego podrá ser revisado en sede arbitral o judicial, pero que
hasta que exista resolución firme de la sede elegida, la decisión del DB debe cumplirse.
c) Combined Dispute Board
Los Combined Dispute Boards (en adelante, "CDB") son aquellos DB que emiten recomendaciones sobre
reclamos o conflictos en el marco de la ejecución de un contrato, pero también podrían emitir decisiones
vinculantes si las partes acuerdan eso (11).
En este sentido, los miembros de los CDB tienen facultades suficientes para adoptar cualquier tipo de
decisión, vinculante o no. Queda al arbitrio de las partes o de los miembros del panel determinar en el caso
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concreto qué clase de decisión necesitan para resolver el caso concreto.


4. Instituciones y reglamentos de Dispute Boards vigentes
Diversas instituciones han elaborado reglamentos sobre DB en sus distintas versiones. Al igual que lo que
sucede con los arbitrajes institucionales, las instituciones u organizaciones internacionales revisten gran
importancia a la hora de la promoción, desarrollo de los DB a nivel mundial.
A modo de ejemplo, en el ámbito internacional se hallan los reglamentos de CCI, de la Dispute Resolution
Board Foundation y más próximos a Argentina, la Cámara de Comercio de Santiago de Chile.
El Reglamento de Dispute Boards la CCI fue aprobado recientemente, en octubre de 2015, y cuenta con 35
artículos en los que reconoce los distintos tipos de DB, los procedimientos a seguir, los costos, entre otras
cuestiones. Como todo reglamento de la CCI, es aplicable en la medida que las partes así lo decidan (12).
En cuanto a la Dispute Resolution Board Foundation (13), esta organización preparó una guía en el año 2007
para que sea usada en contratos de obra. Dicha guía establece los principales lineamientos para que un DB sea
exitoso. Asimismo, la Dispute Resolution Board Foundation es la institución que más promueve este
mecanismo de resolución de controversias a nivel mundial, enfocado principalmente a contratos de obra.
En lo que hace al reglamento de la Cámara de Comercio de Santiago de Chile (14), elaboró un reglamento
vigente desde enero de 2015, que resulta novedoso a nivel latinoamericano ya que el único antecedente en la
región de igual importancia es el reglamento de DB de la Pontificia Universidad Católica de Perú del año 2014
(15). Asimismo, la Cámara de Comercio de Santiago también se está encargando de promover los DB
principalmente en Chile, pero también en el resto de Latinoamérica.
Argentina no ha sido ajena a este fenómeno mundial de los DB. Si bien no ha tenido la repercusión que tiene
este mecanismo de resolución de controversias en otras jurisdicciones, dos instituciones han avanzado en la
redacción de reglamentos de DB: el Centro de Mediación y Arbitraje Comercial (16) y el Tribunal Arbitral de las
Ingenierías (17).
Al igual que lo que sucede con la participación de instituciones en otros métodos alternativos de resolución
de controversias, en el caso de los DB, las instituciones tienen finalidades centradas en darle un marco
organizativo y administrativo a los DB, además de la promoción de los mismos a nivel mundial.
Las instituciones pueden llegar a tener una activa participación a la hora de la elección de los miembros de
los DB. Ello, debido a que las instituciones cuentan con un listado de miembros especializados y preparados
para participar como expertos.
Otras funciones de las instituciones son las de realizar cursos de perfeccionamiento para poder integrar
paneles de expertos y también analizar calificaciones de los candidatos a ocupar paneles. Además, las
instituciones administran los procedimientos para evitar que personas se sobrecarguen de trabajo al participar de
DB en varios contratos lo que haría que los procesos se demoraran.
No debemos dejar de resaltar que las instituciones también aseguran que los miembros de los DB
auspiciados por dichas instituciones vayan a ser imparciales e independientes a la hora de ser elegidos, y
mantengan este carácter durante toda la ejecución del contrato.
5. Ejemplos de uso de DB en el mundo y en Argentina
Los DB han sido utilizados en varias ocasiones en proyectos de gran cuantía e importancia en el ámbito de
la construcción, tanto en proyectos de ingeniería civil como de represas, diques y obras de túneles.
A su vez, existe una gran tendencia en organizaciones internacionales de implementar este tipo de
mecanismo de resolución de controversias en sus contratos modelos por los beneficios que los DB conllevan.
Así, contratos estándar de organismos multinacionales de inversión y crédito prevén la constitución de DB para
que actúen durante la ejecución de todo el proyecto a fin de asegurar una auditoria imparcial sobre la inversión y
la resolución eficaz del conflicto.
El Banco Mundial (18), por ejemplo, impone como requisito para el otorgamiento de créditos la utilización
de esta clase de mecanismos. Los contratos modelos de la Federación Internacional de Ingenieros Consultores
("FIDIC") también incluyen DB (19).
Entre los proyectos internacionales que utilizaron el mecanismo de DB en cualquier de sus versiones se
pueden mencionar: (i) el proyecto del Túnel en el Canal de la Mancha; (ii) el Aeropuerto de Hong Kong; (iii) el
proyecto Hidroeléctrico de Ertan en China; (iv) el Túnel Eisenhower en Estados Unidos; y (v) proyectos de
construcción en el marco de los Juegos Olímpicos Río 2016 (20).
En Argentina el sistema se utilizó en la expansión de la represa Yacyretá-Apipé en los años 2003-2006.

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También se observa que en la obra "Infraestructura de la Red Pluvial - Arroyo Maldonado", realizada en la
Ciudad de Buenos Aires, en la cual se implementó un panel de conciliación (con similares características a los
DB).
Consideramos que, a partir de la sanción de la Ley de Contrato de Participación Público-Privada y la
incorporación en dicho cuerpo normativo de los paneles de expertos, el uso de los DB comenzará a ser mayor y
más frecuente.
6. ¿Cuáles son los beneficios reales de los DB en contratos de obra o construcción?
Más allá de las características mencionadas, que reportan también claros beneficios para las partes que
utilizan los DB, este mecanismo de resolución de controversias también tiene beneficios específicos en
contratos de obra o construcción (contratos en los que se sugiere su inclusión) (21).
Los beneficios son:
a) Disminuyen los reclamos porque éstos incentivan la comunicación entre las partes, la cooperación y las
relaciones positivas para resolver amigablemente las discusiones.
b) Se constituyen desde la firma del contrato y participan activamente durante toda la ejecución del mismo.
Ello permite que los miembros de los DB estén en conocimiento de la evolución del contrato y de todos los
conflictos que se van presentando durante su ejecución.
c) Permiten tomar decisiones en forma oportuna. Ello evita que el tiempo de ejecución del contrato se vea
afectado y evita que los costos del contrato aumenten.
d) Son más efectivos que las negociaciones amistosas previas a un litigio porque participan terceros
imparciales. Ello porque propone soluciones desde una óptica de negocios.
e) Permiten la resolución ágil de una controversia durante la ejecución del contrato. Ello hace que no sea
necesario acudir a sede judicial con el tiempo que conlleva obtener una decisión. Además, los DB previenen que
los pequeños conflictos avancen generando una controversia mayor.
f) Desincentivan reclamos frívolos.
g) Limitan los mecanismos que tiene el constructor para detener la obra cuando media un reclamo porque
los DB permiten resoluciones expeditas sobre los conflictos.
h) Son muy beneficiosos en obras que necesitan ser terminadas en un plazo específico, dado que evitan
interrupciones, suspensiones o dilaciones en la construcción motivados por la necesidad de aguardar por una
resolución judicial.
i) Si bien las decisiones de los DB no son directamente, existen mecanismos particulares para generar la
convicción de obligatoriedad y necesidad de cumplimiento por parte de los contratistas. A modo de ejemplo, se
podrían pactar multas, o, de acuerdo al grado de incumplimiento, pactar la terminación del contrato y el pago de
una indemnización de daños y perjuicios.
j) Son menos costosos que el inicio de un proceso de resolución de controversias común (judicial o arbitral).
k) Permiten la producción completa de la prueba al momento de la ocurrencia del hecho o conflicto. Los
miembros de los DB pueden acudir al campo o revisar la documentación al instante. En cambio, en los procesos
posteriores de arbitraje o judiciales la reproducción de la prueba es costosa y, en varias oportunidades,
imposible. En la práctica, los DB evitarían grandes cantidades de documentos adjuntados como prueba en los
procesos.
l) Son flexibles y pueden adaptarse a la realidad del proyecto en el que se plantea.
Como se menciona, son varias y distintas las ventajas de incluir en contratos de obra o de construcción los
DB. Todas estas ventajas pueden resumirse en la eficiencia en la ejecución del contrato, haciendo que el mismo
sea ejecutado en la fecha estipulada y sin sobreprecios.
Sin embargo y tal como lo señala Figueroa Valdés, no debe desconocerse que la eficacia y buen
funcionamiento de los DB solamente puede lograrse con la colaboración de las partes (22).
7. Costos de los DB
Consideramos que el tratamiento de los costos debía encararse de manera separada, pese a ser una ventaja
comparativa respecto de otros mecanismos alternativos de resolución de disputas, ya que es un elemento
sensible y esencial para su incorporación en los contratos (especialmente los contratos de construcción).
Los costos que deben tenerse en cuenta para que se puedan calcular con precisión, deben incluir los
honorarios de los miembros del panel, los honorarios de la organización (en caso que participe), viáticos, gastos
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por audiencias, entre otros supuestos. Se ha calculado, estadísticamente, que los costos de los DB ascienden al
0,015 a 0,045 % del costo del proyecto (23).
Los costos de los DB son sensiblemente más económicos que los costos del arbitraje o de un litigio en sede
judicial. Además, debe ponderarse el hecho que las partes, al momento de contratar, pueden incluir
determinaciones específicas acerca de los costos.
A modo de ejemplo, en un contrato de construcción, es aconsejable que el dueño del proyecto a la hora de
licitar, o bien por contratación directa, establezca las referencias específicas acerca de los DB, los costos, y
quién se hará cargo de los mismos. En la práctica, los pliegos y condiciones de la licitación incluyen las
referencias a los costos, fijando que los mismos serán soportados en partes iguales. Esto permite que el
contratista pueda prever, a la hora de ofertar, un monto razonable para hacer frente a los costos que se
ocasionarán.
8. Dispute Boards como mecanismo de resolución de conflictos previo al arbitraje
A nuestro entender, los DB deben ser considerados como mecanismos de resolución de conflictos previos al
arbitraje (o a un litigio judicial), en los términos de considerarlo como una cláusula escalonada (24). En este
sentido, estamos en presencia de una cláusula compleja en la que se incluye en primer lugar la solución del
conflicto por DB y luego, para el caso que no pudiera solucionarse o que las partes no estuvieran conformes con
la solución brindada, se someterán las controversias a arbitraje sede judicial.
Así, se ha entendido que los DB son pasos previos obligatorios a la resolución de disputas por medio de
arbitraje o en sede judicial, siendo su cumplimiento un requisito necesario para la admisibilidad del reclamo en
cualquiera de las otras sedes. La Corte Suprema de Suiza, en el caso 4ª 124/2014, resuelto el 7 de julio de 2014,
determinó que la cláusula de resolución por DB incorporada en un contrato FIDIC era un paso previo
obligatorio para iniciar el arbitraje.
Esta posición conlleva necesariamente a reconocer que para el caso que una de las partes se negara a acudir
al DB, la otra parte podría requerir a la sede posterior elegida, para que obligue a la parte en falta a cumplir con
la manda contractual estipulada.
Ello no implica que las partes no puedan iniciar el arbitraje ni que el incumplimiento del requisito de los DB
implique una barrera jurisdiccional. Como requisito de admisibilidad, el cumplimiento del paso previo de acudir
a los DB puede ser efectivamente subsanado por las partes. Esta es, por ejemplo, la solución adoptada por el
decreto reglamentario de la Ley de Contratos de Participación Público Privada, que determina en su art. 9.13.n)
que no se podrán someter controversias al tribunal elegido por las partes si no ha sido previamente sometida al
panel de expertos.
Consideramos que los DB no pueden ser entendidos como un mecanismo para reemplazar el arbitraje. Los
DB son una versión evolucionada y más desarrollada de aquellas decisiones que comúnmente toma el
supervisor de obra en algunos contratos de construcción, que en la mayoría de los casos no tiene facultades para
hacerlo. Sin embargo, los miembros de los paneles de expertos no cuentan con potestades jurisdiccionales para
resolver cuestiones de derecho. Y ahí radica la principal diferencia con el arbitraje (25).
III. Implementación de los Dispute Boards en Argentina
La implementación de los DB bajo el esquema legal actual en Argentina es posible. Creemos que puede ser
aplicado a contratos de ejecución de obras y de servicios en la esfera privada, y que, con ciertas salvedades que
se mencionarán a continuación, los DB podrían ser utilizados en contratos de obra pública.
Consideramos que la incorporación de los DB en los contratos de obra en Argentina, y en especial, en los
contratos de obra pública sería un gran avance positivo en esta materia. Avance que permitiría, entre otras
cuestiones, mejorar los índices de confianza en la construcción, lograr mayor transparencia en la ejecución de
las obras, evitar aumentos desmedidos de los costos y lograr cumplir con los cronogramas de trabajos
estipulados.
Los DB están siendo cada vez más reconocidos en nuestra región. Tal es su importancia actual en América
Latina que, a modo de ejemplo, Perú modificó su Ley de Contrataciones del Estado por la ley 30.225 y
reconoció a los DB como un medio de resolución de controversias durante la ejecución contractual (26).
Argentina incorporó recientemente este mecanismo para los Contratos de Participación Público Privada.
Pero será necesario el desarrollo doctrinal y la aceptación jurisprudencial para que este instituto sea exitoso.
En este apartado estudiaremos: (a) la situación jurídica actual en Argentina, haciendo referencia
específicamente a las normas previstas en el CCiv.yCom. que a nuestro entender justifican la procedencia de los
DB en nuestro derecho patrio; (b) la procedencia de los DB en los contratos de construcción y obra en general

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en el derecho argentino; (c) la procedencia de los DB en los contratos de obra pública bajo el ordenamiento
patrio, (d) consideraciones a tener presente ante el uso de los DB en contratos de obra pública; (e) la previsión
contenida en el art. 9.w) de la Ley de Contrato de Participación Público Privada; (f) materias a ser resueltas por
DB; y (g) reglamentos de DB a utilizar.
1. El Derecho Argentino permite acordar la implementación de Dispute Boards
Tal como hemos mencionado anteriormente, en nuestra opinión es factible la utilización de los DB en
Argentina y son perfectamente encuadrables en el esquema legal vigente y propuesto por el CCiv.yCom. Esta
postura no resulta extraña en la doctrina nacional, ya que Caivano se ha expresado en el mismo sentido bajo otra
legislación aplicable (27).
Diversas razones son las que nos llevan a pensar que es posible el uso de los DB en contratos bajo derecho
argentino.
En primer lugar, los DB se encuadran dentro de las materias disponibles por las partes y pueden ser
incorporados por las partes a un contrato en base al principio de libertad contractual. Así, por aplicación de los
principios de autonomía de la voluntad y libertad contractual consagrados en el art. 958 del CCiv.yCom., las
partes podrían pactar válidamente esta clase de mecanismos tempranos de resolución de disputas.
Además, destacamos que no creemos que los DB puedan excluirse por sobrepasar los límites de la ley, la
moral, el orden público y las buenas costumbres.
En segundo lugar, el art. 2605 del CCiv.yCom. acepta expresamente la prórroga de jurisdicción en
tribunales arbitrales, que emiten decisiones vinculantes y ejecutivas. Por lo tanto, a nuestro entender, el
CCiv.yCom. también permitiría prorrogar las facultades decisorias (que ni siquiera son jurisdiccionales) a los
DB porque son menos gravosas.
En tercer lugar, y en consonancia con lo dicho en el párrafo anterior, los DB son compatibles con nuestro
derecho patrio en tanto resuelven cuestiones de hecho y no de derecho, lo que no implica violación alguna a las
garantías constitucionales de defensa en juicio y acceso a la justicia previstas en el art. 18 de la Constitución
Nacional.
En nada se ve modificado esto por el hecho de que el panel pudiera estar compuesto por ingenieros y
abogados, ya que como hemos dicho, no aplican el derecho vigente, sino resuelven cuestiones de hecho
derivadas del contrato. Por lo tanto, las decisiones adoptadas por el panel de expertos no afectan el posterior
acceso a sede judicial o arbitral para que se decida la controversia conforme el derecho aplicable, en caso de ser
necesario.
En cuarto lugar, la figura de los DB, si bien no fue expresamente contemplada por el CCiv.yCom., se
asemeja a la de la pericia arbitral que sí fue incluida en el art. 1157 para el supuesto de contratos de
compraventa y en el art. 773 del Código Procesal de la Nación. La similitud de la pericia arbitral con los DB se
vislumbra en el hecho de que ambos mecanismos implican la resolución de una controversia puntual de hecho y
no de derecho.
En quinto lugar, los DB no limitan el acceso a la justicia o a arbitraje de las partes para que se traten las
mismas controversias analizadas por los miembros del panel. En este sentido, los DB no son la última instancia
de decisión sobre el conflicto sometido a su consideración.
El grado de revisión de las decisiones de los DB es amplio. Así, la decisión de los DB puede ser abierta,
examinada, inspeccionada y revisada completamente en un arbitraje o instancia judicial ulterior.
Destacamos que el hecho de que la revisión sea con efecto devolutivo no afecta el derecho de defensa de las
partes en una eventual disputa judicial o arbitral. Ello debido a que una instancia de control judicial —o
arbitral— de órganos no judiciales estaría garantizada, tal lo requerido por la Corte Suprema de Justicia de la
Nación (CSJN, 10/05/1988, in re "Moriña, Luis Rodolfo", Fallos: 311:700).
2. Uso de los Dispute Boards en contratos de construcción bajo el derecho argentino
El CCiv.yCom. dedica un capítulo a los contratos de obra y servicios (cap. 6, arts. 1251 a 1279), que se
extiende a los contratos de construcción.
Como hemos adelantado, creemos que los DB pueden ser utilizados para esta clase de contratos, tal como se
ve que es su uso habitual en el derecho comparado. Si bien no existe una norma expresa que lo permita ni que lo
recepte, veremos que los principios de autonomía de la voluntad y libertad contractual sumados a previsiones
expresas de autonomía conflictual en el CCiv.yCom. hacen posible esta inclusión (28).
En primer lugar, los principios de autonomía de la voluntad y libertad contractual estipulados en el art. 958

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del CCiv.yCom. son de aplicación a los contratos de obra. Ello debido a que son principios generales de los
actos jurídicos y los contratos, como se sabe, son tales tipos de actos.
En segundo lugar, y en lo que consideramos el argumento principal para justificar la posibilidad de utilizar
los DB en contratos de obra y servicios, el art. 1253 (ubicado en el capítulo 6 dedicado a contratos de obra y
servicios) en el que el legislador previó que las partes son libres para elegir los medios de ejecución del
contrato. A nuestro entender, los DB son un medio o instrumento propicio para facilitar la ejecución del
contrato. Por ende, estarían alcanzados por el art. 1253.
Estos contratos de obra y servicios previstos en el CCiv.yCom. son de carácter privado. A continuación,
veremos si pueden utilizarse los DB en casos de contratos de obra pública.
3. ¿Es posible la utilización de los Dispute Boards en los contratos de obra pública?
A nuestro criterio y en el estado actual de la legislación aplicable a contratos de obra pública, los DB pueden
encuadrarse dentro del régimen de contratación y de obra pública nacional. Diversas obras de infraestructura,
que el país necesita, podrían incluir en el pliego de licitación los DB, en consonancia con la legislación vigente
en la materia.
La inclusión de los DB traería grandes beneficios para el Estado (Nacional, Provincial o Municipal) ya que
permitiría mayor control sobre las obras, los gastos, y el tiempo de ejecución del contrato. También, la inclusión
de los DB disminuiría contingencias indeseadas, como los sobreprecios, las demoras en la ejecución, y
eventualmente en casos de corrupción.
En nuestra opinión, tanto los DRB como los DAB podrían aplicarse sin necesidad de modificar la
legislación vigente. Consideramos que los DB, y los DAB en especial, son válidos a la luz de la normativa
administrativa vigente por las siguientes razones:
a) Los DAB no limitan el acceso a la justicia para tratar los mismos temas resueltos por los DAB. No
excluyen eventualmente la justicia contencioso administrativa.
b) Las decisiones de los DAB pueden ser revisadas totalmente. El marco de revisión de las decisiones de los
DAB es ilimitado. Esta posición se alinea con lo sostenido por la Corte Suprema de Justicia de la Nación en el
fallo "José Cartellone Construcciones Civiles SA c. Hidroeléctrica Norpatagónica SA o Hidronor SA" del
01/06/2004. En este sentido, se le garantiza a las partes el acceso a un arbitraje y/o sede judicial posterior,
teniendo dichos tribunales la posibilidad de revisar la decisión sin límites.
c) No creemos que sea aplicable directamente a los DAB el art. 55 de la ley nacional 13.064 (aplicable por
remisión de la ley 70 de la Ciudad de Buenos Aires), ya que los DB son un mecanismo previo y parte integrante
del contrato. Como hemos dicho, la revisión judicial que se hace es ex novo, con lo cual no queda limitada la
potestad jurisdiccional.
d) El Gobierno no estaría sometiendo a DAB derechos indisponibles, sino cuestiones técnicas y económicas
de la obra. Son derechos exclusivamente patrimoniales.
e) Las decisiones de los DAB si bien son vinculantes no son obligatorias ni ejecutorias per se. Son
decisiones contractuales cuyo incumplimiento puede ser considerado un incumplimiento contractual.
f) Decretos posteriores a la sanción de la ley nacional 13.064 admiten la procedencia de medios alternativos
de resolución de conflictos para obra pública. Así, los decretos nacionales 966/2005 y 967/2005 establecen que
las partes podrán determinar la posibilidad de establecer mecanismos de avenimiento y/o arbitraje en los
contratos celebrados en el marco de dichos decretos (que son las obras de construcción públicas con
participación de particulares y del régimen de asociación público-privado).
Sin embargo, creemos que, para una primera aproximación al tema, que se adopten las medidas pertinentes
en la órbita del derecho administrativo y se genere en la práctica la costumbre de su uso, podría incorporarse a
los contratos de obra pública los DRB. Ello, debido a que estos boards emiten recomendaciones o decisiones no
vinculantes, lo que disminuye cualquier riesgo de considerarse que la incorporación de los DB limita el acceso a
la justicia contencioso-administrativa.
Los DRB permitirían al Estado, luego de la emisión de la decisión, más fácilmente verificar por sí mismo la
juridicidad de la decisión en base a sus plazos internos y eventualmente podría iniciar procedimientos
contencioso-administrativos en caso de considerar adecuado.
Si bien sostenemos, y reafirmamos, que los DB pueden ser aplicados en contratos de obra pública tal como
la legislación vigente se encuentra sancionada, también consideramos que algunas adecuaciones serían
convenientes para su mejor inserción. Así, en un escenario ideal, sería conveniente una ley nacional, local o
decreto nacional o local que autorizara el uso de los DB en esta clase de contratos, determinando qué tipo de DB
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podría incluirse.
4. Consideraciones a la hora de incluir Dispute Boards en contratos de obra pública
Como hemos dicho, actualmente pueden incorporarse a los contratos de obra pública los DB, y en particular
los DRB. Sin perjuicio de ello, algunas consideraciones deben tenerse presentes a la hora de su efectiva
incorporación.
En primer lugar, los términos y condiciones del pliego de contratación deben contener la cláusula de
resolución temprana de disputas por medio del DB elegido, la transcripción del reglamento de DB a aplicar, y
los mecanismos de impugnación y/o apelación, y los costos que podrían generarse por la aplicación de los DB.
Ello, a fin de evitar que posibles oferentes (y luego contratista) desconozcan este procedimiento, o planteen que
incurren en costos adicionales no planificados.
En segundo lugar, el Estado debería determinar internamente el organismo que con más eficiencia podría
controlar la juridicidad de la decisión en el marco de la legislación aplicable, para que la decisión del DB
pudiera ser aplicado en la práctica.
En tercer lugar, los términos y condiciones del pliego de contratación deberían contener una cláusula
garantizar el acceso a instancia judicial (y arbitral en el caso que exista una legislación que lo avale) ulterior. La
decisión de los DB no debe ser la última instancia, debiendo facultarse a las partes para que puedan recurrir la
decisión.
En cuarto lugar, creemos que sería conveniente que el Estado prepare un reglamento de DB que esté
alineado con los principios contenidos en la Ley de Procedimiento Administrativo (19.549). Ello, a fin de poder
por un lado brindar el tiempo suficiente al Gobierno para que el proceso de resolución de controversias del DB
pueda ser cumplido sin atentar contra los principios administrativos aplicables y por el otro no tornar irrisorio el
plazo de resolución de controversias frente al DB.
En quinto lugar, no consideramos que la inclusión en reglamentos de DB de renunciabilidad al recurso de
impugnación (como el caso del reglamento de ICC) sea un obstáculo para el uso de los DB, ya que dicha
previsión puede ser dejada de lado por las partes sin mayores complicaciones. A todo evento, consideramos que
esta renuncia no podría tener efectos válidos en nuestro derecho principalmente por la limitación que impone el
CCiv.yCom. a la renuncia del recurso de impugnación del laudo arbitral (art. 1656).
Finalmente, y desde una óptica de conveniencia y eficiencia, es más conveniente para el Estado solucionar
el conflicto de manera temprana y poder continuar con la obra, evitando así que el conflicto se agrande y
termine por perjudicar la real ejecución de la misma.
5. Contratos de Participación Público-Privada en Argentina y Dispute Boards
Como hemos destacado en apartados anteriores, la ley 27.328 de Contratos de Participación Público-Privada
ha previsto en el art. 9.w) la facultad a favor de las partes de incluir un panel de expertos para resolver
cuestiones de índole "técnica, interpretativa o patrimonial que puedan suscitarse durante la ejecución y
terminación del contrato".
La mentada ley prevé en dicho artículo que los miembros del panel deberán ser y permanecer imparciales,
independientes e idóneos. Estas características no son menores y están en congruencia con las exigencias de los
diversos reglamentos de instituciones de renombre.
El decreto 118/2017, que vino a reglamentar la Ley de Contrato de Participación Público-Privada, ha dado
más claridad respecto del propósito y extensión de funciones del panel de experto. No entraremos en detalle
respecto de la regulación. Solamente mencionaremos los puntos salientes.
En primer lugar, las normas previstas en el decreto reglamentario podrán ser complementadas por un
reglamento elegido por las partes.
En segundo lugar y en lo que hace a la regulación prevista por el decreto, el art. 9.13 estableció la creación
de un listado de potenciales miembros de paneles de expertos para esta clase de contratos, el mecanismo de
nombramiento y las obligaciones de independencia e imparcialidad. El panel deberá estar integrado por 5
miembros, salvo acuerdo en contrario (29).
Asimismo, se destaca que el panel de experto dictará recomendaciones, que se tornarán vinculantes en caso
que ninguna de las partes manifieste su disconformidad en el plazo legal permitido (30).
Finalmente, mencionaremos que para el caso que cualquiera de las partes no cumpliera con una
recomendación, se podrá reclamar el cumplimiento a través del tribunal pactado por las partes (arbitral o
judicial). Cualquiera de las partes podrá plantear la disconformidad respecto de la recomendación dada por el

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panel de expertos ante el tribunal elegido por las partes y de acuerdo al reglamento aplicable, que como vimos,
deberá ser elegido.
6. Materias susceptibles de ser decididas por Dispute Boards
Un tema por demás importante radica en determinar aquellas materias que pueden ser sujetas a regímenes
alternativos de resolución de disputas (en especial DB), máxime teniendo en consideración que puede verse
involucrado en uno de los lados el Estado Nacional (u organismos o sociedades del Estado).
Por el enfoque del presente trabajo solamente nos concentraremos en aquellas materias que pueden ser
susceptibles de ser sometidas a consideración de DB, asumiendo que si pueden ser sometidas a DB también
podrán ser sometidas al mecanismo posterior de resolución de disputas adoptado por las partes.
Es nuestro criterio que no existiría ningún impedimento para que las partes (tanto en contratos en los que
participa el Gobierno como en aquellos entre privados) establezcan que los DAB podrán entender en conflictos
relacionados con: (a) evaluación técnica y económica de la obra; (b) avance de la ejecución del contrato; (c)
costos y plazos de ejecución; (d) grado de ejecución, adecuación de la ejecución a estándares técnicos y niveles
de servicio requeridos para la obra; (e) análisis de costos adicionales y reajustes; (f) riesgos financieros y
económicos de la obra; (g) análisis del adecuado cumplimiento de aspectos técnicos y económicos del contrato.
Como se ha dicho, el sometimiento de estas disputas (que tan comúnmente surgen en contratos de obra) a
DB no solamente facilitaría la ejecución de los contratos de obra, sino también alivianarían a las partes y a los
tribunales de reclamos que pueden ser decididos rápidamente.
La Ley de Contratos de Participación Público-Privada colabora aclarando cuáles son las cuestiones a ser
decididas por el panel de expertos. Así, señala que podrán ser sometidos a panel de expertos las cuestiones
técnicas, interpretativas y patrimoniales (31). El decreto reglamentario 118/17 excluye de la órbita de los paneles
de experto, en el art. 9.13.n), la extinción del contrato por razones de interés público.
7. Reglamento de Dispute Boards a aplicar
Hemos dicho que los DB son mecanismos que deben ser elegidos por las partes e incluidos expresamente en
los contratos. Lo mismo sucede con los reglamentos a aplicar. Las partes deben determinar si optan por alguno
de los reglamentos de alguna institución que promueve los DB o bien crean sus reglamentos ad-hoc.
A nuestro entender, las partes que no cuentan con vasta experiencia en la materia deberían optar por los
reglamentos redactados por instituciones cuya utilidad y eficacia ha sido probada. Asimismo, al optar por los
reglamentos y consecuentemente por la participación de la institución, cuentan con el respaldo de la
organización y la ayuda para conformar el panel y hacer frente a cualquier problema que pueda surgir a lo largo
de la ejecución del contrato.
Sin embargo, entendemos que para contratos complejos o para situaciones específicas es conveniente la
redacción de un reglamento que prevea circunstancias poco habituales. Claro ejemplo de lo dicho es el
reglamento de DB creado para los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro 2016.
En caso que se configure un escenario donde las partes deban redactar su propio reglamento de DB, los
redactores no deberían dejar de incluir referencias sobre: (a) la determinación de la clase de DB que se adopte;
(b) el grado de obligatoriedad de las decisiones adoptadas por el DB; (c) los mecanismos de impugnación en
sede judicial o arbitral de las decisiones del DB; (d) el efecto devolutivo de la impugnación; (e) la relación entre
los miembros del DB con las partes, que estará basada en una relación contractual; (f) las reglas de
independencia e imparcialidad de los miembros del DAB para garantizar una decisión justa; (g) los mecanismos
para recusar a miembros del DB que no mantengan el deber de independencia e imparcialidad a lo largo de la
ejecución del contrato; (h) la determinación del funcionamiento del DAB, el inicio de las actividades, las
reuniones periódicas, la cooperación de las partes, las formas de las notificaciones, las facultades del DAB, y las
actuaciones del DAB; (i) la determinación del mecanismo que se llevará a cabo para iniciar los reclamos frente
al DAB, el procedimiento de sumisión formal, de contestación, de audiencias y el plazo para emitir una
decisión; (j) la remuneración de los miembros del DAB.
IV. Conclusiones
A manera de síntesis, creemos firmemente que las partes contratantes en contratos de obra y contratos de
obra pública deberían comenzar a utilizar los DB para resolver aquellas controversias técnicas que se generan a
lo largo de la ejecución del contrato. En especial, con la nueva regulación prevista en la Ley de Contratos de
Participación Público-Privada, consideramos que los paneles de expertos pueden ser una opción muy
recomendable para lograr una ejecución armónica del contrato.
La adopción de los DB permitirá a las partes contar con un mecanismo de resolución de controversias ágil y

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temprano, evitando suspensiones en la ejecución de la obra, sobrecostos y corrupción.


Entendemos que no existirían obstáculos legales para la implementación de los DB en Argentina, ni en los
contratos de obra entre particulares ni en los contratos de obra pública. Para el caso de los contratos de obra
pública sería recomendable que una ley o decreto expresamente autorice su uso, y que sean incluidos en los
términos y condiciones de los pliegos de contratación.
(1) Para mayor precisión ver las definiciones de Dispute Board adoptadas por la Dispute Resolution Board
Foundation y la CCI en sus respectivos reglamentos.
(2) Para una definición y mayor detalle de cada tipo de DB, ver: Vaz, Gilberto José y Gravatá Nicoli, Pedro
Augusto, "Los Dispute Boards y los contratos administrativos: ¿Son los DB's una buena solución para disputas
sujetas a normas de orden público?", en Hernández García, Roberto, Dispute Boards en Latinoamérica:
experiencia y retos, vol. 23, Biblioteca de Arbitraje del Estudio Mario Castillo Freyre, p. 100.
(3) Para una definición y mayor detalle de cada tipo de DB, ver: Vaz, Gilberto José y Gravatá Nicoli, Pedro
Augusto, "Los Dispute Boards y los contratos administrativos: ¿Son los DB's una buena solución para disputas
sujetas a normas de orden público?", en Hernández García, Roberto, Dispute Boards en Latinoamérica:
experiencia y retos, vol. 23, Biblioteca de Arbitraje del Estudio Mario Castillo Freyre, ps. 111-12.
(4) Para un mayor detalle de las cuestiones que podrían someterse a DB se sugiere ver Figueroa Valdés,
Juan Eduardo, "Dispute Boards: la visión de las partes y su co-existencia con los contratos administrativos.
Experiencias en Chile", en Hernández García, Roberto, Dispute Boards en Latinoamérica: experiencia y retos,
vol. 23, Biblioteca de Arbitraje del Estudio Mario Castillo Freyre, ps. 135-36.
(5) La discusión sobre la naturaleza de las cláusulas escalonadas de resolución de controversias lleva a la
consideración de si los diversos "escalones" previstos en la cláusula deben ser cumplidos como requisito para
que el tribunal tenga jurisdicción en la controversia. Los DB no son per se un mecanismo jurisdiccional de
resolución de controversias. En los contratos de obra, donde se puede observar en mayor medida la
incorporación de DB, se prevé también la prórroga de jurisdicción a favor de tribunales judiciales o arbitrales.
En este sentido, la doctrina se ha preguntado qué sucede para el caso que las partes directamente vayan a
arbitraje, o sede judicial, sin activar primero los métodos preliminares (como puede ser el DB). Las respuestas
fueron diversas. Tal vez quienes más convincentemente han tratado este tema han sido Gary Born y Marija
Scekic, quienes han sostenido que el incumplimiento de pasos previos, aun siendo obligatorios, no debe ser
considerado como un impedimento jurisdiccional, sino como una cuestión de admisibilidad de la demanda, que
podría ser subsanado con posterioridad. Ver Born, Gary y Scekic, Marija, "Pre-arbitration Procedural
Requirements, A Dismal Swamp", en Practising Virtue: Inside International Arbitration, cap. 14, Oxford
University Press, 2015.
(6) Trataremos con mayor detalle la posible utilización de los DB en Argentina en la sección siguiente.
(7) Ver art. 9.11.f) del decreto reglamentario 118/17.
(8) Ver Chern, Cyril, "Chern on Dispute Boards", Informa Law from Routledge, 3° ed., 2015, cap. 2, ps. 33
y ss.
(9) Peñate Guzmán, Carlos A., "Las mesas de resolución de disputas como mecanismo que viabiliza la
continuidad de los proyectos de construcción: la experiencia en El Salvador", en Hernández García, Roberto,
Dispute Boards en Latinoamérica: experiencia y retos, vol. 23, Biblioteca de Arbitraje del Estudio Mario
Castillo Freyre, p. 89.
(10) Peñate Guzmán, Carlos A., "Las mesas de resolución de disputas como mecanismo que viabiliza la
continuidad de los proyectos de construcción: la experiencia en El Salvador", en Hernández García, Roberto,
Dispute Boards en Latinoamérica: experiencia y retos, vol. 23, Biblioteca de Arbitraje del Estudio Mario
Castillo Freyre, p. 89.
(11) Ver art. 6º del Reglamento de Dispute Boards de la CCI.
(12) Para mayor información se puede consultar
http://www.iccwbo.org/products-and-services/arbitration-and-adr/dispute-boards/dispute-board-rules/.
(13) Para mayor información se puede consultar http://www.drb.org/.
(14) Para mayor información se puede consultar http://www.camsantiago.cl/dispute_board.html.
(15) Excluimos de esta consideración el reglamento de DB preparado para los Juegos Olímpicos de Río
2016, porque si bien cuenta con el auspicio de la Dispute Resolution Board Foundation, es un reglamento
ad-hoc.

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(16) Para mayor información ver http://www.cac.com.ar/data/documentos/27_cedei.rlpd.%20enero


%2014%202008%282%29.pdf.
(17) Para mayor información ver http://www.tai.org.ar/archivos/Reglamento_Dispute_Boards.pdf.
(18) El Banco Mundial incorporó a principios de 1990 Dispute Review Boards a los contratos FIDIC
modificados que utilizaba en Banco Mundial y que eran publicados bajo el título Procurement of Works. En el
año 2000, el Banco Mundial elaboró una nueva edición de Procurement of Works donde incorporó los Dispute
Adjudication Boards. Luego, FIDIC y Banco Mundial Para mayor información ver Chern, Cyril, "Chern on
Dispute Boards", Informa Law from Routledge, 3° ed., 2015, p. 12 y ss.
(19) FIDIC incorporó en Conditions of Contract for Construction conocido como Red Book los Dispute
Adjudication Boards como mecanismo de resolución temprana de controversias desde el comienzo del contrato.
En cambio, en Conditions of Contract for Plant and Design-Build conocido como Yellow Book y en Conditions
of Contract for EPC/Turnkey Projects (Engineering, Procurement and Construction [EPC]) conocido como
Silver Book estableció Dispute Adjudication Boards que se constituirían cuando la controversia surgiera. Ver
Chern, Cyril, "Chern on Dispute Boards", Informa Law from Routledge, 3° ed., 2015, p. 12 y ss.
(20) Ver Figueroa Valdés, Juan Eduardo, "Dispute Boards: la visión de las partes y su co-existencia con los
contratos administrativos. Experiencias en Chile", en Hernández García, Roberto, Dispute Boards en
Latinoamérica: experiencia y retos, vol. 23, Biblioteca de Arbitraje del Estudio Mario Castillo Freyre, p. 125.
(21) Interesante análisis efectúa Chern en su libro respecto de las razones por las cuales debería elegirse DB
por sobre otros mecanismos de resolución de conflictos. Ver Chern, Cyril, "Chern on Dispute Boards", Informa
Law from Routledge, 3° ed., 2015, p. 26 y ss.
(22) Figueroa Valdés, Juan Eduardo, "Dispute Boards: la visión de las partes y su co-existencia con los
contratos administrativos. Experiencia en Chile", en Hernández García, Roberto, Dispute Boards en
Latinoamérica: experiencia y retos, vol. 23, Biblioteca de Arbitraje del Estudio Mario Castillo Freyre, p. 128.
(23) Ver Chern, Cyril, "Chern on Dispute Boards", Informa Law from Routledge, 3° ed., 2015, p. 25 y ss.
(24) Ver en este sentido Taggart, Paul, "Dispute Boards as Pre-Arbitration Tools: Recent Developments and
Practical Considerations", Kluwer Arbitration Blog del 28/02/2015. Ver también Gary Born y Marija Scekic,
quienes han sostenido que el incumplimiento de pasos previos, aun siendo obligatorios, no debe ser considerado
como un impedimento jurisdiccional, sino como una cuestión de admisibilidad de la demanda, que podría ser
subsanado con posterioridad. Ver Born, Gary y Scekic, Marija, "Pre-arbitration Procedural Requirements, A
Dismal Swamp", en Practising Virtue: Inside International Arbitration, cap. 14, Oxford University Press, 2015.
(25) Paredes Carbajal efectuó un análisis sobre la relación entre el arbitraje y los DB en la construcción,
llegando a la conclusión de que ambos institutos se complementan ya que las funciones y propósitos de los
mismos son distintos. Ver Paredes Carbajal, Gustavo, "Dispute Boards y arbitraje en construcción: ¿Compiten o
se complementan?", en Hernández García, Roberto, Dispute Boards en Latinoamérica: experiencia y retos, vol.
23, Biblioteca de Arbitraje del Estudio Mario Castillo Freyre, ps. 140 a 157.
(26) Ver http://www.leyes.congreso.gob.pe/Documentos/Leyes/Textos/30225.pdf.
(27) Jiménez Figueres, Dyalá y Caivano, Roque "Funcionamiento de los Dispute Boards de la CCI y su
encuadre en el derecho argentino", en Revista Internacional de Arbitraje nro. 6, Legis, enero-junio 2007.
Seguiremos algunos de los razonamientos expresados en este artículo.
(28) La idea de esta sección es abordar la validez de los DB en el derecho argentino, sin tener en cuenta las
previsiones de la Ley de Contratos de Participación Público Privada. Estas previsiones serán tratadas de manera
autónoma.
(29) Ver literales b), c) y d) del art. 9.13 del decreto reglamentario.
(30) Ver literal j) del art. 9.13 del decreto reglamentario.
(31) Art. 9.w) de la ley 27.328.

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