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COORDINACIÓN DE BIOLOGÍA
RESUMEN
El veganismo ha sido considerado como un sub-movimiento del vegetarianismo, sin
embargo, entre sus diferencias principales se encuentra lo restrictivo de la dieta derivada del estilo
de vida vegano, lo cuál hace que quienes tengan este estilo de vida deban tomar precauciones con
respecto a su alimentación, ya que su salud puede verse afectada por la deficiencia de ciertos
nutrientes encontrados solo en los alimentos de origen animal. Cuando se investiga acerca del
veganismo, la información encontrada resalta principalmente las ventajas de este estilo de vida y lo
enfoca hacia la alimentación, sin tener en consideración las motivaciones originales del veganismo
y las posibles afecciones a la salud, tanto mentales como nutricionales. Por este motivo, se realizó
una recopilación bibliográfica con información científica acerca de los riesgos y precauciones que
se deben tomar antes de cumplir con un régimen alimenticio como el propuesto por el veganismo.
Finalmente se encontró que no es correcto tener como motivación para ser vegano el hecho de
satisfacer propósitos de salud o estéticos. También que la ingesta de suplementos vitamínicos
adicionales debe ser obligatoria para cualquier persona vegana y que en ningún caso es
recomendable la dieta de este estilo de vida para individuos en desarrollo y mujeres en gestación o
lactancia. Además, se encontró que las personas con dietas restrictivas tienden a padecer de
trastornos de la alimentación leves y severos, por lo que ser vegano no solo requiere de asesoría
médica nutricional, sino también de asesoría en cuanto a la salud mental del individuo.
1
INTRODUCCIÓN
2
(Norman & Klaus, 2019). Otra de las ventajas de este estilo de vida es que ha sido
considerado como la opción con una dieta más sustentable y por lo tanto más ecológica,
debido a que se anula el consumo de proteína de origen animal lo cual conlleva a una
reducción del uso de tierras y agua para la producción en masa de los animales
(Aleksandrowicz, Green, Joy, Smith, & Haines, 2016) (Springmann, Wiebe, Sulser,
Rayner, & Scarborough, 2018)
En una época en la que muchas actitudes personales están regidas por las redes
sociales y la opinión pública, las celebridades que respaldan y practican el veganismo
ejercen sin duda una influencia social en la actitud de sus consumidores hacia el
veganismo, y conductualizan la decisión de adoptar este estilo de vida y cambiar los hábitos
de consumo, redirigiéndolos a productos aprobados como veganos que, por supuesto,
muchas veces son sus patrocinadores (Phua, Jin, & Kim, 2019). El aumento de celebridades
que han adoptado este estilo de vida no es inesperado ya que estas personalidades son las
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primeras en adoptar nuevos estilos de vida, relacionados con la apariencia o espiritualidad,
el problema del respaldo de esta tendencia es que, al basarse en “la construcción social
integral de la identidad” no se considera que involucra también la salud del individuo que la
practique, y no es lo común que estas celebridades adviertan o enfaticen en que para tener
este estilo de vida se requiere de varias consideraciones, siendo la primera consultar a un
médico (Doyle, 2016).
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MARCO TEÓRICO
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a distintos factores, desde los socioeconómicos y culturales, hasta los biológicos
relacionados directamente con el estado de salud del individuo. Sin embargo, existe un
patrón dietético aprobado y publicado en el 2020 por el Departamento de Agricultura y el
Departamento de Salud de los Estados Unidos, destinado a ser una guía para estructurar un
plan alimenticio sano y equilibrado. En la Tabla I se muestran las recomendaciones diarias
o semanales de consumo de distintos grupos y subgrupos de alimentos, basados en el
consumo recomendado para una persona cuya dieta sea de 2000 calorías diarias. Este
patrón dietético y otros más específicos según la edad están disponibles en
DietaryGuidelines.gov.
Tabla I. Patrón dietético estandarizado para una dieta de 2000 calorías diarias
(USDA, 2020).
Cantidad recomendada de
Grupo o subgrupo alimenticio
consumo diario o semanal
Vegetales general (tza/d) 2,5
Vegetales verde oscuro (tza/sem) 1,5
Vegetales rojos y naranja (tza/sem) 5,5
Frijoles, guisantes, lentejas (tza/sem) 1,5
Verduras con almidón (tza/sem) 5
Otros vegetales (tza/sem) 4
Frutas (tza/d) 2
Granos (tza/d) 6
Lácteos (tza/d) 3
Proteínas (oz/d) 5,5
Carnes, aves y huevos (oz/sem) 26
Fruto de mar (oz/sem) 8
Nueces, semillas y productos de soya (oz/sem) 5
6
investigación), para los que se recomienda un consumo semanal de 1,5 tazas, siendo
también el subgrupo para el cual es recomendado un menor consumo. Los datos
presentados en la Tabla I no son valores extremos o máximos de consumo, es decir, no
necesariamente ocurrirá un desequilibrio que pueda ser dañino por consumir una mayor o
menor cantidad de la recomendada o duplicar el consumo de algún subgrupo para eliminar
el consumo de otro subgrupo (como podrían hacer personas veganas al eliminar consumo
de productos animales). Sin embargo, es bien conocido que el consumo de nueces, semillas,
productos derivados de la soya y granos en general, puede ser dañino para cualquier
organismo si su consumo es excesivo, como tendría que serlo para poder suplir el aporte
nutricional que otorgan alimentos como los derivados de animales. Se ha demostrado que
granos como la lenteja pueden acumular arsénico, un metaloide tóxico que está presente en
los suelos y es absorbido por la planta, en concentraciones toxicas para humanos si se
excede su consumo (Zahangeer, Anamul, Jalal, McGee, & Carpenter, 2019).
Una de las opciones más utilizadas para reemplazar el aporte protéico de los
productos animales o sus derivados es la soya, en varias presentaciones como por ejemplo
el tofu. Esto hace que su consumo sea bastante elevado en personas que sigan una dieta
vegana y se ha reportado que el incremento del consumo de productos derivados de la soya
está relacionado con afecciones en funciones tiroideas y de fertilidad asociadas a los
parámetros de calidad del semen en hombres (Yeliosofa & Silverman, 2018) (Chavarro,
Toth, Sadio, & Hauser, 2008).
7
encuesta fue calculado usando la tabla de composición nutricional de NutriNet-Santé, que
muestra la composición Nutricional de más de 2000 alimentos (NutriNet-Santé, 2013).
Tabla II. Consumo de alimentos (gramos/día) de acuerdo al tipo de dieta (Rabés, y otros,
2020).
8
Figura 1. Proporción (%) de participantes del estudio (veganos estrictos y veganos moderados) con
una ingesta menor a la recomendada de vitaminas y minerales (Waldmann, Koschizke, Leitzmann,
& Hahn, 2003).
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Una insuficiencia común que también podemos observar es la de hierro, ya que el
obtenido a partir de vegetales (hierro no hemínico) debe ser transformado para poder ser
absorbido, y su transformación depende de la presencia de otros nutrientes, a diferencia del
hierro hemínico, obtenido a partir de carnes (en especial rojas) cuya absorción y
asimilación es prácticamente inmediata. También es importante la biodisponibilidad de este
nutriente según su origen, se debe tener en cuenta que es mayor en carnes y menor en
vegetales, por lo que se requeriría consumir una mayor cantidad de vegetales que de carnes
rojas para obtener cierta cantidad de hierro (USDA, 2020).
Entre las limitaciones para ser vegano se encuentran las alergias, ya que se genera
una mayor restricción dietética si se padece de alguna, y se limita aún más el consumo de
ciertas fuentes de micro y macronutrientes necesarios para que la dieta sea balanceada. Es
común que algunas personas sean alérgicas o desarrollen alergias a productos que son
fuentes de nutrientes utilizadas en una dieta vegana (nueces, soya, legumbres, aislado de
proteína de trigo, entre otros). De hecho, existen datos que señalan que personas
vegetarianas (con una dieta menos estricta que la vegana) muestran una mayor incidencia
en cuanto a presentar varias enfermedades crónicas entre las cuales se encuentran las
alergias a alimentos, mostrando que un 30.6% de los vegetarianos y un 16.7% de los
omnívoros encuestados presentan alergia (Burkert, Muckenhuber, Großscha, Rasky, &
Freidl, 2014).
Además, estas fuentes de proteína antes mencionadas tienen una menor densidad
nutricional que muchos productos derivados de animales, por lo que sería necesario un
mayor consumo de la fuente de proteína vegana para alcanzar los valores nutricionales que
se alcanzarían con una menor proporción de alimentos animales o sus derivados. Un
ejemplo de esto se observa en la Tabla IV, en donde en la mayoría de los casos la leche de
vaca tiene un mayor contenido nutricional que las otras opciones (Hajirostamloo, 2009).
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Grasas (g) Ácidos grasos (gr) Fibras (gr) Proteínas (gr) Carbohidratos (gr) Lactosa (gr) Calcio (mgr) Hierro (mgr) Fósforo (mgr) Calorias (Kcal)
Leche de
4,67 0,52 3,18 6,73 4,43 0 9,8 1,4 120,05 79
soya
Leche de
8,15 5,07 0 8,02 11,37 4,27 290,36 0,12 229,92 150
vaca
Las dietas veganas mal planificadas y que por tanto conllevan a que haya deficiencia en
vitaminas y nutrientes que son esenciales para el individuo, afectan aún más al tratarse de
niños, ya que, al estar en desarrollo, las consecuencias de un desequilibrio nutricional son
más severas que en un adulto (Kaganov, 2015). Además, llegar a un desequilibrio
nutricional en el caso de un niño es más probable, principalmente porque para alcanzar
ciertos niveles nutricionales a partir de alimentos de origen vegetal, se requiere una mayor
ingesta total de estos (de más de un 30% del volumen que consumiría un niño menor a 10
años con una dieta omnívora), lo cual puede representar un reto en la alimentación de niños
pequeños (Kirby & Danner, 2009) (Amit, 2010).
En niños cuyas madres durante el embarazo o lactancia tuvieron bajos niveles de B12,
se han reportado desde síntomas leves como letargo u olvido, hasta síntomas graves como
daño cognitivo, defectos del tubo neural, exceso de adiposidad, resistencia a la insulina,
retraso del crecimiento intrauterino, hipotonía general y perdida de las habilidades
neuromotoras, dependiendo de los niveles de desnutrición (Peker, y otros, 2016)
(Adaikalakoteswari, y otros, 2017) (Bicakci, 2015) (Pawlak, 2013) (Fewtrell, 2017). La
leche materna tiene la cantidad necesaria de B12 que el infante requiere, a menos de que la
madre no tenga los niveles adecuados de esta vitamina, lo cual sucede, por ejemplo, cuando
11
la madre sigue una dieta vegana y no toma ningún suplemento vitamínico. La vitamina B12
se encuentra en tejidos animales, es sintetizada en el tracto gastrointestinal de los animales
y transferida a todo el tejido de este, por este motivo, no existen formas de la vitamina B12
en alimentos provenientes de plantas. Entre los síntomas de esta deficiencia en adultos se
encuentra la anemia megaloblástica, entumecimiento de extremidades, alteraciones de la
visión, pérdida de la memoria y demencia; estos síntomas pueden tardar en presentarse en
adultos con reservas adecuadas de la vitamina y presentar menores daños que los generados
en niños.
12
Silverman, 2018). El individuo presento valores normales de TSH y las hormonas T3 y T4
hasta los 19 meses de edad (Tabla V), momento en el que se detuvo su alimentación con
leche materna, indicando un posible hipotiroidismo adquirido y no congénito. También se
descartó que fuese por un proceso autoinmune ya que el paciente no presento valores
elevados de anticuerpos antitiroideos y al realizar un ultrasonido no se detectó algún
problema anatómico. Sin embargo, si se reportó un historial de alimentación exclusiva con
alimentos veganos, sin el uso de suplementos que normalizaran los niveles de yodo del
paciente. Gracias a que la madre suplementaba su dieta vegana con vitaminas prenatales y a
que el yodo es transferible mediante la leche materna al lactante, el desarrollo inicial del
paciente fue adecuado y, al tratar al paciente con levotiroxina, sal yodada en sus alimentos
y la adición de multivitamínicos con yodo dieta, empezó una normalización de la función
tiroidea y todos los valores asociados. Seis semanas luego de la aplicación del tratamiento,
se pauso el uso de levotiroxina y se observó que algunos valores se desequilibraron
nuevamente y, dada la importancia de las hormonas tiroideas para el desarrollo cerebral en
los primeros 3 años de vida, se decidió reestablecer el uso de la levotiroxina hasta que se
cumpliese esa etapa del desarrollo (Yeliosofa & Silverman, 2018). Se ha recomendado que
mujeres embarazadas o que estén lactando deben consumir vitaminas prenatales que les
aporten diariamente al menos 150 μg de yodo (Public Health Committee of the American
Thyroid Association, 2006).
Anticuerpos peroxidasa
Edad TSH (μlU/mL) T4 (μg/dL) T3 (ng/dL)
tiroidea (IU/mL)
Valores
0,7-5,9 4,5-12 83-230 0-20
normales
19 5,98 4,6 157 -
23 325 <0,5 - -
23a 382 <0,5 59 9,9
23.5b 4,77 7,9 204 -
24.5c 3,31 8,3 - 16
26d 7,51 - - -
13
La Sociedad Europea para Gastroenterología, Hepatología y Nutrición Pediátrica y la
Sociedad Alemana para la Nutrición han señalado que, aunque una dieta vegana puede
cumplir con los requerimientos nutricionales si es asesorada correctamente y
complementada con nutrientes externos al alimento, el hecho de fallar en el seguimiento de
la suplementación puede causar daños irremediables, por lo que no es recomendada para
infantes, mujeres embarazadas o lactando, e incluso para adolescentes de cualquier edad
(Fewtrell, 2017) (Richter, 2016).
Otro aspecto importante es la salud mental, por ser la base de la salud integral, y
estar relacionada con los desórdenes alimenticios que pueden llevar a daños irremediables
en la salud del individuo. Médicos especializados en trastornos de la conducta alimentaria
han informado que la mayoría de sus pacientes con anorexia nerviosa han expresado el
deseo de seguir una dieta vegana. La anorexia nerviosa es un trastorno caracterizado por la
restricción de la ingesta de alimentos, que da como resultado peso corporal anormalmente
bajo en quienes la padecen (Barthels, Meyer, & Pietrowsky, 2018). El hecho de que la
alimentación en el veganismo este basada en restricciones, hace que sea una dieta atractiva
para quienes padecen este tipo de desórdenes alimenticios, ya que les permite limitar las
opciones de alimentos que pueden consumir o justificar elecciones de alimentos que son
más bajos en calorías y, según su criterio, más sanos.
14
principal preocupación, y por tanto, llegando a confundirse con una alimentación sana
como lo podría ser una dieta vegana bien planificada (Heiss, Coffino, & Hormes, 2016).
15
carne frecuentemente (FMC). *** indica diferencias significativas entre los grupos
(p<0,001) (Barthels, Meyer, & Pietrowsky, 2018).
El tema social tiene también gran importancia, más aún al saber el auge que tiene el
veganismo actualmente, ya que, debido a deformaciones del concepto inicial existe el
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veganismo como una moda, sin investigación ni asesoría medica previa. El inicio en el
veganismo, como está definido, debe darse a partir de una posición política ante los
derechos de los animales, no debe estar impulsado por motivaciones individuales de
salud. Y es aquí donde radica gran parte del problema: quienes deciden ser veganos
motivados principalmente por su salud están asumiendo automáticamente que este es el
método de alimentación más conveniente para ellos, y por este motivo tienden a no
evaluarse previamente ni mantenerse en control para controlar su estado nutricional
(Piia, Vinnari, & Niva, 2019).
Los veganos “éticos”, que defienden que el veganismo debe ser político y nunca
separarse de la defensa de los derechos de los animales (Greenebaum, 2012), critican y
no consideran como “verdaderos veganos” a celebridades o blogueros que mediante sus
redes comunican o presentan al veganismo única o principalmente mediante el enfoque
de la comida, romantizando este modo de alimentación sin exponer otros datos
importantes o advertir de las precauciones a considerar (Véron, 2016). A pesar del
incremento de personas adoptando un estilo de vida vegano, la cultura de alimentación
dominante sigue siendo la del consumo de alimentos de origen animal (Greenebaum,
2012) que, al igual que los modelos de alimentación más restrictivos, debe ser
monitoreada por quienes la practiquen (Bakker, 2012).
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CONCLUSIÓN
Ser vegano, según su definición más esencial, no debe basarse en la elección de una
dieta con el fin de satisfacer propósitos de salud o estéticos, sino por razones morales y
principios éticos. Actualmente esto se ha distorsionado y se ha comercializado al
veganismo como una dieta y no como un estilo de vida basado en la ideología de la persona
que lo practique, y al ser considerado una dieta sana, muchas personas pueden seguirla sin
cuestionarse si están obteniendo los nutrientes necesarios para un desarrollo adecuado.
Así, ser vegano de manera segura o adecuada no solo requiere de asesoría médica
nutricional, sino también de asesoría en cuanto a la salud mental del individuo.
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