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Estimados Alumnos, en esta clase que compartiremos, nos referiremos a los

Elementos del Conflicto, componente esencial para que surja la negociación.


Espero que todos estén bien de salud, y en casa, como saben siempre me pueden
consultar no solo por este medio sino también por what sapp. Ahora pasamos al
tema de hoy:

ELEMENTOS DEL CONFLICTO

Lederach presenta una forma práctica de distinguir los elementos del


conflicto.
Para ello recurre a la construcción de un triángulo en el que se concentran en sus
vértices estos tres elementos:

Nosotros llamaremos a este esquema, mapa o diagrama del conflicto. La


realidad de un conflicto es una realidad compleja, pero esa elaboración nos
permite contar con una visión simplificada del conflicto. Y de allí su mayor utilidad
para nosotros.
Comenzar por uno de ellos no significa un juicio de valor respecto de la
importancia de un elemento sobre otro, ni tampoco soslayar la estrecha conexión
entre ellos. Lo primero, porque cada uno tiene una relevancia decisiva en la
caracterización del conflicto; lo segundo, por la fuerte gravitación de uno sobre
otro.
Está claro que difícilmente se podría afirmar que el Problema de un conflicto son
las percepciones- sobre hechos o cosas- o las relaciones en juego en el mismo, si
no se piensa en las Personas constructoras o sostenedoras de esas relaciones o
percepciones. Y mal se podría suponer que la secuencia de comunicación y las
acciones interdependientes que constituyen el Proceso dinámico del conflicto no
son llevadas a cabo por esos mismos sujetos que encontramos, en este diagrama,
en otro vértice del famoso triángulo. Y, por cierto, cómo no visualizar las
modificaciones del problema a lo largo del proceso.
Precisamente, si rozamos el tema del dinamismo del conflicto, es decir, si lo
comprendemos como un proceso, podemos observar los cambios de los
elementos ubicados en los distintos vértices, ya sea internamente, como operando
entre sí.
Sólo a manera de ejemplo, cuando al comunicarse dos personas en un conflicto
mencionan, afectan o comprometen a otras y las incluyen en el mismo, no solo
están modificando las personas participantes, sino que también están ampliando
el problema (hay más cosas en juego), y produciendo una escalada en la
evolución de la situación (proceso). A su vez, es posible incluir una nueva
persona, aún en un rol de tercero neutral, por ejemplo, un mediador, y ello
implicará seguramente una modificación del curso de proceso, nuevos plazos,
modalidades y conversaciones, a más de una probable redefinición del problema,
etc. Y muchas variantes más.
De modo que el aporte analítico del tan mencionado triángulo es más útil y realista
aún si, además de la interconexión de sus elementos, prevemos la riqueza de su
permanente o posible mutación, tanto dentro de cada elemento en sí mismo, como
en su gravitación sobre los otros del sistema.
Ello no es más que una aplicación de la idea más general por la que visualizamos
los conflictos como sistemas, donde cada vértice guarda una conexión con los
otros y donde nada de lo que sucede en uno de ellos es indiferente respecto de
los demás.
Me parece que este sentido integrador ensancha la mirada del operador de
conflictos, donde frecuentemente se describe a éstos - con exagerada
simplificación- como una “pelea entre X e Y por tal cosa z”.

- Personas

Naturalmente los conflictos de los que nos ocupamos se refieren a los seres
humanos, que como hemos dicho, establecen alguna relación social. De no ser
así, no estaríamos frente a las situaciones interpersonales o intergrupales en las
que hemos situado el concepto de conflicto a abordar.
Las personas son aquellos sujetos que participan del conflicto. Haremos muchas
distinciones, estaremos incluso frente a grupos, pero siempre, este vértice está
constituido por personas y no entidades abstractas. Por supuesto, junto con ellas
están sus emociones, sus necesidades, sus valores, sus contextos culturales, su
percepción de las cosas. Todas estas variables hacen que los conflictos sean
diferentes entre sí, como las personas lo son, y, por cierto, las combinaciones se
potencian cuanto más numerosos sean los sujetos.-Nunca sabemos de antemano
cómo es realmente el mapa de un conflicto. En apariencia, uno puede decir: “Bah!
Una vez más un conflicto entre el propietario y su inquilino, o entre dos
automovilistas, o todas las parejas que se separan y desean organizar la
tenencia, las visitas y los alimentos de sus hijos y cómo repartirán sus
cosas”. Pero los mundos personales son imprevisibles, las combinaciones de una
gran riqueza, lo que le da permanente asombro a nuestra tarea.

Partes

Categorizar las personas como partes implica ubicarlas en un abordaje del


conflicto: en mediación, requirente y requerido, por ejemplo; en el juicio, actor y
demandado.
Nuestro concepto de actores del conflicto, es mucho más amplio.
Seguiremos a Entelman en este desarrollo.

Actores Individuales y Colectivos

Llamamos actores a las personas que intervienen en el conflicto.-

Los actores pueden ser básicamente de dos clases: Individuales y Colectivos o


Plurales

Actores Individuales: son las personas físicas. Cada uno de nosotros cuando
actuamos por nosotros mismos.

Actores Colectivos o Plurales: son los grupos humanos. Pueden o no tener una
organización, Si no la tienen (supongamos varias personas que súbitamente
ocupan un inmueble) estaremos tratando con una pluralidad de personas
individuales. Pero en cuanto tiene alguna organización, cualquiera sea la forma
social que adopten (la sociedad tal, el club, el Estado), la consideramos un actor
colectivo o plural

Grados de Participación: Protagonistas y Secundarios

Estos actores individuales o colectivos pueden tener distintos grados de


participación en el conflicto.- Pueden ser protagonistas o secundarios, pero nunca
es tan clara esta categorización. Para esta determinación debemos despojarnos
de los criterios jurídicos, y mirar el conflicto con ojos realistas.

Protagonistas: son las personas u organizaciones directamente implicadas en la


situación.-

Abogados: frecuentemente los abogados intervienen en los procesos de


conflictos, ya sea como asesores, o como patrocinantes si la situación desemboca
en un juicio. Los abogados no son directamente los protagonistas, pero cumplen
un rol muy importante a través de su asesoramiento a las partes.

Representantes: las personas físicas pueden actuar por si o a través de


representantes. Las personas colectivas seguramente intervengan a través de
representantes. Cuando se incorporan representantes debemos comprender que
están ingresando otros actores, porque si bien, las voluntades de representante-
representado frente al conflicto generalmente coinciden, el representante puede
tener intereses propios en la situación, no necesariamente contrarios a los de su
representado, sino coexistentes, pero diferentes.
Supongamos un abogado que representa a una empresa particularmente
interesado en un resultado determinado en una negociación, porque necesita ese
éxito para poder mejorar su situación laboral en la empresa. A veces los intereses
de ambos pueden coincidir, pero no necesariamente las relación representante-
representado es monolítica, es decir, pueden haber razones diferentes para cada
uno.

¿Por qué las personas intervienen a través de representantes?

Por lo general hay una búsqueda de mayor conocimiento, ya sea técnico, influido
el legal, experiencia, mejores recursos para negociar, razones estratégicas,
practicidad, deseo de evitar el compromiso directo.
Estas relaciones entre el “Principal- Agente” “Representante-representado”, etc.
Son complejas, porque a las relaciones en juego propias de la disputa originaria,
se agregan nuevas relaciones que gravitan sobre el sistema del conflicto.

Allegados: Junto con las partes están las personas cuyas opiniones pesan para
las partes y que influyen en su pensamiento. Es necesario comprender que
aunque no sean protagonistas directos-incluso aunque no estén físicamente en la
oportunidad efectiva de una audiencia-, su presencia gravita en el desarrollo del
conflicto.
Familiares: a veces los familiares ocupan un lugar importante en función de la
proximidad de su presencia frente a las partes, y otras porque son directamente
afectados por la disputa.
Pensemos por ejemplo, los hijos cuando sus padres están a atravesando las
etapas conflictivas de su divorcio, o los parientes que colaboran con la situación,
por ejemplo, una abuela que se ocupa de retirar a los niños del colegio para
llevarlos a la visita con su padre.
Confidentes: entre los allegados hay personas cuyo punto de vista es muy
importante para los protagonistas. En ellos se confían, se desahogan las partes, y
su palabra influye sobre las actitudes que se adopten. Frecuentemente las
personas en conflicto dejan de hablar con el coprotagonista de la situación, y se
vuelcan hacia sus confidentes.
Tom Andersen, un terapeuta sueco, que nos ha enseñado muchas cosas a los
mediadores, siempre pregunta cuáles son las personas que conforman el entorno
de los actores, y como ven ellas la situación, así como con quien se confían en los
momentos de desazón que atraviesan. Esas conversaciones pesan mucho para
las partes. A veces son solo diálogos internos que los protagonistas tienen, quizá
esas personas ni siquiera están vivas o presentes, pero para ellos sí lo están,
están en su cabeza o su corazón, en sus pensamiento, a menudo como una
imagen juzgadora o al menos consejera.
Como vemos, la simple apariencia de un conflicto entre dos vecinos, enfrentados
por un problema de ruidos molestos, guarda otros pliegues donde aparecen otros
personajes, que si bien no están a simple vista, lo están en la estructura del
conflicto.
Quien intenta una descripción más completa del conflicto, no puede soslayarlos.
Por si esto fuera poco, están los contextos más amplios como el público, otros
usuarios, consumidores, otros empleados, etc. Fíjense ustedes en cualquier
reclamo en el que esté involucrado un banco, una clínica una empresa
alimenticia, y se conocen los hechos o las causas del conflicto. La mirada del
público ¿gravita o no? No sólo que existe el problema, sino cómo se resuelve.

Relaciones de identificación y fragmentación


Cuando se trata de actores colectivos, además de las relaciones con el otro
campo del conflicto al que un actor se encuentra enfrentado, existen entre algunos
miembros de cada uno de los grupos enfrentados diversos tipos de relaciones
aisladas y plenas de alta proporción de compatibilidad de objetivos y aun de
cooperación. Estas relaciones parciales inter grupos influyen en las posiciones de
los grupos más amplios a que pertenecen y que se encuentran en conflicto
“principal”.
Es decir que dentro de cada actor colectivo de un conflicto coexisten grupos
internos que encuentran compatibilidad con otros grupos internos del otro actor.
Se llama identificación a la conexidad que aparece entre individuos o grupos que
integran cada campo el conflicto con individuos o grupos del otro.
Se llama fragmentación a la división interna que cada grupo dentro de su propio
sistema, y que puede a través de la identificación mantener relaciones de
cooperación o compatibilidad con las del otro.
Entelman afirma que la existencia de los grupos internos lleva a fisuras de los
grupos grandes que sin duda influyen en el desarrollo global del conflicto.
El llamado frente interno de un grupo social durante un conflicto de alta intensidad
es visto como un verdadero tercero, con quien es posible gestionar alianzas o
coaliciones.
Puede decirse que estas dos fuerzas: cohesión y fragmentación son
características de los grupos colectivos.
Lewis Coser (citado por Entelman) decía que los conflictos internacionales tienen
la virtud de unir a los grupos internos tras el objetivo nacional, pero si el conflicto
se perpetúa en el tiempo, el conflicto externo divide a los grupos adversarios,
generando sub acuerdos externos al grupo.

EJERCITACIÓN:

Vamos a analizar este caso para comprender mejor lo expuesto

Caso: Los cuñados

JUAN y PEDRO son cuñados, y trabajan en la empresa de electrodomésticos del


padre de Pedro, Héctor .Juan ingresó a la empresa hace dos años, cuando se
casó con Luisa, la hija de Héctor y hermana de Pedro. Acababa de graduarse
como arquitecto.
JUAN le dice a PEDRO -que es gerente de administración- que ya ha conversado
con Héctor y que piensa llevar adelante un proyecto de remodelación del salón de
exposición y ventas de la empresa, que está vetusto y poco atractivo para exhibir
los artefactos que se ofrecen.
PEDRO le dice que por ahora no es posible, que hay otras prioridades, de modo
que no es momento para eso. Por otro lado, le parece que el salón no está
perfecto, pero cumple su función. Juan insiste mencionando la conversación
previa con Héctor, pero Pedro contesta que ya es una decisión tomada.
Juan se mortifica mucho porque siente que no encuentra un lugar en la empresa,
que su idea era demostrar su habilidad profesional específica en este proyecto y
que esto le ayudaría a obtener algún reconocimiento que lo saque de esta
situación pasiva en que se encuentra.
Pedro, a su vez, ha comprometido personalmente algunos pagos a proveedores
especialmente conectados con él, y esto implicaría un gasto no previsto. Además
de sentirse profundamente incómodo con el lugar en las decisiones que Héctor, su
padre, le está dando a su cuñado, recién ingresado.

Ahora traten de:

A.- Identifique los actores principales y secundarios en el conflicto entre


Juan y Pedro.
B.- Incorpore a su criterio, imaginariamente, otros actores: abogados, algún
actor Colectivo, un tercero disuasor, un confidente, otro familiar y defina sus
roles.
C.- Piensen: ¿Cómo influye esta incorporación?

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